1
Atención Primaria. Vol. 27. Núm. 8. 15 de mayo 2001 Cartas al Director 117 579 Sobre la fibromialgia Sr. Director: En referencia al ar- tículo publicado en el número de 15 de octubre de 2000 por M. So- riano y colaboradores 1 , titulado «Fibromialgia: un diagnóstico ce- nicienta», me gustaría realizar al- gunas observaciones. Los autores afirman que la fibro- mialgia (FM) se da predominan- temente en el sexo femenino, con una edad de presentación de 12- 45 años y que es muy rara fuera de estas edades. En un estudio prospectivo y a largo plazo se ob- servó una edad media de 43,5 años, con mayor afectación de mujeres que de varones 2 . Aunque la FM en edades avanzadas no ha sido tan bien estudiada, última- mente está recibiendo una mayor atención. Se ha observado que la prevalencia aumenta con la edad, y hay autores que encuentran sín- tomas de FM después de 60-65 años 3 . Wolfe y colaboradores de- mostraron que la prevalencia de FM en las mujeres aumenta de un 2% a los 30-39 años a un 5,6% a los 50-59 años y a un 7,4% en las mayores de 70 años. En los va- rones también aumenta desde un 0,2% a un 0,8% y a un 1,2% para cada grupo de edad, respectiva- mente. Los pacientes de edades avanzadas afectados de FM, cuando se comparan con los jóve- nes, presentan menor fatiga, me- nos alteraciones del sueño, menor ansiedad, menos cefaleas crónicas y menor relación con los cambios climáticos (frío o humedad) 4 . La FM puede coexistir con enfer- medades reumáticas que se pre- sentan comúnmente en edades avanzadas, caso de artrosis, ar- tritis reumatoide y síndrome de Sjögren, lo que hace que el diag- nóstico sea más difícil. Frecuente- mente suele ser mal diagnostica- da considerándose «artrosis». El interés de estas observaciones va encaminado al tratamiento, ya CARTAS AL DIRECTOR Un debate nunca debe ser un intercambio de opiniones subjetivas Sr. Director: He leído con mucho interés el editorial firmado por el Dr. Alonso López 1 , en el que ad- vierte de las posibles implicacio- nes que pueden derivarse del mal uso de los sistemas de informa- ción en atención primaria. El Dr. Alonso apunta algunos te- mas de gran interés y actualidad para muchos profesionales de pri- maria. La informatización de las historias clínicas y la puesta en marcha de sistemas que interco- munican los centros de salud en- tre sí y con otros niveles de aten- ción facilitará al médico que está atendiendo a un paciente el acce- so a aquella información relevan- te (antecedentes, alergias, medi- caciones...) que le ayude a tomar decisiones correctas. Por otra parte, los datos registra- dos podrían ser empleados con otros objetivos, como son la eva- luación de la calidad de la aten- ción, la asignación de recursos en función de criterios más equitati- vos o la investigación clínica y epidemiológica; para ello deberá contarse con instrumentos apro- piados, como son los sistemas de codificación y de case-mix. En este contexto es lógico que tan- to los profesionales de atención primaria como los propios ciuda- danos exijan garantías acerca del mantenimiento de la confidenciali- dad de los datos personales y la se- guridad de que las bases de datos generadas por su agregación sólo van a utilizarse para aquellos fi- nes con los que fueron diseñadas. Muchas cuestiones al respecto permanecen abiertas y, por tanto, una discusión sobre las mismas debería verse enriquecida con las aportaciones de los profesionales sanitarios y de otros colectivos (co- mo los expertos en nuevas tecno- logías o los propios ciudadanos). Por ello produce una enorme sor- presa la publicación, como edito- rial de su revista, del texto del Dr. Alonso. Primero, por su tono exaltado, que incluye descalifica- ciones y comentarios despectivos no habituales en una publicación científica. Segundo, porque no aporta las referencias en las que apoya unas afirmaciones tan ta- jantes. Tercero, porque no incluye ninguna cita al posible conflicto de intereses al que está sometido el autor, ya que el Dr. Alonso ha participado en el desarrollo e im- plantación de un determinado modelo de historia clínica infor- matizada. Considero enormemente inopor- tuno calificar de «despotismo ilustrado» la puesta en marcha de un sistema, como el que se es- tá desarrollando en Osakidetza- Servicio Vasco de Salud, que inte- gra toda la información clínica y administrativa haciéndola dispo- nible allí donde sea necesario pa- ra los usuarios y trabajadores sa- nitarios, o lanzar vagas críticas a sistemas de clasificación sin acla- rar concretamente a lo que se re- fiere. Una polémica siempre debe man- tener un adecuado nivel de mesu- ra y nunca limitarse a un inter- cambio estéril de creencias subje- tivas escasamente fundadas. Por el contrario, debe aspirar a ser un debate de ideas entre personas interesadas en alcanzar un mis- mo objetivo: mejorar los cuidados sanitarios que proporcionan a la población. J.F. Orueta Pediatra del Centro de Salud de Astrabudua. Bizkaia. Miembro del Grupo de Trabajo del Ministerio de Sanidad y Consumo sobre Análisis y Desarrollo de un sistema de Información en Atención Primaria. 1. Alonso López FA y Grupo de Trabajo sobre Informatización de la semFYC. El desafío de la informatización en atención primaria. Aten Primaria 2000; 26: 437-438.

Un debate nunca debe ser un intercambio de opiniones subjetivas

  • Upload
    jf

  • View
    215

  • Download
    3

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Un debate nunca debe ser un intercambio de opiniones subjetivas

Atención Primaria.Vol. 27. Núm. 8. 15 de mayo 2001 Cartas al Director

117 579

Sobre la fibromialgia

Sr. Director: En referencia al ar-tículo publicado en el número de15 de octubre de 2000 por M. So-riano y colaboradores1, titulado«Fibromialgia: un diagnóstico ce-nicienta», me gustaría realizar al-gunas observaciones.Los autores afirman que la fibro-mialgia (FM) se da predominan-temente en el sexo femenino, conuna edad de presentación de 12-45 años y que es muy rara fuerade estas edades. En un estudioprospectivo y a largo plazo se ob-servó una edad media de 43,5años, con mayor afectación demujeres que de varones2. Aunquela FM en edades avanzadas no hasido tan bien estudiada, última-mente está recibiendo una mayoratención. Se ha observado que laprevalencia aumenta con la edad,y hay autores que encuentran sín-tomas de FM después de 60-65años3. Wolfe y colaboradores de-mostraron que la prevalencia deFM en las mujeres aumenta deun 2% a los 30-39 años a un 5,6%a los 50-59 años y a un 7,4% enlas mayores de 70 años. En los va-rones también aumenta desde un0,2% a un 0,8% y a un 1,2% paracada grupo de edad, respectiva-mente. Los pacientes de edadesavanzadas afectados de FM,cuando se comparan con los jóve-nes, presentan menor fatiga, me-nos alteraciones del sueño, menoransiedad, menos cefaleas crónicasy menor relación con los cambiosclimáticos (frío o humedad)4.La FM puede coexistir con enfer-medades reumáticas que se pre-sentan comúnmente en edadesavanzadas, caso de artrosis, ar-tritis reumatoide y síndrome deSjögren, lo que hace que el diag-nóstico sea más difícil. Frecuente-mente suele ser mal diagnostica-da considerándose «artrosis».El interés de estas observacionesva encaminado al tratamiento, ya

CARTAS AL DIRECTOR

Un debate nunca debe ser un intercambio de opiniones subjetivas

Sr. Director: He leído con muchointerés el editorial firmado por elDr. Alonso López1, en el que ad-vierte de las posibles implicacio-nes que pueden derivarse del maluso de los sistemas de informa-ción en atención primaria.El Dr. Alonso apunta algunos te-mas de gran interés y actualidadpara muchos profesionales de pri-maria. La informatización de lashistorias clínicas y la puesta enmarcha de sistemas que interco-munican los centros de salud en-tre sí y con otros niveles de aten-ción facilitará al médico que estáatendiendo a un paciente el acce-so a aquella información relevan-te (antecedentes, alergias, medi-caciones...) que le ayude a tomardecisiones correctas.Por otra parte, los datos registra-dos podrían ser empleados conotros objetivos, como son la eva-luación de la calidad de la aten-ción, la asignación de recursos enfunción de criterios más equitati-vos o la investigación clínica yepidemiológica; para ello deberácontarse con instrumentos apro-piados, como son los sistemas decodificación y de case-mix.En este contexto es lógico que tan-to los profesionales de atenciónprimaria como los propios ciuda-danos exijan garantías acerca delmantenimiento de la confidenciali-dad de los datos personales y la se-guridad de que las bases de datosgeneradas por su agregación sólovan a utilizarse para aquellos fi-nes con los que fueron diseñadas.Muchas cuestiones al respectopermanecen abiertas y, por tanto,una discusión sobre las mismasdebería verse enriquecida con lasaportaciones de los profesionalessanitarios y de otros colectivos (co-mo los expertos en nuevas tecno-logías o los propios ciudadanos).Por ello produce una enorme sor-

presa la publicación, como edito-rial de su revista, del texto delDr. Alonso. Primero, por su tonoexaltado, que incluye descalifica-ciones y comentarios despectivosno habituales en una publicacióncientífica. Segundo, porque noaporta las referencias en las queapoya unas afirmaciones tan ta-jantes. Tercero, porque no incluyeninguna cita al posible conflictode intereses al que está sometidoel autor, ya que el Dr. Alonso haparticipado en el desarrollo e im-plantación de un determinadomodelo de historia clínica infor-matizada.Considero enormemente inopor-tuno calificar de «despotismoilustrado» la puesta en marchade un sistema, como el que se es-tá desarrollando en Osakidetza-Servicio Vasco de Salud, que inte-gra toda la información clínica yadministrativa haciéndola dispo-nible allí donde sea necesario pa-ra los usuarios y trabajadores sa-nitarios, o lanzar vagas críticas asistemas de clasificación sin acla-rar concretamente a lo que se re-fiere.Una polémica siempre debe man-tener un adecuado nivel de mesu-ra y nunca limitarse a un inter-cambio estéril de creencias subje-tivas escasamente fundadas. Porel contrario, debe aspirar a ser undebate de ideas entre personasinteresadas en alcanzar un mis-mo objetivo: mejorar los cuidadossanitarios que proporcionan a lapoblación.

J.F. OruetaPediatra del Centro de Salud de

Astrabudua. Bizkaia. Miembro del Grupode Trabajo del Ministerio de Sanidad

y Consumo sobre Análisis y Desarrollo de un sistema de Información

en Atención Primaria.

1. Alonso López FA y Grupo de Trabajosobre Informatización de la semFYC.El desafío de la informatización enatención primaria. Aten Primaria2000; 26: 437-438.