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UNIVERSIDAD PERUANA
CAYETANO HEREDIA Facultad de Estomatología
Roberto Beltrán Neira
“HELICOBACTER PYLORI Y SU IMPORTANCIA EN
LA CAVIDAD ORAL DEL NIÑO”
INVESTIGACIÓN BIBLIOGRÁFICA DEL PROCESO DE SUFICIENCIA
PROFESIONAL PARA OBTENER EL TÍTULO DE CIRUJANO DENTISTA
PATRICIA ISABEL CÁCERES MURGA
LIMA – PERU
2008
JURADO EXAMINADOR
PRESIDENTE : Dr. Edgar Quenta Silva
SECRETARIO : Dra. Carmen Kanashiro Irakawa
ASESOR : Dr. Guido Perona Miguel de Priego
FECHA DE SUSTENTACION : 03 DE MARZO DEL 2008
CALIFICATIVO : APROBADO
AGRADECIMIENTO
Al Dr. Guido Perona Miguel de Priego por ser mi guía en este trabajo y por las
horas de dedicación.
RESUMEN
La infección por Helicobacter pylori es la principal causa de gastritis y úlceras en el
sistema gastroduodenal, su alta prevalencia en países subdesarrollados está asociado al
bajo nivel socioeconómico y malas condiciones sanitarias. Este microorganismo es
adquirido en las primeras etapas de vida, y es de vital importancia su diagnóstico y
tratamiento temprano para evitar su repercusión en la edad adulta.
Las principales vías de transmisión conocidas son gastro – oral, fecal – oral y se ha
propuesto su transmisión vía oral-oral; basándose en la presencia de H. pylori en la
cavidad oral, ya sea como parte de la microflora normal o microorganismo transitorio.
Se han realizado varios estudios para aislamiento de H. pylori de la placa dental y
saliva, confirmando su presencia. Esto podría ser un factor de riesgo para la
reinfección en pacientes en los cuales que se realizó una terapia erradicadora.
En conclusión, se debe valorar al presencia de H. pylori en la cavidad oral, por ser de
ayuda como método diagnóstico en pacientes pediátricos, además es rol del
odontólogo actuar de manera preventiva para que la placa dental no participe como
reservorio de dicho microorganismo.
Palabras clave: Helicobacter pylori, gastritis, niño, placa dental
LISTA DE ABREVIATURAS
H. pylori Helicobacter pylori
PCR Reacción en cadena de la polimerasa
um. Micra
VacA Citotoxina vacuolizante
Cag PAI Gen Cag PAI
HspB Proteína del shock térmico B
Ig G Inmunoglobulina G
13C – 14C Carbono reactivo 13 – 14
CagA Gen CagA
DNA Ácido desoxirribonucleico
APF Antecedentes patológicos familiares
ATB Antibiótico
PPI Inhibidor de bombas de protones
UAR Ulcera aftosa recurrente
EAR Estomatitis aftosa recurrente
ÍNDICE DE TABLAS
Página
Tabla 1. Determinantes de patogenicidad de H.
pylori
Tabla 2. Prevalencia de la infección por H. pylori
en infantes según áreas geográficas
Tabla 3. Criterios para el diagnóstico del niño
dispéptico
Tabla 4. Regímenes recomendados para
tratamiento para H. pylori
Tabla 5. Tasa de detección de H. pylori en
diferentes muestras orales (método PCR)
Tabla 6. Localización de DNA de H. pylori en
placa supragingival de diferentes sitios de la
cavidad oral
Tabla 7. Relación entre índice gingival y de placa
con la presencia de H. pylori detectado por PCR
en placa dental y estómago
4
14
17
19
22
23
24
ÍNDICE DE GRÁFICOS
Página
Gráfico 1. Prevalencia de H. pylori por edades 11
en países desarrollados y subdesarrollados
Gráfico 2. Tasas de seroprevalencia de H. pylori por 15
edades específicas en niños
Gráfico 3. Seropositividad de H. pylori en niños de 0-5 años 18
con relación a peso/talla (estado de nutrición)
ÍNDICE DE FIGURAS
Página
Figura 1. H. pylori en microscopia electrónica 2
Figura 2. Rol del H. pylori en la gastritis y úlcera péptica. 6
Figura 3. Tinción de Giemsa. H. pylori ordenados en grupos 8
dentro del mucus adherido a la superficie del epitelio.
Figura 4. Tinción de Gram a partir de un cultivo en placa 9
de agar de H. pylori
Figura 5. Endoscopia digestiva a paciente con gastritis 16
antral y úlcera duodenal asociada a H. pylori.
Figura 6. Placa dental en paciente pediátrico 21
Figura 7. Ulcera aftosa en paciente pediátrico 26
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Página
I. INTRODUCCIÓN 1
II. HELICOBACTER PYLORI Y SU IMPORTANCIA EN LA 2
CAVIDAD ORAL DEL NIÑO
II.1 GENERALIDADES DEL HELICOBACTER PYLORI 2
II.1.1 MICROBIOLOGÍA 2
II.1.2 PATOGÉNESIS 3
II.1.3 VÍAS DE TRANSMISIÓN 7
II.1.4 MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO 8
II.2 EPIDEMIOLOGÍA DE LA INFECCIÓN 10
II.3 HELICOBACTER PYLORI EN PACIENTES 12
PEDIÁTRICOS
II.3.1 VÍAS DE TRANSMISIÓN 12
II.3.2 EPIDEMIOLOGÍA 14
II.3.3 SINTOMATOLOGÍA 16
II.3.3 TRATAMIENTO 18
II.3.4 IMPORTANCIA DE DETECCIÓN EN 20
PLACA DENTAL
II.4 PRESENCIA DE H. PYLORI EN CAVIDAD ORAL 21
II.4.1 PRESENCIA EN PLACA DENTAL Y SALIVA 21
II.4.2 ASOCIACIÓN CON HALITOSIS 25
II.4.3 ASOCIACIÓN CON ESTOMATITIS AFTOSA 26
RECURRENTE
III. CONCLUSIONES 28
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 29
I. INTRODUCCIÓN
Por muchos años el Helicobacter pylori ha sido reconocido como microorganismo
patógeno del sistema gastroduodenal, principal causa de gastritis crónica y úlcera
gástrica.
La infección por Helicobacter pylori es de gran prevalencia mundial y está asociada
inversamente proporcional al nivel socioeconómico y condiciones sanitarias.
Múltiples investigaciones han sugerido que el estómago no sería el único reservorio de
este microorganismo, sino que la cavidad oral podría tener ciertas condiciones para
albergar H. pylori como parte de la microflora oral normal o de manera transitoria y
por lo tanto favorecer a la transmisión oral- oral que aun no ha quedado clara, además
el hecho de su presencia en la boca podría ser fuente de reinfección luego de la terapia
erradicadora, sobretodo en pacientes con pobre higiene oral.
La presencia de H. pylori ha sido estudiada tanto en muestras de placa dental y saliva
mediante cultivo y prueba de PCR en pacientes con dispepsia, confirmando de esta
manera su asociación con la cavidad oral y planteando una opción para el diagnóstico
como método no invasivo, que podría ser aplicada en casos de pacientes pediátricos en
los cuales es dificultosa una endoscopia.
Esta investigación tiene como objetivo reconocer la importancia de la identificación
de H. pylori en la microflora de la cavidad oral y dado que esta infección se adquiere
durante la infancia, valorar la repercusión que un diagnóstico y tratamiento precoz en
pacientes pediátricos pueden tener en el desarrollo de enfermedad gastroduodenal en
etapas posteriores de vida.
El rol del odontólogo podría radicar en la prevención, incentivando a una buena
higiene oral en el infante y la madre para evitar la transmisión de H. pylori y la
consecuente reinfección a través de la cavidad oral.
II. HELICOBACTER PYLORI Y SU IMPORTANCIA EN LA CAVIDAD
ORAL DEL NIÑO
II.1 GENERALIDADES DEL HELICOBACTER PYLORI
A partir de 1972 a 1975, se comenzaron a publicar datos relativos de la asociación de
la presencia de bacterias espirales en la mucosa del estómago y la inflamación crónica
de esta. En 1982 Warren y Marshall descubren al “Campylobacter pyloridis” que
después tomaría el nombre actual de Helicobacter Pylori creado por Goodwin en
1989. 1, 2, 3, 4
II.1.1 MICROBIOLOGÍA
Morfología
El H. pylori es un bacilo gram negativo microaerofílico; en el estómago es corto
espiralado o en forma de “S”, de 2.5 – 5.0 um de largo y 0.5-1.0 um de ancho; en los
cultivos son menos espirales y aparecen mas como bacilos curvados. 1, 5
Ultraestructuralmente, esta bacteria presenta una membrana externa revestida de una
estructura similar al glicocalix; in vivo, la superficie bacteriana puede encontrarse en
intimo contacto con las microvellosidades del epitelio gástrico. 1
Se han observado en cultivos in vivo formas cocoides de H. pylori, estas podrían ser
las manifestaciones morfológicas de la muerte celular. 1
Figura 1. H. pylori en microscopia electrónica. Tomado de: Helicobacterspain.com [en línea] [fecha de acceso 29 de enero de 2007] URL disponible en:
http://www.helicobacterspain.com/imagenes/pyloribnM.htm
Características bioquímicas
El H. pylori posee diferentes enzimas que utiliza para obtener energía o para
defenderse del ambiente hostil en el que se encuentra. Estas características
bioquímicas se han utilizado como métodos de identificación. Las enzimas principales
que pueden detectarse en el laboratorio y que permiten una identificación de H. pylori
son:
Ureasa: es una enzima que tiene la capacidad de hidrolizar la urea produciendo
amonio y carbonato. El H. pylori para su progreso de colonización en la mucosa
gástrica tiene que sobrevivir al medio adverso del medio ácido estomacal, por ello la
clave para la adaptación al ph ácido gástrico reside en la producción de ureasa. 1, 6
Catalasa: Es una enzima que descompone el peróxido de hidrógeno y la convierte en
agua liberando oxígeno. Esta enzima juega un rol importante en la resistencia
bacteriana a la fagocitosis de los polimorfonucleares ya que protege a la bacteria de
efectos letales de los metabolitos tóxicos del oxígeno. 1
II.1.2 PATOGÉNESIS
El H. pylori es una bacteria que coloniza el estómago humano. Este reside bajo la capa
de mucosa gástrica, adyacente a las células gástricas epiteliales y es causa de las
úlceras gástricas y duodenales y cáncer gástrico. 7
Al igual que en la mayoría de las enfermedades infecciosas, la gastritis asociadas al H.
pylori es influenciada no solo por la naturaleza de la cepa infectante sino también por
el huésped y los factores que lo rodean. 1
Los principales factores bacterianos asociados con la patogenicidad comprometen
proteínas de membrana exterior, la citotóxina vacuolizante VacA y los productos de
cag PAI. 8
El H. pylori es de los pocos microorganismos adaptados a vivir en un medio ácido.
Esta adaptación puede ser dada por su motilidad en medios viscosos como el mucus
gástrico que lo protege y con poco contenido de oxígeno, así como la producción de
grandes cantidades de ureasa que le proporciona microambiente alcalino. 1
Factores de virulencia
a) Factores invasivos: Representado por la morfología helicoidal y por los flagelos
que le permiten ser móvil y penetrar a través del mucus.
b) Factores de adherencia: Tales como la hidrofobicidad que aumenta en niveles
bajos de ph y en presencia de úrea; y el glicocalix, son de importancia en la
colonización inicial de la mucosa gástrica del huésped por el H. pylori .
c) Factores tóxicos: El H. pylori posee diferentes enzimas y proteínas que actúan
como factores tóxicos para la mucosa gástrica (ureasa, proteasa, lipasas, catalasa,
citotoxina, proteína Cag,).
Determinante de Patogenicidad
Función
Ureasa Neutraliza la acidez gástrica; estimula la quimiotaxis de monocitos y neutrófilos; estimula la producción de citocinas proinflamatorias.
Proteína del shock por calor (HspB)
Aumenta la expresión de la ureasa; además de la defensa ante medios adversos.
Proteína de inhibición del ácido
Induce hipoclorhidria durante la infección aguda (inhibe la secreción ácida de las células parietales).
Flagelos Permiten la penetración en la capa de moco gástrico y brindan movilidad. Posible rol antigénico (por ser recubiertos).
Adhesinas Median la unión a las células epiteliales gástricas (adhesión-colonización).
Mucinasas y Fosfolipasas Alteran el moco gástrico (facilitan penetración, adherencia y colonización).
Superóxido dismutasa Evita la actividad fagocítica al neutralizar los metabolitos reactivos del oxígeno.
Catalasa Evita la actividad fagocítica al neutralizar los peróxidos.
Toxina vacuolizante (VacA)
Citotoxina A (CagA)
Induce la vacuolización de las células epiteliales, además de estimular la migración de neutrófilos en la mucosa.
Promueve actividad citotóxica y destruye las vacuolas.
Tabla 1. Determinantes de patogenicidad de H. pylori. Tomado de: Marcano-Lozada
M, Infante F, Rangel C, Rojas MA, Vivas O. Modelo teórico de respuesta inmunológica en la mucosa gástrica en la infección por Helicobacter pylori. VITAE
Academia Biomédica Digital. [Revista en internet] 2006. [acceso 15 de enero de 2008]: 26. Disponible en: http://www.bioline.org.br/pdf?va06005 13
La producción de grandes cantidades de ureasa podría crear un microambiente
alcalino que proteja al microorganismo de la acidez gástrica hasta que se introduzca
debajo de la mucosa. La bacteria parece atacar la superficie de las células epiteliales
posiblemente por hemaglutinas superficiales. La ureasa es fundamental para su
adaptación al estómago. Esta enzima hidroliza la urea del jugo gástrico formando
amonio, que neutraliza la acidez local y crea un microclima alcalino que le permite
sobrevivir en dicho ambiente. 4
Los microorganismos se acumulan especialmente en las uniones intercelulares y la
rompen. 1
Independientemente del mecanismo exacto por el que se produce la lesión en el tejido
hay una respuesta de leucocitos que conduce a la aparición de la gastritis y provoca
una inflamación que puede llevar al desarrollo de úlcera. 1
Otro mecanismo propuesto para a producción de las úlceras sería que el ambiente
gástrico se altere por el H. pylori debido a la hidrólisis de la urea en las uniones
intracelulares. Esto previene el paso normal de iones hacia la mucosa, resultado en
hipoclorhidria y lesión de tejidos. 1
Algunos investigadores explican el mecanismo por la presencia de la actividad
proteolítica del organismo que degrada la mucina, esto puede disminuir la barrera de
protección del mucus y permite al ácido dañar las células epiteliales subyacentes. 1
La patogenia en de la infección en el niño es muy similar a la del adulto. Sin embargo
pudiera variar tomando en cuenta el tiempo de infección que es más corta y las
características del sistema inmune del niño. No existe un consenso que determine la
diferencia entre la patogenia de H. pylori en la infancia y la del adulto. 1
Figura 2. Rol del H. pylori en la gastritis y úlcera péptica. Tomado de: Nobelprize.com [en línea] [fecha de acceso 04 de febrero de 2007] URL disponible
en: http://nobelprize.org/nobel_prizes/medicine/laureates/2005/press.html
II.1.3 VÍAS DE TRANSMISIÓN
El ser humano es el único hospedero conocido de H. pylori. El estómago humano es
considerado como el reservorio de este patógeno y su vía de transmisión aceptadas
son: 1) vía fecal – oral, mayormente en países subdesarrollados 2) vía gastro – oral en
países desarrollados. 9
La transmisión de H. pylori es conocida sólo parcialmente. Se sabe que la infección es
adquirida casi siempre durante la primera infancia y dentro de los primeros 5 años de
vida, aunque por lo general parece asintomática. 10
En estudios de reinfección, luego de la erradicación sugieren que, si bien no se
produce una inmunidad protectora duradera, los adultos tratados con éxito tienen un
riesgo de reinfección muy bajo, mientras que en niños por debajo de 5 años el riesgo
es alto. 10
En la transmisión fecal – oral se ha cultivado el H. pylori a partir de heces tanto en
niños y adultos demostrándose que el microorganismo puede pasar por el tracto
intestinal y permanecer viable. 1
La vía de transmisión oral no está del todo claro, aunque el hallazgo de productos en
la placa bacteriana dental de pacientes infectados utilizando reacción de cadena de
polimerasa (PCR) sugiere la factibilidad de la transmisión oral – oral. La posibilidad
de transmisión gastro – oral se apoya en el hallazgo de H. pylori viable en vómitos; y
el hallazgo de H. pylori en aguas servidas y la posibilidad de mantenerse viable en
aguas contaminadas con heces durante varios días apoyan la vía de transmisión fecal –
oral. 10
Sin embargo, solo métodos moleculares y no cultivos permiten la detección de H.
pylori en el agua. Queet y Araujo estudiaron la supervivencia de H. pylori en un
modelo de agua usando métodos de cultivo, morfológicos y moleculares; estos
mostraron que H. pylori sobrevive en el agua pero pierden rápidamente su
cultivabilidad y morfología bacilar, sin embargo quedan viables por largos períodos y
su DNA es todavía detectable por mucho tiempo. Ellos concluyeron que la accidental
presencia de H. pylori en el agua bebida podría ser un factor de riesgo para su
transmisión. 9
II.1.4 MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO
Actualmente se utilizan diversos métodos de diagnóstico, los cuales son clasificados
en invasivos y no invasivos. 12, 13
Método Invasivos
Las pruebas diagnósticos invasivos, incluyen a la endoscopia seguida por cualquiera
de las siguientes:
1) Biopsia gástrica para demostración histológica del microorganismo mediante
coloración de Giemsa (en búsqueda de polimorfonucleares infiltrantes) y es de mucha
utilidad en el diagnóstico inicial con una sensibilidad > a 90% 13,14
2) Prueba de la ureasa en el espécimen tisular la cual es muy rápida y sensible, pero en
ocasiones da falsos positivos porque en el microambiente gástrico puede existir otras
bacterias que producen esta enzima12 y además debido a pinzas de biopsia o
endoscopios contaminados 13; su sensibilidad es de 96% y especificidad 90%14
3) Cultivo de H. pylori, el cual es el método más específico, aunque poco sensible y
lento, sin embargo sigue siendo útil en pacientes en los que el tratamiento no ha
logrado la erradicación de la bacteria, para evaluar sensibilidad a los antimicrobianos. 12, 4
Figura 3. Tinción de Giemsa. H. pylori ordenados en grupos dentro del mucus adherido a la superficie del epitelio. Tomado de: Pathology diagnostic sevices group
[en línea] [fecha de acceso 04 de febrero de 2007] URL disponible en: http://www.gi- pathology.net/php/slide_xcellpath.php?name=helicobacter%20pylori%20gastritis&se
gment=stomach&image_name=gastritis/hpylori/hpylori-full_9.jpg
Figura 4. Tinción de Gram a partir de un cultivo en placa de agar de H. pylori. Se observa de color rosa debido a su estructura de bacilo gramnegativo. Tomado de: GEFOR [en línea] [fecha de acceso 04 de febrero de 2007] URL disponible en:
http://www.gefor.4t.com/bacteriologia/helicobacterpylori.html
Métodos no invasivos
1) Serología con antígenos contra IgG de H. pylori , brinda excelentes sensibilidad y
especificidad (> 95%) utilizado preferentemente en estudios de prevalencia en la
comunidad pero no es útil como marcador de actividad de la infección.4,12
2) Test de la urea espirada usando urea marcada con 13C ó 14C, para detectar la
descomposición por la ureasa del H. pylori de la urea marcada ingerida por el
paciente. Es más específica y sensible que la serología, puede dar falsos negativos
en pacientes que toman omeprazol o que tienen cirugía previa del estómago. 4,12,13
Otros métodos empleados son los moleculares; estos son ampliamente usados para el
diagnóstico de infección por H. pylori también como análisis de diversidad, vivencia,
persistencia y patrones de resistencia de la bacteria. 14
1) Prueba del PCR: La diversidad genética de H. pylori en el mismo paciente es un
dilema considerando la exactitud del diagnóstico para la diferenciación de
infecciones combinados con cepas de H. pylori; debido a su obicuidad puede dar
falsos positivos. Es usada para análisis de muestras de placa dental. 13, 14
II.2 EPIDEMIOLOGÍA DE LA INFECCIÓN
La prevalencia de la infección por Helicobacter pylori varía ampliamente entre
diferentes grupos de población y aún dentro de un mismo grupo. El riesgo de la
infección a lo largo de toda la vida en las personas que viven en países desarrollados
es de 40 – 60%, pero llega a ser de 90% o mas en países en vía de desarrollo, en los
cuales mas del 50% de la población ya esta infectada a los 10 años de edad, en cambio
en países desarrollados solo un 5-10% de niños de la misma edad están infectados. 1, 6
Al menos la mitad de la población mundial está infectada por H. pylori. Sin embargo,
mucha de la gente infectada (> 70%) son asintomáticos y (< 30%) son sintomáticos.
La mitad de pacientes sintomáticos desarrollan úlcera péptica, desórdenes
linfoproliferativos y cáncer gástrico. 6
La prevalencia de infección es más alta en países subdesarrollados que en los
desarrollados. En países desarrollados si bien la prevalencia de infección en niños
infantes es < 10%, más de 50% de niños viviendo en pobre condición económica son
infectados (Ver gráfico 1) 6
Gráfico 1. Prevalencia de H. pylori por edades en países desarrollados y subdesarrollados (Tomado de Das JC, Paul N. Epidemiology and pathophysiology of
Helicobacter pylori infection in children. Indian J Pediatr. 2007;74(3)) 6
Con respecto a la edad existen estudios que sugieren que los niños constituyen el
mayor reservorio para la transmisión del H. pylori y representan el período óptimo de
susceptibilidad. Hay evidencias que en niños la infección es transitoria pero presentan
una tasa de reinfección alta. 1
En países en vías de desarrollo la infección por H. pylori se adquiere a edades más
tempranas. Por ejemplo en algunas partes del África casi e 90% de niños están
infectados a la edad de 5 años. 1
En relación al sexo los hombres tienen tasas de incidencia de enfermedad ulcerosa
duonenal y cáncer gástrico mas elevado que las mujeres. En un estudio realizado en
California y otro en una comunidad de los andes colombianos se demostró una
prevalencia serológica mas alta en los hombres.1 En Sao Paulo, Brasil, Zatek et al,
evaluaron a 993 donadores de sangre con síntomas de dispepsia para infección por H.
pylori y encontraron una prevalencia de 66,9% en hombres y 63,2% en mujeres. Sin
embargo múltiples estudios sugieren que no existen diferencias de género. 9 Así
mismo, se ha visto que no existe diferencia estadística en infección por H. pylori entre
niños y niñas. 6
Epidemiología en el Perú
En el Perú se ha determinado una igual prevalencia de la infección en las 3 regiones
del Perú (Costa, Sierra, Selva) en pacientes de nivel socioeconómico bajo. A
diferencia de lo que sucede en los países industrializados, en el Perú la infección se
adquiere en edades muy tempranas de vida. 12
En un estudio realizado por Ramírez A y col 15 sobre la de variación de la prevalencia
de H. pyroli en el Perú (1985 – 2002) en una población de nivel socioeconómico
medio y alto, se encontró una disminución significativa de la prevalencia de la
infección por H. pylori: 83,3% en 1985, 75,1% en 1990, 65% en 1996 y 58,7% en
2002.
En los últimos años se ha venido observando una disminución sostenida de la
prevalencia de la infección por H. pylori en niveles socioeconómicos medio y alto; y
manteniéndose elevado y estacionaria en el estado socioeconómico bajo. 15
Una de las características de la infección por H. pylori en nuestro país a diferencia de
lo observado en el resto del mundo es el elevado porcentaje de recurrencia
aproximadamente 73,0% en pacientes de nivel socioeconómico bajo y en estudios de
Soto se halló un 30,0%, esta diferencia es explicada porque el primer informe fue
realizado antes de la epidemia del cólera y la segunda posterior a esta cuando se
mejoraron las condiciones sanitarias con la clororización del agua. 12
II.3 HELICOBACTER PYLORI EN PACIENTES PEDIÁTRICOS
II.3.1 VÍAS DE TRANSMISIÓN
El rol de las madres infectadas en la transmisión de H. pylori ha sido descrito en el
pasado. Ito et al (2006), dirigieron un estudio familiar basado en una comunidad de
japoneses brasileños viviendo en Sao Paulo (265 familias: 507 niños y 250 adultos),
con infección por H. pylori, con el objetivo de identificar factores de riesgo asociados
con la transmisión intrafamiliar. La seropositividad a H. pylori fue encontrada en
9.3% de niños y 39,2% de sus padres. La prevalencia de infección de H. pylori fue
3,5% para niños con padres sin infección. Estos datos sugirieron que madres
infectadas son la principal fuente de infección por H. pylori de sus hijos,
principalmente a través del contacto con el jugo gástrico contaminado y regurgitado
de la boca de la madre. 16
Ha sido sugerido que el jugo gástrico puede jugar un papel importante en la natural
ruta de transmisión, tal como la gastritis, específicamente la fase aguda es
frecuentemente acompañada por episodios aumentados de reflujo intermitente lo cual
puede facilitar el pasaje de organismos viables dentro de la boca, desde donde pueden
ser transmitidos a otros individuos. Como la mayoría de infecciones por H. pylori son
adquiridos en la infancia, la extensión gastro – oral puede ser más significativa en
niños en quienes la exposición a contenidos gástricos a través del vómito es más
común. 11
La transmisión vertical durante la gestación fue investigada en un estudio
experimental en animales donde después de la infección experimental no se detectó
infección por H. pylori. 16
Campell et al (2006) analizaron la presencia de Ig A específica a CagA y VacA
mensualmente en leche de pecho de 48 madres en Gambia, 37 de 48 infantes (77%)
tuvo infección por H. pylori. 16
La transmisión a través de la leche materna durante la lactancia ha sido reportada,
basándose en un estudio realizado por Kitagawa et al (2001) en 1,588 mujeres
embarazadas para la determinación del anticuerpo contra el Helicobacter pylori en los
sueros obtenidos de la madre y del cordón umbilical durante el parto. Se realizaron
cultivos para la determinación del H. pylori en el contenido gástrico del neonato, en
las secreciones vaginales, en las placas dentarias de la madre antes del parto y en la
leche obtenida después del parto. Los resultados obtenidos demostraron la ausencia de
la bacteria en las secreciones vaginales. En la leche de 4 mujeres fue positivo al H.
pylori, así como en las placas dentarias. Estos investigadores concluyen que la
infección puede transmitirse a través de la lactancia. Otros autores reconocen que la
lactancia materna no protege contra la infección. 17
II.3.2 EPIDEMILOGÍA
Actualmente está establecido que la infancia es el período de mayor riesgo para
adquirir la infección por el Helicobacter pylori. 4, 6, 16
Su prevalencia en la infancia varía según el área geográfica (ver tabla 2) y es mucho
mas elevada en países en vías de desarrollo (superior a 50%) que en los países
desarrollados (menos 20%) 1
Tabla 2. Prevalencia de la infección por H. pylori en infantes según áreas geográficas (Tomado de Ramírez A, Gilman R. Helicobacter pylori en el Perú. 2003) 1
La prevalencia de la infección es más alta en los niños de países subdesarrollados, en
los cuales se ha reportado que hasta un 70% u 80% pudiera estar infectado antes de los
10 años de edad, en comparación con lo que ocurre en los países industrializados
donde sólo se reporta el 15% y con una incidencia que oscila entre 0.1% hasta el 1,1%
por año después de la infancia, que asciende hasta aproximadamente el 20% al final
de la adolescencia.4 Esto se evidencia en un estudio comparativo de donde las tasas de
seroprevalencia entre niños bolivianos y nativos de Alaska son mas altas que la de los
niños estadounidenses (0 a 9 años) (Ver gráfico 2) 18
Autor, año País Intervalo de edad Prevalencia
Blecker, 1995 Kontiainen, 1994 Rodrigo- Saenz, 1997 Goodman, 1997 Kehrt, 1997 Pelser, 1997
Bélgica Finlandia España Colombia Nicaragua Sudáfrica
2-8
8-14
Menos de 6 6-15
Menos de 10
10-20
2-9 0,1 – 5
0,2 – 2
2- 5
5- 10 10 - 15
5,4
13,4
0 6
13,6 25,4
69
77,2
13,5 48,5
67,3 84,2
Gráfico 2. Tasas de seroprevalencia de H. pylori por edades especificas en niños (Tomado de Czinn SJ. Helicobacter pylori infection: detection, investigation, and
management. J Pediatr. 2005 Mar;146(3 Suppl):S21-6) 18
En el Perú se reporta que los niños se infectan a edades muy tempranas. En un estudio
por Ramírez y Gilman1, se quiso determinar la persistencia longitudinal de la
infección por H. pylori en niños. Evaluaron 105 niños de 6 meses de edad a intervalos
de 6 meses con el test de aliento 13C-Urea, lográndose estudiar satisfactoriamente a
56 niños hasta los 30 meses de edad. Luego en 407 niños peruanos con edades
comprendidas entre 2 meses a 12 años, de familias de nivel socioeconómico alto y
bajo también se estudió la prevalencia de la infección. Los resultados finales
concluyeron que el número de niños infectados aumenta con la edad y la prevalencia
total fue de 48%. 1 Rothenbacher reportó en un grupo de niños turcos asintomáticos
con residencia en Alemania, que la adquisición de H. pylori parece ocurrir en los dos
primeros años de vida. En otro estudio longitudinal en Suecia en 294 niños, se
demostró la mayor incidencia entre los 18 y 24 meses de nacidos. 1
II.3.3 SINTOMATOLOGÍA
El H. pylori es considerado como la mayor causa de gastritis crónica y úlcera
duodenal en la infancia. 16
Figura 5. Endoscopia digestiva a paciente con gastritis astral y úlcera duodenal asociada a H. pylori. Tomado de: Helicobacterspain.com [en línea] [fecha de acceso
04 de febrero de 2007] URL disponible en: http://www.helicobacterspain.com/imagenes/gastritis.htm, http://www.helicobacterspain.com/imagenes/ulceduo.htm
Los pacientes portadores de dicha infección suelen presentar dolor abdominal
generalmente epigástrico y con menos frecuencia periumbilical, acompañado por
vómitos en aproximadamente la tercera parte de los niños. 19 Sin embargo en la
gastritis en niños suele presentarse en ocasiones asintomática lo que conlleva a que el
diagnóstico se realice histológicamente. 1, 17
El dolor abdominal recurrente ocurre en 10 -15 % de niños en edad escolar con una
asociación controversial con la infección por H. pylori. 16
Czinn y colaboradores han desarrollado un sistema de criterios clínicos, divididos en
mayores y menores, con el objetivo de mejorar la aproximación diagnóstica de los
pequeños con síntomas dispépticos. (Ver Tabla 3) 17
Criterios Mayores
Criterios Menores
• Epigastralgia • Vómitos recurrentes
• Dolor en epigastrio que despierta al niño durante la noche
• Anorexia y pérdida de peso • Acidez • Regurgitaciones • Náuseas crónicas • Eructos o hipo exagerado • Saciedad precoz • Dolor abdominal periumbilical • APF de enfermedad ulcerosa,
dispepsia y/o síndrome de intestino irritable
Tabla 3. Criterios para el diagnóstico del niño dispéptico (Tomado de Escobar MP,
Pereira J. Aspectos pediátricos de la infección por Helicobacter pylori. En González-Carvajal Pascual, M. Helicobacter pylori: ¿el tercer dogma?. 2007) 17
La presencia de determinados factores de patogenicidad, como la citotoxina asociada
al gen CagA y la toxina vacuolizante asociada al gen vacA, relacionados con la
aparición de úlcera y cáncer gástrico en adultos, es significativamente menor en los
niños y aumenta proporcionalmente con la edad, lo que explica la menor incidencia de
úlcera péptica en la población pediátrica. 19
Ocasionalmente, la infección por H. pylori en niños es la causa de una enteropatía con
pérdida de proteínas y otras veces puede llevar a retraso poderoestatural y diarrea
crónica, dando un cuadro clínicamente compatible con síndrome de malabsorción
intestinal. Algunos investigadores han señalado que la infección podría estar asociada
con estatura corta, deficiente crecimiento y desarrollo en niños y pre-adolescentes 19,16, sin embargo su asociación con el crecimiento es aun controversial. 16
En un estudio Espinoza J. et al (1997) evaluaron la prevalencia de H. pylori en 100
niños peruanos de 0-5 años con relación a su peso y talla, de los resultados obtenidos
en los 3 grupos (desnutrido, normal y obeso) se encontró que no existe diferencia
significativa. (Ver grafico 3) 20
Gráfico 3. Seropositividad de H. pylori en niños de 0-5 años con relación peso/talla (estado nutricional) (Tomado de Espinoza et al. Prevalencia de Anticuerpos de H.
pylori en niños de 0-5 años de en AAHH. Pampas de San Juan de Miraflores. [Tesis de Licenciado en tecnología médica]. Perú. 2007) 20
II.3.3 TRATAMIENTO
El tratamiento ideal para erradicar H. pylori en niños no ha sido del todo definido. La
mayoría de los esquemas terapéuticos utilizados están basados en aquellos efectivos
en adultos. 10
Esta establecido en la literatura tan bien como en la práctica clínica que el tratamiento
para H. pylori requiere una combinación agentes antimicrobiales antisecretores de
ácido gástrico administrado por 7 a 14 días. 18
Ya que el régimen óptimo para el tratamiento aun no ha sido establecido, se
recomienda que el manejo inicial comprenda la administración de triple medicación;
son usados Amoxicilina, Metronidazol, Claritromizina y un inhibidor de la bomba de
protones (PPI). 16, 18, 19 El PPI podría ser Omeprazol. 19
Varias opciones de regimenes de primera línea han sido recomendados por la
Sociedad Norteamericana de Gastroenterología Pediátrica, Hepatología y Nutrición
(Ver tabla 4) 18
60%
34%
78%
22%
75%
25%
0%
10%20%
30%40%
50%60%
70%80%
90%100%
Desnutrido Normal Obeso
Hp (-)Hp (+)
* Cada agente administrado 2 veces al día por 10 a 14 días
Tabla 4. Regímenes recomendados para tratamiento para H. pylori. (Modificado de Czinn SJ. Helicobacter pylori infection: detection, investigation, and management. J
Pediatr. 2005 Mar;146(3 Suppl):S21-6) 18
La resistencia antimicrobiana primaria puede ser causa del fallo de la terapia.10
También debemos tener en cuenta que el hábitat de la bacteria es por debajo del moco,
adherida al epitelio gástrico, lo que restringe el acceso de los antibióticos a este sitio,
tanto por vía luminal como circulatoria; y segundo, el H. pylori puede adquirir
resistencia a los agentes antibióticos comúnmente usados, como son los 5-
nitroimidazoles del tipo metronidazol y los macrólidos como la claritromicina. 18, 19
Koletzko et al (2006), llevaron a cabo un estudio prospectivo de resistencia antibiótica
de cepas de H. pylori obtenidas de 1233 de 14 países europeos. La resistencia a la
Claritromicina fue observada en 20% después de la terapia, con un porcentaje de edad
significativamente alto en varones y niños menores de 6 años. Similarmente,
resistencia primaria a Metronidazol fue 23% con casi no resistencia a la amoxicilina
(0.6%) 16
Para el éxito es importante el cumplimiento del esquema terapéutico indicado. 16, 10 Un
estudio prospectivo de Tam et al. (2006), comparó una terapia triple (citrato de
bismuto de ranitidina, amoxicilina y claritromicina) dado por 4 días versus 7 días en
206 niños con infección por H. pylori. El régimen de 7 días fue superior al de 4 días
con tasas de erradicación de 89% y 78% respectivamente. Cadranel et al. (2007),
mostraron que triple terapia estandarizada (omeprazol, amoxicilina, claritromicina)
Medicamentos Dosis
PPI (Omeprazol)
Amoxicilina
Claritromicina
1-2 mg/ Kg./día
50 mg/Kg./día
15 mg/Kg./día
PPI (Omeprazol)
Amoxicilina
Metronidazol
1-2 mg/ Kg./día
50 mg/Kg./día
20 mg/Kg./día
PPI (Omeprazol)
Metronidazol
Claritromicina
1-2 mg/ Kg./día
20 mg/Kg./día
15 mg/Kg./día
ofrecen una mejor erradicación (69%) que la terapia dual (amoxicilina y
claritromicina)(15%) en 46 niños con gastritis por H. pylori.16
Niños quienes vuelven a presentar pruebas positivas para H. pylori, el retratamiento
debería ser iniciado usando un régimen que no incluya el agente antimicrobial con
resistencia documentada. Alternativamente, el uso del terapia cuádruple basado en
inhibidores de bombas de protones o el régimen de terapia triple basado en ranitidina -
citrato de bismuto, pueden ser consideradas. 18
II.3.4 IMPORTANCIA DE DETECCIÓN EN PLACA DENTAL
El aislamiento de H. pylori en saliva y placa dental ha creado controversia sobre si la
cavidad bucal es un posible reservorio de la bacteria o forma parte de la microflora
oral. Se debe destacar que importancia de la placa dental en el diagnóstico de H.
pylori en niños, considerando que la mayoría de los métodos de obtención de muestras
son invasivos, lo que dificulta el diagnóstico temprano y seguimiento de la
infección.21
El método convencional mediante cultivo de placa requiere sumo cuidado, pues ante
la competencia con la microbiota de la cavidad bucal el H. pylori adopta con
frecuencia una forma cocoide de resistencia; además la flora residente actúa
inhibiendo su crecimiento en el medio de cultivo y como consecuencia dificulta su
identificación. 21
Por otra parte, ante la posibilidad de que además de la competividad de la microbiota
bucal, pueda haber otras bacterias relacionadas con gingivitis o enfermedad
periodontal e inhibidores reduciendo la población de H. pylori. Se sugiere que la toma
de muestra se haga en las zonas interdentales y subgingivales por tener menos tensión
de oxígeno. Métodos de detección como la PCR nos permiten coadyuvar y ampliar el
diagnóstico, especialmente en niños asintomáticos o con síntomas de dispepsia. 22
En un estudio de Song et al (2000), de 20 sujetos con infección por H. pylori,
identificados por endoscopia, la PCR de muestras en placa dio positivo en todos. Esto
muestra la utilidad de la placa dental y la identificación por PCR y es evidencia de que
el mecanismo de transmisión sea oral –oral. 21
Adicionalmente es importante valorar los factores de riesgo para controlar las vías de
transmisión de la infección; hay condiciones que pueden facilitar la colonización oral
de H. pylori como los malos hábitos de higiene y conllevar a reinfección.22 Por tal
motivo es importante aplicar medidas preventivas en higiene oral22 tomando en cuenta
el rol de las madres infectadas en la transmisión de H. pylori, así como también entre
hermanos; ya que través de placa dental y saliva pueden transmitir microorganismos
patógenos. 16
Figura 6. Placa dental en paciente pediátrico. (Cortesía de: Dr. Guido Perona Miguel de Priego)
II.4 PRESENCIA DE HELICOBACTER PYLORI EN CAVIDAD ORAL
Existen diferentes opiniones concernientes sobre la presencia de H. pylori en la
cavidad oral. 3 El mayor cuestionamiento reside en que si las bacterias solo están
contaminando transitoriamente el ambiente oral durante el procesamiento de la
comida o si constituyen una porción de la flora residual de la cavidad oral que
permanece en relación simbiótica con el huésped. 3
II.4.1 PRESENCIA EN PLACA DENTAL Y SALIVA
Ha sido largamente especulado que la placa dental podría asilar H. pylori y en
consecuencia una fuente de reincidencia en la mucosa gástrica. 7, 2
Algunos autores han sugerido que el H. pylori puede pertenecer a la flora normal de la
cavidad oral del ser humano, manteniendo una relación comensal con el huésped, pero
presente en muy poco número tal que la identificación fidedigna es difícil. 7
Las bacterias gramnegativas pueden interrelacionarse con la placa dental y competir
por los nutrientes necesarios para la microflora local, además de aprovechar ciertas
condiciones de menor tensión de oxígeno en las zonas dentales posteriores,
colonizando transitoriamente. Por consiguiente se ha podido recuperar H. pylori en
placa dental, detectándose por PCR y cultivo bacteriológico. 22
La primera persona que aisló H. pylori de la placa dental fue Krajden en 1989. 3 De
acuerdo a Desai et al, las condiciones ácidas y la temperatura caliente cerca de 37° C
en la placa dental ofrece un medio ideal para el crecimiento de H. pylori. 23 Esto
sugeriría la ruta de transmisión de persona a persona y la posibilidad de servir como
una fuente para la reinfección después del tratamiento de erradicación. Si la mucosa
gástrica es recolonizada por H. pylori de la cavidad oral, la cual no es accesible a la
terapia sistémica antibiótica, el control de la placa y otros procedimientos
periodontales deberían ser recomendados para pacientes con gastritis. 24, 25
Kignel S. et al 2 (2005), evaluó el rol de la cavidad oral como reservorio de H. pylori
en la placa supragingival y saliva de pacientes de 49 pacientes brasileros dispépticos.
En los resultados se detectó H. pylori en el estómago de 20 de 49 sujetos con síntomas
de dispepsia; y en aquellos pacientes positivos, el organismo fue detectado solo en una
muestra de placa supragingival. Ellos concluyeron que la placa dental y la saliva
podría no ser un reservorio relevante de H. pylori. 2 Del mismo modo Olivier et al 26
(2006) en el estudio de una comunidad sudafricana no detectaron H. pylori en
muestras de placa dental, indicando la ausencia de H. pylori dentro de la cavidad oral.
En contraste estudios han mostrado que H. pylori puede estar uniformemente
distribuido en la boca. 25 En el estudio de Umeda et al 25 (2003) se mostró la
prevalencia de H. pylori en placa subgingival, placa de la lengua y saliva, fue la
misma, alrededor de 25%. (Ver Tabla 4)
Tabla 5. Tasa de detección de H. pylori en diferentes muestras orales (método PCR) (Modificado de Umeda M, Kobayashi H, Takeuchi Y, Hayashi J, Morotome-Hayashi Y, Yano K et al. High prevalence of Helicobacter pylori detected by PCR in the oral
cavities of periodontitis patients. J Periodontol. 2003 Jan;74(1):129-34.) 25
Muestra N° muestras + H. pylori %
Placa subgingival 56 14 25.0
Placa de la lengua 42 11 26.2
Saliva 15 4 26.7
Asikainen et al (1994), reportaron la ausencia de H. pylori en muestras de placa
subgingival, esto se explica ya que el H. pylori por ser microaerofílico prefiere
asilarse en la placa supragingival más que en la subgingival. 25
Song et al 27 (2000), investigaron la prevalencia y distribución de H. pylori en la
cavidad oral. Un grupo de 42 pacientes que experimentaron gastroscopía
previamente, fueron investigados para registrar la presencia de H. pylori en la placa
dental y saliva por PCR, y en el estómago por el test de la urea espirada. Las muestras
estudiadas comprometieron placa dental de molares, premolares e incisivos. Los
resultados demostraron que 11 pacientes (26.3%) estuvieron infectados por H. pylori
en el estómago; y el DNA de H. pylori fue identificado en las muestras de placa dental
de 41 pacientes (97%) y en 23 muestras de saliva (55%). La prevalencia en placa
dental de molares, premolares e incisivos fue de 82%, 64% y 59% respectivamente
evaluado en 39 sujetos. (Ver tabla 5). Los autores concluyeron que las características
de distribución fueron independientes del estado de infección del estómago. Además
que el H. pylori podría pertenecer a la microflora oral normal. 27
Tabla 6. Localización de DNA de H. pylori en placa supragingival de diferentes sitios de la cavidad oral. (Modificado de Song Q, Lange T, Spahr A, Adler G, Bode G.
Characteristic distribution pattern of Helicobacter pylori in dental plaque and saliva detected with nested PCR. J Med Microbiol. 2000; 49: 349- 353)27
El rol del H. pylori en la enfermedad periodontal aún no está clara. Okuda et al.28
(2000), descubrieron que la Porphyromonas gingivalis y Fuseobacterium nucleatum,
ambas bacterias patógenas de la enfermedad periodontal, son capaces para adherir H.
pylori. Si bien H. pylori puede no estar contribuyendo directamente a la enfermedad
periodontal, este puede acompañar a la bacteria patógena causante de enfermedad
periodontal, además Okuda et al, también establecieron que las bacterias componentes
de la microflora normal tales como Streptococcus mutans y Prevotella intermedia,
Sitio Positividad Hp (%)
Incisivo
Premolar
Molar
59.0 (23/39)
64.1 (25/39)
82.1 (32/39)
pueden producir bactericina como proteína inhibitoria, de este modo inhibe el
crecimiento de cepas de H. pylori. Este hecho soporta la idea de que el H. pylori esta
presente transitoriamente en la cavidad oral, porque este podría ser removido
rápidamente por otra bacteria en un biofilm. 28
En el estudio realizado por Berroteran et al. 24 (2002), para la detección de DNA de H.
pylori en cavidad oral y sistema gastroduodenal en una población de Venezuela, se
observó que no había correlación significativa entre la higiene dental o enfermedad
periodontal y la presencia de H. pylori en placa dental y estómago (Ver tabla 5).
Pacientes con pobre higiene oral e implicancia periodontal tuvieron similar
prevalencia de H. pylori que paciente con higiene dental buena a moderada. 24
Tabla 7. Relación entre índice gingival y de placa con la presencia de H. pylori
detectado por PCR en placa dental y estómago. (Tomado de Berroteran A, Perrone M, Correnti M, Cavazza ME, Tombazzi C, Goncalvez R et al. Detection of Helicobacter pylori DNA in the oral cavity and gastroduodenal system of a Venezuelan population.
J Med Microbiol. 2002 Sep;51(9):764-70) 24
Cuando se evaluó la correlación entre enfermedad gástrica y H. pylori en cavidad oral,
se halló que todos los pacientes con H. pylori positivo en placa dental tenían gastritis
crónica. Otras enfermedades incluyendo displasia gástrica baja y metaplasia intestinal
fueron observadas en estos pacientes; lo que confirmo la fuerte relación entre estas
dos características. 24
En la mucosa gástrica la única bacteria identificada ha sido H. pylori; pero mas de 350
especímenes diferentes se pueden desarrollar en la placa dental, incluyendo
microorganismos similares al H. pylori capaces de inducir falsos positivos,
dependiendo del método de identificación aplicado.7
II.4.2 ASOCIACIÓN CON HALITOSIS
Se ha investigado la posible relación entre H. pylori y halitosis 29, 30, sin embrago
existen pocos datos disponibles e incompletos en la literatura. 29
No está completamente dilucidado el posible mecanismo de la asociación de H. pylori
– halitosis, pero se sabe que este microorganismo es capaz de producir sulfuro de
hidrógeno. En 1992 Tiomny el al reportaron un mejoramiento impresionante de
halitosis subjetiva con la erradicación bacteriana de H. pylori en tres parejas en
quienes uno o ambos miembros sufrieran de halitosis marcada. En el estudio de Ieardi
et al 29 (1998); demostró que el síntoma de halitosis es afectado diferentemente por las
terapias cuando se presenta en sujetos positivos o negativos a H. pylori. Además
correlaciona la infección de H. pylori y la presencia de halitosis, objetivamente
demostrado por la prueba de compuestos de sulfuro en el aliento. En efecto, la
erradicación bacteriana reduce significativamente el nivel de marcadores en el aliento
en 80% de los pacientes dispépticos positivos a H. pylori. Este estudio fue capaz de
establecer el origen de la halitosis en un grupo de pacientes dispépticos, alrededor del
60% de estos resolvieron los síntomas con erradicación de H. pylori. 29
En otro estudio realizado por Adler et al.30 (2005) para demostrar la asociación entre
ardor bucal, sensación acida, halitosis e hiperplasia lingual con el efecto de H. pylori
en la boca; se tomaron biopsias orales y gástricas a un total de 124 sujetos; 46
pacientes con las características antes mencionadas y 78 con otras enfermedades
(candidiasis hiperplásica, síndrome de Sjogren, carcinoma). La detección de H. pylori
en la cavidad oral fue confirmado en 40/46 (87%) de pacientes con ardor, halitosis e
hiperplasia lingual; y en 2/78 (2,6 %) de sujetos con otras enfermedades. Esta prueba
mostró una asociación entre H. pylori y ardor, halitosis e hiperplasia papilar del dorso
de la lengua. Consecuentemente la presencia de H. pylori en pacientes con hiperplasia
del dorso de la lengua podría ser un factor de riesgo para la infección gástrica y la
transmisión oral – oral que no debería ser desestimada. 30
II.4.3 ASOCIACIÓN CON ESTOMATITIS AFTOSA RECURRENTE
Debido a las similitudes en las características histológicas de la úlceras gástricas y la
úlceras aftosas orales, parece razonable asumir que H. pylori podría jugar un rol en el
desarrollo de ulceras aftosas recurrentes. 7, 23, 31, 32, 33
Sin embargo la mayoría de estudios realizados demuestra que no existe relación entre
EAR y H. pylori presente en dichas lesiones. 31, 32, 33
Netto et al (2002) 30 estudiaron la presencia de ADN de H. pylori en lesiones de EAR,
no encontrando relación entre estas. Si bien, 14 de 36 (38%) de pacientes con EAR
fueron positivos a H. pylori en la lesión y/o en la mucosa contralateral y 16 de 48
(33.3%) de los pacientes sin EAR; esto no dio sustento para asumir que H. pylori
podría ser involucrado en el desarrollo de EAR. 31
Imaron et al 32 (2003) estudiaron 22 pacientes con EAR, los resultados mostraron que
solo en una muestra de una lesión (4.5%) y en una muestra de la lengua (4.5%) de 2
pacientes diferentes con EAR fueron positivos para H. pylori, concluyendo que el H.
pylori no juega un rol importante en la patogénesis de EAR.
Fritschar et al 23, en un estudio del 2004 con niños y adolescentes quisieron demostrar
la asociación entre H. pylori y estomatitis aftosa recurrente. En el grupo de pacientes
con estomatitis aftosa recurrente la prevalencia de especimenes positivos fue 11,3% y
en pacientes sin dicha entidad fue 5,8%, tales resultados demostraron que H. pylori
puede estar presente en la cavidad oral; pero su presencia en la boca,
independientemente del sitio examinado no es asociado con la ocurrencia de
estomatitis aftosa recurrente. 23
Figura 7. Ulceras aftosas en paciente pediátrico. Tomado de: edu.com [en línea] [fecha de acceso 04 de febrero de 2007] URL disponible en:
http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/medicina/2010828/lecciones/cap2/cap2-510.htm
En contraste a otros estudios, Birek et al (1999), determinaron la frecuencia de la
detección de DNA de H. pylori en muestras orales de ulceras aftosas recurrentes
(UAR), lengua, saliva y placa. Un total de 71.9 % de muestras de UAR mostraron
DNA de H. pylori. Los resultados de saliva y placa indicaron que estas no eran
comunmente fuente de H. pylori en individuos sanos. Birek postuló la posibilidad de
que la adherencia de H. pylori a la mucosa oral y subsecuente producción de
autoanticuerpos para epítopes compartidos por las células de epitelio oral y H. pylori
pueden resultar en la destrucción del tejido asociado con UAR. A causa de las
similitudes en el proceso inflamatorio que produce las gastritis asociadas con H. pylori
y la que causa UAR; se postuló que el H. pylori puede ser cofactor en la patogénesis
de UAR. 7
III. CONCLUSIONES
1. El H. pylori es el microorganismo patógeno causal de gastritis crónica en los
diferente grupos etáreos, y su alta prevalencia en países subdesarrollados es debido
a pobres condiciones sanitarias, siendo rol del profesional la mejora de éstas.
2. La adquisición de la infección por H. pylori se da en la infancia, es importante el
buen diagnóstico y tratamiento en edad temprana que anulen la posibilidad de
repercusión posterior.
3. La presencia de H. pylori en la cavidad oral favorece la ruta de transmisión oral –
oral intrafamiliar y es factor de riesgo para la reinfección.
4. La placa dental como reservorio de H. pylori parte de la microflora normal no es
definitiva, sin embargo su presencia transitoria en pacientes dispépticos, es de
ayuda para el diagnostico mediante cultivo y prueba PCR; sobretodo en pacientes
pediátricos por tratarse de un método no invasivo.
5. Se han realizado múltiples estudios para aislar H. pylori en placa dental de la
población adulta, sin embrago no existen suficientes investigaciones sobre el
hallazgo de H. pylori en la cavidad oral de niños.
6. La prevención mediante el incentivo de buena higiene oral a nivel familiar es
importante ya que disminuye la posibilidad de que la placa dental se convierta en
reservorio de H. pylori.
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