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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA
SEDE CUENCA
CARRERA DE INGENIERÍA AMBIENTAL
Trabajo de titulación previo a la obtención del título de:
Ingeniero Ambiental
TRABAJO EXPERIMENTAL:
“EVALUACIÓN DEL VOLUMEN DE CAPTURA DE CARBONO EN LA CHAKRA ANDINA
EN TRES PISOS ALTITUDINALES EN LA PARROQUIA SAN MIGUEL DE POROTOS,
PROVINCIA DEL CAÑAR Y SU APORTE AL EFECTO INVERNADERO”
AUTOR:
KLEBER ALFONSO QUITO ZUMBA
TUTOR:
ING. JUAN GERARDO LOYOLA ILLESCAS, Ph. D.
Cuenca, febrero 2018
II
CESIÓN DE DERECHOS DE AUTOR
Yo, Kleber Alfonso Quito Zumba con C.I. 0302307418, manifiesto la voluntad y cedo a la
Universidad Politécnica Salesiana la titularidad sobre los derechos patrimoniales en virtud
de que soy autor del trabajo de titulación: “EVALUACIÓN DEL VOLUMEN DE
CAPTURA DE CARBONO EN LA CHAKRA ANDINA EN TRES PISOS
ALTITUDINALES EN LA PARROQUIA SAN MIGUEL DE POROTOS,
PROVINCIA DEL CAÑAR Y SU APORTE AL EFECTO INVERNADERO”, mismo
que ha sido desarrollado para optar por el título de: Ingeniero Ambiental, en la Universidad
Politécnica Salesiana, quedando la Universidad facultada para ejercer plenamente los
derechos cedidos anteriormente.
En aplicación a lo determinado en la Ley de Propiedad Intelectual, en mi condición de autor
me reservo el derecho moral de la obra antes citada. En concordancia, suscribo este
documento en el momento que hago entrega del trabajo final en formato impreso y digital
a la biblioteca de la Universidad Politécnica Salesiana.
Cuenca, febrero 2018.
Kleber Quito Zumba
C. I. 0302307418
III
CERTIFICACIÓN
Yo, Juan Loyola Illescas , declaro que bajo mi tutoría fue desarrollado el trabajo de
titulación “EVALUACIÓN DEL VOLUMEN DE CAPTURA DE CARBONO EN LA
CHAKRA ANDINA EN TRES PISOS ALTITUDINALES EN LA PARROQUIA SAN
MIGUEL DE POROTOS, PROVINCIA DEL CAÑAR Y SU APORTE AL EFECTO
INVERNADERO”, realizado por el estudiante Kleber Alfonso Quito Zumba, proyecto
experimental que cumple con todos los requisitos estipulados por la Universidad
Politécnica Salesiana.
Cuenca, febrero 2018
Ing. Juan Loyola Illescas, Ph. D.
C.I. 0102378544
IV
DECLARATORIA DE RESPONSABILIDAD
Yo, Kleber Alfonso Quito Zumba con C.I. 0302307418, autor del trabajo de titulación:
“EVALUACIÓN DEL VOLUMEN DE CAPTURA DE CARBONO EN LA
CHAKRA ANDINA EN TRES PISOS ALTITUDINALES EN LA PARROQUIA SAN
MIGUEL DE POROTOS, PROVINCIA DEL CAÑAR Y SU APORTE AL EFECTO
INVERNADERO”, certificamos que el total contenido del trabajo experimental es de mi
exclusiva responsabilidad y autoría.
Cuenca, febrero 2018.
Kleber Quito Zumba
C. I. 0302307418
V
DEDICATORIA
Este trabajo va dedicado a mi madre María Zumba y a mis hermanos Margarita, María,
Verónica, Ángel y Carlos Quito Zumba quienes fueron ese apoyo incondicional en todo
este proceso de estudio, así como también a mis sobrinos Wilmer, Franklin, Edison Mora y
Alan Ortiz.
VI
AGRADECIMIENTO
Le doy gracias a Dios y a la Virgen por mi familia, quienes fueron y son los pilares de
apoyo en cada momento de aprendizaje y sin ellos no hubiera podido realizar este proceso
de formación profesional.
¡Gracias familia, gracias Dios!
VII
RESUMEN
Con el objetivo de conocer la capacidad de captura de carbono en la chakra andina, en la
parroquia San Miguel se evaluaron tres lugares distintos: Corte (2400 m s. n. m.), San Juan
Bosco (2600 m s. n. m.) y Zhinzhún (2800 m s. n. m.), en cada uno se escogieron tres
parcelas de siembra y la respectiva toma de muestras de biomasa y suelo.
Para las muestras de biomasa se realizaron parcelas de 0,25 m2, posteriormente
fueron llevadas al laboratorio para establecer la relación entre materia seca y húmeda, y
conocer la cantidad de carbono almacenado en la biomasa del maíz y herbáceas. Para
determinar la cantidad de carbono en el suelo se usó el método de calcinación o pérdida de
ignición con el que se calcula la cantidad de carbono mediante la pérdida de peso de una
muestra de suelo sometida a elevadas temperaturas, cada muestra fue tomada a 10, 20 y 30
cm. El análisis estadístico indicó que la concentración de carbono total presente en la
biomasa fue de 40,79 t C/ha/año, que representa 149,70 t/ha de CO2 bruto capturado en el
policultivo de maíz; el suelo, por su parte, almacena una cantidad de 248,732 t/ha de
carbono.
Se concluye que de estos sistemas productivos de asociación, labranza mínima y
agricultura de conservación se pueden obtener muchos beneficios ambientales, entre ellos,
pueden considerarse como una alternativa para la fijación de carbono.
VIII
ABSTRACT
In order to determine the carbon capture capacity in the Andean Chakra, in the San Miguel
parish, three different places were evaluated: Corte (2400 msnm) (2600 msnm) and
Zhinzhun (2800 msnm). In each area, three plots of sowing and the respective sampling of
biomass and soil was detected.
Biomass samples were taken in plots of 0.25m2, which were then taken to the
laboratory to determine the relationship between dry and wet matter and determine the
amount of carbon stored in the biomass of corn and herbs. The amount of carbon in the soil
was determined by using a method known as calcination, or loss of ignition, with which the
amount of carbon is calculated through the loss of weight of a soil sample when subjected
to high temperatures. Each sample was taken at 10, 20 and 30 cm. Statistical analysis
indicated that the total carbon concentration was 40,79 tnC / ha/year, which represents
149.70 tn / ha of gross CO2 captured in this corn polyculture. The soil, in turn, stores an
amount of 248,732 tons / ha of carbon.
It is concluded that the productive systems of association, minimum tillage and
conservation agriculture can obtain many environmental benefits. They can be considered
as an alternative for carbon fixation.
IX
ÍNDICE
CESIÓN DE DERECHOS DE AUTOR ......................................................................................... II
CERTIFICACIÓN .......................................................................................................................... III
DECLARATORIA DE RESPONSABILIDAD ............................................................................ IV
DEDICATORIA ............................................................................................................................... V
AGRADECIMIENTO .................................................................................................................... VI
RESUMEN ..................................................................................................................................... VII
ABSTRACT .................................................................................................................................. VIII
1 INTRODUCCIÓN ................................................................................................................... 13
2 JUSTIFICACIÓN ................................................................................................................... 14
3 DELIMITACIÓN .................................................................................................................... 15
3.1 Delimitación espacial ............................................................................................. 15
4 OBJETIVOS ............................................................................................................................ 16
4.1 Objetivo general ..................................................................................................... 16
4.2 Objetivos específicos ............................................................................................. 17
5 HIPÓTESIS ............................................................................................................................. 17
6 CAPÍTULO I. MARCO TEÓRICO ...................................................................................... 17
6.1 Cambio climático, una preocupación mundial....................................................... 17
6.1.1 Los gases de efecto invernadero (GEI)........................................................... 18
6.1.2 Alternativas para frenar el efecto invernadero. .............................................. 19
6.1.3 Ecuador frente a los gases de efecto invernadero. .......................................... 20
6.2 El ciclo del carbono ............................................................................................... 22
6.2.1 Ciclo del carbono en los sistemas agrícolas. .................................................. 22
6.2.2 El ciclo del carbono, un análisis completo para calcular el secuestro neto del
carbono. 23
6.3 Sumideros de carbono, una alternativa al calentamiento global ............................ 24
6.3.1 ¿Qué es el secuestro de carbono? ................................................................... 26
6.3.2 Cambio climático y las zonas agrícolas. ......................................................... 28
6.4 Especies agrícolas como sumideros de carbono .................................................... 28
6.4.1 La agricultura de conservación, su importancia en la disminución de CO2. . 29
6.4.2 Estimación de captura de carbono en especies agrícolas. .............................. 31
6.5 La chakra andina, el agroecosistema ideal ............................................................. 32
X
6.5.1 Conocimiento ancestral. ................................................................................. 32
6.5.2 Fertilidad y manejo ecológico de suelos. ....................................................... 33
6.5.3 Agrobiodiversidad. ......................................................................................... 34
6.5.4 Ventajas de asociar cultivos. .......................................................................... 34
6.5.5 La chakra andina en Ecuador.......................................................................... 35
6.5.6 La chakra andina, y su relación con el secuestro de carbono. ........................ 36
6.6 Estado del arte ........................................................................................................ 37
7 CAPÍTULO II: ÁREA DE ESTUDIO................................................................................... 38
7.1 Descripción del área de estudio ............................................................................. 38
7.2 Clima ...................................................................................................................... 39
7.3 Hidrología .............................................................................................................. 39
8 CAPÍTULO III. MARCO METODOLÓGICO ................................................................... 39
8.1 Materiales y equipos .............................................................................................. 40
8.2 Georeferenciación del lugar de estudio.................................................................. 41
8.3 Fase de campo ........................................................................................................ 42
8.3.1 Muestreo. ........................................................................................................ 42
8.4 Fase de laboratorio ................................................................................................. 43
8.4.1 Biomasa de la chakra andina. ......................................................................... 43
8.4.2 Suelo. .............................................................................................................. 44
8.5 Cálculos ................................................................................................................. 44
8.5.1 Cantidad de carbono en biomasa no arbórea. ................................................. 44
8.5.2 Cálculo del muestreo del suelo. ...................................................................... 46
9 CAPITULO IV: RESULTADOS Y DISCUSIÓN ................................................................ 49
9.1 Resultados .............................................................................................................. 49
9.1.1 Cantidad de biomasa, carbono y CO2 de los tres terrenos de siembra por cada
piso altitudinal en la parroquia San Miguel de Porotos ................................................ 49
9.1.2 Contenido de carbono en el suelo por cada piso altitudinal en la parroquia San
Miguel. 53
9.2 Discusión ............................................................................................................... 55
10 CAPÍTULO V: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ......................................... 57
10.1 Conclusiones .......................................................................................................... 57
10.2 Recomendaciones .................................................................................................. 58
XI
11 Referencias bibliográficas ....................................................................................................... 59
12 ANEXOS .................................................................................................................................. 65
XII
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1. Ubicación de la parroquia San Miguel .................................................................. 16
Figura 2. Distribución de emisiones netas del INGEI 2012, Ecuador .................................. 19
Figura 3. Tendencias de emisiones de GEI en Ecuador, serie 1994-2012 ........................... 21
Figura 4. Ciclo del carbono. Fuente de emisión y sumideros de CO2 .................................. 23
Figura 5. Factores influyentes en la captura de carbono ...................................................... 36
Figura 6. Proceso metodológico ........................................................................................... 40
Figura 7. Mapa de los pisos altitudinales y puntos de muestreo .......................................... 41
Figura 8. Parcela para muestreado de suelo ......................................................................... 43
Figura 9. Contenido de biomasa aérea de la parte herbácea y maíz por piso altitudinal ...... 50
Figura 10. Cantidad de carbono y CO2 en la biomasa HERBÁCEA. .................................. 50
Figura 11. Cantidad de carbono y CO2 en la biomasa del MAÍZ ......................................... 51
Figura 12. Relación de carbono y CO2 en los tres pisos altitudinales .................................. 52
Figura 13. Cantidad total de biomasa, carbono y CO2 captado por piso altitudinal ............. 52
Figura 14. Cantidad total de biomasa, carbono y CO2 en la chakra de la parroquia San
Miguel ................................................................................................................................... 53
Figura 15. Contenido de materia orgánica por profundidad ................................................. 54
Figura 16. Contenido de carbono en el suelo a cada profundidad ........................................ 54
Figura 17. Total del carbono secuestrado por la biomasa y el suelo .................................... 55
13
1 INTRODUCCIÓN
El cambio climático del planeta es un problema ambiental que ha generado una conciencia
general sobre la importancia de contrarrestar los efectos del calentamiento global por medio
de estrategias de investigación tendientes a buscar soluciones económicamente posibles,
socialmente sostenibles y ambientalmente amigables (Hernandez et al. 2002). La emisión
de gases de origen industrial, ganadero, agrícola y la combustión de combustibles fósiles
son las que han provocado que la radiación solar sea retenida y reflejada haciendo que la
temperatura de la Tierra se incremente.
De todos los gases, el CO2 tiene mayor efecto sobre las condiciones climáticas del
planeta, debido a que es un gas que permanece activo en la atmósfera durante mucho años;
la concentración de dióxido de carbono alcanzó en 2015 las 400 partes por millón (ppm)
(Organización Meteorológica Mundial, 2016); se cree que el Dióxido de carbono (CO2)
emitido a la atmósfera, sobre el 50 % demorará 30 años en desaparecer, un 30 % subsistirá
varios siglos y el 20 % restante durará varios millares de años (Solomon, 2007).
La adopción de los sumideros de carbono (vegetación, suelo y océanos) es una
alternativa para retener el carbono (C), las plantas a través de la fotosíntesis (obtención de
azúcares y otros compuestos) extraen el carbono de la atmósfera (en forma de CO2) y lo
convierten en biomasa. Esta biomasa luego de descomponerse pasa a formar parte del suelo
(en forma de humus) o en CO2, a través de la respiración de los microorganismos que
intervienes en el proceso de descomposición (Carvajal, Mota, Alcaraz, & Iglesias, 2003).
Las formaciones vegetales funcionan como sumideros de carbono debido a su función vital
que es la fotosíntesis, a escala mundial se considera que la biosfera terrestre fija cerca de 2
000 000 toneladas/año (Organización Latinoamericana de Energía, 2005).
14
Los bosques son los principales acumuladores de carbono, pero lamentablemente
durante miles de años, la humanidad ha transformado tierras forestales en terrenos agrícolas
como parte del avance económico. La superficie forestal mundial se redujo 129 millones de
hectáreas (3,1 %) en el período 1990-2015 hasta quedar por debajo de los 4000 millones de
hectáreas (FAO, 2016). La seguridad alimentaria también conlleva a que se realice grandes
pérdidas de bosque, pues el 70 % de la deforestación en América Latina, es destinada a la
agricultura comercial; por ventaja una agricultura sostenible, la integración de los bosques
con las actividades agrícolas (agroforestales) y una labranza de conservación pueden
contribuir a la acumulación de carbono en el suelo, mejorando su fertilidad y sobre todo
cuidando el ambiente. Los suelos agrícolas son considerados como uno de los mayores
depósitos de carbono del planeta, siempre y cuando los agricultores continúen usando la
agricultura de conservación y otros métodos de mejor manejo del suelo (FAO, 2002).
Tomando en cuenta estas características se puede considerar a la agricultura como un
mecanismo de secuestro de carbono.
2 JUSTIFICACIÓN
El hecho problemático que acarrea la realización de este trabajo es el cambio climático, que
está asociado con el aumento de la temperatura debido al incremento de los gases de efecto
invernadero (GEI) (Solomon, 2007). Para minimizar los GEI se ha realizados grandes
esfuerzos, el Protocolo de Kioto asume que las emisiones netas de carbono pueden ser
reducidas disminuyendo la tasa a la cual se emiten a la atmósfera los GEI o a su vez
incrementando la tasa por la cual estos gases son retirados de la atmósfera por los
sumideros (FAO, 2002).
15
Las formaciones vegetales actúan como sumideros de carbono por su función vital
principal, la fotosíntesis. Los bosques que ocupan cerca de 3866,1 millones de hectáreas de
la superficie terrestre, albergan cerca del 60 % del carbono de la vegetación terrestre (FAO,
2002). No obstante, la pérdida neta de área forestal en el mundo fue de aproximadamente
9,4 millones de hectáreas, donde el 70 % de las áreas deforestadas son destinadas a usos
agrícolas, por consiguiente, la atención en cuanto a captura de carbono, se está enfocando
sobre este tipo de sistemas de cultivo.
Para Acosta-Mireles, Quednow, Etchevers-Barra, & Monreal (2001) los sistemas de
producción agrícola tienen gran capacidad de capturar y secuestrar carbono, pero basados
en la agricultura de conservación y otros métodos tradicionales de manejo de la tierra. Por
lo tanto, la agricultura tradicional es una opción de sumideros de carbono para disminuir las
emisiones hacia la atmósfera, pues utiliza prácticas de poca labranza del suelo y la
asociación de cultivos; en los páramos andinos del Ecuador a la asociación de cultivos se le
conoce con el término chakra andina y estos ocupan una superficie de 133 928 ha (INEC,
2014).
De tal forma, el proyecto busca establecer cuál es la capacidad de captura de carbono
de las diferentes especies que crecen en la chakra andina, y cuál es el valor de acumulación
de la misma en el suelo, con lo que buscamos dar a conocer la prestación del servicio
ambiental a través de la reducción de emisiones de CO2 por parte del policultivo de maíz.
3 DELIMITACIÓN
3.1 Delimitación espacial
El trabajo experimental se desarrolló en San Miguel de Porotos (una de las ocho parroquias
rurales del cantón Azogues, provincia del Cañar). Tiene una altitud comprendida entre los
16
2360 y 3180 m s. n. m., una superficie de 2777,53 ha, con una precipitación anual entre los
500 y 1000 mm, y una temperatura de oscila entre los 12 a 20 °C (PD y OT San Miguel,
2015).
Figura 1. Ubicación de la parroquia San Miguel
Fuente: (PD y OT San Miguel, 2015)
4 OBJETIVOS
4.1 Objetivo general
Analizar la capacidad de captura del carbono de la chakra andina en tres pisos
altitudinales, en la parroquia San Miguel de la provincia del Cañar, para establecer
el volumen de secuestro de carbono del policultivo andino.
17
4.2 Objetivos específicos
Realizar un mapa altitudinal a través del sistema de información geográfica (SIG),
para conocer la variación en la captura de carbono de la chakra andina separado en
tres pisos altitudinales.
Determinar la capacidad de captura de carbono mediante la valoración energética de
la biomasa de las diferentes especies que crecen en el policultivo y del suelo para
conocer la variación de captura entre los tres pisos altitudinales.
Establecer la relación existente entre la capacidad de captura de carbono a través de
los datos estadísticos para conocer la fijación de carbono en la chakra andina.
5 HIPÓTESIS
El volumen de captura de carbono de la chakra andina es diferente entre los tres
pisos altitudinales.
6 CAPÍTULO I. MARCO TEÓRICO
6.1 Cambio climático, una preocupación mundial
El cambio climático es una forma de respuesta de la tierra a las actividades humanas que
han alterado los fenómenos naturales, cuyas consecuencias, por nombrar algunas, se han
visto en el incremento del nivel del mar, aumento de la frecuencia e intensidad del
fenómeno del Niño y un cambio en los patrones espaciales y temporales de las
precipitaciones (Hernández María, 2010).
Desde que la humanidad empezó a preocuparse por el cambio climático se han llevado a
cabo una serie de reuniones, convenios, protocolos, etc., que de alguna manera estos
18
promueven una mayor responsabilidad por parte de los países que emiten mayor cantidad
de GEI, claro que no ha sido suficiente y actualmente se sigue sufriendo las consecuencias
del cambio climático.
Las primeras investigaciones relevantes, acerca de la concentración del CO2 y el cambio
climático, fueron realizadas por Charles Keeling (1957-1958), las investigación fue
reveladora y contundente en el sentido que establecieron que las concentración promedio de
CO2 habían aumentado a un ritmo del 6 % (Hernández, Guerra, Braulio, Vanegas, &
Carrascal, 2002). En 1972 se realiza la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente Humano (Cumbre de Estocolmo) y para el año 1988 nace el Panel
Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC). En 1995 se efectúa la primera
conferencia de las partes (COPs) (hasta el año 2015 van ya 21 encuentros, el último
celebrado en París, Francia).
6.1.1 Los gases de efecto invernadero (GEI).
El efecto invernadero es un fenómeno natural en el planeta Tierra que ayuda a mantener
una temperatura (33 °C) adecuada para que se genere la vida, pero se ha visto alterado por
la concentración de gases de origen antropogénico
El forzamiento del efecto invernadero es debido al aumento en la concentración de gases
como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O) entre otros. La
emisión de estos gases aumentó a partir de la Revolución industrial y particularmente en los
últimos cincuenta años debido a las diversas actividades antropogénicas (Hernández Maria,
2010). El sector energético representa el 26 % de las emisiones, seguido del industrial (19
%), forestal (17 %), agrícola (14 %), residencial y comercial (8 %) y manejo de desechos (3
%) (Stocker et al., 2013).
19
Ecuador, a pesar de que sus emisiones son vulnerables comparadas con países
industrializados o considerados como primer mundo, hasta el año 2012, según el Inventario
Nacional de Gases de Efecto Invernadero (INGEI), emitió a la atmósfera 80 627,16 Gg de
(un Gg es igual a 1000 t) (MAE, 2017). En Figura 2 podemos observar los
principales sectores que suman la cantidad de CO2 emitidas por el país.
Figura 2. Distribución de emisiones netas del INGEI 2012, Ecuador
Fuente: (MAE, 2017)
6.1.2 Alternativas para frenar el efecto invernadero.
La busca de alternativas para frenar las actividades que alteran el proceso natural del efecto
invernadero, es de interés nacional e internacional, pues al ser un fenómeno global, la
comunidad mundial ha reaccionado con distintos mecanismos, entre los cuales destacan
diversas convenciones, programas y protocolos, así como la creación de instituciones
científicas especializadas en la materia, el IPCC; todo esto bajo el mando, principalmente,
de la Organización de las Naciones Unidas (Motles Ilan & Portete Ignacio, 2016).
20
Se han planteado posibles soluciones tales como la reducción de los gases de efecto
invernadero (GEI), la implementación de sumideros de carbono y el uso de tecnologías
limpias, entre otras. Para Motles & Porte (2016) la mayor preocupación sobre los acuerdos
internacionales es la falta de iniciativa para obligar a los países a cumplir las metas de
mitigación fijadas en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático y el fracaso de la mayoría de los mercados de carbono. Las conferencias de las
partes (COPs) llamadas a buscar soluciones, han avanzado mucho con respecto al tema,
aunque se necesita de mucha voluntad política por parte de los gobernantes de los países
con mayor emisión de gases de efecto invernadero.
Existen otras opciones tecnológicas para estabilizar y reducir la concentración
atmosférica de los gases de efecto invernadero y que según (GreenFacts, 2017) consisten
en:
Reducir el consumo energético mediante el aumento de la eficiencia energética.
Utilizar combustibles con menos cantidades de carbono, y emplear combustibles
más amigables con el ambiente (por ejemplo, gas natural).
Aumentar proyectos de energía renovable y nuclear, las cuales emiten muy poco
o casi nada de CO2.
Fomentar los sumideros naturales de carbono (como los bosques).
Reducir otros GEI aparte del CO2, como el metano por ejemplo.
6.1.3 Ecuador frente a los gases de efecto invernadero.
A pesar de que el país es marginal en emisiones de GEI, se comprometió a realizar acciones
para frenar este problema global como el cambio de la matriz energética, conservación de
https://www.greenfacts.org/es/glosario/ghi/gas-efecto-invernadero.htmhttps://www.greenfacts.org/es/glosario/mno/metano.htm
21
bosques, reducción de la deforestación y promoción del consumo responsable y sostenible
de energía (MAE, 2012).
Ecuador a través del Ministerio del Ambiente (MAE) presentó en el año 2012 un
proyecto denominado «Estrategia Nacional de Cambio Climático», cuya visión es que «Al
año 2025 el Ecuador maneje oportunamente los desafíos del cambio climático,
garantizando el buen vivir y los derechos de la naturaleza» (MAE, 2012).
Los esfuerzos por parte del Gobierno, sobre todo de los últimos años, han fomentado
una mayor conciencia ambiental por parte de los sectores involucrados en la emisión de los
GEI. Estos esfuerzos se ven reflejados en la disminución de estos gases, pues según el
INGEI las emisiones en 1994 mantuvieron un rango máximo de 84 817,36 Gg de y,
en 2000 en un mínimo de 79 252,71 Gg de es decir, un descenso de 6,56 % con
respecto a 1994. En la Figura 3 podemos observar la evolución de las emisiones y los
principales sectores involucrados (MAE, 2015).
Figura 3. Tendencias de emisiones de GEI en Ecuador, serie 1994-2012
Fuente: (MAE, 2015)
22
Como se observa, los sectores de mayor influencia en las emisiones totales del país son
energía y USCUSS (valor neto total resultante de las emisiones menos las absorciones). Lo
que hay que resaltar es que la variación de emisiones durante el período, destaca la
reducción en 4,94 puntos porcentuales en 2012 versus 1994 (MAE, 2017).
6.2 El ciclo del carbono
6.2.1 Ciclo del carbono en los sistemas agrícolas.
El ciclo de carbono es de gran importancia para la regulación del clima en la Tierra,
producción de materia orgánica y básicamente para el sostenimiento de la vida. La vuelta
de CO2 a la atmósfera se hace cuando en la respiración, los seres vivos oxidan los alimentos
produciendo CO2 (Espada Carbó, 2013).
El ciclo del carbono está fijado por el almacenamiento y la transferencia entre la
atmósfera, biósfera, litósfera y océanos. En este hay que tener en cuenta las diferencias
entre un stock (almacenado) y un flujo (entradas y salidas) de carbono; en la Figura 4 el
stock de carbono está representado por las cajas negras, mientras que los flujos son las
flechas. La diferencia entre stock y flujo de carbono nos hace entender el significado de los
términos sumidero (almacena) y fuente (flujo) de carbono (Honorio & Baker, 2010).
23
Figura 4. Ciclo del carbono. Fuente de emisión y sumideros de CO2
Fuente: (Honorio & Baker, 2010)
En la medida de que el CO2 es consumido por las plantas, también es reemplazado por el
eliminado en la respiración de los seres vivos, descomposición de materia orgánica y por
los gases de combustión de actividades humanas (combustión del petróleo, gasolina, hulla,
etc.) (Espada Carbó, 2013).
6.2.2 El ciclo del carbono, un análisis completo para calcular el secuestro neto del
carbono.
Verhulst et al. (2015) señalan que es importante el análisis completo del ciclo del
carbono; se deben considerar la captura de C en el suelo, el almacenamiento en los residuos
de cultivos y las emisiones de CO2 de las tareas agrícolas (combustibles, electricidad,
fertilizantes, cal, plaguicidas, irrigación, producción de semillas y maquinaria agrícola),
24
todas estas actividades en conjunto ayudarán a evaluar la capacidad de mitigación de CO2
por parte de la agricultura. También hace referencia que la agricultura de conservación
puede aminorar las emisiones de CO2 por medio de la reducción de las operaciones de
labranza, o al ahorrar agua para riego (emisiones por bombeo de agua); este último en los
sistemas de cero labranza eleva el contenido de humedad en el suelo.
West (2011) también dice que:
… se puede usar un análisis completo del ciclo del C para calcular el secuestro neto de C
basado en todos los intercambios significativos con la atmósfera. Las emisiones de
carbono de la agricultura provienen principalmente de la descomposición de materia
orgánica del suelo (SOM, siglas en inglés) y el combustible utilizado para producir,
fabricar y aplicar insumos agrícolas. Los insumos agrícolas que producen emisiones de
C incluyen fertilizantes, pesticidas, riego y maquinaria. Además de las enmiendas del
suelo, la intensidad de la labranza puede regular la cantidad de alteración del suelo y la
subsiguiente mineralización de la SOM.
El autor señala que, en un cultivo de maíz se calculó que la labranza mínima emite mayor
cantidad de C de los insumos agrícolas, mientras que la labranza convencional emite más C
de la maquinaria en comparación a la siembra directa, lo que resulta en poca o ninguna
diferencia en las emisiones totales de C. Sin embargo, indica que las prácticas de la siembra
directa secuestran más C en el suelo por su menor perturbación, mayor humedad y menores
insumos de biomasa de los residuos superficiales.
6.3 Sumideros de carbono, una alternativa al calentamiento global
Uno de los fenómenos atmosféricos de mayor importancia mundial, sin duda, es el
calentamiento global debido al incremento de las emisiones de GEI. Actualmente se
25
discuten medidas de secuestro de carbono en las que se ha contemplado la posibilidad de
recurrir a los sumideros naturales para este gas, con la finalidad de mejorar la fijación de
CO2 sobre sistemas bilógicos, siendo el mecanismo más importante la fotosíntesis de las
plantas (De Benito A & Sombrero Aurora, 2007). Este sistema es viable a pesar de que la
materia orgánica de las plantas tiene una descomposición lenta y su evolución es hacia una
transformación del carbono orgánico en CO2 y una liberación posterior hacia la atmósfera.
Los sumideros vegetales son los encargados de incorporar el C atmosférico al ciclo
biológico por medio de la fotosíntesis. Los bosques (templados y tropicales) capturan y
conservan más carbono que cualquier otro ecosistema terrestre y participan con el 90 % del
flujo anual de carbono entre la atmósfera y el suelo (Benjamín, Antonio, & Masera, 2001).
La vegetación y los suelos contienen aproximadamente tres veces y medio más carbono que
la atmósfera; sin embargo, la cantidad de C almacenado globalmente en los suelos es mayor
que en la vegetación (Hernández et al., 2002).
La estimación de las reservas de carbono en un ecosistema puede realizarse mediante el
cálculo de la biomasa arbórea, el contenido de carbono en el suelo, en el mantillo, en la
capa de fermentación y en hierbas y arbustos (Velázquez Alejandro, De los Santos Hector,
& Figueroa Consuelo, 2010).
Para determinar el C secuestrado en los ecosistemas, hay que tener en cuenta el C
estable incorporado al suelo, la capacidad que tiene éste para almacenarlo es importante
debido al material vegetal acumulado en descomposición, llegando a convertirse en C del
humus. Si los restos de vegetación muerta o de poda se retiran de la plantación o se quema
se considera como pérdida de C, mientras que si se descompone naturalmente en el suelo
este se convierte en un medio eficaz de inmovilización de CO2 a largo plazo (Carvajal,
2010).
26
6.3.1 ¿Qué es el secuestro de carbono?
Para Burras et al. (2001) el secuestro directo de C en las plantas se da mediante el proceso
en la que estas fotosintetizan el CO2 atmosférico en la biomasa vegetal, mientras que el
secuestro directo de C en el suelo se produce por reacciones químicas inorgánicas que
convierten el CO2 en compuestos inorgánicos como carbonatos del calcio y magnesio. La
cantidad de carbono secuestrado en un sitio refleja el equilibrio a largo plazo entre la
captación de carbono y los mecanismos de liberación. Muchas prácticas agronómicas,
forestales y de conservación, incluyendo las mejores prácticas de manejo, conducen a una
ganancia neta beneficiosa en la fijación de carbono en el suelo (Burras et al., 2001).
Entre los principales factores que inciden en la captura neta de carbono están el uso y el
cambio de uso de la tierra y los factores de origen antropogénico.
Tabla 1. Reservas globales de carbono en la vegetación y en los suelos
BIOMA
ÁREA
( RESERVORIOS DE CARBONO
(GtC)
Vegetación Suelos Total
Bosques tropicales 17.6 212 216 428
Bosques templados 10.4 59 100 159
Bosques boreales 13.7 88 471 559
Sabanas tropicales 22.5 66 264 330
Pastizales templados 12.5 9 295 304
Desiertos y semidesiertos 45.4 8 191 199
Tundra 9.5 6 121 127
Humedales 3.5 15 225 240
Tierras de cultivo 16 3 128 131
TOTAL 151.2 466 2011 2477
Fuente: (Burras et al., 2001)
El aumento del secuestro a largo plazo (20-50 años) del carbono en los suelos, plantas y
productos vegetales beneficiará al ambiente y a la agricultura. El cultivo, el pastoreo y los
bosques pueden ser manejados tanto para la productividad económica como para el
27
secuestro de carbono. En muchos contextos, este enfoque de gestión dual puede lograrse
mediante la aplicación de las mejores prácticas de gestión actualmente reconocidas, como
la labranza de conservación, la gestión eficiente de nutrientes, el control de la erosión, el
uso de cultivos de cobertura y la restauración de suelos degradados. Además, la conversión
de las tierras arables marginales en bosques o praderas puede aumentar rápidamente el
secuestro de carbono del suelo (Burras et al., 2001)
6.3.1.1 Fijación de carbono en plantas de tipo C3, C4 y CAM.
Espada Carbó (2013) menciona en su documento titulado «Los árboles frutales como
sumideros de CO2», que la fijación de CO2 en las plantas va a depender de cada
metabolismo, por lo que las clasifica en plantas C3, C4 y CAM.
Plantas C-3. Su característica es mantener los estomas abiertos durante el día, que
permite la fijación de CO2, esto provoca pérdida de agua por transpiración por lo
cual de forma continua estas plantas producen un cierre estomático que provoca una
gran disminución de la fotosíntesis (trigo, cebada, pimiento, arroz, frutales, tomate).
Plantas C-4. Se identifican por tener estomas abiertas durante el día. Gracias a que
poseen intermediarios de bombeo de CO2 en la célula, pueden permitirse un cierre
de estomas imprevisto, siendo posible la continuidad del proceso fotosintético,
gracias al reservorio de CO2 (maíz, sorgo, caña azúcar).
Plantas CAM: Se caracterizan por tener estomas abiertas durante la noche, por lo
que las pérdidas de agua por transpiración se reducen enormemente. Este tipo de
plantas también poseen reservorio de CO2, con lo cual también pueden cerrar
estomas sin que ello conlleve una disminución fotosintética (Piña, Chumbera).
28
6.3.2 Cambio climático y las zonas agrícolas.
El grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático (Stocker et al., 2013),
señala que a nivel mundial la agricultura es la cuarta causa de emisiones de GEI (14 %), sin
embargo, para Bermejo Isabel (2010) hay que sumarle la energía utilizada en la agricultura
y los cambios en el uso de suelo para aumentar la superficie agrícola, por lo que las
emisiones por esta actividad llegarían a superar el 30 % de las totales.
Por otro lado, la agricultura es el sustento para la alimentación de una población mundial
creciente, es necesario buscar alternativas para que esta práctica ancestral sea sostenible, y
que pueda formar parte como solución en la mitigación de GEI; la agricultura ecológica
puede contribuir al cambio climático minimizando sus emisiones, secuestrando carbono
atmosférico y produciendo biocombustibles, también desempeñan un papel importante en
el cuidado de los suelos y su contenido de carbono, así como evita la erosión y degradación
debido a la falta de aportes de materia orgánica (Bermejo Isabel, 2010).
Por lo tanto, es necesario que las políticas de cada país promuevan una producción
agroecológica, investigación tecnológica, y que la producción de alimentos no se considere
como una mercadería globalizada (frutas y verduras viajan más de 2500 y 4000 km desde el
punto de producción hasta el de venta), ya que para esto se necesitan medios de transporte
más contaminantes.
6.4 Especies agrícolas como sumideros de carbono
Los cultivos agrícolas y la vegetación en general actúan como sumideros de CO2 debido a
su capacidad fotosintética; Estévez Ricardo (2010) señala que «muchas especies de interés
agrícola se caracterizan por poseer una alta velocidad de crecimiento, incluso superior a la
de numerosas especies de vegetación de tipo natural, lo que se traduce en una mayor tasa de
29
fijación de CO2». La agricultura puede considerarse como un sumidero a largo plazo,
cuando el CO2 que fija a la planta queda almacenado en el suelo por las raíces, en cambio,
es sumidero temporal, cuando el CO2 necesario para el carbono es retenido en la cosecha y
subproductos (Estévez Ricardo, 2010).
Robert (2002) señala que la captura de C en los suelos agrícolas, utilizando la agricultura
de conservación y un manejo adecuado de las tierras, puede ser permanente, pues los
sistemas agrícolas tienen el potencial de secuestrar CO2 de la atmósfera y mitigar
parcialmente el cambio climático. Para determinar la tasa de secuestro es necesario el
análisis del ciclo completo del C. West (2011) señala que en un análisis completo, realizado
para un cultivo continuo de maíz, hay poca diferencia en la energía utilizada y el carbono
emitido entre la labranza convencional y las prácticas de plantación directa. En Estados
Unidos se evaluaron 32 experimentos a largo plazo, que indicaron un aumento en el
secuestro bruto de carbono de aproximadamente 168 kg/ha/año al cambiar de las prácticas
convencionales a no plantación (West, 2011).
6.4.1 La agricultura de conservación, su importancia en la disminución de CO2.
Como se dijo anteriormente la agricultura de conservación es bienvenida a formar parte de
la solución (Sumidero) a las emisiones de CO2, ya que las prácticas de siembra directa
secuestran una mayor cantidad bruta de carbono que otras intensidades de labranza, y
pueden secuestrar una mayor cantidad neta de carbono dependiendo del tipo de cultivo
(West, 2011).
Según Verhulst, Francois, & Govaerts, (2015) la agricultura de conservación va más allá
de una labranza de conservación, lo considera como un sistema donde se combinan los
siguientes tres principios:
30
1 Reducción en labranza: el objetivo es lograr un sistema con cero labranzas, pero el
sistema se puede involucrar sistemas de siembra con la labranza controlada que, por
lo general, no perturben más del 20-25 % de la superficie del suelo.
2 Retención de cantidades suficientes de residuos del cultivo y cobertura de la
superficie del suelo, con el objetivo de proteger el suelo de la erosión, reducir la
evaporación, y mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo
asociadas con una productividad sustentable a largo plazo.
3 Uso de rotación de cultivos, con el objetivo de mitigar posibles problemas de
malezas, enfermedades y plagas, así como también utilizar los efectos benéficos de
algunos cultivos sobre las condiciones del suelo y sobre la productividad del
próximo cultivo.
Todas estas combinaciones de cultivo van a depender de factores como las condiciones
climáticas, sistemas de producción, tácticas de control de plagas, estrategia de manejo de
nutrientes, entre otras. El estrés ambiental es otro factor que afecta al crecimiento y el papel
de secuestradores de carbono, pues las altas o bajas temperaturas, la disminución de la
radiación solar y las sequias alteran el metabolismo y estructura de las plantas, por lo que
perturban a su crecimiento y su papel como secuestradores de CO2 (Martines et al., 2009
citado en Espada Carbó, 2013).
Por lo tanto, una apropiada gestión de cultivos agrícolas puede generar un
almacenamiento neto de CO2, una vez descontadas las emisiones de laboreos de campo,
manipulación y transporte (Estévez Ricardo, 2010).
31
6.4.2 Estimación de captura de carbono en especies agrícolas.
Cabe mencionar que el carbono se encuentra en diferentes reservorios, entre ellas
señalamos los siguientes:
Biomasa de plantas vivas (aérea y subterránea)
Biomasa de plantas muertas (aérea y subterránea)
Suelo (biomasa vegetal y animal y microrganismos)
6.4.2.1 Estimación de carbono en la biomasa aérea.
Se conocen diferentes métodos para estimar el almacenamiento de carbono y estas
dependen en cierta medida de la cantidad o del volumen de la biomasa aérea y subterránea
(Umaña Arboleda John, 2012). Para determinar la cantidad de carbono almacenado en
árboles, arbustos y palmas (APP) es necesario modelos alométricos de volumen, biomasa o
carbono (VBC); son modelos de ecuaciones matemáticas y que están en función de pocas
variables de fácil y rápida medición, como el diámetro del tronco a la altura del pecho
(Acosta et al., 2001).
En el caso de la biomasa no arbórea (forestal, agrícola y pasturas), Rügnitz, Mario,
León, & Porro (2009) realizaron un proyecto en el que se señala que para determinar la
biomasa es necesario primero establecer una pequeña parcela de 4 m2 (2 m x 2 m), en estas
se debe cortar al ras del suelo todo el material localizado dentro de la parcela, y estas
muestras deben ser recogidas en bolsas, para ser llevadas al laboratorio para el cálculo de
cantidad de carbono presente en la biomasa.
32
6.4.2.2 Estimación de carbono en el suelo.
Cabe señalar que el carbono no solo se encuentra en la parte aérea de la planta, pues la
parte subterránea también captura y almacena carbono, el 75 % del C de los ecosistemas se
encuentra en el suelo (Acosta et al., 2001). Lamentablemente, la estimación de C
almacenado en el suelo no es fácil de cuantificar, porque las técnicas para su determinación
son escasas, en particular en condiciones de agricultura. Sin embargo, existen métodos
propuestos por varios autores que facilitan el análisis de la cantidad de C presente en el
suelo.
Una de ellas es el método de oxidación húmeda, propuesta por Walkley & Black; es uno
de los más utilizados porque no implica el uso de equipos sofisticados y no incluye el
conteo de carbonatos, por desventaja este método solo estima el carbonato fácilmente
oxidable (CFC) siendo necesario utilizar un factor de corrección que varía dependiendo del
tipo de suelo y horizonte para estimar el carbono orgánico total (COT), además, utiliza
grandes cantidades de ácido sulfúrico (Andrade & Ibarra, 2003 citado en López Merchán
Raisa, 2017).
Abella & Zimmer (2007, citado en López, 2017), propone el método de calcinación o
pérdida por ignición, el que permite cuantificar directamente el contenido de materia
orgánica (MO), este método es exacto y de bajo costo, se basa en determinar la pérdida de
peso de una muestra de suelo al someterlo a elevadas temperaturas.
6.5 La chakra andina, el agroecosistema ideal
6.5.1 Conocimiento ancestral.
La cosmovisión del conocimiento ancestral con respecto a los sistemas agropecuarios, era
asociar todos los elementos de la naturaleza; esta asociación, en los Andes, es denominada
como la chakra, en cuya práctica se domicilian suelo, agua, cultivos, animales, paisaje, etc.,
33
en la chakra viven la diversidad, la variabilidad y la dinamicidad del mundo vivo andino
(Rengifo Grimaldo, 1990).
Todo lo anterior se relaciona con lo que señala INIAP (2001), que la define como:
Una práctica de producción múltiple manejada con criterios de agricultura limpia, que
imitando a la naturaleza, hace un uso racional de los recursos, en base de una
complementariedad armónica de cultivos y especies de animales menores; aplicando
nociones de integralidad al ligar la educación al trabajo agrícola.
En la chakra local se puede observar una variedad de especies sembradas, pero lo que no
puede faltar es el maíz (Zea mays) y el poroto (Phaseolus vulgaris) pues son los
protagonistas de este policultivo (Diario El Tiempo, 2017). También es importante
mencionar que este tipo de cultivos garantiza la soberanía alimentaria de la población,
porque no contienen sustancias peligrosas para la salud de la población, con lo que se busca
reducir la producción de enfermedades y ganar ventaja frente a los monocultivos (Acosta et
al., 2001).
6.5.2 Fertilidad y manejo ecológico de suelos.
La chakra andina se caracteriza por las prácticas de conservación y manejo de los suelos,
y estos están basados en fundamentos tecnológicos (Ministerio de Cultura y Patrimonio
Ecuador, 2015) que son:
Sistemas agroforestales. Básicamente consideradas como barreras vivas que
evitan la incidencia del viento reduciendo así la erosión del suelo.
Arado de yunta. Este sistema de arado tradicional permite un mejor trabajo de
remoción del suelo, mayor aireación, menor apisonamiento comparado con
34
maquinaria pesada, evitando el volteo agresivo y se consigue que las capas
inferiores del suelo se expongan a la radiación solar y desecación.
Abonadura con estiércol animal. Esta combinación se realiza antes de la siembra,
el agricultor esparce la majada de cuy, borrego, vacuno y porcino ya sea seca o
húmedo.
6.5.3 Agrobiodiversidad.
El término chakra hace referencia a una práctica ancestral en la que los procesos de cultivo
se asocian especies vegetales y animales menores. Hay que señalar que la chakra andina
varía de especies de cultivos de acuerdo con el piso altitudinal, por lo que es necesario
conocer variedades de las partes altas, intermedias y bajas.
La chakra andina en zona de altura o páramo la variedad se centra en cultivos de la papa
(Solanum tuberosum), mezclada con otros tubérculos andinos como el melloco, la oca y la
mashua. En el ciclo de rotación intervenían el haba, la cebada, quinua, los cultivos menos
comunes la arveja y forrajes (gramíneas, trébol y alfalfa).
En las zonas intermedias y bajas el cultivo más representativo es el maíz o Zara
(quichua), es la gramínea de enorme difusión y determina los ciclos agrarios. Este sistema
tradicional de cultivo combina o funciona mediante la asociación maíz-fréjol-zambo;
también se vinculan otras especies como arveja, nabo de chacra, lenteja (Ministerio de
Cultura y Patrimonio Ecuador, 2015).
6.5.4 Ventajas de asociar cultivos.
Desde cualquier punto de vista, esta técnica de cultivo es muy ventajosa tanto para el
agricultor como para el ambiente; INIAP (2011) considera a la asociación de cultivos como
35
una tecnología particularmente ingeniosa por el aprovechamiento de energía fotosintética
en diversos estratos, aprovechamiento nutricional por la disposición de raíces a diferentes
profundidades de suelo, el aporte nutricional (el nitrógeno) por parte de leguminosas, la
heterogeneidad reduce la presencia y movilidad de plagas y enfermedades.
6.5.5 La chakra andina en Ecuador.
En la Sierra ecuatoriana es muy regular ver cultivos de maíz, sembrados junto a casas
campesinas, en laderas y en cualquier terreno donde preste las condiciones para que crezca
este policultivo. Al acercarse a la chakra se observa gran variedad de fréjol trepador
(Phaseolus vulgaris) subiendo por los tallos del maíz, unos cuantos zambos (Cucurbita
ficifolia) arrastrándose completamente en el suelo del cultivo, y ver gran diversidad de
plantas arvenses que se pelean por llegar a recibir un poco de luz solar. Esta asociación
permite que el maíz soporte al fréjol, el fréjol a su vez brinda nitrógeno al suelo, el zambo y
las arvenses cubren el suelo protegiéndolo de la erosión, preservando la humedad y
favoreciendo el aumento de la fertilidad (Araujo Pérez Érika, 2014).
En el país, la asociación de cultivos se ha visto afectada y reemplazada por
monocultivos, esto con la finalidad de cubrir la demanda de alimentos y tener más ingresos
por la producción agropecuaria. El censo del 2014 demuestra que los monocultivos
transitorios (maíz, cebada, fréjol, haba, etc.) en el país corresponde a un total de 1 055 756
ha mientras que los cultivos asociados o policultivos tiene una superficie de siembra
correspondiente a 133 928 ha (INEC, 2014).
El maíz (Zea mays) en asociación (policultivo) ocupa una superficie de siembra de
19.670 ha y como cultivo solo o monocultivo, 23 748 ha (INEC, 2014), demostrando una
mayor producción del maíz en monocultivo.
36
6.5.6 La chakra andina, y su relación con el secuestro de carbono.
La importancia de las prácticas de labranza y la rotación de cultivos, va a inferir en el
secuestro del carbono (Sandoval Estrada et al., 2003), pues las principales formas de
obtener un incremento de la materia orgánica en el suelo son las prácticas agrícolas de
conservación y labranza mínima o cero (FAO, 2002), que influenciarán en el
almacenamiento de carbono en el suelo o su liberación como CO2.
Figura 5. Factores influyentes en la captura de carbono
Fuente: (Sierra Cárdenas, 2010)
En los sistemas agrícolas, la pérdida de carbono se da a través de la oxidación y erosión,
la primera debido al aumento de la aireación del suelo y mayor contacto de los residuos, y
37
la segunda básicamente por la pérdida de la capa vegetal que descubre y expone el suelo a
la lluvia y viento (Sandoval Estrada et al., 2003).
La labranza de conservación aporta al incremento del secuestro del carbono orgánico del
suelo (COS), siempre que facilite un ambiente que favorezca la descomposición fungosa
sobre la bacteria. Algunos estudios han reportado el potencial del secuestro de carbono, la
no labranza y Mulch-labranza (cobertura muerta) es de 300 a 500 kg C ha-1
año-1
y de 600
kg C ha-1
año-1
para labranza de conservación en camellón (primeros 20 cm) (Sandoval
Estrada et al., 2003).
6.6 Estado del arte
Algunos trabajos relacionados con el tema, han dado resultados positivos con respecto al
secuestro de carbono en la chakra andina. Como se mencionó, el maíz es el principal
cultivo dentro de este policultivo, ya que su biomasa es superior a las otras especies que
crecen en asociación. El estudio desarrollado en EE. UU. en donde se realizó un análisis
preliminar de 32 parcelas (cultivo de maíz) de 14 experimentos a largo plazo indicaron que
el secuestro orgánico de carbono en los 30 cm superior aumentó un promedio de 168 kg
C/ha/año al cambiar de la labranza convencional a la siembra directa. La tasa de secuestro
de carbono también varió de acuerdo con el tipo de cultivo; en sembríos de maíz fueron
más altas que en los combinados, siendo de 595 kg C/ha/año en los 30 cm superiores
(West, 2011).
Por su parte, Carvajal (2010) desarrolló el cálculo de captura de CO2 en varias especies
de la agricultura más representativas de la región de Murcia, entre ellas realizó la
cuantificación del carbono en la biomasa de la avena, cebada y trigo, estas tres especies no
38
evidenciaron grandes diferencias, pues se registraron en avena 3,8 t C/ha/año, en cebada 3,2
t C/ha/año y trigo 3,8 t C/ha/año.
Para el cultivo de maíz, Urbano Terrón (2010) realizó un trabajo experimental en la que
estudió la capacidad de captación de CO2 en cultivos herbáceos alimentarios. Los
resultados demostraron que en los cultivos anuales (cereales de invierno y verano), la
acumulación neta de CO2 en el suelo puede llegar a unas 6,5 t CO2/ha/año, reduciendo ya
las emisiones de CO2 por mineralización de la materia orgánica del suelo y siempre y
cuando la paja y los rastrojos de cosecha sean incorporados al suelo. En el cultivo de maíz,
la captación bruta (sin restar las emisiones) de CO2 son superiores a las 35 t CO2/ha/año; el
autor señala dos vías para llegar la fijación neta de CO2: a) En las prácticas de cultivo
donde se pican las cañar y junto con los rastrojos se incorporen al suelo, el secuestro neto es
de 16,8 t CO2/ha/año, y b) Si solamente se incorpora al suelo los rastrojos, no llegan a fijar
las 4 t CO2/ha/año (Urbano Terrón, 2010).
7 CAPÍTULO II: ÁREA DE ESTUDIO
7.1 Descripción del área de estudio
San Miguel de Porotos es una de las ocho parroquias rurales del cantón Azogues de la
provincia del Cañar, se encuentra dentro del callejón interandino en la zona occidental de la
cuenca hídrica del río Burgay. Tiene una cabida aproximada de 2106 ha, al norte limita al
norte con la parroquia Javier Loyola, Azogues y Luis Cordero; al sur y este con el cantón
Paute y al oeste con la parroquia Javier Loyola (PD y OT San Miguel, 2015).
39
7.2 Clima
De acuerdo con el PD y OT San Miguel (2015) esta parroquia tiene un clima «ecuatoriano
mesotérmico de semihúmedo a húmedo». La característica de este tipo de clima son
temperaturas medias anuales comprendidas entre 12 y 20 °C; las temperaturas mínimas rara
vez descienden a menos de 0 °C y las máximas no superan los 30 °C.
Las precipitaciones anuales fluctúan entre 500 y 1000 mm, los meses lluviosos son
febrero-mayo y en octubre-noviembre. Esta zona presenta alto déficit hídrico, teniendo
fuertes problemas de demanda de agua durante todo el año (PD y OT San Miguel, 2015).
7.3 Hidrología
El territorio parroquial se encuentra dentro de la subcuenca del río Burgay. Las principales
microcuencas que cortan la parroquia son la del río Burgay bajo, con un 86 % en la
parroquia; la del río Paute con el 13,8 %; y, Tomebamba-Cutilcay con menos del 0,1 %
(PD y OT San Miguel, 2015).
Esta parroquia no cuenta con quebradas con cauces permanentes, sin embargo, el bosque
protector Pichahuayco aporta para mantener la humedad en algunas quebradas de la
parroquia, la principal quebrada es la de La Virgen que se une con la de San Miguel y que
termina su aporte al río Burgay (PD y OT San Miguel, 2015).
8 CAPÍTULO III. MARCO METODOLÓGICO
La metodología se desarrolló de acuerdo con los objetivos planteados, y estos obedecen a
las necesidades del proyecto. En la siguiente figura se especifica cada una de los métodos
para llevar a cabo la ejecución de los objetivos.
40
Figura 6. Proceso metodológico
Fuente: Autor
8.1 Materiales y equipos
Para el levantamiento de información se utilizaron los siguientes materiales y equipos:
Barreno
Piola
Cinta diamétrica
Estacas
Hoz
41
Fundas plásticas
Cámara fotográfica
Balanza analítica
Mufla
Estufa
Crisoles de porcelana
Tamiz
Etiqueta
8.2 Georeferenciación del lugar de estudio
Para el desarrollo del presente trabajo fueron escogidos tres lugares en tres pisos altitudinales (que
va desde los 2360 hasta los 3180 m s. n. m.), se nombró cada uno según el nombre de los sitios
donde se recogieron las muestras (Anexo 1). El piso 1 que está en la parte baja se denominó
CORTE (CRT), el segundo, SAN JUAN BOSCO (SJB) y el último y que está en la parte alta se
denomina ZHINZHÚN (ZHZH); de cada piso altitudinal se escogieron tres terrenos de siembra de
las que se extrajeron cada una de las muestras para sus respectivos análisis.
Figura 7. Mapa de los pisos altitudinales y puntos de muestreo
Fuente: Autor
42
8.3 Fase de campo
8.3.1 Muestreo.
8.3.1.1 Biomasa aérea.
Para la estimación de biomasa total, se llevó a cabo un muestreo en las parcelas aleatorias
implantadas por medio de un marco cuadrado de 0,25 m2 (50 cm x 50 cm) en las que los
autores Rügnitz, Mario, León, & Porro (2009) recomiendan cortar al ras del suelo todo el
material localizado dentro del marco y luego pesarlo. De esta muestra se obtuvo una
submuestra (200 g) se recolectaron en fundas con el debido etiquetado, como el número de
parcela, tipo de vegetación, número de muestra y el piso altitudinal del cual fue extraída
(Rügnitz et al., 2009).
8.3.1.2 Suelo.
a) Profundidad de muestreo
Las concentraciones de carbono orgánico son más altas en la capa superior y disminuye
exponencialmente conforme aumenta la profundidad, por lo que recomiendan medir la
cantidad de carbono del suelo a profundidades de por lo menos 30 cm, esta dividida en tres
horizontes (0-10, 10-20, 20-30) (Rügnitz et al., 2009). Todas estas muestras se guardaron
en bolsas plásticas con su debida identificación para ser trasladadas hasta el laboratorio
para su posterior análisis.
b) Colecta de muestras para medición de carbono orgánico
En cada parcela de muestra (Figura 8) Rügnitz et al., (2009) recomiendan recolectar tres
muestras de suelo para cada profundidad, utilizando un cilindro con volumen conocido
como el barreno.
43
Figura 8. Parcela para muestreado de suelo
Fuente: Rügnitz et al., (2009)
Las muestras deben ser homogeneizadas en un mismo recipiente, para que
posteriormente retirar una muestra compuesta en una cantidad de 20 g, evitando pérdida del
material. Las muestras deben ser depositada en un saco (de papel o plástico) para ser
llevada al laboratorio (Rügnitz et al., 2009).
8.4 Fase de laboratorio
8.4.1 Biomasa de la chakra andina.
De cada muestra (200 g) se realizará el secado en horno-estufa de aire forzado a 60 °C,
hasta obtener un peso constante, determinándose así la relación entre materia seca y
húmeda, y la cantidad de carbono (Rügnitz et al., 2009). Con los valores obtenidos se debe
calcular el total de toneladas de materia seca por hectárea (t MS/ha) y posteriormente la
cantidad de carbono por hectárea (t C/ha), para lo cual se utiliza las fórmulas señaladas
posteriormente en la fase de análisis estadístico.
44
8.4.2 Suelo.
Se usó la metodología propuesta por LOI (Loss On Ignition) que incluye como
pretratamiento el secado a 105 °C durante 24 h y luego 2 h de ignición a 360 °C
(Eyherabide et al., 2014 citado en López Merchán Raisa, 2017)
La manera de hacer esta determinación de la materia orgánica del suelo consiste en:
Pesar una muestra de 20 g de suelo seco al aire (muestra de campo) a cada
profundidad y tamizar a 0,355 mm o en la fracción requerida, para eliminar piedras
y raíces. Colocarla en crisoles de porcelana.
Secar la muestra en una mufla a 105 °C hasta peso constante durante 24 h, retirar
del horno, dejar enfriar en un desecador y luego pesar.
Finalmente, calcinar la muestra en la mufla a 360 °C en 2 h, dejar enfriar y pesar
nuevamente.
8.5 Cálculos
8.5.1 Cantidad de carbono en biomasa no arbórea.
a. Cálculo de la materia seca de la muestra.
Para determinar la biomasa presente en la chakra andina se utilizó la siguiente ecuación
(Rügnitz et al., 2009):
( |
Donde:
MSmuestra= Materia fresca de la muestra (kg/0,25 m2 para vegetación no arbórea)
MFsubmuestra= Materia fresca (kg) de la submuestra llevada para la determinación de la cantidad de
humedad.
45
MSsubmuestra= Materia seca (kg) de la submuestra llevada para la determinación de la cantidad de
humedad.
MFmuestra= Materia fresca de la muestra (kg/0,25 m2 para vegetación no arbórea).
b. Cálculo de la cantidad de carbono en la muestra de vegetación no arbórea.
Para convertir los datos de biomasa a cantidad de carbono, se multiplicó el valor de
biomasa por el factor 0,5 como indica el Panel Intergubernamental del Cambio Climático
(IPCC), el cual estima que aproximadamente el 50 % de la biomasa vegetal corresponde al
carbono (Jiménez & Landeta, 2009 citado en López Merchán Raisa, 2017).
Donde:
ΔCBNmuestra= Cantidad de carbono en la biomasa de la muestra de vegetación no arbórea (kg C/0,25
m2)
CF = es la fracción de carbono (kg C/kg MS) determinada en el laboratorio o utilizando el valor
patrón del IPCC = 0,5
c. Cálculo de la cantidad de carbono en la biomasa de la vegetación no arbórea por
hectárea.
La cantidad de C de la biomasa de la vegetación no arbórea por hectárea es calculada a
partir del tamaño del marco (0,25 m2), convirtiendo las unidades de la muestra de kg C a t
C (Rügnitz et al., 2009).
ΔCBN(tnC / ha) = (10000 m2
/ 0,25 m2) x ((∑ΔCBNmuestra / #muestras) / 1000)
Donde:
ΔCBN= Cantidad de carbono en la biomasa de vegetación no arbórea (tn C/ha).
∑ΔCBNmuestra= Sumatoria de la cantidad de carbono de todas las muestras (kg C/0,25 m2)
Factor 1000 = conversión de las unidades de la muestra de kg MS a t MS.
Factor 10000 = conversión del área a hectárea.
46
d. Cantidad de CO2 fijado.
Para determinar el CO2 fijado, una vez determinado el carbono se utiliza la siguiente
ecuación (Jiménez & Landeta, 2009 citado en López Merchán Raisa, 2017).
CO2 = Kr*C
Donde:
CO2 = Dióxido de carbono
C = Carbono
Kr = 3,67. Factor de conversión a CO2, resultante del cociente de los pesos moleculares del dióxido
de carbono 44 y del carbono 12.
8.5.2 Cálculo del muestreo del suelo.
El carbono contenido en el suelo se calcula a partir del contenido de materia orgánica, de la
densidad aparente y de la fracción de carbono (Schlegel et al., 2001, p.12).
a. Densidad aparente
De acuerdo con Calderón et al. (citado en López Merchán Raisa, 2017) para determinar el
contenido de carbono por unidad de volumen de suelo, se debe conocer la densidad
aparente del mismo. Para esto se utiliza el método del cilindro de volumen conocido
descrito por MacDicken (1997).
DA =
Donde:
Peso seco = peso seco de la submuestra (g)
vol. suelo = volumen del suelo (cm3)
47
El volumen del cilindro es calculado por medio de la siguiente ecuación (MacRobert,
2009):
Vol. = Л x r2 x h
Donde:
Vol. = volumen (cm3)
Л = 3.141592654
r = radio del barreno (cm)
h = altura del barreno (cm)
b. Materia orgánica
MO =
x 100
Dónde:
MO = materia orgánica (%)
A = peso verde (g)
B = peso calcinado a 360 °C (g)
100 = para convertir a porcentaje
c. Porcentaje de carbono
De acuerdo con Eyherabide et al. (2014) la ecuación es la siguiente:
CO = MO x 1,724
Dónde:
CO = carbono orgánico total (%)
MO = materia orgánica (%)
48
Se empleó el factor de Van Benmelen de 1,724 el cual asume que el 58 % de la materia
orgánica del suelo está compuesta por carbono (1/0,58 = 1,724).
d. Carbono por superficie
Según Ayala et al. (2014) para transformar el porcentaje a toneladas de carbono por
hectárea, se utiliza las fórmulas propuestas por la FAO (2012).
Pss = DA x P x S
Donde:
Pss = peso seco (g)
DA = densidad aparente (g/cm3)
P = profundidad (se utiliza las diferentes profundidades hasta los 30 cm)
S = superficie o área de estudio (ha, m2, cm
2)
CS =
x Pss
Donde:
CS = contenido de carbono por superficie (t/ha)
CO = carbono orgánico total (%)
Pss = peso seco (g, t)
e. Contenido de carbono
El carbono contenido en el suelo se calcula a partir de los valores de porcentaje de carbono
y densidad aparente con la siguiente ecuación (Calderón et al., s. f.):
CC = CO x DA x P x S
Donde:
CC = carbono contenido en el suelo (tn C/ha)
49
CO = carbono orgánico total (%)
DA = densidad aparente (g/cm3)
P = profundidad (se utiliza las diferentes profundidades hasta los 30 cm)
S = superficie o área de estudio (ha)
9 CAPITULO IV: RESULTADOS Y DISCUSIÓN
9.1 Resultados
El análisis estadístico indicó que la captura de carbono entre los tres pisos altitudinales es
estadísticamente igual (P > 0,05), pues los valores son similares en los tres lugares, ya que
no difieren en temperatura, precipitación o piso climático. Por lo que se demuestra la
capacidad de captura a través de gráficas estadísticas expuestas a continuación.
9.1.1 Cantidad de biomasa, carbono y CO2 de los tres terrenos de siembra por cada piso
altitudinal en la parroquia San Miguel de Porotos
9.1.1.1 Contenido de biomasa de la parte herbácea y del maíz de las tres zonas por cada
piso altitudinal.
En la Figura 9 se observa la cantidad de biomasa que se obtuvo en los diferentes terrenos
por cada piso altitudinal, 2400 m s. n. m. correspondiente al piso altitudinal 1 (CRT), 2600
m s. n. m. el piso altitudinal 2 (SJB) y 2800 m s. n. m. para el piso altitudinal 3 (ZHZH).
No existe una diferencia significativa entre los tres lugares de muestra, los valores más
bajos registrados en torno a la parte herbácea es de 3 t/ha en CRT, mientras que el valor
más alto es de 9,5 t/ha en ZHZH. En lo referente a la especie de maíz la cantidad más baja
50
de producción de biomasa está en SJB con una cantidad de 10 t/ha, mientras que la cantidad
más alta está en ZHZH con 25 t/ha de biomasa aérea viva.
Figura 9. Contenido de biomasa aérea de la parte herbácea y maíz por piso altitudinal
9.1.1.2 Cantidad de carbono y CO2 captado por la biomasa HERBÁCEA por piso
altitudinal.
En la Figura 10 se puede observar la cantidad de carbono y CO2 correspondiente a cada
piso altitudinal y por cada terreno en la que se obtuvieron las muestras. Se ilustra un mayor
contenido de carbono y por ende de CO2 en el piso altitudinal 2 o denominado SJB, con
una cantidad de 4,81 t C/ha y de 17,65 t CO2/ha.
Figura 10. Cantidad de carbono y CO2 en la biomasa HERBÁCEA.
0
5
10
15
20
25
30
Ter
ren
o 1
Ter
ren
o 2
Ter
ren
o 3
Ter
ren
o 1
Ter
ren
o 2
Ter
ren
o 3
Ter
ren
o 1
Ter
ren
o 2
Ter
ren
o 3
CRT SJB ZHZH
Bio
ma
sa t
/ha
HERBÁCEO
MAÍZ
0,000
2,000
4,000
6,000
8,000
10,000
12,000
14,000
16,000
18,000
20,000
Ter
ren
o 1
Ter
ren
o 2
Ter
ren
o 3
Ter
ren
o 1
Ter
ren
o 2
Ter
ren
o 3
Ter
ren
o 1
Ter
ren
o 2
Ter
ren
o 3
CRT SJB ZHZH
t/h
a
CARBONO
CO2
51
9.1.1.3 Cantidad de carbono y CO2 captado por la biomasa del MAÍZ por piso altitudinal.
Según los valores representados en la Figura 11, la mayor cantidad de carbono
secuestrado por la biomasa del maíz se dio en ZHZH (piso altitudinal 3) y de igual manera
el CO2, en una cantidad de 14,53 t C/ha y 54,13 t CO2/ha respectivamente.
Figura 11. Cantidad de carbono y CO2 en la biomasa del MAÍZ
9.1.1.4 Relación de carbono y CO2 captado por piso altitudinal.
La relación existente entre la cantidad de carbono y CO2 por cada piso altitudinal es con la
finalidad de dar a conocer en qué lugar se presenta mayor cantidad de secuestro de CO2,
como se observa en la Figura 12, el mayor secuestro de carbono se dio en ZHZH (piso
altitudinal 3), para la biomasa herbácea fue de 4,119 t C/ha, y para el maíz de 12,612 t
C/ha. Con respecto al secuestro de CO2, le corresponden a SJB y ZHZH, con cantidades de
15,231 t CO2/ha (herbáceo) y 46,286 t CO2/ha (maíz) respectivamente.
0,000
10,000
20,000
30,000
40,000
50,000
60,000
Ter
ren
o 1
Ter
ren
o 2
Ter
ren
o 3
Ter
ren
o 1
Ter
ren
o 2
Ter
ren
o 3
Ter
ren
o 1
Ter
ren
o 2
Ter
ren
o 3
CRT SJB ZHZH
t/h
a
CARBONO
CO2
52
Figura 12. Relación de carbono y CO2 en los tres pisos altitudinales
9.1.1.5 Relación entre la cantidad total de biomasa, carbono y CO2 captado por piso
altitudinal.
Con la intensión de demostrar la cantidad de biomasa y el secuestro de carbono y CO2 en la
Figura 13 se muestra que en ZHZH existe una mayor producción de biomasa y carbono que
se refleja en un mayor secuestro de CO2 (61,404 t CO2/ha).
Figura 13. Cantidad total de biomasa, carbono y CO2 captado por piso altitudinal
0,000
10,000
20,000
30,000
40,000
50,000
HERBÁCEOMAÍZ
HERBÁCEOMAÍZCARBONO
CO2
t/h
a
CRT
SJB
ZHZH
BIOMASA CARBONO CO2
ZHZH 29,76666667 16,73148 61,4045316
SJB 18,23333333 11,29101667 41,43803117
CRT 19,66666667 12,76842 46,8601014
0
20
40
60
80
100
120
140
160
t/h
a
53
9.1.1.6 Relación entre la cantidad total de biomasa, carbono y CO2 captado en la
parroquia San Miguel de Porotos.
De la biomasa herbácea y del maíz, muestreadas en los nueve terrenos de siembra hay un
total de 67,66 t/ha de biomasa, 40,79 t/ha de carbono y 149,70 t/ha de CO2, según los
valores que exponen la Figura 14.
Figura 14. Cantidad total de biomasa, carbono y CO2 en la chakra de la parroquia San Miguel
9.1.2 Contenido de carbono en el suelo por cada piso altitudinal en la parroquia San
Miguel.
9.1.2.1 Contenido de materia orgánica.
Los niveles de materia orgánica presentes en el suelo representarán la cantidad de carbono
almacenado en el mismo. En la Figura 15 se observa que el porcentaje de mayor presencia
de materia orgánica es a los 30 cm de profundidad para SJB y a los 20 cm para ZHZH,
ambos valores son similares con un 24,45 %.
0
20
40
60
80
100
120
140
160
BIOMASACARBONO
CO2
t/h
a
CHAKRA ANDINA
67,6
6
40,7
9
149,7
0
54
Figura 15. Contenido de materia orgánica por profundidad
9.1.2.2 Contenido de carbono del suelo
Los valores presentados en la Figura 16 demuestran que la cantidad de carbono en el suelo
se encuentra a los 30 cm en una cantidad de 44,10 t C/ha (SJB), mientras que en el piso
altitudinal 3 (ZHZH) el mayor contenido de carbono (36,96) se encuentra en los 20 cm
superiores.
Figura 16. Contenido de carbono en el suelo a cada profundidad
17
,15
23
,95
20
,9
17
,15
23
,75
24
,45
16
,65
24
,45
14
,9
C R T S J B Z H Z H
%
10 20 30
0,000
10,000
20,000
30,000
40,000
50,000
CRTSJB
ZHZH
12,794 13,102 15,734
26,564 27,712
36,965
39,489 44,101
32,272
10 20 30
tn C
/ha
Profundidad
cm
55
9.1.2.3 Relación total de carbono secuestrado por la biomasa y el suelo.
En la zona de estudio la cantidad de carbono secuestrado por el suelo es de 248,732 t/ha,
mientras que la biomasa (herbácea y maíz) tiene almacenado 40,790 t/ha de carbono
(Figura 17).
Figura 17. Total del carbono secuestrado por la biomasa y el suelo
9.2 Discusión
El trabajo realizado en la parroquia San Miguel, acerca de la captura de carbono, reflejó en
la biomasa del maíz una cantidad de secuestro de carbono de 10,13 t C/ha/año en CRT;
7,13 t C/ha/año en SJB y 12,61 t C/ha/año en ZHZH, todos estos valores son inferiores a
los reportados por Marcos Solorio et al. (2016) quienes calcularon el secuestro de carbono
en tres ambientes diferentes, cuyo resultado en el ambiente de montaña fue de 13 t C/ha
anuales. La cantidad de dióxido de carbono (CO2) bruto secuestrado en CRT fue de 37,19 t
CO2/ha/año, en SJB fue de 26,20 t/ha/año y, finalmente, en ZHZH fue de 46,28
tCO2/ha/año, valor que difieren considerablemente a los que obtuvo Umaña Arboleda John
(2012) con 35,5 tCO2/ha/cosecha de captación bruta de CO2.
0,000
50,000
100,000
150,000
200,000
250,000
SUELO BIOMASA
t/h
a
CARBONO
56
Estos resultados demuestran que el policultivo andino se constituye en adecuado
sumidero de carbono, así también hay que resaltar que al ser el maíz una planta C4 (alta
actividad fotosintética) puede mantener y almacenar una enorme cantidad de biomasa y
energía, y presenta muy poca fotorrespiración (García et al., 2006, Hernández et al., 2008),
citado en (Umaña Arboleda John, 2012).
En lo que respecta al secuestro de carbono en el suelo, los resultados demostraron que el
total de carbono almacenado en la zona de estudio es de 248,732 t C/ha/año, valor inferior a
lo que señala López Merchán Raisa (2017), cuyo estudio en el suelo del bosque protector
Aguarongo reflejó una cantidad de 262,42 t C/ha, esto puede deberse a la gran cantidad de
materia orgánica presente en el bosque nativo, demostrando lo que menciona Reyes (2013),
que a mayor cantidad de materia orgánica en el suelo significa mayor fijación de carbono y
cuyo rendimiento está determinado por factores de cantidad de materia orgánica y la
velocidad de descomposición (Reyes, 2013) citado en López Merchán Raisa (2017).
La profundidad a la que se encuentra la mayor cantidad de carbono también está
influenciada por factores como el mantillo y la biomasa radicular, en nuestro caso la mayor
cantidad de carbono se encuentra en los 20 cm de profundidad, esto debido a que
básicamente las raíces de las especies que crecen en el policultivo no son profundas (Acosta
et al., 2001), otro de los factores influyentes en la cantidad de carbono en el suelo es la
velocidad de descomposición por parte de las poblaciones microbianas y de las
características del material vegetal (Oliva & García, 1998).
57
10 CAPÍTULO V: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
10.1 Conclusiones
El análisis estadístico demostró que no existe diferencia entre el volumen de captura
de Carbono en los tres pisos altitudinales, pues los resultados son similares entre los
tres lugares muestreados, por lo que rechazamos la hipótesis planteada.
Como se ha podido desprender del trabajo presentado, el mundo y sobre todo la
humanidad, dependemos de las plantas para contrarrestar el efecto invernadero,
pues son los únicos sistemas naturales capaces de almacenar carbono en su biomasa
y depositarlo en el suelo para que este no escape hacia la atmósfera.
Entre estas plantas están los que integran los cultivos agrícolas, en nuestro caso es la
chakra andina, cuyo cultivo se caracteriza por ser una práctica de conservación, ya
que ayudan a mantener y captar mayor cantidad de carbono en la biomasa y en el
suelo.
En este trabajo la cantidad total de carbono bruto captado por la chakra andina en la
parroquia San Miguel de Porotos es de 40,79 tC/ha, de las cuales solo la biomasa
del maíz captura una cantidad de 29,88 tC/ha de carbono bruto.
El suelo de este lugar tiene almacenado una cantidad de 248,732 t/ha de carbono,
siendo la mayor captación a una profundidad de los 20 cm, pues la presencia de
materia orgánica es la que va a determinar la cantidad de carbono en el suelo, y
sobre todo la práctica de mínima o cero labranza.
La cantidad de CO2 que secuestra este policultivo andino es de 149,70 t/ha, de las
cuales al cultivo de maíz le corresponde una cantidad de 109,684 t/ha. Esta cantidad
es el secuestro bruto, pues se debe restar las emisiones por energía, fertilización,
riego y las emisiones una vez consumidos o transformados.
58
El maíz, es una planta C4, es decir, posee una alta tasa de actividad fotosintética,
por lo que puede almacenar y mantener gran cantidad de energía y biomasa. Pero
hay que reconocer también que el período de almacenamiento de CO2 en la
vegetación es muy corto, sin que esto invalide a la chakra andina funcionar como
una alternativa de fijación de carbono, por lo que representa un servicio ambiental.
10.2 Recomendaciones
En este trabajo experimental se obtuvo la cantidad de carbono bruto secuestrado por
la chakra andina por lo que es necesario realizar un análisis de las emisiones
liberadas por las actividades agronómicas, pues esto ayudará a obtener la captación
neta de carbono por parte de este policultivo andino.
Se recomienda realizar un estudio en la chakra andina en diferentes etapas de
cultivo, esto con la intensión de conocer cuál es la mejor etapa de mayor secuestro
de carbono.
Es necesario también conocer el rendimiento del cultivo en diferentes ambientes,
como planicie, valle y montaña, ya que se conoce que el mayor rendimiento del
cultivo (grano) se da en las zonas de montaña, ambientes con temperaturas de 16 °C
y 818,5 mm.
Es necesario dar a conocer a los agricultores campesinos la importancia de una
agricultura de conservación y cuánto aporta la chakra andina al calentamiento
global, impidiendo que toneladas de carbono se escapen a la atmósfera.
59
11 Referencias bibliográficas
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medición del carbono almacenado en la parte aérea de sistemas con vegetación natural e
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