Espacio donde está prohibido no tocar.

Un lugar para aprender y jugar

Nunca parece atractiva la idea de concurrir a un museo

en época de verano, donde una pileta o un club siempre son

las mejores opciones. Es por eso que, la Fundación Museo

Participativo de Ciencias, desde 1988, ofrece una propuesta

diferente para que niños y adultos disfruten de numerosas

experiencias interactivas sobre ciencia y tecnología durante

todo el año, el llamado Museo Prohibido No Tocar, un espacio

ubicado en el Centro Cultural Recoleta, en el barrio

homónimo. Es apto para gente curiosa de 4 a 100 años…

Prohibido No Tocar es un sitio interactivo que propone

una forma de ¨aprender jugando¨, un espacio donde niños y

adultos entiendan por qué suceden las cosas haciéndolas

suceder. El museo cuenta con más de 250 experimentos, en los

que, además de hablar con ciber-robots y, fabricar olas y

tornados, podrán armar circuitos eléctricos, proyectar

sombras de colores, ponerles los pelos de punta, conocer sus

rangos de audición, comunicarse a distancia sin cables, jugar

al pool en una mesa muy especial, hacer un viaje desde los

confines del universo hasta la composición de las células,

levitar como un verdadero mago, jugar con fibras ópticas y

rayos láser… En fin, van a aprender ciencias de la manera

más divertida.

El establecimiento se encuentra abierto todo el año. El

horario del mismo varía según la estación del año. En

vacaciones de verano, se puede asistir de martes a domingo

de 15.30 a 19.30. La entrada al museo para los menores de 4

años es gratuita y para los mayores a esa edad cuesta $100

ya que la Fundación Museo Participativo de Ciencias, mantiene

y desarrolla sus actividades sin fines de lucro, gracias al

aporte de la entrada, la cual se podrá pagar en efectivo o

con tarjeta, conforme la comodidad del cliente. Al pagar el

pase a Prohibido No Tocar, tienen la posibilidad de salir y

volver a entrar la cantidad de veces que deseen, siempre y

cuando se respete el horario y el día. También, al comenzar

el recorrido, se les brinda un folleto con la explicación de

las salas y un número de la revista Planetario. Se requiere

un tiempo mínimo de dos horas para efectuar la visita

completa.

Cada uno de los juegos que ofrece el museo, se

encuentran distribuidos en 10 salas de diferentes temáticas

ubicadas en 2 niveles distintos. En el primer nivel podemos

encontrar las 3 primeras salas: Percepción Visual, una sala

donde se observan fenómenos como ilusiones ópticas

relacionadas con el color y el movimiento, figuras

imposibles, imágenes contradictorias, etc. Continúa la sala

de Mecánica, donde se efectúan un conjunto de exhibiciones

que tratan las principales leyes y principios que rigen el

mundo mecánico. Algunas concuerdan con el sentido común del

observador, y otras desafían al mismo y logran despertar la

curiosidad del visitante. Y, por último, la sala de Tech, un

espacio donde podrán entender y conocer distintas

tecnologías, así como también, comprender lo último en

comunicaciones a distancia: radares, GPS, Wi-fi, satélites,

etc.

En el segundo piso, se pueden encontrar las 7 salas

restantes. En primer lugar,

podrán visitar el espacio de

Arte donde aprenderán sobre

su historia, diferentes

materiales, técnicas,

colores, perspectivas, y los

distintos movimientos

artísticos. Continúa con la

sala llamada Y se hizo la luz

que introduce a los

visitantes en el complejo

mundo de la luz, los

instrumentos ópticos como

las cámaras y sus lentes, y el sentido de la vista. Luego,

está el salón de No sigas la corriente que muestra las leyes

de la electricidad y que les hace poner ¨los pelos de punta¨

a los observadores. Otra de las salas es Música, ondas y

La sala en donde las matemáticas no son odiadas por los chicos.

sonido donde experimentarán desde la programación de los

sonidos hasta la visualización de los mismos. Uno de los

últimos espacios del recorrido es Fuerzas de la naturaleza,

allí se observarán fenómenos naturales que afectan al clima

y a nuestras vidas como el viento, el agua, las tormentas,

entre otros. El anteúltimo salón del museo es No me mates

matemática que los invita a conocer las matemáticas desde

otro lado, con aplicaciones concretas en la vida cotidiana.

Y, finalmente, el museo ofrece la última sala del recorrido,

el Auditorio, donde se presentan atractivas demostraciones,

entre las que se destacan el Generador de Estática y

exposiciones con Gases Líquidos y de Química.

Las diferentes actividades que ofrece “Prohibido No

Tocar” fomentan el descubrimiento y funcionan al ritmo que

requiere cada persona. Asimismo, en cada uno de los salones,

hay guías que ayudan a los visitantes a interactuar con los

distintos experimentos en caso de no entender la consigna o

la explicación que aparece al lado de cada una de las

actividades, o por el simple hecho de no poder ejecutar la

tarea.

Prohibido No Tocar, cuenta con ascensores para que las

personas discapacitadas

puedan disfrutar del

establecimiento, de todas

sus salas y todos los

juegos que las mismas

contienen. Aunque, hay

algunas actividades que

lamentablemente no podrán

realizar por una cuestión

de seguridad, tienen la oportunidad de ver cómo funcionan.

Es un lugar amplio y los espacios que hay entre las

atracciones también lo son, brindando una comodidad extra

para estos casos.

El museo cumple con el objetivo de

despertar la curiosidad de todas las

personas que concurren al mismo, y

utilizarla como motivación para la

construcción de conocimientos. Pone

al alcance de los visitantes todas

las herramientas para comprender por

qué ocurren ciertos fenómenos, desde

la experiencia propia. Es un

excelente espacio que puede

disfrutarse en familia, al ser una

Padre e hija participan de una actividad en la sala de ¨Música, ondas y sonido¨.

Personas con discapacidades motrices disfrutan de las actividades de la sala.

opción interesante y diferente dentro de las alternativas

posibles a realizarse en la época veraniega.

Camila Cumbraos