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Vicente Fox: el rompimiento de facto con Cuba Author(s): Mario Ojeda Source: Foro Internacional, Vol. 47, No. 4 (190) (Oct. - Dec., 2007), pp. 868-894 Published by: El Colegio De Mexico Stable URL: http://www.jstor.org/stable/27738863 . Accessed: 17/06/2014 04:25 Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at . http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp . JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. . El Colegio De Mexico is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Foro Internacional. http://www.jstor.org This content downloaded from 195.34.78.78 on Tue, 17 Jun 2014 04:25:12 AM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

Vicente Fox: el rompimiento de facto con Cuba

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Vicente Fox: el rompimiento de facto con CubaAuthor(s): Mario OjedaSource: Foro Internacional, Vol. 47, No. 4 (190) (Oct. - Dec., 2007), pp. 868-894Published by: El Colegio De MexicoStable URL: http://www.jstor.org/stable/27738863 .

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VICENTE FOX: EL ROMPIMIENTO DE FACTO CON CUBA

Mario Ojeda

Vicente Fox tom? posesi?n como presidente de la rep?blica el primero de diciembre de 2000. En una elecci?n que cont? con 64% de participa ci?n, Fox obtuvo 42.52% de los votos a trav?s de la alianza del pan con el Partido Verde Ecologista de M?xico (pvem); Francisco Labastida del pri

36.10%; y Cuauhtemoc C?rdenas del prd 16.64%. Fue una clara victoria,

pero lejos de la mayor?a absoluta. Sin embargo, lo m?s importante fue haber derrotado al pri, haberlo des

hancado despu?s de 70 a?os en el poder. Adem?s, la elecci?n fue limpia y tranquila. La victoria fue reconocida de inmediato por el propio Zedillo y por los medios nacionales e internacionales, los que alabaron la objetividad con la

que fue conducido el proceso electoral. A Fox le llovieron felicitaciones de los mandatarios extranjeros y, en general, la opini?n p?blica internacional salud? a la nueva democracia mexicana. Fue lo que el nuevo canciller mexicano, Jor

ge G. Casta?eda, habr?a de llamar "el bono democr?tico", una especie de vale de buena voluntad que la comunidad internacional le extend?a a Fox y que constituy? su capital pol?tico ante el extranjero a los inicios de su gobierno.

El frente econ?mico tampoco se vio afectado ni por el proceso electoral ni por la alternancia pol?tica. No hubo contracci?n del flujo de capital ex

tranjero, ni hubo fuga de inversi?n nacional, ni cay? la bolsa de valores, ni sobrevino una devaluaci?n. Por el contrario, la clara victoria de la oposici?n y el reconocimiento temprano de esta victoria por parte del gobierno fueron un mensaje altamente positivo para el mercado: la Bolsa Mexicana de Valo res registr? la segunda ganancia m?s importante del a?o con un incremento de 425 unidades, equivalente a 6.12%, para situar su principal indicador en

7 373.37 puntos y recuperar el nivel que mostraba en el mes de marzo. Ade

m?s, el peso cerr? a 9.35 por d?lar a la compra y 9.70 a la venta, lo que signi fic? una recuperaci?n de 35 centavos respecto al cierre del viernes previo. La inversi?n extranjera aument? 22% durante el primer semestre de 2000.l

1 Datos tomados de Mario Ojeda G?mez, M?xico antes y despu?s de la alternancia pol?tica, M?xico, El Colegio de M?xico, segunda edici?n, 2005, p. 39.

Foro Internacional 190, XLVTI, 2007 (4), 868-894

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ocT-Dic 2007 Vicente Fox: el rompimiento de facto con Cuba 869

Por otra parte, los instrumentos de deuda externa se mantuvieron rela

tivamente inmunes a las fluctuaciones pr??lectorales que hab?an mantenido al mercado de divisas bajo presi?n. Se esperaba tambi?n que con la alter nancia pol?tica se consolidar?a la inversi?n for?nea en el pa?s y la competen cia pol?tica habr?a de conducir a una mayor eficiencia gubernamental.

La reacci?n de euforia de la iniciativa privada no se hizo esperar: "Ze dillo es el Gorbachov mexicano"; "ser? recordado por modernizar la econo

m?a pol?tica en M?xico"; "La votaci?n del domingo era la pieza faltan te que M?xico necesitaba para demostrar que sus esfuerzos de convertirse en una

naci?n moderna, libre [sic] y democr?tica eran reales y no pueden dar marcha atr?s".2

El sector privado qued? "maravillado" con la propuesta econ?mica de Fox y se adhiri? a ella sin condiciones. Otros fueron m?s directos -o qui z?s c?nicos- pues expresaron casi de inmediato su deseo de tener acceso

al bot?n de la victoria. Este fue el caso de Alejandro Mart?nez Gallardo,

presidente de la Confederaci?n de C?maras Industriales (Concamin),

quien "exigi?" abrir a las inversiones privadas todas las ?reas del sector

energ?tico.3 Durante la campa?a pol?tica, Fox se present? en p?blico vestido de

vaquero texano y procur? que se proyectara una imagen de su propia per sona parecida al estereotipo creado por el cine nacional sobre el ranchero

mexicano: sencillo (habla de t? y con frecuencia con vocablos mexicanos),

creyente (va a misa los domingos), pero tambi?n fanfarr?n ("en quince minutos me arreglo con el subcomandante Marcos") y testarudo ("?hoy, hoy, hoy!"). Esto lo identifica con nuevos sectores de las clases media y po

pular, en especial de provincia. ("El ranchero que quiere sacar de Los Pinos a los relamidos tecn?cratas".) "Marlboro Look", lo llamaron en Estados

Unidos por su imagen de vaquero texano.

Fox se proyect? tambi?n como el impulsor de lo que es "pol?ticamente correcto", al estilo norteamericano: promotor del affirmative action, de la

democracia, defensor de los derechos humanos y el medio ambiente, ene

migo de la corrupci?n, protector de las minor?as desvalidas, defensor del Estado de derecho y otros m?s.

Mucho contribuyeron a la tersura con la que se llev? a cabo la alternan

cia pol?tica dos medidas tomadas por Zedillo. La primera fue el "blindaje" de la econom?a que hered? a su sucesor. La segunda fue la creaci?n de un

gabinete de transici?n que permiti? al futuro gobierno informarse de las cuestiones importantes y tomar el control de los asuntos en forma gradual.

2 Excelsior, M?xico, 5 de julio de 2000, IF. 3 Excelsior, M?xico, 6 de julio de 2000, primera plana.

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870 Mario Ojeda fi XLVII-4

Esto contrast? con la sucesi?n anterior, cuando Salinas se rehus? a devaluar

y su gobierno le neg? informaci?n al de Zedillo. En materia de pol?tica exterior hay que hacer notar, antes que otra

cosa, que Fox hered? de Miguel de la Madrid una reforma constitucional

que hab?a adicionado el art?culo 89 de la Constituci?n, relativo a las facul tades y obligaciones del presidente de la rep?blica. Se introdujo una nueva

fracci?n, la d?cima, que elev? a rango de normas constitucionales los prin

cipios tradicionales de la pol?tica exterior mexicana, entre ellos la autode

terminaci?n y la no intervenci?n. Esto maniataba a los mandatarios futuros,

pues no tomaba en cuenta los cambios pol?ticos internos que pudieran

suscitarse, ni tampoco los cambios venideros en el escenario internacional,

como el fin de la Guerra Fr?a que a De la Madrid no le toc? vivir. En este sentido podr?a decirse que Salinas, a pesar de su compromiso con el tl

can, s? respet? estas normas constitucionales -con excepci?n de su entre

vista con disidentes cubanos- y que Zedillo lo hizo durante la primera mitad de su mandato. Al final, antepuso el fomento de la democracia y el

respeto a los derechos humanos a los principios de autodeterminaci?n y de no intervenci?n.

Para Fox, que proven?a de un partido conservador y que se rode? de

gentes venidas del sector m?s inclinado hacia la extrema derecha, estas normas constitucionales eran un estorbo para su pol?tica exterior y en con

secuencia, igual que Zedillo en sus ?ltimos a?os de gobierno, decidi? ig norarlas.

En gran parte ten?a raz?n. Miguel de la Madrid se hab?a arrogado el derecho de "blindar" a su gusto, para el futuro, la pol?tica exterior tradicio

nal. Por ello De la Madrid fue criticado. La reforma constitucional se hab?a hecho pensando, tal vez, en que el pri ser?a eterno, pero he aqu? que de

pronto hab?a surgido un

presidente que no era del pri. Una cosa es respe tar un

principio por convicci?n y otra obedecer una norma por obligaci?n.

Adem?s, la reforma tend?a a maniatar aun a presidentes emanados del pro

pio pri.

Pero lo m?s importante es que el escenario internacional hab?a cambia

do dr?sticamente desde 1990. La Uni?n Sovi?tica hab?a abandonado el socia lismo y adoptado la econom?a de mercado y la democracia representativa; el

temor de una guerra nuclear se hab?a acabado y, en consecuencia, la carre

ra armamentista tambi?n se hab?a terminado. En s?ntesis: la Guerra Fr?a ya no exist?a y los Estados Unidos dominaban solos el mundo.

M?s pertinente para nuestro an?lisis es el hecho de que como conse

cuencia de todo lo anterior la agenda pol?tica internacional se alter? dr?s

ticamente y en lugar de los antiguos temas de la Guerra Fr?a surgieron

otros. Entre estos nuevos temas se contaban primordialmente la econom?a

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de mercado, la democracia y los derechos humanos. Vicente Fox, por con

vicci?n propia y por congraciarse con los Estados Unidos, foment? estos tres nuevos principios, tanto internamente como fuera del pa?s.

En materia de pol?tica exterior las cosas marcharon bien para Fox gra cias al bono democr?tico, pero para el segundo a?o de gobierno

se le em

pezaron a descomponer

en forma por dem?s notoria y r?pida. Las relaciones con los Estados Unidos tuvieron un buen comienzo. Para

ello, mucho ayud? el "bono democr?tico". Fox y Bush vivieron una especie de luna de miel al inicio del mandato de ambos. Primero vino el acerca miento del canciller Casta?eda y el senador Jesse Helms, presidente de la Comisi?n de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos, uno

de los grandes cr?ticos de los gobiernos revolucionarios de M?xico. Despu?s vino la declaraci?n de Bush acerca de que "M?xico es la prioridad n?me ro uno de mi gobierno", algo que jam?s presidente norteamericano alguno hab?a dicho. La primera salida de Bush al extranjero fue, en efecto, a M?xi co. Este acercamiento era como un milagro y pareci? generar la posibilidad para la firma de un acuerdo migratorio integral y de muchas cosas m?s.

Por parte de M?xico, las aportaciones a dicho acercamiento, aparte del bono democr?tico, fueron en primer lugar su acogida a las pol?ticas de

protecci?n de los derechos humanos con acciones concretas, como las cr?

ticas de Casta?eda a Cuba; la autorizaci?n para la marcha neozapatista por

gran parte del pa?s incluyendo la ciudad capital; y la creaci?n, dentro de la Secretar?a de Relaciones Exteriores, de la Subsecretar?a de Derechos Hu manos. Tambi?n contribuy? la declaraci?n de Casta?eda de que "M?xico est? abierto al escrutinio mundial y si ello implica cr?ticas extranjeras, es

mejor a?n". Esta temprana declaraci?n contrariaba el tradicional principio de no intervenci?n y por ello se consider? como una concesi?n para el

acercamiento. Por ?ltimo, el ofrecimiento de Fox de apoyar la extradici?n de narco trafican tes mexicanos a los Estados Unidos.4

Pues bien, esta "luna de miel" se esfum? el 11 de septiembre de 2001, con los ataques terroristas a

Washington y a Nueva York. A partir de esa fe

cha cambiaron obviamente las prioridades de la pol?tica exterior de Was

hington. M?xico qued? relegado a un segundo plano y, aunque el gobierno de Bush trat? de explicar

a las autoridades mexicanas las razones de este

cambio, el presidente Fox y su canciller al parecer no lo entendieron o no

lo pudieron asimilar, pues ya estaban ilusionados con "the whole enchilada'

del proyecto de un acuerdo migratorio integral, como el propio Casta?eda llam? al asunto.5

4 Ojeda G?mez, op. cit., p. 47. 5 Ibid.

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872 Mario Ojeda FI XLVII-4

Despu?s vino la guerra de Afganist?n, que Fox acept?, pero sigui? la de

Iraq, la que M?xico rechaz? como tantos otros pa?ses. Un enfrentamiento no expl?cito -pero evidente- surgi? entre M?xico y Washington. El "bono democr?tico" se hab?a extinguido.

Ante estas circunstancias, en enero de 2003, Jorge G. Casta?eda renun

ci? al cargo de secretario de Relaciones Exteriores. Admiti? que no hab?a

podido salir adelante frente a la pol?tica exterior de los Estados Unidos. "Tir? la toalla", comentar?a el Almanaque anual de la Enciclopedia Brit?nica? En tal virtud, dej? solo a Fox con las consecuencias de una pol?tica de la cual ?l era autor y por lo tanto responsable.

En efecto, si bien Fox ten?a alguna idea de lo que en su concepto era

importante en materia externa, fue Casta?eda quien estructur? y dio cuer

po a la nueva pol?tica exterior. ?l concibi? la estrategia para ella. Decidi? el

ingreso de M?xico al Consejo de la onu. Concibi? tambi?n el proyecto de la "whole enchilada' en la que, sin embargo y como ya vimos, cometi? el error de

apostar todo en una sola jugada (toda la enchilada o nada). El proyecto de una nueva relaci?n con el pa?s m?s importante para M?xico quedaba as?

supeditado a un simple "volado".

En relaci?n con Cuba Fox hab?a expresado, a?n siendo candidato, la necesidad de "mantener una firme representaci?n mexicana [... ] y apoyar la democratizaci?n de la isla. [Sin embargo] proponemos no pol?ticas de

castigo y bloqueo, sino por el contrario, buscaremos acuerdos de todo tipo, comerciales, culturales, entre otros". A?ad?a que no ten?a la intenci?n de

proponer v?as de soluci?n: "las repuestas son exclusivas de Fidel Castro y del gobierno cubano; nosotros respetamos la soberan?a de todas las nacio

nes del mundo".7

Hay que hacer notar que entonces para Fox, a diferencia de gobiernos

anteriores, "apoyar la democratizaci?n" no significaba intervenir en asun

tos internos, mientras no se propusieran v?as de soluci?n. Cabe preguntar

?qu? es lo que Fox entend?a por "apoyar"? y "?soluci?n a qu??" Adem?s, resultaba a todas luces contradictorio "apoyar la democratizaci?n", que era

un objetivo conflictivo, con "buscar acuerdos de todo tipo", que era un ob

jetivo de cooperaci?n. Y as? result? ser en la pr?ctica: una pol?tica llena de contradicciones.

Para uno de nuestros autores consultados, Fox quiso traducir su propia

legitimidad democr?tica, emanada de su elecci?n como presidente, en una

6 Britannica Encyclopedia Almanac 2004, Londres, 2004, p. 511. Sobre la renuncia, v?ase

tambi?n Jeffrey Davidow, El oso y el puerco esp?n, M?xico, Grijalbo, 2003, p. 354. 7 Citado por Ana Covarrubias Velasco, "La pol?tica mexicana hacia Cuba a principios de

Siglo", Foro Internacional, vol. XLIII, n?m. 3, julio-septiembre de 2003, p. 637.

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pol?tica exterior que promoviera la democracia y los derechos humanos. Para ello, escogi?

a Cuba como caso de prueba.8 El canciller Casta?eda parec?a a Fox el indicado para poner en pr?cti

ca esta pol?tica. Por una parte, hab?a dejado atr?s sus simpat?as por el r?gi men revolucionario de La Habana y, por la otra, manten?a relaciones

cercanas con los cubanos de Miami. En efecto, Casta?eda hab?a sido cerca

no a la Revoluci?n cubana y hab?a mostrado solidaridad con las causas de

izquierda.9 Sin embargo, en 1993 public? el libro La utop?a desarmada, que incluye pasajes comprometedores para el gobierno de La Habana, y m?s tarde public? otro, La vida en rojo, en el que sostiene que los cubanos, bajo presi?n de Mosc?, abandonaron al Che Guevara en su aventura en Bolivia.

Esto signific? el rompimiento con los dirigentes revolucionarios cubanos. Por otra parte, a Casta?eda se le tiene como un conducto importante para

la recaudaci?n de fondos para la campa?a electoral de Fox entre los cuba nos de Miami.10 El Wall Street Journal, por su parte, calific? a Casta?eda de

oportunista, pues "de ser un marxista de l?nea dura, se ha convertido en

un agente de poder pragm?tico en el bando ultraconservador de la pol?ti ca mexicana".11

Como embajador en La Habana, Fox design? a Ricardo Pascoe Pierce, de extracci?n trotskista y connotado militante de la izquierda mexicana. Pascoe hab?a sido secretario general del sindicato de trabajadores de la Universidad Aut?noma Metropolitana, diputado federal por el Partido Re volucionario de los Trabajadores (prt), miembro del Comit? Ejecutivo Na cional del prd, coordinador de la campa?a de C?rdenas al gobierno de la ciudad de M?xico y oficial mayor del gobierno del Distrito Federal, entre otros cargos. O sea que, para aplicar

una pol?tica contraria a los intereses de

los dirigentes revolucionarios cubanos, Fox hab?a decidido nombrar a un

antiguo militante de la izquierda mexicana. He aqu? otra clara contradic ci?n de la pol?tica de Fox hacia Cuba. Como es de suponer, Casta?eda y Pascoe entraron en conflicto desde un

principio. El embajador Pascoe arrib? a La Habana para iniciar su misi?n el 29 de

diciembre de 2000 y casi de inmediato se encontr? con Castro. Esto es prue ba de la importancia que el comandante asignaba a las relaciones con M?xi

8 Ibid. 9 A Casta?eda se le tiene como el autor intelectual, junto con Regis Debray, del comuni

cado conjunto franco-mexicano de 1981 en el que se solicitaba que se reconociera representa tividad pol?tica a los guerrilleros salvadore?os para negociar.

10 Carlos Tello D?az, El fin de una amistad: la relaci?n de M?xico con la Revoluci?n cubana,

M?xico, Planeta, 2005, p. 148. 11 V?ase nota de Carlos Dragonn?, Milenio Diario, M?xico, 15 de abril de 2001, p. 13, y El

Universal, 11 de abril de 2001, p. A4.

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co. Relata Pascoe en sus memorias que, al d?a siguiente de su llegada, el 30 de diciembre:

El comandante Fidel Castro lleg? a la Residencia de M?xico a las 18.30 horas y

sali? [...] a las 21:15 horas. Me cit? para esa misma noche a las 22:30 horas en

el Palacio de la Revoluci?n, a fin de participar en una reuni?n de sus colabo

radores y posteriormente, a cenar. Adem?s de Fidel estuvieron presentes Feli

pe P?rez Roque, su Canciller, Carlos Valenciaga, secretario particular y Jos?

Miyar, [...] evidente asesor en materia internacional. Termin? la cena a las 5

de la ma?ana del domingo, 31 de diciembre. El martes 2 de enero el coman

dante Castro arrib? nuevamente a la Residencia de M?xico a las 20 horas y

parti? a las 22.12

El nuevo embajador hab?a declarado, al asumir el puesto, que durante su gesti?n no tendr?a ning?n tipo de contacto con la disidencia cubana y que su misi?n era fortalecer las relaciones entre los gobiernos

e incremen

tar el comercio bilateral.13 O sea, que pondr?a ?nfasis en s?lo uno de los dos

objetivos declarados por Fox: el de la cooperaci?n. Un desacuerdo entre el canciller y el embajador vino a marcar su rela

ci?n desde un principio. Fue como una premonici?n de lo que habr?a de ocurrir en el futuro. El gobierno cubano organiz?

una ceremonia para de

velar un busto de Manuel Tello padre en el Parque de la Dignidad, junto con los de otros cancilleres latinoamericanos de la ?poca de la oea del a?o de 1961. A la ceremonia hab?an sido invitados Manuel Tello hijo, tambi?n ex canciller, y Carlos Tello padre,

ex embajador en La Habana, as? como sus

respectivas familias. La fecha de la ceremonia fue fijada para el 21 de marzo

de 2001, d?a del natalicio de Don Benito Ju?rez. El d?a 17 anterior, el embajador recibi? un mensaje cifrado de M?xico

que indicaba que ni el propio Pascoe ni ning?n otro miembro de la Secre tar?a de Relaciones Exteriores ten?an autorizaci?n para asistir al acto de

develaci?n del busto de Tello. Las razones del canciller, despu?s aclaradas, eran que el antijuarismo era muy fuerte dentro del gobierno de Fox y que la develaci?n del busto en el d?a del natalicio de Ju?rez parec?a una pro vocaci?n. Adem?s, al canciller le parec?a tambi?n una provocaci?n a su

propia persona, pues para los cubanos Tello padre hab?a resistido las pre

siones de Washington en relaci?n con Cuba, mientras que Casta?eda se

plegaba a ellas.14

12 Ricardo Pascoe Pierce, En el filo. Historia de una crisis diplom?tica. Cuba, 2001-2002, M?xi

co, Ediciones sin Nombre, 2004, p. 11. 13 Excelsior, M?xico, 4 de enero de 2001, citado en Covarrubias Velasco, op. cit., pp. 637-638.

14 Pascoe Pierce, op. cit., pp. 63-64.

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oct-dic 2007 Vicente Fox: el rompimiento de facto con Cuba 875

Finalmente, Casta?eda autoriz? a Pascoe a asistir a la ceremonia de

develaci?n, pero le puso como condici?n el texto del discurso que habr?a de pronunciar en dicho acto. El discurso deb?a decir que son muchas las

interpretaciones del papel de Ju?rez en nuestra historia y que lo del respeto al derecho ajeno es para que se respeten tambi?n los derechos internos de los pueblos, su derecho a la libertad, la democracia y los derechos huma nos.15 Esto ?ltimo era una clara provocaci?n al gobierno cubano. Sin em

bargo, Pascoe no dice en sus memorias si su discurso fue de ese tenor.

Fidel Castro estuvo presente en la ceremonia de toma de posesi?n de Fox, aunque no asisti? a la cena que la v?spera ofreci? Zedillo a los mandatarios que visitaban M?xico dado su distanciamiento con ?l. En cambio visit? a Salinas esa misma fecha. Al d?a siguiente de la ceremonia Castro se reuni? con Fox. Seg?n trascendi?, Fox le habr?a ofrecido: "Rene

gociaci?n de la deuda; no oposici?n a la incorporaci?n de Cuba al Pacto de San Jos? de abastecimiento de petr?leo; an?lisis de las posibilidades de

cr?ditos; oposici?n al bloqueo estadounidense; y, finalmente, respeto a las diferencias ideol?gicas."16 Una contradicci?n m?s en el comportamiento de Fox.

A principios de abril de 2001, un asunto vino a inquietar el ambiente de las relaciones M?xico-Cuba: la iniciativa anual de condena a Cuba dentro de la Comisi?n de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra. Esta

iniciativa, auspiciada por los Estados Unidos, hab?a venido siendo presenta da, sin embargo, por terceros pa?ses. Los encargados de hacer el trabajo

su

cio a los Estados Unidos eran esta vez dos pa?ses ex socialistas y ex aliados de

Cuba: Polonia y la Rep?blica Checa. (No cabe duda que los conversos sue len ser los m?s duros pues se sienten obligados a demostrar su lealtad a la nueva fe.) Desde 1991, la votaci?n hab?a favorecido la resoluci?n condena toria de Cuba, menos en 1998, cuando la votaci?n mayoritaria fue contraria

a la condena.

Las resoluciones de la Comisi?n no ten?an car?cter obligatorio, ni im

plicaban sanci?n alguna, m?s que moral. Las resoluciones ten?an m?s bien

car?cter declarativo y en ocasiones conllevaban recomendaciones que po d?an o no cumplirse.

Sin embargo, para Cuba esto se hab?a convertido en un punto de ho

nor y adem?s conten?a un valor simb?lico: era como la medida del grado en que Cuba hab?a logrado romper el aislamiento internacional impulsa do por los Estados Unidos. ?sta es la raz?n por la que Cuba introdujo su

15 Ibid., p. 65.

16 Homero Campa, "M?xico-Cuba: contigo a la distancia", Foreign Affairs (en espa?ol), verano de 2002, citado por Tello D?az, op. cit., p. 150.

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propia iniciativa de condena anual, a los Estados Unidos, por el bloqueo econ?mico, en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Agravaba el problema el hecho de que China, el otro condenado anual mente junto con Cuba en la Comisi?n de Derechos Humanos, hab?a sido

"perdonado" por Washington debido a su importancia econ?mica, pol?tica y militar. En una c?lebre entrevista, Madeleine Albright, durante su gesti?n como secretaria de Estado de Estados Unidos, fue consultada acerca de por qu? era partidaria de una apertura hacia la China comunista y dura en re laci?n con la Cuba castrista. A esto contest? lo siguiente: "China es una su

perpotenciay est? lejos; Cuba es una verg?enza en nuestro propio hemisferio occidental."17 O sea que, por lo visto, Washington ten?a, en materia de dere

chos humanos, una doble medida: una para los poderosos y otra para los

d?biles. Con el tiempo, la raz?n misma de la creaci?n de la Comisi?n de Dere

chos Humanos se fue extraviando y su prestigio deterior?ndose, y a iniciati va de varios estados se decidi? sustituirla por un Consejo cuya funci?n fuera la cooperaci?n y no la condena. El Consejo entrar?a en funciones en 2006.

Sin embargo, durante los primeros meses de 2001, la cuesti?n de cu?l ser?a el voto de M?xico en la Comisi?n de Derechos Humanos hab?a gene rado una gran expectaci?n:

esto era notorio en la canciller?a misma, en los

c?rculos del gobierno, en el Senado y la C?mara de Diputados, en los parti dos pol?ticos, en los grupos de intelectuales, en los medios de comunica

ci?n, en las organizaciones civiles y en la opini?n p?blica en general. Hab?a varias razones para ello. Se trataba de un

gobierno que se iba a estrenar en

este asunto. El nuevo presidente de la rep?blica, de extracci?n conservado

ra, se hab?a comprometido en su campa?a electoral con la defensa de la

democracia y los derechos humanos. Su propia elecci?n, en una justa demo cr?tica sin precedente en M?xico, era la mejor prueba de su compromiso con esas causas. Incluso Washington y La Habana estaban a la expectativa

respecto de la postura mexicana.

El primero en hacer p?blica su posici?n fue Castro. En una declaraci?n

temprana, hecha ante una delegaci?n de Zacatecas que visit? Cuba el mes

de febrero y un grupo de periodistas mexicanos, Castro dijo que ten?a con

fianza absoluta en que M?xico y su presidente no se sumar?an a la campa?a

de desprestigio orquestada por Estados Unidos en contra de la isla, ante la Comisi?n de Derechos Humanos.18

La posici?n del embajador mexicano en Cuba era m?s elaborada, pre

tend?a guardar un

equilibrio y se compon?a de cuatro puntos: "Primero,

17 ElPa?s, Madrid, 25 de enero de 1997, p. 4.

18 El Universal, M?xico, 13 de febrero de 2001, primera plana.

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oct-dic 2007 Vicente Fox: el rompimiento de facto con Cuba 877

defender los principios universales de los derechos humanos, especialmen te en lo que se refiere a su aplicabilidad universal, y rechazar su uso selecti vo y pol?tico; segundo, promover junto con otras naciones, instancias [para

la] soluci?n de controversias entre las dos naciones, aceptables para ambas

partes; tercero, abstenerse de votar en la Comisi?n de Derechos Humanos,

bajo el criterio de que ese foro no es el adecuado [...] para dirimir un con flicto de tales dimensiones [...] cuarto, convocar a la comunidad interna

cional [...] para redoblar esfuerzos porque la defensa de los derechos humanos en todos los pa?ses del mundo sea el eje central [del] organismo internacional..."19

La posici?n del Ejecutivo norteamericano fue expresada durante la pri mera salida de Bush al extranjero, que fue precisamente a M?xico. Durante este encuentro entre los mandatarios, acompa?ados de sus secretarios de

Estado y Relaciones Exteriores Collin Powell y Jorge Casta?eda, ambos

aprovecharon la oportunidad para simplemente presentar sus posiciones. La norteamericana fue en el sentido de que Washington no iba a cambiar su

pol?tica respecto a Cuba, sino que la iba a mantener o incluso acentuar.

La posici?n mexicana expresada en esa ocasi?n fue la de que M?xico no consideraba productiva, eficaz ni correcta la pol?tica norteamericana hacia

Cuba, pues no daba resultados; y que foros como el de Ginebra no debe r?an politizarse. Por ?ltimo, se subrayaba el hecho de que el gobierno mexicano ten?a una clara posici?n de fomento y defensa de los derechos humanos.20

Vicky Huddleston, la jefa de la Secci?n de Intereses de Estados Unidos en Cuba, durante una cena que ofreci? a los embajadores latinoamericanos

asignados en La Habana y cuyos pa?ses formaban parte de la Comisi?n de Derechos Humanos, fue m?s directa y amenazadora. Siguiendo instruccio nes o actuando por cuenta propia, dijo que el resultado en Ginebra influir?a mucho en el ?nimo de la Casa Blanca para poner en marcha nuevamente la

Ley Helms-Burton, cuya aplicaci?n hab?a sido suspendida por el Ejecutivo norteamericano.21 La Ley Helms-Burton penalizaba,

en forma extraterrito

rial, a las firmas extranjeras que tuvieran negocios con empresas que hab?an

sido propiedades norteamericanas expropiadas por Cuba.

La posici?n del Senado norteamericano fue sintetizada por Jesse Helms al declarar que ser?a una "aberraci?n" para la defensa de los derechos hu

manos que la onu no condenara severamente al gobierno de Fidel Castro.

19 Pascoe Pierce, op. cit., p. 88. 20 Nota de Martha Anaya, Milenio Diario, M?xico, 17 de febrero de 2001, primera plana. 21 Pascoe Pierce, op. cit., p. 69. V?ase tambi?n Milenio Diario, M?xico, 6 de abril de 2001,

primera plana.

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878 Mario Ojeda FI XLVII-4

Dijo tambi?n que "el gobierno cubano contin?a violando sistem?ticamente los derechos humanos de su pueblo y les niega adem?s el derecho a la liber tad de expresi?n, democr?tica y pol?tica".22 La posici?n de la C?mara de

Representantes era muy similar.

Poco despu?s visit? M?xico Jesse Helms, encabezando una delegaci?n del Senado norteamericano. Ya para entonces, 17 de abril, el gobierno mexi cano se hab?a decidido por la abstenci?n en la ya pr?xima reuni?n de Ginebra. La explicaci?n de la canciller?a era que el proyecto de resoluci?n era "uni

lateral, selectivo y politizado". Al conocer el senador Helms cu?l ser?a la

posici?n de M?xico en Ginebra, expres? en forma lac?nica que "lamentaba

y estaba decepcionado por la postura mexicana", seg?n revel? Casta?eda.23

Grupos de intelectuales se sumaron a las peticiones al gobierno mexica

no de condenar al cubano en la reuni?n de Ginebra. En una carta dirigida al

presidente Fox, 99 connotados escritores, artistas e intelectuales le solicita ron que la delegaci?n mexicana en Ginebra asumiera una postura "conse

cuente con la gravedad de las sistem?ticas violaciones a las garant?as que sufre el pueblo cubano", pero que a la vez "rechace el embargo econ?mico de Es

tados Unidos".24 Diversas organizaciones civiles, como la Comisi?n Mexicana de Defensa y Promoci?n de Derechos Humanos y Amnist?a Internacional,

presentaron solicitudes al gobierno mexicano en el mismo sentido.25

Contraria a todas estas posturas condenatorias, la C?mara de Diputa dos asumi? una posici?n de no injerencia en los asuntos internos de Cuba. Con base en un punto de acuerdo aprobado por unanimidad, la C?mara solicit? al presidente Fox "mantener la pol?tica exterior en los t?rminos es

tablecidos en la Fracci?n X del Art?culo 89 de la Constituci?n".26 Por su parte, el Senado de la Rep?blica aprob? tambi?n un punto de

acuerdo para exhortar al gobierno federal "a votar en contra de cualquier resolutivo que atente contra la soberan?a de Cuba y a mantener inc?lume la orientaci?n de la pol?tica exterior".27 Sin embargo, a diferencia de la C?mara de Diputados, el punto de acuerdo aprobado en el Senado no fue por una

nimidad, sino que una mayor?a de los senadores del pan se abstuvo de vo

tar.28 La divisi?n de la bancada panista del Senado reflejaba el desacuerdo

que exist?a en el propio partido acerca del asunto: mientras que un sector

sosten?a que M?xico no deb?a convertirse en instrumento de la pol?tica nor

22 El Universal, M?xico, 4 de abril de 2001, primera plana y p. Al6. 23 El Universal, M?xico, 18 de abril de 2001, primera plana. 24 Milenio Diario, M?xico, 12 de abril de 2001, p. 18. 25 El Universal, M?xico, 12 de abril de 2001, p. A5. 2(i El Universal, M?xico, 11 de abril de 2001, p. A4. 27 Ibid. 28 Ibid.

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oct-dic 2007 Vicente Fox: el rompimiento de facto con Cuba 879

teamericana, condenando abiertamente al gobierno cubano, otro sector es

taba totalmente en contra de Castro, aduciendo que se hab?a convertido en

un dictador que coartaba las libertades propias de las democracias.

Finalmente, el 18 de abril se llev? a cabo la votaci?n. La iniciativa checa condenatoria de Cuba result? aprobada por una peque?a diferencia: 22 votos a favor, 20 en contra y 10 abstenciones. M?xico, como se hab?a anun

ciado, se abstuvo. El canciller declar?: "nos abstuvimos porque no pod?a

mos votar a favor de la resoluci?n por sesgada, unilateral y selectiva [... ]

Pero tampoco pod?amos votar en contra de ella porque s? nos preocupa la

situaci?n de los derechos humanos en Cuba".29

Esta forma de votar satisfizo a la C?mara de Diputados y a una mayor?a de senadores, mas no a los grupos defensores de los derechos humanos y menos a?n al gobierno de Washington, que esperaba de M?xico un voto condenatorio. Fue Cuba la que tuvo una reacci?n sorprendente. Si bien

por un lado el canciller cubano expres? que la abstenci?n de M?xico se

deb?a a un amplio movimiento popular y de opini?n p?blica que incluy? declaraciones expresas de las dos c?maras del Congreso, por otro lado dijo que Casta?eda hab?a estado trabajando para una condena contra Cuba.30

Sin embargo, Castro agradeci? con posterioridad la abstenci?n.

Cuadro 1 Comisi?n de Derechos Humanos

Votaci?n a favor o en contra de la resoluci?n condenatoria de Cuba

A?o A favor En contra Abstenci?n

1992 23 8 21 1993 27 10 15 1994 24 9 20 1995 22 8 23 1996 20 5 28 1997 19 10 24 1998 16 19 18 1999 21 20 12 2000 21 18 14 2001 22 20 10

2002_23_21_9 Fuente: Claude Heller, "La cuesti?n cubana en los foros multilaterales", Foro

Internacional, vol. XLIII, n?m. 3, M?xico, julio-septiembre de 2003, cuadro 1,

p. 689.

29 El Universal, M?xico, 19 de abril de 2001, primera plana. 30 Milenio Diario, M?xico, 21 de abril de 2001, p. 5.

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880 Mario Ojeda FI XLVII-4

Cuadro 2 Asamblea General de las Naciones Unidas

Votaci?n sobre la iniciativa de condena a los Estados Unidos

por el embargo econ?mico a Cuba

A?o A favor En contra Abstenci?n

1992 59 3 71 1993 88 4 57 1994 101 2 48 1995 117 3 38 1996 137 3 25 1997 143 3 17 1998 157 2 12 1999 155 2 8 2000 167 3 4

2001_167_3_3 Fuente: Claude Heller, op. cit., cuadro 2, p. 690.

Pero m?s all? de las reacciones queda la interrogante de por qu? se

vot? as?. El gobierno de Fox era de extracci?n conservadora, producto de una elecci?n democr?tica y desde su campa?a electoral Fox mismo se hab?a

comprometido con la defensa de los derechos humanos. Por otra parte es

taba su pol?tica de acercamiento a Washington en busca de un acuerdo

migratorio integral ( the whole enchilada). Desde la ?ptica de esta pol?tica de acercamiento a Estados Unidos el apoyo a la condena de Cuba era una

oportunidad de quedar bien con Washington. Dados estos antecedentes, la

explicaci?n l?gica, m?s no suficiente, de la abstenci?n parece ser no haber

querido violar la Constituci?n ni quedar mal con el Congreso. A pesar de estos incidentes las relaciones con Cuba siguieron su curso

normal. En febrero de 2001 visit? Cuba una delegaci?n del estado de Zaca tecas encabezada por el gobernador Ricardo Monreal. Castro recibi? un

doctorado honoris causa otorgado por la Universidad Aut?noma de Zacate

cas; y una comitiva de diputados viaj? a La Habana para formalizar una re

uni?n interparlamentaria M?xico-Cuba; la embajada de M?xico ofreci? una recepci?n

a m?s de cien mexicanos estudiantes de la Escuela Latinoa

mericana de Medicina de La Habana. El mes de marzo se devel? el busto de Manuel Tello padre en el Parque de la Dignidad de La Habana con asis tencia de sus familiares; un grupo de m?dicos mexicanos asisti? al Congre so de Oftalmolog?a; y una delegaci?n de legisladores a la 105 Conferencia de la Uni?n Parlamentaria. Los miembros panistas de la delegaci?n se en

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oct-dic 2007 Vicente Fox: el rompimiento de facto con Cuba 881

trevistaron con disidentes cubanos. En abril, una misi?n de la Secretar?a de Econom?a viaj? a La Habana para tratar el asunto de la firma del Acuerdo de Promoci?n y Protecci?n Rec?proca de Inversiones (appri); y el gobier no de Cuba inform? que ten?a el deseo de que pemex o el Instituto Mexi cano del Petr?leo le prestaran asistencia para explorar el subsuelo marino

de su territorio.

En mayo de 2001 se firm? el Acuerdo de Promoci?n y Protecci?n Mu tua de Inversiones. En junio, Castro envi? una carta a Fox, por conducto de su embajador en M?xico, en donde le informaba que Cuba apoyar?a la can

didatura mexicana al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas; se celebr? en Boca del R?o, Veracruz, la Cuarta Reuni?n Interparlamentaria M?xico Cuba. En julio, Cuba reanud? los pagos del servicio de su deuda con M?xi co despu?s de casi veinte a?os. En noviembre se verific? en Lima, Per?, la XI Cumbre Iberoamericana con la ausencia de Castro, quien tuvo que per manecer en la isla para atender los da?os causados por el hurac?n Miche

lle. La Cumbre aprob? una declaraci?n final en la que se exhortaba al

gobierno norteamericano a derogar la Ley Helms-Burton y se condenaba el

terrorismo; la Asamblea General de la onu aprob? la resoluci?n condena toria del bloqueo norteamericano a Cuba por 167 votos a favor, 3 en contra

y 3 abstenciones. En enero de 2002, el presidente de la Comisi?n de Relaciones Exterio

res, de filiaci?n panista, inform? que para el siguiente periodo de sesiones estar?a lista una propuesta para reformar la Constituci?n en el apartado

en

que est?n inscritos los principios de la pol?tica exterior; una comitiva de 127

diputados federales, ocho asamble?stas y 12 diputados locales viaj? a La

Habana para participar en la conmemoraci?n del centenario de las relacio

nes M?xico-Cuba.

La visita de Fox a Cuba en febrero siguiente interrumpi? la rutina y buena marcha de las relaciones bilaterales m?xico-cubanas. Fox viaj? a la isla en visita de trabajo, no de Estado, para permanecer los d?as 3 y 4 de fe brero. Dicha visita, seg?n fuentes oficiales, ten?a el objetivo de ampliar y

profundizar la relaci?n bilateral, la cooperaci?n en todos los ?mbitos e in crementar los intercambios comerciales y financieros.31 Seg?n el embajador

Pascoe, ello significaba un mensaje de gran fraternidad, porque Fox viajaba al principio de su sexenio y no al final, como se hab?a venido practicando.32

Antes de su partida Fox concedi? una entrevista al peri?dico cubano Granma en la que descart? su intermediaci?n en el conflicto entre Cuba y Estados Unidos para poner fin al bloqueo econ?mico, y puntualiz?: "No

31 El Universal, M?xico, 3 de febrero de 2002, p. Al5. 32 El Universal, M?xico, 12 de enero de 2002, p. AlO.

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882 Mario Ojeda FI XLVII-4

creo que sea nuestro papel intervenir para impulsar eso, eso ser? entre

ellos mismos."33

La agenda de trabajo de Fox inclu?a el dep?sito de una ofrenda floral en el Monumento a Jos? Mart?, una visita a la zona de desarrollo petrolero de Puerto Escondido, as? como un recorrido por el Centro Hist?rico de La Habana. Adem?s de la condecoraci?n con el ?guila Azteca al presidente de los Grupos Parlamentarios de Amistad Cuba-M?xico.

En consecuencia, a muchos sorprendi? que, fuera de agenda, Fox y Casta?eda se entrevistaran en la embajada mexicana con un grupo de disi

dentes, entre los que se encontraba Elizardo S?nchez Santacruz, presidente de la Comisi?n Cubana pro Derechos Humanos y Reconciliaci?n Nacional. Fox se convirti? as? en el primer jefe de Estado en tener reuniones con di sidentes durante una visita oficial a Cuba.34

Seg?n el presidente Fox, ?l mismo con anterioridad hab?a comunicado a Castro su decisi?n de entrevistarse con disidentes. Esta actitud se enmar

caba en la pol?tica de apoyar la observancia de los derechos humanos en el ?mbito internacional y Cuba no pod?a ser la excepci?n.35 Tambi?n se solici t? la eliminaci?n de la pena de muerte.36

Esta pol?tica coincid?a con la predicci?n que Casta?eda hab?a hecho en el sentido de que deb?a terminarse la relaci?n de M?xico con la Revoluci?n

cubana, para reiniciarse la relaci?n de M?xico con la Rep?blica de Cuba.37

Luego de la entrevista de las comitivas oficiales de M?xico y Cuba del 3 de febrero, Pascoe escribi? en su diario: "No tenemos propuesta alguna para Cuba. Eso hace que la reuni?n sea tan filos?fica y vaga. Pero me alar

ma que Fox diga que M?xico no va a promover una resoluci?n contra Cuba en la Comisi?n de Derechos Humanos. Espero que sea cierto."38

Poco despu?s, el 27 de febrero, ocurri? un nuevo incidente que vino a tensar a?n m?s las relaciones bilaterales. De acuerdo con la versi?n de las autoridades cubanas, un pasaje del discurso de Casta?eda en la inaugura ci?n del centro cultural mexicano en Miami fue reproducido por la estaci?n norteamericana Radio Mart? en un contexto distinto del que fue pronuncia do. Casta?eda hab?a dicho: "las puertas de la embajada de M?xico est?n abiertas para todos los cubanos, como lo est?n tambi?n las de M?xico". Esto

lo inform? Radio Mart? a?adiendo la frase de "la relaci?n de M?xico con la Revoluci?n cubana ha terminado para reiniciar la relaci?n con la Rep?blica

33 Nota de Jos? Luis Ruiz, El Universal, M?xico, 3 de febrero de 2002, p. A15. 34 Tello D?az, op. cit., p. 151. 35 Covarrubias Velasco. op. cit., p. 641. 3fi Pascoe Pierce, op. cit., p. 274. 37 Tello D?az, op. cit., pp. 148-149. 38 Pascoe Pierce, op. cit., p. 279.

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oct-dic 2007 Vicente Fox: el rompimiento de facto con Cuba 883

de Cuba". Seg?n las autoridades cubanas esto fue interpretado literalmente en los barrios populares de La Habana y se convirti? en rumor. Para la no

che, cerca de 500 cubanos se arremolinaban en la reja de la embajada mexi

cana tratando de introducirse en ella. Al poco rato un autob?s conducido

por uno de ellos embisti? la reja, la rompi? y logr? penetrar en la sede, jun to con los dem?s demandantes de asilo. Este incidente moviliz? a varios funcionarios de ambas partes, algunos mexicanos que viajaron por ese mo

tivo a La Habana y hasta el mismo Castro se vio implicado en ello. Finalmen te y seg?n fuentes mexicanas, se

negoci? con las autoridades cubanas que

fuerzas de seguridad entraran desarmadas a desalojar la embajada.39 El incidente ocup? a los medios mexicanos y cubanos por varios d?as y

fue difundido por todo el mundo por la prensa internacional. Se especul? tambi?n acerca de si la movilizaci?n de tantos cubanos hab?a sido espont? nea o intencional. Los que pensaban en lo ?ltimo estaban divididos: unos

culpaban a Miami y otros a La Habana. Los primeros se inclinaban a pensar que el incidente era una maniobra de los cubanos exiliados para empeorar las relaciones entre ambos pa?ses y provocar el voto de condena; los segun

dos, a que era un ardid de La Habana para meter en aprietos a Casta?eda.

Este simplemente coment? que hab?a sido "una travesura de Fidel Castro".40 El incidente vino a conocerse con el nombre de "guaguazo"

o sea "camio

nazo", traducido al espa?ol mexicano.

Los incidentes continuaron. El 18 de marzo siguiente se inici? en la ciudad de Monterrey la Conferencia Internacional sobre Financiaci?n para el Desarrollo, con la presencia de cuarenta jefes de Estado y de gobierno, as? como del secretario general de las Naciones Unidas. Originalmente Cas tro no estaba incluido, pero se hizo invitar por medio de una carta que en

vi? a Fox. El 21 de marzo toc? a Castro hacer uso de la palabra. En su discurso

descalific? el consenso logrado en Monterrey y a las instituciones financie ras internacionales. Despu?s,

en obvia maniobra para atraer la atenci?n,

solicit? autorizaci?n al presidente de la sesi?n, el propio Fox, para hacer de nuevo uso de la palabra. Una vez autorizado, sac? un papel y ley? lo siguien te: "Les ruego a todos me excusen que no pueda continuar acompa??ndo

los, debido a una situaci?n especial creada por mi participaci?n en esta

cumbre, y me vea obligado a regresar de inmediato a mi pa?s."41 La salida intempestiva de Castro gener? sorpresa en la sala y un nuevo

motivo de tensi?n en las relaciones entre M?xico y Cuba. Casta?eda recha

39 Pascoe Pierce, en su libro citado, da cuenta amplia de estos hechos. V?ase pp. 307-329. 40 Andr?s Oppenheimer, "La travesura de Castro", Nexos, abril de 2002, citado por Tello

D?az, op. cit., p. 152. 41 El Universal, M?xico, 22 de marzo de 2002, p. A7.

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884 Mario Ojeda FI XLVII-4

z? de inmediato la idea de que M?xico hubiese recibido "presi?n alguna, influencia, gesti?n o insinuaci?n" por parte de Washington, ni "tampoco de parte de ning?n sector de Estados Unidos".42 M?s tarde, Fox tambi?n

neg? que hubiese habido injerencia externa alguna y a?adi?: "ya no hay ninguna dependencia,

no hay ninguna presi?n sobre nuestra soberan?a".43

Por su parte, los cubanos presentes en la reuni?n dijeron que por razones

de discreci?n no revelar?an la causa del precipitado abandono de la re

uni?n por parte de Castro.44

Despu?s de la reuni?n se gener?, tanto en los medios cubanos como en

los mexicanos, un clima de gran agitaci?n que perdur? por varios d?as. En

M?xico, la C?mara de Diputados aprob? -sin el voto del pan- un punto de acuerdo para citar a comparecer al secretario de Relaciones a fin de que

explicara "el abrupto retiro" de Castro de la reuni?n de Monterrey. Ade

m?s, el presidente de la Comisi?n de Relaciones Exteriores de dicha C?ma

ra, Gustavo Carvajal, calific? de "situaci?n in?dita" el hecho de que un jefe de Estado invitado a participar en una reuni?n internacional manifestara

que fue objeto de presiones para evitar su presencia

en nuestro pa?s.45 A?n no se apagaban los rescoldos del incendio provocado por la in

tempestiva salida de Castro de la reuni?n de Monterrey, cuando surgi? de nuevo el asunto del voto en Ginebra sobre la situaci?n de los derechos humanos en Cuba. M?xico inform?, por voz del subsecretario Gustavo

Iruegas, que se votar?a a favor de la resoluci?n que contemplaba la visita de la relatora de la onu a Cuba; que esta postura no estaba influida por el incidente de Monterrey; y que se tomaba porque M?xico hab?a dejado de usar la diplomacia "para defender a los transgresores de los derechos humanos".46 Fox declar?, en gira por Tijuana, que no se trataba de una

condena a Cuba, "sino de una propuesta positiva hacia los derechos hu manos".47

Pero M?xico no solamente votar?a a favor de este proyecto de resolu

ci?n presentado por Uruguay sino que era uno de sus patrocinadores. Por otra parte, Iruegas declar? que Castro hab?a sido informado de esta deci si?n por instrucciones de Casta?eda, quien a su vez dijo que en el proyecto

42 El Universal, M?xico, 22 de marzo de 2002, primera plana. 43 Nota de Jorge Fern?ndez Men?ndez, Milenio Diario, M?xico, 25 de marzo de 2002, pri

mera plana. 44 Nota de Carlos Benavides y Jos? Luis Ruiz, El Universal, M?xico, 22 de marzo de 2002,

p.A6. 45 Nota de Francisco Garfias y Heliodoro C?rdenas, Milenio Diario, M?xico, 26 de marzo

de 2002, p. 4. 4fi Milenio Diario, M?xico, 16 de abril de 2002. 47 Ibid.

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ocT-Dic 2007 Vicente Fox: el rompimiento de facto con Cuba 885

de resoluci?n "no hay condena, no hay cr?ticas, no

hay censura. Se hace un

llamado a Cuba a hacer un esfuerzo en esta materia".48

Casta?eda fue se?alado nuevamente como el arquitecto principal de la

postura. ?sta hab?a sido calificada por el Congreso mexicano, desde el a?o

anterior, como violatoria de la Constituci?n. El Senado hab?a convocado a Casta?eda a comparecer para explicar lo sucedido en

Monterrey. Sin em

bargo, Casta?eda nunca se present?

a comparecer. En consecuencia, el

mes de abril de 2002, en v?speras de la votaci?n de Ginebra, el Senado re chaz? otorgar al presidente Fox autorizaci?n para viajar a Estados Unidos y Canad?.49 La cuesti?n cubana hab?a afectado incluso la relaci?n entre los

poderes.

Finalmente, el 19 de abril de 2002 se llev? a cabo en Ginebra la vota ci?n sobre el caso de Cuba y M?xico vot? a favor de la resoluci?n presenta da por Uruguay. La reacci?n cubana fue casi inmediata. El 22 de abril, solamente tres d?as despu?s de la votaci?n, Castro present?, ante los me

dios de comunicaci?n, la grabaci?n de una conversaci?n telef?nica sosteni da con Fox en v?speras de la reuni?n de Monterrey. Para esta rueda de

prensa las autoridades cubanas hab?an invitado a varios periodistas mexica

nos de primera l?nea.50 En dicha grabaci?n aparec?a claramente c?mo Fox le ped?a

a Castro que abandonara la reuni?n antes de que esta terminara:

"Me acompa?as a la comida y de ah? te regresas." Esta frase se har?a famosa

en M?xico en forma abreviada: "Comes y te vas". Castro se dio tiempo toda

v?a de ponerle una trampa a Fox: "D?game, ?en qu? m?s puedo servirlo?", a

lo cual ?ste contest?: "Pues b?sicamente en no agredir a Estados Unidos o

al presidente Bush".51

Cabe recordar que el gobierno mexicano hab?a negado haberle soli citado a Castro retirarse de la Cumbre de Monterrey antes de que ?sta terminara. La respuesta cubana a esta afirmaci?n hab?a sido que pose?a

pruebas irrebatibles de todo lo ocurrido, pero que hab?a decidido abste nerse de usarlas para "...mantener relaciones normales con el Gobierno

de M?xico y no lesionar en lo m?s m?nimo la autoridad y el prestigio del Presidente Fox".52

Con esta revelaci?n Fox y Casta?eda quedaban como mentirosos y su

pol?tica hacia Cuba perd?a seriedad. Los votos de condena a Cuba se ha

b?an basado en argumentos ?ticos que hac?an a un lado las normas consti

48 Milenio Diario, M?xico, 16 de abril de 2002, p. 4. 4?) Pascoe Pierce, op. cit., p. 347 50 Ibid. 51 Reforma, M?xico, 23 de abril de 2002, citado por Tello D?az, op. cit., p. 154.

52 "El culpable de lo ocurrido en Monterrey se llama Jorge Casta?eda", Granma, 26 de

marzo de 2002, citado por Covarrubias Velasco, op. cit., p. 642.

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886 Mario Ojeda FI XLVII-4

nacionales.53 ?Cu?l ?tica pod?an reclamar despu?s de la revelaci?n de Castro? Pero Fox no hab?a perdido solamente autoridad moral, sino que al caer en la trampa de Castro hab?a demostrado gran ingenuidad, algo incompatible con el buen desempe?o pol?tico. Seg?n los medios, Castro hab?a "chama

queado" a Fox, o sea, le hab?a tomado el pelo como a un ni?o.

Fox se sinti? obligado a disculparse p?blicamente por haber mentido: "Si alguien interpreta que hubo un enga?o, a esos les pido disculpas porque lo que dije fue, como siempre, trabajando por M?xico."54 En el pa?s la opi ni?n p?blica se dividi? entre los que calificaban a Castro como falto de ?tica

por haber grabado y revelado una conversaci?n confidencial y los que con

denaban a Fox por haber mentido.

Una noticia importante qued? relegada a un segundo plano ante la

sorpresiva revelaci?n de Castro y la avalancha de comentarios que suscit?.

La noticia era que el embajador Pascoe hab?a dado a conocer su propia posici?n

a la prensa mexicana: "Suger? votar abstenci?n.. ,"55 Esto equival?a a disentir de la pol?tica de su propio gobierno. As? lo public? la prensa y as? lo consider? la Secretar?a de Relaciones Exteriores. El subsecretario Irue

gas declar? a la prensa: "Disentir en ese sentido est? fuera de orden."56 En el fondo, sin embargo, Iruegas tambi?n era partidario de la abstenci?n, como m?s tarde se supo y ?l mismo admiti?. Sin embargo, a diferencia de

Pascoe, se disciplinaba con la "l?nea de arriba", quiz?s por ser diplom?tico de carrera y heredero de una tradici?n de ortodoxia.57

El propio Iruegas relata en un extenso art?culo que public? a?os des

pu?s, cuando ya Casta?eda no era secretario, ni ?l subsecretario, la historia

de c?mo el primero frustr? un intento de reacercamiento con Cuba. En dicho art?culo revela que despu?s de Monterrey ni Fox ni ?l mismo consi deraban a Casta?eda interlocutor v?lido para Cuba. Relata tambi?n c?mo Fox sugiri?, luego de leer el editorial del Granma, que Casta?eda era el

responsable de lo sucedido en Monterrey, y que el propio canciller -que estaba en Ginebra- deb?a llamar a La Habana para disculparse. Refiere asimismo c?mo Fox le consult? acerca de qu? era lo que se pod?a hacer, c?mo prepar? ?l una carta personal de acercamiento firmada por el presi dente y dirigida a Castro, c?mo esa carta fue enviada y se recibi? una res

puesta de aceptaci?n y c?mo, sobre esa base, redact? un largo memorando

53 Raymundo Riva Palacio, El Universal, M?xico, 20 de abril de 2002, p. A26.

54 Nota de Patricia Ruiz, Milenio Diario, M?xico, 25 de abril de 2002, primera plana. 55 Pascoe Pierce, op. cit., p. 351. 56 Nota de Victor H. Michel, Milenio Diario, M?xico, 20 de abril de 2002, p. 5. 57 Pascoe Pierce, op. cit., pp. 347-348. V?ase tambi?n Tello D?az, op. cit., pp. 152-153. Tello

D?az entrevist? al propio Iruegas, quien afirm? que "la actitud de Casta?eda con Cuba no

contaba con el apoyo de la Secretar?a de Relaciones Exteriores", p. 153.

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Page 21: Vicente Fox: el rompimiento de facto con Cuba

ocT-Dic 2007 Vicente Fox: el rompimiento de facto con Cuba 887

en el que sentaba criterios y principios para normar las relaciones futuras,

para ser sometido a la consideraci?n de las autoridades cubanas.58

Adem?s, relata Iruegas c?mo Casta?eda -ya de regreso en M?xico

omiti? presentar a consideraci?n de Fox el memorando de entendimiento con Cuba, durante su acuerdo en Los Pinos, y c?mo le dijo al propio subse cretario que el presidente hab?a dejado la revisi?n del documento para

despu?s.59 El autor a?ade que, si Casta?eda no hubiera anulado el prop?si to real de Fox de recomponer la relaci?n, hoy las cosas estar?an en un nivel

aceptable de normalidad. Y termina diciendo: "Con esa dolosa omisi?n en

vileci? su amistad con Vicente, fue alevosamente desleal al presidente Fox

y cometi? una felon?a contra el Estado mexicano."60

El 12 de septiembre de 2002 el embajador Pascoe viaj? a M?xico por instrucciones de la canciller?a y al d?a siguiente se le inform? que el presi dente hab?a dado por concluida su misi?n en Cuba.61 Lo habr?a de sustituir m?s tarde Roberta Lajous, de filiaci?n priista, pero diplom?tica de carrera.

A partir de las revelaciones de Castro sobre Monterrey, los tratos entre

M?xico y Cuba, al m?s alto nivel (mandatarios, cancilleres, funcionarios),

quedaron pr?cticamente congelados. Las relaciones bilaterales siguieron su curso pues nunca se lleg? al rompimiento formal.

Hacia finales de octubre de 2002 el presidente del pri, Roberto Madra

zo, viaj? a Cuba para asistir a una reuni?n de la Conferencia Permanente de Partidos Pol?ticos de Am?rica Latina (copppal). Lleg? acompa?ado de

seis ex embajadores de M?xico en Cuba: Joaqu?n Coldwell, Celso Delgado, Heriberto Galindo, Gonzalo Mart?nez Corbal?, Mario Moya Palencia y Car

los Tello. Todos ellos de filiaci?n priista, aunque con distintos grados de adhesi?n. Castro los salud? efusivamente y les dijo: "Sepan que cada d?a los

extra?amos m?s en Cuba."62

Esta efusiva frase tiene importancia porque puede interpretarse como

que extra?aba al pri y que el pan era su enemigo. Pero tambi?n puede in

terpretarse en relaci?n con Pascoe. Castro se hab?a alejado de ?l a ra?z del

"guaguazo" a la sede de la embajada mexicana por una declaraci?n suya a

la prensa en el sentido de que hab?a solicitado a las autoridades cubanas

que las fuerzas de seguridad, que hab?an llegado para desalojar a los invaso res de la embajada, lo hicieran desarmadas. Esto le hab?a parecido a Castro un acto de insolencia e intromisi?n. As? es que la frase se puede interpretar

58 Gustavo Iruegas, "La traici?n del g?ero", La Jornada, M?xico, 20 de octubre de 2005,

primera plana. 59 Ibid. 60 Ibid. 61 Pascoe Pierce, op. cit., p. 471. 62 milenio.com, 25 de octubre de 2002.

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888 Mario Ojeda FI XLVII-4

tambi?n en el sentido de que extra?aba a los del pri en comparaci?n con los del prd.

Los d?as 15 y 16 de diciembre de 2003 se llev? a cabo en La Habana la XII Sesi?n del Grupo de Trabajo M?xico-Cubano para la Colaboraci?n Eco n?mica. En esta reuni?n se presentaron varias iniciativas, entre ellas unos

proyectos para establecer cruceros entre M?xico y Cuba y reparar y cons

truir buques mexicanos en astilleros cubanos.63

A pesar de todo, el mes de diciembre de 2002 un acontecimiento im

portante vino a dar realce a las deterioradas relaciones. Cuba hab?a sido

elegido invitado de honor para la celebraci?n, ese a?o, de la Feria Interna cional del Libro de Guadalajara y se esmer? por tener una participaci?n destacada.

La delegaci?n cubana cont? con m?s de 600 participantes, entre escri

tores, artistas y funcionarios. El sector art?stico de la delegaci?n inclu?a a los miembros del Ballet Nacional, las bailarinas del famoso Cabaret Tropicana, m?sicos y cantantes.64 Infortunadamente un

desagradable incidente vino a

manchar la participaci?n de la delegaci?n cubana. Sabedores de que la Feria de ese a?o estaba dedicada a Cuba, los directivos de la revista Letras Libres destinaron su n?mero de noviembre a tratar los problemas de la isla. Los art?culos estaban escritos por cubanos opositores

a Castro y en ellos

condenaban el autoritarismo, la violaci?n de los derechos humanos y en

general se?alaban las penurias del pueblo cubano. La noche del primero de diciembre, varios de estos escritores fueron agredidos por un grupo que inclu?a miembros de la delegaci?n cubana.65

En enero de 2003, Casta?eda renunci? a su cargo. Admiti?,* como ya vimos, que no hab?a podido salir adelante ante la pol?tica exterior de los Estados Unidos. A esto se podr?a a?adir que tampoco pudo salir adelante ante la experiencia de Castro. De acuerdo con uno de sus cr?ticos, Casta?e

da traslad? su ruptura personal con la Revoluci?n cubana a las relaciones oficiales entre M?xico y Cuba.66

A Casta?eda lo sustituy? Luis Ernesto Derbez, quien ven?a de ocupar la Secretar?a de Econom?a en el gabinete de Fox. Sin formaci?n diplom?tica, su ?nica experiencia internacional proven?a de haber tenido un puesto en

el Banco Mundial. A diferencia de Casta?eda, que ten?a un proyecto con

creto de pol?tica exterior, criticado por muchos y alabado por menos, Der

bez mostr? una actitud err?tica o casu?stica, en el mejor de los casos. Sin

,,;1 Secretar?a de Relaciones Exteriores, Cuarto informe de labores, M?xico, Io de septiembre de 2004, p. 184.

,VI Tello D?az, op. cit., p. 155. ,ir'

Ibid., pp. 155-156. ,,('

Iruegas, op. cit., p. 15.

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ocT-Dic 2007 Vicente Fox: el rompimiento de facto con Cuba 889

embargo, la postura en relaci?n con Cuba se mantuvo igual, lo que tal vez

demostrar?a que no era solamente Casta?eda, sino tambi?n Fox, el respon sable de la actitud cr?tica hacia Castro. Derbez tiene en su haber, aunque en forma compartida con otros cancilleres, el lograr la extinci?n de la Comi

si?n de Derechos Humanos, que pon?a el ?nfasis en la condena, y sustituirla

por el Consejo de Derechos Humanos, que pone el ?nfasis en la coopera ci?n. Adicionalmente, Derbez tiene el m?rito de haber logrado que fuera un mexicano quien presidiera el nuevo

organismo, organismo que inici?

funciones el 19 de junio de 2006.67 A pesar de todo, las relaciones bilaterales ordinarias siguieron su curso

normal. Para tener datos concretos acerca de su magnitud, baste decir que

en 2002 hab?a en Cuba 245 becarios mexicanos solamente en la Escuela Latinoamericana de Medicina; 241 dispersos en otras instituciones univer sitarias y de estudios superiores; y que se llevaban a cabo varios proyectos conjuntos de investigaci?n cient?fica y tecnol?gica. Adem?s, 126 profesores y entrenadores deportivos cubanos prestaban servicios en M?xico y 25 be carios mexicanos estudiaban en la Escuela Latinoamericana del Deporte.68 El entrenador de la famosa atleta mexicana Ana Guevara era cubano. Tal

vez debido a todo esto M?xico logr? reducir la distancia frente a Cuba en

los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe de 2006: en 1998 M?xico obtuvo 61 medallas de oro frente a 191 de Cuba, mientras que en

2006 M?xico gan? 107 frente a 138 de Cuba. En total de medallas se pas? de 219 y 334 en 1998, a 275 y 285 en 2006.69

Por otra parte, la ruta mexicana hacia Miami se fue ampliando y en 2001 el Instituto Nacional de Migraci?n (inm) registr? la entrada al pa?s de 14 697 cubanos.70 (Para el n?mero de visitantes mexicanos, v?ase cuadro 3.)

En 2005, tres pescadores mexicanos fueron detenidos por las autorida

des cubanas acusados de tr?fico de indocumentados cubanos hacia Quinta na Roo. Dichas autoridades dijeron que los tres admitieron su culpabilidad y entregaron "datos pormenorizados" sobre una de las redes de traficantes

de indocumentados radicada en el sureste de M?xico.71

Las reuniones interparlamentarias M?xico-Cuba tambi?n siguieron su

curso normal. Valga se?alar que durante la IV Reuni?n, celebrada en la

67 Milenio Diario, M?xico, 20 de mayo de 2006, p. 10. 08 Mario Oliva Su?rez, del Ministerio de Educaci?n Superior de Cuba, "Intercambio cien

t?fico y cultural Cuba-M?xico", en M?xico-Cuba, 1902-2002, C?tedra Extraordinaria "Jos? Mar

t?", M?xico, UNAM, 2003, pp. 41 y 47. 69 La Afici?n, M?xico, Io de agosto de 2006, p. 14. 70 Tarcisio Navarrete M., M?xico-Cuba durante el gobierno del presidente Fox, M?xico, edici?n

del autor, s/f, p. 31. 71 Milenio Diario, M?xico, 9 de abril de 2006, p. 11.

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890 Mario Ojeda FI XLVII-4

Cuadro 3 Arribo de visitantes mexicanos a Cuba

A?o Visitantes

1990 34 465 1991 48 771 1992 44 644 1993 56 254 1994 49 096 1995 32 069 1996 37 230 1997 52 712 1998 61 589 1999 70 983 2000 86 540 2001 98 495 2002 87589 2003 88 786 2004 79 752 2005_89 154 Fuente: Oficina de Turismo de Cuba en M?xico, julio de 2006.

ciudad de Veracruz, el diputado panista Tarcisio Navarrete propuso impo ner una cl?usula democr?tica a Cuba. Su idea ten?a el respaldo que le daba la "cl?usula democr?tica" que la Uni?n Europea le hab?a impuesto a M?xi co como condici?n para firmar un tratado de libre comercio. Sin embargo, los miembros del pri, prd y pt rechazaron la propuesta.72 En la VI Reuni?n, efectuada en Morelia, en julio de 2003, la delegaci?n panista logr? que se

incluyera en la declaraci?n final el siguiente p?rrafo: "Respecto al tema de los derechos humanos y la democracia ratificaron su vigencia universal y la necesidad de su

promoci?n en todas las naciones."73

Sin embargo, una vez m?s el voto mexicano a favor de la condena a Cuba

en materia de derechos humanos vino a alterar el clima de las relaciones en

marzo de 2004. En represalia por el voto, La Habana deport? a M?xico al

empresario mexicano Carlos Ahumada. Este se hab?a refugiado en Cuba lue

go de dar a conocer unos videos que mostraban que varios funcionarios

del gobierno de la ciudad de M?xico hab?an aceptado dinero de su parte. El

72 Covarrubias Velasco, op. cit., 2003, p. 640. 73 Navarrete M., op. cit., p. 123.

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ocT-Dic 2007 Vicente Fox: el rompimiento de facto con Cuba 891

jefe de gobierno, Andr?s Manuel L?pez Obrador, adujo en su momento que ?sta era una

conspiraci?n en su contra organizada por el gobierno de Fox.

Junto con la deportaci?n, el gobierno de La Habana envi? una nota en la que se informaba que Ahumada hab?a declarado que el uso de los videos hab?a sido una operaci?n planeada para alcanzar objetivos pol?ticos. Esta

declaraci?n, de ser cierta, ven?a a confirmar la tesis de L?pez Obrador de

que se trataba de una conspiraci?n orquestada

en su contra, lo que contri

buy? a enrarecer a?n m?s el ambiente pol?tico. Poco tiempo despu?s, el Io de mayo, D?a del Trabajo, Castro dijo en su

discurso que la frontera de M?xico y Estados Unidos "no est? ya en el R?o Bravo [sino] mucho m?s dentro de M?xico".74 Esto era demasiado para el

gobierno mexicano. En consecuencia, se solicit? al embajador de Cuba,

Jorge Bola?os, abandonar el pa?s en un plazo perentorio de 48 horas. Por otra parte, Roberta Lajous, la embajadora mexicana en La Habana, recibi?

instrucci?n de regresar de inmediato a M?xico.75 Los secretarios de Gobernaci?n Santiago Creel y de Relaciones Exterio

res Ernesto Derbez fueron los encargados de anunciar al p?blico esta deci si?n y dijeron que las acciones y declaraciones de Cuba "han sido de injerencia directa en asuntos internos de competencia exclusiva de los mexicanos".

Esta acusaci?n a Cuba, de "injerencia directa en asuntos internos de

competencia exclusiva de los mexicanos", resulta contradictoria a la luz

de experiencias anteriores. Por ejemplo, la entrevista que tuvo Fox, duran

te su visita a Cuba, con disidentes pol?ticos. La cuesti?n era entonces muy

sencilla desde el punto de vista de La Habana: si M?xico no aplica el prin cipio de no intervenci?n en relaci?n con Cuba ?por qu? Cuba habr?a de

aplicarlo en relaci?n con M?xico? Las relaciones diplom?ticas entre M?xico y Cuba quedaron reducidas

a nivel de encargados de negocios el 2 de mayo de 2004. Fueron restable cidas a nivel de embajador hasta el 26 de julio siguiente, despu?s de una

entrevista de Derbez con el canciller cubano en La Habana.76 Mucho se

coment? en los medios mexicanos el hecho de que, lo que hab?a sido

pr?cticamente la expulsi?n de un embajador, jam?s hab?a ocurrido en los cien a?os de relaciones entre M?xico y Cuba.77 Las relaciones diplom?ti cas no fueron suspendidas formalmente, pero fue una especie de rompi

miento defacto. M?s a?n, el Banco Nacional de Comercio Exterior cerr?

74 Granma Internacional Digital, citado por Enrique Romero Leal, Cuando el amor se acaba:

el fin del entendimiento pol?tico entre M?xico y Cuba, tesis de licenciatura, M?xico, El Colegio de

M?xico, 2005, p. 134. 75 Ibid. 76 El Universal, M?xico, 13 de abril de 2005, p. Al 3. 77 Tello Diaz, op. cit., p. 158.

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892 Mario Ojeda Fl XLVII-4

sus oficinas en La Habana, dando por terminando un cap?tulo de intensa

cooperaci?n.78 (Ver cuadro 4).

Cuadro 4 Comercio de M?xico con Cuba

(1990-2005) (Miles de d?lares)

A?o Exp. Imp. Total Saldo

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005*

104 068 104 554 116 874 95 484 173 785 394 504 330 665 285 393 250 430 214 395 209 213 175 557 129 969 142 440 152 218 124 307

53 496 44 417 7 610 7 082

11783 6 233

22 850 34 222 28 451 22 608 27 978 25 669 24 290 20 308 21168 13 971

157 564 148 971 124 484 102 566 185 568 400 737 353 515 319 615 278 881 237 003 237 191 201 226 154 259 162 748 173 386 138 278

50 572 60137 109 264 88 402

162 002 388 271 307 815 251 171 221 979 191 787 181 235 149 888 105 679 122 132 131 050 110 336

* Enero-septiembre.

Fuente: Secretar?a de Econom?a, con datos del Banco de M?xico.

A pesar de todo lo anterior, M?xico volvi? a insistir en 2005 en el voto condenatorio de Cuba en materia de derechos humanos. En esta ocasi?n,

la respuesta de Castro fue solamente verbal. Sin embargo, sorprendente

mente, en 2006 M?xico vot?, como ya vimos, por la desaparici?n de la Co misi?n de Derechos Humanos.

M?s adelante, el 3 de febrero de 2006, un nuevo incidente se suscit?: el hotel Mar?a Isabel Sheraton de la ciudad de M?xico desaloj? a funcionarios cubanos cuando sosten?an negociaciones con

empresarios norteamerica

nos en materia de inversi?n en el sector energ?tico de la isla. El hotel fue

7S Ibid.

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Page 27: Vicente Fox: el rompimiento de facto con Cuba

oct-dic 2007 Vicente Fox: el rompimiento de facto con Cuba 893

instruido por su matriz norteamericana a aplicar la Ley Helms-Burton, obli

gada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. La Secretar?a de Relaciones Exteriores invoc? por primera vez la llamada "ley ant?doto",

pero posteriormente, para evitar un incidente internacional, simplemen te decidi? multar al hotel por violar disposiciones en contra de la discri

minaci?n.

Cuba acus? a M?xico de tibieza en un editorial del peri?dico Granma titulado "Un suceso verdaderamente penoso".79 Por su parte, la secretaria

de Estado, Condoleezza Rice, admiti? que el desalojo de los cubanos forma ba parte de una decisi?n de endurecer el cumplimiento de las sanciones contra Cuba.80 A su vez, un grupo de legisladores norteamericanos, republi canos y dem?cratas, envi? una misiva al Secretario del Tesoro, en la que consideraba el incidente como una "aplicaci?n extralimitada de la ley esta

dounidense que podr?a tener implicaciones mundiales significativas".81

Cuadro 5 Votaci?n de M?xico en relaci?n con Cuba

en la Comisi?n de Derechos Humanos

1990 En contra de la condena 1991 Abstenci?n 1992 Abstenci?n 1993 Abstenci?n 1994 Abstenci?n 1995 Abstenci?n 1996 Abstenci?n 1997 Abstenci?n 1998 Abstenci?n 1999 En contra de la condena 2000 Abstenci?n 2001 Abstenci?n 2002 A favor de la condena 2003 A favor de la condena 2004 A favor de la condena 2005 A favor de la condena 2006 Por desaparecer la Comisi?n

Fuente: elaborado por el autor con base en varias fuentes.

79 Granma, 10 de febrero de 2006.

80 Nota de Horacio Santini, Milenio Diario, 18 de febrero de 2006, p. 9. 81 Nota de Horacio Santini, Milenio Diario, 23 de febrero de 2006, p. 4.

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894 Mario Ojeda FI XLVII-4

Este incidente caus? gran agitaci?n en M?xico, avivada por las campa ?as de los candidatos presidenciales de las elecciones de julio de ese a?o. Sin embargo, se fue disipando a medida que el inter?s de la opini?n p?blica volv?a a centrarse en las elecciones mismas.

La tibia reacci?n del gobierno de Fox por el desalojo de los funciona rios cubanos fue como llover sobre mojado. Sin embargo, las relaciones

entre los dos gobiernos ya estaban de por s? muy deterioradas. En conse

cuencia, ?ste ven?a a ser simplemente un nuevo incidente. En el fondo de

todo, claro est?, gravitaba la contradicci?n entre los objetivos b?sicos de la

pol?tica de Fox hacia Cuba: apoyar a Castro frente al bloqueo norteameri cano mediante el fomento de la inversi?n mexicana directa y un mayor comercio e intercambio tur?stico a cambio de un relajamiento del r?gimen autoritario en la isla, la adopci?n de la democracia representativa y el res

peto de los derechos humanos. Pero estaba tambi?n la diferencia entre las personalidades de los l?deres.

Como ya vimos en la grabaci?n de la conversaci?n telef?nica entre ambos con motivo de la reuni?n de Monterrey, Fox le dice a Castro: "Me acompa?as a

la comida y de ah? te regresas" y Castro le contesta: "D?game ?en qu? m?s

puedo servirlo?" En esta corta conversaci?n se revela claramente la inge nuidad de Fox y la astucia de Castro. Particularmente la frase de Castro est? llena de malicia. Adem?s, es interesante advertir que mientras Fox le habla

de "t?", Castro lo hace de "usted".

El "comes y te vas", como se dio en llamar popularmente a este otro

incidente, vino a convertirse en el s?mbolo del rompimiento defacto entre los dos mandatarios y del deterioro de las relaciones oficiales entre M?xico

y Cuba. Con esta frase, lac?nica pero expresiva, se puso fin a una era.

Antes de poner punto final a este trabajo, es necesario decir que el Io de agosto de 2006 la prensa internacional dio a conocer la noticia de que Castro hab?a delegado el poder en su hermano Ra?l por cuestiones de sa lud. La noticia caus? consternaci?n en La Habana, j?bilo en Miami y en el

mundo se abri? la interrogante sobre el futuro de la Cuba revolucionaria.

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