UNIDAD 15: La Transición• Cronología: 1975-1978• Jefe de Estado:

◦ Juan Carlos I

1. INTRODUCCIÓN

2. LOS PRIMEROS INTENTOS DE REFORMA

2.1. El Espíritu del 12 de Febrero

2.2. Franquismo sin Franco

3. ADOLFO SUÁREZ Y EL INICIO DE LA TRANSICIÓN

3.1. La Ley para la Reforma Política (1976)

3.2. Pactos de la Moncloa (1977)

4. LA CONSTITUCIÓN DE 1978

4.1. Características del texto constitucional

4.2. La creación del Estado de las Autonomías

5. CONCLUSIONES

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1. INTRODUCCIÓN

Se conoce con el nombre de Transición el periodo de la historia de nuestro país que va desde la

muerte del general Franco el 20 de noviembre de 1975 a la promulgación de la Constitución el 29

de diciembre de 1978. En esos años España pasa de ser una dictadura a pactar entre las diferentes

fuerzas del franquismo y la oposición democrática, logrando crear un sistema político estable

basado en principios democráticos.

Pero este proceso no es fácil ni rápido. Los intentos de realizar una reforma política tienen que lidiar

con los sectores más conservadores del franquismo, el terrorismo, la crisis económica y constantes

protestas.

1974 1975 1976 1977 1978DICTADURA TRANSICIÓN

Carlos Arias Navarro Adolfo Suárez

Crisis económica Muerte de Francisco Franco

Aumento delterrorismo

Eleccionesconstituyentes

Promulgación de laConstitución

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2. LOS PRIMEROS INTENTOS DE REFORMA

La España de Franco había crecido de forma espectacular en los años sesenta, pasando de ser un

país rural y atrasado a convertirse en una potencia industrial. La calidad de vida de la población

española mejoró espectacularmente, y la dictadura contaba cada vez más con el crecimiento

económico para justificar su existencia. Sin embargo, en 1973 se produce la Crisis del Petróleo (un

aumento del precio del petróleo como protesta de los países árabes por el apoyo de Occidente a

Israel), lo que resulta un duro golpe para todos los países industrializados, entre ellos España. La

crisis trae un encarecimiento del coste de la vida, un aumento del desempleo y, fruto de ello, un

aumento de las protestas y huelgas. A esto se suman otros problemas:

• Las protestas habían tenido durante el franquismo un carácter puramente económico,

pero a partir de este momento empiezan a producirse protestas de estudiantes,

nacionalistas y obreros que exigen el fin de la dictadura.

• La aparición de dos grupos terroristas como son la ETA (independentistas vascos) y el

GRAPO (revolucionarios de extrema izquierda),

• La oposición democrática, que había actuado sobre todo desde el extranjero, comienza a

organizarse dentro de España en dos grandes grupos: la Plataforma de Convergencia

Democrática encabezada por el PSOE y la Junta Democrática liderara por el Partido

Comunista de España (PCE).

• La desaparición de algunos de los apoyos tradicionales de la dictadura. Una parte de los

carlistas, desilusionados con la dictadura, se suman a la oposición democrática. La

Iglesia, influenciada por la apertura que supone el Concilio Vaticano II, comienza a

pedir la llegada de una democracia.

Para intentar combatir la situación, un enfermo Francisco Franco elige en 1974 como nuevo

presidente de Gobierno a Carlos Arias Navarro, con una larga carrera política al servicio de la

dictadura.

Arias Navarro dirigiéndosea las Cortes en 1975,

en los últimos meses dela dictadura.

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2.1. El Espíritu del 12 de Febrero

Carlos Arias Navarro propuso una serie de tímidas reformas con las que esperaba calmar al país,

conocidas como Espíritu del 12 de Febrero por la fecha en que fueron anunciadas. Sin embargo,

los cambios que planteaba disgustaron al sector inmovilista del franquismo (aquellos que no

querían cambios) y parecieron insuficientes al sector aperturista (el que deseaba reformas que

llevasen hacia un sistema más abierto). Además,el nuevo presidente no tuvo en cuenta a la

oposición democrática, por lo que esta entendió que la dictadura no tenía intenciones de hacer

cambios reales.

Además de las críticas que llovieron desde todos los frentes a las propuestas de Arias Navarro, la

Revolución de los Claveles (la revolución incruenta que puso fin a la dictadura portuguesa en abril

de 1974) hizo que el nuevo presidente de gobierno diese marcha atrás.

José Antonio Girón fue uno de losprincipales líderes inmovilistas.

Había luchado en la Guerra Civil yera miembro de Falange Española

Tradicionalista. Durante 16 añosfue Ministro de Trabajo.

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2.2. Franquismo sin Franco

El nombramiento del rey Juan Carlos I como rey de España el 22 de noviembre de 1975 trae

grandes expectativas de cambio, pero lo cierto es que el nuevo monarca no goza de los amplios

poderes del fallecido Francisco Franco, por lo que para realizar cambios necesitaba tener el apoyo

del presidente de Gobierno y de las Cortes franquistas. Además, el rey tenía una posición débil,

puesto que los sectores inmovilistas (con importantes conexiones en el ejército y control de una

parte importante de los medios de comunicación) no se fían de sus proyectos de cambio.

Juan Carlos de Borbón esproclamado rey de España el 22 de

noviembre de 1975.Una parte del franquismo espera

que realice una apertura queconduzca a la integración en la

Comunidad Económica Europea.Otra parte desea que el franquismo

sobreviva intacto.

Juan Carlos I mantiene a Arias Navarro en su puesto para calmar a los inmovilistas, pero con la

esperanza de que inicie un cambio progresivo hacia un régimen democrático. Sin embargo, a pesar

de que el presidente de Gobierno se rodea de ministros aperturistas, los cambios son escasos y el

diálogo con la oposición resulta inexistente. Por ello, aunque Franco ha fallecido, el franquismo (las

instituciones, sus grupos de poder y su ideología) sigue en pie.

La situación se va volviendo más tensa en todos los frentes. La crisis económica se recrudece,

creando más desempleo y malestar social. La movilización popular a favor de reformas

democráticas y la libertad de los presos políticos es cada vez mayor, con huelgas que paralizan

durante semanas sectores como el metal y la construcción. El terrorismo recrudece sus actuaciones.

La oposición democrática se une en un frente común, la Coordinación Democrática, exigiendo un

gobierno provisional, elecciones libres y una Constitución democrática. La respuesta de Arias

Navarro es simple e ineficaz: represión policial.

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3. ADOLFO SUÁREZ Y EL INICIO DE LA TRANSICIÓN

El rey estaba convencido de que el país necesitaba avanzar hacia la democracia si quería evitar un

baño de sangre, con la sombra de una nueva guerra civil empezando a despuntar en el horizonte a

medida que las protestas, el terrorismo y la represión iban en aumento.

La incapacidad de Carlos Arias Navarro para afrontar los problemas del país propició que el rey y

su entorno, compuesto por políticos aperturistas, presione al presidente de Gobierno para presentar

su dimisión. Su sucesor será uno de sus propios ministros, un político reformista de mediana edad

llamado Adolfo Suárez.

Suárez comparte con el rey la preocupación por situación y considera que puede realizar los

cambios que su predecesor no ha sido capaz de hacer. A su favor tenía el conocer de primera mano

los errores cometidos por Arias Navarro, como dejar de lado a la oposición democrática e intentar

realizar reformas que no molestasen a ninguno de los grupos del franquismo.

Adolfo Suárez representaba a una nueva generación de políticos,

que habían formado parte de la dictadura, pero que buscaban dejar atrás el trauma

de la Guerra Civil y evolucionar hacia un sistema plenamente democrático.

3.1. La Ley para la Reforma Política (1976)

El primer paso de Suárez fue dialogar con el sector aperturista del franquismo y buscar su apoyo

para realizar una serie de cambios reales que transformasen el país. Una vez logrado, mantuvo

contactos con la oposición democrática y acordaron cuáles serían los cambios necesarios para que

aceptasen al rey y participasen en el nuevo sistema político que se quería crear.

Estas conversaciones dan como resultado la Ley para la Reforma Política de 1976, que concede

derechos fundamentales a la población, reconoce la importancia de la voluntad popular y crea las

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bases de un sistema democrático. Ahora bien, para conseguir que entre en vigor primero necesita ser

aprobada por la mayoría de las Cortes. Los inmovilistas atacan duramente el proyecto de Suárez

porque supone el fin del franquismo, pero gracias al apoyo de los aperturistas la Ley consigue el

voto favorable del 80% de las Cortes.

Pero Suárez quiere el apoyo de la oposición democrática y de otros países, por lo que también

realizó un referéndum que demostrase que su proyecto era aceptado la población española,

consiguiendo el apoyo del 95% los votantes. Esto supone una victoria clave para el rey y Suárez,

puesto que demuestra que el sector inmovilista es una minoría y apenas posee apoyos entre la

población. En los meses siguientes se van produciendo importantes avances hacia un sistema

democrático:

• Legalización de los partidos políticos, incluso del PCE, que había sido la “bestia

negra” de la dictadura.

• Creación de una ley electoral y convocatoria de unas elecciones constituyentes para

1977.

• Libertad de asociación y sindicación, que da mayor poder de negociación a los

trabajadores y resta poder a los empresarios.

• Libertad para los presos políticos (opositores a la dictadura, sindicalistas, etc.).

Según se acercaban las elecciones surgen docenas de partidos. Los más importantes van a ser:• Izquierda : Partidos que se han destacado en la oposición al régimen de Franco, como el

PSOE y el PCE. El primero se presenta con un grupo de políticos jóvenes encabezados

por Felipe González, mientras que en el segundo repiten políticos que habían

participado en la Segunda República, como Santiago Carrillo.

• Centro : Suárez y sus colaboradores crean un partido para presentarse a las elecciones,

la Unión de Centro Democrático (UCD).

• Derecha : Un grupo de antiguos ministros franquistas de ideas aperturistas crean

Alianza Popular, liderado por Manuel Fraga.

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Las elecciones otorgan dos claros vencedores: UCD consigue la mayoría de los diputados (35% de

los votos) y el PSOE le sigue de cerca (30%); muy de lejos el PCE (10%) y Alianza Popular (10%).

Suárez vuelve a ser presidente de Gobierno, aunque necesita pactar con otros partidos para sacar

adelante sus reformas. Se forma de este modo el primer gobierno democrático desde la Guerra

Civil, enfrentándose a la tarea de crear una Constitución.

El sector inmovilista vuelve a demostrar el escaso apoyo que tenía entre la población, consiguiendo

apenas el 1% de los votos, aunque muchos de sus votantes no aceptan la situación y grupos

falangistas comienzan a realizar actos terroristas, como el asesinato en Atocha de un grupo de

abogados que defensores de los derechos de los trabajadores.

3.2. Pactos de la Moncloa

Pese a los grandes cambios que se van produciendo a nivel político en España, la crisis económica

que sacudiera España en 1973 se había ido agravando según pasaban los años, inflación, aumento

del desempleo y déficit en la balanza comercial.

Consciente de que estos problemas no pueden solucionarse de forma rápida ni sencilla, Suárez se

reúne con las principales fuerzas políticas que han participado en las últimas elecciones, llegando a

una serie de acuerdos que sirvan para reformar y sanear la economía: los Pactos de la Moncloa

octubre de de 1977. Los principales cambios son los siguientes:

• Devaluación de la peseta, haciendo que sea más barato comprar productos españoles.

• Contención del gasto público y moderación salarial, que evitase un aumento

constante de la inflación.

• Reforma laboral, haciendo más fácil y atractiva la contratación.

• Reforma tributaria, de tal modo que el Estado tenga recursos para afrontar las ayudas

sociales y desarrollar un Estado de Bienestar que redujera los efectos de la crisis. El

nuevo sistema va a hacer que se paguen los impuestos en función de la riqueza, pagando

más aquellos que más tienen.

Estas medidas permiten que los efectos de la crisis sean menos graves, ayudando a reducir la

conflictividad social y evitando que la población se sienta atraida hacia ideologías extremistas y

discursos populistas.

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4. LA CONSTITUCIÓN DE 1978

4.1. Características del texto constitucional

El partido de Adolfo Suárez, UCD, no poseía la mayoría absoluta, razón por la cual necesita pactar

con otros grupos políticos para crear una Constitución. Esto resulta a la larga una ventaja, pues la

Constitución promulgada en 1978 va a crearse con el consenso de los principales partidos políticos

del momento. Sus principales características son:

• Es una Constitución de carácter progresista que busca facilitar la convivencia pacífica de

la ciudadanía, mezclando elementos tradicionales (la monarquía) y reformistas

(descentralización, gobiernos autonómicos, numerosas libertades y derechos, etc.).

• España se constituye como un Estado aconfesional, y aunque la Constitución no ataca a la

Iglesia, en la práctica esta pierde muchos de los privilegios que poseía.

• Se hace especial hincapié en la igualdad, no pudiendo discriminarse a una persona por su

sexo, identidad sexual, religión, raza o ideas, siempre y cuando estas no atenten contra los

principios constitucionales.

• El Estado español cuenta con cinco figuras clave:

➔ El rey es el jefe del Estado, aunque posee un papel representativo y

de mediador.

➔ Las Cortes (Congreso de los Diputados y Senado) se eligen cada 4

años por sufragio universal, directo y secreto, controlando al poder

ejecutivo y siendo las encargadas de elegir al presidente de gobierno.

➔ Gobierno, ejerce la función ejecutiva, pero es controlado por las

Cortes y puede ser depuesto por ellas.

➔ Poder Judicial, goza de independencia, existiendo un Tribunal

Supremo para resolver los diferentes pareceres entre los jueces y un

Tribunal Constitucional encargado de velar por la buena aplicación de

la Constitución.

➔ El Defensor del Pueblo atiende directamente a los ciudadanos que

consideren que sus derechos y libertades han sido vulnerados.

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4.2. La creación del Estado de las Autonomías

En la Segunda República se había planteado solucionar el problema de los nacionalismos con la

creación de un sistema de autonomías, es decir, gobiernos regionales al que el gobierno central

cedía ciertas competencias (educación, medio ambiente, sanidad, etc.), pero que debían obedecer la

Constitución. Sin embargo, los problemas del régimen republicano y la Guerra Civil hicieron que

los gobiernos autonómicos tuvieran una vida muy corta.

Durante el franquismo los movimientos independentista habían ganado fuerza en Cataluña y País

Vasco, de tal modo que Suárez contempla al llegar al poder utilizar de nuevo el modelo de

Comunidades Autónomas. No obstante, el proceso es lento y complejo, pues se teme que si todas

las regiones de España se convierten en autonomías (el llamado “café para todos”), haya un

aumento repentino del independentismo. Por otro lado, Suárez necesita convencer a vascos y

catalanes de su proyecto político, de tal modo que crea una “vía rápida” que permite a ambas

regiones convertise en comunidades autónomas sin necesidad de pasar por todos los trámites

convirtiéndose en autonomía en 1979.

En Andalucía, una región tradicionalmente dejada de lado por los gobiernos españoles del siglo XX,

esto se ve como una afrenta. El temor entre los políticos y el pueblo andaluz es que la región vaya a

ser marginada una vez más, lo que fortalece el sentimiento andalucista y el deseo de que se cree

una Comunidad Autónoma Andaluza lo antes posible. El aumento de la tensión en Andalucía lleva a

acelerar los trámites, creándose la comunidad andaluza tras un referéndum en 1980, dos años antes

que en el resto de los territorios españoles.

Las comunidades autónomas funcionan como un pequeño Estado (poseen un presidente, un

parlamento propio, un presupuesto, etc.), aunque solo poseen competencias sobre algunos asuntos

que el gobierno central delega en ellas. Aunque esto aumenta los gastos del Estado, también permite

una gestión más eficaz, en la que cada territorio puede decidir por sí mismo sobre cómo invertir los

recursos y qué políticas son prioritarias.

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5. CONCLUSIONESLa muerte de Francisco Franco deja a España en una difícil situación: ¿se debe mantener el sistema

creado por el dictador o es más adecuado evolucionar hacia un sistema político similar al del resto

de Europa? Desde el poder, los sectores más fanáticos del franquismo se niegan al cambio, haciendo

fracasar los tímidos intentos de reforma. Sin embargo, los problemas económicos y sociales del país

hacen que cada vez haya más protestas, combatidas con una dura represión que amenaza con crear

una espiral de violencia y muerte.

El rey Juan Carlos I y su círculo van a utilizar todos sus recursos para contar con un político

reformista, Adolfo Suárez, que consigue atraer a los sectores aperturistas de la dictadura, convencer

de su proyecto político a la oposición democrática y atraer a la ciudadanía española.

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