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UNIVERSIDAD PEDAGOGICA NACIONAL
UNIDAD AJUSCO
LICENCIATURA EN PEDAGOGIA
“LA PRODUCCIÓN DE TEXTOS DESDE LA PEDAGOGÍA POR
PROYECTOS EN ALUMNOS DE TERCER GRADO”
PROYECTO DE DESARROLLO EDUCATIVO PARA OBTENER EL
TITULO DE:
LIC. EN PEDAGOGÍA
PRESENTAN:
CERROS PÉREZ ELIZABETH
MEJÍA VÁZQUEZ LIGIA ANGÉLICA
ASESOR: ROBERTO ISIDRO PULIDO OCHOA
INDICE
Introducción 1 Capitulo 1: La lectura en nuestros primeros años 1.1 Autobiografía Elizabeth 3 1.2 Autobiografía Ligia 13 1.3 Análisis 31 Capitulo 2: La producción de textos desde la pedagogía por proyectos 39 2.1 Diagnostico 40 2.2 Primeros acercamientos 41 2.3 Contexto de la escuela 42 2.4 El grupo de tercero 44 2.5 El sentido de la lectura en el Alexander Dul 46 2.6 La propuesta de intervención didáctica 50 2.7 Organizando el proyecto 54 Capitulo 3: Aplicación 59 3.1 ¿Por dónde empezamos? 60 3.2 Iniciando un nuevo proyecto 74 3.3 ¿Qué vamos a aprender? 77 3.4 Festejando a un campeón 79 3.5 Un día para festejar 92 Conclusiones 97 Bibliografía 99
1
INTRODUCCIÓN
El desarrollo de la lengua oral y escrita constituye la puerta de entrada al
sistema de educación formal y es la base del trabajo educativo en las distintas
áreas de conocimiento. Sin embargo, a pesar de su prioridad, siguen siendo
altos los índices de fracaso escolar y existen claras evidencias de las
dificultades enfrentadas por muchos niños en el aprendizaje de la lectura y la
escritura.
Por lo tanto, resulta necesaria la formación permanente de profesores con la
finalidad de desarrollar alternativas didácticas que fomenten la articulación
entre la teoría, la metodología y la práctica docente.
Nuestra formación a lo largo de cuatro años como pedagogas nos permite
construir propuestas innovadoras educativas que corresponden a los
requerimientos teóricos y prácticos del sistema educativo, basándose en el
trabajo grupal e interdisciplinario.
Durante los últimos dos semestre de nuestra formación empezamos a llevar a
cabo prácticas dentro del campo “La lectura y escritura en la educación básica”,
donde las problemáticas a analizar se enfocaron a la enseñanza y aprendizaje
de la lectura y escritura.
Las prácticas nos llevaron a la investigación y planeación de un proyecto de
intervención derivado de la problemática observada en la escuela primaria
“Alexander Dul” con el grupo de tercer grado, algunas de ellas fueron: la idea
tradicional de lo que es la lectura concibiéndola como sinónimo de copiar tal
cual las ideas memorizando los textos, el uso de reglas gramaticales, escritos
de contenido violento, apatía al trabajo en equipo.
El proyecto, está conformado por tres capítulos, en el primero se relatan
nuestras autobiografías respecto a las vivencias que tuvimos a lo largo de
estos años en nuestra preparación escolar haciendo referencia a los
2
acercamientos con el aprendizaje de la lectura y escritura en diferentes
contextos y situaciones. Esto permitirá contrastar las prácticas en la lectura y
escritura con la visión actual.
En el segundo apartado se hace referencia a la descripción de los alrededores
de la primaria, las condiciones y los problemas a los que se enfrentan los niños
diariamente; familiares, niños provenientes de la delegación Álvaro Obregón,
entre otras causas que impiden favorecer su crecimiento personal y escolar.
Finalmente se enlistan las actividades propuestas para llevar a cabo dentro del
aula.
En el tercer capítulo tomando como metodología del trabajo de investigación, la
documentación narrativa de experiencias pedagógicas1, se relata la experiencia
que obtuvimos al trabajar la producción de diversos textos (informativo y
descriptivo) se muestran fotos y voces de los alumnos de tercero cuando
hacían las actividades. Se mencionan los obstáculos que enfrentamos en la
escuela para poder trabajar, de esta manera se hace referencia a diferentes
autores para explicar las intenciones de la propuesta.
En último lugar a manera de conclusión se encontrarán algunas reflexiones de
la experiencia, los logros obtenidos durante y al final en los proceso de lectura,
escritura, oralidad y trabajo colaborativo.
1 La documentación narrativa de experiencias pedagógicas es una modalidad de investigación cualitativa-‐interpretativa que pretende reconstruir los sentidos pedagógicos que los docentes construyen cuando escriben, leen, reflexionan y conversan entre colegas acerca de sus propias prácticas educativas. Inspirada en los aportes teóricos metodológicos del enfoque etnográfico, la documentación narrativa se orienta a dar cuenta de las comprensiones de los educadores acerca de sus mundos, practicas y relaciones escolares, y de los sujetos que los habitan. (Suarez:2006:73)
3
CAPITULO I. LA LECTURA EN NUESTROS PRIMEROS AÑOS
1.1 Autobiografía Elizabeth
Tengo veintidós años. Nací la tarde del martes 14 de febrero del año de 1989.
Hoy me he sentado a pensar y reflexionar acerca de cómo fue que apareció la
lectoescritura en mi vida. Honestamente no recuerdo el momento exacto en
que tuve el primer acercamiento.
Todo comenzó, aquella tarde de 1992 como cada domingo había reunión
familiar en casa de los abuelos “feliz”, (les decimos así a los padres de mi
mamá), él se llamaba Félix, era un señor alto, moreno como el color del café
con leche, ojos de color verde, extremadamente delgado, oriundo del estado
de Guanajuato.
Mi abuela se llama Felisa, blanca como la leche, de estatura baja, y complexión
gruesa. Es oriunda de Jilotepec, Estado de México. Y como sus nombres lo
dicen ellos siempre estaban felices.
Tuvieron nueve hijos, los cuales cada domingo se reúnen en aquella casa de
color azul cielo ubicada, en una de las avenidas principales de la delegación
Cuajimalpa. Tiene un zaguán negro, al entrar lo primero que se ve es un patio,
el cual está lleno de macetas con plantas de zábila, alcatraz, teléfono, mala
madre, ruda, yerbabuena, epazote y uno que otro injerto que hace la abuela
como experimento.
Esa tarde estaba sentada en la silla del rincón de aquel hermoso comedor,
color café con acabados coloniales a mano, por la ventana pasaban los rayos
del sol, me encontraba sola y enojada, porque mis primos no quisieron jugar
conmigo.
Sobre la mesa se encontraba aquel libro para colorear de los “Muppet´s
baby´s” (que era una de las caricaturas que por esas fechas estaba de moda),
y con un color verde de marca “prismacolor”, me puse a repasar el contorno de
cada dibujo y letra que aparecía en aquel pequeño libro, con portada azul y
letras blancas.
4
Desde entonces y durante todo ese año todas las tardes, me sentaba en el
comedor con algún libro que traían mi mamá o mis tías, todos eran para
colorear y no tenían muchas letras, pero me gustaba inventar las historias que
los dibujos podían contar.
Los libros en su mayoría eran de las princesas de Disney, como la Sirenita,
Cenicienta, Blanca Nieves, Plaza Sésamo y de una caricatura que no recuerdo
bien como se llama, pero era de una familia de osos que vivía en el bosque.
Para febrero de 1993 en el radio y la televisión, se anunciaba “si cumpliste
cuatro años a preescolar debes ingresar”, más o menos es lo que recuerdo que
decía, en efecto era la convocatoria de la SEP para que todos los niños
asistieran a la preinscripción para el nuevo ciclo escolar.
Una tarde salí con mis padres y hermano de paseo, el día estaba hermoso,
había un sol radiante, los pájaros cantaban y volaban por todos los árboles que
se encontraban en la calle.
Mi padre, detiene el auto enfrente de un lugar con un zaguán blanco y paredes
de color crema, nos pide que nos bajemos y toca el timbre de aquel lugar, por
la puerta se asoma una señora de edad avanzada, su cabeza está repleta de
canas y usa un delantal azul con cuadros blancos y negros, en su cara hay una
sonrisa dibujada y nos dice que pasemos, “la dirección está al fondo”.
Nos recibe la directora, a su lado, está una joven, la cual presenta a mis padres
como la Miss Lupita. La directora comienza dándole un discurso a mis padres
sobre la escuela, los pagos y no sé que más les habrá dicho, porque yo era
muy pequeña y no entendía todo, además estaba muy entretenida observando
los juegos junto con mi hermano.
Después de la plática con la directora y maestra, mi padre, me tomó de la
mano y dijo “mira hija esta será tu escuela, aquí te van a enseñar muchas
cosas y vas a tener muchos amigos”, en ese instante yo no entendía qué era
una escuela, y sin embargo me daba mucha ilusión el hecho de que iba a tener
muchos amigos.
5
Mientras esperé agosto para que puediera asistir por primera vez a la escuela,
pasé el tiempo compartiendo juegos con mis primos. Y seguía hojeando libros
y cuentos que encuentro en los alrededores de mi casa.
A veces, sin que nadie se diera cuenta, me escondía en el cuarto de mi tía
Irma, (es la hermana más chica de mi mamá), estaba estudiando en la UNAM
contabilidad, en su cuarto, tenía un librero de madera donde guardaba todos
sus libros y cuadernos, éste tenía tres repisas, en la de hasta abajo se
encontraban cuentos para niños, los cuales tomaba para hojearlos e
imaginarme las historias porque las letras todavía no las conocía.
Ya han pasado cuatro meses desde que mis padres me llevaron a conocer la
que sería mi escuela, hoy es el gran día, voy a iniciar en segundo de
preescolar, mi madre me levantó de la cama a las 7:00 de la mañana para que
me vistiera, me voy a poner la ropa que ella ha escogido, es un vestido rojo con
adornos blancos, unas mallas de estambre color blanco, porque, por las
mañanas se sentía frió, me peina de una colita de caballo y me sirve “zucaritas”
(cereal que hasta el día de hoy sigue existiendo) para desayunar, me manda a
lavarme los dientes, me toma de la mano y nos vamos rumbo al colegio.
Mi mamá, en el camino me comentó que Denise (mi prima), iba a estar en la
misma escuela y salón que yo. Eso crea en mí una cierta confianza y alegría,
porque sabía que si no hacía amigos iba a tener con quien jugar.
Me sentía un poco rara, no sabía lo que me esperaba, ni lo que podía encontrar
en ese lugar. Al llegar, el zaguán estaba abierto de par en par, había mucha
gente, todos los papás se encontraban dejando a sus hijos, la mayoría de los
niños estaba llorando, yo no entendía por qué, el hecho es que había
desconcierto.
Al llegar al salón, nos recibió la maestra, es la Miss Lupita, la que conocí la
primera vez que vi la escuela, tenía en su rostro una sonrisa y nos decia “hola
peques pasen y siéntense en la silla que quieran”, mi prima y yo nos sentamos
juntas.
Comenzó preguntándonos nuestro nombre, en el grupo éramos muy pocos
niños, no pasábamos de veinte. En este colegio además de la Miss Lupita, nos
6
daba clase la Miss Cony, ella nos enseñaba inglés. Era muy difícil y a veces
cansado porque las dos nos dejaban tarea y para un niño de cuatro años es
mucho trabajo, la Miss Lupita decía que teníamos que aprender a leer y escribir
antes de pasar a tercer año de preescolar.
El curso lo comenzó pidiéndonos un libro de caligrafía, decía que para soltar la
mano yo me preguntaba si ¿acaso las teníamos amarradas? o ¿por qué había
que soltarlas?. Es un libro de forma italiana con pastas de color verde y letras
negras con blanco, sus hojas están rayadas y al principio de cada una traía
ejercicios los cuales teníamos que repetir hasta llenar toda la hoja, hay que
hacer círculos, casitas, bolitas, palitos y una infinidad de dibujos.
Al final del libro empezaban las vocales, la primera de ellas es la “Aa”, dice que
es de “árbol”, “abeja”, “agua” y otros objetos que empiezan con esa vocal y nos
mostraba en tarjetas sus dibujos. Además nos enseñó la canción de “cri-cri”
que decía más o menos así:
“Primero verás, que pasa la “A”
Con sus dos patitas muy abiertas al marchar.
Ahí viene la “E”, alzando los pies,
El palo del medio es más chico como vez.
Aquí está la I, la sigue la "O"
Una es flaca y otra gorda porque ya comió
Y luego hasta atrás llegó la U
Como la cuerda con que siempre saltas tú”.
Esa canción la cantamos por muchos días hasta que, a consideración de la
maestra, aprendimos bien las vocales, nos dejaba hacer planas en el cuaderno
de cada una de las letras y la maestra de inglés nos ponía a hacer lo mismo
pero en ese idioma.
En casa por las tardes mi abuelito Félix nos reunía a todos los nietos en la sala
para leernos el periódico o contarnos alguna de las leyendas de su pueblo.
7
En la escuela me seguían enseñando las letras, ya que habíamos aprendido
todo el abecedario comenzamos a formar sílabas, por aquellos años estaba de
moda un grupo de cantantes que se llamaba “Garibaldi”, sus canciones eran
muy sencillas prácticamente no decían muchas palabras, pero la Miss se
apoyaba de ellas para enseñarnos a formar silabas, la que más usa es la de “la
ventanita”, “la bolita” y “banana”.
En el pizarrón pegaba tarjetas donde estaban escritas las letras del abecedario,
en una grabadora ponía los casetes de la música de “Garibaldi” dejaba correr
una estrofa y nos preguntaba qué palabras habíamos reconocido y todos
decíamos palabras como “banana”, “ventanita”, “bolita”, “sube”, “baja”, etc.
Posterior a esto nos pedía que pasáramos al frente y que con las tarjetas
fuéramos formando las sílabas que la conformaban y la leíamos en voz alta.
Terminé el primer año de preescolar, entre planas y canciones de “cri-cri” y
“Garibaldi”, según la maestra aprendí a leer y escribir, aunque en realidad ni
siquiera comprendía lo que leía o escribía.
Un día mi tía Gaby (otra de las hermanas de mi mamá) me regaló un libro,
cuando me lo dio, dijo: espero que te guste, es un libro muy bonito y lo acabo
de rescatar, porque en la escuela donde trabajo lo iban a tirar”, el libro se
llamaba Cuentos de Perrault, tenía el cuento de; La Bella Durmiente, Piel de
asno, El gato con botas, Caperucita roja, La Cenicienta, Riquet el del copete y
Los tres deseos.
Ese día me senté a hojearlo en el patio, en un rinconcito que está entre el
lavadero y una maceta de ruda, el sol estaba radiante, lo abrí en el cuento de,
Los tres deseos, y este es el primer texto que leí completo, después de leerlo
se lo fui a contar a mi hermano.
Durante el resto del preescolar seguí practicando la lectura con cuentos,
anuncios y letreros que llegaba a encontrar, por lo que concierne a la escritura
casi no la practicaba.
En agosto de 1995 entré a la primaria, la escuela se llamaba “Carlos María de
Bustamante”, iba en el turno de la tarde, el director le había comentado a mi
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mamá que existía la posibilidad de que me adelantaran al segundo año debido
a que ya sabía leer, escribir, sumar y restar.
Sin embargo, esto no ocurrió, debido a que el director se jubiló antes de que
me cambiaran, y el nuevo director dijo que no, que me quedara en primero.
Durante todo el año de primero no tuve un maestro fijo, cada mes lo
cambiaban.
Esa situación a mí no me afectó mucho, porque ya sabía lo que enseñaban en
este grado, pero a los que retrasó fue a mis compañeros ya que no había un
seguimiento constante y por la misma falta de maestros, el grupo era muy
indisciplinado, todo el tiempo estaban fuera del salón jugando. Cuando
pasamos al segundo año nos tocó estar con la maestra Rosario o “Chayo”,
como le decíamos.
Con ella la indisciplina siguió, bueno la verdad eso fue durante toda la primaria.
Pero algo que sí pudo lograr fue que todos mis compañeros comenzaran a leer
y escribir mejor, lo malo era que yo me aburría, porque terminaba mis trabajos
y actividades antes que todos y siempre obtenía buenas calificaciones.
Todas las clases eran usando el libro de texto de la SEP, dictados y copias del
pizarrón, no existía ningún espacio en donde pudiéramos leer algún tipo de
texto diferente a los libros de la SEP.
Todos mis primos incluyendo a mi hermano iban a la escuela en la mañana, mi
mamá entró a trabajar y yo pasaba la mañana con mis abuelitos. Me gustaba
mucho compartir las mañanas con ellos, en especial con mi abuelito, me
seguía contando las historias de su pueblo y seguía leyendo el periódico.
Una mañana descubrí que mi abuelito no sabía leer, porque lo que él estaba
repitiendo no era lo que decía el periódico, le pregunté qué ¿por qué no nos
había dicho que no sabía leer? y me contestó, que no lo hacía porque que no
quería darnos un mal ejemplo, su respuesta fue algo que me marcó mucho.
Le he querido enseñar a leer pero no quiere, dice que ya está muy viejo para
aprender y se escuda diciendo que “no conoce la O ni por lo redondo”.
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En la escuela me aburría mucho, todos los años me daban diploma de primer
lugar en aprovechamiento escolar, pero era ilógico no sacarlo si las clases eran
a base de dictados, copias y lecturas aburridas e incompletas de los libros de
texto, en mi casa ya había terminado de leer todos los libros infantiles que
había, también había recorrido todos los rincones de las casas de mis tíos en
busca de más libros y no encontré algo nuevo por leer, sólo periódicos y
revistas, pero eso no me gustaba leer porque luego no entendía lo que decían.
En el sexto año, me eligieron para la escolta de la escuela, este año hubo
muchos concursos, uno de ellos era la creación literaria, este era para el día de
la bandera, teníamos que escribir un cuento sobre los símbolos patrios, no
sabía cómo escribirlo, pero mi abuelito y mi mamá me dieron muchas ideas, no
tenía que ser un texto tan largo, nos pidieron como máximo cinco hojas, pero,
en todo lo que llevaba de la primaria, no nos habían puesto a escribir nada que
saliera de nuestra imaginación, eso se me hacía difícil.
El escrito que realicé lo seleccionaron junto con otros cinco para que
representaran a la escuela. No gané ningún lugar, sólo la experiencia de
escribir algo pensado por mí.
En cuanto a la lectura, la dejé de lado, porque me dediqué a estudiar para los
concursos, y el festival del día de las madres, apenas me daba tiempo para
hacer mis tareas.
Al entrar a la secundaria la situación de los dictados, copias y lecturas
aburridas no cambió, sólo en la materia de español se trabajaba con libros que
no eran de la SEP, como cuentos, poemas, narraciones, entre otros.
A unos meses de haber entrado a la secundaria, falleció mi padre situación por
la cual, me alejé tanto de la lectura y escritura así como de todas las personas
que estaban alrededor. Descuidé la escuela ya que no me daban ganas de
hacer nada.
Una tarde de domingo del año 2005, justo cuando acababa de cumplir 15 años
llegaron de visita mis padrinos, de regalo nos traían unos libros a mi hermano y
a mí.
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El libro que me dieron era: La princesa que creía en los cuentos de hadas, esté
libro trata de, cómo es que uno tiene que luchar contra los obstáculos que nos
pone la vida, para llegar al camino de la felicidad. Es uno de los libros que
llegan a ti en el momento indicado, con este puede sacar la tristeza que aún
sentía por la pérdida de mi padre. Y me hizo recordar que ya tenía un proyecto
de vida, que tenía que conseguir y que tampoco tenía que alejarme de los
seres que me amaban.
Concluí la secundaria de la mejor manera que pude, al ingresar al bachillerato
las clases seguían siendo igual que en la primaria y secundaria, sólo en la
materia que se llama Taller de Lectura y Redacción, el maestro nos dejaba
hacer escritos de diferentes tipos, el que más está presente en mí, es el trabajo
final, el cual consistió en hacer una antología de historias, leyendas, crónicas y
cuentos de algún estado del país, esto tenía que ser en equipo, decidimos
hacerlo del estado de Guanajuato.
Mi abuelito Félix nos ofreció su ayuda, nuestra antología comenzó con el
contexto del estado, para lo cual tuvimos que usar esas instalaciones de la
biblioteca con la que contaba él Bachilleres, ya que no se nos permitió usar
información de internet.
Después acudimos con mí abuelito para que nos contara las leyendas que
sabía de su pueblo, nos dio una lista entre los que estaban: La llorona, El
puente de Santa Ana, El callejón del beso, Las bolas de fuego, Leyenda de la
plazuela de Carcamanes, Las catacumbas, entre otras.
Lamentablemente no pudo ver el trabajo concluido, ya que falleció antes de
que termináramos, sólo nos alcanzó a contar y corregir tres de las leyendas, las
otras las tuvimos que investigar y sacar de otras fuentes.
Este trabajo me gustó, no sé si se deba a que nos permitió conocer un poco
más acerca del estado de Guanajuato, o quizá porque me acerque con mi
abuelito en sus últimos momentos de vida, ya que desde la muerte de mi padre
hubo un cierto distanciamiento por mi parte. La antología la conservo a manera
de homenaje para el gran ser humano que fue Don Félix Pérez Monroy (el
abuelo feliz).
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Durante todo el resto del bachillerato no leí ni escribí nada por gusto, sólo leía
cuando me lo pedían.
Al concluir el bachillerato ingresé a la Universidad Pedagógica Nacional. En la
Licenciatura de Pedagogía ya que al leer su perfil de egreso encuentro que hay
mucho campo de acción, en el cual me puedo desempeñar. Ademas me
resultan interesantes las materias que impartian.
Únicamente llevé cinco materias por semestre, cada maestro la imparte de
manera diferente, algo en lo que concuerdan la mayoría de ellos, es en dejar
un trabajo final, el cual consiste en elaborar un ensayo, ninguno nos ha
explicado cómo es que debe ser un ensayo, hacemos los trabajos como se
dice comúnmente “a como Dios nos dio entender”.
En todo los ensayos que entregué obtuve buenas calificaciones, creo que
nunca aprendí a hacer un buen ensayo, hubiera sido interesante que cada
maestro nos regresara los trabajos con correcciones y recomendaciones para
mejorarlos, sin embargo esto no ocurre, en la universidad únicamente te dan tu
calificación y ya.
Sin lugar a dudas, uno de los maestros que cambió mi vida y la manera de ver
la forma de enseñanza, es el profesor David Beciez, con él tomé clases dos
semestres, en segundo y cuarto, el más significativo para mí es el cuarto
Didáctica General.
Muchos dicen, que este maestro, está loco por su forma de enseñar, todo el
semestre nos la pasamos escribiendo canciones, rimas, recetas, leyendo
noticias y haciendo una infinidad de actividades que nos permitían hacer más
significativas las clases, ya que no se trabajan como tradicionalmente se hacía.
Una de estas actividades fue la elaboración de un cuento, a partir de la
experiencia vivida en una práctica, realizada con un grupo de primaria. Me
costó mucho trabajo convertir todos los apuntes del diario de clase en un
cuento, nunca lo había hecho.
A pesar de que conocía varios y sabía cómo es la estructura del cuento, tuve
muchas dificultades para realizarlo, sobre todo, porque nos pedían que fuera
12
escrito para los niños, entonces se tenía que usar un lenguaje para ellos,
reconozco que cuando uno crece se olvida de su infancia.
El escrito lo titulé “Alexander y los búhos mágicos”, no fue muy extenso
únicamente salieron tres hojas.
En todas las materias nos dejan leer a autores clásicos que según los
argumentos de los maestros, es indispensable conocerlos, ninguno nos ha
dado una bibliografía completa de los autores, sólo dan pequeños fragmentos
de ellos y no se logra llegar a un análisis profundo de lo que se lee.
Para la materia de “educación y sociedad en América latina”, el profesor
Alonso, no nos dio biografía de sociólogos o de autores que hablan de la
educación y sociedad, al contrario nos dejó leer la novela de Gabriel García
Márquez, Cien años de soledad, en lo personal nunca había leído un libro con
tantas hojas, 400 páginas para ser exacta, por la forma de la narrativa que
maneja Márquez hace que la historia te vaya envolviendo y no pares de leerla.
Desde entonces me propuse leer más obras de este estilo, lo cual no cumplí.
Únicamente leía y escribía lo que me pedían los maestros.
Los semestres pasaban y para sexto, en la materia de Evaluación y Planeación
Didáctica la maestra Leticia Fierro nos pidió un escrito en el cual teníamos que
hablar de los maestros que habían dejado alguna huella en nuestra vida y que
contribuyeron a nuestra formación profesional.
Para este trabajo leí tres libros, que hablaban acerca de la vocación,
motivación y entusiasmo de los maestros por la enseñanza, además me di a la
tarea de buscar a algunos de los maestros que había tenido y fue grato
sentarme a conversar y recordar anécdotas de cuando fui niña y adolescente,
ahora venía lo más difícil, escribir esas anécdotas. Fue la primera que me
senté a reflexionar acerca de mi vida como estudiante.
Para el último año de la licenciatura tuve que escoger el campo, dentro de mis
opciones había puesto sólo las de orientación, de las tres que puse, dos no se
abrieron y la otra ya tenía el cupo lleno, por lo cual me ofrecieron el campo de
“La Lectura y la escritura en la Educación Básica”.
13
Al principio no estaba muy convencida de estar en él, el primer día de clases
del séptimo semestre se presentaron los tres maestros, nos expusieron como
iba a ser la dinámica de trabajo. A mí me resultó muy interesante.
El último año de la licenciatura, me permitió tener un reencuentro con la lectura
y escritura. Gracias a los profesores Carmen, Roberto y Rigoberto conozco
una forma diferente de la manera en la que aprendí a leer y escribir, ésta es la
Pedagogía por Proyectos, me enteró que existen redes de maestros las cuales
se reúnen para contar anécdotas sobre su experiencia docente y la forma en
que han logrado trasformar la enseñanza de la lengua. Al conocer las
anécdotas de los maestros nos permiten acercamos, a lo que es la narrativa de
las experiencias de vida.
También he tenido la oportunidad de descubrirme como una escritora, con los
ejercicios que nos han dejado en clase comienzo a tomar el amor a esta
actividad, ahora puedo escribir sin miedos y limitaciones sobre cualquier tema
que se me ocurra, ya no lo hago sólo porque me lo pidan ahora es por el gusto
y satisfacción que me deja dicha actividad. Quizá no sea la gran escritora, pero
he logrado desenterrar y desempolvar los sentimientos y pensamientos que
tenía guardados.
14
1.2 Autobiografía Ligia
La memoria en el correr de los años deja de ser nuestra mejor aliada, ya que
en ocasiones nos priva de recordar momentos que influyen en nuestra vida, o
mejor aún, que nos permiten conocer cómo nos fuimos formando como
personas.
Mi caso fue ese, la memoria como la mala amiga que suele ser, me traicionó,
me hizo perdedizas algunas cosas, algunas de ellas recordar cómo es que me
convertí en lectora y escritora.
Estos recuerdos son vagos, por lo que tuve que recurrir a las personas que han
estado a mi lado estos 22 años para averiguar sobre ello, estas personas son
mis padres.
La información que pude recabar sobre la etapa de mi infancia fue poca, ya que
me mencionan que todo el proceso lecto escritor se llevó a cabo en la escuela,
con mis maestras de preescolar.
El trabajo realizado fue fácil, ya que mi mamá conservó cuadernos y en ellos
pude ver un proceso muy tradicionalista, ya que las hojas de aquellos
cuadernos se encuentran llenas de planas, vocales y figuras que buscaban ir
soltando una mano que se resistía y que en ocasiones se cansaba de hacer
esas largas y pesadas planas.
Hoja de cuadrícula en donde se pueden
observar repeticiones de letras, en este
caso de la letra “a” minúscula, también se
observa el control de la maestra al colocar
una “paloma” que significaba que estaba
correcto el trabajo. Realizado en 2º de
preescolar 1993.
15
Desearía recordar cómo es que aprendí a leer y a escribir y evitar con esto, que
otros me contaran mi historia de vida, pero en la plática que tuve con mi familia
para obtener información, pude percatarme que este aprendizaje no fue
“doloroso”.
Mi mamá menciona que trabajamos la lectura con unas tarjetas elaboradas por
ella, en donde colocaba una palabra y a un lado ponía alguna ilustración
referente a ésta, para que lo fuera yo relacionando, un ejemplo de estas
tarjetas era una que realizó con la foto de mi papá, colocó la foto y a un lado
PAPÁ.
Siguiendo con la indagación, le pregunté si sólo eran palabras o también las
letras por separado, a lo que me contestó que sólo eran palabras
acompañadas de las ilustraciones, que las letras las vi de manera individual en
la escuela, primero las vocales y posteriormente se unieron con las
consonantes.
Hoja de cuadricula, se observan repeticiones de las
vocales ya unidas con consonantes, en esta caso
se trabaja con la “m”. Realizado en 2º de preescolar
1994.
16
Año de 1994 llegué a preprimaria lo que se le conocía en esos años como el
estar en “prepri”. En este año tuve un cambio de escuela y por obvias razones,
un cambio de ambiente.
En ese entonces no fue tan drástico el cambio, ya que considero que fue para
bien, nuevos amigos, una escuela a la que hoy veo y es algo pequeña, pero en
ese entonces para mí era enorme, con un patio que tenía pasto sintético, una
canasta de basquetbol y sus paredes pintadas con dibujos animados, era lo
que más le daba vida a la escuela.
Para mí era un gusto el ir a la escuela, que cada inicio de año era una ilusión,
un entusiasmo que invadía cada parte de mi pequeño cuerpo y tanta era mi
emoción, que al ver a mi madre forrando libros y cuadernos era el indicio de
que ya era hora de regresar a nadar en ese inmenso mar de sabiduría.
Prueba de ello es el siguiente documento que fue escrito días después de que
en mi casa se adquirió una máquina de escribir, con el único fin de saber el
funcionamiento de la maquina y cuya única inspiración fue mi gusto por asistir a
la escuela.
Texto realizado en máquina de
escribir, a la edad de 9 años,
sobre el regreso a clases, uso
de signos de puntuación como
“,” y “.”
17
Los recuerdos de estos años son más notorios y esto lo atribuyó a las maestras
que tuve, que por alguna u otra cosa hacen que las recuerde de la mejor
manera.
Empecemos con mi maestra de preprimaria, Elsa, en efecto, diría mi papá una
maestra “mal encarada”, no recuerdo haberla visto sonreír, pero sólo era la
pura apariencia, el “cascarón” por así decirlo.
Éramos pocos sus alumnos, lo cual propiciaba que su atención hacia nosotros
fuera más personalizada y más si había llegado el momento de demostrar que
todas aquellas planas del preescolar habían tenido algo de bueno y esas letras
posteriormente convertidas en palabras por fin iban a decir algo.
Las planas ya no fueron tan aburridas de hecho ya no las hacíamos en el
cuaderno. Llegó a mi vida un libro que fue pedido por la maestra, “Mi libro
Mágico”.
Este era un libro algo especial, ya que me gustaban sus hojas de papel cebolla,
sus ilustraciones, las pequeñas lecturas y hoy lo hojeo y veo que aquel gran
libro que en ese entonces era para mí, no tiene nada de extraordinario, sigue
un método ecléctico, pero debo agregar que gracias a él reafirmé mi escritura y
empecé a leer.
EL REGRESO A CLASES
El regreso a clases es un nuevo año escolar, tienes nuevos amigos y nuevos libros, también nuevas maestras y en la escuela hay muchas actividades.
Y también puedes jugar con tus amigos y también con la maestra. La escuela es muy divertida y estudias mucho y también aprendes.
Fin.
ESTO FUE HECHO POR LIGIA ANGÉLICA M.V
EL 22. AGOSTO. 98
18
Página de “Mi libro
mágico”, contiene en
primera instancia una
ilustración, posteriormente
el uso de la letra “L”
combinada con todas las
vocales y por último se ve
complementada la hoja con
una lectura referente a la
ilustración.
Durante este año me dediqué a la lectura y a la escritura sólo en la escuela,
con los libros de textos pedidos por la maestra y los escritos poco a poco
fueron tomando forma.
Llegó el momento de pasar a primer año de primaria, aquí empezaron los días
de mayor escritura y en donde la maestra estaba más al tanto de ésta. La
atención se concentraba en que hiciéramos la letra bien, formáramos las
palabras de la manera correcta, para que así tuviéramos cada vez más
conciencia de cómo se escribían.
Estos años en la primaria los puedo recordar con mayor precisión, ya que fue el
arranque del gran maratón de dictados que hubo a lo largo de toda la primaria.
Cada dictado era tener el color rojo y el lápiz listo para no perderse ninguna
palabra dictada por la maestra, sin olvidar que el color rojo era para las
mayúsculas y los signos de puntuación.
No sé si parezca una exageración, pero al terminar cada dictado era empezar
a mover de una manera desesperada la mano, desfallecida por haber tomado
19
un dictado de menos de una cuartilla, convirtiéndose los dictados tanto para
mis compañeros como para mí lo que más aborrecíamos de la escuela; y
parecían tan largos que le pedíamos a la maestra que parara, para que
descansáramos, ahora que lo recuerdo ¡SI ERA UNA EXAGERACIÓN!, pero
de que eran aburridos, lo eran.
En casa inicié con mis primeras cartas, unas con dedicatoria para mi mamá con
las poesías que nos enseñaban en la escuela y otras para las que todo niño
llegada la hora, elabora días antes del 6 de Enero, “la carta de los Reyes
Magos”
Carta a los Reyes utilizando una
hoja cuadriculada y a su vez en
la hoja se puede observar que
tiene líneas, con tres cuadros de
separación entre ellas, para
obtener un mejor formato.
Carta a mi Madre, realizada en una
hoja en blanco, se observan faltas de
ortografía y tachaduras de posibles
errores, los títulos “mamá” y “poema”
muestran una línea por debajo.
Queridos Santos Reyes, quiero una grabadora y un plato como el de mi primo.
Fue escrito el día (en el escrito no se especifica el día) de 1995.
Atentamente Ligia
20
A pesar de la gran losa que eran los dictados, nunca me negué a seguir
escribiendo.
Al inicio de la primaria pasé por un hecho inolvidable en mi vida, a los 7 años
pisé por primera vez una biblioteca, fue algo totalmente nuevo para mí.
Está biblioteca, la cual no recuerdo como se llamaba, se encontraba en un
parque en el cual mi papá y yo íbamos a jugar todos los fines de semana, era
enorme, con un ambiente húmedo pero acogedora, llegué ahí debido a que mi
papá debía preparar un examen para sus alumnos y tenía que consultar
algunos libros.
Ya estando en este gran recinto, me sentí ajena a todo aquello que había
dentro, en especial de esos grandes pasillos con interminables estantes,
debido a que en uno de esos largos pasillos sin recordar cómo fue, perdí de
vista a mi padre y fue entonces cuando tuve mi primer acercamiento con una
bibliotecaria.
Este encuentro fue algo extraño como todo aquello que me rodeaba, se acercó
a mí y con una voz amigable me preguntó que si buscaba algo en especial, que
ella podía ayudarme a encontrarlo, por un momento me quedé pensando en lo
que podía contestarle a esa señorita tan amable y en un instante lo único que
pude decir fue que no, que sólo acompañaba a mi papá.
Caminé hacia el otro pasillo y ahí estaba mi padre tomando un libro, otro y otro
y así sucesivamente hasta que encontró el idóneo.
Mamá
Mamacita en mi pecho yo llevo una flor, no me importa el color que ella tenga, porque al fin tu madre eres una flor.
Poema
Yo quiero a mi madre y a mi padre también, si yo estoy dormido ellos velan mi sueño, si estoy enfermo ellos están despiertos.
21
Nos sentamos en unas enormes mesas con sillas cómodas y sólo observé
cómo es que mi papá leía el libro, para ver si ese era el que iba a tomar para
elaborar su examen.
Pasado un tiempo, mi papá mencionó que era hora de marcharnos, nos
levantamos y nos dirigimos hacia los escritorios de la entrada, llegando ahí
nuevamente estaba la bibliotecaria, a quien mi papá le pidió informes de cómo
podía llevarse a casa los libros, a lo que le siguió una aburrida y larga
explicación.
Al ver esta situación y mientras mi papá llenaba no sé cuántos formularios, la
bibliotecaria le preguntó que si me podía llevar a la sección infantil, que me iba
a gustar mucho, a lo que respondió que sí y fue así como conocí la sección
infantil.
Pude ver libros mucho más coloridos que los que se encontraban en el resto de
la biblioteca y caminando un poco más, llegamos a donde se encontraba un
estante lleno de películas.
Me acerqué y me interesé por una, no recuerdo el título, sólo llegan a mí
imágenes sobre unos pingüinos, tomé la película y le dije a mi papá que
también ésta nos llevaríamos a casa, que nos la prestaban.
Ese día salimos muy contentos, mi papá de haber encontrado su libro y yo de
haber conocido un edificio con tantos libros y no sólo aburridos y descoloridos,
sino también libros con mucho color, con dibujos y la mejor parte, feliz porque
me habían prestado una película para llevarme a mi casa.
Para segundo, tercero y cuarto año, el maratón de dictados siguió, parecían
interminables, tan sólo escuchar “Saquen el cuaderno de historia y pongan de
título: La conquista de México” era el inicio de un largo dictado que al final
terminaba ilustrado con una monografía.
La lectura para estos años era medida con el tiempo en que nos tardábamos
en leer alguna lectura del libro de la SEP.
Nos llevábamos el libro de lecturas a nuestras casas y los papás debían de
tomar el tiempo de nuestra lectura, posteriormente colocarla en la hoja, para
22
que al día siguiente la maestra lo revisara, lo anotara en la bitácora y nos
pusiera una “palomita” en su lista por haber cumplido con la tarea.
En estos mismos años llegaron los libros infantiles a mi casa, mi madre fue la
encargada de llevarlos, estos fueron cuentos clásicos para niños como:
Caperucita Roja y Pulgarcito, pero estos nunca llamaron mi atención y mis
padres tampoco le dedicaron tiempo a leerlos conmigo, por lo que se quedaron
intactos.
Fue hasta cuarto año, cuando en la escuela me pidieron un libro ajeno a lo
escolar, éste se titulaba Casi medio año de la editorial Barco de Vapor.
Este libro fue el primero que leí de principio a fin, quedé fascinada con él ahora
lo he vuelto a leer y lo he compartido con los pequeños de mi familia. Fue así
que después de cuarto año no volví a leer ningún libro completo.
En casa ya había muchos libros, una amplia biblioteca con libros de historia y
de señores que desconocía por completo ¿Quién es Gabriel García Márquez?
¿Carlos Marx? Y ¿Luis Spota?
El solo hojear o ver lo ancho de los libros, me daba una pesadez leer una sola
palabra de su contenido.
Mi madre, odontóloga de profesión y mi padre un aficionado por la historia, me
brindaban lecturas totalmente ajenas a mi interés y fue cuando mis padres me
empezaron a comprar libros más acorde a mi edad.
Fue entonces cuando me apasioné por los libros de la editorial Selector como:
Cuentos de horror para niños, Versos y rimas para niños, Cuentos de
fantasmas para niños, éstos eran muy común encontrarlos en las cajas de los
restaurantes o en la sección de libros de los supermercados, por lo que ir a un
“Samborns” a desayunar implicaba llevarme un libro más a casa para mi
colección.
Para quinto año de primaria, por decisión de mis padres, fui cambiada de
escuela, situación que a mí me incomodo y les pedí que no lo hicieran, ya que
me encontraba muy a gusto en este colegio, que durante cinco años me había
recibido y formado académicamente. Este llevaba por nombre Colegio
23
Mexicano, pero debido a que era una escuela que apenas iba creciendo, no
había quinto año de primaria, así es que el cambio era necesario.
Mi papá me hizo ver esta situación y mejor aun me pidió que lo acompañara a
la escuela a la que pensaba cambiarme, este evento fue un parteaguas, ya que
mi papá sabía muy bien cuánto es que me gusta nadar y al enterarme que esta
escuela tenía alberca, fue el elemento sorpresa que hizo que yo aceptara el
cambio.
Realizado el cambio e iniciado el ciclo escolar, mis padres se arrepentían del
cambio, ya que el maestro que tuve en 5º , era un señor de 60 años que
llevaba 30 de ellos como profesor en una escuela militarizada y en donde, por
su ritmo de vida, a sus 60 años, ya era un señor cuya apariencia era de una
persona muy cansada y se mostraba impaciente al dedicar sus días de
jubilación a niños de 10 u 11 años, convirtiéndose así en un pasatiempo que
utilizaba para salir de casa.
Sus clases eran escuchar sus anécdotas de los días que pasó en el ejército,
cómo preparó a la banda de guerra o cómo olvidar aquella frase que cada día
repetía, “si crees que vas a tapar el sol con un dedo, estás muy equivocado”,
En este año le vi fin a los dictados y la lectura brilló por su ausencia. Libros y
cuadernos quedaron intactos.
No logró asimilar cómo es que mis compañeros y yo conseguimos pasar a
sexto, siendo así nosotros fuimos un gran reto para la maestra que tuvimos ese
año, la cual iba a cursar su primer año en la institución.
Para sexto todo fue muy distinto, los dictados volvieron, pero ya no eran tan
pesados como al principio de la primaria, por el simple hecho de que la maestra
ya no estaba atrás de nosotros exigiéndonos que hiciéramos la letra bonita, ya
sólo buscaba corregir la ortografía, que en ocasiones, en lo personal, me era
muy difícil corregir.
La lectura siguió siendo sólo de los libros de texto los cuales eran aburridos y
no acaparaban mi atención.
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En este mismo año se me pidió que escribiera un pequeño discurso sobre el
medio ambiente, ya que habían pensado en mí para participar en el concurso
de oratoria a nivel zona, lo cual me entusiasmó y con ayuda de mi profesora, lo
escribí y quedó como resultado el siguiente texto:
Discurso realizado en 6º
de primaria, hecho en
máquina de escribir y
con correcciones a
mano y con pluma,
debido al uso de la
máquina de escribir se
pueden ver muy pocos
signos de puntuación.
Buenos días maestros y compañeros vengo represando al colegio Alexander Dul, mi nombre es Ligia Angélica Mejía Vázquez.
Vengo ante ustedes a hablar sobre un problema trascendental, llamado contaminación, que a mi criterio veo aumentar cada día y con tristeza acepto que los culpables somos sin duda todos nosotros.
Tan solo veamos el suelo, el aire, el agua, elementos que nos dan la vida totalmente contaminados y provocando a miles de gentes graves enfermedades.
¡Señores urge cambiar nuestros hábitos de vida!
Debemos parar la explotación irracional, concientizarnos que perderemos nuestros recursos si no hacemos nada por nuestros árboles, pájaros, peces.
Aun recuerdo cuando mi abuelo me platicaba sobre lo bello que era el D.F con una transparente atmosfera, bosques de primavera, lagos como espejos, chinampas y sitios mágicos que al conocerlos hoy solo estrujan mi corazón.
Hoy la capital solo tiene aumento de población, industrialización, humos y aéreas verdes insuficientes.
Rescatemos y cooperemos con entusiasmo para volver a ver una atmosfera pura, un cielo azul, una aurora púrpura como en un nuevo amanecer, para con ello preservar la vida en todo ámbito.
¡Luchemos juntos!
Gracias
25
Respecto a la lectura, un recuerdo que llega a mí es que en ese año el director
de la escuela organizaba círculos para leer, pero estaba dirigido a los padres
de familia y se llamaba “Te invito a tomar un café”.
Éste lo realizaba en las instalaciones de la escuela y en efecto, en lo que
disfrutaban de un café con galletas que la escuela les proporcionaba,
comentaban libros.
El que más recuerdo fue el de “El principito”, ya que veía a mi mamá leyendo,
subrayando e interesada por asistir los viernes a comentar lo que opinaba del
libro.
Antes de culminar la primaria, por iniciativa de mi mamá, entré a un curso de
oratoria, que impartió la delegación Coyoacán.
En la información que le fue proporcionada le dijeron que éste iba a ser
impartido para puros niños, y cuál fue mi sorpresa, que al llegar al deportivo
donde se iba a impartir, los asistentes eran mayores de edad, situación que
hizo que mi papá tomara la decisión de quedarse a tomar el curso conmigo.
Fue una experiencia de un año realmente inolvidable, me sentía cobijada por
todos mis compañeros del taller y hubo una chica en especial, que en una de
sus presentaciones de su discurso semanal me mencionó con estas palabras,
“Eres una niña a la cual admiro mucho, ya que los niños de tu edad preferirían
estar jugando o en el peor de los casos vagar en las calles y tú estás aquí,
sentada junto a nosotros con ganas de aprender y superarte”, fue un hecho que
a mi papá lo dejó impactado y en mi caso agradecida, tomándolo como una
motivación para seguir adelante.
Por sucesos como éste, la etapa de la primaria se convirtió en la mejor de mi
vida, ya que fueron sucesos que me marcaron, como mis inicios en la lectura y
en la escritura, pero también los inicios de grandes amistades.
Siguiendo con mi vida escolar, llegó el momento de cursar la secundaria,
debido a que la escuela Alexander Dul contaba con secundaria, el único
cambio que se realizó fue el del plantel.
26
Para estas fechas una de mis tías me obsequió un diario, el cual inicié
plasmando este suceso el cambio de la primaria a la secundaria y este diario
aún sigue con vida, ya que hoy en día sigo escribiendo en él.
A éste no lo llamaría precisamente un diario, ya que sólo escribo aquellas
cosas que considero importantes dentro de mi vida y que las escribo
justamente para que mi mejor amiga “la memoria” no me vuelva a traicionar.
Hoja del diario elaborada en el 2001, en el
escrito se ve el uso nulo de los signos de
puntuación haciendo sólo excepciones en la “i”.
Ahora que me he percatado un poco más de éste, ya son 9 años los que llevo
escribiendo y la relectura del diario ha sido la parte más cómica, ya que veo la
manera en que antes escribía y claro está, las palabras que escribía, como es
que los problemas, las tristezas, las alegrías fueron cambiando de acuerdo a mi
edad.
Diario hoy fue mi primer día de clases en la secundaria, no es padre como la primaria, pero está bien. Tengo nuevos amigos, amigas y de cuadernos ni se diga, muchos libros, la mochila pesa kilos, pero debo echarle muchas ganas, para salir también bien como en la primaria.
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En la etapa de la secundaria la escritura había cambiado, los dictados
desaparecieron, cada uno ya era responsable de ir elaborando sus propios
apuntes, la lectura seguía siendo aburrida, por el simple hecho de que era de
los libros de textos pedidos por la escuela, había que sumarle que la manera
en que la trabajábamos con los maestros la hacía más aburrida. Esta era
leyendo individualmente o el maestro leía en voz alta y cada quien con su libro
lo seguía.
Para segundo grado la situación cambió en cuanto a la lectura, la maestra que
nos daba Español, nos pidió libros ajenos a los que la escuela nos había
pedido, llegando con esto, el momento de empezar a leer.
Conocí libros como: Veinte poemas de amor de Pablo Neruda, Narraciones
extraordinarias de Edgar Allan Poe, Marianela de Benito Pérez Galdós, María
de Jorge Isaacs, El Poema del Mio Cid, El arte de amar de Erich From y
recuerdo que también por gusto, leí la biografía de una de mis pintoras
favoritas Frida Khalo.
De los libros mencionados sólo uno me atrapó, la biografía de Frida Khalo y de
los demás ninguno en ese momento me gustó y menos al ver que de esos
libros no se explotaba nada más, sólo se leían y punto.
Había compañeros que no hacían ni el esfuerzo por conseguirlos, algo que
desanimaba a la maestra, si tenía algún plan de trabajo, con esta situación ya
no lo llevaba a cabo.
La escritura seguía corriendo por nuestra cuenta y no hubo algún hecho que la
tomara como relevante, solamente la responsabilidad de que se entendiera el
texto y esta sólo caía sobre nosotros.
Cabe señalar que esto de que la escritura no fuera “relevante” para nosotros,
es sólo refiriéndome en lo escolar, ya que en ese año empezaron a fluir las
cartas de amistad, de amor y se hacían cada vez más importantes y cotidianas
entre nosotros.
Para tercero, la lectura y la escritura siguieron sin tener relevancia, los textos
leídos eran de los libros que nos pedía la escuela y ahora que veo como fue mi
28
paso por la secundaria, sé que pudo haber sido mejor en cuanto a lo
académico.
Pasaron los años de la secundaria y llegó el turno de la preparatoria y seguí fiel
al instituto Alexander Dul, debido a que realicé mi examen de admisión para
una preparatoria, pero no logré obtener un lugar, lo cual fue un golpe muy duro
para mí, ya que durante la secundaria, logré salir bien en todas mis materias y
no supe qué fue lo que ocurrió al momento del examen.
La caída fue superada y al momento de ir a hablar con la directora de la
secundaria, volvió a ocurrir lo que pasó cuando me aceptaron en 5º de
primaria, me mencionó que las puertas del instituto estaban abiertas y que era
bienvenida, y sin pensarlo más, me inscribí a la preparatoria.
Ya instalada de nuevo en la escuela, la preparatoria fue un ambiente muy
diferente, en los maestros se podía encontrar más apoyo y los compañeros
asistían con más disponibilidad.
Para estos tres años de la preparatoria me alejé un poco de la lectura, sin
embargo, mis intereses hicieron que volviera a retomarla.
La pintura fue uno de estos intereses que me llevaron a la lectura, conocí más
a fondo a Frida Khalo, Diego Rivera, Doctor Atl y a David Alfaro Siqueiros.
Esta situación fue también gracias a mis maestras, en el caso de la pintura fue
a mi maestra de dibujo de la preparatoria, Virginia o mejor conocida como “Miss
cositas”, señora que a pesar de su edad, es una estupenda maestra y también
la responsable de que me haya acercado a la pintura y posteriormente a los
libros y revistas que hablan de ésta.
Durante los primeros semestres en la preparatoria, nuestra profesora de
Orientación Vocacional, nos pidió que escribiéramos una autobiografía y que le
agregáramos fotos si así lo deseábamos.
Esta fue elaborada, pero ahora que la vuelvo a leer, veo que hay muchas cosas
que faltaron y las que fueron escritas, les faltó coherencia.
29
La escritura en la escuela, era que de vez en cuando se dejara ver un dictado,
pero ya la mayoría de los apuntes debían ser elaborados por nosotros.
Sexto semestre. Fue hasta este momento de la preparatoria en que pisé por
primera vez la biblioteca de la escuela, esta era algo pequeña, con poca luz y
no contaba con el mobiliario necesario para albergar a un gran número de
alumnos.
Fue también para entonces cuando volví a pisar un gran recinto, la Biblioteca
México. Me dejaron un tema para investigar y exponer y no contaba con mucho
material donde pudiera recabar información.
Para esta ocasión me acompañó mi papá y nuevamente como cuando tenía 7
años, me sentí ajena a ese gran monstruo de libros.
Esta biblioteca era aún más grande que la de aquella vez, se dividía en salas y
cada una de ellas contaba con decenas de estantes.
Ese día, si no mal recuerdo, nos dirigimos a la sala 1, debía encontrar un libro
sobre ciencias, con exactitud no sé cuál era, ni cómo fue que lo encontré, sólo
recuerdo ese inmenso silencio que invadía todo el lugar y a pesar de que el
silencio es algo que siempre he disfrutado, el de aquella vez era exorbitante,
hizo que sin previo aviso empezara yo a bajar la voz para no interrumpir a los
que se encontraban dentro de esta gran ceremonia.
Es maravilloso ver cómo la biblioteca, genera en uno, un estado de tranquilidad
y concentración, abandonando por completo todo ruido o situación que se
encuentre fuera.
Para sexto semestre había llegado el momento de empezar a visualizar hacia
dónde iba tomar rumbo mi vida, situación que me llevó a la siguiente reflexión:
Desde que llegué al instituto Alexander Dul, los niños pequeños me empezaron
a llamar la atención, como lo mencioné al principio, quinto de primaria fue un
año perdido, la mayoría del tiempo me la pasaba en maternal ayudando a las
maestras a cuidar a los niños, situación que molestaba mucho a mi mamá, ya
que decía “tengo miedo de que un día de éstos me manden a llamar, porque ya
tiraste a algún niño”, discurso que me causaba risa y que ignoré por completo.
30
Después durante toda la primaria, me dediqué a ayudar a mis compañeros en
los temas que se les dificultaban, situación que me llenaba de satisfacción,
debido a que mis compañeros lograban entender mis explicaciones.
Hechos como éste me llevaron a investigar qué carrera podía elegir, que me
permitiera acercarme a los niños, pero sin tener que ser forzosamente maestra.
Realicé exámenes de orientación vocacional, asistí a varias ferias de
licenciaturas y junto con una amiga de la preparatoria decidimos que la mejor
opción era PEDAGOGIA.
Ya tomada la decisión, metí papeles para hacer mi examen a la facultad de
Filosofía y Letras de la UNAM, después me informó mi papá que existía una
escuela en donde también impartían esta carrera, la UPN.
Una tarde aconsejada por una de mis maestras de la preparatoria, tuve que ir a
la UPN y recabar toda la información posible sobre la carrera.
Esta visita me hizo dar mis primeros pasos en esta universidad, pero cabe
señalar que antes de ir a la UPN, fui a la UNAM y esa tarde me di cuenta que
no sé cómo le iba a hacer, pero yo tenía que entrar a estudiar a la UPN, ya que
había percibido un ambiente muy diferente al de la UNAM.
La fecha de exámenes pasó, salí de la preparatoria sin impedimento alguno y
esperaba con ansia el día de entrega de los resultados, primero llegó el de la
UNAM y una vez más fui rechazada y para el 23 de Junio del 2007 la
esperanza regresó y fui aceptada en la UPN.
De ahí comenzó una nueva etapa. El día de la inscripción me asignaron el
turno de la tarde, situación que no me agradó, ya que en toda mi vida escolar
había asistido a la escuela por las mañanas, pero intenté tomarlo de la mejor
manera y el primer día de clases me ayudó a reafirmar.
Conocí gente mayor que yo y que por su discursos y debates demostraban ser
personas preparadas, lo cual me hizo pensar que ellos ya no podían adaptarse
a mi situación, sino todo lo contrario, yo debía poner de mi parte para poder
estar a su nivel y recuperar esos días de abstinencia a la lectura.
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Todo este ambiente universitario era totalmente nuevo para mí, maestro que
llegaba, maestro que nos dejaba copias para empezar a leer el nuevo mundo
al que nos enfrentábamos: la PEDAGOGIA.
Debo confesar que las primeras semanas, eran las ocho de la noche y yo salía
con dolor de cabeza, tantas palabras que no entendía, debates formulados en
el salón, hacían días de agotamiento.
Después de las primeras semanas, todo cambió, me sentía ya como “pez en el
agua”, podía ya digerir un poco más las lecturas, sin embargo, comprendí que
estaba en el camino correcto y que ya todo lo demás dependía de mí.
Los primeros semestres estuvieron llenos de lecturas y los textos que producía
eran sólo ensayos, pero éstos yo sentía que perdían mucha esencia, ya que
sólo eran citas de los grandes en la Sociología, Pedagogía y Psicología y lo
que decía una “simple mortal” como yo, venía perdiendo credibilidad a lado de
estos grandes señores.
Para segundo semestre me convertí en compositora, debido al gran reto que
fue haber sido alumna del profesor David Beciez. El no limitó nuestra
creatividad, ni nos puso como freno a esos señores que de repente son
idolatrados.
Fue un semestre que hizo que reafirmara mi decisión de estar en esta
universidad. Lo realizado con este profesor, nos permitió saber del trabajo en
equipo y como ya lo mencioné, conocer y reconocer que el límite de nuestra
creatividad éramos sólo nosotros.
Esta aventura se repitió en cuarto semestre, tanto como en segundo como en
cuarto, llevamos a cabo muchos escritos, carteles, cuentos, canciones,
poemas. Ahora que lo pienso, fue un trabajo arduo pero lleno de satisfacción.
Para los siguientes semestres todo siguió igual, lecturas, ensayos, algo tan
cotidiano y común en los maestros, que se siguió así durante varios semestres.
En lo personal nunca me gustaron los ensayos, posiblemente porque nunca se
me enseñó a hacerlos, lo cual ocasiona que sólo los elabore comentando con
32
mis compañeras cómo es que iban a elaborar el suyo y complementándolo con
la consulta de libros sugeridos por los profesores.
En el transcurso de estos semestres leí el libro de Cien años de soledad de
Gabriel García Márquez en la materia de Educación y Sociedad en América
Latina, el cual había dejado pendiente desde la preparatoria y ahora que lo leí
bajo otra situación, lo disfruté, lo viví y mi satisfacción más grande fue haberlo
terminado.
Ahora que terminé la carrera, es otro mi panorama, a pesar de que el campo de
lectoescritura no fue la opción que elegí, me siento satisfecha y plena de ser
parte de él.
Es un campo cuyos maestros participantes me han aportado mucho, me han
hecho ver la situación de la lectura y la escritura de mi país y mejor aún, mi
situación como lectora y escritora. Muchos maestros mencionaron a lo largo de
la carrera que ahora que nos encontrábamos estudiando Pedagogía, saliendo
de la carrera querríamos ser “ los salvadores de México”, yo no lo tomo así, sin
embargo, me encuentro con la firme idea de aportar algo más a los niños de mi
país y qué mejor si esta aportación es en la lectura y en la escritura, las cuales
yo las considero la base de nuestra educación.
“La lectura hace al hombre completo; la conversación, ágil, y el escribir, preciso.”
Sir Francis Bacon
33
1.3 ANÁLISIS
En este apartado elaboramos un análisis sobre nuestras historias de vida
como lectoras y escritoras, pero antes a manera de introducción evocamos a
Paulo Freire quien escribe sobre su propia historia lectora y que a nosotras nos
parece importante presentar:
“Cuando comencé a escribir acerca de la importancia del acto de leer, me
sentí impulsado con entusiasmo a releer momentos fundamentales de mi
propia practica de la lectura, cuyos recuerdos conservaba entre las
experiencias más remotas de mi infancia, de mi adolescencia, de mi edad más
temprana, cuando comenzó a formarse en mí en una comprensión critica del
acto de leer” (Freire: 1989:51)
En la elaboración de este análisis nos permitió reflexionar sobre nuestro
proceso de lectoescritoras que al igual que Freire nos llevó a abrir los
recuerdos de la infancia y adolescencia.
Las historias aquí plasmadas pareciera que son diferentes, sin embargo, se
pueden encontrar puntos en común, las analizaremos e iremos intercalando
junto con reflexiones de otros autores especializados en lectura y escritura.
El primer punto a citar, es que ambas pertenecemos a la misma generación,
considerada generación Einstein (jóvenes nacidos a partir de 1988, y que
siguen a la llamada Generación X)2 situación que nos hizo vivir en el mismo
contexto socio-político y cultural.
La década de los 90’s, tanto para México como para nosotras, fue una época
en donde acontecieron hechos que le dieron un giro a nuestras vidas.
En el año de 1994 , estando en nuestros hogares, los medios de comunicación
como la televisión y el periódico, nos informaban que era tiempo de
elecciones, en los noticieros se hablaba del asesinato de quien fuera el
candidato del PRI a la presidencia de México, Luis Donaldo Colosio, además el
levantamiento del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional).
2http://www.cincodias.com/articulo/sentidos/generacion-‐einstein-‐primero-‐felicidad-‐despues-‐trabajo/20070918cdscdicst_1/, consultado el 3 de septiembre de 2011, a las 9:14 pm
34
Así mismo para febrero de ese mismo año, en el ámbito educativo era tiempo
de preinscripciones para el nivel básico y recordamos lo que se escuchaba en
la radio:
¡Si cumpliste cuatro años a preescolar debes ingresar!
Era la convocatoria de la Secretaría de Educación Pública para que todos los
niños asistieran a la preinscripción para el nuevo ciclo escolar, por lo que
nuestros padres acudieron a inscribirnos, ya que contábamos con la edad
necesaria para insertarnos al ámbito educativo.
En el preescolar (el cual ambas lo cursamos en un colegio privado) la lectura y
la escritura nos fueron acompañando, situación que a muchos les parecería
favorable, ya que al momento de egresar sabíamos leer y escribir.
Pero, ¿Cómo aprendimos a leer y escribir?
En el caso de la escritura, la aprendimos de manera tradicional, que fue a
través de la elaboración de planas, éstas eran de vocales, consonantes y
objetos que contuvieran esas letras para que posteriormente se formaran
oraciones.
“La maestra nos enseña la canción de “cri-cri” esa
de la marcha de las vocales. Esa canción la
cantamos por muchos días hasta que aprendimos
bien las vocales, además nos dejaba hacer planas
en el cuaderno de cada una de las letras y la
maestra de inglés nos ponía a hacer lo mismo pero
en ese idioma”. (H.L.E)
35
Siguiendo con la indagación, le pregunté (a mi
mamá) si sólo eran palabras o también las letras
por separado, a lo que me contestó que sólo eran
palabras acompañadas de las ilustraciones, que las
letras las vi de manera individual en la escuela,
primero las vocales y posteriormente se unieron con
las consonantes. (H.L.L)3
Con lo anterior se puede notar que aprendimos a leer por memorización, era
fragmentado con la enseñanza de las vocales, luego por consonantes para
establecer sílabas y con ellas conformar palabras, finalizando con oraciones.
Al respecto Pulido dice:
“…Se comienza a imponerles como modelo una lengua diferente a la que
hablan, la cual les resulta extraña, pero fundamentalmente sin sentido ya que
es una lengua artificial porque nadie habla utilizando determinados fonemas
solamente; le presentamos al niño en forma aislada las grafías, ante esto él
emplea mucho más tiempo en identificar una palabra aislada, pues son
demasiadas alternativas enfrente de sus ojos, y le es más difícil ver o
comprender.” (Pulido: 1996: 13)
Siguiendo con el análisis, ambas historias están escritas en orden cronológico,
evocando el acercamiento a la lectura desde la infancia y dentro del hogar.
A continuación se muestra un ejemplo de nuestro inicio y relación con la
lectura:
3 El lector encontrara (H.L.L) y (H.L.E) para referirse a las Historias Lectoras de Ligia Mejía Vázquez y Elizabeth Cerros Pérez.
36
“Mi mamá menciona que trabajamos la lectura con
unas tarjetas elaboradas por ella, en donde
colocaba una palabra y a un lado ponía alguna
ilustración referente a esta, para que lo fuera yo
relacionando, un ejemplo de estas tarjetas era una
que realizó con la foto de mi papá, colocó la foto y a
un lado PAPÁ. “ (H.L.L)
“Recuerdo que nuestro primer acercamiento fue
cuando compartimos aquel libro para colorear de
los Muppet´s baby´s que era una de las caricaturas
que por esas fechas estaba de moda, allí
estábamos las dos (mi madre y yo) y con un color
verde de marca prismacolor, nos pusimos a repasar
el contorno de cada dibujo y letra que aparecía en
aquel pequeño libro con portada azul y letras
blancas.” (H.L.E)
En las líneas anteriores lo que resaltamos, es que el primer acercamiento a la
lectescritura fue fomentado por nuestras madres, siendo los adultos los
encargados de generar el interés por dicha actividad, Colomer menciona:
“En cualquier cultura los adultos intervienen para hacer que las nuevas
generaciones aprendan lo que se necesita para vivir en el entorno en donde se
van a desarrollar. En el caso de la lectura los adultos son los encargados de
hacer las presentaciones entre los niños y la literatura.” (Colomer: 2002: 9)
Al ingresar a la primaria nuestra actividad lectoescritora cambió, puesto que se
basaba en la elaboración de planas, dictados y lecturas de los libros de la SEP.
Un ejemplo de ello es cuando se narra:
“Todas las clases eran usando el libro de texto de la
SEP, dictados y copias del pizarrón, no existía
ningún espacio en donde pudiéramos leer algún
tipo de texto diferente a los libros de la SEP.”
(H.L.E)
37
“Estos años en la primaria los puedo recordar con
mayor precisión, como olvidarlos, si fue el arranque
del gran maratón de dictados que hubo a lo largo de
esta.
Cada dictado era tener el color rojo y el lápiz listo
para no perderse ninguna palabra dictada por la
maestra, sin olvidar que el color rojo era para las
mayúsculas y los signos de puntuación.” (H.L.L)
Lo plasmado en las líneas anteriores nos permite ver que nuestra formación
como lectoras y productoras de textos a lo largo de la primaria fue de manera
tradicional, obteniendo como resultado ver a la lectura y escritura como
actividades impuestas, favoreciendo el hastió por las mismas, Jossett Jolibert
plantea:
“…todos los niños pueden construirse las competencias necesarias para ser
lectores y escritores pertinentes y gozadores, siempre que se les proporcione
las condiciones favorables: condiciones sociales, afectivas y pedagógicas”
(Jolibert: 2010: 76)
Para nuestro último año de primaria, la lectura y la escritura tomaron un nuevo
significado en nuestras vidas, ya que fuimos motivadas a crear textos de una
manera más libre.
“…este año hay muchos concursos, uno de ellos es
la creación literaria, este es para el día de la
bandera tenemos que escribir un cuento sobre los
símbolos patrios, no sé cómo escribirlo, pero mi
abuelito y mi mamá ya me han dado muchas
ideas…” (H.L.E)
38
“…se me pidió que escribiera un pequeño discurso
sobre el medio ambiente, ya que habían pensado
en mí para ir a participar en el concurso de oratoria
a nivel zona, lo cual me entusiasmó y con ayuda de
mi profesora lo escribí.” (H.L.L)
Es evidente que la manera en que percibíamos la escritura cambió, ya le
dábamos significado y el entusiasmo se hacía notar en el momento en que
nuestros escritos fueron socializados. Sobre el tema Ferreiro plantea:
“Los procesos lingüísticos son tanto personales como sociales. Son personales
porque son utilizados para satisfacer necesidades personales. Son sociales
porque son utilizados para comunicar entre personas. En la medida en que los
lenguajes son sociales todos están limitados por la misma necesidad de ser
comprensibles para otros aunque puedan tener diferencias básicas entre sí.
Hay solamente modos limitados en los cuales los lenguajes pueden variar y
seguir siendo comprensibles. Por lo tanto, son similares en su propósitos y en
sus limitaciones.” (Ferreiro: 1984: 16)
Después de la producción de escritos en la primaria, comienza a existir la
aceptación y familiarización con el lenguaje escrito y para la adolescencia
nuestras historias toman rumbos diferentes pero sin dejar de lado dichas
actividades. Mientras una leía, la otra escribía.
Como muestra, el siguiente fragmento:
“El libro que me dieron es La princesa que creía en
los cuentos de hadas, este libro trata de cómo es
que uno tiene que luchar contra los obstáculos que
nos pone la vida, para llegar al camino de la
felicidad. Es uno de los libros que llegan a ti en el
momento indicado…” (H.L.E)
39
“Durante estas fechas una de mis tías me obsequió
un diario, el cual inicié plasmando este suceso, el
cambio de la primaria a la secundaria y este diario
aun sigue con vida, ya que hoy en día sigo
escribiendo en el.” (H.L.L)
La lectura y la escritura eran actividades que realizábamos por iniciativa propia
y de manera extracurricular convirtiéndonos en lectora y escritora autónomas.
Bajo esta idea Garrido nos dice:
“Un lector autónomo lee por gusto, todos los días, y se esfuerza por entender,
por encontrar sentido en lo que lee; es alguien que puede escribir, para
expresarse y comunicarse; que está dispuesto a invertir parte de su vida y de
sus ingresos en la lectura…” (Garrido: 2002: 50)
Durante el paso por la secundaria y bachillerato las prácticas de lectura y
escritura acapararon nuestra atención, ya que las lecturas a pesar de ser
impuestas por los profesores, resultaban interesantes ya que contenían temas
de acuerdo a nuestra edad.
Doce años de educación transcurrieron, dictados y lecturas lejos de nuestro
interés, fueron los protagonistas de cada uno de ellos.
Profesores considerados los actores principales, algunos de ellos
desinteresados, otros dedicados, pero ninguno logró explotar nuestro amor por
la lectura.
La escritura nunca nos perteneció, situación que para ambas historias generó
conflictos en el nivel superior.
Nuestra entrada a la universidad significó transformarnos en lectoras,
incursionar en un mundo letrado y aprender a leer y escribir en un lenguaje
académico. Los ensayos nos exigían la escritura de nuestro pensamiento
crítico, el cual durante muchos años fue mermado, situación reflejada en los
siguientes fragmentos:
40
“…algo en lo que concuerdan la mayoría de ellos(
maestros de la universidad), es en dejar un trabajo
final, el cual consiste en elaborar un ensayo,
ninguno nos ha explicado cómo es que debe ser un
ensayo, hacemos los trabajos como se dice
comúnmente “a como Dios nos dio entender”.
(H.L.E)
“En lo personal nunca me gustaron los ensayos,
posiblemente porque nunca se me enseñó a
hacerlos, lo cual ocasionó que sólo los elaboré
comentando con mis compañeras cómo es que iban
a elaborar el suyo y complementándolo con la
consulta de libros sugeridos por los profesores.”
(H.L.L)
La falta de motivación y el desinterés de los maestros que tuvimos en nuestra
formación, nos hicieron ser dos universitarias que tuvieron que padecer un
“analfabetismo” por la ineficiencia que poseían al producir textos. Basurto
expone:
“Los maestros deben saber cómo enseñar ha escribir, qué tanto ha de durar
una clase de escritura, cómo apreciar la rapidez de la misma, qué escritura
deben hacer los alumnos, cómo hacer un diagnóstico, cómo medir la calidad de
la escritura, cómo apreciar la rapidez de la misma, qué procedimientos
correctivos o estimulativos hay que emplear…” (Basurto: 1965: 60)
Nuestras historias de lectura se entremezclan ida y vuelta de nuestros mundos
compartidos que suceden y que no serían iguales si no los contáramos ni
escribiéramos.
Sería imposible quitarle mundo y vida a nuestros relatos ya que existen porque
los hemos vivido, los hemos leído, los hemos querido contar.
41
CAPITULO II LA PRODUCCIÓN DE TEXTOS DESDE LA PEDAGOGÍA POR PROYECTOS
En este capítulo se plantean distintas problemáticas encontradas al realizar
observaciones en la escuela primaria “Alexander Dul”. Estas problemmaticas
permitieron elaborar un diagnóstico de las condiciones educativas y hacer una
propuesta de actividades sustentadas en la Pedagogía por Proyectos de
Josette Jolibert4.
Se describen las características de la escuela primaria, nuestro acercamiento
con los alumnos del tercer año, el contexto donde se encuentra ubicada la
escuela primaria “Alexander Dul”, además de los problemas frecuentes de la
Delegación Álvaro Obregón, servicios con los que cuenta la colonia y
descripción de los alrededores.
Así mismo, se encontrará información del sustento teórico de la propuesta,
actividades para llevar a cabo la producción de diversos textos, en el contexto
de la escuela. De esta manera señalaremos los obstáculos a los cuales se
enfrentan los alumnos en el aprendizaje de la lectura y la escritura, además la
influencia que tienen en sus hogares, en la escuela y la sociedad.
4 JOSETTE JOLIBERT es profesora-‐investigadora en Didáctica de Lengua Materna en Francia. actuó durante diez años, en el marco de una Misión de Cooperación Educativa, en América Latina, donde participo en varias sesiones de formación docente y en diversos congresos y seminarios.
42
2.1 DIAGNÓSTICO.
En la primera etapa de nuestra propuesta de intervención didáctica los
maestros del campo nos propusieron que asistiéramos a algunas escuelas
primarias en la Delegación Iztapalapa, donde ellos anteriormente ya habían
realizado otras propuestas de intervención de fomento a la lectura.
Consideraban que en esa zona hacía falta integrar a los niños a este tipo de
actividades como una alternativa para enfrentar los diversos problemas
sociales como los altos índices delictivos, la pobreza y el analfabetismo.
Decidimos buscar otras opciones de escuelas primarias, puesto que, al vivir en
el poniente de la cuidad para nosotras implicaba mucho gasto trasladarnos
hacia Iztapalapa en cuanto a tiempo y recursos económicos.
Se nos facilitó el acceso a la escuela primaria “Alexander Dul”, ubicada en la
delegación Álvaro Obregón en la colonia Olivar del Conde. La escuela lleva 23
años funcionando y la mayoría de los alumnos que alberga, son niños que han
sido rechazados de escuelas particulares de alto prestigio por cuestiones
académicas como un bajo promedio, así como cuestiones de conducta.
Como escuela particular podríamos pensar que cuenta con mejores
condiciones para los alumnos y una enseñanza de calidad, sin embargo, esto
no ocurría ya que la escuela no cuenta con una biblioteca, sólo hay una sala de
cómputo (en donde se encuentra el único pizarrón electrónico), dentro de las
aulas los únicos libros que se observan son los de texto que proporciona la
Secretaría Educación Pública y otros que la misma institución pide como apoyo
para complementar las actividades.
43
2.2 PRIMEROS ACERCAMIENTOS
En platicas informales realizadas dentro y fuera del salón, pudimos apreciar
que los niños pasan la mayor parte del tiempo viendo televisión en sus hogares
y los que tienen conexión a Internet pasan largas horas frente a la
computadora, pues sus padres después de recogerlos en la escuela vuelven a
sus jornadas de trabajo, dejándolos con algún familiar o solos en casa.
Respecto a las prácticas de lectura y escritura en el aula, los niños sólo leen
los libros de texto cuando la profesora les pide que hagan un resumen o copia.
Habitualmente leen de forma grupal y en voz alta, la maestra inicia la lectura, y
señala a algún alumno para que continúe la misma. Escriben con faltas de
ortografía, tienen problemas en el uso de los signos de puntuación y la
elaboración de textos por iniciativa propia, era nula.
En el aspecto social dentro del aula están acostumbrados al trabajo individual,
sin embargo, al momento de trabajar en equipo se muestran muy dispuestos a
colaborar en las decisiones para llevar a cabo las actividades, además se ve
que existe una buena relación entre ellos.
Cuando la maestra les propone que lean en voz alta, los alumnos se niegan a
participar, contestan rotundamente con un “no”, o dicen que les da pena a
causa de que sus compañeros se burlan de ellos. Los pocos que pasan a leer
lo hacen con tono bajo o tartamudean.
44
2.3 CONTEXTO DE LA ESCUELA
El Instituto “Alexander Dul” está ubicado en Av. Santa Lucía no. 263, Col. Olivar
del Conde, 2a Sección de la Delegación Álvaro Obregón.
La Delegación Álvaro Obregón cuenta con 727 034
habitantes los que constituyen 8.1% de la población
total del Distrito Federal, con un crecimiento
demográfico en los primeros cinco años de la actual
década del 0.6%, porcentaje que equivale al doble del
promedio del Distrito Federal (0.3%).5
En este esquema se muestra la ubicación del instituto “Alexander Dul”
En sus alrededores existen comercios como consultorios médicos, tiendas de
abarrotes, papelerías, farmacias, tortillerías, cafeterías, talleres mecánicos.
5 http://www.siege.df.gob.mx/estadistico/pdf/monografias/avo.pdf, consultado el 18 de agosto del 2011, a las 7:03 pm
45
Rodeando ésta, se encuentran ocho escuelas, preescolares, primarias y
secundarias, tanto públicas como privadas.
La escuela está ubicada entre dos colonias: Olivar del Conde y Colinas del Sur,
a pesar de su cercanía una de la otra. Los niveles socioeconómicos que
encontramos allí son diversos. Olivar del Conde es una colonia popular
constituida por vecindades, pequeños negocios, el mercado “Olivar del Conde”,
así como escuelas primarias y secundarias que abundan por la zona contraria
a ésta. Colinas del Sur está compuesta por una clase socioeconómica media
alta, son casas propias de dos o más niveles, así como condominios y
fraccionamientos privados.
Estas dos Colonias están divididas por una vía principal que lleva por nombre
Santa Lucía.
La escuela está pintada de color verde con blanco, cuenta con todos los
servicios:
• Alumbrado público
• Teléfono
• Calles pavimentadas
• Transporte
• Módulo de policías (protección ciudadana)
Cuenta con quince maestros; seis maestros para impartir cada grado, tres
maestros de inglés, dos maestros de natación, un maestro de computación,
uno para danza, uno para ajedrez y uno más para música, director, secretaria y
una pedagoga encargada de la coordinación académica; así como tres
personas encargadas del transporte, una de intendencia y otra para la cocina.
Los recursos materiales con los que cuenta son: 10 salones (1 para cada
grado, 1 de la dirección, 1 para música y 1 para la coordinación académica),
vestidores, regaderas, canteras, patio, terraza, 2 sanitarios (para niños y niñas),
alberca, aula de cómputo (con 15 computadoras equipadas con internet),
pizarrón electrónico, cocina, transporte.
46
2.4 EL GRUPO DE TERCERO
El cuatro de octubre se nos otorgaron todas las facilidades para realizar
observaciones, las cuales nos permitirían acercarnos a los problemas que
enfrentan día a día los alumnos en el aprendizaje de la lectura y la escritura.
La escuela no cuenta con una numerosa población, está conforma por seis
grupos, uno por cada grado. Sin embargo, para el ciclo escolar 2010-2011 el
grupo de tercer grado se tuvo que dividir en dos y nosotras iniciamos en el mes
de febrero con el grupo de tercero B.
El 3° B está conformado por 14 alumnos y sus edades oscilan entre los 8 y 9
años, cabe señalar que predomina el sexo masculino.
Para llegar al salón del tercero B debemos pasar por la dirección y subir unas
escaleras estrechas, debido a que el salón está ubicado en la parte alta de la
escuela. El salón cuenta con bancas necesarias para cada niño, distribuidas en
dos grupos de 6 bancas, las cuales se encuentran pegadas una a otra
permitiendo que los niños se vean frente a frente.
Del lado izquierdo y pegado a la pared se encuentra un estante, con tres
repisas en el cual están los libros y cuadernos de cada niño acomodados por
materias.
En las paredes hay figuras de animales decorando el salón. Al frente se
encuentra el pizarrón de color verde en el que se utilizan gises blancos y de
colores al momento de la explicación de un tema. A lado de este se encuentra
el escritorio de la profesora, acompañado de un cuadro de corcho en el cual
están pegados horarios, actividades y avisos.
En el lado derecho, se observa un ventanal que da hacia la avenida,
permitiendo que entre mucha luz al salón motivo por el cual las lámparas casi
no se prenden, pero a su vez, este es un problema, ya que entre las 11 y 12 de
la mañana, provoca un exceso de calor haciendo que los niños se muestren
inquietos.
47
Al entrar al salón todos se ponen de pie y nos dicen buenos días. Luego la
maestra les indica que se sienten, en ese instante pasamos al frente del salón
y la maestra nos presenta, comentándoles a los niños que trabajaríamos con
ellos el resto del año escolar.
En la primera semana realizamos una actividad de integración llamada había
un navío que trata de que un alumno lance una pelota a cualquier otro
compañero y él que la reciba tendrá que contestar las siguientes preguntas:
¿Cómo te gusta que te llamen?, ¿Dónde vives?, ¿Te gusta leer?, ¿Cuál es tu
pasatiempo y programa favorito? Y en un segundo momento él volverá a
lanzarla a otro, y así, hasta que hayan pasado todos los alumnos del grupo.
Esto sirve para saber sus gustos e intereses respecto a la lectura y escritura,
entre otros temas.
Como grupo, las actitudes que mostraron nos permitieron ver que era un grupo
muy unido, un ejemplo de ello es cuando apoyaban a César (un niño que
presentaba una discapacidad intelectual) para realizar las actividades. En
varias ocasiones llegaban a hacerlas por él, puesto que a pesar de tener once
años no sabía leer ni escribir y no existía un apoyo por parte de la maestra,
debido a que sus actividades como directora del área de preescolar, hacían
que se ausentara como titular del grupo. Al respecto Joan Bonals nos dice:
“…son las actitudes de procurar por los demás, y la consideración de este
*procurar por* como un valor en sí. Pensamos que el trabajo en grupo es una
de las situaciones más adecuadas para trabajar la disposición del alumnado a
ayudarse mutuamente en sus aprendizajes y, en general, en todas aquellas
necesidades e intenciones que se dan en la vida en grupo.” (Bonals: 2005:9)
La mayoría de los niños viven en las colonias que están alrededor de ésta,
como son: La Presidentes, Olivar del Conde, Lomas de Tarango y Colinas del
Sur, todas están tienen niveles socioeconómicos distintos observando así una
diversidad socioeconómica y cultural amplia dentro del aula.
48
2.5 EL SENTIDO DE LA LECTURA EN EL ALEXANDER DUL
Durante el tiempo que estuvimos realizando las observaciones nos percatamos
que todos los días lunes, los maestros reparten dos formatos de registro de
lecturas por niño.
El primero de ellos se muestra a continuación:
Tipo de texto Tiempo de lectura Numero de palabras
leídas por minuto
Firma del padre: Firma del
Maestro:
El procedimiento de llenado del formato es que los alumnos leen un texto
aproximadamente entre 10 y 20 minutos, a su vez, los padres del alumno
tienen que ir contando el número de palabras que leen por minuto y al finalizar
la lectura tiene que firmar el formato para que sea entregado al maestro.
El segundo formato está estructurado de la siguiente manera:
Nombre del alumno: Grado: Grupo:
COLEGIO ALEXANDER DUL
REPORTE DE LECTURA
Grupo: Nombre del alumno: Título del libro:
¿De qué trata el libro? Fecha: Nombre del autor:
49
La forma en que el formato se llena corre a cargo exclusivamente del alumno.
Este seleccionará un texto, el cual habrá de leer y posterior a esto, en su hoja
de registro anotará el título del libro, nombre del autor y por último una
narración de lo que trata el libro.
Estos formatos se recogen los días lunes después de la ceremonia cívica, es
revisado por el profesor (en algunos de los casos) y se coloca en su carpeta de
trabajos. (Al final de cada ciclo escolar, ésta es entregada a los padres de
familia junto con la boleta escolar). Así mismo estos registros les ayudarán a
los maestros para poder identificar en qué “nivel” se encuentran ubicados
dentro de los estándares de habilidad lectora que propone la SEP.
Para el año 2010 la SEP pone a disposición una propuesta que permitirá
desarrollar la habilidad lectora de los alumnos, así como algunas sugerencias
para evaluar su desarrollo.
El objetivo de esta propuesta es propiciar que la lectura se convierta en una
práctica cotidiana entre los estudiantes de educación básica. Y dice lo
siguiente:
Habilidad lectora.
• La lectura involucra dos actividades principales:
1. Identificación de palabras o “decodificación”
2. Comprensión del significado del texto.
• Es necesario que la lectura sea fluida para que la mente pueda retener
una oración durante suficiente tiempo para comprenderla.
• Si no hay comprensión no hay lectura, por lo que el lector debe ser
capaz de entender y reflexionar sobre lo que lee.
• Con el apoyo de diversos especialistas, la Secretaria de Educación
Pública ha definido unos estándares que establecen el número de
50
palabras por minuto que se espera que los alumnos de educación básica
puedan leer en voz alta al terminar el grado escolar que cursan.6
Nivel Grado Palabras leídas por minuto
primaria 1° 35 a 59
2° 60 a 84
3° 85 a 99
4° 100 a 114
5° 115 a 124
6° 125 a 134
Sin embargo, a pesar de lo que la SEP propone es evidente, de acuerdo a las
observaciones, que de nada sirven los registros que llevan cada semana, ya
que los maestros solamente revisan que sean llenados por los alumnos y no
les dan una mayor importancia. Haciendo una crítica sobre ello, Ana María
Kaufman nos dice:
“…los lectores no se forman con lecturas escolares de materiales escritos
elaborados expresamente para la escuela, con el fin de cumplir con las
exigencias de un programa. Los lectores se forman con la lectura de distintas
obras que contienen una diversidad de textos que sirven, como sucede en los
contextos extraescolares, para una multiplicidad de propósitos…” (Kaufman:
2003:58)
Sobre las prácticas de escritura sólo es utilizada en dictados y copias textuales
de los libros (en la mayoría de los casos se cometen errores), por lo que no le
dan un sentido práctico a lo escrito y muchas de las ocasiones ignoran el
contenido del mismo.
Un ejemplo de ello fue cuando en una de las observaciones, la maestra les
dicta un resumen sobre la entrevista, posteriormente van a su libro de lecturas
de la SEP, en donde leen una entrevista de manera individual hecha a un 6 http: //www.sep.gob.mx/work/appsite/lectura.pdf, consultado el 5 de septiembre del 2011 a las 9:00 pm.
51
bombero, pero ellos muestran un desinterés total y en lugar de leer se ponen a
platicar de otros temas, que no tiene nada que ver con la materia, pocos son
los que llegan a concluir bien su lectura. Algunos expresan que la lectura es
aburrida. Y que no les gusta.
Esto se debe a que la forma tradicional de enseñar a escribir es mediante la
repetición, memorización y corrección de un cúmulo de palabras que al niño no
le dicen nada porque están aisladas, no forman parte de su mundo de
significaciones.
“…por ser prácticas, la lectura y la escritura presentan rasgos que obstaculizan
su escolarización: a diferencia de los saberes típicamente escolarizables – que
se caracterizan por ser explícitos, públicos y secuenciales…” (Lerner: 1998:29)
El tipo de ejercicio que el maestro indica a sus alumnos son: el desciframiento
en voz alta, el dictado de palabras, frases, etcétera. En suma, basa la lectura
en la repetición oral y escrita, en grupo o individual, por lo que se pierde el
factor primordial para acercar al alumno a la misma, olvidando que la
motivación es el elemento sensibilizador que lo aproxima a los libros y le
permite adquirir el placer por ella. Referente a la motivación Petit menciona:
“El gusto por la lectura se deriva, en gran medida, de esas intersubjetividades y
le debe mucho a la voz. Si bien no hay recetas que garanticen que un niño
leerá, la capacidad para establecer con los libros una relación afectiva,
emotiva, sensorial, y no sólo cognitiva, parece ser decisiva, igual que las
lecturas oralizadas.” (Petit: 2009:54)
Dentro de las observaciones nos percatamos que en la escuela hay muchos
concursos, para los cuales se les pide que memoricen canciones, poemas,
recitales y efemérides, con lo cual podemos concluir que para la escuela es
más relevante memorizar los textos que comprenderlos.
Es lamentable constatar cómo es que el maestro continúa arraigado a sus
métodos memorísticos; y qué decir de cuestiones referentes al trato hacia los
alumnos y el desempeño de éstos en el ámbito escolar: nos encontramos con
el hecho en la realidad mexicana de un atraso ancestral, ya que cotidianamente
nos topamos con maestros que coartan toda la libertad de expresión y
52
movimientos de sus alumnos, ignorando todos los conocimientos que
actualmente se tiene de la naturaleza infantil.
El desafío es orientar las acciones hacia la formación de escritores, de
personas que sepan comunicarse por escrito con los demás y consigo mismos,
en vez de continuar formando sujetos, para quienes la escritura es
suficientemente ajena como para recurrir a ella sólo en última instancia y
después de haber agotado todos los medios para evadir tal obligación.
Dentro de nosotros surgen las siguientes preguntas ¿Cómo acercar a los niños
para producir textos? ¿Cómo fomentar la lectura desde el aula? ¿Cómo
integrar a los niños al trabajo colaborativo?
2.6 LA PROPUESTA DE INTERVENCIÓN DIDÁCTICA
El propósito que tiene este trabajo es proponer una Pedagogía por Proyectos.
A continuación se presentara a manera de resumen lo que Josette Jolibert
concibe como Pedagogia por Proyectos. (Jolibert: 2009).
La Pedagogía por Proyectos es un enfoque de formación, tanto para profesores
como para estudiantes, que apunta a la construcción y al desarrollo de
personalidades que tengan iniciativa, responsabilidad, tolerancia y solidaridad,
por tanto, no puede reducirse a una simple técnica educativa o a un nuevo
“método”, implica un cambio de concepción del quehacer de maestros y
estudiantes en la escuela, a partir de una profunda revisión de las
interrelaciones entre adultos y estudiantes, y entre docentes y padres. Desde
este enfoque, se crean ambientes colaborativos, democráticos y lúdicos
propicios para el aprendizaje. Desde la Pedagogía por Proyectos se concibe a
los estudiantes como sujetos activos en un medio que ellos mismos manejan,
sujetos que construyen sus aprendizajes para resolver los problemas
planteados y elaboran sus propios proyectos. (Jolibert: 2009:25)
En este sentido, se construye socialmente y se forma a partir de sus
experiencias, conocimientos, competencias y habilidades y no sólo como un
depositario pasivo de la enseñanza del maestro. Asimismo, se aprende a mirar
53
la escuela y la comunidad desde los sujetos activos –maestros, estudiantes,
padres de familia y autoridades educativas-, como un reto para comprender el
complejo proceso a través del cual docentes y estudiantes se acercan al
aprendizaje.
Trabajar desde la Pedagogía por Proyectos implica asumir una postura
filosófica, psicológica, antropológica, sociológica y desde luego, pedagógica
para reconceptualizar los procesos educativos. Por otra parte, existen razones
humanistas para implementar una Pedagogía por Proyectos en las aulas y en
las escuelas: desarrollar personalidades que tengan el sentido de la iniciativa,
de la tolerancia y de la solidaridad.
A través de un proyecto, los alumnos reconocen la escuela como un lugar
privilegiado donde se realizan los aprendizajes significativos para ellos, ven al
profesor como una persona mediadora del aprendizaje, y a sus compañeros
como pares con los cuales es agradable compartir y confrontar. (Jolibert:
2009:28)
Los sustentos de esta pedagogía confirman que la actividad del sujeto que
aprende resulta determinante para la construcción de un saber operatorio; que
no hay aprendizaje eficaz en situaciones sin sentido para quien aprende, y que
la mejor manera de facilitar un aprendizaje significativo, es permitir que esas
mismas situaciones integren un proyecto del alumno y sean evaluadas por él
mismo y por sus compañeros, con el apoyo de docentes mediadores.
Desde el punto de vista cognitivo, podemos observar cómo desde la Pedagogía
por Proyectos, se realiza una transferencia a los demás aprendizajes de las
competencias que van construyéndose a lo largo de un proyecto: los
estudiantes tienen la percepción global de lo que van a hacer; son capaces de
organizar las propias actividades, el tiempo y los documentos de trabajo; saben
confrontarse con los otros, están abiertos a las propuestas de los demás,
aprecian los aspectos positivos de las inevitables contradicciones, saben
adaptarse a situaciones diferentes, saben resistirse; saben evaluarse y saben
implementar una reflexión metacognitiva sobre los caminos mentales
54
recorridos, los conocimientos elaborados, las competencias desarrolladas, etc.
(Jolibert: 2009:29)
Particularmente, aprender a comprender y producir textos en la escuela desde
la Pedagogía por Proyecto, implica, desde preescolar, vivir en textos, aprender
a reconocer y utilizar todos los tipos de escritos y frecuentar asiduamente el
universo de la literatura infantil; es practicar desde el principio, la lectura-
comprensión y la producción-comunicación, en el marco de proyectos
personales o colectivos.
Implica para cada estudiante, aprender a construir el significado de un texto
dado, ya sea para leerlo o para escribirlo, basándose en el aprendizaje de
estrategias diversificadas, la identificación de procesos y de operaciones
mentales pertinentes, y el tratamiento de índices textuales de distinta índole;
así, aprender a leer y a escribir están en una interacción permanente, explícita
y eficaz.
Cada estudiante autoaprende a leer y a escribir, con la ayuda del docente y de
las interacciones que tiene con sus compañeros y con los demás lectores o
productores de su entorno. Es el retorno metacognitivo sistemático sobre su
propia actividad de lector y/o productor de textos lo que permite al que aprende
sacar provecho de sus errores y evaluar sus progresos. Son las necesidades
de aprendizaje de sus alumnos las que organizan las actividades que lleva a
cabo el docente.
De esta manera, la Pedagogía por Proyectos aparece como una perspectiva de
formación permanente que apunta, al mismo tiempo, a la construcción y al
desarrollo de personalidades, saberes, conocimientos y competencias.
Desde el enfoque constructivista, comunicativo y textual de la Pedagogía por
Proyectos, el papel del docente consiste en crear condiciones para favorecer
los auto-socio-aprendizajes de los niños mediante la interacción cotidiana con
la vida social y textos escritos.
Sobre el acto de escribir Cassany menciona que:
55
“Escribir no es una habilidad espontánea como conversar. El escritor no
redacta los textos a chorro, sino que los construye con trabajo y oficio:
reflexiona sobre la situación de comunicación, apunta ideas, hace esquemas,
redacta borradores. Repasa pruebas. Mientras realiza operaciones, relee
corrige y reformula repetidamente lo que está escribiendo. O sea, que corregir
y revisar forma parte del proceso de redacción…” (Cassany: 2000: 19)
Dentro de la propuesta esto es lo que se pretende que el alumno realice al
momento de elaborar un texto, así mismo crear las condiciones necesarias
para un aprendizaje activo-participativo; facilitar múltiples situaciones de
intercambio, tanto orales con distintos interlocutores, como escritos con textos
de toda índole; leer y producir textos completos como una práctica efectiva y
cotidiana; y promover actividades regulares de metacognición7 de
sistematización y de evaluación (auto y coevaluación) de los aprendizajes
realizados.
Los distintos referentes teóricos que se retoman en esta propuesta se sintetiza
en:
⎯ Una concepción constructivista del aprendizaje y de la enseñanza.
⎯ Una concepción histórico-cultural del desarrollo cognitivo.
⎯ Una concepción cognitivista de la reflexión metacognitiva y de la
evaluación en los aprendizajes.
⎯ Una concepción pragmática de la construcción del lenguaje en situación
de comunicación.
⎯ Una concepción de lo escrito y de su unidad fundamental, el texto,
basado en las diversas dimensiones de la lingüística textual.
⎯ Una concepción de la cultura escrita en su doble dimensión funcional y
ficcional.
⎯ Una concepción de la lectura y la escritura, en tantos procesos de
comprensión y producción de textos contextualizados. 7 De acuerdo con Josette Jolibert en: “Interrogar y producir textos auténticos: vivencias en el aula”, Los aportes de las ciencias cognitivas muestra que aprender haciendo es necesario pero no suficiente. los aprendizajes que se están construyendo se ven reforzados y consolidados por una reflexión del propio aprendiz sobre ellos. En el aula se trata de facilitar la reflexión individual y/o grupal de los alumnos para que lleguen a tomar conciencia de sus propios aprendizajes
56
Lo que trascurre dentro del aula es una experiencia muy enriquecedora para
los niños y maestros que realizan los proyectos, los lleva a escribir, compartir
sus ideas y experiencias con el resto de sus compañeros, los anima a
investigar para aclarar sus dudas y leer diversas fuentes de información.
Menciona De la Garza: “el trabajo en la escuela a través del desarrollo de
proyectos implica un cambio en la organización de los conocimientos
escolares, que toma como punto de partida que en clase es posible trabajar
con cualquier tema; el reto radica en abordarlo con los alumnos y hacer
explícito que pueden aprender con él”. (De la Garza: 2007:39)
Las siguientes actividades están encaminadas a la producción de diferentes
tipos de textos dentro del aula, que permita a los niños escribir acerca de lo que
les importa, temas que deseen investigar, vivencias que se quieran compartir,
además éstos se podrán relacionar con el programa escolar.
57
2.7 ORGANIZANDO EL PROYECTO
Para la realización de cada actividad se plantea trabajar bajo las siguientes
fases:
Fase I: Definición y planificación del proyecto de acción reparto de las tareas y de los roles.
1. Formular objetivos: ¿Qué queremos hacer? ¿Qué queremos lograr?
2. Definir tareas a realizar
3. Elegir grupos responsables de las actividades del proyecto
4. Calendarizar ¿Cuándo?
5. Recursos (humanos y materiales) ¿con qué o quién (es)?
Esta fase se termina con la elaboración del contrato del proyecto en el cual
figuran todas estas precisiones, incluidos el papel y las tareas del docente
quedando de la siguiente manera:
Da lugar a la definición del contrato de actividades personales de cada niño,
negociado junto con sus pares.
Fase II: Explicitación de los contenidos de aprendizaje y de las competencias a construir para todos y para cada uno.
¿Qué queremos, qué debemos aprender para poder realizar el proyecto de
acción?
PROYECTO EN DESARROLLO
ACTIVIDAD RECURSOS REPONSABLE TIEMPO EVALUACION
58
1. Elaboración junto con los niños del proyecto global de aprendizajes y de
los proyectos específicos de construcción de competencias
2. Identificación de las competencias comunes a construir.
Esta fase de explicitación permite considerar la “plusvalía” que aporta el
proyecto en términos de nuevos aprendizajes.
Da lugar a la definición de los contratos de aprendizaje individuales,
negociados con el docente.
Fase III: Realización de las tareas que han sido definidas y construcción progresiva de los aprendizajes.
1. Cada grupo se organiza para cumplir con la tarea de la cual es
responsable. Busca el material necesario, pide ayuda del docente, si es
necesario, realiza lo que le compete, individual o grupalmente.
2. En esta fase se considera momentos de evaluación parcial:
• ¿Cómo vamos?
• ¿Qué nos falta por hacer?
• ¿Qué grupo necesita apoyo?
Fase IV: Realización final del proyecto de acción. Sociabilización y valoración de los resultados del proyecto bajo distintas formas.
1. Se preparan las condiciones, materiales para la socialización del
proyecto (documentos por presentar, o material por utilizar, arreglo del
espacio, invitaciones a personas externas al curso, etc.)
2. Se busca un clima de calma y respeto, entregando el respaldo afectivo
alentador necesario.
3. Se presenta a los demás esto se hace en forma de ponencia oral,
fichaje, convivencia, espectáculo, exposición, etc.
4. Se vivencian y asumen las primeras reacciones de los demás, tanto en
sus aspectos gratos como en sus insatisfacciones eventuales. Se
reserva para la siguiente fase el análisis crítico.
59
Fase V: Evaluación colectiva e individual del proyecto de acción hecha con los alumnos y por ellos.
1. En esta fase se revisa lo que funcionó o no y por qué, tanto a nivel de
los alumnos como a nivel del docente.
2. Se identifican los logros obtenidos en relación con los logros esperados.
3. Se analizan los factores facilitadores y los obstaculizadores.
4. Se proponen y discuten mejoramientos para los proyectos que están por
venir.
Fase VI: Evaluación colectiva e individual de los proyectos específicos de construcción de competencias.
Lo que aprendieron los alumnos en cuanto a:
1. Conocimientos nuevos y grado de dominio de éstos, en relación con sus
conocimientos previos.
2. Procesos de aprendizaje, estrategias eficientes o no.
3. Competencias de comportamiento sociales en la vida cooperativa
(escuchar y respetar a los demás, descubrir aspectos nuevos de sus
compañeros, cumplir con los compromisos y las tareas, desarrollar
funciones, etc.)
Se propone que para la realización de cada proyecto se sigan las fases
anteriormente mencionadas.
60
Capitulo 3 DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA VIVIDA EN “LA PRODUCCIÓN DE TEXTOS DESDE LA PEDAGOGÍA POR PROYECTOS EN ALUMNOS DE TERCER GRADO”
En este capítulo relatamos la experiencia que obtuvimos al trabajar Pedagogía
por Proyectos con los alumnos del tercero B, de la escuela referida. Se
describe el desarrollo de las actividades y las dificultades que se presentaron a
lo largo del proceso, de las cuales se gestaron posibilidades para generar
soluciones, y por último, se plantearon reglas de respeto para fomentar el
trabajo colaborativo.
En las siguientes líneas el lector podrá apreciar la práctica de los alumnos
dentro del salón con nuevas formas de trabajo, relatos registrados durante las
observaciones en clase, al igual que la opinión de algunos autores respecto a
los procesos de escritura y lectura en voz alta.
El impulso que siguieron los alumnos sobre la escritura y reescritura fue
fundamental. La corrección ortográfica fue un proceso de construcción
significativa y relevante para verificar la coherencia y contenido.
Los niños asumieron la búsqueda de palabras correctas en el diccionario, pero
lo más demostrativo fueron las ideas que expresaron porque permitió el
razonamiento propio, además ayudó a la participación y compañerismo de los
alumnos.
61
¿Por dónde empezamos?
Después de terminar las observaciones del grupo, estas nos permitieron tomar
la decisión de que la producción de textos era la opción indicada para trabajar
con los niños, ya que les costaba trabajo plasmar sus ideas y compartirlas con
sus compañeros; era complicado hablar frente a los niños pues nos ponían
nerviosas al hacer varias preguntas acerca del por qué estábamos ahí.
Fase I
La primera actividad que realizamos para la producción de textos fue una
dinámica para conocer sus nombres; en ésta les lanzábamos una pelota de
goma y tenían que decir su nombre o la forma en la que les gusta que les
llamen y lo que más les gustaba hacer. Después de esta actividad les
preguntamos.
- ¿Alguno de ustedes sabe porque estamos aquí?
- Giselle: Porque están estudiando para maestras
- Emiliano: Porque la miss Lety hoy no pudo estar con nosotros
- Ángel: Son alumnas de la miss Lety
A lo cual respondimos que algo tenían de ciertas sus respuestas, pero que en
sí, nuestro trabajo con ellos sería trabajar la lectura y la escritura, algo que en
sus muecas y expresiones de ¡ay no! Dejaron ver cierta inconformidad, pero al
plantearles que tomaríamos en cuenta sus opiniones sobre cómo querían
trabajar tanto la lectura como la escritura el panorama cambió, se mostraron
más colaborativos.
Las prácticas tradicionales sobre la lectura y la escritura en la escuela, pueden
parecer cansadas, tediosas, incluso molestas para los niños, Felipe Garrido
afirma:
“En ocasiones se tiene la idea errónea de que la lectura en voz alta, es aún
más aburrida para los estudiantes, comparándola con que ellos hagan su
propia lectura, pero esto no es una realidad, ya que como se puede apreciar en
62
la escuela, la lectura en voz alta se contagia así, simplemente leyendo, como lo
mencionan varios autores, que los alumnos se acercan y le encuentran sentido
y gusto a la lectura por imitación.” (Garrido: 1998:14)
Pero también es cierto que, en los niños siempre puede haber el interés por
conocer algo nuevo y acercarse a descubrir nuevas experiencias como se
refiere la cita anterior.
Para seguir con la actividad y conocer sus opiniones les pedimos que en una
hoja anotaran qué actividades les gustaría hacer y en las que consideraran que
podríamos reforzar su lectura y escritura. Obteniendo la siguiente lista:
“Lista de cosa que me gustarían hacer”: texto realizado por Omar
México D.F a 7 de Marzo del 2011
Me gustaría aprender a cocinar picadillo
Me gustaría aprender a jugar futbol americano
Me gustaría aprender beisbol
63
Votación de actividades
Lo elemental con esta actividad era que escribieran sus ideas, que se les
quitara la pena cuando los demás leyeran lo que habían escrito, pues no
querían comunicarlo por el temor a ser criticados.
Habiendo obtenido la lista de actividades se les dijo a los niños que sólo debían
quedar dos actividades, por lo tanto, lo someteríamos a consenso, los que
obtuvieran mayor número de puntos, se llevarían a cabo. La actividad que
obtuvo más puntos fue “cocinando”, por lo tanto sería la primera actividad que
realizaríamos.
En el marco de la Pedagogía por Proyectos, la comunicación oral adquiere una
relevancia fundamental ya que al desarrollar proyectos, los alumnos proponen,
discuten, argumentan, contraargumentan, relacionan, cotejan, antes de poner
en marcha las acciones que llevarán a la práctica.
D.F a 7 de Marzo del
Hacer un libro (o revista) IIII
Escribir un cuento II
Cocinando IIIII
Jugar futbol IIII
64
Las relaciones sociales que así se establecen entre alumnos y profesor y entre
alumnos y alumnos, están caracterizadas por el respeto a la opinión del otro y
el derecho de ser escuchado.
Fase II
Seleccionada la actividad, debíamos seguir la siguiente fase, que nos marca la
Pedagogía por Proyectos, elaborar nuestro contrato.
Hicimos la pregunta ¿Qué necesitamos para cocinar?
Al unisonó contestaron ingredientes
Zoé exclamo que lo más importante son las recetas y le pedimos que escogiera
un color y pasara la frente a escribirlo en el contrato.
En este momento se aprovechó para decirles que lo que se estaba escribiendo
era un contrato y preguntamos ¿alguien sabe que es un contrato?
Se escuchó un ¡sí!, se le preguntó directamente a Rodrigo ¿Qué es un
contrato? Su respuesta fue interrumpida por sus compañeros al querer
participar y ahora la pregunta fue para Sergio a lo que respondió; "es un papel
que tiene letras"
- ¿Y qué nos dicen esas letras? Julián interrumpió diciendo, es lo que
tenemos que hacer.
- Omar dijo: Yo sé, es donde uno tiene que firmar o decir que si va a traer
las cosas.
Así como Zoé, Omar escribió en el contrato teniendo ya con esto dos
actividades que se estarían realizando:
1. traer recetas
2. elaborar lista de equipos
En estas interacciones, evidentemente hay una dimensión afectiva; pero
también una dimensión de poder compartido, ya que hay toma de decisiones
que resultan de una negociación y de un consenso, que queda registrado en un
contrato individual y/o colectivo.
65
Para la siguiente sesión, los niños se mostraban entusiasmados, llevaron
recetas e ideas de lo que podríamos trabajar, debido a esto tuvimos que hacer
nuevamente una votación, por consiguiente un nuevo contrato para la
elaboración de nuestra receta.
Entre las recetas se dejaron ver:
⎯ Arroz con leche
⎯ Ensalada de atún
⎯ Fresas con crema
⎯ Mazapán
⎯ Nieve de limón
⎯ Tarta esponjosa
⎯ Plátanos con crema
Tomando en cuenta la facilidad de su elaboración, en cuanto a ingredientes y
recursos para realizarla, la ganadora de dicha votación fue la del mazapán,
una vez determinado esto, les dijimos que necesitaba un nombre el proyecto.
- Omar exclamó: ¡Los niños cocinando por el mundo!
Idea que apoyó todo el grupo y le solicitamos que pasara a escribirlo en el
nuevo contrato.
Posteriormente les preguntamos si sabían de dónde venía el mazapán, a lo
que contestaron que no.
Y se escuchó una voz al fondo, era Giselle, quien dijo: yo quiero investigar de
dónde es el Mazapán.
Las actividades anteriores nos dejan ver que se está llevando un acto de
cognición en cada una de ellas, al respecto, Jolibert menciona:
“… desde el punto de vista cognitivo, podemos observar cómo se realiza una
transferencia a los demás aprendizajes de las competencias que van
66
construyéndose a lo largo de una Pedagogía por Proyectos: saber confrontarse
con los otros, estar abierto a las propuestas de los demás, ver los aspectos
positivos de las inevitables contradicciones, saber adaptarse a situaciones
diferentes, saber resistir…” (Jolibert: 29:2009)
Proseguimos a leer los ingredientes que debíamos llevar para elaborar nuestra
receta, y con ello poder concluir la elaboración de nuestro contrato y también
nuestra sesión.
Foto del contrato del proyecto de la receta
TAREAS RESPONSABLES MATERIAL FECHA
• Traer recetas
• Traer cubiertos
• Hacer lista de equipos
• Trae la leche
• Traer el azúcar
• Investigar de donde es el
mazapán
• Traer un cuarto de almendra
• Traer un cuarto de cacahuate
Todos
Hugo y Sergio
Omar
Julián y Omar
José y Yael
Giselle
Leslie y Zoé
Rodrigo, Ángel y
Emiliano
• 16/03/11
• 23/03/11
• 16/03/11
• 23/03/11
• 23/03/11
• 23/03/11
• 23/03/11
67
Cada niño se fue nombrando para cada una de las actividades, siempre
tomando la opinión de su equipo, para que los ingredientes no se repitieran o
no fueran más de la cantidad que íbamos a utilizar.
En la elaboración de este contrato, nos pudimos percatar que los niños se
sentían más identificados con el documento, ya sabían que para llenarlo debían
pasar uno por uno, poner la actividad a realizar y su nombre, sin embargo,
siguiendo las etapas marcadas para la aplicación de Pedagogía por Proyectos,
el contrato no tuvo el contenido deseado, aprendizajes a realizar y las
competencias específicas a construir colectivamente, fueron sustituidas por las
actividades que se realizarían a lo largo de la semana quedando lo siguiente:
Contrato “los niños cocinando por el mundo”
Julián y Omar Un litro de leche
José y Yael Un kilo de azúcar
Rodrigo y Ángel Cacahuate
Zoé y Leslie Cacahuate
Sergio y Hugo Desechable
Gisselle Investigación de donde es el mazapán
Emiliano Cacahuate
Fase III
Para la sesión número tres se empezó colocando la receta en el pizarrón, esta
fue previamente elaborada por nosotras en una cartulina con letras negras y
grandes para que fueran de fácil lectura para los niños, ésta tenía errores
ortográficos colocados con la intención de que lograran identificarlas y con ello
el nivel en el que se encontraban en ortografía.
No se había terminado de pegar la receta, cuando los niños empezaron a
gritar:
Cacahuate va con “h”
68
Ingredientes va con “s”
Azúcar va con “Z”
Para controlar al grupo se aplicó una estrategia didáctica, empezamos a leer la
receta y a corregirla todos juntos. La dinámica que se manejó fue que en el
momento en que se identificaba alguna palabra con falta de ortografía, pasaba
un niño y en tarjetas de cartulina la escribían correctamente y la pegaban en la
cartulina.
Receta
Mazapán
Ingredientes:
1.-‐ cacahuate molido
2.-‐ azúcar
3.-‐ leche
Preparación:
69
Cuando ya estaba casi corregida, les mencionamos que debía estar toda la
receta bien escrita, si no, no podíamos seguir con la preparación y les dimos
como pista que sólo era una palabra la que hacía falta y Omar gritó: ¡Falta
consistencia!, ¡Primero va la “s” y luego la “c”! y se le pidió que pasara por su
tarjeta para que la corrigiera.
Ya corregido el texto pasamos a la elaboración de la receta, primero pasaron
los encargados del cacahuate para que nos ayudaran a molerlo, una vez
molido, pasaron los encargados del azúcar para empezarla a mezclar con el
cacahuate, hecho este procedimiento pasaron los de la leche para concluir la
mezcla, posterior a esto se les repartió pedacitos de papel china para que ahí
colocaran su mazapán.
*se va añadiendo la leche hasta conseguir la consistencia de masa
70
Imagen de la preparación de la mezcla
Se les repartió la cantidad que consideraron necesaria para hacer sus figuras y
se dejo ver su creatividad, teniendo como resultado las siguientes figuras:
Imágenes de las figuras de mazapán.
71
Los niños se mostraron muy entusiastas al momento de realizar las figuras,
incluso hubo algunos que pidieron más mezcla, ya que les hacía falta para
terminar sus figuras.
“Existen razones humanistas evidentes para implementar una Pedagogía por
Proyectos en las aulas: desarrollar personalidades que tengan a la vez el
sentido de la iniciativa y de la responsabilidad, pero también de la tolerancia y
de la solidaridad. En efecto, la Pedagogía por Proyectos no podría reducirse a
una simple técnica educativa o a un nuevo “método”. Esto implica, de manera
más vital, un cambio de estatuto de los niños en la escuela a partir de una
profunda revisión de las interrelaciones entre adultos y niños.”(Jolibert: 28:
2009)
Fase IV
Nuestra siguiente etapa “La socialización del proyecto” no se pudo llevar a
cabo debido a la poca disponibilidad del grupo, se mostraron herméticos al
proponerles que iríamos a compartir nuestro mazapán con los de tercero “A”,
grupo con el cual estuvieron trabajando en segundo año y que al momento de
separarlos se creó una rivalidad, los gestos y expresiones nos dejaron ver que
la socialización no se llevaría a cabo.
Dada la situación les dijimos que propusieran a quienes les podríamos
compartir nuestros mazapanes y el silencio se hizo presente.
72
- Omar: No queremos que nadie sepa de los mazapanes porque luego
nos copian.
- Leslie: ¡Sí! Todo, nos copian
Fase V y VII
De acuerdo a lo que plantea Josette Jolibert la etapa que proseguía era la
evaluación del proyecto la cual llevamos a cabo de la siguiente manera:
Iniciamos con la siguiente pregunta:
¿Qué es una evaluación?
- Omar contestó: Lo que nos gustó
- Rodrigo: Hacer lo que nos gustó de cada ejercicio
¿De qué fue nuestra receta? Preguntamos y al unísono contestaron: de
mazapán.
Continuamos preguntando si recordaban que pusimos la receta en un papel
grande a lo que contestaron que sí.
¿La receta tenía título?
Omar respondió sí, era mazapán.
¿Tenía ingredientes? Sí
¿Recuerdan cuáles eran? Azúcar, leche y cacahuate, mencionó José Manuel
¿Recuerdan cómo era la elaboración? Sí, contestó Yael. Se molía el
cacahuate, se agregaba el azúcar, se ponía la leche y se revolvía.
Para tomar en cuenta la estructura de la receta preguntamos:
¿De qué tamaño deben ser las letras del título? Grandes, contestaron
¿Por qué?
- Hugo contestó: Para conocer el título
- Yael: Para que lo podamos ver bien
- Omar: Para que lo entendamos
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- ¿El título es más importante que los ingredientes? No
- ¿Por qué?
- Omar: Porque la preparación nos dice cómo hacerlo y el título no sirve
para nada.
- Hugo respondió: El título sirve para ver de lo que estamos hablando.
- Entonces nosotras volvimos a preguntar ¿Qué tiene que ir en letras
grandes, el título o la preparación?
- Julián respondió: El título
- Nosotras preguntamos en nuestra receta ¿Estaban todos los
ingredientes necesarios? Todos respondieron que sí
¿Precisaba cantidades? Preguntamos
- Sí, fue su respuesta
¿Algún ejemplo?
- Rodrigo contestó: ¼ de cacahuate.
El grupo al entender de qué hablábamos dijeron: 1 Lt de leche y Omar para no
quedarse atrás gritó: media azúcar.
Siguiendo con la estructura de la receta, preguntamos:
¿Se encontraban en lista? Sí, respondieron.
Durante nuestro proyecto de la receta ¿Qué situaciones de lectura
manejamos? ¿Qué leímos? Preguntamos:
- Omar respondió: Cómo se elabora un mazapán
- Julián: Los ingredientes
- Omar: En dónde se hizo el mazapán
- ¿Y en qué momentos escribimos?
- Yael: Cuando íbamos a hacer el mazapán
- ¿Dónde lo escribimos?
- Rodrigo: En la hoja bond grande.
- ¿Qué nombre le pusimos a esa hoja?
- José Manuel: Nuestro contrato
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- El día de la elaboración ¿También escribimos? ¿Qué fue lo que
escribimos?
- Yael: Las faltas de ortografía
Con estas preguntas se concluyó la evaluación del proyecto. Para poder
resumir la evaluación elaboramos un cuadro en el pizarrón para identificar bien
qué fue lo que aprendimos. Obtuvimos esto como resultado:
Imagen de la evaluación
Situaciones de lectura
ü la preparación ü ingredientes
ü ¿Dónde se hizo? ü Faltas de ortografía
Situaciones de escritura ü Propuestas en el contrato ü Corrección de las faltas de ortografía
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En la realización de este proyecto reconocemos que por falta de organización y
del manejo de las fases por las cuales se guía la Pedagogía por Proyectos nos
hizo falta llevar a cabo la evaluación metacognitiva, además no supimos cómo
guiar a los niños para que pudieran socializar el proyecto.
El proyecto nos permitió mostrarles a los niños nuestra manera de trabajar,
situación que les gustó y con la cual se sintieron cómodos, ya que ahora el
grupo mostraba disponibilidad y entusiasmo. Las ideas fluían por toda el aula y
esto nos indicaba que era hora de dejar crecer un nuevo proyecto.
En las siguientes líneas el lector podrá ser testigo de un proyecto pensado y
elaborado de inicio a fin por los niños de tercero “A”, siendo nosotras solo
moderadoras de este gran trabajo.
Iniciando un nuevo proyecto
Fase I
Marcadas nuestras etapas de la Pedagogía por Proyectos, iniciamos por arrojar
nuevamente la pregunta ¿Qué quieren hacer? La iniciativa de los niños por
querer hacer un regalo a sus papás, para conmemorar su día y el poder
plasmar sus sentimientos en un detalle elaborado por ellos era algo que los
emocionaba.
La lluvia de ideas no se hizo esperar y entre los regalos figuraron:
- Una corbata
- Una tarjeta
- Un llavero
- Un dibujo
- Un trofeo de futbol
Debido a la cantidad de propuestas recurrimos nuevamente a la votación, para
elegir el regalo que elaboraríamos.
76
Hacer una tarjeta y un trofeo de fútbol fueron las propuestas más solicitadas
por los niños, se elaborarían las dos, tomando en cuenta que tendríamos que
trabajar de una manera ordenada y rápida para que lográramos terminar
ambos regalos.
Fase II
Siguiendo las etapas que nos marca trabajar la Pedagogía por Proyectos y
hecha la votación sobre las actividades a realizar, continuamos con la
elaboración de nuestro contrato.
Para ello seguimos la dinámica que se trabajó en nuestro primer proyecto, cada
niño se postuló para una actividad e iba anotando sus ideas en una cartulina,
veamos un fragmento del registro de clase:
-Omar: Necesitamos hojas
-Zoé: Diamantina
-Julián: ¿Podemos traer estampas?
Cada una de estas sugerencias fue tomada en cuenta y anotada en el contrato.
Durante la elaboración de éste, una voz se hizo notar:
-Omar: ¿Y ahora no le vamos a poner nombre a nuestro proyecto?
A lo que le respondimos que sí, que nuevamente ellos tendrían que ponerle
nombre a nuestro proyecto.
La lluvia de ideas nuevamente se hizo presente y empezaron a gritar
emocionados:
-Giselle: Festejando a un campeón
-Leslie: Festejando a papá
-Omar: Día del papá
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La votación se llevó a cabo y todo el grupo estuvo de acuerdo en que el
proyecto se llamara “festejando a un campeón”. Omar fue el encargado de
colocar el nombre en la cartulina.
Para la elaboración del trofeo les dijimos que cada uno de ellos iba a hacer
unO para su papá, por lo tanto cada uno de ellos se haría responsable de su
material, sin olvidar que tendríamos que anotarlo en nuestro contrato para
hacernos responsables de traerlo el día indicado.
-Hugo: ¿Va a ser de chocolate?
-Ángel: Oye pero ¿Cómo la vamos a hacer?
Les explicamos muy brevemente que las íbamos a hacer de material reciclado
y que posteriormente veríamos los materiales que deberían de traer.
El contrato quedó de la siguiente manera:
Imagen del contrato
78
Concluimos que durante la aplicación de esta etapa la labor de nosotras como
profesoras era fungir como mediadores8, provocando que los niños sean los
constructores del proyecto, Josette al respecto menciona:
“Los niños aprenden haciendo, dialogando e interactuando entre sí, lo que se
hace posible por el nuevo papel del profesor que, de simple transmisor de
contenido, se transforma en mediador y facilitador de procesos de aprendizaje.
Los niños aprenden si se toman en cuenta sus competencias anteriores, sus
deseos y necesidades presentes y su representación de logros futuros
deseados.” “(Jolibert: 13: 2003)
¿Qué vamos a aprender?
Era hora de arrojar nuevamente una pregunta: ¿Qué vamos a aprender en
“Festejando a un campeón”?
Omar siempre mostrando su disponibilidad y entusiasmo, se levantó y dijo:
- Omar: A hacer copas
- Giselle: Cómo hacer tarjetas
8 El nuevo rol del docente consiste, fundamentalmente, en crear las condiciones que favorezcan los auto-‐socio-‐aprendizajes de los niños, mediante la interacción cotidiana con la vida social, contextos escritos y con “el vasto mundo”. Esto quiere decir:
a. Crear las condiciones necesarias para un aprendizaje activo-‐participativo de sus alumnos b. Facilitar múltiples situaciones de intercambio, tanto orales con distintos interlocutores, como
escritos contextos de toda índole. c. Estimular una práctica efectiva y cotidiana de textos completos tanto para la lectura como la
producción. d. Suscitar actividades regulares de metacognición, de sistematización y de evaluación de los
aprendizajes realizados. (Jolibert: 2003: 251)
Festejando al campeón Tareas responsables fecha
traer hojas para las tarjetas Omar 02-‐may compartir diamantina Zoe 02-‐may
traer estampas Julian 02-‐may Pegamento Leslie 02-‐may
material para la copa todos 30-‐may
79
- Sergio: Vamos a escribir
- Emiliano: Leer
Presentándose nuevamente la lluvia de ideas, les repartimos hojas recicladas y
sin dar tiempo de nada preguntó Yael:
- Yael: ¿Y ahora qué vamos a hacer?
- Ángel: Una carta
- Rodrigo: Mi hoja ya está usada
Una vez repartidas las hojas, se les explicó que en esa hoja reciclada, harían
un contrato individual, anotarían la actividad o material que se les había
asignado y a lado colocarían, que es lo que iban a aprender en este nuevo
proyecto, dándoles como ejemplo el siguiente formato:
Contrato individual
Contrato individual de Omar
Contrato de Actividades Contrato de aprendizaje en lectura y en
producción de textos
Lo que yo tengo que hacer:
Lo que voy a aprender:
80
Contrato de actividades
Lo que yo tengo que hacer
Contrato de aprendizajes
Lo que voy a aprender
Hojas para hacer tarjetas Escribir tarjetas y a hacer copas
Éste contrato individual es elaborado con la finalidad de:
• Identificar junto con los niños lo que, en el marco de la planificación del
proyecto de acción y de los proyectos colectivos de construcción de
competencias, representa un desafío nuevo para y por cada uno de
ellos.
• Dar prioridad a que surja un pensamiento original y recorridos
individuales por medio de contratos, pero siempre en el marco
cooperativo y estimulante que brinda el proyecto colectivo.
• Hacer una revisión final con cada uno, en el transcurso de un balance
terminal, acerca de lo que ha aprendido en el transcurso de proyecto
colectivo, y de formular los progresos logrados. (Jolibert:2009 :34 )
De las competencias a considerar importantes dentro de la etapa de
elaboración de contrato, se encuentra la competencia en comunicación
lingüística, “está competencia se refiere a la utilización del lenguaje como
instrumento de comunicación oral y escrita, de representación, interpretación y
comprensión de la realidad, de construcción y comunicación del conocimiento y
de organización y autorregulación del pensamiento y la conducta.”(Marco:
2008:67)
Con esta reflexión concluimos nuestra etapa II de la Pedagogía por Proyectos.
81
“Festejado a un campeón”
Fase III
Debido a la extensión de nuestro proyecto este tuvo que ser dividido en dos
etapas, las cuales fueron nombradas de la siguiente manera:
Etapa I: Elaborando tarjetas
Etapa II: Un trofeo para el campeón
Etapa I: Elaborando tarjetas
Está etapa fue una de las que más disfrutaron los niños y en donde su
creatividad y ganas por regalarles a sus papás algo hecho por ellos, los llevó a
trabajar con gran disposición.
Para iniciar nuestra fase preguntamos al grupo:
¿Recuerdan que era un borrador?
Omar dijo: Borrador es cuando hicimos los ingredientes del mazapán
Respuesta a la cuál contestamos que no.
Ángel: Un borrador es lo que hicimos en las hojas antes de hacerlos en la
cartulina, a lo que le respondimos que esa era la idea, que el borrador sería un
ejemplo de su carta en donde corregiríamos ortografía y redacción para que
después lo pasaran a hojas más gruesas en donde le pondrían la diamantina y
los recortes que llevarían.
Después de esto les entregamos una hoja para que comenzaran a hacer los
borradores de sus tarjetas y les dimos un tiempo aproximado de 30 minutos
para que dejaran florecer su imaginación.
82
Primeras escrituras de las tarjetas de Zoé y Omar
Josette al respecto dice:
“Una primera escritura no es un simple borrador. Tiene una significación
diferente: en la primera escritura, cada niño sabe que invierte “todo lo que ya
sabe hacer”, en un momento dado, teniendo en cuenta el análisis que ha hecho
de la situación y de las características del texto por producir.
La primera escritura es entonces un esbozo completo, llevado lo más lejos
posible, por cada niño y no un simple desbrozo parcial.” (Jolibert: 2009:128)
Papá te amo como mil estrellas y feliz
día del padre te amo con todo mi
corazón y mi amor.
Omar
Papá:
Sé que te he hecho enojar y que a
veces te decepciono y te falló pero
desde el fondo desde lo más profundo
de mi corazón te quiero con toda mi
alma yo quisiera tener vida eterna y
que tu también la tuvieras para estar
siempre contigo papá yo te quiero con
toda el alma.
Att: Zoé
83
En cuanto iban terminando las tarjetas nos las mostraban para que se revisara
la ortografía y los detalles en la redacción, una vez que terminamos la revisión
les entregamos las hojas más gruesas para que hicieran las tarjetas definitivas.
“Entender la corrección como una técnica didáctica que puede ser voluntaria y
participativa. La corrección no es una forma de evaluación o de control
periódica que tenga que realizarse siempre de la misma manera con las
mismas técnicas y que sea obligatoria. Si hay alumnos que no quieren ser
corregidos o quieren que se les corrija de una determinada manera, puede
respetarse su deseo. Además el profesor puede variar las técnicas de
corrección igual que varía los tipos de ejercicios de redacción. Corregir no es
sólo enmendar faltas de ortografía, sino rescribir un borrador para conseguir un
nuevo texto.” (Cassany: 1993:48)
Si tomamos en cuenta estas consideraciones se puede lograr que los textos
sean más entendibles, coherentes y que los lectores encuentren un sentido.
84
Papá te amo como mil estrellas
y feliz día del padre te amo con
todo mi corazón y mi amor Omar
Producto Final: Tarjetas de Zoé y Omar
Papá:
Sé que te he hecho enojar y que a
veces te decepciono y te fallo
pero desde lo más profundo de mi
corazón te quiero con toda mi
alma yo quiera tener vida eterna y
que tu también la tuvieras para
estar siempre contigo papá yo te
quiero con toda mi alma.
Atte: Zoé
85
Etapa II: Un trofeo para el campeón
Esta fase fue necesario adelantarla, debido a que los niños estaban apurados
por querer ver cómo se haría el trofeo y la manera en que quedaría.
Creemos, también, que entre aprender y disfrutar se puede establecer una
vinculación de manera que cualquier acto de lectura y escritura contribuya al
desarrollo global de la persona.
Tal como dice la autora Monserrat Fons Esteve:
Hay que tener en cuenta que este aprender y disfrutar del texto escrito se da en
una gran variedad de contextos y situaciones. Es cierto que, a veces, leemos o
escribimos con la finalidad clara de aprender, pero también es cierto que este
aprender nos puede aportar una satisfacción o placer. Por otro lado, a veces
buscamos en el texto escrito pasar un rato agradable, el placer, pero es
innegable que esta lectura distendida también nos puede permitir aprender.
(Fons: 2004:36)
Y empezamos arrojando una pregunta al grupo:
Para hacer nuestro trofeo ¿Qué necesitamos?
- Giselle: Un molde
- Sergio: Metal
- Omar: Un instructivo
Efectivamente necesitamos un instructivo, para poder saber qué materiales y
qué pasos debemos seguir para hacer el trofeo.
¿Qué es un instructivo? Preguntamos
- Yael: Es el que viene en los juegos de mesa.
- Rodrigo: Son lo papelitos que nos dicen cómo jugar o armar algo.
En ese momento nosotras pegamos una cartulina en donde escribimos el
instructivo para que todo el grupo lo pudiera ver.
86
Proseguimos a trabajar con la herramienta de apoyo aplicando interrogación
de texto, les pedimos que lo leyeran en voz baja y que prestaran mucha
atención a lo que contenía, terminada esta parte se preguntó:
- ¿Qué tipo de documento es?
- Ángel: Un instructivo porque tiene numeritos.
- Giselle: Es el instructivo para que podamos hacer el trofeo.
- Hugo: ¿Mi botella puede ser de 3 litros?
- ¿Por qué es un instructivo? Nuevamente preguntamos.
- Omar: Por qué viene en lista.
- Zoé: Viene paso a paso como hacer el trofeo y los materiales.
La interrogación de texto aplicado en nuestra herramienta es sugerida por
Josette quien nos plantea que es:
Una estrategia didáctica para el niño porque requiere una verdadera actividad
cognitiva al servicio de un proyecto de aprendizaje explicito, en relación
explicita con su realidad de alumno.
• Desafíos cognitivos de la actividad: No basta con haber sabido
reconocer dos palabras o algunos otros indicios para cumplir con su
tarea, hay que llegar a articular captaciones de indicios para proponer
una significación argumentada y coherente.
• Los desafíos metacognitivos de la actividad: Cada uno debe estar en
condiciones de explicitar los indicios y las estrategias que ha utilizado
para que todos evalúen su eficiencia y puedan tal vez posteriormente
volver a utilizarlas en otras situaciones de lectura u otros contextos de
aprendizaje. (Jolibert: 2009:85)
Identificado nuestro instructivo, se prosiguió a leerlo en voz alta y cada niño fue
anotando en una libreta los materiales que tendrían que llevar para la próxima
sesión:
1.-Una botella de refresco de 2 litros limpia.
2.-Un vaso desechable (no unicel).
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3.-Una barrita de silicón.
4.-Un botecito de pintura dorada.
5.- Diamantina (opcional).
La sesión en la que se llevó a cabo la elaboración, la mayoría de los niños llevó
su material completo y a los que les llegó a faltar algún elemento, los niños que
llevaron material de más, se lo obsequiaron.
Se colocó nuevamente el instructivo en el pizarrón, para que estuviera al
alcance de todos.
Pedimos a Giselle que leyera el primer paso de nuestro instructivo, se levantó
de su lugar y leyó.
Como primer paso teníamos que recortar la botella a la mitad, pero como se
necesitaba de un cúter, nosotras nos encargamos de cortar cada una de las
botellas.
Ya teniendo todos los niños su botella cortada se prosiguió a leer el segundo
paso, y ahora fue el turno de José Manuel:
¡Debemos pegarlas en el vaso!
Debido a que sólo se tenían dos pistolas de silicón, Zoé propuso que fueran
pasando de dos en dos y proseguimos de esa manera.
Julián: ¡Yo leo el tercer paso!
Se levanto y leyó: pega las asas a los costados y decórala a tu gusto.
Se hizo un ejemplo para que pudieran observar cómo se colocarían las partes
laterales del trofeo.
En esta etapa cada niño tuvo que hacerse responsable del armado e iban
pasando de uno en uno para pegar con silicón, mostraron orden y cuidado al
hacerlo.
- Ángel: ¡Yo ya terminé!, ¿Puedo empezar a pintarla?
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Se pintaron las copas y como resultado del trabajo de tres semanas quedó lo
siguiente:
Imágenes de los trofeos
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La actividad del instructivo nos llevó a confirmar lo planteado por Josette:
“Todo acto de lectura o de producción de escrito es singular. El sentido del
texto leído o producido resulta de la relación única entre una persona única (el
lector o el productor) y un texto único (el instructivo). (Jolibert: 2009:54)
Fase IV
Terminado el trofeo la lluvia de preguntas invadió el salón:
- Omar: ¿Y cuándo se lo vamos a dar a nuestros papás?
- Zoé: Nos tenemos que esperar hasta el día del papá
- Ángel: Pero falta mucho
- Julián: Y ¿Por qué no lo festejamos antes?
- Todos: ¡Sí!
- Omar: Hay que hacer un convivio nosotros
Apoyando la propuesta que surgió, los motivamos a dar más ideas de cómo
festejar a los papás:
¿Cómo han festejado en años anteriores el día del papá?
- Todos: Cantamos, bailamos y hacemos un convivio.
- Giselle: Hay que invitarlos a desayunar y ese día les damos los trofeos.
- Omar: Hay que hacer una mini olimpiada y de premio les damos el
trofeo.
Se hizo una intervención haciéndoles notar que por el tiempo ya no podríamos
organizar una mini olimpiada, pero que el tema podría ser utilizado para hacer
invitaciones a los papás.
Se hizo votación para elegir entre un convivio y una mini olimpiada, quedando
como vencedor el convivio.
Y ahora ¿Cómo invitamos a los papás? Preguntamos
- Giselle: Podemos hacer invitaciones.
- Omar: Mejor carteles y los pegamos en la puerta para que cuando
vengan por nosotros los vean.
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Sin más ideas, hicimos votación quedando como opción definitiva los carteles.
Para la elaboración de estos nos llevo a la necesidad de saber cómo se
elabora un cartel, sugiriéndoles a los niños poner atención en los carteles que
se encuentran en el camino que recorren diariamente de su casa a la escuela.
Identificados ya éstos, empezamos a trabajar con interrogación de texto.
- ¿Para qué nos sirven los carteles?
- Omar: Para informar
- Giselle: Para invitar
¿Cómo es que saben que son carteles?
- Julián: Por las letras
- Ángel: Los dibujos
- Leslie: Por los colores
¿La letra de que tamaño es?
- Emiliano: Muy grande
- Julián: ¡Sí! Para que la podamos ver
- Hugo: Como los de Coca Cola
Identificado estos elementos proseguimos a hacer borradores de nuestros
carteles que colocaríamos en la puerta de la escuela.
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José Manuel y Yael elaborando borradores de carteles
Borrador de cartel: Giselle
Los borradores terminados se fueron corrigiendo uno a uno de una manera
muy personalizada, pero a su vez se le hizo partícipe al grupo preguntando en
voz alta, teniendo como ejemplo el siguiente diálogo:
- ¿Cómo se escribe celebrando con “s” o con “c”?
- Todos: ¡Con “S”!
Entonces los niños comenzaron a corregir sus escritos. Una vez listos los
borradores era hora de hacer uso nuevamente de nuestro contrato para colocar
nuevas actividades, esto se llevó a cabo siguiendo la dinámica de antes, cada
quien iba a proponer una actividad y la colocaría en el contrato.
- Giselle: Yo quiero traer las cartulinas.
- Omar: ¡Yo también!
Ambos se levantaron y colocaron en el contrato cartulinas.
Este 17 de Junio te celebró el día del papá está es una oportunidad increíble
te quiero mucho papa te vamos a celebrar el día del papá en mi escuela.
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- José Manuel: Yo traigo plumones.
- Hugo: Y yo colores.
Pasaron al frente y siguieron llenando el contrato.
El día acordado se llevó los materiales y era hora de poner manos a la obra.
Imagen de la elaboración de los carteles
Terminada la obra maestra Omar y Julián fueron los encargados de colocar los
carteles en la entrada principal de la escuela. Antes de que prosiguieran a
pegarlos, a lo lejos se escuchó una voz, era Leslie diciendo: “Pero antes de
pegarlos hay que pedirle permiso al profe Víctor para poder hacer el convivio”
En ese momento César dijo: sí, pero ¿Cómo le decimos?
- José Manuel: Yo voy a la dirección y le aviso.
- Nosotras: No, hay que hacerlo más formal por que es el director.
- Giselle: Pues hacemos un escrito y se lo entregamos.
- Nosotras: ¿Y qué llevaría ese escrito?
- Ángel: ¡Ah! pues allí ponemos todo lo que pensamos hacer para festejar
a nuestros papás y que firme si nos da permiso.
En ese momento Omar se levantó de su lugar y tomó un gis, dijo “haber
entonces el escrito como va a quedar”
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- Leslie: Pues tendría que llevar la fecha.
- Sergio: Y después ponemos estimado director.
- Yael: Le pedimos permiso para hacer un convivio para celebrar a
nuestros papás.
- Emiliano: Esperamos su respuesta, atentamente el grupo de tercero B
- Julián: Sí y lo firmamos todos.
Omar se ofreció a elaborar el escrito en computadora para hacerlo llegar al
director, lo llevaría el día siguiente y para la próxima sesión nos informarían de
la decisión del director.
Para nosotros fue sorprendente ver la forma en que los niños por iniciativa
propia se organizaron para poder hacer el escrito dirigido al director y
concordamos con Josette cuando dice:
“Un alumno en proyecto tiene el deseo, los medios y el poder para lograr lo que
se propone (es decir, tener éxito). Moviliza toda su mente y toda su energía
para alcanzar, con la ayuda de los demás (compañeros y docentes), los
objetivos de progreso que se ha fijado.” (Jolibert: 2008: 29)
Al llegar a la siguiente sesión con ellos nos percatamos que estaban pegados
los carteles en la entrada y diferentes partes de la escuela, entrando al salón
entusiasmados nos informaron que el director había dado permiso para hacer
el convivio el día 17 de junio, que sólo contaríamos con dos horas para hacer
uso del patio.
En ese momento la maestra propuso que cada niño trajera un platillo para que
se compartiera ese día, todos los niños estuvieron de acuerdo, y nuevamente
Omar fue el encargado de anotar lo que cada quien llevaría.
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El día para celebrar a un campeón.
La forma de trabajar en la escuela Alexander Dul no permite que los niños
expresen lo que sienten y lo que les interesa, pues no existe un espacio donde
se sientan parte de ese trabajo. Es importante buscar la manera de mostrar los
ejercicios fuera del salón o de la escuela ya que muchos de ellos se quedan
amontonados en un rincón del aula y después van a dar a la basura, esto dará
pie a que los alumnos participen motivados en cualquier actividad para escribir,
leer, hablar, contar sus experiencias, y conocimientos anteriores.
Monserrat Castelló (2000:67) expone: “Escribir de acuerdo a las condiciones de
una situación comunicativa implica, al menos, dominar numerosas actividades
cognitivas complejas que están íntimamente relacionadas con el contexto
socio-cultural donde se lleva a cabo la producción de texto: activación del
conocimiento lingüístico temático relevante u organización de los datos según
los objetivos y los propósitos del discurso, entre otras. Esto implica concebir el
texto y el contexto como inseparables, interdependientes y mutuamente
determinadas en cualquier situación de escritura.”
La cita referida confirma lo que vivimos. El trabajo que se dio en el aula cuando
se escribieron los textos nos llevó a varias situaciones, a plasmar el contexto
en que viven, fue así que los niños se siente cómodos cuando están en un
lugar de trabajo agradable para inventar, reírse y comunicar sus escritos con
los demás.
Durante el tiempo que los niños hicieron los diferentes escritos que nos
llevarían a culminar el proyecto, se comunicaron entre compañeros, realmente
era interesante observar y escuchar el modo de trabajo que ellos tenían.
Compartieron palabras, ideas, enojos, emociones, burlas, con todos los
compañeros del grupo.
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La comunicación que se dio fue de libertad porque preguntaban sin que les
diera pena, si se equivocaban se reían de ellos y no había problema.
Creemos que el aprendizaje en el aula fue propio, tanto de ellos como de
nosotros, pero no nos conformamos con eso pues los trabajos terminados se
enseñarían a los padres de familia, los alumnos se sintieron atraídos con esta
idea, se vieron entusiasmados.
La producción de textos es una actividad donde los alumnos intercambian
opiniones para realizar alguna tarea, esto permite que ellos hablen en
diferentes situaciones para que se expresen con facilidad.
Carlos Lomas (1998:185) dice: En el intercambio oral todos los que participan
en la comunicación están presentes compartiendo un determinado tiempo y
espacio, es posible variar los papeles de enunciador y enunciatario
condicionando el uso de la lengua, esto a la vez permite una actividad que va
más allá de la verbalización a otros códigos (lenguaje escrito).
Por esta razón planeamos un espacio que nos permitiera llevar a cabo los
resultados del proyecto. Los preparativos estaban listos, el día esperado por
todos se acercaba y al fin llegó, eran las 7:30 A.M. entramos a la escuela; aún
los maestros no habían llegado pero el director ya estaba esperando que diera
la hora de entrada.
Tuvimos la convicción de que los padres de familia se interesaran por el
trabajo de los niños compartiendo un tiempo de lectura, de diálogo y
convivencia.
Los padres comenzaron a llegar en compañía de sus hijos y se fueron
acomodando en las sillas, nos sentíamos un poco nerviosas ya que hasta el
momento nunca habíamos hablado frente de los padres.
Los saludamos y brevemente les explicamos cuál había sido el trabajo de
nosotros con los niños, después de esto los niños pasarían a entregarles y
leerles la tarjeta a sus papás, pero esto no ocurrió ya que sin más ni más los
niños se acomodaron en el centro del patio y comenzaron a cantarles una
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canción. La maestra nos comentó que esto lo habían organizado dos días
antes del evento y que también habían organizado unos juegos.
Para nosotros fue sorprendente esa iniciativa que tomaron al buscar la canción
y organizar los juegos para la convivencia con sus papás. Les entusiasmaba la
idea de pasar la mañana festejándolos. El convivio y las actividades extra que
ellos organizaron fue un éxito.
Los padres al igual que nosotras quedaron sorprendidos de todo el trabajo que
lograron desarrollar sus hijos en las semanas que estuvimos trabajando. En
una entrevista que tuvimos que un padre familia esto quedó confirmado:
- ¿Estaba enterado del trabajo de nosotras con sus hijos?
- Sí
- ¿Qué es lo que se le ha comentado del trabajo que hicimos?
- Sobre la elaboración de tarjetas y de las manualidades.
He visto muy entusiasmado a mi hijo porque lo emocionó mucho el
hacerme un regalo, ya que siempre se lo dan en la escuela o es
comprado por su mamá.
Al terminar el convivio los padres se retiraron y nos dirigimos con ellos al salón
porque tenían que seguir con sus clases normales. Les comentamos que hasta
ese día trabajaríamos con ellos pero que era importante para nosotros saber
cómo se sintieron y que teníamos que ver si habíamos alcanzado los objetivos
que propusimos al hacer los contratos.
Fase V y VII Así es que comenzamos preguntando cómo se sintieron al realizar el proyecto,
algunos levantaron la mano, así que los fuimos escuchando por turnos, esta es
parte del registro de dicha actividad:
- Omar: Yo me sentí muy bien porque nunca había regalado una tarjeta
hecha con mis manos.
- Zoé: A mí me gustó hacer el convivio para los papás porque en la
escuela nunca los festejamos, sólo a las mamás.
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- César: A mí me gustó que viniera mi papá porque por su trabajo nunca
puede venir.
- Giselle: Me gustó porque aprendimos a hacer tarjetas, además nunca
habíamos convivido con nuestros papás en la escuela, siempre los
festejamos en nuestras casas.
- Leslie: Sí aprendimos a hacer tarjetas, carteles, hasta escritos formales,
pero a mí me costó mucho trabajo poder expresar lo que siento en la
tarjeta.
Es aquí donde concordamos con la idea de Josette al decir que:
“La evaluación contextualizada es un medio permanente para ayudar al alumno
a que prosiga y refuerce sus aprendizajes de forma eficaz, y no un fin en sí
mismo.
Se apoya en la recolección y luego en el análisis de un conjunto de huellas que
muestran los caminos. Los procedimientos y que pone de relieve los logros o
los obstáculos colectivos e individuales en la realización de una tarea de
comprensión o producción.
La evaluación facilita que el alumno tome conciencia de su forma de aprender,
que utilice informaciones a partir de elementos significantes que clarifican su
actividad intelectual.” (Jolibert: 2009:284)
Terminada la evaluación, dimos las gracias tanto a la maestra como al grupo
por haber trabajado con nosotras.
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REFLEXIONES FINALES
La escritura de nuestros relatos autobiográficos, se centró en aquellos
acontecimientos que nos transformaron profundamente, narramos nuestras
experiencias, lo que nos pasó, lo que nos trastocó en el interior de nuestras
emociones, nos permitió observar y reflexionar sobre la transformación de la
enseñanza y la recuperación de experiencias que dan significado a nuestra
vida profesional.
Nos permitió la planeación y aplicación de un proyecto de innovación, en el
cuál, todos los niños son implicados en la libre elección, decidir qué es lo más
conveniente para ellos y para el trabajo, es mejor que lo hagan por decisión
propia y no forzar la marcha imponiendo realizar actividades, haciéndolos sentir
que son parte importante del grupo y de los equipos, porque son tomados en
cuenta en las actividades.
Nuestra experiencia en la aplicación nos llevó al compromiso con los niños,
nos sentimos a gusto haciendo un papel primordial, el de ser maestros, fue una
oportunidad de compartir nuestros pensamientos y llegar a conocerlos. A pesar
de que al principio no nos conocían, nos brindaron confianza, atención y
respeto dentro y fuera de la escuela.
Estamos seguras que disfrutaron la oportunidad de tener un momento para
imaginar y despejarse de la presión tradicional de no pararse y guardar silencio
durante las clases para permanecer en “orden”.
Los logros del proyecto fueron varios: algunos niños eran calificados como los
que no trabajaban, ahora realizan las actividades con ganas de querer hacerlas
sin obligación, nos sorprendió ver como se adentraban en las actividades que
hacían en ese momento.
Se desarrollaron competencias lingüísticas (Hablar, escuchar, escribir)
adquirieron confianza en decir lo que opinaban, escribían y leían al no ser un
motivo de burla, todos compartían sus ideas. El trabajo colaborativo se
enriqueció, pues al principio les fue difícil organizarse, ponían pretextos como:
¡yo no quiero trabajar con ese niño, es raro!, ¡a mí me cae mal aquella niña!, al
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final cuando trabajaban y no podían hacer algo le preguntaban al compañero
de equipo para pedir apoyo.
La expresión oral se vio favorecida, se atrevieron hablar en público, con los
padres de familia, ante los demás grupos y maestros.
Los alumnos disfrutaron el momento en que sus padres asistieron con ellos
para ver los trabajos y se alegraron al presentar sus trofeos y tarjetas, ya que
todo lo que se escribe sirve para dar a conocer todas esas ideas que a veces
por pena no se comparten con los demás o no existe un momento ni espacio
para expresarlo.
Al leer conocemos algo nuevo pero también nos lleva a la imaginación, nos
transporta, por eso es esencial que cuando se lea, sea una lectura que nos
atrape para emocionarnos. Las palabras que están escritas en los libros
muestran una infinidad de ideas que nos comunican situaciones, emociones,
realidades, etc.
En el trayecto, el salón se vio de manera diferente, los niños pudieron caminar
libremente entre sus compañeros, platicaban, argumentaban, discutían,
comentaban libremente, al final sus personalidades no eran las mismas a las
de un principio, se necesitaban mutuamente para perseguir un fin, el de
construir aprendizajes.
Las reglas para nuestro trabajo fueron lo más claras posibles, de respeto entre
los compañeros, hacia nosotros, pero también de nosotros hacia ellos; esto
facilitó el trabajo cooperativo, la empatía, el diálogo para resolver problemas,
notábamos que se peleaban pero también veíamos que los resolvían entre
ellos, claro que cuando no, nosotros proponíamos acuerdos.
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