30 - Obra Social de Viajantes Vendedores de la República Argentina

“El Campito” es un refugio que rescata perros en situación de abandono o maltrato y luego de curarlos les consigue un hogar en adopción. Pese a que muchos de estos animales quedan discapacitados, la cantidad de gente dispuesta a hacerse cargo de ellos es cada vez mayor. Cerca de 70 perros consiguen un nuevo hogar mes a mes.

Una vida máspara los perros

“EL CAMPITO” P.30

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Benet es el nombre de un

perro que llegó al refugio con

quemaduras en el 80% de su

cuerpo. Pese a que los pronósti-

cos para él eran los peores, tras

un tiempo logró recuperarse y

fue dado en adopción.

Ojitos fue atropellado por un

tren en Mar del Plata. Cuando

lo encontraron tenía moquillo y

prácticamente reventadas sus

dos patas de atrás. El perro fue

intervenido quirúrgicamente y

permaneció 60 días internado. Hoy

espera su nueva oportunidad en El

Campito y recibe contento a cada

uno de los visitantes… caminando

en sus dos únicas patas.

Refugio no eutanásico

El Campito es un refugio no eutanásico que rescata perros en estado de abandono o mal-trato. Los animales reciben allí ayuda para su recupe-ración y luego son dados en adopción. Pese a que los re-quisitos para poder hacerse cargo de los perros no son po-cos, alrededor de 70 de estos animales consiguen un nuevo hogar mes a mes. “Esto no es un lugar para de-positar perros”, advierte de entrada Marcela Gorla, encar-gada de comunicación de El Campito. “La idea es que se mejoren y salgan en adopción, ya que de esa manera podemos incorporar otros más”, explica.

La aclaración de “no euta-násico”, es prácticamente la bandera del refugio. “En ge-neral los veterinarios sugieren la eutanasia para muchos de los casos que atendemos en El Campito, pero nosotros so-mos muy estrictos con eso. Creemos que podemos ayudar incluso en una muerte digna con calidad”, sostiene.

Los casos más comunes

Los perros llegan al refugio por varios motivos. Algunos fueron atropellados y otros directamente abandonados. “A veces los dueños no los quieren mas porque son vie-jos y entonces les tiran agua hirviendo o los dejan atados a un árbol con un collar chi-quito que los ahorca”, cuenta Marcela indignada. “Hay mu-chos casos también de gente mayor que fallece y los hijos o los nietos dejan a sus perros en la calle”, agrega.

“Hay que trabajar ciertos aspectos que tienen que ver con la educación y la tenen-cia responsable de los animales”

En la actualidad, de los 700 perros que integran el refugio, 125 son discapacitados y 80 de ellos utilizan un carrito para trasladarse porque no pue-den mover sus patas de atrás. Este tipo de perros necesitan 24 horas de atención, por eso sus adopciones son un poco más complicadas que las del resto. No porque no haya [+]

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postulantes, sino porque en el refugio se aseguran de que realmente puedan hacerse car-go del perro.

“El adoptante debe completar un cuestionario previo de va-rias páginas y eso después lo analiza el grupo”, dice Marcela en relación a los voluntarios de El Campito abocados a esta tarea. Ellos deciden cuál es la familia más adecuada, le hacen una visita y si todo está bien firman un contrato. Pero el re-fugio, lejos de desentenderse, hace un seguimiento de por vi-da a ese perro en cuestión.

Las visitas

Mucha gente no puede asumir el compromiso de adoptar y decide entonces apadrinar a uno o varios perros. Lo hacen a través de una ayuda econó-mica (del monto que quieran) o simplemente acercándose a El Campito a compartir un momento con los perros.

“Mucha gente no puede asumir el compromiso de adoptar y decide entonces apadrinar a uno o varios perros”

“Los días sábados están desti-nados a que todos los perritos salgan, caminen un poco y sean mimados por sus madrinas y padrinos -relata Marcela-. La imagen puede ser un po-co fuerte al principio porque te vienen a recibir 40 perritos arrastrándose…, pero una vez superado el shock es todo dis-frute. Se genera un clima muy

lindo en el que la gente viene con las sillitas, el mate y todos la pa-san bien”.

El compromisode la sociedad

“Nuestra utopía se-ría que nosotros no existiéramos”, ensaya un final a modo de con-clusión Marcela. “Nuestro ideal sería que no fuese ne-cesario un refugio”, sigue.

El Campito nació por iniciativa de un matrimo-nio que hoy, varios años después, sigue siendo su principal benefactor y sostén. Al margen de la solidaridad de la gente que siempre ayuda, la cantidad de perros abandonados y maltrata-dos siempre va a ser mayor. Por eso a lo que apuntan desde esta ONG es a la necesidad de trabajar ciertos aspectos que tienen que ver con la educación y la tenencia responsable de los animales: La concientización general y el $%&'(%&)*%"+,"-%+."/."*%$),+.+"#

“EL CAMPITO”

CÓMO SON LOS RESCATES

En El Campito tratan de que todo el mundo se invo-

lucre de alguna manera con el proceso de rescate,

el cual se inicia siempre a través de internet (ya sea

por medio del correo electrónico, facebook o de la

página web).

Si se autoriza el ingreso al refugio del perro (la

prioridad son aquellos que se encuentran en estado

de riesgo grave), se les pide a quienes estable-

cieron el contacto que traten de organizarse para

hacer el traslado. Luego, una vez que el perro entró

a El Campito, “se lo pone en el tratamiento que sea

necesario”.

Formas de comunicarse con El Campito Refugio:

www.elcampitorefugio.org www.facebook.com/elcampitorefugio madrinasdelcampito@gmail.com