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VERDADES AMARGAS

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VERDADES AMARGASpoemas [ ] ------------------------por Ramn Ortega [RAMN_ORTEGA ] 2006-09-26 | | Inscrito en la biblioteca por Nicole Pottier

Yo no quiero mirar lo que he mirado a travz del cristal de la experiencia, el mundo es un mercado en que se compra amor, voluntad y conciencia. Amigos... es mentira... no hay amigos, la verdadera amistad es ilusin, ella cambia, se aleja y desaparece, con los giros que da la situacin. Amigos complacientes slo tienen los que disfutan de ventura y calma, pero aquellos que abate el infortunio, slo llevan tristezas en el alma. En ste laberinto de la vida, donde tanto domina la maldad, todo tiene su precio estipulado, amores, parentesco, y amistad. El que nada atesora, nada vale, en toda reunin pasa por necio; y por nobles que sus hechos sean, lo que alcanza es la burla y el desprecio. Lo que brille noms tiene cabida, aunque brille por oro lo que es cobre, lo que no perdonamos en la vida es el cruel delito de haber nacido pobre. La estupidez, el vicio y hasta el crimen pueden tener su puesto sealado, las llagas del defecto no se miran si las cubre un diamante bien tallado. La sociedad que adora su deshonra, persigue con sa al criminal, ms, si el pual es de oro, enmudece el juez...y besa el pual.

Nada hermano es perfecto, nada afable, todo est con lo impuro entremezclado, el mismo corazn con ser tan noble, cuntas veces se encuentra enmascarado. Que existe la virtud... yo no lo niego pero siempre en conjunto defectuoso, hay rasgos de virtud en el malvado y hay rasgos de maldad en el virtuoso. Cundo veo a mi paso tanta infamia y que mancha mi planta tanto lodo, ganas me dan de maldecir la vida, ganas me dan de maldecirlo todo. Porque ceido a la verdad estoy, me dieron a libar hiel y veneno, hiel y veneno en recompensa doy. Y si tengo la palabra tosca, en estas lineas oscuras y sin nombres doblando las rodillas en el polvo, pido perdn a Dios, pero no al hombre

QUIJOTE I Captulo XI

Antonio-Yo s, Olalla, que me adoras, puesto que no me lo has dicho ni aun con los ojos siquiera, mudas lenguas de amoros. Porque s que eres sabida, en que me quieres me afirmo; que nunca fue desdichado amor que fue conocido. Bien es verdad que tal vez, Olalla, me has dado indicio que tienes de bronce el alma y el blanco pecho de risco. Mas all entre tus reproches y honestsimos desvos,

tal vez la esperanza muestra la orilla de su vestido. Abalnzase al seuelo mi fe, que nunca ha podido, ni menguar por no llamado, ni crecer por escogido. Si el amor es cortesa, de la que tienes colijo que el fin de mis esperanzas ha de ser cual imagino. Y si son servicios parte de hacer un pecho benigno, algunos de los que he hecho fortalecen mi partido. Porque si has mirado en ello, ms de una vez habrs visto que me he vestido en los lunes lo que me honraba el domingo. Como el amor y la gala andan un mismo camino, en todo tiempo a tus ojos quise mostrarme pulido. Dejo el bailar por tu causa, ni las msicas te pinto que has escuchado a deshoras y al canto del gallo primo. No cuento las alabanzas que de tu belleza he dicho; que, aunque verdaderas, hacen ser yo de algunas malquisto. Teresa del Berrocal, yo alabndote, me dijo: ''Tal piensa que adora a un ngel, y viene a adorar a un simio; merced a los muchos dijes y a los cabellos postizos, y a hipcritas hermosuras, que engaan al Amor mismo''. Desmentla y enojse; volvi por ella su primo: desafime, y ya sabes lo que yo hice y l hizo. No te quiero yo a montn,

ni te pretendo y te sirvo por lo de barragana; que ms bueno es mi designio. Coyundas tiene la Iglesia que son lazadas de sirgo; pon t el cuello en la gamella; vers como pongo el mo. Donde no, desde aqu juro, por el santo ms bendito, de no salir destas sierras sino para capuchino.

QUIJOTE I Captulo XIV

Cancin de GrisstomoYa que quieres, cruel, que se publique, de lengua en lengua y de una en otra gente, del spero rigor tuyo la fuerza, har que el mismo infierno comunique al triste pecho mo un son doliente, con que el uso comn de mi voz tuerza. Y al par de mi deseo, que se esfuerza a decir mi dolor y tus hazaas, de la espantable voz ir el acento, y en l mezcladas, por mayor tormento, pedazos de las mseras entraas. Escucha, pues, y presta atento odo, no al concertado son, sino al rido que de lo hondo de mi amargo pecho, llevado de un forzoso desvaro, por gusto mo sale y tu despecho. El rugir del len, del lobo fiero el temeroso aullido, el silbo horrendo de escamosa serpiente, el espantable baladro de algn monstruo, el agorero graznar de la corneja, y el estruendo del viento contrastado en mar instable; del ya vencido toro el implacable bramido, y de la viuda tortolilla

el sentible arrullar; el triste canto del envidiado bho, con el llanto de toda la infernal negra cuadrilla, salgan con la doliente nima fuera, mezclados en un son, de tal manera que se confundan los sentidos todos, pues la pena cruel que en m se halla para contarla pide nuevos modos. De tanta confusin no las arenas del padre Tajo oirn los tristes ecos, ni del famoso Betis las olivas: que all se esparcirn mis duras penas en altos riscos y en profundos huecos, con muerta lengua y con palabras vivas; o ya en oscuros valles, o en esquivas playas, desnudas de contrato humano, o adonde el sol jams mostr su lumbre, o entre la venenosa muchedumbre de fieras que alimenta el libio llano; que, puesto que en los pramos desiertos los ecos roncos de mi mal, inciertos, suenen con tu rigor tan sin segundo, por privilegio de mis cortos hados, sern llevados por el ancho mundo. Mata un desdn, atierra la paciencia, o verdadera o falsa, una sospecha; matan los celos con rigor ms fuerte; desconcierta la vida larga ausencia; contra un temor de olvido no aprovecha firme esperanza de dichosa suerte. En todo hay cierta, inevitable muerte; mas yo, milagro nunca visto!, vivo celoso, ausente, desdeado y cierto de las sospechas que me tienen muerto; y en el olvido en quien mi fuego avivo, y, entre tantos tormentos, nunca alcanza mi vista a ver en sombra a la esperanza, ni yo, desesperado, la procuro; antes, por extremarme en mi querella, estar sin ella eternamente juro. Pudese, por ventura, en un instante esperar y temer, o es bien hacerlo, siendo las causas del temor ms ciertas?

Tengo, si el duro celo est delante, de cerrar estos ojos, si he de vello por mil heridas en el alma abiertas? Quin no abrir de par en par las puertas a la desconfianza, cuando mira descubierto el desdn, y las sospechas, oh amarga conversin!, verdades hechas, y la limpia verdad vuelta en mentira? Oh, en el reino de amor fieros tiranos celos, ponedme un hierro en estas manos! Dame, desdn, una torcida soga. Mas, ay de m!, que, con cruel victoria, vuestra memoria el sufrimiento ahoga. Yo muero, en fin; y, porque nunca espere buen suceso en la muerte ni en la vida, pertinaz estar en mi fantasa. Dir que va acertado el que bien quiere, y que es ms libre el alma ms rendida a la de amor antigua tirana. Dir que la enemiga siempre ma hermosa el alma como el cuerpo tiene, y que su olvido de mi culpa nace, y que, en fe de los males que nos hace, amor su imperio en justa paz mantiene. Y, con esta opinin y un duro lazo, acelerando el miserable plazo a que me han conducido sus desdenes, ofrecer a los vientos cuerpo y alma, sin lauro o palma de futuros bienes. T, que con tantas sinrazones muestras la razn que me fuerza a que la haga a la cansada vida que aborrezco, pues ya ves que te da notorias muestras esta del corazn profunda llaga, de cmo, alegre, a tu rigor me ofrezco, si, por dicha, conoces que merezco que el cielo claro de tus bellos ojos en mi muerte se turbe, no lo hagas; que no quiero que en nada satisfagas, al darte de mi alma los despojos. Antes, con risa en la ocasin funesta, descubre que el fin mo fue tu fiesta; mas gran simpleza es avisarte de esto,

pues s que est tu gloria conocida en que mi vida llegue al fin tan presto. Venga, que es tiempo ya, del hondo abismo Tntalo con su sed; Ssifo venga con el peso terrible de su canto; Ticio traya su buitre, y asimismo con su rueda Egn no se detenga, ni las hermanas que trabajan tanto; y todos juntos su mortal quebranto trasladen en mi pecho, y en voz baja -si ya a un desesperado son debidascanten obsequias tristes, doloridas, al cuerpo a quien se niegue aun la mortaja. Y el portero infernal de los tres rostros, con otras mil quimeras y mil monstruos, lleven el doloroso contrapunto; que otra pompa mejor no me parece que la merece un amador difunto. Cancin desesperada, no te quejes cuando mi triste compaa dejes; antes, pues que la causa do naciste con mi desdicha aumenta su ventura, aun en la sepultura no ests triste.

Del libro de "DON QUIJOTE DE LA MANCHA" SONETOS El Monicongo, acadmico de la Argamasilla, a la sepultura de don Quijote Epitafio El calvatrueno que adorn a la Mancha de ms despojos que Jasn decreta; el jicio que tuvo la veleta aguda donde fuera mejor ancha, el brazo que su fuerza tanto ensancha, que lleg del Catay hasta Gaeta, la musa ms horrenda y ms discreta que grab versos en la broncnea plancha,

el que a cola dej los Amadises, y en muy poquito a Galaores tuvo, estribando en su amor y bizarra, el que hizo callar los Belianises, aquel que en Rocinante errando anduvo, yace debajo de esta losa fra. Del Paniaguado, acadmico de la Argamasilla, In laudem Dulcin del Toboso Esta que veis de rostro amondongado, alta de pechos y ademn brioso, es Dulcinea, reina del Toboso, de quien fue el gran Quijote aficionado. Pis por ella el uno y otro lado de la gran Sierra Negra, y el famoso campo de Montel, hasta el herboso llano de Aranjez, a pie y cansado. Culpa de Rocinante, oh dura estrella!, que esta manchega dama, y este invito andante caballero, en tiernos aos, ella dej, muriendo, de ser bella; y l, aunque queda en mrmoles escrito, no pudo huir de amor, iras y engaos. Del caprichoso, discretsimo acadmico de la Argamasilla, en loor de Rocinante, caballo de don Quijote de la Mancha (Soneto con estrambote) En el soberbio trono diamantino que con sangrientas plantas huella Marte, frentico, el Manchego su estandarte tremola con esfuerzo peregrino. Cuelga las armas y el acero fino con que destroza, asuela, raja y parte:

nuevas proezas!, pero inventa el arte un nuevo estilo al nuevo paladino. Y si de su Amads se precia Gaula, por cuyos bravos descendientes Grecia triunf mil veces y su fama ensancha, hoy a Quijote le corona el aula do Belona preside, y de l se precia, ms que Grecia ni Gaula, la alta Mancha. Nunca sus glorias el olvido mancha, pues hasta Rocinante, en ser gallardo, excede a Brilladoro y a Bayardo. Del burlador, acadmico argamasillesco, a Sancho Panza Sancho Panza es aquste, en cuerpo chico, pero grande en valor, milagro extrao! Escudero el ms simple y sin engao que tuvo el mundo, os juro y certifico. De ser conde no estuvo en un tantico, si no se conjuraran en su dao insolencias y agravios del tacao siglo, que aun no perdonan a un borrico. Sobre l anduvo -con perdn se mienteeste manso escudero, tras el manso caballo Rocinante y tras su dueo. Oh vanas esperanzas de la gente; cmo pasis con prometer descanso, y al fin paris en sombra, en humo, en sueo! Amads de Gaula a don Quijote de la Mancha T, que imitaste la llorosa vida Que tuve ausente y desdeado sobre El gran ribazo de la Pea Pobre, De alegre a penitencia reducida,

T, a quien los ojos dieron la bebida De abundante licor, aunque salobre, Y alzndote la plata, estao y cobre, Te dio la tierra en tierra la comida, Vive seguro de que eternamente, En tanto, al menos, que en la cuarta esfera, Sus caballos aguije el rubio Apolo, Tendrs claro renombre de valiente; Tu patria ser en todas la primera; Tu sabi autor, al mundo nico y solo. Don Bellans de Grecia a don Quijote de la Mancha Romp, cort, aboll, y dije y hice Ms que en el orbe caballero andante; Fui diestro, fui valiente, fui arrogante; Mil agravios vengu, cien mil deshice. Hazaas di a la Fama que eternice; Fui comedido y regalado amante; Fue enano para m todo gigante Y al duelo en cualquier punto satisfice. Tuve a mis pies postrada la Fortuna, Y trajo del copeta mi cordura A la calva Ocasin al estricote. Mas, aunque sobre el cuerno de la luna Siempre se vio encumbrada mi ventura, Tus proezas envidio, oh gran Quijote! La seora Oriana a Dulcinea del Toboso Oh, quin tuviera, hermosa Dulcinea, por ms comodidad y ms reposo, a Miraflores puesto en el Toboso, y trocara sus Londres con tu aldea!

Oh, quin de tus deseos y librea alma y cuerpo adornara, y del famoso caballero que hiciste venturoso mirara alguna desigual pelea! Oh, quin tan castamente se escapara del seor Amads como t hiciste del comedido hidalgo don Quijote! Que as envidiada fuera, y no envidiara, Y fuera alegre el tiempo que fue triste, Y gozara los gustos sin escotes. Gandaln, escudero de Amads de Gaula, a Sancho Panza, escudero de don Quijote Salve, varn famoso, a quien Fortuna, Cuando en el trato escuderil te puso, Tan blanda y cuerdamente lo dispuso, Que lo pasaste sin desgracia alguna. Ya la azada o la hoz poco repugna Al andante ejercicio; ya est en uso La llaneza escudera, con que acuso Al soberbio que intenta hollar la luna. Envidio a tu jumento y a tu nombre, Y a tus alforjas igualmente envidio, Que mostraron tu cuerda providencia. Salve otra vez, oh Sancho!, tan buen hombre, Que a solo t nuestro espaol Ovidio, Con buzcorona te hace reverencia. Orlando Furioso a don Quijote de la Mancha Si no eres par, tampoco le has tenido: que par pudieras ser entre mil pares; ni puede haberle donde t te hallares, invicto vencedor, jams vencido.

Orlando soy, Quijote, que, perdido por Anglica, vi remotos mares, ofreciendo a la Fama en sus altares aquel valor que respet el olvido. No puedo ser tu igual; que este decoro se debe a tus proezas y a tu fama, puesto que, como yo, perdiste el seso. Mas serlo has mo, si al soberbio moro y cita fiero domas, que hoy nos llama, iguales en amor con mal suceso. El caballero del Febo a don Quijote de la Mancha A vuestra espada no igual la ma, Febo espaol, curioso cortesano, ni a la alta gloria de valor mi mano, que rayo fue do nace y muere el da. Imperios despreci; la monarqua que me ofreci el Oriente rojo en vano dej, por ver el rostro soberano de Claridiana, aurora hermosa ma. Amla por milagro nico y raro, y, ausente en su desgracia, el propio infierno temi mi brazo, que dom su rabia. Mas vos, godo Quijote, ilustre y claro, por Dulcinea sois al mundo eterno, y ella, por vos, famosa, honesta y sabia. De Solisdn a don Quijote de la Mancha Maguer,(1) seor Quijote, que sandeces vos(2) tengan el cerbelo(3) derrumbado, nunca seris de alguno reprochado por home(4) de obras viles y soeces. Sern vuesas(5) fazaas(6) los joeces(7),

pues tuertos(8) desfaciendo(9) habis andado, siendo vegadas(10) mil apaleado por follones(11) cautivos y raheces(12). Y si la vuesa linda Dulcinea desaguisado contra vos comete, ni a vuesas cuitas muestra buen talante, en tal desmn, vueso conorte(13) sea que Sancho Panza fue mal alcagete(14), necio l, dura ella, y vos no amante. Este soneto est escrito en lenguaje arcaizante, a imitacin del de los libros de caballeras de la poca: (1) aunque (2) os (3) cerebro (4) hombre (5) vuestras (6) hazaas (7) jueces (8) injusticias (9) deshaciendo (10) veces (11) maleantes (12) viles (13) consuelo (14) alcahuete. Dilogo entre Babieca y Rocinante B. Cmo estis, Rocinante, tan delgado? R. Porque nunca se come, y se trabaja. B. Pues, qu es de la cebada y de la paja? R. No me deja mi amo ni un bocado. B. And, seor, que estis muy mal criado, pues vuestra lengua de asno al amo ultraja. R. Asno se es de la cuna a la mortaja. Querislo ver? Miraldo enamorado. B. Es necedad amar? R. No es gran prudencia. B. Metafsico estis. R. Es que no como. B. Quejaos del escudero. R. No es bastante. Cmo me he de quejar en mi dolencia, si el amo y escudero o mayordomo son tan rocines como Rocinante? ======================================== Sonetos extrados de la novela "La Galatea" (I)

Blanca Cual si estuviera en la arenosa Libia, o en la apartada Citia siempre helada, tal vez del fro temor me vi asaltada, y tal del fuego que jams se entibia. Mas la esperanza, que el dolor alivia, en uno y otro extremo, disfrazada tuvo la vida en su poder guardada, cundo con fuerzas, cundo flaca y tibia. Pas la furia del invierno helado, y, aunque el fuego de amor qued en su punto, lleg la deseada primavera, donde, en un solo venturoso punto, gozo del dulce fruto deseado, con largas pruebas de una fe sincera. Galatea Tanto cuanto el amor convida y llama al alma con sus gustos de apariencia, tanto ms huye su mortal dolencia quien sabe el nombre que le da la fama. Y el pecho opuesto a su amorosa llama, armado de una honesta resistencia, poco puede empecerle su inclemencia, poco su fuego y su rigor le inflama. Segura est, quien nunca fue querida ni supo querer bien, de aquella lengua que en su deshonra se adelgaza y lima; mas si el querer y el no querer da mengua, en qu ejercicios pasar la vida la que ms que al vivir la honra estima? ======================================== de "La Ilustre fregona"

Raro, humilde sujeto, que levantas a tan excelsa cumbre la belleza, que en ella se excedi naturaleza a s misma, y al cielo la adelantas; si hablas, o si res, o si cantas, si muestras mansedumbre o aspereza (efecto slo de tu gentileza), las potencias del alma nos encantas. Para que pueda ser ms conocida la sin par hermosura que contienes y la alta honestidad de que blasonas, deja el servir, pues debes ser servida de cuantos ven sus manos y sus sienes resplandecer por cetros y coronas. ======================================== SONETOS SUELTOS Al tmulo del rey que se hizo en Sevilla (Soneto con estrambote) "Voto a Dios que me espanta esta grandeza y que diera un dobln por describidla!; porque, a quin no suspende y maravilla esta mquina insigne, esta braveza? Por Jesucristo vivo, cada pieza vale ms que un milln, y que es mancilla que esto no dure un siglo, oh gran Sevilla, Roma triunfante en nimo y riqueza! Apostar que la nima del muerto, por gozar este sitio, hoy ha dejado el cielo, de que goza eternamente!" Esto oy un valentn y dijo: "Es cierto lo que dice voac, seor soldado,

y quien dijere lo contrario miente!" Y luego incontinente cal el chapeo, requiri la espada, mir al soslayo, fuese, y no hubo nada. soneto [1] T, que con nuevo y sin igual decoro tantos remedios para un mal ordenas, bien puedes esperar de estas arenas, del sacro Tajo, las que son de oro, y el lauro que se debe al que un tesoro halla de ciencia, con tan ricas venas de raro advertimiento y salud llenas, contento y risa del enfermo lloro; que por tu industria una deshecha piedra mil mrmoles, mil bronces a tu fama dar sin envidiosas competencias; darte el cielo palma, el suelo hiedra, pues que el uno y el otro ya te llama espritu de Apolo en ambas ciencias.

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POESIA DE PROTESTA

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A ANDULIO GONZALEZ GONZALEZ (Soledad Contreras) Una herida muy grande desangra las heridas de Chiapas en un mar de lgrimas en este mes de octubre en luto: es Andulio el que ahora ha sido muerto a balazos. Andulio el joven idealista que naci en Motozintla, que estudi los derechos de los opresores para defender al oprimido completando sus luces. Con las ciencias sociales socialistas. Andulio cant, acompa con su guitarra el sueo de los nuestros, litig, hizo justicia empecinado en enfrentarse al absurdo con sus leyes. As defendi en el INI a los indgenas, as continu en la UNCAFAECSA, as sigui y defendi a Margaritas campesinos de Carranza, cncer, campesinos de Villa, que hoy lo velan con las flores de Villa de varios corazones apostados. Son las luchas de tierras de los presos polticos agrarios, es un abogado democrtico que pens resolverlas una a una, fueron derrotadas, fueron avances, hubo todo un historial de documentos, movimientos que el Andulio guardaba en el cajn de su cabeza, que fue baleado el viernes, que fue expoliado hasta el ms mnimo papel. de archivo para tocar el punto finsimo de enlace que coordinaba diversos movimientos. Dieron en el blanco y ahora lo besan en Carranza y en Villa, los que lo conocimos discutimos su actitud de enfrentamientos frontales con las botas de la familia Castellanos. Nos dej en su actitud y hoy lo perdimos definitivamente al joven, al ensueo, al ideal de cambio, entre tantos otros que hemos perdido por ac, por el sureste. hoy lo lloramos con una lgrima ms de coraje.

A COLAR (Annimo)

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Caractersticas de la Funcin del Auxiliar Docente

Monografa creado por Prof. Roberto Guillermo Borja Balln . Extraido de: http://www.educar.org/educadores/auxiliardocente.asp 06 Octubre 2005

"" Segn esta ltima definicin el Auxiliar Docente posibilita actuando como nexo- la interaccin de los miembros de la comunidad educativa, permitiendo encuentros educativos, que son los siguientes:

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1. El Auxiliar Docente interacta con el Profesor y se establece una estrecha relacin, dado que estamos a su servicio para todo aquello que necesiten para el desarrollo normal de sus ctedras, como ser:

1. Informamos sobre asistencia e inasistencia de alumnos.

2. Preparamos y controlamos los libros de aula.

3. Entregamos los cursos en condiciones ptimas para el dictado de clase.

4. Entregamos el material didctico solicitado por el profesor.

5. Solicitamos a los padres que se acerquen a conversar con el profesor cuando ellos lo solicitan y si advertimos algn problema, y por algn percance o falta de tiempo, y stos no lo solicitan, nos acercamos a hablar con l o los alumnos y si la situacin lo requiere lo citamos nosotros.

En esta asistencia continua y constante ante todo tipo de requerimientos ayudamos y complementamos la labor del profesor, en cuanto a la formacin integral del alumno. Dado que nos ocupamos de ensearle hbitos de respeto, responsabilidad, puntualidad, colaboracin,

cumplimiento del orden, etc.

2. Auxiliar Docente con la Direccin, la asistencia y la comunicacin ( fluido permanente de informacin, consultas, de sugerencias, de confidencias y resolucin personificada de problemas).

Un ejemplo concreto del trabajo en conjunto, entre Director, Profesor y Auxiliar Docente podra ser el siguiente: se presenta una situacin en la que en los alrededores del establecimiento se ha notado la presencia de personas extraas y se presume que puedan ser vendedores de drogas.

Generalmente esta percepcin la realiza aquel integrante de la Comunidad Educativa que cumple una funcin ms activa y dinmica en la Institucin.

Una vez advertido el director de esta situacin, normalmente, las medidas a tomar son: reuniones conjuntas a fin de tomar los recaudos pertinentes.

A partir de ese momento el Auxiliar Docente comienza a investigar y/o alertar a sus alumnos. Muchos de nosotros, como la experiencia nos dicta, recurrimos para esta tarea a lo aprendido en numerosos cursos de prevencin de la adiccin a la droga.

Es muy posible que estas personas lleguen a eludir algunos controles, pero no podrn hacerlo con el Auxiliar Docente, porque ser el primero en distinguir algn cambio de conducta de su alumno.

Hasta aqu podemos afirmar que tanto el Director como los Profesores, en su conjunto, reciben la informacin real y concreta, de todos y cada uno de los alumnos, a travs del Auxiliar Docente.

3.

Auxiliares Docentes y Alumnos, es vlido afirmar que somos quienes estamos ntimamente relacionados con los mismos, dado que pasamos frente a ellos la mayor cantidad de horas escolares que cualquier otro integrante de la institucin y que adems estamos a su disposicin desde el mismo instante en que ingresan al establecimiento y hasta el ltimo segundo en el que permanecen en l. Y no solo de lunes a viernes, sino tambin en los das de actos, fiestas, viajes, actividades extra escolares, etc. Los alumnos llegan a confiar tanto en los Auxiliares Docentes que le hacen partcipe de sus vivencias, experiencias, problemas particulares, familiares, escolares, etc. Cuando algn alumno necesita algo, sea lo que fuese, recurre a sus Auxiliares Docentes porque tiene la certeza de que no lo abandonar y lo proteger y siempre estar cuando lo busque, amn de saber dnde encontrarlo en cada minuto del da escolar. Adems, en las horas libres, no estn abandonados y dando vuelta por el establecimiento, o en ocasiones fuera de l, sin que nadie sepa dnde estn o qu les est ocurriendo.

4. La relacin particular de los Auxiliares Docentes con sus alumnos, se extiende a los padres de los mismos, dado que ante cualquier inconveniente que se les presenta o informacin que necesitan, se dirigen en primer lugar y con toda confianza a nosotros Esto es as, porque son plenamente conscientes de que somos quienes recepcionan todas las inquietudes de sus hijos, y que pueden contar con nosotros para darles solucin a problemas que, a veces ellos no saben cmo enfrentar, porque en una gran cantidad de ocasiones, sus hijos hablan ms con nosotros que con ellos, dado que en la mayora de los casos y por razones de trabajo, no pueden estar tantas horas cerca de los chicos como en realidad quisieran, ni como las que nosotros estamos.

En sntesis:

Los Auxiliares Docentes: actuamos como puente de interaccin con la Comunidad Educativa porque practicamos pblicamente un oficio, con condicin y actitud, utilizando una doctrina metdicamente formada y ordenada, basndonos en el conocimiento cierto de las cosas por sus principios y causas, enseando as un conjunto de reglas o preceptos para conseguir que nuestros alumnos hagan bien las cosas. A fin de que al finalizar sus estudios se encuentren humanamente

capacitados para enfrentar la realidad existente fuera de la escuela. Y esto mismo logra que los mencionados encuentros educativos se conviertan en realidad.

Y hay algo concreto que sabemos que nunca cambiar a pesar del cambio de autoridades directivas, la relacin del Auxiliar Docente con el alumno. Inclusive si la divisin de un curso cambia de Auxiliar Docente, el nuevo va ha llegar a tener, una estrecha relacin o casi similar, que el anterior. Porque el trabajo mismo del Auxiliar Docente con el alumno funciona siempre de la misma manera.b-

Introduccin

Monografa creado por Prof. Roberto Guillermo Borja Balln . Extraido de: http://www.educar.org/educadores/auxiliardocente.asp 06 Octubre 2005< anterior | 1 2 3 4 .. 9 | siguiente > En el presente escrito aspiro a ofrecer una visin de la verdadera importancia del Auxiliar Docente (Preceptor), un actor de la educacin "que sufri en estas ltimas dcadas un desprestigio agobiante y desjerarquizacin" al mximo, tanto que hoy da observa como un espectador cmo su rol es cubierto por otras nuevas figuras (tutor, mediador, etc.) inspirados en las tareas propias de l.

Esto no es el trabajo de un erudito, sino ms bien, de un profesional que se esfuerzo por exponer de la forma ms clara y precisa, la descripcin de una tarea que desarrolla dentro de la actividad administrativa y pedaggica tutorial, y que de hecho sirve de nexo entre todos los actores de la educacin. Por eso he fijado la exposicin principal en las ideas que tienen valor actual, las que han sobrevivido al paso del tiempo y no han tenido trascendencia por pertenecer a una profesin a la cual no le han dado la importancia debida. Y que creo que analizando la misma podra contribuir a resolver muchos problemas de hoy. Por eso el fundamento tiene un carcter pragmtico, sin haber cado en el pecado del practicismo o el sectarismo. Por el contrario, he tratado de ajustarme a la estricta realidad con la mayor objetividad posible. Pudiendo afirmar que la figura del Auxiliar Docente ocupa un lugar estratgico dentro del sistema educativo pues su presencia frente a los alumnos determina una modificacin en la conducta, en el vnculo de entendimiento con sus pares y en la relacin con los dems actores de la educacin, contribuyendo as a la educacin integral del mismo. Por otro lado deseo que al leer esto, lo hagan con el sentimiento que traen los recuerdos de la escuela secundaria, ese momento sublime de nuestra vida, la adolescencia. Las picardas, la timidez, los conflictos internos, los amigos, las ropas, las barras, la msica, los dolos y todo aquello que influa en nosotros. Y la figura de el Prece. Este Prece de gran valor humano; este trabajador de una profesin real enmarcado por deberes y derechos, pero sin un estudio serio y sistemtico que posibilite hacer de esta tarea una ciencia

donde se encuentren las herramientas necesarias para servir al contexto educativo con ptima eficiencia. Puedo decir que esto se debe a que hasta el momento lo que se ha hecho es crear o insertar ms figuras dentro del sistema educativo, hecho que hace que al final muchas veces ninguno termine cumpliendo el trabajo para el que fue preparado. Adems, siempre me he preguntado: Porqu dan tantas vueltas para tratar de solucionar el problema de la desercin, el desgranamiento, la repitencia, los problemas de conducta, la asistencia social, la salubridad, la prevencin, etc.? - Si la repuesta no es crear nuevos expertos ni tcnicos. La solucin est simplemente en trabajar con las personas que estn 4 horas con los alumnos, (Auxiliares Docentes), prepararlas en las ciencias necesarias para su actividad y darles una carrera profesional adecuada a la tarea que realiza. Todos sabemos que en este momento histrico en que se avecina un nuevo milenio, se acenta la tensin poltica, se ahonda la crisis econmica e ideolgica y no se ven salidas claras para nuestras vidas. Pero, donde los valores ticos y morales parecieran desaparecer, se enciende la luz de la educacin, que como tal debe servir para encontrar una solucin a los grandes problemas del momento y as proyectarnos un futuro con nuevos vientos de fe y esperanza. Y como siempre y sin la menor duda los Auxiliares Docente seremos partcipes de ello. Este ensayo lo dedico a todos aquellos que cumplen la tarea de Auxiliares Docente, Preceptores, Celadores y Bedeles, y sobre todo a aquellos que ya se han jubilado pues esto significa que han dejado parte de su vida en las aulas, los pasillos y oficinas de alguna institucin educativa y han sido partcipes de la vida de varias generaciones de jvenes.Videos, Loteras y Lotera de Navidad

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