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Valores sociales 3.1 Principales valores de las instituciones sociales: solidaridad, subsidiaridad, bien común, entre otros Hijo de la tribu El joven africano escuchó con avidez las instrucciones. Se trataba del momento más importante de su vida. El rito social que iba a hacerlo hombre. Había llegado a la pubertad y, para ser ahora aceptado como miembro adulto de la tribu, tenía que pasar las pruebas tradicionales que demostrarían que era fuerte, sensato, responsable y digno de confianza. Si fallaba en el examen, volvería a ser niño hasta otra esta- ción, con la vergüenza del fracaso y la impaciencia de la espera. Por eso escuchaba con atención total, dispuesto a llevar a cabo con exactitud inmediata las órdenes secretas de los ancianos de la tribu. Éstas fueron las instrucciones: debía partir solo hacia la selva sin arco ni flechas, sin lanza ni escudo, y morar y andar en ella hasta ver y ser visto por un león, un rinoceronte, una serpiente pitón y un elefante. En ningún caso debía huir o defenderse, y no debía tomar alimento alguno ni beber agua, por apetitosos que fueran los frutos que viera y cristalinos los arroyos que cruzara, una vez alcanzado el cuádruple objetivo, debía volver inmediata- mente e informar a la tribu. Eso era todo. El joven partió al instante y se dirigió hacia las praderas de altas hierbas, donde sabía que los leones esperaban a sus presas y donde no le sería difícil ver al rey de la selva y ser visto por él. Pronto lo divisó, recostado bajo un árbol, en la majestad despreo-

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Valores sociales

3.1 Principales valores de las instituciones sociales: solidaridad, subsidiaridad, bien común, entre otros

Hijo de la tribu

El joven africano escuchó con avidez las instrucciones. Se trataba del momento más importante de su vida. El rito social que iba a hacerlo hombre. Había llegado a la pubertad y, para ser ahora aceptado como miembro adulto de la tribu, tenía que pasar las pruebas tradicionales que demostrarían que era fuerte, sensato, responsable y digno de confianza.

Si fallaba en el examen, volvería a ser niño hasta otra esta­ción, con la vergüenza del fracaso y la impaciencia de la espera. Por eso escuchaba con atención total, dispuesto a llevar a cabo con exactitud inmediata las órdenes secretas de los ancianos de la tribu.

Éstas fueron las instrucciones: debía partir solo hacia la selva sin arco ni flechas, sin lanza ni escudo, y morar y andar en ella hasta ver y ser visto por un león, un rinoceronte, una serpiente pitón y un elefante. En ningún caso debía huir o defenderse, y no debía tomar alimento alguno ni beber agua, por apetitosos que fueran los frutos que viera y cristalinos los arroyos que cruzara, una vez alcanzado el cuádruple objetivo, debía volver inmediata­mente e informar a la tribu. Eso era todo.

El joven partió al instante y se dirigió hacia las praderas de altas hierbas, donde sabía que los leones esperaban a sus presas y donde no le sería difícil ver al rey de la selva y ser visto por él. Pronto lo divisó, recostado bajo un árbol, en la majestad despreo-

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de siempre en la existencia de hoy

. • (\lpada de su serena presencia. ~ontu"."o el aliento y esperó hasta que el león alzó la cabeza, paseo su mirada por el honz~nte r ~ detuvo un momento en la figura esbelta del adolescente mmov1L Se cruzaron las miradas del aspirante a hombre y del dueño de la selva, en reconocimiento mutuo de dignidad adivinada.

Se aseguró el joven de que el león lo había mirado ~a:~ po­der afirmarlo ante la tribu, y partió despacio con la bend1c1on de la selva, sabiendo que había logrado el cometido más difícil. De vuelta en la selva, pronto vio una serpiente pitón enroscada en un árbol y afrontó su mirada sin parpadear. También conoc!a ~os terrenos del rinoceronte, y de lejos, pero con certeza, lo avisto y se supo avistado, leyendo en el aire el mensaje de recelo y adver­tencia del animal desconfiado.

Ya solamente le faltaba lo más sencillo, que era el elefante. Mu-chos había por los alrededores y no tardaría en encontrar una manada o un macho suelto y verlo y hacerse ver con prudencia. El elefante no ataca si no es atacado, y no había mayor peligro. Con encontrar pronto uno quedaría cumplida la tarea. Pero no lo

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encontraba. Recorrió todos los terrenos propicios, buscó huellas, oteó ho-

rizontes, esperó en vaguadas, pero no logró ver elefante alguno. Entonces comenzó a sentir hambre. Hasta aquel momento no había contado los días ni las noches ni había sentido hambre ni sed, pero al prolongarse la búsqueda y surgir ~l temor a~ fraca8?, comenzó a sentirse débil y a dudar. ¿Hasta cuando pod1a ~guir buscando? ¿Qué haría si no lograba encontrar un elefante? El p~ fería dejarse morir de hambre y sed en la selva para salvar la ~1g­nidad, ya no la vida, pero las órdenes eran regresar a la aldea vivo e informar puntualmente de lo sucedido. , . .

Aguantó hasta el último momento, pero no logro d1v1sar a ningún elefante, y volvió con paso triste a su tribu a contar lo sucedido. Después de oírlo, habló el jefe de la tribu: ''Has pasado la prueba. Sabíamos que no podrías ver a ningún elefante, por­que los habíamos espantado de.anteman? de toda la coma;ca. La prueba no era el ver animales, smo el dear la verdad ... y tu la has dicho. Desde hoy eres uno de nosotros con pleno derecho. Eres

hijo de la tribu". Carlos G. Vallés, SJ, Sali6 el sembrador.

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e on esta lectura se pone en evidencia el valor social más importante de esta hipotética tribu: la sinceridad. ¿Cuáles son los valores que

más aprecia la sociedad en la que uno se desenvuelve? En el capítulo anterior se hizo un análisis de los valores de la persona y el modo como cada individuo tiene posibilidad de vivirlos consigo y en relación con otros. En este capítulo se muestran valores que son especialmente reco­

. nocidos por la colectividad, por el bien común.

El ser humano es una proyección de los anhelos colectivos que fue­~ ron vertidos en él gracias a la educación. Entre otros medios que van .;formando la conciencia social, cada persona ingresa a lo largo de su ¡edstencia al menos a tres niveles educativos: el primero es la familia, ·. . segundo la escuela y el tercero es la sociedad, compuesta por ins-tituciones, sistemas de gobierno, la fuerza mediática, la cultura, por .~donar de modo genérico las diferentes instancias que configuran ~1 suministro de valores sociales.

, En este capítulo se reflexiona acerca del cultivo de estos valores en :lals instituciones, la forma como se vive la solidaridad y la subsidiari­

. El bien común en las organizaciones es una forma de continuar la cación de las personas, ya que la participación del individuo se con­como productiva, redituable, o bien, como un elemento con identi­que enriquece al colectivo, dependiendo del tipo de institución de se trate.

También se aborda la participación social como un área de la exis­cia humana que es importante atender. Posteriormente se reflexio­

acerca del valor del trabajo y los temas que rodean la existencia nal dentro del mundo laboraL tales como la eficacia, la eficiencia,

. calidad y la responsabilidad social. Se pondrá énfasis en el análisis .. la trascendencia que tiene la labor del individuo dentro del colectivo

conio aporte de una experiencia autorrealizante, así como los elementos p pueden influir para cultivar una consciencia funcional hacia el mo-'i?lo de productividad sustentada en el empleo, frente al autoempleo.

Se pone en perspectiva el efecto transformador del entorno natural :que las organizaciones laborales provocan en los territorios donde se '8ientan, el influjo hacia la cultura por el giro de su labor, así como el bienestar social que genera por sus diferentes vinculaciones con el me-4k> que le permite existir.

Cabe destacar la relevancia de estas reflexiones, como una conse­cia del análisis realizado en el pasado capítulo sobre valores de la

rsona, pues claramente se propone una jerarquía de aproximación

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Los valores de siempre en la existencia de hoy

hacia la existencia, donde en primera instancia está la persona como un integrante responsable de la concepción de su realidad y como precursora de los valores generados en la colectividad.

Porque es el ser humano una entidad individual que también puede beneficiarse del agrupamiento para una coexistencia benéfica y conve­niente para los integrantes de una comunidad, cabe reflexionar acerca de la vulnerabilidad que presenta la persona recién nacida con respecto de su entorno, por diferencia de varias especies animales que desde su nacimiento ya pueden comenzar a bastarse por sí mismas para subsistir.

Las comodidades que han sido generadas por la sociedad van pro­vocando una realidad de estado menesteroso para el recién nacido, quien necesita de los cuidados de otros para que le provean alimento, habitación, amor, instrucción, transporte, abrigo, arropamiento, por se­ñalar apenas, unas cuantas necesidades que en comunidad los seres humanos procuran satisfacer.

Y en esa inercia desde el nacimiento, de concebirse incompleto sin los otros, porque la existencia humana implica asistencia de los demás, acompañamiento y servicio, las personas van estableciendo un conjunto de valores que protegen el bienestar de la colectividad, siempre que sean adherentes a las prioridades y necesidades del grupo social tácitamente.

Existen asociaciones de individuos que se organizan con fines es­pecíficos, de tal forma que la causa de la unión otorga a la fusión su carácter funcional, así se van gestando nombres de grupos que por su conformación registrada ante instancias rectoras del sistema social y de acuerdo con la utilidad que brindan a la sociedad, se convierten en instituciones.

La característica de institucionalidad puede entenderse como la atri­bución otorgada al grupo social con el fin de representar alguna fun­ción específica dentro de la comunidad, región o nación, además de que usualmente está registrada ante las instancias rectoras del territorio. Su razón de ser genera beneficios prácticos y de diversa índole a porciones o segmentos sociales, o bien, a la totalidad de individuos que pertene­cen al territorio.

De esta manera, el individuo singular, frente a la pluralidad institu­cional, adhiere parte de su ser a la conformación de una nueva esencia, una forma diferente de existir en la sociedad, donde sus valores perso­nales se entremezclan con los de la colectividad institucional a la que pertenece por razones laborales, intelectuales, de esparcimiento, espiri­tuales, salutíferas, económicas, afectivas y altruistas.

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Valores sociales

Las instituciones influyen en la existencia individual de múltiples maneras, se muestra a continuación una reflexión coloquial fruto de la

'inventiva de los autores del presente libro, para ejemplificar lo hasta el momento expuesto del presente capítulo.

Que las instituciones guíen mi individualidad

Recomendaciones mediáticas afirman que todos los días tenemos que comer una manzana por el hierro y un plátano, por el pota­sio. También una naranja, para la vitamina C, medio melón para mejorar la digestión, esto último a recomendación también del honorable gremio que abastece una parte de la central de abastos de la ciudad, dicho sea de paso, el papá de mi novia es uno de los líderes y con mucha categoría me ha dicho tal sugerencia en presencia de mi dulce chica. Ah, además una taza de té verde sin azúcar, para prevenir la diabetes.

Y las recomendaciones descritas son avaladas por algunas personas que siendo médicos ganan mayor autoridad sobre la forma como me alimento y más todavía, porque ellos forman parte de asociaciones médicas que hasta comerciales televisi­vos suelen presentar. Todos los días hay que tomar dos litros de agua, así informan con campaña publicitaria las embotelladoras, lo cual me complica la existencia porque suelo andar en la calle y es una hazaña andar bebiendo y en el momento requerido ir al baño. Son prácticas que pueden convertirse en rituales algo incómodos en medio del tránsito estancado, mas reconozco la buena voluntad de las empresas que me invitan a consumir el vital líquido.

Que todos los días hay que tomqrse un yogurt líquido o bien el producto ése con lactobacilos para generar mejoras digestivas que según los veganos (personas que no consumen productos animales por amor a los mismos) sería suficiente con tener una alimentación natural desprovista de productos animales que tie­nen detrás varias instituciones que los patrocinan y en varios ca­sos, se valen de formas corruptas, hostiles y salvajes para obtener esos productos que tanto me recomiendan consumir por aquello de la alimentación balanceada que afirman las empresas que es-

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ÍJll!i \';lktres de siempre en la existencia de hoy

·· •. tán metidas en esos negocios, caray, es que es tan sabroso !odo aquello y tan validado por la casi totalidad de los grupos sooales a los que pertenezco, que me siento alienado cuando pretendo la conversión a vegano.

Ah, después de cada comida hay que lav~rse los diente~, o sea: después del yogurt líquido y la fibra, los d1e~tes, despu~ d~ la manzana los dientes, después del plátano los dientes ... y as1 mien­tras tengas dientes, sin olvidar pasarte el hilo dei:tal, buch~ ~on enjuague bucal y todo lo demás que las organ_izaaones pubhata­rias nos recomiendan siempre para nuestro bienestar.

Hay que dormir ocho horas y trabajar otras ocho, ¡ah! No es cierto, si los jefes laborales lo requieren, hay que dar el plus, el extra, hay que ponerse la camiseta institucional, encima d~l co­razón, donde están escondidos los afectos, las otras ocupaaones existenciales, es conveniente, evalúan al empleado con buena ac­titud, así que vale la pena el vivir este alquiler existencial ix:rso­nalmente consentido, porque puedes pertenecer a los que vIVen para trabajar o los que trabajan para vivir.

Además, hay que estar bien informado, así que hay que l~r por lo menos dos diarios y que uno de estos sea loca~ tamb1en contar con revistas especializadas que sean de nuestra area labo­ral y otra de generalidad social. Y a~más leer entre ~íneas, por­que hay que contrastar la informac~o~, pues d~pend1endo de la institución que la emana, hay una VlS1Ón especial.

·Ah! hay que tener sexo todos los días, pero sin caer en la ru-1 / d ., E tina: hay que ser innovador, creativo, renovar la se ucaon. so

lleva su tiempo. iY ni qué hablar si es sexo tántrico! ~ueno, d~­pendiendo de la cultura donde te encuentres claro est.a, el matn­monio es toda una institución en ciertos contextos, mientras que para algunas instituciones, ser soltero en tus cuarentas te hace alguien no acorde con criterios conservadores.

También hay que hacer tiempo para barrer, lavar ~.ª ropa, ~os platos, y no te digo si tienes perro u otra mas~ota ... ¿h~osy ~n fin, me parece que aquí encuentro algo clave, el ~empo, s~ ~ tiem~o es vida y la totalidad de la vida cor~e~pond1er~ a ~u ~xIStena?, ¿cuánto de ella se la dedico al beneplac1to de las mshtuc1ones mas que a mi persona?

Roberto Celestino Solís Santamaría

Valores sociales

La anterior lectura es una reflexión acerca de la manera como las de­cisiones personales de la vida cotidiana se ponen en correspondencia con las expectativas sociales, que mediante sus instituciones van ins­taurando directa o indirectamente la forma en que las personas condu­cen sus elecciones.

Este influjo que tienen las instituciones sobre la vida individual se presenta como consecuencia del desenvolvimiento personal en

. él núcleo social porque son las instituciones las que vienen a suplir @ escuela adonde llega el sujeto a preparase. La continuidad de su educación está cristalizada en los grupos a los que luego pertenece f todos ellos se sustentan en valores que convienen a la comunidad, · rmeando sus conductas con hábitos que de suyo no haría en solí­

. existencia.

De esta manera, se observa un fenómeno que puede nombrarse mo existencia institucionalmente condicionada. Una porción a veces plia de la existencia personal está supeditada a los criterios que mar­los núcleos sociales a los que pertenece el individuo. Ya lo señala

· e Balmes en su libro El criterio, donde afirma que para conjeturar , ' será la conducta de una persona en un caso dado, es preciso co-

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r su inteligencia, su índole, carácter, moralidad, intereses y cuánto ede influir en su determinación. La inteligencia es aquella capacidad que permite al individuo leer realidad, así encontrar las soluciones que su entendimiento le ofre­como más viables para resolver situaciones cotidianas, influido por antecedentes de su vida que le hacen contar con un estado emo­

de una u otra índole, la formación del carácter, las convicciones ... a de lo bueno y lo malo, además del entorno, la gente que le ro­~a, desde sus vínculos más afectivos hasta los menos y cada árculo tJOcial juega también un papel dentro de las decisiones humanas. :.:. Derivado de esta situación, acerca de cómo la decisión personal ~le ser un acto individual y sin eq:ibargo, también una acción don~ ..ie la sociedad envolvente del sujeto singular le influye, cabe destacar ·la importancia que tiene el hecho de que las instituciones proveen a lu comunidades de un conjunto de valores que son considerados por la gente que le conforma para determinar los procederes de su perso­nal existencia.

Uno de estos valores es el de la solidaridad, que es una predisposi­de apego a las causas de otros, sean estos otros, integrantes de un

;pem¡o, una familia, una comunidad, una región, un grupo, un territo-

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Los valores de siempre en la existencia de hoy

rio, una nación, e inclusive, este valor puede aplicarse también a los vín­culos de dos personas y como un análisis especial de las múltiples voces que yacen en el interior de cada ser humano, es posible pensar en la soli­daridad que la persona puede ejercer consigo misma.

La solidaridad ejercida con otros en un gremio u organización co­rresponde a ese acto de poner en los intereses personales un lugar es­pecial para las necesidades de ese grupo al que se pertenece por alguna razón social, económica, sentimental, laboral o de esparcimiento.

La persona tímida que elige ir a la fiesta del amigo con motivo de su cumpleaños, pese a que se sienta poco animada a asistir, puede ser un ejemplo de solidaridad, pues aunque sabe que a dicha reunión irán pocas personas conocidas para él apoya a su amigo con su presencia e incorpora a su actividad y pensamiento lo que sea necesario para cum­plir con esta demostración de apoyo, que se ha fraguado como fruto de amistad.

La postergación de compromisos laborales o inclusive de esparci­miento para asistir en su duelo a la pareja que ha perdido a un familiar, estando con ella, acompañando su momento, es un acto de solidaridad, donde la persona hace a un lado otras necesidades, pues siente el ho­nesto deseo de apoyar en un momento difícil a quien en ese momento es la prioridad en su existencia, la pareja.

El ferviente seguidor de un equipo de futbol cuyo equipo atraviesa por temporadas de gloria, con títulos y buen. espectáculo acude al es· tadio, usa los colores del club, festeja los triunfos¡ de repente el equipo cae, atraviesa por una mala racha, que se extiende y aún así, este afi clonado persiste en su apoyo, jamás niega ser partidario de esos colo· res, entonces, demuestra esa capacidad para afiliarse a la causa con lo!.i otros, por una convicción personal de apego consentido.

El equipo de trabajo, dentro de un entorno laboral, donde cada intl' grante atiende a su perfil de puesto y además, ve la manera de que su quehacer favorezca la consecución de los indicadores anuales del ámi a la que pertenece, se adhiere a una causa con otros, trae por convicd1 ir1 personal la necesidad de invertir a veces más esfuerzo para sacar a< lt1

lante los proyectos y necesidades del grupo laboral, acota a su qut>IM· cer, además del calificativo profesional, su carácter de solidario.

Solidaridad, este sólido compromiso por la causa de otros, sintit·w dolas como propias, es un valor de múltiples acepciones dentro tl1tf ramo institucional, porque siendo las personas el factor más impor1.•m te de las mismas, demuestran en conjunto este valor, cuando de m1111 ..

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Valores sociaJe

organizacional, se percibe un a radores dentro de las insta! . poyo mutuo entre autoridades y colab

aaones de trabajo com · . , Y compromiso por el desarr 11 h , urucaaon funcion la institución. o o umano del personal que pertenece ª·

. Hay acciones altruistas y filantró . '

. de solidaridad por parte de las . tih:~ que pueden ser una evidencia 1

. personas ajenas a su giro con :s . aones para_ con sus integrantes y !

y adiestramiento por ci~r sol onaaones, trabaio social, capacitación , . . d d , amente algunas no ob t .. \'t a es se percibirán como solid . l , . s ante, estas acti-<genuinos intereses de a o anas en a medida que provengan de también con beneficios= , y ~yuda a l?s otros,_ en caso de coincidir

omicos, podnan mal mterpretarse Carlos G. Vallés en su libro Caleido . .

"Yo soy mucha gente" d d SCO/'!~' presenta un capítulo que la existencia personal solici~~ A:íi:anifiesta los ~últiples papeles

' . . s escritor, en otras hermano . ~ ~eces se es hijo, otras padre, a ··.ciudadano, profesional de , ar:go, u~~o, pareja, después docen-

or, sobrino. un sa r u ofiao, comensal, vecino, ven-

.'. AJ ser tantas las etiquetas que personal . los diferentes roles de existir y ~almente se le han pues-

·Ja voces interiores que provi~ se r~q~enran ~on:ientos, donde to­de las voces exteriores que ºten e a~ propias identidades, ade-

hacer un consenso gn an también las formas de ser debe-' un acuerdo para solidarizarse '

presente, al sujeto que en ese mis . Y apoyar en tiem-realidad. mo mstante, se esté manifestando

• valor que se suele aplicar en . . . . · ad. Según el Diccionario de 1a R ~!tu~one_s SOCial~ es la subsi­

ación pública asistencial d e , ca e~ E_spanola, subsidio . d Otr e caracter econom1co y de d . ,

a a. a acepción que muestr l uraaon esta al comercio o a la industri .:.:~ d~ se: una contribución inferir su influjo en la existencia a. s s1~cados son útiles

tación pública asistencial d r:rsonal y 5-°°:ªl. Por un lado, al da, invita a pensar que laseacart ~der decononuco y duración de-

l ., u on a es gubernam t 1 es tamb1en del modo de existir d l . . . en a es son Oportunidades de desarr 11 e os mdiVIduos, pues en-á

0 o con estos favo ·al en gran parte de los mism res SOCI es que de-

. r el apoyo para cerrar la br;~~eptores de tal prestación al tran y para que este apo fu . n la que probablemente se

contrario, se convertirá en ~g nc1on~ como algo trascendente; pescado para que pued o parea o a la metáfora: dar a al­

a comer, en lugar de enseñarle a pescar.

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Los valores de siempre en la existencia de hoy

El valor de la subsidiaridad hace de la institución proveedora una instancia loable, importante dentro de un territorio por su evidente aportación social, mas cabe recalcar que es en el detalle del otorga­miento de tal prestación, donde convergen tantos otros valores hu­manos, donde la honestidad, la gratitud y la responsabilidad juegan papeles fundamentales. Por ejemplo, si autoridades gubernamenta­les optan por otorgar a un sector poblacional un apoyo económico desprovisto de recursos intelectuales para fomentar el uso racional y potenciador de soluciones futuras, se resuelve temporalmente una carencia de forma deficiente, que finalmente volverá a quedar hueca.

El valor de la subsidiaridad ejercida por instituciones en beneficio de quienes estén en importante situación de necesidad, debiera estar aparejada por una porción de instrucción formativa de quienes sean los que reciban tal apoyo, además de un seguimiento acerca de cómo es que emplearon tales beneficios económicos.

La acción de dar, por el simple hecho de entregar apoyo, puede ge­nerar más necesidad que prosperidad en sus beneficiarios. Los Rotarios, por ejemplo, son una organización mundial que se ocupa de suministrar apoyos a comunidades y personas en situación de necesidad y la condi­ción para entregar tales beneficios es que las personas receptoras realicen algo que les haga sentir que a cambio están dando algo de sí, sea un ser­vicio o una cantidad simbólica por una silla de ruedas.

Dar, pero que se lo ganen, así se evitará generar una idiosincrasia crónicamente menesterosa en aquellos que se vean necesitados. Esto es también un mensaje de impacto para estas clases depauperadas, puesto que si no son capaces de valerse por sí mismas con los recur­sos existentes, pudiera provocarse la creencia de que siempre deberá haber alguien que sí tenga recursos que les dé y que los que están en la abundancia tienen la obligación social de regalar lo que poseen, ta­les creencias conducen a la discordia.

En cambio, suministrar beneficios a las clases desposeídas con la consigna de que hay que ganarse el apoyo mediante algún acto o la­bor honesta genera otra consciencia, un paradigma de que sí es po­sible generarse abundancia y soluciones, a partir de responsabilizar­se de los cómos para generarlo, sin depender de otras instancias, que apoyarán si primero los menesterosos se ganan el derecho de alguna forma viable, aceptable.

La institución, al proceder para el beneficio de su colectividad y al establecer el modo de relacionarse para beneficiar a su entorno,

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Valores sociales

ne ejemplo a quienes la integran dentro de la convivencia social, tal suerte que el padre de familia perteneciente a una institución

..• e ejerciera subsidiaridad sin control y seguimiento, manda el men­~ de que es importante brindarle todo al necesitado. En este caso, s hijos entienden que deben recibir todo aunque no se lo ganen, he-o que podría hacer de éstos unas personas abúlicas, con dificulta­s para esforzarse. La otra acepción del subsidio, la que se refiere a una contribución puesta al comercio o a la industria, lleva consigo el mensaje de obli­. ón. Usualmente es enfadosa la mención obligatoria y ocasiona las siones, desquites y fricciones que generalmente ocurren en socie­es donde las contribuciones ciudadanas carecen de evidencia pro­·va ejercida por las autoridades.

Las aportaciones fiscales del comercio y la industria pretenden fo­tar la subsidiaridad, pero en muchas ocasiones provoca resen­

to social cuando la transparencia del uso de estos recursos es 1

cil de identificar. Sin embargo, en un contexto de legalidad, esta tua aportación de gobierno, instituciones y organizaciones por el

común, son convergentes con la subsidiaridad, donde el benefi­otorgado a otro, de alguna manera también es un satisfactor insti­

cional por el convenio tácito de apoyo en comunidad.

El bien común hace referencia a la fusión de los iguales en una co-unidad en equidad de trato, genera una percepción de mutua satis­

'ón por las recíprocas acciones de trabajo, cortesía y encuentro, y cubrir las necesidades propias y ajenas de manera justa y con­

ente con la dignidad del ser humano. De ahí la expresión del sen­común. Ese tacto social que funciona para entender lo pertinente

·ím circunstancias especificas para tomar decisiones acordes con las expectativas de la comunidad es lo que se conoce como sentido común. (:uando las decisiones se toman sin apego a las necesidades indivi­duales surge el comentario de que faltó el sentido común.

Esto genera la discusión acerca de lo factible que pudiera ser, que •las personas tomasen decisiones bajo la medida del mayor bien para Ja mayor cantidad de personas, así estaría cumpliendo con un sentí­. \'lo social, de pertenencia, de apego a su región o entorno, empero la .ídualidad personal frente a la social son un constante conflicto existen­;••• para el ser humano que opta por una u otra esfera, dependiendo ºtle sus necesidades del instante, una vez más: contexto, temperamen­

•• t9 y carácter.

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Los valores de siempre en la existencia de hoy

~I Ejercicio f ;~ Lee el siguiente cuento sufí e infiere razonamientos en tomo del bien común y la solidaridad.

Los expertos

Un hombre a quien se consideraba muerto fue llevado por sus amigos para ser enterrado. Cuando el féretro estaba a punto de ser introducido en la tumba, el hombre revivió inopinadamente y comenzó a golpear la tapa del féretro.

Abrieron el féretro y el hombre se incorporó. "¿Qué están ha­ciendo?" dijo a los sorprendidos asistentes. "Estoy vivo. No he muerto".

Sus palabras fueron acogidas con asombrado silencio. Al fin, uno de los deudos acertó a hablar: "Amigo, tanto los médicos como los sacerdotes han certificado que habías muerto. Y ¿cómo van a haberse equivocado los expertos?".

Así pues, volvieron a atornillar la tapa del féretro y lo enterra-ron debidamente.

Anthony de Mello, El canto del pájaro

3.2 El valor de la participación social del individuo

Dentro de los grupos y las co~unidades coexi~ten los individuos, quienes, por ser los protagorustas de estas entidades, son respon­

sables del devenir del grupo, institución u organización, y expresan con su individualidad, la peculiar forma de ser de tal colectividad.

Esto tiene relación con la dinámica de grupos. Cada ser humano mo· difica el modo de interacción dentro de un colectivo, de un modo u otro. Aunque su expresión verbal sea mínima o ausente, su presencia ocupa un espacio vital del colectivo y modifica las posiciones de los otros, de modo físico o virtual; cada persona otorga parte de su perS( >·

nalidad a los diferentes círculos sociales a los que pertenece.

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Valores

La expresión de la individualidad dentro de los grupos, confiere talidad y aproximación a los intereses y expectativas generales del co junto, para una coexistencia armónica, los espacios de libre expresi ' de sentimientos e ideas, apoyan la determinación de escenarios futur para el colectivo.

Así, la participación se convierte en un valor que partiendo del · dividuo, da al grupo un estilo, un sentido de identidad, pertenencia experiencia. Cuando hay juntas de trabajo en las organizaciones, ce monias. de clausura en las escuelas, reuniones corporativas en emp sas, sesiones de comité pertenecientes a una asociación, cursos de cap citación donde fluya la comunicación, sufragios internos y externos, e

... todos estos eventos, la participación social del individuo es una acció . que aporta existencia y valores a las instituciones. ',

Cada persona cuenta con experiencias únicas en su vida que le ha permitido obtener aprendizajes y, al ser compartidos en instancias d participación social, enriquecen a los demás. El ejemplo de las reunio-pes de trabajo en las organizaciones es una oportunidad de intercam-1 ·~iar entre individuos, las vivencias, para aportar soluciones nueva~11 ~truidas a partir de un consenso que requiere en muchas ocasiones, jn líder que sea funcional para la obtención de acuerdos. .. Las juntas suelen ser percibidas por los individuos en una organiza· .dón como una pérdida de tiempo cuando carecen de la participación prdenada y retroalimentada. Éste es un claro ejemplo de cómo la exis· Wn.cia humana requiere la aplicación de valores concernientes a la jus·

1

\

licia, tolerancia, pluralidad, trabajo en equipo y sobre todo en estas di-1

,

lgencias de reuniones organizacionales presenciales, donde la puesta ····""'común resulta una oportunidad de participación y reconocimiento ·entre compañeros, colaboradores, autoridades.

Por otra parte, las ceremonias de apertura o clausura son actos que .W.tecen ciclos asociados porque asociarse es contar con habilidad de participación social. Los individuos reportan así, su necesidad de jun­tarse para conseguir objetivos que para una sola persona sería difícil conseguir.

Los sufragios internos y externos en las agrupaciones humanas son un ejemplo también de cómo el individuo es decisivo en la construc­

, .. dónde una sociedad donde su participación le confiere un poder com­partido. El reto humano es conseguir que estas votaciones reporten transparencia nítida y fácil de constatar para que el ejercicio del sufra­gio tenga los efectos pretendidos.

11\"'

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l .os valores de siempre en la existencia de hoy

Esta participación social que ejerce el indi~duo suele estar ~da a las prioridades que tiene la persona para su vida, aunque en ocasiones no es así porque la persona ha carecido de reflexión acerca .~el modo como está dirigiendo su vida; a veces porque opta por_la ev~1on que concede el trabajo excesivo y las responsabilidades con el tiempo mcrementadas.

Esto significa que la relación sociedad e individuo es una m~tua ~­fluencia, donde las decisiones que cada quien toma para su ;x1ste~cra, traen aparejadas las circunstancias que le rodean; una vez mas, el trino­mio carácter, temperamento y contexto configuran también el valor de la participación social del individuo.

Para que las personas cuenten con una participación social con­gruente con sus metas vitales, resulta de gran ayuda contar ~on un pro­yecto de vida claro. Así las expresiones indi~id~ales en soaedad serán correspondientes y consecuentes con los mas importantes anhelos de las personas que conforman las instituciones.

Esto deviene en conflicto, ya que las instancias masivas institucionales suelen contar con políticas y modos de funcionar preestablecidos, de tal forma que los individuos que recién se incorporan al conglomerado traen la invitación de acatar las formas, procederes y maneras de decidir con las que inicialmente el sujeto no fue tomado en cuenta para su establecimiento.

Entonces es necesaria una tolerante primera fase de adaptación al medio social, donde la participación del individuo está medida y re­gida por las formas de acción ya ~on ante~ción ac~rdad~~ y genera en algunos individuos un resentimiento y ba1a de satisfa~aon por per­tenecer a un conjunto humano que ªJ?arenteme~~e, l~ ~hena: Gene~a­ción con generación, la historia se repite, la partiap~aon soaal del m~ dividuo atraviesa por una primera etapa de adaptaaón que e~ muchas ocasiones, termina por absorber al sujeto. Sin percatarse, se mtegra y manifiesta los mismos procederes que antaño criticaba.

Este fenómeno de adaptación inicial y posterior influjo para el ~am· bio es una dinámica social que paulatinamente provoca la modifica· ción de prácticas sociales en los conglomerados institucionales o infor· males.

Así las figuras individuales que en un principio podrían haber esta do alejadas de las prácticas usuales del gremio, con ~ase en la persew rancia, la pasión, resistencia, disciplina, finalmente mfluyen ~ su co munidad precisamente por su hacer distinto y demuestran ~s1 el valor de la participación social del individuo como elemento que mfluye en el devenir de las prácticas convencionales.

106

La adaptación y el influjo para el cambio de

grandes personalidades provocan cambios en

la sociedad. Lo.s nombres de los individuos des­

tacados permean las nuevas prácticas del gre­

mio; tales son los casos de Steve Jobs en el mun­

do empresarial, Magic Jordan en el baloncesto,

Copérnico ante la comunidad de estudiosos de

Jos astros de su época, Freud para la Sicología,

Buñuel y su forma de hacer cine.

Hay muchas formas de entender la participación social, en el entra­mado de la existencia personal, el ámbito social es un área que influye .en la salud, tanto del individuo, como de las instituciones porque las

· personas son la esencia de las organizaciones.

El individuo que experimenta participación social y provoca benefi­cios a los otros, a sí mismo se hace bien. Impacta a su existencia el con­vertirse en un elemento que apoya la prosperidad de otros. Esto es un ·mensaje positivo que ejerce influencia en su organismo, cuya fisiología se potencia, contrario a lo que pasa cuando el sujeto se percibe como estorbo de los otros.

También puede entenderse la participación individual de forma .·plural. La participación social de una organización como esas acciones f;!Orrespondientes a su apoyo comunitario y también al trato que le da

'~a su personal, la manera como su peculiar giro o razón de ser, aporta a la sociedad, es una forma de participar, así como las iniciativas que

. son externadas en los foros de discusión y emergen de los intereses de grupos.

El fenómeno de las marchas como protesta social trae también una , realidad que sale al descubierto, porque existen grupos de personas que hacen de su participación en manifestaciones un modus vivendi. Ini-

.. cialmente se movilizan para reivindicar alguna causa propia y en el ca-. mino van descubriendo las secretas compensaciones de las marchas y terminan rentándose para protestar en las calles por casi cualquier cau­sa de tipo social, laboral o política. Como así lo señala Eduardo Garza Cuéllar en la revista Istmo, número 2%, el juego de la conveniencia per­sonal frente a los intereses sociales se encara y produce una expresión ciudadana carente de congruencia.

Page 9: valores sociales

Los valores de siempre en la existencia de hoy

La participación social se fundamenta en intenciones individuale~, que corresponden con las nec:sid~des que las ~rsonas en la generali­dad tienen en lo particular ba10 diferentes matices, aunque a veces, el individuo pierde su identidad personal al confundirse con los intere­ses del colectivo. Es por eso importante que el ser humano pondere los valores que considera fundamentales para s~ exist~cia y ~~ actuar en consecuencia, conseguir con esto tener una vida con mtencron y no una existencia sometida a la inercia social.

Para acometer una vida con intención existen alternativas variadas. Cada ámbito de la existencia de la persona puede apoyar esta percep­ción. La participación social es una forma en que las personas pueden hallar la trascendencia, que también puede consegu~rse ~or p~rtei:e­cer a alguna asociación civil, una institución de beneficencra socral; in­clusive un programa gubernamental sustenta~o y .es~~rado p~e­de aportar intencionalidad y hechos a la necesidad individual de exis-tir en sociedad.

Realiza una investigación acerca de algún personaje destacado y re­flexiona acerca de cuáles características suyas coinciden con las tuyas.

:~ 3.3 El valor del trabajo: productividad, eficacia, eficiencia, ., calidad y responsabilidad laboral-social ~·'.il-~~~~~~~~~~~~~~~~~~ ~';

• Cuál es la diferencia entre vivir y vivir con intención? Llevar una lvida intencionada es darle sentido a las acciones cotidianas, es sa~er que lo que se hace tendrá eco en ~lgún ámbito del i:ropio sendero ex1~~ tendal. El trabajo es uno de esas areas que proporciona uno de los mas importantes satisfactores del sentido vital.

Cuando se emprenden acciones de participación social, las satisfac· ciones pertenecen al ámbito de la identidad en colectivo. En el caso pe­culiar del trabajo, el ser humano suele encontrar en su labor p~ofesio· nal, el motivo radical y la razón fundamental por la cual canalizar sus talentos hacia el servicio que luego se compensa de una u otra manera, ya sea con dinero, o bien, con otros beneficios a veces intangibles.

108

Valores sociales

Las personas cuentan con talentos que les confieren satisfacción al ejercerlos. Si se aplican al ámbito del quehacer cotidiano para lograr compensación económica y satisfactores del ámbito material, se cuenta con una adecuación afortunada al sistema de trabajo prevaleciente. En , este sentido, algo que el ser humano podría aplicar, es el hecho de rea- · lizar en su existencia aquella ocupación que le cause mayor fascinación , y si además por realizarla, le pagan, pues esto sería un logro muy va­lioso de plenitud individual.

Antes de abordar el valor del trabajo, conviene señalar la relevancia que tienen para el individuo las diferentes esferas de su vida. Los ám­bitos de que se compone su existencia son todos valiosos y el desaten­der alguno de estos tiene consecuencias para el desempeño, inclusive laboral.

Vivir con intención sería entonces existir con metas, especialmente a corto plazo, para estar en sintonía tanto con aquellos que recomien­dan evitar el uso de planes de vida o proyectos de existencia para evi­tar frustraciones de mediano o largo plazo.

Hay quienes afirman que es indispensable planear la vida y otros re­comiendan dejar todo al azar. El contexto, el temperamento y el carác­ter de cada persona determinarán qué es lo más favorable. Se sugiere tomar la siguiente estrategia para realizar un proyecto de vida sinteti­zada en el siguiente acróstico, que facilita recordar las diferentes esfe­ras básicas de vida de cualquier ser humano en el planeta. Es el acrósti­co Pide seas, que plantea la oportunidad de convertir los sueños indivi­

' duales en metas viables, apelando al poder personal creador:

Profesional Intelectual Diversión Espiritual Salud Económico Afectivo Social

.. . . Pedir a la vida lo que se anhela es importante, como también es va­. lioso analizar lo que cada individuo hace para que ocurran sus peti­

ciones. En cada una de las áreas de la vida se trata de una acción de . emprendimiento, actos intencionados, congruentes con una existencia intencionada, congruente con la autenticidad del individuo.

Page 10: valores sociales

Los valores de siempre en la existencia de hoy

En el ámbito profesional está el valor del trabajo. ¿Cómo están las metas de índole laboral en la propia existencia? Encarar la situación ac­tual de la trayectoria profesional incluiría desde los primeros trabajos que se realizaron hasta los presentes. Así se determinarían cuáles son las vigentes prioridades en este rubro existencial.

Al proseguir con el acróstico Pide seas, luego del profesional, está el ámbito intelectual: ¿cuáles metas académicas están pendientes? Este rubro existencial apela al conjunto de habilidades y conocimientos que se anhela desarrollar o conseguir, ya sea por necesidades del ámbito la­boral o por intereses personales. Recuérdese que el ser humano cuenta con un cerebro que difícilmente alcanza su máximo potencial.

Después está el ámbito de la diversión: ¿Cuáles entretenimientos sa­nos hay para la propia vida? ¿Cuáles son las actividades destinadas a cubrir el ocio? Ya que derivado del valor del trabajo, normalmente hay retribuciones económicas, viene entonces la utilización de estos recur­sos para ocuparlos en fines placenteros que conceden esparcimiento y sosiego a la existencia.

Y luego el ámbito espiritual: ya que el ser humano es parte de la na­turaleza y encuentra parte de su identidad al comprender también la esencia y modo de existir del reino vegetal y animal en sus diversas ex­presiones, ¿cuáles son las metas personales relacionadas con la con­templación de la naturaleza, el cultivo de algún arte, la meditación y el cultivo de rituales religiosos o místicos? El encuentro de sí mismo a tra­vés del arte y la actividad individual encaminada al autoconocimiento, la relajación del propio ser mediante la meditación, entre otras acciones diversas conceden estados de trascendencia al alma.

El área de la salud: ¿Cuáles hábitos modificar y cuáles son requeridos para incorporar a la propia existencia el bienestar físico y mental? La vida urbana actual está rodeada de oportunidades para el vicio; el individuo puede elegir hábitos que influyen en su estado de bienestar físico, tanto para protegerlo, como para descuidarlo, como las costumbres alimenta­rias, el horario empleado para el descanso del cuerpo y la mente, así como el cultivo del deporte como factor preventivo y procurador de salud.

Al seguir con el acróstico, está el ámbito económico: ¿cuáles necesi­dades de control de gastos e inversiones requiere la persona para con­seguir solvencia y seguridad monetaria? El despilfarro y la ausencia de un control de gastos pueden minar los sueños más importantes de la persona si no aplica valores como la prudencia y la templanza, actos que se analizarán más adelante.

110

Valores sociales

Como ya se trató en el apartado correspondiente a los valores y las relaciones interpersonales, está el ámbito afectivo. ¿Con cuáles perso­nas quiere el individuo realizar acciones compartidas que sean idóneas para expresar sus sentimientos? Y con las personas que no son elegidas por el individuo pero son parte de su familia, ¿cuáles acciones concre­tas de asertividad se requieren para que se sienta que está cultivando sus vínculos interpersonales?

También está el ámbito social: ¿cuáles acciones emprender para par­;'ticipar en la responsabilidad social y participación ciudadana? Un ám­bito que influye en los otros para provocar la sensación de armonía ':existencial que de modo perpetuo busca la persona en su vida.

Contestar de manera reflexiva a cada una de las preguntas de los ámbitos proporciona información acerca de cuáles metas es necesario · azar para conducirse hacia un estado de armonía consigo, hacerse

nsciente de la totalidad de sus áreas existenciales y, al ocuparse de tender todas, experimentar la sensación de que el individuo se con­. erte en el guía de su camino vital.

De esta manera, el individuo puede aprovechar mejor su tiempo­. da y convertir cada día en un anticipo de los escenarios que anhela.

ora bien, existen individuos, mayormente en zonas urbanas del pla­ta que destinán la mayor cantidad de su existencia en ocuparse, ejer­

pendo el valor del trabajo, que puede convertirse en un vicio; inclusive ~ ha llegado a nombrar en satírico inglés: workoholic.

Tal etiqueta humorística del trabajador compulsivo es uno de los im­ypedimentos que tiene el ser humano ante el orden mundial del actual }$istema laboral que limita las posibilidades humanas de vivir en todas Jas áreas de su vida. Quienes con astucia consiguen acomodar sus ho­J;arios para habitar en cada ámbito de su existencia consigue, además del bienestar, el bien-ser.

Si se coloca en perspectiva el valor del trabajo, es posible percatarse de que es tan solo una de las aristas que posee la existencia total del ser humano, entonces, resulta interesante que el individuo cuestione si lo que hace actualmente de modo profesional, o bien en el cultivo de su oficio laboral, está proporcionándole satisfacción personal, puesto que

. si es así, y además, le pagan por ello, es probable que las demás áreas de la vida puedan ser atendidas con mejor talante.

Ahora bien, en caso contrario, si el trabajo se convierte en una pe­sada carga que hay que cubrir pese a las injusticias que englobe,. tales romo la paga insuficiente, un ambiente laboral tóxico, jornadas exce-

111

Page 11: valores sociales

Lo11 v3~ de siempre en la existencia de hoy

sivas ausencia de reconocimiento por los resultados, son señales in­equi;ocas de que la persona está vivi~ndo una experiencia laboral degradante que dista mucho de ser considerada valor.

En ocasiones, con el fin de conseguir la productividad, los ei:ipleos suelen tomarse hostiles. En función de los liderazgos, las condlClones d~ trabajo, la misión, visión y prioridades que cada institución produ~­tiva posea, se genera un ambiente laboral pertinente para la producti-vidad o lo contrario.

La productividad es la capacidad para brindar el resultad? esperado a partir de los procesos que implique. :ales resultados vanan depen­diendo de variables que influyen, por eJemplo, en los recursos huma­nos. Las personas distan de ser un elemento sin devenir; diariamentt' los seres humanos buscan objetivos y metas que los lleven a consumar sus más hondos deseos. A veces los medios de evasión los envuelven Y conducen a un estado de poca productividad; con esto se pret~nd~ afir­mar que el factor humano para la productivi~ad en l~s.or~~aoones es un aspecto que amerita un cuidado espe~~al y casi individual para que la productividad se afecte de modo positivo.

Con pretexto de la productividad en las or~anizaciones ~múnmen~ te se aprecia valioso el aprovechamiento del tiempo de traba10 para qu~ realmente rinda resultados, sin embargo en el esquema de empleo vi­gente aún en muchas instancias mundiales, el individuo en su lu~ar dt• trabajo difícilmente se ocupa el 100% del tiempo en la labor en s1; hay elementos distractores que propician un día laboral común, donde t'1 cafecito matinal, las llamadas telefónicas, las redes sociales virtuales, las necesidades fisiológicas, conocimientos y habilid~des perso~ales, el estilo de liderazgo, indicadores anuales de metas y ntmos de vida qm' cada lugar posea influyen para el uso del tiempo hada los resultados

esperados. Mucho influye contar con la persona adecuada para un puesto; ya .le'

deja entrever la conversación socrática que puede leerse en La Repub/t<''' de Platón, donde afirma:" ... si el labrador ... al llevar a vender al "!1wr cado lo que tenga que vender, no ha ~do pre~~ente la ~on e11

que los otros necesiten de su mercancra: ¿no sufrira ~terrupoon co,1~ secuentemente su trabajo durante ese tiempo y habra de permane<t 1

ocioso él en el mercado esperando a los compradores? -Nada de eso No faltan personas que se encarguen de obviar ese inconveniente y t•n las ciudades debidamente organizadas esa gente suele ser aquellas pt•r sonas débiles de cuerpo y poco aptas para desempeñar otros emplt..•os.

112

Valores sociales

estado o profesión consiste en permanecer en el mercado y comprar unos lo que a vender llevan, para revenderlo luego a otros".

En este sentido, dependiendo de las habilidades y conocimientos in­.viduales, en el mundo del trabajo cada persona ocupará algún pues­, que siendo de empleado, es responsabilidad compartida el que sea

lugar idóneo para su labor, ya que la vida como empleado conlle­la cualidad de ser a reserva de juicios diversos, pues esto es depen­

te de más personas vinculadas a la organización en cuestión. Así, pleo es una forma en que el individuo concede gran parte de su li-

albedrío laboral, ya que dependerá de las iniciativas de otros lo que producir en el día a día.

'Por otro lado está el ser humano que se ocupa en aplicar su talento la conveniencia de horarios, plazos, clientes y demás recursos que obtener para el giro que desea; aquel que se convierte en un em­

dedor.

m autoempleo es propio del emprendedor como una forma de ase­que los destinos de su trabajo sean regidos por su propio parecer

el conjunto de trabas que encierra laborar dentro de una institución ~n"ización, que debe normar todos los procesos dirigidos a la pro­'ón del servido o mercancía.

alternativas de empleo actuales están empujando a las perso­.~ diferentes urbes mundiales a optar por el autoempleo. De esa

ra suelen evitar ambientes laborales desfavorables, retribuciones , la posibilidad de disponer libremente del tiempo y la flexibi­

d autónoma para decidir la forma de realizar los procesos y aten-a los clientes. Sin embargo, como la mayoría de las empresas en la el precio del autoempleo es también la total responsabilidad que ividuo tiene de su productividad, su autoabastecimiento de pres­

s, despojarse de la protección de terceros para hacerse cargo de . . o creativo del devenir productivo y laboral personal.

)\ún en el emprendimiento, el individuo con tal iniciativa requiere · equipo de trabajo que lo apoye; desencadena así nuevos empleos

su régimen, que probablemente para la existencia de otros en al­momento determinado pudiera ser injusto. Entonces surgirá el

erdo, la renuncia y el posible nacimiento de otro emprendedor, a su vez tendrá que lidiar con los intereses de otros, al hacer equipo producir un servicio o una mercancía. Así las cosas, tanto el em­oomo el autoempleo son formas de existir en el mundo del trabajo

"traen también la necesidad de ser eficaces.

Page 12: valores sociales

Los valores de siempre en la existencia de hoy

La eficacia en el mundo laboral se refiere a entregar a los clientes el producto o servido esperado. Ser eficaz en conseguir la meta, dar el producto o el servido conforme a las expectativas básicas del cliente. Quienes siempre cumplen con el cliente, son vistos como proveedores eficaces.

Ahora bien, es diferente la eficacia, frente a la eficiencia, porque mientras que una instancia productiva se ocupa en cumplir con el pe­dimento de sus clientes y entregarles a tiempo lo que ellos solicitan, la eficiencia procurará mejorar los medios que permitan dar ese mismo servicio o mercanda con menor cantidad de inversión de recursos y, además, aprovechar otros que no se tenían considerados como ventaja.

Estas maneras de entender la eficacia y la eficiencia en la existen­cia laboral influyen también en el estilo de vida del ser humano, pues­to que cada vez se provoca una competencia que en ocasiones favorea.' al cliente y en otras termina por ofrecerle apenas un acercamiento a lo que en un principio esperaba, como lo que ocurre con los servicios de comida rápida en los centros comerciales. Los clientes creen que es­tán consumiendo un producto completo, con los mejores ingredientes y a un precio razonable, sin embargo en la revisión de los procesos dt~ cada local de estos alimentos rápidos, podrá observarse que los ingre­dientes no son los mejores y que la sonrisa de los que atienden no es precisamente de genuino interés por los clientes; tales procesos han ro­botizado la oportunidad que hay detrás de un trabajo: dar un servicio con alta calidad.

La eficacia y la eficiencia guardan en lo más profundo, la capacidad de que el individuo reconozca en su existir la inseparabilidad de la so· ciedad, más en lo correspondiente a la cotidianidad en sus capacidades de producción. No se procura el mejoramiento solamente por un bien estar individual, sino porque se sabe que el bienestar en general <lepen de de que la sociedad produzca en conjunto esta cualidad.

No en todos los casos se desdibuja la virtud del trabajador por ac< >

meter procesos estrictos de control de calidad en aras de la eficacia y l,1 eficiencia. Existen en todos los lugares personas que con, a pesar de y en contra de las circunstancias de competencia y estrés por la prodrn' tividad, brindan un servicio sumamente cálido, cordial y sincero por el bienestar de los otros. Tales personas son en sí un ejemplo de lo qw• el valor del trabajo concede al individuo que busca su realización día ria con esta labor, por ejemplo hay personas que son adultos mayon·" y, sin embargo, entregan una jovial sonrisa y se les nota satisfacciún

114

Valores sociales

r empaquetar en bolsas las mercandas de los clientes en las cajas de go de las grandes tiendas comerciales. A cambio suelen recibir a ve­una propina mínima, nada comparable con su deseo de sentirse úti­y funcionales en su existencia.

Con respecto de la calidad, es interesante hallar tantas áreas de su­. · rvisión, inspección y coordinación que cuentan con una cantidad iin­

te de individuos ocupados en lograr que los empleados hagan lo tendrían que hacer por convicción personal con corrección y cor-· dad.

La calidad se convirtió en una condición por vigilar ante la ausen­de voluntad por parte de los empleados, que en varios casos ven sus intereses personales y como su compañía u organización jamás

ha preguntado qué desean hacer con su existencia personal, la ven o un lugar donde los están explotando, con mucha razón en varios . Mas es una realidad que si de suyo debiera ser una deuda de ho­

entre personas dar un servicio equitativo y en concordancia con la ·d.ad que todos tienen, hay una necesidad global de impulsar la bien hecha, ante la falta de una conciencia universal generalizada e es conveniente atender siempre y en todo lugar, de la mejor ma­

y con el mejor producto a todo cliente.

or otra parte, es importante reconocer que toda acción de servicio canda es susceptible de ser mejorada. Por ello, estos círculos de d en instituciones y organizaciones buscan ver de qué manera

e brindarse a los clientes una experiencia de compra cada vez me­. superior y que rebase las expectativas de compra y de satisfacción.

anhelo es loable y fomenta una sana competencia, siempre que ~contra la. ~gnidad de las personas al usar materias primas de

calidad o sacrificar sueldos u otros recursos que pudieren ser en el plazo la causante de quiebra de la organización o institución mer-· a. Lo que en el presente puede ser una solución para la producti­organizacional debería someterse a la revisión de sus efectos en

Jargo plazo para considerarla como ecológica, es decir, conveniente colectivo laboral y a la comunidad global.

La productividad así, no exclusivamente significa generar materia­sino poner a disposición aquellas situaciones que benefician a las

nas en la relación laboral. La posibilidad de un sistema de benefi­común que refleje la naturaleza propia del ser humano, en que más de hacer por hacer, siempre se encuentra un sentido detrás, un sen­nto, una razón.

Page 13: valores sociales

Los valores de siempre en la existencia de hoy

Y es aquí donde emerge la figura de la responsabilidad labor~l~so­cial. Por una parte, es necesario que los empleados de la comparua u organización estén satisfechos con el trato que su lugar de trabajo les brinda ya que esto influye en la productividad; y por otra, también co­bra una relevancia crucial el uso de recursos cada vez más amigables con el medio ambiente para producir y dar servicio. Esto último se re­conoce también como parte de la responsabilidad social y sustentabili­dad. Están relacionados.

La responsabilidad laboral que tienen las instituciones prestadoras de servicios, así como productos es esa serie de procesos que ocasionan que su personal se encuentre debidamente integrado a las prestaciones legales y remuneraciones mínimas establecidas por acuerdo, ! dentro de esta responsabilidad, está lo que no es registrado por escnto y que sin embargo, subyace en la aceptación del contrato: el estilo de vida.

Ya que un núcleo de trabajo presenta prácticas y costumbres ligadas a su quehacer, el edificio, los proveedores y dientes le conforman una cultura, donde los empleados conviven y se van enriqueciendo sus pe­culiares formas de vida. Esto es un devenir que involucra a varias en­tidades de trabajo e inclusive entidades de vida personal, de la misma manera que el aleteo de una mariposa puede influir en la naturale~a, cada ser humano que conforma la interacción laboral influye en el sis­tema de vida.

Resulta interesante suponer que la responsabilidad laboral es direc­tamente una atribución de la organización, empresa o institución, con todo, en una perspectiva integral, cada ser humano es un agente trans­formador de su entorno y comparte la acción de influir el modo de exis­tir del conjunto humano. Por tanto, la responsabilidad laboral es una vía de varios sentidos, donde cada individuo cumple con algún factor que le da la vista de conjunto. Una persona puede hacer la diferencia para mu chas otras, independientemente que sea el jefe, el colaborador, rompa ñero de trabajo. Cada lugar de trabajo tiene para sí como protagonista~· a las personas que están en la propia área, con todas las vía.s d~ co?"el•i ción que implican de esta manera, igual que ocurre con las institucrorn H' escolares, ser en mayor grado las personas y en menor grado las cosa~, quienes configuran el nivel de satisfacción para el individuo con la prt 1

pia experiencia de trabajo en las organizaciones.

Con respecto de la responsabilidad sociaL el segmento de compr11 miso se extiende porque esta dualidad de términos ha sido altamenh· difundida y hasta certificada en el presente siglo XXI con gran énfos1"

116

Valores sociales

en ~s~a conciencia deliberada de los agentes productivos, para afectar positivamente su entorno.

. Hay un fe~ómen? que pone de manifiesto la analogía entre un indi­. viduo y una Instancra productiva que buscan satisfacer sus metas den­·.· tro d~l ~~ea social. Por una parte está el ser humano que pretende por (Onviccro~ propia hacer algo en favor de la gente, una donación per­

. S?nal haaa.otros po~ voluntad desinteresada, mientras que la instan­~ produetiva, también busca esta acción altruista para otorgarle a su

tidad este significado que usualmente para ambos factores indivi­e institucional, suelen estar indirectamente influidas por ~tros in­s que se salen de control.

~or ejempl.o, es.tá una persona buscando ayudar a otros y en su fue-· mterno s~tisfac1endo la necesidad de compensar un poco los malos

com~tidos ~n el pa~do, tal vez religiosamente, buscando algunas lgenaas.? b~en qu_e~endo darle a su autoestima un empuje me­te la accron .filantrop1ca; entre tanto la organización está esperan­

. en con~erti~ en un agente transformador positivo del entorno Y al ~smo tie?1po, la ganancia que traerá consigo la publicidad

es acaones sociales es una forma de inversión para el posiciona­to ~e.I~ mar~a, del producto y del servicio que preste, una inevi-

e .cohs10n de mtereses en lo individual como en lo colectivo que den en un elemento a veces ineludible: la conveniencia.

La responsabilidad laboral-social es interpretada en ocasiones por insta.ncias. de tr~ba~ ~mo derechos ornamentales que conceden va­a la ~dentidad ins~tuaonal u organizacional, a partir de la percep­

soaal de que ahí se apoya desinteresadamente al entorno.

La meta será entonces que puedan combinarse las necesidades de ~ento organizacional por hacer estas acciones de responsabi­

ad soaal con los beneficios evidentes hacia los destinatarios de las ·ones altruistas.

Ejercicio

base en el acróstico Pide seas, redacta por cada ámbito de existencia meta específica, medible, alcanzable, realista y comprobable de al­forma dentro de dos meses. Deben ser metas que representen ver­

eramente un reto y sean importantes para el lector, que le inspiren .. formen parte de los anhelos de vida que le han acompañado.

Page 14: valores sociales

Los valores de siempre en la existencia de hoy

3.4 El valor del trabajo y su relación con la práctica autorrealizante y transformadora del entorno natural y social

El trabajo es oportunidad para la persona de entregar un servkin a los otros, con base en el desarrollo de los propios talentos y 101:

recursos requeridos para la prestación de tal beneficio. Este servicio itJ de suyo un bien para el individuo, puesto que pone sus capacidadt•f'i ii funcionar para darle sentido a su existencia y en compensación, sttt•lf ocurrir que se le otorgue algún beneficio que le permite obtener sati~.: factores que cubran sus necesidades de alguna forma.

El valor del trabajo es un bien apreciado por el ser humano para po• ner en acto sus potencialidades y desarrollar sus talentos con el objt•U+ vo de cubrir necesidades de otros. Dentro de esta acción hay un sentido de realización personal que se aproxima a la plenitud mientras más aU" neados están los quehaceres laborales con los talentos personales y atl" helos individuales de ejercer el oficio a la profesión que se trate.

De esta manera, una forma en que la persona puede percibir su exl~ tencia como plena, es en esta congruencia de poner al servicio de ott•lli sus reales talentos e intereses ocupacionales porque esto facilita su pr•t> ductividad, así como la satisfacción por dedicarse a una misión qm• IP viene dada por sus capacidades que, a cada nuevo servicio, puedt>tl continuar mejorando y ganando, en contextos sanos, el reconocimimto · y el logro de triunfos en colectivo en el ramo laboral.

La práctica autorrealizante que el valor del trabajo confiere a la persutf4 puede extrapolarse a terceros implicados, es decir, cuando en primer insta~ áa se tiene una relación laboral armónica y hay una consolidación fundi 11titl

de trabajo en alguna institución u organización labora], entonces ya pl.1t>t ftf constatarse también el influjo que hay en su entorno social y natural.

Una vez más, se hace énfasis en el hecho de que las organizadont"• r• instituciones continúan la educación de sus integrantes. Muchas p('P1•• nas, privadas de los estudios básicos o universitarios, cuentan l'On Mlí'

instancias de trabajo como nuevas proveedoras de formación. Cuamlo estas instancias son congruentes con prácticas honestas y también H'it

petuosas de la dignidad de las personas, influyen positivamentt• ('11 •111i¡¡

trabajadores y en sus familias.

La existencia de armonía en el interior personal y colectivo dt'nlto de una organización es condicionante de la posibilidad para influir rn el entorno de un modo favorable. Primero está entonces el contar 1.nn

118

Valores sociales

identidad y práctica bien ponderada, para luego estar en ocasión poyar al contexto, el entorno natural y social.

aquí entonces la siguiente reflexión: ¿puede una persona con in­cias en su sentir, pensar y hacer, ponerse a ayudar a los demás?

ende, ¿puede una institución u organización de trabajo que presenta gruencias en sus responsabilidades laborales ponerse a influir posi­

en el entorno natural y social? Las respuestas pueden ser con­. . , porque tanto en lo colectivo como en lo individual podrían ejeffiplos de personas que conabiendo su existencia fuera de ar­

consiguen apoyar a otros de modo efectivo, así como también ha-j,nstituciones que sin contar con prácticas efectivas de su quehacer

podrían beneficiar el contexto social y natural favorablemente.

ejemplos de esto con esas empresas que se han certificado "socialmente responsables", que obtienen tal título y se enarbo-

:como agentes benefactores de la sociedad, sin embargo al escudri­las evidencias de sus acciones, presentan carencias de sustento.

Garza Cuéllar, autor del libro Comunicación en los valores, que la esposa que exige a su marido que le regale flores espontánea-º el padre que exige a su hijo adolescente que haga sus tareas

gana", el Estado que aspira a institucionalizar la solidaridad atrapado en una paradoja: en la medida en que fuerza la solida­la debilita; vulnera los mínimos de libertad y espontaneidad que

solidaridad supone.

responsabilidad social y la sustentabilidad son requisitos para entidades de trabajo en el presente siglo; ya no se conciben las ins­dones y empresas como globales sin su segmento enfocado en he-

r el entorno. Cabe entonces la reflexión acerca de lo benigno que ser el acto solidario cuando emana de una obligación; carece en­de la vocación, de la voluntad individual o colectiva.

Garza Cuéllar en revista Istmo Nº 296 dice que la ciudadanía pue­asociarse con la vocación de las empresas para formar parte de la

ad civil y resumirse en el establecimiento de vínculos ganar-ga-con todos sus grupos de interés y en el de una relación sustenta­oon el capital moral, social y ecológico que, finalmente, se reconoce

cimiento de la acción económica y no como un elemento externo. do se reconoce que la dimensión social no es forma sino sustancia,

nces se identifica la necesidad de innovación en la relación empre­!k>ciedad y medio ambiente.

119

Page 15: valores sociales

Los valores de siempre en la existencia de hoy

Hay varios ejemplos de participación autorrealizante que transfor­ma el entorno social, donde la entidad proveedora no es de suyo una consolidación de valores congruentes. Se describe a continuación uno que fue enfocado al segmento juvenil, con el que los univ~rsitar!os de diversas partes de la República podían incorporar a su ex1_s~enoa ~a actividad de participación social para influir en la prevenoon de adíe~ dones. Se trata del Programa de Refuerzo a la Cultura de la Legalidad e Intervención Temprana de Riesgos, "Sensores Juveniles", impulsado por la Presidencia de la República durante el sexenio 2006-2012.

Como programa emanado del ámbito gubernamental, promovió la participación ciudadana con el objetivo de sensibilizar a los jóvenes acerca de la importancia que tiene en su desarrollo el apego a las con· ductas que refuerzan el valor de la legalidad y preve~r oportunam~ntt• conductas de riesgo que comprometan su salud, su libertad o su v1d,J, así como la de sus pares.

Ante la necesidad de fortalecer los segmentos poblacionales para in, fluir en su desenvolvimiento con congruencia al estado de derecho, t•n el 2007 se diseñó una metodología para convertir a los ciudadanos d1• entre 18 y 23 años de edad en agentes difusores entre sus pares, dt' l.~ importancia de vivir conforme a la legalidad.

La socialización es un factor que influye en la personalidad, la edu · cación, la política son elementos que provocan circunstancias quíl propician modos de vida favorables para el desarrollo humano. Por ejemplo, la familia, el lugar de diaria convivencia social que es el hu· gar, influye en la personalidad del individuo, también su si~o ~<.' l'• 111'.

vivencia laboral, evidentemente la escolar y hasta la comunitaria, P•íf el contexto territorial.

Así, esta estrategia de socialización que traía en su planeación t• im~ plementación un beneficio autorrealizante para los individuos, al 'lt•t . un programa de gobierno federal implementado desde 2008, qw•1i~ . mancillado por la visión de conjunto de los resultados que en mah'1I~• de seguridad nacional se han presentado, pese al empleo de temas VIII •

culados con la educación y el quehacer propio de la política, en su .,. '!h

tido más puro, este programa fue una solución de corto alcancc P•H!.i . la necesidad gravosa de disminuir la delincuencia organizada qm• pHi' senta más necesidades de solución, por ser la suma de varios fat.'ll 111•;1 \i no solamente el plano educativo.

Para realizar la intervención temprana, los muchachos fuer<ll1 t•11t1~' nados para acercarse amigablemente con sus pares y realizar 111i.1

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Valores sociales

A.ervención planificada que ayudara a modificar a tiempo, conductas negativas que incrementarían el riesgo de convertirse en víctimas de un

elito o experimentar consecuencias negativas.

Como suele ocurrir con la mayoría de los programas emanados de 1

iemo, las autoridades aspiraban así a causar una percepción ciu- ' dana favorable para conseguir la permanencia en el poder, sin em-go, el conjunto de profesionales ocupados en realizar este tipo de 'vidad relativa a la participación social usualmente pretendía conse­. el ideal del bien común.

La educación y la política combinadas en esta estrategia para in­en las personalidades juveniles son un buen ejemplo de socializa­para el beneficio de comunidades, una relevante demostración de o la participación social es un ámbito de la existencia humana que de ocasionar experiencias autorrealizantes y transformadoras en el

vel personal y en colectivo.

····Si bien el ser humano puede realizar labores altruistas y de beneficio · para la obtención de satisfacción personal, es menester que tales , paciones sean un complemento para la actividad que le provea de recursos que le permitan la subsistencia. Para tal fin, el trabajo es forma de contribuir a la evolución de la sociedad.

Bs en la labor donde el sujeto atiende la trascendencia de su exis­. puesto que en esta actividad sus dones se ponen a funcionar

ra bien propio y de otros. El ser humano que realiza un trabajo don­disfruta el proceso y su resultado satisface la necesidad natural de

lir su misión y ejercer una de sus razones de ser. La persona que pa en un oficio, profesión o carrera que lo vitaliza es un indivi­

pleno.

· En este sentido, el bienestar como fruto de la donación personal en fJerVicio remunerado conlleva satisfacción, armonía y alegría cuan­se percibe una justa compensación por la obra e inclusive cuando la

ución monetaria es simbólica o poco ajustada al grado de mer~ to. Cuando un sujeto se pone a realizar profesionalmente lo que

ada y disfruta hacerlo podría expresar que hace lo que le gusta y, ás, le pagan.

Ahora bien, el trabajo también puede ser un sacrificio personal, de ·manera que existen personas que pueden soportar hacer labores

110 corresponden a su naturaleza vocacional con tal de obtener la uneración que le permite solucionar, aunque sea parcialmente, las

dades de subsistencia personal y familiar.

Page 16: valores sociales

Los valores de siempre en la existencia de hoy

Tanto para quien labora de manera congruente con sus aptitudt•ií e intereses personales, como para quien lo hace con afán de subsistir, el trabajo es una expresión de la existencia que brinda la oportunkhtd de autorrealización, ya que hay suficientes ejemplos de individuos qm~ ponen tal empeño en su oficio o encomienda profesional, que el ffi('•rlhJ . radica en el cómo se trabaja y no en qué se trabaja.

Como corolario, con el fin de que la existencia humana obtenga ht•' neficios de orden natural y social como fruto del trabajo, es necestlrío que cada individuo se responsabilice de la parte que le toca con su 111!· cio, carrera o profesión. De esta manera trascenderá con su labor y '1h · tendrá el cumplimiento de la misión de servicio que da plenitud. En la medida que su labor corresponda con sus intereses y aptitudes, mái-. h\ · cil será contar con actitudes autorrealizantes que aporten satisfardlln

personal y social.

La música de los animales

Atención, noble auditorio, que la bandurria he templado, y han de dar gracias cuando oigan la jácara que les canto. En la corte del león día de su cumpleaños, unos cuantos animales dispusieron un sarao; y para darle principio con el debido aparato, creyeron que una academia de música era el caso.

Como en esto de elegir los papeles adecuados no todas veces se tiene el acierto necesario, no hablaron del ruiseñor, ni del mirlo se acordaron, ni se trató de calandria, del jilguero ni canario.

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Menos hábiles cantores, aunque más determinados, se ofrecieron a tomar la diversión a su cargo.

Antes de llegar la hora del cántico proyectado, cada músico decía: ''Ustedes verán qué rato"; y al fin la capilla junta se presenta en el estrado, compuesta de los siguientt •s

diestrísimos operarios: los triples eran dos grillos; rana y cigarra, contraltos; dos tábanos, los tenores; el cerdo y el burro, bajos.

¡Con qué agradable cad(•n1 1.1,

con qué acento delicado la música sonaría, no es menester ponderarlo!

Basta decir que los más las orejas se taparon, y por respeto al león disimularon el chasco. La rana, por los semblantes, bien conoció, sin embargo, que habían de ser muy pocas las palabras y los bravos; salióse del coro y dijo: "¡Cómo desentona el asno!" Este replicó: "Los triples si que están desentonados". "Quien lo echa todo a perder, añadió un grillo chillando, es el cerdd'. Poco a poco respondió luego el marrano: ''Nadie desafina más que la cigarra contralto". Wfenga modo y hable bien, saltó la cigarra: es falso; esos tábanos tenores son los autores del daño". Cortó el león la disputa

Valores sociales

diciendo: "Grandes bellacos, ¿antes de empezar la solfa no lo estabais celebrando? Cada uno para sí pretendía los aplausos, como que se debería todo el acierto a su canto; mas viendo ya que el concierto es un infierno abreviado, y a los otros hace cargos. Jamás volváis a poneros en mi presencia; marchaos; que si otra vez me cantáis, tengo que hacer un estrago".

¡Así permitiera el cielo que sucediera otro tanto cuando trabajando a escote tres escritores o cuatro cada cual quiere la gloria, si es bueno el libro o mediano; y los compañeros tienen la culpa si sale malo!

Moraleja: Cuando se trabaja una obra entre muchos, cada uno quiere apropiársela si es buena, y echa la cul­pa a otros si es mala

Tomás de lriarte

,;,, Ejercicio J '. trevista ~ alguna perso~a encargada o vinculada con la responsa­

ad soaal y sustentab1lidad de la institución a la que pertenezca. . ula preguntas relativas a la misión, visión y valores de la com­

ía, as1 como su congruencia con el ejercicio de este favorecimiento entorno natural y social.