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(7) Revista de SEAPA Hubiera querido redactar un artículo ha- ciendo una especie de collage de todo aque- llo que pude leer desde la publicación del Real Decreto-Ley 16/2012 de medidas ur- gentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestacio- nes pero a medida que iba encajando co- mentarios y enlaces interesantes, me he da- do cuenta del poco pensamiento personal que se podía rescatar de entre los párrafos. De vuelta al principio, me gustaría compar- tir las reflexiones que me fueron surgiendo: —Es verdad que el gobierno español está legitimado para realizar un cambio drástico en el SNS (Sistema Nacional de Salud) pero me pregunto si se puede moralmente impo- ner desde un Real Decreto-Ley y con mayo- ría absoluta parlamentaria, algo que no es- taba en su programa electoral y que nada tiene que ver con el sistema anterior: se ha pasado de un sistema de protección social (Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad y Ley de cohesión y calidad del Sis- tema Nacional de Salud 16/2003) a uno de aseguramiento, sabiendo desde el principio que saldría adelante quisieran o no el resto de parlamentarios. Es decir, lo cambiamos sin consenso. —Parece ser pues, que la causa de este cambio drástico, rápido y sin consultar las urnas es el poder garantizar la «sostenibili- dad del sistema» pero resulta que nuestro SNS era un referente en el mundo por su efi- ciencia y quizás hubiera sido mejor, garan- tizar su sostenibilidad desinvirtiendo en lo que no añade salud, persiguiendo el fraude fiscal (23% PIB) y estableciendo políticas fis- cales progresivas (según los inspectores de hacienda del Ministerio de Economía se po- dría conseguir el doble del déficit total de la sanidad, 15.000 millones, si se revirtieran las políticas regresivas). Fuente «Un gol en- tre las piernas». —Sospecho que las reformas solo llevan a un recorte de gastos y esto empeorará los servicios que se prestan y por tanto la sa- lud de la población, sobre todo de aquella que es social y económicamente, más vul- nerable. Una cosa sería la ganancia de efi- ciencia en los cuidados de salud y otra muy distinta el solo recorte de los gastos sanita- rios, especialmente cuando lleva a empeo- rar los servicios sanitarios («Health Policy in the Financial Crisis») y aquí una viñeta ilus- trativa que rescaté del blog Salud Pública y algo más para reírse un poco. Un Real Decreto Ley nocivo para la salud

Un Real Decreto Ley nocivo para la salud - SEAPASistema Nacional de Salud 16/2003, que se agrupa en la llamada Plataforma para la Defensa de la Sanidad Pública. En ella se in-tenta

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Page 1: Un Real Decreto Ley nocivo para la salud - SEAPASistema Nacional de Salud 16/2003, que se agrupa en la llamada Plataforma para la Defensa de la Sanidad Pública. En ella se in-tenta

(7) Revista de SEAPA

Hubiera querido redactar un artículo ha-ciendo una especie de collage de todo aque-llo que pude leer desde la publicación del Real Decreto-Ley 16/2012 de medidas ur-gentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestacio-nes pero a medida que iba encajando co-mentarios y enlaces interesantes, me he da-do cuenta del poco pensamiento personal que se podía rescatar de entre los párrafos. De vuelta al principio, me gustaría compar-tir las reflexiones que me fueron surgiendo:

—Es verdad que el gobierno español está legitimado para realizar un cambio drástico en el sns (Sistema Nacional de Salud) pero me pregunto si se puede moralmente impo-ner desde un Real Decreto-Ley y con mayo-ría absoluta parlamentaria, algo que no es-

taba en su programa electoral y que nada tiene que ver con el sistema anterior: se ha pasado de un sistema de protección social (Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad y Ley de cohesión y calidad del Sis-tema Nacional de Salud 16/2003) a uno de aseguramiento, sabiendo desde el principio que saldría adelante quisieran o no el resto de parlamentarios. Es decir, lo cambiamos sin consenso.

—Parece ser pues, que la causa de este cambio drástico, rápido y sin consultar las urnas es el poder garantizar la «sostenibili-dad del sistema» pero resulta que nuestro sns era un referente en el mundo por su efi-ciencia y quizás hubiera sido mejor, garan-tizar su sostenibilidad desinvirtiendo en lo que no añade salud, persiguiendo el fraude fiscal (23% pib) y estableciendo políticas fis-

cales progresivas (según los inspectores de hacienda del Ministerio de Economía se po-dría conseguir el doble del déficit total de la sanidad, 15.000 millones, si se revirtieran las políticas regresivas). Fuente «Un gol en-tre las piernas».

—Sospecho que las reformas solo llevan a un recorte de gastos y esto empeorará los servicios que se prestan y por tanto la sa-lud de la población, sobre todo de aquella que es social y económicamente, más vul-nerable. Una cosa sería la ganancia de efi-ciencia en los cuidados de salud y otra muy distinta el solo recorte de los gastos sanita-rios, especialmente cuando lleva a empeo-rar los servicios sanitarios («Health Policy in the Financial Crisis») y aquí una viñeta ilus-trativa que rescaté del blog Salud Pública y algo más para reírse un poco.

Un Real Decreto Ley nocivo para la salud

Page 2: Un Real Decreto Ley nocivo para la salud - SEAPASistema Nacional de Salud 16/2003, que se agrupa en la llamada Plataforma para la Defensa de la Sanidad Pública. En ella se in-tenta

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—Con la ley General de Sanidad de 1986 se cambió el sistema de financiación, se pa-só de un sistema sanitario financiado por las cotizaciones de los afiliados a la Seguri-dad Social a un sistema financiado a través de impuestos y que era prestado por las Co-munidades Autónomas a través de sus Ser-vicios de Salud; se hacía pues efectivo el derecho a la protección de la salud que figu-ra en el artículo 43 de nuestra Constitución.

Más tarde en la Ley 16/2003 de Cohe-sión y Calidad del Sistema Nacional de Sa-lud, este derecho pasó a ser de todos los ciudadanos residentes en España. Sólo es-taban excluidos unos 276.000 ciudadanos: autónomos que habían cesado en su acti-vidad económica y no estaban en situación de alta y españoles retornados con patri-monio pero sin convenio de jubilación con nuestro país. De eso hace pues veintiséis años. Tenemos un nuevo modelo que pare-ce retroceder en el tiempo, y que sólo pres-tará atención a sus asegurados y a los que cumplan los requisitos para ser pobres. El resto (solo el colectivo de inmigrantes sin papeles se situaría entre los 500.000 y los 800.000) tendrán que pagar según un con-venio de asistencia sanitaria, 710,40 euros para menores de 65 años y 1.864,80 para los mayores de 65 años, en él no se inclu-yen los fármacos, prótesis y traslado sani-tario no urgente (según el último borrador remitido a las ccaa). Estas tres últimas prestaciones tampoco están incluidas en la cartera común básica (la que incluye lo que financia totalmente el estado), es decir, pa-san a la cartera común suplementaria y solo se obtendrán con aportación económica pa-ra el resto de pobladores de este país que tienen tarjeta sanitaria.

Se me ocurre que alguien estará pensan-do en ofrecer seguros privados para los más ricos, en los que todo esté incluido, y esto no sería un problema a no ser, quién sabe, si con el tiempo el sns se financia con otro modelo de aportación, ya no vía impuestos,

en el que se pueda decidir pagar el seguro público o el privado y poco a poco el sns, que se basaba en la solidaridad, vaya men-guando en sus prestaciones porque sus ase-gurados no podrán sufragar más que un se-guro básico.

—Pero, en este sinsentido, hay un tema más doloroso aún, si cabe, que la propia muerte del antiguo sns, y es que esta des-aparición implica la exclusión de asistencia sanitaria no urgente aparte de la población española y a los adultos inmigrantes sin pa-peles, con la excusa en este último caso, de no haber dinero para todos. Y lo peor es que se lleva tiempo (años) sembrando la du-da de que los inmigrantes generan más gas-tos al sns que los propios españoles y es-to no es verdad.

Como tampoco lo es:•Quelaspersonasinmigrantescolap-

san los servicios de atención primaria•Quelaspersonasinmigrantesirregu-

lares no contribuyen al sostenimiento de la Sanidad

•Laexclusiónsehacepara«converger»con Europa

•Eltratamientosanitariopuederecaeren las ong.

Y entonces, si el criterio económico no tie-ne peso suficiente para excluirlos, solo me queda pensar en criterios ideológicos.

—Todas estas reflexiones que comparto con vosotras/os, y que son comunes a las de muchas asociaciones y ciudadanos/as, deberían haberse puesto encima de la mesa para ser debatidas con el objetivo de encon-trar una vía alternativa a la que se nos ha im-puesto unilateralmente. La urgencia no justi-fica el cambio de modelo, porque «las prisas no son buenas» y aparte de los numerosos errores de redacción que tuvieron que ser co-rregidos en el rdl, están los errores de or-ganización y financiación que quizás ahorren parte de lo que se necesita para rescatar al sector bancario, pero que también, y por eso son errores, dañarán la salud de muchas per-

sonas, directa o indirectamente y a no ser que los más poderosos económicamente se metan en una burbuja, tarde o tempra-no, también se resentirán; el dicho «hoy por ti mañana por mí» no se nos debería olvidar.

—seapa, como organización que vela por los intereses de la Enfermería Comunitaria y de su buena práctica, asume también for-mar parte del amplio sector que se ha orga-nizado en defensa del antiguo sistema sani-tario recogido en la Ley General de Sanidad 14/1986 y Ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud 16/2003, que se agrupa en la llamada Plataforma para la Defensa de la Sanidad Pública. En ella se in-tenta mantener viva la lucha y el debate para que, de alguna manera, se consiga presio-nar desde la movilización de la sociedad al gobierno, con el fin de que el rdl 16/2012 sea corregido.

Asturias es una de las cinco comunida-des autónomas junto a Cataluña, País Vas-co, Andalucía y Canarias que seguirán pres-tando asistencia a los excluidos del sns. En estos días se está a la espera de que des-de la Consejería de Sanidad se den las ins-trucciones para organizar el acceso de es-tas personas al tratamiento farmacológico. En el resto de comunidades, desde algunas asociaciones y plataformas como Yo Sí Sani-dad Universal están organizando una campa-ña de desobediencia civil para poder atender a los excluidos del sns por el Real Decreto Ley 16/2012.

—Son malos tiempos para usuarios y tra-bajadores del sns, pero dicen que si no pier-des el norte, aunque tengas que hacer el camino más penoso, conseguirás lo que te propones.

La salud es un bien igual de importante para todos/as. Ese es nuestro norte.

Berna García MenéndezEnfermera en el centro de salud de

Sama de Langreo (Asturias)Vocal en la Junta Directiva de seapa

Se me ocurre que alguien estará pensando en ofrecer seguros privados para los más ricos, en los que todo esté incluido, y esto no sería un problema a no ser, quién sabe, si con el tiempo el sns se

financia con otro modelo de aportación, ya no vía impuestos.