VIDAS CONSAGRADASVIDAS CONSAGRADASVIDAS CONSAGRADASVIDAS CONSAGRADAS

“Sed santos, porque yo soy santo” (1Pedro 1:16)“Sed santos, porque yo soy santo” (1Pedro 1:16)“Sed santos, porque yo soy santo” (1Pedro 1:16)“Sed santos, porque yo soy santo” (1Pedro 1:16)

La vida de Sansón es una vida que habla sobre la fidelidad de Dios a pesar de las flaquezas humanas. Sansón había sido apartado desde el vientre de su madre para consagrarse solo al servicio de Dios. El ángel de Jehová se le había aparecido a la mujer que sería la madre de Sansón diciéndole que iba a tener un hijo el cual sería un niño “nazareo” a Dios y que este hijo comenzaría a salvar al pueblo de Israel de manos del enemigo.

Sansón venía al mundo con un propósito que cumplir de parte de Dios, de parte de Sansón su tarea sería guardar en su vida este voto nazareo. Pero, ¿en qué consistía este voto?

Primero: Sansón debía dedicar su vida solo al servicio de Dios.

Segundo: Sansón debía abstenerse de bebidas embriagantes y de vino de cualquier producto derivado de la uva.

Tercero: Sansón debía dejarse crecer el pelo y no cortárselo, pues el pelo sería señal principal de su consagración.

Cuarto: Sansón no debía tocar ningún cadáver, ni aún el de su ser más querido.

Sansón debía cumplir con estos requisitos. Ahora, la palabra nazareo significa: “Separado y Consagrado” Por lo que, la vida de Sansón estaba consagrada solo para servir única y exclusivamente a Dios.

Pero, ¿qué sucedió? Sansón por tres ocasiones se juntó con mujeres que no tenían nada que ver con su tribu, buscando mujeres del pueblo enemigo de Dios, además Sansón tocó en una ocasión el cadáver de un león, el cual tampoco le era permitido. Sansón había descuidado su voto nazareo contaminándose con cosas que no debía hacer.

Hay un principio establecido por Dios: La obediencia trae consigo paz y vida, y la desobediencia opresión y muerte. Y esto fue lo que le esperó a Sansón, en manos de Dalila, él confesó a ella la fuente de su poder. Y esto le llevó a caer en manos del enemigo, quienes le sacaron los ojos y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel, pero aún Dios tuvo misericordia de la vida de Sansón ayudándole una vez más a recobrar sus fuerzas en el fin de sus días.

He aquí la lección para nuestras vidas: Como hijas de Dios hemos sido apartadas y consagradas solo para el servicio único y exclusivo de Él.

El grado de nuestra consagración está en proporción a la apropiación que hacemos de Cristo, nuestra consagración está limitada únicamente a la limitación de nuestro conocimiento y obediencia a la Palabra de Dios.

Por lo tanto, todo lo que es en contra de la naturaleza y el carácter de Dios, contamina nuestra vida, “El pago del pecado es la muerte”, el Señor requiere “vidas consagradas” de parte de nosotras.

¿Es tu vida única y exclusivamente dedicada solo para el servicio y la adoración a Dios? o ¿te has estado contaminando con las cosas del mundo? El Apóstol Pedro dijo: “como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir”

¿Está siendo tu vida santa, consagrada, apartada, santificada y dedicada a Dios en toda tu manera de vivir? Dios está buscando mujeres en quien él pueda depositar todo el poder de Su Santo Espíritu, pero requiere vidas consagradas solo a Él.

“Que tu vida entera esté consagrada al Señor”

Bendiciones.- Maria AmpiéMaria AmpiéMaria AmpiéMaria Ampié Pastora Iglesia Familia Mundo de FPastora Iglesia Familia Mundo de FPastora Iglesia Familia Mundo de FPastora Iglesia Familia Mundo de F