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Una biografía inédita
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JOSÉ VILLANUEVA Y ARÉVALO
MINISTRO DEL CONSEJO DE CASTILLA
Marcos Mayorga Noval 2012
ÍNDICE
INTRODUCIÓN
CAPITULO I.- Linaje, orígenes y la etapa universitaria.
CAPITULO II.- Actitud heroica frente a los franceses
CAPITULO III.- Juez en la ciudad de Sevilla
CAPITULO IV.- Alcalde mayor de Misamis, Islas Filipinas.
CAPÍTULO V.- Alcalde mayor de la provincia de Tondo. Filipinas
DOCUMENTOS
EPÍLOGO
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCIÓN
De la Historia del siglo XIX español y de sus protagonistas queda mucho por descubrir. No
es la primera vez que en mis estudios he leído nombres de personajes de los que nada se ha escrito
y tan solo, figuran en documentos de referencia en los libros, bien porque sirvieron como testigos
de algún determinado evento relevante o simplemente porque coincidieron en el tiempo con otros
renombrados por todos conocidos, permanecen en el anonimato.
Este es el caso de uno de estos personajes que a pesar de su preparación, de su brillante
carrera como Magistrado y tener cargos relevantes de la Corona, siendo ministro del la Reina
Gobernadora María Cristina y autoridad relevante al haber sido nombrado Alcalde Mayor de una de
las provincias de las Islas Filipinas, Misamis en tiempos de Isabel II, a penas se conoce algún retazo
de su vida.
Con motivo de una de las visitas veraniegas, efectuadas en el año de 2009 al pueblo
granadino de Güejar - Sierra, con mi anfitriona Carmen, fuimos a hacer una visita a la casa de una
de sus primas, Antoñita; en la sala principal de la vivienda colgaba, en una de sus paredes, la
pintura de un personaje que a juzgar por su estado, era de antigüedad manifiesta. Efectivamente un
personaje que perpetuaba su estampa y nombre entre los güejareños, con la leyenda en la parte
inferior de la pintura.
.Desde luego algún parentesco, a decir de ella misma, tenía que tener con la dueña de la casa
Dª. Antonia Pérez Moreno, cuyo esposo D. Rafael Rodríguez Cantos había fallecido hacía unos
años, veterinario, natural de Palma del Río, Córdoba, sin saber a ciencia cuales fueron los caminos
que recorrió esta pintura hasta llegar a los ascendientes más próximos a Antoñita.
Esta familia de Güejar tenía oído que se trataba de un ascendiente de D. Rafael, sea como
fuera tenía que ser por vía materna, puesto que no llevaba su apellido. Con estos datos iniciales
junto a su nombre y autoridad que la pintura anunciaba, comencé mis indagaciones .
Para confeccionar este trabajo he consultado en Archivo Histórico Nacional, Archivo de
Protocolos, Archivo histórico de Asuntos Exteriores, Archivo Instituto de Cooperación
Internacional, Biblioteca de la Armada, Archivo General de Palacio, Real Academia de la Historia,
Archivo General Militar de Madrid, Archivo Real Chancillería de Valladolid, Archivo Histórico del
Banco de España, Archivo Histórico de la Villa de Madrid, Archivo Histórico del Consejo de
Estado, BOE, Archivo Histórico de Barcelona, Biblioteca Municipal de Sevilla, así como en
Internet, a través de los portales de PARES y CCPB. También he cursado emails a distintos archivos
históricos de organismos oficiales tanto de España como de Cuba y Filipinas que de algún modo
tuvieron relación con nuestro biografiado. He recavado datos en distintas Reales Sociedades
Económicas del País, en la de Sevilla, Bascongada (sic), Filipinas y Madrid, así como he rastreado
su paso por Madrid en los padrones de la Villa, tratando de averiguar su descendencia, pero el
resultado ha sido infructuoso.
A medida que iba adquiriendo datos, pude comprobar la escasa documentación que se ha
conservado. Con esta biografía se saca a la luz su impronta histórica, en aquellos agitados 70 años
del Siglo XIX. Su nombre, no figura en la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana de
Espasa Calpe, en la Historia de España de Ramón Menéndez Pidal, ni en la Gran Enciclopedia
Catalana, donde sin duda, debía figurar por derecho propio y motivos que paso a relatar.
“ESCMO. E ILMO. SÑR. D. JOSÉ DE VILLANUEVA Y ARÉVALO, MINISTRO QUÉ FUE DEL EXTINGUIDO CONSEJO DE CASTILLA DEL SUPREMO TRAL DE ESPAÑA E INDIAS.”
CAPITULO I.- Linaje, orígenes y la etapa universitaria.
Don. José Villanueva y Arévalo, nació en Cartagena de Indias, el 19 de septiembre de 1781,
siendo bautizado en la Iglesia Catedral el 23 del mismo mes, con los nombres de Josef Francisco
Xavier Antonio de las Mercedes. Fueron sus padres D. Pedro Tomas de Villanueva y Berrueco que
nació en Cartagena de Indias y Dª Juana Paula Arévalo y Vera también de Cartagena de Indias, los
cuales tuvieron otros hijos, pues en noviembre de 1801 deseando José Villanueva “graduarse antes para
restituirse a su casa y poder ayudar a sus muchos hermanos y especialmente a sus Padres, ancianos quienes
con motivo de las guerras han experimentado barios atrasos a través de cuia razón se halla escaso de medios
para su subsistencia en aquella ciudad...” 1
Fueron sus Abuelos Paternos: D. Josef
de Villanueva Bustillo,2 natural de Gordejuela,
Encartación del Señorío de Vizcaya y Dª Toribia
Berrueco Samaniego, nacida en Santa Cruz de
Mompox. Los abuelos maternos: el Mariscal de
Campo Ingeniero Director de las Fortificaciones
de la Plaza de Cartagena en el siglo XVIII, D.
Antonio Arévalo y Esteban, nacido en el pueblo
de Ávila, Martín Muñoz, España, hacia 1715,
falleció el 9 de abril de 1800, a los 85 años en
Cartagena de Indias, donde estuvo cincuenta
años de servicio, llegando a ser Teniente
General de los Ejércitos de S.M., hijo a su vez de Don Manuel de Arévalo y del Río, natural de la villa de
Arévalo y de Doña Manuela Esteban y Montes, natural del mismo lugar. Casado con Dª Maria Teresa de
Vera y Gaviria, natural de Cartagena de Indias, hija de Diego Domingo de Vera González natural de Cuenca,
España y de Manuela Gaviria, natural de Cartgena de Indias.
Los abuelos paternos se dedicaron al comercio y se asentaron en Veracruz, haciendo transacciones
1 Del Expediente universitario. AHN. Universidades 507, Exp. 136. Existen varios documentos en sus expediente de laUniversidad de Alcalá que corresponden a los años: 1797,98,99, 1801,02,03,04,05, entre ellos algunas instancias con sufirma.2 Fue bautizado en la iglesia de San Esteban Protomártir, bien el 15 de diciembre de 1716 o el 23 de julio de 1721,
puesto que figuran con elmismono0mbre y apellidos en dos ocasiones
entre este puerto y la Península en el puerto de Cádiz, a la par ejercieron cierto control administrativo
municipal en el Ayuntamiento de Xalapa. Felipe de Villanueva y Larraondo, que residía en Cádiz en 1729,
embarca en este puerto el 5 de agosto como cargador tan sólo contando 18 años, y desembarcar en Caracas
con el fin de “ pasar a cobro a diferentes mercancías que de su cuenta tiene cargadas”. 3
Su linaje por vía de varón procede del lugar de Gordejuela, pueblo de Vizcaya de la comarca de las
Encartaciones. Martín Villanueva en el siglo XVI, casó con Juana de Mendibil, a una hija la dieron el
nombre de Francisca de Villanueva y Mendibil. En 1588, Domingo de Villanueva, según el padrón
municipal de Gordexola era dueño de la llamada Torre de Zubiete. En el año 1606, en ella
contrajeron matrimonio María de Villanueva Urtusaustegui, hija de Domingo y Ursula, y Sancho de
Palacio Urtusuastegui que fueron los que construyeron el palacio adosado a la torre de Zubiete,
cuya hija Ursula casó con Pedro González de Urtusaustegui.
Del expediente nº. 2635, aprobado en 22 de diciembre de 1772 de ingreso en la Real Orden de Carlos
III, sabemos que de Gordejuela era Domingo Villanueva y Larraondo - de Santa Marína y Villamonte
bautizado el 22 de julio de 1719. Canónigo de la catedral de Cádiz. Teniente Vicario General de los reales
Ejércitos de Mar y Tierra. Caballero de la Real Orden de Carlos III por decreto de 2 de septiembre de 1772.
Fueron sus padres: Antonio de Villanueva y Santa Marina, vizcaíno originario natural de Gordejuela y Josefa
Larraondo y Villamonte natural de Gueües. (hija de José de Larraondo y Tomasa de Villamonte). Abuelo
paterno: Felipe de Villanueva y García de Rodaiga, bautizado en la parroquia de San Juan del Molinar de
Gordejuela el 28 de Abril de 1662, donde fue Mayordomo en 1689. Regidor en 1697 y 1699 y Alcalde en
1713. Contrajo matrimonio en Gordejuela el 1 de Junio de 1687 con Catalina Santa Marina y Castaños,
bautizada en San Juan del Molinar el 28 de Noviembre de 1686 (hija de José de Santa Marina, bautizado en
San Juan del Molinar el 7 de Marzo de 1638, y de Catalina Castaños). Bisabuelo paterno fue Antonio de
Villanueva y Aspura, bautizado en la parroquia de San Juan del Molinar de Gordejuela el 26 de Enero de
1625 que casó en Gordejuela con Josefa García de Rodaiga y Lanzagorta, bautizada en San Juan del Molinar
el 20 de agosto de 1618 (hija de Cosme García de Rodaiga y de María Lanzagorta. Fue su segundo bisabuelo
3 Eliseo López, Jose. Emigración desde la España peninsular a Venezuela. 5479, Nº25. Caracas, Los Teques. 1999
paterno Pedro de Villanueva natural de Molinar y María Aspura.
También de la casa solar del Valle de Gordejuela fue Domingo de Villanueva, que contrajo
matrimonio con Francisca de Berascola. De esta unión nació: Miguel de Villanueva y Berascola
que casó con Catalina Villanueva y Bárcena (hija de Pedro de Villanueva y de Catalina de Bárcena).
Fueron los padres de Miguel de Villanueva y Villanueva, bautizado en Gordejuela el 24 de
Noviembre de 1624, casando con Asensia Adaño Presa.
De este matrimonio nació: Juan de Villanueva y Adaño, bautizado en Gordejuela el 17 de
Marzo de 1658, donde casó con Ángela de Izaguirre y Madariaga (hija de Simón de Izaguirre y de
María de Madariaga). Fueron los padres de José de Villanueva e Izaguirre, bautizado en Gordejuela
el13 de Diciembre de 1681, contrayendo matrimonio con Antonia de Villar y de la Torre (hija de
Pedro de Villar y de Francisca de la Torre). Un Josef de Villanueva aparece como Alcalde de la
Santa Hermandad en 23 de agosto de 1671del sector de Azcoitia, cuando se solicitaba el derecho a
sitio como tal en la iglesia de santa María de San Sebastian.4
Fue su hijo José de Villanueva y Villar, bautizado en Gordejuela el 5 de Mayo de 1709, que
casó con Ana María de Llano y Valle, natural de Arceniega en Álava ( hija de Esteban de Llano y de
María Antonia del Valle. Fueron los padres de Manuel Prudencio de Villanueva y Llano, nacido en
Arceniega el 26 de abril de 1756, y residente en Valmaseda, quien obtuvo reconocimiento de su
nobleza en la Villa de Bilbao en 8 de Noviembre de 1827.
De los Villanueva de Cartagena de Indias, Pedro Tomás de Villanueva y Berrueco, nacido en
esta ciudad, era hijo, como ya hemos dicho, de Don José de Villanueva y Bustillo y de Doña Toribia
Berrueco Samaniego, ésta natural de la villa de Santa Cruz Mompox.
4 Archivo Municipal de Bergara. Doc.Azcoita. Carta de Guipuzcoa sobre derecho a sitio..
Fue Don Pedro Alcalde Ordinario en 1787, En 1795, Secretario del santo Oficio de la
Inquisición con entrada y ejercicio en el Secreto e individuo del comercio de Cartagena de Indias.
Juana Paula de Arevalo y Vera, su madre, hija de Antonio de Arévalo y Esteban y María Teresa de
Vera y Gaviria, era natural también de Cartagena de Indias. Alguacil Mayor y Alcalde de Cartagena
de Indias en 1799. En 1810 formando parte como Teniente en la Junta Económica del Gobierno del
Real Tribunal del Consulado, vivía en la calle del Niño Perdido nº 22, en el barrio de la Merced
Berrueco.
Hijos de Pedro y Toribia y por tanto hermanos de José de Villanueva y Arévalo, de los que
fue, con muchas posibilidades el primogénito, fueron:
1.- Don Manuel Dionisio Josef Francisco Xavier de Villanueva y Arévalo, nacido en
Cartagena de Indias el 18 de octubre de 1788, y bautizado en la Parroquia de la Catedral el 19 de
octubre de 1788. Fueron sus padrinos: sus abuelos maternos Don Antonio de Arévalo y Esteban y
Doña María Teresa de Vera.
2.- Don Pedro José de Villanueva y Arévalo, nacido en Cartagena de Indias en 1789. Casado
con Doña María Encarnación Polo y Rodriguez, natural de Villanueva y vecina de Cartagena;
nacida en 1799, hija de Don Lorenzo Polo y de Doña María Leona Rodriguez. De esta unión
nacieron: A) Doña María de Jesús Francisca Javiera de Villanueva y Polo, en Cartagena de Indias y
bautizada en la Parroquia de la Catedral en 28 de febrero de 1830. fueron Padrinos: Don Fernando
de Pombo y su esposa Doña Josefa Latoison de Pombo. B) Don Pedro Tomás Francisco javier de
Villanueva y Polo, nacido en Cartagena el 16 de septiembre de 1835 y bautizado en la Parroquia de
la Catedral el 8 de Enero de 1836. fueron Padrinos: Don Antonio Miranda y Doña María de Jesús
Villanueva. C) Don Juan Martín Francisco Javier de Villanueva y Polo, nacido en Cartagena el 10
de Noviembre de 1839. Fueron Padrinos: Don Antonio Miranda y Doña María de Jesús Villanueva.
3.- Don Juan Josef Francisco Javier Villanueva y Arévalo, nacido el 8 de julio de 1790, y
bautizado en la Parroquia de la Catedral el 12 de Julio de 1790. Fueron padrinos: Don Antonio de
Arévalo y Esteban, Teniente general e Ingeniero Director de los Reales ejércitos. Don Juan Josef
dejó una fortuna de mas de un millón y medio. (ver Urueta, Libro V, folio 184). Casó con Doña
Francisca Antonia Cañarete. De esta unión nacieron: A) Doña Candelaria de Villanueva y Cañarete,
nacida en Cartagena y donde casó con Don Miguel Ambrosio de Bustos en la Parroquia de la
Catedral, el 4 de Abril de 1824, hijo de Don Juan de Bustos y Roldán, español, y de Doña Lucía
Gómez Macías, natural del pueblo de Turbaco. Don Miguel Ambrosio nació en Cartagena el 7 de
Diciembre de 1796. Con descendencia. B) Doña María Salvadora de Villanueva y Cañarete, nacida
en Cartagena, Casó en la misma ciudad con Don Juan de Pasco, hijo de Don José de Pasco y de
Doña Ana Petrona. Con descendencia.
4.- Doña María Teresa Josefa Baviera Villanueva y Arévalo, nació en Cartagena de Indias el
10 de Junio de 1793. Fueron padrinos el teniente general Ingeniero Militar Director de
Fortificaciones de la Plaza de Cartagena, Don Antonio de Arévalo y Esteban y Doña María Josefa
Fernandez Moure y Berrueco. Fue bautizada por Fray José María Pontón.
5.- Don Toribio Josef Ciriaco Francisco Javier Villanueva y Arévalo, nacido en Cartagena de
Indias el 18 de Junio de 1795 y bautizado en la Parroquia de la Catedral el 24 de Junio de
1795:Fuero padrinos: El Excmo. Sr. Antonio de Arévalo Mariscal de campo, su abuelo y su tía
Doña María Josefa Fernández Moure y Berrueco.
6.- Don Antonio Villanueva y Arévalo, nacido en Cartagena. de Indias.
7.- Doña Dolores Villanueva y de Arévalo, nacida en Cartagena de Indias.
8.-Doña Teresa Villanueva y de Arévalo, nacido en Cartagena de Indias.
9.- Doña Francisca Javiera Villanueva y Arévalo, nacida en Cartagena de Indias. Casó en la
misma ciudad con Don Manuel Carazo y Pomares, hijo de Don Juan Antonilo Carazo y Peña,
natural de Zaldua, Castilla la Vieja y de Doña Sebastiana Pomares natural de la isla de león, España.
Con descendencia.
10.- Don Sebastián José Javier Villanueva y Arévalo, nacido en Cartagena el 19 de Enero de
1799, y bautizado en la Parroquia de la Catedral el 25 de Enero de 1799. Padrinos: el Mariscal de
campo de los Reales ejércitos Don Antonio de Arévalo y Doña María Josefa Fernandez Moure y
Berrueco, su tía.
Aún haber pertenecido a los Villanueva, la torre palacio de Zubiete en Gordejuela, luce las
armas de Palacios y Urtusuastegui, apellidos vinculados por parentesco directo. Entre los expertos
en heráldica no hay un criterio unificado con respecto a las Armas que traían los Villanueva de
Gordejuela. Los del Valle de Gordejuela, originarios de la casa de los de Oviedo, según Miguel de
Salazar, traen por Armas: escudo partido. 1º.- En campo de azur, una banda, acompañada de cuatro
panelas de plata puestas en faja, dos en jefe y dos en punta, y 2º.- En campo de gules, un castillo de
plata, y a su puerta abierta un hombre armado, puesto de frente. Para G. Garraffa, en su obra “El
Solar Vasco Navarro” T. VI: las Armas de Villanueva de Tierra Cixa y Gordejuela son: 1º y 4º de
gules, con galgo de plata; 2º y 3º de oro con un pájaro en sable. Los de Vizcaya: de gules una villa
murada de plata. Divisa Ave María.
José de Villanueva y Arévalo, estudio abogacía en la Universidad de Alcalá, así lo atestigua
el dossier o expediente abierto para que se le conmutasen dos años de práctica por el Derecho patrio
que le faltaba, declarando tener los diez años de estudio para el ejercicio de abogado.
“Como regente que soy de la Cathedra de Derecho Patrio en esta Real
Universidad. Certifico y en caso necesario juro que el Doctor Dn. José Villanueva
y Arévalo., natural de Cartagena de Indias Diócesis ejurdem, ha asistido con
aprovechamiento y ganado el Curso que principió en diez y ocho de Octubre del
año pasado de mil ochocientos y cuatro y finaliza en veinte y quatro de Junio del
de la fecha; y para que conste doy esta que es mi firma en Alcalá de Henares a 1º
de Junio de mil ochocientos cinco. Firma: Dor. Dn. Damian Alcocer.”
“Licenciado Dn. Andrés Retamar y García, Abogado de los Rls.
Consejos y titular de la Ciudad de Alcalá de Henares con estudio abierto en ella.
Certifico y juro caso necesario que el Doctor Dn. José Villanueva y
Arévalo, natural de la ciudad de Cartagena de Indias Diócesis ejurdem, ha asistido
a este mi estudio con puntualidad y aprovechamiento en la jurisprudencia práctica
desde doce de junio de 1800 hasta fines de agosto de 1802 y para que conste doy la
presente que firmo en la referida Ciudad a diez y ocho de septiembre de 1805.
Firma: Lic. Dn. Andres Retamar y Garcia.”
En Junio de 1804 era graduado Doctor en la Real Universidad de Alcalá de Henares. En
1807 tomaba razón de la validación hecha, como consta igualmente en este expediente.
“ Por Carta de pago dada en 27 de Marzo último [..] consta haber recibido de Dn.
José Villanueva y Arévalo Doctor en la facultad de Cánones por la Universidad de
Alcalá Dos mil doscientos cinquenta mrs [..] por habérsele concedido licencia para
exercer la Abogacía en la forma ordinaria, y para que conste doy esta certificación
en Madrid a catorce de Abril de 1807. Por Ocupación del Contador General.
Firma: Manuel Alvarez Saleces.. 5
5 Las tres citas: A.H.N.FONDOS CONTEMPORÁNEOS.MINISTERIO DE JUSTICIA. JUECES Y MAGISTRADOS.EXP. 4859/10265, y en CONSEJOS,12165.EXP.16.
En el Libro de Actos y Grados y Posesiones de Cátedras de la Universidad de Alcalá, en los
asientos correspondiente a la facultad de Cánones, al folio 100 figura en latín, su licenciatura en el
Grado de Doctor. 6
Por el “Calendario Manual y Guía de Forasteros de Madrid”, podemos seguir parte de su
trayectoria profesional y así en 1808, se encontraba como Ministro del Crimen en la Real Audiencia
de Cataluña con residencia en Barcelona, en los inicios de la invasión francesa.
CAPITULO II.- Actitud heroica frente a los franceses
Desde el mismo momento que inicié mis investigaciones comencé a saber que aquel
hombre había sido un hombre íntegro con un gran sentido del honor y de la lealtad. Y digo esto
porque, en los primeros tiempos de aquella invasión, su comportamiento como español fue
ejemplar, respondiendo con dignidad en aquellos momentos críticos.
Este capítulo de su historia, en los albores de la invasión francesa, merece por tanto un trato
especial, en el momento que Jose Villanueva y Arévalo formaba parte de la Audiencia de Cataluña,
en calidad de alcalde del crimen y de la Junta formada posteriormente.
El general francés Duhesme, entraba en la ciudad condal en 13 de febrero de 1808 al mando
de una División del ejército de Napoleón. La Audiencia de Cataluña estaba formada a la sazón por
el regente D. Francisco Javier de Olea y Carrasco, por los Oidores Jaime Álvarez de Mendieta,
Andrés López de Frías, José María Vaca de Guzmán, Antonio Francisco de Tudó, José Soler del
Olmo, Manuel Epifanio de Fortuny, Manuel de Marchamalo, José María Fernandez de Córdoba,
Jose Francisco Masdevll y Pedro Pablo Beltrán, mas diez alcaldes del crimen, Isidro Lasauca,
Domingo Dueñas y Castro, Jose Joaquin de Ortíz y Galvez y José Villanueva y Arévalo. José de
Medinabeytia era el fiscal de lo civil y Manuel Gutierrez del Bustillo de lo criminal.Barcelona fue
sometida y la situación de las instituciones oficiales y por ende la de la Audiencia se encontraron, a
medida que pasaban los días, con mucha dificultades para cumplir con sus cometidos, debido a la
presión a que eran sometidas. Decidieron por tanto crear una Junta denominada de Subsistencias,
con el fin de salvar la situación, pero de nuevo sintieron sus miembros la presión del general
francés, dando lugar a frecuentes enfrentamientos. Éste, en cierta ocasión pidió a la Junta que le
entregara 60.000 duros, para el mantenimiento de sus tropas, pero Olea, al negarse a lo solicitado,
produjo las iras del general francés amenazándole con llevarlo al paredón. Duhesme, ante tal estado
de cosas, decidió seguir apretando las tuercas a las autoridades y para ello empleó diversas formas
de coacción, incluso rebajó los emolumentos a todo género de empleados, motivos para que diera
comienzo de manera paulatina el éxodo de los ciudadanos. Se llega al día 13 de septiembre cuando
6 A.H.N. Villanueva y Arévalo: Microfilm. Universidades. L 412,folio 100
definitivamente Duhesme toma el control total de la situación, produciendo entre la población una
huida masiva, entre ella lo hicieron varias autoridades de la Junta de Subsistencias, siendo
confiscados sus bienes por los franceses.
José Villanueva decidió quedarse en Barcelona. Su situación junto a la de los demás
autoridades que habían decidido esta postura, no era muy halagüeña. Habían sido convocado los
componentes de la Junta a la casa del
nuevo Capitán General Galcerán de
Villalba, en presencia del general
francés Duhesme, algunos no se
presentaron pues sospechaban que
Juan de Medinabeytia, a la sazón
presidente de aquella, abogaba por la
aceptación del juramento de fidelidad
a José Bonaparte, como
efectivamente así fue después de leer
el francés las órdenes que tenía al respecto, del general en jefe del VII ejército Saint Cyr.
Antes de finalizar la reunión el Capitán General ordenaba la presencia en el Palacio de la
Audiencia de todas las autoridades civiles y militares, a fin a tomar personalmente el citado
juramento.
Madinabeytia se despidió de la reunión advirtiendo que el no reconocía a la Junta Central y si a José
Bonaparte, a la vez que manifestaba que el que no jurase corría el peligro de quedarse sin empleo.
Es de imaginar la escena en casa del Capitán General.
La Real Audiencia de Cataluña se vio obligada a definirse, y los componentes comenzaron
a tomar posiciones ya que Madinabeytia se había decantado decididamente en favor de 1os
franceses, aunque ya sus compañeros de magistratura imaginaban tal postura. Sin embargo José
Villanueva y sus compañeros no estaban en la misma linea, aunque decidieron comparecer a la
convocatoria del día 9 .
Duhesme, se presentó al día siguiente de la reunión de nuevo en casa del Capitán General,
donde se encontraba reunida la Junta y por supuesto Villanueva, a los que manifestó la obligación
ineludible de asistir el día siguiente, 9, al juramento y que no se admitirían excusas alguna ni
siquiera por enfermedad, en tal caso serían tomados por sospechosos, sometidos a vigilancia y con
la consiguiente pérdida de autoridad. Además al Oidor decano, Jaime Álvarez de Mendieta, le
encargó que en sustitución del regente Olea, ausente de Barcelona, realizara la convocatoria general
a todos los empleados del Tribunal.
Duhesme una vez planteadas sus mandatos se ausentó de la casa del Capitán General
quedando José Villanueva y sus compañeros de Audiencia, decidiendo la postura a tomar durante la
ceremonia que se había de celebrar. Madinabeytia, mandaba mas que proponía que se recibiese a
Duhesme a la manera y forma que se acostumbra hacer con los presidentes del Tribunal, es decir,
1os capitanes generales. Aún a no estar de acuerdo se accedió a ello debido a las fatales
consecuencias que podían sobrevenir, el no someterse a las exigencias francesas.
El hecho de que el salón donde se debía celebrar el juramento no tuviese la suficiente
capacidad para acoger a todos los convocados, hizo que el decano de la junta plantease que se
realizase el procedimiento escrito, mediante un oficio de remisión. Duhesme aceptó, aunque el
juramento lo debían hacer los dependientes más allegados al Tribunal.
Álvarez de Mendieta citó en su casa aquella misma tarde a sus compañeros, allí estaba
Villanueva pero no Madinabeytia como era de suponer, dado su inclinación hacia los enemigos de
España; obrarían en consecuencia.
José Villanueva, sin duda su figura aparece en el grabado, el 9 de abril, junto a sus
compañeros de magistratura que no habían salido de Barcelona, se encontraban en la Audiencia
catalana, allí estaban también los dos que se encontraban enfermos Beltrán y Lasauca. Después de
llegar Dusheme y acompañarlo a la capilla del Tribunal y haberse postrado ante el ara, pasaron al
salón San Jorge. Se había ocultado el escudo de armas de Fernando VII y se había colocado un
retrato de José Bonaparte. La zona destinada al público estaba al completo y llena de expectación,
así como el numeroso gentío que no había podido entrar esperaban impacientes como se
desarrollarían los acontecimientos, al mismo tiempo que unidades del ejército francés intentaban
mantener los ánimos.
Llegado el acto solemne del juramento, en nombre de José Bonaparte abrió la ceremonia el
general Duhesme, después lo haría Madinabeytia y fue precisamente él quien se encargaría de
tomar juramento a los magistrados pronunciando: ¿Juráis fidelidad y obediencia a S.M. José
Napoleón primero Rey de las Españas, a las Leyes y a la Constitución?
El primero que lo debía realizar debía ser el Capitán General, presidente de la Audiencia,
Galcerán Villaba que no asistió al acto, pero si se leyó su negativa que había enviado por escrito.
De presente se negó al juramento José Villanueva y los demás magistrados y autoridades, si
exceptuamos a Madinabeytia, a Soler del Olmo y López de Frias que demostraron una gran
cobardía al aceptarlo. Rechazaron claramente el juramento, alegando que su religión, su honor y su
conciencia no le permitían prestarlo, produciéndose un desorden en la sala, cuando se oyeron estas
palabras.
El general Vergés presente en el acto les conminó dirigiéndose a ellos de forma violenta,
increpándoles con insultos y otras lisonjas, como que eran unos ignorantes, unos ilusos y más
fanáticos que los frailes. Medinabeytia quiso suavizar la situación, pues llegado su turno, hizo el
juramento con las siguientes palabras: “Yo por mi religión, por mi honor, por mi conciencia y por el
bien de mi Patria, juro fidelidad y obediencia al Emperador mi amo y a su hermano José Napoleón,
Rey de España y de las Indias, a las leyes y a la Constitución.”
Ni que decir tiene que Dusheme no iba a quedarse satisfecho de como se había desarrollado
aquella sesión. Dirigiéndose en francés a todos los que se habían negado a prestar el juramento, les
dijo que se marchasen a sus casas, al mismo tiempo que les decía que quedaban depuestos en sus
cargos y que estarían vigilados estrechamente por la policía al tratarse de personas sospechosas.
Añadió finalmente que no podían salir de sus domicilios y que les hacía responsables de la
tranquilidad pública.
Acto seguido, Madinabeytia tomó la palabra, traduciendo a su manera los dicho por
Dusheme: “Dice S.E. que V.V. quedan desde luego sin empleos, arrestados en sus casas hasta nueva
orden, como rebeldes, y que responderán con sus cabezas de la tranquilidad pública.”
Muchos de ellos no quedaron conformes con lo dicho tanto por Dusheme, como por
Madinabeytia, por lo que propusieron que se consultara al general Saint Cyr la resolución que se
había adoptado. El resultado fue nefasto ya que ordenó que Villanueva y sus compañeros fueran
trasladados presos al castillo de Montjuich. A la una y media de la tarde, a pesar de sus
reclamaciones, los diez magistrados que habían rechazado ser sometidos al yugo francés, Alvarez
de Mendieta, Vaca de Guzmim, Marchamalo, Fernández de Córdoba, Beltrán, Lasauca, Dueñas y
Castro, Ortiz y Galvez, Villanueva y Arévalo, y Gutiérrez del Bustillo, con una fuerte vigilancias,
fueron conducidos a presidio, junto al resto de autoridades detenidas, en el suelo pasquines con un
dibujo de un corazón donde se leía “Viva Fernando VII. Conde de Barcelona y muera el pirata
Napoleón”, revoloteaban a su paso.
Tan heroico ejemplo de fidelidad se “ ha manifestado en las palabras y expresiones que
dirigían a los augustos presos, a pesar de las bayonetas francesas que los rodeaban, y que a su
despecho debían oír, sin poder evitarlas, porque salían de las bocas calles, de las esquinas, tiendas ,
balcones y ventanas: Todo estaba atestado de gente que deseaban ver a estos verdaderos españoles:
hasta los mismos enemigos lo han confesado pues, un oficial italiano que esta al servicio de los
franceses al ver la majestuosa serenidad con que nuestros magistrados iban a Montjuich, ha dicho en
la rambla: questo si che é gloria, questo si che e fideltá” 7
¿En prueba de agradecimiento ? Duhesme en el mismo acto nombra a Juan de Madinabeytia
regente interino de la Audiencia, y a Soler del Olmo y López de Frias, como representantes del
Tribunal, mientras se nombraba a otros magistrados. Los traidores no tardaron en dirigirse a la
residencia de Saint-Cyr para darle las gracias por el nombramiento y ponerse a su disposición.
Para Villanueva iba a ser el comienzo de un calvario que iba a durar lago más de un año,
llena de privaciones, entre Montjuish y la Ciudadela. “El peor momento se produjo a raíz de la
conspiración de mayo, que preparó el levantamiento de Barcelona para la noche del 11 al 12. Como
consecuencia, fracasado el intento y detenidos muchos de los implicados, el día 14, tres de los
magistrados, el oidor Pedro Pablo Beltrán y los alcaldes del crimen José Joaquín Ortíz y José
Villanueva, fueron separados de sus compañeros y aislados en celdas individuales, sin luz ni
mobiliario alguno, donde fueron interrogados una y otra vez sin descanso, recurriendo tanto a los
métodos suaves, ofreciéndoles incluso altos cargos en la administración, como a la amenaza de
muerte.
En esta situación permanecieron diez y ocho días, hasta que por fin, al no poder imputarles
responsabilidad alguna en la fracasada conspiración, termino su aislamiento y pudieron reunirse con
7 Barcelona Cautiva. Pág 257.
sus compañeros para seguir en prisión. Dice Pérez Samper que “de los tres magistrados que
padecieron esta prueba, al menos, de dos de ellos Ortíz y Villanueva, sus biografías apuntan de
significación liberal.”
Por ultimo fue deportado a Francia al castillo de Perpiñán, En Francia, con el fin de que les
dejaran en libertad, aceptaron el juramento. No tenía otra finalidad que la de pasarse a las filas
nacionales puesto que no tardó mucho tiempo en incorporarse, a los que luchaban contra los
franceses.8
El año 1809, lo pasó encerrado en prisión cautivo de los franceses.
En 1810 después de salir de prisión del castillo de Perpiñán donde estuvo hasta el 6 de
marzo, llegando con los demás magistrados liberados a Barcelona el 16 del mismo mes, donde se le
siguió sometiendo a una estrecha vigilancia, a sabiendas que habían jurado en falso y por lo tanto
carecía de autenticidad. Efectivamente poco tiempo después lograron todos ellos eludir la vigilancia
y pasar a la zona libre. Parece ser que lo hicieron por mar, incorporándose a las fuerzas españolas en
la lucha contra el francés.
Esta es la lista de los gloriosos presos conducidos a Montjuch, por no querer jurar fidelidad
a Joseph Napoleón:
Oidores: Don Jayme Álvarez de Mendieta, Decano; Don Joseph María Baca de Guzmán;
Don Manuel de Marchamalo; Don Joseph María Fernandez de Córdoba; Don Pedro Pablo Beltrán.
Alcaldes del Crimen: Don Isidro Lasauca; Don Domingo Dueñas y Castro; Don Joseph
Joaquin Ortíz y Gálvez; Don Joseph Villanueva y Arévalo; Don Manuel Giutierrez de Bustillo,
Fiscal.
Relatores: Don Jayme Parera; Don Vicente Espeso e Iñigo;
Escribanos de Cámara: Don Francisco Ribas; Don Antonio Garimón; Don Manuel Pons;
Procuradores de Número: Don Joseph Boix; Don Gabriel Canals. Priores.
Notarios públicos de Número: Don Antonio Comellas, Don Mariano Llovet. Priores.
Del Ilustre Ayuntamiento Regidores: Don Joseph Antonio Martí; Don Bernardo Bransi.
De la Real Hacienda: Don Pedro Joseph de Azanza, Tesorero general: Don Juan Felipe de
Asaguirre, Contador principal del Ejército.
Poco tiempo después, Villanueva fue nombrado por la Junta Central miembro del Consejo y
Tribunal Supremo de España e Indias, creado el 25 de junio de 1809. Consejo que duraría poco más
de un año pues se disuelve el 21 de septiembre de 1810.
CAPITULO III.- Juez en la ciudad de Sevilla
8 En el ARCHIVO GRÁFICO DEL INSTITUTO MUNICIPAL DE HISTORIA DE LA CIUDAD. BARCELONA, seencuentran ilustraciones de época como la titulada: “Heroísmo de las autoridades de Barcelona el 9 de abril de 1809” deFontanals, una estampa grabada en 1815 a partir del dibujo del valenciano Antonio Rodriguez. Una pintura recoge lasalida del palacio de estas autoridades con una fuerte escolta francesa.
Con toda probabilidad después del enlace matrimonial los esposos residieran en Sevilla.
En 1812, siendo Oidor o Magistrado de la Real Audiencia en la Aduana de Sevilla, a la edad de 31
años, pidió licencia para contraer matrimonio( D-3) con Inés Muñiz Bouvier.9 La licencia para
contraer matrimonio tiene fecha de Cádiz a 7 de febrero de este año. 10
En 1813, se encontraba en la Audiencia de Sevilla como Fiscal.
En 1817, En la Audiencia de Sevilla, Sala 2ª de lo Civil. En 1820, el día 9 de Marzo,
Fernando VII jura la Constitución de 1812, ante la Junta Provisional compuesta por personas de la
confianza del pueblo. Tres días más tarde suprimiría los Consejos y restablecía el Supremo Tribunal
de Justicia, nombrando a cincuenta Consejeros entre ellos a José Villnueva y Arévalo.11
En 1821, 21 de Junio, es elegido por al Rey para ocupar una vacante de
Magistrados en propiedad en la Audiencia Territorial de Sevilla, a propuesta del Consejo de Estado.
He aquí la parte del documento correspondiente a la vacante de Servilla.
“El Consejo de Estado a 16 de Junio de 1821.
Propone a V.M. Los sujetos que estimamos mas benemérito para obtener enpropiedad tres plazas de Magistratura de los declarados interinos, de Sevilla:En primero D. José Villanueva y ArévaloEn segundo D. Ignacio OlavarrietaEn tercero D Manuel Antonio Caballero del Pozo, fiscal.
V.M., se dignará nombrar a los que tenga por mas conveniente. Nota: S.M. Nombra a los propuestos en primer lugar. Señalado a 21 de Junio de 1821.” 12
En 1822 se encuentra en Sevilla. En Octubre lo encontramos firmando una sentencia.
En 1825, Gobernador de la Sala del Crimen Audiencia de Sevilla.
9 Expediente en el A.H.N., Mº. HACIENDA, 516, EXP. 3220.
10 A.H.N. F.C. Mº HACIENDA. 516. Exp.3220.
11 CONSEJEROS DE CASTILLA CATALANES (1788-1834) de Ricardo Gómez Rivero. Universidad MiguelHernández. Elche.12 A.H.N. JUECES Y MAGISTRADOS. EXP. 4859/10265.
En 1827, era Presidente de la Real Sociedad Económica de los Amigos del País de Sevilla.
En 1828, en la Sala 1ª de lo Civil de Sevilla. Como Director de la Real Sociedad Económica
de Sevilla, pronuncia un discurso inaugural en la Junta General pública, celebrada en las sesiones de
los días 19, 20,21, 22, 23 de Diciembre, cuyo texto completo se encuentra el Documento nº 13. En
1829, era Oidor Decano de la Real Audiencia de Sevilla, Regente interino de la misma y
Subdelegado Principal de Policía.
A primeros de Enero de 1830, se inicia la
apertura del Tribunal de la Audiencia de
Sevilla, por ocupación de la regencia del
mismo el Sr. D. Ignacio Marín y Sánchez,
pronunciando Villanueva, un discurso
inaugural, animando a sus componentes a
“buscar a toda costa la verdad” y dando
algunas premisas como el que “de nada sirve la
Ley sino tenemos el valor necesario para
arrostrar cuantos peligros se opongan,” recordando que “la justicia, la prudencia y el valor son los
que producen todas las virtudes sociales”. (D.1)
En 1831, en la Real Audiencia de Sevilla, en la Sala 1ª de lo Civil.
En 1832, siendo Decano en la Real Audiencia de Sevilla, en la Sala 1ª de lo Civil, el día 30 de
octubre es nombrado Ministro del Consejo de Castilla. Contaba entonces 51 años de edad. La
Gaceta piamontesa se hacía eco de este nombramiento: “GIOVEDI,15 Novembre 1832. Nº 136.
GAZZETTA PIEMONTESE. SPAGNE. Madrid, 27 ottobre. S.M. Il Re esce tuti igiorni a passeggio, e la sua
saluté prosegue a migliorari. Decreti Reali.Del 30. IL ristabilimento di S. M.fa sempre nuovi progressi. Sono
stati, [..] Nominiamo a membri di tal nostro conciglio don Giuseppe Villanueva y Arevalo, decano della
cancelleria di Siviglia...” 13
“Núm. 132 Martes 30 de Octubre de 1832
GACETA DE MADRID
Artículo de Oficio
El Rey nuestro Señor sale todos los días a paseo, adelantando sin
interrupción en su restablecimiento.
La Reia nuestra Señora y las augustas Infantas, igualmente que SS.AA.RR
los Sernis. Sres. Infantes, siguen sin novedad en su importante salud.
Reales decretos
Deseando Yo que el Consejo de Castilla, célebre otro tiempo en los fastos de
13 Iyalian History of the Resorgimento Period. Colecction of H. Nelson Gay. Pag 738. Año 1896.
la magistratura europea por su circunspección, rectitud y sabiduría, recobre todo su
antiguo lustre y esplendor, y sea como en épocas de gloriosa memoria baluarte del
trono español y apoyo firme del Estado; he venido, en uso de las facultades, que mi
muy caro y amado Esposo me tiene conferidas, en restablecer la plaza tercera de
fiscal, y nombro para ella al que lo es actualmente de la Real audiencia de Valencia,
D. Francisco Redondo, reservándome para mas adelante reintegrar a dicho supremo
tribunal en el pleno goce y posesión de todas sus atribuciones, según lo competen por
las leyes y otras soberanas resoluciones: Asimismo nombro para ministros del propio
Consejo a D. Josef Villanueva y Arévalo,oidor decano de la audiencia de Sevilla; a
D. Andrés Subiza, decano de la Chancillería de Granada; a D. Josef Ayuso y Navarro,
gobernador de la sala del crimen de la misma; y a D. Josef Martinez Sareta, alcalde
de mi Real casa y corte: téndrase entendido en la Cámara para su cumplimiento. Esta
rubricado de la Real mano: En palacio a 25 de Octubre de 1832. El gobernador del
Consejo y Cámara de Castilla.”
En 1833 se encontraba en Madrid, testigo de un hecho histórico y trascendente.
Durante la convalecencia de Fernando VII, hallándose enfermo de gravedad, partidarios del
infante Carlos María Isidro, consiguieron que firmara un Decreto derogando la Pragmática
Sanción, pero llegada la mejoría de su estado de salud se puso de nuevo en vigor, al firmar el Rey,
en el palacio Real el 31 de diciembre de 1832, después de serle leído el decreto en su habitación.
José Villanueva fue testigo de estos acontecimientos históricos. Transcribo la última parte de
este documento.
“Publicada en el mi Consejo pleno la precedente Real orden, acordó
su cumplimiento y expedir esta mi Cédula: por la cual os mando á todos y á cada uno
de vos en vuestros lugares, distritos y jurisdicciones, la veais, guardeis, cumplais, y
ejecuteis, y hagais guardar, cumplir y ejecutar en todo y por todo, según y como en
ella se contiene, sin contravenirla, permitir ni dar lugar á que tengas mas puntual y
debida observancia, dareis las órdenes y providencias que convengan. Y encargo a
los M.RR..Arzobispos [..] y Jueces eclesiásticos de estos mis Reinos que en la parte
que les corresponda la observen como en ella se previene; que así es mi voluntad, y
que al traslado impreso de esta mi Cédula, firmada por D. Manuel Abad mi
Escribano de Cámara mas antiguo y de Gobierno del mi Consejo, se le de la misma
fe y crédito que a su original. Dada en Palacio a cuatro de Enero de mil ochocientos
treinta y tres. YO LA REINA. Yo Don José María Mon. [..] Javier Castaño. Don José
Hevia y Noriega. Don José Ignacio de Llorens. Don Rafael Paz y Fuertes. Don José
Villanueva y Arévalo.” 14
14 REAL CÉDULA DE S.M. Y SEÑORES DEL CONSEJO por la cual se manda cumplir la declaración hecha porFernando VII. Imprenta Real. Madrid 1833.
Durante el gobierno de Martínez de la Rosa, el régimen que se establece con la
promulgación del Estatuto Real, sancionado por la reina el 10 de Abril d 1834, acaba con el sentido
que tenía el Consejo Real de Castilla, dentro del conjunto del Estado.
La reina Gobernadora María Cristina, en nombre de su hija Isabel decretó poner fin al
Consejo Real de Castilla, creando al tiempo el Tribunal Supremo de España e Indias, estableciendo
sus plantillas y la división en Salas. Decreto que puso en manos de Martínez de la Rosa, a la sazón
Presidente del Consejo de Ministro. Sus atribuciones eran exclusivamente de justicia y se establecía
su composición: un Presidente, 15 ministros y tres fiscales. Se mandaba continuar los subalternos
del Consejo Real de Castilla y el de Indias, hasta que se constituyese el Tribunal Supremo de
España e Indias que le sustituyó. Por otra parte la Reina Gobernadora, el mismo día creará el
Consejo Real de España e Indias únicamente como órgano consultivo de la Corona.
Estos eran los nombres que con fecha de 20 de noviembre de este año de 1834, componían la
plantilla del Tribunal Supremo de España e Indias: D. Vicente Cano Manuel, Presidente, Marqués
de Piedrablanca, Decano. Los ministros relacionados por antigüedad: José Montemayor, Manuel
Genaro de Villota, Teotimo Escudero, Conde de Villahermoso, Andrés Subira, José de Mier, José
Villanueva y Arévalo, Francisco Redondo, José Martín de Arieta, Matías Herrero Prieto, Rafael Paz
y Fuentes, José María Calatrava, José María Manescau, y Ramón Giraldo. Fiscales del Consejo:
Francisco Estrambasaguas, Manuel Crespo y Juan Nepomuceno San Miguel. El secretario que
figura es Antonio López de Salazar. 15
En 1835, Villanueva tenía su domicilio en Madrid, en la calle de Sacramento, cerca del
Consejo de Estado y destinado en estas fechas en el Tribunal Supremo de España e Indias. En el
A.H.N, Estado, legajo 6408, hay un documento donde vienen relacionados todos los que constituían
la plantilla del Tribunal Supremo de España e Indias con las direcciones de cada uno de ellos;
documento que envía el secretario de dicho Tribunal al secretario de la sección de Gracia y Justicia
del Consejo Real de España e Indias.
CAPITULO IV.- Alcalde mayor de Misamis, Islas Filipinas.
Una vez que entra en vigor El Estatuto Real y siendo contrario a lo dispuesto en él artículo
236 “en la Monarquía la existencia del Consejo Real de España e Indias, prolongada hasta ahora
por razones que ya han cesado, y deseosa yo al mismo tiempo de ahorrar al erario el gran coste de
esta corporación he venido a nombre de mi augusta Hija la REINA DOÑA ISABEL II y conformándome
con el parecer unánime de mi Consejo de Ministros, en decretar lo siguiente: 1º Queda suspendido
15 Cabrera Bosh. Pág. 103
desde luego el expresado Consejo Real de España Indias, con todas las oficinas y dependencias; y
declaro cesantes con el sueldo que le corresponda por clasificación a los Ministros y demás
empleados que se hallan sirviendo en él”.16 A Villanueva no le iba a afectar puesto que continuaba
como magistrado en el Tribunal Supremo de España e Indias, aunque si como consejero real al
quedar cesante.
Las provincias por aquel tiempo estaban regidas por un gobernador
o alcalde mayor, con jurisdicción gubernativa y contenciosa. Los
pueblos eran regidos por un gobernadorcillo indígena, auxiliado por
tenientes y alguaciles d justicia, también nativos, a quienes estaban
asignadas la funciones de control de sementeras, ayudar a los
párrocos y mantener el orden. En los pueblos donde vivían
comerciantes chinos o sangleyes podían hacerlo en un barrio regido
por individuos de su etnia. Los gobernadorcillos percibían ingresos
especiales y su mandado era por una año aunque podían renovarlo,
siendo elegidos a principio de cada año, por un tribunal local,
formado por el cesante y por doce barangays mas antiguos,siendo condición indispensable el que
supieran hablar, leer y escribir en castellano. La terna elegida se enviaba al Alcalde mayor, eligiendo
a uno de ellos. El jefe de clan se denominaba cabeza de barangay y tenía bajo su responsabilidad a
cincuenta familias, mediaba en todos los litigios y obligaba a los miembros de su unidad a cumplir
los servicios colectivos.
Estaban obligados a pagar todos un tributo de cinco reales de plata
desde el momento que cumplían los 20 años, también lo hacían las mujeres
desde que se casaban o bien cumplían los 25 años. Los mestizos chinos
pagaban el doble y estaban clasificados en tres categorías para el pago de
impuestos que se encargaban de cobrar los cabezas de barangays. Por otra
parte estaban exentos de pasgar tributos todo individuo que había cumplido
los sesenta años, los cabezas de barangays, así como sus mujeres y sus
primogénitos, los empleados en fielatos y estanquillos,los gobernadorcillos,
algunas familias con exención especial, así como los españoles, mestizos de blanco y extranjeros.
Por el impuesto de fondo de comunidad pagaba cada matrimonio un real al año, para el
sostenimiento de las escuelas, del alumbrado y el ayuntamiento..El Santorum por el que se pagaba
tresvreales cada pareja natural o mestiza para gastos de culto. Polos y servicios solamente recaía en
la población indígena que consistías en el trabajo gratis para mantenimiento de caminos, puentes
etc,., o llevar el correo, pliegos o víveres a los soldados.
16 A.H.N. Colección Legislativa, año 1836. Sala general. Real Decreto suprimiendo el Consejo Real de España eIndias. 28 septiembre de 1836, firmado por el Presidente del Consejo de Ministros, J. Mª Calatrava.
La llegada como Gobernador de las islas Filipinas de Narciso Clavería no conforme con la
arbitrariedad que imperaba, trajo como consecuencia la entrada en vigor una rígida Justicia y
fomento en las provincias. Con él se crearon los jueces letrados para todas ellas y desde ese
momento puso fin al abuso de los jefes provinciales en lo que respecta al comercio. Además estos
alcaldes legos y gobernadores remitían desde sus departamentos a Manila los expedientes civiles y
criminales que formaban, haciendo que su tramitación se eternizara y que en muchas ocasiones se
perdiesen los papeles en el mar durante las idas y venidas. Por otra parte el fomento era muy
reducido exclusivo del jefe de la provincia que no permitía ninguna clase de competencias.
Clavería entendió que algunos jefes no podían administrar bien su provincia debido a su
extensión territorial o insular y las dificultades que tenían a la hora de visitarlas con frecuencia, de
ahí los cambios y divisiones territoriales, creando provincias nuevas y comandancias militares. Del
mismo modo la elección de pedáneos o gobernadorcillos de los pueblos para poner fin a los abusos.
Se efectuaron numerosas reducciones de aborígenes moros, recurriendo a la fuerza en algunas
ocasiones o por medios pacíficos, en otras, como fue el caso del buen hacer del Alcalde mayor y
gobernador de la Provincia de Misamis. Y es que como consecuencia de las disposiciones de
Clavería fue llamado a ocupar este puesto en la administración D, Joisé Villanueva y Arévalo.
Estando residiendo en Madrid, como miembro del Tribunal Supremo, en 1848, cuando
cumplió los 67 años, corresponsal de la Sociedad Económica de Amigos del País, recibió la orden
de trasladarse a las Islas Filipinas, para ocupar la citada vacante de Alcalde mayor, embarcando
posiblemente en el puerto de Cádiz, pues “la ubicación del puerto de Cádiz, la estructura comercial
y financiera, así como la experiencia adquirida en el manejo de las vinculaciones coloniales hicieron
que, al menos, hasta 1857, fuera el epicentro del movimiento comercial. En contraste con los otros
puertos, Cádiz, debía parte de su dinamismo a su actividad exportadora y a la función de puerto
redestribuidor de productos coloniales, heredada de antaño y que conservará, al menos, hasta los
años centrales de la centuria decimonónica” 17, arribando en aquellas posiblemente en el año de
1848, pues aparece en La Guía de Forasteros de estas posesiones españolas, tomando la
responsabilidad de Alcalde Mayor y Gobernador de la provincia de Misamis en Mindanao, una de
las 32 en que estaba dividido el Archipielago, al año siguiente.
“Por el NO de Zamboaga siguiendo la costa O de Mindanao y poco antes del istmo que
separa las dos penínsulas comienza la provincia de Misamis en el pueblo de Dapitán, extendiéndose
desde él por la demás costa O. y por la del N., en que se hallan sucesivamente los pueblos de Iligon,
Misamis y Cagayan, formados a la sombra de algunos fuertes de mampostería o madera y separados
unos de otres por trozos de costa habitados por Moros o Salvajes, que se llaman amigos por no ser
bastante fuertes para hacer las guerras. Hay también algunos otros pueblos y Visitas las mas sobre la
17 Cita de Cózar Navarro.
costa y las otras algo interiores, pero todas de muy costa población y riqueza.
Las habitant6es de esta provincia son también aguerridas, aunque no gozan de tanto prestigio
como los Zamboagueños; han apresado no obstante muchas veces embarcaciones piratas, y han
hecho muy buenas defensas de sus pueblos y de sus embarcaciones.
La Hacienda reporta utilidad de esta provincia, pues sus habitantes no gozan de tanto
prestigio como los de Zamboaga, de exención de tributo y con los que pagan cubren los cortos
gastos del distrito y queda algún sobrante.
En el interior hay bastantes salvajes que no pagan tributo, pero que permiten por si el
comercio por los ríos, trocando los productos naturales por los de la industria.
El Alcalde mayor tenía a sus órdenes una Compañía local de Infantería y algunas pequeñas
embarcaciones de corso, que se entretienen por los mismos pueblos, cuyos vecinos las tripulaban
para perseguir a los piratas cuando se presentaban.” 18
El mismo año de su llegada a las islas Filipinas José Villanueva se incorporó a la sección
Comercio de la Real Sociedad Económica de Filipinas, creada en 27 de agosto de 1780, aunque no
fue hasta el 12 de diciembre de 1830 cuando se crearan sus estatutos. La administración de Justicia
en primera instancia la regulaba el Gobernador General de las mismas D. Narciso Clavería por
decreto de 23 de septiembre de 1844. Las antiguas Alcaldías pasaban a clasificarse en tres
categorías: de entrada, de ascenso, y de término. Y solamente podían servirlas personas que tuvieran
la cualidad de letrado. Dependían del Tribunal Superior que tenía la denominación y facultades de
Audiencia y Cancillería Real con residencia en Manila. Villanueva tomo posesión de su cargo como
Alcalde Mayor de entrada.
En el cargo ejerció al mismo tiempo las funciones ejecutivas y judiciales y gestionaba el
cobro de impuestos. El tribunal provincial lo formaba el Alcalde mayor, un asesor, abogado, y un
notario. A su llegada la Filipinas, los piratas musulmanes - malayos campeaban por sus respetos en
todas las islas del archipiélago y por tanto en la de Mindanao. 19(18)
Su residencia se encontraba en la capital, es decir el pueblo de Misamis, en esta población
residía también un cura y un gobernadorcillo. Levantado sobre una lengua de tierra en la ensenada
de Pangue, tenía un anejo llamado Luculan. La administración espiritual estaba a cargo de los P.P.
18 Archivo General Militar de Madrid. Filipinas. Nº 6796. 4-1-10-3. Memoria hecha de Mindanao y redactada por D.
Felipe de la Corte y Ruano Calderón, Capitán de Ingenieros, encargado de las Obras.19 De la Historia de la piratería malayo-mahometana de Mindanao de Montero Vidal: Cuando llega a Mindanao y sehace cargo de la gobernación de la provincia de Misamis, contaba con Juzgado de 1ª instancia, de entrada yAdministración de Hacienda de 4ª clase para una población de 120.000 habitantes, diseminados sobre una extensión de41.77 kilómetros de Norte a Sur y 241.34 de Este a Oeste de la zona costera noroccidental de la isla. Limitaba al Norte yOeste con el mar de Visayas; al este con Surigao y al Sur con el interior de la isla. Un terreno montañoso y fértil surcadopor 18 ríos siendo los principales el Lubugan, Iligan y Cagayán. Con 240 millas de costa desde punta Divata al Este a lapunta de Maralag al Oeste. A su demarcación correspondía la isla volcánica de Camiguin al NO. de punta Sipaca y lasislas de Zelino, Aliguay y Bautegui. Eran sus puertos: Punta Sipaca la Norte; Quiualang, en la bahía de Iligan, entreSalimbal y Minor y el de Maigo, a la entrada de la ensenada de Misamis. Uno más se encontraba entre las puntas Blancay Maralag.
Recoletos desde 1769. En esta capital se encontraba también la Comandancia y guarnición militar
de la Provincia. La constituían unas 700 casas con una iglesia parroquial de buena fábrica, bajo la
advocación de la concepción de Nuestra Señora. Hoy esta ciudad es conocida con el nombre de
Ozamiz.
Se encontró gobernando un mundo diferente al que había dejado en Europa, la isla de
Mindanao era habitación de pueblos primitivos hasta el Siglo XV, sin embargo la llegada de los
musulmanes trajo consigo su desaparición. La llegada y conquista por los españoles, a cargo del
Conquistador Martín Íñiguez, no trajo consigo su dominio debido a la presión de los malayos sobre
los lugares que se habían asentado, resistiendo sus ataques durante los siglos XVII y XVIII.
Una escasa extensión del suelo estaba dedicada a la agricultura, consecuencia lógica de un
escaso nivel económico. Tan solo en los núcleos de indígenas cristianizados era aprovechado mejor
para la agricultura, y para obtener mejores rendimientos en cuanto a la explotación de la madera de
sus bosques. El clima benigno hacía que en sus valles se cultivara el café, cacao, canelo, la palmera
abacá, el palo maría, malapajo que daba muy buena resina, tabaco, azúcar, algodón y el arroz.
Hay que destacar que tan solo en el Norte y en zonas reducidas del Sur de la isla se daban
estas circunstancias, puesto que el resto estaba completamente cubierto de bosque salvaje.
El animal doméstico por excelencia era el cerdo, animal que sacrificaban los pueblos
malayos infieles, durante las ceremonias religiosas aunque posteriormente evangelizados unos
siguieron efectuando estas prácticas. Se trataba de los Mandayas, Tirurayes y Subanos. Los Bagobos
y Baganis, estaban en estado primitivo. Los musulmanes lo criaban tan solo para comercializar con
aquellos. Empleaban como animal de carga y tiro el carabao y sacrificaban un pollo en los ritos que
celebraban ante sus ídolos. La vivienda de los baganis estaba construida como los palafitos, con
madera, cañas y nipa.
La etnia más primitiva era la de los Aetas, habitantes de las zonas más abruptas de la isla.
Los malayos, unos eran los que se cristianizaron cuando llegaron los españoles y otros los llamados
infieles. Sin embargo como ya se ha apuntado, la llegada de los musulmanes supuso que se retiraran
de las costas y ocuparan lugares del interior.
Los mandayas vivían en poblados bajo la autoridad del hari - hari (cacique) cargo hereditario
y un anciano al que se le guardaba un gran respeto, formaban con otras de menos rango la nobleza
que ejercía su jurisdicción como señores principales sobre un grupo de familias o sácopes.
Los Baganis vivían alejados de las misiones, eran guerreros y atacaban a los poblados
vecinos. Tanto estos como los Baganis realizaban sacrificios humanos. Enterraban a los que caían
en su poder hasta la cintura; después de danzar a su alrededor les daban muerte a lanzazos, para
posteriormente comerse sus vísceras. Era el ritual para sus dioses.
Los malayos musulmanes llegaron en el siglo XV., procedentes del Extremo Oriente y al
mezclarse con los aborígenes quedaron como etnia dominante en toda la isla, dedicándose al
comercio. Eran considerados no fiables, belicosos, con prácticas muy violentas, hipócritas y dados a
no trabajar mucho, así como de poca catadura moral. Su lengua era el árabe. Su figura principal el
Datto (Sultán) y bajo su jurisdicción estaban varios pueblos de cuyos poblados el jefe principal era
Panliman. Los moros tributaban al Datto y al Panliman.
Otro grupo era los chinos y por supuesto los españoles. Los primeros se dedicaban al
comercio, los españoles a gobernar y defender sus intereses, en nombre de España y la
administración espiritual corría a cargo, en la provincia de Misamis, en concreto, por los agustinos y
el clero secular. En el resto de la isla estaba a cargo de la Compañía de Jesús, principalmente. Los
tercios civiles eran los encargados de mantener la paz y el orden en el interior.
Una de las primera defensas que se levantaron contra los moros por los españoles fue en la
provincia de Misamis, logrando dominar toda la parte Norte de la Isla, aunque al poco fue
abandonada dejando de ejercer este dominio a causa de temer un ataque de los ingleses. No sería
hasta mediados del siglo XIX, cuando se recuperaría aquello que se había perdido, entre ellos la
provincia de Misamis. Se dividió Mindanao en cinco distritos: Zamboanga, Misamis, Surigao,
Davao, y Cottabato.
Este era el estado en que se encontró D. José Villanueva en el momento de su llegada a esta
provincia del Norte de Mindanao, con una población diseminada en bastantes pueblos situados entre
bosques vírgenes. Los habitantes mostraban amigos de los españoles con los que cambiaban
artículos, sin embargo su enemistad era con los moros piratas, de suerte que venían a ser en lo
interior nuestras avanzadas contra el enemigo común los malayos. Los moros malayos asaltaban las
costas sistemáticamente para llevarse a los moradores de sus poblados que hacían cautivos, al
mismo tiempo que robaban y hacían destrucciones por doquier.
Mucho antes de la llegada de José Villanueva, en 1833, con motivo de llevar a cabo una serie
de reformas en el presidio de Zamboanga en la isla de Mindanao, se expuso al Gobierno de España
la importancia de que toda la costa de esta isla estuviese cubierta con fuertes y buques de la Marina
provincial e invadir poco a poco el terreno que ocupaban los moros entre Misamis y Zambogaaga
que en parte nos pertenecía. Una vez enterada S.M. La reina Gobernadora hizo llegar al corregidor
de Misamis, a la sazón D. N. Lopez de Ballesteros para llevar a cabo aquellos planes.
Con tal motivo se nombró una comisión que presentara un informe para ver el estado de la
situación cuyo resultado dio a conocer que el principal objetivo era que la bahía de Sindangan era
donde se debía concentrar el esfuerzo principal, ya que las tierras que confinaban con las dos
provincias eran el granero de los piratas.
Con el fallecimiento del corregidor de Misamis, Ballesteros, aquellos planes quedaron en un
compás de espera, que a la llegada de Villanueva “deseando cumplir lo que se mando a su
antecesor” presentaba un primer paso con el fin de que se resolviese de por si “ por estar en lazado
con lo que S.M., tiene mandado anteriormente”
El nuevo Gobernador de Misamis había puesto en antecedentes a Don Narciso Clavería que
estaban realizando ciertas gestiones con habitantes de algunos pueblos que deseaban integrarse bajo
la soberanía española, de los llamados monteses en Mindanao: Se trataba de indios por lo regular
idólatras y por tanto más fáciles de reducir al cristianismo que los moros a quienes estos indios
aborrecían por las tropelías que realizaban contra ellos. Varias tribus le habían propuesto que
anualmente se les nombrara ministros de justicia de entre sus dattos o caciques, a ejemplo de los
pueblos reducidos cristianos y ponerse bajo la protección de nuestras leyes. Solamente pedían a
cambio que se les librase de pagar polos y servicios personales. Se trataba de tribus de monteses que
habitaban los sitios de Piao, Dicayo, Aluvan, Layahuan, Labo y Sicapa que querían vivir bajo la
“protección de nuestras leyes y observar el mismo régimen de policía”. Casualmente estaban
situados en una región donde los piratas malayos mahometanos se empleaban con mucha
frecuencia, cerca de la costa septentrional del N.E. de la isla de Mindanao, ribereñas con la bahía de
El proyecto de Villanueva ciertamente innovador, fue bien recibido por las principales
autoridades del Gobierno de España, sin embargo había algunos aspectos de dudosa resolución
dados que le hecho de pedir que se les eximiera de tributos, estaba en contradicción con la norma
general y constituían, al parecer una discriminación con los demás pueblos que estaban bajo la
corona española. Las ordenanzas de buen gobierno concedían estas exenciones de tributos a los que
nuevamente se incorporaban al dominio de S.M., pero los pagaban sus hijos cuando llegaban a la
edad competente y permitían que estos hijos fueran bautizados. Cuando se hace un nuevo
establecimiento y se llevan a él nuevos pobladores se concede la exención de tributos por los años
que por lo general podían prolongarse, de ahí que el fiscal del Supremo Tribunal de Justicia D.
Francisco Entrambasaguas, recavara datos de la Real Hacienda, con el fin de que resolviera el
único escollo que se oponía a los planes de Villanueva.
Ínterin, este insistía en el carácter de los “indios infieles que componían las mencionadas
tribus o rancherías, [..] era benigno y pacífico; los terrenos que poseen excelentes para la agricultura
y la utilidad que pueden prestar si a ellas se les dedica y aficiona, bastante considerable, porque
situadas en los puntos adonde con mas frecuencia concurren los moros o se aproximan en sus
piraterías, serán de mucho auxilio reducidas a la vida civil, en las operaciones que se ejecuten, ya
para frustrar el objeto de las incursiones de aquello, ya para imponerles, y ya finalmente para
abatirlos con mejor éxito.”
De igual modo daba informe de su provincia cuya población se “repartía en seis partidos
que no pasa de veinte y nueve mil setecientas cincuenta y ocho almas, en una extensión de sesenta
y cinco leguas de E. a O. desde Punta Blanca a punta Sicapa en la costa septentrional de Mindanao,
es de sano y templado clima, a pesar de la baja latitud en que se encuentra su suelo que corre por la
falda de una gran cordillera de montes, ofrece valles y llanuras fértiles regadas por los ríos Ylagan,
Mandoloc, Tagoloan,, Dipolo y Lubungan; sus naturales a los que tanto incomodaban antes los
moros de Lindangan, Quipit, Palandoc y otros puntos y otros puntos de esta isla menos molestados
ahora con la seguridad que les ofrece las embarcaciones empleadas en la persecución de sus
enemigos y los baluartes levantados para la defensa de sus poblaciones y costas comienzan a
dedicarse a la agricultura y utilizar con notable progreso, el arroz, la caña dulce,el cacao, el café y el
abacá, habiendo adelantado tanto en estos artículos que dentro de pocos años no necesitarán
importarlo de otras provincias: tienen buenos pastos para su ganado y en los montes arena aurífera
que las avenidas arrastran hacia los lavaderos de Buyatac, Facolo, Pigtao y Moniguy, además de las
excelentes maderas para construcción de que abundan, se encuentran en ellas el ébano y el tindalo.
Sus bosques suministran cera, brea, alguna canela y tabaco de buena calidad, mientras que en sus
costas se recoge carey, balate y mariscos, bien que en cantidades pequeñas, por ser pocos los que se
dedican a este genero de industria”.
Concertado que la propuesta era muy positiva para la integración de aquellos pueblos y
salvado el último inconveniente en el que aquellos pueblos recomendados por el nuevo Gobernado
y Alcalde mayor, quedarían exentos de los tributos a que se hacía alusión, aunque de una forma
temporal siempre y cuando tenían que satisfacer los derivados de los trabajos de mantenimientos de
las obras que se hicieran para en los nuevos poblados y no los relativos al común provincial,se
presentó la propuesta a examen de la Secretaría de Estado y del Despacho de marina de Comercio y
Gobernación de Ulramar, que a su vez presentó para su aprobación a la reina Regente S.M., la reina
María Cristina, que a través del capitán General felicitaba a D. José de Villanueva.
“Al Gobernador capitán General de Filipinas.
Madrid 25 de Octubre de 1838
Enterada S.M., la Reina Gobernadora de la carta de V:E de 1º de febrero del
presente año nº 19 en que da cuenta de que varios tribus de monteses en la provincia
de Misamis le manifestaron por conducto del Corregidor de la misma el deseo que
tienen de que se les nombren anualmente ministros de justicia de entre sus dattos o
caciques a ejemplo de las reducciones cristianas y de vivir asimismo bajo l protección
de nuestras leyes, pero a condición de no pagar tributos ni ser gravados con polos y
servicios personales y convencida S.M., de que la propuesta que hacen las referidas
tribus debe reputarse como de interés general porque con ella se disminuyen los que
pudieran ser enemigos y se aumentan los defensores y aun los medios materiales que
han de emplearse en su caso para rechazar con provecho y escarmiento las continuas
incursiones que hacen en los pueblos indefensos los bárbaros piratas, causando mil
vejaciones a los súbditos de España, se ha venido resolver que con arreglo a la Ley 3ª
Título 5º Libro 6º de la Recopilación de Indias se halla V:E., autorizado para
conceder a dichas tribus cuanto solicitan procurando edifiquen poblaciones y hagan
baluartes para su propia defensa y dándoles aal propio tiempo Ministros de justicia y
policías de entre sus principales como se nombran en los demás pueblos civilizados
de ese país.
De Real orden lo comunico a V.E., para su conocimiento y efectos
correspondientes, debiendo V.E., asimismo manifestar al Corregidor de Miasamis que
S.M., ha visto con aprecio el celo que ha manifestado en esta ocasión por el mejor
servicio. Dios guarde.” 20
La aparición de los buques de vapor, supuso un nuevo
impulso a la lucha contra la piratería que practicaban los
malayos mahometanos en las Filipinas. En 1848 el capitán
General y Gobernador de las islas, desde julio de 1844, D.
Narciso Clavería y Zaldúa emprendió una campaña contra
ellos y una expedición en fuerza a bordo de tres buques: el
Reina de Castilla, el Magallenes y el Cano, dirigiéndose hacia
los núcleos de resistencia que se encontraban en los fuertes de
Balanguingui, Sipac, Sungap y Bucotingol, asestándoles un duro golpe a lo largo de la segunda
quincena de febrero, logra destruir el hasta aquellos momentos, su poder y hegemonía. 21
Como consecuencia de aquella derrota, Clavería dictó una serie de normas y disposiciones,
promoviendo poner en marcha una serie de reformas en la provincias y la reducción de tribus
independientes. Cumpliendo con celo ejemplar lo decretado por Calvería redujo a vivir en poblado a
algunos de los monteses de los distritos contiguos a su provincia, fomentando las relaciones de los
restantes con los cristianos. Llevó a cabo elecciones de gobernadorcillos y ministros de justicia, en
1847. Bajo su Alcaldía se formaron nuevos pueblos en Misamis, cuyo numero de casas y otros
edificios ascendía a 1467, según consta en oficio de 1º de diciembre de 1849, aunque no se puede
enumerar la gente por lo cual no aparece en el estado de la población de 1850 si bien se advierte
“para la debida claridad que están incluidos en la población de esta provincia 23.2312 Infieles que
con el título de nuevos reducidos se anotan por aquel Gefe en otro Estado de igual fecha.”22
(D-4) Los gobernadorcillos tenía bajo su autoridad tenientes y alguaciles de justicia
20 A.H.N. ULTRMAR. 5155. Exp.13
21 Cita de I. Mindanao. A. Santayana.
22 Guia de Forasteros de las islas Filipinas. Año de 1850. Los pueblos de la Provincia de Misamis y sus habitanteseran: Cagayan 6050. Iponan 2550. Gusa 505. Agusan 775. Jasaau 1527. Tagoloan 1395. Santa Ana 729. Balingosac1442. Lagonlong 505. Salay 727. Quinouitan 1377. Cataarman 6512. Mambajao 2047. Sagay 1941. Maginog 1170.Guinsiliban 895. Iligan 1874. Molugan 565. Initao 922. Naauan 205. Alubijid 987. Pigtao 700. Misamis 3332. Locolan1205. Gimenez 360. Dapitan 4343. Ilaya 1710. Langaran 382. Lubungan 765. Dipolo 982. Los sitios de Infieles dondese nombraban ministros de justicia eran Dicayo 310. Piaoc ó Minan 224. Talisayan ó Sipanan 366. Aloran 278.Layaguan 360 y Lobó con 670 habitantes respectivamente haciendo un total de 50.687. Gefe: léase D. José Villanueva
cuyo número variaba de unos poblados a otros que tenían y con la responsabilidad de varias
comisiones, entre ellas la judicatura de sementeras,las de palmas y la de policía. Tenían los
gobernadorcillos todo el cargo municipal propio de la autoridad que les confería su nombramiento,
con especial obligación de auxiliar a su Cura párroco en todo lo relativo al culto y observación de
los preceptos religiosos. Conocían de las causas civiles hasta el valor de dos taeles de oro ó de 44
pesos; procedían en los casos criminales a la formación de sumaria con la cual daba cuenta al jefe
de la provincia.
La elección de gobernadorcillos y demás ministros de justicia de las islas se verificaba según
lo establecido en decreto del Sr. Conde de Manila, Gobernador y Capítán General D. Narciso
Clavería,en fecha de 5 de octubre de 1847.
El acto de nombramiento tenía lugar en las casas comunales, escuelas o lugar habilitado al
acto, pero nunca en las casas particulares de los nativos. Presidía el Alcalde mayor de la provincia
con asistencia del Párroco del pueblo respectivo, cuando el Gefe no podía asistir delegaba en el que
designara de la Alcaldía o en un español que considerara.
Con fecha de 15 de agosto de 1850, daba parte el Alcalde Mayor de entrada D. José
Villanueva y Arévalo de que una vez acometida la reducción, haber hecho entrega de “la bandera al
gobernadorcillo y demás autoridades tribales del valle de Dagundajalon, donde habían formado los
nuevos pueblos”, 23 auxiliado con toda probabilidad de fray Francisco Jiménez de San Fermín, a la
23 De Memorias históricas. Rafael Díaz Arenas: “En las Gacetas de Madrid venidas por correo de Mayo está el parteoficial que se insertó en el Diario de 24 de Agosto de 1830, referente a las columnas que salieron del Abra y NuevaVizcaya, con objeto de reconocer el país infiel que existe entre ambas provincias de Cagayan e Ilocos Sur, siendo elresultado que todos los pueblos de aquellos montes e excepción de uno que opuso resistencia y fue preciso castigar, sesometieron a la obediencia del Gobierno, recibiendo el bastón de gobernadorcillos los tres ancianos de mas prestigio delos valles de Río Pasig. El Alcalde Mayor de Misamis con fecha 15 de Agosto de 1850 da parte de haber entregado labandera de reducción al dato gobernadorcillo, ministros de Justicia y mas de sesenta sacopes del sitio deDagundanjalon, donde habían levantado pueblo.”
sazón Párroco de Misamis.
A pesar de ello, estas medidas no tuvieron la trascendencia que cabía esperarse; en 1950 los
musulmanes malayos volvieron a cometer troperías en la provincia de su gobierno, Misamis.
Atacaron las costas e isla de Camiguin, haciendo gran número de cautivos, mientras a los ancianos,
mujeres, niños y heridos se les asesinaba, ya que iban en busca de gente joven y fuerte que les
sirviera como remeros en sus barcos piratas. 24
Volvían los tiempos en los que los piratas malayos actuaban con mayor virulencia, si cabe, o
mejor dicho seguían echándose a la mar desde sus bases de operaciones, en sus frágiles, ligeras y
veloces embarcaciones, hechas a base de troncos de gruesos árboles que ahuecaban y manejaban
varios remeros que con suma destreza burlaban a la marina sutil española que con sus lachas
cañoneras, a veces se veían impotentes para reducirlos; cuando llegaban a las costas penetraban
entre los manglares y se perdían entre ellos, apoyándose en la oscuridad de la noche, para llevar a
cabo sus ataques por sorpresa a las poblaciones que eran saqueadas y diezmadas Su botín principal
eran los cautivos que se llevaba con el fin de comerciar con ellos, venderlos como esclavos o con el
objeto de ofrecer en sacrificio a sus dioses. Los dattos atacaban en grupo, haciéndose acompañar de
sus sácopes y esclavos y vez efectuados los saqueos y repartirse los que habían cogido cautivos, se
disolvían.
La isla de Basilao, era una de aquellas bases en tiempos de Villanueva, Este en los primeros
meses de 1852, enviaba una comunicaión al Gobernador en funciones de las Islas Filipinas de que
se había infrigido a “una orda de infieles no reducidos y a algunos malhechores que ejercían toda
clase de excesos en las poblaciones sometidas a nuestro Dominio”
De estos hechos sucedidos en su provincia estaba al tanto por los informes que le enviaba el
Subteniente honorario de la Marina sutil, esto es compuesta por una flota de lanchas cañoneras que
aunque rápidas, eran incapaces de abatir la de los moros, sobre todo cuando entraban en las costas a
través de los manglares, Don Matias Neri, y por las noticias que le trasladaba uno de los
gobernadorcillos del pueblo de Tagoloan, llamado Cahito Abajo Eugenio. Los habitantes de él
habían salido “a proteger a los reducidos de Alanib contra los de Malupali” hallándose “a nueve
24 Cita de Jolo. A. de Pazos.
horas de la Cabecera de que reunidos los rebeldes en mas de trescientos a loas ordenes del datto
Mansiquíabo se habían fortificado entre los nuevos pueblos de Dumalanguing y Calasnugay”
pretendiendo desde su posición a estas y otras de la nuevas poblaciones que D. José de Villanueva
había gestionado, por este temor a ser atacados por los malayos musulmanes muchos de los
pobladores reducidos habían solicitado tal ayuda.
Don Anselmo Gómez Pastrano, En vista de tal estado de cosas, se ordenó que toda la tropa
disponible, así como todos los paisanos que estuviesen en posesión de armas se incorporara al
contingente, así lo hicieron estos poniéndose bajo el mando del gobernadorcillo Alejo Abajo y todos
bajo las de D. Anselmo Gómez Pastrano diesen un severo escarmiento a Mansiquiabo y sus
secuaces. De esta manera se protegia a los pueblos reducidos, para pasar después a los pueblos de
Santa Isabel y Manis para castigar a los moros de Malupali.
El capitán Pastrano cumpliendo esta orden emprendió su marcha en la tarde del 6 de
septiembre al mando de veinte y seis individuos de tropa y diez paisanos que se habían ofrecido
voluntarios. En el pueblo de Calanarán se incorporó el resto de la fuerza de paisanos y de haber
adquirido en Dumalanguing noticias de la situación del enemigo y del refuerzo que estaba
esperando con el fin de interceptar nuestro su avance, inició el mismo al amanecer del día nueve
siendo acompañado por el Maestre de campo Don Sarao y algunos de los que llevaba bajo su mando
que se le habían presentado voluntario, aunque al poco tuvo que detenerse debido a la frondosidad y
lo escabroso del terreno y tener la fatalidad el Maestre de caer enfermo que tuvo que regresar a su
pueblo.
Ocurrió que cuando habían hecho un alto para el descanso, se vieron sorprendidos por los
gritos que provenían del enemigo, comprobando que se aprestaban a su defensa, por uno de los
flancos fortificados y cubriendo los otros por unos doscientos hombres en la cumbre de una
montaña como en dirección a nuestras fuerzas. El Capitán Pastrano dio la orden de atacar y
después de una hora de tenaz resistencia, recibiendo el lanzamiento de multitud de piedras, flechas y
lanzas se llegó al cuerpo a cuerpo lograban desalojar a los moros de sus posiciones y hacerle huir a
través del monte causando muchas bajas entre muertos y heridos, continuando la persecución hasta
que se les perdió de vista.
Una vez repuestos nuestras tropas continuaron avanzando hacia el otro lugar donde se había
fortificado el resto de los rebeldes; dispuesto a atacarlos, pero estos que acababan de sufrir la
derrota, abandonaron antes de que llegara Pastrano y sus hombres, que se apoderaron de la
fortaleza, que incendiaron después de recoger algunas flechas que habían abandonado.
Al mismo tiempo que ocurrían estos hechos, el paisano Roberto Fabiniao Ignacio que se
encontraba en el pueblo de Manib cuidando a los reducidos batió a los de Malupali causándoles
varios muertos y poniendo en fuga al resto, evitando que Pastrano interviniera.
José de Villanueva conseguía así como Gobernador y Alcalde mayor de Misamis, restablecer
la tranquilidad entre los nuevos reducidos y recomendaba a once individuos de tropa y paisanos que
se habían distinguido, en particular en estas operaciones y a los demás que se habían distinguido por
su comportamiento y decisión. Una propuesta de Gracias que se hacía, a través del Gobernador de
Filipinas, a S,M. La Reina. A los demás de la clase de paisanos que habían participado les otorgó un
escudo con el siguiente lema: “Al patriotismo en Misamis. 9 de Septiembre de 1851”.
En 8 de Abril de 1852, era firmada y aprobada en el Ministerio de Guerra, en Madrid la
propuesta de D. Jose de Villanueva: Relación de las Gracias que S.M., se ha dignado conceder por
Real Orden de esta fecha y a propuesta del capitán General de Filipinas, a los individuos que a
continuación se citan por sus servicios en la expedición dirigida en la provincia de Misamis contra
el Datto Mansiguiabo y otros infieles.
Subteniente de Infantería y Capitán de la policía de Misamis Don Antonio Gomez Pastrano.
Mención Honorífica. Cruz sencilla de María Isabel Luisa para: el Sargento 1º del mismo tercio,
Marcos Bagabuyo Fulgencio. Cabo 1º del mismo tercio, Pedro Rivera. Soldados del mismo tercio.
Francisco Baguilar Silverio. Matis Malapar de la Cruz. Vicente Sorla. Dionisio Rivera. Roberto
Tambasal Teodoro. Prudencio Lagar Roque. Fabiano Quiraga Garciano. Antonio Dragón Hipólito.
Subteniente de marina sutil D. Matias Nery 25
Perteneció Villanueva, desde el mismo momento de su llegada a Mindanao a la Sociedad
Económica de Amigos del País, ejerciendo de corresponsal en la sección Comercio en esta
provincia de Misamis. 26
En 1852 se encuentra bajo la autoridad del nuevo Capitán General de las Islas D. Antonio de
Urbztondo, Marqúes de la Solana. Continua como Alcalde Mayor de entrada. Secretario Honorario
de S.M. Contaba su provincia con la asistencia religiosa a cargo de ocho sacerdotes. Seguía como
corresponsal de la Real Sociedad Económica de Amigos del País.
En 1854, durante bajo el mandato del Gobernador D. Manuel Crespo, Marqués de Nov
aliches, por imperativo de edad y haber cumplido su mandato, es relevado en la Alcaldía de
Misamis, por D. Francisco Hidalgo y Caballero comisionado al efecto, pasando a ser Alcalde Mayor
de entrada en posesión, de la Provincia de Tondo.
Esta era un Corregimento, en cuyo territorio se encuentra la Plaza y Ciudad de Manila,
comprendiendo su jurisdicción 29 pueblos, Entrando por la Barra de Manila y costeando ambas
orillas del Estero de Binindo, hacia el NO se encontraba a poca distancia el pueblo de Tondo ,
cabecera de la provincia. En ella se encontraba el mayor número de mestizajes, también de los
Sangleyes o Chinos y en particular en la cabezera, donde residían la mayor parte de los españoles.
Su terreno es arenoso, una urbe colocada en las costa de la bahía. Sus habitantes se
empleaban en la pesca y aparte de su propio abastecimiento comerciaban el producto de su captura
en Manila, aunque también comerciaban con los buques que atracaban en el puerto. Las artes de
pesca principalmente consistían en grandes redes, llamadas chinchorros, con las que capturaban
grandes cantidades de pescado que preparaban para su conservación. Otros se dedicaban a la venta
de mantequilla,quesos y leche, algunos se dedicaban a labrar la tierra y artes y oficios diferentes.
Era una población donde se contaba con mas de ciento cincuenta telares en los que se tejían
tapis,sayas, paños y rayadillos de seda y algodón con algunos sinamais o guinaras. Las mujeres se
empleaban en la real renta del tabaco y otra eran tejedoras, traficando muchas con ropas y efectos en
las provincias de Bucalan y Pampanga. Otras eran tenderas e el pueblo de cercano de Binondo.
correspondía a esta jurisdicción la isla de Misig, donde se encontraba un cuartel de Caballería.
Los cargos de Alcaldes mayores, de real nombramiento, lo eran por un periodo de seis años27.
25 A.H.N. ULTRAMAR. Legajo 5163. Exp.28
26 Esta Sociedad fue creada por Real orden de 27 de agosto de 1780. Suspendió sus sesiones y trabajos a fines delmismo siglo y volvió a establecerse años más tarde de forma definitiva el 8 de marzo de 1830.
27 Guía de Forasteros para 1840. “Los Alcaldes mayores nombrados por el Superior Gobierno servían en sus cargos
Francisco Hidalgo estaría poco tiempo ya que el 30 de mayo de 1855 será nombrado un militar D.
Manuel Manella y Jiménez como Gobernador político – militar de la provincia de Misamis, al
mismo tiempo que lo era en la provincia de Leite, D. Vicente Bouvier del mismo apellido de la
esposa de Villanueva.28
CAPÍTULO V.- Alcalde mayor de la provincia de Tondo. Filipinas
En 1855 se encuentra residiendo en la capital, Manila y es corresponsal en la SecciónComercio de la Sociedad Económica de Amigos del País, disfrutando la secretaría honorífica de laReina.
En 1856 se encuentra ocupando el puesto de Alcalde de entrada 3º de la provincia de Tondo,
y es nombrado socio numerario de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, Sección
por 3 años y por 6 años si obtenían el real nombramiento. Pagaban en el primer caso por razones de media annata 118pesos y en el segundo 283. Un real y 3 granos con deducción de la cantidad satisfecha en el número”.28 A.H.N. ULTRAMAR. Leg. 5166. Exp.13)
Comercio con el tratamiento de Sr. D.
En 1857, bajo el mandato del Gobernador de la islas, Don Fernando de Norzagaray, se
encuentra disfrutando los Honores de Secretario de S.M. Alcalde Mayor de la 3ª Alcaldía, estando
en posesión del destino desde el 18 de febrero de 1856. En Manila había tres Alcaldías Mayores,
todas de término.
En 1859, Isabel II le concede el ingreso en la Real Orden de Carlos III.
Detrás del marco del cuadro de Güejar Sierra, había aparecido ya hacia años, el certificado
de nombramiento por Isabel II de Caballero de la Real Orden Española de Carlos tercero.
“DOÑA YSABEL IIª, POR LA GRACIA DE DIOS Y POR LA CONSTITUCION DE LA
MONARQUIA ESPAÑOLA REINA DE LAS ESPAÑAS.
En atención a las circunstancias que concurren en vos Don José María
Villanueva, Alcalde que habéis sido de varias provincias de Filipinas. He tenido a bien
nombraros, por Decreto de veinte y uno de Diciembre del año próximo pasado, Caballero
de la Real y distinguida Orden Española de Carlos Tercero. Por todo os concedo las
gracias, franquicias, honores, distinciones y uso de Ynsignias que os corresponden á tenor
de los Estatutos; confiado, por las cualidades que os hicieron digno de este honor, y por el
celo hacia nuestra persona que tenéis acreditado, os esmeréis en observarlos y en
contribuir al mayor lustre de la Orden. Y de este titulo ha de tomar razón el Contador de
la misma. Dado en Palacio a diez y nueve de Febrero de mil ochocientos cincuenta y
nueve.
Yo la Reyna. Yo Don Antonio Luis de Aruan Ministro Secretario de esta Real
Orden, lo hice escribir por su mandado. Thomás, Patriarca de las Yndias. El marqués de
Miraflores. (al pie) Título de Caballero de la Real y Distinguida Orden Española de
Carlos III de que V.M., hizo merced á Don José María de Villanueva.
En el reverso del documento: Como Contador accidental de la Orden.
Tomé razón. Fdo: Mariano Prendergast y Frias.”
Entre 1860 y 1864, cuando gobernaba en las Islas Filipinas Don Juan de Herrera Dávila, se
encontraba residiendo en La Habana como corresponsal en la Sección Comercio, de la Real
Sociedad Económica de Amigos del País. Contaba en esta última fecha, 83 años.
No tengo datos para afirmar o negar que regresara a España, su rastro se pierde en La
Habana. Analizando los libros sacramentales de La Habana, pese a haber encontrado el nombre de
Dolores Villanueva, posiblemente una de las hijas de D. José Villanueva, fallecida entre 1858 y
1863, él no figuraba con lo que es presumible que no falleciera en La Habana como venía creyendo.
FIN
DOCUMENTO Nº. 1
“DISCURSO INAUGURAL PRONUNCIADO POR EL SR. D. JOSÉ DE
VILLANUEVA Y ARÉVALO, DEL CONSEJO DE S.M. Y OIDOR DECANO DE LA REAL
AUDIENCIA DE SEVILLA, El Día 2 de Enero de 1830, a la Apertura del Tribunal, por
ocupación de su regente el Sr. D. IGNACIO MARIN Y SÁNCHEZ. SEVILLA 1830.
SEÑORES
Si á vosotros solos, amados compañeros, tuviese que dirigir la palabra para recordar las
obligaciones y juramentos que nos ligan, de dar siempre á cada uno lo que es suyo, callaría
ciertamente; porque no pudiendo decir, sino lo que os he visto practicar con la mayor exactitud,
integridad y pureza, podría mi pluma, ó mi lengua proferir menos de lo que convenía á la santidad
del lugar, al decoro de la justicia: me oyen otros, y tal vez algunos que en este día solo vienen al
santuario de las leyes, para buscar pretextos, con que desacreditar la autoridad. Como si fuésemos
hombres de otra especie, examinan hasta los rincones mas secretos de nuestra vida privada,
gloriándose, cuando encuentran lomas mínimo; porque cotejándolo con la obligación de conservar
un corazón puro, recto y desinteresado; con los juramentos que hicimos cuando nos consagramos al
servicio; con lo que exige la razón y la justicia de los que han de mantener la paz y la seguridad de
todos, concluyen publicando las miserias del hombre, sin contemplar las virtudes del Juez, y lo que
cuesta adquirirlas, y ejercitarlas; porque solo aspiran á degradar á cuantos le preceden en ciencia
virtud y autoridad.
Llenos de principios de una igualdad, repugnante á la naturaleza, quieren volver al mundo de
la desconfianza, el temor y la incertidumbre, que turbaron la sociedad primitiva; sin conocer que
restituido el imperio de la fuerza, principiarían de nuevo las sociedades civiles; constituyendo una
fuerza pública, que interpretando, y aclarando el derecho natural, regulase los deberes; prescribiese
las obligaciones; y estableciese una norma, que los preservase de la fuerza de la opresión y de la
injusticia de la usurpación: ocuparía la justicia el trono, ahuyentando con su terrible espada las
pasiones inmundas de cuantos intentasen destruirlo:la templanza y la prudencia sostendrían la
balanza, mientras que la fortaleza lo consolidaba. Vanas son pues é impotentes sus miras en
desacreditar las personas, cuando el ministerio es preciso y necesario: inútiles sus esfuerzos: porque
siempre han de sentir el peso de la autoridad establecida en beneficio común.
No, no esperéis hoy, una critica de las costumbres de los Jueces, de los Letrados del Ilustre
Colegio, de los Subalternos de este Tribunal siempre justo: faltaría la primera obligación, que es
buscar á toda costa la verdad, y daría un ejemplo reprobado por la santidad de nuestro ministerio,
que dá cada uno, lo que es suyo.
¡Justicia santa! Tú que desde el seno del Eterno,bajaste al mundo para establecer la paz; que
nos escogiste, para que sirviésemos fieles; oye los votos del último de tus admiradores, que
accidentalmente ocupa el primer lugar en este distinguido santuario, no por méritos, no por
servicios, sino por los años que hace que frecuenta esta casa; ilustrale con el rayo mismo con que
alumbraste al sabio Legislador de las Partidas, cuando prefijaba la esencia de nuestro ministerio
santo; para que al esplanarlo nada diga, que no edifique y confirme cada día mas en el
cumplimiento de nuestro deberes;llenando así los deseos de el mejor de los reyes, y la esperanza de
esta Ciudad y su Provincia.
Fizo nuestro Señor Dios, dice el Rey Don Alfonso en el proemio de la tercera partida, todas
las cosas muy cumplidamente por el su grande saber: et despues, que las hovo fechas, mantovo a
cada una en su estado: et con esto mostró cual es su grande bondad et justicia; et en que manera la
deben mantener los que la facen en la tierra: cabien asi, como cuando la el quiso facer hovo saber,
querer, e poder para la facer:otro silos que la justicia han de facer por el, han menester que hayan en
si estas tres cosas:primeramente voluntad de la querer y amar de corazón parando mientes en los
bienes, et en la proes que en ella yacen, la segunda que las sepan facer como conviene et los fechos
demandasen los unos con piedad, los otros con reciedumbre; la tercera que hayan esfuerzo é poder
para cumplirla con los que la quieren toller y embargar.
Tres son los requisitos esenciales del Juez: amor á la justicia, ciencia para administrarla y
esfuerzo y poder para cumplirla: fácil me sería probarlo con ejemplos que han pasado á mi vista
cuando las pasiones mas acaloradas, los partidos mas encarnizados quisieron sucumbieseis,
atreviéndose hasta señalarlas víctimas, que querían inmolaseis con la espada de la justicia;
felizmente pasó aquel tiempo,y siendo uno de vosotros no me es permitido ejecutarlo.
Platon y Plutarco, hablan del amor como de una inspiración de los Dioses, para conducir los
corazones tiernos á las virtudes mas heroicas. Efectivamente el amor comprende en si todas las
pasiones, porque todos los movimientos de nuestra alma son amores disfrazados, que toman
ordinariamente el nombre del objeto á que se dirigen. San Agustín refiere las cuatro virtudes
cardinales al amor, y siendo una de ellas la justicia resulta necesariamente la perfección de este
amor; y podrá decirse que la justicia que da cada uno lo que es suyo, é impide que otro ejecute lo
que no quiere que hagan con él mismo: es el manantial de todas las virtudes, y es la sola virtud que
las encierra todas. ¿Podrá amarse la justicia sin practicar las demás? Si la queremos, debemos
entregarle nuestro corazón para que disponga de él, así lo hacen los que de veras amana; ni oyen, ni
ven, ni entienden sino el objeto de sus caricias y esto es cabalmente lo que exige en los Jueces
nuestro sabio Rey, poniendo a la vista los bienes que nos causa, las ventajas que nos resultan.
El orden, la paz, y la seguridad son los frutos de la justicia; ¡que mayores bienes podemos
disfrutar en sociedad? ¿que mayores ventajas? La discordia tiembla a su vista: las pasiones pierden
su vigor y energía; y el amor propio, aquel padre fecundo de las virtudes mas sublimes, y de los
vicios mas detestables, se vé precisado á sostener el imperio de la ley. Este es el milagro de justicia
cuando premia, y cuando castiga: con razón se coloca en primer lugar el amor a la justicia.
Bien sabía Achaz los derechos de Nabot; le sobraba esfuerzo y poder para respetarlos,pero
como no amaba la justicia, le quitó la vida para entregar la viña porque tanto ansiaba Jezabel: de
nada pues sirve la ciencia, es perjudicial el poder cuando no los conduce el amor de esta virtud
santa.
Aun tenemos otro motivo para darle enteramente nuestro corazón, y es que sin ella, no
podemos sondear el inmenso caos de las pasiones que debemos combatir; es la antorcha que nos
guía,para reconocer los tortuosos senos donde se abrigan, y el hilo de Teseo para salir del laberinto
que forman.
Dar a cada uno lo que es suyo, es la cosa más sencilla en teoría, la más difícil en : la razón lo
apoya, las pasiones lo resisten, y al paso que crecen estas, se aumentan los obstáculos que impiden
conseguirlo:obstáculos en las pasiones del Juez, del Abogado, del Litigante, y del Subalterno;
obstáculos en la oscuridad de algunas Leyes, en los inmensos volúmenes que ocupan, en el corto
tiempo que hay para leelos meditarlos y estudiarlos:obstáculos que solo el amor que todo lo allana
unido con la justicia puede vencerlos, allanarlos, destruirlos: para esto debe examinarlos,
reconocerlos, pesarlos con la mayor detención, y sin los ojos de la ciencia y un grande esfuerzo, es
imposible pueda conseguirlo.
La ciencia corrige los defectos del espíritu humano que engañándose ordinariamente sobre
sus verdaderos intereses, prefiere la apariencia á la realidad; la opinión a la verdad: es un alimento
saludable, que solo puede digerirse por estómagos fuertes y robustos: y un olor suave y delicado
que trastorna las cabezas débiles:pero el que ama la justicia tiene el verdadero preservativo para
economizar el tiempo dirigiendo toda su ciencia al cumplimiento de sus obligaciones. Lee y estudia,
medita las leyes, examina los casos, tiempos y circunstancias:reconoce los escollos en que han
perecido muchos; fondea el corazón humano, y auxiliado de la moral halla las causas, los efectos y
los remedios de las pasiones:el origen de las virtudes, el modo de promoverlas para la felicidad del
estado:aprende en la política que la justicia, la prudencia y el valor son las que producen todas las
virtudes sociales; que el Magistrado es un padre, los ciudadanos hermanos,los súbditos hijos:la
historia le presenta las leyes de todas las Naciones para que las convine con las patrias. No son
perjudiciales al Juez los conocimientos de las bellas letras porque el mayor elogio que se prodiga al
Canciller M. de L´Hopital, fue decirse que sabía templar la severidad de la justicia con la
humanidad de las bellas letras.
Es verdad que esta clase de conocimientos no son indispensables en el Juez, pero debemos
alegrarnos, cuando vemos que abandonan la lectura de un sin número de comentadores
farraguistas,que solo sirven para obscurecer las Leyes mas claras, precisas, y terminantes, por
ocuparse en leer á Homero, Virgilio y Cicerón; además que el estudio infatigable del Juez, lo
penoso de sus tareas, no pueden hallar recreación mas inocente para que con mas esfuerzo y poder
vuelva á principiarla. No le es penosos, ni difícil porque ama la justicia, que le da el poder, y el
esfuerzo para cumplirla.
De poco sirve que la Ley conceda el poder, sino tenemos el valor necesario para arrostrar
cuantos peligros se opongan. Bien sabéis el número de ellos, amados compañeros, pero no todos
son iguales, ni de una misma naturaleza. Unos vienen de los atractivos de la belleza y hermosura,
otros de la ambición y la avaricia, otros y son los peores, de la debilidad de nuestros corazones, que
se espantan hasta de las sombras: el Juez no debe conocer otro miedo que el de faltar á la ley de
quien es depositario, y ejecutar; ni otro peligro que el de perder la reputación de justo y
arreglado:estudie las leyes del depósito, y júzguese asimismo teniendo presente que es depósito mas
sagrado el de las leyes; que el Soberano se lo pide á cada hora, y debe volverlo íntegro, y sin la
menor disminución.
Oiga la voz del litigante,que le pide los derechos, que tiene consignados en ellas contra el
poder de las riquezas, ó la fuerza de la autoridad: Cierre entonces los ojos para no ver otra cosa que
la justicia á quien ama, á quien ha entregado su corazón:ella le dará el esfuerzo para que no falte el
cumplimiento de sus deberes.
Abogados de este ilustre Colegio, todos, todos necesitamos de las cualidades que exige
nuestro sabio Rey. Si vosotros no amáis la Justicia no podéis ayudarnos como es justo para dar á
cada uno lo que es suyo;si carecéis de la ciencia, confundís los derechos de las partes, y si no tenéis
el valor necesario formareis paradoja, inventareis modos para obscurecer la verdad, abandonareis la
justicia del pobre, para proteger la iniquidad del rico y poderoso.
Subalternos todos del Tribunal; amad la Justicia porque es amable,porque es una virtud
santa, es una obligación de vuestros destinos respectivos. Sois las manos auxiliares que nos pone la
ley, los ojos con que vemos la mayor parte de los negocios, y si nosotros hemos de dirigir todos
nuestros conatos y esfuerzos para identificarnos con la justicia,es preciso que todo esté preparado y
dispuesto por la justicia. Así todos tendremos los mismos principios, los mismos deseos; y unidos
íntimamente con los dignos Ministros de este Tribunal serviremos á Dios y al Rey haciendo la
felicidad de la Provincia.” DIJE. 29
DOCUMENTO Nº. 2
Registrado Libro 4º f. 216 v.
D. José María Villanueva.
Por Real Decreto de 21 de Diciembre de 1858 S.M. Nombra Caballeros de Carlos 3º.
El Real Decreto está en la carpeta del Comendador de número D. Miguel Ponzoa y Sancho.
Villanueva pagó 1000 r. en 19 de febrero de 1859, su título se expidió en 18 días del
expresado febrero y su razón se tomó el 26 del mismo, en cuya ficha se devolvió al Sr. Secretario.
Libro 3ª fol.34
En 1858. Leg. 28. Grandes Cruces. 30
“Cadiz 7 de febrero de 1812
Montepío del Ministerio de Hacienda
Licencia concedida por el Sr Decano del Consejo Rl. Al Sr D. Josef
Villanueva, Oidor de la Audiencia de Sevilla para casarse con Dª Ines Muñiz y
Bouvier.31
(A.H.N. Orden Carlos III)
29 Real Academia de la Historia. Caja 321. Nº 7368.
30 A.H.N. Estado. Orden Carlos III. Leg. 7397. 1858.31 Posiblemente fuera con una de las hijas del matrimonio de Don Ignacio Muñiz, Gobernador de la Villa de Gata
(Cáceres) con Dª Inés Bouvier. De un documento fechado en Aranjuez el 3 de junio de 1795.
DOCUMENTO Nº. 3
“ Cádiz 7 de febrero de 1812.
Montepío del Ministerio.
De la licencia concedida por el Sr. Decano del Consejo Real al Sr. D. Josef Villanueva Oidor de la
Audiencia de Sevilla para casarse con Dª Inés Muñiz y Bouvier.
Yo Dr. Dn. Gregorio Manuel Guillen Cura Rector mas antiguo del Sagrario de esta Santa Iglesia
Catedral en ella Maestro de Sagradas Ceremonias, Examinador Sinodial del Obispado y Calificador del
santo Oficio de la Inquisicion. Certifico: Que en uso de los libros Parroquiales en que se apuntan las Partidas
de Butismo de Españoles que se hacen en dicha Santa Iglesia al reverso del folio ciento noventa y siete se
halla un Cap. del tenor siguiente: En la Ciudad de Cartagena de Yndias a veinte y tres de septiembre de mil
setecientos ochenta y uno el Sr Dr. Dn. Gervasio de Guñan Presbiterto Examinador Sinodial de este
Obispado y Maestre Escuela Dignidad de esta Santa Iglesia Catedral con asistente de mi el Dr. D. Lazaro
Jose Blanco Cura Teniente del Sagrario de esta Santa Iglesia Examinador Sinodial de este Obispado y del de
santa Marta y revisor de Libros del santo Oficio de la Inquisicion de esta Ciudad, bautizó, puso oleo y crisma
a Josef Francisco Xavier Antonio de las Mercedes, que nacio el dia diez y nueve del corriente, hijo legítimo
de Dn. Pedro Tomas de Villanueva y Berruezo y de Dª Paula Juana Arévalo y Vera. Abuelos Paternos: Dn.
Josef de Villanueva Bustillo, natural de Gordejuela, Encartacion del Señorio de Vizcaya y de Dª Torivia
Berruezo Gutierrez difuntos. Maternos: el Sr. Brigadier Dn. Antonio Arevalo y Montes y Dª Maria Teresa y
Vera, quienes fueron padrino y quedaron advertidos todos de la Obligación y parentesco espiritual que
contarian y lo firmaron. Dr Gerónimo de Liñán, Dr Lázaro José Blanco. Es copia del original a que me
refiero, y a pedimento de dicho D. Pedro Thomás de Villanueva para los efectos que le convengan doy la
presente que firmo en esta Ciudafd de Cartagena de Indias a doze de Mayo de mil setecientos noventa y un
años. Dn.Gregorio Manuel Gullen. Concuerda con la partida de bautismo y su comprobación que a este
efecto exibio ante mi el Sr. D. Jose Villanueva y Arévalo del Consejo de S. M. su Ministro en la Real
Audiencia de Sevilla, a quien le devuelvo [..] Yo el infraecripto Escribano de S. M. del Colegio de la Corte,
Notario de los Reyes, Oficial Mayor de la Escrivania de Camara del Supremo Consejo de las Indias doy el
presente que signo y firmo en Cadiz a doze de febrero de mil ochocientos doze. Feliciano Garcia Sancha.”
DOCUMENTO Nº. 4
Estado político de las Provincias de Filipinas, en los tiempos en que fue Alcalde Mayor D.
José de Villanueva y Arévalo. (De la Guía de Forasteros)32
32 Gobernadores de las islas Filipinas en la época de José Villanueva:Narciso Clavería y Zaldua, natural de Gerona,desde el 16 de junio de 1844 hasta el 26 de diciembre de 1849. Antonio María Blanco, gobernador interino. desde el 26de diciembre de 1849 hasta junio de 1850. Antonio de Urbistondo y Eguía, natural de San Sebastián, desde el 29 julio
“El Gobierno de las Islas Filipinas está a cargo de un jefe militar que, al título de Gobernador
reúne los de Presidente de la Audiencia, Vice Patrono Real, Juez Subdelegado de la Renta de
Correos, Postas y Estafetas, Director de las Tropas y Capitán general. Su autoridad,pues, abraza
todas las facultades que se derivan de estos títulos, tanto para la administración como para la
seguridad y defensa del territorio.
Las Islas se hallan divididas por provincias, y están regidas por Gobernadores político –
militares, ó Alcaldes Mayores.
Los primeros ejercen la jurisdicción gubernativa, corriendo a cargo de sus tenientes, que
deben ser letrados, la ordinaria en 1ª instancia; unos y otros son capitanes á guerra, y tienen a su
cargo la cobranza del Real haber, bajo responsabilidad garantida (sic) con fianzas a satisfacción del
Administrador general de Tributos.
Cada provincia está subdividida en pueblos más o menos numerosos, y cada pueblo tiene un
gobernadorcillo con tenientes y alguaciles de justicia, cuyo número no es fijo; los cuales
desempeñan varias comisiones, entre ellas la judicatura de sementeras, la de palmas y la de policía.
En algunos pueblos donde hay suficiente número de mestizos sangleyes, que son los descendientes
de los chinos, forman, cuando obtienen permiso del Gobierno, parcialidad separada, con
gobernadorcillo y demás miembros de justicia tomados de su propio gremio. Los gobernadorcillos
tienen en sus pueblos todo el cargo municipal propio de la autoridad que les confiere su
nombramiento, con especial obligación de auxiliar á sus Curas párrocos en todo lo relativo al culto
y observancia de los preceptos religiosos.. Conocen de las causa civiles hasta el valor de dos taeles
de oro, ó de cuarenta y cuatro pesos; proceden en los casos criminales, á la formación de sumaria,
con la cual dan cuenta la gefe de la provincia ; tienen obligación de atender á las cobranzas de Real
cuenta y demás que previenen las ordenanzas de buen gobierno, y se les permite cobrar ciertos
derechos que están determinados en sus mismos títulos.
Hay también en cada pueblo otros municipios, conocidos con el nombre de Cabezas de
barangay, institución que, bien entendida, es la mas recomendable y digna de consideración del
Gobierno, Cada cabeza está obligado á cuidar de 45 ó 50 tributos, que forman otras tantas familias,
y es lo que se entiende por barangay, deben residir con ellos en el barrio ó calle señalado, atender
de 1850 hasta el 20 diciembre 1853.Ramón Montero Gobernador interino desde el 20 de diciembre de 1853 hasta el 2febrero de 1854. Manuel Pavía y Lay. Marqués de Novaliches, gobernador desde el 2 febrero al 28 octubre de 1854.Ramón Montero Gobernador interino por segunda vez, desde el 28 de octubre de 1854 hasta el 20 noviembre 1854.Manuel Crespo y Cebrián, natural de Extremadura, Gobernador desde el 20 de noviembre de 1854 hasta el 05 dediciembre 1856. Ramón Montero se convierte en gobernador por tercera vez, desde el 5 diciembre de 1856 hasta el 9 demarzo de 1857. Fernando Escudero y Norzagaray, natural de San Sebastián, Gobernador desde el 9 de marzo de 1857hasta 2 de enero de 1860. Ramón María Solano y Llanderal, natural de Valencia, gobernador interino, 12 de enero de1860 hasta el 29 agosto de este mismo año en que fallece. Juan Herrera Dávila gobernador (interino), desde 29 deagosto de 1860 hasta 29 agosto 29 del mismo año y en posesión hasta el 2 de febrero de 1861. José Ibarrola Lemeryé yNey Gonzalez, gobernador, desde el 2 de febrero de 1861 al 7 de julio de 1862. Salvador Valdés gobernador interinodesde el 7 de julio de 1862 al 24 de marzo de 1865.
inmediatamente al buen órden y armonía de sus individuos; repartir entre ellos todos los servicios
que ocurran de comunidad, transigir sus diferencias, y recaudar el tributo, bajo fianza, para
formalizar después su entrega al gobernadorcillo, ó al gefe de la provincia en derechura, como
sucede en la de Tondo. Los cabezas son procuradores natos de sus barangais en cuantos negocios
ocurren a la comunidad.
Las cabecerías, de origen mucho mas remoto que la reducción, fueron sin duda hereditarias.
Actualmente las hay hereditarias y electivas, y cuando vacan, sea por falta de heredero ó por
renuncia del propietario, se nombra el reemplazo por el Superintendente en las provincias cercanas
a la capital, y en las lejanas por el gefe subdelegado respectivo, pero á propuestas del
gobernadorcillo y de los demás cabezas. Esto mismo se practica en la creación de cualquiera
cabecería á medida que se aumenta la población y lo exige el número de tributantes de cada pueblo.
Los cabezas, sus mugeres y primogénitos, que son sus auxiliares para la cobranza del Real Haber,
gozan la exención de no pagar tributo.
Los cabezas, en algunas provincias, sirven las cabecerías por tres años, y si no resultan en
descubierto quedan reconocidos como principales en los pueblos, con título de cabezas pasadas y
Don. Semejante sistema ofrece el grave inconveniente de multiplicar la privilegiada clase de
principales que, reservada de los servicios personales,, recarga al estado llano ó polistas en
proporción de su aumento. El Gobierno bien penetrado de las consecuencias de este inconveniente,
dirige su atención á corregirle de la manera mas provechosa al pro-común y al servicio de S.M.
Las elecciones de gobernadorcillo y demás ministros de justicia de estas Islas, se verifican
con arreglo á lo establecido últimamente en decreto del Excmo. Sr. Conde de Manila, Gobernador y
Capitán general D. Narciso Clavería, su fecha 5 de octubre de 1847, con las modificaciones que al
artículo 1º ha establecido el Decreto del Excmo. Sr. D. Antonio Urbiztondo, Marqués de la Solana,
de 22 de febrero de 1853, preventivo de que las elecciones de gobernadorcillos se hagan todos los
años ( excepto en los pueblos cosecheros de tabaco) desde 1º de Abril para que estén las propuestas
en gobierno el 15 de Mayo y puedan posesionarse los nombrados en 1º de Junio siguiente.
Que presida el gefe de la provincia con asistencia del Párroco del pueblo, si gustase
concurrir. Que á falta del gefe le sustituya el llamado a ejercer sus veces por decreto de 20 de
Octubre de 1846, ó el español que nombre aquel si esto no pudiere cumplirse.
Que los electores para cada pueblo sean trece, a saber, el gobernadorcillo y doce
vecinos,sorteados la mitad entre cabezas y gobernadorcillos pasados sin nota, y la otra mitad entre
cabezas actuales,los cuales ademas han de tener oficio ó modo de vivir conocido, no pudiendo ser
electores los criados de los alcaldes, gobernadores y sus tenientes, Curas párrocos y sirvientes de las
iglesias, ni los demás que tengan tachas legales, enumerados en dicho decreto artículo 4º.
Para ser elegido gobernadorcillo se requiere ser natural ó mestizo de sangley, vecino del
pueblo, mayor de 25 años,saber leer y escribir, haber sido teniente mayor ó cabeza sin nota, ó si lo
es á la sazón tener sus cuentas corrientes, no ser arrendatario de propios y arbitrios del pueblo ni
estanquillero, ni tener las tachas que para electores se prefijan en el dicho artículo 4º..
Las mismas circunstancias se requieren para ser teniente mayor y jueces mayores, que son
los de sementeras, policía y ganados, solo que para estos tres últimos es necesario haber sido ya
gobernadorcillo ó teniente mayor, y para este empleo basta haber obtenido sin nota, alguno
municipal; todos estos cuatro son propuestos por la referida junta electoral pero sin formar terna..
para elegir oficiales de Justicia y testigos acompañados, acordarán la formación de una lista
(antes de las elecciones de que se ha hablado) el gobernadorcillo saliente y común de principales,
que presentarán al que presida el acto, quien oyendo al Cura y á los que forman la terna para
gobernadorcillos, irá anotando los que merezcan ser aprobados, para inscribirlos en el acta que se ha
de remitir al Superior Gobierno, y tiene facultades para formarla él por si solo, si no se pueden
poner de acuerdo los principales.
En los pueblos donde los mestizos de sangley tienen gremio separado, se celebraran las
elecciones con entera sujeción á lo dispuesto para los de naturales.
El acta de cada pueblo se extenderá en papel de oficio, y firmará el gefe de la provincia, el
Cura, si hubiese asistido,los electores y el escribano, ó bien los que en su defecto le deban sustituir,
según se explica en el artículo 12.
Todas las actas se remitirán al Superior gobierno, siendo procedentes de los pueblos de
Luzon, Mindoro y Masbate, quedando testimonio de ellas en la alcaidias o gobiernos de donde
procedan; acompañarán las papeletas de votación respectivas y harán aquellos gefes las
observaciones que les sugiera su celo sobre las circunstancias de los comprendidos en terna para
gobernadorcillos y demá cargos de justicia.
Las demás disposiciones de este decreto son secundarias y no se extractan por no permitirlo
los estrechos límites de la Guía.
Habiéndose suprimido desde el 1º de octubre de 1850 el Gobierno- Intendencia de Visayas,
en virtud de Real Orden de 17 de Marzo del mismo, y estando resuelto en su consecuencia, que las
provincias de aquel distrito vuelvan en un todo al mismo régimen que estaba establecido antes de la
creación de dicho Gobierno- Intendencia, deberán todos los gefes de las provincias Visayas
observar, en cuanto a elecciones de ministros de justicia, el sistema antiguo de aprobar cada uno las
de su respectiva provincia, haciendo oportunamente el pedido de títulos al Superior Gobierno, quien
se los remitirá en blanco para que los entiendan, correspondiendo por lo tanto la resolución de las
dudas que ocurran al mismo Superior Gobierno.
El gremio de chinos está en posesión de elegir de entre sus individuos cristianos, y en junta
que preside el Alcalde mayor de Tondo, uno para gobernadorcillo, otro para teniente mayor y un
tercero para alguacil mayor, á quienes el Gobierno libra los competentes títulos, en virtud de los
cuales ejercen jurisdicción. Los oficiales de justicia en este gremio se llaman bilangos, y los nombra
el gobernadorcillo entrante. Los electores son también trece y se componen del gobernadorcillo que
ha de cesar, de los capitanes pasados, y de los cabecillas del tributo, y de champanes pasados y en
ejercicio; cuando falta algún número se completa con los cabecillas de los oficios. Actualmente la
cobranza de tributo ó capitación de chinos se hace directamente por el Alcalde mayor en la
provincia de Tondo, con un interventor; en las demás provincias la hace por si solo el gefe de cada
una. Rige para esta exacción un padrón donde se hallan matriculados y clasificados los chinos, el
cual determina la cuota de cada contribuyente según su clase.
Los gobernadorcillos y oficiales de justicia merecen del Gobierno la mayor consideración
por las honorificas y ultísimas funciones de sus empleos. A los gefes de provincia se les impone por
obligación el que los estimen cual corresponde a sus respectivos ejercicios; dándoles asiento en sus
casas y en cualquier parte, sin consentir estén en pié ni permitir que los Curas Párrocos los traten
con menos estimación.”
DOCUMENTO Nº 5
Graduado de Doctor por la Universidad de Alcalá.
“Por carta de pago dada en veinte y siete de Marzo último por el Sr. D. Antonio Noriega
Tesorero general de S. M., que original queda en esta Tesorería de Valores y consta haber recibido
de Josef de Villanueva y Arévalo Doctor en la facultad de Cánones de la Universidad de Alcalá, dos
mil novecientas y cinquenta mrs. de vn., que causa el derecho de la media anata por haberle
concedido licencia para exercer la Abogacía en la forma ordinaria.
Y para que conste doy esta Certificación en Madrid a catorce de Abril de mil ochocientos
seis.
Por Ocupación de Sr. Contador general
Manuel Álvarez Saelices.”
(A.H.N. Del expediente sobre que se le conmuten dos años de prácticas. CONSEJOS. 12165.
Exp.16)
DOCUMENTO Nº 6
Escrito de Narciso Clavería, Gobernador de las islas Filipinas al Secretario de Estado
solicitando recompensas para D. José Villanueva y otros.
“Gobierno y Capitanía General
de Filipinas
Excmo. Sr.
Desde mi último parte nº 382, de fecha 18 de Julio próximo pasado, la tranquilidad pública prosigue
sin alteración alguna, habiéndose sabido los sucesos ocurridos en esa Corte el 7 de Mayo último y en Sevilla
el 13, tan felízmente terminados ambos en favor del orden.
Las lluvias que han seguido cayendo tanto en el distrito de esta Capital, como en las Provincias, han
extinguido la langosta y hecho desaparecer alguno que otro síntoma de cólera que se había presentado, y
prometen una singular cosecha.
Aprovecho la ocasión de noticiar a V.E, que por el celo y actividad del Alcalde mayor de Misamis
auxiliado de algunos principales, se ha logrado la reducción de varios Dattos de monteses y moros con
considerable número de us sacopes de los que habitan alrededor de aquella provincia, por cuyo servicio tengo
acordado las recompensas a que se han hecho acreedores los que lo han conseguido.
Es cuanto tengo la satisfacción de participar a V.E. Para el Soberano conocimiento de la Reyna
Nuestra señora (Q.D.G.)
Dio0s guarde a V.E., muchos años.
Manila 4 de Agosto de 1848.
Excmo. Sr.
Narciso Clavería
Excmo. Sr. secretario de esrtado y del Despacho de la Gobernación del Reino.”
(A.H.N. ULTRAMAR.5161.Exp. Nº 33)
DOCUMENTO Nº 7
Escrito de Narciso Clavería, Gobernador de las islas Filipinas al Secretario de Estado
solicitando recompensas para D. José Villanueva y otros.
“Gobierno y Capitanía General
de Filipinas
Excmo. Sr.
Desde mi último parte nº 382, de fecha 18 de Julio próximo pasado, la tranquilidad pública prosigue
sin alteración alguna, habiéndose sabido los sucesos ocurridos en esa Corte el 7 de Mayo último y en Sevilla
el 13, tan felízmente terminados ambos en favor del orden.
Las lluvias que han seguido cayendo tanto en el distrito de esta Capital, como en las Provincias, han
extinguido la langosta y hecho desaparecer alguno que otro síntoma de cólera que se había presentado, y
prometen una singular cosecha.
Aprovecho la ocasión de noticiar a V.E, que por el celo y actividad del Alcalde mayor de Misamis
auxiliado de algunos principales, se ha logrado la reducción de varios Dattos de monteses y moros con
considerable número de us sacopes de los que habitan alrededor de aquella provincia, por cuyo servicio tengo
acordado las recompensas a que se han hecho acreedores los que lo han conseguido.
Es cuanto tengo la satisfacción de participar a V.E. Para el Soberano conocimiento de la Reyna
Nuestra señora (Q.D.G.)
Dio0s guarde a V.E., muchos años.
Manila 4 de Agosto de 1848.
Excmo. Sr.
Narciso Clavería
Excmo. Sr. secretario de esrtado y del Despacho de la Gobernación del Reino.”
(A.H.N. ULTRAMAR.5161.Exp. Nº 33)
DOCUMENTO Nº 8
Comunicación de la reina para darle las gracias a D. José de Villanueva y Arévalo.
“Dirección de Gobierno
Ultramar
Al Gobernador , capitán General de Filipinas.
Madrid 3 Noviembre 1848
Excmo. Sr.
Por la carta de V.E. Nº. 384, de fecha 4 de Agosto último, se ha enterado la reina con agrado de haber
conseguido el Alcalde mayor de Misamis, auxiliado de algunos Principales, la reducción de varios Dattos de
monteses y moros con considerable numero de sus sácopes de los que habitan alrededor de aquella provincia;
siendo la voluntad de S.M., que de V.E., las gracias de su Real nombre a los expresados Alcalde Mayor y
Principales, por cuyo celo y autoridad se ha obtenido aquel ventajoso resultado.
Lo comunico a V.E a real Orden,para cu conocimiento y efectos consiguientes. Dios Guarde.”
(A.H.N. ULTRAMAR. LEG. 5161. Exp.33)
DOCUMENTO Nº 9
Instancia manuscrita de D. José Villanueva dirigida al Sr. Rector de la Universidad de Alcalá
“Señor Rector
Dn. José Villanueva y Arevalo, natural de la Ciudad de Cartagena de Indias, Diócesis ejurdem,
Cursante de octavo Año de Jurisprudencia, A VS. Con el mayor respeto expones: haberse matriculado el
Curso pasado en séptimo año con protexta: la que no ha podido evacuar pr los motivos qe son notorios, y
trascendentales a quantos Escolares tienen pendiente semejante solicitud:Por tanto.
A VS. Suplica se digne mandar qe el Secº de esta Universidad le matricule en dicho octavo Curso de
Jurisprudencia bajo la misma protesta pa qe no se le paren los perjucios qe de lo contrario se le seguirian en
qe recibiera especial merced. Alcalá 23 de noviembre de 1802.
José Villanueva y Arévalo”
(A.H.N. UNIVERSIDADES. Leg. 507. Exp.136)
DOCUMENTO Nº 10
Instancia de D. José Villanueva al Sr. Rector de la Real Universidad de Alcalá.
“M. y S.
D. José de Villanueva y Arévalo natural de Cartagena de indias Diócesis Ejurdem A VS. Con
el debido respeto y veneración expones qe hallandose pendiente la real Provisión qe solicita, para
pasar el séptimo Curso de Cánones la qe consta a VS. necesita aun del informe del Ilmo. Claustro de
esta Universidad; y llegando el tiempo prescrito pr Real Ordenes pa cerrarse la matricula, y no
pudiendo hacer, sino con protesta, pr tanto.
A VS. Suplica se sirva mandar se el matricule con la protestra de formalizar la matricula
dentro del termino qe VS. Se digne señalar:favor qe espera de la nota benignidad de VS. Cuiya vida
pide al Altisimo quarde y prospere mucho años.
Alcalá 21 de Noviembre de 1801
José Villanueva y Arévalo.”
(A.H.N. UNIVERSIDADES. 507. EXP.136)
DOCUMETO Nº 11
Instancia dirigida al Rector de la Universidad de Alcálá D. Domingo Francisco Ferro,por D.
José de Villanueva y Arévalo. En la documentación anexa consta que le fue aprobado el recurso
pasando a cursar el siguiente Curso.
“José Villanueva y Arévalo Cursante de Jurisprudencia en ella, con el debido respeto hago
presente a VS. que habiendo ganado el quinto año de esta facultad para pasar el sexto solicitó en el
Consejo de Castilla que pues tenia ganados en dos veranos dos cursillos de Cánones, me habilitase
este de sexto y tuviese por ganado para poder pasar al séptimo, hecha esta gracia y con efecto de
esta solicitud pidió el Consejo informe al Claustro quien le evacuó favorablemente, motivo por que
la protesta ordinaria me admitió VS., admitirme a la matricula de séptimo el que gané y no probé
esperando los resultados del Consejo, y por que VS., tenía mandado, que a ningún matriculado con
esta protesta se le diera cédula; el recurso está pendiente aún, mas como según las noticias, que a
público corrían a la entrada de este curso, que acaba de expirar, de que no dispensaba el Consejo ya,
me matriculó el Secretario en el sexto año, que igualmente tengo ganado en este Curso. Por esta
relación tan circunstanciada y cierta conocería VS., que el haber alterado el orden no ha consistido
en mi, y si en esperar los resultados del Consejo, y el la práctica de esta Real Universidad en admitir
bajo de protesta a los que tengan recursos pendientes. Así que y mediante que la universidad ha
admitido a algunos de otras Universidades al estudio postgarado del methodo para que en ellas no se
requería.
A VS., suplica tenga a bien mandar al Secretario que incorporándome al sexto año que acabo
de ganar, lo haga también del año séptimo que gané en el año anterior, y que al efecto el Dr. D.
Venancio Dusmet cathedrático de este año me libre la cédula, que no lo ha hecho por el mandato de
VS, que arriba apunté, y recibir mercedes de VS., cuya vida guarde Dios guarde muchos años. José
villanueva y Arévalo.”
(A.H.N. UNIVERSIDADES. 507. EXP.136)
DOCUMENTO Nº12
Pedimento presentado por el Señor Josef Ortíz de Herboso en represantacoión del D. José
Villanueva ante el Consejo de Castlla, co su resolución.
(A.H.N. UNIVERSIDADES. 507. EXP.136)
DOCUMENTO Nº 13
“Cuando en estos días, consagrados al premio del trabajo y de la virtud por la Sociedad, que
tanto se desvela en promover la Educación, la Agricultura, el Comercio y las Artes, veo que los
Sabios, amantes de la prosperidad de esta hermosa parte de la Bética, convencidos de la necesidad
de estos actos, los honran con su presencia; que el artesano deja su taller; y el Pueblo ansioso corre
para celebrar la juventud, que llena de entusiasmo espera el premio que ha merecido su aplicación y
constancia, se embelesa mi alma, contemplando las virtudes de todos, y mi entendimiento se
lisonjea con la esperanza alhagüeña y consoladora de una generación futura, capaz de enjugar el
torrente de lágrimas que la impiedad nos hace derramar; de restablecer en su trono el imperio de las
virtudes desterradas por la anarquía; y de curar para siempre las heridas y llagas, que nos causó la
revolución; borrando hasta las cicatrices, que todavía rojean á la vista menos penetrante.
Sí, amados Compañeros, estos son los deseos que animan vuestro corazón, esta la esperanza
de todos. Llamáis al Pueblo, para que admire este plantel de padres de familias que, criados en el
ejercicio del trabajo y de las virtudes, serán algún día la verdadera fuerza del Estado; este deposito
de aguas puras, cristalinas y saludables, que con el riego de su doctrina han de fertilizar nuestro
suelo; este fruto de la educación mas selecta y esmerada, en que al paso mismo que nacen y crecen
las virtudes, se arrancan y destierran los vicios haciendo que las pasiones mismas los destruyan por
los medios mas suaves, sencillos y naturales. La continua meditación sobre el estudio del corazón
del hombre, sobre el modo de obrar y desenvolverse las pasiones, sobre el influjo de las virtudes en
la prosperidad de los pueblos, os hizo aprender en la naturaleza estos arcanos; ella os ha enseñado,
que el amor de la gloria es el estímulo mas fuerte para animar al trabajo. Este amor, que reduce á
cenizas y escombros las mas ricas y florecientes ciudades, que convierte en espantosos desiertos los
imperios mas fuertes y formidables, postrándolo todo bajo el corvo alfanje del ambicioso
conquistador; que con su aparente brillantez fascinó los ojos de los Griegos mas sabios,
obligándolos á que ciegamente dejasen el cultivo de las tierras y el ejercicio de las Artes en manos
de los Uliotes, que despreciaban, porque no lo creían compatible con ocupaciones tan bajas y
groseras, se abate en el dia hasta enseñar al ínfimo del pueblo el mecanismo mas tosco, siempre que
sea útil y necesario para adquirir la riqueza pública; visita las chozas y caseríos mas humildes para
derramar en sus habitantes el bálsamo del consuelo, por que ya no le conducen la ambición ni la
avaricia, guíanle solamente la templanza y el amor de los hombres: por eso no mata, arruina ni
destruye; sino repara, levanta, edifica y ejecuta cuanto conduce para hacer ricos y felices los
Estados.
¿Son acaso diferentes los principios que adoptamos para alcanzar la felicidad, que los que
enseñaron los Griegos, que tanto ilustraron la política y la moral? será lícito abandonar la senda que
nos trazaron Sócrates y Platón, Arístides y Phocion? No, no abandonamos las reglas que nos
prescribieron; variamos, sí, en las consecuencias que se deducen de ellas: el tiempo y la esperiencia
de muchos siglos son la causa verdadera de la diferencia que se advierte. Convenimos, en que las
virtudes son la piedra angular de la prosperidad general; que las pasiones son como la arena, que
bien mezclada con la cal perpetúa los edificios; cuando usada por sí sola no puede darles sino una
existencia efímera; pero debemos variar necesariamente, cuando señalamos las virtudes que se han
de cultivar con preferencia, y las pasiones que pueden y deben auxiliarnos para arrancar y destruir
los vicios mas perjudiciales y detestables, dando á las unas y á las otras mayor ó menor extensión,
según la diferencia de la Religión que profesamos; según el estado de cultura y civilización de las
naciones; según las mutuas relaciones que deben reinar entre todas. Asi ellos consideraban la
pobreza como la primera virtud en el hombre y en el ciudadano; nosotros creemos que destruye los
Estados: miraban las riquezas como un principio de ruina y destrucción; nosotros las vemos bajo de
otro aspecto mas interesante, porque las consideramos como el fruto del amor al trabajo y de la
gloria, que dirigidos por la templanza hace felices y opulentas las naciones. Materia la mas
conveniente para tratarse en el día en que la juventud presenta sus obras ejecutadas por la
combinación de estas virtudes que son las fuentes de la riqueza y de la prosperidad. Bien penetrados
estáis de esta verdad, cuando con el mayor esmero promovéis el trabajo y plantáis las semillas del
amor de la gloría en los corazones de vuestros alumnos.
Quisiera examinarla con la detención que necesita materia tan interesante; pero lleno de
ocupaciones de otra especie, me falta el tiempo para reunir la multitud de pruebas que la convencen
sobrándome solo el deseo de emplearme en beneficio público y obsequio vuestro. Sí, amados
Compañeros, la constante experiencia de la bondad con que no solo me colocasteis en éste sitio,
sino que habéis querido permanezca en él; me anima para esperar me oiréis disimulando las faltas
que la premura del tiempo y la multitud de ocupaciones que me rodean, me han hecho cometer.
Oidme, pues, Señores benignamente. Si en aquellos tiempos, en que la pobreza se consideraba
como el primer grado de virtud en el hombre y en el ciudadano, sé hubiera propuesto la riqueza,
como necesaria para la felicidad de los Estados; la historia de Atenas y de Roma, la de Tyro y de
Cartago bastaban para confundir al que osado se atreviese á pronunciarlo. Entonces la hermosa Tyro
y la industriosa Cartago eran reputadas como las corruptoras de las naciones, que contentas antes
con las riquezas que la prudente naturaleza reparte en cada clima, vivían dichosas, sin vanidad y sin
lujo. La púrpura brillante y las galanas superfluidades presentadas por los Fenicios y Cartagineses,
introdujeron el gusto á cosas raras y esquisitas, y poseídas de él las gentes llegaron hasta despreciar
los bienes sólidos que poseían. Dueños los Tyrios y Cartagineses por este medio de las riquezas del
mundo, solo pensaron en la Navegación, el Comercio y las Artes; solo trataron de comprar, vender y
permutar, reuniendo tesoros inmensos; pero en su mayor opulencia fueron vencidos por las virtudes
de Alejandro y de Scipion Africano.
La Grecia tampoco pudo resistir el egemplo de las demás naciones, á pesar de los esfuerzos
con que Sócrates y Platón, Demóstenes y Phocion encomiaron el egercicío de las virtudes
combatiendo el amor de las riquezas. Bastó un Pericles para corromper á Atenas: siguieron su
egemplo Lisandro Cleon y Alcibíades hasta que embriagados con los placeres del lujo fueron
dominados por Filipo, en cuyo campo estaban las virtudes desterradas de Atenas.
Roma, la soberbia Roma, que con su frugalidad y pobreza se alzó con el dominio del mundo,
fue también víctima del poder de las riquezas. Luego que hizo tributarias las demás naciones, cada
una por vengarse le entregó sus Dioses, sus costumbres, y los vicios mismos que habían labrado las
cadenas de su vergonzosa esclavitud. De aquí nacieron la retirada de la plebe al Monte Sacro y
Aventino, las disensiones de los Gracos, la guerra de los Gladiatores, las civiles, hasta que vencido
Antonio en la batalla de Actium, quedó Augusto solo dueño de la libertad de Roma. ¿Y podremos
contestar á ejemplos tan palpables? á argumentos tan irresistibles? Ellos, sin duda alguna, fueron
bastantes, eran suficientes para que los filósofos y los políticos se decidiesen á sostener con ardor,
que las riquezas corrompían los Estados porque desterraban las virtudes, entronizaban los vicios.
Por esto las riquezas entonces eran un objeto estéril de la política: preocupados con los principios,
engañados con los egemplos, temieron acercarse á examinar si podían ó no ser útiles, por no caer
deslumhrados con su falsa brillantez, y seducidos con su dulzura alhagüeña.
El tiempo y la esperiencia nos han obligado á examinarla: y en el día, en que la Industria, el
Comercio y las Artes son el apoyo mas fuerte de la prosperidad de los pueblos; las riquezas forman
el objeto mas interesante de la política. Desde que las naciones se constituyeron en cierta clase de
quietud, cesando el vértigo de las revoluciones; desde que el oro lo representa todo y las naciones
comerciantes y agriculturas han elevado su trono sobre las guerreras; desde que se ha
experimentado que las riquezas corrompen cuando son el fruto de una desoladora conquistado de
otra inerte, adquisición; pero no cuando son el resultado de un continuo trabajo, de una vida
enteramente ocupada, ha sido indispensable que la política se valga de ellas sino quiere que se
desplome el Estado. He aquí la diferencia que se nota entre nosotros y los antiguos. Entonces á
cada, paso se presentaban hombres que conducidos por la soberbia y la ambición, hacían temblar la
tierra, fundando su, gloria en destruir sus semejantes, y apoderándose de sus bienes amontonaban
riquezas con los saqueos y devastación de los pueblos, de las provincias y de los reinos. Se peleaba
entonces solamente por la libertad, y sin otra alternativa, que vencer, ó ser esclavos del
conquistador; y aunque el amor de la gloria era el ídolo de ambos, como el uno era falso y aparente,
y el otro verdadero, vencia ordinariamente el pueblo mas virtuoso, sucedió en Leuctra, Plateas,
Marathón, Salamina y Martinea: asi Leónidas con solos trescientos Lacedemonios detuvo las
fuerzas inmensas de Jerjes en las Thermópilas: asi también hubieran vencido á Filipo.
Los anales de la Europa nos demuestran lo contrario, el pueblo mas rico vence
frecuentemente al mas pobre. Ahora se declara una guerra por tomar un puerto cómodo para el
Comercio, por la posesión de una mina, por la pesca del bacalao, por el clava y la pimienta, en una
palabra se pelea por la riqueza, mas bien que por la libertad. ¿Quien temería en el estado presente de
la Europa á una nación que tuviese el principio, las miras y los establecimientos que la República
Romana? qué sucedería actualmente á un Estado que como en Esparta desterrase el oro y la plata,
prohibiese el Comercio y envileciese las Artes? Conservaría con la pobreza la frugalidad, y con esta
la fuerza, la tolerancia en las fatigas, el valor y la severidad y rigidez da costumbres; pero faltándole
las riquezas, á pesar de sus virtudes, tendría que sucumbir bajo el yugo del mas rico. Se acabó el
tiempo en que con solas dos legiones se declaraba la guerra á una nación entera; ahora se necesitan
ejércitos, y estos de tesoros inmensos. Ya no se decide en un dia de la suerte de un Estado sin haber
consumido antes muchos millones en vestuarios, armamentos, monturas, municiones y demás; sin
tener almacenes provistos, hospitales planteados y un sin número de preparativos, que se hacen bien
con el oro, y con la plata que justamente lo representa todo. Pues si solo las riquezas son las que
sostienen esas masas inmensas, que son las verdaderas fuerzas ¿qué extraño es que se considere mas
fuerte al que tiene mayor número de soldados disponibles, porque es mas rico? Luego el rico es el
mas fuerte: y por eso los políticos hacen tanto caso de las riquezas, que provienen del sudor del
artesano, del comerciante, y del labrador; porque ademas de su utilidad, no fomenta la ociosidad,
que es la que arruina los pueblos quitándoles las virtudes, son el fruto del trabajo conducido por el
amor de la gloria, moderado por la templanza: virtudes indispensables para conservar las
Sociedades.
Aunque todas las virtudes merecen cultivarse porque contribuyen á la felicidad de los
hombres, como no todas exigen el mismo cuidado y diligencia, es preciso escoger aquellas que
influyan con mas eficacia para conseguirla. De acuerdo con la moral nos enseña la política, que la
justicia, la prudencia y el valor que según su dignidad son las primeras, producen el orden, la paz y
la seguridad; pero necesitan el apoyo de la templanza, del amor al trabajo y de la gloria, que son
como las bases y auxiliares de todas las virtudes: razón por que en el orden político ocupan siempre
el lugar mas preferente. La primera convidándonos á vivir contentos con lo que indispensablemente
exige la naturaleza para la conservación, disminuye y simplifica el número de las necesidades. El
amor del trabajo, que es la segunda, impide que la templanza tenga que combatir con la ociosidad, y
con el fastidio y enojo que siempre causa la inacción del alma y del cuerpo, teniendo ambos en
continúa ocupación y repartiendo sobre los placeres mas honestos, una alegría capaz de
satisfacernos; templa la imaginación, sujetándola para que no vague buscando nuevas y
desconocidas sensaciones. La tercera, que es el amor de la gloria, nos encanta de tal modo que nos
hace olvidar hasta la existencia, y comunicando un ardor extraordinario á las dos primeras virtudes
las obliga á deponer su natural timidez y arrollan impávidamente el tumulto de las pasiones.
Siendo, pues, el objeto de la política facilitar la práctica de la justicia, de la prudencia y del
valor, para conseguir el orden, la paz y la seguridad; debe combatir con preferencia las pasiones que
nos impidan ser justos, prudentes y valerosos. ¿Cómo podrá conseguirlo sin la templanza, el amoral
trabajo y de la gloria? La primera vence á los enemigos de la justicia, la segunda preside á todos sus
actos y deliberaciones, la tercera le anima á ejercitarlos con exactitud, legalidad y pureza, sin que
los respetos humanos, ni el temor sean capaces de impedir su marcha majestuosa el interés la
obstruya , ni las pasiones exaltadas puedan separarle de dar á cada uno lo que es suyo. ¿No será
siempre mas prudente el templado laborioso, y amante de la gloria, que el destemplado inerte y
lleno de egoísmo? no será aquel mas fuerte que este? Justamente la política las coloca en lugar tan
preferente, porque conducen por la mano á las primeras virtudes morales, facilitan su práctica,
dándoles el vigor necesario para destruir los vicios, peste de las costumbres, destrucción de los
Estados.
Aun por el placer que siente el alma en el egercicio de estas virtudes puede manifestarse su
necesidad, valiéndome con preferencia de la conversación de Sócrates con Euthidemes que nos
conservó Jenofonte como la decisiva para probarlo. ¿Habéis pensado (dice Sócrates hablando de los
pleitos) que el desenfreno que solo trata de los placeres, sabrá hacer gustar alguno como él es en
realidad, con templanza y sobriedad que son las que verdaderamente hacen gustoso el placer? Es
propio del divertimiento no aguardar el hambre ni la sed, ni los estímulos del amor, ni las fatigas de
las vigilias, que son sin embargo las verdaderas disposiciones para comer y beber deliciosamente, y
para encontrar un placer esquisito en las proximidades del sueño: este es el motivo porque el
desarreglado siente menos dulzura en las acciones mas precisas, y que se ejecutan con mas
frecuencia; pero la templanza, que nos acostumbra á esperar la necesidad, es la que nos hace sentir
un placer puro y estremado: esta virtud que pone á los hombres en estado de perfeccionar su cuerpo
y su espíritu, de gobernar dichosamente su familia , de servir con utilidad á sus amigos y á su patria,
y de vencer los enemigos; lo que no solo es ventajoso á la común utilidad, sino muy agradable por
el contento interior que la acompaña, en lo que no tienen parte las diversiones ilícitas. ¿Qué parte
podrán tener en las acciones virtuosas aquellos cuyo espíritu está todo ocupado en buscar los
placeres presentes? qué diferencia hay entre un irracional y un voluptuoso que no considera lo que
es justo y ciegamente sigue lo que es mas agradable? Únicamente pertenece á las personas
templadas y laboriosas el buscar cuáles son las cosas mejores, y después de haber hecho un
discernimiento por la esperiencia y la razón abrazar las buenas y apartarse de las malas. Esto es lo
que juntamente hace dichosos, hábiles y virtuosos.
Aun cuando quisiésemos cerrar los ojos para no ver esta luz tan clara y penetrante, aun
cuando quisiésemos ciegamente separarnos de la doctrina de Sócrates sobre la templanza y el amor
al trabajo; bastaba considerar que los placeres destruyen los principios de la prudencia y de la
justicia, sin los que ningún pueblo puede subsistir: bastaba considerar que debilitan el cuerpo en
términos que jamas deben esperarse de ciudadanos débiles las fatigas, las vigilias, Japaciencia y los
trabajos de que depende la salud pública: bastaba que amortiguasen el amor de la patria haciendo
reinar el egoísmo. No, no es tan duro el egercicio de la templanza y del trabajo, porque lo suaviza el
placer que causa la conservación de derechos mas preciosos.
La libertad, la seguridad y la propiedad, son tres objetos «que con razón exigen de nosotros
los sacrificios mas penosos. La historia nos presenta al Griego y al Romano, al Egipcio y al Persa
esponiéndolo todo por conservarlos. Nosotros mismos somos testigos de lo que ha pasado en
nuestros dias cuando un tirano usurpador quiso privarnos de ellos; abandonamos las casas, los
pueblos, las ciudades y las fortunas por conservar la libertad; tómanos las armas para vivir seguros
y recobrar la propiedad, y ¿acaso no lo conseguimos todo porque la templanza, el amor del trabajo y
el de la gloria nos animaba? Pues si tanto debemos á objetos tan caros y preciosos, que lo
esponemos todo cuando abiertamente se nos quiere despojar de ellos ¿por qué no perseguimos al
enemigo mas fiero y solapado? por qué capitulamos con la ociosidad y la inercia? por qué nos
dejamos alucinar con sus lisonjeras esperanzas? Ellas son como las palabras de Circe, la voz de las
Sirenas, los encantos de Medea: llaman libertad al desenfreno de las pasiones, seguridad y
tranquilidad á la impunidad, propiedad á las usurpaciones, y con este lenguaje encantan, alucinan,
engañan. No es difícil conocerlos, porque poniendo su felicidad en gozar sin trabajo, nada hacen;
pasan el tiempo llamando á las pasiones para que llenen el vacío en que se halla su alma que no
puede sufrir el tedio que siempre acompaña á la inercia. Los miembros se debilitan, la salud se
acaba, los bienes se disipan; y como han cegado la fuente del trabajo, cambian la propiedad por
cualquier ligero placer en el juego, en la crápula, en la desenvoltura. ¿Vivirá seguro y tranquilo este
miserable esclavo de las pasiones todas? lo estarán los demás con él? Justo es que pierda la libertad
el que siempre está dispuesto á oprimir la de los demas, sumergiéndolos en una sentina de vicios.
Justo era el destierro con que los Romanos castigaban los ociosos, llamándolos el oprobio del
mundo la ignominia del linaje humano: justas las leyes de los Egipcios, que les quitaban la vida
porque violan los derechos mas sagrados: son esclavos de las pasiones, de los placeres, enemigos de
la patria, que solo puede existir con el ejercicio de la templanza y del amor al trabajo. Si este
adquiere las riquezas, aquella las conserva para darles el uso que exigen las necesidades públicas; si
quiere aumentarlas en perjuicio de otro, la templanza lo impide; si aquel se escede en el modo, en
ej tiempo y en las circunstancias, esta lo modera: bastarian las dos solas para hacer que reinase el
orden, la paz y la seguridad en los Estados, si depusiesen la timidez con que naturalmente ejecutan
sus operaciones: el trabajo por su naturaleza abate, la templanza oscurece; pero el amor de la gloria
animando los dos, hace que salgan de la oscuridad y abatimiento.
Asi vemos que, cuando la templanza y el trabajo no salen de lps estrechos límites de un
taller, donde solo se miran las necesidades de familia, sin otro fin que proveerla de lo necesario;
marchan tímidamente por las sendas que les trazaron los maestros: no inventan, no adelantan, y por
eso no prosperan las Artes, no aumentan la Industria, no dan acción al Comercio. Está reservado al
amor de la gloria el hacer que el trabajo sea la fuente de todas las riquezas, haciendo que el hombre,
saliendo fuera de sí, no tema gastos, fatigas ni pérdidas, cuando se trata de la felicidad pública. Para
esto le presenta la dignidad de su origen, la extensión de su capacidad, la claridad de su razón, la
firmeza de su entendimiento, el señorío de su voluntad, la imagen y semejanza de la divinidad, que
le hacen capaz de crear é inventar cosas nuevas, y de perfeccionar las antiguas; obligándole todo á
trabajaren beneficio público. Encendido este amor, presenta la Agricultura los frutos mas
abundantes , copiosos y exquisitos en todos los lugares y en todas las estaciones; las Artes sacan de
las entrañas de la tierra los metales, y valiéndose de su ductilidad hacen que sirvan hasta para
representarlo todo; se estiende la navegación hasta los rios; se forman canales; se construyen
palacios y fortalezas; se especula para extraer lo sobrante, trayendo en cambio nuevos frutos,
máquinas é invenciones para rivalizar los extranjeros: toda la tierra, en fin, muda de aspecto luego
que el amor de la gloria conduce al trabajo.
El amor de la gloria, que antes anidaba solo en los corazones guerreros, porque se creía que
la verdadera gloria consistía en dominar con las armas, llevando á todos los ángulos de la tierra el
horror, el espanto y la muerte; ahora anima, como antes, á las almas grandes y generosas aun
cuando piensen en la paz: porque el estado del siglo, las relaciones mutuas de las naciones y su
cultura , han demostrado que la verdadera gloria consiste en hacer felices los pueblos; que el deseo
de distinguirse, hijo primogénito y querido del amor propio, se halla igualmente en los amantes de
la paz y de la guerra, en el sabio y en el necio, en el malvado y en el héroe; que bien conducido,
produce el amor de la gloria; guiado por el egoísmo, la vanidad, la soberbia, la ambición y la
avaricia: por eso lo que en unos es vanidad, en otros es amor á la gloria: dora la carroza del rico, y
hace resplandecer la espada del guerrero; mete á Poppea en los baños de leche, y á Lucrecia el
puñal en el pecho; hace que Creso manifieste sus tesoros, y que Mucio Scebola ofrezca su mano al
fuego; que Horacio Gocles se arroje del puente Sublicio, y Curcio en la sima; que Gincinato deje el
arado para tomar la Dictadura, volviendo á él tranquilo y Heno de placer, porque salvó la patria.
Seguramente es el medio mas proporcionado para escitar y mover el alma, con tanta mas fuerza
cuanto mayores son Jos obstáculos que tiene que vencer. ¿Quien será capaz de formar el catálogo de
los hombres grandes que han sabido por él sacrificar sus bienes, sus fortunas, sus placeres y su
vida? Después de Codro ¿cuántos no han sido víctimas de esta opinión generosa? Por eso Sócrates,
que conocía muy bien el corazón humano, para escitarle á la virtud, no se contentaba con demostrar
que nos hace felices y lleva en sí misma el galardón y recompensa; temia, que mas elocuentes las
pasiones, cerrasen los oidos de sus discípulos, para impedir que entrase la verdad, ofreciéndoles
algún placer presente; y para hacerlos dóciles y atentos les enseñó el amor de la gloria, y salieron de
su escuela los hombres mas grandes de Grecia. Es verdad, que este amor reside muchas veces en los
corazones mas corrompidos y viciosos, porque se identifica con la vanidad de tal modo, que es
difícil conocerla; pero entonces pierde mucho de su dignidad, y se disipa cpmo el humo: asi ha
sucedido con la gloria de tantos que parecían nacidos para ser el azote del linaje humano. Es otra la
gloria verdadera: pasó el tiempo en que solo se conocían las pasiones por sus efectos, ya se las
analiza y examina con los auxilios de una lógica mas sublime, de una luz verdadera. Siendo el amor
de Dios y de los hombres las bases del trono sobre que manda la razón, como demostré en otro
tiempo en ocasión semejante á esta, las pasiones que nacen y mueren con nosotros deben servir y
ayudarnos para practicar las virtudes, deben obrar como esclavas de la razón: semejantes son á los
venenos, que administrados sabia y oportunamente por la Medicina, se convierten en remedios para
las enfermedades que antes se creían incurables; por eso el amor de la gloria, aun cuando el pueblo
se halle en el estado mas corrompido, contribuye eficazmente á destruir los vicios, valiéndose de la
vanidad y del deseo de distinguirse, que tantos males han causado al mundo. Platón en sus Diálogos
no vacila para echar mano de los placeres del amor, con el noble objeto de excitar el valor hasta las
acciones mas heroicas; Temístocles y Pausanias lo publicaron al frente de sus ejércitos; los Scithas
conquistaron la Siria, conducidos por el deseo de poseerla, porque tenia suntuosos palacios,
deliciosos licores, mugeres hermosas y bien adornadas; Ciro presentó á sus ejércitos la abundancia
de los Reynos vecinos, las riquezas y placeres que disfrutaban, como preció del valor y de la
conquista: lograron momentáneamente sus deseos, y fueron víctimas de los mismos principios que
adoptaron, se valieron de las pasiones para fomentar su gloria, cuando el amor de esta debe siempre
gobernar á aquellas.
No, no es el amor de la muger mas hermosa, no la satisfacción de los placeres, no la
posesión de cuanto existe en la tierra lo que causa la felicidad; ¿Despues de haberlo disfrutado todo,
queda un vacío que solo puede llenarlo la virtud. La templanza, el amor al trabajo y de la gloria, son
las virtudes destinadas á tan grande objeto; la envidia, el celo, el orgullo y la vanidad son las únicas
pasiones que pueden ayudarnos útilmente: de ellas es preciso valerse con la moderación que
corresponde, haciendo que solo se envidie para imitarle o escederle al que, como Newton, Franklin
y Keplero, contribuya á perfeccionar las ciencias exactas; al que, como Jusien y Linneo, clasifique
los árboles, arbustos, plantas y gramas ; al que, como Plinio y Buffon, descubra los arcanos de la
naturaleza en el reyno animal; á los que hayan hecho descubrimientos útiles á la Agricultura, al
Comercio y á las Artes; al que con mas puntualidad y exactitud cumpla con sus deberes; al hombre
mas virtuoso. Sea el celo porque se estiendan los conocimientos, ensanchando los veneros de la
riqueza pública; el orgullo, para que á nadie cedamos en la diligencia, para aumentar de dia en dia la
gloria, el honor, y la prosperidad y riqueza del Reyno; ejecutando los actos con la mayor perfección
, no permitiendo que entre en nuestros corazones otra vanidad que la de emplear todas las horas,
todos los momentos que respiramos en beneficio de los hombres; sin que pase un dia en que al
descanso no suceda el trabajo constante, conducido por la gloria, moderada por la templanza;
porque son las fuentes de la salud, de las ir quezas y de las virtudes; porque arrebatan el tiempo de
manos de la ociosidad, del vicio y de las pasiones; porque forman la base de la prosperidad de los
Imperios.
Estos son los principios que deben adoptarse para que nos sirvan con utilidad las pasiones, y
para que el amor de la gloria consiga de la templanza y del trabajo las ventajas que nos
proponemos, procurando no perder de vista que es una virtud sumamente delicada y celosa de sus
derechos; la amenaza le irrita, y el temor la apaga en los corazones de todos: no, no es virtud de
almas envilecidas, ni de esclavos; solo aspira á la estimación pública, y la opinión general debe ser
el premio. Asi la corona concedida á la victoria, la que se daba en el circo y en el campo no tenian
diferencia en su valor real; pero la tenian grandísima en la opinión que señalaba el mérito por que se
daban. Esta opinión tan estimada del hombre, que para conservarla sacrifica cuanto tiene, fue el
medio de que tan sabiamente se valieron los Egipcios para impedir los delitos, estableciendo el
juicio llamado de los Muertos: Minos, Licurgo, Seleuco, Garonta y Solón mostraron en Greta, en
Esparta, en Locri, en Jurio y Atenas los prodigiosos efectos que nacen de la opinión publica bien
manejada: los Romanos mismos establecieron los Censores, y fundando sus decisiones en la
estimación general. No busca el pro ni la plata el amor de la gloria; pero hace que la templanza y el
amor del trabajo lo proporcionen por medio de la Agricultura , del Comercio y de las Artes, que son
los verdaderos manantiales de la riqueza pública; que no corrompen los Estados porque son el fruto
de una vida aplicada y laboriosa, que es la que quita el tiempo á las pasiones para entregarla á las
virtudes; que estas producen el orden, la paz y la seguridad, y con ellas cuantos bienes pueden
prometerse los mortales. Debiéndose todo al amor del trabajo, conducido por el amor de la gloria,
moderado por la templanza, justamente se dice que son las fuentes de la riqueza y de la prosperidad
general. Permitidme, pues, que concluya con las palabras de Phocion diciendo: No conoce á los
hombres el que quiere excitarlos á acciones grandes de otro modo que por una corona de laurel, o
una estatua; porque se envilece la virtud cuando se le presenta un precio que la avaricia puede
apetecer. HE DICHO.”
DOCUMENTO Nº 14
Carátula del Expediente abierto con motivo de una propuesta de D. José de Villanueva, en
1838. y que se compone de una amplia documentación que se encuentra el el Archivo Histórico
Nacional en ULTRAMAR Legajo 5155. Exp.13. Del que forman parte éste DOC. Nº 14 y el 15.
DOCUMENTO Nº. 15
A MODO DE EPÍLOGO
Lineas de investigación abiertas:genealogía de sus descendientes.
Debido a las dificultades encontradas y después de haber intentado saber más sobre lagenealogía de nuestro biografiado, he considerado oportuno dejar algunas anotaciones alrespecto para futuras acciones y deseando facilitar a otros investigadores con mayorconstancia y voluntad, encontrar los documentos que a mi se han resistido.
En primer lugar aunque se sabe quien fue su mujer, nada se sabe Del lugar y la iglesiadonde contrajeron matrimonio, quizás fuera en Sevilla y tampoco sabemos el número dehijos que tuvo el matrimonio, posiblemente todo esto se encuentre el los archivosparroquiales de Sevilla.
El documento del Archivo General de Simancas: SGU. Leg. 7319.47, relativo a lapetición de limosna por parte de una señora llamada Inés Bouvier, casada con D. IgnacioMuñiz, Gobernador que fue de la Villa de Gata, (Cáceres) nos puede dar la clave paraconocer quienes fueron los padres de Dª Ines Muñiz Bouvier que casó con Don José deVillanueva, puesto que concuerda tanto en fechas y apellidos.
Por otra parte de Jose María de Villanueva y Muñiz ( Archivo General de Indias.ULTRAMAR 162, Nº 107) que fue regente interino de la Audiencias de Puerto Príncipe,tenemos el dato de que pidió volver a la península por enfermedad en 1869, que con todaposibilidad sea hijo de Don José. En Sevilla ocupó el cargo de Secretario de la Sección I(Ciencias sSgradas) y bajo la presidencia de D. Francisco del Cerro en la Real AcademiaSevillana de Buenas Letras, según costa en la obra “Memorias literarias de la R.A.S.D. B.L.T.II” publicado en Sevilla en 1843.
Don Cayetano Muñiz Bouvier ( Sig. Fc-Mº -Justicia – MG- JUCES. 4582, Ex 5003)cuyo expediente se encuentra en el A.H.N., posiblemente sea hermano de Inés puesto quelleva los mismos apellidos.
Por último, nada se sabe de la fecha de su fallecimiento.
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