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102 Zona TES Número 3-2014 PUESTA AL DÍA Uso de dispositivos supraglóticos para el manejo de la vía aérea Víctor Torrealba Rodríguez 1 , Raquel González García 2 y Antonio J. Marquina Santos 3 1 Emergency Medical Technician. NHS East of England Ambulance Service. Reino Unido. 2 DUE. SAMER-Las Rozas. Madrid. España. 3 Técnico en Emergencias Sanitarias. SUMMA 112. Madrid. España. Introducción En los últimos 10-15 años, el manejo de los dispositivos supra- glóticos se ha extendido en la gran mayoría de los servicios de emergencias extrahospitarias del territorio español. En la mayoría de los casos se conoce como material de permeabilización de las vías áreas difíciles, y podemos encontrar diferentes tipos de dis- positivos supraglóticos en la dotación de la ambulancia de sopor- te vital avanzado, o de tipo C siguiendo el Real Decreto 836/2012. En este artículo vamos a intentar contextualizar el manejo de los dispositivos supraglóticos dentro de los procedimientos de manejo de la vía aérea en el paciente, así como refrescar breve- mente la anatomía humana en materia de vías aéreas, cómo y cuándo surgieron los dispositivos supraglóticos, los diferentes tipos que podemos encontrar, así como el uso de los más co- munes en estos días, como la mascarilla laríngea. Repaso anatómico de las vías aéreas (fig. 1) Las células del cuerpo humano necesitan energía para todas sus actividades metabólicas. Gran parte de esa energía deriva de reacciones químicas que solo pueden ocurrir por la presen- PUNTOS CLAVE Son dispositivos que se colocan por encima de la glotis, y permiten oxigenar y ventilar al paciente. Fueron desarrollados para el abordaje de vías aéreas difíciles, en casos en que la intubación endotraqueal era sumamente difícil para los anestesiólogos. En la actualidad resulta muy fácil encontrar distintos tipos de dispositivos supraglóticos como parte del material de una unidad de intervención. Los dispositivos supraglóticos han demostrado ser tan efectivos como el tubo endotraqueal en emergencias de la vía aérea. Fosas nasales Laringe Faringe Epiglotis Tráquea Bronquios Bronquiolos Alveolos cia de oxígeno (O 2 ) en nuestro organismo. La mayor parte de los desechos que se producen después de ese proceso se con- vierten en dióxido de carbono (CO 2 ). El sistema respiratorio es la ruta que suple de O 2 presente en el aire de la atmósfera, así como la vía de escape o excreción de CO 2 al exterior. Tradicionalmente, para su estudio, el aparato respiratorio se divide en superior e inferior. El aparato respiratorio superior está constituido por las fosas nasales y la nasofaringe, y el in- ferior por la laringe, la tráquea, los bronquios y los pulmones. Vamos a repasar estos órganos: Fosas nasales: consisten en dos amplias cavidades cuya fun- ción es permitir la entrada del aire, el cual se humedece, se filtra y se calienta a una determinada temperatura a través de unas estructuras denominadas cornetes. Faringe: es un conducto muscular membranoso que ayuda a que el aire se vierta hacia las vías aéreas inferiores. Epiglotis: es una «tapa» que impide que, al tragar, los alimen- tos entren en la laringe y en la tráquea. También marca el límite entre la orofaringe y la laringofaringe. Laringe: es un conducto cuya función principal es la filtración del aire inspirado. Además, permite el paso de aire hacia la tráquea y los pulmones, y se cierra para no permitir el paso de comida durante la deglución. Es un conducto formado por una Figura 1. Esquema de las vías aéreas.

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102    Zona TES • Número 3-2014

PUESTA AL DÍA

Uso de dispositivos supraglóticos para el manejo de la vía aéreaVíctor Torrealba Rodríguez1, Raquel González García2 y Antonio J. Marquina Santos3

1 Emergency Medical Technician. NHS East of England Ambulance Service. Reino Unido.2 DUE. SAMER-Las Rozas. Madrid. España.3 Técnico en Emergencias Sanitarias. SUMMA 112. Madrid. España.

IntroducciónEn los últimos 10-15 años, el manejo de los dispositivos supra-glóticos se ha extendido en la gran mayoría de los servicios de emergencias extrahospitarias del territorio español. En la mayoría de los casos se conoce como material de permeabilización de las vías áreas difíciles, y podemos encontrar diferentes tipos de dis-positivos supraglóticos en la dotación de la ambulancia de sopor-te vital avanzado, o de tipo C siguiendo el Real Decreto 836/2012.

En este artículo vamos a intentar contextualizar el manejo de los dispositivos supraglóticos dentro de los procedimientos de manejo de la vía aérea en el paciente, así como refrescar breve-mente la anatomía humana en materia de vías aéreas, cómo y cuándo surgieron los dispositivos supraglóticos, los diferentes tipos que podemos encontrar, así como el uso de los más co-munes en estos días, como la mascarilla laríngea.

Repaso anatómico de las vías aéreas (fig. 1)

Las células del cuerpo humano necesitan energía para todas sus actividades metabólicas. Gran parte de esa energía deriva de reacciones químicas que solo pueden ocurrir por la presen-

PUNTOS CLAVE• Son dispositivos que se colocan por encima 

de la glotis, y permiten oxigenar y ventilar al paciente.

• Fueron desarrollados para el abordaje de vías aéreas difíciles, en casos en que la intubación endotraqueal era sumamente difícil para los anestesiólogos.

• En la actualidad resulta muy fácil encontrar distintos tipos de dispositivos supraglóticos como parte del material de una unidad de intervención.

• Los dispositivos supraglóticos han demostrado ser tan efectivos como el tubo endotraqueal en emergencias de la vía aérea.

Fosas nasales

Laringe

Faringe

Epiglotis

Tráquea

Bronquios

Bronquiolos

Alveolos

cia de oxígeno (O2) en nuestro organismo. La mayor parte de los desechos que se producen después de ese proceso se con-vierten en dióxido de carbono (CO2). El sistema respiratorio es la ruta que suple de O2 presente en el aire de la atmósfera, así como la vía de escape o excreción de CO2 al exterior.

Tradicionalmente, para su estudio, el aparato respiratorio se divide en superior e inferior. El aparato respiratorio superior está constituido por las fosas nasales y la nasofaringe, y el in-ferior por la laringe, la tráquea, los bronquios y los pulmones. Vamos a repasar estos órganos:• Fosas nasales: consisten en dos amplias cavidades cuya fun-

ción es permitir la entrada del aire, el cual se humedece, se filtra y se calienta a una determinada temperatura a través de unas estructuras denominadas cornetes.

• Faringe: es un conducto muscular membranoso que ayuda a que el aire se vierta hacia las vías aéreas inferiores.

• Epiglotis: es una «tapa» que impide que, al tragar, los alimen-tos entren en la laringe y en la tráquea. También marca el límite entre la orofaringe y la laringofaringe.

• Laringe: es un conducto cuya función principal es la filtración del aire inspirado. Además, permite el paso de aire hacia la tráquea y los pulmones, y se cierra para no permitir el paso de comida durante la deglución. Es un conducto formado por una Figura 1. Esquema de las vías aéreas.

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serie de cartílagos. Aparte de esto, la laringe posee importan-tes músculos que son fundamentales en la articulación del ha-bla. Es importante resaltar la relación tan estrecha que a este nivel tienen los aparatos respiratorio y digestivo, de tal manera que la pared posterior de la laringe es la pared anterior de la última porción de la faringe antes de iniciarse el esófago.

• Tráquea: brinda una vía abierta al aire inhalado y exhalado desde los pulmones.

• Bronquios: conducen el aire que va desde la tráquea hasta los bronquiolos.

• Bronquiolos: conducen a su vez el aire que va desde los bron-quios pasando por los bronquiolos y terminando en los alvéolos.

• Alvéolos: donde se produce la hematosis (permite el inter-cambio gaseoso, es decir, en su interior la sangre elimina CO2 y recoge O2).

• Pulmones: la función de los pulmones es realizar el intercam-bio gaseoso con la sangre; por ello los alvéolos están en es-trecho contacto con capilares.

• Músculos respiratorios (intercostal y diafragma): la función principal de los músculos intercostales es movilizar un volu-men de aire que sirva para, tras un intercambio gaseoso apro-piado, aportar oxígeno a los diferentes tejidos. El diafragma es el músculo que separa la cavidad torácica (pulmones, me-diastino, etc.) de la cavidad abdominal (intestinos, estómago, hígado, etc.). Interviene en la respiración haciendo descender la presión dentro de la cavidad torácica y aumentando el vo-lumen durante la inhalación, y aumentando la presión y dis-minuyendo el volumen durante la exhalación. Este proceso se lleva a cabo, principalmente, mediante la contracción y la relajación del diafragma.

Breve historia del manejo de la vía aérea

En la urgencia y emergencia extrahospitalaria hay una serie de productos sanitarios que se emplean en el manejo de la vía área y con los que estamos ampliamente familiarizados, pero pocas veces conocemos su historia. El punto en común de to-dos los que empleamos para la permeabilización parcial o total de la vía aérea del paciente es que han sido inventados por anestesiólogos y han sido desarrollados para su uso en qui-rófanos. Con el paso del tiempo, estas herramientas han sido adoptadas por los especialistas en emergencias médicas en todo el mundo (fig. 2).

El mítico doctor árabe Avicena (980-1037) describió la pri-mera intubación orotraqueal en dibujo, pero la historia de la intubación endotraqueal realmente comienza en el siglo XIX. En 1880, el doctor escocés William Maceween realizó la primera intubación a un paciente con el fin de prevenir la broncoaspira-ción durante la extirpación de un tumor en la base de la lengua. Aun así, la intubación endotraqueal no pasó a formar parte de la práctica ordinaria hasta 1945. Así mismo, la cánula o tubo de Guedel fue desarrollado en la misma época por el anestesiólo-go norteamericano Dr. Arthur E. Guedel (1883-1956).

Tuvieron que pasar mas de 40 años para que en la década de 1980 el anestesiólogo de origen británico Dr. Archie J. Brain y

el también anestesiólogo de origen austriaco Dr. Michael Frass desarrollasen de manera independiente dos dispositivos de total actualidad en estos días: la mascarilla laríngea (ML) y el combitube, respectivamente.

Estos dispositivos supraglóticos fueron desarrollados para el abordaje de vías aéreas difíciles, para casos en que la in-tubación endotraqueal era sumamente difícil para los aneste-siólogos, por lo que podían valorar el uso de otros materiales y técnicas para permeabilizar la vía aérea del paciente. Poste-riormente, tras su empleo por primera vez por parte del ejército norteamericano y posteriormente otros ejércitos, se demostró que estos dispositivos supraglóticos facilitaban el aprendizaje de técnicas de supervivencia para pacientes críticos en zonas de combate. Diferentes estudios sobre pacientes demuestran que los tiempos de inserción de la ML obtenidos son inferiores a 30 segundos, y los tiempos obtenidos para la inserción del Combitube son inferiores a 60 segundos.

Diferentes dispositivos supraglóticosSon dispositivos que se colocan por encima de la glotis y que permiten oxigenar y ventilar al paciente. A continuación expo-nemos la clasificación de los diferentes dispositivos supraglóti-cos que podemos encontrar en la actualidad (tabla 1).

En España es muy difícil encontrar el dispositivo supraglóti-co Combitube, principalmente por su precio, así como el tubo

Figura 2. Primera intubación endotraqueal documentada en 1880.

Tabla 1. Esquema de los diferentes dispositivos supraglóticos

Según su uso Según su diseño Según su selllado

Reutilizables Combitube Sellado perilaríngeo: ML clásica, ML Proseal, ML Supreme

No reutilizables Tubo laríngeo Sellado laríngeo: combitube, tubo laríngeo

Mascarilla laríngea:• ML Clásica• ML Fastrach• ML Supreme• ML iGel

Sellado anatómico: iGel

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laríngeo, por otras razones. Hay que tener en cuenta que por el mismo precio de adquisición de un Combitube se pueden adquirir casi 10 unidades de la ML. Desde el punto de vista logístico también es importante su tamaño: en un botiquín o mochila de tamaño medio se pueden llevar hasta 4 unidades de ML de diferente tamaño, mientras que un solo Combitube requiere más espacio. Sea por el motivo que sea, lo cierto es que en la actualidad podemos encontrar muy fácilmente dis-tintos tipos de ML como parte del material de una unidad de intervención (fig. 3).

La mascarilla laríngeaDe entre los diferentes tipos de mascarillas laríngeas que pode-mos encontrar, nos vamos a centrar en dos modelos: la ML clá-sica (Proseal, Supreme, Fastrach, Ambu©, etc. son variaciones de esta) y la iGel. Las del primer tipo realizan un sellado neu-

mático perilaríngeo, mientras que las iGel lo realizan mediante su preforma anatómica. Así mismo, la técnica de colocación de las primeras es más compleja y similar entre ellas que la de la iGel, que es una evolución de las mismas y que es más intuitiva y fácil de emplear.

Solamente hay que añadir que las ML Fastrach, así como al-gunos modelos de la marca Ambu©, permiten a su vez la intu-bación entrotraqueal a través del tubo de ventilación. Las ML Fastrach son empleadas mayoritariamente en quirófanos por anestesistas, aunque esta técnica requiere más tiempo que el simple manejo de la ML como control de vía aérea o la intuba-ción del paciente con la técnica del empleo del laringoscopio (fig. 4).

Técnica de empleo de la mascarilla laríngea

Los componentes principales de las ML son:• Un tubo a través del cual pasa el aire, con un conector tipo es-

tándar que se puede adaptar tanto al balón resucitador como a un filtro o incluso al conector para capnografía.

• A diferencia de las ML clásicas, las ML evolucionadas dispo-nen de un tubo gástrico que permite la aspiración o el control del contenido gástrico para que no afecte en ningún caso al manejo correcto de la vía aérea.

• Una almohadilla (en algunos casos inflable y en otros no, como en la ML iGel), con un agujero distal enfrentado a la entrada de la laringe.

• En el caso de las ML convencionales, una línea de inflado para la almohadilla, que requiere a su vez una jeringuilla de 10 ml para su llenado (fig. 5).

1 2

3 4

Figura 3. Diferentes dispositivos supraglóticos:  1) Combitube;2) Tubo laríngeo; 3) Mascarilla laríngea clásica; 4) IGel.

Figura 5. Detalle de la mascarilla laríngea iGEL y de la mascarilla laríngea clásica.

Figura 4. Diferentes modelos de mascarillas laríngeas (ML): 1) ML Clásica; 2) ML Proseal; 3) ML Supreme; 4) ML Fastrach; 5) ML IGel. 

3

2

1

4

5

Conector estándar 15 mm

Conector estándar 15 mm

Conector canal gástrico

Piezade mordida

Soporte epiglótico

Almohadilla no inflable

Barra de apertura

Balón

Válvula

Balón de inflado

Tubo de inflado

Tubo de vía aérea

Punta de canal gástrico

Estabilizador cavidad bucal

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La secuencia de manejo de la ML convencional sería la si-guiente (fig. 6):• Desinflar completamente la ML hasta que tome la forma de

una cuchara.• Lubricar solo la parte posterior para evitar el bloqueo de la

apertura o la aspiración de dicho lubricante.• Coger la ML como si fuera un bolígrafo, con el dedo índice

situado en la unión del tubo y la mascarilla.• Con la cabeza en posición de olfateo, introducir y deslizar

suavemente la ML contra el paladar duro y blando siguiendo la dirección de la pared posterior de la faringe.

• Utilizar el dedo índice para empujar y mantener la presión sobre el tubo. Pasar la ML sin resistencia cuanto sea posible dentro de la hipofaringe.

• Mantener suavemente la presión del tubo con la mano no dominante, mientras se retira el dedo índice.

• Sin sujetar el tubo, inflar la mascarilla justo con el aire suficien-te para obtener el sellado. Nunca inflar en exceso.

Los signos de correcto emplazamiento de la ML son:• Un ligero movimiento del tubo hacia arriba tras su inflado.• Presencia de una distensión oval del cuello desde la altura del

cartílago tiroides hasta el espacio supraesternal.• Mascarilla no visible en la cavidad oral.

La secuencia de manejo de la ML iGel sería la siguiente (fig.7):• Sujetar firmemente la iGel lubricada por la pieza de mordida inte-

grada. Colocar el dispositivo de manera que el extremo de la al-mohadilla de la iGel esté orientado hacia la barbilla del paciente.

• El paciente debe estar en posición de olfateo, con la cabeza extendida y el cuello flexionado. La barbilla debe presionarse suavemente antes de proceder a la inserción de la iGel.

• Introducir la punta suave en la boca del paciente, en dirección hacia el paladar duro.

• Deslizar el dispositivo hacia abajo y hacia atrás a lo largo del paladar duro empujando de forma suave pero continua hasta percibir una resistencia firme. No ejercer una fuerza excesiva sobre el dispositivo durante la inserción. No es necesario in-troducir los dedos en la boca del paciente durante el proceso de inserción.

• En este punto del proceso, la punta de la cánula debe estar si-tuada en la abertura esofágica superior, y la almohadilla debe encontrarse frente a la estructura laríngea.

• Los incisivos deben descansar sobre la pieza de mordida in-tegrada.

Los signos de correcto emplazamiento de la iGel son:• Presencia de una distensión oval del cuello desde la altura del

cartílago tiroides hasta el espacio supraesternal.• Mascarilla no visible en la cavidad oral.

Mascarilla laríngea en el paciente pediátrico

Tanto las ML clásicas como las iGel disponen de diferentes mo-delos adaptados a los pacientes pediátricos; algunas de ellas

carecen de almohadillas de inflado debido a las características anatomofisiológicas de estos pacientes.

ConclusionesSe ha demostrado que los dispositivos supraglóticos son tan efectivos como el tubo endotraqueal en emergencias de la vía aérea, tanto en el escenario extrahospitalario como dentro del hospital. Poseen todas las ventajas necesarias en situaciones extremas: rápida inserción, ventilación adecuada, protección de la vía aérea frente a la regurgitación gástrica y aplicabilidad de presiones de vía aérea elevadas (broncoespasmo, obesi-dad). Estas características hacen que estos dispositivos se consideren la primera elección cuando falla o no es posible la intubación endotraqueal.

Su amplio campo de aplicaciones y su facilidad de uso hacen de los dispositivos supraglóticos un elemento valioso dentro del equipo de vía aérea. Las ML han ganado una amplia acepta-ción entre quienes se han familiarizado con sus características y su uso.

Por último, es imprescindible que los profesionales que tra-bajan en emergencias y urgencias tengan un entrenamiento adecuado en las diferentes técnicas de manejo de la vía aérea, así como en el de los diferentes materiales de control de la vía aérea.

Bibliografía recomendadaAbrahamson L, Mosseso VN, editors. AMLS Advance Medical Life

Support-NAEMT. Elsevier-Mosby JEMS; 2011.Brain AJ. The Intubating Laryngeal Mask Airway. International Anesthe-

siology Clinics. 1998;36(2).

Figura 6. Modo de empleo de la mascarilla laríngea clásica.

Figura 7. Modo de empleo de la mascarilla laríngea iGEL.

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Waugh A, Grant A. Ross and Wilson Anatomy and Physiology. 11ª ed. Elsevier-Churchill Livingstone; 2011.

Alberto García LópezFormato: 15 x 11 cm.Páginas: 292.Encuadernación: rústica

Está casi desierto el panorama de publicaciones especializadas dirigidas a los Técnicos en Emergencias Sanitarias (TES) en lengua española, así que damos la bienvenida a este nuevo manual como si de un oasis se tratara. Como el autor indica en el prólogo, no intenta suplantar a otras fuentes de conocimiento y estudio para el TES, pero lo que sí consigue, en un formato de bolsillo, es realizar en poco espacio un repaso bastante pormenorizado de temas de interés. En este formato reducido –aunque con una letra de tamaño suficiente– los capítulos están diferenciados por distintos colores en el canto de las hojas, lo que permite localizar fácilmente la zona se-leccionada. Las solapas del libro sirven de punto de libro por si queremos volver al lugar donde dejamos la lectura. Los 23 capítulos del libro cubren desde anatomía hasta un grupo de patologías por aparatos, capítulos de lesiones (quemaduras, heridas, etc.), pediatría, parto, accidentes de tráfico, inmovilización y traslado, intervención en catástrofes, drogodependencias, psiquiatría, entre otros.

Cada capítulo cuenta con abundantes gráficos, ilustraciones y esque-mas, de manera que su lectura se hace amena. Los procedimientos de cada capítulo tienen un cuadro bien marcado, de modo que son fáciles de encontrar. El listado de autores, además del principal, incluye tanto TES como médicos, DUE, psi-cólogos y otros profesionales que le dan un valor añadido al texto. Es un libro práctico y sencillo, sin complicaciones, que puede ir en el bolsillo del pantalón, esperando una pausa en la guardia para volver a retomar su lectura.

También hay que destacar que las ilustraciones que aparecen en el libro están hechas por el propio autor de la guía.

Vicente Sánchez-Brunete

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