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EL SEGUNDO VIAJE COLOMBINO Capítulo XIV EL TRATADO DE TORDESILLAS COMIENZO DE LA NUEVA ETAPA DE RIVALIDAD COMIENZAN LAS NEGOCIACIONES Negociaciones en Roma DESARROLLO DE LAS NEGOCIACIONES CON PORTUGAL Comienza el vaivén de embajadores Colón expone sus descubrimientos a los monarcas La primera embajada castellana La respuesta portuguesa Nueva embajada castellana EL TRATADO DE TORDESILLAS Se abre el período definitivo de negociaciones Desarrollo de las conversaciones Acuerdos principales del Tratado Aspectos secundarios del Tratado ¿Ganadores o vencidos? EL TRAZADO DE LA RAYA

Tyratado de Tordesillas

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tratado de tordesillas

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  • EL SEGUNDO VIAJE COLOMBINO

    Captulo XIV

    EL TRATADO DE TORDESILLAS

    COMIENZO DE LA NUEVA ETAPA DE RIVALIDAD

    COMIENZAN LAS NEGOCIACIONES

    Negociaciones en Roma

    DESARROLLO DE LAS NEGOCIACIONES CON PORTUGAL

    Comienza el vaivn de embajadores

    Coln expone sus descubrimientos a los monarcas

    La primera embajada castellana

    La respuesta portuguesa

    Nueva embajada castellana

    EL TRATADO DE TORDESILLAS

    Se abre el perodo definitivo de negociaciones

    Desarrollo de las conversaciones

    Acuerdos principales del Tratado

    Aspectos secundarios del Tratado

    Ganadores o vencidos?

    EL TRAZADO DE LA RAYA

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    CAPTULO XIV

    EL TRATADO DE TORDESILLAS

    Volvamos de nuevo a la Pennsula para comprobar cmo se desarrollan los

    acontecimientos. Recordemos que Antonio de Torres est en Medina del Campo

    desde el 4 de abril de 1494 y que los monarcas han decidido enviar a don Bartolom

    Coln con tres carabelas cargadas con algunas de las provisiones requeridas por el

    Almirante en su memorial de enero del mismo ao. La llegada del contino de los

    monarcas a la corte con las peticiones y quejas del Almirante, es de gran importancia

    pues fue el portador de una informacin clave para el acuerdo que ahora nos ocupa,

    el firmado en la villa de Tordesillas el 7 de junio de 1494.895

    Una vez que nos hemos situado, debemos dejar nuevamente el contexto

    descrito para retroceder varios meses hasta colocarnos en el momento generador de

    895 Son abundantes los estudios realizados en torno al Tratado de Tordesillas,

    mencionaremos tan solo algunos de los ms relevantes y recientes: El Tratado de Tordesillas y su proyeccin. 2 vols. Valladolid, 1973-1974. Tratado de Tordesillas. Estudio de J. PREZ DE TUDELA, descripcin y transcripcin T. MARIN y J. M. RUIZ ASENCIO. Madrid, 1990. Antonio RUMEU: El Tratado de Tordesillas [86], 1992. J. VARELA (coord.): El Tratado de Tordesillas en la cartografa histrica Valladolid, 1994. El testamento de Adn. Valladolid, 1994. Agustn REMESAL: 1494. La raya de Tordesillas. Salamanca, 1994. El Tratado de Tordesillas y su poca [97],3 vols. 1995, entre los que podemos encontrar trabajos como: Jorge BORGES DE MACEDO: O Tratado de Tordesilhas e a politica externa portuguesa, pp. 825 834; Luis ADO DA FONSECA: O Tratado de Tordesilhas: algumas reflexes sobre o seu significado, pp. 1187 1206. M. CUESTA, J.M. AROCA y J. VARELA: El Tratado de Tordesillas Tordesillas,, 1996. J, VARELA: El Tratado de Tordesillas en la poltica atlntica castellana [7], 1996.

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    las disputas entre las coronas portuguesa y castellana, en los precedentes y origen del

    Tratado de Tordesillas. Como vimos en el captulo II, dedicado a Las consecuencias

    polticas del descubrimiento, y el V, a La defensa de la armada la rivalidad que

    los monarcas lusos y castellanos haban mantenido durante buena parte del siglo XV

    tuvo su punto final en la firma del tratado de Alcovas Toledo. Sin embargo, esta

    paz se ver perturbada con los nuevos acontecimientos desencadenados a la vuelta de

    Cristbal Coln de su primer viaje.

    COMIENZO DE LA NUEVA ETAPA DE RIVALIDAD

    Como hemos visto, las coronas peninsulares haban llegado a una serie de

    acuerdos que presentaban los ltimos aos del siglo XV como pacficos.896 Sin

    embargo, la llegada de Coln a Lisboa el 4 de marzo de 1493 con la noticia del

    descubrimiento abre una nueva etapa de rivalidad entre las coronas castellana y

    portuguesa. Juan II defiende, en virtud de la bula Aeternis Regis, que las tierras

    descubiertas por Coln corresponden a la corona portuguesa. El genovs,

    respaldando su planteamiento en la misma bula, asegura que pertenecen a Castilla,

    pues ha navegado a partir de las Canarias, siguiendo la ruta de las islas sin rebasar el

    lmite establecido en Alcaovas y ratificado por Sixto IV.

    Mientras Coln se diriga por tierra a Barcelona, donde se encontraba la

    corte de los Reyes Catlicos, Juan II de Portugal envi a un embajador a la sede

    castellana. Este embajador, llamado Rui de Sande lleg a la Ciudad Condal antes que

    el mismo Coln, con intencin de evitar la realizacin de cualquier viaje a las nuevas

    tierras hasta que se aclarase si estaban dentro del mbito concedido a la corona

    portuguesa.

    No tarda en ser evidente que Coln ha descubierto unas nuevas islas que

    escapan a cualquiera de las clusulas establecidas en el acuerdo de 1479. Se plantea

    entonces, junto al intento de las coronas lusa y castellana por atribuirse la soberana

    896 Vid al respecto obras como la de Luis SUREZ FERNNDEZ: La

    Espaa de los Reyes Catlicos [85], o, del mismo autor: La Conquista del Trono [85].

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    sobre las islas recientemente descubiertas, la necesidad de un nuevo reparto del

    Atlntico, pues los anteriores no contemplan el modo de actuacin ms all de las

    tierras entonces conocidas.

    COMIENZAN LAS NEGOCIACIONES

    Los Reyes Catlicos han de aclarar con el monarca portugus que las nuevas

    tierras estn dentro del mbito de actuacin de Castilla, al tiempo que deben actuar

    rpidamente para lograr del pontfice Alejandro VI una serie de bulas que respalden

    sus pretensiones dominadoras, tal y como haban hecho los portugueses en tierras

    africanas.

    Como hemos anotado al comienzo del presente captulo, ya hemos analizado

    en el oportuno captulo el doble proceso diplomtico llevado a cabo por los Reyes

    Catlicos en las cortes de Roma y Portugal. No obstante, a continuacin realizaremos

    un resumen del proceso para delimitar los acontecimientos que llevaran a las

    monarquas peninsulares a la firma del tratado de Tordesillas.

    Negociaciones en Roma

    Los monarcas espaoles, apenas reciben las noticias de Martn Alonso Pinzn

    notificando el descubrimiento de unas nuevas Islas, ponen en marcha su pesada

    mquina burocrtica. No pudo ser de otra manera pues los soberanos no obtienen

    noticia alguna de Coln hasta los ltimos das del mes de marzo y los preparativos en

    Roma se desarrollaron entre los meses de abril y septiembre de 1493.

    Los Reyes deciden enviar sin prdida de tiempo varios correos a sus

    embajadores en Roma para que gestionen la concesin de unas bulas de soberana

    sobre las tierras descubiertas por Coln. Estas negociaciones estuvieron a cargo del

    embajador Diego Lpez de Haro y los procuradores Bernardino Lpez de Carvajal,

    obispo de Cartagena, y Juan Ruiz de Medina, obispo de Badajoz. En tan slo dos

  • 385

    das fueron datadas tres bulas sucesivas897: la Inter Caetera898, de 3 de mayo de

    1493; la Eximiae Devotionis899, tambin del 3 de mayo; y la segunda Inter

    Caetera900, de 4 de mayo.

    Con la primera bula Inter Caetera los Reyes consiguen la bula de donacin

    y soberana sobre las tierras descubiertas y por descubrir demandada a Alejandro VI.

    Segn el derecho de la poca una confirmacin del pontfice, dominus orbis,

    adems de completar el ttulo descubridor excluye la posible intromisin de

    cualquier otro prncipe cristiano tanto en lo referente a poltica y religin, como al

    comercio, etc.

    La Eximiae Devotionis, de 3 de mayo de 1493, tiene como finalidad el

    equiparar las facultades y derechos de los monarcas castellanos y portugus

    referentes a la evangelizacin puesto que la soberana haba sido otorgada junto al

    deber de cristianizar a los habitantes. Esta bula coincide, en su primera parte, con la

    Inter Caetera, diferencindose a la hora de insistir en la concesin a los Reyes

    Catlicos de las tierras recientemente descubiertas gracias a su empresa y sobre las

    que el pontfice ya les haba hecho donacin de los mismos privilegios que al rey de

    Portugal.

    Con la tercera bula, llamada tambin Inter Caetera pero con datacin de 4 de

    mayo de 1493, los Reyes Catlicos logran el establecimiento de "una raya o lnea"

    trazada de polo a polo separando claramente los mbitos de actuacin de cada

    897 En cuanto a las fechas de expedicin hay que advertir que estn

    antedatadas, circunstancia habitual en la Cancillera pontificia, cuando as se sugera por parte interesada. Vid al respecto Antonio BALLESTEROS BERETTA: Cristbal Coln[4]. Antonio RUMEU: Espaa en Africa Atlntica [85] p. 192

    898 La bula est perfectamente registrada en el Archivo Vaticano, Registro 775, fols. 42v-45, conservndose el original en el A.G.I., Patronato, legajo 1, ramo 1 (original).

    899 La Eximiae devotionis se conserva registrada en el Archivo Vaticano, Registro 879, fol. 234r. Una copia simple se encuentra entre los fondos del A.G.I., Patronato, legajo 1, ramo 4 (copia).

    900 Esta disposicin papal aparece registrada en el Vaticano, Registro 777, fols. 192r-193, conservando el original el A.G.I., Patronato, legajo 1, ramo 3 (original).

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    monarqua. Veamos la evolucin que llev al Papa Alejandro VI al asentamiento de

    la "raya".

    En una carta enviada por los Reyes Catlicos a Coln el de 5 de septiembre

    de 1493901 le ordenan que les informe sobre el trazado de la raya como vemos en las

    siguientes palabras despues de la venida de los [embajadores] portugueses en

    la platica que conellos se ha avido algunos quieren desir que lo que esta en

    medio desde la punta que los portogueses llaman de buena esperana que

    esta en la rota que agora ellos llevan por la mina del oro e guinea abaxo

    fasta la raya que vos [Coln] dixisteis que devia venir en la bula del papa

    ... Podemos pues afirmar que fue Coln quien propuso a los Reyes el

    establecimiento de una lnea que pasase por las islas Azores y de Cabo Verde902 de

    manera que los mares y tierras situados a occidente de la misma estuviesen bajo el

    dominio castellano.

    En el documento papal aparece la raya solicitada pero, por una inesperada

    decisin, Alejandro VI tras analizar la nueva propuesta realizada por los Reyes

    Catlicos, debi pensar que resultaba excesivo privar a Portugal de la seguridad en

    la vuelta de la Mina, y desplaza la propuesta de Coln 100 leguas al Oeste de Cabo

    Verde,903 aspecto este que trataremos ms detenidamente. Los monarcas consideran

    que el genovs es quien debe opinar sobre la ampliacin establecida en la bula.

    Segn fuera su opinin los Reyes pediran al pontfice una localizacin definitiva de

    la raya que les beneficiase.

    La segunda Inter Caetera es una rplica de su homnima, diferencindose tan

    slo en el establecimiento de la lnea de demarcacin. Simplemente aclarar que la

    bula no hace una particin explcita del ocano o del mundo, sino que demarca o

    delimita el seoro de las Indias. Aunque alude de manera directa a los reyes de

    901 A.G.I., Fondos de Veragua, Patronato 295, carpeta 1, doc. n 21.

    Barcelona, 5 de septiembre de 1493. Carta de los Reyes a Coln. 902 Coln pretenda diferenciar con esa raya no slo los mbitos de actuacin

    castellanos y lusos sino establecer el lmite de autoridad del Almirante de Castilla que finalizaba en Canarias.

    903 Vid al respecto A. REMESAL: 1494. La raya de Tordesillas [106]. M. LEN y otros: Las tres rayas de demarcacin[106], pp. 1343-1349.

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    Portugal no lo hace para atribuirles ningn nuevo dominio sobre mar o tierra, sino

    para recordar que en su seoro de frica, Guinea y la Mina de Oro se les haban

    concedido privilegios particulares. Posteriormente los reyes de ambas monarquas

    acordaran desplazar la raya a 370 leguas al Oeste de Cabo Verde al firmar el Tratado

    de Tordesillas el 7 de junio de 1494, como veremos a continuacin.

    Del mismo modo que la primera Inter Caetera se ve ampliada por la segunda

    del mismo nombre, la Eximiae Devotionis requiri el complemento de otra que

    hiciera operativo el deber de los Reyes Catlicos de enviar misioneros a las nuevas

    tierras tal y como establecan las dos Inter Caetera. Esta bula fue la Piis Fidelium, de

    25 de junio de 1493904. Centra su atencin en el gobierno espiritual de las islas y

    tierra firme recin descubiertas. Para ello Alejandro VI, a propuesta de los Reyes,

    design a fray Bernardo Boyl vicario apostlico de las Indias, encargndole la

    ordenacin y direccin de la evangelizacin, dotndole de amplsimas facultades.

    Siguiendo el movimiento de los correos reales comprobamos que esta bula debi

    llegar a Barcelona el 21 de julio,905 siendo notificada su llegada a fray Bernardo Boyl

    el 4 de agosto de 1493.

    La ltima bula concedida por Alejandro VI a los Reyes Catlicos sobre los

    nuevos territorios fue la denominada Dudum Siquidem, de 26 de septiembre de

    1493.906 En ella se prev la posibilidad de que las naves castellanas, navegando a

    poniente, descubriesen islas que perteneciesen a la India asitica. Teniendo en cuenta

    la posibilidad de la existencia de una zona de encuentro (la tambin imaginaria lnea

    del antimeridiano de Tordesillas), ampla a tal supuesto las concesiones de soberana

    establecidas en las dos Inter Caetera, siempre y cuando esas tierras no fueran ya

    portuguesas o de algn prncipe cristiano.

    904 Est registrada en el Archivo Vaticano, Registro 777, fol. 122. 905 Cuentas Gonzalo de Baeza [23], p.87. 906 No se conserva en los registros del Archivo Vaticano. A.G.I., Patronato,

    legajo 1 ramo 2

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    DESARROLLO DE LAS NEGOCIACIONES CON PORTUGAL

    Coln lleg a la Pennsula el 4 de marzo de 1493, pero no toc en tierras

    castellanas como Martn Alonso Pinzn, sino que consigui tomar tierra en las

    inmediaciones de la roca de Sintra907. Despus de entrevistarse con el monarca Juan

    II podemos asegurar que la paz reinante entre Castilla y Portugal desde el acuerdo de

    Alcovas - Toledo toca a su fin. Como ya hemos indicado, Juan II defiende que las

    tierras descubiertas por Coln corresponden a la corona portuguesa basndose en las

    concesiones de la bula Aeternis Regis. Sin embargo, Coln, utilizando los mismos

    puntos de apoyo asegura que pertenecen a Castilla, pues ha navegado a partir de las

    Canarias, siguiendo la ruta de las islas sin rebasar en ningn momento el lmite

    establecido en Alcovas y ratificado por Sixto IV a favor de Portugal de las islas

    canarias para baxo contra Guinea asegurando que no vena de Guinea, sino

    de las Indias908.

    El genovs decide informar a los Reyes Catlicos de las intenciones del

    monarca portugus, por ello les enva una carta desde Sevilla, remitindola el da 20

    de marzo. La respuesta de los soberanos no se hace esperar y el da 30 del

    mismo mes escriben desde Barcelona "deseamos que vuestra venida fuese

    luego, por ende, por servicio nuestro, que dedes la mayor prisa que

    pudieredes en vuestra venida, porque con tiempo se provea todo lo que es

    menester, y porque como vedes el verano es entrado, y no se pase el tiempo

    para la ida all"909. Como podemos deducir de estas palabras, los Reyes

    pretenden que la segunda expedicin se organice rpidamente y que parta lo antes

    posible al indicar que "el verano es entrado, y no se pase el tiempo para la

    ida all", respaldando as sus derechos de conquista con los de un asentamiento

    efectivo.

    907 C. COLN: Diario [8], p. 243; y J. VARELA y M M. LEN: El

    Itinerario [112], p. 54. 908 C. COLN: Diario [8], p. 244. 909 A.G.I., Patronato 11, ramo 3, pieza 3, fol. 74. De un traslado en el Libro

    de los Privilegios. Barcelona, 30 de marzo de 1493. Carta de los Reyes a Coln.

  • 389

    Es evidente que ninguna de las dos coronas estaba dispuesta a dejar pasar la

    posibilidad de hacerse con el dominio de las tierras descubiertas por Coln. Sin

    embargo, ninguna de ellas quera la guerra, tenan la conviccin de que la paz era

    posible a travs de una negociacin diplomtica flexible. Por ello, Juan II de

    Portugal, primero de los monarcas en tener informacin directa del descubrimiento,

    enva a la corte espaola un emisario que iniciar las negociaciones para establecer el

    dominio de los nuevos descubrimientos.

    Comienza el intercambio de embajadores

    Rui de Sande, alcalde mayor de Torres Vedras, sali de Lisboa el 5 de abril

    de 1493, llegando a Barcelona antes de la entrada de Coln, transmitiendo a los

    Reyes Catlicos que Juan II est satisfecho de que Coln haya cumplido el acuerdo

    establecido en Alcaovas - Toledo y se ocupara de "ir descubriendo desde las

    islas de canaria derecho a poniente, sin pasar contra el medioda, segn lo

    haban certificado"910. En realidad, el monarca portugus pretenda asegurar los

    lmites ya establecidos con la conviccin de que encontrara nuevas tierras al

    Sur de Canarias. De hecho, el cronista Jernimo Zurita, nos informa "que luego

    que el Almirante llego a Lisboa, y el Rey de Portugal tuvo aviso del sucesso

    del descubrimiento, public que quera enviar su armada para que

    descubriesse tambin por su parte y tomasse posesion en aquel mismo

    descubrimiento"911.

    La corte, residente en Barcelona, recibi la noticia de las autoridades de los

    puertos andaluces y el servicio de espionaje establecido por los Reyes en Lisboa.

    Uno de los primeros en dar la alarma fue el duque de Mediansidonia, Don Enrique

    de Guzmn, en una carta enviada a los monarcas desde sus dominios del Sur

    peninsular. Carta respondida por los Reyes el 2 de mayo, dando a entender que la

    noticia a Nos non es nuevo y pidindole que est dispuesto a preparar todas

    910 ZURITA [22], fol. 30 rto. 911 Ibidem.

  • 390

    las carabelas de vuestra tierra, porque nos podamos servir de ellas en lo que

    menester fuere912 para evitar el intento portugus.

    Coln expone sus descubrimientos a los monarcas

    Evidentemente, ante el planteamiento de una situacin tan complicada, los

    monarcas espaoles pretenden utilizar su mejor baza en el juego, el conocimiento

    que les puede aportar Coln. Sin embargo, el genovs no es capaz de plasmar

    grficamente la localizacin de las islas descubiertas. Podemos pensar que Coln no

    quiere informar de la localizacin de las tierras descubiertas para conservar el

    monopolio de la ruta, pero nada habra sido ms sencillo para l que realizar una

    carta con pequeas confusiones que satisficiera el inters de los monarcas y le

    permitiera mantener su secreto.

    Don Cristbal tan slo entreg el Diario de navegacin para que los monarcas

    pudieran consultarlo y realizar una copia. Diario que nos ha llegado a travs de un

    extracto realizado por el padre Las Casas y que no es precisamente de fcil

    interpretacin para un desconocedor de la navegacin, como suponemos es el caso de

    los soberanos, especialmente si tenemos en cuenta que se habla de tierras no

    descubiertas hasta entonces.

    En esta ocasin la parquedad de palabras del descubridor se debe ms a su

    desconocimiento que a su astucia, por lo que nada nuevo puede ofrecer a los

    Catlicos a pesar de su insistencia. Es entonces cuando Isabel y Fernando ven claro

    que la nica posibilidad que tienen de defender los descubrimientos realizados por

    Coln ante el monarca luso es la realizacin de un nuevo viaje que confirme el

    anterior y les asegure el derecho de conquista con el asentamiento de una pequea,

    pero variada, representacin de la sociedad del momento. Afirmacin que se ve

    confirmada con el importante nmero de documentos que se expiden en Barcelona

    en torno al 22 y 23 de mayo de 1493, constituyendo estos el grueso de los

    912 A. duques de Medinasidonia. Barcelona, 2 de mayo de 1493. Carta de los

    Reyes al duque de Medinasidonia sobre la armada que preparaba el Rey de Portugal.

  • 391

    preparativos de un nuevo viaje de descubrimiento, compuesto de la nada desdeable

    cantidad de 17 naves.

    La primera embajada castellana

    Ahora son los Reyes Catlicos los que deciden enviar un mensajero al

    monarca portugus para intentar solventar los problemas surgidos del viaje

    colombino y evitar el enfrentamiento. El castellano Lope de Herrera, contino y

    alguacil de los monarcas, parti de Barcelona el 22 de abril de 1493, dos das

    despus de la entrada de Coln. Tena el objetivo de intentar llegar a un acuerdo con

    Juan II por el que se paralizara cualquier posible armada dirigida a Indias, as como

    el de ganar tiempo para la tramitacin de las bulas. Este embajador castellano lleg a

    Lisboa en los ltimos das del mes de abril, donde permaneci hasta junio.

    Conocemos la finalidad del viaje de Herrera gracias a la carta que le envan

    los Reyes, con instrucciones para la entrevista con Juan II, carta en que podemos leer

    las siguientes palabras: "Le direis que ya sabe como al tiempo que se public

    en algunos de sus reinos armavan para ir por la mar a descubrir, por otros

    caminos de los que avan acostumbrado, le embiamos a rogar e requerir con

    Lope de Herrera, contino de nuestra casa, que l no embiase ni permitiese

    que ninguno de sus naturales ni otros de sus reinos fuesen a descubrir, sino

    a aquellas partes que asta aqu a continuado, que es desde las Canarias

    para abaxo contra Guinea; y por aquellas vas e caminos que han

    acostumbrado de ir, y no para otras, imponiendo sobre ello graves penas a

    los que lo contrario hicieren"913.

    As mismo, el documento nos informa de que los monarcas espaoles

    recuerdan al portugus que ellos haban cumplido los acuerdos de 1479-1480, al

    tiempo que mencionan que "Pues nosotros somos los primeros que hemos

    comenado a descubrir por aquellas partes. E como l sabe, ningun otro

    913 B.N. (Madrid), Ms. 2420, fols. 196 rto. 198 rto. Barcelona, 3 de

    noviembre de 1493. Instruccin de los Reyes Catlicos a los embajadores Pedro de Ayala y Garci Lpez de Carvajal acerca de lo que han de decir al Rey de Portugal.

  • 392

    derecho tuvieron sus antecesores a poseer e tener por suyo aquello que

    agora tiene e posee e procura de descubrir."

    La respuesta portuguesa

    Juan II pregunt a Lope de Herrera si tena poderes de sus soberanos para la

    paralizacin de los viajes que se proyectaban en puertos espaoles, pues en ese

    supuesto l estara de acuerdo en impedir, por el plazo de sesenta das, la exploracin

    del Ocano por embarcaciones lusas.914. En este momento podemos apreciar a la

    perfeccin las dos posiciones enfrentadas, la portuguesa, ms medieval y sometida al

    pasado, y la castellana, abriendo puertas al futuro.

    Tras el regreso de Herrera, los Reyes Catlicos escriben a Coln el 12 de

    julio informndole de que el mensajero informa que Juan II esta conforme

    con la yntenion que nosotros estamos que cada uno tenga lo que le

    pertenesce; y para que se declare esto dise que enviara a nos sus mensajeros

    , los quales aun no son venidos, y fasta que vengan dise non ha enviado ni

    enbiara navios algunos915. A la corte espaola lleg el mensajero, Duarte de

    Gama, para pedir que, a partir de la llegada de los embajadores lusos que se

    dirigan a Barcelona, no se enviasen nuevos barcos durante sesenta das, en tanto

    continuaban las negociaciones como haba acordado el monarca luso con

    Herrera.916.

    Mientras se suceda este intercambio de mensajeros, los Reyes Catlicos

    movilizaron a sus representantes en Roma para que Alejandro VI, les concediese las

    necesarias bulas de soberana sobre los mares y tierras recin hallados, respaldando

    los derechos nacidos del descubrimiento y la ocupacin. De esta manera cuando en el

    mes de agosto se inicia la verdadera negociacin diplomtica ya tenan en su poder

    las bulas de dominio, permitindoles estas endurecer su posicin, dando largas para

    914 A.G.I., Patronato, Leg 170, ramo 2. Memorial y peticin de Pedro Das y

    Ruy de Pina, embajadores de Juan II. Vid tambin ZURITA [22], cap. XXV, fol 30 vto.

    915 A.G.I., Fondos de Veragua, Patronato 295, carpeta 1, doc. 16. Barcelona, 12 de julio de 1493. Carta de Los Reyes a Coln.

    916 ZURITA [22], fol 30 vto.

  • 393

    ganar tiempo hasta que recibieran noticias claras de Coln sobre la localizacin

    exacta de las nuevas islas917.

    Los embajadores a los que se refera Duarte de Gama eran Pero Dias, oidor

    real; y el caballero Rui de Pina, que actuara como secretario en la que podemos

    considerar primera embajada formal para intentar restablecer la paz por medio de la

    diplomacia. El 13 de agosto estn en Barcelona, entregando a los monarcas el da 14

    lo que se conoce como Memorial de Intenciones918 en el que se sugera de manera

    confusa un arreglo amistoso de particin.

    Zurita escribe que "tenan propuesto que sera buen medio, para

    escusar inconvenientes, que el mar Oceano se partiese entre los Reyes de

    Castilla y Potugal por una lnea tomada desde Canarias, contra el Poniente,

    por ramos de lnea derecha, a todos los mares, islas y tierras desde aquella

    lnea derecha al Poniente, hasta el Norte fuessen de los reinos de Castilla, y

    Len, exceptuando las Islas que entonces posseya el Rey de Portugal,

    salvando las Islas de Canaria, que eran de la Corona de Castilla"919. Los

    portugueses pretendan que Castilla no deba enviar ms barcos mientras no se

    tomara un nuevo asiento entre ambas monarquas para as evitar que se produjeran

    nuevos descubrimientos que la afianzaran en aquellas tierras situadas "al

    Poniente".

    Cuando los representantes lusos tuvieron conocimiento de la inesperada e

    innovadora decisin pontificia, que modificaba la tradicional divisin en horizontal

    de las aguas a una vertical, y que tan claramente echaba por tierra sus propuestas no

    encontraron mejor argumento para contrarrestar la jugada maestra de los Reyes

    Catlicos, que decir que si era evidente que el Papa les haba concedido las islas y

    tierras firmes descubiertas y por descubrir en su navegacin por el Occidente y

    Medioda HACIA la India, no lo era menos que Calixto III, le haba asignado a

    917 A.G.I., Fondos de Veragua, Patronato 295, carpeta 1, doc 21. Barcelona, 5

    de septiembre de 1993. Carta de los Reyes a Coln. 918 A.G.I., Patronato, Leg 170, ramo 2. Memorial y peticin de Pedro Das y

    Ruy de Pina, embajadores de Juan II. Vid tambin ZURITA [22], cap. XXV, fol 30 vto.

    919 ZURITA [22], fol. 31 rto.

  • 394

    aquellos todas las islas y tierra firme que navegando por las Regiones Orientales y

    Meridionales del mar Tenebroso, descubrieran y conquistaran a partir del Cabo de

    Bojador, en Africa, HASTA los indios.

    Recordemos que la donacin de Alejandro VI no invalid las anteriores

    concesiones papales realizadas a los portugueses, se limit a sealar una raya

    demarcatoria de los descubrimientos de ambos pases en el Atlntico920. Los

    castellanos replican diciendo que en las concesiones papales se dice que se puede

    navegar HASTA la India, pero no especifica a quin pertenece. Ninguna de las dos

    partes ceda ante las pretensiones de la contraria por lo que las negociaciones

    llegaron a un punto muerto, y Dias y Pina regresaron con las manos vacas921.

    Nueva embajada castellana

    Meses despus de la partida de la armada de 17 navos, en noviembre de

    1493, los Reyes Catlicos toman la iniciativa de una nueva negociacin, enviando

    como embajadores al protonotario Pedro de Ayala y a Garca Lpez de Carvajal922

    "y por la dilacin que avian de poner los embaxadores en su jornada,

    mandaron yr en diligencia un cavallero de su casa, que se dezia Garca de

    Herrera avisando de la yda de sus embaxadores"923. El da 3 de noviembre de

    1493 les despacharon las instrucciones las cuales son una recapitulacin de

    cuantos derechos haban sido reclamados hasta entonces por la corte de

    Castilla.

    920 Ver BARROS [42], dec. I, lib. I, cap. VII donde se trasluce que los

    portugueses consideraban incluida en su zona propia de conquista los territorios de la India oriental

    921 Vid Ruy de PINA: Chonica delrey D. Joo II [42], cap. LXVI. RESENDE: Vida e Feytos [42]. ZURITA [22], fol. 31.

    922 RESENDE [42], cap. CLXVI, escribe que la embajada "dom Pedro Dayala muyto manco de ha perna, e o dom Garcia do Caruajal muyto vam, e el Rei depois de estar com elles, e os ouvir, disse que aquela ambaixada del Rey e da Raynha seus primos no tinha pes nem cabe, nas pessoas dos Embaixadores y na concruso della "

    923 ZURITA [22], fol. 31 vto.

  • 395

    La nica novedad importante era la de proponer un juez neutral, el Papa, que

    estudiase los derechos alegados por cada corona y tomase la decisin oportuna. Los

    embajadores castellanos llegaron a Lisboa a mediados de noviembre del mismo ao

    pero, ante la negativa de Juan II a dialogar sobre las bases propuestas, tuvieron que

    regresar, quedando el problema sin solucionar hasta los acuerdos firmados el 7 de

    junio de 1494 en Tordesillas.

    EL TRATADO DE TORDESILLAS

    Una vez que hemos apuntado todos y cada uno de los elementos que nos

    guan hacia las ltimas negociaciones que llevaran finalmente a las coronas

    peninsulares a la firma de un nuevo acuerdo en junio de 1494, veamos cules

    fueron estos ltimos pasos. Continuando con el constante vaivn de embajadores

    entre las coronas peninsulares, nos situamos en el mes de noviembre de 1493. Ayala

    y Carvajal regresaron de Lisboa sin una respuesta del monarca luso, eso s dejando

    perfectamente claro cules eran las pretensiones de Juan II y de los Reyes

    Catlicos.

    Los monarcas espaoles se mantenan firmes en su afirmacin de que las

    tierras descubiertas por Coln les pertenecan, aunque ponan de su parte lo posible

    para que la disputa con el monarca vecino se resolviera por la va diplomtica.

    Debemos tener presente que las relaciones con Francia volvan a ser tirantes.

    El turco amenazaba por el Mediterrneo. Los piratas berberiscos asolaban las

    costas levantinas. La lucha armada con Portugal, o su simple presencia en el

    Atlntico, poda resultar altamente perturbadora924, motivos de ms para

    procurar la paz.

    Por su parte, Juan II aprovech este impas diplomtico para estudiar sus

    posibles beneficios ante la propuesta de trazar una divisin de polo a polo. Acept

    seguir con las negociaciones, pues el nuevo reparto facilitaba su inters por

    garantizar su dominio en el Atlntico Sur junto a las costas africanas, logrando as

    924 RUMEU: El Tratado de Tordesillas [86], p. 209.

  • 396

    libertad absoluta para buscar la ruta hacia Oriente. No obstante, debemos sealar que

    la armada de amenaza capitaneada por Almeida se mantuvo en Lisboa hasta ver el

    curso que tomaban los acontecimientos.

    Se abre el perodo definitivo de negociaciones

    En marzo de 1494 ya se encontraban en la villa de Tordesillas925 los

    representantes de ambas coronas que deban establecer definitivamente un acuerdo.

    Veamos quines fueron los representantes de los Reyes Catlicos: como

    procuradores plenipotenciarios actuaron Enrique Enrque, Mayordomo Mayor;

    Gutierre de Crdenas, Comendador Mayor de Len y Rodrigo Maldonado de

    Talavera, jurisconsulto, todos ellos del Consejero Real. En calidad de testigos y

    asesores los continos de la Casa Real, Pedro de Len, Fernando de Torres y

    Fernando de Gamarra. Por ltimo, el secretario Fernando lvarez de Toledo, actu

    como escribano de cmara.

    Estos fueron los representantes de Juan II de Portugal. Como procuradores

    plenipotenciarios actuaron los siguientes miembros del Consejo Real: Ruy Dias de

    Sousa, Seor de Sagres y Beregel; Juan de Sousa, Almotacn Mayor del Reino y

    Aires de Almada, Corregidor de la Corte. En calidad de asesores y testigos asistieron

    los siguientes continos de la Casa Real: Duarte Pacheco Pereira, Juan Soares de

    Sequeira y Ruy de Leme. Finalmente el secretario de Juan II Esteban Vaaz, actu

    como escribano de cmara.

    De lo que se acordara en la villa castellana dependa el futuro de las

    pretensiones de los monarcas peninsulares en el Atlntico. Por ello los soberanos

    lusos y castellanos estuvieron pendientes del desarrollo de las negociaciones. Juan

    II permaneci en Setbal926 mientras duraron las conversaciones, facilitando el

    constante intercambio de mensajes entre el monarca y sus representantes. Tal es

    as que el cronista luso Resende llega a exagerar la efectividad del servicio de

    925 El poder necesario para que sus representantes puedan negociar est

    firmado por Juan II el 8 de marzo de 1494. 926 VERISSIMO SERRO: Itinerarios de El Rei D. Joan II [321], pp 528

    533.

  • 397

    postas de los correos portugueses anotando muytas vezes per paradas que el

    Rey tinha ouuero carta em que lhes diza: Tal dia vos ham de dizer el Rey

    e a Rayna tal e tal cousa, a que respondereis tal e tal, e vindo o proprio

    dia lho dizio sem faltar palaura. De que os Embaixadores ero muyto

    espantados.927

    Los Reyes Catlicos siguieron muy de cerca el desarrollo de los

    acuerdos. As, desde el 8 de mayo hasta el 8 de junio,928 da siguiente a la firma

    del tratado, permanecieron en la villa de Tordesillas. Desconocemos si los

    representantes de Isabel y Fernando conocan la privilegiada informacin

    transportada por Torres, y que entreg a los soberanos en Medina del Campo tras su

    llegada el 4 de abril de 1494. Probablemente los monarcas marcaran unas pautas

    generales para la negociacin pero sin descubrir su gran secreto por miedo a la red de

    espas portugueses, eficaz sin lugar a dudas, aunque no tanto como describe

    Resende.

    Desarrollo de las conversaciones

    Partiendo de la base de que el inters principal de los Reyes Catlicos era

    mantener la paz con los portugueses, y el de Juan II evitar que los castellanos se

    inmiscuyeran en su camino hacia la India, veamos cules son las pretensiones

    expuestas por los representantes peninsulares en Tordesillas. Para poder conocer las

    posibles ventajas que alguna de las coronas pudiera tener a la hora de negociar,

    debemos tener presente la documentacin con que contaba cada monarca, pues sobre

    ellas se basarn las peticiones o reclamaciones de derechos debatidos en la villa

    castellana durante el mes de mayo de 1494.

    927 RESENDE [42], cap. CLXVIII. 928 RUMEU: Itinerario de los Reyes Catlicos [340], pp. 210 - 211.

  • 398

    DOCUMENTOS Y PETICIONES O RECLAMACIN DE DERECHOS

    PLANTEADOS EN EL TRATADO DE TORDESILLAS

    Reyes Catlicos Juan II

    Primer viaje de Coln.

    Bulas Inter Caetera

    (3 y 4 mayo 1493)

    Bula Eximiae Devotionis

    (3 mayo 2493)

    Carta plana de Coln

    (Carta Relacin 2 v.)

    Derecho de descubrimiento y asentamiento en

    las tierras descubiertas pues no pertenecan a

    ningn prncipe cristiano.

    El pontfice les concede el dominio de mares y

    tierras localizadas al occidente del meridiano

    situado 100 leguas al Oeste de las islas Azores

    y Cavo Verde.

    Alejandro VI otorga a la corona castellana

    idnticos privilegios a los que tena Portugal en

    Guinea y la Mina del Oro.

    Bulas Rex Regum

    (1443 y 1455)

    Bula Romanus Pontifex

    (1455)

    Tratado de Alcaovas

    (1479 1480)

    Dominio sobre Guinea, Mina del Oro y Africa

    desde los cabos Bojador y Nam.

    Bula en la que el pontfice seala a la India como

    meta de los descubrimientos portugueses.

    Derecho de dominio, navegacin y comercio de

    la costa africana contra Guinea desde las Islas

    Canarias hacia el Sur.

  • 399

    Desconocemos el desarrollo de las conversaciones que tuvieron a cabo entre

    los representantes de los monarcas luso y castellanos, pero lo que no parece ofrecer

    duda alguna es lo que estos delegados deban exponer por encargo de sus soberanos.

    Juan II haba aceptado la modificacin de la raya, pasando de ser un paralelo que

    divide una zona concreta a un meridiano que separa el Ocano de polo a polo. No

    obstante, el monarca luso pretende transigir lo menos posible intentando ampliar su

    pasillo africano hasta 370 leguas al Oeste de Cabo Verde, por lo que ahora, el

    aspecto bsico para negociar era la localizacin de dicha raya.

    Para justificar esta peticin el soberano portugus utiliza el pretexto de que

    con la breve distancia de 100 leguas al Oeste de las Azores y Cabo Verde

    especificadas por Alejandro VI, las naves lusas corran el riesgo de violar el espacio

    castellano a su regreso de la Mina, especialmente si les sorprenda un temporal. As

    mismo, se quejaban de no poder aprovechar los vientos favorables para su vuelta

    pues las calmas del Golfo de Guinea recomiendan desviarse hacia el Sudoeste como

    tenan por costumbre.

    Por su parte, los Reyes Catlicos estaban dispuestos a ser flexibles con tal de

    lograr la paz pero, evidentemente, procurando ceder muy poco. Los monarcas

    contaban con una informacin privilegiada y de primera mano. La carta nutica

    literaria929 en que Coln describe con exactitud la localizacin de las nuevas tierras y

    su representacin grfica. El Almirante realiz ambas en la villa de la Isabela siendo

    el contino Antonio de Torres quien las entreg a sus soberanos en Medina del Campo

    en abril de 1494.

    Tras analizar e interpretar la carta de Coln, los monarcas encontraron una

    posible salida a la disputa que mantenan con su vecino. Probablemente sea ahora, al

    929 Esta carta nutica literaria ha servido de fuente para la reconstruccin

    grfica de la que Antonio de Torres llev a los monarcas espaoles. Vid. J. VARELA MARCOS: La cartografa del segundo viaje de Coln y su decisiva influencia en el Tratado de Tordesillas. En El tratado de Tordesillas en la cartografa histrica. [895], p. 96.

  • 400

    conocer las 750 leguas que separan sus nuevas tierras de las islas atlnticas

    conocidas, cuando Isabel y Fernando deciden acceder a la ampliacin del mbito de

    dominio portugus. Actuando con su caracterstica cautela los monarcas deciden

    acudir a la villa de Tordesillas para seguir lo ms de cerca posible las negociaciones

    y as poder precisar el nmero exacto de leguas en que se deba incrementar el pasillo

    martimo.

    Tras la exposicin de las premisas planteadas por los embajadores de ambas

    coronas, en las que se aprecia una clara ventaja castellana, se desarrollaron una serie

    de debates que concluyeron en la firma del conocido como Tratado de Tordesillas. Si

    tenemos en cuenta los logros de los soberanos enfrentados, veremos que son bastante

    similares a las propuestas planteadas.

    Acuerdos principales del Tratado

    Por todos es conocido el gran inters que ha despertado entre los

    investigadores de la poca de los descubrimientos el Tratado de Tordesillas, lo que

    ha llevado a la aparicin de numerosas obras ya esbozadas al comienzo del presente

    captulo, al menos las ms recientes. Por ello nos limitaremos a realizar un rpido

    apunte de cules han sido los acuerdos firmados el 7 de junio de 1494, tanto los

    principales como los secundarios.

    El punto relevante por excelencia del Tratado de Tordesillas, al menos por lo

    que afecta al presente trabajo, es el trazado de una raya divisoria del Atlntico.

    Recordemos su evolucin. A instancia de los Reyes Catlicos Coln propuso dividir

    el Atlntico con una raya que pasara por las islas Azores y de Cabo Verde, siendo la

    parte oriental de la raya para Portugal y la occidental para Castilla. Como vemos, el

    descubridor no slo fue el motor de esta nueva etapa de rivalidad, sino que tambin

    proporcion la idea que permitira llegar a un nuevo acuerdo.

  • 401

    MAPA 14.- Representacin de las rayas de Tordesillas

    en la carta nutica que Coln envi a los Reyes Catlicos en 1494.

  • 402

    Esta primera proposicin se ir modificando lentamente pues el pontfice

    Alejandro VI la desplaza 100 leguas al Oeste de las Azores y Cabo Verde. En el

    proceso de las discusiones de Tordesillas los lusos solicitan un desplazamiento a 370

    leguas al Oeste de Cabo Verde, solicitud que tras duros debates y justificada por la

    necesidad de regresar desde la Mina sin invadir la zona castellana, fue aceptada por

    los monarcas espaoles930 al considerar que todava tenan disponibles 380 leguas

    con las que salvaguardar sus descubrimientos y en las que Portugal no poda

    inmiscuirse.

    Estos son, esquemticamente, otros aspectos relevantes del Tratado firmado

    en Tordesillas el 7 de junio de 1494 y ratificado el 2 de julio en Arvalo por parte de

    los Reyes Catlicos y el 5 de septiembre en Setbal por parte de Juan II:

    - Los sbditos de cada corona tiene prohibido navegar a la zona de dominio

    de la otra corona, exceptuando la autorizacin del paso directo de las naves

    castellanas hacia el Oeste rumbo a las nuevas tierras.

    - Las dos coronas se comprometen a trazar la raya derecha y lo mas cierta

    que se pudiere en un plazo de diez meses. Para ello, deben enviar igual nmero de

    carabelas y expertos, embarcando la misma cantidad de portugueses y de castellanos

    en cada una de las naves. Estos pilotos, astrlogos y marineros deben viajar unidos

    hasta Cabo Verde, donde tomarn su derrota derecha al Poniente hasta las 370

    leguas, medidas como las dichas personas que as fueren acordaren que se

    deben medir, sin perjuicio de las dichas partes, levantando acta de lo realizado

    con la firma de todos los compromisarios.

    - Se establece un perodo de 20 das desde el da de la firma del tratado en

    Tordesillas en los que cualquier descubrimiento realizado por los castellanos en las

    ltimas 120 leguas del mbito de actuacin portuguesa sean de la corona castellana.

    - En el Tratado se acord dirigirse a Alejandro VI para confirmar y

    aprobar esta dicha Capitulacin segn en ella se contiene y mandar expedir

    sobre ello sus bulas. Pero, una vez conseguido el acuerdo ninguno de los

    monarcas solicit la bendicin papal, al menos hasta que en 1506 Manuel I de

    930 Vid el texto del Tratado de Tordesillas, conservado en su versin

    castellana en el A.G.I., Patronato 170, R.4, y en portugus en A.G.I., Patronato 1, n 6, R.1.

  • 403

    Portugal se la pidiera a Julio II, quien aprob el tratado el 24 de enero con la bula Ea

    quae pro bono.931

    Como vemos, un acuerdo minucioso y concreto, pero redactado con

    una premeditada imprecisin que permitira nuevas interpretaciones pues en ese

    momento ambas coronas carecan de medios tcnicos lo suficientemente

    avanzados para trazar una derrota derecha al Poniente hasta las 370

    leguas.

    Aspectos secundarios del Tratado

    Hemos denominado aspectos secundarios a este apartado no porque carezcan

    de importancia, sino porque se ven relegados a un segundo trmino ante la gran

    relevancia del reparto del Ocano Atlntico a travs de una raya delimitadora de polo

    a polo. Sobre la cuestin de los lmites trazados en territorio africano y que vieron un

    acuerdo tambin en Tordesillas y con fecha 7 de junio de 1494, en la villa castellana

    no se discuti sobre el dominio y posesin del reino de Fez, ni de la costa africana

    vecina a Canarias, pues desde Alcaovas se da por hecho que pertenecen a Portugal,

    as como que las zonas sahariana y pre - sahariana a Castilla.

    El resto de aspectos y acuerdos poltico - comerciales no los trataremos por

    escapar del marco de nuestro estudio, tan slo sealar que en la villa castellana se

    firm un tratado de fronteras sobre las tierras africanas al que se aaden algunas

    clusulas sobre las pesqueras y las cabalgaduras en torno a ese lmite

    geogrfico tan mimado por los portugueses, del cabo de Bojador, donde se

    iniciaba la ruta monopolizadora de Guinea.932

    Ganadores o vencidos?

    931 Vid Alguns documentos da Torre do Tombo , pp. 142 143. 932 Sobre las delimitaciones en el Africa mediterrnea y atlntica acordadas en

    Tordesillas, vid A, RUMEU: El Tratado de Tordesillas [86], pp. 151 168.

  • 404

    El acuerdo principal de desplazar la lnea que dividira el Atlntico de polo a

    polo ha embarcado a numerosos historiadores en una polmica sobre quin sali

    ganador en el tratado, si la corona portuguesa o la espaola. Consideramos que la

    presente investigacin no es lugar adecuado para entrar en diatribas, mxime cuando

    la mayor parte de las obras citadas se ocupan perfectamente del tema.

    Hemos visto que los Reyes Catlicos logran la paz y el reconocimiento del

    dominio exclusivo de las tierras descubiertas por Coln a travs del cambio de

    direccin de la raya de particin. Por su parte, Juan II obtiene un amplio camino,

    tambin en exclusiva, hacia sus dominios africanos y camino libre para avanzar hacia

    la India. Luego, cul de las coronas peninsulares result vencedora en Tordesillas?.

    Cualquier afirmacin que hagamos desde nuestro punto de vista no en

    vlido para la mentalidad y los conocimientos del momento, con lo que

    estaramos cometiendo un gran anacronismo. Podemos pensar que los monarcas

    Catlicos accedieron a desplazar la raya a 370 leguas considerando que cedan

    agua, lo que es un razonamiento lgico. Lo que ya no parece tan lgico es que el

    monarca portugus actuara astutamente al solicitar la ampliacin por haber

    descubierto tierras brasileas. Pero, sin no saban medir la longitud, cmo iban

    a ser capaces de intentar lograr el dominio de unas tierras con una raya

    divisoria que eran incapaces de situar?. Teora que se desvanece en el aire,

    como veremos en el captulo dedicado a la cartografa, al tener en cuenta la

    desviacin producida por el paralelo de Rodas, y que se hace evidente al plasmarlo

    en un mapa.

    Por tanto, no se puede hablar de ganadores y perdedores, Portugal defendi

    su ruta hacia el Sur de frica y la India y Espaa sus descubrimientos en el

    Atlntico, lo que ambos consiguieron. En todo caso, podemos decir que la partida

    qued en tablas.

  • 405

    MAPA 15.- Superposicin sobre un mapa actual de los acuerdos firmados en

    Tordesillas el 7 de junio de 1494.

  • 406

    EL TRAZADO DE LA RAYA

    Hemos visto que en el tratado firmado el 7 de junio de 1494 se establece un

    perodo de diez meses para que expertos lusos y castellanos establezcan la

    localizacin de la raya, por lo tanto, antes del 7 de abril de 1495. Durante estos

    meses, qu pasos se han dado por parte de las coronas involucradas?.

    Desconocemos si en Portugal Juan II potenci claros intentos para trazar la raya,

    por lo que nos centraremos en las actuaciones llevadas a cabo por los Reyes

    Catlicos.

    Los monarcas espaoles tenan intencin de cumplir la citada clusula del

    tratado de Tordesillas como podemos deducir de la carta que con fecha 16 de julio de

    1494 enviaron a Juan de Lanuza, lugarteniente de los monarcas en Catalua,933 en la

    que escriben e porque para hacer la dicha raya o linea de limite nos

    conviniesse haver informacion de personas expertas como aquella se pueda

    hazer cierta y verdadera. En el mismo mes, y con la misma intencin, se convoc

    una comisin de maestros cosmgrafos, cartgrafos y matemticos reunidos en

    Salamanca durante el verano de 1494.934

    Los consejeros de Barcelona a los que se dirigi Lanuza le respondieron el 2

    de septiembre comprometindose a buscar las personas requeridas, y el da 22 recibi

    notificacin de que se haba enviado el texto del Tratado a varios expertos, como

    mosen Jordi Sans, el maestre Casaldoval, o mosen Gererx. Hay que relacionar en

    este grupo de expertos catalanes al cosmgrafo gerundense Jaime Ferrer de Blanes,

    artfice de un plan para el trazado de la raya, tal y como podemos comprobar en los

    933 Vid Elas SERRA RAFOLS: Ferran el Catlic i els cosmgrafs catalans.

    En Revista de Catalunya, n 16, octubre 1925. 934 Vid Segovia, 30 de julio de 1494. Real Cdula enviada a D. Gutierre de

    Toledo, maestro escuela de Salamanca. Los Reyes le piden que enve algunos expertos en astrologa y cosmografa para que platicasen con otros que aqu estn [en Segovia], sobre algunas cosas de la mar

  • 407

    recientes trabajos realizados al respecto por los doctores Jos Manuel Aroca y Jess

    Varela. 935

    Por lo que se refiere a la reunin de Salamanca, no contamos con noticias

    directas sobre su resultado. Podemos deducir que las conversaciones se centraron en

    aspectos meramente tericos por las siguientes palabras de los Catlicos a Coln:

    Y en lo de la raya o limite que se ha de haser porque nos paree

    cosa muy dificultosa y de menos saber y confiana querramos sy ser pudiese

    que vos os hallasedes enello, y la hisiesedes con los otros que por parte del

    Rey de portugal en ello han de entender; y si ay mucha dificultad en

    vuestra yda a esto o podria traer algund ynconveniente en lo que ende estays,

    ved sy vuestro hermano u otro alguno teneis ende que lo sepan e ynformadlos

    muy bien por escripto y por palabra y avn por pintura, (...) y hased de

    manera que vuestras cartas y los que aveys de enviar vengan presto porque

    puedan boluer adonde se ha de haser la raya antes que se cunpla el tiempo

    que tenemos asentado con el rey de portugal como veys por la

    capitulaion.936

    Como vemos, los Reyes Catlicos queran asegurarse por todos los

    medios posibles de que el trazado de la raya fijada en Tordesillas sera posible,

    incluso pidiendo al genovs que acudiera en persona a la Pennsula para tal fin.

    Este es precisamente el motivo de la carta que Jaime Ferrer enva a los monarcas

    el 27 de enero de 1495, proponer un plan para el trazado de la raya.937 Proyecto que

    935 Vid Jos Manuel AROCA: J. Ferrer y el Tratado de Tordesillas. En El

    Tratado de Tordesillas [895]. pp. 23 32.J. VARELA: El Tratado de Tordesillas. Su origen, solucin y aplicacin. En El Tratado de Tordesillas [895] p. 33 - 58.

    936 A. G. I. , Fondos de Veragua, Patronato 295, doc. n 24. Segovia, 16 de agosto de 1494. Carta de los Reyes a Coln. Finalmente el genovs no acudi a la Pennsula para ayudar a la realizacin material del trazado de la raya, excusndose ante los monarcas por una de sus reiteradas indisposiciones (LAS CASAS [5], lib. I, cap. CXXX, p. 498). En su lugar, Diego Coln viaj hacia Castilla en las cuatro carabelas capitaneadas por Antonio de Torres en marzo de 1495.

    937 Para un conocimiento detallado del plan ideado por Ferrer vid Jos Manuel AROCA: J. Ferrer y el Tratado de Tordesillas. En El Tratado de Tordesillas [895]. pp. 23 32.J. VARELA: El Tratado de Tordesillas. Su origen, solucin y aplicacin. En El Tratado de Tordesillas [895] p. 33 - 58.

  • 408

    se finaliz a tiempo pues aun no haban transcurrido los diez meses establecidos para

    ello, tal y como podemos comprobar en los recientes trabajos realizados al respecto

    por los Doctores Aroca y Varela.

    A pesar de los esfuerzos realizados por los monarcas castellanos el plazo de

    diez meses se prorrog indefinidamente y, al menos hasta que las coronas

    peninsulares se volvieron a encontrar en lo que sera el antimeridiano, parece ser que

    su trazado qued en el olvido.