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Vallecaucano de Investigaciones Científicas INCIVA y …admin.banrepcultural.org/sites/default/files/adjunto-minisitios/... · • Apreciar los mitos como un patrimonio inmaterial

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Material didáctico elaborado por la Oficina de Servicios Educativos del Museo del Oro del Banco de la República (Bogotá) y Ana María González Galvis, con la colaboración del filósofo, etnógrafo y poeta Fernando Urbina y la bióloga Claudia Campos. Las ilustraciones de animales son de Juan Manuel Ramírez. Nuestro agradecimiento a la Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales del Banco de la República, al Instituto Vallecaucano de Investigaciones Científicas INCIVA y a la Asociación Artística Totolincho.

© 2006, Banco de la República de Colombia.

Usted puede reproducir este material exclusivamente para uso educativo sin finalidad comercial, citando la fuente completa y al Banco de la República de Colombia.

Apreciados Maestros y Maestras:

Hace 3.000 años, en las colinas de Calima, al norte de Cali, las comunidades indígenas iniciaron el desarrollo de un arte que captura nuestra atención: en sus recipientes de cerámica, probablemente de uso sagrado, representaron animales escogidos de su entorno, hombres-serpientes y hombres-canastos que hoy podemos interpretar como pensadores o chamanes. El Museo del Oro del Banco de la República preserva muchos de estos objetos extraordinarios, pero los contenidos míticos que los originaron se perdieron en el tiempo.

Como en una figura literaria, esta maleta didáctica yuxtapone los animales característicos de tres períodos del pasado arqueológico de Calima con los animales míticos que los actuales indígenas uitotos de la Amazonia colombiana mantienen vivos en sus tradiciones orales. El patrimonio material se une así con el inmaterial: numerosas coincidencias —en la escogencia de los animales, por ejemplo— hacen que el uno nos ayude a pensar al otro.

La maleta compara estos saberes, además, con la visión de la biología contemporánea. Se obtiene así un material didáctico que sirve a la vez a los maestros de sociales, biología y español y literatura.

Las ciencias sociales, por ejemplo, destacarán que Colombia tiene un pasado milenario y una rica diversidad: hoy se hablan en nuestro país 64 lenguas indígenas, y en cada rincón del país descubrimos tradiciones que encierran conocimientos y experiencias que no podemos desechar en aras de una mal entendida modernidad. La Constitución nacional nos invita a convivir en un país pluriétnico y multicultural.

Para el área de lenguaje, y desde el jardín infantil a la universidad, la maleta ofrece numerosos mitos indígenas. En particular el de La mujer jaguar y el Cerbatanero, en dos versiones, corta y larga. También el del origen de la agricultura según los makunas, y otros de todo el país en el libro Sueños con jaguares. Así, no solamente promueve la lectura al aportar materiales interesantes y novedosos, sino que fomenta la expresión y la creación a partir de lo investigado y aprendido.

El maestro de biología, por su parte, encontrará descripciones muy precisas de distintos animales colombianos, pero sobre todo tendrá la oportunidad de hacer una clase tan entretenida e interesante, que le servirá de introducción y motivación para el trabajo del año entero.

Para el Banco de la República es un gusto ofrecer, en 28 ciudades de nuestro país, una aproximación a su Museo del Oro a través de la maleta didáctica Calima: narraciones indígenas, animales míticos.

Cordial saludo,

Clara Isabel Botero

Directora Museo del Oro – Banco de la República

2006

En la región Calima, al norte de Cali, las colinas tienen las marcas de una larga e importante historia de poblamiento prehispánico. Allí se sucedieron durante milenios sociedades que nos legaron maravillosos vestigios de su forma de vida. La gente del período Ilama, hace 3.000 años, se destacó por su cerámica, y la del Ilama, entre el año 200 antes y el 1.200 después de Cristo, por los vistosos objetos de orfebrería con que adornaba a sus jefes. Las sociedades del período Sonso, numerosas y con una gran producción de recursos, enfrentaron la conquista europea.

Muchas de las sociedades indígenas colombianas se encuentran en un interesante proceso de recuperación cultural. Sus tradiciones conservan una muy larga experiencia y los conocimientos derivados de su estrecho contacto con el medio ambiente. Al acercarnos a las narraciones míticas de los actuales indígenas estamos apoyando su derecho a mantener una cultura y forma de vida diferentes —dentro de un país que se enorgullece de su riqueza pluriétnica y multicultural—, aprendemos de su respeto por la naturaleza y podemos imaginar en alguna medida cómo serían las sociedades del pasado que nos legaron sus objetos, pero cuya tradición oral se perdió para siempre.

¿Qué es una alcarraza? En el suroccidente de Colombia, desde hace por lo menos 3.000 años, fue común el uso de recipientes con dos picos tubulares unidos por una asa. Elaborados en cerámica, con frecuencia están hechos con esmero y toman formas de animales o de otros temas escultóricos.

Se utilizaron para beber líquidos, probablemente en circunstancias rituales.

Para llenarlos era necesario sumergirlos entre un gran recipiente lleno de líquido: este entraba por uno de los picos mientras el aire salía por el otro. En algunas alcarrazas uno de los orificios se reemplazó por un silbato: silbaban al recibir el líquido sagrado.

Alcarraza del período Ilama hallada en Restrepo, Valle del Cauca (alto: 23.7 cm).

OBJETIVOS

Maleta didáctica “Calima: narraciones indígenas, animales míticos”

Esta maleta didáctica que propone el Museo del Oro del Banco de la República está llena de vida: es un conjunto de exploraciones, lecturas y juegos sobre los animales americanos y los mitos indígenas, con lo que esperamos que los estudiantes avancen en su propia búsqueda de conocimiento sobre el pasado de Colombia y, más aún, sobre la cultura y el medioambiente donde ellos mismos viven hoy en día.

Las actividades diseñadas y propuestas en esta maleta permitirán a los estudiantes:

• Apreciar los mitos como un patrimonio inmaterial de nuestra cultura. Valorarlos al igual que elpatrimonio arqueológico y el ecológico, como riquezas que debemos conocer, respetar ytransmitir a las generaciones futuras.

• Valorar la literatura en general como un elemento de disfrute y fuente de experiencias que leda calidad a nuestra vida.

• Aprender a leer, no sólo textos, sino objetos de cultura material como documentos paraconstruir hipótesis, adquirir y afianzar un conocimiento nuevo, tal como lo hacen el arqueólogoy el visitante de museos.

• Aprovechar el deseo que tienen los niños por investigar sobre animales para crear un interéspor la diversidad biológica de Colombia, de la mano del armadillo y el jaguar, y motivar a losescolares para interesarse por la biología.

• Reconocerse como un ser vivo que comparte algunas características con otros seres vivos yque se relaciona con ellos en un entorno (biológico pero también cultural) donde todos nosdesarrollamos. Acercarse a la ecología de la mano de los grupos indígenas del pasado y delpresente de nuestro país.

• Poder presentar las sociedades indígenas del pasado prehispánico de Colombia en general, yen particular aquellas que en diferentes periodos de la historia habitaron en la región Calima.

• Ejercer la creatividad como aproximación a la investigación y como expresión y afirmación dela identidad individual.

• Comprender que cuidar los objetos de la maleta (para que no se pierdan o se deterioren) esparte del cuidado que debemos darle al patrimonio cultural de Colombia.

La maleta puede usarse desde el jardín infantil a la universidad y en las áreas de español y literatura, sociales y biología. Usted, el maestro o maestra, deberá escoger y adaptar la actividad que más convenga, según el grado y los intereses de sus alumnos, y de acuerdo con sus propios objetivos.

Esta cartilla se encuentra en Internet: http://www.banrepcultural.org

¡Feliz experiencia!

CONTENIDO

¿Qué contiene la maleta?

• El material que usted está leyendo, al que nos referiremos como “la cartilla” para los docentes.En ella encontrará objetivos, actividades y anexos.

• Fragmentos originales calima y réplicas de cerámica y metal, según un inventario gráfico queacompaña la maleta.

• Tarjetas plastificadas, una por cada objeto.

• 8 tarjetones laminados “La Mujer-Jaguar y el Cerbatanero”.

• CD de audio con las narraciones de los mitos.

• Libro de Isabel Crooke Ellison: “Sueños con jaguares. Mitos y cuentos de los indígenascolombianos”, Intermedio, Bogotá, 2004.

• 6 ejemplares del libro ilustrado “Animales míticos”

• 7 tableros del juego “El animal en el mundo Calima”

• 36 cartas del juego “El animal en el mundo Calima”

• Catálogo “Patrimonio inmaterial” del Instituto Colombiano de Antropología e Historia.

• Videos:

- “El animal en el mundo Calima”

- “El baile del muñeco”

La maleta contiene parte del patrimonio calima. Enseñar el cuidado debido a estos objetos, es enseñar a cuidar el patrimonio de todos los colombianos.

ACTIVIDADES

Actividades de la maleta

Las distintas actividades sugeridas han sido diseñadas con el propósito de desarrollar habilidades, conocimientos y valores en estudiantes de todos los niveles.

• Ver un video

• Los objetos y sus poderes

• Narraciones indígenas

• Animales míticos: ¡inventa tu historia!

• Como dice el dicho...

• El juego “El animal en el mundo Calima”

Las maletas didácticas del Museo del Oro han sido desarrolladas para promover en los estudiantes un mejor acercamiento a los objetos y a los temas del mundo que los rodea, desde una mirada constructivista de exploración e investigación donde —tanto en un proceso individual como de trabajo en grupo— el estudiante conoce, se apropia y transforma el conocimiento. Es justamente el mismo proceso que deseamos que los visitantes apliquen en el museo: lo invitamos a complementar estas actividades propuestas con la visita a un museo de su ciudad.

En los anexos usted encontrará los siguientes documentos:

• ¿Cómo se comenta un texto?: propuesta metodológica. A partir del libro de Alberto LorenteLloret “Cómo se comenta un texto en los niveles de BUP y COU”, le proponemos unametodología clara y sencilla para comentar cualquier tipo de texto.

• Los animales y sus características biológicas. Aquí encontrará una detallada explicación delas características de cada uno de los animales que acompañan la maleta.

• Yiba y Yavira: una historia makuna sobre el origen de la agricultura. Narración de un mitode los makunas, indígenas actuales de la región del Vaupés.

• El animal y su relación con el hombre. Reflexión sobre la intensa relación que los indígenasde Calima forjaron con la naturaleza.

• La arqueología del Valle del Cauca. Una mirada general a la historia desde el poblamientodel territorio Calima hasta el día de hoy.

• Jirayauma: la versión larga del mito del La mujer–Jaguar y el Cerbatanero relatado por donJosé Octavio García y recopilado por Fernando Urbina Rangel.

Veamos más en detalle en qué consisten las actividades.

ACTIVIDADES

Situación: Imágenes y sonidos impactan la mente del joven y la llenan de experiencias, como un viaje donde se descubren paisajes, personas y objetos. Este bagaje interactúa con las actividades de la maleta y permite construir nuevas imágenes, contextos y conocimientos.

Reseña: “El animal en el mundo Calima” (14 minutos)

En la zona arqueológica Calima, los orfebres y alfareros de los períodos Ilama y Yotoco representaron numerosos animales de su medio circundante que tenían gran importancia dentro del ritual y el mito. Los jaguares, cóndores, serpientes, murciélagos y demás animales del día y la noche simbolizaron poderes y facultades deseados por los chamanes. En el período Sonso, ya hacia el final de la historia prehispánica, se han talado los bosques y el hombre pierde el contacto estrecho con los animales.

Realizador: Museo del Oro.

V-239

Reseña: “EL baile del muñeco” (54 minutos)

Al igual que otras comunidades indígenas del Amazonas colombiano, los yucuna de Puerto Córdoba, Amerú, preparan un ritual ancestral que les permitirá afianzar los lazos al interior de su comunidad y mantener antiguas tradiciones vivas en su memoria como parte de un renovado esfuerzo de autodeterminación cultural. Pero esta vez el evento tiene un ingrediente adicional: el equipo documentalista toma parte activa y se integra a otro ritual. El encuentro de dos culturas se convierte en hilo narrativo desencadenando sorpresivos intercambios.

Este documental de carácter etnográfico coproducido y correalizado con la propia comunidad es un ejemplo de cómo el derecho a controlar las imágenes de los pueblos indígenas ha significado un profundo cambio en los modos en que estas imágenes se producen y en cómo se presentan públicamente. Los documentalistas reflexivos saben que la tensión entre sus intenciones y las de los sujetos filmados o grabados hacen parte de un fenómeno más general de crisis de la representación occidental. Esta crisis ha deslegitimado las viejas relaciones entre autores y sujetos documentados, forzando saludablemente a transformar las narrativas audiovisuales.

Realizador: Pablo Mora Calderón

Ver un video

DOCUMENTAL: imágenes y sonidos tomados de la realidad, que transportan y cautivan los sentidos.

ACTIVIDADES

Los objetos ysus poderes

PATRIMONIO: aquello que me es propio, que me identifica y que debo conocer,

apreciar y proteger.

Situación: Sus estudiantes participan en una exploración y descubrimiento de un objeto arqueológico o actual, y —como un arqueólogo— deben desarrollar un método de análisis.

Duración: 90 minutos.

Objetivo: Aprender a mirar objetos y descubrir que éstos comparten su información con quien los sabe interrogar. Sus estudiantes se hacen preguntas, generan hipótesis, contrastan su saber con lo que saben otras personas: los biólogos, los arqueólogos y sus propios compañeros de clase. Practican la lectura comprensiva y la expresión oral. Al final montan una exposición del Museo del Oro en el salón de clases y de esa forma aprenden a disfrutar los museos. Necesita:

- Los objetos originales y réplicas de la maleta.

- Las tarjetas de cada objeto.

- La tarjeta del maestro.

- Un mapa de Colombia (opcional).

Cómo desarrollar la actividad:

• Los estudiantes se organizan en tantos grupos como objetos tiene la maleta.

• El maestro saca y —en forma muy ritual, con mucho cuidado y respeto— entrega uno (sinla tarjeta) a cada grupo. Luego lee para todos y escribe en el tablero las preguntas de latarjeta de preguntas generales (Tarjeta para el maestro).

• Los estudiantes se interrogan por el objeto que tienen en sus manos, intercambian ideas,opiniones y dan respuesta a las preguntas generales (5 minutos).

• Entretanto el maestro organiza unas mesas donde más adelante los objetos formarán porunos minutos una exposición, un museo.

• El maestro distribuye a los grupos las tarjetas correspondientes a cada objeto.

• Los estudiantes, en cada grupo, leen la tarjeta y confrontan sus hipótesis con la opinión delos arqueólogos y los biólogos sobre el objeto (5 minutos).

• Cada grupo nombra un vocero. Uno a uno cada vocero muestra a sus compañeros elobjeto que investigó su grupo y explica en voz alta (sin leer la tarjeta) para toda la clasetanto lo que pensaron primero como lo que sucedió al enfrentar ese saber con el contenidode la tarjeta. Finalmente, deja el objeto sobre la mesa, formando parte de una exposición.

• Al final, los estudiantes se acercan (por grupos, si es necesario) para mirar con más detallela exposición sobre la mesa. Pueden tocar los objetos con respeto y cuidado.

• La exposición sirve de inventario para volver a guardar los objetos dentro de la maleta.

ACTIVIDADES

Estas son las Preguntas generales que conviene escribir en el tablero:

• ¿Este es un objeto arqueológico o una copia hecha hace poco?

• ¿Para qué crees que lo usaron los indígenas prehispánicos? ¿Cómo lo usarían?

• ¿Quién está representado en este objeto? ¿Un animal?, ¿un hombre?

• ¿Por cuáles poderes es reconocido este animal?

Las Tarjetas de objetos contienen tres tipos de información:

• Una foto y datos de identificación del objeto: función, procedencia, fecha, etc.

• Una pregunta o comentario que acerca el objeto a la experiencia personal de cada estudiante.

• Un texto con información biológica que luego le servirá al estudiante para argumentar sushistorias, y que acompaña al objeto en la exposición. La información completa la puedeencontrar en el Anexo 2

Recuerde: el aprendizaje memorístico de fechas, medidas y otros datos no aporta nada. Estos datos que aportan las tarjetas apoyan, en cambio, la investigación y la imaginación que deben conducir a la apropiación, creación y expresión. Fomente en este ejercicio las ideas nuevas, las conexiones con la experiencia de cada uno, la buena comunicación y el placer del descubrimiento.

ACTIVIDADES

Narraciones indígenas TRADICIÓN ORAL: conjunto de representaciones

colectivas elaboradas por una cultura a través del tiempo y transmitidas verbalmente de generación en generación1

“Más que ociosa fantasía, el mito es ante todo un ingrediente indispensable en toda cultura: el mito expresa, da bríos y codifica el credo, salvaguarda y refuerza la moralidad, responde

de la eficacia del ritual y contiene reglas prácticas para la guía del hombre”

Bronislaw Malinowski, “Magia, ciencia y religión”

Situación: Sus estudiantes van a sumergirse en el mundo de los mitos, atravesando las fronteras de lo fantástico para entender estas narraciones no como historias artificiales o falsas que dan cuenta de hechos inverosímiles, sino como relatos que explican el origen de todo lo que hay en el Mundo y que condensan el saber de las comunidades indígenas.

Mito: Narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes de carácter divino o heroico. Con frecuencia interpreta el origen del mundo o grandes acontecimientos de la humanidad2.

Leyenda: Relación de sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que de históricos o verdaderos3.

Duración: 90 minutos

Objetivo: Con la lectura de mitos de otra cultura, sus estudiantes comprenden que las personas tienen diversas formas de comunicarse y de explicar el mundo. El placer de la lectura está en conocer mundos y modos de pensar diferentes que me hacen pensar en mi propia identidad. Necesita:

- 8 tarjetones “La Mujer-Jaguar y el Cerbatanero”.

- CD de audio “La Mujer-Jaguar y el Cerbatanero” (30 minutos) y reproductor de CD. El CDcontiene, además de la narración del mito, pistas instrumentales que ilustran musicalmentelos distintos animales. El primer texto (epígrafe) es poético y muy evocador.

- Mapa de Colombia (opcional).

Cómo desarrollar la actividad:

• Los estudiantes se organizan en ocho grupos.• El maestro les hace escuchar las dos primeras pistas del CD “La Mujer-Jaguar y el

Cerbatanero” para ambientar la actividad en las selvas del Vaupés Colombiano. Losestudiantes escucharán los sonidos y luego deberán adivinar a qué animal se refieren(aves). Luego escucharán con respeto el Epígrafe para captar su sentido poético.

1 Galindo Mauricio, García Carlos A, Valencia Jorge, “Mitos y leyendas de Colombia: tradición oral indígena y campesina”, Intermedio Editores, Bogotá, 2003 p.19. 2 Real Academia de la Lengua Española. 3 Real Academia de la Lengua Española.

ACTIVIDADES

• El maestro distribuye entonces a cada grupo un tarjetón con un fragmento del mito “LaMujer-Jaguar y el Cerbatanero”.

• Cada grupo lee y analiza su tarjetón tratando de entender todas las palabras y el sentidode la narración.

• Cada grupo nombra un relator.• El relator del primer tarjetón “Llegando de la chagra” resume e introduce para toda la clase

el fragmento del mito que le correspondió a su grupo.• El maestro hace escuchar la pista correspondiente en el CD “La Mujer-Jaguar y el

Cerbatanero”.• Así se continúa hasta terminar el mito. Según la disponibilidad de tiempo, el maestro hará

escuchar o no las pistas musicales, que le dan diversidad y ambiente selvático a la clase.

Usted encontrará más mitos en el Anexo 3 de esta cartilla y en el libro “Sueños con jaguares” que se incluye en la maleta.

ACTIVIDADES

Animales míticos ¡Inventa tu historia!

CREATIVIDAD: actitud o capacidad de las personas para formar combinaciones donde relacionan o reestructuran

elementos de la realidad, logrando productos, ideas o resultados a la vez originales y valiosos.

Situación: Como inventor de historias, el escritor se inspira bien sea de la realidad o de la ficción para crear mundos maravillosos. Sus estudiantes toman el papel del creador de mitos, inspirándose en imágenes de animales fantásticos que ellos mismos recrean.

Duración: 45 minutos

Objetivo: En esta actividad sus estudiantes hacen la labor del escritor que narra una historia con sus palabras. Ponen en acción su conocimiento sobre los animales, le dan sentido a lo que ven, generan ideas alrededor de lo visto y producen textos que expresan ideas originales4. Necesita:

- El libro ilustrado “Animales míticos”.

- Lápiz y papel.

- El Anexo 2.

Cómo desarrollar la actividad:

Es indispensable que el maestro conozca el Anexo 2: allí encontrará toda la información sobre los animales. Le sugerimos realizar antes la primera actividad “Los objetos y sus poderes”.

• Organice a los estudiantes en 6 grupos.

• El maestro les entrega un libro ilustrado “Animales míticos” a cada uno.

• El grupo se pone de acuerdo y, combinando distintas partes, crea un animal mítico que leservirá de inspiración para la historia que va a escribir.

• Individualmente cada estudianteescribe una historia maravillosasobre el animal que inventó ¡Noolvides ser creativo!

4 Competencia Interpretativa: Implica comprender el sentido de un texto, entendido como un tejido complejo de significación. Básicamente es responder a la pregunta ¿qué dice el texto?

Competencia Argumentativa: Consiste en hacer explícitas las razones y motivos que dan cuenta del sentido de una situación, de un texto o de un contexto específico. Aquí la pregunta que se debe responder es ¿porqué el texto dice eso?

Competencia Propositiva: Es una actuación crítica y creativa, caracterizada por plantear opciones o alternativas de solución a las problemáticas suscitadas por una situación o explicitadas en un texto. Aquí se trata de ir más allá del texto.

ACTIVIDADES

Estas son algunas preguntas que pueden hacerse para contar su historia:

• ¿Cómo se llama este animal? ¿En dónde vive?

• ¿Cuál es su labor en la tierra?

• ¿Cuáles son sus características biológicas?

• ¿Qué poderes puede sugerirle a los humanos según sus características biológicas?

¡Inventa tu historia! Puede tener la forma de un informe biológico o de un mito indígena.

ACTIVIDADES

Como dice el dicho.... ADAGIO: breve sentencia que expresa pensamientos de contenido moral, un consejo

o una enseñanza.

Situación: En el mundo animal muchos comportamientos nos recuerdan los de los seres humanos. ¡No te dejes confundir!, no siempre son los hombres los que salen perdiendo cuando les dicen ¡no sea animal!

Duración: 45 minutos.

Objetivo: Reconocer aspectos de nuestra cultura y tradición a partir de dichos y símiles divertidos con los cuales se da un uso simbólico a los animales en el mundo occidental moderno, comparando el comportamiento animal y el humano.

Cómo desarrollar la actividad:

El maestro puede realizar la actividad desde el tablero o distribuyendo las palabras y expresiones a distintos grupos para que las analicen y luego compartan con la clase su reflexión.

1. La siguiente lista comprende animales cuyo comportamiento tipifica el de algunos individuos;averigua qué tipo de comportamiento están representando:

Gallina

Bestia

Animal

Sardina

Sapo

Burro

Asno

Loro

Gorila

Cerdo

Tigresa

Mula

Mico

Lobo

Mono

Zorro

Fiera

Pantera

Vaca

Rata

Lagarto

Gallinazo

Leona

Tortuga

Arpía

Camaleón

Avestruz

Morsa

2. Averigua qué queremos decir cuando decimos las siguientes expresiones:

- Le fue como a los perros en misa

- Es un nido de culebras

- Tiene ojos de lince

- Salta como una gacela

ACTIVIDADES

- Corre más que una liebre

- Tiene lengua de víbora

- Tiene piernas de mirla

- Es más agarrador que un pulpo

- Va para atrás como el cangrejo

- Qué oso

- Comer pavo

- Canta como un ruiseñor

- Puso ojos de ternero

- Está loca como una cabra

- Estar mosca

- Qué camello

- Más lento que una tortuga

- Camina como loro en techo caliente

- Hijo de tigre sale pintado

ACTIVIDADES

Objetivo: Jugando por el saber sobre los animales del continente americano, sus estudiantes se entrenarán en seguir secuencias explicativas, en entender instrucciones, en obedecer las reglas del juego y en respetar las normas de convivencia.

Duración: 45 min.

INSTRUCCIONES DEL JUEGO

Contenido: En el salón de clase usted debe usar un solo paquete de 36 cartas y un tablero por cada 6 estudiantes. Estos elementos son prestados y deberán devolverse completos y en buen estado. Edad: 8 años en adelante

Jugadores: 2 a 6

Apreciado profesor, para obtener una experiencia que le será muy útil, juegue “El animal en el mundo Calima” antes de llevarlo al salón de clase.

OBJETIVOS:

El objetivo del juego es conocer acerca del mundo mítico de las sociedades que habitaron la región Calima y en particular sobre el simbolismo y características biológicas de los animales. El juego consiste en completar el mayor número de series. Cada serie se forma por dos o más cartas. Las cartas se ganan contestando acertadamente la pregunta que cada una de ellas contiene.

RECOMENDACIÓN

La mayoría de las preguntas pueden contestarse observando cuidadosamente la ilustración que aparece en el tablero-afiche.

EL TABLERO Y LAS CARTAS

El tablero se compone de dos partes: un borde o cenefa con representaciones de animales tanto en cerámica como en oro y una parte central en donde aparecen, en su hábitat natural, los animales diurnos, del lado en que se encuentra el sol y los animales nocturnos, del lado de la luna. En el medio se aprecia una ceremonia.

Separe las cartas en dos clases. Las de la clase A o cabeza de serie dan 2 puntos. No están numeradas y representan un animal en su estado natural. En la parte inferior aparecen varios números encerrados entre paréntesis que corresponden a las cartas que forman la serie de ese animal.

El animal enel mundo Calima

JUGAR: es divertirse creando situaciones imaginarias que son fuentes de motivación, promueven el desarrollo

intelectual y facilitan el aprendizaje.

ACTIVIDADES

Las cartas de clase B dan un punto. Están numeradas en la parte superior derecha y su imagen es la de un animal como fue representado en objetos arqueológicos de oro o cerámica. Esta imagen aparece, con frecuencia, como una silueta punteada. La figura completa se observa (con el mismo número) en la cenefa del afiche. La franja verde oscura señala el uso, material y periodo arqueológico de cada objeto.

PUNTAJE

1. Cada carta de clase A o cabeza de serie da 2 puntos.

2. Cada carta de la clase B tiene además un valor de 1 punto.

3. Adicionalmente, cada serie completa da 2 puntos.

¡A jugar!

1. El maestro conserva los dos grupos de cartas. Las cartas cabeza de serie A se ponenboca abajo en un montón. Las de clase B se ordenan numéricamente.

2. Se divide el salón en grupos de a seis estudiantes y se entrega a cada grupo un afiche. Sedefine el orden en que jugarán.

3. Un jugador del grupo 1 escoge al azar una carta cabeza de serie (A) y se la entrega, sinmirarla, al profesor para que lea el título, la pregunta y las posibles respuestas en voz alta.El grupo 1 deberá responder expresando el contenido de la respuesta. Es importante queantes de contestar, el grupo esté de acuerdo con la respuesta definitiva. NO SE VALE UNASEGUNDA RESPUESTA EN UN MISMO TURNO.

4. Si la respuesta es acertada el maestro lee el “Sabías que...” y entrega la carta al grupo.

5. Si la respuesta no es acertada, el grupo siguiente tiene la oportunidad de responder (y sifalla, el siguiente), pero el maestro no relee la tarjeta.

6. De esta forma se continúa con cada grupo.

7. Una vez haya obtenido una carta cabeza de serie, cada grupo podrá empezar a formar laserie correspondiente pidiendo el primer número que aparece encerrado entre paréntesis yasí sucesivamente. El maestro busca la carta de la clase B y lee el titulo, la pregunta y lasposibles respuestas. Si el grupo responde acertadamente recibe la carta.

El juego termina cuando todas las cartas han quedado en poder de los participantes.

Gana el grupo que obtenga mayor puntaje, aunque al final todos ganan conocimiento sobre el “Animal en el mundo Calima”.

PARA PROFUNDIZAR

Anexo 1

¿Cómo se comenta un texto?: propuesta metodológica 1

La Historia es la ciencia que busca el conocimiento y la interpretación del pasado. Conocer no significa acumular fechas y datos (evocar el pasado de memoria) sino preguntarse ¿por qué? Es decir, utilizar la lógica, el pensamiento.

El texto histórico es el punto concreto a partir del cual se puede dar vida a la historia. Cualquier documento escrito que permita una mejor comprensión del pasado se puede considerar como texto histórico. Los libros de literatura de hecho lo son.

CONCEPTO DE COMENTARIO:

Para comentar un texto hay que analizar la relación que mantiene con el marco histórico en el cual fue creado y sacar conclusiones de carácter objetivo.

El error más frecuente es que se trata de explicar o resumir todo el texto repitiendo o parafraseando todo lo que el texto dice. Se debe ser crítico pero no criticón: es fundamental argumentar la crítica.

PASOS PARA COMENTAR UN TEXTO:

• Lectura atenta y comprensiva del texto, es decir:

-Todas las ideas del texto quedan claras.

-Se conoce el significado de todas las palabras, teniendo en cuenta que el de algunaspalabras varía con el paso del tiempo o de una región y sociedad a otra.

-Si el texto es largo, conviene numerar los párrafos de cinco en cinco líneas con el fin defacilitar la localización de ideas.

• Clasificación de la naturaleza del texto (Hay textos susceptibles de ser comprendidos envarios de estos apartados a la vez):

-Histórico-jurídico (legislación)

-Histórico-literario (novela, memorias, cartas, poesía, teatro)

-Histórico-circunstancial (discursos, proclamas, crónicas)

-Historiográfico (con intención histórica, es decir escrito por un historiador)

• Circunstancias espacio-temporales de enunciación.

-Precisar la fecha o época en que el texto está datado (hay que tener en cuenta que eltexto pudo ser escrito en una fecha diferente a la que se refiere el relato). Si no tiene fechahabrá que detectarla en el texto con algún elemento.

-Circunstancias históricas que se relacionan directamente con el texto.

• Identificar el autor.

-Cuál es la relación del autor con el texto

1 Este método fue tomado de: LORENTE LLORET, Alberto, (1988), Cómo se comenta un texto histórico en los niveles de BUP y COU, Colección Nueva Escuela, Editorial Bruño, Madrid.

PARA PROFUNDIZAR

-Cuál es la situación del autor en su contexto histórico (no es la biografía)

-Qué papel jugó el autor en su momento (valoración del subjetivismo) ¿Cómo interpreta el autor los hechos a que el texto se refiere? ¿Cómo lo hacen otros autores?

• Destino del texto.

-Los textos pueden ser secretos o para conocimiento general, públicos o privados, personales u oficiales, nacionales o internacionales.

PARA HACER EL ANÁLISIS SE DEBE:

• Distinguir las ideas principales de las secundarias.

• Clasificar los párrafos por contenidos, poner títulos a las partes del escrito.

• Captar la relación lógica que existe entre ellos (en resumen, identificar el plan con el cual el autor escribió el texto).

• Tener en cuenta nombres, instituciones, palabras significativas que hay que identificar y definir.

• Hechos históricos a los que se alude aunque no sean los acontecimientos principales del texto.

ACTITUD CRÍTICA

No todos los textos son fidedignos y, por tanto, no deben ser tomados al pie de la letra. Hay que tomar en cuenta que todo escrito está teñido de subjetividad porque como es lógico es difícil ver objetivamente el mundo en que se vive.

El punto de partida del comentario es el contenido del texto —las ideas que lo integran, una a una; el orden lógico que las une, sus referencias al momento histórico— y no las opiniones personales sobre él.

PARA PROFUNDIZAR

Anexo 2 Los animales y sus características biológicas.

ARMADILLO NUEVE BANDAS

(Dasypus novemcinctus)

Es un animal curioso y un poco asustadizo que se adapta a vivir tanto en selvas como en bosques y áreas abiertas. Se distingue por su caparazón, que es como una armadura, compuesto por nueve bandas separadas entre sí por piel suave lo que lo hace flexible y le permite doblar el cuerpo.

Anda principalmente de noche, aunque su vista no es muy buena. Sin embargo, tiene muy desarrollado el olfato y el oído. El primero le sirve para buscar su alimento que consiste principalmente en cucarrones, hormigas, termitas, gusanos y caracoles, los que encuentra escarbando el suelo con sus largas garras y su hocico; el oído lo alerta sobre posibles peligros. Mientras busca la comida hace mucho ruido con su hocico y removiendo la hojarasca con sus erráticos movimientos. Cuando siente peligro se detiene a oler, luego corre unos metros sin rumbo fijo y para de nuevo. Puede dar grandes saltos si el peligro es cercano.

Nada bien y puede cruzar arroyos. Es un buen cavador que para vivir construye madrigueras con varias entradas. Adentro hace un nido con hojas o con pasto que carga con su cuerpo. Es solitario aunque no territorial, y sólo en una época especial del año se juntan los machos con las hembras para reproducirse. Luego de aproximadamente 70 días, la hembra tiene cuatro crías que son idénticas entre sí, ya que todas nacen de un mismo óvulo. Algunas semanas después de su nacimiento salen a comer con su madre. Los armadillos dejan a su paso, como evidencia de su presencia, la hojarasca removida y pequeños huecos cónicos en el suelo que hacen con el hocico cuando escarban por comida.

PARA PROFUNDIZAR

BÚHO

En Colombia existen 22 especies de búhos. Su tamaño varía entre 15 centímetros y casi los 60 centímetros, dependiendo de la especie. Tienen cabezas grandes, caras cubiertas de plumas que forman lo que se denomina el “disco facial” y unos grandes ojos dirigidos hacia adelante. En algunos casos las plumas de la coronilla son alargadas y forman como “orejas”. Son aves principalmente nocturnas aunque algunas especies son activas durante el día.

Cazan presas vivas: roedores, aves, culebras, pequeños mamíferos, tortugas, anfibios, peces e inclusive insectos, aunque el tipo de presa cambia dependiendo de la especie. Sus características físicas son adaptaciones importantes para conseguir el alimento: tienen muy desarrollada la visión y el oído; las plumas de las alas son suaves y amortiguan el aire, de tal forma que cuando vuelan no hacen ningún ruido y pueden localizar las presas y acercarse a ellas silenciosamente. Pueden comer presas que son dos o tres veces más pesadas que ellos. En algunos casos las desgarran con la ayuda de sus picos curvos y patas de dedos fuertes y garras muy afiladas, pero normalmente los búhos tragan a su presa entera y unas horas después de comer regurgitan bolas compactas en donde expulsan las partes que no digieren de los animales, como los huesos, la piel o las escamas de los peces.

Auque la mayoría de las especies son solitarias, algunas viven en colonias o por parejas. Ocupan diferentes hábitats dependiendo de la especie: desde áreas abiertas con poca vegetación hasta bosques y selvas, y desde zonas secas hasta muy húmedas. Algunos búhos viven en el suelo, mientras que otros son arbóreos. De estos últimos, unas especies prefieren el dosel mientras que otras permanecen en niveles más bajos para vivir ya sea sobre ramas, en huecos, o incluso en los nidos de otras aves. Los búhos que viven en el suelo pueden anidar en madrigueras hechas por ellos mismos o en medio de pastos y de raíces.

Los huevos son blancos y alargados y el número en cada postura depende de la especie. En algunos casos tanto el macho como la hembra incuban los huevos. Ambos son agresivos cuando se trata de defender sus huevos y crías. Las crías permanecen unas semanas en el nido donde son alimentadas.

Es difícil ver búhos, pero los puedes reconocer fácilmente por sus llamados o canciones. La mayoría de especies colombianas son muy poco conocidas.

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CANGREJO

Comúnmente se le da el nombre de cangrejo a dos grupos de crustáceos. Un primer grupo, los verdaderos cangrejos, se distingue por tener un caparazón o esqueleto externo que además de darle soporte, lo protege de los predadores. Al segundo grupo se le dice cangrejos ermitaños porque como carecen de exoesqueleto se recubren normalmente con conchas de moluscos que les brindan protección. A medida que crecen, los primeros mudan de esqueleto y los segundos cambian de concha. El cuerpo de los cangrejos está formado por una serie de segmentos: de sus diez patas articuladas, las dos de adelante terminan en pinzas que le sirven para alimentarse, defenderse y realizar exhibiciones de apareamiento; la cabeza, que forma una sola unidad con el tórax, tiene dos antenas sensoriales, y el abdomen bastante reducido les sirve como bolsa de cría para los huevos. Con su cuerpo achatado los cangrejos caminan de medio lado.

Hay cangrejos marinos, de agua dulce y terrestres. Los que viven en el agua tienen branquias para respirar, mientras que los de tierra tienen unas cavidades que funcionan como los pulmones. El alimento de los cangrejos depende de la especie: algunos solo comen plantas, otros, animales pequeños, otros consumen carroña y finalmente otras especies son omnívoras.

Tienen bien desarrollado el olfato y el gusto, lo que les sirve para identificar su alimento y también sus parejas para reproducirse. Algunos tienen rituales complejos de cortejo y de comunicación, en los cuales danzan con sus pinzas. Los cangrejos tienen sexos separados y los machos pelean entre sí por las hembras. De los huevos que las hembras cargan en el abdomen salen unas larvas diminutas, llamadas nauplio, que se desplazan con las mareas y corrientes y le sirven de alimento a los peces. Estas larvas permanecen en el agua entre 30 y 45 días dependiendo de la especie, para luego empezar a tomar la forma de cangrejo.

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JAGUAR

Panthera onca

El jaguar o “tigre”, es el felino más grande de América. Vive en selvas, sabanas y en algunas montañas. Se distingue por tener una silueta robusta, una cabeza grande con largos colmillos y una piel con manchas en forma de círculos o rosetas, que lo hace inconfundible. Sin embargo, algunos individuos nacen con la piel oscura y es difícil distinguirles las manchas, por lo que la gente piensa que no son jaguares. El jaguar camina tanto de día como de noche. Es un animal de poder o fuerza más que de velocidad. Puede correr rápido pero no por mucho tiempo porque se cansa. Aunque anda principalmente por el suelo, es un buen trepador de árboles y también nada muy bien. Se dice que el jaguar “pesca” de una manera muy particular: con su cola simula el ruido de un insecto cayendo en el agua, engañando así a los peces que se acercan para comérselo. Sin embargo, la especialidad del jaguar es la caza en tierra donde hace uso de sus herramientas más poderosas: sus garras y sus colmillos, además de la astucia. Entre su alimento preferido están venados, dantas, chigüiros, borugos, armadillos, micos y diversas aves. Cuando ha cazado, arrastra sus presas a un lugar escondido para comérselas allí con tranquilidad. Es difícil ver a un jaguar pero podemos saber de su presencia por las huellas y por los rasguños que hace en los árboles para marcar su territorio. Un solo jaguar vive en un área de aproximadamente 25 km2. Los machos, por lo general, no permiten la entrada de otros machos pero toleran que las hembras cacen en su territorio. El encuentro entre machos y hembras se da principalmente para reproducirse. Después de 3 meses de gestación, una hembra puede tener de 1 a 4 crías por camada, las cuales permanecen con la madre durante 18 meses. Pasado este periodo de aprendizaje, las crías abandonan a la hembra y cada una busca un territorio para vivir. Cuando su hábitat es destruido y sus presas naturales disminuyen, el jaguar empieza a comer el ganado de la gente por lo que a veces es un animal muy perseguido. Su población ha disminuido mucho, y actualmente es una especie amenazada.

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PALOMA Familia Columbidae

En Colombia viven 32 especies de palomas. En general son de cuerpos robustos, plumajes densos, cabezas pequeñas y cuellos y patas cortas. La mayoría de ellas tienen un plumaje de variados tonos suaves café o gris, algunas veces con brillos metálicos en la cabeza, cuello o espalda.

Se encuentran en casi todos los hábitats, desde bosques tropicales hasta ciudades. Hay especies solitarias y otras muy sociables que andan en grupos en los que suelen presentarse jerarquías. Hay palomas terrestres y otras arbóreas; algunas se alimentan de frutos mientras que otras lo hacen principalmente de semillas, y a través de sus excrementos dispersan semillas en los lugares donde viven. Ocasionalmente comen insectos, caracoles, gusanos, hojas, brotes y flores. Las diferencias de tamaño entre las palomas a menudo reflejan variaciones en la dieta y distribución de los recursos; así, por ejemplo, las más grandes se comen las frutas de mayor tamaño dejando las pequeñas a las de menor talla.

Cada especie tiene un canto propio y distintivo. Las palomas tienen una gran variedad de cantos y llamadas que usan para encontrar pareja, avisar sobre peligros y defender sus territorios. Algunas vocalizaciones de los machos son exclusivas para cortejar a las hembras. También realizan una gran variedad de demostraciones de cortejo, ya sea en el suelo o en el aire. En el suelo, por ejemplo, los machos de ciertas especies pueden levantar la cola, bajar la cabeza, sacudir las alas y rasguñar el suelo con sus pies, mientras que vocalizan. También se hacen demostraciones en el aire para señalar los límites territoriales.

Para algunas especies la época de reproducción está definida por la disponibilidad de comida en el hábitat donde viven. Unas palomas hacen nidos en grupo y otras anidan solas, y dependiendo de la especie los nidos son en árboles o en el suelo. Por lo general ponen de uno a dos huevos y aunque los machos pueden ayudar a incubarlos, son las hembras las que lo hacen principalmente. Los primeros días alimentan a las crías con “leche de buche” que, como su nombre lo dice, se produce en el buche de los adultos y es muy nutritiva. Las crías empiezan a volar a los pocos días de haber nacido aunque sus padres continúan alimentándolas por un tiempo más. Las palomas son alimento para aves rapaces, y sus huevos, para las culebras.

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SAPO

Los sapos son anuros, es decir, anfibios sin cola, y por lo general tienen una piel áspera y con verrugas. Entre sus características físicas se destacan por tener las patas posteriores más largas que las anteriores, el cuerpo corto y redondo, la cabeza plana y sin cuello. Es por no tener cuello que tienen que mover todo el cuerpo para poder orientar la cabeza hacia la dirección que quieren. Con su fuerte musculatura se desplazan por medio de saltos.

Los sapos presentan metamorfosis. De los huevos, depositados en el agua, salen larvas con un cuerpo rechoncho, una cola comprimida lateralmente y branquias externas para respirar bajo el agua. A los pocos días sus branquias se hacen internas y toman la forma de lo que se denomina renacuajos, estado en el que se mantienen durante semanas o meses, dependiendo de la especie. Después comienza la metamorfosis y toman la apariencia de adulto: aparecen las patas, se reducen las branquias y la cola, y se desarrollan los pulmones. Con esta forma los sapos salen del agua y solo vuelven a ella para reproducirse. La larva y el adulto tienen dietas muy diferentes: los primeros pueden comer material vegetal y animal, mientras que los adultos son carnívoros. Para esto usan su lengua que es larga y pegajosa. La mayoría de sapos carecen de dientes. Los sapos en general son excelentes depredadores de insectos y hasta de pequeños ratones, por lo cual constituyen un control natural de plagas agrícolas o de plagas asociadas a viviendas humanas.

La piel de los adultos tiene capas superficiales de células ricas en queratina, lo que hace que en la región dorsal de algunos sapos se formen unas elevaciones cónicas de la piel: las verrugas. Estas capas se vuelven rígidas y como no se ensanchan a medida que el animal crece este muda o cambia de piel. El sapo se la desprende en jirones rascándose con las patas traseras y delanteras y generalmente se la come una vez que ha caído. La piel es permeable y el animal respira a través de ella. También respiran por la boca pues su interior tiene muchos vasos sanguíneos por donde se intercambian los gases. En la piel tienen glándulas mucosas y granulosas. Las primeras producen una secreción que los protege de la deshidratación o desecación, y las segundas producen diversas secreciones tóxicas o venenosas, que les sirven de defensa contra los depredadores pues producen quemaduras en las mucosas de la boca de los animales que intentan cazarlos y comerlos.

La reproducción sucede en el agua y normalmente la fecundación es externa. La mayoría de especies una vez puestos los huevos los abandonan. Sin embargo, hay unas pocas que cuidan los huevos y a sus crías mientras que son renacuajos. El número de huevos depende de cada especie y a veces pueden ser miles. Estos están recubiertos por una mucosa que ayuda a protegerlos de sus predadores. Sin embargo, muchos de los huevos y renacuajos sirven de alimento a peces y a otros animales acuáticos.

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SERPIENTE O CULEBRA

Estos animales tienen cuerpos largos, sin patas, flexibles y cubiertos de escamas. Para moverse en la tierra usualmente se resbalan sobre su abdomen usando sus músculos. Las escamas protegen el cuerpo y evitan la pérdida de humedad. La culebra muda de piel cada cierto tiempo a medida que el animal va creciendo. Los ojos están cubiertos por escamas transparentes y no por párpados, por lo que siempre permanecen abiertos. Actúan como el lente de una cámara, capaces de enfocar según la distancia del objeto que mira.

Es común verlas sacando su delgada y bifurcada lengua para llevar los olores a un órgano sensitivo que tienen en la boca, llamado órgano de Jacobson. Así reconocen el alimento y los peligros. Ellas no tienen oídos pero a través de sus mandíbulas y la cabeza pueden sentir las vibraciones del suelo.

Las serpientes o culebras no regulan internamente su temperatura corporal, por lo que deben realizar ciertas actividades para controlarla: se ponen al sol para calentarse o a la sombra para enfriarse. Viven en casi todos los ecosistemas: desiertos, selvas, ríos, arroyos, océanos y lagos, entre otros. Algunas permanecen en el suelo o debajo de él, otras en los árboles y otras pasan la mayor parte de su vida en el agua.

Todas las culebras se alimentan de otros animales, inclusive de otras culebras. Las más pequeñas comen insectos y gusanos; otras se alimentan de caracoles, huevos, anfibios, reptiles, aves o mamíferos. Sus mandíbulas se mueven de manera independiente, lo que le permite comer presas más grandes que sus bocas y tragárselas enteras. Matan a sus presas usando dos métodos, dependiendo de la especie: unas las sofocan con su cuerpo y otras les inyectan veneno.

La cópula se realiza internamente, y el macho y la hembra juntan sus cloacas para aparearse. Los machos poseen dos penes, llamados hemipenes, que les sirven par realizar la cópula y para estimular y sostener a la hembra durante la misma, porque no tienen brazos. Las serpientes se reproducen mediante huevos, y los períodos de incubación casi siempre se prolongan por varios meses. Las serpientes pueden ser ovíparas u ovovivíparas. Las primeras ponen huevos que pueden ocultar entre la hojarasca, en troncos podridos o en otros lugares. En este caso los huevos se incuban sin la intervención de la hembra. En el caso de las serpientes ovovivíparas, los huevos son retenidos en los oviductos y los animalitos salen vivos del vientre materno. El número de crías depende de la especie y puede llegar a más de treinta.

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ZARIGÜEYA

Didelphis marsupialis

La zarigüeya es conocida en el campo también como chucha rabipelada. Este nombre se debe a que su cola no tiene pelos, a diferencia del resto del cuerpo que está cubierto por unos pelos ásperos y largos, que le dan una apariencia desgreñada. Es un animal pequeño que pesa cerca de dos kilos cuando es adulto, siendo los machos más grandes que las hembras. Muy abundante, vive tanto en hábitats naturales como intervenidos. Es solitario y principalmente nocturno aunque a veces se le puede ver en las madrugadas. En las noches, cuando se alumbra una zarigüeya con linterna, sus ojos se ven de color rojo brillante.

Anda principalmente por el suelo pero trepa bien a los árboles usando su cola prensil que le sirve de apoyo y para agarrarse. Cuando la zarigüeya es molestada sube a los árboles y si se siente amenazada emite un sonido similar a un silbido, se balancea de un lado a otro cambiando el peso sobre sus pies delanteros, y a veces orina y defeca mientras se enrolla y da vueltas sobre sí misma. Igualmente, cuando está en peligro, tiene un mecanismo de defensa muy particular: simula estar muerta.

Este animal vive en huecos de árboles o en lugares donde hay muchos bejucos, aunque a veces su madriguera está al nivel del suelo o debajo de éste, en cuevas, grietas de rocas, troncos huecos o en refugios construidos por otros animales. Sus viviendas no son permanentes y cambian de lugares constantemente. La zarigüeya tiene una dieta muy amplia y variada: vertebrados pequeños, invertebrados, carroña, frutas y néctar.

El periodo de vida de una zarigüeya es de apenas dos años, por lo que las hembras ya son maduras sexualmente a los siete meses. En la época de reproducción el macho corteja activamente a la hembra y la gestación dura solo 14 días. Ella hace un nido con hojas y pastos que carga enrollados en su cola. Una hembra puede tener dos o más camadas en un año, con un promedio de 6 crías por parto, a las que carga en un marsupio o bolsa que queda cerca de las tetillas, de donde las crías maman leche. A los 3 meses ya empiezan a alimentarse de comida sólida.

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Anexo 3

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Yiba y Yavira: una historia makuna sobre el origen de la agricultura

Hace mucho, mucho tiempo, vivía sobre la tierra un ser llamado Yiba, quien se alimentaba de frutos silvestres porque en nuestro mundo aún no se sabía cultivar. En el mundo del agua vivía por esa época una gran boa llamada Ide Jino, quien sí cultivaba yuca, plátano, ñame, chontaduro y los otros alimentos que hoy se encuentran entre nosotros los Makunas.

Lo que les voy a contar ocurrió en este mismo territorio donde vivimos los Makunas, a orillas del río Vaupés que lleva sus aguas al Amazonas.

Un día cualquiera, las cuatro hijas de Ide Jino salieron del agua en busca de los frutos del único árbol comestible que existía sobre la tierra. Yiba quedó fascinado por la belleza de las jovencitas, al punto que tramó la forma como podría retener a una de ellas para que fuera su esposa.

Yiba sabía que era difícil enamorar a alguna de ellas y por eso decidió utilizar sus poderes y convertirse en cortadera, una planta con largas cintas que cortan a quien pasa sin cuidado. Al día siguiente, cuando las jóvenes regresaron, notaron la presencia de la cortadera y cuidaron de no enredarse en ella; pero Yavira, siempre descuidada y distraída, enredó su cabello en la mata. Así fue como Yiba tomó como mujer a Yavira.

Yavira enfermó al poco tiempo por la falta de alimentos en el mundo de su esposo. Ella estaba acostumbrada a comer yuca, plátano, ñame, chontaduro y otros alimentos que cultivaba su padre, Ide Jino, la gran boa. Su vida transcurría triste y aburrida, cuando un día, estando recostada en la hamaca, le cayó la pepa de un fruto que comía una ardilla. Por curiosidad la probó y de inmediato reconoció el sabor de uno de los frutos que cultivaba su padre. Fue un golpe que le hizo tomar fuerzas para recuperarse y decidirse a visitar a su padre, Ide Jino.

Le comentó a su esposo Yiba su deseo y él decidió acompañarla. Al llegar a la orilla del río Yavira se convirtió en boa y se metió en el agua. Yiba la esperó un rato pero luego de unas horas se aburrió y se fue a casa. Yavira regresó cargada de alimentos deliciosos que naturalmente compartió con su marido. Como le gustaron tanto, éste ordenó a su esposa que pidiera a su padre, Ide Jino, las semillas de los alimentos.

Ide Jino sintió que no podía negarse a lo que pedía su hija. Sin embargo, dudó un poco pues sabía que su yerno, Yiba, era flojo, desobediente y perezoso y quizás no los cultivaría bien. A pesar de esto, le dio las semillas a su hija.

Cuando Yavira entregó las semillas a su esposo le dijo que para tener una buena cosecha su padre le aconsejaba limpiar la maleza de un terreno extenso y dejar todo preparado para que él mismo, Ide Jino, sembrara. Yiba dijo que sí. Pero mentiras, no limpió nada y la chagra, es decir, el terreno de cultivo, quedó en malas condiciones.

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Al anochecer Ide Jino fue a sembrar las semillas, pero al intentar desenrollar su enorme cuerpo de boa en el terreno no tuvo el espacio suficiente para sembrarlas. Se enojó mucho con su yerno y decidió plantar solamente las semillas de coca.

A pesar de lo ocurrido, Yiba convenció nuevamente a Yavira para que regresara a casa de su suegro a solicitar más alimentos; esta vez Ide Jino solo envió unos pescados quemados cubiertos con hojas secas. Antes de que Yavira saliera, Ide Jino le advirtió que le dijera a Yiba que no comiera del atado sino que lo sembrara alrededor de su gran casa comunal, la maloka.

Cuando Yiba recibió el mensaje se enfureció, no hizo caso y se comió todo. Al rato, enfermó de mareo y empezó a vomitar en el patio. De este vómito nacieron las primeras plantas de tabaco.

Yiba no perdía las esperanzas de que su suegro, Ide Jino, le regalara algunas semillas de alimentos bien ricos, por esto convenció otra vez a Yavira para que pidiera la semilla de yuca. Ide Jino de nuevo le mandó a decir que tumbara una chagra y que esta vez sus hijas irían a sembrar. Le advirtió además que cuando ellas fueran no podía mirarlas.

Yiba limpió la chagra y tenía la intención de no mirar a sus cuñadas; sin embargo, al escucharlas presintió que se estaban burlando de él, se enfadó y salió a reclamarles. Las mujeres desaparecieron y dejaron el cultivo sin terminar.

Yavira regañó a Yiba por lo que había hecho y se enojó muchísimo. Pensando en arreglar las cosas, él organizó una fiesta de pepas comestibles y decidió invitar a su suegro. Lo hizo porque creía que su suegro llevaría frutas y muchos ricos alimentos.

Ide Jino se negó a ir a la fiesta y de hecho no fue, pero envió a sus hijos varones para que acompañaran a las frutas, pepas y alimentos, quienes irían al baile con forma humana. Yiba, con la furia que tenía porque su suegro no había aceptado la invitación, no pensó ni por un solo momento que esas personas fueran los frutos y alimentos que tanto quería.

Yavira tuvo que atender y bailar con todos los invitados, tomando el lugar de dueña del baile y de la maloka. Al amanecer, ya aburrida de ver que su esposo era un flojo incorregible decidió irse con los invitados y dejó abandonado y a su suerte a Yiba, a la maloka y a los primeros cultivos que existieron en el mundo.

Los Makunas de hoy no somos perezosos como lo fue Yiba. Preparamos muy bien los espacios de cultivo y trabajamos con empeño para obtener los alimentos básicos para nuestra vida. Cuidamos la selva y esta es generosa con nosotros.

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Para profundizar, recomendamos leer en la Biblioteca Virtual del Banco de la República en Internet la cartilla “Makuna, la gente del agua”, de Marlene Escobar y Diego Samper (http://babel.banrepcultural.org)

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Anexo 4 Para reflexionar

Los mitos son historias con funciones sociales y rituales, que buscan guardar la memoria de los pueblos (etnohistoria) y que atesoran una forma de ver y entender el mundo (etnociencia). El mito se entiende como opuesto a lo histórico pero no a lo real. Por tratarse de tradiciones orales que se dicen en circunstancias especiales (y con frecuencia sagradas) en las comunidades indígenas, nosotros los conocemos principalmente por las transcripciones que han realizado de ellos los antropólogos y lingüistas. Así, los mitos que conocemos pertenecen a las tradiciones actuales. El único registro que existe sobre mitos prehispánicos es el de las versiones hechas por los cronistas, que con frecuencia son etnocéntricas (es decir, no podían aceptar que otras gentes y otras culturas pensaran distinto o tuvieran distintas religiones).

La especie humana se diferencia de los animales ante todo porque para vivir en sociedad produce un sinnúmero de convenciones ajenas por completo a la herencia biológica, que se transmiten de generación en generación al interior de cada grupo mediante la enseñanza y el ejemplo. Son la cultura: el conjunto de experiencias, ideales, normas, reglas de vida, conocimientos, tradiciones, lenguaje, etc., que caracterizan a cada grupo social.

No hay ni puede haber personas sin cultura. Los humanos requerimos este bagaje para suplir varias de nuestras deficiencias biológicas (no volamos pero inventamos el avión, no tenemos fauces como el león pero descubrimos el cuchillo, no resistimos el frío como el oso polar pero desarrollamos el igloo o el Dupont); además, compartir una cultura es indispensable para establecer qué está permitido y qué es correcto o indebido para la vida en conjunto (no sólo los modales en la mesa, sino qué idioma hablamos, con quienes nos podemos casar y con quienes sería pecado hacerlo, a quién obedecemos, en qué confiamos). La cultura es de tal importancia que con frecuencia la damos por hecho y se nos olvida que estamos viviendo en, para y gracias a ella, y que ella define y da forma a cada uno de los elementos que nos rodean. Todos tenemos cultura, pero cada grupo humano tiene una propia y distinta.

EL ANIMAL Y SU RELACIÓN CON EL HOMBRE

El hombre siempre ha coexistido con el animal: ambos comen, duermen y se reproducen diferenciándose únicamente por el pensamiento y el lenguaje. Con el tiempo el hombre aprendió a conocer los comportamientos, costumbres y hábitos de los animales.

Cada cultura tiene su propia concepción acerca del animal y su actitud respecto a él varía en el tiempo y en el espacio de acuerdo a factores de índole económica, sicológica, simbólica y religiosa.

Los animales se han utilizado como símbolos y con el propósito de moralizar o socializar. Algunas veces se convierten en modelos de orden, de moral y de comportamiento para los seres humanos. Aparecen entonces en los mitos y cuentos como criaturas ejemplares con atributos que los asemejan a los seres humanos. En otras ocasiones los animales representan el desorden y la forma indebida de comportamiento. Se utilizan los animales para enseñar reemplazando a las imágenes realistas en la explicación de verdades que pueden resultar embarazosas.

En la cultura occidental la unión hombre-animal ha tenido una connotación más biológica sin que ello signifique que el animal no haya sido objeto de comparaciones. No es extraño oír expresiones en nuestro quehacer diario como: "camina para atrás como los cangrejos", más rápido que una liebre", etc. También los animales se convierten en héroes y aparecen en la televisión combinados con el hombre combatiendo contra el mal ("Batman", el Hombre araña, Acuamán, etc.).

En el mundo indígena la relación hombre-animal es más intensa. En esta vida rural los pueblos rodeados por bosques que a su vez estaban poblados de animales compartían por fuerza un

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territorio con sus vecinos silvestres. No pudiendo evadir la presencia animal este comenzó a formar parte de las creencias y actitudes indígenas.

Para los indígenas, en el principio no había diferencia entre hombre y animales. Cuando vino la muerte, apareció el tiempo y los hombres quedaron por fuera de ese mundo primordial, fuente de poder. Por medio del ritual, con sus bailes, cantos y máscaras los hombres regresan a ese estado de hombre-animal que le proporciona el control del universo.

No hay línea divisoria estricta entre el hombre y el animal. Los animales se consideran esencialmente como seres dotados de todas las características del hombre con la sola excepción de su aspecto exterior. Se cree que los animales hablan, piensan, tienen alma y viven una vida organizada como los seres humanos. Incluso, para varias comunidades amazónicas los animales “en sus casas” tiene apariencia humana, pero se visten con pieles al venir entre nosotros.

Fueron muchas las razones para que el indígena representara al animal: le sirvió de alimento, le intrigó por su aspecto o lo admiró por sus poderes. El vuelo, la agudeza de la vista, la agresividad, la capacidad de camuflaje o de simular la muerte fueron cualidades que le llamaron la atención profundamente. Por ello, los animales se convirtieron en auxiliares de los chamanes y las máscaras zoomorfas le permitieron identificarse con ellos.

El águila, el cóndor, la serpiente y el jaguar fueron los animales que con mayor frecuencia se repitieron en la iconografía y cada uno de ellos tuvo un significado especial. Los primeros dominan el aire, la serpiente muda cíclicamente de piel en lo que parece ser un eterno renacer y el tercero domina y devora a todos los animales.

La representación de la fauna en la zona Calima aparece a partir del período Ilama, siendo especialmente abundante en las alcarrazas cuyo cuerpo representa al del animal. Plasmaron animales de hábitos diurnos y nocturnos como el armadillo y la zarigüeya y otros que por su aspecto atractivo o su comportamiento llamaron la atención como el búho, los monos y el pájaro carpintero. En las vasijas llamadas canasteros representaron al hombre mezclado con animales como serpientes y murciélagos que por ser de hábitos nocturnos y vivir en cueva se asociaron con la oscuridad y el mundo de la muerte.

En el período Yotoco se continúan representando micos y sapos en las alcarrazas. En el trabajo orfebre hay representaciones de animales en narigueras, orejeras, cuentas de collar y alfileres, bien sea solos o en combinación con otros animales y hombres.

En el período Sonso los patrones culturales y el medio natural cambian alejando al hombre del animal y por consiguiente desaparece esa estrecha relación y las correspondientes representaciones en cerámica y orfebrería. Hay unas pocas vasijas con figuras poco definidas como aquella que parece representar un perro mudo, especie domesticada por los indígenas.

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Anexo 5 La arqueología del Valle del Cauca

En las colinas del alto y medio río Calima y en la suela plana del río Cauca, en el Valle del Cauca, se observan vestigios de casi 9.000 años de poblamiento: antiguas viviendas, campos de cultivo, cementerios y caminos de sociedades que inicialmente fueron de cazadores-recolectores y luego de agricultores, ceramistas y orfebres. Los arqueólogos dividen esta historia en períodos que denominan Precerámico, Ilama, Yotoco-Malagana y Sonso.

Período Ilama, 1.500 a 200 a.C.

Se conoce muy poco sobre la organización social, política y económica de las sociedades que vivieron en la región Calima durante el período Ilama, en los catorce siglos anteriores al inicio de nuestra era. No es claro, por ejemplo, si utilizaron orfebrería. Sin embargo, sus representaciones artísticas sugieren la existencia de relaciones sociales de género, poder y jerarquía. Las vasijas de cerámica destacan los nexos entre los seres humanos y la naturaleza, el mundo cotidiano y el sobrenatural. El aspecto físico de las personas, sus peinados y adornos, sus funciones y actividades cotidianas, pueden verse en esas vasijas de cerámica en forma de hombres que cargan recipientes o de mujeres que amamantan a sus hijos.

Felinos, armadillos, búhos y palomas fueron animales de la región Calima que los alfareros plasmaron en representaciones realistas. Otros seres fabulosos, probablemente míticos, combinan rasgos de humano, felino, anfibio, murciélago y serpiente, tal vez con la intención de hacer propia la fuerza, audacia, fiereza y agilidad de estos animales.

Período Yotoco, 200 a.C. a 1.200 d.C. En el primer milenio de nuestra era la población aumentó en el valle de Calima. Las viviendas se construyeron sobre plataformas en las laderas, se abrieron caminos y se despejaron áreas de bosques para adecuarlas al cultivo con tecnologías de camellones elevados y canales de drenaje. Los líderes se rodearon de especialistas que les produjeron objetos suntuarios y vistosos de orfebrería y otros materiales que a su muerte los acompañaron como ajuares funerarios.

Los adornos de este ajuar hallado en una sola tumba relacionan al cacique que los usó con los felinos. En la nariguera, las placas colgantes semejan las manchas del jaguar, las prolongaciones inferiores y superiores son las extremidades del animal y la placa del centro, su rostro.

En estas sociedades el poder de los líderes probablemente no era heredado sino que debía adquirirse con el esfuerzo individual, por lo que los nuevos líderes demostraban su capacidad de convocatoria obteniendo objetos suntuarios cargados de prestigio que subrayaban su dominio económico y político. Al morir y enterrarse

con ellos, interrumpían su circulación: quien asumiera el cargo debía iniciar su propio proceso de demostración del poder.

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El oro fino se prestaba para elaborar estos adornos porque es maleable y puede ser martillado, repujado, recortado y pulido para crear objetos que juegan con el sonido y los reflejos de luz. En anillos y narigueras de la región Calima, como en la Costa Pacífica, se usó la granulación o soldadura por fusión.

Pero más allá de la tecnología es el simbolismo el que explica la importancia del metal sagrado. Eterno, brillante y amarillo, el oro está relacionado en el cosmos amerindio con el sol que renueva la vida todos los días. Al vestirse de oro, los caciques comunicaban a la comunidad que su poder propiciaba la fertilidad y la vida.

Las figuras de hombres y mujeres muestran los adornos y tocados típicos del período Yotoco-Malagana de la región Calima. Los lóbulos de las orejas se distendían para llevar orejeras en forma de carrete, de las que se suspendían grandes platos de metal. En las diademas usadas en la frente, en los pectorales, y en colgantes cuyo uso no es muy claro, se repite, uniforme y enigmático, un mismo rostro humano dorado. Es un rostro emblemático que lleva puestas una nariguera en forma de felino y orejeras en forma de carrete con colgantes. Este ícono expresaba valores, creencias e ideales de belleza y respaldaba el poder y rango de quienes lo usaban.

Parafernalia ritual

La comunidad se reúne en el ritual para expresar los lazos sociales, políticos, económicos y religiosos que la unen. Los objetos sagrados, los poporos y las máscaras, el uso de bebidas y de plantas asociadas a la divinidad, los bailes, cantos y ceremonias, marcan los momentos más importantes de la vida tanto de los individuos como del grupo social. Se llama poporos a los recipientes para guardar y llevar la cal usada en la masticación ritual de la hoja de coca. Tienen formas de figuras humanas; de animales como conchas, aves, caimanes y felinos, y de vegetales como maíces, totumos y calabazas.

Máscaras, bastones e instrumentos musicales transformaban a quienes participaban en los rituales en seres fantásticos y poderosos. Los orfebres de las sociedades del período Yotoco de Calima representaron a estos personajes enmascarados en palillos para extraer la cal de los poporos, elaborados mediante la técnica de fundición a la cera perdida.

El cementerio Malagana, 200 a.C. a 200 d.C.

En 1992, en la planicie del Valle del Cauca, un cementerio de caciques del año 200 d.C. fue objeto de destrucción y saqueo. Excavaciones arqueológicas realizadas en lugares cercanos produjeron información sobre la vida en esa época, pero el conocimiento sobre las circunstancias en que se fue formando este importante cementerio y sobre las personas enterradas en él se perdió para siempre.

En excavaciones cerca de sitios de vivienda los arqueólogos hallaron figurinas femeninas arrodilladas. Formaban parte de conjuntos de ofrendas que quizás tenían relación con la fertilidad y con la reproducción biológica y social.

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Objetos de oro y de cerámica de gran calidad y tamaño fueron frecuentes en Malagana. Parecen haber sido elaborados para ser usados únicamente como ajuares funerarios pues no presentan huellas de desgaste. Algunos difuntos fueron enterrados en el rico cementerio de Malagana con varias máscaras superpuestas: símbolos de la muerte, unas semejan calaveras; en otras, el rostro representado no tiene vida.

Período Sonso, 650 a 1.700 d.C.

En el período tardío de la región Calima cambiaron la política, la economía y la ideología de las sociedades. La población aumentó y el poder de los líderes no se manifestó ya en la posesión de objetos suntuarios, sino en el control de la producción económica. La gente continuó construyendo sus viviendas sobre plataformas y usando el sistema agrícola de campos elevados, drenados por canales.

Los sarcófagos de madera y los ajuares compuestos por elementos cotidianos de trabajo, como arpones, lanzas y dardos de palma, reflejan el cambio en el significado de los objetos materiales. En la restauración de este sarcófago, fechado por carbono 14 en 1250 d.C., fueron hallados restos de textil, madera y vegetales como semillas de algodón. Se develaron además las huellas del amarre exterior de la tapa. El material orgánico se preservó gracias a que las tumbas estuvieron inundadas con agua estancada, sin oxígeno y por ende sin vida bacteriana que pudiera deteriorarlo.

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Anexo 6

J I R A Y A U M A

Fernando Urbina Rangel [email protected]

El ser humano tiene en el animal su antagonista. El orden de la selva se aliará contra el hombre: permanente oposición al orden cultural que impone la humanidad. No obstante, en este mito actúan una serie de animales a los que podríamos denominar como «mediadores». Los extremos serían el tigre (jaguar) y el héroe (hombre). Entre ellos median los animales domesticables o que viven muy en las cercanías del territorio signado por los humanos (huerto y maloca). El caimán no entra en esta relación de buena vecindad, al ser escupido por el héroe; pertenece a otra dimensión.

Uno de los roles centrales de los héroes culturales consiste en enfrentar una categoría de seres opuestos al mundo humano, relictos indispensables y represen-tantes de las Fuerzas del mundo primigenio.

En los ámbitos primordiales no se da una diferenciación plena entre el hombre y el animal; ésta se va estableciendo de modo progresivo a medida que los humanos –hacedores-de-nostalgia– se alejan más y más de la matriz silvestre, mediante acciones que les permiten construir el mundo cultural dentro del cosmos. Nunca podrán alejarse del todo, pero ya no les será posible volver del todo, a menos que se sumerjan en la dimensión chamanística que permite en forma intermitente el regreso a lo fontal. Sólo al morir volvemos.

La función de personajes tales como Jîdobariño, no es otra que la de tratar de aniquilar a los hombres, en este caso, a los cazadores. Ella alimenta animales salvajes, pero también los devora. Es una típica «Dueña-de-bestias». Con este personaje queda muy claro el papel de dichos «Dueños» en las mitologías amerindias: son seres que al mismo tiempo que generan y protegen a los animales, imperan sobre ellos, se nutren de ellos, los usufructúan. Espléndida ima-gen para hacer inteligible el papel de las formidables Fuerzas naturales, si-multáneamente destructoras y generadoras.

Tal parece que el predador instrumental (el cazador humano) simbolizara el distanciamiento paulatino entre el mundo animal y el cultural. Entre mayor sea la distancia que medie entre el operario, unido al instrumento, y su efecto, mayor será el grado de humanidad al que se ha llegado. Un cerbatanero es un cazador que hiere de lejos; y la cultura es precisamente eso: mediación, rodeo, distancia. Anular la distancia es lo propio del sentimiento; aumentarla es el propósito del razona-miento; éste requiere la lejanía para ver, para definir.

Jîdobariño representa la Fuerza de lo silvestre. Cazará predadores humanos; morirá a manos de uno de ellos, pero queda su hija, posibilitando el eterno combate...

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Este relato junto con muchos otros fue hecho por don José Octavio García, en La Samaritana (Pto. Leguízamo, Putumayo) en el año de 1971. Octavio —en la foto— es hablante de uitoto (dialecto bue), y es hijo del gran sabedor Don José García, gente de Muinanî. Actualmente vive en Leticia.

Todo mito se inscribe dentro de un conjunto de relatos que se van engarzando hasta constituir una constelación desde la cual cada símbolo termina por develar siempre un poco más su sentido, sin poder agotarlo. Es la «máquina mitológica», la que más incentiva crear en la eterna búsqueda del sentido. Además, los mitos hacen parte a su vez de ese código inmenso que es cada cultura; es desde ella desde donde se pueden cosechar los más profundos y valederos significados de los mitos. Sólo que toda cultura está siempre incompleta. No estarlo sería ir contra la esencia misma del hombre. Lo creado siempre requiere de una nueva creación que la trate de englobar y así siempre. Con lo opuesto jamás se habría salido de la nada, o, lo que es lo mismo, del paraíso: sería en el fondo la «jartera» infinita. Por fortuna ésta no es posible.

Todo mito queda en cierta medida abierto. Nunca concluye de manera total; su trama generalmente se despliega y continúa en otros. Recordemos Las mil y una noches.

La presente versión ya cuenta con una corrección del pedregoso castellano de quien hizo el relato original.

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En ese tiempo vivía una mujer mala que tenía una hija muy bonita. Todos los hombres que se comprometían con ella, terminaban siendo víctimas de la mamá. Esa mujer se llamaba Jîdobariño1 era una temible asesina; a la hija la tenía como negocio.

Cuentan nuestros viejos que Jirayauma tenía un hermano menor. Una vez el muchacho salió de cacería y no volvió ni ese día ni al siguiente.

Jirayauma se fue en busca del joven e inexperto cazador; le seguía el rastro. Después de andar varios días, llegó a la maloca de esas mujeres. Cuando el hombre entró, encontró sola a la muchacha; le pareció tan bonita que inmediatamente le propuso amores.

Resulta que la vieja poco lo pasaba en la maloca; todos los días salía de cacería para comer, sola, pues era terriblemente golosa. Siempre llegaba por la tarde, y cuando encontraba algún hombre en la maloca, de los muchos que llegaban atraídos por la belleza de la hija, pues ahí mismo lo mataba y se lo comía. Pero con el héroe las cosas no iban a ser iguales.

Primeramente, la muchacha negó que alguien hubiera llegado allí; es que se había enamorado perdidamente de Jirayauma, tanto, que hasta llegó a revelarle el secreto (Poder) de la mamá. Así le dijo:

-Mi mamá llegará tarde y querrá comerte; en ese caso harás lo que yo te diga. Ella te ordenará que te pares en el vano de la puerta; luego, se volteará y, agachándose, te disparará un pedo. Si pretendes salvarte, cuando ella se incline, tú has de saltar y esconderte detrás de uno de los estantillos de la entrada; tan pronto ella haya terminado de disparar, debes regresar al punto donde ella te mandó parar.

Así estuvieron hablando. Cuando sintieron que la vieja se acercaba, la muchacha escondió a Jirayauma en una gran olla, cosa que con ningún pretendiente había hecho antes. Al poco rato entró la mamá diciendo, como de costumbre:

-–Por aquí huele a mi comida; por aquí percibo el aroma de mis frutas2.

Y empezó a buscar por todos lados. Entonces, al ver que la mamá ya le iba a descubrir a su enamorado, dijo:

-–Mama, ¿por qué no me dejas vivir tranquila con el hombre que ha llegado? El es cazador. El traerá carne para que tú no tengas que buscar más; así podrás permanecer tranquila en la maloca.

Jîdobariño preguntó en forma muy interesada:

–¿Y dónde está ese hombre? Quiero conocerlo.

Entonces la muchacha levantó la olla que cubría a Jirayauma; el hombre se enderezó y saludó a su suegra y le formuló el deseo de vivir con su hija. Oída la petición, la formidable anciana le contestó diciendo:

-Si quieres ser mi yerno tienes que pararte en mitad de la puerta.

El hombre ya sabía lo qué iba a pasar. Cuando Jirayauma se colocó en el vano de la puerta, la vieja se volteó para disparar su flato, pero, inmediatamente, el héroe se hizo a un lado. Entonces, el rayo disparado por la ogresa pasó de largo; tan pronto falló el disparo, el cazador se

1 El nombre de esta ogresa viene de jîdo órgano sexual femenino, vulva, vagina. El relato mismo da cuenta y razón suficiente del por qué de su nombre. 2 Con frecuencia se da la asimilación entre hombre y fruta. Una expresión corriente en las charlas rituales es decir "el hombre es como fruta", "somos frutas". Con esto se alude a una tradición que hace ver al hombre como originándose en una matriz vegetal, contraponiéndose a otras mitologías paralelas en las que prima la matriz animal.

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paró otra vez en medio de la entrada. Luego la vieja, pensando que lo había matado, se volteó a ver y mucha fue su sorpresa al encontrar al hombre todavía allí, sin ningún daño. Al ver que no lo había podido matar, pidió disculpas y le dijo:

-Ya eres mi yerno. Tú sí puedes vivir con mi hija porque fuiste capaz de burlarte de mí.

Entonces, Jirayauma comenzó en secreto la investigación sobre el paradero de su hermano.

Al día siguiente se fue de cacería, y ya por la tarde volvió con muchas y buenas piezas de monte para darle de comer a su suegra. Cuando entró en la maloca, encontró a la ogresa renegando por causa del hambre. El cazador le entregó inmediatamente las numerosas presas, las que ella devoró en un instante, quedando con la misma hambre. Siguió renegando, a pesar de que el yerno le había entregado muchos animales. Alegaba diciendo:

-A mí eso no me sirvió para nada. Mañana yo misma iré a buscar.

Resulta que ella era la Dueña-de-los-salados, esos lugares a donde muchos animales llegan a lamer el barro. De esa manera ella podía conseguir la cantidad necesaria de bestias para satisfacer su espantoso apetito. Ella convocaba a todos los animales a lamer en ese salado. Llegaba una danta y ¡tras...po!, la mataba y se la comía, de un solo bocado y ya por la tarde, repleta, regresaba a la maloca.

Jirayauma le siguió los pasos a la suegra para saber qué tanto hacía en el monte y cómo era su técnica de caza; por fin vio y supo todo. Y es que la vulva de la mujer era el salado. Ella se espernancaba y de su vagina manaban las sustancias minerales que tanto apetecen los animales del monte3.

Jirayauma había recibido el encargo de vigilar por la noche el búho de su suegra. En ocasiones era la propia vieja quien lo cuidaba, y en otros momentos era a él a quien le correspondía la tarea. Se trataba de no dejarlo hablar; cuando lo intentaba, lo espantaban. Es que la vieja no quería que la bestezuela hablara, no fuera, de pronto, a revelar la forma en que había muerto el hermano de Jirayauma. Cada vez que el bicho comenzaba a cantar, le arrojaban una bola de almidón; así dejaba de hablar. Hasta que un día, el hermano de la víctima entró en sospecha de esa tarea y dijo entre sí:

–Esta noche averiguaré por qué mi suegra no deja que el pajarraco ese hable. Despejaré ese secreto.

Entonces se alistó para esa noche. Lo primero que hizo fue infundirle un profundo sueño a las dos mujeres. Esperó un rato. Cuando ya comprobó que estaban bien dormidas, dejó que cantara el pajarraco. La bestezuela en su canto dijo:

-Del hermano

de Jirayauma

bajo la ortiga

está la cabeza.

3 Los salados son lugares barrialosos en donde afloran sustancias minerales. Son frecuentados por infinidad de especies animales que se acercan a consumir dichas sustancias. Los cazadores suelen armar en ellos sus asechanzas; pero como son sitios cargados de Poder, el frecuentarlos está sujeto a una serie de restricciones rituales, muchas de las cuales estructuran un correcto y equilibrado manejo del entorno. Estas normas han ido perdiendo vigencia dentro del paulatino abandono de la tradición estricta, contribuyendo con ello a al colapso faunístico por exceso de predación.

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Tan pronto Jirayauma escuchó la canción, lleno de furia, en lugar de arrojarle una bola de almidón, la tiró un tizón. La brasa se estrelló contra el palo en que estaba posado el búho y volaron chispas. Ese fue el origen de la candelilla4 que escribe en el aire en las noches oscuras.

Enseguida, el hombre corrió a comprobar si era cierto lo que había cantado el pájaro. Buscó la cabeza debajo de la mata de ortiga y la encontró, y no solamente halló la del hermano: había muchas más, las de toda esa juventud que la vieja había exterminado a causa de su insaciable apetencia. Luego, Jirayauma regresó al lugar donde hacía guardia habitualmente. En ese momento se despertó la ogresa y dijo:

–¿No cantó el pájaro? Yo me quedé dormida.

Entonces el hombre, solapadamente, contestó:

–No. Iba a cantar, pero no dejé que lo hiciera.

Luego la mujer volvió a quedarse dormida y el astuto héroe permaneció a su lado haciendo planes para vengar a todos esos jóvenes que murieron por causa de la angurria de su suegra. Al otro día le dijo a su mujer:

–No vayas a regresar muy pronto de la chagra porque voy a preparar el veneno para mis flechas5. No está fuerte y por eso ayer se me escaparon muchos animales.

Fue así como él se quedó solo en la maloca; pero antes de irse para la finca, la mujer regó ceniza alrededor del marido, donde éste permanecía sentado, de tal manera que dejara sus huellas marcadas en caso de cambiar de puesto. Ella le había prohibido moverse de allí.

Tan pronto se marchó la mujer de la maloca rumbo al sembradío, él se transformó en picaflor. Su suegra había salido hacía rato a cazar; convertido en pajarito voló desde la maloca, resuelto a eliminarla para tomar venganza del asesinato de su hermano. Como él sabía ya a qué lugar se encaminaba ella, se fue directo y la encontró sentada con las piernas abiertas, esperando que los animales se pusieran a su alcance para agarrarlos y tragárselos. Entonces, el hombre se ubicó frente a ella y le comenzó a disparar dardos; pero sólo logró matarla cuando una de las flechas acertó en su sexo.

Al expirar la ogresa, el cielo se encapotó y tembló la tierra. Enseguida, él hombre retiró el cuero de la cara del cadáver y de inmediato regresó a la maloca para que su mujer no cayera en cuenta de nada.

Fue así como terminó esta mujer asesina que tanta juventud había exterminado.

No obstante la treta empleada por Jirayauma, la hija supo, por causa del temblor y de la oscuridad, que la mamá había muerto. Regresó de la chagra muy triste. Cuando llegó a la maloca encontró al marido sentado en el mismo lugar en que ella lo había dejado al irse. En su mano tenía un pajarito de color azul y amarillo. Eso lo hizo con el cuero de la cara de la suegra. La avecilla tenía los colores con que la suegra se pintaba habitualmente. Al ver a su mujer dijo:

–Yo creo que mi veneno ahora sí está bueno porque pude matar este pajarito, desde aquí, cuando entró a la maloca.

Ella, con tristeza, contestó:

4 Luciérnaga. 5 La presencia de la mujer puede echar a pique el veneno, lo que implica un manejo ritual de asimilación y manejo de poder. Esa es la razón que tiene en cuenta Jirayauma; y es una razón sufi-ciente. La mujer dentro de la sistemática de los uitotos y muinanes –y en la de infinidad de culturas– está cerca de lo caótico fontal; de ahí su extrema fuerza. De no poseerla en grado sumo, no podría dar vida; pero esa misma potencia la hace peligrosa para el orden de la cultura cuyo rol el varón cree generar, manejar y pretende usufructuar prioritariamente. La preparación del veneno es un «acto cultural estrictamente masculino».

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–¿Tú no le hiciste algo a mi mamá? Porque yo creo que a ella algo le pasó.

Prestamente él alegó diciendo:

–¡Yo qué voy a saber de tu mama! Ni sé a dónde se habrá ido, ni tampoco me he movido de aquí; tan sólo me levanté a matar ese pájaro.

Entró la noche y nada que aparecía la vieja. La mujer andaba maliciosa, no le creía mucho a Jirayauma aunque él insistía sobre no saber nada acerca de la suegra; para consolarla le decía:

–Yo creo que tu mamá se ha ido muy lejos buscando cacería; no te enojes ni te pongas triste, ya llegará.

Siempre él y ella andaban con los mismos reproches y palabras hasta que, de pronto, oyeron la voz de la mamá que venía cantando, así:

–¡Hija, hija!:

mi yerno Jirayauma

flechó mi sexo.

Ya no vendré más junto a ti.

Al oír que ella venía cantando, él dijo:

–¿Cómo dijiste que yo maté a tu mamá? ¿No oyes que es ella quien viene cantando?

Enseguida, ella cambió de ánimo y se puso muy contenta. Sin embargo, pasaban y pasaban las horas y la vieja nada que llegaba. Esa voz que ellos oyeron era el espíritu de ella anunciando su muerte.

Cuando ya pasó mucho rato de espera inútil, se fueron a dormir. Entonces, la mujer abrazó al marido. No era por cariño que lo hacía; era por todo lo contrario: para que nada sospechara y para que no pudiera escaparse. Durmieron bien. Al despertar Jirayauma, se dio cuenta que estaba abrazado a un enorme tigre. De veras se asustó.

Muy despacio y con mucho sigilo se liberó del mortal abrazo y, poniendo en su lugar una cáscara de palma de chonta, salió de la maloca. Con presteza, trepó a un palo de balso que había en el patio. A medida que subía iba pelando el tronco de tal manera que el tigre no tuviera en dónde clavar las garras para subir. Estando sentado allí arriba, en la copa, oyó cuando se despertó la fiera y comenzó a morder y a desgarrar la cáscara esa. El dijo entre sí:

–¡Que tal si yo no hubiera salido, me hubiera hecho lo que le hace a la cáscara de chonta y me hubiera tragado!

Cuando la tigresa se dio cuenta de que no era su marido lo que estaba entre sus garras, salió de la maloca en busca del enemigo. Rastreó sus huellas por todos los caminos. Al no encontrar nada regresó a la maloca, pero cuando pasó junto al árbol de balso, alcanzó a ver una sombra que la luna proyectaba en la cepa del palo; la fiera se abalanzó sobre ella. Jirayauma pensó que bien pronto iba a dar con él, a causa de su sombra, y así fue.

El hombre se movía pues la tigresa mandaba zancudos y tábanos para descubrir a su enemigo6. Después de tanto arañar la sombra7, la bestia se cansó y miró hacia arriba y vio a su marido sentado en las ramas del balso. La tigresa preguntó en rugido amable8:

6 La presencia de los grandes mamíferos en la manigua va acompañada de una verdadera legión de insectos: zancudos, tábanos, garrapatas... que viven a sus expensas. Se los considera «sus servidores» o «huérfanos» (jaîenikî). 7 Es creencia muy extendida en varias culturas amazónicas que cuando un jaguar araña el rastro dejado por una persona, ésta se enferma. En este caso el rastro es la sombra, entidad que tiene una especialísima connotación entre los uitotos y muinanes. Se cree que posee una cierta

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–¿Qué haces ahí? ¡Bájate! No te serenes y ven a dormir.

La tigresa estaba fingiendo ser comedida para que Jirayauma bajara y, así, poder comérselo. Pero el hombre bien sabía lo que le podría ocurrir, aún siendo noche, si consentía en descender del árbol; por eso contestó así:

–Pues yo salí porque sentía mucho calor. Ahorita, cuando que me refresque, bajo.

La tigresa insistía. Al ver que el hombre no bajaba, resolvió subir, pero como el tronco estaba liso, se resbalaba. Entonces preguntó:

–¿Cómo subiste?

–Yo subí con la cabeza de para abajo –respondió el hombre.

Lo intentó el animal y no pudo; preguntó de nuevo cómo había hecho para trepar y el hombre le dijo:

–Yo subí de espaldas.

Así lo hizo y como tampoco pudo, volvió a preguntar y obtuvo esta respuesta:

–Yo subí de costilla.

Se propuso la bestia subir de esa manera y, desde luego, no lo consiguió. Así la estuvo engañando Jirayauma hasta que amaneció9. Cuando el sol alumbró, la mujer volvió a su estado normal. Entonces sí bajó Jirayauma y la mujer lo recibió bien y le dijo:

–Yo no te iba a hacer nada; sólo te iba a asustar.

Entraron en la maloca, pero poco después se marchó la mujer dejando al marido adentro. Alejándose un poco, ella hizo un gesto de Poder, y transformó la maloca en una gran piedra, en un gran cerro, dejando así preso al héroe por causa del asesinato de la ogresa madre, la temible Jîdobariño.

Luego de transformar la maloca en cárcel de Jirayauma, ella se fue a recorrer el mundo y ya por la tarde regresó a esa prisión y llamó a su marido. El hombre contestó cuando ella le habló. Luego de comprobar que él estaba aún vivo, se fue de nuevo a recorrer la selva. Lo que ella deseaba era que él muriera allí, encerrado. Cada vez que se acercaba a la montaña esa, cantaba así:

–El hombre Jirayauma

en la cárcel ya se pudrió.

Así venía siempre cantando y siempre preguntaba después:

autonomía. Un bello mito antropogónico de los muinanes habla de cómo el Padre Creador buscaba la manera de conformar un ser como él para que le sirviera de interlocutor. No olvidemos que en estas culturas un hombre sólo llegará a la plenitud cuando es padre, es decir cuando pueda tener al frente alguien que le responda en las charlas rituales del mambeadero. Pues bien, el dios buscaba. De pronto vio su propia sombra cuando la primera luz proyectó su cuerpo en el suelo de la primera maloca, base del primer mundo. Vio que se movía. Con ella formó al primer hombre. Comenzó a hablarle. La sombra respondía pronunciando las últimas palabras del dios. Somos, según los uitotos y muinanes, la sombra y el eco del Padre Primordial (el eco es la sombra del sonido). 8 El ronroneo de los felinos es un «rugido amable». 9 La luz solar –al igual que en la cultura occidental– trae aparejado el destierro de lo primordial, lo cual guarda estrecha relación con lo «indeterminado». El simbolismo se refiere a que en la luz diurna las cosas quedan en sus límites, es decir «definidas»; así, la extraordinaria mujer-jaguar vuelve a ser mujer normal. Entre las sombras nocturnas las cosas al difuminar sus límites, permiten retrotraer las fuerzas originales.

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–¿Guizirre?10

Y éste le contestaba, confirmándole a la mujer que aún se encontraba con vida. Sucedía todos los días de igual forma, hasta que una vez, el prisionero, que ya estaba planeando su fuga, resolvió no contestar cuando ella lo llamara. Ese día pensó la mujer que su marido por fin había muerto. Regresó como a los tres días con el ánimo de confirmar si realmente había fallecido. Fue cuando Jirayauma le hizo una picardía: defecó en el centro de la maloca y aguardó a ver qué pasaba.

Llegó la mujer-jaguar y lo llamó, pero no obtuvo respuesta alguna. Entonces para cerciorarse plenamente de la muerte del hombre, ella introdujo una vara por la cumbrera de la maloca y tanteó con ella en el piso. Luego extrajo la pértiga y olió la punta. Dijo:

–¡Ah...! Indudablemente Jirayauma murió hace tiempo porque ya está podrido.

El prisionero alzó la vista y alcanzó a distinguir el agujerito dejado por la vara al penetrar y salir por el techo. Por ahí se colaba un rayito de sol. Entonces metió su bodoquera por ese orificio y a continuación, tomando la forma de un lagartijo11, se introdujo por el tubo y salió. Es por eso que los rayos del sol cuando penetran en la maloca, por los agujeros que se hacen en las crisnejas deterioradas del techo, nos recuerdan «la cerbatana de Jirayauma», o también nos recuerdan «las lanzas de Sol»12.

Cuando salió en forma de lagarto, notó que el tigre andaba por ahí gozándose con su presunta muerte; la bestia alardeaba:

–¿¡Cómo decía él que nadie lo podía matar!?

Al oír esto y para echarle a pique su regocijo, Jirayauma, quien ya había tomado nuevamente la forma de picaflor, se rió y alzando el vuelo gritó:

–A Guizirre nadie mata.

Al ver la mujer-jaguar que el hombre se burlaba de ella, le dió la orden a todos los animales para que lo mataran. Así les dijo:

–Allá va el cerbatanero, el cazador que mató a mi madre, la poderosa Dueña-de-los-salados, la temible Jîdobariño. Hay que detenerlo en su huida para que yo le dé alcance y pueda tomar venganza por su muerte.

Todos le contestaron dando su asentimiento, temerosos del formidable poder de la nueva ogresa; sólo que algunos lo hicieron de mala gana pues poco o nunca iban a los salados13. Tan

10 .- Uno de los nombres que adopta el Sol, en idioma de muinanî. Casi todos los héroes son en el fondo «advocaciones» de una única Fuerza divina. El héroe por excelencia es Sol. 11 Este animal es llamado konago en uitoto. Se trata de una especie arborícola que se deja aquerenciar en las malocas, donde se convierte en un control de plagas, toda vez que hace del techo de palma su coto de caza. Las cucarachas constituyen su principal presa. Es la razón para que los indígenas denominen el beneficioso animalito «el baygón de las malocas», por ser éste un conocido insecticida. 12 El polvillo suspendido en el aire y el humo que despiden los fogones en la semioscuridad propia de las malocas, propicia la clara visualización de los rayos del sol al penetrar por los intersticios de la techumbre. 13 Entre las múltiples características sobre las cuales se pueden elaborar clasificaciones (taxonomías) prácticas, figura ésta. Hay muchas más –recuerdan las bellas y agudas clasificaciones borgianas–, tengamos en cuenta algunas entre las múltiples referidas a las aves y cuya memorización resulta tan útil a las cazadores: «pájaros que cantan sólo en la aurora porque festejan el movimiento», «pájaros que sólo cantan en el crepúsculo porque festejan el reposo», «pájaros que sólo cantan cuando llegan a la orilla de las chagras para advertir a sus congéneres y tener mucho cuidado con el hombre»: «pàjaros que sólo cantan cuando se posan en las ramas

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pronto Jirayauma salió volando, ella inició su persecución por tierra, saltando y lanzándole zarpazos, pero como no pudo agarrarlo, desencadenó un huracán para que diera con él en el suelo. Y así fue. El cayó y se transformó de nuevo en hombre, siempre perseguido por la mujer-tigre.

Cuando ella notó que no lo podía alcanzar, hizo un gesto de poder para atajarlo, creando una barrera con troncos espinosos de palma cumare. Llegando a ese punto, que le cortaba el camino de la huida, Jirayauma pensaba cómo iba a superar el obstáculo creado por semejante espinero. Estaba él parado ahí, cuando de repente apareció Jayo, la culebra. Ella le habló diciendo:

–¿Qué haces ahí parado?

–Estoy mirando cómo pasar. Es que hay mucha espina –contestó el fugitivo y luego agregó:

–¿Por qué no me ayudas a cruzar al otro lado?

–Entonces la serpiente le contestó:

–No, porque cuando tú estabas en buenas condiciones me matabas.

Pero Jirayauma repuso:

–Eso era cuando yo estaba libre; de hoy en adelante te respetaré; tampoco tú le harás daño a nadie. Para que me lleves, yo te pagaré obsequiándote la bodoquera de mi padre.

Entonces, él se sentó encima de la serpiente y pasó al otro lado continuando su huida. La culebra quedó muy contenta con el regalo, que desde ese tiempo luce en su lomo14; además ella cumplió su otro compromiso y de venenosa que era, pasó a ser inofensiva para los humanos. En tanto, la perseguidora, creyendo que con ese espinero lograría parar al fugitivo, llegó muy contenta a ese lugar; pero un buen disgusto se llevó pues allí no había nadie, tan sólo estaba la víbora arrastrándose encima de las espinas y luciendo muy orgullosa su nuevo atuendo. Ella preguntó a la sierpe:

–¿No viste llegar a alguien aquí?

La serpiente dijo que no; sin embargo, la rastreadora siguió preguntando, hasta que al fin, de tanta preguntadera el reptil se disgustó y le espetó esta respuesta:

–Ya te he dicho que no. Si alguien hubiera llegado, yo lo habría agarrado; para eso soy el guardián de este lugar.

La ogresa sabía que el enemigo continuaba su huida, hacia adelante. Volvió a hacer otro gesto de poder y puso frente al prófugo una cerca de piñuelo silvestre, algo muy espinoso también, para que no pudiera pasar. Y otra vez ocurrió algo parecido: estando el hombre parado, cavilando cómo sortearía ese nuevo obstáculo, vio llegar una perdiz. Ese animal le preguntó:

–¿Qué haces aquí?

El hombre, fingiendo calma, le respondió:

–Estoy parado pensando cómo voy a pasar al otro lado. ¿Por qué tú no me ayudas? Yo te pago si lo haces.

Pero la perdiz contestó de mala gana:

porque festejan el alimento», «pájaros que cantan sólo cuando levantan el vuelo porque festejan los viajes», «aves cuyo canto hace madurar los frutos y sólo aparecen en verano» … o aquella que alguna vez alguien me dijo: ‘aves que sólo cantan cuando se posan en ramas sin flor, para no exagerar la alegría’, o esta otra, recordando a los muiscas: ‘aves negras que tras un largo vuelo llegan a los cementerios, porque para poder volar necesitan nutrirse de tristeza’. 14 Esta culebra llega a tener varios metros de largor. Ostenta una librea que según los indígenas uitotos y muinanes recuerda la figura de una cerbatana.

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–No puedo. Tú antes me matabas y luego me comías. ¿A cuenta de qué te voy a ayudar?

El le rogó más diciendo:

–Es cierto, pero eso lo hacía cuando yo estaba bien; pero ahora es distinto: no te haré ningún daño y en recompensa te entregaré el yerakî15 de mi padre. Tómalo y sopla.

Cogió la perdiz el coquillo en que el padre del héroe guardaba el ambil y sopló en él produciendo el sonido ju... juu...juu... y le gustó. Le dijo entonces Jirayauma:

–Esta será tu voz. La usarás en tiempo de verano16.

La perdiz contestó:

–¡Siéntate en mis espaldas!

Alzó el vuelo con el hombre encima y lo dejó al otro lado. Pudo así el fugitivo continuar su escapada, mientras su enemiga se acercaba al lugar, confiada en atraparlo fácilmente, creyendo que su víctima se encontraba detenida frente a los piñuelos. Pero cuando llegó a nadie encontró, excepto a la perdiz quien hacía guardia para que nadie pasara. La mujer-tigre le preguntó al pájaro:

–¿Pasó alguien por aquí?

–No; si alguien hubiera intentado pasar yo lo hubiera agarrado –respondió el ave.

Volvió la mujer a hacer otro gesto de poder logrando que el camino se obstruyera con una muralla de bambas17. Llegado allí, el héroe encontró a Goyoda, el caracol, quien trabajosa-mente subía por una bamba. Le dijo:

–Abuelo: ¿por qué no me pasas al otro lado?

–No puedo –contestó el caracol– porque cuando tú no tenías problemas me matabas disculpándote en que soy muy feo.

Dijo Jirayauma:

–Eso era antes. Ahora no te haré nada, en cambio te daré un gran regalo: te obsequiaré el principio de las generaciones18, aquello con lo que mi padre creó el mundo.

15 Yera es la pasta de tabaco, o miel de tabaco, el ambil; yerakî es el recipiente en donde se suele cargar, que no es otro que el coquillo de una palma. 16 Son infinidad los signos biológicos que conforman el calendario indígena: voces y sonidos de animales que anuncian verano o invierno y sus múltiples interfases, lo que permite saber cuándo ha de sembrarse, cuándo cazar o pescar tal o cual especie, etc. 17 Arbotantes de los grandes árboles. 18 La espiral es la figura paradigmática de la creación entre los uitotos y muinanes; simbología que, en el caso del caracol –que lleva su maloca con él–, refuerza aquella que ve en la maloca un ícono del universo. Además, el Caracol merece mayor atención toda vez que está clasificado entre «los animales que escriben». Es que estos animalitos cuando se van arrastrando por las piedras o sobre las hojas o troncos, dejan su baba. Al fin de la cuenta son babosas con caparazón. El hecho es que los uitotos y muinanes le atribuyen este poder, que comparten con otros bichitos que de alguna manera dejan su marca sobre algunas superficies. Algunos indígenas del Caquetá me han dicho que en descifrar esos «códigos naturales», distintos según cada especie escritora, se empeñaron en antigua algunos Sabedores. El asunto hace recordar de inmediato uno de los varios cuentos esenciales de Borges, aquel que protagoniza un sacerdote maya, torturado y encarcelado por Alvarado, quien se ha desvelado toda la vida en encontrar y descifrar la escritura del Dios: encuentra la clave en la celda contigua donde agita su nostalgia de selvas un poderoso jaguar: sus pintas son la escritura el dios, cuyo desciframiento colma del más imbatible poder a quien lo logre; sólo que una vez llegado a esa perspectiva, que es la misma del dios, ya nada importa y el

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Y comenzó con el dedo a trazarle una figura en el casco. Anteriormente Goyoda era liso. Ahora quedó con la espiral en su casa. Así le pagó Jirayauma al Caracol, con tal que lo pasara al otro lado para huir de su implacable perseguidora. Y el caracol quedó dichoso porque de ahí en adelante podría alardear que él ostentaba el signo de la creación.

Llegó la mujer-jaguar a ese punto y vio que el Cerbatanero ya no estaba allí; sólo quedaba Goyoda tratando de subir la bamba, y fingía no poder hacerlo. Le preguntó la perseguidora:

–¿Alguien ha llegado hasta aquí?

–No. De haber llegado alguien no habría logrado pasar.

Viendo ella que a ese paso no podría agarrarlo, dio orden expresa a la gente de Mooka19, una variedad de hormigas, para que lo atajaran a como diera lugar al llegar a ese sitio.

Resulta, entonces, que cuando el prófugo llegó, esas gentes se encontraban pescando, pero lo hacían de una manera muy cómica, así: amarraban un bejuco a una vara, y luego al bejuco le ataban un tronquito, u hojas, cualquier cosa, y después tiraban eso al río. Estaban en esa tarea cuando llegó Jirayauma quien, extrañado ante tan inútil comportamiento, les preguntó qué era lo qué hacían, y ellas le contestaron que estaban pescando. Jirayauma se puso a reír y les comentó:

–Ustedes no están pescando; lo que hacen es jugar. Yo les voy a arreglar un buen anzuelo, uno de verdad, pero con la condición de que no dejen pasar a la mujer que me viene persiguiendo.

Las hormigas, contentas y agradecidas, dijeron que sí. Entonces, Jirayauma dobló un palito, y se lo entregó y siguió su viaje. Ese palito doblado como anzuelo les quedó a ellas. Son sus tenazas. Así, cuando llegó la mujer se pusieron a pescar; lanzaban sus anzuelos y no la dejaban cruzar. Cada vez que ella pretendía pasar, ellos le cerraban el paso gritando:

–¡No te acerques porque de pronto te engarzamos la oreja!... ¡No te acerques porque te podemos pinchar la nariz!... ¡No te acerques porque de pronto te sacamos un ojoooooo... o te engarzamos la vulva…!

Le iban sacando infinidad de pretextos con el fin de impedirle la persecución, o al menos demorarla un poco para darle más tiempo al fugitivo. Finalmente ella, sin hacer caso de las advertencias de las hormigas, pasó de largo.

Mientras ella era entretenida por los insectos, él llegó a la orilla del río y allí encontró a Naîma, el caimán negro. Le dijo:

–Abuelo: ¿por qué no me pasas al otro lado?

El caimán dijo:

–Yo te pasaría con tal que no me vayas a despreciar. Además, ¿con qué me vas a pagar?

–Yo te voy a dar el banco en que mi padre se sentaba en el mambeadero a contar historias.

sacerdote prefiere no hacer nada. Otros Sabedores amazónicos aplicaron su poderosa atención a descifrar el código (en realidad son varios) del arte rupestre, en el que tanto aparece precisamente la marca del caracol: la omnipresente y poderosa espiral, en cuya contemplación y bajo el influjo de los poderosos enteógenos (plantas de poder) era posible concentrarse, viajar en ella y acceder a la zona del sentido: otra escritura. 19 Variedad de hormiga cuyos soldados poseen grandes tenazas; de ahí su analogía con los anzuelos. Además, los acuciosos pescadores uitotos y muinanes se las ingeniaban para utilizar esas mínimas pinzas como anzuelos para pescar sardinitas.

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Y se lo implantó en la cabeza, que desde entonces le quedó en forma de banco. Por eso, cuando el caimán se asolea, llegan las mariposas y se posan en su frente20 y allí se reúnen a narrar sus coloridos cuentos.

Entonces, el hombre se sentó encima de Naîma y cruzó el río. Al llegar a la orilla opuesta se colgó de una rama y, de paso, escupió al caimán, quien muy disgustado se hundió en lo profundo del río. Jirayauma continuó su camino, alejándose y alejándose de su enemiga, de tal manera que ella nunca logró tomar venganza por la muerte de su madre, la espantosa Jí-dobariño. La mujer-jaguar al llegar a la orilla del río no pudo pasar y, simplemente, dio la orden a sus demás servidores para que dieran muerte a su exmarido.

Siguiendo su ruta de escape, el hombre llegó a la casa de una viejecita que estaba tomando una cauana21 hecha con pepa de siringa. Ella le obsequió un poquito. A Jirayauma le hizo falta porque la sintió muy sabrosa. La vieja le dijo:

–Es de esas pepas hay en la quebrada, pero yo no puedo bajarlas porque los racimos están muy altos. Yo sólo recojo las que caen al piso.

El sediento, entusiasmado con la perspectiva de saciarse con ese manjar tan refrescante trepó por el tronco para bajar las frutas; pero cuando ya estaba en la copa, la vieja hizo un gesto de Poder y el palo se alargó y la cepa se engrosó tanto que el héroe ya no pudo bajar y tuvo que quedarse arriba.

Al ver el problema en que estaba, Jirayauma echó mano a su bodoquero y utilizándolo como garrocha saltó desde allí y siguió su camino. Pero aquí no pasó el peligro. Luego de este episodio llegó a donde estaba instalada una trampa para coger pájaros. y se puso a burlarse diciendo entre sí:

–¿Cómo es que hacen para capturar pájaros si esto no sirve para nada?

Comenzó a hacer la prueba con la mano y la trampa no se disparó. Luego metió el brazo y tampoco. Finalmente metió el pié; ahí sí se disparó y lo dejó bien agarrado. Él se estrelló con la cepa de un árbol que suelta leche. Lo golpeó con el bodoquero y brotó la resina. Ya de tarde, el dueño de la trampa llegó a examinarla. Quedó muy contento al descubrir que Jíyauma había caído en ella. Exclamaba alardeando:

–¿Cómo decía que nadie lo iba a agarrar? ¡Pero aquí, por fin, cayó en mi trampa!

Recogió su presa junto con la leche del palo, pensando que eso eran los sesos del fugitivo. Cuando estaba próximo a su maloca, avizorando con mucho contento el banquete que se iba a dar con Jirayauma, éste hizo un gesto de poder y con él obtuvo que se oyera un rumor, como el que se percibe cuando hay mucha gente hablando dentro de una casa. Entonces el viejo, que era muy mezquino, dijo:

20 Los uitotos y muinanes –al menos los actuales– no le dan mucha importancia al banco en el aspecto formal. Para el efecto utilizan un simple trozo de madera de escasa altura. Incluso, he visto a uno que otro anciano apoyar el coxis sobre el palito que les sirve de bastón. Resulta una mínima apoyatura. En estas culturas los hombres y mujeres suelen pasar períodos muy largos de tiempo en cuclillas en diferentes actividades. Las mesas no existen. La posición que adoptan los hombres al estar en el mambeadero, rodeando con sus brazos las rodillas, simboliza un canasto: recipiente que se va llenando de palabras sagradas. El cuerpo mismo es inteligible en cuanto es un canasto. No obstante el descuido en que se tienen los bancos en la cotidianidad, la mitología de uitotos y muinanes es riquísima al respecto, lo cual demuestra la enorme importancia que tuvo este ícono en un pasado nada remoto. 21 Colada que se confecciona con almidón de yuca y zumo de alguna fruta, silvestre o cultivada. Al quedar muy espesa, adopta la consistencia de una gelatina (espejuelo). Resulta muy refrescante. Es la bebida del huésped, recién arriba sudoroso y sediento.

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–Ahora que tengo buena carne, viene mucha gente y no me van a dejar comer tranquilo. Si llego con esto, tendré que compartirlo.

Dejó el morral en que traía a Jirayauma a un lado del camino, oculto entre las malezas y solamente se llevó los «sesos» que había recogido. Así, se dirigió hacia la maloca para ver quiénes eran los que habían llegado; pero al entrar no encontró a nadie. Entonces, se puso a asar los sesos y se los comió. Definitivamente no estaban sabrosos, razón por la cual fue más rápidamente de lo pensado a buscar el resto de su presa.

Resulta que mientras el viejo dejaba su cacería y se encaminaba a la maloca, el Cerbatanero aprovechó para salir del tancho22 y en su lugar dejó un nido de comején. Trepó luego a un guamo y esperó atisbando.

Vino el viejo y se devolvió con su carga a su maloca; cuando llegó, miró con cuidado y se dió cuenta que su presa ya no estaba, que sólo aparecía un nido de comején. Se devolvió a buscar. Al llegar junto al guamo, el cazador exclamó burlándose:

–¡Nadie se come a Jirayauma!

Y alzó el vuelo.

El flechador, Jirayauma, dejó al comején como espíritu de él. Esa es su seña. Por eso los nidos de esos animales nos recuerdan esta historia.

22 Morral provisional; generalmente se confecciona entrelazando dos ramos de palma; los pecíolos sirven de soportes.