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VENUS: EL LAZO DEL CARIÑO Artículo editado en el Nº 7 de la revista Mercurio-3 (Abril 1988) Fuente: http://www.gente-de-astrologia.com.ar/modules.php? name=News&file=article&sid=135 José María Moreno «Mira dos veces para ver lo justo, no mires más que una vez para ver lo bello». «El paisaje es un estado del alma». Henri-Frédéric Amiel. «El amor no es sólo un sentimiento, es también un arte». Honoré de Balzac Venus Afrodita diosa del amor y la voluptuosidad, reina de los placeres y de la más seductora belleza, expresa aquel poder de la vida que busca la unión de los contrarios por la vía de lo femenino: el ámbito del sentimiento humano. Hija del semen de Urano (Cielo) derramado sobre el mar, después de la castración del Cielo por su hijo Cronos, simboliza la fuerza irreprimible del sentimiento de atracción que la diosa enciende entre los vivos. Fuerza que puede abarcar desde la lujuria más salvaje hasta la ternura y calidez humana más sutil y exquisita. En el ámbito de la relación interpersonal (Venus regente de Libra), uno de los dones más esplendorosos que Venus confiere es la capacidad de establecer un vínculo que, más allá de toda definición social del otro, tiene como fundamento el cariño. El cariño es el indicador del equilibrio y de la armonía lograda en una relación (Libra). Bajo sus efectos, la relación entre dos personas sufre un reajuste inmediato frente a cualquier proceso de desajuste. El equilibrio se refiere no a una ausencia de conflictos sino a una actitud que enmarca todo posible conflicto, neutraliza sus dimensiones estériles y le confiere una naturaleza integradora. El equilibrio es el arte de mantener una distancia cálida .y respetuosa de la individualidad del otro. Una distancia que no está reñida con la fusión amorosa pero que preserva a dos personas de perderse, de enajenarse frente a la presencia del otro. Ahí radica la armonía. El equilibrio nos recuerda al que se ha de lograr en la danza (exaltación de Venus en Piscis, regente de tal arte), una íntima comunión entre dos seres que permite a sus respectivos cuerpos (y almas) unirse bajo un fluir de

Venus El Lazo Del Cariño

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VENUS: EL LAZO DEL CARIOArtculo editado en el N 7 de la revista Mercurio-3 (Abril 1988)Fuente:http://www.gente-de-astrologia.com.ar/modules.php?name=News&file=article&sid=135Jos Mara MorenoMira dos veces para ver lo justo, no mires ms que una vez para ver lo bello. El paisaje es un estado del alma.Henri-Frdric Amiel.El amor no es slo un sentimiento, es tambin un arte.Honor de BalzacVenus Afrodita diosa del amor y la voluptuosidad, reina de los placeres y de la ms seductora belleza, expresa aquel poder de la vida que busca la unin de los contrarios por la va de lo femenino: el mbito del sentimiento humano. Hija del semen de Urano (Cielo) derramado sobre el mar, despus de la castracin del Cielo por su hijo Cronos, simboliza la fuerza irreprimible del sentimiento de atraccin que la diosa enciende entre los vivos. Fuerza que puede abarcar desde la lujuria ms salvaje hasta la ternura y calidez humana ms sutil y exquisita.En el mbito de la relacin interpersonal (Venus regente de Libra), uno de los dones ms esplendorosos que Venus confiere es la capacidad de establecer un vnculo que, ms all de toda definicin social del otro, tiene como fundamento el cario. El cario es el indicador del equilibrio y de la armona lograda en una relacin (Libra). Bajo sus efectos, la relacin entre dos personas sufre un reajuste inmediato frente a cualquier proceso de desajuste. El equilibrio se refiere no a una ausencia de conflictos sino a una actitud que enmarca todo posible conflicto, neutraliza sus dimensiones estriles y le confiere una naturaleza integradora. El equilibrio es el arte de mantener una distancia clida .y respetuosa de la individualidad del otro. Una distancia que no est reida con la fusin amorosa pero que preserva a dos personas de perderse, de enajenarse frente a la presencia del otro. Ah radica la armona. El equilibrio nos recuerda al que se ha de lograr en la danza (exaltacin de Venus en Piscis, regente de tal arte), una ntima comunin entre dos seres que permite a sus respectivos cuerpos (y almas) unirse bajo un fluir de movimientos que se interpenetran y que dependen uno de otro hasta el punto de lograr un sentimiento de unin total con el otro y con el mundo (la msica y el ritmo que les acompaa).El cario es el fundamento de toda posibilidad de relacin humana que se site ms all de los intercambios utilitaristas e interesados que se dan entre las personas. Sin este vnculo es imposible el ponerse en el lugar del otro, sentir que el otro te ocupa y preocupa hasta el punto de desear acogerlo en tu seno, que entra a formar parte de tu vida como alguien significativo. Este es el requisito indispensable para poder hablar de relacin interpersonal.Su regencia en Tauro, signo del goce sensual, permite suponer que la fuente de todo placer en la relacin surge del mismo caudal. Encariarse con alguien no significa querer poseerlo sino querer disfrutar con aquella persona, querer experimentar el placer de su presencia. Un placer sensual que no se agota en el intercambio de caricias corporales, sino que sin rechazarlo puede asumir formas sutiles y desencarnadas: por ejemplo el placer de mantener una conversacin puede ser tan voluptuoso y sensual como el que involucra directamente al plano de las sensaciones fsicas.Encariarse es no exprimir al otro, ni obligarle, ni exigirle. Es tratarle con cuidado y delicadeza. El cario est reido con los segundos propsitos o intenciones, con las exigencias y las imposiciones de cualquier tipo. Exige como requisito fundamental un respeto a la libertad del otro. Claro que dicho encariarse no asegura la ausencia de conflictos. Venus necesita a Marte para lograr una correcta expresin. Si la persona no tiene una determinacin a afirmarse como ser humano libre e independiente, si an no ha realizado la batalla hacia la conquista de su individualidad, el cario deviene dependencia; la reciprocidad, mutua esclavitud.Sentir cario por una persona es gozar en dejarle ser, aunque de ello se desprenda un perjuicio para mis necesidades y deseos personales. El cario aporta la fuerza suficiente para realizar cualquier sacrificio de los propios intereses y, lo que es muy importante, sin caer en la tentacin de creerse con el derecho de pedir algo a cambio.El cario es una de las manifestaciones ms elevadas del alma. Convierte al otro en un ser nico. Ser que me afecta e interesa vitalmente pues despierta mi adhesin y ternura pero que deja indemne la mutua independencia. Confiere alma a la relacin y, a la vez, no resta la espontaneidad necesaria para que cada uno sea l mismo. El cario nos hace abrir los brazos e incorporar algo que est ms all de nosotros mismos. Es el antdoto para el egosmo y el aislamiento. En. la misma medida que crece la propia alma, crece la capacidad de encariarnos con los dems. El alma se ampla e incorpora a todo aquel que la vida sita en mi camino.Venerar, de Venus, significa postrarse, reverenciar y adorar algo que no es uno mismo. Pero no slo se veneran las imgenes de un culto religioso, sino que en su acepcin ms original, se venera a alguien venerable, es decir, a todo aquel que despierta nuestra valoracin, estima y respeto. Slo se puede adorar lo divino, por tanto, depende de nuestra apertura y disposicin a captar cmo se refleja lo eterno en el rostro de los dems el que seamos capaces de veneracin autntica: la que se dirige a la chispa de divinidad que cada uno de nosotros encarna.Por otro lado, el cario es una manifestacin del alma que no se dirige ni se manifiesta exclusivamente entre los seres humanos. De nuevo, la regencia de Venus en Tauro nos sugiere que el cario es un lazo que se puede entablar con todo un universo de realidades y objetos no humanos, fsicos, naturales. Uno puede sentir cario hacia los animales, ciertos lugares y determinados objetos. En realidad, uno puede fundar en el cario la relacin que sostiene con todo lo que le rodea. En nuestros contactos con el mundo el lazo del cario vivifica la materia, le confiere alma. Un objeto respecto al que sentimos cario, lo cuidamos, se convierte en algo especial, valioso. La abundancia y la riqueza que promete la diosa, que es capaz de hacer que broten flores all donde deja la huella de su pisada, segn relata el mito, no significa tanto la acumulacin de objetos materiales (cosa tan frecuente en nuestra poca y sociedad que no conoce otra concepcin de la riqueza ms que la cuantitativa), sino la capacidad de gozar y disfrutar de ellos. Para poder disfrutar de un objeto es necesario saber y poder valorarlo. Venus es el poder que confiere valor a las cosas, por tanto el goce no viene tanto de lo que poseemos como de nuestra capacidad de valorar y gozar con ello. Valorar algo no es determinar una tasa o canon econmico, significa ms bien apreciar, establecer juicios de apreciacin en cuanto que se aplican a ciertos valores y esto constituye un proceso anmico que, en realidad no se puede controlar, algo en nosotros valora sin que nuestra voluntad pueda interferir. No se puede controlar, pero s que se puede educar. Este es uno de los papeles del arte. La educacin esttica puede conducir a una persona a que desarrolle su capacidad de valorar y disfrutar un universo de sensaciones fsicas y un mundo de objetos artsticos. El goce que se experimenta al or msica, al desarrollar una danza o contemplar una pintura, resulta de una extraa integracin del plano material (sentidos) con el cultural o espiritual. De este modo, Venus, en su papel denima establece un puente entre el Cielo y la Tierra, conduce a la persona hacia el fondo espiritual que subyace a toda creacin cultural y artstica. Y a la vez, dota a los productos del espritu de la necesaria belleza y armona como para que nuestros sentidos palpiten y se estremezcan ante su presencia.En ltima instancia, la capacidad de vibrar y responder frente a la belleza (natural o cultural) est en funcin del grado de armona interna logrado. Tambin la capacidad de observar el aspecto bello de la realidad, de descubrir la belleza en lo que nos rodea est, a su vez, en funcin de las transformaciones que la diosa haya producido en nuestra mirada. Por ello, es necesario escuchar sus requerimientos, por ello es imprescindible honrarla con nuestra disposicin a descubrir sus huellas en en nuestra vida.