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© Editorial Gustavo Gili, SL, 2008 Antes de la invención del tipo móvil, a mediados del siglo XV, las retículas eran estructuras muy simples basadas fundamentalmente en la proporción entre el texto manuscrito y el tamaño del papel disponible. Sin embargo, los sistemas reticulares existen desde la Edad Media. El arquitecto francés del siglo XIII Villard de Honnecourt, cuyos dibujos reflejaban la división proporcional de la superficie de la página, ha dado nombre al “diagrama Villard”, que se utiliza para dividir la página en porcentajes específicos de su altura total. Ideas básicas sobre la proporción Empieza con un tamaño de página de 152 × 228 mm, cuya proporción es 2:3, y divídela usando guías y reglas como se muestra en este diagrama; así, obtendrás como resultado un diagrama Villard. 50 % 66,67 % 75 % 80 %

TUTORIALES RETICULAS

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© Editorial Gustavo Gili, SL, 2008 �

Antes de la invención del tipo móvil, a mediados del siglo XV, las retículas eran

estructuras muy simples basadas fundamentalmente en la proporción entre

el texto manuscrito y el tamaño del papel disponible. Sin embargo, los sistemas

reticulares existen desde la Edad Media. El arquitecto francés del siglo XIII Villard

de Honnecourt, cuyos dibujos refl ejaban la división proporcional de la superfi cie

de la página, ha dado nombre al “diagrama Villard”, que se utiliza para dividir la

página en porcentajes específi cos de su altura total.

Ideas básicas sobre la proporción

� Empieza con un tamaño de página de 152 ×

228 mm, cuya proporción es 2:3, y divídela usando

guías y reglas como se muestra en este diagrama;

así, obtendrás como resultado un diagrama Villard.

50 %

66,67 %

75 %

80 %

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© Editorial Gustavo Gili, SL, 2008 �

A menudo, los primeros manuscritos presentaban márgenes exteriores más

anchos y un margen superior más pequeño que el inferior. El espacio que

rodeaba al texto se podía llenar con ilustraciones decorativas o con anotaciones

adicionales (glosas), las cuales creaban, a su vez, espacios más o menos

simétricos en los márgenes exteriores de la página. Los primeros tipógrafos

tendían a seguir estas proporciones simétricas, pero se dieron cuenta de que

el texto justifi cado resultante de la disposición del tipo móvil creaba unas

superfi cies más defi nidas. Como consecuencia, los márgenes y los espacios

que separaban los bloques de texto se hicieron visualmente más evidentes.

Para conseguir las proporciones armónicas de los manuscritos más antiguos,

era necesaria una vuelta a la asimetría.

� Con el mismo tamaño de página (152 × 228 mm),

crearemos un diagrama llamado “canon Van de

Graff ”. Es la reconstrucción de un método cuyo uso

se atribuye a los diseñadores de libros medievales

para producir páginas basadas en retículas

asimétricas pero armónicas visualmente. El tamaño

de la página no es un factor importante, ya que este

método da buenos resultados en toda proporción

de altura-anchura. Crea un documento de las

dimensiones dadas y divide el área de la página en

nueve partes tal y como se muestra en el diagrama.

Nótese que las proporciones de los márgenes son 2 (interior), 3 (superior),

4 (exterior) y 6 (inferior); además, cuando se utiliza una página con las

proporciones 2:3 de nuestro ejemplo, el área de texto resultante tiene una altura

igual al ancho de la página.

área de texto

1 2 3 4 5 6 7 8 9

8

7

6

5

4

3

2

1

3

6

4 2

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El famoso diseñador y tipógrafo Jan Tschichold era partidario de dicho método

de división de la página y lo popularizó en su obra De proporties van het boek.

Su preferencia por la proporción 2:3 se aleja levemente de la proporción clásica

de la sección aúrea, 21:34 (1:1,618), que se relaciona de modo más directo con

publicaciones pioneras como la Biblia de Gutenberg de 1455. Defendía el uso

de la ratio 2:3 con el sencillo argumento de que la proporción era más “clara,

intencionada y defi nida”. Esta postura tiene su lógica si se considera que los

diseñadores suelen estar a favor de la precisión y la simplicidad, aunque ello

no deba tomarse como una ley inmutable.

� Con un nuevo tamaño de página (152 × 246 mm),

cuya proporción es 21:34, produce un nuevo

diagrama mediante el método descrito en el

epígrafe 2 y compara las superfi cies de texto

resultantes para examinar cómo se ven afectadas

las proporciones relativas. En este caso, el área de

texto es 11 mm más profunda que el ancho de la

página y los márgenes ya no mantienen una ratio

de 2:3:4:6.

Las proporciones clásicas aquí comentadas sacrifi can gran cantidad de espacio

de texto, lo cual puede resultar poco práctico en muchos proyectos de diseño.

Además, el cumplimiento de estas reglas a rajatabla puede darnos medidas

irregulares en los márgenes difíciles de manejar. No obstante, estas reglas son

un punto de partida excelente a la hora de tomar decisiones con respecto a las

dimensiones de los márgenes.

área de texto

1 2 3 4 5 6 7 8 9

8

7

6

5

4

3

2

1

3,2

6,45

4 2

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Las retículas de línea base existen para facilitar la alineación horizontal del texto

a lo largo de las páginas. Las dimensiones de una retícula de este tipo vienen

dictadas por el tamaño del tipo escogido y el espacio entre las líneas de texto.

Cada diseñador tiene sus gustos en lo relativo a las divisiones de las retículas de

línea base, y el tipo de materiales que se estén empleando también infl uirá en las

decisiones del diseñador.

Cómo crear una retícula de línea base

� Para esta lección, empieza creando un archivo

en InDesign o en QuarkXPress, con una página

horizontal de dimensiones 228 × 257 mm. Asegúrate

de que has seleccionado Páginas enfrentadas,

y añade una segunda página para hacer una doble

página. En Preferencias > Unidades e incrementos

(InDesign) o Dimensiones (QuarkXPress), fi ja la

horizontal en milímetros y la vertical en puntos.

Ajusta el margen superior a 65 puntos, el interior

a 12,5 mm, el exterior a 23 mm y, por el momento,

deja el exterior a cero. Finalmente, fi ja el número

de columnas a 5, con un medianil de 3,75 mm.

Llegado este punto, probablemente te estarás preguntando por qué todavía no

hemos incluido un valor para el margen inferior; la razón es muy sencilla: el valor

de dicho margen no se podrá establecer hasta que se haya creado la retícula de

línea base.

Antes de dar el siguiente paso, habrá que elegir el tipo que se va a usar para el

texto principal.

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Tiene sentido construir la retícula de línea base a partir la fuente del texto

principal porque ésta es la que más se va a usar. Los títulos, subtítulos y pies de

foto se podrán alinear con el texto corrido una vez se haya construido la retícula

de línea base.

Es preferible establecer el valor de las mediciones verticales en puntos; dado que

todos los componentes de la maqueta deberán alinearse con el texto (y por tanto,

con la retícula de línea base) y el texto se mide tradicionalmente en puntos, no en

milímetros ni en pulgadas. No es imprescindible seguir este método al pie de la

letra, pero merece la pena que lo pruebes y veas si te resulta útil. Ya casi hemos

completado la construcción básica de la retícula, pero aún queda algo por hacer:

ahora tenemos que determinar el valor más adecuado para el margen inferior.

� En el tutorial vamos a trabajar con Palatino, pero

puedes usar otra tipografías si así lo prefi eres. Crea

un cuadro de texto en la parte superior del área de

texto de la página, e introduce un texto de prueba.

Establece el tamaño del tipo en 9 y el interlineado

en 13 puntos y después selecciona la tipografía que

hayas escogido. La captura de pantalla a la izquierda

muestra que si no se realizan ajustes específi cos,

es difícil que la línea de base de la primera línea de

texto se corresponda correctamente con el margen.

� Para fi jar la primera línea base de la retícula,

empieza por medir con la mayor precisión posible la

altura de mayúsculas del tipo que estás usando. Esto

se puede hacer dibujando en la pantalla un marco

que se corresponda con dicha altura, o también

puedes recurrir a la herramienta de medida más

indicada. Tu primera línea base tendrá ese mismo

valor, más el margen superior de 65 puntos (en el

ejemplo que nos ocupa).

Puede que tengas que jugar un poco con los valores

antes de conseguir una alineación exacta del margen

y el texto. Ésta es la retícula resultante.

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© Editorial Gustavo Gili, SL, 2008 �

Para estar seguro de que la línea fi nal de la retícula se alinea exactamente con el

límite del margen inferior, habrá que calcular la distancia exacta entre dicha línea

y el borde de la página. Éste es el motivo por el que no se puede determinar el

valor antes de construir la retícula de línea base.

� Primero decide la altura que quieres que tenga

el margen inferior. Como nuestro margen superior

mide 65 puntos y como me gusta seguir la regla de

que el margen inferior sea mayor que el superior,

voy a añadirle a ese valor dos líneas base y empezar

con una altura de 91 puntos. Dibuja una caja con

una altura de 91 puntos y ubícala de modo que el

borde inferior llegue al borde del documento (a).

Como se puede apreciar en la captura de pantalla,

este valor no se alinea exactamente con ninguna de

las líneas de base, así que he optado por reducir un

poco la altura y hacer coincidir la parte superior de

la caja con la última línea base (b). Así, la altura

de la caja, extraída del Panel de control (InDesign)

o de la paleta Dimensiones (QuarkXPress), muestra

el valor exacto que se debe introducir en el margen

inferior.

(a) (b)

El resultado, un margen inferior de 85,004 puntos, parece un número bastante

incómodo de manejar. Sin embargo, una vez establecido este valor, no tendrás

que volver a utilizarlo, así que no importa que sea un poco rígido.

La retícula de línea base ya está formada y preparada para que la desarrolles

como quieras. Por ejemplo, prueba a dividir el valor de la línea base en

incrementos más pequeños, para así crear más adaptabilidad en la retícula.

Esta estrategia puede resultar útil para insertar pies de foto, por ejemplo, cuyo

interlineado tiene un valor menor que el del texto corrido. De todos modos,

ten cuidado de no complicar demasiado la retícula o se hará mucho más difícil

de utilizar.

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Para conseguir un resultado fi nal que sea armónico y agradable, es imprescindible

tener en cuenta no sólo las divisiones verticales de la página, sino también las

horizontales. Así, para establecer “puntos colgantes”, puntos situados en la

página, de arriba abajo, en los que insertar contenido, vamos a crear una retícula

modular sobre la retícula que hemos creado en la lección 2.

Idealmente, la división vertical resultante se ajustará perfectamente entre el

margen superior y una línea de la retícula de línea base, pero en nuestro ejemplo

no ha sido así exactamente. La explicación está en el hecho de que la primera

línea de la retícula de línea base siempre es más pequeña que el resto de las

divisiones, ya que se corresponde con la altura de las mayúsculas del texto, y no

con los 13 puntos de la retícula de línea base.

Arrastra la parte inferior de la caja hacia arriba, a través de dos líneas de la

retícula de línea base hasta que se ajuste a la guía de la retícula. Tomémoslo

como división vertical propuesta y comprobemos si se distribuye de modo

uniforme en el área de texto dada.

La retícula modular

� Como esta retícula tiene cinco columnas, es

aconsejable que las divisiones de la sección vertical

también sean cinco. Resultará una retícula modular

de 5 × 5, lo que otorga una gran fl exibilidad.

Dibuja una caja del mismo alto que el texto y

divídela entre cinco en el Panel de control o la

paleta Dimensiones. Si insertas una barra oblicua

inmediatamente después de la medida dada,

seguida del número entre el que quieres dividir

el valor, el software ajustará el tamaño de la caja

según se necesite.

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© Editorial Gustavo Gili, SL, 2008 �

Una vez más, podemos emplear cajas dibujadas provisionalmente sobre de la

retícula para comprobar si esta división funciona o no. Si lo prefi eres, puedes

realizar este proceso calculando tú mismo los valores, o utilizando una aplicación

como Art Director’s Toolkit de Code Line Communications, pero es muy fácil

hacerlo simplemente con el archivo de la maqueta y unos cuantos clics del ratón.

Como se aprecia en la ilustración, no es posible obtener un número igual de

divisiones verticales con el número total de líneas presentes en nuestra retícula,

y nos queda una línea suelta en la parte inferior del área de texto. Tenemos dos

opciones: la primera es hacer que el modulo inferior tenga una línea más de

profundidad que los demás. La segunda consiste en aumentar el margen inferior

en una línea y así todos los módulos verticales quedan iguales. Para esta lección,

optaremos por el segundo procedimiento y aumentaremos el margen inferior en

13 puntos, que corresponden a una línea de la retícula de línea base.

� Duplica la caja y ubica la segunda caja bajo la

primera, de modo que esté correctamente alineada

con la línea base. Debido a la diferencia entre la

altura de las mayúsculas del texto y los 13 puntos

del interlineado, el espacio entre ambas cajas es

mayor que una sola línea de la retícula e igual a

la suma de los dos valores.

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© Editorial Gustavo Gili, SL, 2008 �

� Abre el cuadro de diálogo Composición >

Márgenes y columnas, en InDesign, o Página > Guías

de maqueta, en QuarkXPress, y añade +13pt tras

el valor dado en el campo Inferior. Esto ajustará

automáticamente el margen inferior al nuevo valor

requerido de 98.000 puntos y la superfi cie

máxima de texto de la retícula se corresponderá

perfectamente con los cinco módulos verticales

que hemos creado.

� Para terminar la retícula, añade guías que

demarquen cada módulo vertical. Selecciona la caja

provisional que esté situada más arriba y coloca una

guía en el borde inferior. A continuación, selecciona

la segunda caja y sitúa una guía en el borde

superior. Una vez colocadas ambas guías, puedes

duplicar este paso para añadir los tres pares de

guías restantes.

Cuadro de diálogo de InDesign

Cuadro de diálogo de QuarkXPress

Trabajar con retículas modulares te permite designar y defi nir en cada página

áreas específi cas para funciones distintas, por ejemplo: titulares, cajas de

información, tablas, etc. Al igual que con la retícula de línea base, es mejor no

complicar la retícula modular, ya que el manejo demasiados módulos puede

provocar confusión y falta de funcionalidad.

Margins and Columns

Margins

Top:

Bottom: 4+13 pt

65 pt Inside:

Outside: 23 mm

12.5 mn

Columns

Number: 5 Gutter: 3.75 mn

OK

Cancel

Preview

Master Guides

Column Guides

Columns:

Gutter Width:

5

3.75 mm

Margin Guides

Top:

Bottom:

65 pt

85.004 pt +13

Inside: 12.5 mm

Outside: 23 mm

Cancel OK

Page 10: TUTORIALES RETICULAS

© Editorial Gustavo Gili, SL, 2008 �

Aunque no hay que dar por hecho que vayas a producir tu trabajo digitalmente,

es muy probable que trabajes con aplicaciones de diseño como InDesign o

QuarkXPress. Para algunos proyectos, quizá podría utilizarse Illustrator o incluso

Photoshop, aunque para todo proyecto cuya extensión sea mayor que una

página, se obtendrán mejores resultados con una aplicación especifi ca para la

maquetación. Tanto InDesign como QuarkXPress usan páginas maestras para

crear documentos de varias páginas y, dentro de un mismo documento, cada

página maestra puede utilizar una retícula distinta. Cuando es necesario utilizar

más de una retícula, se tiende a crear una página maestra para cada caso, pero

hay que tener en cuenta las posibilidades de combinación para reducir el número

de páginas maestras con las que se trabaja.

Una vez que se han marcado las columnas, es posible modifi car el número de

columnas de cada retícula sin perder las cinco originales.

Cómo adaptar la retícula

� Abre el documento que contiene la retícula

creada en el tutorial 3 y mueve las cajas

provisionales que te queden de ese ejercicio a una

capa distinta que se pueda ocultar. Como ya has

colocado guías horizontales para marcar los

módulos verticales, las cajas resultan redundantes,

pero no las borres porque las utilizaremos luego.

Independientemente de la aplicación que estés

utilizando, abre la página maestra predefi nida para

el documento y arrastra las guías, de modo que se

ajusten a las guías de las columnas existentes, tal

y como se puede apreciar en el siguiente ejemplo.

Page 11: TUTORIALES RETICULAS

© Editorial Gustavo Gili, SL, 2008 �

� Abre el cuadro de diálogo Composición >

Márgenes y columnas, en InDesign, o Página >

Guías de maqueta, en QuarkXPress, y cambia el

número de columnas de la retícula principal a cuatro,

con un medianil de 5,5 mm. Te dará como resultado

una columna de 44 mm.Cuadro de diálogo de InDesign

Cuadro de diálogo de QuarkXPress

El resultado de este ejercicio tan sencillo es una retícula que nos ofrece variantes

de cinco o cuatro columnas, o de dos columnas si utilizas dos de las cuatro

columnas como una sola medida. Si la usamos en distintas combinaciones,

la retícula aporta una gran fl exibilidad a la maquetación, y sería especialmente

útil en proyectos como un libro ilustrado, una revista o un folleto.

Una de las ventajas de aplicar una combinación de números pares e impares en

una misma retícula, es que permite utilizar tamaños distintos para distintos tipos

de texto. Así, la retícula de cinco columnas se podría dividir de modo que una

columna, quizá la más cercana al borde de la página, se utilizase para los pies

de foto. Las cuatro restantes se podrían dividir en dos columnas de texto iguales,

o subdividir más por medio de la inserción de guías adicionales.

Puedes realizar tantas divisiones en la retícula como desees, pero recuerda que

es aconsejable que evites complicarla demasiado. El ejemplo en el que hemos

estado trabajando podría dar cabida a más añadidos, pero si la retícula que

necesitas es más compleja que la de este ejemplo, existe la posibilidad de utilizar

más páginas maestras para no complicar demasiado el diseño.

Margins and Columns

Margins

Top:

Bottom: 98.004

65 pt Inside:

Outside: 23 mm

12.5 mn

Columns

Number: 4 Gutter: 5.5 mm

OK

Cancel

Preview

Master Guides

Column Guides

Columns:

Gutter Width:

4

5.5 mm

Margin Guides

Top:

Bottom:

65 pt

98.004 pt

Inside: 12.5 mm

Outside: 23 mm

Cancel OK

Page 12: TUTORIALES RETICULAS

© Editorial Gustavo Gili, SL, 2008 �

Aquí te ofrecemos una serie de ejemplos que te darán ideas sobre cómo usar una

retícula como la de este tutorial. Las cajas en cian representan el texto y las

magenta representan las imágenes.

� En este ejemplo se utilizan

las cinco columnas de un modo

bastante sencillo: el texto

corrido se inserta en una medida

equivalente a dos columnas, y la

columna restante del exterior se

reserva para pies de foto, etc.

Las imágenes se pueden ajustar

a tantas columnas como se quiera,

pero deben caber en los módulos

verticales que se crearon en el

tutorial 3.

� Por medio de una adaptación

bastante simple del ejemplo

anterior, se han creado una serie

de espacios dinámicos entre

las columnas de texto corrido.

Si movemos los pies de foto a la

columna central de la retícula de

cinco columnas, se multiplicarán

las opciones de tamaño y posición

de imágenes.

� Aquí se han usado retículas

de cuatro y cinco columnas.

Para el texto corrido se usan

dos columnas de una retícula de

cuatro, pero los pies de foto y las

imágenes más pequeñas utilizan

una de cinco columnas. El truco es

mantener cierta similitud entre los

medianiles. El medianil de una

estructura de cinco columnas es

un poco más estrecho, y se usa

para las hileras de imágenes

pequeñas; el resto emplea el de

cuatro columnas para mantener

la constancia visual entre las

imágenes y el texto adyacente.

Page 13: TUTORIALES RETICULAS

© Editorial Gustavo Gili, SL, 2008 �

Se dice que las normas están para romperlas. Lo mismo podría decirse de las

retículas, que, en sí mismas, representan el conjunto de reglas que sigue una

maqueta. El contenido de una página te indicará, normalmente, si debes ceñirte

o no a una retícula, o si es conveniente adaptarla para lograr el estilo más

adecuado para un proyecto.

Como es evidente, para poder librase de ella primero hay que empezar trabajando

con una retícula. Puede parecer más lógico prescindir de la retícula por completo,

pero sería un error, ya que hay elementos de la retícula original que siempre se

van a conservar. Por muy deconstruida que parezca una maqueta, siempre es

necesaria cierta estructura para que funcione correctamente.

Para empezar el proceso deconstructivo, usaremos una serie de módulos de la

retícula existente y alteraremos las relaciones entre ellos, asignándoles nuevas

posiciones y tamaños.

Cómo romper la retícula

� La deconstrucción signifi ca que estás

desmontando lo que ya está montado. Este ejercicio

muestra cómo se puede modifi car la retícula creada

en las lecciones anteriores para dar a la maqueta

una sensación más orgánica. Abre la última versión

de los archivos con la retícula de cuatro y cinco

columnas y desvela la capa que contiene las cajas

modulares que habías creado en el tutorial 3.

Page 14: TUTORIALES RETICULAS

© Editorial Gustavo Gili, SL, 2008 �

Es esencial plantearse qué módulos se pueden ajustar, ya que el proceso de

deconstrucción debe seguir un cierto orden. Si estuviésemos desmontando un

edifi cio, no extraeríamos el primer ladrillo que nos apeteciese, ya que el edifi cio

podría desmoronársenos encima; este principio se aplica también a las retículas,

aunque de un modo visual, más que físico.

Si los módulos, con sus nuevos tamaños, estuviesen llenos de color, o se colocase

una imagen en esa posición, la relación visual con cualquier texto que se hubiese

ubicado correctamente en la retícula original sería muy distinta de la que

produciría una retícula sin ajustar. Los siguientes ejemplos ilustran cómo cambia

la dinámica visual.

� Empieza con los módulos de las esquinas de la

retícula: expándelos hacia afuera hasta que sangren

más allá del borde de la página. A continuación,

expande los módulos internos hacia el centro de

la página hasta que se encuentren en el medianil,

en el centro de la doble página. Al mismo tiempo,

aumenta la altura de cada módulo en cuatro líneas

(52 pt). Finalmente, arrastra los bordes internos

hacia el centro de la página hasta que coincidan con

los bordes de las dos columnas situadas en mitad

de la retícula de cuatro columnas. Aquí se puede

apreciar la retícula resultante, con las áreas que

se superponen marcadas en un tono más oscuro.

� Para producir tu propia versión, coge cualquier

imagen y texto y, usando nuestra retícula, prueba

diferentes combinaciones de imagen, color y texto.

Esta versión ilustra por qué es importante

plantearse qué elementos de la retícula se pueden

cambiar. Si la intensidad de la imagen de fondo no

se hubiera modifi cado, el texto resultaría ilegible.

De un modo o del otro, las decisiones que tomes

estarán dictadas por el contenido con el que estés

trabajando.

Page 15: TUTORIALES RETICULAS

© Editorial Gustavo Gili, SL, 2008 �

Aquí hay algunos ejemplos más que muestran cómo se puede adaptar la retícula

con la que hemos trabajado para así crear distintas posibilidades de maquetación

manteniendo siempre la integridad estructural de la retícula original.

� En este ejemplo, cada módulo

exterior de la retícula se ha

extendido a 44 mm, que es la

medida de la retícula de cuatro

columnas. La anchura de cada

módulo de la siguiente columna se

ha incrementado a 44 mm y se ha

movido para alinearlo por la parte

superior con la retícula de cuatro

columnas. Ello crea una zona,

ligeramente descentrada respecto

del área de texto, en la cual se

pueden superponer texto e

imágenes (o zonas tonales).

� Prueba a combinar módulos

individuales, introduciéndolos en

grupos más grandes que designan

las zonas para imágenes o bloques

de texto. Al compensar los módulos

de mayor tamaño, conseguirás

una dinámica distinta a la de la

estructura básica de columnas. No

siempre es necesario superponer

materiales al romper la retícula;

las dimensiones del texto o el

tamaño de las imágenes se pueden

ajustar, pero conviene que intentes

mantener un espaciado constante

entre los distintos elementos, para

así garantizar la armonía visual.

� Además de los módulos que

caben en las líneas verticales y

horizontales, puedes crear formas

alternativas, como módulos que

se superponen a la retícula

original. Estas áreas se pueden

usar para ubicar imágenes que

interactúan de modo dinámico

con el texto. El tamaño y la

colocación afectarán a las medidas

del texto que discurra en torno a

estos módulos. Evita reducir las

medidas más allá de un mínimo

razonable de palabras por línea.

Page 16: TUTORIALES RETICULAS

© Editorial Gustavo Gili, SL, 2008 �

En estas cinco lecciones hemos aprendido a crear retículas a partir de una

jerarquía estructurada de fi las, columnas y líneas de base. Es el planteamiento

más generalizado cuando se diseña una página de un libro, una revista o un

folleto, pero el sistema es distinto cuando se trata de diseñar objetos únicos,

como carteles o packaging.

Adoptar un enfoque estructurado puede tener su importancia cuando se trata

de proyectos de este tipo, aunque no se presente el problema de mantener la

constancia a lo largo de más de una página.

Retículas de estilo libre y composición diagonal

� Uno de los modos más sencillos de dividir

visualmente un área determinada consiste en dibujar

una serie de cajas en un tono ligeramente más

oscuro, para que así sea más fácil juzgar cómo se

van a asentar los diseños que desees incluir en las

proporciones del espacio que queda disponible.

Para este ejemplo, coge un cartel de

tamaño A2 ( 594 × 420 mm). El cartel

incluirá un título, una columna con una

lista a la izquierda, una caja con una serie

de detalles en la parte inferior, y una

retícula de imágenes a la derecha. Antes

de empezar con el estilo en detalle, crea

unas cajas para representar cada una de

dichas áreas; a continuación, deberás

ubicarlas y defi nir su tamaño para

alcanzar el equilibrio visual que te

parezca más adecuado.

Page 17: TUTORIALES RETICULAS

© Editorial Gustavo Gili, SL, 2008 �

� Si deseas dividir alguna de estas áreas

en módulos de tamaño menor, deberás

utilizar alguna aplicación. Así, por ejemplo,

MakeGrid es una aplicación que se incluye

gratis en InDesign CS2, o como un

componente ya instalado de InDesign CS3.

Es muy útil para ahorrar tiempo, porque

permite descomponer un marco en

elementos modulares sin tener que hacer

operaciones matemáticas. No olvides

guardar el archivo antes de empezar a

aplicar las utilidades, ya que en este tipo

de aplicaciones la opción “deshacer” no

siempre está disponible.

En este ejemplo, con una sola acción,

el área de imágenes se ha dividido en

12 módulos. Aquí se puede apreciar el

cuadro de diálogo:

Ésta se estructura como las retículas tradicionales de páginas, pero no sigue la

regla del uso de medidas constantes para unas columnas que se reparten de

modo uniforme por la superfi cie de texto, ni tampoco se adhiere a rajatabla a un

sistema de divisiones modulares organizadas verticalmente. Se basa tan sólo en

observar la armonía visual entre las distintas áreas de texto o imágenes.

Make Grid

Rows:

Columns:

Row Gutter:

Column Gutter:

Frame Type: Graphic

6

2

42.5 pt

42.5 pt

OK

Cancel

Retain Formatting and Contents

Delete Original Object

Page 18: TUTORIALES RETICULAS

© Editorial Gustavo Gili, SL, 2008 �

Es posible que el aspecto más interesante de las retículas de estilo libre sea

la posibilidad de seleccionar grupos de elementos modulares y rotarlos o

distorsionarlos para crear maquetas dotadas de dinamismo visual que adopten

una estructura diagonal. El famoso cartel de Hebert Bayer, diseñado en 1926 para

anunciar una exposición de Kandinsky en el sexagésimo cumpleaños del pintor,

es un ejemplo temprano de una calidad extraordinaria.

� Agrupa todos los módulos y gíralos

para producir una retícula de gran

dinamismo visual, como la usada para

el cartel de Bayer. Este ejemplo utiliza

un giro de 8º, lo cual parece adecuado

para los elementos de nuestra columna.

El ángulo que escojas dependerá de cómo

hayas decidido distribuir los materiales

de tu diseño, así que es aconsejable que

experimentes con distintos grados de

rotación. Además, podrías variar la

cantidad de rotación para cada módulo

y así crear dos o más retículas, pero

con cuidado de no estropear la claridad

visual del diseño. Al fi n y al cabo, claridad

y estructura son los rasgos que defi nen

a las retículas.