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Unidad III
Introduccion ¿En la actualidad, eres una persona autónoma e independiente? Tal vez aún no lo
seas en su totalidad, tal vez aún necesites realizar una serie de acciones o
actividades que te permitirán serlo cada vez más y, si ya lo eres, seguramente
tuviste que pasar por situaciones un tanto complicadas que te permitieron llegar a
ser independiente y consolidarte como una persona que se guía mediante
decisiones propias y de acuerdo a sus propios intereses.
En un proceso similar se encontraba nuestro país a principios del siglo XIX que,
como lo pudimos observar en la unidad anterior, había llegado a un momento de
consumación de independencia, por tanto, ahora se encaminaba hacia una nueva
etapa de organización, que finalmente resultó en la conformación de una Nación o
Estado Mexicano.
¿Cuáles fueron las principales razones para que las diversas fuerzas políticas y
sociales buscaran afianzarse en un Estado Mexicano? ¿Qué significa ser un Estado
Mexicano?
Estos cuestionamientos serán el eje central por donde transitará nuestra tercera
unidad, retomando ese inicio del siglo XIX hasta los inicios del siglo XX con el
Porfiriato.
Tema 1
Los Proyectos de Nación en el siglo XIX Desde inicios del siglo XIX
soplaban vientos de cambio en
México. A lo largo de este siglo, se
materializarían diversos proyectos
de nación impulsados por diversas
ideologías.
Después de la consumación de la
independencia y ante una nueva
situación de autonomía respecto de
España, los diversos grupos
ideológicos dominantes en esta
nueva etapa independiente en
nuestro país, buscaron imponer sus propios modelos de nación, respondiendo
siempre a sus intereses políticos y económicos.
Es así como tendremos dos modelos fundamentales: un modelo o proyecto
conservador, que fue apoyado por los sectores dominantes de la sociedad y que
perseguía sólo leves cambios políticos sin ir a una transformación total de las
estructuras, y un modelo o proyecto liberal, encabezado por sectores sociales
marginados que pretendían transformaciones radicales tanto a nivel político como
a nivel económico. Este último proyecto estuvo inspirado en los esquemas
ideológicos que habían generado las revoluciones de independencia de las colonias
norteamericanas y la francesa, de finales del siglo XVIII.
Para empezar este tema, te compartiremos el significado de los conceptos Estado
y Nación para que comprendas cómo se aplica a la historia de nuestro país a partir
del siglo XIX.
“Etimológicamente, la palabra nación proviene del latín natio-onis que quiere decir:
conjunto de personas que tienen una tradición común. El concepto de nación no
está determinado por la raza, el idioma o la geografía, aunque son factores
importantes en la construcción del sentimiento nacional, así como también lo es la
conciencia de un pasado común. En la idea de nación se encuentra el pensamiento
de fidelidad, no solamente al Estado, sino a otros valores como los de carácter
cultural.”
Para Joseph Ernest Renan, la nación es “la voluntad de vivir juntos”.
Para José Ortega y Gasset, lo que individualiza al concepto
nación es el futuro común, el pensamiento de que la nación
debe seguir existiendo, que debe continuar teniendo una
proyección para el futuro.
Bordieau afirma que la nación es el sentimiento de
solidaridad que une a los individuos en su deseo de vivir
juntos. Importantes en la conformación de este sentimiento
son: la raza, la lengua, la religión, la historia común y el
hábitat, pero lo específico de la nación se encuentra en un
sueño futuro compartido.
“El concepto de nación es más amplio que el de Estado, porque el primero abarca
muchos aspectos de la vida del hombre, mientras el segundo es el órgano creador
y aplicador del derecho.”
Las instituciones políticas modernas se basan en la nación, en la existencia de
millones de seres asentados en un territorio y que tienen una unidad social.
El Estado, es un concepto que se aplica para identificar a una colectividad en la cual
los seres humanos adquieren la categoría de ciudadanos, dentro de un territorio
común bien delimitado. Cuando surge un Estado, aparecen las fronteras nacionales,
es decir, se marca una línea divisoria que distingue entre un Estado y otro. Dicho
concepto fue creado en Europa y trasladado a América en virtud de las ideas
ilustradas, como una forma de organización con la cual enfrentar los diversos
desafíos que representa formar parte de una colectividad que ya no dependerá de
otro Estado o monarquía que le imponga su voluntad.
Tema 1.1
Los Proyectos de Nación en México siglo XIX La consumación de la
independencia de México en 1821
significó la terminación de una
forma de organización política y
cultural conocida como época
colonial o época novohispana, y
dio paso a una nueva época,
caracterizada por la formación de
un Estado o Nación Mexicana. El
proceso de transformación de las
estructuras políticas, económicas
y sociales del nuevo Estado, se caracterizó por la coexistencia de intereses
antagónicos entre dos fuerzas principales: por un lado un sector conservador y por
otro lado, un sector liberal, ambos con un propio proyecto sobre la forma en que se
debería estructurar y conducir a la nación.
Veamos las características de cada proyecto:
a) Proyecto liberal:
El proyecto liberal estaba representado por
sectores de clase media que no habían tenido
oportunidades que le facilitaran cierto ascenso
social. A inicios del siglo XIX, estos sectores se
agruparon en una asociación política conocida
como Logia Yorkina, y los máximos
representantes de esta logia en México fueron,
entre otros, Vicente Guerrero, Guadalupe
Victoria, Nicolás Bravo.
Los proyectos de nación liberales estaban guiados por las siguientes ideas:
Libertad: promover la libertad personal en oposición a la restricción de
libertades que se tenía en la época colonial, así como la libertad económica
para ingresar libremente en cualquier actividad productiva que significara una
remuneración o ganancia.
Igualdad: de todos los individuos, ahora ciudadanos, ante la ley. Ante el
Estado todos son ciudadanos y por lo tanto, se establece la desaparición de
diferencias entre todos los integrantes de un estado, por razones de: raza,
religión o clase social.
Democracia: es una forma diferente de elegir a los gobernantes. A diferencia
de la colonia cuando el virrey era impuesto desde España, esta nueva forma
de elegir se realizaba mediante el voto popular, sin embargo, era exclusivo
de los hombres españoles y criollos, pues no tenían derecho a voto indígenas
y mujeres.
República: es una nueva forma de organización territorial y de gobierno en la
que la nación no es dirigida por una sola persona, sino por tres elementos
llamados poderes con capacidad de conducir o gobernar a la nación y son:
poder ejecutivo, depositado en un presidente y vicepresidente encargados
de la dirección de todos los componentes del Estado; el poder legislativo,
integrado por dos grupos de legisladores llamados senadores y diputados
que son los encargados de hacer las leyes, y un poder judicial representado
por la suprema corte de justicia, órgano encargado de aplicar las leyes y de
vigilar su cumplimiento.
Separación de Iglesia y Estado: se buscaba terminar con la injerencia de la
Iglesia en los asuntos civiles en general, como en la educación, en los
registros de nacimiento y mortandad, pues antes de la independencia, la
Iglesia era la única institución facultada para expedir una fe de bautismo que
era el equivalente al acta de nacimiento. También se quería terminar con los
privilegios de que gozaba esta institución, como los fueros eclesiásticos
(protecciones a los religiosos, quienes no podían ser juzgados más que por
sus propias autoridades religiosas).
Federalismo: un pacto de alianza entre varios territorios llamados a su vez
estados, puesto que tienen las mismas características de un Estado o nación,
pero se agrupan entre sí para integrar una unidad sólida que les permita
coexistir sin perder su propia estructura, lo que se llamaría soberanía. Al
unirse, también se comprometen a respetar las normas federales, que son
aquellas aplicables a toda la federación. En un sistema federalista existe un
gobierno federal, cuya sede es el Distrito Federal, y dicho gobierno federal
está obligado a apoyar a cada estado por medio de recursos que provienen
de la tributación (impuestos) pagada por los ciudadanos, o del capital que
genera la explotación de recursos naturales, que son propiedad de la nación.
Los liberales enarbolaban estas ideas de democracia, libertad e igualdad a
sabiendas de que no eran incluyentes para todos los ciudadanos, como en esencia
deberían serlo. Sin embargo, es de reconocerse que el proyecto liberal significó un
notable avance que generalmente provocó un total rechazo de los grupos
conservadores.
Ahora, procedamos a revisar las ideas que guiaban el proyecto de nación de los
conservadores:
b) Proyecto conservador
Se nombraron como conservadores a quienes pertenecían
a los sectores acomodados tradicionales como el clero,
ejército, grandes comerciantes o propietarios de extensos
territorios o quienes ocupaban altos cargos en el gobierno
virreinal, los que ante los beneficios que gozaban en la
colonia, pretendían la conservación de los mismos, y se
agruparon en la organización llamada Logia Escocesa. Los
máximos representantes de esta logia fueron: Lucas
Alamán, Manuel Gómez Pedraza y Lorenzo de Zavala,
quienes pretendían en sus proyectos los siguientes puntos:
La conservación de las estructuras de privilegio coloniales: riqueza
acumulada, la propiedad de grandes territorios, fueros o privilegios para los
miembros del clero, del ejército y de los grupos elitistas.
La riqueza acumulada: tanto por miembros del clero que tenían amplias
extensiones de tierra, como por los importantes terratenientes, los dueños de
minas, grandes comerciantes, etc.
La monopolización de cargos públicos: El objetivo era permanecer en los
cargos públicos el mayor tiempo posible, lo que significaba enriquecimiento
y poder.
Permanencia de la misma religión: considerar a la religión católica como la
única que era tolerada en la nación, excluyendo a cualquier otra.
Permanencia de un sistema de gobierno monárquico o personalizado, es
decir, el poder descansa en una sola persona elegida por acuerdo entre los
propios grupos de poder.
Centralismo: el territorio se divide en departamentos que dependen en todos
los aspectos de un poder central, no tienen autonomía ni soberanía, no
pueden decidir por ellos mismos ni generar su propio gobierno, el poder
central lo decide todo.
En términos generales, hemos mencionado las principales características de los
grupos antagónicos que protagonizaron los conflictos del México posterior a la
independencia, tema que va de la mano con el establecimiento de las bases legales
que darían fundamento a la nación, es decir, que representan los proyectos de
nación que surge en este escenario conflictivo.
Tema 1.2
Bases Legales 19824-19857 ¿Qué significa constituir una nación?
Cuando un grupo de personas deciden constituirse en una nación, primero nombran
un congreso constituyente que representa las ideas, intereses y aspiraciones de
todos los grupos sociales que la conformarán, formalizando dicho acto a través de
la creación de un documento llamado constitución política, con lo que se establece
la base legal de su nacimiento.
Por lo tanto, las bases legales son los fundamentos jurídicos que dieron origen
formalmente a nuestra nación. Con fundamentos jurídicos nos referimos a las dos
constituciones que se promulgaron durante el siglo XIX: la de 1824 y la de 1857.
Se dice que son las bases legales porque configuraron la estructura inicial de lo que
es México: sus formas de gobierno, su composición territorial, su relación con la
Iglesia y todo un conglomerado de leyes que establecen derechos y obligaciones
de los ciudadanos que
Como podemos observar, los fundamentos ideológicos de las bases legales que
conformaron a nuestro país provienen de los grupos que dominaban el panorama
político en el siglo XIX, por tanto, es posible decir que en ellos se plasman todas las
contradicciones y conflictos que existían por la disputa del poder para controlar el
territorio nacional y la nación mexicana. Ahora te invitamos a pensar acerca de esta
situación, así como a realizar una reflexión basada en estas contradicciones. Dicha
reflexión la llevarás a cabo realizando la siguiente actividad de aprendizaje.
Tema 1.3
Efectos de las pugnas políticas entre liberales y
conservadores en la conformación de la nación Imagínate viviendo en un país en donde hoy gobernara uno de los diversos partidos
que existen, y al otro día tomara el poder otro partido, y al siguiente mes, el otro, y
que luego el primer partido volviera a tomar el poder, y que todos los partidos
tuvieran un interés y una visión diferente de lo que se debe hacer; pues éste era el
panorama político en el México independiente. En ese tiempo, como ya lo
mencionamos, había un fuerte combate por ganar el poder, combate en el que
participaban liberales y conservadores.
La inestabilidad política causada por las pugnas entre estos dos grupos ocasionaba
una ausencia de poder y control del territorio nacional, lo que facilitó una serie de
intervenciones militares e invasiones por parte de países extranjeros con intereses
expansionistas. Las principales intervenciones militares que sufrió nuestro país
durante el siglo XIX se resumen en el siguiente cuadro:
Después de la pérdida de parte del territorio nacional por la intervención
norteamericana, la división entre conservadores y liberales, así también, la crisis
económica y social, se hizo agudizaron imperando el desorden y la anarquía.
En el aspecto económico, se vivió una situación de crisis en el país, ya que el
gobierno se encontraba en déficit, es decir, gastaba más de lo que percibía y no
podía apoyar a los estados confederados.
Inglaterra, Francia y Estados Unidos quisieron aprovechar la debilidad del país y por
diversos medios buscaron beneficiarse, ya sea a través de hacer préstamos con el
cobro de grandes intereses, o mediante la apertura de mercados para sus
productos.
En 1853, el sector conservador dominaba el panorama político nacional con Antonio
López de Santa Anna en el poder, quien lejos de conseguir una estabilidad social,
ocasionó que los problemas se hicieron más graves, pues la riqueza se siguió
concentrando en pequeños sectores de la población.
En 1855, el general Juan Álvarez incitó a una rebelión contra el gobierno
conservador de Santa Anna proclamando el Plan de Ayutla, el cual tuvo éxito
inmediato con la respuesta favorable de la mayor parte de los sectores sociales.
Con este plan, se daba por terminada la era santanista, surgiendo un nuevo
gobierno y una nueva generación de liberales civiles como Benito Juárez, Melchor
Ocampo, Ignacio Ramírez, Sebastián Lerdo de Tejada, Guillermo Prieto quienes
convocaron al Segundo Congreso Constituyente en 1857, integrado en su mayoría
por hombres de tendencias liberales que de inmediato se empeñaron en promover
cambios radicales (en 1859), incorporando las llamadas Leyes de Reforma, que
esencialmente estaban enfocadas contra los intereses de la Iglesia.
Siendo presidente Ignacio Comonfort y Benito Juárez presidente de la Suprema
Corte de Justicia, se promulgó la constitución de 1857, que incluyó por primera vez
un capítulo de garantías individuales y un sistema jurídico de protección a esos
derechos (amparo: posibilidad legal de protegerse jurídicamente ante la aplicación
indebida de una ley).
Asimismo, otros aspectos que incluía la constitución de 1857 eran: la igualdad, la
inviolabilidad del domicilio y propiedad, libertad de trabajo, industria y pensamiento.
Todo ello provocó una reacción conservadora que llevó a un nuevo golpe de
Estado, esta vez por parte de los conservadores encabezados por Félix Zuloaga,
quienes proclamaron el Plan de Tacubaya para derogar la constitución y derribar a
Comonfort. Zuloaga se adueñó de la presidencia que correspondía legalmente al
presidente de la Suprema Corte, es decir, a Juárez, desencadenándose con ello la
Guerra de Tres Años o Guerra de Reforma.
La república restaurada
Si hiciéramos una línea de tiempo como la anterior, ubicaríamos
a la República Restaurada del 5 de junio de 1867 – año en que
Juárez entra a la ciudad de México- a 1876, año en que Porfirio
Díaz se rebela contra el presidente Sebastián Lerdo de Tejada e
inicia lo que se conoce como el Porfiriato.
Es preciso que conozcas algunas características de la República
Restaurada:
Significó el triunfo del grupo liberal sobre el conservador.
Liberó al país de la fuerte presión a la que había sido sometido desde el
nacimiento de la República.
Compensó en parte la frustración que había provocado la pérdida del
territorio.
Generó un clima de libertad y democracia momentáneo.
Produjo una generación de políticos y escritores que han sido calificados
como excepcionales y patriotas: Generación de la Reforma.
Comenzó el desarrollo capitalista de la economía: en 1873 se terminó la
construcción del ferrocarril México-Veracruz, se colonizaron territorios
despoblados con agricultores extranjeros.
Se reorganizó la educación pública, se abrieron escuelas de todos niveles:
institutos de ciencias y artes, Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística,
liceos y revistas literarias como Renacimiento, dirigida por Ignacio M.
Altamirano; Gabino Barreda inauguró la Escuela Nacional Preparatoria;
destacaron escritores como José Joaquín Fernández de Lizardi, Luis G.
Inclán, Ignacio Ramírez “El Nigromante”, Guillermo Prieto, Manuel Payno,
Ignacio Manuel Altamirano.
Se buscó fortalecer la identidad nacional a través de la educación, afirmando
el patriotismo y el nacionalismo; los historiadores exaltaban el pasado
prehispánico.
Se buscó crear una cultura liberal y romántica que ensalzaba la libertad, la
patria, la lealtad, el heroísmo.
Pero también siguieron dándose algunas rebeliones fomentadas por el clero,
(1875) quien exigía “Religión y fueros”, y algunas rebeliones de indígenas
que habían sido despojados de sus tierras por las Leyes de Reforma, como
la de Manuel Lozada en Tepic y Jalisco.
Con la República Restaurada y el triunfo liberal, la situación en México se dirigió
hacia nuevos rumbos, no sin los grandes obstáculos que siguió representando la
existencia de las diversas ideas e intereses de los grupos políticos que no dejan de
estar en el escenario histórico de la nación mexicana.
Es importante mencionar que en esta etapa de la vida de México, se pretendieron
afianzar nuevamente las raíces culturales, recurriendo al rescate y revalorización
del pasado prehispánico, puesto que éste contribuía a la creación de una memoria
nacional compartida, misma que establecía su autenticidad suponiendo la
existencia de una nación indígena prehispánica en la cual basar sus raíces, dotando
a la nación de un pasado remoto y alentando ideas que acariciaban amplios
sectores de la población, uniendo tres convicciones: la creencia de poder restaurar
un imaginario imperio mexicano, el repudio de la dominación española y la definición
de la Guerra de Independencia como una venganza contra las injusticias de la
conquista, ideas todas que se hacen evidentes ante hechos como los siguientes:
Utilización de una bandera con el águila sobre el nopal por José María
Morelos.
Las primeras banderas acuñadas por el México independiente, llevaban el
águila azteca, y la princesa zapoteca Donají, adornó el primer escudo de la
ciudad de Oaxaca.
Estos elementos confirman la intención de rescatar las raíces culturales
prehispánicas e incorporarlas en los nuevos símbolos de identidad nacional.
También, es necesaria la reflexión acerca de lo que representó el establecimiento
de la nación y por tanto, que todos sus habitantes fueran señalados oficialmente
como parte de la misma, todos iguales ante la ley. El ciudadano individual ahora
sería un ciudadano colectivo, ¿qué pasaría entonces con los diversos pueblos
indígenas que contaban con sus propias tradiciones y su autonomía para dirigirse
mediante propias costumbres? Algunos protestaron y resistieron, otros negociaron
e innovaron y se adaptaron de acuerdo a sus necesidades.
Ante un panorama tan conflictivo, ¿cómo se mantuvo la unidad? Curiosamente, las
intervenciones militares y lo que éstas representaron, como la pérdida de gran parte
del territorio nacional, despertaron un sentimiento de unidad y de defensa en el
mexicano, la idea de una patria común ante el invasor extranjero, ante el “otro” que
hablaba una lengua distinta.
Una vez leídas estas reflexiones finales, te invitamos a expresar tu reconocimiento
de los efectos de las pugnas políticas entre liberales y conservadores y el nuevo
rumbo que tomó México en el siglo XIX.
Conclusión Esta etapa de la historia de México que hemos podido revisar, tiene gran
importancia, puesto que nos da una visión general de la existencia de los conflictos
de intereses que existen entre quienes dirigen una nación, pues a partir de ello,
podemos reflexionar sobre la manera en que nos es posible participar como
ciudadanos sin perder de vista que tenemos responsabilidad en la continuación de
la confirmación de nuestra identidad nacional, esta confirmación debe darse hacia
un sólo proyecto de nación que represente un bienestar para todos sus miembros.
Recordando que la historia se construye de acciones humanas, debes ser
consciente de que ahora, en este momento, tú también estás construyendo tu propia
historia y, a la vez, la historia de México.
Tema 2
El Porfiriato
Introducción En este último tema, te hablaremos de la época
conocida en nuestra historia como Porfiriato y su
influencia en la vida nacional, ya que durante
este período existieron avances en materia
económica (como cierta industrialización), pero
también importantes retrocesos en materia
social, pues dicho avance económico se hizo a
costa del perjuicio de grandes sectores de la
población, lo que desembocaría a principios del
siglo XX en el movimiento revolucionario de 1910.
Sobre todo, es necesario que aprendas que el desarrollo económico logrado en el
Porfiriato fue posible por la expansión económica que hacia finales del siglo XIX
registraron países europeos y los Estados Unidos de Norteamérica, quienes
convirtieron a muchos otros países (entre ellos México) en productores de materias
primas o mercados para sus productos.
¿Qué es el Porfiriato?
Recibe el nombre de Porfiriato el
período de nuestra historia en el que
Porfirio Díaz fue presidente. Dicho
período abarca un lapso de más de 30
años, esto es, de 1876 a 1911, año
este último en el que fue derrocado por
el movimiento conocido como
Revolución Mexicana.
Porfirio Díaz llegó al poder después de
promulgar el Plan de Tuxtepec, donde
se desconocía al presidente Sebastián
Lerdo de Tejada alegando que éste
había alcanzado la presidencia de
forma ilegítima.
Durante el primer mandato de Díaz (1876-1880), se insertó en la constitución el
principio de la “no reelección” para el presidente y gobernadores de los Estados,
hecho que, años después, sería ignorado por Díaz, quien se reeligió como
presidente durante más de treinta años.
De 1880 a 1884, Díaz impuso en el gobierno al general Manuel González, y después
gobernó consecutivamente hasta 1911, para lo que modificó la constitución de modo
que fuera posible la reelección indefinida.
A continuación, te damos a conocer las principales características económicas,
políticas y sociales del Porfiriato.
Características económicas
Como mencionamos líneas arriba, el Porfiriato se desarrolló inmerso en el proceso
mundial de avance del imperialismo.
Recuerda que este fenómeno del imperialismo es, a grandes rasgos, el proceso de
expansión económica y política que los países industrializados de Europa y
Norteamérica realizaron a finales del siglo XIX, encaminados a someter a países
menos desarrollados industrialmente, como México.
Por tanto, el concepto de desarrollo que manejó el gobierno de Porfirio Díaz era la
entrega de las principales actividades económicas del país a las naciones
imperialistas (industrializados) en condiciones muy ventajosas para éstas. Por
ejemplo, el sector minero, petrolero y plantaciones (de caucho, café, caña, plátano)
fueron concesionados a norteamericanos, ingleses y alemanes; el comercio, la
industria textil y la prensa, a franceses y españoles; mientras que, por otro lado, la
aristocracia mexicana se ocupó de las grandes haciendas pulqueras, agrícolas,
azucareras y ganaderas. De igual manera, las primeras instituciones bancarias
también fueron extranjeras, sobre todo de capitales ingleses.
Otros aspectos económicos son:
Vías férreas. Durante este régimen se tendieron cerca de 25 mil km de vías
férreas. El objetivo de Díaz era lograr el crecimiento económico con la
implementación de los ferrocarriles, ya que esto ayudaría al intercambio
comercial. La manera de realizarlo fue con capital extranjero, al cual tuvo que
retribuir después el gobierno a través de préstamos y una serie de permisos
ventajosos, por lo que otorga concesiones especiales a ingleses y
holandeses. Otras innovaciones tecnológicas que se incorporaron fue el
teléfono, telégrafo y se comenzó a electrificar algunas regiones.
Explotación petrolera. También en este rubro, el gobierno de Díaz
concesionó grandes terrenos donde había potencial petrolero, y en los que
se instalaron gran cantidad de empresas extranjeras, inglesas y holandesas
principalmente.
Tenencia de la tierra (latifundismo y compañías deslindadoras). Desde 1883,
el presidente promulgó una ley para “colonizar” las tierras baldías, que en
realidad pertenecían a las comunidades indígenas.
La ley autorizaba al presidente a crear compañías para el deslinde y
colonización de las tierras. Dichas compañías recibieron gratis la tercera
parte de las tierras y el resto debían pagarlo en cómodas facilidades, con
exención de impuestos, derechos para importar maquinaria, etc. Para 1900,
la tercera parte del territorio nacional era propiedad de extranjeros
(españoles y norteamericanos) y el resto, de la camarilla formada por los
amigos de Díaz, que se convirtieron en grandes hacendados y latifundistas.
Los indígenas que se rebelaron por el despojo de sus tierras fueron
exterminados o enviados casi como esclavos a las plantaciones del sureste,
tal fue el caso de los yaquis y los mayos.
Características políticas
Otra de las principales características del gobierno de Díaz fue la centralización del
poder: todo el poder se concentró en la persona del dictador.
Su influencia se extendió en todo el país a través de gobernadores, jefes políticos y
presidentes municipales (impuestos siempre en forma vejatoria y violenta), mismos
que eran simples ejecutores de la voluntad del presidente.
El único poder existente era el Ejecutivo, los demás poderes estaban integrados por
los amigos de Díaz, quienes resultaban a la postre simples instrumentos que el
dictador manejaba a su antojo. De este modo, se nulificó la división de poderes y se
anuló el principio de libertad de sufragio.
Reformas constitucionales (reelección). En su segundo período de gobierno,
modificó la constitución para que fuera posible la reelección indefinida del
presidente, con lo que su gobierno se extendió hasta 1911.
La paz y el orden de la era porfirista. Un lema muy común durante la dictadura
de Díaz fue la “paz de los cementerios”, y se refería a la aplicación de una
política de “mano dura” para conservar la estabilidad social, por lo que
durante su dictadura fueron asesinados cientos de opositores políticos.
Siempre contó con el apoyo y la complicidad de la iglesia, así como de la
prensa de la época, la cual normalmente estaba concesionada a compañías
extranjeras, las que no dudaban en defender los intereses del régimen. Sin
embargo, había también ciertos diarios como El hijo del Ahuizote o
Regeneración (1901), que representaban tendencias liberales y que serían
importantes medios de expresión para el movimiento revolucionario de 1910.
Los científicos fueron un grupo de aristócratas que gobernaron junto con Díaz
aplicando políticas que beneficiaban a las clases acomodadas en detrimento
de las clases bajas.
Características sociales
En el aspecto social, el
gobierno de Díaz estuvo
marcado por grandes
desigualdades. Por un lado,
un pequeño grupo de
aristócratas dueños de
grandes riquezas, y por otro
lado, la mayoría de la
población sujeta a difíciles
condiciones de vida, por
ejemplo:
Los campesinos. Se encontraban aislados de lo que sucedía en el ámbito
político a falta de comunicaciones entre sus pueblos y a un alto índice de
analfabetismo. Fue sólo una muy pequeña parte de población rural (que
consistía en rancheros y curas, entre otros) que tenían cierta conciencia
política y los medios para participar en la política.
Movimiento obrero. La condición de vida de los obreros durante el Porfiriato
fue muy dura. Estaban sujetos a jornadas excesivas de trabajo, salarios
miserables y no tenían derechos de ninguna clase; el trabajador era sometido
a una intensa explotación, situación que serviría de antecedente al período
revolucionario (por ejemplo, las huelgas que se dieron en la zona minera de
Cananea, Sonora, y en la zona textil de Río Blanco, Veracruz.
Como te habrás dado cuenta, el Porfiriato fue un régimen de contrastes: por un lado,
generó cierto desarrollo económico, pero por otro, ocasionó graves consecuencias
para las clases desposeídas.
En lo que respecta a la identidad nacional, como podrás ver en la imagen siguiente,
que corresponde al centenario de la independencia en 1910, se aprecia que el
gobierno de Díaz estaba preocupado por recuperar las raíces culturales
prehispánicas, como lo demuestra este desfile de guerreros aztecas. Sin embargo,
por otro lado, entre las clases altas de la sociedad había un interés por asimilar
patrones culturales extranjeros, como por ejemplo, el afrancesamiento, que se
incorporó a la vida cotidiana de este grupo social y en la arquitectura.
En muchas de las construcciones de la época porfirista, se utilizaron patrones
estéticos afrancesados, como en el palacio de Bellas Artes.
En síntesis el Porfiriato fue un régimen que sigue causando polémicas entre los
historiadores, pues algunos lo consideran como el inicio de la modernidad y otros
como un régimen que heredó diversos problemas aún no superados en el país,
como el depender de inversiones extranjeras para el desarrollo de la economía.
Conclusión Con este tema, terminamos esta aventura que inició desde que pudimos
comprender el concepto de Historia, de donde partimos para recorrer nuestras
raíces históricas, hasta la conformación de una nación mexicana, es decir, de las
raíces de la identidad nacional a la formación del Estado mexicano.
El objetivo de la unidad 3 es analizar críticamente el proceso de construcción del
Estado mexicano durante el siglo XIX, y lo que pretendemos es ayudarte a que
entiendas los procesos formativos de la actual identidad nacional. Sin duda, la
revisión de la historia de las diversas épocas de nuestro país ayuda a conseguir tal
objetivo.
El México actual no podría ser entendido sin conocer las aportaciones que a la
cultura hicieron las sociedades mesoamericanas, la sociedad colonial y la
independentista. Muchas de las manifestaciones ideológico-culturales de la
actualidad provienen de dichos períodos y hoy sólo se adaptan a las condiciones
vigentes. Sin embargo, para que tengas un panorama más completo, será
necesario que revises el siguiente módulo del siglo XX, donde encontrarás muchos
elementos que nos explican la identidad nacional.