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LOPE DE VEGA
A UNA CALAVERA DE MUJEREsta cabeza, cuando viva, tuvo
sobre la arquitectura de estos huesoscarne y cabellos, por quien fueron presos
los ojos que mirándola detuvo.
Aquí la rosa de la boca estuvo,marchita ya con tan helados besos;
aquí los ojos, de esmeralda impresos,color que tantas almas entretuvo;
aquí la estimativa, en quien teníael principio de todo movimiento;
aquí de las potencias la armonía.
¡Oh hermosura mortal, cometa al viento!¿En donde tanta presunción vivía
desprecian los gusanos aposento?
Realice un comentario crítico, atendiendo a la época en que se encuadra la composición:
En este soneto ( compuesto de dos cuartetos y dos tercetos de versos endecasílabos), Félix Lope de Vega y Carpio desarrolla un tema propio de la lírica barroca (S.XVII). La composición responde a sencillez que buscaba el autor, en contraposición con Luis de Góngora y sus seguidores que apelaban a una lírica que fuese una obra arquitectónica lingüística. Podemos observar cómo el " yo poético" introduce el paso del tiempo como algo inevitable que acaba con toda la hermosura femenina. Esto lo podemos apreciar en " los labios que se marchitan" del verso cinco y también el seis.La arquitectura del cuerpo y los ojos también acaban siendo material para acabar en decadencia; como apreciamos en el primer cuarteto y el primer terceto. El desarrollo del tópico TEMPUS FUGIT es algo inherente a este siglo, ya que la decadencia sociocultural hacía que la poesía tuviese reflejos de un hondo pesimismo con respecto a la vida y se tuviese conciencia de la muerte y su cercanía. Así, aunque esto nos puede resultar exagerado nace de una época de crisis hondas y hombres sumidos en las sombras. La muerte que aquí describe El "yo poético", es cruel e inevitable; aunque también comprensible, ya que " los gusanos" según el " yo poético" no pueden despreciar la belleza que se tuvo en vida.
La pregunta retórica final nos lleva a reflexionar sobre la contraposición entre la muerte, que es símbolo de destrucción y a la vez, de ella nace la vida ("los gusanos"). En el Barroco, estas contraposiciones eran frecuentes, porque el hombre estaba desorientado ante los cambios que se avecinaban. Se tendía a la crítica, la religiosidad, a lo serio o lo cómico; pero, ¿no es el hombre en sí mismo una contraposición?. Tal como expone el " yo poético", necesitamos de la muerte para sentirnos vivos y apreciar el instante, para saber que la belleza sólo dura un segundo.
Observamos también, la belleza propia del Renacimiento que se vuelve a cantar en el Barroco con una sutil diferencia. La hermosura, los cabellos dorados, los labios rojos,...ahora, se pueden convertir en otra cosa y la belleza no es perfecta ni duradera. Por eso, se realizarán críticas misóginas a la mujer y su falsa apariencia, su inestabilidad en el mundo. La belleza inspira amor, pero como la mujer es voluble; ésta es inconstante y acabará ( ya no habrá " armonía").
En definitiva, el ser humano engrandece el tema de muerte en el Barroco; dejando patente que el ser humano es solo "polvo", aunque pueda llegar a ser "polvo enamorado" como bien decía Quevedo y dejar huella en el mundo con unos sentimientos y aspiraciones que perduren tras la muerte.