Variables Psicosociales y Acoso Escolar

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  • Variables psicosociales y acoso escolar: elpapel de las normas de grupo y la

    identificacin grupal

    ANTONIO BUSTILLOS, MARA DEL PRADO SILVN-FERRERO,ELENA GAVIRIA Y J. FRANCISCO MORALESUniversidad Nacional de Educacin a Distancia (UNED)

    ResumenSe presenta un trabajo que tuvo como objetivo principal analizar distintas caractersticas de naturaleza

    grupal de las que depende el acoso sufrido por algunos integrantes de un grupo. De esta forma, nuestro estudio secentra en demostrar que el grado de identificacin con el grupo es clave a la hora de entender cmo se expresan lasconductas de exclusin y acoso, si se percibe un ambiente normativo que posibilita la expresin de este tipo de con-ductas. Asimismo, mostramos cmo las situaciones de exclusin social son predictoras del bullying. Concreta-mente encontramos que los participantes que manifestaron ser acosados tambin eran excluidos; sin embargo, notodos los alumnos que indicaron ser excluidos eran acosados por sus compaeros. La importancia de este resulta-do es central para comprender la dinmica de la agresin sistemtica entre iguales que ocurre en los centros edu-cativos, ya que parte de la literatura considera que las situaciones de exclusin social que sufren los alumnosacosados son consecuencia del propio bullying y no viceversa.Palabras clave: Bullying, exclusin social, procesos normativos, identificacin con el grupo.

    Social psychological variables and schoolbullying: The role of group norms and

    group identification

    AbstractThe aim of this study was to analyze group mechanisms that can be involved in bullying in school settings.

    Group identification processes and norms related to bullying were explored. Our results show groupidentification level as directly related to being bullied, when the normative context of the group allows theexpression of this kind of behaviour. Furthermore, our study shows that social exclusion situations arepredictors of bullying, and not vice versa. Specifically, we found that every bullied participant was alsoexcluded; however some excluded participants were not bullied. This result is central to understand thedynamics of repeated aggression among peers in school settings, since part of the literature considers socialexclusion situations not as an antecedent variable but as a consequence of bullying.Keywords: Bullying, social exclusion, group norms, group identification processes.

    Agradecimientos: Parte de esta investigacin ha sido realizada gracias a la financiacin de la Junta de Comunida-des de Castilla-La Mancha para el proyecto titulado Identidad social y culpa colectiva como elementos perpe-tuadores del bullying y la exclusin social, perteneciente al programa de Mejora de las Relaciones en el Aulaen la convocatoria 2007-2008. Correspondencia con los autores: Departamento de Psicologa Social y de las Organizaciones, Facultad de Psicolo-ga, UNED. Juan del Rosal, 10, Madrid (28040). Tl: 91-398 87 44; Fax: 91-398 62 15. E-mails: [email protected] - [email protected] - [email protected] - [email protected]

    2008 Fundacin Infancia y Aprendizaje, ISSN: 0213-4748 Revista de Psicologa Social, 2008, 23 (2), 151-161

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  • El trmino bullying fue empleado por primera vez en 1973 por Olweus, paradefinir una forma especfica de maltrato entre escolares que se caracteriza porser intencionado y persistente en el tiempo sin que medie provocacin ni posi-bilidad de respuesta. En la actualidad, este trmino se emplea en la literaturapara denominar los procesos de estigmatizacin, intimidacin y victimizacin(Ortega y Mora-Merchn, 1997). El fenmeno del acoso escolar est presente endistintas culturas, tal y como muestra la investigacin desarrollada por Smith,Cowie, Olaffson y Liefooghe (2002) sobre definiciones de bullying en catorcepases distintos de Europa y Asia, si bien estos autores no encuentran unaestructura conceptual nica en todos ellos. Su anlisis arroja seis grupos diferen-tes de trminos relacionados con el acoso, segn aludan a unos aspectos u otrosdel fenmeno.

    Otras investigaciones desarrolladas en nuestro pas han mostrado la alta inci-dencia del maltrato en los centros educativos. Avils y Monjas (2005), indicanque un 11,6 por ciento de los participantes en su estudio se haban visto implica-dos en episodios de maltrato de forma sistemtica, el 5,7 como vctima y el 5,9como agresor. Aunque lo ms importante es que un 81,6 por ciento sealaronhaber sido observadores de situaciones de agresin, de los que un 32,1 por cientoindican que observaron episodios de bullying a diario. De forma anloga, Serranoe Iborra (2005) muestran que un 75 por ciento de los alumnos son testigos deviolencia escolar, y que el 14,5 por ciento de los participantes en su estudio estu-vieron directamente implicados en este tipo de situaciones.

    El acoso continuo que sufren las vctimas de bullying tiene consecuencias psi-colgicas y sociales, como son el aislamiento, la estigmatizacin y la exclusinsocial de la vctima. En este sentido, aunque la definicin del trmino bullying ens misma no incluye claramente la exclusin social de la vctima, puesto queparece referirse ms bien a episodios de agresin fsica y verbal (Avils, 2003),algunas investigaciones proponen que la exclusin social es una de las conse-cuencias o productos de las situaciones de acoso (Olweus, 1998; Smith et al.,2002). En este mismo sentido, Piuel y Oate (2005) sealan que la persecuciny el hostigamiento que sufren las vctimas de acoso escolar tienen como resulta-do el bloqueo y la exclusin social de stas.

    Sin embargo, desde una perspectiva psicosocial, aunque una de las consecuen-cias del bullying pueda ser una mayor exclusin social del acosado, no es muyverosmil que ste no haya sido previamente vctima de exclusin social. En otraspalabras, existe cierta confusin en la literatura sobre acoso escolar en relacincon el empleo del trmino exclusin social. En nuestro pas, Molero, Navas yMorales (2001) han definido la exclusin social como un proceso dinmico denaturaleza multidimensional en virtud del cual las personas o grupos se venapartados de una serie de derechos, producindose dicho proceso a diversos nive-les: econmico, poltico y social. En las situaciones de interaccin y relacionesentre iguales la exclusin se dar predominantemente en el nivel social.

    Otro nexo de unin entre el proceso de exclusin social y el bullying es el con-cepto de exclusin moral propuesto por Bierbrauer (2000). Para este autor, lasexperiencias que viven los inmigrantes en las sociedades de acogida se puedenconceptualizar como de doble exclusin, ya que a la situacin de exclusin socialque padecen se debe aadir que estos grupos de personas se encuentran fuera delas preocupaciones morales de la poblacin mayoritaria. En el caso del bullyingpodemos afirmar que se produce el mismo proceso, ya que en la mayora de lasocasiones los episodios de acoso son conocidos por todos los compaeros delgrupo, y en un alto porcentaje de los mismos compaeros son testigos pasivos dedichos episodios, tal y como atestiguan las investigaciones de Avils y Monjas(2005) o Serrano e Iborra (2005).

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  • En definitiva, el paralelismo entre las situaciones de exclusin y acoso escolares manifiesto, ya que los alumnos acosados poseen una menor capacidad dealcanzar los beneficios que les otorga su pertenencia a un grupo determinado, ypor otro lado se pueden encontrar fuera de las preocupaciones morales de suscompaeros de aula.

    En este sentido, los estudios realizados sobre agresin entre iguales (para unarevisin ver Daz-Aguado, 2005) reflejan que (1) este tipo de violencia abarcaconductas de distinta naturaleza, desde las burlas hasta la intimidacin y la agre-sin fsica, (2) este tipo de episodios se repiten y prolongan en el tiempo, (3) elagresor es generalmente apoyado por el grupo, (4) las vctimas se encuentranindefensas, no pudiendo salir fcilmente de esa situacin, (5) este statu quo deagresin-intimidacin se mantiene debido a la ignorancia o pasividad de las per-sonas que rodean a los agresores y a las vctimas sin intervenir directamente.

    Sin embargo, el paralelismo entre exclusin social y bullying no significa queambos fenmenos sean indistinguibles. Una situacin de exclusin social notiene por qu incluir episodios de agresin verbal o fsica, aunque s podemosconsiderar que la exclusin previa se convierta en una condicin antecedente delas situaciones de acoso. En cambio, las definiciones de bullying siempre hacenalusin a la agresividad de este tipo de conductas. Por ejemplo, Salmivalli,Lagerspetz, Bjorkqvist, Osterman y Kaukialnen (1996) consideran que el bull-ying es una forma de conducta agresiva que es social por naturaleza, que tienelugar en grupos sociales especficos de los que la vctima no puede dejar de for-mar parte fcilmente, y en los que el agresor recibe el apoyo de otros miembros.En este mismo sentido, Lagerspetz, Bjorkqvist, Berts y King (1982) han seala-do dos caractersticas que consideramos centrales en el acoso escolar: (1) su carc-ter colectivo y (2) que se basa en las relaciones sociales dentro de un grupo.Desde este punto de vista, la agresin dentro de un grupo debe ser estudiadacomo una relacin entre sus integrantes, que se comportan segn roles especfi-cos.

    En este mismo sentido, Ortega y Lera (2000) proponen que se debe entenderel bullying como un problema social formado por agresores, vctimas y especta-dores, de manera que este tipo de violencia escolar se percibe como un tringuloen el que cada integrante del grupo adopta un rol pasivo o activo que proporcio-na equilibrio y continuidad al fenmeno.

    En resumen, lo que distintas investigaciones muestran es que las situacionesde bullying abarcan un amplio rango de conductas entre los miembros de ungrupo determinado, a las que subyacen una serie de procesos psicosociales entrelos que se encuentran la estigmatizacin, la exclusin social de la vctima y lapropia agresin, pero que, al mismo tiempo, descansan y se perpetan a travs delas interacciones con otros integrantes del propio grupo en el que tiene lugar laconducta agresiva. La consideracin del bullying como un fenmeno grupal rela-cionado con la exclusin social introduce claramente la necesidad de tener encuenta dos elementos: la pertenencia e identificacin con el grupo y las normasque rigen la conducta de los miembros.

    En relacin con las normas relativas al grupo del que se forma parte, el trabajode Wright, Giammarino y Parad (1986) fue pionero a la hora de formalizar unmodelo de rechazo basado en normas. Estos autores examinaron asociacionesentre la conducta individual y el estatus de los integrantes de grupos compuestospor nios con problemas emocionales y de conducta. El resultado ms destacadode la investigacin se relacion con las conductas normativas de los grupos, yaque en aquellos grupos donde la conducta agresiva era la norma, el estatus delagresor no estuvo relacionado con el nmero de agresiones entre los integrantesdel grupo, mientras que en los grupos donde la agresividad no era normativa el

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  • estatus s guard una relacin con la agresin sufrida. En definitiva, era la normaimperante en el grupo la que determinaba si la conducta agresiva era dirigidapreferentemente contra los nios de menor estatus o se distribua al azar entre losmiembros del grupo.

    Diversos estudios han puesto de manifiesto la influencia que posee el grado deidentificacin con un grupo especfico en la conformidad a la norma de dichogrupo, (Abrams y Hogg, 1990; Branscombe, Wann, Noel y Coleman, 1993; Sch-mitt y Branscombe, 2001; Turner y Oakes, 1989). De esta manera, en relacin conlas conductas de acoso, se puede plantear que existe mayor probabilidad de que losmiembros que menos se identifiquen con el grupo puedan convertirse en vctimasde acoso. La falta de identificacin conlleva una menor conformidad con las normasgrupales, y este tipo de comportamiento poco normativo ser valorado ms negati-vamente por el resto de miembros del grupo, siguiendo el Efecto de Oveja Negradescrito por Marques y Pez (1996). Adicionalmente, este efecto se ver potencia-do por las propias normas del grupo relativas al acoso, tal y como se ha encontradoen diferentes investigaciones (Boivin, Dodge y Coie, 1995; Wright et al., 1986).

    En este mismo sentido, distintos autores han afrontado la realidad del acosoescolar atendiendo al papel que juegan los compaeros del agresor y la vctima,indicando que una intervencin efectiva que reduzca el acoso escolar debe teneren cuenta al agresor, a la vctima y al resto de compaeros del grupo (Sharp yCowie, 1994; Pepler, Craig, Ziegler y Charach, 1994; Salmivalli, 1999; Salmi-valli et al., 1996; Stevens, De Bourdeaudhuij y van Oost, 2000; Sutton y Smith,1999). La idea bsica que centra estos planteamientos radica en que los especta-dores de los episodios de agresin pueden hacer que el agresor se comporte deuna forma diferente, promoviendo el cambio definitivo en la situacin de acoso,en lugar de convertirse en espectadores pasivos de la agresin. Aunque la investi-gacin ha mostrado que las actitudes contrarias al bullying son comunes entre losestudiantes, pocos expresan dichas actitudes o intentan intervenir contra el acoso(Boulton, Bucci y Hawker, 1999; Menesini et al., 1997; Rigby y Slee, 1991).Por el contrario, la mayora de los estudiantes se comportan pasivamente, perpe-tuando de esta forma, e incluso promoviendo, este tipo de situaciones en contex-tos que promueve su expresin (Salmivalli et al., 1996). De esta forma, uno delos indicadores ms patentes de esta naturaleza social del bullying viene reflejadopor la propia respuesta de los alumnos ante el acoso de sus compaeros.

    A pesar de los numerosos estudios sobre la incidencia de bullying en los cen-tros educativos, existe poca informacin acerca de los factores que promueven odebilitan la participacin de los testigos de acoso (Salmivalli y Voeten, 2004).Precisamente, estos autores han centrado su investigacin en explorar el papelque tienen las normas de grupo como reguladoras de conductas relacionadas conel bullying (p. ej. ayudar al acosador o consolar a la vctima). En su estudio seencontr que, a nivel grupal, las normas contrarias al bullying explicaron lamayor parte de la varianza en muchas de las conductas relacionadas con el acoso,mientras que las normas de pasividad contribuan en menor medida. No obstan-te, Salmivalli y Voeten (2004) sealan, a partir de sus resultados, que resultanecesario estudiar otras variables que tengan una influencia importante en lasconductas adoptadas por los escolares en relacin con el acoso.

    Objetivos e hiptesis

    En definitiva este estudio pretende examinar el efecto del grado de identifica-cin con el grupo y el contexto normativo en que se produce el bullying comoelementos que refuerzan, debilitan o mantienen el acoso que se produce en loscentros educativos.

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  • En relacin con los planteamientos tericos esgrimidos, se espera encontrar,en primer lugar, que las medidas de exclusin social y bullying presenten relacio-nes positivas (H1). En segundo lugar, esperamos encontrar una mayor frecuenciade acoso sufrido y de exclusin social en aquellos alumnos que menos se identifi-quen con su grupo o clase (H2). En tercer lugar, que exista una relacin significa-tiva entre la normatividad del acoso observado (norma descriptiva) y las medidasde bullying y exclusin (H3).

    Por lo que se refiere a los efectos combinados de las variables predictoras delas situaciones de bullying y exclusin social, se espera encontrar un efecto deinteraccin entre el nivel de identificacin con el grupo y la normatividad delacoso. Concretamente, se espera que el nivel de identificacin con el grupo seapredictor del bullying y la exclusin social slo en aquellas ocasiones en que lanormatividad del acoso sea alta (H4).

    Finalmente, se espera encontrar que los efectos que produce el grado de iden-tificacin con el grupo sobre el acoso sufrido por sus integrantes sean mediadospor el nivel de exclusin que sufren las vctimas. Esto nos indicara que las situa-ciones de exclusin social son previas a la experiencia de bullying y no slo unproducto de ste (H5), lo que demostrara que los individuos en situacin deexclusin no son necesariamente acosados por sus compaeros.

    Mtodo

    Participantes

    La muestra estuvo compuesta por 158 estudiantes de ESO (67 varones y 87mujeres; cuatro participantes no especificaron su sexo) con edades comprendidasentre los 12 y los 16 aos (M = 13.70, SD = 1.02). Los participantes pertenecana siete grupos del mismo centro educativo, de 1 a 4 de Enseanza SecundariaObligatoria.

    Instrumentos

    Escala de bullying (Martnez, 2004): esta escala estaba compuesta por ochotems (p. ej.: Cuntas veces te sientes ridiculizado por otros alumnos en tu centro, Te hassentido alguna vez perseguido o intimidado por otro de forma prolongada, Me han amena-zado para meterme miedo). Los tems aparecieron en un formato de respuesta tipoLikert de siete puntos, de 1 (nunca) a 7 (siempre), presentando un ndice de con-sistencia interna estimado a travs del estadstico alpha de Cronbach, = .86.Una mayor puntuacin indica una mayor frecuencia en el acoso padecido.

    Escala de inclusin del grupo en el yo (Inclusion of the Ingroup in the Self Scale, IIS;Tropp y Wright, 2001). Esta escala supone una adaptacin de la escala de Inclu-sin del Otro en el Yo (IOS; Aron, Aron y Smollan, 1992). Tropp y Wright(2001) consideran que la escala IIS es ms adecuada que otras para medir identi-ficacin con el grupo. La naturaleza visual de la medida, permite capturar el sig-nificado de lo que supone pertenecer a un grupo. Tropp y Wright (2001) mos-traron la validez concurrente y discriminante as como la fiabilidad de la escalaIIS como medida adecuada de identificacin grupal.

    Esta medida est compuesta por un nico tem en el que aparecen varios paresde crculos con distinto grado de solapamiento entre s. Se present en un forma-to tipo Likert de cinco puntos, en el que 1 indicaba ausencia de solapamiento, omnima identificacin y 5 representaba un casi total solapamiento del Yo y laclase, o situacin de mxima identificacin. El participante debe seleccionaraquel par de crculos que mejor representa la relacin entre Yo y su grupo Clase.

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  • Escala de exclusin social: se adaptaron cuatro tems del cuestionario de Basabe,Zlobina y Pez (2004) al contexto de la presente investigacin, que fueron selec-cionados para captar nicamente la exclusin que se produce en contextos educa-tivos y que es diferente de la agresin fsica o verbal que contendra el cuestiona-rio de bullying (p. ej.: Has notado que tus compaeros de clase te consideran diferente poralgn motivo; Has sido tratado por tus compaeros sin consideracin y sin tener en cuentatus sentimientos). Esta escala se present en un formato tipo Likert de siete puntosde 1 (nunca) a 7 (siempre), y present una fiabilidad de = .90. Una mayor pun-tuacin indica mayor percepcin de exclusin social.

    Normatividad de acoso observado: en la misma lnea que las investigaciones deAvils y Monjas (2005) o Serrano e Iborra (2005) se incluyeron tres tems relati-vos a la norma descriptiva de las situaciones de acoso (p. ej. Con qu frecuencia tcrees que se dan intimidaciones en tu centro, Con qu frecuencia has credo que algunos com-paeros se estaban pasando con otro compaero al que habitualmente machacan). Estostres tems se presentaron en un formato Likert de siete puntos, de 1 (nunca) a 7(muy frecuentemente), y presentaron una fiabilidad conjunta de = .82. Unamayor puntuacin indica una mayor percepcin de la normatividad del acoso.

    Procedimiento

    Los cuestionarios fueron recogidos por el orientador del centro educativo,durante la hora destinada a la tutora. A los participantes se les garantiz elcarcter annimo de las respuestas, y no existieron criterios de exclusin depen-dientes de la etnia de los participantes.

    Resultados

    Descriptivos y correlaciones

    Como aparece en la tabla I, los anlisis de correlacin reflejan la alta relacinexistente entre las medidas de bullying y las de exclusin, lo que confirma nuestraprimera hiptesis y nuestra posicin terica relativa al grado de solapamientoentre ambos constructos. Por otro lado, se encontraron relaciones estadsticamen-te significativas de signo negativo entre la medida de identificacin y las de bull-ying y exclusin. Tal y como se esperaba, aquellos participantes que ms se identi-ficaban con su clase, experimentaron menores niveles de acoso y exclusin social.

    Con respecto a nuestra tercera hiptesis, encontramos que la norma descripti-va del acoso se relaciona positivamente tanto con la medida de bullying, comocon la de exclusin.

    TABLA IDescriptivos y correlaciones de Pearson

    M SD 1 2 3 4

    Bullying 1.95 1.03 1 .75** .46** -.33**Exclusin 1.83 1.27 1 .44** -.31**Norma descriptiva 4.03 1.73 1 -.09Identificacin 3.75 .99 1

    Nota: N = 158, ** p < .01.

    Identificacin con el grupo y normatividad del acoso

    Para comprobar los efectos combinados de ambas variables, se categoriz atravs de la mediana de puntuaciones de la medida de normatividad del acoso

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  • (Md = 4.00), a los participantes en altos y bajos en percepcin normativa delacoso. Se realizaron dos ANOVAS univariados 2 (alta y baja normatividad perci-bida) X 5 (categora de identificacin) sobre las medidas de bullying sufrido yexclusin social.

    En cuanto al bullying experimentado se encontr un efecto principal estadsti-camente significativo de la normatividad del acoso, F(1, 157) = 35.65, p 2=3=4=5

    Nota: N = 158, * p < .05. Ajuste para comparaciones mltiples Bonferroni.

    FIGURA 2Medias de exclusin social informada por los individuos segn el grado de identificacin con el grupo

    y la normatividad del acoso

    alta normatidad

    baja normatidad

    Exc

    lusi

    n s

    ocia

    l

    6

    5

    4

    3

    2

    1

    Yo Clase Yo Clase Yo Clase Yo Clase Yo Clase

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  • indic una baja normatividad de acoso. Sin embargo, entre aquellos individuosque indican una alta normatividad de acoso, los participantes que seleccionaronlas dos categoras ms bajas de identificacin con su clase mostraron puntuacio-nes similares de exclusin social entre ellos, mientras que no existieron diferen-cias entre las medias de las otras tres categoras que denotaban una mayor identi-ficacin con el grupo. Estos datos se resumen en la tabla III.

    TABLA IIIMedias de exclusin social por nivel de identificacin y normativadad del acoso.

    Normatividad del acoso observado

    Identificacin baja alta

    1 1.38 4.92*2 1.58 4.31*3 1.50 2.534 1.16 2.005 1.39 1.78

    1=2= 3= 4= 5 1=2 > 3=4=5

    Nota: N = 158, * p < .05. Ajuste para comparaciones mltiples Bonferroni.

    Es la exclusin social previa a las situaciones de bullying?

    Para comprobar si la situacin de exclusin de los participantes es predictorade los episodios de acoso realizamos un anlisis de mediacin siguiendo el proce-dimiento de Baron y Kenny (1986). A partir de las correlaciones realizadas (verTabla I) podemos observar que se cumplen dos de las condiciones para realizar elanlisis de mediacin que proponen estos autores: (1) la variable criterio, identifi-cacin con el grupo, y la variable mediadora, exclusin social, muestran relacionessignificativas con la variable dependiente, bullying, y (2) variable criterio, identifi-cacin con el grupo, y variable mediadora muestran una relacin estadsticamentesignificativa.

    El anlisis de regresin que tuvo en consideracin la identificacin con elgrupo y la medida de exclusin como variables predictoras de las situaciones deacoso mostr que, mientras la exclusin social continu manteniendo una rela-cin estadsticamente significativa con el acoso, = .58, t = .13.12, p < .0001,una vez que se controlaron los efectos de la identificacin con el grupo. Sinembargo, la identificacin con el grupo no mostr relaciones estadsticamentesignificativas, = -.10, t = .1.86, ns. Finalmente, el test de Sobel (Sobel, 1982)indic que estos efectos de mediacin fueron estadsticamente significativos, Z =3.90, p < .0001. Estos datos se resumen en la figura 3.

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    FIGURA 3Efectos de mediacin de la exclusin social sobre el bullying sufrido.

    Identidad Bullying

    Exclusin social

    .61%**

    (.58%**)(-.10)

    -.34**

    -.40**

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  • Discusin

    De manera general, nuestro estudio pone de manifiesto la naturaleza social delas situaciones de acoso que se producen en los centros educativos. Concretamen-te, y en la misma lnea que la investigacin previa, nuestros resultados indicanque variables de naturaleza eminentemente grupal, como son la identificacincon el propio grupo o clase y la normatividad descriptiva de la situacin deacoso, son determinantes para que ste se produzca, como nos indican las relacio-nes encontradas entre estas variables y las situaciones de exclusin social y bull-ying.

    Sin embargo, los anlisis de varianza efectuados nos muestran qu individuosse encuentran en riesgo ser acosados y excluidos por sus compaeros. Ambosanlisis ponen de relieve la importancia de la normatividad de las conductas deacoso, ya que, cuando este tipo de conductas es frecuente, aquellos individuosque menos se identifican con su grupo-clase sufren acoso y bullying. Sin embar-go, es llamativo el hecho de que cuando los participantes indican que este tipode conductas es menos normativo no se produzcan incrementos en la experienciade exclusin social, ni de acoso.

    Asimismo, en lnea con la ltima de nuestras hiptesis, estos anlisis nosindicaban que las situaciones de exclusin son condiciones antecedentes de losepisodios de acoso. Concretamente las figuras 1 y 2, muestran claramente cmoen aquellas situaciones en que el acoso es normativo, los individuos que eligen lamenor categora de identificacin con su grupo son acosados y, tambin, perci-ben que son excluidos por sus compaeros.

    Sin embargo, los participantes que seleccionaron la siguiente categora deidentificacin con el grupo tambin indican que se encuentran en una situacinde exclusin en su clase. Sin embargo, a diferencia de los participantes quemenos se identificaban con su grupo no indican ser acosados por sus compaeros.

    En este mismo sentido, una comprobacin adicional de que las situaciones deexclusin predicen la situacin de acoso nos la proporcionan los anlisis demediacin. Estos anlisis nos muestran que todos los efectos que el grado deidentificacin tiene sobre el acoso son dependientes de si el individuo percibeque es excluido. En otras palabras, podemos afirmar que la exclusin social seconvierte en condicin necesaria para que a una persona se la someta a una agre-sin sistemtica, al menos, en la muestra analizada.

    Es decir, en la lnea planteada por Salmivalli y Voeten (2004), nuestro estudiodestaca la importancia de los mecanismos grupales que producen y perpetan lasconductas de acoso, como las normas de grupo, as como la necesidad de encon-trar variables de naturaleza psicosocial que refuercen o debiliten estas conductasdentro de un grupo, para de esta forma poder establecer intervenciones efectivas.

    Finalmente, y en cuanto a la pregunta que formulbamos en nuestro subttu-lo, nuestros resultados parecen indicar que el bullying puede ser considerado unaforma extrema de exclusin. De esta forma, podramos considerar en contextoseducativos la existencia de un continuo de exclusin, que comenzara en susniveles ms bajos con el simple ostracismo, o ser inorados por otros (William yZadro, 2005), y posteriormente, producirse un salto cualitativo hacia la agresiny el hostigamiento fsico y verbal de la vctima.

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