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-------- ....... -- tWrem ·:-·----- Mirar las dibujarlas. Persio En la obra de Julio Cortázar la función poética del texto literario está más que .definida; escribir es un juego serio, pero . divertido, y Cortázardeliberadamente es un gran jugador por vocación y por convicción. D<: modo inevitable, la lectura se convierte en un gran desafío, pero también en un infinito placer. Hay una implícita complicidad entre el autor y el lector, o al menos,ésta es la intención primera de Cortázar. En esta escritura mágica, lúdica, en ocasiones hermética, se activa una perfecta armonía entre el azar y la intuición, elementos insustituibles y primordiales del sentido originario del juego. y es en esta parte del juego donde Julio Cortázar se divierte con un reformar al régimen posrevolucionario, sino sustitpirlo. Tiene una oferta, ciertamente confusa y excluyente, de un nuevo orden social. Un plan'para ajustar a la' comunidad católica a los requerimientos de la modernidad. Meyer'deflne al Sinarquismo como un movimiento social inscrito en las tradición de los populismos nacioruwstas latinoamericanos. El fracasO del Sinarquismo le permite a' Meyer demostrar el gran equívoco . que significa seguir viendo a la iglesia católica cOmO un blOque monolítico.. la jerarquía Católica y la.. dirigente del Estado resuelven sus diferencias. sin importarles "la grey que , loS '.pastóres', religioSos como seg1ares,·pue<ien; con tod<i impunidad, trasqUilar, capar y mandar al matadero." <lI '. ,'. Jea" Meyer El Sinarquismo, el Cardcnismo y la Iglesia (1937-1947) Tusquets, México, 2003, 317 págs. Javier Bañuelos Rentería La década de 1937 a 1947 es fundamental en la historia reciente de México. Del radicalismo popular y nacionalista del general Cárdenas se transita hacia el desarrollismo industrializadar impulsado por e! presidente Miguel Alemán. Son también años cruciales en la relación de México con el mundo; la Segunda Guerra mundial facilita el acercamiento con Estados Unidos. Es en ese marco que se da el surgimiento, auge y crisis de la Unión Nacional Sinarquista, tema del nuevo libra del historiador Jean Meyer. Interesado por las relaciones entre política y religión en México, Meyer es autor, entre otros libros, de La Cristiada, texto clave para entender la guerra cristera, y de El Sinarquismo: ¿un fascismo mexicano?, publicado en 1979. Ahora, casi dos décadas después, apoyándose en nueva bibliografía, sobre todo en el volumen que contiene las memorias del líder más sobresaliente del Sinarquismo, Salvador Abascal, el autor retoma el estudio del último movimiento católico de masas ocurrido en el país. Fundada en 1937 durante la etapa más radical del cardenismo, la UNS alcanza su clímax, en cuánto a número de afiliados y a capacidad de movilización, durante la jefatura del joven abogado michoacano Salvador Abascal. Entre 1940-1941 llega a contar con aproximadamente 500 mil registrados, en su gran mayoría campesinos pobres de los estados del centro. Sus concentraciones multitudinarias impactan no sólo al gobierno de Manuel Ávila Camacho sino que alertan a Estados Unidos y a las autoridades del Vaticano justo en un momento en e! que el mundo se precipita hacia la Segunda Guerra Mundial. Para comprender al Sina,rquismo, nos dice Meyer, hay que entenderlo eomo producto de la tensión social,derivada del enfrentamiento entre política y religión que afectó y sigue afectando al , mundo occidental En México,-el proceso de secularización de la vida ., pública ha sido largo y tortuoso, y . arranca prácticamente con la consumación de la indePendencia. Establecer.e! rumbo y el perfil de la nj1eva nación requería antes 'que nada , de una separación definitiva entre lo religioso y lo político. El triunfo de la élite liberal supuso el predominio del Estado sobre la Iglesia, y la definición de la experiencia religiosa como algo circunscrito a la intimidad del individuo. La ruptura entre ambos universos. fue tajante, abrupta y sumió a buena parte del México católico en eL desconcierto·yel rencor. A partir del fusilamiento de Maxinll!i¡mo, la capacidad de adaptación de la jerarquía y del pueblo creyente (ainbos vinculados a Roma), fue. puesta a prueba. Debiera.n entonces enfrentar un dilema: reunir fuerzas para. volver a retar al liberalismo o insertarse en' et; nuevo marco institucional para desde ahí modif1car a su favor el político. La historia del siglo veinte - mexicano registra actividades en ambas direcdones. La formación del Católico Nacional en 1911, la Guerra - Cristera de 1926-29 y la Unión Nacional Sinarquista fundada en 1937, son tal vez los momentos estelares de una disputa que por su persistencia en el tiempo parece interminable. La singularidad del Sinarquismo, de . acuerdo con Meyer, está en su capacidad para construir un discurso político que va más allá del reclamo de libertad religiosa delineando todo un programa de acción social yeconómica contrapuesto al de los revolucionarios. La facción más del Sinarquismo, representada por Abascal, no busca Daniel Gonúlez DuefI8s Las figunis .' de Julio Cortázar Aldus. México, 2002; 222 págs. José Rivera ." 15

tWrem ·:-·-----a la idea de que el cambio social está determinado por cambios en la estructura económica. La identidad no se encuentra en los restos materiales pero, una vez entendido

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Page 1: tWrem ·:-·-----a la idea de que el cambio social está determinado por cambios en la estructura económica. La identidad no se encuentra en los restos materiales pero, una vez entendido

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Mirar las ~trellases dibujarlas.Persio

En la obra de Julio Cortázar la funciónpoética del texto literario está más que

.definida; escribir es un juego serio, pero. divertido, y Cortázardeliberadamente

es un gran jugador por vocación y porconvicción. D<: modo inevitable, lalectura se convierte en un gran desafío,pero también en un infinito placer. Hayuna implícita complicidad entre el autory el lector, o al menos,ésta es laintención primera de Cortázar.

En esta escritura mágica, lúdica, enocasiones hermética, se activa unaperfecta armonía entre el azar y laintuición, elementos insustituibles yprimordiales del sentido originario deljuego.

y es en esta parte del juego dondeJulio Cortázar se divierte con un

reformar al régimen posrevolucionario,sino sustitpirlo. Tiene una oferta,ciertamente confusa y excluyente, de unnuevo orden social. Un plan'paraajustar a la' comunidad católica a losrequerimientos de la modernidad.Meyer'deflne al Sinarquismo como unmovimiento social inscrito en lastradición de los populismosnacioruwstas latinoamericanos.

El fracasO del Sinarquismo le permitea' Meyer demostrar el gran equívoco

.que significa seguir viendo a la iglesiacatólica cOmO un blOque monolítico..Fip.almé~tela jerarquía Católica y la..é¡¡~e dirigente del Estado resuelven susdiferencias. sin importarles "la grey que

, loS '.pastóres', ~to religioSos comoseg1ares,·pue<ien; con tod<i impunidad,trasqUilar, capar y mandar almatadero." <lI '. ,'.

Jea" Meyer

El Sinarquismo,el Cardcnismo y la

Iglesia(1937-1947)

Tusquets, México, 2003, 317 págs.

Javier Bañuelos Rentería

La década de 1937 a 1947 esfundamental en la historia reciente deMéxico. Del radicalismo popular ynacionalista del general Cárdenas setransita hacia el desarrollismoindustrializadar impulsado por e!presidente Miguel Alemán. Son tambiénaños cruciales en la relación de Méxicocon el mundo; la Segunda Guerramundial facilita el acercamiento conEstados Unidos. Es en ese marco que seda el surgimiento, auge y crisis de laUnión Nacional Sinarquista, tema delnuevo libra del historiador Jean Meyer.

Interesado por las relaciones entrepolítica y religión en México, Meyer esautor, entre otros libros, de La Cristiada,texto clave para entender la guerracristera, y de El Sinarquismo: ¿unfascismo mexicano?, publicado en 1979.Ahora, casi dos décadas después,apoyándose en nueva bibliografía, sobretodo en el volumen que contiene lasmemorias del líder más sobresaliente delSinarquismo, Salvador Abascal, el autorretoma el estudio del último movimientocatólico de masas ocurrido en el país.

Fundada en 1937 durante la etapamás radical del cardenismo, la UNS

alcanza su clímax, en cuánto a númerode afiliados y a capacidad demovilización, durante la jefatura deljoven abogado michoacano SalvadorAbascal. Entre 1940-1941 llega a contarcon aproximadamente 500 milregistrados, en su gran mayoríacampesinos pobres de los estados delcentro. Sus concentracionesmultitudinarias impactan no sólo algobierno de Manuel Ávila Camachosino que alertan a Estados Unidos y alas autoridades del Vaticano justo en un

momento en e! que el mundo seprecipita hacia la Segunda GuerraMundial.

Para comprender al Sina,rquismo, nosdice Meyer, hay que entenderlo eomoproducto de la tensión social,derivadadel enfrentamiento entre política yreligión que afectó y sigue afectando al ,mundo occidental En México,-elproceso de secularización de la vida .,pública ha sido largo y tortuoso, y .arranca prácticamente con laconsumación de la indePendencia.Establecer.e! rumbo y el perfil de lanj1eva nación requería antes 'que nada ,de una separación definitiva entre loreligioso y lo político. El triunfo de laélite liberal supuso el predominio delEstado sobre la Iglesia, y la definiciónde la experiencia religiosa como algocircunscrito a la intimidad delindividuo. La ruptura entre ambosuniversos. fue tajante, abrupta y sumió abuena parte del México católico en eLdesconcierto·yel rencor. A partir delfusilamiento de Maxinll!i¡mo, lacapacidad de adaptación de la jerarquíay del pueblo creyente (ainbosvinculados a Roma), fue. puesta aprueba. Debiera.n entonces enfrentar undilema: reunir fuerzas para. volver aretar al liberalismo o insertarse en' et;nuevo marco institucional para desdeahí modif1car a su favor el e~tomopolítico. La historia del siglo veinte ­mexicano registra actividades en ambasdirecdones. La formación del P~doCatólico Nacional en 1911, la Guerra ­Cristera de 1926-29 y la UniónNacional Sinarquista fundada en 1937,son tal vez los momentos estelares deuna disputa que por su persistencia enel tiempo parece interminable.

La singularidad del Sinarquismo, de .acuerdo con Meyer, está en sucapacidad para construir un discursopolítico que va más allá del reclamo delibertad religiosa delineando todo unprograma de acción social yeconómicacontrapuesto al de los revolucionarios.La facción más radi~al del Sinarquismo,representada por Abascal, no busca

Daniel Gonúlez DuefI8s

Las figunis .'de Julio Cortázar

Aldus. México, 2002; 222 págs.José Rivera

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Page 2: tWrem ·:-·-----a la idea de que el cambio social está determinado por cambios en la estructura económica. La identidad no se encuentra en los restos materiales pero, una vez entendido

-------'....·-·l1»rem :-·-----universo inexplicable, pero tansimbólico como cotidiano: el de lasfiguras. Esas formas matemáticamenteprecisas, aparentemente ocultas, que seencuentran, por ejemplo, en los puntosque crean una línea, o en el movimientodel pez en un estanque, o en la miradaque mira y que es mirada.

Presencias y experiencias constantes,repetibles, cotidianas, triviales, queestán al margen o en la orilla de nuestraconciencia. Pero gracias a estamarginalidad o irracionalidad, su cargaemotiva y enigmática aumenta y conello el interés por su contemplación.

La coincidencia, el secreto equilibrio,el azar fortuito enriquecen el sentido yla forma de estas figuras. Son circuitosque se interrelacionan al margen de todauna experiencia racional.

Cuando el hombre observa en labóveda celeste las constelaciones, semaravilla de las figuras que las estrellasforman entre sí, pero ellas no saben queson parte de la Osa Mayor, porqueestán refugiadas en su individualidad.En ese momento, su destino personal noimporta; lo que trasciende, lo queinteresa es su destino colectivo. De otromodo podrían permanecer invisiblespara la razón, pero nunca para laintuición.

Éste es el juego secreto que Cortázarestá poniendo en la mesa de sus lectores.Qué caprichosa figura se activa entredos personajes que se observan y seconfunden hasta convertirse en unosolo. Cuántos círculos indelebles seforman~ uno dentro del otro, como enun labet:into, en los diferentes niveles delas historias cortazatianas.

La existencia de estas figuras tieneleyes marcadas, precisas, y el juegoconsiste en descifrar esa doble realidad,en armar ese rompecabezas de ingeniosodiseño, en adivinar ese azaroso sistemade figuras, de signos, de realidades quese van delineando en la imaginación, enla emoción y, sobre todo, en la intuicióndelleetor.

En la obra de Cortázar también hayleyes muy marcadas y todo es parte del

juego, la historia, el lenguaje literario, eldiscurso, lo que es y lo que no es, lo quedebería ser y lo que no debe ser. Loausente es lo que más importa, lo queno está, lo que irnaginativamente debetrazar o completar el lector.

La lectura es un juego que avanza envarias direcciones. Y como en una granconstelación, hay acordes, ritmos,correlaciones que retroalimentan laspartes y el todo.

Lo sustancial no es la estrella aislada,sino el destino compartido. La lectura esun destino compartido entre el autor yelleetor. Lo trascendentees el juego colectivo. La contemplación,la intuición repercuten en ese juego. Esoes lo que espera Julio Cortázar de suslectores.

En este texto, Las figuras de Julio

Cortázar, Daniel González Dueñaspropone, a través de su análisis, unainvitación para leer a Cortázar de mododiferente y descubrir ese juego críptico ysubterráneo que este autor argentino hatrazado a lo largo de toda su obra.

Leer a Julio Cortázar es ya un desafío;traducir, interpretar ese juego secretoque nos propone González Dueñas esun reto divertido. ,;¡

Almudena Hernando

Arqueologíade fa identidad

Akal, Madrid, 2002, 224 págs.

Alberto Vázquez Castro

Como toda buena narración, este librocomienza con la presentación de unviaje iniciático donde la autora percibióque detrás de una aparente simplicidaden el pensamiento de una pequeñacomunidad campesina, se encontraba,apenas atisbándonos, una profundaestructura mental que le da coherencia aun mundo distinto del que nosotrosconocemos o percibimos, el mundo delos q'eqchi', agricultores de rosa delmunicipio de Chahal de la Alta Verapaz,Guatemala.

De acuerdo con la autora, lapercepción que tenemos de la realidad, ypor tanto de nuestra propia identidad,depende del modo de representaciónque tengamos para "construir" eltiempo y el espacio; la representaciónpuede ser metonímica o metafórica, y encada caso el peso del tiempo y delespacio será concebidode distinta manera, resultando en laconstrucción social de realidades másestáticas o dinámicas y de identidadesmás relacionales o individualizadas. Enel primer tipo de representación el ejecobertor de la realidad lo impone elespacio; en el segundo se impone unamirada de la realidad ordenada por eltiempo. Las sociedades metonímicasmantienen una estructura simple conpoca tendencia a la estratificación y alcambio social. Las metafóricas sonsociedades con una alta especialización,una creciente individualidad y unadinámica de constante cambio. Para estaautora el origen de las sociedadesestratificadas o clasistas se asocia con laconstrucción de una concienciametafórica, en contraposicióna la idea de que el cambio social estádeterminado por cambios en laestructura económica.

La identidad no se encuentra en losrestos materiales pero, una vezentendido el marco de la identidad enque se generaron, todos ellos pueden serinterpretados según la lógica que les dioorigen. Almudena Hernando propone laexpresión de "arqueología de laidentidad" para abordar la complejatarea de los investigadores del remotopasado de la especie humana, dedicadosa la reconstrucción de los patronesmentales de sociedades desaparecidas.

Este libro viene a ser una dura críticaa los arqueólogos educadosen las corrientes modernas, como lacognitiva, la interpretativa y laposmoderna, que han dominado en estadisciplina durante los últimos 20 años.Estas corrientes representan el triunfo dela subjetividad sobre la razón universal,donde el sujeto