2
Cuando hablamos de amor hay que entender que tipo de amor. El amor mas alto es el amor de amistad de caridad. No todo amor tiene razón de amistad , sino el que entraña benevolencia ; es decir, cuando amamos a alguien de tal manera que le queramos el bien . Pero si no queremos el bien para las personas amadas, sino que apetecemos su bien para nosotros , como se dice que amamos el vino, un caballo, etc., ya no hay amor de amistad, sino de concupiscencia Pero ni siquiera la benevolencia es suficiente para la razón de amistad. Se requiere también la reciprocidad de amor, ya que el amigo es amigo para el amigo. Mas esa recíproca benevolencia está fundada en alguna comunicación . Así, pues, ya que hay comunicación del hombre con Dios en cuanto que nos comunica su bienaventuranza , es menester que sobre esa comunicación se establezca alguna amistad . De esa comunicación habla, en efecto, el Apóstol cuando escribe: Fiel es Dios, por quien habéis sido llamados a sociedad con su Hijo (1 Cor 1,9). Y el amor fundado sobre esta comunicación es la caridad . Nosotros por ello tenemos la caridad que es amistad del hombre con Dios. Incluso eso nos lleva a amar al prójimo, por varios motivos: Por ese amor de amistad con Dios es que tenemos que amar al prójimo e incluso al enemigo. Cuando uno ama al amigo, que es el amor al él, también ama lo que ese amigo ama, los que tienen relación con el, sus hijos, y cualquiera que es allegado. Y puede ser tan grande al amigo, que por él, amemos a sus allegados, incluso si nos ofenden o nos odian. De este modo, la amistad de caridad se extiende incluso a los enemigos, a quienes amamos por caridad en orden a Dios, con quien principalmente se tiene la amistad de caridad. Asi también amamos a los pecadores. La amistad con quien es honesto no se tiene más que con el virtuoso como término principal. Pero en atención a él se ama también a quienes están con él vinculados, aunque no sean virtuosos. De este modo, la caridad, que sobre todo es amistad de lo honesto, se extiende a los pecadores, a quienes amamos con caridad por Dios. Hay otra razón. La amistad de caridad se funda en la comunicación de la felicidad eterna, quien es Dios su primer principio, y de él se deriva a todos los seres. Por eso Dios debe ser amado como causa de la felicidad; el prójimo, en cambio, como co-participe nuestro en la bienaventuranza. a- En nuestra prioridad de tiempo y más cercano está el amor al prójimo. Es al que vemos, Decia San Gregorio: por las cosas que conoce el alma aprende a amar lo desconocido. Por eso

Viernes III Cuaresma

Embed Size (px)

DESCRIPTION

buenisimo

Citation preview

Page 1: Viernes III Cuaresma

Cuando hablamos de amor hay que entender que tipo de amor. El amor mas alto es el amor de

amistad de caridad. No todo amor tiene razón de amistad, sino el que entraña benevolencia; es decir,

cuando amamos a alguien de tal manera que le queramos el bien. Pero si no queremos el bien para las

personas amadas, sino que apetecemos su bien para nosotros, como se dice que amamos el vino, un

caballo, etc., ya no hay amor de amistad, sino de concupiscencia

Pero ni siquiera la benevolencia es suficiente para la razón de amistad. Se requiere también la

reciprocidad de amor, ya que el amigo es amigo para el amigo. Mas esa recíproca benevolencia está

fundada en alguna comunicación. Así, pues, ya que hay comunicación del hombre con Dios en cuanto que

nos comunica su bienaventuranza, es menester que sobre esa comunicación se establezca alguna

amistad. De esa comunicación habla, en efecto, el Apóstol cuando escribe: Fiel es Dios, por quien habéis

sido llamados a sociedad con su Hijo (1 Cor 1,9). Y el amor fundado sobre esta comunicación es la caridad.

Nosotros por ello tenemos la caridad que es amistad del hombre con Dios.

Incluso eso nos lleva a amar al prójimo, por varios motivos:

Por ese amor de amistad con Dios es que tenemos que amar al prójimo e incluso al enemigo. Cuando

uno ama al amigo, que es el amor al él, también ama lo que ese amigo ama, los que tienen relación con el,

sus hijos, y cualquiera que es allegado. Y puede ser tan grande al amigo, que por él, amemos a sus

allegados, incluso si nos ofenden o nos odian.

De este modo, la amistad de caridad se extiende incluso a los enemigos, a quienes amamos por

caridad en orden a Dios, con quien principalmente se tiene la amistad de caridad.

Asi también amamos a los pecadores. La amistad con quien es honesto no se tiene más que con el

virtuoso como término principal. Pero en atención a él se ama también a quienes están con él vinculados,

aunque no sean virtuosos. De este modo, la caridad, que sobre todo es amistad de lo honesto, se extiende

a los pecadores, a quienes amamos con caridad por Dios.

Hay otra razón. La amistad de caridad se funda en la comunicación de la felicidad eterna, quien es

Dios su primer principio, y de él se deriva a todos los seres. Por eso Dios debe ser amado como causa de la

felicidad; el prójimo, en cambio, como co-participe nuestro en la bienaventuranza.

a- En nuestra prioridad de tiempo y más cercano está el amor al prójimo. Es al que vemos, Decia San

Gregorio: por las cosas que conoce el alma aprende a amar lo desconocido. Por eso quien no ama al

prójimo, tampoco ama a Dios, no porque el prójimo se mas que Dios, sino que es lo primero que se

ofrece a nuestro amor. Ciertamente, Dios es mas digno de amor por su mayor bondad.

b- La semejanza es causa del amor, según el testimonio de la Escritura: Todo animal ama a su

semejante (Eclo 13,19). Pero nuestra semejanza con Dios es anterior y además el es la causa de la

semejanza de la que tenemos con el prójimo. El hecho de participar de Dios lo que recibe también de

Él el prójimo, nos hace semejantes a nuestro prójimo. Por la razón de semejanza hemos de amar mas

a Dios que al prójimo.

Conclusion, estas son las razones por las que debemos amar a Dios y al prójimo.