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Una hermosa mañana de primavera…

[NAHIDA] Cuando las flores se despertaban en la verde pradera y los pájaros comenzaban

su alegre canto al amanecer, [YOLANDA] apareció el viejo lobo del bosque, que aunque

ya mayor, se conservaba muy bien, pues estaba fuerte y musculoso debido a su dieta

vegetariana y a sus clases de yoga.

[LAURA] Estaba dando su paseo matutino alrededor del bosque y cuando llegó a la

pradera se encontró a un pequeño cordero. ¡Qué extraño! Un cordero por aquí, siempre

están al otro lado del bosque, pensó el lobo. Y encaminó sus pasos hacia el cordero.

[MARIO] El cordero se había perdido cuando estaba jugando y sin darse cuenta estaba en

la pradera. Allí había pasado la noche observando las estrellas y viendo la luna llena. Era

un cordero pequeño, blanco y hermoso, de rasgos amables y muy guapo, aunque algo

despistado.

[NOELIA] Cuando el pequeño cordero vio al viejo lobo se asustó mucho, tanto que no

podía dar un paso. Se quedó de pie esperando el terrible ataque del lobo. Pero el viejo

lobo, que de malo no tenía nada, lo tranquilizó con tiernas palabras para que no se

asustara: no te preocupes, no te voy a hacer nada, soy vegetariano, y aunque no lo fuera

no te haría nada porque no me gusta atacar a los animales indefensos.

[QUIQUE] El pequeño cordero se quedó más tranquilo al confiar en las tiernas palabras

del lobo y atendió las preguntas del viejo lobo, que le preguntó qué hacía por allí, pues le

extrañaba que estuviera tan lejos de los suyos.

[GABRIEL] El pequeño cordero se había perdido jugando al escondite con otros corderitos

cuando sus padres los dejaron mientras buscaban nuevos pastos para alimentarse.

Entonces, el mayor de los corderitos propuso jugar al escondite. Y todos los corderitos al

poco tiempo fueron a esconderse, y como era muy despistado se alejó y se alejó hasta

que llegó la noche y decidió pasarla en la pradera a la luz de la luna.

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[HAMZA] El viejo lobo, que hacía mucho tiempo que no jugaba con nadie, pues vivía en el

bosque sólo desde que lo soltaron los humanos que lo cazaron cuando era pequeño,

quería participar en el juego del escondite, por lo que quiso jugar con el pequeño cordero

igual que hacía cuando jugaba con los niños humanos con los que vivió en el pasado. Los

mismos que lo dejaron en libertad cuando se hicieron grandes humanos.

[PILAR] El viejo lobo se quedó contando hasta 100 y el pequeño cordero se fue corriendo

para esconderse. En su carrera encontró una cueva grande y se ocultó en lo más

profundo. Allí lo encontró el viejo lobo que sabía de su existencia, pero nunca había

entrado tanto. Entró y además de encontrar al pequeño cordero descubrió restos de un

colmillo enorme. Era un gran mamut que sacaron fuera de la cueva tras desenterrar entre

los dos todos los huesos que encontraron. Nunca habían visto un animal como aquel. ¡Qué

grande!

[PILAR Y NEREA] El corderito se cayó entre los enormes y afilados dientes del mamut. El

lobo lo rescató y viendo que no le había pasado nada se fueron en busca de nuevas

aventuras.

[SONIA Y OTHMAN] Yendo de camino a casa se encontraron con una tímida cigüeña con

una herida en su pata derecha. Les contó cómo le había ocurrido en su viaje hacia al sur

para pasar el frío invierno.

[PAULA Y CRISTINA] Todo ocurrió una noche oscura en la que soplaba un fuerte viento

que la hizo arrastrarse kilómetros y kilómetros por el aire hasta chocarse contra un chopo.

[MANUEL Y MOUNIER] Entre las ramas del chopo había un nido dónde vivía un cuervo. Su

plumaje era negro como la oscuridad de la noche. Tenía muy mal genio cuando lo

despertaban. Así que cuando se chocó la cigüeña contra su nido, oyó un ruido terrible. Su

nido se movió de un lado a otro.

[MIGUEL Y JUDITH] Salió muy enfadado, chillando, pero… cuando vio a aquella hermosa

cigüeña quedó enamorado al instante. Sin embargo, la cigüeña se asustó y salió

corriendo.

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[DANIEL Y RAQUEL] Ésta fue la historia que les contó la cigüeña al corderito y al lobo que

la escucharon atentamente. De pronto, escucharon el llanto de un zorrito. No sabían de

dónde venía aquel llanto. Se adentraron en el bosque y encontraron detrás de un arbusto

a un pequeño zorro llorando.

[LAILA Y SONIA] Estaba enganchado en las zarzas y no podía salir. Lloraba cada vez más

fuerte y nadie podía consolarlo. Hasta que llegó el viejo lobo que era muy astuto y entre

todos lo sacaron sano y salvo. ¡Formaron un gran equipo!

[HOSSAM Y ESTEBAN ] Se hizo de noche y se quedaron a dormir en el bosque oscuro con

el cielo lleno de estrellas.

[IOANA Y ABDERRAHMAN] De repente pasó un toro y les despertó a todos. Todos miraron

al toro asustados y el toro dijo: No os asustéis, soy el guardián del bosque, vengo a

buscar al cordero desde la otra pradera para llevarlo a casa.

[SERGIO Y OUSSAMA] Esperaremos hasta mañana porque ahora esta todo muy oscuro,

dijo el cordero. A la mañana siguiente todos acompañaron al cordero a su pradera. De

camino se encontraron a un sapo verde con manchas blancas. El sapo les dijo: Hola,

buenos días ¿dónde vais? Y le contestaron: Vamos a la pradera a llevar el cordero. Y la

rana dijo: Seguidme que conozco el bosque y os guiaré.

[ELENA Y SHEILA] Llegaron a la pradera y todos juntos se quedaron a cenar. En la cena

apareció el cuervo volando porque extrañaba a la cigüeña. El cuervo le dijo: Cigüeña, ¿te

quieres casar conmigo? La cigüeña estaba nerviosa y después de pensárselo mucho le dijo

que sí, y al cabo de unos días se casaron.

[AITANA Y NURIA] El día de la boda fueron todos lo amigos de la cigüeña: el cordero, el

zorro, el lobo, el toro, la rana. Jugaron todos juntos al escondite, pero esta vez sin

perderse. Entre todos prepararon una tarta gigante y muy dulce.

Y colorín colorado esta tarta se la han tragado.