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1 UNKIDO OTOÑO 2012 UNKIDO REVISTA ENERO 2013 Ser uno mismo es fuente de salud ESPECIAL BIODESCODIFICACIÓN

UNKIDO REVISTA ENERO 2013

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Número de Enero de la revista

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UNKIDO OTOÑO

2012

UNKIDO REVISTAENERO 2013Ser uno mismo es fuente de salud

ESPECIAL BIODESCODIFICACIÓN

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Nuevos horizontes

UNKIDO ENERO 2013 U

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RE

VIS

TA

Como ya venimos comentando a través de los medios digitales, una nueva etapa se abre en el aprendizaje de Unkido. Al igual que la vida, que está siempre en constante movimiento, nuestras herramientas se van abriendo a las necesidades de los nuevos tiempos.

Sin embargo, los objetivos siguen siendo los mismos: aprender a ofrecer ese apoyo que sirva de empujón a aquellos que están dispuestos a encontrarse con la verdad de sí mismos. Ofrecer una mano hacia un camino en el que la coherencia entre lo que pensamos, lo que sentimos, y lo que hacemos, sea la base de nuestras vidas.

No es tarea sencilla tomar la decisión de enfrentarse a la realidad de lo que uno es, sin embargo, vivir de forma real y sincera con nosotros mismos, es mucho más fácil que las perturbadoras justificaciones que ponemos constantemente a nuestros actos, para disfrazarles con un toque de verdad del que carecen.

Entendemos que este proceso de investigación lo puede hacer cualquiera por sí mismo; pero para aquellos que sientan que necesitan un apoyo temporal, Unkido ofrece las herramientas que están en su mano.

El año 2012 ha sido para nosotros un año muy importante a nivel de experiencias con la salud. De ello hemos podido aprender que la enfermedad se presenta como detonante de un conflicto interno que aún no hemos podido solucionar. Como sucede en todos los ámbitos de la vida, no hay mejor forma de darse cuenta de ello que vivirlo en primera persona, y ha sido justamente con una intensa y dolorosa experiencia familiar, con la que hemos “visto” la verdad de aquellas palabras que en su día dijo C. G. Jung: “la enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar el cuerpo”. 

Es cierto que no es sencillo comprender, cuando se está sufriendo, que el origen fundamental de la enfermedad del cuerpo se encuentra en un conflicto interno, ya sea generado por uno mismo, o bien heredado en los genes. Sin embargo, cuando uno puede abrir la mirilla de este oscuro campo, puede también coger la llave que le permite tomar las riendas de su curación. Esto, obviamente, sin tener que demonizar al médico y aquellos que han estudiado para conocer las anomalías del cuerpo. 

La visión de la enfermedad a nivel integral, nos muestra que no se trata de hacer algo “alternativo”, sino de comprender lo fundamental, el origen y la causa misma del conflicto que nos lleva a enfermar: la emoción y la actitud que con ella tomamos. De esta forma, eli ja uno los medios médicos tradicionales, los naturales, los ancestrales, o aquello a lo que su intuición y sus preferencias le llamen, puede, en cualquier caso, ser el

director primordial de la sinfonía que va dirigida a su sanación. 

Me pregunto por qué le damos tantas vueltas a lo que en sí mismo es sencillo. La naturaleza, como podemos comprobar incluso en los pétalos de una flor, es exquisitamente sabia. No iba a ser menos, pues, con el cuerpo humano, que es una de sus más elevadas creaciones. La idea de creer que las enfermedades no tienen una causa profunda, a mi entender, está ya obsoleta. Todas las disfunciones de la naturaleza tienen su causa, y no son errores casuales. Si uno contempla el cuerpo humano, puede descubrir que, teniendo cada órgano su función, si este órgano se ve dañado, se puede profundizar en su causa, puesto que tiene una función biológica. 

Tomemos por ejemplo unos problemas en la rodilla. Las articulaciones nos sirven para poder movilizar las extremidades. Doblar la rodi l la es s imbólico de que estamos doblegándonos ante algo o ante alguien. Esta sencilla lógica se puede aplicar en las anomal ía s de l cuer po humano para comprender la causa de una dolencia. Obviamente, lo mejor que podemos hacer es observarnos a nosotros mismos en nuestro comportamiento con los demás y, sobre todo, con quienes nos rodean (más aún con quienes nos "molestan", pues en ellos suele estar la primera fuente de aprendizaje). En esta observación, si somos capaces de ser objetivos y no emitir juicios, encontraremos muchas de las respuestas a una comprensión de nuestras dolencias. 

SER UNO MISMO ES FUENTE DE SALUD

Nuestros comportamientos adquiridos ya mecánicamente, son origen de grandes sufrimientos que muchas veces terminan por enfermarnos. Después de todos estos meses de investigación y de intensas experiencias, he llegado a la conclusión de que una gran parte de las enfermedades no existiría si los humanos hiciésemos aquello que sentimos y aquello que pensamos; si nuestro sentir, nuestro pensamiento y nuestra voluntad estuviesen alineadas en nuestra vida. Sin embargo, solemos hacer lo que no sentimos,

queremos lo que no “nos conviene”, y hacemos lo que no nos gusta, porque tenemos miedo de hacer lo que realmente sentimos. Este conflicto interno es origen de dolorosísimas enfermedades que, de comprenderse en su profundidad, podrían resolverse. 

Quería, con este artículo, ofrecer con mi experiencia personal la perspectiva de que el individuo puede ser el director de su curación. Que no se trata simplemente de mantener “una actitud positiva”, sino que la verdadera sanación surge cuando la persona ejerce una verdadera revolución en su mente, en sus actitudes con los demás, y comienza a ser quien es, sin ocultarse por motivos sociales, o. 

No debería ser necesario enfermar para que nos diésemos cuenta de la importancia que tiene ser uno mismo; sin embargo, la elevada sabiduría de la naturaleza nos recuerda con la enfermedad, que no

podemos desviarnos del camino de ser quienes somos, porque nuestro cuerpo nos dirigirá de nuevo hacia ese camino, lo queramos o no. 

Espero que el trabajo de Unkido en este aspecto os sirva, en alguna medida, para animaros a tomar aquellas decisiones que la falta de valor os impide llevar a cabo. Sabed, pues, que es ésta una cuestión vital. 

“una gran parte de las enfermedades no

existiría si los humanos hiciésemos

aquello que sentimos y aquello que pensamos.”

Biodescodificación

¿Qué es?

La Biodescodificación es una metodología

terapéutica cuyo objetivo es descubrir

e l s e n t i d o b i o l ó g i c o d e l a

enfermedad y biodescodificarla.

El Instituto Español de Biodescodificación

(ieBD) nos aclara su significado con estos

puntos:

* L a B i o d e s c o d i fi c a c i ó n e s u n a

metodología que se ut i l i za para

optimizar los tratamientos que

cualquier paciente recibe, sean alopáticos,

complementarios o tradicionales.

* Pa r a L a B i o d e s c o d i fi c a c i ó n l a

enfermedad no es estática ni

proviene de fuera, es un proceso que

tiene un sentido y considera que es un

programa biológico que da una respuesta

biológica (afección de un órgano) a un

conflicto que la mente no ha podido

resolver.

*La Biodescodificación es el arte de

a c o m p a ñ a r a l a p e r s o n a a

encontrar la emoción oculta, esencial

(el resentir) asociada al síntoma que hay

(la enfermedad) para descodificarla y así

favorecer la curación mediante la

liberación de la emoción que hay en el

inconsciente y trascender dicha emoción

transformándola.

*La Biodescodificación pretende llevar a

la persona que se encuentra enferma al

siguiente paradigma: ¿Qué es lo que

me ha llevado aquí?

*La Biodescodificación parte de la

sintomatología de las enfermedades y

estudia los programas biológicos, que

la naturaleza tiene para adaptarse

al medio.

Viendo que muchas personas se acercan a nosotros con problemas de cervicales y de cuello en general, hemos creído importante tratar aquí este tema de forma sencilla y gráfica. Teniendo en cuenta siempre que las relaciones entre enfermedades y comportamientos no son algo que se pueda utilizar como norma, sino más bien como indicador para seguir investigando, vamos a adentrarnos un poco en las relaciones que pueden traer aparejadas las dolencias cervicales, con ciertas emociones, pensamientos y actitudes. 

El cuello es el “pilar” que sustenta la cabeza y que la une con el resto del cuerpo. Como ya venimos haciendo, buscamos, en principio, la función biológica del órgano que queremos investigar. En un interesante artículo del kinesiólogo Ariel Joselowsky, que podemos encontrar completo en esta dirección: http://www.arieljoselovsky.es/index.php/dolores-corporales/35-capitulo-6-vertigo-y-mareo.html encontramos lo siguiente:

“cuando una persona se halla emocionalmente ansiosa tiende a contraer los músculos que unen la cabeza con los hombros y tensiona toda la musculatura que va desde la nuca hasta la parte más elevada de los hombros. Esta es una clara actitud de agresividad (igual que la de algunos animales que erizan el pelo de su lomo para intimidar en forma agresiva a su posible rival), por supuesto contenida en el hombre moderno. Este gesto que hacemos los seres humanos de acercar los hombros a la cabeza y pensionar la nuca, es un resabio del gesto que usaba el hombre primitivo durante sus actos de caza. La tensión de los hombros y nuca servía en aquel entonces para dar punto de apoyo a su pedrosa mandíbula que estaba mucho más desarrollada que la que poseemos hoy que se constituía en su principal arma.”

Esta zona, pues, suele recibir gran tensión en los momentos en los que contenemos nuestra

agresividad. En el Diccionario de Biodescodificación “El Código secreto del sintoma”, de Enric Corbera y Rafael Marañón, encontramos que las vértebras cervicales están relacionadas con la comunicación verbal. De esta forma podemos sentir dolencias en esta zona cuando sentimos impotencia ante un sentimiento, o ante una situación, o bien por “tener que bajar la cabeza” frente a algo, o alguien. En cuanto a esta última causa, añadimos también otra apreciación de Joselowsky que nos clarifica aún más el asunto:

LOS PROBLEMAS DEL CUELLO Y SU RAÍZ EMOCIONAL

“Desde el punto de vista de la transmisión cultural, la idea de bajar la cabeza significa humillación o humildad, mientras que la idea de levantarla comunica dignidad. Todas las religiones proponen bajar la cabeza ante Dios como muestra de humildad y así reconocerlo como un ser superior. Desde que el poder existe entre los hombres, bajar la cabeza ante el que lo sustenta, ha sido un signo de dominio y humillación; por el contrario, mantener la cabeza firme y erguida como los soldados en su formación, es un signo de dignidad. “Esconder la cabeza” o “llevar la frente bien alta” son dos conceptos que han tenido un claro sentido y vigencia desde siempre.Sin querer, la cultura popular ha dado un trabajo extra a los músculos cervicales y fundamentalmente a los de la nuca. En nuestros días, donde priva el individualismo, un cuello rígido a pesar de ser causante de dolor, es un símbolo de éxito, y una cabeza caída es una expresión de fracaso. Claro que esto no es casualidad; los primeros músculos que aprendemos a mover en forma voluntaria son precisamente los músculos del cuello, y esto ocurre generalmente en los tres primeros meses de vida. Pero ya de adultos siguen siendo los músculos del cuello los responsables de mostrar nuestra voluntad ante la  sociedad.”

Por último, también nos ha parecido interesante añadir la visión que Brigitte Champetier de Ribes expone en su libro “Constelar la enfermedad desde las comprensiones de Hellinger y Hamer”. Según su visión, los conflictos en las cervicales suelen ser conflictos de fidelidad al clan familiar. En este caso, se trata de algo más concreto, aunque en definitiva  el tema de la agresividad contenida y de la dificultad de comunicación, está también implícito en los problemas de ámbito familiar. 

De todos modos, la cuestión es investigar qué situaciones tenemos en nuestro entorno que nos provocan conflicto (trabajo, familia, pareja...etc). Todos estos factores pueden ser determinantes a la hora de encontrar un motivo profundo y raíz en nuestras dolencias en el cuello. Esto no quiere decir que uno no tenga que visitar al fisioterapeuta o al especialista que elija, ni mucho menos; de hecho, lo que sucede cuando uno resuelve el asunto emocional que le oprime, es que la visita al terapeuta correspondiente se verá grandemente mejorada y será mucho más productiva, puesto que los músculos, o las vértebras se encontrarán en mejor disposición para que vuelvan a su ser natural. 

Como siempre, os invitamos a escuchar a vuestro cuerpo con la disposición de entender que la naturaleza es pura inteligencia, y que cuando una dolencia se presenta, no es otra cosa que el cuerpo hablando. 

“LA CUESTIÓN ES INVESTIGAR QUÉ SITUACIONES TENEMOS EN NUESTRO ENTORNO QUE NOS PROVOCAN CONFLICTO”

En un seminario impartido por Salomón Sellam sobre la biodescodificación del sistema osteo-articular, encontramos este interesante dato que dejamos aquí a modo de indicación, para quien le pueda servir de ayuda.

Es importante señalar que se trata únicamente de una guía para hacernos una idea de qué camino tomar a la hora de ponernos a investigar el significado de una dolencia o un síntoma que se presenta en un determinado lugar de nuestro cuerpo. No se trata de normas estrictas, sino de ayudas para que hagamos el verdadero trabajo, que no es otro que plantearnos qué tipo de conflictos nos están afectando en un determinado momento.

Por ejemplo, si tengo una herida en el dedo pulgar, esta guía nos sirve para preguntarnos cuál es nuestra relación con nuestra madre, o bien con una madre simbólica, o incluso con el alimento afectivo que espero recibir, aunque, como ya hemos dicho, las causas pueden ser muy diferentes.

Lo más importante: escucha el mensaje de tu cuerpo

Dedo pulgar: alimento afectivo, madre.Dedo índice: autoridad, padre, justificación, regaño.Dedo corazón: sexo.Dedo anular: compromiso, alianza, cambio de identidad.Meñique: secreto.

LA BIODESCODIFICACIÓN DE LOS HUESOS DE LA MANO

Cuando una casa está construida en un terreno inestable toda la estructura se resiente. Sucede algo similar con las emociones. Si basamos nuestros comportamientos en ellas, resultará muy difícil mantener íntegro nuestro andamiaje personal.

La cuestión, creo, no es intentar suprimir o reprimir las emociones, sino darles otro lugar, que no sean el de ser cimientos de nuestro accionar. En realidad, nuestras emociones nos pueden alertar del sentir del momento, nos pueden ayudar a gestionar impresiones, nos pueden sensibilizar hacia ciertas temas, nos pueden ayudar a crecer,..., sólo estoy diciendo que parecen no servir de cimiento de nuestra personalidad. No tenemos por qué considerarlas nuestros enemigas, y tener con ellas una actitud policíaca, tan común en nuestro pensamiento occidental.

Vamos a dividir las emociones en dos grupos: las emociones ar mónicas y las intensas, para poder señalar lo que parece una ecuación: cuando las emociones son intensas, parecen gobernar nuestro sentir, en cambio, cuando son armónicas, responden a otro puesto de mando: la consciencia, o el sentir consciente, la inteligencia emocional. Y mientras que as emociones parecen la

reacción o el resultado de estímulos externos, el sentir consciente, proviene de una voluntad interior, de una decisión profunda de nuestro ser.

Como dije, creo que no se trata de

reprimirlas, ni de poder controlarlas. De

hecho, en Biodescodificación descubrimos que

el hecho de no expresarlas es causa de

conflictos inconscientes. Ser conscientes de

ellas, des-cubrirlas, nos lleva hacia la

inteligencia emocional.

HACIA LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

“CUANDO LAS EMOCIONES SON INTENSAS, PARECEN

GOBERNAR NUESTRO SENTIR”

EJERCICIOS UNKIDO

La falta de inspiración agota la energía vital,

la hace más densa y pesada. El cuerpo físico

decae, aparecen dolores y síntomas

negativos. Igual pasa con la mente,

emociones y sensaciones negativas. Lo denso

se hunde... 

Por el contrario, al sentirte inspirado,

aunque no lo traduzcas en nada en

particular, libera nudos, da buen ánimo,

armoniza y aligera el cuerpo y la mente de

manera natural. 

Estas son algunas ideas prácticas que

solemos usar en Unkido y que pueden

ayudar a desbloquear la energía densa y esos

estado donde sentimos la fa l ta de

inspiración:

1. No te fuerces a hacer cosas que no

quieres: Si al intentar   algo no sale, es

mejor pasar a otro asunto.

2. Cambia de postura: Eso puede activar

otras actitudes y puntos de vista.

3. Da un paseo: Toma la falta de

inspiración como un síntoma para tener un

recreo.

4. Si no tienes ganas de meditar, o de

hacer prácticas semejantes, Reiki, Yoga,

Biodescodificación, etc., prueba hacerlas en

forma "homeopática", en pequeñas dosis.

5. Abre los brazos, e inspira hondo y deja

que la luz entre.

6. Toma una buena ducha.

7. Procura activar la observación de

tus pensamientos, sin identificarte con lo

q u e v e s . O b s e r v a y m i r a c u á l e s

pensamientos se proyectan en este estado y

visualiza que se evaporan.

8. También puedes hacer una oración

interior, al menos para poner en claro qué

es lo que quieres.  

9. Toma consciencia cuándo y por qué

se generó este estado.

Recuerda que todo esto puede ayudarte, sin

embargo, siempre es tu voluntad y la

comprensión lo que determina la dirección

de tu energía vital. 

¿A qué se le llama la voz interior? 

Lo primero que quiero decir, es que la voz interior es una vivencia, es decir, es algo que no puede ser descrito con palabras, porque fundamentalmente es una experiencia. Las explicaciones pueden dar indicios, de acuerdo a nuestras asociaciones comunes, pero nunca nos van a dar esa experiencia. Y esa experiencia, valgan la redundancias, se gana con la experiencia, fundamentalmente.

Lo segundo, es que la voz interior puede ser fácilmente emulada por la imaginación, o por la copia. No es extraño toparse con el llamado ego espiritual, que no hace otra cosa que copiar recetas ya hechas y que suenan de manera muy parecida a la vivencia real.

¿Por qué este ego se empeña con tanto esfuerzo en procurar que parezcas que posees algo,   cuando con igual, o menos esfuerzo, podría colaborar en darte la vivencia real?  En una de las posibles respuestas a esta pregunta, descansa una gran mentira del ego: porque el ego presupone que no tendrás la vivencia real...

En realidad, el ego hasta podría verse como un gran aliado que hace todo por satisfacerte, menos darte la confianza que puedas sentir la satisfacción, más bien, dudando previamente que puedas conseguirla.

Por eso se empeña tanto en conseguir su apariencia. ¿Por qué vamos a pelearnos con alguien que pretende hacernos quedar bien?  Es preferible, canalizar su ayuda, no cayendo en su duda, por ejemplo, recordando

que podemos escuchar la voz interior y que sólo tenemos que afinar la sintonía.

¿Cómo distinguir si la voz interior  es tal, o es producto del ego espiritual? Puedo compartir cómo hago yo para distinguirla, aclarando que no creo que sea una verdad absoluta:

Una de las características que define para mí  la voz interior es la ausencia de dogmas. La voz interior sólo puede asociarse a la libertad, porque sabe que tú eres ya perfecto. Sólo la duda puede engendrar el dogma, porque señala el esfuerzo por conseguir algo que no se tiene. Puedo decirlo al revés: el sustituto a la voz interior que ofrece el ego espiritual resulta siempre dogmático, por pre-suponer lo contrario al saber del ser interior.

***

No es casual que al definir al ego y sus circunstancias, resulta siempre como hacer malabares con las palabras, porque la realidad básica del ego es paradójica. Es decir, por aquello que ya vimos, tanto esfuerzo en parecer no tiene sentido, porque naturalmente ya poseemos lo que el ego duda que tengamos.

En cambio, cuando el ego se da cuenta que ya tenemos lo que buscamos, cuando lo comprueba, puede usar su energía en ayuda para despertar nuestra consciencia, aunque ello sea una crónica de una muerte anunciada. La energía del ego estará dada hacia la plenitud del ser, y no hacia el esfuerzo de parecer. Por eso, en Unkido no decimos que el ego sea nuestro enemigo, sino que lo tratamos como un vehículo transitorio, que solamente tenemos que aprender a conducir.

LA VOZ INTERIOR Y EL EGO ESPIRITUAL

La realidad la crea el observador. Vamos a hablar de este postulado de la manera más sencilla que podamos, aunque conscientes que estamos entrando en la arena de los misterios.

Partamos de la base que sólo podemos observar una mínima parte de la realidad, entonces, aquella idea puede parecernos tan lejana como un ideal. Sin embargo, cuando empezamos a cambiar los pensamientos, a observar dentro y fuera de noso t ros, empiezan a surg i r manifestaciones de nuestro paradigma de hoy.

Empiezan entonces a surgir fenómenos como el de la sincronía. Es decir, cuando estamos pensando en algo o alguien y ese algo o alguien cobra vida en la realidad. A medida que vamos abriendo las puertas del inconsciente, este tipo de experiencias parecen ser más comunes, (aunque no menos llamativas).

Podríamos atrevernos a afirmar, sin temor a equivocación que, no vemos que estamos creando la realidad, simplemente, porque la mayor parte de nuestro consciente está a las sombras de la atención.

Nuestra mente funciona en su mayor porcentaje en forma inconsciente. Actuamos desde creencias mecánicas que manejan nuestra expansión vital. Creencias que están en el inconsciente colectivo, que cumplen funciones importantes, pero que resultan limitantes.

Gran parte de nuestro sufrimiento, (por no decir todo), proviene de esta limitación de la consciencia. Esa frontera es creada por el ego, para poder sentir un falso poder, ya que podemos

manejar algo conocido, y esconder la cabeza a lo que desconocemos. La ecuación sería óptima, si no fuera porque no funciona. El sufrimiento está presente en todos los actos de nuestra vida, en forma de esfuerzo, preocupación, tensión, desvalorización, en síntesis, en forma de enfermedad.

La realidad la crea el observador. Si nuestra consciencia estuviera al 100%, todo esto no sería un misterio. Sin embargo, se calcula que en el actual estado de evolución contamos con un 2% de nuestra capacidad de consciencia despierta.

Tomar consciencia de golpe no parece ser un hecho natural, vamos despertando poco a poco. Esto ya nos vale para ir descubriendo verdades universales, como la de hoy, que antes no podíamos ni siquiera avizorar. Ya nos vale por ejemplo, para cambiar paradigmas y creencias, para mantener una salud más entera, para comunicarnos mejor, para sentir la creatividad, para proyectar nuestra energía vital en forma más óptima.

Es decir, lo que hace falta es una dirección hacia la apertura de la consciencia, y mucha paciencia, porque aún estamos en los albores de este viaje de la consciencia.

LA REALIDAD LA CREA EL OBSERVADOR

UN

KID

O R

EVIS

TA

La realidad la crea el observador. Observa a tu alrededor, manteniendo la atención sobre tus pensamientos. Empieza por lo que te resulte más cercano, o mejor aún, prueba con lo que quieras y no te preocupes si no puedes ver aquella relación entre tu interior y tu exterior. En algún momento empezarás a tener percepciones de esta relación. Como dije: primero quizás sincronías, hechos que parecen grandes casualidades. Más tarde tal vez, otras formas de comunicación con el otro, intuiciones, etc. Hechos que ahora resultan invisibles para nuestro actual estado de despertar.

La realidad la crea el observador. Esto es lo que dice la física cuántica y deja perplejos a los físicos y estudiosos del tema.

La observación del pensamiento y de todo tu ser, es un ejercicio maravilloso y puede dar nuevos sentidos a nuestra existencia. Puede de hecho llevar toda la vida el poder mantener una observación constante, o no lograrlo en una vida. Sin embargo, es un camino tan íntimo como recomendable.

Para concluir esta nota, vamos a decir que, cuando el observador crea consciencia, es decir que hace su observación de manera más y más consciente, entonces, naturalmente puede ir despertando a nuestro paradigma. Qué así sea.

Para finalizar el número de esta temporada, queremos dejaros con una reflexión:

¿ESPERAS UN CAMBIO O ERES EL CAMBIO?

Últimamente he hablado con muchas personas que dicen estar esperando un cambio. Somos muchos los que sentimos que la humanidad, por el camino que tomó hace ya mucho tiempo, lleva un rumbo errado. Llegados a este punto, mucha gente se plantea que “algo debe suceder”. Sin embargo, todo esto me ha hecho preguntarme: ¿qué tipo de cambio esperamos?. Porque han sido muchas ocasiones a lo largo de la historia en las que la humanidad ha sentido que era necesario virar el rumbo, sin embargo, las soluciones que hemos tomado han sido “más de lo mismo”. Modificamos los sistemas mediante revoluciones, pero los seres humanos seguimos siendo los mismos, por tanto, los sistemas fallan una y otra vez. 

Parece ser que todo indica que el verdadero cambio que necesitamos implica una revolución, como diría Krishnamurti, en uno mismo, una revolución de corazón y de mente. Esto tiene serias implicaciones, porque la espera del cambio siempre conlleva la espera del cambio de los demás; sin embargo, si uno se responsabiliza con firmeza como parte integrante de la humanidad, puede operar grandes renovaciones en sí mismo. 

¿Conocen la teoría del centésimo mono? Consiste en “un fenómeno en el que se supone que un comportamiento aprendido se propaga rápidamente desde un grupo de monos hasta todos los monos, una vez que se alcanza un número crítico de iniciados”. Esto me ha hecho plantearme si un cambio de comportamiento verdaderamente profundo y radical en un cierto número de humanos, puede dar un giro importante y renovador en la humanidad. 

Nuevamente, estaría dando vueltas a la espera de que otros cambien, de que se produzca un número significativo de transformaciones para dar lugar a una gran transformación, y creo que en este enredo es donde reside el gran problema. 

¿Puede un ser humano, por sí mismo y sin esperar el cambio en los demás, plantearse seriamente qué podría hacer por ser él mismo el cambio que espera en los otros? Esperamos que el mundo gire su

rumbo, pero nosotros seguimos haciendo lo mismo de antes, comportándonos igual que antes. ¿Tenemos verdadero y serio interés por transformarnos, o simplemente estamos esperando que la sociedad lo haga?

SESIONES DE BIODESCODIFICACIÓN: Individuales o

grupales.

Pide cita en www. unkido.com o bien en el teléfono 920 21 83 58

CLASES UNKIDO: El objetivo de estas clases es aprender a

manejarnos en “coherencia emocional”, y para ello utilizamos

diferentes herramientas, como la PNL, Técnicas de movimientos

corporales, meditaciones y posturas Unkido, Reiki.... etc.

CURSOS Y SESIONES DE UNKIDO REIKI: Una forma

diferente de aprender Reiki, utilizando la propia intuición y

desarrollando el propio sentir.

Más información:

www.unkido.comTeléfono: 920 21 83 58

LAURA FERNÁNDEZ Y JOSÉ [email protected]@hotmail.com

UNKIDOel camino del fluir en libertad