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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA SEDE CUENCA CARRERA DE INGENIERÍA AMBIENTAL Trabajo de titulación previo a la obtención del título de: Ingeniero Ambiental TRABAJO EXPERIMENTAL: EVALUACIÓN DEL VOLUMEN DE CAPTURA DE CARBONO EN LA CHAKRA ANDINA EN TRES PISOS ALTITUDINALES EN LA PARROQUIA SAN MIGUEL DE POROTOS, PROVINCIA DEL CAÑAR Y SU APORTE AL EFECTO INVERNADEROAUTOR: KLEBER ALFONSO QUITO ZUMBA TUTOR: ING. JUAN GERARDO LOYOLA ILLESCAS, Ph. D. Cuenca, febrero 2018

UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA SEDE CUENCA CARRERA DE … · 2020. 7. 24. · II CESIÓN DE DERECHOS DE AUTOR Yo, Kleber Alfonso Quito Zumba con C.I. 0302307418, manifiesto la

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  • UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA

    SEDE CUENCA

    CARRERA DE INGENIERÍA AMBIENTAL

    Trabajo de titulación previo a la obtención del título de:

    Ingeniero Ambiental

    TRABAJO EXPERIMENTAL:

    “EVALUACIÓN DEL VOLUMEN DE CAPTURA DE CARBONO EN LA CHAKRA ANDINA

    EN TRES PISOS ALTITUDINALES EN LA PARROQUIA SAN MIGUEL DE POROTOS,

    PROVINCIA DEL CAÑAR Y SU APORTE AL EFECTO INVERNADERO”

    AUTOR:

    KLEBER ALFONSO QUITO ZUMBA

    TUTOR:

    ING. JUAN GERARDO LOYOLA ILLESCAS, Ph. D.

    Cuenca, febrero 2018

  • II

    CESIÓN DE DERECHOS DE AUTOR

    Yo, Kleber Alfonso Quito Zumba con C.I. 0302307418, manifiesto la voluntad y cedo a la

    Universidad Politécnica Salesiana la titularidad sobre los derechos patrimoniales en virtud

    de que soy autor del trabajo de titulación: “EVALUACIÓN DEL VOLUMEN DE

    CAPTURA DE CARBONO EN LA CHAKRA ANDINA EN TRES PISOS

    ALTITUDINALES EN LA PARROQUIA SAN MIGUEL DE POROTOS,

    PROVINCIA DEL CAÑAR Y SU APORTE AL EFECTO INVERNADERO”, mismo

    que ha sido desarrollado para optar por el título de: Ingeniero Ambiental, en la Universidad

    Politécnica Salesiana, quedando la Universidad facultada para ejercer plenamente los

    derechos cedidos anteriormente.

    En aplicación a lo determinado en la Ley de Propiedad Intelectual, en mi condición de autor

    me reservo el derecho moral de la obra antes citada. En concordancia, suscribo este

    documento en el momento que hago entrega del trabajo final en formato impreso y digital

    a la biblioteca de la Universidad Politécnica Salesiana.

    Cuenca, febrero 2018.

    Kleber Quito Zumba

    C. I. 0302307418

  • III

    CERTIFICACIÓN

    Yo, Juan Loyola Illescas , declaro que bajo mi tutoría fue desarrollado el trabajo de

    titulación “EVALUACIÓN DEL VOLUMEN DE CAPTURA DE CARBONO EN LA

    CHAKRA ANDINA EN TRES PISOS ALTITUDINALES EN LA PARROQUIA SAN

    MIGUEL DE POROTOS, PROVINCIA DEL CAÑAR Y SU APORTE AL EFECTO

    INVERNADERO”, realizado por el estudiante Kleber Alfonso Quito Zumba, proyecto

    experimental que cumple con todos los requisitos estipulados por la Universidad

    Politécnica Salesiana.

    Cuenca, febrero 2018

    Ing. Juan Loyola Illescas, Ph. D.

    C.I. 0102378544

  • IV

    DECLARATORIA DE RESPONSABILIDAD

    Yo, Kleber Alfonso Quito Zumba con C.I. 0302307418, autor del trabajo de titulación:

    “EVALUACIÓN DEL VOLUMEN DE CAPTURA DE CARBONO EN LA

    CHAKRA ANDINA EN TRES PISOS ALTITUDINALES EN LA PARROQUIA SAN

    MIGUEL DE POROTOS, PROVINCIA DEL CAÑAR Y SU APORTE AL EFECTO

    INVERNADERO”, certificamos que el total contenido del trabajo experimental es de mi

    exclusiva responsabilidad y autoría.

    Cuenca, febrero 2018.

    Kleber Quito Zumba

    C. I. 0302307418

  • V

    DEDICATORIA

    Este trabajo va dedicado a mi madre María Zumba y a mis hermanos Margarita, María,

    Verónica, Ángel y Carlos Quito Zumba quienes fueron ese apoyo incondicional en todo

    este proceso de estudio, así como también a mis sobrinos Wilmer, Franklin, Edison Mora y

    Alan Ortiz.

  • VI

    AGRADECIMIENTO

    Le doy gracias a Dios y a la Virgen por mi familia, quienes fueron y son los pilares de

    apoyo en cada momento de aprendizaje y sin ellos no hubiera podido realizar este proceso

    de formación profesional.

    ¡Gracias familia, gracias Dios!

  • VII

    RESUMEN

    Con el objetivo de conocer la capacidad de captura de carbono en la chakra andina, en la

    parroquia San Miguel se evaluaron tres lugares distintos: Corte (2400 m s. n. m.), San Juan

    Bosco (2600 m s. n. m.) y Zhinzhún (2800 m s. n. m.), en cada uno se escogieron tres

    parcelas de siembra y la respectiva toma de muestras de biomasa y suelo.

    Para las muestras de biomasa se realizaron parcelas de 0,25 m2, posteriormente

    fueron llevadas al laboratorio para establecer la relación entre materia seca y húmeda, y

    conocer la cantidad de carbono almacenado en la biomasa del maíz y herbáceas. Para

    determinar la cantidad de carbono en el suelo se usó el método de calcinación o pérdida de

    ignición con el que se calcula la cantidad de carbono mediante la pérdida de peso de una

    muestra de suelo sometida a elevadas temperaturas, cada muestra fue tomada a 10, 20 y 30

    cm. El análisis estadístico indicó que la concentración de carbono total presente en la

    biomasa fue de 40,79 t C/ha/año, que representa 149,70 t/ha de CO2 bruto capturado en el

    policultivo de maíz; el suelo, por su parte, almacena una cantidad de 248,732 t/ha de

    carbono.

    Se concluye que de estos sistemas productivos de asociación, labranza mínima y

    agricultura de conservación se pueden obtener muchos beneficios ambientales, entre ellos,

    pueden considerarse como una alternativa para la fijación de carbono.

  • VIII

    ABSTRACT

    In order to determine the carbon capture capacity in the Andean Chakra, in the San Miguel

    parish, three different places were evaluated: Corte (2400 msnm) (2600 msnm) and

    Zhinzhun (2800 msnm). In each area, three plots of sowing and the respective sampling of

    biomass and soil was detected.

    Biomass samples were taken in plots of 0.25m2, which were then taken to the

    laboratory to determine the relationship between dry and wet matter and determine the

    amount of carbon stored in the biomass of corn and herbs. The amount of carbon in the soil

    was determined by using a method known as calcination, or loss of ignition, with which the

    amount of carbon is calculated through the loss of weight of a soil sample when subjected

    to high temperatures. Each sample was taken at 10, 20 and 30 cm. Statistical analysis

    indicated that the total carbon concentration was 40,79 tnC / ha/year, which represents

    149.70 tn / ha of gross CO2 captured in this corn polyculture. The soil, in turn, stores an

    amount of 248,732 tons / ha of carbon.

    It is concluded that the productive systems of association, minimum tillage and

    conservation agriculture can obtain many environmental benefits. They can be considered

    as an alternative for carbon fixation.

  • IX

    ÍNDICE

    CESIÓN DE DERECHOS DE AUTOR ......................................................................................... II

    CERTIFICACIÓN .......................................................................................................................... III

    DECLARATORIA DE RESPONSABILIDAD ............................................................................ IV

    DEDICATORIA ............................................................................................................................... V

    AGRADECIMIENTO .................................................................................................................... VI

    RESUMEN ..................................................................................................................................... VII

    ABSTRACT .................................................................................................................................. VIII

    1 INTRODUCCIÓN ................................................................................................................... 13

    2 JUSTIFICACIÓN ................................................................................................................... 14

    3 DELIMITACIÓN .................................................................................................................... 15

    3.1 Delimitación espacial ............................................................................................. 15

    4 OBJETIVOS ............................................................................................................................ 16

    4.1 Objetivo general ..................................................................................................... 16

    4.2 Objetivos específicos ............................................................................................. 17

    5 HIPÓTESIS ............................................................................................................................. 17

    6 CAPÍTULO I. MARCO TEÓRICO ...................................................................................... 17

    6.1 Cambio climático, una preocupación mundial....................................................... 17

    6.1.1 Los gases de efecto invernadero (GEI)........................................................... 18

    6.1.2 Alternativas para frenar el efecto invernadero. .............................................. 19

    6.1.3 Ecuador frente a los gases de efecto invernadero. .......................................... 20

    6.2 El ciclo del carbono ............................................................................................... 22

    6.2.1 Ciclo del carbono en los sistemas agrícolas. .................................................. 22

    6.2.2 El ciclo del carbono, un análisis completo para calcular el secuestro neto del

    carbono. 23

    6.3 Sumideros de carbono, una alternativa al calentamiento global ............................ 24

    6.3.1 ¿Qué es el secuestro de carbono? ................................................................... 26

    6.3.2 Cambio climático y las zonas agrícolas. ......................................................... 28

    6.4 Especies agrícolas como sumideros de carbono .................................................... 28

    6.4.1 La agricultura de conservación, su importancia en la disminución de CO2. . 29

    6.4.2 Estimación de captura de carbono en especies agrícolas. .............................. 31

    6.5 La chakra andina, el agroecosistema ideal ............................................................. 32

  • X

    6.5.1 Conocimiento ancestral. ................................................................................. 32

    6.5.2 Fertilidad y manejo ecológico de suelos. ....................................................... 33

    6.5.3 Agrobiodiversidad. ......................................................................................... 34

    6.5.4 Ventajas de asociar cultivos. .......................................................................... 34

    6.5.5 La chakra andina en Ecuador.......................................................................... 35

    6.5.6 La chakra andina, y su relación con el secuestro de carbono. ........................ 36

    6.6 Estado del arte ........................................................................................................ 37

    7 CAPÍTULO II: ÁREA DE ESTUDIO................................................................................... 38

    7.1 Descripción del área de estudio ............................................................................. 38

    7.2 Clima ...................................................................................................................... 39

    7.3 Hidrología .............................................................................................................. 39

    8 CAPÍTULO III. MARCO METODOLÓGICO ................................................................... 39

    8.1 Materiales y equipos .............................................................................................. 40

    8.2 Georeferenciación del lugar de estudio.................................................................. 41

    8.3 Fase de campo ........................................................................................................ 42

    8.3.1 Muestreo. ........................................................................................................ 42

    8.4 Fase de laboratorio ................................................................................................. 43

    8.4.1 Biomasa de la chakra andina. ......................................................................... 43

    8.4.2 Suelo. .............................................................................................................. 44

    8.5 Cálculos ................................................................................................................. 44

    8.5.1 Cantidad de carbono en biomasa no arbórea. ................................................. 44

    8.5.2 Cálculo del muestreo del suelo. ...................................................................... 46

    9 CAPITULO IV: RESULTADOS Y DISCUSIÓN ................................................................ 49

    9.1 Resultados .............................................................................................................. 49

    9.1.1 Cantidad de biomasa, carbono y CO2 de los tres terrenos de siembra por cada

    piso altitudinal en la parroquia San Miguel de Porotos ................................................ 49

    9.1.2 Contenido de carbono en el suelo por cada piso altitudinal en la parroquia San

    Miguel. 53

    9.2 Discusión ............................................................................................................... 55

    10 CAPÍTULO V: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ......................................... 57

    10.1 Conclusiones .......................................................................................................... 57

    10.2 Recomendaciones .................................................................................................. 58

  • XI

    11 Referencias bibliográficas ....................................................................................................... 59

    12 ANEXOS .................................................................................................................................. 65

  • XII

    ÍNDICE DE FIGURAS

    Figura 1. Ubicación de la parroquia San Miguel .................................................................. 16

    Figura 2. Distribución de emisiones netas del INGEI 2012, Ecuador .................................. 19

    Figura 3. Tendencias de emisiones de GEI en Ecuador, serie 1994-2012 ........................... 21

    Figura 4. Ciclo del carbono. Fuente de emisión y sumideros de CO2 .................................. 23

    Figura 5. Factores influyentes en la captura de carbono ...................................................... 36

    Figura 6. Proceso metodológico ........................................................................................... 40

    Figura 7. Mapa de los pisos altitudinales y puntos de muestreo .......................................... 41

    Figura 8. Parcela para muestreado de suelo ......................................................................... 43

    Figura 9. Contenido de biomasa aérea de la parte herbácea y maíz por piso altitudinal ...... 50

    Figura 10. Cantidad de carbono y CO2 en la biomasa HERBÁCEA. .................................. 50

    Figura 11. Cantidad de carbono y CO2 en la biomasa del MAÍZ ......................................... 51

    Figura 12. Relación de carbono y CO2 en los tres pisos altitudinales .................................. 52

    Figura 13. Cantidad total de biomasa, carbono y CO2 captado por piso altitudinal ............. 52

    Figura 14. Cantidad total de biomasa, carbono y CO2 en la chakra de la parroquia San

    Miguel ................................................................................................................................... 53

    Figura 15. Contenido de materia orgánica por profundidad ................................................. 54

    Figura 16. Contenido de carbono en el suelo a cada profundidad ........................................ 54

    Figura 17. Total del carbono secuestrado por la biomasa y el suelo .................................... 55

  • 13

    1 INTRODUCCIÓN

    El cambio climático del planeta es un problema ambiental que ha generado una conciencia

    general sobre la importancia de contrarrestar los efectos del calentamiento global por medio

    de estrategias de investigación tendientes a buscar soluciones económicamente posibles,

    socialmente sostenibles y ambientalmente amigables (Hernandez et al. 2002). La emisión

    de gases de origen industrial, ganadero, agrícola y la combustión de combustibles fósiles

    son las que han provocado que la radiación solar sea retenida y reflejada haciendo que la

    temperatura de la Tierra se incremente.

    De todos los gases, el CO2 tiene mayor efecto sobre las condiciones climáticas del

    planeta, debido a que es un gas que permanece activo en la atmósfera durante mucho años;

    la concentración de dióxido de carbono alcanzó en 2015 las 400 partes por millón (ppm)

    (Organización Meteorológica Mundial, 2016); se cree que el Dióxido de carbono (CO2)

    emitido a la atmósfera, sobre el 50 % demorará 30 años en desaparecer, un 30 % subsistirá

    varios siglos y el 20 % restante durará varios millares de años (Solomon, 2007).

    La adopción de los sumideros de carbono (vegetación, suelo y océanos) es una

    alternativa para retener el carbono (C), las plantas a través de la fotosíntesis (obtención de

    azúcares y otros compuestos) extraen el carbono de la atmósfera (en forma de CO2) y lo

    convierten en biomasa. Esta biomasa luego de descomponerse pasa a formar parte del suelo

    (en forma de humus) o en CO2, a través de la respiración de los microorganismos que

    intervienes en el proceso de descomposición (Carvajal, Mota, Alcaraz, & Iglesias, 2003).

    Las formaciones vegetales funcionan como sumideros de carbono debido a su función vital

    que es la fotosíntesis, a escala mundial se considera que la biosfera terrestre fija cerca de 2

    000 000 toneladas/año (Organización Latinoamericana de Energía, 2005).

  • 14

    Los bosques son los principales acumuladores de carbono, pero lamentablemente

    durante miles de años, la humanidad ha transformado tierras forestales en terrenos agrícolas

    como parte del avance económico. La superficie forestal mundial se redujo 129 millones de

    hectáreas (3,1 %) en el período 1990-2015 hasta quedar por debajo de los 4000 millones de

    hectáreas (FAO, 2016). La seguridad alimentaria también conlleva a que se realice grandes

    pérdidas de bosque, pues el 70 % de la deforestación en América Latina, es destinada a la

    agricultura comercial; por ventaja una agricultura sostenible, la integración de los bosques

    con las actividades agrícolas (agroforestales) y una labranza de conservación pueden

    contribuir a la acumulación de carbono en el suelo, mejorando su fertilidad y sobre todo

    cuidando el ambiente. Los suelos agrícolas son considerados como uno de los mayores

    depósitos de carbono del planeta, siempre y cuando los agricultores continúen usando la

    agricultura de conservación y otros métodos de mejor manejo del suelo (FAO, 2002).

    Tomando en cuenta estas características se puede considerar a la agricultura como un

    mecanismo de secuestro de carbono.

    2 JUSTIFICACIÓN

    El hecho problemático que acarrea la realización de este trabajo es el cambio climático, que

    está asociado con el aumento de la temperatura debido al incremento de los gases de efecto

    invernadero (GEI) (Solomon, 2007). Para minimizar los GEI se ha realizados grandes

    esfuerzos, el Protocolo de Kioto asume que las emisiones netas de carbono pueden ser

    reducidas disminuyendo la tasa a la cual se emiten a la atmósfera los GEI o a su vez

    incrementando la tasa por la cual estos gases son retirados de la atmósfera por los

    sumideros (FAO, 2002).

  • 15

    Las formaciones vegetales actúan como sumideros de carbono por su función vital

    principal, la fotosíntesis. Los bosques que ocupan cerca de 3866,1 millones de hectáreas de

    la superficie terrestre, albergan cerca del 60 % del carbono de la vegetación terrestre (FAO,

    2002). No obstante, la pérdida neta de área forestal en el mundo fue de aproximadamente

    9,4 millones de hectáreas, donde el 70 % de las áreas deforestadas son destinadas a usos

    agrícolas, por consiguiente, la atención en cuanto a captura de carbono, se está enfocando

    sobre este tipo de sistemas de cultivo.

    Para Acosta-Mireles, Quednow, Etchevers-Barra, & Monreal (2001) los sistemas de

    producción agrícola tienen gran capacidad de capturar y secuestrar carbono, pero basados

    en la agricultura de conservación y otros métodos tradicionales de manejo de la tierra. Por

    lo tanto, la agricultura tradicional es una opción de sumideros de carbono para disminuir las

    emisiones hacia la atmósfera, pues utiliza prácticas de poca labranza del suelo y la

    asociación de cultivos; en los páramos andinos del Ecuador a la asociación de cultivos se le

    conoce con el término chakra andina y estos ocupan una superficie de 133 928 ha (INEC,

    2014).

    De tal forma, el proyecto busca establecer cuál es la capacidad de captura de carbono

    de las diferentes especies que crecen en la chakra andina, y cuál es el valor de acumulación

    de la misma en el suelo, con lo que buscamos dar a conocer la prestación del servicio

    ambiental a través de la reducción de emisiones de CO2 por parte del policultivo de maíz.

    3 DELIMITACIÓN

    3.1 Delimitación espacial

    El trabajo experimental se desarrolló en San Miguel de Porotos (una de las ocho parroquias

    rurales del cantón Azogues, provincia del Cañar). Tiene una altitud comprendida entre los

  • 16

    2360 y 3180 m s. n. m., una superficie de 2777,53 ha, con una precipitación anual entre los

    500 y 1000 mm, y una temperatura de oscila entre los 12 a 20 °C (PD y OT San Miguel,

    2015).

    Figura 1. Ubicación de la parroquia San Miguel

    Fuente: (PD y OT San Miguel, 2015)

    4 OBJETIVOS

    4.1 Objetivo general

    Analizar la capacidad de captura del carbono de la chakra andina en tres pisos

    altitudinales, en la parroquia San Miguel de la provincia del Cañar, para establecer

    el volumen de secuestro de carbono del policultivo andino.

  • 17

    4.2 Objetivos específicos

    Realizar un mapa altitudinal a través del sistema de información geográfica (SIG),

    para conocer la variación en la captura de carbono de la chakra andina separado en

    tres pisos altitudinales.

    Determinar la capacidad de captura de carbono mediante la valoración energética de

    la biomasa de las diferentes especies que crecen en el policultivo y del suelo para

    conocer la variación de captura entre los tres pisos altitudinales.

    Establecer la relación existente entre la capacidad de captura de carbono a través de

    los datos estadísticos para conocer la fijación de carbono en la chakra andina.

    5 HIPÓTESIS

    El volumen de captura de carbono de la chakra andina es diferente entre los tres

    pisos altitudinales.

    6 CAPÍTULO I. MARCO TEÓRICO

    6.1 Cambio climático, una preocupación mundial

    El cambio climático es una forma de respuesta de la tierra a las actividades humanas que

    han alterado los fenómenos naturales, cuyas consecuencias, por nombrar algunas, se han

    visto en el incremento del nivel del mar, aumento de la frecuencia e intensidad del

    fenómeno del Niño y un cambio en los patrones espaciales y temporales de las

    precipitaciones (Hernández María, 2010).

    Desde que la humanidad empezó a preocuparse por el cambio climático se han llevado a

    cabo una serie de reuniones, convenios, protocolos, etc., que de alguna manera estos

  • 18

    promueven una mayor responsabilidad por parte de los países que emiten mayor cantidad

    de GEI, claro que no ha sido suficiente y actualmente se sigue sufriendo las consecuencias

    del cambio climático.

    Las primeras investigaciones relevantes, acerca de la concentración del CO2 y el cambio

    climático, fueron realizadas por Charles Keeling (1957-1958), las investigación fue

    reveladora y contundente en el sentido que establecieron que las concentración promedio de

    CO2 habían aumentado a un ritmo del 6 % (Hernández, Guerra, Braulio, Vanegas, &

    Carrascal, 2002). En 1972 se realiza la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio

    Ambiente Humano (Cumbre de Estocolmo) y para el año 1988 nace el Panel

    Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC). En 1995 se efectúa la primera

    conferencia de las partes (COPs) (hasta el año 2015 van ya 21 encuentros, el último

    celebrado en París, Francia).

    6.1.1 Los gases de efecto invernadero (GEI).

    El efecto invernadero es un fenómeno natural en el planeta Tierra que ayuda a mantener

    una temperatura (33 °C) adecuada para que se genere la vida, pero se ha visto alterado por

    la concentración de gases de origen antropogénico

    El forzamiento del efecto invernadero es debido al aumento en la concentración de gases

    como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O) entre otros. La

    emisión de estos gases aumentó a partir de la Revolución industrial y particularmente en los

    últimos cincuenta años debido a las diversas actividades antropogénicas (Hernández Maria,

    2010). El sector energético representa el 26 % de las emisiones, seguido del industrial (19

    %), forestal (17 %), agrícola (14 %), residencial y comercial (8 %) y manejo de desechos (3

    %) (Stocker et al., 2013).

  • 19

    Ecuador, a pesar de que sus emisiones son vulnerables comparadas con países

    industrializados o considerados como primer mundo, hasta el año 2012, según el Inventario

    Nacional de Gases de Efecto Invernadero (INGEI), emitió a la atmósfera 80 627,16 Gg de

    (un Gg es igual a 1000 t) (MAE, 2017). En Figura 2 podemos observar los

    principales sectores que suman la cantidad de CO2 emitidas por el país.

    Figura 2. Distribución de emisiones netas del INGEI 2012, Ecuador

    Fuente: (MAE, 2017)

    6.1.2 Alternativas para frenar el efecto invernadero.

    La busca de alternativas para frenar las actividades que alteran el proceso natural del efecto

    invernadero, es de interés nacional e internacional, pues al ser un fenómeno global, la

    comunidad mundial ha reaccionado con distintos mecanismos, entre los cuales destacan

    diversas convenciones, programas y protocolos, así como la creación de instituciones

    científicas especializadas en la materia, el IPCC; todo esto bajo el mando, principalmente,

    de la Organización de las Naciones Unidas (Motles Ilan & Portete Ignacio, 2016).

  • 20

    Se han planteado posibles soluciones tales como la reducción de los gases de efecto

    invernadero (GEI), la implementación de sumideros de carbono y el uso de tecnologías

    limpias, entre otras. Para Motles & Porte (2016) la mayor preocupación sobre los acuerdos

    internacionales es la falta de iniciativa para obligar a los países a cumplir las metas de

    mitigación fijadas en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio

    Climático y el fracaso de la mayoría de los mercados de carbono. Las conferencias de las

    partes (COPs) llamadas a buscar soluciones, han avanzado mucho con respecto al tema,

    aunque se necesita de mucha voluntad política por parte de los gobernantes de los países

    con mayor emisión de gases de efecto invernadero.

    Existen otras opciones tecnológicas para estabilizar y reducir la concentración

    atmosférica de los gases de efecto invernadero y que según (GreenFacts, 2017) consisten

    en:

    Reducir el consumo energético mediante el aumento de la eficiencia energética.

    Utilizar combustibles con menos cantidades de carbono, y emplear combustibles

    más amigables con el ambiente (por ejemplo, gas natural).

    Aumentar proyectos de energía renovable y nuclear, las cuales emiten muy poco

    o casi nada de CO2.

    Fomentar los sumideros naturales de carbono (como los bosques).

    Reducir otros GEI aparte del CO2, como el metano por ejemplo.

    6.1.3 Ecuador frente a los gases de efecto invernadero.

    A pesar de que el país es marginal en emisiones de GEI, se comprometió a realizar acciones

    para frenar este problema global como el cambio de la matriz energética, conservación de

    https://www.greenfacts.org/es/glosario/ghi/gas-efecto-invernadero.htmhttps://www.greenfacts.org/es/glosario/mno/metano.htm

  • 21

    bosques, reducción de la deforestación y promoción del consumo responsable y sostenible

    de energía (MAE, 2012).

    Ecuador a través del Ministerio del Ambiente (MAE) presentó en el año 2012 un

    proyecto denominado «Estrategia Nacional de Cambio Climático», cuya visión es que «Al

    año 2025 el Ecuador maneje oportunamente los desafíos del cambio climático,

    garantizando el buen vivir y los derechos de la naturaleza» (MAE, 2012).

    Los esfuerzos por parte del Gobierno, sobre todo de los últimos años, han fomentado

    una mayor conciencia ambiental por parte de los sectores involucrados en la emisión de los

    GEI. Estos esfuerzos se ven reflejados en la disminución de estos gases, pues según el

    INGEI las emisiones en 1994 mantuvieron un rango máximo de 84 817,36 Gg de y,

    en 2000 en un mínimo de 79 252,71 Gg de es decir, un descenso de 6,56 % con

    respecto a 1994. En la Figura 3 podemos observar la evolución de las emisiones y los

    principales sectores involucrados (MAE, 2015).

    Figura 3. Tendencias de emisiones de GEI en Ecuador, serie 1994-2012

    Fuente: (MAE, 2015)

  • 22

    Como se observa, los sectores de mayor influencia en las emisiones totales del país son

    energía y USCUSS (valor neto total resultante de las emisiones menos las absorciones). Lo

    que hay que resaltar es que la variación de emisiones durante el período, destaca la

    reducción en 4,94 puntos porcentuales en 2012 versus 1994 (MAE, 2017).

    6.2 El ciclo del carbono

    6.2.1 Ciclo del carbono en los sistemas agrícolas.

    El ciclo de carbono es de gran importancia para la regulación del clima en la Tierra,

    producción de materia orgánica y básicamente para el sostenimiento de la vida. La vuelta

    de CO2 a la atmósfera se hace cuando en la respiración, los seres vivos oxidan los alimentos

    produciendo CO2 (Espada Carbó, 2013).

    El ciclo del carbono está fijado por el almacenamiento y la transferencia entre la

    atmósfera, biósfera, litósfera y océanos. En este hay que tener en cuenta las diferencias

    entre un stock (almacenado) y un flujo (entradas y salidas) de carbono; en la Figura 4 el

    stock de carbono está representado por las cajas negras, mientras que los flujos son las

    flechas. La diferencia entre stock y flujo de carbono nos hace entender el significado de los

    términos sumidero (almacena) y fuente (flujo) de carbono (Honorio & Baker, 2010).

  • 23

    Figura 4. Ciclo del carbono. Fuente de emisión y sumideros de CO2

    Fuente: (Honorio & Baker, 2010)

    En la medida de que el CO2 es consumido por las plantas, también es reemplazado por el

    eliminado en la respiración de los seres vivos, descomposición de materia orgánica y por

    los gases de combustión de actividades humanas (combustión del petróleo, gasolina, hulla,

    etc.) (Espada Carbó, 2013).

    6.2.2 El ciclo del carbono, un análisis completo para calcular el secuestro neto del

    carbono.

    Verhulst et al. (2015) señalan que es importante el análisis completo del ciclo del

    carbono; se deben considerar la captura de C en el suelo, el almacenamiento en los residuos

    de cultivos y las emisiones de CO2 de las tareas agrícolas (combustibles, electricidad,

    fertilizantes, cal, plaguicidas, irrigación, producción de semillas y maquinaria agrícola),

  • 24

    todas estas actividades en conjunto ayudarán a evaluar la capacidad de mitigación de CO2

    por parte de la agricultura. También hace referencia que la agricultura de conservación

    puede aminorar las emisiones de CO2 por medio de la reducción de las operaciones de

    labranza, o al ahorrar agua para riego (emisiones por bombeo de agua); este último en los

    sistemas de cero labranza eleva el contenido de humedad en el suelo.

    West (2011) también dice que:

    … se puede usar un análisis completo del ciclo del C para calcular el secuestro neto de C

    basado en todos los intercambios significativos con la atmósfera. Las emisiones de

    carbono de la agricultura provienen principalmente de la descomposición de materia

    orgánica del suelo (SOM, siglas en inglés) y el combustible utilizado para producir,

    fabricar y aplicar insumos agrícolas. Los insumos agrícolas que producen emisiones de

    C incluyen fertilizantes, pesticidas, riego y maquinaria. Además de las enmiendas del

    suelo, la intensidad de la labranza puede regular la cantidad de alteración del suelo y la

    subsiguiente mineralización de la SOM.

    El autor señala que, en un cultivo de maíz se calculó que la labranza mínima emite mayor

    cantidad de C de los insumos agrícolas, mientras que la labranza convencional emite más C

    de la maquinaria en comparación a la siembra directa, lo que resulta en poca o ninguna

    diferencia en las emisiones totales de C. Sin embargo, indica que las prácticas de la siembra

    directa secuestran más C en el suelo por su menor perturbación, mayor humedad y menores

    insumos de biomasa de los residuos superficiales.

    6.3 Sumideros de carbono, una alternativa al calentamiento global

    Uno de los fenómenos atmosféricos de mayor importancia mundial, sin duda, es el

    calentamiento global debido al incremento de las emisiones de GEI. Actualmente se

  • 25

    discuten medidas de secuestro de carbono en las que se ha contemplado la posibilidad de

    recurrir a los sumideros naturales para este gas, con la finalidad de mejorar la fijación de

    CO2 sobre sistemas bilógicos, siendo el mecanismo más importante la fotosíntesis de las

    plantas (De Benito A & Sombrero Aurora, 2007). Este sistema es viable a pesar de que la

    materia orgánica de las plantas tiene una descomposición lenta y su evolución es hacia una

    transformación del carbono orgánico en CO2 y una liberación posterior hacia la atmósfera.

    Los sumideros vegetales son los encargados de incorporar el C atmosférico al ciclo

    biológico por medio de la fotosíntesis. Los bosques (templados y tropicales) capturan y

    conservan más carbono que cualquier otro ecosistema terrestre y participan con el 90 % del

    flujo anual de carbono entre la atmósfera y el suelo (Benjamín, Antonio, & Masera, 2001).

    La vegetación y los suelos contienen aproximadamente tres veces y medio más carbono que

    la atmósfera; sin embargo, la cantidad de C almacenado globalmente en los suelos es mayor

    que en la vegetación (Hernández et al., 2002).

    La estimación de las reservas de carbono en un ecosistema puede realizarse mediante el

    cálculo de la biomasa arbórea, el contenido de carbono en el suelo, en el mantillo, en la

    capa de fermentación y en hierbas y arbustos (Velázquez Alejandro, De los Santos Hector,

    & Figueroa Consuelo, 2010).

    Para determinar el C secuestrado en los ecosistemas, hay que tener en cuenta el C

    estable incorporado al suelo, la capacidad que tiene éste para almacenarlo es importante

    debido al material vegetal acumulado en descomposición, llegando a convertirse en C del

    humus. Si los restos de vegetación muerta o de poda se retiran de la plantación o se quema

    se considera como pérdida de C, mientras que si se descompone naturalmente en el suelo

    este se convierte en un medio eficaz de inmovilización de CO2 a largo plazo (Carvajal,

    2010).

  • 26

    6.3.1 ¿Qué es el secuestro de carbono?

    Para Burras et al. (2001) el secuestro directo de C en las plantas se da mediante el proceso

    en la que estas fotosintetizan el CO2 atmosférico en la biomasa vegetal, mientras que el

    secuestro directo de C en el suelo se produce por reacciones químicas inorgánicas que

    convierten el CO2 en compuestos inorgánicos como carbonatos del calcio y magnesio. La

    cantidad de carbono secuestrado en un sitio refleja el equilibrio a largo plazo entre la

    captación de carbono y los mecanismos de liberación. Muchas prácticas agronómicas,

    forestales y de conservación, incluyendo las mejores prácticas de manejo, conducen a una

    ganancia neta beneficiosa en la fijación de carbono en el suelo (Burras et al., 2001).

    Entre los principales factores que inciden en la captura neta de carbono están el uso y el

    cambio de uso de la tierra y los factores de origen antropogénico.

    Tabla 1. Reservas globales de carbono en la vegetación y en los suelos

    BIOMA

    ÁREA

    ( RESERVORIOS DE CARBONO

    (GtC)

    Vegetación Suelos Total

    Bosques tropicales 17.6 212 216 428

    Bosques templados 10.4 59 100 159

    Bosques boreales 13.7 88 471 559

    Sabanas tropicales 22.5 66 264 330

    Pastizales templados 12.5 9 295 304

    Desiertos y semidesiertos 45.4 8 191 199

    Tundra 9.5 6 121 127

    Humedales 3.5 15 225 240

    Tierras de cultivo 16 3 128 131

    TOTAL 151.2 466 2011 2477

    Fuente: (Burras et al., 2001)

    El aumento del secuestro a largo plazo (20-50 años) del carbono en los suelos, plantas y

    productos vegetales beneficiará al ambiente y a la agricultura. El cultivo, el pastoreo y los

    bosques pueden ser manejados tanto para la productividad económica como para el

  • 27

    secuestro de carbono. En muchos contextos, este enfoque de gestión dual puede lograrse

    mediante la aplicación de las mejores prácticas de gestión actualmente reconocidas, como

    la labranza de conservación, la gestión eficiente de nutrientes, el control de la erosión, el

    uso de cultivos de cobertura y la restauración de suelos degradados. Además, la conversión

    de las tierras arables marginales en bosques o praderas puede aumentar rápidamente el

    secuestro de carbono del suelo (Burras et al., 2001)

    6.3.1.1 Fijación de carbono en plantas de tipo C3, C4 y CAM.

    Espada Carbó (2013) menciona en su documento titulado «Los árboles frutales como

    sumideros de CO2», que la fijación de CO2 en las plantas va a depender de cada

    metabolismo, por lo que las clasifica en plantas C3, C4 y CAM.

    Plantas C-3. Su característica es mantener los estomas abiertos durante el día, que

    permite la fijación de CO2, esto provoca pérdida de agua por transpiración por lo

    cual de forma continua estas plantas producen un cierre estomático que provoca una

    gran disminución de la fotosíntesis (trigo, cebada, pimiento, arroz, frutales, tomate).

    Plantas C-4. Se identifican por tener estomas abiertas durante el día. Gracias a que

    poseen intermediarios de bombeo de CO2 en la célula, pueden permitirse un cierre

    de estomas imprevisto, siendo posible la continuidad del proceso fotosintético,

    gracias al reservorio de CO2 (maíz, sorgo, caña azúcar).

    Plantas CAM: Se caracterizan por tener estomas abiertas durante la noche, por lo

    que las pérdidas de agua por transpiración se reducen enormemente. Este tipo de

    plantas también poseen reservorio de CO2, con lo cual también pueden cerrar

    estomas sin que ello conlleve una disminución fotosintética (Piña, Chumbera).

  • 28

    6.3.2 Cambio climático y las zonas agrícolas.

    El grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático (Stocker et al., 2013),

    señala que a nivel mundial la agricultura es la cuarta causa de emisiones de GEI (14 %), sin

    embargo, para Bermejo Isabel (2010) hay que sumarle la energía utilizada en la agricultura

    y los cambios en el uso de suelo para aumentar la superficie agrícola, por lo que las

    emisiones por esta actividad llegarían a superar el 30 % de las totales.

    Por otro lado, la agricultura es el sustento para la alimentación de una población mundial

    creciente, es necesario buscar alternativas para que esta práctica ancestral sea sostenible, y

    que pueda formar parte como solución en la mitigación de GEI; la agricultura ecológica

    puede contribuir al cambio climático minimizando sus emisiones, secuestrando carbono

    atmosférico y produciendo biocombustibles, también desempeñan un papel importante en

    el cuidado de los suelos y su contenido de carbono, así como evita la erosión y degradación

    debido a la falta de aportes de materia orgánica (Bermejo Isabel, 2010).

    Por lo tanto, es necesario que las políticas de cada país promuevan una producción

    agroecológica, investigación tecnológica, y que la producción de alimentos no se considere

    como una mercadería globalizada (frutas y verduras viajan más de 2500 y 4000 km desde el

    punto de producción hasta el de venta), ya que para esto se necesitan medios de transporte

    más contaminantes.

    6.4 Especies agrícolas como sumideros de carbono

    Los cultivos agrícolas y la vegetación en general actúan como sumideros de CO2 debido a

    su capacidad fotosintética; Estévez Ricardo (2010) señala que «muchas especies de interés

    agrícola se caracterizan por poseer una alta velocidad de crecimiento, incluso superior a la

    de numerosas especies de vegetación de tipo natural, lo que se traduce en una mayor tasa de

  • 29

    fijación de CO2». La agricultura puede considerarse como un sumidero a largo plazo,

    cuando el CO2 que fija a la planta queda almacenado en el suelo por las raíces, en cambio,

    es sumidero temporal, cuando el CO2 necesario para el carbono es retenido en la cosecha y

    subproductos (Estévez Ricardo, 2010).

    Robert (2002) señala que la captura de C en los suelos agrícolas, utilizando la agricultura

    de conservación y un manejo adecuado de las tierras, puede ser permanente, pues los

    sistemas agrícolas tienen el potencial de secuestrar CO2 de la atmósfera y mitigar

    parcialmente el cambio climático. Para determinar la tasa de secuestro es necesario el

    análisis del ciclo completo del C. West (2011) señala que en un análisis completo, realizado

    para un cultivo continuo de maíz, hay poca diferencia en la energía utilizada y el carbono

    emitido entre la labranza convencional y las prácticas de plantación directa. En Estados

    Unidos se evaluaron 32 experimentos a largo plazo, que indicaron un aumento en el

    secuestro bruto de carbono de aproximadamente 168 kg/ha/año al cambiar de las prácticas

    convencionales a no plantación (West, 2011).

    6.4.1 La agricultura de conservación, su importancia en la disminución de CO2.

    Como se dijo anteriormente la agricultura de conservación es bienvenida a formar parte de

    la solución (Sumidero) a las emisiones de CO2, ya que las prácticas de siembra directa

    secuestran una mayor cantidad bruta de carbono que otras intensidades de labranza, y

    pueden secuestrar una mayor cantidad neta de carbono dependiendo del tipo de cultivo

    (West, 2011).

    Según Verhulst, Francois, & Govaerts, (2015) la agricultura de conservación va más allá

    de una labranza de conservación, lo considera como un sistema donde se combinan los

    siguientes tres principios:

  • 30

    1 Reducción en labranza: el objetivo es lograr un sistema con cero labranzas, pero el

    sistema se puede involucrar sistemas de siembra con la labranza controlada que, por

    lo general, no perturben más del 20-25 % de la superficie del suelo.

    2 Retención de cantidades suficientes de residuos del cultivo y cobertura de la

    superficie del suelo, con el objetivo de proteger el suelo de la erosión, reducir la

    evaporación, y mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo

    asociadas con una productividad sustentable a largo plazo.

    3 Uso de rotación de cultivos, con el objetivo de mitigar posibles problemas de

    malezas, enfermedades y plagas, así como también utilizar los efectos benéficos de

    algunos cultivos sobre las condiciones del suelo y sobre la productividad del

    próximo cultivo.

    Todas estas combinaciones de cultivo van a depender de factores como las condiciones

    climáticas, sistemas de producción, tácticas de control de plagas, estrategia de manejo de

    nutrientes, entre otras. El estrés ambiental es otro factor que afecta al crecimiento y el papel

    de secuestradores de carbono, pues las altas o bajas temperaturas, la disminución de la

    radiación solar y las sequias alteran el metabolismo y estructura de las plantas, por lo que

    perturban a su crecimiento y su papel como secuestradores de CO2 (Martines et al., 2009

    citado en Espada Carbó, 2013).

    Por lo tanto, una apropiada gestión de cultivos agrícolas puede generar un

    almacenamiento neto de CO2, una vez descontadas las emisiones de laboreos de campo,

    manipulación y transporte (Estévez Ricardo, 2010).

  • 31

    6.4.2 Estimación de captura de carbono en especies agrícolas.

    Cabe mencionar que el carbono se encuentra en diferentes reservorios, entre ellas

    señalamos los siguientes:

    Biomasa de plantas vivas (aérea y subterránea)

    Biomasa de plantas muertas (aérea y subterránea)

    Suelo (biomasa vegetal y animal y microrganismos)

    6.4.2.1 Estimación de carbono en la biomasa aérea.

    Se conocen diferentes métodos para estimar el almacenamiento de carbono y estas

    dependen en cierta medida de la cantidad o del volumen de la biomasa aérea y subterránea

    (Umaña Arboleda John, 2012). Para determinar la cantidad de carbono almacenado en

    árboles, arbustos y palmas (APP) es necesario modelos alométricos de volumen, biomasa o

    carbono (VBC); son modelos de ecuaciones matemáticas y que están en función de pocas

    variables de fácil y rápida medición, como el diámetro del tronco a la altura del pecho

    (Acosta et al., 2001).

    En el caso de la biomasa no arbórea (forestal, agrícola y pasturas), Rügnitz, Mario,

    León, & Porro (2009) realizaron un proyecto en el que se señala que para determinar la

    biomasa es necesario primero establecer una pequeña parcela de 4 m2 (2 m x 2 m), en estas

    se debe cortar al ras del suelo todo el material localizado dentro de la parcela, y estas

    muestras deben ser recogidas en bolsas, para ser llevadas al laboratorio para el cálculo de

    cantidad de carbono presente en la biomasa.

  • 32

    6.4.2.2 Estimación de carbono en el suelo.

    Cabe señalar que el carbono no solo se encuentra en la parte aérea de la planta, pues la

    parte subterránea también captura y almacena carbono, el 75 % del C de los ecosistemas se

    encuentra en el suelo (Acosta et al., 2001). Lamentablemente, la estimación de C

    almacenado en el suelo no es fácil de cuantificar, porque las técnicas para su determinación

    son escasas, en particular en condiciones de agricultura. Sin embargo, existen métodos

    propuestos por varios autores que facilitan el análisis de la cantidad de C presente en el

    suelo.

    Una de ellas es el método de oxidación húmeda, propuesta por Walkley & Black; es uno

    de los más utilizados porque no implica el uso de equipos sofisticados y no incluye el

    conteo de carbonatos, por desventaja este método solo estima el carbonato fácilmente

    oxidable (CFC) siendo necesario utilizar un factor de corrección que varía dependiendo del

    tipo de suelo y horizonte para estimar el carbono orgánico total (COT), además, utiliza

    grandes cantidades de ácido sulfúrico (Andrade & Ibarra, 2003 citado en López Merchán

    Raisa, 2017).

    Abella & Zimmer (2007, citado en López, 2017), propone el método de calcinación o

    pérdida por ignición, el que permite cuantificar directamente el contenido de materia

    orgánica (MO), este método es exacto y de bajo costo, se basa en determinar la pérdida de

    peso de una muestra de suelo al someterlo a elevadas temperaturas.

    6.5 La chakra andina, el agroecosistema ideal

    6.5.1 Conocimiento ancestral.

    La cosmovisión del conocimiento ancestral con respecto a los sistemas agropecuarios, era

    asociar todos los elementos de la naturaleza; esta asociación, en los Andes, es denominada

    como la chakra, en cuya práctica se domicilian suelo, agua, cultivos, animales, paisaje, etc.,

  • 33

    en la chakra viven la diversidad, la variabilidad y la dinamicidad del mundo vivo andino

    (Rengifo Grimaldo, 1990).

    Todo lo anterior se relaciona con lo que señala INIAP (2001), que la define como:

    Una práctica de producción múltiple manejada con criterios de agricultura limpia, que

    imitando a la naturaleza, hace un uso racional de los recursos, en base de una

    complementariedad armónica de cultivos y especies de animales menores; aplicando

    nociones de integralidad al ligar la educación al trabajo agrícola.

    En la chakra local se puede observar una variedad de especies sembradas, pero lo que no

    puede faltar es el maíz (Zea mays) y el poroto (Phaseolus vulgaris) pues son los

    protagonistas de este policultivo (Diario El Tiempo, 2017). También es importante

    mencionar que este tipo de cultivos garantiza la soberanía alimentaria de la población,

    porque no contienen sustancias peligrosas para la salud de la población, con lo que se busca

    reducir la producción de enfermedades y ganar ventaja frente a los monocultivos (Acosta et

    al., 2001).

    6.5.2 Fertilidad y manejo ecológico de suelos.

    La chakra andina se caracteriza por las prácticas de conservación y manejo de los suelos,

    y estos están basados en fundamentos tecnológicos (Ministerio de Cultura y Patrimonio

    Ecuador, 2015) que son:

    Sistemas agroforestales. Básicamente consideradas como barreras vivas que

    evitan la incidencia del viento reduciendo así la erosión del suelo.

    Arado de yunta. Este sistema de arado tradicional permite un mejor trabajo de

    remoción del suelo, mayor aireación, menor apisonamiento comparado con

  • 34

    maquinaria pesada, evitando el volteo agresivo y se consigue que las capas

    inferiores del suelo se expongan a la radiación solar y desecación.

    Abonadura con estiércol animal. Esta combinación se realiza antes de la siembra,

    el agricultor esparce la majada de cuy, borrego, vacuno y porcino ya sea seca o

    húmedo.

    6.5.3 Agrobiodiversidad.

    El término chakra hace referencia a una práctica ancestral en la que los procesos de cultivo

    se asocian especies vegetales y animales menores. Hay que señalar que la chakra andina

    varía de especies de cultivos de acuerdo con el piso altitudinal, por lo que es necesario

    conocer variedades de las partes altas, intermedias y bajas.

    La chakra andina en zona de altura o páramo la variedad se centra en cultivos de la papa

    (Solanum tuberosum), mezclada con otros tubérculos andinos como el melloco, la oca y la

    mashua. En el ciclo de rotación intervenían el haba, la cebada, quinua, los cultivos menos

    comunes la arveja y forrajes (gramíneas, trébol y alfalfa).

    En las zonas intermedias y bajas el cultivo más representativo es el maíz o Zara

    (quichua), es la gramínea de enorme difusión y determina los ciclos agrarios. Este sistema

    tradicional de cultivo combina o funciona mediante la asociación maíz-fréjol-zambo;

    también se vinculan otras especies como arveja, nabo de chacra, lenteja (Ministerio de

    Cultura y Patrimonio Ecuador, 2015).

    6.5.4 Ventajas de asociar cultivos.

    Desde cualquier punto de vista, esta técnica de cultivo es muy ventajosa tanto para el

    agricultor como para el ambiente; INIAP (2011) considera a la asociación de cultivos como

  • 35

    una tecnología particularmente ingeniosa por el aprovechamiento de energía fotosintética

    en diversos estratos, aprovechamiento nutricional por la disposición de raíces a diferentes

    profundidades de suelo, el aporte nutricional (el nitrógeno) por parte de leguminosas, la

    heterogeneidad reduce la presencia y movilidad de plagas y enfermedades.

    6.5.5 La chakra andina en Ecuador.

    En la Sierra ecuatoriana es muy regular ver cultivos de maíz, sembrados junto a casas

    campesinas, en laderas y en cualquier terreno donde preste las condiciones para que crezca

    este policultivo. Al acercarse a la chakra se observa gran variedad de fréjol trepador

    (Phaseolus vulgaris) subiendo por los tallos del maíz, unos cuantos zambos (Cucurbita

    ficifolia) arrastrándose completamente en el suelo del cultivo, y ver gran diversidad de

    plantas arvenses que se pelean por llegar a recibir un poco de luz solar. Esta asociación

    permite que el maíz soporte al fréjol, el fréjol a su vez brinda nitrógeno al suelo, el zambo y

    las arvenses cubren el suelo protegiéndolo de la erosión, preservando la humedad y

    favoreciendo el aumento de la fertilidad (Araujo Pérez Érika, 2014).

    En el país, la asociación de cultivos se ha visto afectada y reemplazada por

    monocultivos, esto con la finalidad de cubrir la demanda de alimentos y tener más ingresos

    por la producción agropecuaria. El censo del 2014 demuestra que los monocultivos

    transitorios (maíz, cebada, fréjol, haba, etc.) en el país corresponde a un total de 1 055 756

    ha mientras que los cultivos asociados o policultivos tiene una superficie de siembra

    correspondiente a 133 928 ha (INEC, 2014).

    El maíz (Zea mays) en asociación (policultivo) ocupa una superficie de siembra de

    19.670 ha y como cultivo solo o monocultivo, 23 748 ha (INEC, 2014), demostrando una

    mayor producción del maíz en monocultivo.

  • 36

    6.5.6 La chakra andina, y su relación con el secuestro de carbono.

    La importancia de las prácticas de labranza y la rotación de cultivos, va a inferir en el

    secuestro del carbono (Sandoval Estrada et al., 2003), pues las principales formas de

    obtener un incremento de la materia orgánica en el suelo son las prácticas agrícolas de

    conservación y labranza mínima o cero (FAO, 2002), que influenciarán en el

    almacenamiento de carbono en el suelo o su liberación como CO2.

    Figura 5. Factores influyentes en la captura de carbono

    Fuente: (Sierra Cárdenas, 2010)

    En los sistemas agrícolas, la pérdida de carbono se da a través de la oxidación y erosión,

    la primera debido al aumento de la aireación del suelo y mayor contacto de los residuos, y

  • 37

    la segunda básicamente por la pérdida de la capa vegetal que descubre y expone el suelo a

    la lluvia y viento (Sandoval Estrada et al., 2003).

    La labranza de conservación aporta al incremento del secuestro del carbono orgánico del

    suelo (COS), siempre que facilite un ambiente que favorezca la descomposición fungosa

    sobre la bacteria. Algunos estudios han reportado el potencial del secuestro de carbono, la

    no labranza y Mulch-labranza (cobertura muerta) es de 300 a 500 kg C ha-1

    año-1

    y de 600

    kg C ha-1

    año-1

    para labranza de conservación en camellón (primeros 20 cm) (Sandoval

    Estrada et al., 2003).

    6.6 Estado del arte

    Algunos trabajos relacionados con el tema, han dado resultados positivos con respecto al

    secuestro de carbono en la chakra andina. Como se mencionó, el maíz es el principal

    cultivo dentro de este policultivo, ya que su biomasa es superior a las otras especies que

    crecen en asociación. El estudio desarrollado en EE. UU. en donde se realizó un análisis

    preliminar de 32 parcelas (cultivo de maíz) de 14 experimentos a largo plazo indicaron que

    el secuestro orgánico de carbono en los 30 cm superior aumentó un promedio de 168 kg

    C/ha/año al cambiar de la labranza convencional a la siembra directa. La tasa de secuestro

    de carbono también varió de acuerdo con el tipo de cultivo; en sembríos de maíz fueron

    más altas que en los combinados, siendo de 595 kg C/ha/año en los 30 cm superiores

    (West, 2011).

    Por su parte, Carvajal (2010) desarrolló el cálculo de captura de CO2 en varias especies

    de la agricultura más representativas de la región de Murcia, entre ellas realizó la

    cuantificación del carbono en la biomasa de la avena, cebada y trigo, estas tres especies no

  • 38

    evidenciaron grandes diferencias, pues se registraron en avena 3,8 t C/ha/año, en cebada 3,2

    t C/ha/año y trigo 3,8 t C/ha/año.

    Para el cultivo de maíz, Urbano Terrón (2010) realizó un trabajo experimental en la que

    estudió la capacidad de captación de CO2 en cultivos herbáceos alimentarios. Los

    resultados demostraron que en los cultivos anuales (cereales de invierno y verano), la

    acumulación neta de CO2 en el suelo puede llegar a unas 6,5 t CO2/ha/año, reduciendo ya

    las emisiones de CO2 por mineralización de la materia orgánica del suelo y siempre y

    cuando la paja y los rastrojos de cosecha sean incorporados al suelo. En el cultivo de maíz,

    la captación bruta (sin restar las emisiones) de CO2 son superiores a las 35 t CO2/ha/año; el

    autor señala dos vías para llegar la fijación neta de CO2: a) En las prácticas de cultivo

    donde se pican las cañar y junto con los rastrojos se incorporen al suelo, el secuestro neto es

    de 16,8 t CO2/ha/año, y b) Si solamente se incorpora al suelo los rastrojos, no llegan a fijar

    las 4 t CO2/ha/año (Urbano Terrón, 2010).

    7 CAPÍTULO II: ÁREA DE ESTUDIO

    7.1 Descripción del área de estudio

    San Miguel de Porotos es una de las ocho parroquias rurales del cantón Azogues de la

    provincia del Cañar, se encuentra dentro del callejón interandino en la zona occidental de la

    cuenca hídrica del río Burgay. Tiene una cabida aproximada de 2106 ha, al norte limita al

    norte con la parroquia Javier Loyola, Azogues y Luis Cordero; al sur y este con el cantón

    Paute y al oeste con la parroquia Javier Loyola (PD y OT San Miguel, 2015).

  • 39

    7.2 Clima

    De acuerdo con el PD y OT San Miguel (2015) esta parroquia tiene un clima «ecuatoriano

    mesotérmico de semihúmedo a húmedo». La característica de este tipo de clima son

    temperaturas medias anuales comprendidas entre 12 y 20 °C; las temperaturas mínimas rara

    vez descienden a menos de 0 °C y las máximas no superan los 30 °C.

    Las precipitaciones anuales fluctúan entre 500 y 1000 mm, los meses lluviosos son

    febrero-mayo y en octubre-noviembre. Esta zona presenta alto déficit hídrico, teniendo

    fuertes problemas de demanda de agua durante todo el año (PD y OT San Miguel, 2015).

    7.3 Hidrología

    El territorio parroquial se encuentra dentro de la subcuenca del río Burgay. Las principales

    microcuencas que cortan la parroquia son la del río Burgay bajo, con un 86 % en la

    parroquia; la del río Paute con el 13,8 %; y, Tomebamba-Cutilcay con menos del 0,1 %

    (PD y OT San Miguel, 2015).

    Esta parroquia no cuenta con quebradas con cauces permanentes, sin embargo, el bosque

    protector Pichahuayco aporta para mantener la humedad en algunas quebradas de la

    parroquia, la principal quebrada es la de La Virgen que se une con la de San Miguel y que

    termina su aporte al río Burgay (PD y OT San Miguel, 2015).

    8 CAPÍTULO III. MARCO METODOLÓGICO

    La metodología se desarrolló de acuerdo con los objetivos planteados, y estos obedecen a

    las necesidades del proyecto. En la siguiente figura se especifica cada una de los métodos

    para llevar a cabo la ejecución de los objetivos.

  • 40

    Figura 6. Proceso metodológico

    Fuente: Autor

    8.1 Materiales y equipos

    Para el levantamiento de información se utilizaron los siguientes materiales y equipos:

    Barreno

    Piola

    Cinta diamétrica

    Estacas

    Hoz

  • 41

    Fundas plásticas

    Cámara fotográfica

    Balanza analítica

    Mufla

    Estufa

    Crisoles de porcelana

    Tamiz

    Etiqueta

    8.2 Georeferenciación del lugar de estudio

    Para el desarrollo del presente trabajo fueron escogidos tres lugares en tres pisos altitudinales (que

    va desde los 2360 hasta los 3180 m s. n. m.), se nombró cada uno según el nombre de los sitios

    donde se recogieron las muestras (Anexo 1). El piso 1 que está en la parte baja se denominó

    CORTE (CRT), el segundo, SAN JUAN BOSCO (SJB) y el último y que está en la parte alta se

    denomina ZHINZHÚN (ZHZH); de cada piso altitudinal se escogieron tres terrenos de siembra de

    las que se extrajeron cada una de las muestras para sus respectivos análisis.

    Figura 7. Mapa de los pisos altitudinales y puntos de muestreo

    Fuente: Autor

  • 42

    8.3 Fase de campo

    8.3.1 Muestreo.

    8.3.1.1 Biomasa aérea.

    Para la estimación de biomasa total, se llevó a cabo un muestreo en las parcelas aleatorias

    implantadas por medio de un marco cuadrado de 0,25 m2 (50 cm x 50 cm) en las que los

    autores Rügnitz, Mario, León, & Porro (2009) recomiendan cortar al ras del suelo todo el

    material localizado dentro del marco y luego pesarlo. De esta muestra se obtuvo una

    submuestra (200 g) se recolectaron en fundas con el debido etiquetado, como el número de

    parcela, tipo de vegetación, número de muestra y el piso altitudinal del cual fue extraída

    (Rügnitz et al., 2009).

    8.3.1.2 Suelo.

    a) Profundidad de muestreo

    Las concentraciones de carbono orgánico son más altas en la capa superior y disminuye

    exponencialmente conforme aumenta la profundidad, por lo que recomiendan medir la

    cantidad de carbono del suelo a profundidades de por lo menos 30 cm, esta dividida en tres

    horizontes (0-10, 10-20, 20-30) (Rügnitz et al., 2009). Todas estas muestras se guardaron

    en bolsas plásticas con su debida identificación para ser trasladadas hasta el laboratorio

    para su posterior análisis.

    b) Colecta de muestras para medición de carbono orgánico

    En cada parcela de muestra (Figura 8) Rügnitz et al., (2009) recomiendan recolectar tres

    muestras de suelo para cada profundidad, utilizando un cilindro con volumen conocido

    como el barreno.

  • 43

    Figura 8. Parcela para muestreado de suelo

    Fuente: Rügnitz et al., (2009)

    Las muestras deben ser homogeneizadas en un mismo recipiente, para que

    posteriormente retirar una muestra compuesta en una cantidad de 20 g, evitando pérdida del

    material. Las muestras deben ser depositada en un saco (de papel o plástico) para ser

    llevada al laboratorio (Rügnitz et al., 2009).

    8.4 Fase de laboratorio

    8.4.1 Biomasa de la chakra andina.

    De cada muestra (200 g) se realizará el secado en horno-estufa de aire forzado a 60 °C,

    hasta obtener un peso constante, determinándose así la relación entre materia seca y

    húmeda, y la cantidad de carbono (Rügnitz et al., 2009). Con los valores obtenidos se debe

    calcular el total de toneladas de materia seca por hectárea (t MS/ha) y posteriormente la

    cantidad de carbono por hectárea (t C/ha), para lo cual se utiliza las fórmulas señaladas

    posteriormente en la fase de análisis estadístico.

  • 44

    8.4.2 Suelo.

    Se usó la metodología propuesta por LOI (Loss On Ignition) que incluye como

    pretratamiento el secado a 105 °C durante 24 h y luego 2 h de ignición a 360 °C

    (Eyherabide et al., 2014 citado en López Merchán Raisa, 2017)

    La manera de hacer esta determinación de la materia orgánica del suelo consiste en:

    Pesar una muestra de 20 g de suelo seco al aire (muestra de campo) a cada

    profundidad y tamizar a 0,355 mm o en la fracción requerida, para eliminar piedras

    y raíces. Colocarla en crisoles de porcelana.

    Secar la muestra en una mufla a 105 °C hasta peso constante durante 24 h, retirar

    del horno, dejar enfriar en un desecador y luego pesar.

    Finalmente, calcinar la muestra en la mufla a 360 °C en 2 h, dejar enfriar y pesar

    nuevamente.

    8.5 Cálculos

    8.5.1 Cantidad de carbono en biomasa no arbórea.

    a. Cálculo de la materia seca de la muestra.

    Para determinar la biomasa presente en la chakra andina se utilizó la siguiente ecuación

    (Rügnitz et al., 2009):

    ( |

    Donde:

    MSmuestra= Materia fresca de la muestra (kg/0,25 m2 para vegetación no arbórea)

    MFsubmuestra= Materia fresca (kg) de la submuestra llevada para la determinación de la cantidad de

    humedad.

  • 45

    MSsubmuestra= Materia seca (kg) de la submuestra llevada para la determinación de la cantidad de

    humedad.

    MFmuestra= Materia fresca de la muestra (kg/0,25 m2 para vegetación no arbórea).

    b. Cálculo de la cantidad de carbono en la muestra de vegetación no arbórea.

    Para convertir los datos de biomasa a cantidad de carbono, se multiplicó el valor de

    biomasa por el factor 0,5 como indica el Panel Intergubernamental del Cambio Climático

    (IPCC), el cual estima que aproximadamente el 50 % de la biomasa vegetal corresponde al

    carbono (Jiménez & Landeta, 2009 citado en López Merchán Raisa, 2017).

    Donde:

    ΔCBNmuestra= Cantidad de carbono en la biomasa de la muestra de vegetación no arbórea (kg C/0,25

    m2)

    CF = es la fracción de carbono (kg C/kg MS) determinada en el laboratorio o utilizando el valor

    patrón del IPCC = 0,5

    c. Cálculo de la cantidad de carbono en la biomasa de la vegetación no arbórea por

    hectárea.

    La cantidad de C de la biomasa de la vegetación no arbórea por hectárea es calculada a

    partir del tamaño del marco (0,25 m2), convirtiendo las unidades de la muestra de kg C a t

    C (Rügnitz et al., 2009).

    ΔCBN(tnC / ha) = (10000 m2

    / 0,25 m2) x ((∑ΔCBNmuestra / #muestras) / 1000)

    Donde:

    ΔCBN= Cantidad de carbono en la biomasa de vegetación no arbórea (tn C/ha).

    ∑ΔCBNmuestra= Sumatoria de la cantidad de carbono de todas las muestras (kg C/0,25 m2)

    Factor 1000 = conversión de las unidades de la muestra de kg MS a t MS.

    Factor 10000 = conversión del área a hectárea.

  • 46

    d. Cantidad de CO2 fijado.

    Para determinar el CO2 fijado, una vez determinado el carbono se utiliza la siguiente

    ecuación (Jiménez & Landeta, 2009 citado en López Merchán Raisa, 2017).

    CO2 = Kr*C

    Donde:

    CO2 = Dióxido de carbono

    C = Carbono

    Kr = 3,67. Factor de conversión a CO2, resultante del cociente de los pesos moleculares del dióxido

    de carbono 44 y del carbono 12.

    8.5.2 Cálculo del muestreo del suelo.

    El carbono contenido en el suelo se calcula a partir del contenido de materia orgánica, de la

    densidad aparente y de la fracción de carbono (Schlegel et al., 2001, p.12).

    a. Densidad aparente

    De acuerdo con Calderón et al. (citado en López Merchán Raisa, 2017) para determinar el

    contenido de carbono por unidad de volumen de suelo, se debe conocer la densidad

    aparente del mismo. Para esto se utiliza el método del cilindro de volumen conocido

    descrito por MacDicken (1997).

    DA =

    Donde:

    Peso seco = peso seco de la submuestra (g)

    vol. suelo = volumen del suelo (cm3)

  • 47

    El volumen del cilindro es calculado por medio de la siguiente ecuación (MacRobert,

    2009):

    Vol. = Л x r2 x h

    Donde:

    Vol. = volumen (cm3)

    Л = 3.141592654

    r = radio del barreno (cm)

    h = altura del barreno (cm)

    b. Materia orgánica

    MO =

    x 100

    Dónde:

    MO = materia orgánica (%)

    A = peso verde (g)

    B = peso calcinado a 360 °C (g)

    100 = para convertir a porcentaje

    c. Porcentaje de carbono

    De acuerdo con Eyherabide et al. (2014) la ecuación es la siguiente:

    CO = MO x 1,724

    Dónde:

    CO = carbono orgánico total (%)

    MO = materia orgánica (%)

  • 48

    Se empleó el factor de Van Benmelen de 1,724 el cual asume que el 58 % de la materia

    orgánica del suelo está compuesta por carbono (1/0,58 = 1,724).

    d. Carbono por superficie

    Según Ayala et al. (2014) para transformar el porcentaje a toneladas de carbono por

    hectárea, se utiliza las fórmulas propuestas por la FAO (2012).

    Pss = DA x P x S

    Donde:

    Pss = peso seco (g)

    DA = densidad aparente (g/cm3)

    P = profundidad (se utiliza las diferentes profundidades hasta los 30 cm)

    S = superficie o área de estudio (ha, m2, cm

    2)

    CS =

    x Pss

    Donde:

    CS = contenido de carbono por superficie (t/ha)

    CO = carbono orgánico total (%)

    Pss = peso seco (g, t)

    e. Contenido de carbono

    El carbono contenido en el suelo se calcula a partir de los valores de porcentaje de carbono

    y densidad aparente con la siguiente ecuación (Calderón et al., s. f.):

    CC = CO x DA x P x S

    Donde:

    CC = carbono contenido en el suelo (tn C/ha)

  • 49

    CO = carbono orgánico total (%)

    DA = densidad aparente (g/cm3)

    P = profundidad (se utiliza las diferentes profundidades hasta los 30 cm)

    S = superficie o área de estudio (ha)

    9 CAPITULO IV: RESULTADOS Y DISCUSIÓN

    9.1 Resultados

    El análisis estadístico indicó que la captura de carbono entre los tres pisos altitudinales es

    estadísticamente igual (P > 0,05), pues los valores son similares en los tres lugares, ya que

    no difieren en temperatura, precipitación o piso climático. Por lo que se demuestra la

    capacidad de captura a través de gráficas estadísticas expuestas a continuación.

    9.1.1 Cantidad de biomasa, carbono y CO2 de los tres terrenos de siembra por cada piso

    altitudinal en la parroquia San Miguel de Porotos

    9.1.1.1 Contenido de biomasa de la parte herbácea y del maíz de las tres zonas por cada

    piso altitudinal.

    En la Figura 9 se observa la cantidad de biomasa que se obtuvo en los diferentes terrenos

    por cada piso altitudinal, 2400 m s. n. m. correspondiente al piso altitudinal 1 (CRT), 2600

    m s. n. m. el piso altitudinal 2 (SJB) y 2800 m s. n. m. para el piso altitudinal 3 (ZHZH).

    No existe una diferencia significativa entre los tres lugares de muestra, los valores más

    bajos registrados en torno a la parte herbácea es de 3 t/ha en CRT, mientras que el valor

    más alto es de 9,5 t/ha en ZHZH. En lo referente a la especie de maíz la cantidad más baja

  • 50

    de producción de biomasa está en SJB con una cantidad de 10 t/ha, mientras que la cantidad

    más alta está en ZHZH con 25 t/ha de biomasa aérea viva.

    Figura 9. Contenido de biomasa aérea de la parte herbácea y maíz por piso altitudinal

    9.1.1.2 Cantidad de carbono y CO2 captado por la biomasa HERBÁCEA por piso

    altitudinal.

    En la Figura 10 se puede observar la cantidad de carbono y CO2 correspondiente a cada

    piso altitudinal y por cada terreno en la que se obtuvieron las muestras. Se ilustra un mayor

    contenido de carbono y por ende de CO2 en el piso altitudinal 2 o denominado SJB, con

    una cantidad de 4,81 t C/ha y de 17,65 t CO2/ha.

    Figura 10. Cantidad de carbono y CO2 en la biomasa HERBÁCEA.

    0

    5

    10

    15

    20

    25

    30

    Ter

    ren

    o 1

    Ter

    ren

    o 2

    Ter

    ren

    o 3

    Ter

    ren

    o 1

    Ter

    ren

    o 2

    Ter

    ren

    o 3

    Ter

    ren

    o 1

    Ter

    ren

    o 2

    Ter

    ren

    o 3

    CRT SJB ZHZH

    Bio

    ma

    sa t

    /ha

    HERBÁCEO

    MAÍZ

    0,000

    2,000

    4,000

    6,000

    8,000

    10,000

    12,000

    14,000

    16,000

    18,000

    20,000

    Ter

    ren

    o 1

    Ter

    ren

    o 2

    Ter

    ren

    o 3

    Ter

    ren

    o 1

    Ter

    ren

    o 2

    Ter

    ren

    o 3

    Ter

    ren

    o 1

    Ter

    ren

    o 2

    Ter

    ren

    o 3

    CRT SJB ZHZH

    t/h

    a

    CARBONO

    CO2

  • 51

    9.1.1.3 Cantidad de carbono y CO2 captado por la biomasa del MAÍZ por piso altitudinal.

    Según los valores representados en la Figura 11, la mayor cantidad de carbono

    secuestrado por la biomasa del maíz se dio en ZHZH (piso altitudinal 3) y de igual manera

    el CO2, en una cantidad de 14,53 t C/ha y 54,13 t CO2/ha respectivamente.

    Figura 11. Cantidad de carbono y CO2 en la biomasa del MAÍZ

    9.1.1.4 Relación de carbono y CO2 captado por piso altitudinal.

    La relación existente entre la cantidad de carbono y CO2 por cada piso altitudinal es con la

    finalidad de dar a conocer en qué lugar se presenta mayor cantidad de secuestro de CO2,

    como se observa en la Figura 12, el mayor secuestro de carbono se dio en ZHZH (piso

    altitudinal 3), para la biomasa herbácea fue de 4,119 t C/ha, y para el maíz de 12,612 t

    C/ha. Con respecto al secuestro de CO2, le corresponden a SJB y ZHZH, con cantidades de

    15,231 t CO2/ha (herbáceo) y 46,286 t CO2/ha (maíz) respectivamente.

    0,000

    10,000

    20,000

    30,000

    40,000

    50,000

    60,000

    Ter

    ren

    o 1

    Ter

    ren

    o 2

    Ter

    ren

    o 3

    Ter

    ren

    o 1

    Ter

    ren

    o 2

    Ter

    ren

    o 3

    Ter

    ren

    o 1

    Ter

    ren

    o 2

    Ter

    ren

    o 3

    CRT SJB ZHZH

    t/h

    a

    CARBONO

    CO2

  • 52

    Figura 12. Relación de carbono y CO2 en los tres pisos altitudinales

    9.1.1.5 Relación entre la cantidad total de biomasa, carbono y CO2 captado por piso

    altitudinal.

    Con la intensión de demostrar la cantidad de biomasa y el secuestro de carbono y CO2 en la

    Figura 13 se muestra que en ZHZH existe una mayor producción de biomasa y carbono que

    se refleja en un mayor secuestro de CO2 (61,404 t CO2/ha).

    Figura 13. Cantidad total de biomasa, carbono y CO2 captado por piso altitudinal

    0,000

    10,000

    20,000

    30,000

    40,000

    50,000

    HERBÁCEOMAÍZ

    HERBÁCEOMAÍZCARBONO

    CO2

    t/h

    a

    CRT

    SJB

    ZHZH

    BIOMASA CARBONO CO2

    ZHZH 29,76666667 16,73148 61,4045316

    SJB 18,23333333 11,29101667 41,43803117

    CRT 19,66666667 12,76842 46,8601014

    0

    20

    40

    60

    80

    100

    120

    140

    160

    t/h

    a

  • 53

    9.1.1.6 Relación entre la cantidad total de biomasa, carbono y CO2 captado en la

    parroquia San Miguel de Porotos.

    De la biomasa herbácea y del maíz, muestreadas en los nueve terrenos de siembra hay un

    total de 67,66 t/ha de biomasa, 40,79 t/ha de carbono y 149,70 t/ha de CO2, según los

    valores que exponen la Figura 14.

    Figura 14. Cantidad total de biomasa, carbono y CO2 en la chakra de la parroquia San Miguel

    9.1.2 Contenido de carbono en el suelo por cada piso altitudinal en la parroquia San

    Miguel.

    9.1.2.1 Contenido de materia orgánica.

    Los niveles de materia orgánica presentes en el suelo representarán la cantidad de carbono

    almacenado en el mismo. En la Figura 15 se observa que el porcentaje de mayor presencia

    de materia orgánica es a los 30 cm de profundidad para SJB y a los 20 cm para ZHZH,

    ambos valores son similares con un 24,45 %.

    0

    20

    40

    60

    80

    100

    120

    140

    160

    BIOMASACARBONO

    CO2

    t/h

    a

    CHAKRA ANDINA

    67,6

    6

    40,7

    9

    149,7

    0

  • 54

    Figura 15. Contenido de materia orgánica por profundidad

    9.1.2.2 Contenido de carbono del suelo

    Los valores presentados en la Figura 16 demuestran que la cantidad de carbono en el suelo

    se encuentra a los 30 cm en una cantidad de 44,10 t C/ha (SJB), mientras que en el piso

    altitudinal 3 (ZHZH) el mayor contenido de carbono (36,96) se encuentra en los 20 cm

    superiores.

    Figura 16. Contenido de carbono en el suelo a cada profundidad

    17

    ,15

    23

    ,95

    20

    ,9

    17

    ,15

    23

    ,75

    24

    ,45

    16

    ,65

    24

    ,45

    14

    ,9

    C R T S J B Z H Z H

    %

    10 20 30

    0,000

    10,000

    20,000

    30,000

    40,000

    50,000

    CRTSJB

    ZHZH

    12,794 13,102 15,734

    26,564 27,712

    36,965

    39,489 44,101

    32,272

    10 20 30

    tn C

    /ha

    Profundidad

    cm

  • 55

    9.1.2.3 Relación total de carbono secuestrado por la biomasa y el suelo.

    En la zona de estudio la cantidad de carbono secuestrado por el suelo es de 248,732 t/ha,

    mientras que la biomasa (herbácea y maíz) tiene almacenado 40,790 t/ha de carbono

    (Figura 17).

    Figura 17. Total del carbono secuestrado por la biomasa y el suelo

    9.2 Discusión

    El trabajo realizado en la parroquia San Miguel, acerca de la captura de carbono, reflejó en

    la biomasa del maíz una cantidad de secuestro de carbono de 10,13 t C/ha/año en CRT;

    7,13 t C/ha/año en SJB y 12,61 t C/ha/año en ZHZH, todos estos valores son inferiores a

    los reportados por Marcos Solorio et al. (2016) quienes calcularon el secuestro de carbono

    en tres ambientes diferentes, cuyo resultado en el ambiente de montaña fue de 13 t C/ha

    anuales. La cantidad de dióxido de carbono (CO2) bruto secuestrado en CRT fue de 37,19 t

    CO2/ha/año, en SJB fue de 26,20 t/ha/año y, finalmente, en ZHZH fue de 46,28

    tCO2/ha/año, valor que difieren considerablemente a los que obtuvo Umaña Arboleda John

    (2012) con 35,5 tCO2/ha/cosecha de captación bruta de CO2.

    0,000

    50,000

    100,000

    150,000

    200,000

    250,000

    SUELO BIOMASA

    t/h

    a

    CARBONO

  • 56

    Estos resultados demuestran que el policultivo andino se constituye en adecuado

    sumidero de carbono, así también hay que resaltar que al ser el maíz una planta C4 (alta

    actividad fotosintética) puede mantener y almacenar una enorme cantidad de biomasa y

    energía, y presenta muy poca fotorrespiración (García et al., 2006, Hernández et al., 2008),

    citado en (Umaña Arboleda John, 2012).

    En lo que respecta al secuestro de carbono en el suelo, los resultados demostraron que el

    total de carbono almacenado en la zona de estudio es de 248,732 t C/ha/año, valor inferior a

    lo que señala López Merchán Raisa (2017), cuyo estudio en el suelo del bosque protector

    Aguarongo reflejó una cantidad de 262,42 t C/ha, esto puede deberse a la gran cantidad de

    materia orgánica presente en el bosque nativo, demostrando lo que menciona Reyes (2013),

    que a mayor cantidad de materia orgánica en el suelo significa mayor fijación de carbono y

    cuyo rendimiento está determinado por factores de cantidad de materia orgánica y la

    velocidad de descomposición (Reyes, 2013) citado en López Merchán Raisa (2017).

    La profundidad a la que se encuentra la mayor cantidad de carbono también está

    influenciada por factores como el mantillo y la biomasa radicular, en nuestro caso la mayor

    cantidad de carbono se encuentra en los 20 cm de profundidad, esto debido a que

    básicamente las raíces de las especies que crecen en el policultivo no son profundas (Acosta

    et al., 2001), otro de los factores influyentes en la cantidad de carbono en el suelo es la

    velocidad de descomposición por parte de las poblaciones microbianas y de las

    características del material vegetal (Oliva & García, 1998).

  • 57

    10 CAPÍTULO V: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

    10.1 Conclusiones

    El análisis estadístico demostró que no existe diferencia entre el volumen de captura

    de Carbono en los tres pisos altitudinales, pues los resultados son similares entre los

    tres lugares muestreados, por lo que rechazamos la hipótesis planteada.

    Como se ha podido desprender del trabajo presentado, el mundo y sobre todo la

    humanidad, dependemos de las plantas para contrarrestar el efecto invernadero,

    pues son los únicos sistemas naturales capaces de almacenar carbono en su biomasa

    y depositarlo en el suelo para que este no escape hacia la atmósfera.

    Entre estas plantas están los que integran los cultivos agrícolas, en nuestro caso es la

    chakra andina, cuyo cultivo se caracteriza por ser una práctica de conservación, ya

    que ayudan a mantener y captar mayor cantidad de carbono en la biomasa y en el

    suelo.

    En este trabajo la cantidad total de carbono bruto captado por la chakra andina en la

    parroquia San Miguel de Porotos es de 40,79 tC/ha, de las cuales solo la biomasa

    del maíz captura una cantidad de 29,88 tC/ha de carbono bruto.

    El suelo de este lugar tiene almacenado una cantidad de 248,732 t/ha de carbono,

    siendo la mayor captación a una profundidad de los 20 cm, pues la presencia de

    materia orgánica es la que va a determinar la cantidad de carbono en el suelo, y

    sobre todo la práctica de mínima o cero labranza.

    La cantidad de CO2 que secuestra este policultivo andino es de 149,70 t/ha, de las

    cuales al cultivo de maíz le corresponde una cantidad de 109,684 t/ha. Esta cantidad

    es el secuestro bruto, pues se debe restar las emisiones por energía, fertilización,

    riego y las emisiones una vez consumidos o transformados.

  • 58

    El maíz, es una planta C4, es decir, posee una alta tasa de actividad fotosintética,

    por lo que puede almacenar y mantener gran cantidad de energía y biomasa. Pero

    hay que reconocer también que el período de almacenamiento de CO2 en la

    vegetación es muy corto, sin que esto invalide a la chakra andina funcionar como

    una alternativa de fijación de carbono, por lo que representa un servicio ambiental.

    10.2 Recomendaciones

    En este trabajo experimental se obtuvo la cantidad de carbono bruto secuestrado por

    la chakra andina por lo que es necesario realizar un análisis de las emisiones

    liberadas por las actividades agronómicas, pues esto ayudará a obtener la captación

    neta de carbono por parte de este policultivo andino.

    Se recomienda realizar un estudio en la chakra andina en diferentes etapas de

    cultivo, esto con la intensión de conocer cuál es la mejor etapa de mayor secuestro

    de carbono.

    Es necesario también conocer el rendimiento del cultivo en diferentes ambientes,

    como planicie, valle y montaña, ya que se conoce que el mayor rendimiento del

    cultivo (grano) se da en las zonas de montaña, ambientes con temperaturas de 16 °C

    y 818,5 mm.

    Es necesario dar a conocer a los agricultores campesinos la importancia de una

    agricultura de conservación y cuánto aporta la chakra andina al calentamiento

    global, impidiendo que toneladas de carbono se escapen a la atmósfera.

  • 59

    11 Referencias bibliográficas

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    medición del carbono almacenado en la parte aérea de sistemas con vegetación natural e

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