VIA MATRIS 2015 - · PDF fileLECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le ... cumpliera el oráculo del Señor por medio del

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  • VIA MATRIS El Camino de la Madre Dolorosa

    Mara nos acompaa a Seguir a Jess As como en el plan salvfico de Dios (cfr. Lc 2,34-35) estn asociados Cristo

    crucificado y la Virgen dolorosa, tambin los estn en la Liturgia y en la piedad popular. Como Cristo es el "hombre de dolores" (Is 53,3), por medio del cual se ha complacido Dios en "reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz" (Col 1,20), as Mara es la "mujer del dolor", que Dios ha querido asociar a su Hijo, como madre y partcipe de su Pasin.

    Desde los das de la infancia de Cristo, toda la vida de la Virgen, participando del rechazo de que era objeto su Hijo, transcurri bajo el signo de la espada. Sin embargo, la piedad del pueblo cristiano ha sealado siete episodios principales en la vida dolorosa de la Madre y los ha considerado como los "siete dolores" de Santa Mara Virgen.

    As, segn el modelo del Va Crucis, ha nacido el ejercicio de piedad del Va Matris aprobado tambin por la Sede Apostlica. Desde el siglo XVI hay ya formas incipientes del Va Matris, pero en su forma actual no es anterior al siglo XIX. La intuicin fundamental es considerar toda la vida de la Virgen, desde el anuncio proftico de Simen (cfr. Lc 2,34-35) hasta la muerte y sepultura del Hijo, como un camino de fe y de dolor: camino articulado en siete "estaciones", que corresponden a los "siete dolores" de la Madre del Seor.

    El ejercicio de piedad del Va Matris se armoniza bien con algunos temas propios del itinerario cuaresmal: Como el dolor de la Virgen tiene su causa en el rechazo que Cristo ha sufrido por parte de los hombres, el Va Matris remite constante y necesariamente al misterio de Cristo, siervo sufriente del Seor, rechazado por su propio pueblo. Y remite tambin al misterio de la Iglesia: las estaciones del Va Matris son etapas del camino de fe y dolor en el que la Virgen ha precedido a la Iglesia y que sta deber recorrer hasta el final de los tiempos. El Va Matris tiene como mxima expresin la "Piedad", tema inagotable del arte cristiano desde la Edad Media. (Congregacin para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos).

    El fundamento teolgico del Va Matris, as como el resto de todos los ejercicios de piedad mariana, es la indisoluble unin de Mara con Cristo en la realizacin del proyecto salvfico de Dios, el cual tiene en la encarnacin del Verbo y en la muerte y resurreccin de Cristo, sus ms altas expresiones.

    El ejercicio mariano del Va Matris tiene tambin una clara orientacin cristolgica, pues "en la Virgen Mara todo est en relacin a Cristo y todo depende de l", hasta los "dolores" se refieren al "misterio de la pasin" de su Hijo, que caracteriz los aos de infancia, de la vida pblica y se cumpli en la hora de la cruz: por ella son determinados, a la luz de ella adquieren un significado, unidos a ella tiene una eficacia salvadora para la vida de la Iglesia y de los fieles en forma individual.

  • Este ejercicio se recomienda, muy especialmente, para el Sbado Santo, ya sea en un momento de oracin junto al Sepulcro, ojal como complemento a las Laudes o al Oficio de Lectura, o en la Procesin de la Dolorosa que se acostumbra realizar en muchas parroquias.

    Aqu se propone para su realizacin: un texto bblico que debe hacerse-, y una reflexin desde el Catecismo de la Iglesia o una Meditacin de algn otro documento del Magisterio de la Iglesia se sugiere en cada estacin escoger uno de los dos, para no alargar este ejercicio de piedad-. Esperamos que este momento de oracin nos ayude a una experiencia de mayor seguimiento del Seor, acompaados de Mara.

    EL CAMINO DE MARA: CAMINO DE FE Y DOLOR En el nombre del Padre V. Seor, te adoramos y te bendecimos. R. Porque en la obra de la salvacin asociaste a la Virgen Madre. V. Contemplamos tu dolor, Santa Mara. R. Para seguirte en el camino de la fe. PRESIDENTE: Queridos hermanos, nos hemos reunido para recorrer las etapas del Camino de dolor, que la Virgen Santa recorri en ntima unin con su Hijo. Por disposicin de la Divina Providencia, la Virgen fue la Madre del Redentor, su fiel Compaera en todos sus caminos: desde los caminos dolorosos de la infancia en Beln, Nazaret y Egipto, hasta la subida al Monte Calvario. La Iglesia ve a Mara como la imagen perfecta del discpulo de Cristo: porque Ella, olvidndose de S misma, vivi en el servicio a Dios y a los hombres, acogi con fe la palabra y subi hasta la Cruz, verdadero rbol de la vida. La intercesin de la Virgen nos ayude a vivir en nosotros el misterio de Cristo Crucificado, conscientes de que si sufrimos con Cristo, con l seremos glorificados. ORACIN INTRODUCTORIA: Dios Padre Misericordioso, T que quisiste que la vida de la Virgen Santsima estuviera marcada por el misterio del dolor, haz que caminemos con Ella por el camino de la fe y

  • unamos nuestros sufrimientos a la Pasin de Cristo para que se transformen en motivo de gracia e instrumento de salvacin. Por Jesucristo nuestro Seor. Amn.

    PRIMERA ESTACIN: MARA ACOGE EN LA FE LA PROFECA DEL SANTO ANCIANO SIMEN

    V. Contemplamos tu dolor, Santa Mara. R. Para seguirte en el camino de la fe. LECTURA DEL EVANGELIO SEGN SAN LUCAS:

    Cuando segn la ley de Moiss- se cumplieron los das de la purificacin, llevaron a Jess a Jerusaln para presentarlo al Seor. Haba en Jerusaln un hombre llamado Simen, hombre justo y piadoso; esperaba la redencin de Israel; y el Espritu Santo estaba en l. Simen los bendijo y dijo a Mara, su Madre: Mira, este Nio est puesto para ruina y salvacin de muchos en Israel y para ser seal de contradiccin a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones; y a Ti misma una espada te atravesar el alma!. (Lc 2, 22. 25. 34-35) LECTURA DEL CATECISMO DE LA IGLESIA CATLICA: La Presentacin de Jess en el Templo (cf. Lc 2, 22-39) lo muestra como el Primognito que pertenece al Seor (cf. Ex 13,2.12-13). Con Simen y Ana toda la expectacin de Israel es la que viene al encuentro de su Salvador (la tradicin bizantina llama as a este acontecimiento). Jess es reconocido como el Mesas tan esperado, "Luz de las naciones" y "Gloria de Israel", pero tambin "Seal de contradiccin". La espada de dolor predicha a Mara anuncia otra oblacin, perfecta y nica, la de la Cruz que dar la salvacin que Dios ha preparado "ante todos los pueblos". (Catecismo de la Iglesia Catlica, 529) MEDITACIN: "...Pero ya los dos ltimos misterios de gozo, aun conservando el sabor de la alegra, anticipan indicios del drama. En efecto, la Presentacin en el Templo, a la vez que expresa la dicha de la consagracin y extasa de Simen, contiene tambin la profeca de que el Nio ser Seal de contradiccin para Israel y de que una espada traspasar el alma de la Madre (cf. Lc 2, 34-35)." (Rosarium Virginis Mariae, 20) Dios te salve, Mara,...

  • Oh, Madre afligida. Por el dolor con que fuiste tan atormentada en tu alma te suplico me des lgrimas de verdadera contricin, para que sea meritoria la compasin que siento por tus dolores. V. Madre Dolorosa. R. Ruega por nosotros.

    SEGUNDA ESTACIN: MARA HUYE A EGIPTO CON JESS Y JOS V. Contemplamos tu dolor, Santa Mara. R. Para seguirte en el camino de la fe.

    LECTURA DEL EVANGELIO SEGN SAN MATEO El ngel del Seor se apareci en sueos a Jos y le dijo: Levntate, toma

    contigo al Nio y a su Madre y huye a Egipto, porque Herodes va a buscar al Nio para matarlo. l se levant, tom de noche al Nio y a su Madre y se retir a Egipto; y all estuvo hasta la muerte de Herodes. (Mt 2, 13-15) LECTURA DEL CATECISMO DE LA IGLESIA CATLICA: La Huida a Egipto y la matanza de los inocentes (cf. Mt 2, 13-18) manifiestan la oposicin de las tinieblas a la Luz: "Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron" (Jn 1, 11). Toda la vida de Cristo estar bajo el signo de la persecucin. Los suyos la comparten con l (cf. Jn 15, 20). Su vuelta de Egipto (cf. Mt 2, 15) recuerda el xodo (cf. Os 11, 1) y presenta a Jess como el Liberador definitivo. (Catecismo de la Iglesia Catlica, 530) MEDITACIN: "Despus de la Presentacin en el Templo, San Lucas hace notar: As que cumplieron todas las cosas segn la Ley del Seor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El Nio creca y se fortaleca, llenndose de sabidura; y la gracia de Dios estaba sobre l (Lc 2, 39-40). Pero, segn el texto de San Mateo, antes de este regreso a Galilea, hay que situar un acontecimiento muy importante, para el que la Providencia Divina recurre nuevamente

  • a San Jos. Leemos: Despus que ellos (los Magos) se retiraron, el ngel del Seor se apareci en sueos a Jos y le dijo: "Levntate, toma contigo al Nio y a su Madre y huye a Egipto; y estate all hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar el Nio para matarle" (Mt 2, 13). Con ocasin de la venida de los Magos de Oriente, Herodes supo del nacimiento del rey de los judos (Mt 2, 2). Y cuando partieron los Magos l envi a matar a todos los nios de Beln y de toda la comarca, de dos aos para abajo (Mt 2, 16). De este modo, matando a todos, quera matar a aquel recin nacido rey de los judos, de quien haba tenido conocimiento durante la visita de los magos a su corte. Entonces Jos, habiendo sido advertido en sueos, tom al Nio y a su Madre y se retir a Egipto; y estuvo all hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el orculo del Seor por medio del profeta: "De Egipto llam a mi Hijo" (Mt 2, 14-15; cf. Os 11, 1). De este modo, el camino de regreso de Jess desde Beln a Nazaret pas a travs de Egipto. As como Israel haba tomado la va del xodo en condicin de esclavitud para iniciar la Antigua Alianza, Jos, depositario y cooperador del misterio providencial de Dios, custodia tambin en el exilio a Aqul que realiza la Nueva Alianza." (Redemptoris Custos, 14) Dios te salve, Mara Oh, Madre afligida. Por el dolor que sentiste al huir con tu Hijo a Egipto, te suplico me des la gracia para huir siempre de las o