U. G. Krishnamurti - Detenidos en El Camino

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  • 8/4/2019 U. G. Krishnamurti - Detenidos en El Camino

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    Detenidos en el caminoHistorias de UG en la India por K. Chandrasekhar

    "No hay diferencia entre un ashram y un burdel"

    El da siguiente, 3 de octubre de 1979, Mahesh Bhatt y Parveen Babi llegaron desdeBombay. Esa misma tarde viajaron a Mysore en automvil, con UG y Valentine. Mis

    amigos y yo tambin fuimos y todos paramos en la University Guest House segn lo

    arreglado por el profesor Ramakrishna Rao de la universidad de Mysore. Todos

    cenamos en la casa del profesor Rao. Brahmachariji se hosped en Mysore, en su propiamansin construida por su padre, cuya propiedad fue siempre motivo de disputas entre

    l y sus hermanos.

    Algo interesante sucedi el 4 de octubre. El profesor Ramakrishna Rao tuvo que ir a la

    universidad por ciertos asuntos. UG, Mahesh, Brahmachariji y algunos otros amigos de

    Brahmachariji estaban sentados en el hall [de la Guest House]. Uno de ellos era Mr.

    Gundappa, un comisionado de la polica ya retirado. Brahmachariji y sus amigos eran

    todos ardientes seguidores de Sankara. UG parece sentir un especial placer burlarse de

    Brahmachariji apenas tiene una oportunidad. Algunas veces esto sobrepasa los lmites

    tolerables y Brahmachariji realmente se pone furioso. Luego ambos se van calmando y

    se ren a carcajadas. Aquel da, no obstante, Brahmachariji estaba de muy mal humor.Como si no lo hubiera notado, UG segua rindose a costa l: "Para qu abrir un

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    ashram? Qu diferencia hay entre un ashram y un burdel? Las prostitutas son

    mejores: tan slo venden sus cuerpos para ganarse la vida. En tus ashram ustedes

    venden gurus. Despus de tanta educacin y convertirte en un oficial I.A.S, por qu

    tuviste que rebajarte a vender Sankaracharya?" Brahmachariji se puso furioso con

    semejante comentario.

    "Mahesh, no voy a permanecer con este hombre ni un minuto ms. Cuando vuelva

    Ramakrishna Rao, dile que volv a Bangalore," dijo con tono muy enojado, y sin

    prestarle atencin a las peticiones de Mahesh, sali de la casa apurado.

    "UG, Brahmachariji se va ofendido" gritaba Mahesh.

    Pero UG, por su parte, dijo muy tranquilo, "No se va a ningn lado. Volver. Esperen y

    vean."

    Mientras tanto, justo cuando dejaba la casa y haba hecho cierta distancia,

    Brahmachariji se top con el profesor Ramakrishna Rao. Toda su furia volvi cuando lovio, "Qu clase de demonio tienes como tu invitado? Es un Brahmajnani o un gran

    demonio?" grit furioso. Ramakrishna Rao coloc una mano sobre el hombro de

    Brahmachariji y trat de consolarlo y tranquilizarlo.

    Justo en ese momento, un Brahmin que pasaba por all los vio y empez a suplicar,

    "Seores, estoy hambriento. Por favor denme una rupia. Les puedo leer las palmas de

    las manos y decirles su fortuna."

    Ramakrishna Rao vio una oportunidad de oro en esto. "Brahmachariji, estoy de acuerdo

    con lo que dices. Llevemos a este Brahmin con nosotros y expongamos los verdaderos

    colores de UG. Si resulta que es un engao y un farsante, lo echaremos de la casa. Ven,

    vamos para all." Brahmachariji se calm. "Hey tu, Brahmin, tienes que mirar la palma

    de alguien y decirnos exactamente la verdad. Si lees su mano cuidadosamente y nos

    dices qu clase de hombre es, te dar diez rupias. Si dices incoherencias, te har ver

    las estrellas! Estate listo!" dijo, amenazando al Brahmin.

    En un par de minutos entraron en la casa. Tan pronto como Brahmachariji vio a UG,

    cortsmente le pidi que le muestre la mano al palmista. UG extendi sus dos brazos

    para mostrar las palmas como un nio bueno. Ninguno de los que estaban reunidos en el

    saln entendan de qu se trataba el asunto; todos miraban el espectculo. El delgado

    Brahmin mir la mano derecha de UG por un par de minutos y luego abri grande losojos y comenz a dar alaridos.

    Brahmachariji lo tom del brazo y le grit, "Habla claro!" Pero el Brahmin no lo

    escuch, y sigui estudiando la palma de UG. Segundos despus, habl de nuevo,

    "Abbabbabba, ahahaha....!" y se regocijaba en su propio xtasis.

    Brahmachariji no pudo contener su ira y se dispuso a golpearlo, "Vas a decir algo en

    palabras, o te tendr que romper la cabeza?"

    "Seor, qu puedo decir? Nunca he visto antes una palma como esta en toda mi vida.

    Sobrepasa a la de la encarnacin de Rama y la encarnacin de Krishna. Esta palma esla de Srimannarayana [Vishnu]," dijo el Brahmin. Brahmachariji no pudo pronunciar

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    ni una palabra en respuesta. Colaps atnito en el sof. UG se hizo cargo de la

    situacin. Mir al palmista y le hizo una oferta: "Si puedes mirar su mano y decirme

    cuantos hijos tiene, te dar veinte rupias," y le mostr la palma de Brahmachariji. El

    Brahmin la escudri por un minuto y empez a rer, "Es un soltern. Nunca se cas.

    No tiene ningn hijo!" Brahmachariji se uni entonces al gran grupo de personas que

    llenaba la habitacin y se ri de tan acertada deduccin.

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    Detenidos en el camino

    Historias de UG en la India por K. Chandrasekhar

    "Una hoguera"

    Era la noche del 13 de septiembre de 1992, en Yercaud. El mundo no saba an que

    U.G. estaba parando en una casa deshabitada, en medio de un rea remota de la India.

    Alguien puede imaginar un lugar ms cercano al paraso que Suiza? Qu puede uno

    decir sobre el hecho de que ahora U.G. fijara su residencia en este pas en Yercaud cerca

    de Salem, abandonando en un momento su relacin de 28 aos con Suiza y los verdes

    valles de los Alpes en Gstaad-Saanen? No fue porque le faltaran los medios econmicos

    para costear su vida en Suiza. Cuando l desea quedarse, hay una legin de amigos que

    hacen los arreglos para una estada de reyes. Entonces por qu viene a Yercaud? Qupuede interesarle en esta montaa? Al menos podra quedarse en Bangalore. No, al

    parecer tampoco es aquel lugar para l.

    El da antes de su llegada a Yercaud, el gesto de U.G. en Purnakutee (nuestra residencia

    en Bangalore) nos record a Siva en la escena del sacrificio de Daksha. Todas las cosas

    que pertenecan a U.G. en Purnakutee fueron llevadas a Yercaud. Objetos recolectados

    durante aos -archivos, fotos, cintas de audio y video- todos ellos fueron trasladados a

    insistencia de U.G. Eso encendi una hoguera en mi corazn: Yo sola cuidar estas

    pertenencias todo el tiempo, considerndolas los archivos de U.G. As que l pisote

    con crueldad mi devocin. Lo vendi todo en mi propia presencia. Se deshizo de todo

    antes de que yo siquiera me diese cuenta de lo que estaba ocurriendo.

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    Todo se acab. No me queda nada. Todos mis sueos se terminaron. Permanecer

    Bangalore slo como una pesadilla del pasado? Por qu? Por qu est pasando esto?

    Es intil tratar de hallar la razn detrs de los actos de U.G. Quizs sea su intencin de

    no dejar para las generaciones futuras ni un rastro de su venida a este mundo. Nada debe

    quedar. U.G. es muy claro al especificar que nadie se beneficiar por recolectar suscharlas y recuerdos.

    En una entrevista con U.G., Deepak Vohra le pregunt: "U.G., slo me queda una

    pregunta: Cmo cree que el mundo deba recordarlo dentro de 500 aos?" La

    respuesta de U.G. es nica en la historia: "Me sentir bendecido si el mundo quema

    junto con mi cuerpo todos mis recuerdos, libros y pertenencias."

    Mientras permaneca sentado en el living de la casa en Yercaud, mi mente se volvi

    catica e intranquila. Tema que algo terrible seguramente sucedera. Fuera de la cabaa

    el viento soplaba con fuerza. Lograba pasar por las puertas cerradas y me helaba la

    espalda. Murty, el ayudante de U.G., estaba encendiendo unos troncos en el hogar.Murty haba dejado su vida entera en Bangalore y se haba dedicado por completo al

    servicio de U.G.

    U.G. estaba sentado contra el muro. Cada vez que el fuego brillaba en la hoguera, el

    rostro de U.G. brillaba tambin enrojecido. Otros amigos en la habitacin -el Principal,

    Prabhakar y Suguna, mi esposa- todos estaban sentados en el suelo abrazndose las

    piernas con los brazos. Todo se vean plidos. Mahesh se sent a mi lado y se recost

    contra la pared, mirndome con tristeza. La escena pareca la corte de Yama lista para el

    juicio. Me sent en el medio con los ojos cerrados, como la cabra del sacrificio en el

    altar.

    "Por qu no puede comprender Chandrasekhar? Una atmsfera tipo Ashram no puede

    florecer a mi alrededor," rugi U.G. Mahesh se levant volviendo en s. "Tampoco ni

    mis libros, ni mis cartas deben quedar bajo el control de alguien. Voy a devolverles

    todas esas fotos a quienes las tomaron. Nada debe permanecer cuando yo me vaya. Ni

    siquiera permitir que Chandrasekhar sepa dnde estoy ni qu estoy haciendo. Todo

    termin. Despus de la muerte de Valentine, todo se desintegra."

    Una llama resplandeci en la hoguera cuando un tronco prendi fuego. Se oy el fuerte

    crujido de la lea al quebrarse. La ropa blanca de U.G... El cuerpo de U.G. brill como

    una llama cubierta por la nieve.

    Luego de unos instantes Mahesh dijo, "U.G. yo no podra haber escrito tu biografa si

    Chandrasekhar no hubiese guardado toda la correspondencia y no la hubiera

    mantenido en algn lugar seguro. Fue necesario."

    "Quin se beneficia con esas biografas? Ya he hablado de eso. Las autobiografas son

    puras mentiras. Y las biografas son doblemente mentiras. O.K. ustedes escribieron

    algo. Pero qu est haciendo l? Para qu l las est recolectando? Para

    quemarlas conmigo cuando yo muera?" Los ojos de U.G. cayeron sobre m como las

    brazas encendidas. El fuego en la chimenea pareci ms fro. Haba una conflagracin

    en mi interior. Mi corazn arda como un horno. Mahesh mir como el verdugo de

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    La noche que llegu a Yercaud le pregunt a U.G.: "Por qu la verdad de tus palabras

    no tiene efecto sobre nosotros? Nuestras mentes pueden ver la razn y aceptar la lgica

    de lo que t dices, pero nos vemos impedidos de llevarlas a la prctica. Por qu?" La

    respuesta de U.G. me destruy: "Porque ustedes tienen miedo de perderme si esas

    palabras operan en ustedes. Debido a ese miedo tratan de usar mis palabras de un

    modo seguro, se ponen guantes en las manos, para protegerse de ellas"

    Aquellas palabras de U.G. revoloteaban en mi cabeza, "Ustedes tienen miedo de

    perderme," y sent como si ellas se rieran de m.

    Es verdad: U.G. es mi vida, es todo para m. Qu es lo que sobrevive al perder a U.G.?

    Yo? Quin soy yo? No tengo alternativa, debo resolver este acertijo.

    U.G. no es nadie. Existe esta conexin, esta torpe atadura que me enreda, y a menos que

    se rompa, no soy libre. U.G. y yo -los recuerdos que tanto he atesorado, las memorias

    que cre eran especiales para los dos, mis innumerables experiencias - si U.G. en

    persona no es nada para m, por qu debo seguir molestndome con l?, Por qu deboseguir 'acumulando U.G.'? Para quin? Nunca. Debo deshacerme de todo ello. Debo

    derrumbarme, quebrarme, destruirme, robarme todos los recuerdos atesorados y dejar

    que se disuelvan con el viento y la lluvia. Debo permanecer slo, desamparado como un

    desvalido sin un pasado, mientras todas esas memorias son pisoteadas sin ninguna

    vergenza.

    El sacrificio ha comenzado, el sacrificio de la serpiente de Janamejaya. Todas las

    serpientes, las serpientes del pensamiento que se ocultaban dentro de mi cabeza, en mi

    sangre y en cada nervio, todas deben ser arrojadas en el fuego de este sacrificio. No hay

    proteccin para ninguna de ellas. Todas deben consumirse. Todos los recuerdos deben

    tomar la forma de cartas y ser ofrecidos en el sacrificio de este libro.

    No s cunto tiempo estuve fuera esa noche, a un lado del abismo, en la oscuridad, bajo

    ese rbol. Completo silencio a mi alrededor. Un abismo dentro de m y uno fuera. Total

    oscuridad.

    "Ha terminado aqu mi vida? No hay nada ms? La pregunta surgi en m de repente,

    y luego la respuesta. "Si dejas que la pregunta crezca, no te quedar espacio para

    vivir." Tan pronto escuch esto, la oscuridad se disolvi. Unas nubes cruzaron el abismo

    tocndome con suavidad.

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