Ucrania y Venezuela

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artículo de opinión que compara las manifestaciones violentas en Venezuela y Ucrania a principios del año 2014. Sus semejanzas y diferencias, sobre todo la efectividad de esas protestas en ambos países y sus causas.

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    Cules han sido las razones de Yanukovich para no firmar el Acuerdo de Asociacin y Libre comercio con la UE? Bsicamente

    sido razones de pragmatismo econmico ante el saqueo que se le avecinaba. La evidencia emprica demuestra que este tipo

    acuerdos han perjudicado seriamente la economa de pases con una estructura econmica similar a la ucraniana. En este sentido

    importante entender que la UE no est ofreciendo una integracin a Ucrania, lo que le oferta es una tratado de asociacin y l

    comercio (como por ejemplo ha hecho con Egipto o Sudfrica) sin que adems, medie ningn tipo de ayuda econmic

    financiacin ventajosa. En cambio, a corto plazo s que el pas debera cumplir medidas destinadas a favorecer intercamb

    comerciales con los pases de la UE lo que abundar en una poltica econmica perjudicial para la mayora de ucranianos, como

    ejemplo, la reuccin el ficit presupuestario (lo que se trauce como recortes), congelaciones salariales, subia e las t

    del gas y limitacin del papel del Estado en este sector (privatizacin) y la apertura de sus mercados interiores a los produ

    europeos (pero sin ser miembro de la UE, con lo cual se encontrara en una situacin vulnerable frente a los productos-dumpeuropeos).

    A largo plazo las perspectivas no son mucho mejores, ya que la ruptura de la armonizacin aduanera con Rusia y por aadidura

    el espacio postsovitico (el comercio de Ucrania con esos pases es del orden del 40%, un sacrificio importante), pondra en gran

    dificultades a las empresas que dependen de inputs rusos o que exportan a Rusia. Por otro lado, no se ve que los produc

    ucranianos pudiesen exportarse con facilidad a los pases que ya forman parte de la Unin Europea. A largo plazo Ucra

    simplemente sera periferia de la UE y, por ello, el presidente Yanukovich ha resumido el programa para el intento de tratado co

    un intento e poner e roillas a Ucrania. Quiz eberamos escucharlo a l y a sus razones en lugar e hacer cbalas fuera

    lugar sobre la presunta mala e Putin y sus supuestos chantajes y iplomacia brutal (palabras el ministro e exteriores su

    Carl Bildt, pas que dicho sea de paso, impone su dominacin a los pases blticos con extrema virulencia ).

    LOS ACTORES EXTERNOS.un mercado de 45 millones de habitantes es un bocado apetecible para cualquiera y por ellos se entienden las prisas europeas p

    la firma del acuerdo, sobre todo por parte de Alemania y Polonia, tanto en la persona de los primeros ministros Merkel y Tusk

    como de los ministros de Exteriores Westerwelle y Sikorski. Alemania y Polonia han chocado en varias ocasiones sobre la pol

    hacia Rusia, debido a que Varsovia consideraba que Berln era demasiado condescendiente con Mosc, sobre todo debido

    dependencia teutona respecto al gas ruso.

    Rusia provee alrededor del 30% del gas que Europa consume. Adems, Ucrania es el eje distribuidor para los distintos gasoduc

    que transportan casi el 100% del gas que consumen Estonia, Lituania, Letonia, Bulgaria, Suecia y Finlandia, algo ms del 60% d

    repblica Checa, mientras que Blgica, Alemania, Polonia, Eslovaquia, Austria, Hungra, Croacia, Eslovenia, Grecia y Rumania rec

    entre el 45% y el 60% de su consumo y Holanda, Francia e Italia entre 15% y 25%.

    Est claro que los intereses en juego no son nicamente de poltica interna en Ucrania, entre neofascistas y pro-rusos, sino q

    poseen un calado y una repercusin geoestratgica mayor, pues constituye un conflicto poltico-diplomtico directo entreEstados Unidos y Rusia, que determinar la naturaleza de la relacin futura entre Rusia y el conjunto de los aliados norte-oeste.

    Estados Unidos al atizar el conflicto y legitimar a las fuerzas neofascistas contra Rusia, intenta compensar la necesidad rusa

    proteger y dar seguridad a sus intereses en territorio ucraniano, para impulsar as el cerco de la otrora superpotencia -ahora

    recuperacin-, meiante la expansin e la OTAN, ya lo ha hecho con la estrategia e efensa antimisil europea, que ta

    incomoda a Rusia. Pero, al mismo tiempo, el alcance real de esta maniobra norte-oeste parecera estar limitada por una serie

    factores que hacen errtica la gran estrategia estadounidense: la persistencia de la crisis econmica y social en la Unin Europ

    que no la convierte en un paradigma a seguir por las naciones y pueblos todava fuera de la zona Euro y de la propia integraci

    actitud de Alemania y otros pases fuertemente dependientes del gas, el petrleo y otros recursos naturales en manos de Rus

    Crimea.

    En el caso de Ucrania, existen evidentes ejemplos que se corresponden con la argumentacin anterior: la participacin activa

    gobierno de los Estados Unidos y de sus aliados de la Organizacin del Tratado del Atlntico Norte (OTAN) en el derrocamiento

    presidente Viktor Yanukvich, por fuerzas extremistas y neofascistas al servicio de los centros de poder norte-oeste. En este sent

    el secretario de Estado, John Kerry, reconoci la participacin estadounidense en las acciones desestabilizadoras e ilegales al afir

    que su poltica est dirigida a obtener que las exrepblicas soviticas se integren al bloque euro-estadounidense abanderado.

    cierto nimo de venganza por el fracaso diplomtico occidental frente a Rusia respecto a Siria, y puede ser que hayan que

    cobrarse la venganza en el terreno ucraniano. La UE incluso se ha negado a facilitar la presencia de Rusia en las conversaciones

    Ucrania, algo que poda ayudar a armonizar los diversos intereses de ese pas, con el paradjico argumento de que esa prese

    rusa lesionaba la soberana e Ucrania. Cabe estacar que la eua que arrastra Ucrania con Rusia es en gran parte consecue

    de los nefastos acuerdos firmados en 2009 sobre el gas (a mediados de ao se calculaban 2.200 millones de dlares) por la enton

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    Primera ministra Timoshenko, ella misma empresaria del gas que se enriqueci con la venta al por menor de los bienes estata

    soviticos tras la cada de la URSS.

    A todas estas cuestiones se les sumaba que la presidencia rotatoria de la UE estaba en manos de Lituania (no en vano la cumbre

    la Asociacin Oriental e la UE se celebraba en Vilnius), un pas exsovitico muy alineao con Occiente y partcipe e

    concepciones geopolticas occidentales, en cuya capital Vilnius se celebr la cumbre e la Asociacin Oriental e la UE.

    el espinoso asunto Timoshenko, la ex Primera ministra encarcelada por corrupcin (fue acusada de firmar unas condiciones les

    en el acuerdo del gas de 2009 con Rusia precisamente, con presuntas compensaciones personales. Por cierto, Putin fue uno de

    mayores etractores e la sentencia). Los pases e la UE le han exigio a Ucrania que libere a Timoshenko como prueba e bu

    voluntad en el avance de la democracia,

    Por consiguiente es bsicamente a unos recortes y a unas medidas econmicas impuestas desde el exterior a lo que se ha opuest

    Gobierno ucraniano.

    La protesta social

    El grueso e este movimiento e protesta social consta e pintorescos grupos qu e protagonizaron las revoluciones de colo

    principalmente a comienzos del siglo presente. Estos grupos tienen un perfil de militante bien definido: joven, con estudios,

    pensamiento cosmopolita (orientado a Occidente) e insatisfecho; lo cual se traduce en un resentimiento muy fuerte contr

    poer o quien lo etenta. Pero, y la ieologa? Naa, no se conoce. Por ello, la mayora e sus mensajes son muy asimilab

    intencionaamente escogios por el mnimo comn: emocracia, erechos humanos (si empre hacen ver que en el pas e

    que actan son mucho ms violaos que en pases occientales), fuera la corrupcin y frases por el estilo. Sin embargo

    trasfono ieolgico real es muy pequeo. Este tipo e movimientos e colores actan en pases en los que se produjo la cada

    socialismo en los 90, con la consiguiente prdida de calidad de vida y derechos sociales, pero apenas vemos crticas hacia

    capitalismo como modo de produccin, la pobreza o el injusto reparto de la riqueza. Tal vez eso explique la sobrerrepresentaci

    jvenes de clase media en este tipo de movimientos. Curiosamente, estos grupos tratan de cambiar gobiernos que en algunos ca

    como en Moldavia, estaban clasificados por todo tipo de organizaciones e ndices occidentales de democracia como el

    democrtico de los pases postsoviticos (exceptuando los tres Blticos que dicho sea de paso dos de ellos tienes a una p

    importante de la poblacin autctona como aptridas por no darles la ciudadana-), pero como gobernaban los comunis

    montaron otra de sus golpes de estado blandos. Y es que la finalidad de estos grupos sea explcitamente o implcitamente siem

    es impulsar las polticas neoliberales, tal y como demuestra la realidad emprica, todos los cambios de gobiernos que han logr

    implementar han tenido como resultado un impulso decidido de las polticas neoliberales.

    La ausencia de la crtica al capitalismo real (no al capitalismo icnico segn la concepcin post-materialista y post-moderna), co

    medio de produccin y sociedad de clases (en efecto, la desaparicin de la URSS y el desastre consiguiente son conceptos ajeno

    anlisis poltico de estos grupos, es ms en Kiev han derribado la estatua de Lenin), explica ms cosas que las que parecen a primvista. De hecho, toos estos movimientos e colores se basan en manuales el terico estaouniense el conflicto no -viole

    llamado Gene Sharp. Este Gene Sharp, quien es la cabeza del Instituto Albert Einstein con sede en los Estados Unidos, es quien

    inventao una nueva tcnica e lucha poltica: las manifestaciones y la llamaa presin popular seran los sustitutos el g olpe

    Estao; la no violencia la alternativa a la intervencin militar. Sin embargo, etrs e esa imagen romntica (romnt ica de verd

    ya que estos nuevos isientes en muchas ocasiones no tienen empacho e utilizar iconografa traicionalmente relacionaa

    la izquiera o el anticapitalismo, como el puo cerrao o palabras como poer popular o esobeiencia civil), se esconde

    cosa: la ambicin de una poderosa red estadounidense de ONGs para cambiar por la fuerza a Gobiernos de Esta

    inconvenientes (una realia no ocultaa, tal y como se puee ver en el ocumental Estaos Unios a la conquista el Estee

    que los jvenes del Este y los financiadoras e impulsores de la estrategia desde EEUU se confiesan sin rubor alguno).

    Esas redes u organizaciones informales, con amplia base juvenil, casi todos con acceso, conocimiento y costumbres tecnolgicas

    puerta e entraa hacia el anhelao Muno occiental) y con una aparicin y crecimiento repentinos (esquema que serepetio en toos los pases one ha habio alguna revolucin e colores, protagonizaas por organizaciones prcticame

    inexistentes varios meses antes de producirse dichas rebeliones), tal y como ellos mismos afirman no son para nada espontn

    Esas organizaciones y su crecimiento repentino se basan en sobre too en os vectores: en las conexiones internacionales y e

    entrenamiento e los jvenes activistas opositores. En cuanto al primer vector son claras las conexiones e estas organizacion

    del Instituto Albert Einstein con ONGs muy importantes estadounidenses y europeas, tales como la NED o la Fundacin por

    Sociedad Abierta e George Soros. Ya lo ijo el mismo Sharp: Hacemos abiertamente lo que hace 20 aos haca la

    encubiertamente. Con la ventaja aaia e contar con una imagen ms emocrtica: es mucho ms venible una manifestac

    de jvenes idealistas agitando banderas que un golpe de Estado de una banda de militares corruptos. Sin embargo el objetivo si

    siendo el mismo, el cambio de un Gobierno por la fuerza. No es la desaparicin de la inteligencia encubierta en las pug

    geopolticas, sino su desarrollo cuasiperfecto, hasta al punto de manipular movimientos de masas. Cuestin de eficiencia: ya lo

    Clausewitz: la poltica es la continuacin e la guerra por otros meios. Si vemos que estacaos polticos como el Ministr o

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    Exteriores alemn Guido Westerwelle o la Subsecretaria para Asuntos Europeos de la Secretara de Estado de EE.UU. Victoria Nul

    han participao en las movilizaciones, Catherine Ashton se ha fotografiao con los leres e la oposicin (incluio

    ultraderechista Oleh Tyahnybok), y las cancilleras occientales han llamao a Ucrania que escuche y/o a las protestas popular

    (cosa que los demandantes no suelen hacer con las protestas populares de sus pases); se nos plasma claramente el ada

    clausewitziano: las protestas actan como una extensin de la ofensiva diplomtica occidentalista.

    El segundo vector es el mismo patrn de comportamiento: logos llamativos e identificativos que priman por encima de la ideolo

    campaas virales, la inevitable caja de resonancia en la prensa (prensa mainstream se entiende) que les presenta como (ni

    isientes y como ejemplo para el muno (con lo cual penetran en la conciencia e la izquiera e otros pas

    manifestaciones en apariencia pacficas (con asaltos a eificios oficiales incluidos), etctera. Este mecanismo ya se puso en maren 2004 en Ucrania, urante la llamaa Revolucin Naranja, que trajo la imposicin e un gobierno pro -occidental que fue

    autntico fracaso. La prueba piloto se hizo en el 2000 en Serbia, contra el Gobierno e Sloboan Miloevid. El golpe fue prepar

    por el grupo Otpor (Resistencia), cuyos leres han sio encargaos e ar clases e resistencia pacfica a los activistas en dive

    pases bajo el nuevo nombre e Centro para la Aplicacin e Estrategias No Violentas (CANVAS). Veteranos e Otpor han s

    vistos en Ucrania urante estos as. Srja Popovid, ex ler e Otpor, es un empleao e Stratfor, la consultora e an

    internacional cercano a la CIA. Por tanto tenemos a unos revolucionarios no tan autnomos en su papel, sino ms b

    ejecutores e otros intereses, cuya funcin es sacar la foto e protesta e masas. En Ucrania, urante la revolucin naranja e

    organizacin anloga a y entrenada por Otpor! Se llamaba Pora! (Ahora). El legao e Pora! en estas protestas es visible, per

    renovacin e la marca se ha ao a travs e Femen, supuesto grupo feminista y sextremista, cuyas protestas polticas se cen

    en Putin, en el presidente bielorruso Lukashenko, y ahora en el presidente ucraniano Yanukovich (pero jams en Merkel, Came

    Obama u Hollande).

    Sin embargo, una cosa que tienen clara todas estas organizaciones es el derrocamiento del Gobierno de turno. Es algo que

    Ucrania se ha visto, con una violencia inusitada: uso de excavadoras contra la polica, uso de gases, cocteles molotov, benga

    asalto violento al Parlamento ucraniano y al Ayuntamiento de Kiev, algo que en cualquier pas de la Unin Europea (o como

    Tailandia, como est sucedieno ahora) a la que aspiran en nombre el antiautoritarismo sera isuelto sin contemplaciones (

    pelotas y balas de goma por ejemplo), no dando la callada por respuesta como ha hecho la polica ucraniana (segn datos

    Amnista Internacional, organizacin que no es precisamente simpatizante de Yanukovich, hay ms heridos policas

    manifestantes). Y estn dispuestos a conseguirlo cueste lo que cueste. En Ucrania ese precio se llama Svoboda, el partido

    ultraderecha (sus invectivas racistas contra rusos y judos son palmarias, as como su reivindicacin de los colaboracionistas pron

    y antisoviticos de la II Guerra Mundial) ahora presente en el parlamento. En la manifestaciones las banderas azules con el logo

    Svoboda o las banderas rojinegras de la UPA, el ejrcito colaboracionista antisovitico de la II Guerra Mundial son bien visibles

    como la aparicin el ler ultra Oleh Tyahnybok en las tribunas junto a respetables emcratas opositores.

    Intentan confundirnos, mistificarnos, ocultarnos la realidad. No es una protesta por la democracia, sino lucha geopoltica.

    Ucrania est en una encrucijada, pero no en la encrucijada entre Europa y Rusia o entre democracia (a manos de corporacio

    occientales y ultraerechistas) y autoritarismo sino entre soberana nacional y poltica econmica soberana y colonizac

    europea. La izquierda debe posicionarse en coherencia.

    Gobierno

    El primer ministro ser Arseni Yatseniuk, el candidato de Washington. El partido de Yulia Timoshenko controla los princip

    ministerios. Un neonazi propuesto como vicesecretario del Consejo de Seguridad Nacional.

    Los favoritos de Estados Unidos y la extrema derecha dominarn claramente el gobierno del nuevo rgimen ucrania

    Simblicamente ratificado -sin mediar siquiera votacin a mano alzada- anoche en la Plaza de la Independencia de Kiev ( Maid

    este gobierno debe ser votado en la prxima sesin del parlamento que se rene este jueves.

    No va a ser el gobierno inclusivo, es ecir abierto a la pluralia e l pas, que ha pedido la Unin Europea a ltima hora, al da

    cuenta de la limitada legitimidad y an menos representatividad de los nuevos amos del pas.

    El primer ministro ser Arseni Yatseniuk, el favorito de Washington. La mayora de los ministros importantes proceden del Oeste

    Ucrania donde la mentalidad y la identidad nacional es muy diferente a la de la mayora- o son miembros del partido de la

    primera ministra Yulia Timoshenko, otra protegida por Estados Unidos y la UE. El propio Yatseniuk pertenece a ese partido. E

    caso de los ministros para la integracin con Europa, Boris Tarasiuk, Justicia, Pavel Petrenko, Asuntos exteriores, Andrei Deshits

    Interior, Arsen Abakov. El comanante el Main, Anrei Parubii, ha sio esignao como s ecretario del Consejo de Segur

    Nacional.

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    El viceprimerministro, es ecir el nmero os el gobierno, ser Aleksanr Sych, el partio fascistoie Svoboa, que

    mantenido estrechas relaciones con el partido neonazi de Alemania, el NPD. La jefa de la oficina anticorrupcin, Tatiana Chorno

    es una periodista que destac con reportajes anticorrupcin. Chornobil, tambin oriunda del oeste de Ucrania, fue secretaria

    prensa de la organizacin fascistoide, Una-Unso, heredera histrica de los colaboradores hitlerianos de Ucrania Occidental, aun

    ahora milita en el partido de Yulia Timoshenko. El cargo de vicesecretario del Consejo de Seguridad Nacional se ha ofrecido a Dm

    Yarosh, ler el partio neonazi, Pravy Sektor, uno e los ms activos entre los grupos paramilitares que urante tres mes es

    forzado el cambio de rgimen en Ucrania en la vanguardia de las luchas callejeras que dejaron casi un centenar de muertos, en

    ellos el 10% policas, dato que ha desaparecido por completo del informe ucraniano. Yarosh, que optaba a un puesto ms alto,

    no ha confirmado que acepta el cargo. El cargo de Ministro de Defensa, est an pendiente.

    Todos estos nombres han sio ratificaos por la plaza, en la que haba varios miles e personas, en una simblica ceremonia

    emocracia irecta. Ucrania tiene ms e 45 millones e habitantes y la mayora e su poblacin no sintoniza con esta plaza , c

    impulso incluye, adems de un pulso entre magnates al servicio de uno u otro imperio, tambin una sana y absolutamente razon

    revuelta ciudadana contra la corrupcin y el latrocinio.

    El ex boxeador Vitali Klichk, apadrinado por la Canciller Merkel, no figura en este gobierno. Klichk, es uno de los pocos poltico

    la oposicin que cuenta con algn apoyo tambin en el Este del pas (la ltima encuesta de enero le daba un 30% de apoyos). Me

    parece querer preservarlo para que participe sin haberse quemado en la accin de gobierno, en las prximas eleccio

    presidenciales previstas para mayo.

    En medio de una situacin internacional que hoy ya ha ofrecido claros indicios de enrarecimiento (declaracin de la OTAN so

    Ucrania, rutinarias maniobras militares rusas y presencia de la flota de Estados Unidos en el Mar Negro) y con una delicsituacin en varias regiones del pas, que puede degenerar en violencias con extrema facilidad, el nuevo gobierno que asoma en

    no contribuye al apaciguamiento.