16
Factótum 14, 2015, pp. 45-60 ISSN 1989-9092 http://www.revistafactotum.com Una introducción al problema de la causalidad de la razón como libertad en Kant Ariel Giménez Universidad Nacional de San Martín (Argentina) E-mail: [email protected] Resumen: El contenido de este artículo analiza la aplicación de la categoría de causalidad a la libertad. Esto implica pensar a la libertad como una especie de causalidad de la razón en el plano teórico y práctico. Partiendo de un problema explicito que Kant formula en la Crítica de la Razón Práctica sobre la aplicación de la categoría de causalidad a la idea de libertad, nos preguntamos si es posible pensar la determinación de la razón como una causalidad por libertad. La función que tiene la razón consigo misma, en tanto ella es práctica, es determinarse como voluntad libre. El examen de la voluntad es la crítica de la razón que se piensa y se determina a sí misma como una “causalidad por libertad”. Exponemos de qué modo puede introducirse el problema de pensar a la idea de libertad como una causalidad que la razón requiere para fundamentar la acción moral. Palabras clave: Kant, libertad, razón, causalidad, moralidad. Abstract: The contents of this article analyzes the application of the category of causality to freedom. This implies freedom to think as a kind of causality of reason in the theoretical and practical level. From an explicit problem that Kant formulated in the Critique of Practical Reason on the application of the category of causality to the idea of the freedom, we wonder if it is posible to think the determination of reason and causality by freedom. The function that have the reason itself, as it is practical, is determined as free will. Examination of the will is the critique of reason that thinks and determines itself as a “causality by freedom”. We explained how the problem can be inserted to think the idea of freedom as causality required to found why moral action. Keywords: Kant, freedom, reason, causality, morality. Reconocimientos: Investigación financiada por el programa Stipendienwerk Lateinamerika-Deutschland. 1. Introducción El contenido de este artículo analiza la aplicación de la categoría de causalidad a la libertad. Esto implica pensar a la libertad como una especie de causalidad de la razón en el plano teórico y práctico. 1 Partiendo de un problema explicito que Kant formula en la Crítica de la Razón Práctica 2 sobre la aplicación 1 En este punto seguimos a Wagner (2004), que ha expuesto un concepto de libertad polifacético y con una gama de aspectos diferentes: cosmológico, estético, ético-político y teleológico. 2 En adelante citaremos la Edición Académica de las obras de Kant (1902ss). A esta edición aludiremos bajo la abreviatura Ak seguida del número de tomo (en cifras romanas) y del número de página (en cifras arábigas). Las referencias a la Crítica de la razón pura se harán citando edición A o B según corresponda. A las referencias de la Crítica de la razón práctica y la Crítica del juicio se antepondrá la abreviatura de la obra seguida del número de tomo y el número página de mencionada edición según corresponda. de la categoría de causalidad a la idea de libertad, nos preguntamos si es posible pensar la determinación de la razón como una causalidad por libertad. La función que tiene la razón consigo misma, en tanto ella es práctica, es determinar-se como voluntad libre. El examen de la voluntad es la crítica de la razón que se piensa y se determina a sí misma como una “causalidad por libertad”. ¿Desde dónde y en qué fundamenta dicho examen? Para aclarar ésta cuestión es necesario indagar acerca de la idea de libertad pensada como causalidad. Esta indagación es necesaria porque la razón práctica tiene como objetivo establecer una ley de la voluntad libre para todo ser racional. Para que la razón “pueda” proporcionar esa ley a la voluntad, ella debe pensarse a sí misma apelando a la RECIBIDO: 18-09-2015 ACEPTADO: 14-11-2015 Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

Una introducción al problema de la causalidad de la ... · de la causalidad de la razón como libertad en Kant ... Resumen: El contenido de este artículo analiza la ... Fundamentación

Embed Size (px)

Citation preview

Factótum 14, 2015, pp. 45-60ISSN 1989-9092http://www.revistafactotum.com

Una introducción al problema de la causalidad de la razón como libertad en Kant

Ariel Giménez

Universidad Nacional de San Martín (Argentina)E-mail: [email protected]

Resumen: El contenido de este artículo analiza la aplicación de la categoría de causalidad a la libertad. Estoimplica pensar a la libertad como una especie de causalidad de la razón en el plano teórico y práctico. Partiendode un problema explicito que Kant formula en la Crítica de la Razón Práctica sobre la aplicación de la categoría decausalidad a la idea de libertad, nos preguntamos si es posible pensar la determinación de la razón como unacausalidad por libertad. La función que tiene la razón consigo misma, en tanto ella es práctica, es determinarsecomo voluntad libre. El examen de la voluntad es la crítica de la razón que se piensa y se determina a sí mismacomo una “causalidad por libertad”. Exponemos de qué modo puede introducirse el problema de pensar a la ideade libertad como una causalidad que la razón requiere para fundamentar la acción moral.Palabras clave: Kant, libertad, razón, causalidad, moralidad.

Abstract: The contents of this article analyzes the application of the category of causality to freedom. This impliesfreedom to think as a kind of causality of reason in the theoretical and practical level. From an explicit problemthat Kant formulated in the Critique of Practical Reason on the application of the category of causality to the ideaof the freedom, we wonder if it is posible to think the determination of reason and causality by freedom. Thefunction that have the reason itself, as it is practical, is determined as free will. Examination of the will is thecritique of reason that thinks and determines itself as a “causality by freedom”. We explained how the problemcan be inserted to think the idea of freedom as causality required to found why moral action. Keywords: Kant, freedom, reason, causality, morality.

Reconocimientos: Investigación financiada por el programa Stipendienwerk Lateinamerika-Deutschland.

1. Introducción

El contenido de este artículo analiza laaplicación de la categoría de causalidad a lalibertad. Esto implica pensar a la libertad comouna especie de causalidad de la razón en elplano teórico y práctico.1 Partiendo de unproblema explicito que Kant formula en laCrítica de la Razón Práctica2 sobre la aplicación

1 En este punto seguimos a Wagner (2004), que ha expuesto unconcepto de libertad polifacético y con una gama de aspectosdiferentes: cosmológico, estético, ético-político y teleológico.

2 En adelante citaremos la Edición Académica de las obras deKant (1902ss). A esta edición aludiremos bajo la abreviatura Akseguida del número de tomo (en cifras romanas) y del número depágina (en cifras arábigas). Las referencias a la Crítica de la razónpura se harán citando edición A o B según corresponda. A lasreferencias de la Crítica de la razón práctica y la Crítica del juicio seantepondrá la abreviatura de la obra seguida del número de tomo y elnúmero página de mencionada edición según corresponda.

de la categoría de causalidad a la idea delibertad, nos preguntamos si es posible pensarla determinación de la razón como unacausalidad por libertad. La función que tiene larazón consigo misma, en tanto ella es práctica,es determinar-se como voluntad libre. Elexamen de la voluntad es la crítica de la razónque se piensa y se determina a sí misma comouna “causalidad por libertad”.

¿Desde dónde y en qué fundamenta dichoexamen? Para aclarar ésta cuestión esnecesario indagar acerca de la idea de libertadpensada como causalidad. Esta indagación esnecesaria porque la razón práctica tiene comoobjetivo establecer una ley de la voluntad librepara todo ser racional. Para que la razón“pueda” proporcionar esa ley a la voluntad, elladebe pensarse a sí misma apelando a la

RECIBIDO: 18-09-2015 ACEPTADO: 14-11-2015 Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

46 Ariel Giménez

categoría de causalidad en la cual busca unacierta realización de sus propios objetos demanera libre.

La moralidad depende del concepto deautonomía.3 Y este concepto presupone unaidea de libertad pensada como causalidad.La finalidad de la segunda Crítica es mostrarla realidad de la razón práctica, esto es,investigar acerca de la manera de causar susobjetos en el orden de la moralidad. Si lacausalidad de la razón implica la idea delibertad como condición para que ésta sepiense a sí misma como voluntad libre,entonces habrá que preguntarse si esposible pensar a la libertad como causalidad.Kant va tener que mostrar de qué manerapuede pensarse esa relación. En líneasgenerales podemos contar con una preguntaorientadora: ¿por qué la idea libertad es unaespecie de causalidad de la razón?

La representación de la idea de libertadtiene que ser pensada de modo tal que seauna especie de causalidad, y a su vez, lacausalidad de la razón tiene que pre-suponerla libertad. Con lo cual estamos ante unaexigencia de la razón pura de pensarse a símisma como libre de modo causal. Sabemosque el pensar (en sentido general) no puedeestar desprovisto de categorías. Elpensamiento de algo en general es por y através de las categorías. Con la afirmaciónde que la razón pura no puede por su índolepropia “pensar” nada sin una respectivacategoría, se nos indica que el ámbitoteórico y práctico requiere de la tabla de lascategorías del entendimiento puro. Según unpasaje de la segunda Crítica, lasrepresentaciones de las ideas de la razóndeben pensarse de modo categorial.

Pronto comprendo que no puedopensar nada sin categoría, tengo quebuscar también primeramente esacategoría en la idea que la razón tiene de lalibertad, de la que me estoy ocupando,categoría que aquí es la causalidad; y quesi bien al concepto de libertad de la razón,en tanto que es un concepto trascendente,no puede atribuirse ninguna intuicióncorrespondiente, al concepto delentendimiento (de la causalidad), paracuya síntesis el concepto de la razónrequiere lo incondicionado, sí tiene quedársele antes una intuición sensible,gracias a la cual se le asegura primero surealidad objetiva. (KpV; V, 103)

3 El descubrimiento del principio de autonomía moral,sostenido por primera vez en la Fundamentación de la Metafísicade las Costumbres, es caracterizado por Carnois (1973: 79) comouna “segunda revolución copernicana”.

De acuerdo con esto puede decirse quela razón tiene la necesidad de “buscar” lacategoría correspondiente a todarepresentación en el pensamiento. Estoproporciona un fuerte apoyo a lainterpretación de que las ideas de la razóndeben ser pensadas categorialmente, ya que“para todo uso de la razón respecto de unobjeto se requieren conceptos puros delentendimiento (categorías), sin los cuales nose puede pensar ningún objeto” (KpV; V,136). De aquí que un problema sea elconocimiento de un objeto de experiencia sinuna intuición al que referir la categoría; lono quiere decir que pensar seanecesariamente conocimiento.4 ¿Pero cómopensar categorialmente un objeto sin unaintuición que le corresponda?

Todo uso de la razón requierecategorías. En relación a esto, Kant señalaque es necesario resolver “qué sucede con laaplicación de esta categoría de causalidad alas cosas que no son objetos de posibleexperiencia” (KpV; V, 54). De esto sededuce una necesidad que surge en virtudde una cuestión aún más profunda: ¿cómopensar a la facultad de apetecer(Begehrunbermögen)?5 Para ello se requiereestablecer que la facultad de apetecer en surelación con el “entendimiento” comofacultad de pensar (no como facultad deconocer) define lo que se denomina“voluntad” (cf. GM, Ak, IV, 446). La voluntadrequiere ser pensada desde una categoríaque en el ámbito práctico de la razón sólopuede ser la causalidad. Kant lo expresa deesta forma: “en el concepto de una voluntadya está contenido el concepto de causalidad,y, por ende, en el de una voluntad pura estáel concepto de una causalidad de la libertad”(KpV; V, 55). Para Kant es legítimo utilizar lacategoría de causalidad para pensar lavoluntad y la idea de libertad inherente aella. Esta legitimidad (que analizaremos másadelante) viene dada porque la categoría decausalidad no está completamenterestringida a la facultad de conocer, sino quees un derecho de la razón “en virtud delorigen puro y no empírico del concepto de

4 Véase, KrV B XXVI (nota). Con respecto a la distinción entrepensar y conocer puede verse que ella forma parte de unarestricción crítica importante en el empleo de las categorías. Cf.Torretti (1980: 372).

5 Kant define esta facultad del siguiente modo: “Facultad deapetecer es la facultad que tiene un ser de causar, mediante susrepresentaciones la realidad de los objetos de esasrepresentaciones” (KpV, V, 9 n.). Resulta aclaratorio es hecho deque Kant ya señale, en los comienzos de la segunda Crítica, quela facultad de apetecer es la que causa sus propios objetos.Ahora bien, ¿hasta que punto es una causa que puede serindependiente de la representación de objetos?

Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

Factótum 14, 2015, pp. 45-60 47

causa” (KpV; V, 56n).6 La consecuenciaevidente de esto es que la categoría decausalidad aplicada a la libertad no podríapermanecer en el mero pensamiento “sincontradicción”, y ante esto, sería necesarioproporcionarle realidad objetiva. De acuerdocon esto habría que preguntarse entonces:¿en qué consiste la realidad objetiva de lacategoría de causalidad aplicada a la idea delibertad? Kant quiere superar estaambivalencia de usar las categorías para losuprasensible (cf. KpV; V, 4-5). A partir deesta ambivalencia, no nos resulta extrañoque una de las objeciones a la segundaCrítica haya sido que ella establezca “larealidad objetiva de las categorías aplicadasa los noúmenos” (KpV; V, 5). Ello implica enla segunda Crítica mostrar de qué modopuede usarse las categorías para la ideas y,sobre todo, para la idea de libertad. Lacategoría de causalidad contiene en símisma cierta dignidad con respecto a lasdemás categorías. Esto se debe a la relaciónque se establece entre ella y la idea delibertad como clave de bóveda (Schlußstein)de todo el sistema crítico (cf. KpV; V, 3-4).¿Será suficientemente legítimo desde elpunto de vista crítico representar la idea delibertad desde la determinación de lacategoría de causalidad?

En el abordaje que Kant hace delconcepto “causalidad por libertad”distinguimos dos momentos con susrespectivos pasos: 1) un primer momento esel que se desarrolla en la primera Crítica, endonde dicho concepto está ligado a laantinomia de la razón pura. Para llegar aeste punto, un primer paso ha sidodeterminar la legitimidad de las categoríasen el conocimiento. Un segundo paso queefectúa la primera Crítica es resolver elconflicto antinómico que tiene la razónconsigo misma cuando intenta explicar una“causa absoluta” (por su derecho a loincondicionado) en una serie temporal deacontecimientos. 2) En un segundomomento el concepto es abordado desde lasegunda Crítica con vistas a mostrar larealidad objetiva de las ideas y, con ello, la

6 Torretti hace notar que: “Los conceptos puros delentendimiento, que sólo sirven para conocer a priori los objetosespacio-temporales que puede revelarnos la intuición sensible,nos permiten pensar, cuando los tomamos por sí mismos, hechaabstracción de las condiciones peculiares de nuestrasensibilidad, la noción de un objeto en general, no limitado poresas condiciones. Este pensamiento no tiene, claro está, valorcognoscitivo, pues no podemos hacernos una idea de cómo unobjeto así, ni espacial ni temporal, podría ser siquiera posible;pero ello no lo priva de su significado como pensamiento, quepuede ser útil desde otro punto de vista” (Torretti, 1980: 372-373).En líneas generales este trabajo intenta desplegar la afirmaciónde que las categorías, y sobre todo la categoría de causalidad, esutilizado por la razón para determinarse a si misma en su libertad.

idea de libertad. Para ello, en un primerpaso, Kant tendrá que mostrar la legitimidaddel uso de la categoría de causalidadaplicado a la libertad; con lo cual este pasoes importante por el modo en que sedesarrolla la idea de libertad dentro delsistema crítico. El segundo paso serádeterminar qué tipo de realidad objetivadebe atribuirse a la idea de libertad y que haconducido a Kant a reflexiones posteriores.La aclaración de la aplicación de la categoríade causalidad a la idea de libertad sólopuede ser realizada cuando se recorre pasoa paso la problemática, con lo cualrespetaremos estos dos momentos en laexposición que haremos.

2. La validez objetiva de las categoríasen general y el problema de la aplicación

En la Crítica de la razón pura el conceptode “causalidad por libertad” es significado(Bedeutung) y abordado como un conceptoproblemático porque está en referencia al“uso” (Gebrauch) objetivo de las categoríasdel entendimiento puro. Al margen delproblema dialéctico de la razón consigomisma debemos observar la aplicación de lacategoría de causalidad a los objetos de laexperiencia posible y fuera de los límites dela experiencia. Para ello, la legitimidadestablecida por la propia razón para todo usode las categorías del entendimiento en elcampo del conocimiento es un puntoimportante para pensar la aplicación. Unbreve análisis de algunos pasajes de laprimera Crítica nos permitirá comprender: a)qué es una categoría esquematizada; b) quées una categoría sin esquema. Con estopretendemos pensar al esquematismo comouna elaboración de la validez objetiva de lascategorías7 y, de este modo, aclarar el

7 Allison (1992, original 1983) señala lo que a su entender esun punto para distinguir con precisión la diferencia entre “validezobjetiva” (objective Gültigkeit) y “realidad objetiva” (objectiveRealität). Este autor sostiene que la validez objetiva de lascategorías está en relación con la síntesis de representaciones enun juicio. En cambio, la realidad objetiva adquiere un sentidoontológico ya que indica una aplicación a un objeto real que nossea dado en la intuición (objeto de experiencia posible) (Cf.Allison, 1992: 217ss). Esta tesis anteriormente mencionada seencuentra en abierta oposición a lo que señala Rosales (2009:148). Este autor indica que Kant utiliza los conceptos de validezobjetiva y realidad objetiva como sinónimos o equivalentes. Paraello se basa en que la realidad objetiva es una verdadtrascendental y la verdad es validez objetiva. Con lo cual realidadobjetiva y validez objetiva son idénticos. Esto implica que larealidad objetiva de la categoría, en cuanto a su contenidoconceptual, se refiere a un objeto y, por ende, indica tambiénaplicación a objetos. Véase también Heidegger (2010: 183-184) yMeerbote (1972: 51-58).

Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

48 Ariel Giménez

problema de la aplicación de las categoríasen general.

Según la versión convencional, ladoctrina del esquematismo tiene comoresultado el proporcionar significaciónobjetiva a un concepto puro delentendimiento.8 Kant afirma que los“esquemas” de los conceptos puros delentendimiento son las condiciones designificación de estas últimas. Esto quieredecir que los esquemas son las únicas yverdaderas condiciones que procuran a losconceptos puros una referencia a objetos. Eneste sentido, las categorías no tienen otrouso posible que el uso empírico. ¿En quéconsiste tal uso de las categorías? El capítulodel esquematismo brinda las característicasdel uso de las categorías. Kant allí hace unadistinción esencial de los usos de losconceptos puros del entendimiento que tieneamplias repercusiones en lasdeterminaciones de una categoría. Dichadistinción apunta exclusivamente a mostrarde qué modo puede entenderse lasignificación que adquiere una categoría ensu relación a la sensibilidad ya que:

Después de lo que ha sido mostradoen la Deducción de las categorías, nadiedudará, espero, en decidirse acerca de lacuestión de si estos conceptos puros delentendimiento son de uso meramenteempírico, o también de uso trascendental,es decir, si, como condiciones de unaexperiencia posible, se refieren a priorisolamente a fenómenos, o si, comocondiciones de la posibilidad de las cosasen general, pueden extenderse a objetosen sí mismos (sin restricción alguna anuestra sensibilidad). Pues allí hemos vistoque los conceptos son enteramenteimposibles, y no tienen significado alguno,si no les es dado un objeto, ya a ellosmismos, ya, por lo menos, a los elementosen los que consisten, y por tanto nopueden dirigirse a cosas en sí (sinconsiderar si, y cómo, pudieran sernosdadas); que, además, la única maneracomo nos son dados objetos es lamodificación de nuestra sensibilidad;finalmente, que conceptos puros a priorideben contener a priori, además de lafunción del entendimiento en la categoría,también condiciones formales de lasensibilidad (a saber, del sentido interno),las cuales contienen la condición universal,sólo bajo la cual la categoría puede seraplicada a algún objeto. (KrV A 139 / B140)

8 Leserre (2014: 49-71) señala que el significado objetivo seconstruye por la posible referencia a un objeto y por el enlacenecesario de las representaciones en un orden temporal.

En el contexto en el que se ubica dichopasaje, las categorías son usadas por elentendimiento en dos direcciones: por unlado con el uso empírico y, por el otro, el usotrascendental del entendimiento. Elresultado de la deducción trascendental esque las categorías son condiciones deposibilidad de la experiencia. Ahora bien, noes lo mismo afirmar que los conceptos purosdel entendimiento son “condiciones deexperiencia posible”, lo cual implica unareferencia de estos a priori sólo afenómenos, de modo que la restricciónestaría dada desde la sensibilidad, a afirmarque las categorías son “condiciones deposibilidad de las cosas en general”, segúnel cual, la extensión de estas va haciaaquello que es un objeto en sí mismo.¿Cómo es esa extensión que tienen lascategorías de suyo?

3. Las categorías del entendimiento como funciones lógicas o formas delpensamiento en general

Las categorías del entendimiento sonfunciones lógicas o formas del pensamientoen general. Si las categorías abandonan estacaracterización es por el esquematismo. Ladoctrina del esquematismo es lo que permiteestablecer la diferencia entre categoríasesquematizadas y sin esquemas o tambiéndenominadas categorías meramente puras.Con esto surge una doble posibilidad demostrar que las categorías no estáncompletamente restringidas al uso que elentendimiento puede efectuar con ellas en elconocimiento. La primera Crítica muestraque las categorías son las condiciones deposibilidad de la experiencia, pero estasoriginariamente van más allá de los límitesimpuestos por la sensibilidad.

El capítulo del esquematismo nospermite señalar qué es una categoríaesquematizada. Para ello, es menesterconsiderar en qué consiste el esquematismo.El esquematismo, como primera parte de ladoctrina transcendental de la facultad dejuzgar, trata sobre “la condición sensiblesólo bajo la cual pueden ser empleadosconceptos puros del entendimiento” (KrV A136/B 175). Este tratar sobre lascondiciones sensibles sobre las cualespueden ser usados los conceptos puros deentendimiento le corresponde a la facultadde juzgar como la “facultad de subsumirbajo reglas, es decir, de discernir si algoestá, o no, bajo una regla dada (casus dataelegis)” (KrV A 132/B171). De este modo, elesquematismo en todas sus peculiaridades

Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

Factótum 14, 2015, pp. 45-60 49

se caracteriza como un procedimiento desubsunciones. Ahora bien, cuál es lanaturaleza de una subsunción es lo que aúndebe aclararse. A nivel general la subsunciónimplica que “un objeto está contenido bajoun concepto” (KrV A 137/B176). En estesentido, subsumir bajo reglas equivale asubsumir intuiciones bajo las categorías. Sinembargo, la característica principal de lasubsunción es que la representación de algobajo algo debe ser homogénea. La condiciónde posibilidad de la subsunción es lahomogeneidad (cf. Rosales, 2009: 244). Deacuerdo con esto, Kant en el capítulo delesquematismo muestra el procedimiento porel cual se subsumen fenómenos bajocategorías. Ello va implicar atender a lapregunta acerca de cómo es posible dichasubsunción por la peculiar heterogeneidadentre ambas, es decir, que “los conceptospuros del entendimiento son completamenteheterogéneos en comparación con lasintuiciones empíricas” (Cf. KrV A 138/B177). Entonces, la naturaleza delprocedimiento de la subsunción es “mostrarla posibilidad de cómo conceptos puros delentendimiento pueden ser aplicados, engeneral, a fenómenos” (KrV A 138/B 177).

La subsunción o aplicación esdesarrollada bajo el nombre de “esquematrascendental”. Este trata de resolver laheterogeneidad entre las categorías y lasintuiciones. Para este fin es necesaria unarepresentación mediadora que haga posiblela subsunción o aplicación. ¿Por qué esnecesaria una representación mediadora? Siel contenido de los conceptos purosestuviese de suyo encerrado en lasintuiciones sensibles o puras, las categoríasserían a posteriori y su origen nos remitiría ala sensibilidad. De esto se deduce que nohay una identidad homogénea entre lascategorías y las intuiciones, lo cual hacenecesaria una tercera representación quemedie entre ambos extremos. Por un lado,esa tercera representación debe ser idénticaa la categoría y a su vez idéntica a laintuición si es que ha de ser posible lahomogeneidad. Por otro lado, dicharepresentación debe ser también pura apriori porque en caso contrario no seríahomogénea con la categoría. En efecto,“esta representación mediadora debe serpura (sin nada empírico), pero [debe ser],por una parte, intelectual, y por otra parte,sensible. Una [representación] tal es elesquema trascendental” (KrV A 138/B 177).En consecuencia, el “esquema trascendental”es una representación mediadora intelectualy sensible.

Hasta aquí tenemos una definición del“esquema trascendental” que se presenta enlos primeros párrafos del capítulo delesquematismo, y que resulta esencial peroaún insuficiente para aclarar de modoespecífico la aplicación de una categoría a laintuición pura o sensible. Lo que es pensadoen ambos extremos de la subsunción oaplicación como esquema trascendentalpuede aclarar esa insuficiencia. Si tenemosen cuenta lo representado en la categoría, esdecir, aquello que es pensado en ella entanto concepto que funciona en un juicio,nos encontramos con que “el concepto delentendimiento contiene unidad sintética purade lo múltiple en general” (KrV A 138/B177). En el otro extremo el contenido de lasintuiciones debe ser puro y a priori, de locontrario el esquema trascendental seríaempírico. De este modo, el contenido debeser la intuición pura del tiempo (cf. Rosales,2009: 245). El tiempo es la única condicióncomún pura a priori que es contenido entodas las intuiciones y que opera comosíntesis intuitiva, es decir, “el tiempo, comocondición formal de lo múltiple del sentidointerno, y por tanto, de la conexión de todaslas representaciones, contiene un múltiple apriori en la intuición pura” (KrV A 138/B177). De esta manera, la “multiplicidad” y la“unidad sintética” contrapuestos son losextremos a los cuales el esquematrascendental tiene la tarea de mediar. Asípues, el esquema trascendental es unarepresentación homogénea de la unidadsintética de lo múltiple en el tiempo. ¿Cómoes la acción de este esquema trascendental?Porque hasta aquí tenemos la función y loque es el esquema trascendental, pero no sumodo propio de proceder. ¿En qué consisteesquematizar?

La expresión “esquematizar” indicaprincipalmente sintetizar un múltiple decierto modo y a través de esto producir unesquema. Esto quiere decir que la facultadde juzgar esquematiza a las categorías yproduce sus esquemas. De aquí que seinterprete al esquema en general como unmétodo de síntesis y un determinado modogeneral de sintetizar (cf. Rosales, 2009:244). El determinado modo de unir delesquema, presentado por Kant como métodode síntesis o modo de síntesis, produce lasrespectivas imágenes de un concepto. Deesto resulta que el esquema sea una“condición formal y pura de la sensibilidad, ala cual está restringido el concepto delentendimiento en su uso, (…) y alprocedimiento del entendimiento con estosesquemas, [lo llamaremos] el esquematismodel entendimiento puro” (KrV A 140/B 179).

Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

50 Ariel Giménez

Si tenemos en cuenta que el esquema es unproducto de la imaginación, ésta facultadtendrá la tarea de subsumir o aplicar lasimágenes bajo los conceptos. Dicho conmayor precisión, el esquematismo será “larepresentación de un procedimientouniversal de la imaginación para suministrarsu imagen a un concepto” (KrV B 180). Sinembargo, nuestro interés actual no se refiereal procedimiento del entendimiento a travésde la facultad de juzgar que opera conesquemas trascendentales. Nuestro interésse dirige, más bien, a las categoríasdespojados de su contenido esquemático.Este interés se asienta en una dobleobservación: 1) El hecho de que Kant hayamostrado en la deducción trascendental lavalidez a priori de las categorías comocondiciones de posibilidad de la experiencia,y con ello haya restringido el uso de lasmismas a la experiencia y no a un usotrascendental, no implica que las categorías,como meras funciones lógicas o formas delpensamiento en general, no tengan supropia significación. 2) Además alcaracterizar al esquematismo y a lasfunciones de los esquemas trascendentalescomo condiciones formales puras de laaplicación y subsunción de las categorías alo múltiple, lo cual equivale a darlessignificación objetiva restringida a objetossensibles, no implica que las categoríasadquieren significación solamente a travésde sus esquemas.

Ciertamente, Kant afirma que lascategorías no están limitadascompletamente a la experiencia y alconocimiento de objetos. Aquí podríaobjetarse precisamente que lasdemostraciones de la deduccióntrascendental y del capítulo delesquematismo nos inducen a considerar alas categorías en un exclusivo uso empírico yrestringir su completa significación comocondiciones de experiencia posible.

Por lo tanto, los esquemas de losconceptos puros del entendimiento son lasverdaderas y únicas condiciones paraprocurarles a éstos una referencia aobjetos, y por tanto, significación; y poreso las categorías, al fin, no tienen otrouso, más que [el uso] posible empírico,pues sirven meramente para someter a losfenómenos, mediante fundamentos de unaunidad necesaria a priori (debido a launificación necesaria de toda conciencia enuna apercepción originaria), a reglasuniversales de la síntesis, y para tornarlosasí, con ello, aptos para la integralconexión en una experiencia. (KrV A 146 /B 185)

En términos generales “usar un conceptoes representar por medio de él un objetodado o dable, ya sea directa oindirectamente, en nuestra intuiciónsensible” (Rosales, 2009: 305). Esto nosindica claramente que un cierto usonecesario y empírico de las categorías estáreferido a los objetos de una experienciaposible, esto es, a fenómenos. De acuerdocon esto, usar un concepto puro delentendimiento es darle significación ysentido empírico. Sólo de este modo esposible un conocimiento empírico, ya que “siun conocimiento ha de tener realidadobjetiva, es decir, [si ha de] referirse a unobjeto y ha de tener en él significación ysentido, el objeto debe poder ser dado dealguna manera” (A 155/B 194). De estamanera, hay una exigencia inherente a lacategoría de ser expuesta sensiblemente, esdecir, que no significaría nada si no sepudiese exhibir su significado en objetosempíricos. Kant dice sobre esto: “por eso seexige también hacer sensible un conceptoabstracto, es decir, exponer en la intuición elobjeto que le corresponde, porque sin esto,el concepto quedaría (como se suele decir)sin sentido, es decir, sin significado” (KrV A240/B 249).

Ahora bien, otro pasaje de la primeraCrítica resume esa referencia de losconceptos puros del entendimiento a lasintuiciones de la sensibilidad y a susesquemas, lo cual les brinda significaciónempírica, aunque las restringen:

En realidad, es cierto que les queda alos conceptos puros del entendimiento,incluso después de hacer abstracción detoda condición sensible, una significación;pero solamente lógica, la significación demera unidad de las representaciones, a lascuales, empero, no les es dado ningúnobjeto, y por tanto, tampoco significaciónalguna que pudiera producir un conceptode objeto. (…) Por consiguiente, lascategorías, sin los esquemas, sonsolamente funciones del entendimientopara conceptos, pero no representan objetoalguno. Esta significación la reciben de lasensibilidad, que realiza al entendimiento,a la vez que lo restringe. (KrV A 147/B187)

La restricción alude a los esquemas de laimaginación y sus respectivasdeterminaciones de tiempo. Sabemos quelos esquemas trascendentales de lascategorías reflejan ciertos modos desintetizar dirigidos a la unidad sintética de lamultiplicidad sensible en el tiempo en

Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

Factótum 14, 2015, pp. 45-60 51

general. Precisamente por ello restringir alas categorías equivale a limitarlas a losesquemas de la síntesis pura del tiempo engeneral. Esto implica darles a estosconceptos puros del entendimiento suestricta significación en el conocimiento deesos objetos en el tiempo.

Sin embargo, queda un tipo designificación a las categorías despojadas desu contenido esquemático. Si se retira ellímite de los esquemas trascendentales a lascategorías, es decir, si se hace abstracciónde todas las condiciones sensibles bajo lascuales limitamos la significación de lascategorías a una significación empírica, nosqueda una “significación lógica” (KrV A 147).Como no se trata en el esquematismo deexponer esa significación lógica de lascategorías en todas sus características, Kantse limita a señalar la posibilidad de hacerabstracción de las condiciones sensibles y, alhacer esto, les queda a las categorías unasignificación de “mera unidad de lasrepresentaciones” (KrV A 147). Que lascategorías no estén limitadas quiere decirque tienen una función mucho más ampliaque la determinación de un objeto, o mejordicho, de la posibilidad de un objeto. Ahorabien, ¿en qué consiste la “significaciónmeramente lógica” de las categorías? Envarios pasajes Kant caracteriza a losconceptos puros del entendimiento comofunciones lógicas y les otorga un significadomeramente lógico.9

(…) quiero sólo recordar que lascategorías no están limitadas, en el pensar,por las condiciones de nuestra intuiciónsensible, sino que tienen un campoilimitado; y que sólo el conocer lo que nosrepresentamos en el pensamiento, ladeterminación del objeto, requiere laintuición; con lo cual, a falta de estaúltima, el pensamiento del objeto, por lodemás, puede seguir teniendo susconsecuencias verdaderas y provechosasen el uso de la razón que haga el sujeto;uso que, empero, como no siempre estádirigido a la determinación del objeto, y por

9 En este sentido señala Di Sanza: “Las categorías en tantofunciones lógicas de unidad son independientes de que se dé ono un objeto en la intuición. Sin la intuición sensible sólomantienen un significado lógico, pero para que se produzcaefectivamente el conocimiento requieren del dato de lasensibilidad y del enlace que efectúa la imaginación”. Cf. DiSanza (2010: 163). El termino “lógico” se designa como unconcepto problemático, esto es, indica que estamos ante unconcepto que se dirige hacia un múltiple en general: “esosconceptos de otras intuiciones sensibles, pero no-humanas, deuna intuición no-sensible, de una intuición intelectual y de unintelecto intuitivo, así pues también de una intuición en general yde su múltiple en general, etc., son conceptos problemáticos.Ellos no se contradicen a sí mismos ni a los conceptoscríticamente asegurados, pero su realidad objetiva no escognoscible”. Cf. Rosales (2009: 307).

tanto, al conocimiento, sino que tambiénestá dirigido a la determinación del sujeto ydel querer de éste, no se puede exponertodavía aquí. (KrV B 166, N. 498)

El concepto puro del entendimiento sólobrinda conocimiento si le es dada unaintuición sensible. En caso contrario, lacategoría es “el pensamiento de un objetoen general” (KrV B 146; §22). Estageneralidad quiere decir que el pensamientono está referido a un aspecto particular, sinomás bien refiere a todas las cosas sinrestricción alguna.10 Por ello, las categoríasson pensamientos de las cosas en sí mismas,ya que el pensar una cosa en sí es unadeterminación que implica un grado degeneralidad mucho mayor al pensamiento deun objeto empírico.11 Por consiguiente, unaprimera aproximación a la restricciónimpuesta a las categorías está dada por laaplicación a la intuición y, de este modo,estas no tienen “otro uso para elconocimiento de las cosas, que su aplicacióna objetos de la experiencia” (KrV B 146-147). Esto está en la línea de lo planteadoen los §§ 22-24 de la primera Crítica queresaltan la limitación de las categorías a losobjetos empíricos y a la vez los amplia comoconceptos puros que refieren a una intuiciónen general. Las categorías en este sentidoson meras formas del pensamiento12 que sino les es dada una intuición sensible no sepuede conocer por medio de ellas ningúnobjeto determinado y carecen de realidadobjetiva.13

Pero aquí hay, en el fundamento, unengaño difícil de evitar. Las categorías nose basan, según su origen, en lasensibilidad, como las formas de laintuición, espacio y tiempo; porconsiguiente, parecen admitir unaaplicación ampliada más allá de todos los

10 “Ese añadido “en general” quiere decir que esos conceptosson referidos a las cosas pura y simplemente, a todas las cosassin restricción a una esfera o aspecto particular, por ejemplo, alas cosas en su referencia al sujeto, en tanto apariciones”. Cf.Rosales (2009: 305).

11 Creemos oportuno indicar que las categorías en el nivelnegativo que expone la primera Crítica, es decir, que lascategorías refieren a objetos sensibles en el conocimiento y fuerade esto no podría haber conocimiento, implica que estas tienencomo funciones propias pensar cosas en sí mismas. De aquí seinfiere que la razón en el pensar tenga el singular destino deverse agobiada por las ideas, las cuales indican un grado degeneralidad que va más allá del conocimiento de un objeto deexperiencia posible.

12 También puede verse en KrV B 288 ss, que estas formasdel pensamiento o meras categorías puras no derivan enproposiciones sintéticas, que es el objetivo de la observación finalal sistema de los principios.

13 Ver KrV B 298, A 247-248, B 303-305. En estos pasajes sepuede ver claramente el problema de despojar a las categoríasde su condición restrictiva, esto es, de su condición esquemática.

Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

52 Ariel Giménez

objetos de los sentidos. Pero ellas no son,por su parte, nada más que formas delpensamiento, que sólo contienen lafacultad lógica de unificar a priori en unaconciencia lo múltiple dado en la intuición.(KrV B 305-306)

Esa apariencia de “aplicación ampliada”de las categorías es el problema central quela Crítica intenta subsanar con la doctrina deluso empírico. Esta doctrina tiene comoreferentes últimos las formas del espacio ydel tiempo como condiciones a priori de lasensibilidad sólo bajo las cuales pueden serdados objetos. Ahora bien, la mismaapariencia de aplicación más allá de lossentidos, y por ende, un uso transcendental,fue posible porque las categorías estánpredispuestas a esa apariencia. ¿De quémodo están predispuestas? ¿En qué consisteesa unificación? La unificación es la funciónlógica de una categoría y es la primeradeterminación pensada por el entendimientopuro en una categoría. Cuando Kant refierelos conceptos puros del entendimiento como“formas del pensamiento” está señalandoque estos tienen la forma de ser una funciónlógica14 anteriormente valida a todadeterminación esquemática y temporal delas mismas.

4. La categoría de causalidad: ¿ungénero para dos especies?

En lo siguiente hemos de limitarnos aconsiderar de manera específica la categoríade causalidad (Kausalität/Ursache)15 y surelación con la idea de libertad (Freiheit).Como hemos visto las categorías en generalson funciones lógicas o formas delpensamiento de objetos en general. Elloindica que las categorías en general sonfunciones sin determinación “real” deobjetos. Ahora bien, en relación a lacategoría de causalidad, si se abstrae eltiempo en la relación de síntesis según unaregla, la categoría es pensada lógicamentecomo algo desde el cual se puede inferir laexistencia de otra cosa. En este sentido Kantseñala:

Del concepto de causa (si dejo de ladoel tiempo en el que algo sigue, según unaregla, a algo diferente) no encontraría yoen la categoría pura nada más, sino quehay algo a partir de lo cual se puede inferir

14 Ver KrV A 239, A 242, A 244-245, B 306. Estos pasajesexpresan que las categorías son funciones lógicas o formas delpensamiento, es decir, representaciones de las cosas en general.

15 Ver B XXXVII, B 5, B 122 y ss, A 112, B 232 ss, B 429-432.En estos pasajes se encuentran claramente los diversos maticesde definición del concepto de causalidad.

la existencia de algo diferente; y nosolamente no se podría distinguir una deotro la causa y el efecto, sino que, puestoque este «poder inferir» requiere bienpronto condiciones de las cuales no sénada, el concepto no tendría determinaciónalguna de cómo aplicarlo a algún objeto.(KrV A 243 / B 301).

La categoría de causalidad, en cuantoconcepto puro del entendimiento (categoríasin esquema), carece de toda determinaciónque permita un juicio de objeto.16 Ello sedebe, claro está, a la abstracción de lasdeterminaciones de tiempo. Sin embargo, lacita señala que la categoría (si se abstrae ladeterminación del tiempo) podría serpensada de cierto modo y, a su vez (sin laabstracción del tiempo), podría ser pensadade otra manera. En consecuencia, lacategoría de causalidad puede sercomprendida en una doble especie (cf. KrV A531/B 559).

La categoría de causalidad pensadacomo necesidad natural y, a su vez, pensadacomo libertad encierra el problema delvínculo y compatibilidad entre ambascausalidades. Establecer esta doblediferencia en la categoría conduce a Kant ala necesidad de aclarar de qué modo sedeterminan estas especies de causalidades.De modo específico, la causalidad de lanecesidad natural refiere a la existencia deobjetos determinables en el tiempo, esto es,refiere a la existencia de fenómenos. Encambio, la causalidad de la razón ocausalidad por libertad, refiere a laexistencia de las cosas en sí mismas (cf.KpV; V, 94).

La libertad en sentido cosmológico olibertad trascendental,17 concebida como una

16 Ver KrV B 289, B 298, A 349. Estos pasajes indican el tipode determinación de las categorías en su función lógica. A loanteriormente dicho agregamos una connotación especial: elvacío de contenido. Con respecto a los conceptos vacíos seríaoportuno analizar detenidamente la crítica hegeliana sobre elvacío en relación a las determinaciones de las categorías, ya quesegún el § 43 de Enciclopedia de Hegel alguna especie dedeterminación deben tener para diferenciarse una categoría deotra. Lo que interesa en ésta crítica hegeliana es falta de“contenido” para la distinción de las categorías. Sin embargo,creemos más bien que el problema radicaría en la especie dedeterminación, esto es, en el juicio. Ello se debe (al menos enKant) a que el entendimiento es discursivo y procede por juicios.En el orden práctico se verá con mayor detalle el problema dedeterminar una acción desde la categoría de causalidad sinapelar a la instancia del juicio (presidida por los esquemas detiempo) pensado en la relación de esa categoría.

17 Dice Duque (1998: 87): “Kant llama a tal causalidad:libertad trascendental, o sea: una libertad que obra en el mundosin empero del mundo y cuya idea debe ser inferida, no paragarantizar conexiones particulares, sino la conexión del «todo»(aunque Kant se atendrá a las acciones humanas, capaces deiniciar una serie –sólo de ellas tenemos conciencia-, apuntandopor analogía a una acción capaz de iniciar la serie completa). “

Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

Factótum 14, 2015, pp. 45-60 53

causalidad por libertad, se nos presentandos razones que merecen atención yanálisis: a) la primera razón consiste en quela idea de libertad pensada como unacausalidad inicia el problema de lacompatibilidad y, a la vez, deja abierto dequé modo debe ser pensado ésta causalidaden el ámbito práctico; b) la segunda razónconsiste en que nos muestra el problema deuna idea de libertad que como causa sin-causa pretende realidad objetiva sin“tiempo” (cf. KpV; V, 94 ss), lo cual no sóloescinde al sujeto actuante en dos caracteres(empírico e inteligible) de suyo compatiblespor su propia heterogeneidad de ámbitos.Estas dos razones sugieren que la aspiraciónde la razón pura en sí misma es “unificar-se”o “hacer-se” efectiva en lo sensiblementedeterminado por el tiempo.

En cuanto a la primera de las razonesdebemos partir de la afirmación de que laidea de libertad trascendental en sentidocosmológico no pretende “mostrar la efectivarealidad de la libertad como [si fuera] unade las facultades que contienen la causa delos fenómenos de nuestro mundo sensible”(KrV A 558/B 586).18 Entonces, ¿qué buscamostrar la razón pura con una idea delibertad trascendental pensada comocausalidad? Dice Kant:

La libertad está tratada aquí sólo comoidea trascendental por medio de la cual larazón piensa comenzar absolutamente laserie de las condiciones en el fenómenomediante lo que es incondicionadosensiblemente; en lo cual, empero, seenreda en una antinomia con sus propiasleyes, [leyes] que ella prescribe al usoempírico del entendimiento. Que estaantinomia se basa en una mera aparienciailusoria, y que la naturaleza no está enconflicto, por lo menos, con la causalidadpor libertad: eso era lo único que podíamosalcanzar [a demostrar], y era, además, loúnico que pretendíamos. (KrV A 558/B586)

18 Apelando a esta cita queremos hacer notar la ubicación dela problemática que encierra en sí misma la concepción de lalibertad en el idealismo trascendental. Reducir el problema de lalibertad humana en el idealismo trascendental pura yexclusivamente a la primera Crítica implica no haber comprendidoel propósito último de toda esta concepción de la filosofía, asaber, la fundamentación de la metafísica en la moralidad. Estaaclaración surge a raíz de un articulo de Ferreiro que dice: “Kantcreyó ver en el idealismo trascendental la única forma de salvartodavía la libertad humana en un mundo dominado por las leyesde la mecánica; apeló así para ello a un dualismo metafísico enúltimo análisis análogo al de la filosofía clásica griega y al de lasteologías naturales del Medioevo, las cuales fundamentaron lalibertad precisamente en la diferenciación sustancial entre el almahumana y el universo de los cuerpos.” Ferreiro (2014: 168).

El “comienzo absoluto” en la serietemporal de la explicación de las causas delos fenómenos es el problema a resolver enel conflicto cosmológico.19 Así vemos que lacategoría de causalidad y la libertad seimplican de cierto modo. Ahora bien, ¿enqué consiste la categoría de causalidad en símisma y en cuanto tal? Despojada de sucontenido esquemático, esto es, pensadacomo una función lógica indeterminada en elmero concepto, la causalidad se definecomo: algo desde el cual se puede inferir laexistencia de otra cosa. A partir de ladefinición lógica pensada en la categoría decausalidad sabemos que el conflictoantinómico va implicar que mecanismonatural y libertad presupongan aquellarepresentación. Además, ésta función lógicade la causalidad es usado por elentendimiento para pensar las relaciones enun juicio. ¿De qué modo se piensa todarelación en un juicio? Al modo defundamentos y consecuencias.20 De aquí quela inferencia de la existencia de una cosa aotra es pensada como relación de síntesisentre un fundamento y su respectivaconsecuencia. Esta relación es la únicarelación pensada lógicamente en todarepresentación de la causalidad comoconcepto puro del entendimiento,independientemente de si el concepto esnecesario o no para la posibilidad de laexperiencia (cf. KrV A 112/114).

El conflicto de la razón consigo mismaen la Tercera Antinomia21 presupone unconcepto de causa-efecto (esquematizado)en la sucesión temporal de los fenómenossubalternos. Esto quiere decir que todo loque acontece, en cuanto es algo que existe,presupone algo que lo ha determinado en eltiempo, esto es, presupone una causa(Ursache). La experiencia de todoacontecimiento es posible por esta necesidadde que los fenómenos que acontecenpresupongan fenómenos que antecedencomo causas en un orden temporal objetivo.

19 En las antinomias dinámicas ocurre que la tesis afirma laexistencia de algo que ejerce sus efectos en la serie sin ser partede ella; en cambio, en la antítesis se afirma la imposibilidad depoder salirse de la serie misma. En la tesis se defiende laposibilidad de pensar una idea; en la antítesis se defiende elconocimiento de los fenómenos. Cf. Duque (2002: 140).

20 Cf. B 98. Allí el pasaje dice: “todas las relaciones del pensaren los juicios son a) la del predicado con el sujeto; b) la delfundamento con la consecuencia; c) la del miembros reunidos dela división, los unos con los otros”.

21 Sería oportuno un análisis más detallado de la relaciónentre la Tercera Antinomia y el Principio de razón suficienteleibniziano. En este respecto señala Duque (2002: 141): “LaTercera Antinomia es seguramente la más importante de todasellas, pues que aquí se discute la validez y alcance del principiumgrande: el Principio de “razón suficiente” leibniziano (rectorjustamente de todas las verdades de hecho, o sea: que implicanexistencia).”

Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

54 Ariel Giménez

La asimetría de determinación temporal delos fenómenos es lo que demuestra laSegunda Analogía de la experiencia y elconflicto cosmológico presupone unacausalidad natural regido por esteprincipio.22 En este sentido, la posibilidad dela experiencia se basa en esa “regla” deestricta necesidad y universalidad.23 Alrespecto Kant dice:

Por consiguiente, la relación de losfenómenos (como percepciones posibles),según la cual lo posterior (lo queacontece), por lo que concierne a suexistencia, está determinado en el tiemponecesariamente y según una regla, poralgo precedente, es decir, la relación de lacausa al efecto, es la condición de lavalidez objetiva de nuestros juiciosempíricos, con respecto a la serie de laspercepciones, [y es], por tanto, [lacondición] de la verdad empírica de ellos, ypor tanto, de la experiencia. Por eso, elprincipio de la relación causal en lasucesión de los fenómenos vale tambiénpara todos los objetos de la experiencia(bajo las condiciones de la sucesión),porque él mismo es el fundamento de laposibilidad de la experiencia. (KrV A 202)24

Esta afirmación nos permite comprenderque en la sucesión de los fenómenos, en susrelaciones, estos se conectan en el tiempocomo una producción “sintética de laimaginación, que determina el sentidointerno con respecto a la relación temporal”(KrV B 233). La imaginación es la que colocaa un fenómeno como efecto y a otro comosu causa, esto es, los pone una relación quese ordena en un antes y un después demodo objetivo. La causa determina al efectoen el tiempo. Resultado de la SegundaAnalogía es que la posibilidad de laexperiencia de los fenómenos consiste enuna ley de causalidad que determina unasucesión objetiva donde: todo lo queacontece está determinado por todo lo queprecede en el tiempo.25 Ahora bien, en lainvestigación de las causas para un efecto

22 En la Segunda Analogía la posición de Kant se basa en quela causalidad natural es la única causalidad cognoscible por unentendimiento aplicado a las condiciones intuitivas de laexperiencia, pero no se afirma que fuera la única causalidadpensable como existente. Cf. Duque (2002: 141, nota 168).

23 El problema esencial en el concepto de causa-efecto es lanecesidad (Notwendigkeit) identificada con la universalidadestricta. Esa necesidad estriba en que, si afirmamos que A es lacausa de B, afirmamos que A junto con condiciones permanentesB se seguirá invariablemente (cf. Allison, 1992: 45). Esto sugiereen líneas generales que: un efecto determinado se sigue de sucausa.

24 El concepto de regla quiere decir: “La representación de uncondición universal según la cual (y por tanto, de la mismamanera) puede ser puesto cierto múltiple, se llama un regla; y sidebe ser puesto así, [se llama] una ley”. Cf. A 113.

natural dado, esto es, en la serie ascendentehacia el pasado que ha dado origen a unfenómeno subalterno, la razón busca demanera necesaria lo absolutoincondicionado. ¿En qué consiste estecomienzo absoluto de una serie o absolutoincondicionado? Consiste en que si está dadauna condición también lo está la seriecompleta de condiciones, con lo cual fueposible esa condición. La categoría decausalidad “ofrece una serie de causas paraun efecto dado, en la cual se puedeascender, a partir del último, como lo últimocondicionado, hasta aquéllas, comocondiciones, y [así] se puede responder lapregunta de la razón” (KrV B 442).

El argumento nos conduce a pesar que sila causalidad estricta significa:determinación de la conexión en una síntesisde causas y efectos en una serie temporalasimétrica,26 la razón busca una causalidadque no es causalidad. La causalidadincondicionada exige un tipo de causa queno sea determinada por la serie regresiva, yesto es su máximo conflicto (TerceraAntinomia). La condición absoluta (sin-relación) no es posible si atendemos a lainvestigación del entendimiento en labúsqueda de causas para un efecto segúnuna regla. La inevitable y aparenteampliación del conocimiento, que elentendimiento pretende con la categoría decausalidad, trasciende sus propios límitesesquemáticos y permite a la razón fundaruna idea cuya causalidad es más amplia quela anteriormente restringida. Al respecto diceKant:

Pero como de esa manera no se puedeobtener ninguna totalidad absoluta de lascondiciones en la relación causal, la razónse crea la idea de una espontaneidad quepudiera comenzar por sí misma a obrar, sinque se precisara anteponerle otra causa

25 El problema general de las analogías es la posibilidad delconocimiento de un “orden temporal objetivo”. Cf. Allison (1992:337). En este sentido, Allison señala que: “El problema especificode la «Segunda analogía» es la posibilidad del conocimiento deun orden de estados sucesivos de un objeto, es decir, laposibilidad de juicios de la forma «el estado A precede al estadoB en el objeto X». Tal sucesión de estados puede llamarse«sucesión objetiva»”. Cf. Allison (1992: 337). También puedeverse Paton (1936: 230-232), Van Cleve, (1973: 69-87), Melnick(1973: 85).

26 En cuanto a dicha definición habría que situarla en elcontexto de la distinción que el mismo Kant realiza al referirse alconcepto de causalidad. En este sentido señala Duque: “Kantdistingue cuidadosamente entre «causalidad» (Kausalität) y«causa» (Ursache). La primera apunta a la pura ley relacional, ypuede desde luego ser pensada. La segunda tiene comoreferente un fenómeno cognoscible. En el mundo puede haberpues, dos tipos de causalidad, aunque en él sólo se den causasfenoménicas”. Cf. Duque (1998: 86).

Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

Factótum 14, 2015, pp. 45-60 55

para determinarla, a su vez, a obrar, segúnla ley de la conexión causal. (KrV B 561)

Lo que Kant muestra es una especie decausalidad cuya determinación consiste en:espontaneidad para comenzar por sí mismaa obrar. El surgimiento u origen de estacausalidad por libertad está en la búsquedade lo absoluto incondicionado. La relación desíntesis de causas y efectos en la serietemporal no permite a la razón acceder a latotalidad absoluta de las condiciones en esarelación, con lo cual espontáneamente surgeuna causa que por sí misma se determina aobrar y, con ello, se resuelve la búsqueda deuna condición (cf. KpV; V, 99). Resultaevidente que la determinación de laespontaneidad no se puede explicar al modocomo explicamos un fenómeno en la serie decondiciones de ese fenómeno, porque “unaacción originaria, por la cual ocurriera algoque antes no era, [es algo que] no se puedeesperar de la conexión causal de losfenómenos” (KrV A 544). Entonces, ¿por quéllamar causalidad por libertad a un principiode que no es causalidad en sentido estricto?Dos puntos importantes habría que señalarcon respecto a esta pregunta: 1) El conceptode causalidad por libertad está desarrolladocomo espontaneidad que origina por símisma una acción fuera del tiempo y cuyafinalidad es poder ser fundamento de unaserie de fenómenos determinados en eltiempo. Su contexto es la unión, en unaacción como fenómeno, de un fundamentointeligible con una consecuencia sensible (cf.KrV A 538 / B 566). De esta manera, lacausalidad por libertad es pensada, y sólopuede ser pensada, al modo como esdefinida la categoría de causalidaddespojada de su contenido esquemático,esto es, como fundamento espontáneodesde el cual surge una consecuencia.Aunque la causalidad natural exige serdefinida a partir de una regla, la idea delibertad exige pensar en el concepto decausalidad algo que no puede ser explicado:la espontaneidad como fundamentointeligible. La diferencia marcada entre una yotra causalidad es la determinación deltiempo. Sin embargo, ésta diferencia noimpide “pensar” la determinación entrecausalidad natural y causalidad por libertaden un mismo fenómeno.

Con el concepto de causalidad porlibertad se logra pensar lógicamente unfundamento espontáneo que tiene comoconsecuencia (en el orden práctico) objetossegún ideas. Sobre la base de estaconcepción de fundamento espontáneopensado en la causalidad por libertad se

funda una independencia de la naturaleza onecesidad natural. Lo peculiar de lacausalidad por libertad es que surge enoposición y gracias a la causalidad natural.27

De este modo, el concepto de causalidadaplicado a la libertad tiene una legitimidadlógica sin realidad efectiva (en tantofacultad) por estar fuera del tiempo. Estointentará revertir Kant en el ámbito práctico-orden del deber ser (Sollen/Pflicht)-afirmando una autoconciencia moral(conciencia de sí mismo como libre).

Así pues, si se quiere atribuir lalibertad a un ser cuya existencia estádeterminada en el tiempo, no se puedesustraer a este ser, al menos desde estepunto de vista, de la ley de la necesidadnatural a la cual están sujetos todos loseventos de su existencia, y por lo tanto,también sus acciones; pues esto sería tantocomo abandonarlo al ciego azar. Pero comoesta ley concierne inevitablemente a todacausalidad de las cosas en cuanto suexistencia es determinable en el tiempo, sesigue que, si ese fuera el modo comohubiera de representarse también laexistencia de esas cosas en sí mismas, lalibertad tendría que ser rechazada como unconcepto vano e imposible. Por lo tanto, sise quiere aún salvar la libertad, no quedaotro medio que atribuir la existencia de unacosa en cuanto determinable en el tiempo,y por lo tanto, también la causalidad segúnla ley de la necesidad natural sólo alfenómeno y la libertad a ese mismo serconsiderado como cosa en sí. (KpV; V, 95)

Si la causalidad natural refiere a laexistencia de todo fenómeno en el tiempo,entonces la causalidad por libertad no hacealusión a ninguna relación objetivadeterminada. ¿La razón tiene una causalidadpor libertad?28 Responder este planteoconduce a pensar el problema que señalaKant en el ámbito práctico cuando vuelve apensar la confluencia, en una misma acción,de la causalidad natural y la causalidad porlibertad: “¿cómo puede llamarse totalmentelibre un hombre que, en el mismo momentoy respecto de la misma acción está a la vezsometido a una necesidad naturalinevitable?” (KpV; V, 95).

Echemos una mirada retrospectiva a loanteriormente analizado. La razón teórica enla búsqueda de lo incondicionado partíadesde el acontecimiento como efecto hacia

27 Vitiello (2004: 54-58) señala esa oposición (divergencia) ycontinua remisión reciproca de la libertad con respecto a lanaturaleza. El conflicto irresoluble (al menos en la segundaCrítica) marca la coherencia de la moral en Kant.

28 Duque (2002: 143) señala que la libertad según Kant es una“determinación de la voluntad no afectada por el mundo, auncuando tenga causalidad eficiente en él”.

Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

56 Ariel Giménez

la causa. En este sentido, el movimientohacia la causa que produce el efecto es unregreso en la serie ascendente. Estemovimiento se considera una regla cuyadenominación es: la ley natural. Lacausalidad natural queda así establecida poruna ley mecánica en la cual “todo” fenómenosubalterno tiene una causa en una sucesióntemporal. En cambio, la causalidad porlibertad sólo puede ser pensada como unadeterminación lógica del paso delfundamento a la consecuencia sin realidadobjetiva. La realidad objetiva del conceptode causa (al menos en cuento razón teórica)queda asegurada por medio de la exposicióno esquematismo.29 Sin el esquematismo lacausalidad es un concepto vacío sin intuicióny no hay posibilidad de síntesis o relaciónobjetiva en un juicio.30

Pero dado que bajo esta aplicación nopuede ser puesta intuición alguna, pues

29 La realidad objetiva del concepto de causalidad por libertadno puede ser conocida desde la razón teórica (véase por ejemploKrV A 567/B 595). Ello es evidente si tenemos en cuenta lasrestricciones a las categorías en la Analítica Trascendental, en elEsquematismo, y en la Segunda analogía de la experiencia.Ahora bien, en distintas obras Kant señala una doble manera de“representar” un concepto puro pensable en un objeto (deexperiencia y fuera de la experiencia). Cuando un concepto purodel entendimiento adquiere realidad objetiva es porque se lopuede exponer en una intuición y esta exposición (directa)alcanza para ser conocimiento (cf. Progresos, Ak, XX, 279-280).En cambio, cuando el concepto no puede ser expuesto sino másque de modo indirecto, estamos ante la simbolización delconcepto (cf. Ibíd.). La salida de emergencia hacia el símbolo dela idea nos pone ante la representación del objeto por analogía.En este punto, la analogía nos permite pensar el procedimientode la facultad de juzgar que reflexiona sobre: “la relación de lacausalidad en general, como categoría, puede ser representadaen ambos casos como lo mismo aun cuando yo siga sin tenernoticia del sujeto de esta relación en su constitución(Beschaffenheit) interna; por tanto, sólo es posible exponer [en talcaso] el sujeto, pero no desde luego su constitución” (cf. Ibíd.). Enla analogía con lo sensible la idea tiene que ser determinada dealgún modo, y aquí la relación de causalidad en general funciona(en la forma del pensar) como base para pensar la idea. En estesentido es importante constatar que para pensar analógicamentela idea de libertad se deba apelar como base de ese pensar, a lacategoría de causalidad (cf. Torretti, 1980: 553-554). Si bien abreun nuevo problema pensar libertad analógicamente con lanaturaleza desde la categoría de causalidad, es importanteseñalar que aquí la categoría es pura, esto es, como relaciónentre fundamentos y consecuencias. La reflexión de la facultaddel discernimiento utiliza la regla para aplicar a la idea un símboloy con ello conferirle realidad objetiva a esa idea. Para un mayoranálisis de la simbolización y la analogía: Proleg., § 58; KU, § 90;Lógica § 84; Duque: su edición de Progresos, pp. 45-46, notas65-65; M. Caimi, La Metafísica de Kant, §§ 42-43 (pp. 79-82).

30 Al referirnos a una relación objetiva en un juicio estamoshaciendo alusión a una relación objetiva determinada. Lascategorías pueden concebirse (pensarse) separadas de losesquemas de tiempo sensibles que condicionan la aplicación(subsunción) a objetos existentes. Pero esto les proporciona unasimple forma vacía de unidad de la síntesis por la cual seconstituye un objeto y de ninguna manera representa un objeto ouna relación determinada objetivamente. (cf. Torretti, 1980: 553).A esto nos hemos referido con más amplitud en el capitulo sobrela validez objetiva de las categorías.

una intuición sólo puede ser sensible,resulta que la causa noumenon, respectodel uso teórico de la razón, si bien es unconcepto posible y pensable, es sinembargo un concepto vacío. Pero ahora yono pido conocer teóricamente la naturalezade un ser en tanto que tiene una voluntadpura; me basta sólo indicarlo como talmediante ese concepto, y por lo tanto, sólounir el concepto de la causalidad con el dela libertad (y con lo que le es inseparable,la ley moral, como motivo determinante deésta); y este derecho me correspondeciertamente en virtud del origen puro y noempírico del concepto de causa, no estandoautorizado a hacer más uso de él que elconcerniente a la ley moral que determinasu realidad, es decir, sólo un uso práctico.(KpV; V, 56)

Kant señala en la cita que la razón purano necesita conocer que un sujeto poseevoluntad pura. Lo que si requiere la razón(en la idea de libertad) es una manera de“determinarse”. En este sentido, la Crítica dela razón práctica vuelve a pensar lacausalidad desde otro plano, esto es, a partirde la búsqueda de un principio o fundamento(Grund) para la voluntad. Si tenemos encuenta que la razón práctica no tiene comofinalidad el conocimiento de la causa de unefecto natural dado, manifestado en unacontecimiento, sino “determinarse a símisma, mediante la propia causalidad, a larealización de sus objetos” (KpV; V, 15),entonces la razón necesita (y seríainteresante preguntar por qué necesita)determinarse a actuar de la misma maneraen que se determina la causalidad natural (onecesidad natural) en la serie de fenómenos.

Este “determinarse a sí misma” funcionacomo una autoconciencia de la razónpráctica. Esta razón actúa como si fuesenaturaleza, esto es, actúa del mismo modoen que proceden las determinaciones de lasnecesidades naturales: según una causa.Con esto estamos ante una analogía (aquíhacemos alusión a la analogía en sentidoestricto, es decir, al modo como puede serdefinido lo suprasensible (la libertad): “unasemejanza incompleta de dos cosascompletamente desemejantes” (Proleg., §58).

La finalidad de dicha analogía es unanecesidad objetiva de la razón por elsiguiente motivo: la razón necesita (se veprecisada) unir la función lógica de lacausalidad a la idea de libertad porque ellosignifica darle un estatus determinado a estaidea. La razón precisa determinarselibremente, en oposición y gracias a lasnecesidades naturales, como un fundamentoque tiene sus propias consecuencias. En

Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

Factótum 14, 2015, pp. 45-60 57

efecto, Kant sostiene que con ésta unión dela categoría pura de causalidad a la idea delibertad le es suficiente a la razón prácticapara determinarse como voluntad pura ylibre. No necesita más que unir la función delconcepto de causalidad con la idea delibertad para proporcionar unadeterminación en el ámbito práctico (Duque,2002: 145, nota 177). La función del

concepto de causalidad está en la relaciónentre fundamento y consecuencia. La razóntraslada esa función lógica para establecer larelación de ésta con la voluntad. Trasladaesa función de tal modo que puedaestablecerse a sí misma como un“fundamento de determinación”(Bestimmungsgrund) para la voluntad.

Referencias

FUENTES PRIMARIAS

Kant, I. (1902ss) Kant´s Gesammelte Schriften. Hrsg. von der Königlich Preussischen und derDeutschen Akademie der Wissenschaften. Berlin: G. Reimer, W. Gruyter.

Kant, I. (2007) Crítica de la Razón Pura. Traducción, notas e introducción de Mario Caimi.Buenos Aires: Colihue.

Kant, I. (1996) Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres. Edición bilingüe alemán-español y traducción de José Mardomingo. Barcelona: Ariel.

Kant, I. (2001) Crítica de la razón práctica. Edición bilingüe alemán-español, traducción, estudiointroductorio, notas e índice analítico de Dulce María Granja Castro. México: Porrúa-UAM.

Kant, I. (1995) Crítica de la razón práctica. Traducción de E. Miñana y Villagrasa y ManuelGarcía Morente. 2ª ed. Salamanca: Sígueme.

Kant, I. (2005) Crítica del juicio. Traducción de Rovira Armengol. Buenos Aires: Losada.

Kant, I. (1989) La Metafísica de las Costumbres. Estudio preliminar y traducción de AdelaCortina y Jesús Conill. Madrid: Tecnos.

Kant, I. (1938) Tratado de lógica. Buenos Aires: Araujo.

Kant, I. (1989) Los progresos de la metafísica. Prólogo, traducción, notas e índices de MarioCaimi. Buenos Aires: EUDEBA.

FUENTES SECUNDARIAS

Aguirre, S. A. C. (2011) De la libertad trascendental a la moralidad. La tercera antinomia de larazón pura como punto de inflexión entre la filosofía especulativa y la práctica en Kant.Cuadernos de Materiales, 23, pp. 149-160.

Alcoba, M. L. (2004) Consideraciones en torno a la causalidad. Ágora, 23(2), pp. 191-206.

Allison, H. (1982) Practical and transcendental Freedom in the Critique of practical Reason.Kant-Studien, 73, pp. 271-290.

Allison, H. (1990) Kant´s Theory of Freedom. Cambridge: Cambridge University Press.

Allison, H. (1992) El idealismo trascendental de Kant: una interpretación y defensa. TraducciónDulce María Granja Castro. Barcelona: Anthropos.

Arana, J. (2004) Naturaleza y Libertad: Kant y la tradición racionalistaa. Anuario Filosófico,XXXVII/3, pp. 563-594.

Beck, L. W. (1960) A Commentary on Kant’s Critique of Practical Reason. Chicago, London:Phoenix Books, The University of Chicago Press.

Bennett, J. (1981) La dialéctica de Kant. Madrid: Alianza.

Carnois, B. (1973) La coherence de la doctrine kantienne de la liberté. Paris: Seuil.

Casado, R. (2012) La Teoría de la causa noumenon en Kant: ¿una ficción incompleta einnecesaria? Studia Kantiana, 12, pp. 34-50.

Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

58 Ariel Giménez

Cassini, A. (1988) Poder causal, experiencia y conceptos a priori. Revista de Filosofía de laUniversidad de Río IV (Córdoba), mayo, 3(1), pp. 3-15.

Del Río, J. A. (1987) La pregunta por la posibilidad de la libertad en la filosofía prácticakantiana. Universitas Philosophica (Bogotá), 5(8), pp. 75-85.

Di Sanza, S. L. (2010) Arte y Naturaleza. El concepto de “Técnica de la naturaleza” en la Kritikder Urteilskraft de Kant. Buenos Aires: Del signo.

Duque Pajuelo, F. (1988) De la libertad de la pasión a la pasión de la libertad (ensayos sobreHume y Kant) Valencia: Natán.

Duque Pajuelo, F. (1989) Causalidad y Teleología en Kant. En J. Muguerza y R. RodríguezAramayo (eds), Kant después de Kant. En el bicentenario de la Crítica de la razón práctica.(pp. 285-307) Madrid: Tecnos, Madrid.

Duque Pajuelo, F. (1998) Historia de la filosofía moderna. La era de la crítica. Madrid: Akal.

Duque Pajuelo, F. (2002) La fuerza de la razón. Invitación a la lectura de la «Crítica de la razónpura» de Kant. Madrid: Dykinson.

Enskat, R. (1991) Universalität, Spontaneität und Solidarität. Formale und prozeduraleGrundzüge der Sittlichkeit”. En Seebohm, Th. M. (Hg), Prinzip und Applikation in derpraktischen Philosophie. (pp. 34-79) Mainz – Stuttgart: Akademie der Wissenschaften undder Literatur – Franz Steiner.

Fernández Lira, P. (1993) Actuar en un mundo inteligible: una reflexión en torno al imperativocategórico. Endoxa (UNED, Madrid), 2, pp. 303-325.

Fernández, A. L. (1998) Conciencia y Juicio en Kant: acerca de la estructura y las diversasformas judicativas de la conciencia prototéorica y teórica en Kant, y el problema de lalegitimación del conocimiento sintético a priori en la Crítica de la razón pura. Decanato deestudios graduados e investigación Recinto de Río Piedras, Universidad de Puerto Rico.

Fernández, F. I. (2009) El problema de la libertad y de la normatividad en la teoría ética deKant. DIKAIOSYNE. Revista Semestral de filosofía práctica (Universidad de Los Andes,Venezuela), julio-diciembre, 23, pp. 67-95.

Fernández, F. I. (2012) Libertad Práctica y Trascendental en la Crítica de la Razón Pura. Ideas yValores (Colombia), LXI(150), pp. 91-125.

Ferreiro, F. (2014) Hegel sobre la posibilidad ontológica del libre albedrío y su realizaciónefectiva en el Sistema del Derecho. En S. Di Sanza y D. M. López (comps), El vuelo delBúho. Estudios sobre filosofía del idealismo. (pp. 49-71) Buenos Aires: Prometeo.

Forschner, M. (1974) Gesetz und Freiheit. Zum problem der Autonomie bei Immanuel Kant.München-Salzburg: Anton Pustet.

Forschner, M. (2004) Freiheit als Schlußstein eines System der reinen Vernunft.Transzendentale und praktische Freiheit. En Fischer, N. (Hg), Kants Metaphysik undReligionsphilosophie (pp. 131-159) Hamburg: Felix Meiner.

Geismann, G. (2007) Kant über Freiheit in spekulativer und in praktischer Hinsicht. Kant-Studien, 98, pp. 283-305.

Gerhardt, V. (1986) Handlung als Verhältnis von Ursache und Wirkung. Zur Entwicklung desHandlungsbegriffs bei Kant. En Prauss, G. (Hg), Handlungstheorie undTranszendentalphilosophie (pp. 98-131) Frankfurt a. M.: Vittorio Klostermann.

Graband, C. (2005) Das Vermögen der Freiheit: Kants Kategorien der praktischen Vernunft.Kant-Studien, XCVI, pp. 41-65.

Gregor, M. (1963) Laws of freedom. A Study of Kant’s Method of Applying the CategoricalImperative in the Metaphysics of Morals. Oxford: Basil Blackwell.

Gunkel, A. (1989) Spontaneität und moralische Autonomie. Kants Philosophie der Freiheit. Bern– Stuttgart: Haupt.

Guyer, P. (2000) Kant on freedom, law and happiness. New York: Cambridge University Press.

Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

Factótum 14, 2015, pp. 45-60 59

Guyer, P. (2011) Freedom: will, autonomy. Immanuel Kant. Key Concepts, 68, pp. 85-102.

Heck, J. N. (1983) Liberdade em Kant. Porto Alegre: Movimento.

Heidegger, M. (2010) Kant und das Problem der Metaphysik. Frankfurt a.M.: VittorioKlostermann.

Henrich D. (1973) Der Begriff der sittlichen Einsicht und Kants Lehre vom Faktum der Vernunft.En G. Prauss (ed), Kant Zur Deutung seiner Theorie von Erkennen und Handeln. (77-105)Koln: Kiepeneuer & Witsch.

Henrich D. (1963) Das Problem der Grundlegung der Ethik bei Kant und im SpekulativenIdealismus. En P. Engelhardt (Hg), Sein und Ethos. Untersuchungen zur Grundlegung derEthik (pp. 350-386) Mainz: Matthias-Grünewald-Verlag.

Henrichs, J. (1968) Das Problem der Zeit in der praktischen Philosophie Kants. Bonn: Bouvier.

Hinske, N. (1980) Grundformen der Praxis. Vorüberlegungen zu den Grundlagen von Kantspraktischer Philosophie. En N. Hinske, Kant als Herausforderung an die Gegenwart. (pp.86-120) Freiburg – München: Karl Alber.

Hintikka, J. (1976) Razón práctica versus razón teórica: un legado ambiguo. Teorema(Universidad de Valencia), 6(2), p. 213-236.

Hoffmann, Th. S. (2002) Gewissen als praktische Apperzeption. Zur Lehre vom Gewissen inKants Ethik-Vorlesungen. Kant-Studien, XCIII, pp. 424-443.

Höffe, O. (1986) Immanuel Kant. Traducción de Diorki. Barcelona: Herder.

Höffe, O. (1979) Kants kategorischer Imperativ als Kriterium des Sittlichen. En O. Höffe (ed),Ethik und Politik. (pp. 84-119) Frankfurt: Suhrkamp.

Illies, Ch. F. R. (2007) Orientierung durch Universalisierung: Der Kategorische Imperativ alsTest für die Moralität von Maximen. Kant-Studien, XCVIII, pp. 306-328.

Innerarity Grau, C. (1995) Teoría Kantiana de la acción. La fundamentación trascendental de lamoralidad. Navarra: EUNSA.

Iribarne, J. V. (1981) La libertad en Kant. Alcances éticos y connotaciones metafísicas. BuenosAires: Carlos Lohlé.

Kaulbach, F. (1978) Das Prinzip Handlung in der Philosophie Kants. Berlin – New York: Walterde Gruyter.

Korsgaard, C. (2000) Las fuentes de la normatividad. Trad. Laura Leucona y Laura E.Manríquez. México: Instituto de Investigaciones Filosóficas – UNAM.

Korsgaard, C. (1996) Personal Identity and the Unity of Agency: A Kantian Response to Par- fit.En Creating the Kingdom of Ends. (pp. 363–398) New York: Cambridge University Press.

Korsgaard, C. (2009) Self-Constitution. Agency, Identity, and Integrity. New York: OxfordUniversity Press.

Leserre (2014) La comprensión del significado en la Crítica de la razón pura en el contexto de laposterior reflexión sobre el lenguaje. En S. Di Sanza y D. M. López (comps), El vuelo delBúho. Estudios sobre filosofía del idealismo. (pp. 49-71) Buenos Aires: Prometeo.

Meerbote, R. (1972) Kant´s Use of the Notions Objective Reality and Objective Validity. Kant-Studien, 63, pp. 51-58.

Melnick, A. (1973) Kant´s Analogies of Experience. Chicago: University of Chicago Press.

Moliner, F. M. (1989) Libertad y experiencia. Fundamentación de la libertad moral en la Críticade la razón pura. En J. Muguerza y R. Rodríguez Aramayo (eds), Kant después de Kant. Enel bicentenario de la Crítica de la razón práctica. (pp. 23-42) Madrid: Tecnos.

Ortwein, B. (1983) Kants problematische Freiheitslehre. Bonn: Bouvier.

Paton, H. J. (1947) The categorical imperative: A study in Kant’s moral philosophy. Philadelphia:University of Pennsylvania Press.

Paton, H. J. (1936) Kant´s Metaphysic of Experience. Vol. II. New York: MacMillan.

Prauss, G. (1983) Kant über Freiheit als Autonomie. Franfurt a. M.: Vittorio Klostermann.

Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)

60 Ariel Giménez

Prauss, G. (Hg) (1973) Kant. Zur Deutung seiner Theorie von Erkennen und Handeln. Köln:Kiepenheuer & Witsch.

Racionero, Q. (1987) Necesidad y Libertad. En R. Román (ed), Terminología científica y técnica.(pp. 665-674) Barcelona: Anthropos.

Recki, B. (2001) Ästhetik der Sitten. Die Affinität von ästhetischem Gefühl und praktischerVernunft bei Kant. Frankfurt a. M.: Vittorio Klostermann.

Recki, B. (2006) Prinzipien des Handelns und Spielräume der Urteilskraft. Die Elementemoralischer Orientierung. En B. Recki, Die Vernunft, ihre Natur, ihr Gefühl und derFortschritt. (pp. 39-53) Paderborn: Mentis.

Riedel, M. (1989) Imputation der Handlung und Applikation des Sittengesetzes. Über denZusammenhang von Hermeneutik und praktischer Urteilskraft in Kants Lehre vom ‘Faktumder Vernunft’. En M. Riedel, Urteilskraft und Vernunft. Kants ursprüngliche Fragestellung.(pp. 98-124) Frankfurt a. M.: Suhrkamp.

Ripamonti, P. C. (2010) El conflicto causalidad natural-libertad en la Crítica de la razón pura.Philosophia, pp. 69-92.

Rosales, A. (2009) Ser y subjetividad en Kant: sobre el origen subjetivo de las categorías.Buenos Aires: Biblos

Rosas, A. (1996) Fenómeno, noúmeno y mente en Kant. Arete, Revista de Filosofía (UniversidadNacional de Colombia), VIII(1), pp. 65-80.

Santos, R. (2011)“Liberdade e coerção: a autonomia moral é ensinável? Studia Kantiana, 11,pp. 201-216.

Schönecker, D. (2005) Kants Begriff transzendentaler und praktischer Freiheit. EineEntwicklungsgeschichtliche Studie, unter Mitarbeit von Stefanie Buchenau und DesmondHogan. Berlin – New York: Walter de Gruyter.

Seebohm, Th. M. (Hg.) (1991) Prinzip und Applikation in der praktischen Philosophie. Mainz –Stuttgart: Akademie der Wissenschaften und der Literatur – Franz Steiner.

Šilar, M. & Schwember, F. (eds) (2009) Racionalidad práctica. Intencionalidad, normatividad yreflexividad / Practical Rationality. Intentionality, Normativity and Reflexivity. Pamplona:Serv. Publicaciones Univ. de Navarra.

Timmermann, J. (2003) Sittengesetz und Freiheit. Untersuchungen zu Immanuel Kants Theoriedes freien Willens. Berlin – New York: Walter de Gruyter.

Torretti, R. (1980) Manuel Kant. Estudios sobre los fundamentos de la filosofía crítica. BuenosAires: Charcas.

Torrevejano Parra, M. (1992) En torno a la crisis moderna de la causalidad y la influenciahumeana en Kant. Revista de Filosofía (Madrid), 5(7), pp. 161-186.

Van Cleve, J. (1973) Four Recent Interpretation of Kant´s Second Analogy. Kant-Studien, 64,pp. 69-87.

Vilar, G. (1988) El Faktum de la moral. Apuntes para una argumentación. Anthropos(Barcelona), 80(1), pp. 46-50.

Vitiello, V. (2004) Un Hierro de madera moral: el placer negativo. Sileno (Madrid), 16, pp. 54-58.

Willaschek, M. (1992) Praktische Vernunft. Handlungstheorie und Moralbegründung bei Kant.Stuttgart – Weimar: J. B. Metzler.

Wagner, A. (2004) Libertad estética y libertad práctica. La Crítica del discernimiento y suincidencia en el concepto kantiano de «libertad moral». Isegoría, 30, pp. 147-162.

Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2015)