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Texto en el cual se explica el fenómeno de la impunidad, se incuye propuesta para la efectiva investigación penal, que redunde en recta aplicación de justicia.
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UNA CARRERA CONTRA LA IMPUNIDAD
Tal como en una batalla, el encuentro entre dos contrarios o una competencia,
el principal objetivo es obtener la victoria. Victoria que momentáneamente se
convierte solo en un ideal, ya que a la postre siempre habrá nuevas competencias,
batallas y enemigos a derrotar. Para lograr vencer, hay que plantear las mejores
estrategias, mantenerse en constante entrenamiento, contar con buenos instrumentos o
herramientas y encontrar los mejores individuos dispuestos a darse por entero a favor
de ese ideal.
En la intención de presentar una serie de ideas que hacen de la lucha contra la
impunidad una necesidad imperiosa, el presente ensayo, trata de dar al lector pruebas
y razonamientos que lo identifiquen con una realidad de la cual nadie escapa, sin
pretender establecer grandes cambios paradigmáticos, pero si una profunda reflexión
de lo que puede ser una catástrofe de niveles impredecibles, si la sociedad no vence a
este terrible enemigo.
Antes de continuar, sin la intención de generar un tratado de definiciones
sobre el significado de la impunidad, solo basta con introducir la palabra en un
buscador de la red, para encontrar una cantidad inimaginable de concepciones y
análisis sobre la misma, y en el término más básico se refiere como la “falta de
castigo”. Sin embargo, a lo largo de la historia, el concepto jurídico de impunidad,
como situación en la cual no hay acusación, ni proceso jurídico, ni castigo por un
crimen, ha tomado nuevos significados en relación con la aparición de hechos
atroces, tal como los genocidios sistemáticos realizados por gobiernos legítimos e
ilegítimos y/o violación de derechos humanos, no objetos de este trabajo, que en
esencia debe circunscribirse a la impunidad en delitos comunes, y en este sentido, voy
a establecer para los efectos de este ensayo un sencillo y entendible concepto, al
determinar la impunidad como la “ausencia de sanción por parte del Estado de un
hecho delictivo”
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A continuación, se presentan algunos elementos importantes a conocer y
consideraciones personales, con la idea de tener un panorama más claro de este
enemigo que enfrenta la justicia y las instituciones que la administran, y de esta forma
dar una modesta contribución en esta carrera contra la impunidad.
CONOCER EL PROCESO Y SUS NUDOS
Una de las características principales del proceso penal es que se presenta por
fases, vale decir fase preparatoria, fase intermedia, fase plenaria o de juicio y la
ejecución, mencionando esto como resumen del proceso que se inicia cuando se tiene
conocimiento de la ocurrencia de un hecho punible. En cada una, se presenta una
cantidad de actuaciones con la intervención de las partes y actores del proceso,
estando sujetas a su vez, a ciertas vicisitudes que pueden desfavorecer en muchos
aspectos la efectiva acción de la justicia, resultando en muchos casos el no completar
la carrera que debe emprenderse en cada fase para lograr la ejecución de la sentencia.
Esto significa, que un hecho delictivo puede quedar impune producto de muchos
factores atribuibles o “nudos gordianos”, y no solo endosables a los sujetos que
poseen la legitimidad activa para actuar dentro de cada fase y por ende a la
responsabilidad de la institución que ellos representan. De esta forma, quiero expresar
la importancia que tiene el identificar y de alguna forma analizar algunos de los
nudos gordianos que deben desatarse para lograr el codiciado triunfo, y de ser
necesario aplicar en algunos casos la “solución alejandrina”, en sentido figurado.
Haciendo una ligera digresión, al realizar cualquier consulta en la red al
respecto, se puede conseguir que la expresión nudo gordiano procede de una leyenda
según la cual un campesino y posterior rey de Frigia, llamado Gordias, llevaba sus
bueyes amarrados al yugo con cuerdas anudadas de una manera casi imposible de
desatar. Nace entonces una profecía en la cual, quien consiguiera desatar el nudo
gordiano podría conquistar Oriente. Así, Alejandro Magno, quien se dirigía a
conquistar el imperio Persa en el 333 a.C., y al conquistar antes a Frigia, se enfrenta
al reto de desatar el nudo, lo cual solucionó después de infructuosos intentos
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cortándolo con su espada y expresando “es lo mismo cortarlo que desatarlo”. De esta
forma, en español se utiliza esta expresión, “nudo Gordiano”, para referirse a una
situación o hecho de difícil solución, y a los remedios drásticos se refieren como
soluciones alejandrinas.
(Resumido de, Wilkipedia la enciclopedia libre, http://es.wikipedia.org/wiki/Nudo
_gordiano)
Durante cada fase del proceso existen momentos, lapsos, actuaciones,
funciones, elementos probatorios e intervención de muchos individuos, que impiden
conseguir una estrategia única para enfrentar al enemigo, por lo que harían falta
proponer distintos escenarios de solución a los problemas que científicamente deben
ser estudiados. No es posible pretender taxativamente la solución alejandrina para
todas las situaciones no deseadas, más aun cuando se trata de la seguridad de una
sociedad y el bienestar de sus ciudadanos, y no se deben aplicar un correctivo que
posteriormente generen otro problema.
CONOCER AL ENEMIGO
Al principio se dijo, que para lograr vencer es imprescindible la aplicación de
buenas estrategias, el constante entrenamiento, tener instrumentos o herramientas con
la calidad y cantidad necesaria, y contar con los mejores individuos, a lo que
agregaré, que se deben establecer efectivos procesos de supervisión, control y
seguimiento.
No obstante, se hace necesario con la misma importancia de lo anterior,
identificar y “conocer al enemigo”, encontrar los puntos donde es fuerte para
arremeter contra ellos con mayor intensidad, e identificar sus debilidades, para
arreciar el ataque. Así, es oportuna una expresión contenida en los ensayos de
traducción sobre el arte de la guerra, de Sun Tzu, “conoce a tu enemigo y conócete a
ti mismo; en cien batallas, nunca saldrás derrotado. Si eres ignorante de tu enemigo
pero te conoces a ti mismo, tus oportunidades de ganar o perder son las mismas. Si
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eres ignorante de tu enemigo y de ti mismo, puedes estar seguro de ser derrotado en
cada batalla” (Traducción al español de Rivaz, Antonio, capítulo III).
En muchos casos es del dominio público y en otros de conocimiento de los
actores del proceso, ¿donde se presentan los nudos gordianos?, sin embargo, por el
avatar de la multiplicidad de funciones de cada uno de ellos, solo se espera de
manera silente a que la situación se solvente, sin procurar el reto de soltar o cortar
este nudo que mantiene atada la efectiva administración de justicia. Esto significa,
que el primer enemigo puede estar en nosotros mismos, y debemos enfrentar las
limitaciones que nos imponemos o contribuir mas allá de lo que se espera con
soluciones creativas.
Otra cosa es, cuando deliberadamente se utiliza la ley o se deja sin efecto en
favor de intereses particulares (nadie quiere ser castigado) o para el desconocimiento
de derechos, situación esta que denota una mayor perversión y que atenta gravemente
contra el objetivo de vencer la carrera, y en este caso se me ocurre preguntarme, si
¿Se puede establecer una clasificación o niveles, para esta nefasta
condición?
De la misma forma como no podemos decir que alguien es más o menos
corrupto, de acuerdo a la cantidad de fondos público del que se ha apropiado
indebidamente, si se considera que corrupción es corrupción, seria también difícil
tipificar quien es más delincuente, por lo que delito es delito. En este caso, la ley solo
se limita a balancear las circunstancias de cómo se cometieron los hechos y el grado
de responsabilidad y de confianza que el individuo infractor gozaba, lo cual
aprovechó para alcanzar su cometido, imponiéndose el castigo que los legisladores en
su momento consideraron acorde al delito cometido, por lo tanto, en un eficiente
sistema de justicia, lo trascendente es que todo delito sea castigado
independientemente de la sanción que este establecida.
Ahora bien, ¿que diferencia tiene la conducta delincuencial directa?, con
acciones de retardo, no coordinación o contribuir deliberadamente o no en una
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inactividad de actuación en procesos penales, que conlleve a la ausencia de sanción
por parte del Estado de un hecho delictivo. En este sentido, la legislación venezolana
establece una serie de sanciones administrativas y penales que manejan las
situaciones para este tipo de situaciones , la dificultad o nudo gordiano se presenta en
que la realidad indica que existe mucha dificultad para demostrar que se actuó
deliberadamente y por lo tanto establecer las sanciones penales o disciplinarias que el
caso amerite.
Así mismo, no tiene gran importancia establecer diferencias en cuanto a la
impunidad y de esta forma clasificar la conducta irresponsable de un funcionario o
individuo que contribuya con ella, de acuerdo a la pena que se dejó de aplicar.
Independientemente si un delito merece el castigo tres (03) años de prisión, o es otro
que merezca entre doce (12) a veinte (20) años de prisión, me atrevo a repetir
entonces, que delito es delito, y de no imponerse la sanción por cualquier cantidad de
nudos o trabas que se presentan, la impunidad se glorifica en cada uno de ellos. Por lo
tanto, lo primordial es identificar claramente donde puede producirse la impunidad,
las causas, quienes intervienen y tomar acciones que la disminuyan.
Esto último, hace que se reflexione en otro sentido y entrar en un conflicto
cognitivo ante la realidad que se ha convertido en una utopía, al pensar en que
mientras mayor es la responsabilidad, poder y control que se tenga sobre la
ocurrencia de cualquier situación, mayor es el poder de la ley que se debe aplicar
sobre esta persona ante una trasgresión. Pero que pasa con los diferentes nudos
gordianos de la impunidad a los que se han hecho referencia, ¿debe castigarse con
mayor o menor contundencia esta? dependiendo de donde se detecte. Solo diría que,
impunidad es impunidad. y debe ser repudiada, execrada y combatido su origen,
sobre todo al llegar a detectar la esfera donde se pueda generar.
Se puede afirmar también, que la impunidad se presenta por falta de
participación de la propia colectividad. De igual forma, que existe múltiples intereses
contrapuestos donde se compactan más los famosos nudos, y es allí donde se espera
de sujetos como Alejando Magno que saquen la espada y los corten, situación que
puede estar presente en una cantidad innumerable de oportunidades en las diferentes
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fases del proceso, y así, para que esto no permita que se cercene el ius puniendi del
Estado, se necesita que todos los actores se mantengan atentos para cortar o desatar
cada una de las trabas que se vayan presentando.
Esto en procura del efectivo ejercicio de la legitimidad que ostenta el Estado
para castigar los hechos de índole delictivo, es decir el efectivo ejercicio de ius
puniendi, pues toda sentencia procura la paz social, que en otras palabras es el
debido desarrollo de las relaciones sociales de manera pacifica entre los ciudadanos
de una comunidad, gobernada libre y democráticamente, con unas condiciones que
hacen posible el pleno desarrollo de todos sus integrantes, promoviendo el respeto
entre si y el realce de los valores, internalizando con ello el resguardo de los bienes
jurídicos de todos y cada uno de los ciudadanos, así como la absoluta garantía de los
derechos humanos; sin permitir que, lo que en este ensayo se han llamado “nudos
Gordianos”, se interponga en el ejercicio soberano de esta actividad estatal; pues solo
así se estaría más cerca de alcanzar una sociedad moderadamente libre, con sentido
de justicia y con la garantía de una convivencia sana; sin tener que acudir a practicas
violentas para lograr que se respeten sus bienes jurídicos.
¿Quien es más cómplice?
Se presenta otra pregunta que debe llamar la atención de todos los que de
alguna forma intentan ganar esa carrera contra la impunidad. Si se refiere como
cómplice a quien acompaña al autor del hecho, y que por las razones más absurdas
que parezcan trata de justificar la acción y su conducta irregular. ¿Como debemos
llamar?, a quien en conocimiento del hecho y/o por cualquier causa maneje o tenga la
potestad de practicar elementos y pruebas que permitan lograr el castigo, por
facultades que legalmente se le han sido atribuidas, pero incurre en inactividades.
¿Como definir? la desviación de verdades de quienes tienen como tarea descubrirla, y
consciente o quizás no, sin ninguna razón pueda justificar dicha actitud. ¿Cómo
referirnos? de aquellas personas de la colectividad que se abstengan de participar en
la consecución de las resultas favorables a la efectiva administración de justicia. Es
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posible que en estas situaciones nos encontremos con los verdaderos enemigos de la
justicia y quienes son los autores de aquella cadena interminable de nudos gordianos.
Una frase de Hobbes “No existe crimen más grande que aquél que se perpetúa a
conciencia de su impunidad”, (Leviathan, 1651), permite afirmar entonces que no existe
un mayor criminal que aquel que ha conciencia actué con impunidad
CAUSAS DE LA IMPUNIDAD
Muchos autores han escrito sobre las causas de este flagelo, sin embargo, es
necesario mencionar dos principales divisiones de dichas causas de acuerdo a la
distinción realizada por distintos autores:
De hecho: Son conductas delictivas que continuamente se presentan en
diferentes espacios de la sociedad y que aun cuando se sabe que el hecho se
materializó es imposible lograr identificar su autor o autores y/o participes o en el
peor de los casos se logra identificarlos pero no se llega a capturar, presentándose en
los dos casos un escape a la acción de la justicia. De igual manera, en casos donde
teniendo identificados el autor, autores o partícipes, estos no son perseguidos para
materializar su castigo en un ejercicio inicuo de facultades de los actores, quizás
inducidos por intereses particulares para que su actuación se aleje de la ética
funcionarial que debe reinar, cuyo devenir es propio de la situación particular social
y/o política por la cual se este transitando en la sociedad donde esta se presenta,
traspasando con esta conducta la delgada línea que separa lo legalmente permitido de
lo que no lo es. Esto conlleva a otro hecho sancionable, que tal vez al igual que el de
origen se quede impune, he ahí otro gran nudo gordiano, posiblemente el más
peligroso y difícil de cortar.
Es necesario mencionar, que si bien es cierto que en una sentencia absolutoria
se este librando de castigo al(os) culpable(s), también en una condenatoria se puede
castigar a inocentes, ya que el papel de la justicia es castigar a quienes han infringido
la ley. Ahora bien, si analizamos detenidamente cada circunstancia, en los dos casos
estamos en presencia de falta de castigo para el verdadero autor del delito, es decir el
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Estado no pudo hacer efectiva su acción coercitiva y de nuevo la impunidad se
glorifica. Por estar sometido el propio proceso a una gran cantidad de actuaciones,
elementos, pruebas y hasta pequeños detalles, que le dan una verdadera complejidad a
cada nudo gordiano, en el trayecto de toda la actividad que se despliega se pueden
presentar resultados que no son los esperados.
De derecho: Para los doctrinarios, esta impunidad deviene de la misma
norma, es decir, consecuencia directa de los preceptos que legalmente se tienen
establecidos. Se refieren a aquiescencias como en primer lugar, la amnistía que
constituye una causa de extinción de la acción penal, al analizar esta figura se puede
concluir que es una ley que coarta el ius puniendi del Estado, con lo que deviene la
inactividad de los mecanismos judiciales que tutelan de los bienes jurídicos tanto
individuales como colectivos que resultaren afectados, y en segundo lugar, el indulto,
que es en definitiva la renuncia del Estado al poder sancionador. Aun cuando, las
anteriores se fundamentan en razones de oportunidad, humanidad, mejor coexistencia
social, lo extraño y fatídico de estas dos figuras que a pesar de estar legalmente
establecidas y consecuencialmente permitidas, es que no deja de concluir en
impunidad, pues es en términos precisos el resultado que arroja, las víctimas no
obtienen por tanto el resultado que deberían alcanzar, es decir no logran ver el
castigo del agresor por el hecho delictivo del cual fueron objeto.
Otra figura de causa de impunidad de derecho es la prescripción de la acción
penal, originada por el transcurso del tiempo sin que el Estado haya materializado su
compromiso de perseguir y castigar el delito cometido. En este punto se puede pensar
que el actuar de las instituciones que operan como actores en el proceso penal en cada
una de sus fases no ha sido eficiente, ya que cuando pudieren presentar intereses
particulares o tal vez por circunstancias involuntarias se puedan observar
inactividades que traigan como consecuencia el transcurso del tiempo, el cual no
perdona y arrastra consigo esta figura jurídica que tiene como consecuencia la
imposibilidad de materializar el castigo o pena que legalmente se pueda atribuir al
caso particular sobre la cual recaiga.
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Es necesario aplaudir la imprescriptibilidad que se ha establecido para los
casos de lesa humanidad y en materia de corrupción, es una efectiva garantía, ya que
aun cuando puedan ventilarse infinidad de circunstancias o nudos gordianos, en
algún momento puede llegarse a imponer la sanción, y particularmente en hechos de
los llamados políticos de cuello blanco, que por múltiples situaciones tratan de evadir
la acción de la justicia, bien sea manipulando, comprando o tal vez ausentándose del
Estado para eludir la responsabilidad generada por sus actos.
Otras causas son el perdón del ofendido, el derecho de asilo y las causas
absolutorias que la ley prevé, en esto último, se hace necesario hacer una estudio mas
profundo y legislar a este respecto, de cómo el asilo político, se viene utilizando
como una figura que promueve la impunidad.
No se puede dejar de mencionar como causas de impunidad la debilidad de
las instituciones de quienes depende cada fase del proceso penal, debilidad que en su
mayoría puede manifestarse en la falta de herramientas adecuadas, recursos
económicos y humano.
EFECTOS DE LA IMPUNIDAD
Son innumerables los escritos e investigaciones que demuestran las
consecuencias que la impunidad puede traer sobre la sociedad o los individuos que la
conforman, y es oportuno mencionar algunas importantes.
Aislamiento social:
Freud en 1930, premonitoriamente expresa que "el alejamiento de los demás
es el método de protección más inmediato contra el sufrimiento susceptible de
originarse en las relaciones humanas" (Pág. ll)
Son innumerables las investigaciones que se refieren a esta situación
sicológica y social, sobre todo por los abominables casos estudiados luego de las
ultimas dictaduras en Latinoamérica y, aun cuando estas han sido superadas, muchas
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prácticas de terrorismo de Estado persisten sin castigo para los ejecutores. En la
mayoría, puede verse reflejado como un problema de salud el aislamiento social
producto de esta impunidad, entre muchas otras consecuencias. Así, en un amplio
estudio realizado respecto de las violaciones de los Derechos Humanos ocurridas en
Chile durante el período dictatorial (1973-1990), por el equipo de salud mental del
Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo, se expresa que “los trastornos que
hemos observado en las familias, como consecuencia de los crímenes y de la
impunidad se traducen, en sus relaciones externas”, mencionando el “aislamiento
social, como grupo y también de algunos de sus miembros” (Crímenes e impunidad.
La experiencia del trabajo médico, psicológico, social y jurídico en la violación del
Derecho a la Vida, 1996, capitulo VIII.
http://www.derechos.org/nizkor/chile/libros/med/intro.html)
Desconfianza hacia las normas:
Si se atenta contra las reglas que rigen las relaciones sociales, la propia
sociedad pierde la confianza en ellas, se inhibe el pensamiento reflexivo y se
autoexcluye de la participación política.
Ante el panorama en México de ser uno de los países más peligrosos para los
periodistas en América, 13 organizaciones internacionales de libertad de prensa y
libertad de expresión integraron una misión internacional que viajó a ese país para
conocer y analizar la situación, presenta un informe en el que se puede leer que la
desconfianza en las autoridades, producto de la falta generalizada de castigo a los
responsables materiales e intelectuales, provoca que en muchos casos no sea
presentada una denuncia formal o, de hacerlo, muchas veces se opte por desistir.
Señalan además, que la impunidad es uno de los mayores obstáculos para el ejercicio
de la libertad de prensa en México, ya que promueve un clima de incertidumbre y
desconfianza. (La libertad de prensa en México. La sombra de la impunidad y la
violencia. Año X, volumen 4, 2008. http://www.saladeprensa.org/art783.htm)
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Desconfianza hacia las instituciones:
Es quizás uno de los peores efectos de la impunidad. Siendo las instituciones
las que deben guiar, moldear y mantener el orden de la sociedad a través de la
supervisión de cumplimiento de las normas y el castigo de su inobservancia, es por
ello que cada uno de los actores del proceso penal, debe mantener una conducta
incólume, ser ejemplo viviente de la justicia, la rectitud y la ética funcionarial, para
no dar cabida a la siguiente interrogante ¿Cómo puedes exigirse lo que no se es
capaz de dar?.
En este sentido, se presenta un interesante trabajo de compilación realizado
por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de México de un interesante seminario,
donde se menciona entre tantas afirmaciones importantes, lo siguiente,
“La comisión nacional ha señalado en reiteradas ocasiones que, en un estado
de derecho, la confianza social en los órganos encargados de prevenir y perseguir los
delitos es un imperativo. La desconfianza que actualmente se tiene en algunos
órganos encargados de procuración de justicia se debe, sin duda, entre otras causas,
que un gran número de delitos no es esclarecido, abriéndose amplios espacios de
impunidad…” (La justicia Mexican hacia el siglo XXI. Ombudsman y procuración
de justicia Pag. 539. http://www.bibliojuridica.org/libros/1/159/45.pdf).
El pendejismo:
Arturo Uslar Pietri, hizo un símil entre las palabras honesto y pendejo, que
cada vez cobra más fuerza en nuestra sociedad, cuando ligeramente se es criticado
por ser tonto, sino se aprovecha de hacer dinero cuando se ocupa un cargo público de
importancia. De esta forma, se corre el riesgo que sea catalogado como pendejo si se
es castigado por cometer este tipo de faltas, pues muchos concluyen que no lo supo
hacer, y dan a entender que de llegarlo hacer bien sería como la persona astuta que si
aprovecho, sin ser receptor del repudio de muchos; pudiendo convertirse así la
impunidad en algo aceptado como normal.
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Aumento de la criminalidad:
Esta situación es muy peligrosa para la sociedad y contraviene en todo sentido
la paz en la coexistencia entre los individuos, pues al evidenciar que las conductas
delictuales en gran parte quedan impunes, se hace factible su constante repetición con
la posibilidad de no llegar a sufrir castigo alguno por ello, cayendo así en una crisis
colectiva, demostrado en perdida de valores éticos, pues no se está en presencia de
aquella acción coercitiva del Estado ante conductas que vulneran los derechos de los
ciudadanos; corriendo el riesgo de llevar a la sociedad a una explosión, por estar
constantemente hiriendo la sensibilidad colectiva.
A este respecto, se cita una corta expresión de un excelente trabajo publicado
en la Revista Internacional de Ciencias Sociales y Humanidades, en Mexico, “Sin
embargo, la constante en América Latina y en México es el aumento de la
criminalidad, la cual es acompañada de grandes dosis de impunidad, el gran lastre de
un Estado de Derecho democrático en la mayoría de nuestros países” (Estado de
Derecho y la construcción de la democracia en México. Una agenda mínima. Vol.
XVII, número 001. 2007. http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/654/65417109.pdf)
Elemento de manipulación política:
Si leyéramos en una noticia de prensa: “a pesar de todos los esfuerzos hechos
por el gobierno central en el marco del plan de seguridad para enfrentar el más
apremiante desafío de rescatar la seguridad personal en la sociedad, los resultados de
las diversas encuestas de opinión coincidían en señalar a la delincuencia y a la
violencia, como la situación negativa central a resolver en el país, poniendo de
manifiesto la preocupación mayoritaria por la incontrolable y rampante inseguridad
pública….”, esto no tendría nada fuera de lo que común a lo que diariamente se
expresa en los medios, excepto por el hecho que fue extraído de un trabajo de
investigación publicado en El Salvador el año 2006. Así, se podría recorrer la prensa
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internacional y encontraríamos artículos semejantes, cuyo matiz, enfoque y
contundencia estará marcado por la presión política que se quiera ejercer sobre los
gobiernos tanto Nacionales, como regionales o locales. Ahora bien, la única manera
de contrarrestar esto, es con hechos contundentes, presentar pruebas reales y
resultados positivos de la lucha contra la impunidad.
¿SE PUEDE COMBATIR LA IMPUNIDAD?
El accionar de la sociedad, la cultura, los valores que se mantienen incólumes
dentro de un contexto social, pueden conjugarse para emprender acciones en procura
del saneamiento y rescate de aquellos espacios que han sido allanados por tendencias
contrarias a la buena marcha de la paz social.
No se necesita realizar una mega investigación para llegar al convencimiento
que con la conjugación de factores y trabajando de manera engranada desde las
instituciones que integra el sistema de administración de justicia, incorporando a
todos los actores del proceso penal, realizando una buena indagación, planificación,
revisión, seguimiento y control, se puede llegar a detectar y conocer a profundidad
cada uno de los nudos gordianos que afectan gravemente las etapas del proceso
penal.
Es una utopía llegar a pensar que se puede erradicar la impunidad, sin
embargo, se puede combatir para lograr disminuir las cifras manejadas hasta la
presente fecha, que nuestra sociedad evidencie que se intenta, que se lucha y se toman
acciones en procura de devolver la confianza en las instituciones que administran
justicia, que la dama ciega continua con su labor y el Estado se mantiene atento en
resguardo de los bienes jurídicos de todos y cada uno de los ciudadanos y en la
conquista de una sociedad justa y reinante de paz.
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¿QUE SE PROPONE?
Reflexionando sobre todos los avatares que rodean el fenómeno de la
impunidad, se puede pensar que la clave para combatirla está en la eficacia, la
eficiencia, la transparencia, la ética de los funcionarios actuantes, el debido proceso,
y en definitiva que todos los integrantes del sistema de administración de justicia
sean firmes en el cumplimiento de cada una de las funciones que tienen asignadas por
mandato legal.
En una sociedad con procesos coyunturales como lo es la nuestra, sometida a
cambios sociales constantes, donde las instituciones se encuentran en trascendental
etapa de transformación y requieren depuraciones, es extremadamente importante el
seguimiento y control, y sobre todo la toma de conciencia de los actores que
intervienen en la enorme responsabilidad que le ha sido conferida.
Ahora bien, como se ha establecido a lo largo de este ensayo que los puntos
críticos o nudos gordianos se pueden presentar en cualquiera de las fases que integran
el proceso penal, se debe tomar en consideración que dentro del mismo existen
funcionarios con ética, grado suficiente de responsabilidad y con la disposición de
gestionar e impulsar ante las autoridades correspondientes, las diligencias necesarias
para atacar aquellas trabas que puedan inactivar o enrumbar equivocadamente la
efectiva administración de justicia, razón por la cual, se hace necesario que estos
aportes sean tomados muy en cuenta y se abran canales de comunicación que
permitan que estos lleguen, tal como lo que la Fiscalía General de la República está
haciendo con la apertura de este 2DO Concurso de Creatividad (Ensayo- Cuentos -
fotografía).
Cuando se habla del Sistema de Administración de Justicia, se hace mención
a varias instituciones que tienen por norte materializar el poder punitivo del Estado,
es decir, todas tienen como único e inequívoco fin Administrar Justicia, lo cual se
logra si todas trabajan coordinadamente en procura de ese fin. Se pueden hacer
algunas similitudes con condiciones y necesidades con las que debe contar un
verdadero equipo y su maquinaria, constituida por un centenar de piezas que logran
activarse y trabajar engranadamente para alcanzar el propósito para el cual se creó,
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pero de fallar alguna de las parte, se podría paralizar o funcionar a medias, y luego,
para lograr que se pueda poner en funcionamiento se debe proceder a revisar y
detectar el problema o posibles fallas. Por consiguiente, como se ha insistido
reiteradamente, el proceso penal debería someterse a este tipo revisión y detección de
las circunstancias críticas o nudos gordianos que conlleven a su paralización o mal
funcionamiento, para los cuales me tomare la ligereza de comparar con situaciones
que no siendo semejantes no dejan de ser reales y de planteamiento serio.
- ¿Que posibilidad tiene un equipo de béisbol con 7 jugadores de ganar un
juego a otro que tenga hasta peloteros en la banca?. Para ganar esta
competencia, se necesita el personal suficiente con la disposición y el
compromiso que cada encuentro demanda, y que actúen de manera oportuna
y con responsabilidad institucional en todos los organismos que intervienen en
el proceso.
- ¿Cuales eran las aspiraciones de llegar a un mundial de fútbol de la vinotinto
de 1998, comparadas con la actual?. Es indiscutible que la preparación, la
escogencia de los mejores jugadores, el trabajo en óptimas condiciones y la
inversión del Estado han contribuido en que ese objetivo sea posible, pero
existe otro factor importante, y es la alta participación de la gente en impulsar
al equipo porque existe la credibilidad y la esperanza. Entonces, los órganos
de administración de justicia deben recibir la inversión necesaria y establecer
mecanismos que permitan incorporar los mejores individuos, y explotar la
destreza de su continuo entrenamiento, de esta manera, se logrará presentar
resultados de disminución de la impunidad y aumentar la credibilidad en las
instituciones
- En una guerra tendrá mayor oportunidad de salir triunfador, el ejercito que
tenga las mejores armas, equipos, herramientas y tecnología, no solo la
superioridad de hombres y mujeres, y su convicción, son suficientes para
enfrentar cualquier desafío. La humanidad, ha podido poner descubrimientos
científicos en favor de la justicia y la lucha contra la impunidad, así, las
pruebas de ADN, fotografía digital, dactiloscopia computarizada, la
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sistemática y telemática, prueba de carbono-14, son solo ejemplos de tantos
que existen y el Estado no debe escatimar para contar con ellos.
¿COMO REALIZAR ESTA LABOR?
Es quizás esta la parte más difícil de plasmar en cualquier trabajo, ya que está
lleno de situaciones ideales, sueños y pensamientos creativos que no serán
compartidos por todos. En muchos casos, las propuestas más incrédulas no son
aplicadas y pueden ser las mejores, y en otros casos se aplican correctivos que
parecen los más lógicos y oportunos, pero terminan creando nuevos nudos gordianos
que atentan contra el proceso. Sin embargo, en el ánimo de realizar aportes positivos
en concordancia con los planteamientos manejados, se presenta a continuación una
idea a desarrollar en tres vertientes:
A corto plazo:
Continuar con las políticas de depuración e incrementar la incorporación de
personal en cada institución que cubra las vacantes y las necesidades de recursos
humanos de la cual son víctimas muchos organismos, la dotación de herramientas
necesarias y recursos que permitan cubrir las necesidades y con ello se contribuya
efectivamente a la celeridad que legalmente se debe dar en cada caso.
Igualmente, implementar charlas, talleres, publicaciones a través de los
diferentes medios de comunicación entre otros, que incentiven a la sociedad a tomar
conciencia del papel importante que representa su participación en beneficio de la
buena marcha de la administración de justicia en el proceso penal, cuando se es
llamado a participar, independientemente si es bajo la figura de Escabino, Testigo,
Víctima o cualquier otra figura legal que legitime su actuación.
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A mediano plazo:
Que por cada una de las instituciones que integra el sistema de
administración de justicia, se designe un funcionario con sentido de pertenencia, con
la ética suficiente y con la verdadera convicción de ser un eficiente representante
institucional, para integrar una comisión de enlace cuya meta sea combatir la
impunidad, desatando o cortando aquellos nudos gordianos que la facilitan. Esta
comisión tendría la capacidad de gestionar, coordinar y realizar los seguimientos que
se ameriten para materializar la meta.
Cada funcionario integrante de esta comisión estaría encargado de recopilar
dentro del organismo que representa las quejas, fallas detectadas, sugerencias, entre
otras, que pudieran presentarse como situaciones críticas o nudos gordianos dentro
del proceso penal.
Lo observado en el actuar de las instituciones integrantes de la comisión, se
plantearía y estudiaría en el ceno de la misma, para obtener recomendaciones en cada
situación que los representantes elevarían al organismo responsables o que se
consideren causantes voluntarios o involuntarios de estos nudos a fin que actúe en
procura de minimizar y de ser posible erradicar la situación crítica. La comisión hará
un constante seguimiento y/o nuevas sugerencias a quien se elevó, para verificar si
los ajustes se implementaron, si fueron los adecuados, verificar si las piezas
engranan y el mantenimiento es el necesario. De esta forma, se tiene un interminable
círculo de seguimiento y control que impulsaría el efectivo funcionamiento de la
maquinaria administradora de justicia.
Que no se sobre entienda a estos funcionarios como verdugos o seguidores sin
cuartel a la caza de otros funcionarios. Es un compañero más con la disposición,
entrega y tiempo necesario para realizar este tipo de tarea, con el temple necesario
para lograr óptimos resultados de manera coordinada con las demás instituciones y
bajo un clima de respeto armonía y cordialidad. Los integrantes de la comisión deben
a su vez rendir cuentas de su actuar a la superioridad, a quien elevara por supuesto las
inquietudes, recomendaciones y sugerencias aprobadas por los demás integrantes de
la comisión, la cual debe funcionar en cada una de las Circunscripciones Judiciales.
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A largo plazo:
Si se prioriza la impunidad como un asunto de seguridad de Estado que pone
en peligró la democracia y la vida de la sociedad, se podrían identificar y estudiar
situaciones de conducta individual de ciudadanos, ciudadanas y funcionarios que
faciliten la impunidad, para que el mismo Estado sea contundente en materializar
sanciones rígidas que castiguen estas conductas. Esto además de ser un ejemplo para
todos, coadyuvaría a la creación de confianza y una nueva conciencia de la necesidad
de ganar esta importante “carrera contra la impunidad”
“La justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostienen
la igualdad y la libertad”
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios
(1783-1830)
EL AUTOR:
Abg. Yaneth Palomino Carrillo
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Bibliografía
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