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Ministerio Clases de Entrenamiento Ministerial Ministerio
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Variedad y equilibrio:
El Apóstol. “Y a unos puso Dios en la iglesia ,primeramente apóstoles, luego
profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después
los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen
don de lenguas”. 1ª Corintios 12.28
“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros profetas; a otros
evangelistas; a otros, pastores y maestros”. Efesios 4.11
“Y a unos puso Dios en la Iglesia, PRIMERAMENTE APÓSTOLES...” 1ª cor. 12.28
“Y el mismo constituyó a unos APÓSTOLES...” Efesios 4: 11.
A. EL PRIMER DON DEL MINISTERIO que hay al comienzo de la lista es el de apóstol.
La declaración más importante de la Biblia sobre este ministerio es que el mismo Cristo fue un apóstol. En griego la palabra apóstol se escribe “APÓSTOLOS” y significa “uno que es enviado, un enviado”. Jesucristo es el mejor ejemplo que tenemos de uno que es enviado. Juan 20: 21 dice: “Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. COMO ME ENVIÓ EL PADRE, así también yo os
envío”.
El verdadero apóstol es uno que siempre va con una comisión, él no va por sí mismo, más es enviado.
Hechos 13 nos muestra como Bernabé y Pablo fueron enviados a los gentiles.
B. LAS SEÑALES DE UN APÓSTOL. La Biblia nos habla de las señales de un apóstol. 2da. De
Corintios dice: “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por
señales, prodigios y milagros”.
¿Cuáles son esas señales?. ¡PRODIGIOS Y MILAGROS!.
C. ¿CÓMO SER UN APÓSTOL? Para ocupar este puesto, uno tiene que tener una experiencia personal con el Señor: algo muy profundo y verdadero, algo fuera de lo normal. No es un
nombramiento hecho de segunda mano o heredado por la tradición.
Notemos algo que Pablo dijo cuando estaba defendiendo su apostolado: “¿No soy apóstol?, ¿No soy libre?, ¿NO HE VISTO A JESÚS EL SEÑOR NUESTRO?...”. (1ra. Corintios 9:1). Pablo no vio a Jesús
es una visión espiritual (Hechos 9: 3-6). Él tuvo una profunda experiencia espiritual con el Señor.
Incluso su conversión no fue una cosa ordinaria. La experiencia espiritual de Pablo con el Señor fue
tan profunda que en el repartimiento de la Santa Cena podía decir: “Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado...”. (1 Cor. 11:23). Lo que él sabía no lo había aprendido de los otros apóstoles.
Él lo recibió por revelación. Jesús se lo dio.
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Ningún hombre enseñó a Pablo el Evangelio que predicaba. El Espíritu de Dios se lo enseñó. “Más os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”. (Gal. 1: 11, 12). Nosotros hemos oído a
otros predicar estas cosas, pero Pablo no las oyó. Continuemos leyendo el resto de este pasaje en
Gálatas sobre la revelación de Pablo, que prueba la experiencia tan profunda que tuvo con el Señor.
Lee GALATAS 1:13-2:2.
“Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía
sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; y en el judaísmo aventajaba a muchos contemporáneos en
mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres. Pero cuando agradó a Dios, que me
apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo lo
predicase entre los gentiles, NO CONSULTÉ ENSEGUIDA CON CARNE Y SANGRE, NI SUBÍ A
JERUSALÉN A LOS QUE ERAN APÓSTOLES ANTES QUE YO: SINO FUI A ARABIA, Y VOLVÍ DE
NUEVO A DAMASCO” (Énfasis añadido)
¿Cuánto tiempo estuvo Pablo en Arabia?. Nadie lo sabe. Pero fue en Arabia donde Pablo recibió la
revelación del Evangelio que escribió en cada Epístola. Sigue leyendo:
“DESPUÉS, PASADOS TRES AÑOS, SUBÍ A JERUSALEN PARA VER A PEDRO, Y
PERMANECÍ CON EL QUINCE DÍAS; Pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el
hermano del Señor. En esto que os escribo, he aquí delante de Dios que no miento. Después fui a las
regiones de Siria y de Cilicia, y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo
solamente oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía ahora predica la fe que en otro tiempo
asolaba. Y glorificaban a Dios en mí”.
Pablo regresó a Damasco tres años después, fue a Jerusalén y pasó dos semanas con Pedro...
“DESPUÉS, PASADOS CATORCE AÑOS, SUBÍ OTRA VEZ A JERUSALÉN con Bernabé, llevando
también conmigo a Tito. PERO SUBÍ SEGÚN LA REVELACIÓN, y para no correr o haber corrido en
vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los gentiles”.
Pablo llevaba predicando 17 años, en dicho tiempo. El no sabía lo que los apóstoles predicaban. El
no los había oído. Solamente había pasado dos cortas semanas con Pedro. Después de esto pasó 14
años predicando y fue entonces cuando el Espíritu de Dios se le reveló diciendo que fuera a Jerusalén
para tener comunión con los hermanos. Claro está que Pablo tuvo una profunda experiencia espiritual y
personal con el Señor Jesucristo.
D. LA OBRA DE UN APÓSTOL ES PONER EL FUNDAMENTO.
“Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto PUSE EL
FUNDAMENTO, y otro edifica encima; pero cada uno mire como edifica”. 1ra. De Corintios 3: 10.
“Edificaos sobre EL FUNDAMENTO DE LOS APÓSTOLES y profetas, siendo la principal piedra de
ángulo Jesucristo mismo. Efesios 2: 20.
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a) La obra del apóstol consistía en poner el fundamento.
b) Los primeros doce apóstoles pusieron el fundamento de la Iglesia como los primeros pioneros y
predicadores del evangelismo. En segundo lugar, ellos pusieron fundamento a la Iglesia al recibir
al Espíritu Santo.
E. EL MINISTERIO DE APÓSTOL parece que abarca todos los otros dones del ministerio. El resultado sobresaliente es la habilidad de establecer iglesias.
a) El apóstol tiene el don sobrenatural de “Administrar”, el cuál aparece en 1ra. De Corintios 12: 28.
(La traducción de Weymouth lo llama “poderes de organización”).
b) Después que las iglesias son establecidas, los apóstoles pueden ejercitar autoridad sobre las
iglesias que hayan establecido. (1ra. De Corintios 9: 1, 2).
Comentarios: Hay muchos que se llaman a sí mismos apóstoles que quieren dominar y regir al
pueblo. Ellos dicen: “Soy un apóstol. Tengo autoridad. Tienes que hacer lo que digo”. En los días
nuevo testamentarios los apóstoles podían ejercitar autoridad sobre las iglesias que ellos habían
establecido. Pablo nunca ejercitó ninguna autoridad sobre la iglesia de Jerusalén, o ninguna otra iglesia
que los otros apóstoles habían establecido.
Recordemos que estos ministerios consisten en poder y no en meras palabras. Si no tienen poder
para establecer iglesias es porque no son apóstoles.
c) Un misionero que es verdaderamente llamado por Dios y enviado por el Espíritu Santo es un apóstol.
Hechos 13: 2, 4 dice: “...Dijo el Espíritu Santo: Apartarme a Bernabé y a Saulo para la obra que
los he llamado...”. Continuando con el versículo cuatro: “...Ellos, entonces, ENVIADOS por el
Espíritu Santo descendieron...”. Ellos fueron “enviados”. Ellos hicieron el primer viaje misionero a
los gentiles.
d) El Nuevo Testamento no menciona la palabra misionero a pesar de ser un cargo muy importante.
Pertenece al ministerio del apóstol.
e) El misionero tendrá la habilidad de todos los dones del ministerio.
Él hará la obra de evangelista - Llevará las almas a Jesucristo.
Él hará la obra de maestro - Enseñará y afirmará a las almas.
Él hará la obra de pastor - Pastoreará a las almas durante un tiempo limitado.
Al estudiar cuidadosamente la vida del apóstol Pablo, notamos que él dijo que nunca edificó sobre
fundamento ajeno. Él se esforzó en predicar el Evangelio donde Cristo no había sido predicado.
(Romanos 15: 20). Él siempre se quedaba en un lugar desde seis meses hasta tres años.
Verdaderamente su llamado no era el de pastor, pero se quedaba suficiente tiempo par afirmar a
las almas en verdad y después se mudaba a otro lugar.
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F. ¿HAY APÓSTOLES HOY?
a) Con las características de los doce, ninguno.
Ni aún Pablo puede ser considerado un apóstol en el sentido original de los doce. Sólo hay doce
apóstoles del Cordero (Apocalipsis 21: 14). La Biblia nos da las cualidades de los doce apóstoles
cuando tenían que seleccionar a una para reemplazar a Judas: “En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte
en número), y dijo: Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu
Santo habló antes por la boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús.
Y era contado con nosotros y tenía parte en este ministerio. Este, pues, con el salario de su iniquidad
adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron.
Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén, de tal manera que aquel campo se llama en su
propia lengua, Acéldama, que quiere decir, Campo de sangre.
Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, y no haya quien more
en ella, y tome otro su oficio.
Es necesario, pues, que de estos hombres QUE HAN ESTADO JUNTOS CON NOSOTROS TODO
EL TIEMPOQUE EL SEÑOR JESÚS ENTRABA Y SALÍA ENTRE NOSOTROS. COMENZANDO
DESDE EL BAUTISMO DE JUAN HASTA EL DÍA EN QUE DE ENTRE NOSOTROS FUE
RECIBIDO ARRIBA, UNO SEA HECHO TESTIGO CON NOSOTROS, DE SU RESURECCIÓN.
Hechos 1: 15-22.
Para ser uno de los doce apóstoles del Cordero, uno tenía que haberlos acompañado -a los apóstoles
y a Jesús- todo el tiempo en que Jesús entró y salió entre ellos durante los tres años y medio de su
Ministerio. Pablo no estaba con ellos.
Los primeros doce apóstoles fueron enviados por ser testigos, del ministerio de Jesús, de la obra,
la vida, la muerte, el entierro, resurrección y ascensión del Señor Jesucristo. Ellos ocuparon un lugar
que ningún otro apóstol o ministro podrá ocupar jamás.
b) En nuestros días hay apóstoles como lo fueron Bernabé y Pablo.
Además de llamar Apóstol a Jesucristo, y a los doce apóstoles del Cordero, el Nuevo Testamento
también llama a otros apóstoles:
Bernabé y Pablo (Hechos 14: 14).
Jacobo, el hermano del Señor (Gálatas 1: 19).
Andrónico y Junias (Romanos 16: 7).
Silvano y Timoteo (1ra. de Tesalonicenses 1: 1 y 2: 6).
Apolos (1ra. de corintios 4: 4-9).
Dos hermanos a quienes la Biblia no da nombres (2da. De Corintios 8: 23)*.
Epafrodito (Filipenses 2: 25)*.
* La palabra “mensajero” escrita en estos versículos es la misma palabra griega traducida “Apóstol”
en otras partes.
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G. ¿EXISTE HOY EL MINISTERIO DEL APÓSTOL?
Gracias a Dios sí existe. recordemos el capítulo 4 de Efesios Vrs. 11-13: “Y el mismo[Jesús] constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,
pastores y maestros. A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del
cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un
varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.
a) Si Dios ha quitado alguno de estos ministerios de la lista, la Biblia nos debiera haber dicho que él los
había dado solamente por un tiempo limitado.
b) TODOS estos ministerios fueron dados para la edificación de los santos, para la obra del ministerio,
para la edificación del cuerpo de Cristo. Esto incluye a los apóstoles.
c) ¿Para cuánto tiempo los dio?. Todos fueron dados “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y
del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo”.
1. ¿Cuáles son las señales que cebemos ver en un apóstol de hoy?.
Dones espirituales destacados.
Profunda experiencia personal.
El poder, la unción y la experiencia para establecer iglesias.
La capacidad de proveer adecuada dirección espiritual.
Comentarios: Si Dios te llamó para ser un apóstol, no te preocupes en absoluto, porque no
comenzarás como apóstol. Pablo no era un apóstol en su comienzo. Hechos 13: 1 nos dice: “Había
entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón... Lucio...
Manaén... y Saulo”. Cada uno de esos hombres era profeta o maestro, o los dos a la vez (uno puede
tener más de un ministerio). Luego, según las Escrituras, Pablo era profeta y maestro. Hechos 14: 14
se le llama un apóstol porque llegó a serlo más tarde.
Acuérdate de esto: No te preocupes de nombres y títulos. Si tu sintieras el llamado de Dios dentro de ti,
simplemente enseña y predica, y deja que con el tiempo Dios te ponga en el ministerio que Él tiene
para ti.
Al comenzar, Bernabé y Pablo no fueron nombrados apóstoles, pero con el tiempo Dios los puso
en dicho ministerio.
Recordemos esto: ¡¡DIOS PREMIA LA FIDELIDAD. EL NO PREMIA EL CARGO O SERVICIO!! En el día del repartimiento de premios, un profeta no será mejor recompensado que un portero que
fue fiel en su ministerio de ayudante. Los ministerios importantes tampoco reciben mayor
recompensa; sólo tienen una responsabilidad mayor.
¡¡¡ DIOS PREMIA LA FIDELIDAD !!!
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El Profeta. “Y a unos puso Dios en la Iglesia, primeramente apóstoles,
luego PROFETAS...”. 1ra. de Corintios 12: 28.
“Y el mismo constituyó a unos apóstoles; a otros,
PROFETAS...”. Efesios 4: 11.
A. ¿Hay profetas hoy?.
A.1. Hay algunos que te dirán que hoy no existe el ministerio de profeta, que había profetas en el
Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, pero que no hay ninguno hoy. Sin embargo, no hay evidencia
en las Escrituras de lo que dicen.
A.2. La Palabra de Dios nos dice que Él mismo constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas; a
otros evangelistas; a otros pastores y maestros (Efesios 4: 11).
Algunos dicen que los únicos ministerios que tenemos hoy son los evangelistas, pastores y maestros.
La Palabra de Dios no hace diferencias entre los ministerios. Por lo tanto la lista o debe ser aceptada
toda o no aceptemos nada de ella.
¿Para qué propósito fueron dados?. “A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio,
para la edificación del Cuerpo de Cristo”. Dichos dones del ministerio serán necesarios hasta que
Jesús venga por su Iglesia.
B. ¿Qué es lo que constituye la función de un profeta?.
B.1. Comentando en lo que el Nuevo Testamento en griego expone sobre el profeta, dice: “El
profeta habla cuando es impulsado con una inspiración repentina, iluminado por una revelación súbita y
momentánea. Parece fundamental el hecho de hablar lo que proviene de una revelación espontánea y
que es relacionado con hechos del futuro o con la voluntad del Espíritu Santo en general”.
El profeta habla directamente inspirado por el cielo, una revelación repentina, no algo que él
pensó; es algo que recibió sin pensarlo, en un momento de inspiración repentina.
B.2. Para llegar al ministerio de profeta, primeramente uno tiene que ser un ministro del Evangelio, separado (Santificado) y llamado al ministerio por Dios. El profeta es un Don del ministerio.
Generalmente no hay profetas entre aquellos que nosotros llamamos laicos. Un laico puede profetizar,
pero uno no es un profeta por el mero hecho de profetizar.
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B.3. Pablo animaba a TODA LA IGLESIA de Corinto para que profetizaran. 1ra. Corintios 14: 1
Después definió con simplicidad lo que es el don de profecía: “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación”. (vs. 3).
Luego, la respuesta para la pregunta: “¿Son todos profetas?. Ciertamente es ¡NO!. (1ra. de Cor.
12: 19). Hay que hacer una diferencia entre la profecía y el ministerio de un profeta, a pesar de que un
profeta puede profetizar.
“Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de
Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. Este tenía cuatro hijas doncellas QUE
PROFETIZABAN. y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea UN PROFETA
llamado Agabo, quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo:
Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le
entregarán en manos de los gentiles”. HECHOS 21: 8-11.
Las cuatro hijas de Felipe profetizaban. Esto significa que estaban obrando en el simple don de profecía hablando “...a los hombres para edificación, exhortación y consolación”. (1 Cor. 14: 3).
Agabo era un profeta. Y a pesar de que un profeta puede profetizar lo que es revelado, Agabo no
está profetizando aquí. Simplemente esta exponiendo lo que el Espíritu Santo está diciendo.
B.4. Para tener el ministerio de profeta, uno debe tener una manifestación más consistente de al menos dos de los dones de revelación (palabra de sabiduría, palabra de ciencia o el discernimiento de
espíritus) más la profecía.
Hay tres dones de revelación que son:
Palabra de Sabiduría. Una revelación sobrenatural del Espíritu de Dios concerniente al
propósito divino en la mente y voluntad de Dios. Es una revelación que siempre habla del futuro.
Palabra de ciencia: Una revelación sobrenatural del Espíritu de Dios concerniente a realidades o
hechos en la mente de Dios relacionados con personas, lugares o cosas. Es una revelación siempre
en tiempo presente o pasado.
El discernimiento de espíritus: Es un conocimiento profundo sobrenatural del mundo de los
espíritus. Es ver en el mundo de los espíritus.
Cualquier creyente lleno del Espíritu Santo puede tener manifestaciones de dichos dones según la
voluntad del Espíritu y la necesidad. Pero un profeta tomará el lugar de predicador o maestro teniendo
una manifestación más consistente de los dones. La diferencia está en que el profeta tiene este
ministerio. Llegando a ser un don del ministerio en un nivel más alto. Pues el profeta es aquel que tiene
visiones y revelaciones.
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Hay tres tipos de revelaciones y tres tipos de divisiones. La revelación de tipo mayor y la visión
de tipo menor son similares y algunas veces un individuo no puede ver la diferencia. Veamos:
Una visión espiritual. Una persona puede tener una visión en su espíritu o ver en su espíritu.
Ejemplo: Saulo en el camino de Damasco. Relatando su experiencia, Pablo nos dice que cuando la
visión ocurrió sus ojos fueron cegados y no podía ver. Pablo no vio al Señor con sus ojos físicos. Él vio
en el reino espiritual. Más tarde Ananás oró por él para que recibiera la vista.
Un éxtasis. Jesús demostró que el éxtasis es la segunda clase de visión más alta que una
persona puede tener.
Cuando uno cae en éxtasis, sus sentidos físicos quedan en suspenso durante el momento del trance.
No está consciente del lugar donde está ni de todo lo que tiene contacto con el mundo físico. No queda
inconsciente; lo que ocurre es que queda más consciente de las cosas espirituales que de las físicas.
Ejemplos:
Pablo: Cuando Pablo fue a Jerusalén la primera vez él dijo: “Y me aconteció vuelto a Jerusalén, que
orando en el templo me sobrevino un éxtasis. Y le vi (a Jesús) que me decía: Date prisa y sal
prontamente de Jerusalén, porque no recibirán mi testimonio acerca de mí”. Hechos 22:17-18
Pedro: El capítulo 10 de Hechos nos relata la visión de Pedro en la cuál el Señor le dijo que llevara
el Evangelio a los gentiles. Pedro subió a la azotea para orar y “le sobrevino un éxtasis”. (vs. 10).
Cuando le sobrevino el éxtasis, Pedro “vio el cielo abierto...”. (vs. 11). Él estaba viendo en el reino del
espíritu.
De la Biblia aprendemos que a Pedro y a Pablo les sobrevino éxtasis y vieron en el mundo espiritual.
La visión consciente. Esta clase de visión es la mayor de todas. Cuando ocurre, los sentidos
físicos no están en suspenso. La persona tiene los ojos abiertos. Posee todas sus capacidades físicas,
pero puede ver en el mundo del espíritu.
Los profetas del Antiguo Testamento eran llamados “VIDENTES”. Ellos veían y sabían cosas
sobrenaturales.
Un ejemplo es Saúl cuando era joven y estaba buscando algunas de las asnas de su padre, pues
estas se habían perdido. Cuando él las buscaba, el criado le sugirió ir al profeta para preguntarle
dónde estaban las asnas, porque él sabría donde estaban. Saúl fue al profeta Samuel y éste le dijo que
ya hacía tres días que las asnas habían sido encontradas, y ahora andaban buscándole a él. Samuel supo
esto de una manera sobrenatural.
Samuel le pidió a Saúl que esperara, ya que tenía una palabra de sabiduría concerniente al plan de
Dios para él. Saúl entonces fue ungido para ser el primer rey de Israel. Claro está que Samuel no
sabía las aventuras de todas las asnas perdidas en aquellos tiempos. Pero Dios tenía un propósito al
darle la revelación en aquel dado tiempo, ya que se trataba del futuro rey de Israel.
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La palabra “revelado” es usada en relación con el ministerio de profeta: “Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen. Y si algo le fuere REVELADO a
otro que estuviese sentado, calle el primero”. 1 Corintios 14: 29-30.
El profeta puede comunicar sus revelaciones a través del ministerio de la profecía.
El profeta puede comunicar sus revelaciones simplemente diciendo lo que dice el Espíritu Santo.
Hay que juzgar las revelaciones.
Comentarios: Cuando Dios nos esté usando en su obra es bueno que otros nos juzguen (evalúen).
Todos aquellos que se molestan cuando son juzgadas sus revelaciones o profecías están equivocados.
Posiblemente tienen orgullo espiritual.
Alguien podrá decir; “Pues, el Señor no comete errores”. Ciertamente que no. Pero esos dones
espirituales son manifestados por medio de seres vivientes que son imperfectos. Es como el agua que
fluye por una tubería; el agua puede tomar un poco del sabor de la tubería.
Otras personas también tienen el Espíritu de Dios, especialmente aquellos en el mismo ministerio,
éste es el motivo por el cuál la Palabra dice, “y los demás juzguen”.
Algunas veces los profetas “anuncian lo que va a ocurrir”.
Agabo. Él predijo que vendría una gran hambre (Hechos 11: 28). Él predijo lo que le ocurriría a
Pablo. (Hechos 21: 10-11).
Algunos no creen que sea bíblico el dar profecías personales. Ellos no creen que un profeta
pueda tener un mensaje para un individuo.
Agabo lo tenía (Hechos 21: 10-11). El no prohibió a Pablo que fuera a Jerusalén. Simplemente
le dijo lo que allí ocurriría, y ocurrió.
Dios nos muestra cosas de acuerdo a su voluntad para prepararnos para el futuro. Una persona,
sin embargo, no puede usar el ministerio del profeta cuando le parezca o quiera. Siempre es como y
cuando el Espíritu Santo quiere.
Dios usa a algunos en algunas ocasiones para que lleven un mensaje a cierta persona. Después,
dichos individuos piensan que pueden ir dando mensajes a todas las personas. ¡NO!. Aquellos que
siempre están dando mensajes personales y profecías a toda persona están equivocados, ellos son
fanáticos y están en peligro.
B.5 Hay una similitud entre el ministerio del profeta del Antiguo Testamento y del nuevo
Testamento. No obstante, el profeta bajo el Nuevo Testamento no ocupa la posición del profeta del
Antiguo Testamento.
Las personas del Antiguo Pacto se dirigían al profeta para pedir dirección y guía. Los únicos
ungidos por el Espíritu de Dios eran el rey, el sacerdote y el profeta. El resto del pueblo no tenía la
presencia tangible de Dios en sus vidas. La Presencia de Dios estaba encerrada en el lugar Santísimo.
Ellos no tenían el Espíritu de Dios sobre ellos, ni en ellos. Solamente algunas veces Dios decidía salirse
de lo corriente, como en el caso de Gedeón; por lo demás, el pueblo iban al profeta para ser guiados.
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C. Bajo el Nuevo Pacto no es bíblico el buscar la dirección y guía de un profeta.
C.1 Nosotros tenemos un mejor pacto.
C.2 Nosotros tenemos la misma Presencia de Dios en nosotros que estaba encerrada en el lugar
Santísimo. Él está viviendo en nosotros. Nuestros cuerpos se transforman en el templo de Dios bajo
el Nuevo Pacto (1 Cor. 3: 16; 6: 19; 2 Cor. 6: 16). Él está en nosotros para guiarnos. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios”. (Rom. 8: 14)
Todo creyente necesita aprender a ser guiado por el mismo Espíritu de Dios. El no tiene que ir a
nadie para recibir guía.
C.3 Hay algunos -y esto no es bíblico- que tienen la tendencia de controlar las vidas de las
personas. Durante los años se ha notado que esto viene en ciclos. Muchas cosas ocurren hoy en día y
la gente piensa que han recibido una “nueva revelación”. Pero vinieron y se fueron porque no estaban
fundadas en la Palabra de Dios y lo mismo ocurrirá hoy.
Ellos piensan que han recibido algo nuevo, y verdaderamente es el espíritu de decepción y no el
Espíritu Santo.
A través de dichas revelaciones, ellos intentan dominar las vidas de otras personas.
Durante muchos años se han levantado algunos llamados “profetas” que les decían a las personas
cuando debían casarse y con quien debían contraer matrimonio. No se vio ningún caso que haya
marchado bien. Sólo abundaron las tragedias.
Debes saber en tu propio espíritu que Dios te está guiando. Está bien si alguien confirma lo
que ya tienes en tu espíritu; si no ocurre así olvídalo.
El profeta Agabo tomó el cinto de Pablo y atándose los pies y las manos dijo: “... Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le
entregarán en manos de los gentiles. Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese
a Jerusalén. Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón?. Porque yo
estoy dispuesto no sólo a ser atado, mas aún a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús. Y como
no le pudimos persuadir desistimos, diciendo: Hágase la voluntad del Señor”. Hechos 21: 11-14
Notemos lo siguiente: Agabo dijo lo que iba a ocurrir, pero no dijo nada sobre la voluntad de Dios
para el caso. El no le dijo a Pablo que fuera o que no fuera. El no dio ningún consejo personal.
Simplemente le dijo lo que ocurriría si iba a Jerusalén. Pablo era quien tenía que decidir. Algunas
personas piensan que Pablo fue detenido según lo dicho por Agabo, Jesús se apareció a Pablo durante
la noche.
“A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado
de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma”. Hechos 23:11.
Si Pablo no hubiera estado haciendo la voluntad de Dios, el Señor se lo hubiera dicho.
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D. Hay que tener la Palabra antes de todo.
Incluso si hay manifestaciones sobrenaturales en tu vida, no edifiques tu ministerio sobre
manifestaciones sobrenaturales. Puedes desearlas y tenerlas. Pero edifica tu ministerio en la Palabra.
Incluso si eres un profeta, debes edificar tu ministerio en la Palabra.
E. Es peligroso sentirse obligado a actuar.
Algunos de los llamados por Dios, ungidos y establecidos por Él, cuando ocupan ciertos ministerios
piensan que “están obligados a actuar. Asimismo, cuando no se manifiesta el Espíritu de Dios, ellos
tratan de tener una manifestación de sí mismos. ESTO ES MUY PELIGROSO. Está bien si hay alguna
manifestación, pero si no la hay, no trates de producir una tú mismo.
F. Discierne la diferencia entre el Espíritu de Dios y los espíritus de adivinación.
No debemos asustarnos de los espíritus malos, en realidad son los espíritus de adivinación (o
espíritus familiares) los que están obrando. Ellos son los que conocen a las personas y se comunican
con aquellos a través de los cuales operan.
Cuando Dios guió a Israel fuera a Egipto, Aarón tiró su vara y ésta se convirtió en una serpiente.
Los hechiceros tiraron las suyas y también se transformaron en serpientes. No obstante las varas de
Aarón y Moisés se trabaron las varas de los hechiceros.
El diablo sabe algunas cosas pero no lo sabe todo como Dios. La Biblia nos habla sobre los espíritus
de adivinación. Ellos son reales. Ellos te conocen; incluso si estás lleno del Espíritu Santo y eres salvo.
Si alguien está en contacto con ellos, éstos le dirán cosas de ti.
Pablo echó fuera de una muchacha un espíritu de adivinación (Hechos 16: 16-19). Ella adivinaba el
futuro. Pero era un espíritu malo. El diablo sabe las cosas que le ocurrirá a la gente si continúan
andando como andan. Si son sus hijos, él sabe exactamente todo lo que les ocurrirá.
¿Cómo podemos notar la diferencia?...... Leyendo 1ra. Corintios 12: 1-3, dice:
“No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. Sabéis que cuando erais gentiles. SE
OS EXTRAVIABA llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. Por tanto, os hago saber que nadie
que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el
Espíritu Santo”.
Interpretemos esta Escritura según el contexto. Pablo está escribiendo sobre las manifestaciones
espirituales y las cosas que pertenecen al Espíritu Santo. Es cierto que una persona puede decir que
“Jesús es Señor” usando sólo su cabeza. Una fila de pecadores podría decir eso. Lo que la Escritura
está tratando de decir es esto: “Cuando el Espíritu Santo se manifiesta siempre da la gloria al Señor Jesús”. Cuando el Espíritu Santo es el que se manifiesta, éste dice que Jesús es Señor. No da la gloria al hombre, ni hace al hombre Señor.
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F.1 No debemos temer a los espíritus malos. DIOS PUEDE SOBREPASAR TODO LO QUE EL
DIABLO HAGA. Las manifestaciones del Espíritu Santo son reales. Procuremos las manifestaciones
que en verdad bendicen a las almas.
Seamos sensibles a Dios e invitemos al Espíritu de Dios para que se manifieste entre nosotros en la
variedad de ministerios que Jesús estableció en la Iglesia.
G. El concepto erróneo que tienen muchos sobre el servicio de los profetas.
G.1. Muchos piensan que el profeta sólo debe profetizar.
a) El profeta no sólo profetiza. En verdad, frecuentemente cuando está dando la revelación del
momento, no está profetizando, sino que simplemente está diciendo lo que le es revelado. Por
ejemplo Agabo “daba a entender por el Espíritu” que vendría una gran hambre. Hechos 11: 28
b) El profeta no sólo tiene revelaciones. Algunos de los que dicen, “Yo tengo el llamado de
profeta” (y puede ser que lo tengan) caer en el error al estar siempre tratando tener revelaciones y
profecías.
Ante todo, el profeta de Dios es un predicador o maestro de la Palabra.
La imposición de manos forma parte del servicio del profeta.
El ministerio de sanidad forma parte del servicio del profeta. Y cuando el profeta ejercita sus
dones de sanidad (o lo que sea), es el ministerio del profeta en acción.
Jesús dijo de Eliseo: “Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue
limpiado, sino Naamán el sirio” Lucas 4: 27.
Eliseo tenía un ministerio de sanidad y el pueblo lo sabía. Naamán fue al profeta Eliseo porque una
muchacha judía le había hablado de él. Ella había sido capturada en la guerra contra Israel y era una
esclava en la casa de Naamán. Cuando ella supo que Naamán tenía lepra dijo: “Si rogase mi Señor al
profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra”. 2 de Reyes 5: 3
Jesús sostenía el ministerio de profeta. Su ministerio de sanidad es un ejemplo de la variedad de
manifestaciones que no podrías ver en el ministerio de un solo ministro.
c) El ministerio de sanidad de un profeta puede obrar a través de la imposición de manos.
Pero puede obrar también de otras maneras:
Eliseo no puso las manos sobre Naamán. Ni siquiera fue a verlo. Él tenía una palabra del Señor. Él
envió un mensajero diciendo: “Ve y lávate siete veces en el Jordán, tu carne se te restaurará y serás
limpio”. 2 Reyes 5: 10
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d) Jesús impartió sanidad a través de la imposición de manos. Pero en el caso de los diez leprosos,
sin tocarlos les dijo: “Id y mostraos a los sacerdotes”. Mientras iban fueron sanados (Lucas 17: 12-14).
En otra ocasión, Jesús escupió en tierra e hizo lodo con la saliva, y untó con el dedo los ojos del ciego
diciendo: “Ve y lávate en el estanque de Siloé” (Juan 9: 6-7).
¿Por qué obró así?. Porque el Espíritu de Dios se lo dijo. Él estaba sirviendo como profeta y los
dones de sanidades obraban a través de Jesús.
Otros fueron sanados cuando había una transferencia del poder sanador con el cuál Jesús estaba
ungido, fluía de Él. (Hechos 10: 28). La mujer con el flujo de sangre es un ejemplo (Marcos 5: 25-34).
(Leer: Mateo 14: 34-36; Marcos 6: 56; Lucas 6: 19).
Jesús dijo, concerniente a la sanidad de Naamán a través del ministerio de Eliseo: “Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio”. (Lucas 4: 27).
¿Por qué no podía Eliseo hacer lo mismo sanando a todos los leprosos de Israel?. Naamán era un
pagano. Él adoraba al ídolo Dagón.
¿Por qué no podía Eliseo decirles a los leprosos de Israel: “Id y meteos siete veces en el río
Jordán y vuestra carne será limpia como la de un niño?.
¡¡¡PORQUE DIOS NO SE LO DIJO!!!
e) No puedes hacer más de lo que diga la palabra de Dios. Sin lugar a dudas, en el caso de Naamán
fue la palabra de Dios que cayó sobre Eliseo y le dijo lo que tenía que hacer.
Experiencias actuales: Hay algunos que también son sanados de dicha forma hoy en día. Muchas de las sanidades mediante
el ministerio profético han ocurrido así. Pero nosotros no podemos hacer que obre para todos de la
misma forma.
El Señor siempre dice exactamente lo que hay que hacer. Algunas veces Él dirá lo que debemos
decirles que hagan; Quizá en otras ocasiones el Señor te revele mediante una visión lo que tengas que
hacer o decir, y a pesar de ello observaras también que personas en la misma reunión que vinieron en
camillas se fueron de la misma manera.
Alguien sin conocer bien de la Biblia dijo: “Esto no viene de Dios. Si Dios hubiera sanado a una persona, Él habría sanado a todos”.
No olvides que en primer lugar no es el profeta quien sana, es Dios a través del ministerio del
profeta. En segundo lugar, es el Señor en su soberanía quien decide quienes serán sanados. Todo
depende del clamor de cada corazón.
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G.2 Muchos piensan que un profeta tiene que saber todos los secretos de todas las personas y todo lo que ocurra alrededor de éllas.
a) Esto no podría ser verdad.
Porque si fuera así, Giezi el siervo de Eliseo, hubiera sabido que su amo lo sabía todo y por nada en
el mundo hubiera hecho lo que hizo;
Naamán ofreció regalos al profeta después de ser sanado. Eliseo no quiso aceptarlos. Cuando
Naamán regresaba contento de Siria, Giezi corrió hacia él diciendo: “Mi Señor me envía a decirte: He
aquí vinieron dos jóvenes de los hijos de los profetas. Él no desea nada para sí mismo pero puedes
darle talento de plata y dos vestidos para ellos”.
Naamán que estaba contentísimo por haber sido sanado de la enfermedad tan terrible, dio a Giezi
más de lo que pidió. Giezi tomó los regalos y los escondió.
Pero cuando Giezi regresó a la presencia de su maestro, Eliseo le preguntó de donde venía. Giezi le
contestó: “Tu siervo no ha ido a ninguna parte”. Entonces le dijo Eliseo: “¿No estaba allí también mi
corazón, cuando el hombre volvió de su carro a recibirte?”. (2 Reyes 5: 26).
b) El Señor te hace saber lo que Él desea que sepas. Dios no te lo dice todo.
Cuando murió el hijo de la mujer sunamita, ella se asió de los pies de Eliseo y éste dijo: “...Su alma
está en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y NO ME LO HA REVELADO”.
2 Reyes 4: 27
G.3 Algunos piensan que porque uno sea un profeta ellos pueden preguntar en cualquier momento; ¿Tiene alguna palabra para mí?.
a) Tú no puedes evocar tales cosas según lo desees.
b) Puede ser que Dios te dé una palabra o no. La mayoría de las veces Él no lo hará.
Por último: No te preocupes de nombres y títulos.
Y no te vayas de RHEMA diciendo: “Soy un profeta”. Puede ser que un día lo seas o quizás no lo
seas. Deja que sea Dios quien te ponga, no trates de hacerlo tú mismo.
Ni tampoco digas: “Soy un maestro”. Tal vez Dios desee hacerte un evangelista. Espera y averigua
lo que Dios desea que hagas.
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CLASES DE MINISTERIO 3
El Evangelista.
“Y él mismo constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas;
a otros EVANGELISTAS; a otros, pastores y maestros. A
fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio,
para la edificación del cuerpo de Cristo”.
Efesios 4: 11, 12.
“Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles,
luego profetas, lo tercero maestros, luego LOS QUE
HACEN MILAGROS, después LOS QUE SANAN, los
que ayudan, los que administran, los que tienen don de
lenguas”. 1 Corintios 12: 28.
A. La palabra “evangelista” ocurre sólo tres veces en el Nuevo Testamento.
1. En Efesios 4: 11, citado anteriormente.
2. En Hechos 21: 8, la Biblia habla de “Felipe el evangelista”.
3. En 2 de Timoteo 4: 5 Pablo le dijo a Timoteo (quien era pastor de una iglesia nuevo
testamentaria), que “hiciera la obra de evangelista”.
B. La palabra “evangelista” significa: “Uno que anuncia el evangelio (las buenas Nuevas); un
mensajero de buenas noticias”.
C. El evangelista lleva el mensaje de la gracia redentora de Dios.
D. El tema principal del evangelista es la salvación en su forma más simple.
E. Felipe es el único ejemplo de evangelista que tenemos en el Nuevo Testamento. Felipe es el
modelo porque es el único que Dios nos ha dado.
1. Felipe sólo tenía un mensaje, éste era Jesucristo.
a. El mensaje de Felipe a Samaria:
“Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, LES PREDICABA A CRISTO”. Hechos 8: 5.
b. El mensaje de Felipe al Eunuco:
“Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, LE ANUNCIÓ EL
EVANGELIO DE JESÚS”. Hechos 8: 35.
c. El evangelista tiene una característica muy notable: Él anuncia a Jesús, no importa cual sea la
escritura que use al comenzar: Ese es su llamado; ese es su mensaje.
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F. El equipo sobrenatural que acompaña el ministerio del evangelista incluye “milagros” y “dones
de sanidades”.
1. El evangelista es un don que viene directamente del Señor. (Ef. 4: 11). Sin embargo, 1 Corintios
12: 28, no menciona el nombre del evangelista. (Tampoco menciona el nombre de pastor. Sólo
menciona los nombres de apóstol, profeta y maestro. Pero no menciona el evangelista o el
pastor).
2. La Escritura en 1 Corintios 12: 28 incluye al evangelista cuando dice “milagros y los que sanan”.
a. Los milagros y dones de sanidades pueden ir también con otros ministerios, pero sabemos por el
modelo del Nuevo Testamento (Felipe), que deben estar en el evangelista:
“Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime,
escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, OYENDO Y VIENDO LAS SEÑALES QUE HACIA.
Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos
y cojos ERAN SANADOS. Así que había gran gozo en aquella ciudad”. Hechos 8: 5-8.
b. Estas son sanidades que siguen la predicación de Cristo. Sí, como las Escrituras dicen que “Él
llevó nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores”, no puedes predicar totalmente a Cristo sin
incluir la predicación de la sanidad.
3. Al que llamamos muchas veces un “evangelista”, también es un exhortador”.
a. Hay un ministerio de la exhortación. (Romanos 12: 8).
b. Un exhortador exhorta para salvación.
c. Los milagros y los dones de sanidades sobrenaturales no siguen al ministerio.
d. Uno puede comenzar exhortando y después llegar a ser un evangelista.
G. Si la persona tiene el don divino o unción en su interior, dicha persona no necesita rogar para
ser un evangelista. Habrá un impulso divino que arde dentro de ella.
1. Felipe fue primero un diácono o ayudante en la iglesia (Hechos 6: 1-6). Sin lugar a dudas,
podemos decir que Felipe fue ordenado diácono, pero nadie le dio la comisión de evangelizar. Con todo,
lo vemos en Samaria con el don divino que ardía en su espíritu, ungiéndole para que predicara el
Evangelio con excelentes resultados.
2. Pablo dijo, “¡Ay de mí si no anunciare el evangelio!” (1 Corintios 9: 16). Si una persona tiene
verdaderamente el llamado divino que arde dentro, no importa cual sea su función, como Pablo él dirá,
¡”Ay de mí si no anunciare el evangelio!”.
3. Dios mandó a Jeremías que profetizara contra Israel. También le dijo que nadie escucharía su
voz; nadie se convertiría. El lamento de Jeremías creció tanto que él dijo:
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“Ya no voy a continuar haciendo esto. No hablaré más en el Nombre de Dios”. (Nosotros
diríamos, “Ya no voy a predicar más”.). No obstante, Jeremías dice: “...había en mi corazón como un
fuego ardiente metido en mis huesos...” (Jer. 20: 9).
H. Las señales del verdadero evangelismo mostradas en el ministerio de nuestro único modelo en el
Nuevo Testamento:
1. Publicidad sobrenatural.
a. Había algo que ver y oír en el ministerio de Felipe: “Y la gente, unánime, escuchaba atentamente
las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía”. (Jer 20: 9).
b. El evangelista Felipe, estaba dotado de los dones espirituales necesarios para su ministerio:
hacer milagros y los dones de sanidades. Los dones que él tenía son la mejor forma de publicidad que
pueda haber.
2. El verdadero evangelista tiene que predicar la Palabra.
a. La predicación de la Palabra es esencial en todo ministerio de evangelista
b. El poder divino atraerá a la multitud. Los milagros y sanidades detienen y llaman la atención de
la persona. Pero es al creer en la Palabra que las personas son salvas.
“Pero CUANDO CREYERON A FELIPE QUE ANUNCIABA el evangelio del reino de Dios y el nombre
de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres” Hechos 8: 12.
1). Los milagros y sanidades ya fueron anunciados en los versículos 6 y 7. Ellos vieron los milagros.
Pero la Biblia no dice: “Cuando creyeron en lo que vieron...”. La Biblia dice: “Cuando creyeron a Felipe
que predicaba...”.
2). Nadie se salvó antes de la predicación de Felipe. La predicación trajo el resultado de la salvación.
c. Pablo dijo a Timoteo: “Que prediques la Palabra” (2 Tim. 4: 2). Y Recordará que también le dijo
que hiciera la obra de un evangelista.
d. La predicación de la Palabra es lo único que afecta la voluntad del pecador.
3. Decisiones individuales.
a. La conversión es un asunto individual. Es algo personal entre el espíritu humano y Dios.
b. Dios nos está diciendo algo al escribir en el mismo capítulo la conversión de multitudes en
Samaria y la conversión de una persona; el etíope convertido al encontrarse con Felipe al final del
capítulo.
c. El don supremo de un verdadero evangelista es el poder de atraer un alma para que se decida a
aceptar a Cristo.
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4. El evangelista necesita a los otros ministros.
a. La variedad de ministerios puestos por Cristo dependen unos de los otros para conseguir
resultados eternos.
b. Es importante que enviaran a Pedro y a Juan a Samaria. “Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios,
enviaron allá a Pedro y a Juan”. Hechos 8: 14.
1). Felipe no parece haber tenido ningún discernimiento. Algunos piensan que Simón el mago fue salvo
(ver. 13). Pero Pedro tenía algún discernimiento espiritual. Él le dijo a Simón: “...Tu corazón no es
recto delante de Dios” (ver. 21).
2). Felipe no tenía la habilidad para establecer una iglesia, ni para afirmar a la gente en la Palabra, ni
para enseñar.
3). Asimismo parece que no tenía el ministerio de impartir el Espíritu Santo como hicieron Pedro y
Juan (ver. 14-17).
4). Felipe cumplió su obra trayendo a la gente hacia Dios. Después, los apóstoles enviaron a otros para
que continuaran la obra.
c. Una persona es incapaz de hacerlo todo. Y no debe tratar de hacerlo. Nuestra capacidad es
limitada. Todos los ministros son limitados. Pero Dios es ilimitado. Nosotros nos necesitamos los unos
a los otros.
Cincuenta y ocho veces se usa en la Biblia la frase "Unos a otros." Esta dice, "Amaos unos a
otros, Cuídense unos a otros... Salúdense unos a otros... Anímense unos a otros... Oren unos por otros...
Aconséjense unos a otros... Compartan unos con otros... Ayúdense unos a otros..." Es el ministerio
mutuo del cuerpo entre sí mismo.
d. Howard Carter fue un gran pionero del movimiento Pentecostal. Él fundó el primer Instituto
Bíblico Pentecostal del mundo. Todavía existe en Inglaterra. La revelación que Dios le dio
concerniente a los dones y manifestaciones del Espíritu Santo encontrados en 1 Corintios 12 es
considerada una verdad fundamental en el día de hoy.
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El Pastor. “Y el mismo constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas; a otros
evangelistas; a otros, PASTORES...”. Efesios 4: 11.
A. La palabra “pastor” es usada unas 15 veces en el Nuevo
Testamento. El trabajo del pastor es probablemente el más
amplio y reconocido en el ministerio de la cristiandad de hoy.
B. La palabra “pastor” es usada en referencia a nuestro
Señor y Salvador, el Señor Jesucristo, que es el Mejor ejemplo
de un verdadero pastor.
“Yo soy el BUEN PASTOR, EL BUEN PASTOR su vida da por las ovejas”. Juan 10: 11.
“Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, EL GRAN PASTOR DE LAS
OVEJAS...” Hebreos 13: 20.
“Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al PASTOR Y OBISPO de
vuestras almas”. 1 Pedro 2: 25.
“Y cuando aparezca el PRINCIPE DE LOS PASTORES, vosotros recibiréis la corona incorruptible de
gloria”. 1 Pedro 5: 4.
C. LA IGLESIA ES UN REBAÑO.
Esta era la descripción favorita de Jesús sobre la iglesia. Él la llamó "Mi pequeño rebaño." Por
consiguiente la iglesia es cuidada y es guiada por pastores. Los Pastores las guían y alimentan.
En Juan 21. "Jesús le preguntó a Simón Pedro, `¿Realmente me amas? ' `Si, Señor, ' dijo Pedro,. `Ten
cuidado de Mis ovejas. '"
Subraya la frase; "ten cuidado." Ésa es la palabra griega para "pastor."
Ahora la iglesia es un rebaño. Por consiguiente se cuida y es guiada a través de pastores. Hay tres
términos diferentes que se usan en el Nuevo Testamento para referirse al mismo líder de la iglesia.
1. "Poimen" en griego significa pastor. Eso significa que los alimentadores son los líderes—la
alimentación es el aspecto del ministerio. Cuando Jesús dice a Pedro, "Cuida de Mis ovejas" ésa es la
palabra poimen, es la palabra pastor. Pastor significa cuidar de un rebaño.
2. "Presbuteros" significa "anciano" en griego. “Presbiteriano" viene de esta palabra. Los
presbiterianos le llaman a sus líderes ancianos. Es un término bueno, legítimo. Es un término Bíblico. Se
refiere a madurez espiritual. Anciano no significa físicamente viejo. Significa madurez espiritual.
Timoteo era el anciano y pastor titular de la iglesia en Efeso. Pablo dice, "Usted es el anciano y el
pastor en Efeso. Usted debe asignar a otros ancianos." Sin embargo, después en el mismo libro dice,
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"No permitas que nadie te menosprecie por ser joven." ¿Cómo pudiera ser él un anciano y al mismo
tiempo joven? Porque el había sido un Cristiano desde que él era un niño y aunque él podría haber
tenido 30 años o 25, el había sido Cristiano por 20-25 años.
Considerando que estos individuos que eran más viejos que él, habían sido cristianos sólo por un año o
dos. Está refiriéndose a la madurez espiritual, no la madurez física.
3. "Episcopos" es la palabra para "supervisor" u "obispo." "Episcopal" viene de esta palabra. Ellos
llaman a sus líderes obispos. No hay nada malo con esto; ésa es una palabra Bíblica buena. "Epi" significa en griego "encima de." "Scopos" significa " ver" (telescopio, microscopio, estetoscopio).
Episcopos quiere decir "vigilar." Hoy, nosotros los llamamos un gerente. Obispo quiere decir gerente,
supervisor, inspector, un gerente. Es justamente una palabra antigua inglesa para gerente. Se refiere a
los aspectos de gerente de liderazgo de la iglesia.
¿Cuál es la diferencia entre pastor y un anciano? ¿Un anciano y un obispo? ¿Un obispo y un pastor? ¿Un
pastor y un supervisor? Ninguna.
Las palabras se usan intercambiablemente en el Nuevo Testamento. Los hombres de hoy son mucho más
complejos en los títulos que las personas del Nuevo Testamento. Esto se enseña a través del Nuevo
Testamento.
1 Pedro 5:1-2 "A los ancianos [presbuteros] yo digo, sean pastores [poimen] del rebaño de Dios," Así
que, él dice que un anciano es uno que pastorea, es un pastor. Después él dice,"... sirviendo como supervisores [episcopos]." Un obispo es un supervisor es un pastor.
Hechos 20 "Pablo envió a Efeso por los ancianos [presbuteros] de la iglesia. Cuando ellos llegaron él les dijo, `Tengan cuidado de ustedes mismos y de todo el rebaño de Dios que el Espíritu Santo les ha puesto por supervisores [obispo]. Sean pastores [pastorear] de la iglesia de Dios." Estos se usan
intercambiablemente.
D. EL PASTOR VIGILA AL REBAÑO.
1. Jesús es el Gran Pastor. Él es la cabeza, el obispo de toda la Iglesia. El pastor está bajo la
autoridad del príncipe de los pastores. Él es la cabeza, el obispo del rebaño local o grupo. Todo se
centraliza en él. La cabeza administra. La responsabilidad de administrar la iglesia se centraliza en el
cargo del pastor.
2. El cargo de pastor no se menciona en 1 Corintios 12:28. Pero sí se encuentra la palabra
“administrar”. Y que ésta es una responsabilidad del pastor; administrar los dones que Dios pone en su
iglesia mediante el desarrollo del ministerio de los creyentes u ovejas.
3). El cuadro formado por la Palabra es el de un pastor con su rebaño. El pastor guía al rebaño. El
pastor no se levanta por la mañana diciendo: “Será mejor que reunamos a las ovejas principales y les
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preguntemos la opinión que tienen del lugar donde vamos a apacentar hoy”. ¡NO!. El pastor es quien
pastorea el rebaño. El pastor es quien cuida del rebaño. Él anda por el camino y las ovejas le siguen.
4). Notemos que esta función del obispado es la función o cargo de pastor. (Ef. 4: 11). La función del
obispado aquí mencionada definitivamente es la misma que la de pastor. “Pero es necesario que el
obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, APTO PARA
ENSEÑAR. No dado al vino, no pendenciero...”. 1 Timoteo 3: 2, 3
5). Es el deber del rebaño el sostener al pastor. Pero el pastor no debe servir por este motivo. Su
motivo debe ser servir a Dios y a las almas.
“... No codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa,
que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad; (pues el que no sabe gobernar su propia casa,
¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?”. 1 Timoteo 3: 3-5.
Es definitivo que estos versículos hablan de la función y responsabilidad del pastor.
En el versículo que sigue vemos una vez más la función del obispo pastoreando, enfatizando dicha
función de pastor al terminar el versículo. “Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos
de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar”. 1 Timoteo 5: 17
E) LA FUNCIÓN DE PASTOR ES UNA DE LAS MÁS IMPORTANTES.
1. Prácticamente todos los dones del ministerio son vanos sin la ayuda del pastor. No importa lo
bueno que sea un evangelista, ni importa las almas que fueron salvas, si no hay alguien que sepa
pastorear a las ovejas (pastorearlas y guiarlas en el camino de Dios, administrando los dones en el
ministerio de la iglesia), dichas almas caerán junto al camino. No importa el número de bebés que
nazcan en una casa u hospital, si no hay alguien que les cuide, ellos morirán.
2. El pastorado es el cargo más sublime que hay, es el más respetado y el más necesitado al cual Dios
pudiera llamarte para que ocuparas. Es una causa noble. Sin embargo es muy importante reconocer que
El Espíritu Santo es el que transforma a los hombres en obispos, el hombre no puede hacerlo.
3. Dios ha provisto un equipo sobrenatural para el pastor. El pastor debe estar equipado con las
armas sobrenaturales. Los dones del Espíritu (1 Corintios 12) pueden manifestarse en las vidas de
cada miembro del Cuerpo de Cristo. Porque dichos dones sobrenaturales son armas espirituales para
aquellos que tienen funciones en el ministerio.
4. Definitivamente el pastor debe tener la palabra de sabiduría, la palabra de ciencia, y también
lenguas e interpretaciones. Afortunadamente si no tiene dichos dones, puede pedirlos y los recibirá.
a. Algunas veces, dichos dones no son tan espectaculares cuando obran por medio de un pastor,
aunque sí que están en operación.
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b. Deberíamos acudir a Dios para recibir el equipo sobrenatural en el ministerio. Dios lo ha
provisto. Si un grupo de personas desea lo sobrenatural, el Espíritu se manifestará por medio de
algunos individuos, especialmente por medio de los que laboran en el pastorado.
c. El Espíritu de Dios ha equipado a la Iglesia de Cristo con una habilidad sobrenatural, con un
poder sobrenatural y con dones sobrenaturales. Él ha llamado a hombres y a mujeres al ministerio, y
los equipa para que ocupen sus puestos en el ministerio sobrenaturalmente.
d. Cuenta con la ayuda de Dios. Entrena a tu espíritu para que sea sensible al Espíritu Santo.
Cuenta con que el Espíritu se manifieste a sí mismo a través de ti y que te use para Su gloria.
Escúchale y ríndete a Él.
F). LA CARACTERÍSTICA MÁS SOBRESALIENTE DE UN PASTOR ES SU CORAZÓN DE
PASTOR.
1. El corazón de un pastor es un don (Regalo)de Dios.
a. Gracias a Dios por aquellos que tienen este don; que aman las almas. Ellos son fieles al rebaño,
incluso cuando eso significa el privarse de algunos de los simples placeres de la vida.
b. Se necesita un corazón de pastor para cuidar de los cristianos que son como bebés, para
amarlos, para alimentarlos, y para guiarlos cuando ellos empiezan a tratar de andar.
c. Las personas comprenden los que es el amor. Incluso un animalito salvaje comprende lo que es el
amor. Hay gente que posiblemente no comprenderá las lenguas, pero ellos comprenden el amor. Y tu
tienes que probarles que los amas. Los pastores tienen que amar a las almas.
2. El mejor ejemplo que tenemos de un pastor es el mismo Señor Jesucristo. Recordemos lo que Él
dice: “Yo soy el buen pastor; EL BUEN PASTOR SU VIDA DA POR LAS OVEJAS”- (Juan 10: 11).
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El Maestro.
“Y el mismo constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas;
a otros, evangelistas; a otros, pastores y Maestros”.
Efesios 4: 11.
“Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles,
luego profetas, LO TERCERO MAESTROS, luego los que
hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los
que administran, los que tienen don de lenguas. ¿Son todos
apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿SON TODOS
MAESTROS?...”. 1 Corintios 12: 28, 29.
“De la manera que en un cuerpo tenemos muchos
miembros, pero no todos los miembros tienen la misma FUNCIÓN, así nosotros, siendo muchos, somos
un Cuerpo de Cristo, y todos miembros los unos de los otros. Tenemos pues, diferentes dones, según la
gracia que nos es dada: el que tiene el don de profecía, úselo conforme a la medida de la fe; el de servicio,
en servir, EL QUE ENSEÑA EN LA ENSEÑANZA...”. Romanos 12: 4-7
.
Los maestros y la enseñanza tienen una función muy bien definida e importante en el Nuevo
Testamento. La palabra “maestro” es la única que aparece en las tres listas de ministerios.
A. Uno puede obrar como pastor y maestro, como profeta y maestro, como evangelista y maestro, y
así sucesivamente. Nosotros somos los que separamos las funciones para poder definirlas.
1. La Biblia, menciona los nombres de cinco hombres que eran profetas o maestros, o profetas y
maestros a la vez. “Había entonces en la iglesia que estaban en Antioquía, PROFETAS Y
MAESTROS: Bernabé, Simón el que se llama Níger, Lucio de Cirene y Manaén...”. Hechos 13: 1
a. Bernabé era un maestro (Hechos 11: 22-26)
b. Pablo era un evangelista y maestro.
c. Los dos llegaron a ser apóstoles.
B. Uno es maestro sin ser pastor (por ejemplo, uno que no tiene el cuidado de un rebaño)
generalmente tiene un ministerio instruyendo iglesias.
1. Si alguien es pastor y maestro (y con frecuencia éste es el caso), posiblemente tendrá un
ministerio en un lugar determinado
C. El don de la enseñanza es un don divino. Dios se está refiriendo a un cargo del ministerio cuando
habla del maestro (Romanos 12: 4). Él está hablando de hombres y mujeres que son llamados por
Dios, puestos por el Espíritu de Dios, para sostener ese cargo y enseñar.
Ministerio Clases de Entrenamiento Ministerial. Clases nivel 300.
Descubriendo el ministerio. - - 54 - -
1. Naturalmente este don no se limita a los maestros de escuela dominical.
a. La Iglesia Primitiva no tenía escuela dominical. Esta tiene solamente 100 años de
existencia.
b. Naturalmente, una persona que conozca la Biblia puede enseñar todo lo que sepa de ella.
Todos los cristianos podemos y debemos compartir los unos con los otros lo que sabemos
enseñándonos y ayudándonos. Pero este no es el don de enseñanza al que Dios se refiere.
D. El ministerio de la enseñanza requiere un don divino. El maestro no se hace maestro meramente
debido a una virtud de capacidad natural que tenga o una inclinación hacia la enseñanza.
1. La habilidad e inclinación hacia la enseñanza pueden ayudar a este don, pero no se trata de
algo natural.
Existen testimonios de hermanos que eran maestros de escuelas públicas antes de
nacer de nuevo. Fueron salvos y llenos del Espíritu Santo; enseñaron en clases de la Biblia en la
iglesia. Todo esto está muy bien que hecho, pero esto no es lo que llamamos el don del
ministerio de la enseñanza.
Pablo compara el ministerio de enseñar con el hombre que riega. “Yo planté, APOLOS REGÓ, pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es
algo, NI EL QUE RIEGA, sino Dios, que da el crecimiento. Y el que planta Y EL QUE RIEGA son
una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. Porque nosotros somos
colaboradores de Dios, Y VOSOTROS SOIS LABRANZA (jardín)...” 1 Corintios 3: 6-9.
Hace tiempo un ministro del Evangelio, fue invitado a visitar una región famosa por sus
invernaderos y criaderos de plantas. Un hermano de edad avanzada, le invitó para que visitara el
invernadero que él cuidaba. El ministro en dicho lugar se asombró diciendo: “Nunca he visto plantas
que tuvieran tanto crecimiento”. Pasaron dos años y el ministro regresó a la misma región. Pidió que
lo llevaran al mismo invernadero y él dijo: “En el mismo momento de entrar, noté que había algo que
no marchaba bien”. Era el mismo invernadero. Tenía la misma clase de plantas. Pero no eran tan
elegantes como antes. Había mucha diferencia.
“No es lo mismo que hace dos años. ¿Qué ha pasado?”. Ellos sabían el motivo. “El hermano
viejecito que cuidaba y regaba las plantas murió. Ahora hay otra persona que cuida las plantas”.
Cuando el regadío, es decir, la enseñanza de la Palabra de Dios, se hace a través de un don espiritual deja a las almas satisfechas y avivadas. Lo mismo que cuando se riega una planta que está sedienta; ella se aviva y refresca.
Si la enseñanza no aviva a las personas, simplemente es porque no se enseña con el poder del
Espíritu.
2. Apolos era un maestro. Se dijo de él que “fue de gran provecho”. “Y queriendo él pasar a
Acaya, los hermanos le animaron, y escribieron a los discípulos que le recibiesen; y llegado él allá.
FUE DE GRAN PROVECHO A LOS QUE POR LA GRACIA HABIAN CREIDO”. Hechos 18: 27
Ministerio Clases de Entrenamiento Ministerial. Clases nivel 300.
Descubriendo el ministerio. - - 55 - -
a. Aquellos ya había creído por la gracia de Dios, ya eran salvos.
b. Apolos les ayudó mucho al ejercitar su don de enseñanza.
E. El trabajo de un maestro es edificar, no destruir.
1. Cristo constituyó maestros para que edificaran al Cuerpo de Cristo.
2. La palabra “edificar”, significa “construir” o “infundir virtud”. El no constituyó a los
maestros para que quebrantaran el Cuerpo.
F. Los maestros siempre deben estar listos para mirar la verdad desde nuevos puntos de vista.
1. La revelación señala el ministerio de un maestro.
2. Un maestro que no está dispuesto a aprender no es recomendable escucharlo.
3. Él siempre debe Mantener su mente abierta y siempre lista para aprender.
4. Manteniendo humildad de espíritu y humildad de mente.
5. El peor maestro (o seudo maestro) es aquel que “lo sabe todo”.
6. Todos continuamos aprendiendo, ¿aprendes tú? Sería una cosa terrible si todo lo que sabes
ahora fuera lo único que supieras en el futuro.
“La función de maestro para la iglesia es más importante que hacer milagros y
que los dones de sanidad”.
El apóstol Pablo por medio del Espíritu Santo, enumera los dones de acuerdo a su importancia,
cuando dice: “Y a unos puso Dios en la iglesia, PRIMERAMENTE apóstoles, LUEGO profetas, LO
TERCERO, maestros, LUEGO los que hacen milagros. DESPUÉS los que sanan...”.
1 Cor. 12: 28
Para la iglesia, enseñar es lo más necesario. Porque el hacer milagros y los dones de sanidad nunca establecerán a un cristiano en la fe.
Algunos piensan que el llamado de maestro es inferior. No es inferior.
Recordemos que nos necesitamos los unos a los otros.