18
N.º 28 - Diciembre 2007 43 Revista de Teledetección.ISSN: 1133-0953. 2007. 28: 43-60 Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de Madrid: su integración en un índice sintético de riesgo de incendios forestales J. Martínez Vega 1 , R. Romero Calcerrada 2 y P. Echavarría 1 [email protected] (1) Instituto de Economía, Geografía y Demografía, Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSIC), C/ Albasanz, 26-28, 28037 Madrid (2) Escuela Superior de Ciencias Experimentales y Tecnología. Universidad Rey Juan Carlos, C/Tulipán, s/n, 28933 Móstoles (Madrid) Recibido el 31 de octubre de 2007, aceptado el 6 de febrero de 2008 RESUMEN Se propone una metodología sencilla, pero fácil de comprender en la toma de decisiones por los gestores del territorio, para determinar el valor del paisaje me- diante la integración de distintos indicadores bajo un enfoque exclusivamente ecológico. Algunos de estos indicadores están basados en las características intrín- secas de las formaciones vegetales como su grado de proximidad a la vegetación clímax. Otros analizan la importancia de las formaciones vegetales en sus con- textos regional y nacional (rareza o singularidad y re- presentatividad). De forma complementaria, se emplean otros indicadores propuestos por la Ecología del Paisaje, en especial índices de diversidad, conec- tividad y yuxtaposición o entremezclado, conside- rando la distribución espacial de las manchas por el territorio regional y por una franja adyacente al con- torno regional de la Comunidad de Madrid. También se han considerado otros criterios para calcular el valor ecológico del territorio. Se ha tenido en cuenta la pertenencia de las teselas a espacios con alguna fi- gura de protección: espacios naturales protegidos, zonas de especial protección para las aves, lugares y hábitats de importancia comunitaria, montes preser- vados y montes de utilidad pública. Estos dos valores –paisajístico y ecológico- forman parte del esquema metodológico propuesto en el proyecto FIREMAP para evaluar la vulnerabilidad. El objetivo final es desarrollar un conjunto de métodos para cartografiar un índice sintético del riesgo de incendios forestales. Este índice se apoya en teledetección y sistemas de información geográfica. Su novedad radica en la inte- gración de los aspectos asociados a la determinación del peligro y a la vulnerabilidad de los recursos po- tencialmente afectados. PALABRAS CLAVE: Valor paisajístico, valor ecoló- gico, incendios forestales. ABSTRACT This study proposes a methodology simple, but easy to include/understand in the decision making by the land managers, to determine the landscape value by means of the integration of different indicators under an exclusively ecological approach. Some of these in- dicators are based on vegetal the intrinsic formation characteristics like their degree of proximity to the ve- getation climax. Others analyze the vegetal importance of the formation in their regional and national contexts (peculiarity or singularity and representativeness). Also, other indicators proposed by the Landscape Eco- logy, in special indices of diversity, connectivity and Interspersion / Juxtaposition are used, considering the spatial distribution of the patch by the regional terri- tory and an adjacent strip to the regional contour of the Community of Madrid. Also other criteria have been considered to calculate the ecological value of some landscapes. They have considered the property of pi- xels to spaces with some figure of protection: protec- ted natural areas, special protection areas for the birds, sites of Community importance, preserved forest and public utility forest. These two values -landscaping and ecological- comprise of the methodological scheme proposed in project FIREMAP to evaluate the wildfire vulnerability. The final aim is to develop a set of methods to map a synthetic index of the forest fire risk. This index leans in Remote Sensing and GIS. Its newness is in the integration of the aspects associated to the determination of the wildfire danger and the wildfire vulnerability of the potentially affected forest resources. KEY WORDS: Landscape Value, Ecological Value, Forest wildfires.

Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

  • Upload
    others

  • View
    3

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 2007 43

Revista de Teledetección.ISSN: 1133-0953. 2007. 28: 43-60

Valoración paisajística y ecológica de laComunidad de Madrid: su integración en uníndice sintético de riesgo de incendios forestales

J. Martínez Vega 1, R. Romero Calcerrada 2 y P. Echavarría1

[email protected](1) Instituto de Economía, Geografía y Demografía, Centro de Ciencias Humanas y

Sociales (CSIC), C/ Albasanz, 26-28, 28037 Madrid(2) Escuela Superior de Ciencias Experimentales y Tecnología. Universidad Rey

Juan Carlos, C/Tulipán, s/n, 28933 Móstoles (Madrid)

Recibido el 31 de octubre de 2007, aceptado el 6 de febrero de 2008

RESUMEN

Se propone una metodología sencilla, pero fácil decomprender en la toma de decisiones por los gestoresdel territorio, para determinar el valor del paisaje me-diante la integración de distintos indicadores bajo unenfoque exclusivamente ecológico. Algunos de estosindicadores están basados en las características intrín-secas de las formaciones vegetales como su grado deproximidad a la vegetación clímax. Otros analizan laimportancia de las formaciones vegetales en sus con-textos regional y nacional (rareza o singularidad y re-presentatividad). De forma complementaria, seemplean otros indicadores propuestos por la Ecologíadel Paisaje, en especial índices de diversidad, conec-tividad y yuxtaposición o entremezclado, conside-rando la distribución espacial de las manchas por elterritorio regional y por una franja adyacente al con-torno regional de la Comunidad de Madrid. Tambiénse han considerado otros criterios para calcular elvalor ecológico del territorio. Se ha tenido en cuentala pertenencia de las teselas a espacios con alguna fi-gura de protección: espacios naturales protegidos,zonas de especial protección para las aves, lugares yhábitats de importancia comunitaria, montes preser-vados y montes de utilidad pública. Estos dos valores–paisajístico y ecológico- forman parte del esquemametodológico propuesto en el proyecto FIREMAPpara evaluar la vulnerabilidad. El objetivo final esdesarrollar un conjunto de métodos para cartografiarun índice sintético del riesgo de incendios forestales.Este índice se apoya en teledetección y sistemas deinformación geográfica. Su novedad radica en la inte-gración de los aspectos asociados a la determinacióndel peligro y a la vulnerabilidad de los recursos po-tencialmente afectados.

PALABRAS CLAVE: Valor paisajístico, valor ecoló-gico, incendios forestales.

ABSTRACT

This study proposes a methodology simple, but easyto include/understand in the decision making by theland managers, to determine the landscape value bymeans of the integration of different indicators underan exclusively ecological approach. Some of these in-dicators are based on vegetal the intrinsic formationcharacteristics like their degree of proximity to the ve-getation climax. Others analyze the vegetal importanceof the formation in their regional and national contexts(peculiarity or singularity and representativeness).Also, other indicators proposed by the Landscape Eco-logy, in special indices of diversity, connectivity andInterspersion / Juxtaposition are used, considering thespatial distribution of the patch by the regional terri-tory and an adjacent strip to the regional contour of theCommunity of Madrid. Also other criteria have beenconsidered to calculate the ecological value of somelandscapes. They have considered the property of pi-xels to spaces with some figure of protection: protec-ted natural areas, special protection areas for the birds,sites of Community importance, preserved forest andpublic utility forest. These two values -landscapingand ecological- comprise of the methodologicalscheme proposed in project FIREMAP to evaluate thewildfire vulnerability. The final aim is to develop a setof methods to map a synthetic index of the forest firerisk. This index leans in Remote Sensing and GIS. Itsnewness is in the integration of the aspects associatedto the determination of the wildfire danger and thewildfire vulnerability of the potentially affected forestresources.

KEY WORDS: Landscape Value, Ecological Value,Forest wildfires.

Page 2: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 200744

INTRODUCCIÓN

Las valoraciones ecológicas y paisajísticas sonesenciales para una gestión sostenible del territorioy para orientar la toma de decisiones de los gestoresresponsables en un escenario multipropósito, desdelas políticas de conservación de espacios naturalesy las estrategias de fomento de la diversidad bioló-gica hasta el planeamiento urbanístico y sectorial.Entre otros gestores, los responsables de la preven-ción y extinción de los incendios forestales en la Co-munidad de Madrid consideran indispensable lainformación relativa al valor paisajístico y al valordel territorio teniendo en cuenta las figuras de pro-tección de la naturaleza con objeto de priorizar lasintervenciones de los distintos departamentos de laadministración autonómica. Así por ejemplo, dadoque el presupuesto disponible para acometer accio-nes de selvicultura preventiva es habitualmente li-mitado, es lógico que se antepongan estas labores enlos espacios de mayor valor ecológico y paisajísticoy que, por tanto, son más vulnerables ante este tipode eventos.Asimismo, ante la propagación de un in-cendio forestal parecería lógico pensar que el direc-tor de extinción distribuya espacialmente sus mediosde extinción en función de una escala de valores de-terminada. En esta escala, se contempla la presenciaen el territorio de personas, propiedades (edificios,etc.), y, en tercer lugar, de espacios singulares desdelos puntos de vista ecológico y paisajístico, talescomo parques naturales, reservas, zonas de especialprotección, paisajes protegidos, etc.Múltiples trabajos previos han abordado el estudiodel paisaje mediante distintos enfoques. Son fre-cuentes, en la literatura sobre paisaje, los análisis dela calidad y fragilidad visual (Angileri y Toccolini,1993; Sancho et al. 1993; Crawford, 1994; Daniel,2001; Martínez Vega et al. 2003;Arriaza et al. 2004;de la Fuente et al. 2006) que incorporan aspectosecológicos, estéticos y otros criterios de preferenciaspaisajísticas por parte de la población (Ródenas etal., 1975; Anderson, 1979; González Bernáldez yParra, 1979; Gallardo et al. 1989; De Lucio y Mú-gica, 1994; Misgav, 2000; Arriaza et al. 2004;Dramstad et al. 2006; Roth, 2006; Van den Berg yKoole, 2006). Otros, analizan la influencia de la dis-tancia (umbral crítico) sobre la percepción, por elobservador, de determinados elementos antrópicosen el paisaje y su influencia en los análisis de fragi-lidad visual (Madiedo y Bosque, 2005).Frente a este enfoque del paisaje desde el punto de

vista visual, existen otros trabajos que evalúan elpaisaje atendiendo exclusivamente a sus caracterís-ticas ecológicas (Kato et al. 1997; Nakagoshi yKondo, 2002; Li et al., 2007), despojándole de valo-raciones estéticas. Como después veremos, ésta esla orientación que seguiremos en este trabajo.En esta línea, algunos autores ponen el énfasis enla valoración de la vegetación como un componentecrucial del paisaje (Ohno, 1991; Loidi, 1994; Molnáret al. 2007). Loidi (1994) realiza un estudio de la va-loración ecológica intrínseca de la vegetación a es-cala de paisaje. Propone un algoritmo para analizary evaluar la vegetación natural que incluye criteriosecológicos y socioeconómicos. El algoritmo seaplica a cada unidad de vegetación con el objeto deconstruir un mapa de valor fitoecológico. Esta carto-grafía es usada para definir las principales áreas aconservar y para establecer puntos y zonas priorita-rios.Lomba et al. (2004) aplican el método establecidopor Loidi (1994) para el estudio del paisaje de la Re-serva Ornitológica de Mindelo (Portugal) y para laevaluación del valor de conservación de cada unidadcartográfica de los hábitats presentes, de acuerdo alanexo I de la Directiva Hábitats.Otras investigaciones previas se han desarrolladoen el mismo ámbito territorial que este trabajo, laComunidad de Madrid, mediante el empleo de he-rramientas de SIG.Gómez-Sal et al. (2003) discuten las condiciones dela sostenibilidad de las actividades humanas y pro-ponen un modelo, basado en un método multidimen-sional (dimensión ecológica, productiva, económica,social y cultural), para evaluar y comparar distintosescenarios de gestión de recursos. El territorio dondeaplican el método propuesto es la Comunidad deMadrid. Sin embargo, los paisajes objeto de sus aná-lisis son agrarios, no forestales.En otros casos (Comunidad de Madrid, 2000) sólose contempla el valor ecológico del territorio paramedir la prioridad de defensa contra incendios fo-restales en función de la calidad y las figuras de pro-tección de los ecosistemas forestales. No se hace unavaloración del paisaje ni se emplean índices de eco-logía del paisaje. En otros trabajos (Gulinck et al.2001), el método propuesto para evaluar el paisaje sebasa en datos de ocupación del suelo sin considerarinformación procedente de otras fuentes de datos su-plementarias.La metodología utilizada en nuestro trabajo persi-gue complementar estos dos últimos enfoques para

Page 3: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 2007 45

facilitar la integración de los resultados en un índicesintético de riesgo de incendio forestal.Otros trabajos complementarios inciden en este

mismo objetivo. Molina et al. 2006 evalúan el pai-saje en relación con los incendios forestales de An-dalucía dentro del mismo proyecto de investigación,FIREMAP. Su método está basado en valoracióncontingente y en el sistema de preferencias paisajís-ticas por parte de la población encuestada con objetode realizar una valoración socioeconómica del terri-torio (en €/ha), en el que el paisaje es un componentemás, entre otros.Nuestro trabajo pretende complementar este últimoenfoque, de manera que evalúe el valor intrínseco ointangible del paisaje y el valor ecológico del terri-torio en función de las figuras de protección. Los re-sultados de nuestra investigación, junto a losobtenidos por Molina et al. 2006 y por Alloza et al.,2006, serán integrados, como se verá más adelante,en un valor global de vulnerabilidad del territorio.En este contexto, la Ecología del Paisaje propor-ciona un marco conceptual apropiado para respondera las demandas de información que realizan los pla-nificadores. Como es sabido, la ecología del paisajees una ciencia pluridisciplinar que tiene como obje-tivo, entre otros, la resolución del problema de lagestión y desarrollo del territorio a escala local y re-gional (Naveh y Lieberman, 1994). Esta nueva cien-cia facilita el análisis del territorio, tratando decomprender y comparar las diversas configuracionesespaciales a través de las manchas o parches de dis-tintas formas, cantidades, clases, etc. (Hong et al.2000; Riitters et al. 1995).El paisaje está influido por procesos ecológicos yantrópicos, tanto a escala local como regional, ma-nifestando cambios en su estructura y composición.El estudio de la estructura/composición del paisaje através de la estadística espacial ayuda a caracterizarel territorio y a comprender la relación espacio-tem-poral entre los distintos elementos que componen elpaisaje. La ecología del paisaje ha desarrollado nu-merosos índices para medir las texturas y formas es-paciales, así como la estructura espacial del paisaje(McGarigal et al. 2002; Riitters et al. 1995; McGa-rigal y Marks, 1995): densidad de manchas, tamaño,índice de compacidad, dimensión fractal, dispersión,diversidad, etc. La evaluación y análisis métrico delpaisaje, a través de SIG (McGarigal et al. 2007;McGarigal et al. 2002; Berry, et al. 1999; IGIS,1997; McGarigal y Marks, 1995), permite caracteri-zar las estructuras y cambios en la ocupación y usoagroforestal del territorio y la búsqueda de las im-

plicaciones ambientales de su actividad (Maldenoffy Baker, 2000).En las dos últimas décadas, algunos trabajos preten-den integrar los métodos de la Ecología del Paisajey la consideración de aspectos culturales y humanos,de manera que se combinen la ciencia de la Ecologíay el arte de la Planificación del Territorio en lo queThorne y Huang (1991) llaman “landscape ecologi-cal aesthetic”. De forma parecida, Iiyama et al.,(2005) afirman que para acometer determinadas me-didas de conservación, la gestión del paisaje a nivelregional debería considerar aspectos ecológicos ysociales.

ÁREA DE ESTUDIO

En el proyecto FIREMAP se ha acordado trabajaren distintos ámbitos territoriales españoles con el finde validar los resultados alcanzados en zonas con-trastadas geográficamente y con características di-ferentes de causalidad y casuística. Uno de estosámbitos territoriales elegidos ha sido la Comunidadde Madrid, donde se ha ensayado la metodologíapropuesta de valoración paisajística y ecológica.La Comunidad de Madrid ocupa una superficie de8.027 km2. En 2007 acoge a una población cercanaa 6 millones de habitantes, según datos del InstitutoNacional de Estadística, que se distribuye en 179municipios. Se trata de la región más densamentepoblada de España (748 habitantes/km2).A pesar del elevado nivel de antropización, su

medio natural posee acreditada diversidad biológica.Una importante superficie regional está bien conser-vada gracias a diversas figuras de protección: espa-cios naturales protegidos, zonas de especialprotección de aves, lugares de importancia comuni-taria, montes preservados, de utilidad pública, etc.La presión demográfica, recreativa y urbanística yla creciente construcción de infraestructuras viarias(autopistas, carreteras y vías férreas de alta veloci-dad) son las principales amenazas de las zonas fo-restales de la región, incrementando el riesgohumano de incendio forestal como consecuencia delas negligencias y/o accidentes que se registran enlas áreas de influencia de estas infraestructuras o enla interfaz urbano-forestal. Estos factores puedencomprometer potencialmente el mantenimiento delvalor paisajístico y ecológico actual del territorio.

OBJETIVOS

El objetivo principal de este trabajo es establecer

Page 4: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 200746

una metodología sencilla para determinar cartográ-ficamente el valor intrínseco del paisaje, el valor delterritorio en función de sus figuras de protección y elvalor paisajístico, mediante la integración de distin-tos indicadores bajo un enfoque exclusivamente eco-lógico sin considerar aspectos visuales o estéticos.Es conveniente decir que el estudio de la calidad vi-sual del paisaje y la consideración de los componen-tes estéticos son complementarios a este trabajo y seinsertan, en el marco del proyecto FIREMAP, en laestimación del valor socioeconómico del territorio(Molina et al., 2006).Se pretende que los resultados obtenidos, tras apli-car esta metodología, sean nuevos productos a con-siderar por los responsables de los incendiosforestales a la hora de tomar decisiones en la ejecu-ción de tareas de selvicultura preventiva y en la dis-tribución de los medios materiales y humanos deextinción cuando se esté propagando un incendio fo-restal que amenace a las zonas más vulnerablesdesde el punto de vista ecológico.Así pues, se esperaque los resultados sean útiles para la gestión y la pla-nificación y sean fáciles de entender por cualquierusuario.Como ya se ha anticipado, el objetivo general delproyecto FIREMAP es desarrollar un conjunto demétodos para cartografiar un índice sintético delriesgo de incendios forestales, apoyado en tecnolo-gías de información geográfica, que integre los as-pectos asociados a la determinación del peligro y ala vulnerabilidad de los recursos potencialmente

Figura 1. Esquema de trabajo del proyecto FIREMAP. http://www.geogra.uah.es/firemap.

afectados. La vulnerabilidad es considerada como elgrado de susceptibilidad al deterioro ante la inciden-cia de determinadas actuaciones o, también, el in-verso de la capacidad de adsorción de posiblesalteraciones sin pérdida de calidad (MMA, 2000, p.667). En el esquema metodológico del proyecto (fi-gura 1), la vulnerabilidad integra, entre otros aspec-tos, el valor socioeconómico y el valor natural delrecurso. Por este motivo, se considera que los resul-tados de este trabajo contribuirán a alcanzar el obje-tivo intermedio del proyecto de obtener unacartografía de niveles de vulnerabilidad, asociada alos aspectos socio-económicos y ecológicos.

METODOLOGÍA

Se propone una metodología para valorar el paisaje,bajo un enfoque exclusivamente ecológico, y paracalcular el valor del territorio en función de sus figu-ras de protección.Siguiendo las recomendaciones de los expertos enincendios forestales entrevistados en el marco delproyecto FIREMAP y para facilitar el proceso de in-tegración de la información para generar un índicesintético de riesgo, es necesario hacer un par de ob-servaciones de carácter general: en la evaluación delpaisaje tan sólo han sido valorados los espacios fo-restales de la región, excluyéndose tanto los espaciosagrícolas como las zonas artificiales; sin embargo,en la valoración del territorio en función de las figu-ras de protección se ha considerado todo el territorio

Page 5: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 2007 47

regional; en ambos casos, la mínima unidad espacialde información utilizada es una cuadrícula1 de 1km2. Se ha empleado la rejilla kilométrica UTM ylos resultados obtenidos se acomodan a esta estruc-tura teselar con esta resolución espacial.

Valor Intrínseco del Paisaje

Datos de entrada

La principal fuente de información empleada hasido el mapa de ocupación del suelo del proyectoCORINE-Land Cover del año 2000 (CLC2000), fa-cilitado por el Centro Nacional de Información Ge-ográfica, correspondiente al ámbito territorial de laComunidad de Madrid. Como se recordará, este pro-ducto ha sido realizado, de forma participativa porlas Comunidades Autónomas y coordinado por elInstituto Geográfico Nacional, mediante la interpre-tación visual de imágenes Landsat 7-ETM de losaños 1999 y 2000 (JRC-EEA, 2002; IGN, 2004).Para el cálculo de la representatividad se ha utili-zado el mapa CORINE-Land Cover 2000 de Españapeninsular y Baleares. Para la valoración de la pro-ximidad de la vegetación actual a la clímax, ademásde la cobertura CLC2000, se ha empleado el mapade vegetación potencial de España peninsular, en suversión digital, descargado del Banco de Datos de laBiodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente.

Cálculo de los valores de los componentes delvalor intrínseco del paisaje

El flujo de trabajo se muestra en la figura 2.Existe una amplia variedad de índices cuantitativospara analizar el paisaje (Martínez Falero y GonzálezAlonso, 1995; McGarigal et al. 2002). A pesar de lacontroversia que suscitan, son muy útiles porqueproporcionan información para la clasificación detipos de paisajes y porque son indicadores de loscambios y perturbaciones del paisaje (Dramstad etal., 1998; DiBari, 2007; Falcucci, et al. 2007).Tras una cuidadosa revisión bibliográfica se ha pro-curado seleccionar, en este estudio, sólo aquellos ín-dices que se ajustan mejor a los objetivos de estetrabajo y del proyecto de investigación en el que seinserta. Inicialmente, fue seleccionado mayor nú-mero de ellos, incluyendo, además de los relaciona-dos con la diversidad, entremezclado y conectividad,otros índices de naturalidad, cambio de usos delsuelo (ganancia de la vegetación natural, grado de

deforestación) o un índice de fragmentación que tu-viera en cuenta el número de manchas de usos dife-rentes y las barreras humanas implantadas en elterritorio. Sin embargo, en la selección final se con-sideraron los siguientes aspectos: las recomendacio-nes de los expertos, los resultados de la discusiónentre los distintos grupos intervinientes en el pro-yecto FIREMAP, la elevada correlación que tienenalgunos de ellos y la dificultad de calcular otros, loque obligaría a emplear fuentes de información car-tográfica no disponibles para territorios amplios denivel autonómico, estatal y/o continental.

Figura 2. Esquema del flujo de trabajo para calcular elvalor intrínseco del paisaje

Los tres primeros índices han sido elegidos porqueson, probablemente, los más empleados tanto en losestudios que analizan el paisaje para evaluar su ca-lidad visual (Martínez Vega et al., 2003) como enaquellos que calculan su valor empleando procedi-mientos de Ecología del Paisaje (Dhar et al., 1997;Milego y Nunes, 1998).Los siguientes tres índices nos aportan informaciónsobre la conectividad, la diversidad del paisaje y elgrado de entremezclado de manchas. Estos índiceshan sido empleados frecuentemente en trabajos an-teriores relacionados con el análisis de la calidad vi-sual (Antrop y Van Eetvelde, 2000; Crawford, 1994;de la Fuente et al. 2006; Dramstad et al. 2006;Gómez-Sal et al. 2003; Hammitt, 1994; Milego yNunes, 1998) y, especialmente, con la calidad ecoló-gica del paisaje (Calvo-Iglesias et al. 2006; Dhar etal. 1997; DiBari 2007; Kuiper, 1998; Li et al. 2007;Pino et al. 1998; Hernandez-Stefanoni y Ponce-Her-nandez, 2004;Wrbka et al. 2004;Arroyo-Mora et al.2005; Moilanen y Wintle, 2007; Funch y Harley,2007; Trakhtenbrot y Kadmon, 2005).Además estosíndices se han seleccionado por expresar los resulta-dos en umbrales conocidos y comparables (p.e. 0 a100 o 0 a 1), lo que facilita la integración y compa-

Page 6: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 200748

ración de los resultados entre diferentes ámbitos re-gionales.Los índice de diversidad y entremezclado suelenser empleados en función de su relación directa conla calidad visual del paisaje. De acuerdo a las pre-ferencias paisajísticas de la población, los paisajesque contienen mayor diversidad de vegetación y deusos del suelo, que están estructurados en un mo-saico heterogéneo y entremezclado y que poseenmayor variedad cromática, son mejor valorados ymás apreciados (Anderson, 1979).Desde los puntos de vista ecológico y funcional, ladiversidad y el entremezclado de la vegetación yusos del suelo en un mosaico heterogéneo están re-lacionados inversamente con la vulnerabilidad delterritorio frente a los incendios forestales. Las es-tructuras diversas de los paisajes tradicionales fre-naban la propagación de los incendios forestalesmientras que el abandono de los usos tradicionalesimplica una homogeneidad del paisaje y mayor vul-nerabilidad, como consecuencia de una mayor faci-lidad para que sean recorridos por los incendiosforestales (Moreno, 1989; Romero-Calcerrada yPerry, 2002 y 2004).Para el cálculo de los tres primeros índices tan sólose han considerado las cubiertas forestales, como seha dicho al inicio del apartado de metodología, yaque los espacios forestales son, fundamentalmente,el objeto del proyecto de investigación en el que seenmarca este trabajo. Sin embargo, para el cálculode los tres últimos índices se han considerado todaslas cubiertas del suelo de la Comunidad de Madridy, además, las manchas de ocupación del suelo lo-calizadas en una franja de 2 km. alrededor de la Co-munidad Autónoma con objeto de evitar el efectofrontera en el cálculo. Además, para calcular la co-nectividad del paisaje, algunas manchas no foresta-les del territorio, como las láminas de agua y cursoshidrográficos, son esenciales por la función queprestan como corredores biológicos. No obstante, espreciso insistir en que tras el cálculo, las cuadrículasno forestales son enmascaradas en los resultados fi-nales.El índice de rareza (IRar) es entendido como la pro-porción de la superficie que ocupa cada formaciónvegetal o categoría de uso forestal (por ejemplo, lasuperficie del uso del suelo 1 en la Comunidad deMadrid, SU1CM) respecto a la superficie forestaltotal de la Comunidad de Madrid (SFCM). Cuantomenor sea el porcentaje más rara es la formación ve-getal o el uso evaluado. En vez de emplear distintosintervalos de rareza, como es habitual, en este tra-

bajo se han utilizado los valores que realmente ocu-pan cada categoría de uso del suelo respecto a la su-perficie regional, como si de una variable continuase tratase. Sin embargo, de cara a integrar el resul-tado en un índice sintético de riesgo, el valor del por-centaje resultante se ha dividido entre 100 y se hainvertido, es decir, el cociente ha sido restado de 1para que el recorrido de la variable oscile entre 0(menor rareza) y 1 (mayor rareza) de una forma con-tinua, sin intervalos, teniendo en cuenta que la rarezaes una cualidad positiva. El índice es calculado dela siguiente manera:

El índice de representatividad (IRep) se concibecomo una variante de la rareza fuera del área de es-tudio. Es considerada como la proporción de cadatipo de uso del suelo (por ejemplo, la superficie deluso del suelo 1 en la Comunidad de Madrid,SU1CM) respecto al total de la superficie que ocupaese mismo tipo de uso en el conjunto de un entornogeográfico de ámbito superior, en este caso en el te-rritorio de España peninsular y Baleares (SU1E). Aligual que en el caso anterior, el porcentaje resultanteha sido dividido entre 100 con el fin de reescalar elíndice en un rango de 0 a 1. Es calculado mediantela siguiente expresión:

La proximidad de la vegetación actual a la vegeta-ción clímax (IPvc) se ha calculado mediante una ta-bulación cruzada entre el mapa CLC 2000 y el mapade vegetación potencial. Las distintas combinacio-nes presentes han sido valoradas desde 0,2 (mayorlejanía) hasta 1 (coincidencia entre la vegetación ac-tual y la clímax).El índice de diversidad de Simpson (SIDI) evalúael número de diferentes tipos de cubiertas y la distri-bución del área proporcional entre los tipos de cu-biertas. Valores próximos a 0 indican queúnicamente existe una mancha o cubierta (no diver-sidad) y valores próximos a 1 (mayor diversidad) ex-presa diferentes tipos de cubierta y la distribuciónproporcional de áreas entre tipos de cubierta es másequilibrada. La fórmula empleada es la siguiente

Page 7: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 2007 49

(McGarigal et al., 2007):

siendo Pi2 la proporción del paisaje ocupado por lasmanchas de la clase i.El índice de entremezclado y yuxtaposición (IJI)permite conocer la configuración espacial de lasmanchas, en sus adyacencias, y el grado de entre-mezclado de las manchas. Los valores bajos (0) sonsintomáticos de paisajes en los cuales las manchasestán distribuidas aleatoriamente mientras que valo-res altos (100) indican paisajes con manchas distri-buidas con equi-adyacencia. La fórmula empleadaes:

donde eik es la longitud (en metros), a nivel de pai-saje, de los bordes entre manchas de las clases i y k,E es la longitud (en metros), a nivel de paisaje, detodos los bordes y m es el número de clases presen-tes en el paisaje. Este índice se ha reescalado paraque su recorrido oscile entre 0 y 1.El índice de conectividad (CI) está definido por elnúmero de uniones funcionales entre todos los pat-ches del mismo tipo. Indica dónde están conectadoscada par de patches según una ventana de análisisde 500 m. de lado. Su rango de valores se mueveentre 0 (consiste en un único match o ninguno de lospatches están conectados) y 100, cuando todos lospatches en la ventana de análisis están conectados.Se expresa de la siguiente manera:

donde cijk son las uniones funcionales entre el patchj y k del mismo tipo y ni es el número de patches enel paisaje del tipo i. Igual que en el caso anterior, losresultados del índice de conectividad se han reesca-lado entre 0 y 1.

Cálculo integrado del Valor Intrínseco del Pai-saje (VIP)

Es el resultado promedio simple de la combinaciónde los seis componentes, antes descritos, sin ponde-rar. Para ello, ha sido preciso, previamente, rasterizarlos tres primeros factores, originalmente en formatovectorial, a una matriz de 50 m. x 50 m., de similarresolución espacial que los indicadores de ecologíadel paisaje. Posteriormente, pasamos a formato vec-tor este resultado para poder cruzarlo con la cuadrí-cula de referencia (vector) y así, asignar a cada celdade la misma el valor obtenido sumando los diferen-tes valores de las áreas que la conforman, pondera-dos por la superficie que ocupan con respecto a lade la celda (1 km2). Las expresiones para la integra-ción han sido las siguientes:

La primera expresión ha sido la empleada de formagenérica. Sin embargo, en las celdas que poseen va-lores de IJI nulos se ha aplicado la segunda fórmula,ya que en esas cuadrículas el valor máximo alcan-zable es de 5.En cualquier caso, es preciso recordar que en elproceso de integración se han excluido de la valora-ción final los paisajes no forestales.

Valor del territorio en función de las figuras

de protección

Datos de entrada

Las coberturas de entrada al modelo han sido las si-guientes:1. Espacios Naturales Protegidos (ENP) de 2004, co-bertura facilitada por la Consejería de Medio Am-biente y Ordenación del Territorio de la Comunidadde Madrid.2. Zonas de Especial Protección deAves (ZEPA) de-claradas en la región, suministrada por la DirecciónGeneral para la Biodiversidad del Ministerio deMedio Ambiente.3. Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) pro-puestos por la Comunidad de Madrid a la Comisiónde la UE, adaptados sus perímetros mediante inter-pretación visual de las ortofotos regionales del año

Page 8: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 200750

2000, en color natural, de 0,5 m de resolución espa-cial.4. Hábitats de importancia comunitaria (HIC), de laDirección General para la Biodiversidad del Minis-terio de Medio Ambiente.5. Nuevo mapa de Montes Preservados (MMPP) deescala 1:5.000, elaborado por el CSIC, en 2002, paraactualizar el anejo cartográfico de la Ley 16/1995Forestal y de Protección de la Naturaleza de la Co-munidad de Madrid.6. Montes de Utilidad Pública (MUP) de 2005, co-bertura facilitada por la Consejería de Medio Am-biente y Ordenación del Territorio.El esquema de trabajo se muestra en la figura 3.

Figura 3. Esquema del flujo de trabajo para calcular elvalor del territorio en función de las figuras de protección.

Valoración de los componentes del valor del te-rritorio en función de las figuras de protección

Acada una de las 6 coberturas vectoriales que apa-recen señaladas en el flujograma anterior se les haasignado, de forma genérica, valor 0 en caso de au-sencia del componente analizado y valor 1 en casode presencia del mismo. Sin embargo, existen algu-nas variantes que se señalan a continuación:En el caso de los Espacios Naturales Protegidosque disponen de Plan Rector de Uso y Gestión y/oPlan de Ordenación de Recursos Naturales, se haempleado la zonificación ambiental contenida enestos instrumentos de planificación para diferenciar

zonas de distinto valor, en función de su vulnerabi-lidad frente a incendios forestales. Los directores deconservación de cada espacio han valorado cadazona ambiental, considerando una escala de 0(menos vulnerabilidad) a 10 (más vulnerabilidad).Para facilitar la integración de este componente conlos restantes, se ha reescalado la valoración en unrango común que oscila de 0 a 1 (figura 4).A las cua-drículas integradas en Espacios Naturales Protegidosde los que no se ha podido disponer de su zonifica-ción ambiental se les ha asignado el valor genérico1 (presencia). Siguiendo el criterio de los gestores yusuarios finales de los productos, se ha ponderadoesta información por 2, considerando que es más re-

Figura 4. Valoración experta de las distintas zonas ambien-tales de cada Espacio Natural Protegido de la Comunidadde Madrid en función de su vulnerabilidad a los incendiosforestales.

levante que el resto de las variables que definen elvalor del territorio en función de las figuras de pro-tección.Por último, conviene decir que los espacios que, si-multáneamente, han sido declarados como ZEPA yLIC sólo han sido valorados una vez con objeto deevitar redundancias. Por el contrario, los espaciosdonde no existen solapes o coincidencias han sidovalorados independientemente.Al igual que en el caso anterior, tan sólo se han va-lorado los hábitats de importancia comunitaria queno han sido ya propuestos como Lugares de Impor-tancia Comunitaria, con objeto de evitar una valora-

Page 9: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 2007 51

ción reiterada. En esos casos, el criterio de valora-ción ha sido el siguiente: 0 = ausencia de hábitats deimportancia comunitaria; 0,5 = presencia de hábitatsde importancia comunitaria no propuestos como LICy no prioritarios; 1 = presencia de hábitats de impor-tancia comunitaria, prioritarios y no propuestoscomo LIC.

Determinación del Valor del Territorio en fun-ción de las Figuras de Protección (VTFP)

Una vez asignados los valores a los polígonos decada una de las 6 coberturas, se combinan éstas, ob-teniendo, para cada nuevo recinto creado, una pun-tuación que es la suma de los datos que coinciden enél. La nueva capa así obtenida contiene polígonoscon valores comprendidos entre 0 y 5 (recuérdeseque la cobertura de la zonificación ambiental de Es-pacios Naturales Protegidos ha sido multiplicada por2 y que, por otra parte, en un mismo polígono nuncacoinciden valoraciones positivas de espacios que sonsimultáneamente ZEPA y LIC ni valoraciones repe-titivas de hábitats si éstos forman parte, simultánea-mente, de un espacio propuesto como Lugar deImportancia Comunitaria). Esta capa resultante escruzada con la cuadrícula UTM de km2. En cadacuadrícula se obtiene un valor del territorio en fun-ción de las figuras de protección que es el sumatoriode los datos correspondientes a los distintos polígo-nos incluidos en aquella, ponderando previamenteestos valores según la proporción de su superficierespecto a la superficie total de la celda.Por último, se normalizan los datos resultantes enuna escala de 0 a 1, asignando ‘1’ al máximo valorposible resultante del sumatorio (en este caso, 5).Esta operación de reescalado equivale a multiplicarcada valor por 0,20. A pesar de que los resultadosdel producto final se encuentran expresados en unaescala continua, para facilitar su representación car-tográfica se han agrupado considerando 9 intervalos.La fórmula de cálculo es la siguiente:

Donde:

Valor Paisajístico

Datos de entrada

Las fuentes de información de entrada al modelohan sido las siguientes:1. Modelo de valor intrínseco del paisaje (VIP) dela Comunidad de Madrid.2. Modelo de valor del territorio en función de lasfiguras de protección (VTFP) de la Comunidad deMadrid.

Cálculo del Valor Paisajístico (VP)

Es preciso indicar que los espacios no forestales,que no fueron evaluados en cuanto a su valor intrín-seco, tienen prioridad en este modelo final de pai-saje, de tal manera que en éste se representan encolor gris, es decir tampoco han sido evaluados. Elresultado del resto de las cuadrículas es el promediode la combinación de los dos componentes, antesdescritos, aplicando un peso de 1,5 al modelo devalor del territorio en función de las figuras de pro-tección. Los expertos consultados están de acuerdoen asignar mayor peso a este segundo modelo de-bido a la mayor importancia de las figuras de pro-tección en la consideración de la vulnerabilidad delterritorio. La expresión para la integración ha sidola siguiente:

A pesar de que los valores del producto final se en-cuentran expresados en una escala continua, para fa-cilitar su representación cartográfica se hanagrupado los resultados en 8 intervalos, desde elvalor mínimo (0) hasta el máximo (0,756).Con objeto de facilitar la integración del mapa devalor paisajístico con otros productos del proyecto(valor socioeconómico y potencial integrado de de-gradación) de cara a estimar la vulnerabilidad del te-rritorio, se ha agrupado el valor paisajístico en 4categorías, de menor a mayor vulnerabilidad. Paraestablecer los umbrales entre clases se han conside-rado los puntos de ruptura del histograma.

RESULTADOS

Los mayores valores de singularidad en la regiónlos registran el castañar de Rozas de Puerto Real, losencinares de La Parra y de El Pardo, el sabinar de

Page 10: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 200752

Lozoya, las dehesas del piedemonte situado al suro-este de la Comunidad de Madrid y algunos ecosiste-mas relacionados con los yesares y saladares delsureste.En términos generales, puede decirse que los eco-sistemas madrileños son poco representativos consi-derando la totalidad de España. Los valoresregistrados son muy bajos (tabla 1). Tan sólo son re-señables los pastizales mediterráneos y los pastizalessupraforestales mediterráneos del piedemonte se-rrano septentrional y noroccidental.Por su mayor proximidad a la vegetación clímax,destacan las masas de caducifolias (castañares yfresnedas) y marcescentes (melojares) del SistemaCentral, bien adaptadas a las condiciones del pisosupramediterráneo. Asimismo, sobresalen los enci-nares y quejigares de la llanura central y de las pa-rameras orientales, acomodados a las condicionesclimáticas y edáficas de los pisos mesomediterrá-neos. Los ecosistemas más alejados de la vegetaciónclímax son las zonas mixtas agrícolas con importan-tes espacios de vegetación natural localizadas en losflancos de las alcarrias y las extensas zonas ganade-ras de los piedemontes y de los valles serranos, ocu-padas por pastizales (tabla 2).El mapa del valor intrínseco del paisaje se muestraen la figura 5. En colores fríos (gama de azules yverdes) se representan los paisajes de mayor valor,localizados en las sierras del Sistema Central (Gua-

Tabla 1. Valores de rareza y representatividad asignadosa cada categoría forestal del mapa Corine-Land Cover2000 de la Comunidad de Madrid2.

darrama y Somosierra) y en los taludes de las alca-rrias sobre los valles del Tajo, Tajuña y Jarama, enlos espacios del sureste madrileño: 0,708 es la pun-tuación más elevada en un rango que oscila entre 0–menor valor paisajístico- y 1 –mayor valor-. Por elcontrario, en colores cálidos (naranja y amarillo) sesimbolizan los paisajes peor valorados, situados enlas llanuras centrales y orientales. En un color neutro(gris), se representan los espacios agrícolas y artifi-ciales, es decir las zonas no forestales, que no hansido evaluados. Para facilitar la representación car-tográfica del valor paisajístico y su posterior inven-tario se ha dividido el recorrido de esta variable en8 intervalos iguales que crecen de 10 en 10 décimasde punto.El mapa del valor del territorio en función de las fi-guras de protección se muestra en la figura 6.Apesarde que los valores del producto final se encuentranexpresados en una escala continua, para facilitar surepresentación cartográfica se han agrupado los va-lores de acuerdo a 9 intervalos iguales que crecen de10 en 10 décimas de punto.Se ha empleado una gama de colores similar a lautilizada en el mapa anterior. En colores fríos (gamade azules y verdes) se representan los enclaves demayor valor ecológico, localizados en la sierra deGuadarrama, al norte de Cercedilla, en Peñalara,Cuerda Larga y los cordales que enmarcan la fosadel Alto Lozoya, en el centro-sur, en torno al ríoGuadarrama, y en el sureste, en torno al río Jarama.Otros parajes de elevado valor ecológico son la Pe-driza del Manzanares, el Monte de El Pardo y losEncinares del Alberche y Cofio, en el suroeste de laregión. En colores cálidos (amarillos a sienas) se re-presentan los espacios de menor valor ecológico dis-tribuidos en el extremo sureste de la región y en laSierra Norte de Madrid. En gris se representan losespacios en los que no existe ninguna figura de pro-tección.A pesar del grado de antropización de la Comuni-dad de Madrid, casi el 75% del territorio autonómicoestá ocupado por algún espacio de interés ecológicoo por hábitats de importancia comunitaria por suflora y/o por su fauna. También puede decirse queel 32,77% de la región pertenece a alguno de los 4intervalos de mayor valor ecológico.En la figura 7 se muestra el mapa del valor paisa-jístico resultante de la integración ponderada de losmodelos de valor intrínseco del paisaje y de las figu-ras de protección.Los paisajes de mayor valor son la Sierra de Gua-darrama, en Abantos, Peñalara y Cuerda Larga, La

Page 11: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 2007 53

Pedriza, el Monte del Pardo, los valles del Guada-rrama y Jarama y los encinares delAlberche y Cofio,en la Sierra Oeste de Madrid. Estas zonas poseen va-lores intrínsecos del paisaje elevados y, además, con-tienen zonas protegidas ya sea por su flora, por sufauna, por la protección que proporcionan frente ala erosión o por otros beneficios ambientales.Este modelo ha sido reinterpretado y agrupado, en

Figura 6. Mapa del valor del territorio madrileño en funciónde las figuras de protección.

Figura 5.Mapa del valor intrínseco del paisaje de la Comu-nidad de Madrid.

Tabla 3. Inventario de la superficie absoluta y relativa ocu-pada por cada una de las categorías finales del valor pai-sajístico en la Comunidad de Madrid.

Tabla 2. Valores de la vegetación actual según su proximidad a la clímax. Los códigos empleados en las cabeceras defilas y columnas son los correspondientes a la leyenda Corine-Land Cover 2000 y a la leyenda del mapa de vegetaciónpotencial de España3 , respectivamente. Las celdas sin valor se corresponden a combinaciones que no se producen enesta tabulación cruzada.

Page 12: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 200754

Figura 7.Modelo del valor paisajístico de la Comunidad deMadrid.

clave de vulnerabilidad frente a los incendios fores-tales. En la figura 8 se muestra la reclasificación delmapa de valor paisajístico en 4 categorías con objetode facilitar su integración en un modelo global devulnerabilidad del territorio.En la tabla 3 puede apreciarse que más de un 15% dela superficie total de la Comunidad de Madrid se co-rresponden con espacios que tienen valores paisajís-ticos altos o muy altos.Los tres modelos generados -valor intrínseco, figu-ras de protección y valor paisajístico- han sido inte-grados, junto a otros productos, en CARTOFIRE,una herramienta en Internet para el acceso a la in-formación del proyecto, con una sección específicapara gestionar información cartográfica(http://www.geogra.uah.es:8080/cartofire/index.php).En el proyecto Firemap se consideró trascendentalcontar con los usuarios finales del índice de riesgode incendios forestales y de los productos interme-dios generados con objeto de ayudarles en la gestióny prevención de este fenómeno. Han participado, deforma activa, tanto en el diseño y calibración de losproductos como en su validación. Asimismo, se haprocurado estandarizar la documentación de las va-riables de entrada, de cara a que los datos generadospudieran integrarse fácilmente en bases de datos des-centralizadas (Chuvieco et al., 2007). En la figura 9se muestra un ejemplo de la visualización del mo-delo de valor paisajístico de la Comunidad de Ma-

Figura 8. Modelo final del valor paisajístico de la Comuni-dad de Madrid reclasificado en 4 categorías.

drid en el servidor CARTOFIRE.En la figura 10 se muestra, asimismo, el mapa devulnerabilidad del territorio resultante de la integra-ción de los modelos de valor paisajístico, valor so-cioeconómico y potencial integrado de degradación.Según el esquema del proyecto, este mapa de vulne-rabilidad está preparado para ser integrado con elmodelo de peligro integrado y dar, como resultadofinal, el índice sintético de riesgo de incendio fores-tal.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

Es cierto que, dada la capacidad de los SIG, se po-drían incluir otros elementos que permitieran mejo-rar la valoración intrínseca del paisaje (p. e.presencia de montes protectores, otros indicadoresde ecología del paisaje) o ecológica (inclusión deotras figuras de protección como árboles singulares).En futuros desarrollos se valorarán las ventajas e in-convenientes de calcular, entre otros, un índice denaturalidad y un índice de ganancias y/o pérdidas dela vegetación natural, de manera que pueda ser intro-ducida la componente temporal en el cálculo delvalor intrínseco del paisaje.No obstante, al introducir muchas variables se po-dría incorporar información redundante. Para evi-tarlo, se optará por hacer un estudio estadístico delas variables de entrada para conocer su nivel de sig-

Page 13: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 2007 55

Figura 9. Visualización del mapa de valor paisajístico de la Comunidad de Madrid en el servidor cartográfico CARTOFIRE.

Figura 10. Visualización del índice de vulnerabilidad de la Comunidad de Madrid en el servidor cartográfico CARTOFIRE.

Page 14: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 200756

nificación y evitar problemas de colinealidad y seempleará un análisis de componentes principales quesintetice la información más relevante.Por otra parte, se estudiará la influencia de modifi-car el radio de búsqueda en los resultados de los ín-dices de ecología del paisaje utilizados en el modelo.Respecto a las fuentes de información empleadaspara calcular el modelo de valor intrínseco del pai-saje conviene decir que el mapa de Series de Vege-tación de España de escala 1:400.000 utilizado paraanalizar la proximidad de la vegetación actual a lavegetación potencial no es la fuente más adecuada.Su escala media (1:400.000) es una limitación carto-gráfica cuando se compara su información con la deotro mapa de mayor escala (1:100.000). El nivel dedetalle de los perímetros de las manchas es menor yel tamaño mínimo cartografiable es mayor comoconsecuencia de su escala, más pequeña que la delmapa de ocupación del suelo de Corine. Sin em-bargo, al no disponerse, en la Comunidad de Madrid,de otro mapa más detallado, en soporte digital, seoptó por esta fuente. En desarrollos futuros se valo-rará la viabilidad de emplear, en el flujo de trabajo,una versión digital del mapa de Series de Vegetaciónde Madrid de Salvador Rivas-Martínez, editado enpapel, en 1981, a escala 1:200.000.Respecto a la asignación de pesos a las variables ya los modelos combinados, podría decirse que existecierta subjetividad. Para minimizar este problema,se ha consultado y consensuado con expertos su apli-cación.Por último, es necesario remarcar la dificultad con-ceptual y metodológica para validar los modelos re-sultantes. En el momento actual, se ha optado poruna metodología sencilla y fácilmente comprensible.Los resultados demuestran la viabilidad de su apli-cación en otros territorios de ámbito regional e, in-cluso, estatal. La información de entrada en losmodelos resultantes está disponible para toda Es-paña. Tan sólo, los Montes Preservados es una figuraespecífica de la ley forestal madrileña. En este caso,es necesario buscar las equivalencias con otras tipo-logías similares de montes o eliminar este elementode la ecuación del valor del territorio en función desus figuras de protección.Por último, los resultados son fácilmente integra-bles con otros productos del proyecto FIREMAP,tanto por su formato –información referida a una re-tícula común de 1 Km2 de resolución¬– como porsu escala de medida –recorrido de las variables enun rango de 0 a 1–.A pesar de las limitaciones apuntadas, queda pa-

tente la elevada capacidad de la Teledetección, paragenerar información actualizada de la ocupación delsuelo –cobertura estratégica para generar buenaparte de los resultados que aquí se presentan-, y delas Tecnologías de Información Geográfica para sa-tisfacer la demanda de información que tienen losgestores de territorios de nivel regional. Para los res-ponsables de los servicios de prevención y extinciónde incendios forestales es importante conocer elvalor ecológico y paisajístico con el fin de diferen-ciar el valor del territorio y su vulnerabilidad. En úl-timo término, para integrar esta informacióngeográfica en un esquema de cálculo de la demandade defensa contra los incendios forestales. Sin el em-pleo de la Teledetección, los Sistemas de Informa-ción Geográfica y de la Cartografía Digitaldifícilmente serían abordables los cálculos de los ín-dices de Ecología del Paisaje utilizados y su integra-ción con el resto de los componentes.

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo es fruto de las investigaciones que seestán desarrollando en el marco del proyecto FIRE-MAP, Análisis integrado del riesgo de incendios fo-restales mediante Teledetección y Sistemas deInformación Geográfica: factores vinculados a la ac-tividad humana (CGL2004-06049-C04-02/CLI), fi-nanciado por el Ministerio de Educación y Cienciaa través del Programa de Biodiversidad, Ciencias dela Tierra y Cambio Global del Plan Nacional deI+D+I 2004-2007.También queremos expresar nuestro reconoci-

miento a la Consejería de Medio Ambiente y Orde-nación del Territorio de la Comunidad de Madridque participa como usuario final del proyecto y queha facilitado parte del material y fuentes empleadosen este trabajo. Igualmente, mostramos nuestra gra-titud al Centro Nacional de Información Geográficay a la Dirección General para la Biodiversidad delMinisterio de MedioAmbiente por sus esfuerzos enmejorar la accesibilidad de la comunidad científicaa los datos territoriales.

BIBLIOGRAFÍA

ALLOZA, J.A., BAEZA, M.J., DE LA RIVA, J.,DUGUY, B., ECHEVERRÍA, M.T., IBA-RRA, P., LLOVET, J., PÉREZ-CABELLO,F., ROVIRA, P. y VALLEJO, V.R. 2006. Amodel to evaluate the ecological vulnerability

Page 15: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 2007 57

to forest fires in mediterranean ecosystems.En Viegas, D.X. (Ed.). V International Con-ference on Forest Fire Research. Coimbra.

ANDERSON, P.F. 1979.Analysis of landscape cha-racter for visual resource management. Con-ference on Applied Techniques for AnalysisandManagement of the Visual Resource. Ne-vada. 157-163.

ANGILERI, V. y TOCCOLINI, A., 1993. The as-sessment of visual quality as a tool for theconservation of rural landscape diversity.Landscape and Urban Planning. 24: 105-112.

ANTROP, M. y VAN EETVELDE, V. 2000. Holisticaspects of suburban landscapes: visual imageinterpretation and landscape metrics. Lands-cape and Urban Planning. 50: 43-58.

ARRIAZA, M., CAÑAS-ORTEGA, J.F., CAÑAS-MADUEÑO, J.A. y RUIZ-AVILES, P. 2004.Assessing the visual quality of rural landsca-pes. Landscape and Urban Planning. 69:115-125.

ARROYO-MORA, J. P., SÁNCHEZ-AZOFEIFA,G.A., RIVARD, B., CALVO, J.C. y JAN-ZEN, D.H. 2005. Dynamics in landscapestructure and composition for the Chorotegaregion, Costa Rica from 1960 to 2000. Agri-culture, Ecosystems & Environment. 106(1):27-39.

BERRY, J., BUCKLEY, D. J., y McGARIGAL, K.1999. Integrating Landscape Structure Pro-grams with GIS. <www.innovativegis.com>.

CALVO-IGLESIAS, M. S., FRA-PALEO, U., CRE-CENTE-MASEDA, R. Y DÍAZ-VARELA,R. A. 2006. Directions of Change in LandCover and Landscape Patterns from 1957 to2000 in Agricultural Landscapes in NWSpain. Environmental Management. 38: 921-933.

CHUVIECO, E., AGUADO, I., YEBRA, M.,NIETO, H., MARTÍN, M.P., VILAR, L.,MARTÍNEZ VEGA, J., PADRÓN, D.,MARTÍN, S. y SALAS, J. 2007. Generaciónde un modelo de peligro de incendios fores-tales mediante Teledetección y SIG. EnRivas, R., Grisotto, A. y Sacido, M. (Eds.).Teledetección: hacia un mejor entendimientode la dinámica global y regional. Mar delPlata. Editorial Martin. 19-26.

COMUNIDAD DE MADRID, 2000. Plan de Pro-tección Civil de emergencia por incendios fo-restales en la Comunidad de Madrid

(INFOMA). BOCM 138: 4-28.CRAWFORD, D. 1994. Using remotely sensed data

in landscape visual quality assessment.Landscape and Urban Planning. 30:71-81.

DANIEL, T.C. 2001.Whither scenic beauty? Visuallandscape quality assessment in the 21st cen-tury. Landscape and Urban Planning. 54:267-281.

DE LA FUENTE, G., ATAURI, J.A. y DE LUCIO,J.V. 2006. Relationship between landscapevisual attributes and spatial pattern indices: atest study in Mediterranean-climate landsca-pes. Landscape and Urban Planning. 77:393-407.

DE LUCIO, J.V. y MÚGICA, M. 1994. Landscapepreferences and behaviour of visitors to Spa-nish national parks. Landscape and UrbanPlanning. 29: 145-160.

DHAR, U., RAWAL, R.S. y SAMANT, S.S. 1997.Structural diversity and representativeness offorest vegetation in a protected area of Ku-maun Himalaya, India: implications for con-servation. Biodiversity and Conservation. 6:1045-1062.

DIBARI, J. N. 2007. Evaluation of five landscape-level metrics for measuring the effects of ur-banization on landscape structure: the case ofTucson, Arizona, USA. Landscape andUrban Planning. 79 (3-4): 308-313.

DRAMSTAD, W.E., FJELLSTAD. W.J. y FRY.G.L.A. 1998. Landscape indices –usefultools or misleading numbers? En: Dover,J.W. y Bunce, R.G.H. (Eds.). Key concepts inLandscape Ecology. Proceedings of the 1998European Congress of IALE. 63-68.

DRAMSTAD,W.E., SUNDLI TVEIT, M., FJELLS-TAD. W.J. y FRY. G.L.A. 2006. Relations-hips between visual landscape preferencesand map-based indicators of landscape struc-ture. Landscape and Urban Planning. 78:465-474.

FALCUCCI, A., MAIORANO, L. Y BOITANI, L.2007. Changes in land-use/land-cover pat-terns in Italy and their implications for biodi-versity conservation. Landscape Ecology.22: 617-631.

FUNCH, R.R. y HARLEY, R.M. en prensa. Recon-figuring the boundaries of the Chapada Dia-mantina Nacional Park (Brazil) usingecological criteria in the conetext of ahuman-dominated landscape. Landscape andUrban Planning. 2007. doi:10.1016/j.lan-

Page 16: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 200758

durbplan.2007.06.003GALLARDO, D., GONZÁLEZ BERNÁLDEZ, F.,

RUIZ, J.P. y ABELLO, R.P. 1989. Paysagespréférés: divergences des jeunes en Espagne.L’Espace Géographique. 1 (1989): 27-37.

GÓMEZ-SAL, A., BELMONTES, J.A. y NICO-LAU, J.M. 2003. Assessing landscape va-lues: a proposal for a multidimensionalconceptual model. Ecological Modelling.168: 319-341.

GONZÁLEZ BERNÁLDEZ, F. y PARRA, F. 1979.Dimensions of Landscape Preferences fromPairwise Comparisons. Conference on Ap-plied Techniques for Analysis and Manage-ment of the Visual Resource. Nevada.256-262.

GULINCK, H., MÚGICA, M., DE LUCIO, J.V. yATAURI, J.A. 2001. A framework for com-parative landscape analysis and evaluationbased on land cover data, with an applicationin the Madrid region (Spain). Landscape andUrban Planning. 55:257-270.

HAMMITT, W.E. 1994. Identifying and predictingvisual preference of southern Appalachianforest recreation vistas. Landscape andUrban Planning. 29: 171-183.

HERNANDEZ-STEFANONI, J.L. y PONCE-HER-NANDEZ, R. 2004. Mapping the spatial dis-tribution of plant diversity indices in atropical forest using multi-spectral satelliteimage classification and field measurements.Biodiversity and Conservation. 13: 2599-2621.

HONG, S., BARRY, H., DE ZONIA y MALDE-NOFF, D.J. 2000.An aggregation index (AI)to quantify spatial patterns of landscape.Landscape Ecology. 15: 591-601.

IGIS, 1997: FRAGSTATS*ARC User’s Manual.<www.innovativegis.com/products /fragstat-sarc>

IGN, 2004. CORINE Land Cover. ProyectoI&CLC2000, España. Actualización de labase de datos Corine Land Cover. Informefinal. Madrid. IGN.

IIYAMA, N., KAMADA, M. y NAKAGOSHI, N.2005. Ecological and social evaluation oflandscape in a rural area with terraced pad-dies in southwestern Japan. Landscape andUrban Planning. 70: 301-313.

JRC-EEA. 2000. CORINE Land Cover Update2000. Technical Guidelines.

KATO,Y., YOKOHARI, M. y BROWN, R.D. 1997.

Integration and visualization of the ecologi-cal value of rural landscapes in maintainingthe physical environment of Japan. Lands-cape and Urban Planning. 39: 69-82.

KUIPER, J. 1998. Landscape quality based upon di-versity, coherence and continuity. Landscapeplanning at different planning-levels in theRiver area of The Netherlands. Landscapeand Urban Planning. 43: 91-104.

LI, X., XIAO, D., HE, X., CHEN, W. y SONG, D.2007. Evaluation of landscape changes andecological degradation by GIS in arid re-gions: a case study of the terminal oasis ofthe Shiyang River, northwest China. Environ-mental Geology. 52 (5): 947-956.

LOIDI, J., 1994. Phytosociology applied to natureconservation and land management. EnSong, Y., Dierschke, H. y Wang, X. (Eds.).Applied Vegetation Ecology. 35th Sympo-sium IAVS in Shangai. East China NormalUniv. Press.

LOMBA, A., TORRES, J., ALVES, H. y HON-RADO, J. 2004. GIS applied to landscape va-luation and management in coastal areas.Littoral 2004. 1-2.

MADIEDO, F. y BOSQUE, J. 2005. Una propuestametodológica para cuantificar la visibilidaddel territorio por la población. En Seguinot, J.(Ed.). Las Tecnologías Geográficas. Aplica-ciones locales para la conservación global,San Juan de Puerto Rico, Universidad dePuerto Rico, 12p.

MALDENOFF, D. J. y BAKER,W.L. 2000. SpatialModelling of Forest Landscape Change.Cambridge University Press.

MARTÍNEZ FALERO, E. y GONZÁLEZALONSO, S. 1995. Quantitative Techniquesin Landscape Planning. NewYork. Lewis Pu-blishers.

MARTÍNEZ VEGA, J., MARTÍN, M.P. y RO-MERO CALCERRADA, R. 2003. Valora-ción del paisaje en la Zona de EspecialProtección de Aves Carrizales y Sotos deAranjuez (Comunidad de Madrid). GeoFo-cus. 3: 1-21

MARTÍNEZ VEGA, J., ROMERO CALCE-RRADA, R. y ECHAVARRÍA DASPET, P.2006. Valoración paisajística y ecológica dela Comunidad de Madrid: su integración enun índice sintético de riesgo de incendios fo-restales. En: M.T. Camacho, J.A. Cañete yJ.J. Lara (Eds.) El acceso a la información

Page 17: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 2007 59

espacial y las nuevas tecnologías geográfi-cas. Granada. Editorial de la Universidad deGranada. CD-ROM.

McGARIGAL, K. y MARKS, B.J. 1995. FRAGS-TATS: spatial pattern analysis program forquantifying landscape structure. Portland.Department of Agriculture, Forest Service.

McGARIGAL, K., MARKS, B., HOLMES, C. yENE, E. 2002. Fragstats 3.3. Spatial PatternAnalysis Program for Quantifying LandscapeStructure. Department of Natural ResourcesConservation. University of Massachusetts.

McGARIGAL, K., ENE, E. y HOLMES, C. 2007.Spatial PatternAnalysis Program for Catego-rical Maps. University of Massachusetts.

<http://www.umass.edu/landeco/research/fragstats/fragstats.html>

MILEGO, R. y NUNES, J. 1998.Análisis del medionatural y del paisaje mediante el uso de losSistemas de Información Geográfica. VIIIColoquio del Grupo de Métodos Cuantitati-vos, Sistemas de Información Geográfica yTeledetección. Barcelona. 315-325.

MISGAV, A. 2000. Visual preference of the publicfor vegetation groups in Israel. Landscapeand Urban Planning. 48: 143-159.

MMA, 2000. Guía para la elaboración de estudiosdel medio físico. Contenido y metodología.Madrid. Ministerio de Medio Ambiente.

MOILANEN,A. yWINTLE, B.A. 2007. The Boun-dary-Quality Penalty: a quantitative methodfor approximating species responses to frag-mentation in Reserve selection. ConservationBiology. 21 (2): 355-364.

MOLINA, J.R. RODRÍGUEZ Y SILVA, F. y HE-RRERA, M.A. 2006. Landscape assessmenton relation to forest fire in Andalusia, Spain.Forest Ecology and Management. 234S(2006) S249.

MOLNÁR, Z., BARTHA, S., SEREGÉLYES, T.,ILLYÉS, E., BOTTA-DUKÁT, Z., TIMÁR,G., HORVÁTH, F., RÉVÉSZ, A., KUN, A.,BÖLÖNI, J., BIRÓ, M., BODONCZI, L.,DEÁK,A., FOGARASI, P., HORVÁTH,A.,ISÉPY, I., KARAS, L., KECSKÉS, F., MOL-NÁR, C., ORTMANN,A. y RÉV, S. 2007.Agrid-based, satellite-image supported, multi-attributed vegetation mapping method(MÉTA). Folia Geobotanica. 42 (3): 225-247.

MORENO, J.M. 1989. Los ecosistemas terrestresmediterráneos y el fuego. Política científica.

18: 46-51.NAKAGOSHI, N. y KONDO, T. 2002. Ecological

land evaluation for nature redevelopment inriver areas. Landscape Ecology. 17 (Suppl 1):83-93.

NAVEH, Z. y LIEBERMAN, A. 1994. LandscapeEcology. Theory and Application. NuevaYork. Springer-Verlag.

OHNO, K., 1991.A vegetation-ecological approachto the classification and evaluation of poten-tial natural vegetation of the Fagatea crenataeregion in Tohoku (northern Honshu), Japan.Ecological Research. 6: 29-49.

PINO, J., RIBAS, J., PONS, X. y RODÀ, F. 1998.Análisis mediante SIG de la relación entre es-tructura del paisaje y riqueza de especies deaves en un área perimetropolitana de Barce-lona. VIII Coloquio del Grupo de MétodosCuantitativos, Sistemas de Información Geo-gráfica y Teledetección. Barcelona. 221-230.

RIITTERS, K.H., O’NEILLS, R.V., HUNSAKER,C.T., WICKHAM, J.D., YANKEE, D.H. yTIMMINS, S.P. 1995. A factor analysis oflandscape pattern and structure metrics.Landscape Ecology. 10: 23-39.

RÓDENAS, M., SANCHO, F. y GONZÁLEZ BER-NÁLDEZ, F. 1975. Structure of LandscapePreferences. Landscape Planning. 2: 159-178.

ROMERO-CALCERRADA R. Y PERRY GLW.2002. Landscape change pattern (1984-1999)and implications for fire incidence in the SPAEncinares del rio Alberche y Cofio (CentralSpain). In: Viegas D. X. (ed) Forest Fire Re-search & Wildland Fire Safety. Millpress,Rotterdam

ROMERO-CALCERRADA R. Y PERRY GLW.2004. The role of land abandonment in lands-cape dynamics in the SPA 'Encinares del rioAlberche y Cofio, Central Spain, 1984-1999.Landscape and Urban Planning 66: 217-232

ROTH, M. 2006. Validating the use of Internet sur-vey techniques in visual landscape assess-ment. An empirical study from Germany.Landscape and Urban Planning. 78: 179-192.

SANCHO, J., BOSQUE, J. y MORENO, F., 1993.Crisis and permanence of the traditional Me-diterranean landscape in the central region ofSpain. Landscape and Urban Planning. 23:155-166.

THORNE, J.F. y HUANG, C-S. 1991. Toward a

Page 18: Valoración paisajística y ecológica de la Comunidad de

N.º 28 - Diciembre 200760

landscape ecological aesthetic: methodolo-gies for designers and planners. Landscapeand Urban Planning. 21: 61-79.

TRAKHTENBROT, A. y KADMON, R. 2005. En-vironmental cluster analysis as a tool for se-lecting complementary networks ofconservation sites. Ecological Applications.15 (1): 335-345.

VAN DEN BERG,A.E. y KOOLE, S.L. 2006. Newwilderness in the Netherlands: an investiga-tion of visual preferences for nature develop-ment landscapes. Landscape and UrbanPlanning. 78: 362-372.

WRBKA, T., ERB, K.H., SCHULZ, N.B., PETER-SEIL, J., HAHN, C. y HABERL, H. 2004.Linking pattern and process in cultural lands-capes. An empirical study based on spatiallyexplicit indicators. Land Use Policy. 21 (3):289-306.

NOTAS

1) La elección de esta unidad de análisis (1 km2) sebasa en la demanda que hacen los gestores para tra-bajar con el riesgo de incendios forestales a un nivellocal que proporcione un detalle suficiente para unagestión eficaz.

2) Las equivalencias de los códigos CORINE de lastablas 1 y 2 son las siguientes: 24310=mosaico decultivos agrícolas en secano con espacios significa-tivos de vegetación natural y semi-natural; 24320=mosaico de cultivos agrícolas en regadío con espa-cios significativos de vegetación natural y semi-na-tural; 24330= mosaico de prados o praderas conespacios significativos de vegetación natural y semi-natural; 24410=pastizales, prados o praderas conarbolado adehesado; 24420=cultivos agrícolas conarbolado adehesado; 31110=perennifolias;31120=caducifolias y marcescentes; 31130=otrasfrondosas de plantación; 31140=mezcla de frondo-sas; 31150=bosques de ribera; 31210=bosques deconíferas de hojas aciculares; 31300=bosque mixto;32111=pastizales supraforestales templado-oceáni-cos, pirenaicos y orocantábricos; 32112= pastizalessupraforestales mediterráneos; 32122=otros pasti-zales mediterráneos; 32311=grandes formacionesde matorral denso o medianamente denso;32312=matorrales subarbustivos o arbustivos muypoco densos; 32410=matorral boscoso de frondo-sas; 32420= matorral boscoso de coníferas;

32430= matorral boscoso de bosque mixto.

3) Los códigos de las columnas de la tabla 3 se co-rresponden con la leyenda del mapa de vegetaciónpotencial de España a escala 1:400.000. De formaabreviada, significan: 12a=serie crioromediterrá-nea guadarrámica silicícola de Festuca indigesta.VP, pastizales psicroxerófilos; 13a=serie oromedite-rránea guadarrámica silicícola de Juniperus nana.VP, pinares, piornales y enebrales rastreros;16a=serie supra-mesomediterránea ayllonense sili-cícola de Fagus sylvatica. VP, hayedos; 18a=seriesupramediterránea carpetano-ibérico-leonesa y al-carreña subhúmeda silicícola de Quercus pyrenaica.VP, robledales de melojos; 18c= serie supramedite-rránea ibérico-soriana y ayllonense húmedo-hiper-húmeda silicícola de Quercus pyrenaica. VP,robledales de melojos; 18h= serie mesomediterrá-nea luso-extremadurense húmeda de Quercus pyre-naica. VP, robledales de melojos; 19b=seriesupra-mesomediterránea castellano-alcarreño-manchega basófila de Quercus faginea. VP, queji-gares; 19bb=serie supra-mesomediterráneacastellano-alcarreño-manchega basófila de Quercusfaginea. VP, quejigares. Faciación de Quercus coc-cifera; 22a=serie supramediterránea castellano-maestrazgo-manchega basófila de Quercusrotundifolia. VP, encinares; 22b=serie mesomedite-rránea manchega y aragonesa basófila de Quercusrotundifolia. VP, encinares; 24a=serie supra-meso-mediterránea guadarrámica, ibérico-soriana, celti-bérico-alcarreña y leonesa silicícola de Quercusrotundifolia. VP, encinares; 24ab=serie supra-me-somediterránea guadarrámica, ibérico-soriana, cel-tibérico-alcarreña y leonesa silicícola de Quercusrotundifolia. VP, encinares. Faciación mesomedite-rránea con Retama sphaerocarpa; 24c=serie meso-mediterránea luso-extremadurense silicícola deQuercus rotundifolia. VP, encinares; I=geomegase-ries riparias mediterráneas y regadíos; Ib=geoserieriparia silicífila supramediterránea carpetana.Fresnedas.