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Una manera de ayudar a la esposa frígida en un buen matrimonio por H. A. E. Una pareja llega a la oficina de a conseguimiento. Son tímidos. Hablar sobre el problema que expresaron sobre el papel les resulta muy difícil. Hablan en tono bajo. Una pareja llega a la oficina de a conseguimiento. Son tímidos. Hablar sobre el problema que expresaron sobre el papel les resulta muy difícil. Hablan en tono bajo. -Me pongo rígida y tiesa cuando Nicanor me toca-, detalla María. -Ha sido siempre así en los diez años que llevamos juntos. Cada vez que me toca o acaricia me pongo dura-, A medida que uno recoge información acerca de su relación, descubre que, en general, han tenido un matrimonio feliz. Los hijos son sanos y normales y la disciplina es consecuente; en ella participan ambos padres. María trabaja cinco horas por día y Juan está de acuerdo en que lo haga. Tienen una linda casa, su asistencia a la iglesia y su participación en las actividades de la misma son buenas. Los contactos sociales se limitan al mismo grupo de amigos. Los dos están satisfechos con esto. ¡Uno queda perplejo! ¿Cómo puede ser tan normal este matrimonio (en realidad, más que normal) y estar atormentado con una disfunción sexual tan severa? En verdad, existen casos como éste. Sin embargo, generalmente no duran 10 años. Uno de los dos se frustra y al año o a lo sumo dos, deja de tratar que la relación mejore. Pero aun así, con frecuencia la pareja realmente se ama y desea construir un hogar bíblico. Dios ha creado el aspecto físico del matrimonio para ser disfrutado por ambos (Pr. 5.18,19; Cnt.; 1 Co. 7.1-5). Si no lo están disfrutando, serán infelices. Hay varias razones que causan una vida sexual infeliz en el

Una Manera de Ayudar a La Esposa Frígida en Un Buen Matrimonio

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Una Manera de Ayudar a La Esposa Frígida en Un Buen Matrimonio

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Una manera de ayudar a la esposa frgida en un buen matrimonio

Una manera de ayudar a la esposa frgida en un buen matrimonio

por H. A. E.

Una pareja llega a la oficina de a conseguimiento. Son tmidos. Hablar sobre el problema que expresaron sobre el papel les resulta muy difcil. Hablan en tono bajo.

Una pareja llega a la oficina de a conseguimiento. Son tmidos. Hablar sobre el problema que expresaron sobre el papel les resulta muy difcil. Hablan en tono bajo.

-Me pongo rgida y tiesa cuando Nicanor me toca-, detalla Mara. -Ha sido siempre as en los diez aos que llevamos juntos. Cada vez que me toca o acaricia me pongo dura-,

A medida que uno recoge informacin acerca de su relacin, descubre que, en general, han tenido un matrimonio feliz. Los hijos son sanos y normales y la disciplina es consecuente; en ella participan ambos padres. Mara trabaja cinco horas por da y Juan est de acuerdo en que lo haga. Tienen una linda casa, su asistencia a la iglesia y su participacin en las actividades de la misma son buenas. Los contactos sociales se limitan al mismo grupo de amigos. Los dos estn satisfechos con esto.

Uno queda perplejo! Cmo puede ser tan normal este matrimonio (en realidad, ms que normal) y estar atormentado con una disfuncin sexual tan severa?

En verdad, existen casos como ste. Sin embargo, generalmente no duran 10 aos. Uno de los dos se frustra y al ao o a lo sumo dos, deja de tratar que la relacin mejore. Pero aun as, con frecuencia la pareja realmente se ama y desea construir un hogar bblico.

Dios ha creado el aspecto fsico del matrimonio para ser disfrutado por ambos (Pr. 5.18,19; Cnt.; 1 Co. 7.1-5). Si no lo estn disfrutando, sern infelices. Hay varias razones que causan una vida sexual infeliz en el matrimonio:

1) Uno de los dos no demuestra amor al exigir algo que al otro le disgusta. Es- te es un problema frecuente en la sociedad moderna.

2) Puede haber resabios de ira, amargura, venganza, etc. en la cama. Estas actitudes pecaminosas afectarn adversamente la relacin.

3) Quiz haya sentido de culpa por relaciones prematrimoniales, y ste era el problema en el caso de Nicanor y Mana.

Otra forma de parlisis por culpa est relacionado con sentimientos que se arrastran desde antes del casamiento. Muchas mujeres llegan al matrimonio con una enorme carga de culpa que sigue fermentando durante aos. Las mujeres parecen tener una mayor capacidad de asimilar la culpa que los hombres, en cuanto al sexo prematrimonial. Una pregunta que frecuentemente les hago a los hombres que se quejan de la frigidez de sus esposas es: "Tuvo relaciones sexuales con su esposa antes de casarse?" Les explico que no es necesario responder a la pregunta, pero que sera de mucha ayuda. En todos los casos donde he formulado esta pregunta el esposo me ha respondido afirmativamente. Entonces le pregunto lo siguiente: "Dira usted que su esposa le responda sexualmente en mayor o en menor grado, antes de casarse?" Tambin, en todos los casos cuando he hecho la pregunta, el hombre ha respondido que su esposa le responda ms antes del matrimonio. Entonces, generalmente, me miran perplejos y dicen: "Cmo lo supo?" La respuesta est en que es un fenmeno bastante comn (R. C. Sproul, Discovering the Intmate Marriage).

Nicanor y Mara representan parejas reales. Tommoslos como un ejemplo para estudiar.

- Mara, tuvo relaciones sexuales prematrimoniales?-.

- S-, contesta ella mirando sus manos.

- Una vez o regularmente?

- Regularmente; todos los fines de semana en los seis meses antes de casarnos.

- Mara, saba que eso estaba mal?-pregunto.

- S-.

- Se senta culpable?-.

- S-.

- Nicanor, dira que Mara le responda ms antes del matrimonio que despus?-.

- S-.

- Mara, cundo experiment la frigidez por primera vez?-.

- En la luna de miel-.

En tales casos, despus de obtener algunos datos ms, les explico que, hasta el momento de casarse, el deseo de agradar y el temor de perder a Nicanor ayud para que Mara reprimiera su sentido de culpa. Pero en cuanto el temor a perderlo qued eliminado por la ceremonia, la culpa comenz a hacer sentir su efecto.

Frecuentemente ocurre que estas chicas nunca han pedido perdn a Dios por este pecado, como que rara vez comparten con sus esposos el sentido de culpa, ni le han pedido perdn por participar en algo que saban era pecado. En ese momento, una clara enseanza sobre la necesidad de pedir perdn a Dios y al semejante seala el comienzo del cambio.

Sin embargo, los hbitos de pensamiento y accionar estn arraigados y deben cambiar. Generalmente les sugiero lo siguiente: ambos habr racionalizado. Nicanor se dir a s mismo casi todas las noches (est frustrado por la relacin): "Mejor que no me acerque a ella; le voy a hacer sentir mal; dir que no y me herir". Mara puede estar pensando: "Espero que no se me acerque. Tengo deseos pero s que me pondr tensa". Despus de preguntarles a los dos si esto es as (casi siempre lo admiten), sugiero que se sienten y se pongan de acuerdo sobre cules seran las mejores noches de la semana y cul la hora ms conveniente. Luego les sugiero que oren juntos, que se duchen y (dependiendo de su nivel acadmico, facilidad de lectura, etc.) que juntos lean el Cantar de los Cantares. Deben seguir con este programa durante tres semanas y luego volver.

Otro problema que surge en tales matrimonios es que, para que "la agona" termine ms pronto, suprimen el saludable juego previo. Es mejor, entonces, que estas parejas planifiquen tener suficiente tiempo para ese juego previo, tierno y suave, en que los dos deben participar. La comunicacin es muy importante; deben decirse mutuamente lo que les agrada.

Algunas parejas experimentarn en la primera semana tan buenos resultados por esta planificacin que lo desecharn para volver a la "libertad". Generalmente, la frigidez vuelve tambin. Alintelos a seguir programando durante seis semanas.

Recientemente, una pareja me llam para informar seis semanas despus de finalizado el aconsejamiento. Ella dijo: "No saba que un buen matrimonio poda ser tan bueno. Gracias por ayudarnos".

Apuntes Pastorales

Volumen V Nmero 6