Una cueva de película en Almodóvar del Río

Abén Aljama Martínez (09/02/2015)

Los trabajos espeleológicos del Grupo Espeleológico G40 en Sierra Morena a inicio de

año se están centrando en tres municipios en los que tenemos puestas muchas expectativas:

Adamuz, Hornachuelos y Almodóvar del Río.

A este último se han realizado dos visitas durante el mes de Enero, sumando 5 nuevas

cavidades a la nómina del catálogo de cavidades de la provincia de Córdoba y llegando de esta

forma al centenar de cuevas localizadas fuera de la comarca de las Subbéticas Cordobesas,

donde se contabilizan más de 800 cavidades.

La zona de prospección en la que se está trabajando es el paraje de Los Majadales

Bajos, donde se localiza la cueva que fue utilizada en la película “Entrelobos”, dirigida por

Gerardo Olivares en 2010 y que está basada en la vida real de Marcos Rodríguez Pantoja, un

hombre que siendo un niño fue vendido por su padre a un pastor que vivía en una cueva y con

el que aprendió a cuidar cabras, a cazar, a buscar comida y a hacer fuego. Pero cuando el

pastor desapareció, el joven Marcos se quedó solo y comenzó a convivir con los lobos.

En cuanto a la cavidad, nos encontramos ante una antigua casa-cueva, que fue puesta

en valor para servir de vivienda y posteriormente para formar parte del atrezzo en el rodaje de

escenas de la ya mencionada película. De origen natural, se abre al pie del farallón,

adentrándose 15 m hasta su terminación, de forma perpendicular a su boca. Una vez que

traspasamos el dintel de la puerta, podemos observar un único espacio formado por una sala

amplia, con una altura máxima de 2,50 m y una anchura que ronda los 6 m. Las arqueadas

paredes y el techo levemente abovedado han sido totalmente cubiertas de pintura blanca y en

la totalidad del suelo ha sido colocada una solería de ladrillo macizo de barro cocido realizado

a mano.

Como curiosidad decir que el que se ubica en el centro aproximado de la habitación

tiene impresa la mano de un niño, que hubo de dejar su impronta cuando la pieza se hallaba

aún sin pasar por las altas temperaturas del horno.

Se observó la presencia de un quiróptero de grandes dimensiones, y escasos restos de

guano que se acumulan al fondo y a la izquierda de la única nave que forma la cavidad,

precisamente donde fue visto pendiendo del techo.

Topografía de la Cueva de Los Majadales 3, realizada por el G40