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A diez años del PEC Una década, breves evocaciones. Programa Escuelas de Calidad Ma. Angélica Villa Benítez Asesora Académica del Programa Escuela y Salud Maestros, directivos, alumnos y padres de familia conforman una auténtica comunidad escolar, con amplias capacidades de autogestión para generar un proyecto propio que la enorgullezca y entusiasme, orientado a mejorar su servicio educativo . Indudablemente a una década de implementación, esta premisa inicial inscrita en las primeras Reglas de Operación del Programa Escuelas de Calidad (PEC) es palpable en 40 mil centros escolares que han sido capaces de integrar verdaderas comunidades edu- cativas; escuelas orgullosas de sus procesos de transformación colegiada, tanto de la gestión escolar —manifiesta en nuevas formas de organización, liderazgo y colaboración—, como en los resultados de logro educativo. Cómo no recordar los fundamentos originales que dieron, y dan significado y sentido al Programa: la necesidad de hacer efectiva la igualdad de oportunidades para el logro educativo de todos los edu- candos, independientemente de sus capacidades, origen social, étnico o del ambiente familiar del que proceden, el compromiso constante por mejorar procesos, detonadores siempre de propuestas e innovacio- nes orientadas hacia el cambio en las escuelas. Los pensamientos e imaginarios forjados por el Programa Escue- las de Calidad han sido valiosas pautas a modo de generosas ideas en continuum en la línea del tiempo educativo; en constante evo- lución en la búsqueda por el mejoramiento de la calidad y equidad de la educación que se ofrece en las escuelas de nivel básico. Transitar de un esquema tradicional a un Modelo de Gestión Educativa Estratégica basado en la escuela, con enfoque participativo, corres- ponsable y transparente es la misión esencial del Programa que al convertirse en acción logra impulsar verdaderas transformaciones, ofrecer alternativas, decisiones y percibir los efectos positivos en los actores y quehaceres de cada día, de cada semana, de cada mes, de cada ciclo escolar como una auténtica cultura renovada en el pensar, en el decir y en el hacer en la vida de las escuelas. Valorar lo realizado durante dos lustros de trabajo, recordar lo hecho y lo esperado como Programa educativo —lo superado y lo que está por alcanzarse— es imprescindible para compren- der con sensibilidad, rigurosidad y acierto qué falta por hacer; e identificar cabalmente cuáles son las estrategias para arribar a las metas trazadas en estos diez años de implementación del PEC. La perseverancia y tenacidad son ingredientes importantes para sentar precedentes, seguir aprendiendo, completar la misión encomendada prevista en las Reglas de Operación y en el modelo de gestión: Consolidar una nueva gestión horizontal y participativa propuesta que busca transformar la política educativa actual. Transitar a decisiones efectivas sobre las prioridades, estrategias, recursos e innovaciones que requieren los centros escolares, con la finalidad de generar planes estratégicos desde la escuela hacia el sistema. Movilizar a la micro, meso y macro estructura hacia la innovación y la calidad educativa que demanda la socie- dad de nuestros días. 21

Una década, breves evocaciones. Programa Escuelas de Calidad

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A diez años del PEC Maestros, directivos, alumnos y padres de familia conforman una auténtica comunidad escolar, con amplias capacidades de autogestión para generar un proyecto propio que la enorgullezca y entusiasme, orientado a mejorar su servicio educativo. Asesora Académica del Programa Escuela y Salud 21

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Page 1: Una década, breves evocaciones. Programa Escuelas de Calidad

A diez años del PEC

Una década, breves evocaciones.

Programa Escuelas de Calidad

Ma. Angélica Villa Benítez Asesora Académica del Programa Escuela y Salud

Maestros, directivos, alumnos y padres de familia conforman una auténtica comunidad escolar, con amplias capacidades de autogestión para generar

un proyecto propio que la enorgullezca y entusiasme, orientado a mejorar su servicio educativo.

Indudablemente a una década de implementación, esta premisa

inicial inscrita en las primeras Reglas de Operación del Programa

Escuelas de Calidad (PEC) es palpable en 40 mil centros escolares

que han sido capaces de integrar verdaderas comunidades edu-

cativas; escuelas orgullosas de sus procesos de transformación

colegiada, tanto de la gestión escolar —manifiesta en nuevas

formas de organización, liderazgo y colaboración—, como en los

resultados de logro educativo.

Cómo no recordar los fundamentos originales que dieron, y

dan significado y sentido al Programa: la necesidad de hacer efectiva

la igualdad de oportunidades para el logro educativo de todos los edu-

candos, independientemente de sus capacidades, origen social, étnico o

del ambiente familiar del que proceden, el compromiso constante por

mejorar procesos, detonadores siempre de propuestas e innovacio-

nes orientadas hacia el cambio en las escuelas.

Los pensamientos e imaginarios forjados por el Programa Escue-

las de Calidad han sido valiosas pautas a modo de generosas ideas

en continuum en la línea del tiempo educativo; en constante evo-

lución en la búsqueda por el mejoramiento de la calidad y equidad

de la educación que se ofrece en las escuelas de nivel básico.

Transitar de un esquema tradicional a un Modelo de Gestión Educativa Estratégica basado en la escuela, con enfoque participativo, corres-ponsable y transparente es la misión esencial del Programa que al convertirse en acción logra impulsar verdaderas transformaciones, ofrecer alternativas, decisiones y percibir los efectos positivos en los actores y quehaceres de cada día, de cada semana, de cada mes, de cada ciclo escolar como una auténtica cultura renovada en el pensar, en el decir y en el hacer en la vida de las escuelas.

Valorar lo realizado durante dos lustros de trabajo, recordar lo hecho y lo esperado como Programa educativo —lo superado y lo que está por alcanzarse— es imprescindible para compren-der con sensibilidad, rigurosidad y acierto qué falta por hacer; e identificar cabalmente cuáles son las estrategias para arribar a las metas trazadas en estos diez años de implementación del PEC.

La perseverancia y tenacidad son ingredientes importantes para sentar precedentes, seguir aprendiendo, completar la misión encomendada prevista en las Reglas de Operación y en el modelo de gestión:

Consolidar una nueva gestión horizontal y participativa �propuesta que busca transformar la política educativa actual.

Transitar a decisiones efectivas sobre las prioridades, �estrategias, recursos e innovaciones que requieren los centros escolares, con la finalidad de generar planes estratégicos desde la escuela hacia el sistema.

Movilizar a la micro, meso y macro estructura hacia la �innovación y la calidad educativa que demanda la socie-dad de nuestros días.

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El Programa Escuelas de Calidad no podría ser lo que es sin reconocer los arduos esfuerzos desplegados en estos años de implementa-ción, las buenas prácticas de los centros escolares, las acciones coordinadas, los aciertos y desaciertos; sobre todo al afianzar su característica máxima: el aliento, la energía, el carácter y la voluntad de las personas que lo han forjado con sus conocimientos desde las funciones que desempeñan; con su experiencia y con base en los contextos locales donde se concretan los supuestos y premisas clave del Programa.

Atento a estas dinámicas y afanes, el Programa se reconstruye permanentemente:

Las fases de esta primera década se valoran como únicas �e irrepetibles. En cada etapa del PEC se han generado lecciones relevan- �tes y reveladoras sobre procesos fundamentales.

Condiciones sine qua non, los componentes, conceptos y filoso-fía del Programa Escuelas de Calidad no podrían ser explicados y comprendidos como se conocen —desde luego, no tendrían la trascendencia que hoy tienen para los colectivos escolares en transformación— sin la participación de todos.

¿Qué cambios ha traído el PEC? Después de reflexionar sobre esta pregunta, buscar los resul-tados de las evaluaciones y, por supuesto, reconocer el trabajo afanoso que lo distingue; se puede responder a este dilema con certezas y expresar que durante este periodo ha impactado en múltiples aspectos.

Dentro de las señales más significativas de cambio están:

Planeación estratégica con visión. �Reconceptualización de la evaluación educativa. �Registro sistemático de información relevante. �Modificación en las formas de organización escolar. �Trabajo colaborativo fortalecido. �Prácticas pedagógicas enriquecidas. �Renovación de la infraestructura integral. �Participación creciente entre actores. �Reconocimiento social para los centros escolares. �

El movimiento sostenido, ascendente hacia la mejora continua de procesos y resultados educativos existe a través de las voces de las escuelas, de la presencia de las personas, de las acciones desarro-lladas y de muchos otros factores asociados al Programa.

Causas y efectos hacen posible evocar múltiples y variadas historias que se entretejen alrededor del Programa Escuelas de Calidad, casos escolares excepcionales que se han convertido en

historias de vida al recuperar experiencias, buenas prácticas y lec-ciones aprendidas, fruto de diez años de labor incansable.

Son diez años aquilatados, colmados de aprendizajes. Una década plena de encuentros y desencuentros con el saber, el hacer, el ser y el querer. Periodo relacionado con inquietudes, con múl-tiples aportes, con aspectos asociados a los acontecimientos de la educación básica en este tiempo y espacio compartido.

Muchos de estos avatares están interconectados con la for-mación docente, la colegialidad, la gestión misma del hacer y acontecer de la vida cotidiana de las escuelas.

Fue un mes de mayo del año 2001, cuando ingresa a la escena de la política pública nacional el Programa Escuelas de Calidad; al rememorar este acontecimiento con alta conciencia colectiva y ver el cúmulo de experiencia producida es inevitable la añoranza. Las lecciones de vida son entrañables, intensas y profundas dados los aprendizajes que hacen crecer no sólo en años sino crecer en oportunidades, y posibilidades infinitas de desarrollo.

Es imprescindible aprender de este proceso vivido, de las cir-cunstancias, de lo positivo y de lo mejorable; de tantos actores presentes y ausentes, cercanos siempre en pensamiento.

La filosofía del PEC es ahora tangible, gracias a la cosecha de propuestas valiosas y aportes generosos se transforma siempre la realidad de cada escuela; el contexto, el espacio y cada momento, acorde con los sujetos y las colectividades donde le es permitido trascender son fundamentales para el cambio educativo.

Este recuento breve y fugaz a modo de tributo al Programa Escuelas de Calidad en su décimo aniversario tiene innumerables motivos; el más fuerte es por permitirnos encontrar nuevos signi-ficados sobre el hacer cotidiano de las escuelas; desde una mirada retrospectiva, introspectiva y prospectiva de lo que puede lograrse con firmeza, tenacidad y esfuerzos compartidos para consolidar la relevancia de las escuelas públicas mexicanas.

Altamente significativo es, en lo personal, escribir de aquello que provoca, hacer sentir y pensar un Programa como el PEC, es imponderable subrayar lo que ha proporcionado en este lapso y lo que tiene para ofrecer aún. Igual de importante es enfatizar su apertura para aprender, desaprender y volver a aprehender, de sí mismo y de los demás.

Definitivamente, estos diez años de labor del PEC relatan y añaden cosas, muchas cosas en educación […]

ReferenciasReglas de Operación del Programa Escuelas de Calidad. México, SEP, 2001.Modelo de Gestión Educativa Estratégica. México, SEP, 2009.

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