26 Deia – Domingo, 4 de octubre de 2015

Tras la celebración de las elecciones catalanas del 27-S, el foco de atención se divide ahora entre la designación del president de la Generalitat, la formación del nuevo Govern y los comicios generales previstos en diciembre

Un reportaje de Carlos C. Borra

Catalunya: ¿y ahora qué?

N ADA más concluir el recuento de votos de las elecciones en Catalunya,

sin prácticamente tiempo para dige-rir los resultados o analizar con un mínimo sosiego sus implicaciones, nuevos retos asoman en el horizonte cercano. La elección del president, la formación del Govern y las elecciones generales de diciembre toman el rele-vo como puntos de interés dentro del vertiginoso proceso soberanista cata-lán. También la relación que manten-drán a partir de ahora una Generali-tat aún en funciones y un Gobierno español que afronta los últimos com-pases de su mandato. “Esto está en vía muerta, alguien tiene que empezar a hablar, dialogar y negociar”, afirma a DEIA el sociólogo Jon Urresti tras el 48% de votos logrados por Junts pel Sí y las CUP, y el 52% del resto de for-maciones, resultado que califica de “choque de trenes potente”.

El catedrático de Comunicación de la UPV/EHU Ramón Zallo cree que Moncloa tiene “un problema muy grande” porque el veredicto de las urnas fue que “la mitad del país es cla-ramente independentista”. Este por-centaje asciende al 60% en el caso de las formaciones que están a favor del derecho a decidir, lo que incluye a Sí que es Pot y Unió. Un “suelo muy gran-de”, el formado por “la mayoría par-lamentaria –Junts pel Sí y la CUP suman 72 escaños de 135– y el 60% a favor del derecho de decisión” que per-miten al Parlament “como mínimo, iniciar un proceso constituyente”, a juicio de Zallo. Dado que “la respon-sabilidad principal de la gobernanza institucional del país es del gobierno de la nación, pero no únicamente”, el director del Eukobarómetro, Francis-co Llera, opina que “la pelota está en el tejado de Cataluña, que tiene que articular institucionalmente la lectu-ra mayoritaria de los resultados que resulta de la representación otorgada por los ciudadanos”.

Ramón Zallo es escéptico respecto a la posición que adoptará el Gobier-no Rajoy, ya que “por el momento no ha querido negociar nada y su tesis es que no hay que negociar”. Urresti coincide en que “este gobierno ya está amortizado, de aquí a diciembre no va a haber ningún movimiento, al revés, creo que el enroque va a ser mayor”. En cualquier caso, según Zallo el resultado del 27-S deja “muy tocado al bipartidismo” por el retro-ceso de PP y PSC, y en las inminentes elecciones generales “Ciudadanos apostará muy fuerte y ya veremos si Podemos irrumpe con la fuerza ini-cial o su resultado es reflejo de lo que le ha ocurrido en Cataluña”, donde no ha cubierto las expectativas.

Pese a este “compás de espera”, como lo define Zallo, hasta las gene-rales, Francisco Llera considera que, independientemente del resultado del domingo pasado, “la situación cata-lana obliga a reanudar la vía del diá-logo y el entendimiento institucional y de otro tipo. Ningún gobierno cons-tituido puede hacer dejación de su res-ponsabilidad urgente por puro tacti- Un hombre que porta una camiseta con la estelada se dispone a votar en los comicios catalanes. Foto: AFP

cismo electoral. Todos deben aclarar cuál es su hoja de ruta ante este desa-fío en el nuevo escenario”. Urresti aporta que “lógicamente, los catala-nes tienen que buscar un reconoci-miento y España tiene que buscar un acomodo de la reivindicación tan potente que hay en Cataluña”. Así, pese a que el incremento del indepen-dentismo “está provocado por la nula comunicación y el interés por parte de las estructuras del Estado y del PP de no querer dialogar y llegar a acuer-dos en nada”, ahora “tienen que empe-zar a dialogar. El problema –agrega– es que dentro de dos meses nos enfrentamos a unas elecciones”, y ni el PP ni Ciudadanos “se van a bajar del burro con el tema de la independen-cia”. Pero, una vez se celebren esos comicios, “se tienen que poner manos a la obra porque solo hay dos formas de resolver los problemas sociales y humanos: o por la violencia o por la vía de la negociación, y la violencia ya no la quiere nadie”, concluye el soció-logo.

IMPUTACIÓN DE MAS Buena parte del debate en Catalunya se centra actual-mente en si el president en funciones, Artur Mas, que concurrió en la cuar-ta posición en la coalición Junts pel Sí, consigue revalidar el cargo. El apo-yo de la CUP, que se ha negado por activa y por pasiva a apoyar a Mas, resulta fundamental, y las conversa-ciones entre ambas partes están alcanzando su punto álgido, con la propuesta de la formación indepen-dentista de una “presidencia coral”. Respecto a las aspiraciones de Mas, Francisco Llera afirma contundente que “en cualquier otra latitud con similitudes, como Quebec o Escocia, alguien que, como Mas, plantea las elecciones como un plebiscito sobre el si o el no a la independencia y no obtiene el respaldo mayoritario, ya habría dimitido. Está inhabilitado políticamente para dirigir un país en estas condiciones”.

“La apuesta de Mas le ha salido rela-tivamente mal porque en los resulta-dos anteriores CiU y ERC sumaban 72 diputados, y ahora solo tienen 62 y son absolutamente dependientes de las CUP”, interpreta Jon Urresti. Por ello, considera que “va a ser muy com-plicado, y no me extrañaría que tuvié-ramos nuevas elecciones en enero o febrero”. Ramón Zallo añade que “lo razonable en otras condiciones hubiera sido que Junts pel Sí pensa-ra en otro candidato para lograr una unidad lo más fuerte posible de cara al futuro, pero no sé si las nuevas cir-cunstancias modificarán el panora-ma”. Se refiere así a la imputación del líder de CDC por la consulta del pasa-do 9 de noviembre, por la que ha sido llamado a declarar el día 15 en el Tri-bunal Superior Catalán.

“La imputación es mala para él por-que corre el riesgo de inhabilitación, pero desde el punto de vista del país se entiende que esto es una venganza política vía judicial y por lo tanto el propio orgullo catalán no puede per-mitir que a su president lo judiciali-

Politika

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CATALUNYA TRAS LAS ELECCIONES PLEBISCITARIAS 6

cen después de haber ganado unas elecciones”, asegura el catedrático. En la misma línea, Urresti cree que “en el mundo independentista catalán, que es en el que se tiene que apoyar para salir president, nadie entiende que se le impute porque haga esto; entonces, le va a fortalecer”. Por su parte, Llera opina que si Artur Mas “no ha tenido todavía la dignidad y la inteligencia para dimitir, lo más pro-

bable es que intente usar la imputa-ción para mantenerse al frente de un tren que ha entrado en vía muerta”.

CAMPAÑA DEL MIEDO Una de las con-clusiones del panorama tan abierto que ha surgido tras las elecciones cata-lanas sería que la campaña del mie-do contra el independentismo ha fra-casado. Sin embargo, Ramón Zallo no lo ve así y afirma que “el voto por la independencia hubiera sido mucho más alto si las condiciones electora-les hubieran sido las mismas que en el referéndum de septiembre de 2014 en Escocia”, donde no se utilizaron advertencias “tan duras como la ile-galización, la intervención, la negati-va a aceptar los resultados, la suspen-sión de la autonomía...”. Un “factor del miedo” que, en el caso catalán, ha deri-vado parte de los votos a “posiciones más ligeras” como el PSC y Catalun-ya Sí que es Pot.

Otro aspecto destacado de la cam-paña ha sido el pronunciamiento de líderes internacionales como Angela Merkel o Barack Obama a favor de la unidad del Estado. “España ha movi-do bien los hilos en el sentido de bus-car esos liderazgos mundiales que pudieran decir algo, aunque mal tra-ducido, a favor de la unidad de Espa-ña –opinaba Urresti–, pero igual que lo han dicho, si mañana Cataluña con-sigue la independencia estoy seguro de que esos mismos líderes le darían la bienvenida a la UE y a la ONU”. Zallo apostillaba que “el PP ha jugado mucho en esa clave pero no creo que le haya rentado gran cosa, vistos los resultados”.

La afirmación, tantas veces repeti-da tras el 27-S, de que la sociedad cata-lana está dividida en dos tampoco pone de acuerdo a los especialistas. Llera lo considera “evidente”, ya que “simplemente el hecho de dar carác-ter de plebiscito sobre el si o el no a la secesión a unas elecciones represen-tativas ya es suficientemente revela-dor de la profunda fractura que exis-te en el seno de la sociedad catalana”. Zallo cree que no es síntoma de una ruptura, sino “un sano ejercicio y una constatación de posiciones distintas sobre el futuro de Cataluña”. Por últi-mo, Urresti admite que hay una “frac-tura política” porque “prácticamente no hay diálogo”, pero niega que la mis-ma se extienda al ámbito social, don-de “todavía existe un respeto genera-lizado”. ●

LAS ENCUESTAS DAN EN EL CLAVOSONDEOS ELECTORALES

●●● Movimiento social. “Nadie ha hablado de lo buenas que han sido las encuestas, pero es una de las cosas que me han dejado satisfecho de las elecciones catalanas”. Así lo afirma el director de investigaciones de Gizaker Encuestas, Jon Urresti, quien agrega que “cuando están mal nos caen palos por todos lados”. Explica que “casi todas las encuestas serias que se han publicado desde mediados de septiembre hasta el 27-S venían a decir que los inde-pendentistas iban a conseguir la mayoría de parlamentarios pero no la mayoría de votos, aunque mucha gente no se lo creía”. “Sien-do muy difícil hacer previsiones –añade–, han sabido decirnos muy bien cuál era el movimiento social que había por debajo”.

“El Gobierno español ya está amortizado, de aquí a diciembre no va a haber ningún movimiento y el enroque va a ser mayor”

“Si Cataluña consigue la independencia, los líderes internacionales le darían la bienvenida”

JON URRESTI Sociólogo

“No se ha producido una ruptura en Cataluña, simplemente se han constatado posiciones distintas sobre su futuro”

“Ciudadanos ha crecido sobre todo porque no estaba contaminado por factores de corrupción”

RAMÓN ZALLO Catedrático de Comunicación UPV/EHU

“La pelota está en el tejado de Cataluña, que tiene que articular la lectura mayoritaria de los resultados electorales”

“Si Mas no ha tenido la dignidad para dimitir, lo más probable es que utilice su imputación”

FRANCISCO LLERA Director del Euskobarómetro UPV/EHU

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y la candidata a la Generalitat, Inés Arrimadas. Foto: Efe

Ciudadanos protagoniza el sorpasso a Podemos “en el

momento más importante”El partido de Rivera se crece de cara a las generales y el de Iglesias se desinfla

C. C. Borra

BILBAO – Uno de los titulares más destacados de la noche electoral del pasado 27 de septiembre fue el cre-cimiento espectacular de Ciudada-nos, que pasó de 9 a 25 diputados, y la decepción protagonizada por Sí que es Pot, la coalición que inte-graba a Podemos e ICV y que se quedó en 11 representantes, dos menos de los que logró esta última formación en 2012. A preguntas de este medio, el director del Eusko-barómetro, Francisco Llera, opina que “Ciudadanos representa como nadie la firmeza antinacionalista que antes representó el PP, y en menor medida, el PSC. Además, lo hace sin el lastre de la responsabi-lidad de haber gobernado y la con-taminación de la corrupción”. Según él, “a la credibilidad de su fir-meza y a la limpieza de su trayec-toria, añade la imagen reforzada de centro y moderación casi sin com-petidores en ese espacio”.

“El problema está en el PP”, inter-preta el sociólogo Jon Urresti, que reprocha a los populares su “desas-tre de campaña”. “No solo por los errores comunicacionales que ha cometido, sino porque Rajoy se ha echado la campaña encima cuan-do está sociológicamente quema-do. Rajoy ha sido además el que ha dado el portazo a Cataluña”, agre-

ga. En cambio, los votantes han vis-to en Ciudadanos a “un partido fres-co, sin corruptelas y con ganas. La candidata lo ha trabajado muy bien, y desde luego el discurso que hicie-ron en la noche electoral fue un cohete hacia las elecciones españo-las”. Para el catedrático de Comu-nicación Ramón Zallo, el resultado de Ciudadanos obedece a que “estas eran unas elecciones prácticamen-te plebiscitarias, y en este caso son las posiciones más polarizadas las que atraen el voto ciudadano”. En este contexto, la formación de Albert Rivera se ha llevado el gato al agua porque “no estaba contami-nada por factores de corrupción, a pesar de que su mensaje españolis-ta es incluso más duro que el del propio PP”.

A la pregunta de si este ascenso meteórico puede suponer un peli-gro para los intereses de Euskadi y Catalunya, dado el interés de este partido por acabar con lo que deno-mina los “privilegios” de ambas comunidades, Zallo señala que, mientras el PP ha llevado a cabo “una recentralización a cuentago-tas”, la formación naranja “lo plan-tearía de una forma mucho más directa y más brutal, e iríamos a una polarización mucho más gra-ve”. Para Jon Urresti, “si Ciudada-nos ganara en España, que de momento lo dudo, no solo estaría-

mos hablando de reformas consti-tucionales, sino de una contrarre-forma constitucional donde los derechos históricos que tenemos los vascos de Euskadi y de Nafarroa pueden estar en peligro”.

DESFONDADO Respecto a Podemos, que ha obtenido en Cataluña un resultado alejado de sus expectati-vas, Paco Llera concluye que “ha sido víctima de sus ambigüedades, del oportunismo de su política de alianzas –al pactar con quienes no quiere pactar en otros sitios–, de la confusión de sus mensajes y, sobre todo, de la fuerte competencia anti-sistema que le ha planteado la CUP”. Urresti cree que, mientras Ciudadanos ha explotado “en el momento importante, justo antes de las elecciones españolas”, a Podemos “le ha pasado lo contra-rio y ha llegado desfondado”.

Agrega que “no ha abierto el par-tido para nada, y mientras Pablo Iglesias desbrozaba el bosque, Albert Rivera iba por detrás apro-vechando las ganas de que el bipar-tidismo desapareciera”. Por último, Zallo reprocha que “se ha equivoca-do de estrategia, porque si eran unas elecciones plebiscitarias no puedes hacer como que pasas del tema para hablar de los temas sociales, cuan-do se ha visto que a la población le preocupan muchas cosas”. ●