Valderrama Barrera Fundamentos Teoricos Seleccion

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Valderrama Barrera et al. Fundamentos Teóricos Trabajo Social Seleccion

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  • UPO DE INVESTllACl~N I llVENCION SOCIAL:

    ul Andre Vargas Lpez (Coordinadora) h ln6s Valderrama Barrera

    u1 nle Munoz Franco Cano Cardona

    uz lbl1na Marln Florez u Mlrlam Audelo o 1n1ela Carmona

    UNIDAD DE ORBANIZACIN CURRICULAR TllAIAIO SOCIAL E INTERVENCIN: M1rtha Ins Valderrama Barrera Anela Maria Quintero Velsquez Nora Eugenia Munoz Franco Nora Cano Cardona Claudia Patricia Lpez Snchez Paula Andrea Vargas Lpez

    CONFERENCISTAS Y DISERTANTES EN FOROS: Martha Ins Valderrama Barrera Paula Andrea Vargas Lpez Maria Jos Escartln Caparros Vlctor Mario Estrada Vicente de Paula Faleiros Bibiana Travi Nilsa M. Burgos Claudia Patricia Lpez Snchez Nora Munoz Franco Ana Elizabeth Motta

    Universidad de Atioquia Facultad de Ciencias Soc:a.les y Humanas

    Departamento de Trbajo Social Grupo de Investigacin en lntevencin Social -GIIS-Unidad de Organizacin CurricLlar de Trabajo Social

    e intervencin prlfesional

    Fundamentos tericos y metodolgicos de la

    intervencin en Trabajo Social

    Memorias II. Seminario Internacional

    Compiladoras: Martha Ins VTalderrama Barrera y Pa~la Andrea Vargas Lpez

    UNIVERSlllo\D DE ANTIOQUIA

    \ l

    ' LU.ENHVMMNITAS Grupo Editorial LUJMEN

    Buenos Aires - Mxkico

    \

  • Coleccin Gnosis & Praxis

    Comit Editorial Lumen-Hvmanitas Coordinadora Prof. Mara Cristina Melano (Argentina) Integrantes Prof. Cristina De Robertis (Francia) Prof. Jean Pierre Deslauriers (Canad-Queb Prof. ngela Mara Quintero Velsquez (Colombi Prof. Marilena Jamur (Brasil) Prof. Norah Castro (Bolivia) Prof. Marisela Rivera Montoya (Mxico)

    Fundamentos tericos y metolgicos de la intervencin en tr b11jo social : Memorias II .

    Seminario internacional / Martha Ins Valderrama Barrera .. . [et.al.] ; adaptado por Martha

    Ins Valderrama Barrera ; compilado por Paula Andrea Vargas Lpez. - la ed. - Ciudad

    Autnoma de Buenos Aires: Lumen Hvmanitas, 2013. 208 p. ; 22xl5 cm. - (Gnosis & Praxis)

    ISBN 978-987-1851-07-2

    1. Trabajo Social. 2. ' Memorias. l. Valderrama Barrera, Martha Ins 11. Valderrama Barrera, Martha Ins, adapt. Ill. Vargas Lpez, Paula Andrea, comp.

    CDD 361.3

    No est permitida la reproduccin total o parcial de este libro, ni su tra-tamiento informtico, ni su transmisin de ninguna forma, ya sea elec-trnica, mecnica, por fotocopia, por registro u otros mtodos, ni cualquier comunicacin pblica por sistemas almbricos o inalmbri-cos, comprendida la puesta a disposicin del pblico de la obra de tal forma que los miembros del pblico puedan acceder a esta obra desde el lugar y en el momento que cada uno elija, o por otros medios, sin el permiso previo y por escrito del editor.

    Editorial Hvmanitas de Editorial y Distribuidora Lumen SRL, 2013.

    Grupo Editorial Lumen Montevideo 604, 2. 0 piso (C1019ABN) Buenos Aires, Argentina Tel.: (54-11) 4373-1414 Fax: (54-11) 4375-0453 edi [email protected] www.lumen .com.ar

    Hecho el depsito que previene la Ley 11. 723 Todos ios derechos reservados

    Autoridades de la Universidad de Antioquia

    Redr Albeto Uribe Correa

    Dec01.a Facultad de Ciencias Sociales y Humanas Glora. Patricia Pelez Jaramillo

    Jefa ie Departamento de Trabajo Social Espe:anza Gmez Hernndez

    Comt de Departamento de Trabajo Social Esperanza Gmez Hernndez Alejandra Restrepo Nora Muoz Franco Nora Cano Cardona Paula Vargas Lpez

    Coordinadora rea de Gestin Curricular Nora Cano Cardona

    Coordinadora rea de Regionalizacin Gloria Montoya Cuervo

    Coordinador rea de Investigacin y Posgrados Sara Yaneth Fernndez Moreno

    Coorci.inadora Programa de Prcticas Nora Cano Cardona

    Comi~in Acadmica ~artlha Ins Val~errama Barrera Angel.La Mara Quintero Velsquez Nora iEugenia Muoz Franco

    1 Nora icano Cardorta

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    Claudia Patricia Lpez Snchez Paula Andrea Vargas Lpez

    Grupo de apoyo logstico Secretarias Gloria Patricia Cardona Ana Mara Cano Tabares

    Auxiliares administrativas Bertha Luca Lpez Martnez Aura Nelly Salazar Giraldo

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    Tabla de contenidos

    Presentacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    Conclusiones I Semitario Internacional sobre intervencin er Trabajo Social: perspectivas contemporneas. Ma~tha Ins Valderrama Barrera y Paula Andrea Varg4s Lpez .... . .......... .

    La prctica del Trabajo Social en una sociedad multicultural. Mara Jos Escartn Caparrs. Espaa . .. .... . . ... .. ..... . . .

    La resignificacin de :a historia de la profesin para la resignificacin de la intervencin profesional. Vctor Mario Estrada. Colombia . . ... . . .. .

    Desafos del Trabajo Social hoy en la construccin del objeto y el mtodo de la intervencin profesional. Vicente de Paula Faleiros. Brasil ................. .

    Rupturas y continuidades de las dimensiones tericas, metodolgicas, ticas y polticas del Trabajo Social: Proceso de profesionalizacin. Bibiana Travi. Argentina ...................... .

    Metodologas de investigacin en Trabajo Social. Un aporte a la necesidad de producir conocimiento des"de la prctica1 profesional. Nilsa M. Burgos. ~er1to Rico ...... ... . ... . .. .. . .

    Contribuciones eplstennolgicas para la resignificacin del 'coni.cepto de la intervencin social y profesional ~e:sde el Trabajo Social. Claudia Lpez Sncheiz, Nora Muoz Franco y Paula Vargas Lpez. eolombia . . . ........ . . .

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    Presentacin

    El I Seminario Internaci01al Intervencin en Trabajo Social: perspectivas contempornea.:;, realizado por el Departamento de Trabajo Social de la Faculta:i de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioqua y el Grupo de Investigacin en In-tervencin Social GIIS, en el WOB, permiti reiterar la necesidad de resignificar el ejercicio prcfesional y posicionar el Trabajo So-cial, a travs de su reflexin :erica, metodolgica, tica y polti-ca en el marco de las cienchs sociales y de las condiciones de los contextos actuales.

    Dicho seminario se constituy en un espacio acadmico de reflexin crtica, que convoc a la problematizacin y actualiza-' cin de categoras en el cont~xto profesional y disciplinar, tales como intervencin, identidc;.d, especificidad, construccin de conocimiento, apuestas tico-polticas e interdisciplinariedad, indicando con ello que el Trabajo Social est en constante cons-truccin y deconstruccin, fundamentado en los desarrollos te-ricos, las experiencias de intervencin y los contextos locales, regionales y globales que demandan reconfiguraciones, nuevos escenarios para la produccin de conocimiento y otros retos a la intervencin social y profesional con base en las singularidades de los contextos, los problemas y los fenmenos sociales ante lo cual su comunidad acadmica trabaja permanentemente por atender la relacin ineludible entre investigacin e intervencin para propiciar la configuracin disciplinar del Trabajo Social.

    Todo lo anterior da cuentta de la necesidad de reconocer y adems de asumir tres retos centrales: uno , relacionado con la importante tarea de avanzar en la produccin de conocimiento a .travs de la woblematizaci

  • Para garantizar la d iscusin. p rn 1 in n de los elementos enunciados hasta el mome nto y, d rn 1n r s imultnea, mate-rializarlos retos esbozados, es fundorn 11t nl nerar discusiones epistemolgicas de la profe si n n 1 , i ~ r n tes unidades aca-dmicas, soportadas en desarrollos inv ti ativos que asuman como categoras cientficas la interv n i n ial y profesional; de igual forma, se requiere la realizacin d v n tos acadmicos que se conviertan en espacios de divulga i n de la produccin investigativa en la misma direccin; y la motiva in para am-pliar el nmero de interesados en continuar r configurando la profesin hacia dentro sin perder de vista los contex tos sociales y acadmicos en los cuales se encuentra inscrita y que a su vez la determinan.

    Es precisamente este ltimo aspecto el que propicia el 11 Seminario Internacional sobre intervencin en Trabajo Social: fundamentos tericos y metodolgicos, en trminos de avanzar en la discusin poniendo el acento en la identificacin de los re-querimientos tericos y metodolgicos necesarios para consoli-dar la intervencin social y profesional como categora cientfica central en Trabajo Social, no en la lgica de titularidad , sino de particularidad, de acuerdo a las especificidades de su resignifi-cacin y sin perder de vista los avances que otros campos disci-plinares y profesionales han logrado en esta direccin.

    En sintona con lo enunciado, el Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Antioquia, la Unidad de Organiza-cin Curricular de Trabajo Social e intervencin y la Lnea de in-vestigacin Trabajo Social e intervencin profesional del Grupo de Investigacin en Intervencin Social, convencidos y adems comprometidos con las pretensiones enunciadas, invitaron, en noviembre de 2009 , a estudiantes, docentes y egresados/as a participar de un espacio acadmico que se caracteriz por la calidad de sus ponentes y de las discusiones en torno a la con-figuracin del campo d isciplinar del Trabajo Social y de la inter-vencin profesional como categora cientfica.

    Los propsitos de este segundo seminario giraron en tomo a la reflexin sobre las discusiones tericas, metodolgicas y con-textuales de la intervencin profesional en Trabajo Social, en re-lacin con el desarrollo histrico de la profesin, las ciencias sociales, la interdisciplinariedad y las condiciones del co:ntexto actual. Asimismo, se avanz en el establecir:niento de los retos y las tendencias tericas y metodolgicas de la in t~rvenci::n pro-

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    fesional del Trabajo S>cial hoy, en los mbitos formativos, inves -tigativos y de ejercici profesional en Colombia y en el resto de Amrica la tina.

    Para garantizar el te bate y la construccin colectiva, el semi-nario cont con la paticipacin de diez invitados de talla inter-nacional y nacional, quienes compartieron desde diferentes perspectivas las disctsiones contemporneas frente a la funda-mentacin terica y netodolgica de la intervencin en Trabajo Social y los desafos que el contexto actual le demanda. La pu-blicacin recoge las diferentes ponencias presentadas por los docentes e investigadores, convirtindose en un material de obligada consulta y d(' problematizacin para resignificar la pro-fesin desde la persptctiva de la intervencin.

    Frente a la estructura del texto , se podr encontrar en un pri-mer momento un recuento general de las conclusiones del 1 Se-minario Internacional sobre intervencin en Trabajo Social: perspectivas contemporneas, elaborado por Martha Ins Val-derrama y Paula Vargas Lpez. ste apartado recoge las refle-xiones centrales compartidas por los ponentes, asociadas a la necesidad de ofrecer una mirada contextualizada, en trminos histricos, tericos, conceptuales y reflexivos , de las tendencias contemporneas que caracterizan la profesin, la discusin dis-ciplinar y , por ende, la relacin con el entorno, contribuyendo con ello a avanzar en la perspectiva epistemolgica y ontolgica del campo disciplinar. En ltimo trmino , con la identificacin de dichas conclusiones, se busc retomar el hilo conductor de la discusin para seguir tejiendo en la idea de configurar comuni-dad acadmica y generar argumentos que permitan posicionar la profesin y la intervencin como ejes funda ntes .

    Por su parte, Mara Jos Escartn, en la ponencia titulada La prctica del trabajo social en la sociedad multicultural, perpe-tuum mobile, refuerza la idea de reconocer los mltiples cambios contextuales de talla global como teln de fondo para compren-der la necesidad de asumir la prctica profesional con apertura

    1 y disposicin al cambio, cimentada en claros valores que permi-tan su lectura, peJTo ad!icionalmente, su abordaje a partir del re-conocimiento de laiinterculturalidad como nuevo escenario para la accin. 1

    Vctor Mario Estrad,a , con su ponencia "Resignificar la histo-ria de la profesin para resignificar la intervencin profesional en lo social", invoca a diotar de sentido la nocin de intervencin

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  • profesional a partir de diferenciar las nociones de inteIVencin social y de intervencin en lo social, realizando una lectura crti-ca al desarrollo de autores latinoamericanos con gran trayectoria como Olga Vlez, Carlos Eroles y Alfredo Carballeda, sin perder de vista las resignificaciones realizadas desde el movimiento de reconceptualizacin y permitiendo con ello la identificacin de rupturas y continuidades que aportan al posicionamiento de la categora de intervencin en Trabajo Social.

    La ponencia "Correlacin de fuerzas y Trabajo Social", pre-sentada por Vicente de Paula Faleiros, introduce dos categoras adicionales para comprender el Trabajo Social y la accin profe-sional hoy, asociados con el poder y el empoderamiento, los cua-les, en conjunto, demandan al profesional hacer lecturas de la realidad y de las dinmicas institucionales que le permitan de-velar correlaciones de fuerzas que pueden condicionar, pero a su vez potenciar, su accionar, superando lgicas reduccionistas, . y por dems funcionalistas, y haciendo de la correlacin de fuer-zas un referente terico y conceptual para la intervencin.

    En otra direccin, reafirmando la inaplazable tarea de posi-cionar la profesin y la intervencin en la contemporaneidad a partir de la problematizacin de la forma como se ha configura-do su historia, Bibiana Travi, con su ponencia "Rupturas, con-tinuidades y nuevas perspectivas en relacin a los fundamentos filosficos, terico- metodolgicas y ticos-polticos del trabajo social", aboga por reconstruir la histo1ia desde la voz de las/os actores, orientada desde procesos investigativos historiogrficos que motiven la recuperacin de la memoria como herramienta para la consolidacin de la identidad profesional y la superacin de posibles epistemicidos disciplinares.

    En la lnea de hacer de la investigacin y la produccin de co-nocimiento un principio transversalizador de la profesin como tendencia contempornea, Nilsa M_ Burgos Ortiz, en la ponen-cia "Metodologa de investigacin en trabajo social: un aporte a la produccin de conocimiento desde la prctica profesional", recupera las tradiciones cualitativas y cualitativas y su pertinen-cia para el avance de dicha tendencia, invocando la necesidad de hacer de la prctica profesional y la vinculacin a las polticas sociales fuentes de generacin de conocimiento, lo que puede materializarse al incorporarse la formacin investigativa como requisito central de los planes de formacin y la prcticas inves-tigativa corno eje estructuran te de la intervencin :profesional.

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    Igual que la investigacin,!l posicionamiento de la c~t~~oa de intervencin profesional ei. 'Trabajo Social como pos1b1hdad para avanzar en la configurac)n del c.amp? discipl~nar es ~l pro-psito central de la ponenc Contn~uc10nes ~~iste~olog1cas para la resignificacin del cor:epto de mtervenc10n so~ial y ~r?fesional desde el Trabajo Soc.", elaborada por Claudia Patnc1a Lpez Snchez, Nora Eugena Muoz Franco y Paula Andrea Vargas Lpez, desde la cual S(propone dar un giro en la concep-tualizacin de las categoras 1structurantes que en ella conver-gen, mediante las cuales se a1anza en la accin crtica, reflexiva y, por lo tanto, transformado-a de la profesin y de la produc-cin latinoamericana.

    Finalmente, la ponencia d('Ana Elizabete Mota, titulada "Las condiciones del contexto lathoamericano y las demandas del mismo a la profesin (trabajo social) desde las dimensiones te-ricas, metodolgicas, ticas y polticas", presenta un anlisis de contexto, identificando los proyectos econmicos y polticos del subcontinente y las modificac:ones del Estado en la mundializa-cin capitalista. En dicho escenario, las manifestaciones .de la cuestin social se tornan en campo de accin, cuyo aborda.Je de-manda cambios en el papel de la formacin profesional y las orientaciones terico-metodolgicas, ticas y polticas del Traba-jo Social, trasciende nociones conservadoras, y anuda la inter-vencin y la investigacin como caras de la misma moneda.

    El bosquejo enunciado de la estructura del libro da cuenta de la alta calidad y rigurosidad acadmica de la produccin que aqu se compila, con la cual se pretende contribuir a los debates contemporneos latinoamericanos y mundiales alrededor de la profesin, la intervencin y el contexto, como eje.s vertebrad~res de presentes y futuras diserta'Ciones y construcciones colectivas de un nosotros, el Trabajo Soeial hoy.

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  • (ONCLUSlONES: 1 SEMINARIO INTERNACIONAL SOBRE INTERVENCIN EN T~.ABAJO SOCIAL.:

    FERSFECTIVAS (OtJTEMFORNEAS

    Presentacin

    Marthalns Valderrama Barrera Paula Andrea Vargas Lpez

    Los contextos local, nacional y latinoamericano demandan al Trabajo Social resignificar y reconstruir permanentemente su ejercicio profesional, mediante la reflexin terico-metodolgica y tico-poltica sobre sus intervenciones, de manera tal que conju-guen la reflexin, la accin y la transformacin como relaciones ineludibles para incidir de manera sistemtica en la complejidad de las manifestaciones de la cuestin social de hoy, la cual pre-senta altos niveles de pobreza, marginalidad, flexibilidad laboral, desplazamiento, inmigracin, interculturaiidad, desigualdades,. iniquidades, deslegitimacin de las institutciones y la exclusin de minoras por razones tnicas u orientai.ciones polticas, reli-giosas y sexuales, entre muchos otros aS;pectos propios de la cornplicada realidad social.

    \ Estas particularidades de la sociedad comtempornea obligan

    a la academia a !establecer una discusin ]permanente frente al campo disciplinar del Trabajo Social, y etn especfico, frente a lo concerniente la necesidad de repensaLr su quehacer repre-sentado en razn' de la intervencin social, para asumir as la re-configuracin de\ una profesin que tr.-ascienda la mirada conservadora y determinista de la accin p~or la accin; lo que es

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  • posible en tanto se genere conocimiento y debate pblico entre las diferentes unidades acadmicas, estudian tes, egresados/ as y organizaciones gremiales.

    De esta manera, las ponencias y los foros de discusin que hicieron parte del I Seminario Internacional sobre intervencin profesional ofrecen una mirada contextualizada, en trminos histricos, tericos, conceptuales y reflexivos, de las tendencias contemporneas que caracterizan la profesin, la discusin dis-ciplinar y, por ende, la relacin con el entorno; en ellas se en-cuentran significativas convergencias pero tambin varias divergencias, que contribuyen a avanzar en la perspectiva epis-temolgica y ontolgica del campo disciplinar.

    Considerando lo sealado, se propone la reflexin, la proble-matizacin e incluso la reivindicacin de algunas categoras re-currentes en el discurso acadmico, investigativo y profesional del Trabajo Social, como son: intervencin, identidad, especifici-dad, construccin de conocimiento, apuesta tico poltica, nter- disciplinariedad, entre otras, y se ofrece una reflexin crtica propia de una profesin en evolucin y deconstruccin, que bus-ca la superacin d~ los referentes descriptivos e instrumentales, para instituirse como ncleo sustantivo que asuma la relacin ineludible entre investigacin e intervencin, como dira Teresa Matus (1999, p. 71): "como una forma de trabajo reflexivo y cr-tico( ... ) que se constituya en una actividad creadora y no en una mera necesidad productiva."

    Por lo anterior, cobran importancia la planeacin y la ejecu-cin de ciertas estrategias, como foros, congresos, seminarios e investigaciones, que asuman como categoras de anlisis el Tra-bajo Social y, en particular, la intervencin profesional; esto es, pensar el Trabajo Social en una relacin permanente con el con-texto y el campo disciplinar.

    Corno elemento central que orient la discusin y el debate de-sarrollado alrededor del Seminario, se presentar a continua-cin una sntesis casi textual de las principales ponencias presentadas por los docentes-investigadores invitados, a fin de que los particpan~es logren establecer un nexo entre los ele-mentos ms significativos abordados en el primer y segundo se-minario sobre intervencin en Trabajo Social.

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    1.1 Identidad y especificidad ~n Trabajo Se>cial. Nora Aqun

    Nora Aqun, frente a la pregurta por la especificidad y la identidad en Trabajo Social, consicera que, para comprender la diferencia entre la identidad y la es~cificidad, es necesario partir por definir la identidad como una dmensin de la especificidad, pero no la nica; con ello se quien decir que a la especificidad tambin le concierne el saber de T1abajo Social, el currculo, el ejercicio profesional, el mercado del trabajo y, en otro sen~ic:J-o, el reconocimiento que otros pueden hacer de nuestra act1v1dad. Concretamente, la identidad implicl un punto de reconocimien-to interno que permite diferenciarnos de otros y, a veces, contra otros. En definitiva, la relacin effre especificidad e identidad debe entenderse como la identidad brmando parte de una de las dimensiones de la especificidad.

    Desde la perspectiva de Nora Aqun, se plantea que la com-prensin de la identidad y el estatus de una profesin demanda (a la profesin y a los profesionales) la capacidad de i~e~tificar los mecanismos de demarcacin de su campo de conoc1m1ento Y de intervencin, de manera tal que permita garantizar el monopo-lio de un escenario social especfico y establecer para s un nicho del mercado ocupacional. Podramos ubicar al Trabajo Social en el plano de las profesiones subordinadas, en tanto no ha com-pletado an el proceso de autonoma y de construccin de un monopolio profesional. Los dficits que como profesin tenem~s no son en este aspecto obras de la casualidad; por el contrario, son parte de nuestro "ADN'', ya que, por caractersticas particula-res de nuestro propio proceso de profesionalizacin, la necesidad de sustento te

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    Con los planteamientos de Nora Aqun, se establece como una necesidad imperante de la profesin desarroliar estrategias articuladas y colectivas que permitan aumentar nuestra autono-ma relativa y lograr el monopolio de nuestro campo profesional y disciplinar. Ambos aspectos -autonoIUa relativa y monopolio de la actividad- deben ser el producto de un abordaje equilibra-do entre el saber profesional, la legitimidad de la institucin que certifica ese saber y el capital simblico de la profesin. El em-peo por alcanzar la autonoma relativa y el monopolio de nues-tra actividad implica el fortalecimiento de un espacio acadmico y poltico propio y claro, y requiere ineludiblemente la demostra-cin, en el espacio pblico, de nuestra capacidad y superioridad en el manejo de las cuestiones que abordamos.

    Este proceso permitira al Trabajo Social ser reconocido por la poblacin y alcanzar una clara diferenciacin en el mercado ocupacional, lo cual estara ligado a nuestra capacidad de con-trolar el propio trabajo, definir el objeto de nuestra actividad y organizar nuestras instituciones; es decir, alcanzar poder para controlar el trabajo, la actividad y las instituciones.

    Preguntarse por: la especificidad y por la autonoma es, enton-ces, preguntarse por el poder que alcanza la profesin, los profe-sionales y el gremio para negociar en la esfera acadmica, social y poltica algn grado de exclusividad cognitiva e interventiva.

    La rutinizacin de la prctica profesional genera resultados contrarios a este propsito; es decir, incapacidad de dominio so-bre las condiciones de trabajo. El desafio consiste en alcanzar el poder para lograr el dominio de la profesin respecto de las con-diciones de trabajo y avanzar en la construccin de la autono-ma intelectual. Ello implica un reto para las instituciones formadoras de profesionales: debemos formar fabricantes , no s-lo practicantes; debemos formar productores, no slo productos.

    1.2 Identidad y formacin en Trabajo Social. Mara Roco Cifuen tes

    La identidad es concebida como una construccin cultural, relacional , procesual, diversa y ccmflictiva. Ello implica que la tensin continuidad-cambio es uno de sus rasgos caractersti-cos y, en consecuencia, debe en tenderse como construccin subjetiva y social.

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    La preocupacin recurrente >Or la identidad en Trabajo Social obedece a las dificultades paraespecificarse, diferenciarse J re-conocerse desde la valoracin.Esto se liga al lugar subalterno que la profesin tiende a ocuptr en el abanico acadmico de lo social y en los mbitos politices e institucionales en los que se desarrolla, y a los cambios pernanentes del mundo social, que plantean nuevos retos a una p:ofesin que se construye al tenor de ello.

    Como profesionales, estamo: comprometidos con la construc-cin de condiciones de justicia social, de equidad, de reconoci-miento entre diferentes, de comivencia, de respeto a los derechos y a la dignidad humana. Ello inplica afianzar la crtica funda-mentada tanto terica como ttica y polticamente, reconocer nuestras debilidades y nuestns posibilidades, e identificar los retos para fortalecer nuestra vesencia colectiva en los mbitos acadmicos y sociales. Para lo5rarlo, as como para consolidar nuestros saberes, aportar a la comprensin de la cuestin so-cial, y que nuestra voz sea esc:uchada, es necesario afirmar el autorreconocimiento y ganar e; reconocimiento de las y los tra-bajadores sociales como interlocutores vlidos e indispensables en este campo. Pero tambin es necesario asumirnos crtica-mente frente a nuestra historia y nuestros desarrollos, adems de comprometernos con nuestra propia transformacin .

    La otredad es condicin de toda identidad, sea esta colectiva o personal; para el caso de Trabajo Social, ella adquiere singu-lar importancia, entre otras razones , porque:

    Somos una profesin esencialmente dedicada al trabajo con sujetos.

    Para llevar a cabo nuestro quehacer -cal, nacional, latinoamericano y mundial, CiJUe convoca, imterpela y construye, de manera permanente, el colectivo p>rofesional.

    A travs de la~ redes socialea:;, acadmicas y gremiales, se ne-gocian enfoques y estilos de imvestigacin e intervencin, orde-

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    namientos jerrquicos, formas de cooperacin y solidaridad en grupos sociales e interdisciplinarios ; se distribuyen roles, fun-yiones y estatus; se designan pautas normativas; se establecen lmites a las actuaciones y, en fin , se construyen discursos y pa-trones de accin e interaccin profundamente enraizados en la apropiacin social que de la profesin hacen las trabajadoras y los trabajadores sociales. Se trata de procesos que ponen en es-cena:

    Tensiones entre tradicin-cambio y entre unidad-diversidad. Conflictos. Luchas por el reconocimiento y el poder. Formas de autorreconocimiento. Tendencias profesionales. Enfoques epistemolgicos, tericos y metodolgicos.

    La otredad emerge como referente fundamental en la forma como trabajadoras y trabajadores sociales constituimos nues-tras identidades profesionales, en las cuales se juegan tanto las representaciones propias como las ajenas .

    Los fundamentos tericos y metodolgicos, las reas, los ni-veles y los contextos de actuacin son cambiantes al tenor de los desarrollos acadmicos, de las dinmicas sociales, de las condicio-nes de desempeo y de los enfoques particulares. Sin embargo, los ideales de transformacin social y los principios de conocimien-to y actuacin que sustentan estos, asumidos desde diferentes aristas y nfasis, son marca identitaria que nos permite recono-cernos como profesin comprometida con el cambio, en direc-cin a la construccin de condiciones de desarrollo propicias para el despliegue humano, social y ambiental.

    Con respecto a la formacin y la constitucin de identidades en Trabajo Social, Maria Roco Cifuentes considera que los pro-gramas acadmicos vigentes tienen responsabilidad en la conso-lidacin d e las identidades profesionales y en el desarrollo de procesos en los cuales los estudiantes entren en contacto reflexi-vo con la profesin y desplieguen sus potencialidades de anlisis, investigacin, crtica, construccin, organi:zacin, produccin y proyeccin social.

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    No hay una nica manera de invoucrar el compromiso con la afirmacin identitaria en los procisos formativos . A riesgo de dejar por fuera elementos fundanentales, Mara Roco Ci-fuentes pone en consideracin algurns aspectos a retomar en la formacin, los cuales han de entraren dilogo con otras pro-puestas al respecto:

    Anlisis y reconfiguracin de la hstoria de la profesin. Dilogo crtico con el contexto, cksde lo local hasta lo glo-

    bal. Investigacin, sistematizacin y produccin escrita. Fortalecimiento de las organizaciones gremiales y acad-

    micas, y dilogo permanente con ellas a travs de los espa-cios de encuentro, socializacin s debate.

    Participacin en mbitos de debate acadmico y poltico en torno a lo social.

    Fortalecimiento de la capacidad de trabajo interdisciplina-rio y de la transdisciplinariedad en la investigacin y en la praxis profesional.

    La identidad profesional, en tanto identidad colectiva, impli-ca la bsqueda de representaciones colectivas que les permitan a los profesionales:

    Generar sentido de pertenencia e inclusin, identificarse, diferenciarse, y en definitiva, tender hacia un s mismo co-lectivo para reconocerse, demandar reconocimiento y anu-dar las continuidades y las afinidades profesionales.

    Poner lmites a la dispersin para identificarse como parte de lo mismo, "el Trabajo Social", aunque en ello se reconoz-can y valoren diferentes formas die ser y hacer.

    Generar se~sacin de afinidad y de convergencia, lo que permite diferenciarse de los otros y, simultneamente, afir-mar la interdsciplinariedad.

    Construir un~ identidad en la que afirmarnos no signifique negar, desconocer o subvalorar a Jos dems. Una identidad que no nos es~onda, sino que no>s evidencie con nuestras fortalezas, como puntal de desanrollo, y nuestras debilida-des como encamacin de retos cque se imponen sobre la

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  • ..

    aceptacin resignada de lugares residuales en el contexto de lo social.

    Se trata, entonces, de construir representaciones colectivas en un dilogo crtico y permanente con la realidad social; re-presentaciones cimentadas sobre fines de equidad, de justicia social, de convivencia, de respeto a la dignidad humana, de de-fensa de los derechos humanos, de reconocimiento y de valora-cin de la diversidad . Representaciones en las que se reconocen los limites de la profesin, las deficiencias de sus propios desarro-llos tericos, y aun en ciertos casos metodolgicos, y las implica-ciones de su insercin en un ordenamiento social demandante y a la vez condicionante. Representaciones que, sin embargo, alienten a la convergencia alrededor de ideales de fortalecimien-to profesional y de cambio social.

    1.3 Resignificacin de la intervencin profesional del Trabajo Social. Rosa Mara Cifuentes

    Rosa Mara Cifuentes considera que para resignificar la inter-vencin en Trabajo Social es necesario que la profesin vuelva sobre su propio quehacer como objeto de conocimiento, y desde all comprender significativamente y de forma holistica y crtica sus dimensiones ticas, polticas, ideolgicas, estticas , episte-molgicas , tcnicas y contextuales. Para ello, es indispensable leer, escribir, investigar y sistematizar; crear constructos concep-tuales y tericos propios, que permitan el fortalecimiento interno de la profesin y el reconocimiento frente a otras disciplinas.

    Revisitar desde una ptica que permita la comprensin com-pleja, dinmica, constructiva y prospectiva de la intervencin profesional en Trabajo Social posibilita visualizar integralmente a ste como profesin y disciplina.

    Para alcanzar la consolidacin disciplinar de Trabajo Social en el marco de las ciencias sociales es necesario avanzar en la construccin de conocimiento desde la profesin, as corno de lenguajes y reflexiones sobre las tendencias tericas. Asimismo, se debe reflexionar sobre el objeto de la intervencin como obje-to de conocimiento y establecer debates criticas en el colectivo profesional, que pennitan procesos de apropiacin terica y con-ceptual para el desarrollo de la disciplina y las transferencias de

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    conocimiento. La coherencia de un est

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    1.4 Visibilidad/invisibilidad en la intervencin del Trabajo Social: pistas para la revisitacin de las pautas transaccionales de la disciplina con el mundo de lo social. Vctor Yez Pereira

    A propsito de la visibilidad/invisibilidad profesional, Vctor Yez considera que el progreso disciplinario del Trabajo Social supone aprender a comenzar como algo nuevo; es decir, asumir el inicio de la diferencia, pero a partir de aquello que nos es iden-titario. Esto es, encontrar otro principio para edificar las bases de una promesa de novedad en el acto fundacional, vista sta como una cualidad creadora de la revolucin.

    Alude a una revolucin que se inicia en la reinvencin del pen-samiento, de manera tal que nos encauza hacia una profunda re-significacin y reoperacionalizacin en los cimientes terico-metodolgicos de Trabajo Social, sos que se encuentran reafir-mados en lo medular de nuestros procesos de investigacin/inter-vencin. Esta revolucin nos permitir enfrentarnos a la libertad del pensamiento y la accin; el reto significa romper con lo he-redado transgeneracionalmente para imaginar posibles alterna-tivas de reinvencin e innovacin venidas de aquel espontneo poder de la iniciacin.

    La reinvencin ha de ser vista como un fenmeno de revolu-cin contenido en el ncleo esencial de la identidad del Tra-bajo Social, y de sus medios para proyectarse fuera de s, a fin de salir de las fronteras de su autorreferencia mediante las transacciones de un corpus de sentido objetivo, social y tem-poralmente autorreproducido en nuestros procesos de investiga-cin/ intervencin.

    Se trata de configurar para el Trabajo Social una conciencia disciplinaria que est dispuesta a ser realimentada, en la que los dominios del proceso de investigacin/intervencin se constitu-yan en fuente privilegiada para el cuestionamiento intelectual y la discusin propositiva, como mediadores en el desarrollo de conocimientos orgnicos y articulados a sistemas conceptuales, apropiables y aplicables a los diversos mbitos dentro de los cuales se desenvuelve nuestra praxis.

    Se considera conveniente inaugurar una meta-intervencin que busque generar un cambio paradigmtico, para superar los rasgos identitaris y permitir, desde la investigacin /inter-vencin, expandir y regular nuevos conocimientos y saberes,

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    formando otra configuracin en sus interrogantes cognitivas, re-querimientos terico-metodolgicos, yreales posibilidades de progreso, como tambin en las expectaivas, demandas y espe-ranzas emanadas en esos espacios de a realidad, desde donde nos insertamos a la complejidad de lo s:Jcial.

    Ello supone situar el proceso en uncontexto que emerge de la asociacin de una serie de dimensimes histricas, sociales, econmicas, culturales, polticas, que 'e provee de sentido, as como define y orienta al Trabajo Social De esta manera se ex-plica el reto de encontrarnos con un proceso que viene mediado por una permanente relectura de las ruevas cartografas de lo social y, desde ellas, por la bsqueda de otros perfiles en los es-cenarios de la vida cotidiana, ya que e10. se presenta como una realidad interpretada y coherentemente significada por quienes la viven, como experiencia a mano.

    La historicidad del proceso est en la constitucin de un saber-hacer situado, interpretado como fundamento de las corrientes de conciencia que circunscriben, comp:-ensivamente, la asocia-cin de su actuacin, sobre los horizontes de un espacio delimi-tado imaginariamente.

    Se trata de desarrollar un espritu del pensamiento que en-cadene saberes al servicio de saberes, esto es, una "estructura de saber integrado" (Yez, 2007, pp. 317-324), que pone en el interjuego de un espiral relacional valores de un saber cotidiano y valores de un saber cientfico, los cuales se van recuperando continua, sistemtica y consistentemente uno al otro.

    Finalmente, Vctor Yez resalta la importancia de asumir un proceder que permita la convergencia entre el pensar y el hacer, concebidos como prcticas humanas imposibles de ser defini-das neutralmente, ya que tanto accin cientfica como presupo-siciones han de reconocerse recprocamente incidentes, en la dinamizacin de las relaciones sociales. De ah la importancia y la necesidad de que los trabajadores sociales desarrollemos la investigacin comq un correlato ineludible de la intervencin, apostando por la posibilidad de producir conocimientos siste-mticos sobre la realidad social, que es impactada por la accin transformadora de lbs agentes y, adems, sobre la experiencia de investigacin/ in~ervencin misma, en cuanto proceso que permite pensar el hacer y, concurrentemente, cuestionar el sim-ple hacer por hacer. \

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  • Nuestra disciplina debe establecer el vinculo con la ciencia aplicada, a partir del cultivo de su praxis histrica concreta, pe-ro a la luz de replanteamientos epistemolgicos que redefinan y resiten la intervencin en un vrtice preferencial en el campo del mtodo, el objeto y la instrumentacin propia de las ciencias sociales. El carcter investigativo est dado por la produccin de conocimiento terico nuevo que, al mismo tiempo, enriquezca el patrimonio de saber disponible sobre la realidad . Desde estaba-se, los procesos de intervencin deben ser concebidos como un campo de movimiento disciplinar, que nos posibilite superar la condicin de prctica profesional auxiliar, hasta ahora caracte-ristica principal de la actuacin del Trabajo Social.

    1.5 Investigacin en Trabajo Social. Olga Luca Vlez

    La construccin de un estatuto disciplinario y de una nueva tradicin de Trabajo Social, desde la perspectiva de Olga Luca Vlez, impone la necesidad de reflexionar criticamente sobre las metodologas de intervencin y sobre la investigacin como su soporte, buscando trascender la concepcin instrumental y ope-rativa que ha prevalecido en Trabajo Social.

    El proceso de reconfiguracin y la construccin de un estatu-to disciplinario le demandan al Trabajo Social la reconversin de lo instrumental como mediacin; es decir, como instancia de pa-so en la que se articulan los elementos que conforman la cultu-ra profesional para producir respuestas intencionadas, dotadas de sentido, acordes con los sujetos y contextos.

    Asimismo, una nueva perspectiva de reconfiguracin de la profesin demanda, con esa visin instrumental e instrumenta-lizada del Trabajo Social, desplazar la eficacia hacia el lugar de la significacin o construccin de sentido, de la pertenencia o re-ferencia al mundo donde se acta -al conocimiento de los es-pacios profesionales y sociales- y hacia la posibilidad de explorar nuevas bsquedas.

    No obstante, para que el Trabajo Social logre despojarse de ese e mpirismo inmediato que lo caracteriz:a y acceda a la estruc-tura de lo real, debe an1dir a la construccin de un lenguaje sig-11ificante , dialogar con otrs sistemas de pensamiento y

    xa minarcrticamente d andamiaje terico sobre el que se erigen los lengu.ajes y las prcticas discursivas. Ello demanda la nece-ldnd de estimular u na fonnacin investigativa amplia y plural.

    Las tendencias contemporneas de la accin social, basadas en la valoracin de la subjetividad y en el establecimiento de puentes comunicativos que permitan la comprensin, interpre-tacin y abordaje de lo social y del "mundo de la vida" desde perspectivas dialgicas e interactivas, implican acudir a la in-vestigacin como modeladora de la accin o de las llamadas "metodologas de intervencin".

    Olga Vlez considera que la sistematizacin y la evaluacin comportan gran valor al Trabajo Social en tanto respaldan los procesos de actuacin profesional, siempre y cuando ellas se asuman como modalidades de investigacin sistemticas y rigu-rosas que generan conocimiento sobre las experiencias y prcticas especficas que dotan de sentido las lgicas y los saberes de los actores sociales o institucionales involucrados en los proyectos y las experiencias.

    La investigacin se constituye un espacio de interaccin pro-fesional donde se fraguan procesos humanos que requieren ser direccionados con responsabilidad tica y social, y para ello es necesario dotar al investigador de herramientas crticas que le permitan reflexionar sobre las implicaciones de su oficio y sobre el sentido tico que comporta la labor investigativa, para posibi-litar el desarrollo de procesos pedaggicos que hacen ms hu-mana y digna esta prctica. Un componente importante de la responsabilidad tica es el establecimiento de pactos, acuer-dos y negociaciones claras y transparentes que permitan pro-teger la confidencialidad de las personas que suministran la informacin. La definicin consensuada de lmites y umbrales que hagan posible el manejo respetuoso de la informacin es condicin esencial para ponerle freno a la malsana curiosidad que atropella y desdibuja la investigacin.

    Los mtodos cuantitativos y cualitativos no son recursos ex-cluyentes, cada uno se soporta en supuestos diferentes y su eleccin depende del tipo de problemas y preguntas que en tr-minos de conocimiento se deban responder. La investigacin cualitativa es una v\a fecunda para el conocimiento y la revalo-racin de los sujetos1histrico-sociales con los cuales se modela el ejercicio profesional: indagar sobre el modo de vida de los ac-tores sociales, recon~truir el sentido de sus prcticas y develar los significados de las' experiencias presentes en su cotidianidad son tareas primordiale;s en la construccin disciplinar del Tra-bajo Social en la contemporaneidad.

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    Finalmente, Olga Vlez reitera su posicin en torno a la nece-sidad de problematizar el trmino ~intervencin" y avanzar en la construccin de una nocin acorde con las nuevas tendencias. Dicho concepto est asentado en un imaginario ideolgico que subordina la prctica profesional a visiones externas de mani-pulacin y control de las personas y situaciones, tornndose in-suficiente para designar procesos metodolgicos que conectan la esencia del quehacer profesional con una accin social dialo-gante e interactiva.

    1.6. La dimensin tico-poltica de la intervencin profesional. Yolanda Guerra

    Yolanda Guerra plantea que en la actualidad el universo del trabajo social latinoamericano involucra concepciones profesio-nales muy distintas; se registran formas muy diferentes de conce-birlo en razn de sus fundamentos, sus objetivos, sus funciones y las diferentes dimensiones de la prctica. Esta diversidad de las formas de ser de la profesin constituye su mayor potencia-lidad.

    Considera que la direccin social de la profesin en el marco de la totalidad social no se manifiesta de manera lineal no obs-tante, la profesin est determinada por circunstancias' sociales que la condicionan y por la voluntad y la conciencia de los agen-tes individuales, siendo el resultado de los intereses, deseos y pos-turas de los sujetos que la construyen colectivamente. De esta manera, la dimensin poltica de la profesin se construye bajo una compleja y contradict.oria relacin entre aspectos objetivos y subjetivos en un espacio socio-ocupacional atravesado por re-laciones de poder y por intereses antagnicos y en p ermanente disputa.

    Bajo este contexto, la dimensin poltica de la profesin se realiza a medida que los profesionales asumen conscientemen-te sus compromisos sociopolticos con determinado proyecto de sociedad , lo que significa que toda accin est permeada por va-lores.

    Desde esta perspectiva, la tica deja de ser concebida como una coleccin de normas de conducta profesional o mera accin de indagacin sobre la moral hegemnica, y pasa a constituirse en una reflexin crtica sobre la moral, que implica la eleccin

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    consciente de los valores que se caresponden con nuestras ac-ciones y compromisos.

    Hablar de valores remite a elecciones: en ellas residen ele-mentos simples y complejos que Val desde la eleccin de un ins-trumento (si son instrumentos de control y /o individualizantes, si son instrumentos que facultan l~ emancipacin de los sujetos y por eso instrumentos colectivosl hasta las elecciones de las teoras y de los referentes tericos que orientan la realidad, por-que no toda perspectiva terica tieJJ.e el mismo valor epistemol-gico.

    Yolanda Guerra reconoce que la dimensin tica de nuestras acciones est presente en nuestra: elecciones, que cuanto ms conscientes son, ms permiten a les sujetos ser sujetos autno-mos, responsables de sus propias normas; aunque sta sea una autonoma relativa.

    Parte del supuesto de que la intervencin profesional se cons-tituye bajo una totalidad formada je diversas dimensiones que se autoimplican y se determinan entre s. Tales dimensiones, dado el n ivel de complejidad de la realidad social en la cual el profesional acta, se expresan como las secuelas de la llamada cuestin social, las cuales se tornan en objetos de intervencin profesional y se realizan en el espacio cotidiano , donde la nece-sidad de comprender cmo se constituye este espacio , qu mo-dalidades de intervencin l demanda, qu dimensiones deben ser accionadas, configuran los desafos ms prximos para orientar la intervencin.

    A pesar de que existe una estrecha relacin entre la vida co-tidiana y la reproduccin humana, ella no es la nica esfera de la vida de los hombres; tampoco esta reproduccin se puede rea-lizar sin que haya un conocimiento y la toma de conciencia del sujeto sobre su situacin en el mundo, puesto que la sociedad slo puede ser comprendida en su totalidad cuando se est en condiciones de entenderla como tal.

    La dimensin tico-poltica permite que los trabajadores sociales recorlozcan los valores que poseen y que ayudan a construir en la vida cotidiana, a travs de las respuestas profe-sionii.les, enten~iendo que stas materializan en la realidad so-cial sus elecciones y compromisos sociales .

    Ms all de lip. intervencin pr.ofesQnal, la relacin tico-poltica en el Tra'bajo Social permi1te que los profesionales esta-blezcan responsa~ilidades , finalidades colectivas y vnculos con

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    los proyectos ms universalistas y de largo plazo, tales como los proyectos de una sociedad em.ancipada, sin explotacin, demo-crtica y anticapitalista. En este mbito, la tica gana sentido porque es permeada por la poltica.

    As, el Trabajo Social crtico nos impone el compromiso con la igualdad social, entendida como la nica condicin capaz de propiciar a todos y a cada uno de los individuos sociales los su-puestos para su libre desarrollo que permita el florecimiento de las diferencias y las peculiaridades constitutivas de la individua-lidad social.

    Esta doble comprensin del significado de la tica y de la po-ltica nos permite interpretar los lmites y las posibilidades, y re-conocer que ellos estn indisociablemente ligados. Los limites, siempre que sean explicitados, no invalidan o deslegitiman la accin profesional, sino que nos invitan a enfrentarlos.

    l. 7 Retos de la intervencin profesional en el contexto latinoamericano. Maria Cristina Metano

    El ejercicio del Trabajo Social est indisolublemente ligado a las condiciones geopolticas y a las relaciones estado-economa -sociedad del mbito territorial en que se desenvuelve, as como al contexto de ideas circulantes del tiempo histrico en que se sitan sus prcticas.

    Viejos y nuevos problemas sociales nos desafian. Junto con fenmenos tales como las migraciones forzadas, la exclusin y lapo breza, merecen destacarse aquellos que afectan a colectivos especficos:

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    Los de niez en riesgo, trabajo infantil, vejez, envejecimien-to de la poblacin, desproteccin de las familias.

    El abuso sexual infantil. Los jvenes con riesgo de muerte por diferente factores cau-

    sales: uso de sustancias adictivas, desaparicin forzada, re-presin y violencia policial asociada a la criminalizacin de la pobreza, represin poltica, abortos clandestinos, acci-dentes de trnsito, trabajos riesgosos.

    Sectores de adolescentes y jvenes sin trabajo y sin estu-dio.

    El trabajo precario, el desenpleo, el sobreempleo, el trabajo esclavo.

    La discapacidad fsica, psc,uica y social. El incremento de porcent~s de problemas de sufrimiento

    mental: depresin, ansieda:l, suicidio, entre otros. Los problemas de salud y a mercantilizacin de servicios

    de la salud. La transculturalidad, el consumo acrtico de bienes cultu-

    rales o la ausencia de productividad en dicha esfera. La violencia urbana; la seg1ridad ciudadana. Los problemas de reinsercin y resocializacin de personas

    que han estado privadas de libertad en instituciones pena-les o carcelarias.

    Las problemticas asociadi;.s a la biotecnologa analizables en el marco de la biotica, como eutanasia, riesgos de dis-criminacin gentica, clonacin, fertilidad asistida.

    Las cuestiones de gnero y de "minoras sexuales". Las vctimas de circuitos delictivos de "trata de personas". Las cuestiones de depredacin y preservacin medioam-

    bientales. La precariedad laboral y las condiciones de trabajo . La asistencia a vctimas y familiares en situacin de cats-

    trofes.

    Frente a estos fenmenos y otros ocasionados por la actual cri-. sis, Mara Cristina Melano considera que el primer desafio, como profesionales, es pensar en nuestras aporas, en aquellos callejo-nes aparentemente sin salida, explicitar lo que est implcito, pro-blematizar lo tcito, descubrir y plantear problemas, investigarlos.

    Hoy se necesita avanzar en materia de derechos humanos y ciudadanos, que constituyen el eje vertebrador de nuestra pro-fesin, y comq desafio el trabajo en la linea de instauracin, ge-peracin, difu1sin, exigibilidad de derechos de la ciudadana . Asimismo, desde la relacin Trabajo Social/Poltica Social, es im-prescindible vigorizar la poltica social, restituyndole su natura-leza contracclica; nuestro desempeo en materia de polticas sociales debe ser orientado por criterios incluyentes e integrado-res, para favore~er la convergencia con iniciativas que surgen desde la sociedad rni:sma.

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  • Todo esto demanda al Trabajo Social romper con la crisis de presencia que lo caracteriz desde el inicio de su proceso de pro-fesionalizacin y que se prolonga hasta principios del milenio que vivimos. La ausencia de voz de la profesin en el escenario pblico, la dificultad para instalar de manera crtica y proposi-tiva posicin sobre demandas, acciones y omisiones de los acto-res intervinientes constituyen obstculos a superar.

    Es imperioso romper, por una parte, con la endogamia que impide que demos a conocer nuestros hallazgos, posiciones o prcticas ms all de las fronteras del Trabajo Social; y por otra, con las tendencias estereotipadas que visualizan que el rigor de las comunicaciones de los resultados investigativos exige el em-pleo de un lenguaje complicado para la sociedad, que hace inin-teligibles nuestros discursos y relatos para la gente comn.

    Los vnculos del Trabajo Social con las teoras en Amrica la-tina deben ser profundizados. Nuestros conocimientos y anli-sis sobre la relacin sujeto/objeto, sobre el positivismo, las teoras fenomenolgicas y el materialismo dialctico son recor-tados y no posibilitan que las "viejas teoras" sean nuevamente constituidas como objeto de estudio . Con un maniquesmo en el que no existen los grises, los trabajadores sociales solemos ul-trajar y simplificar ligeramente las corrientes de pensamiento que en la gnoseologa, la metafsica, la epistemologa crticas son respetadas y reconsideradas permanentemente.

    1.8 Naturaleza interdisciplinaria de la intervencin familiar. ngela Mara Quintero Velsquez

    Los elementos centrales que desarrolla ngela Mara Quinte-ro precisan que la reflexin terica sobre familia, igual que los otros campos disciplinarios, est permeada por premisas episte-molgicas, que replanteen el enfoque centrado en el individuo, en los datos cuantitativos, en la fragmentacin de los fenmenos, en la apologa al statu quo; el giro de paradigma expande el co-nocimiento y las visiones integradoras y probabilsticas del acaecer humano.

    En sintona con los discursos universales y con los desarro-llos que el "enfoque de convergencia"" instituye en gran parte del continente iberoamericano, desde hace varas dcadas el trnsito en el estudio y la concepcin cientfica de la familia. sustenta la

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    importancia y los apo1tes de la ciba-ntica, la sistmica, el cons-tructivismo, el construccionismo S>cial, las teora de la comuni-cacin, el caos, el gnero , la hernenutica, la narrativa, los desarrollos alternativos -sustenhble y escala humana- y el pensamiento complejo. Caracterizccin sincrnica que visualiza diversidad de modelos de intervencin familiar, que de por s re-fieren y requieren flexibilidad, procesos colaborativos y cocrea-cin.

    En primer trmino, los operadmes sociales asumen opciones flexibles e innovadoras para entencer el cambio, y requieren una formacin rigurosa, especializada '! continua de orden terico y metodolgico, que trascienda el us:> de la tcnica por la tcnica o el ejercicio emprico. Esta evolucnn epistemolgica y personal permite compartir programas familiares, con ms compromiso e impacto social y poltico, en algunos dilemas humanos que la sociedad del conocimiento y de la tecnologa de punta presenta como afines y convergentes: nuevas organizaciones familiares, de pareja y de parentalidad; movilidad social y exclusin e iniqui-dad en todos los rdenes .

    A tono con el paradigma moderno del conocimiento, Trabajo Social se ha caracterizado en el hemisferio hispanoparlante por sus contribuciones en contextos clnicos y en contextos no clni-cos, al proponer una mirada integral de los sistemas humanos y lo que ello conlleva en trminos de la concepcin bio-psicoso-cial-juridica-espiritual, que recoge los elementos fundamentales de la profesin y los potencia a mbitos colaborativos. Eviden-ciando, siempre, la diversidad en todos los rdenes y la. relacin dialctica entre familia y gnero como construccin social.

    El Trabajo Social familiar adopta retos especficos:

    Configurar modelos cualitativos de investigacin y accin social, para comprender la dinmica interacciona!. Algunos son de potestad del traba.jo social familiar: genograma, eco-mapa, ma~a de redes, visita domiciliaria, socio-diagnstico. Otros son onvalidados desde discursos pares: modelo cir-cumplejo df Olson, APGAR familiar, historias de vida, obser-vacin participante, taller reflexivo, psicoeducacin, lbum familiar, un 1da e:n la vida de . .. metfora, psicometra, etno-grafa, entre 'otro:s.

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  • Comprende r de manera holstica los procesos de atencin a la familia contempornea, en su complejidad, asumien-do una perspectiva integral de su naturaleza multidiscipli-naria y diversa. As son entendidos los sistemas humanos, especialmente la familia y sus miembros, como eje central de la accin social de los profesionales vinculados al desa-rrollo humano, tanto en su especificidad como en la inte-raccin con otras reas del conocimiento.

    En el marco del enfoque de derechos, de los lineamientos de polticas pblicas integrales y promocionales, para atender los convenios y tratados internacionales de proteccin a la niez, la juventud y la familia como un todo, el ejercicio de Trabajo Social es necesario, importante y polivalente . Es una realidad de competencia profesional, que requiere coo-peraciones multidisciplinarias, para generar acciones indi-viduales, familiares y comunitarias de convergencia.

    Los temas transversales que ataen a gnero, etnia y a las familias no slo requieren conocimientos ajustados a la rea-lidad y un apoyo tcnico que proporcione diagnsticos vigen-tes, sino tambin una base consensual poltica mnima para la aplicacin de las polticas pblicas. Bajo la tica civil, el profesional asume adems un papel de veedor cvico, ciu-dadano y profesional en todos los asuntos de su compe-tencia.

    El cambio, cualquiera sea su naturaleza, no obra desde el profesional, sino que ste es un mediador en la relacin de ayuda. Esto introduce la propuesta y el debate de acoger el trmino de interaccin en reemplazo de intervencin. Habi-da cuenta de que es un proceso que implica modificaciones cognitivas y cosmovisiones d ferentes del mundo y de los dilemas humanos.

    Propiciar espacios de reflexin sobre los paradigmas contem-porneos cibernticos, sistmicos, constructivistas y complejos en familia, que se plasman en disyuntivas ante las eventualidades del siglo de la incertidumbre, de provocacin permanente, bajo la gida de los principios tico-polticos y el trabajo multidiscipli-nario, genera mltiples opciones de abordajes socio-familiares en contextos clnicos y en contextos no clnicos.

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    De esta manera, la intervencin familiar es entendida como una mediacin en la cocreacin entre eljlos profesional/ es y los sistemas atendidos, con el fin de e:ipandir las acciones, las cog-niciones, los territorios afectivos y bs recursos alternativos. Im-plica maniobrar en las pautas de re.acin y en las transacciones con las instituciones que normalizan la vida social, enfocando las interacciones corno conversaciones en torno a la historia fa-miliar y su relacin con la cultura.

    Finalmente, ngela Mara Quintero convoca a que sean estu-diadas las investigaciones de las unidades acadmicas de Tra-bajo Social en Colombia, que susten:an por s solas el crecimiento exponencial de la accin social en familia y la colaboracin de las reas del conocimiento. Son estudios que refrendan la argumen-tacin y validez cientfica de la inter y transdisciplinariedad y fa-milia. Fundamentalmente, los anlisis disciplinarios en las Universidades de Antioquia, Caldas, Valle y La Salle precisan las rutas metodolgicas para que, en distintos auditorios, reflexione-mos desde la argumentacin y la sustentacin interpretativa com-pleja y sociocrtica, trascendiendo el enfoque emprico-analtico y los modelos positivistas basados en la opinin, el sistema de creencias individual, la ideologa y slo en el dato observable y verificable.

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