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Un elefante en la NASA -Pero, ¿cómo se les ha ocurrido contratar a Al para esta misión?- se preguntaba Steve Engelhart, Director de Proyectos de la Agencia Espacial y Aeronáutica Nacional de los Estados Unidos de América, más conocida como la NASA. Eso sí, se lo preguntaba en inglés, claro. -Con todo respeto, es el más preparado-, le contestó Vic Stonino, el Subdirector de Proyectos de la Nasa, también en inglés. -No puedo creerlo-, espetó Engelhart contrariado, que en inglés impone mucho. -Se lo aseguro-, intervino Stonino pasando a su jefe un abultado dossier escrito en un inglés correctísimo de Harvard. –Licenciado en Ingeniería Mecánica; Master en Ingeniería Aplicada y doctorado en Ingeniería Termonuclear. Realizó un curso de piloto de cazas por correspondencia y tiene más de 3000 horas de vuelo en simuladores variados. Tiene el record mundial en el popular juego “Invasores del Espacio”…durante tres años consecutivos… -¿Qué me está contando Stonino?- objetó Engelhart, que en inglés suena algo así como “What are you talking about?”. -Es el único candidato lo suficientemente preparado como para hacer frente a esta misión-, añadió su subordinado en el mismo idioma originario del noroeste de Europa. -Vamos a ver Stonino… Al… ¡es un elefante!-. Ahora Engelhart casi gritaba, por supuesto, en inglés. -El artículo 231, sección 27, punto 4 de las normas de la organización establece la igualdad de oportunidades sin distinción de religión, raza, nacionalidad, orientación sexual o especie animal-, explicó Stonino aunque, dicho en inglés, suena mucho mas corto. -¿En serio?-, preguntó Engelhart en un tono de sorpresa eminentemente inglés. -Oponerse a su participación en la misión constituiría una flagrante violación de las normas. Sin contar con la oleada de reclamaciones que tendríamos que capear por parte de las asociaciones de protección de los derechos de los animales-, declaró Stonino en su académico inglés. Entonces Engelhart se quedó mudo y eso no es necesario traducirlo porque, curiosamente, los silencios son los mismos en todas las lenguas.

Un elefante en la NASA

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Relato de fantasia

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Un elefante en la NASA

-Pero, ¿cómo se les ha ocurrido contratar a Al para esta misión?- se preguntaba Steve Engelhart, Director de Proyectos de la Agencia Espacial y Aeronáutica Nacional de los Estados Unidos de América, más conocida como la NASA. Eso sí, se lo preguntaba en inglés, claro.

-Con todo respeto, es el más preparado-, le contestó Vic Stonino, el Subdirector de Proyectos de la Nasa, también en inglés.

-No puedo creerlo-, espetó Engelhart contrariado, que en inglés impone mucho.-Se lo aseguro-, intervino Stonino pasando a su jefe un abultado dossier escrito en un

inglés correctísimo de Harvard. –Licenciado en Ingeniería Mecánica; Master en Ingeniería Aplicada y doctorado en Ingeniería Termonuclear. Realizó un curso de piloto de cazas por correspondencia y tiene más de 3000 horas de vuelo en simuladores variados. Tiene el record mundial en el popular juego “Invasores del Espacio”…durante tres años consecutivos…

-¿Qué me está contando Stonino?- objetó Engelhart, que en inglés suena algo así como “What are you talking about?”.

-Es el único candidato lo suficientemente preparado como para hacer frente a esta misión-, añadió su subordinado en el mismo idioma originario del noroeste de Europa.

-Vamos a ver Stonino… Al… ¡es un elefante!-. Ahora Engelhart casi gritaba, por supuesto, en inglés.

-El artículo 231, sección 27, punto 4 de las normas de la organización establece la igualdad de oportunidades sin distinción de religión, raza, nacionalidad, orientación sexual o especie animal-, explicó Stonino aunque, dicho en inglés, suena mucho mas corto.

-¿En serio?-, preguntó Engelhart en un tono de sorpresa eminentemente inglés.-Oponerse a su participación en la misión constituiría una flagrante violación de las

normas. Sin contar con la oleada de reclamaciones que tendríamos que capear por parte de las asociaciones de protección de los derechos de los animales-, declaró Stonino en su académico inglés.

Entonces Engelhart se quedó mudo y eso no es necesario traducirlo porque, curiosamente, los silencios son los mismos en todas las lenguas.

El cansado Director de Proyectos pensó, y mucho, en inglés y no tuvo más remedio que llegar a la conclusión más lógica que se apresuró a compartir con su subordinado. –Total, los elefantes también flotan en el espacio-.