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*Otro país (Pero sale las características, perfil, entre otros) Perfil de feminicida una forma de prevenir * La señal más evidente es un control total que el hombre intenta ejercer sobre la mujer en todos los ámbitos de su vida; desde su forma de vestir, de arreglarse, hasta relacionarse con los demás * La descalificación y el maltrato sicológico, son las armas más comunes que mantienen a la mujer dentro del círculo de la violencia Eva María Morales siente el sabor salitre de las lágrimas que se abren paso a través de sus mejillas. Está en la esquina del solar de su casa en el municipio de San Andrés de Bocay. Lleva un hermoso ramo de flores silvestres entre sus manos, y clava sus perfectos ojos negros en el piso. Siente como si su mirada penetrara las profundidades de la tierra, hasta llegar a una pequeña cajita de cedro de medio metro x 20 centímetros. Levanta los ojos hacia el cielo soleado, como si la naturaleza hiciera caso omiso a las sombras que invaden su corazón. La mente de Eva retrocede muchos años atrás, a esa terrible noche en que su vida cambió para siempre. Todo sucedió en la noche del primero de noviembre de 2003. Eva dormía plácidamente en su cama. De pronto escuchó los gritos de su esposo, Víctor Severo Gutiérrez, quien comenzó a llamarla a voz en cuello. Ella comenzó a temblar. Víctor

Violencia

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*Otro pas (Pero sale las caractersticas, perfil, entre otros)Perfil de feminicida una forma de prevenir* La seal ms evidente es un control total que el hombre intenta ejercer sobre la mujer en todos los mbitos de su vida; desde su forma de vestir, de arreglarse, hasta relacionarse con los dems * La descalificacin y el maltrato sicolgico, son las armas ms comunes que mantienen a la mujer dentro del crculo de la violencia

Eva Mara Morales siente el sabor salitre de las lgrimas que se abren paso a travs de sus mejillas. Est en la esquina del solar de su casa en el municipio de San Andrs de Bocay. Lleva un hermoso ramo de flores silvestres entre sus manos, y clava sus perfectos ojos negros en el piso.

Siente como si su mirada penetrara las profundidades de la tierra, hasta llegar a una pequea cajita de cedro de medio metro x 20 centmetros. Levanta los ojos hacia el cielo soleado, como si la naturaleza hiciera caso omiso a las sombras que invaden su corazn. La mente de Eva retrocede muchos aos atrs, a esa terrible noche en que su vida cambi para siempre.

Todo sucedi en la noche del primero de noviembre de 2003. Eva dorma plcidamente en su cama. De pronto escuch los gritos de su esposo, Vctor Severo Gutirrez, quien comenz a llamarla a voz en cuello. Ella comenz a temblar. Vctor se acerc a la cama y ella pudo sentir el olor a licor que lo impregnaba. Otra vez estaba borracho, y ella saba lo que eso significaba.

Vctor observ su larga y abundante cabellera esparcida sobre la almohada, y sus manos speras y toscas se cieron a ella con crueldad. Eva cay al piso por la fuerza descomunal de su agresor, quien la arrastr escaleras abajo gritndole insultos y palabras soeces.

Todo su cuerpo sufri los golpes de la estampida colina abajo, hasta que lleg al piso inferior.

El hombre que jur amarla y protegerla, comenz a golpearla salvajemente con el lampazo de la casa. Eva oy el sonido de un zipper que se abra y sinti que un chorro caliente le mojaba la cara. De pronto los golpes navegaron de su cara a su vientre, y mil puntapis se estrellaron sobre ella.

Ella comenz a gritar: No por favor, no! Pero era demasiado tarde. Eva se sinti sobre un suelo pegajoso y hmedo, y vio como un lquido rojo se escurra por todas partes. Un dolor agudo le oprimi el vientre, y le desgarr las entraas. Comenz a gritar pidiendo ayuda y tratando de proteger su vientre de los golpes, mientras Vctor segua dndole hasta que perdi la conciencia.

Despert en el hospital, ante el rostro complaciente de una doctora que la mir con tristeza mientras Eva se llamaba las manos a su vientre. Trat de sentir al ser que gestaba dentro de s, pero fue en vano; no hubo ningn movimiento. En ese instante lo supo. Su hija estaba muerta.

Eva tuvo que ser sometida a una cesrea de emergencia para sacar el cuerpo muerto de su segunda hija. Su primer embarazo tambin se haba malogrado a las 15 semanas, producto de los golpes de su marido. Esta vez la historia se repeta, cobrando una segunda vctima.Las comisaras de la mujerEva y su hija estn entre las muchas mujeres y nias que mueren debido a la violencia de gnero. La comisionada Mercedes Ampi, jefa de la Comisara de la Mujer, asegur que las autoridades llevan contabilizadas un total de 39 mujeres que murieron en 2010 a manos de sus parejas o ex parejas, aunque no descarta un posible subregistro, sobre todo en las reas rurales.

En 2010 recibimos un total de 33,718 casos, 2 mil 238 denuncias ms que las del ao pasado. Creemos que eso se debe a que las mujeres estn ms conscientes de que deben romper el crculo de la violencia. Del total de denuncias, un 42% fue provocado por abusos por parte de la pareja, correspondiente a 14,278 denuncias, y un 23% fue causado por una ex pareja, correspondiente a 7,841 denuncias. La mayora de las mujeres asesinadas tenan entre 26 y 45 aos, seal Ampi.Perfil de agresorLos datos brindados por la Comisara de la Mujer indican que el 40% de los agresores tuvieron una relacin de pareja con la vctima, y que el hogar es el sitio que ocupa el primer lugar donde se produce la violencia.

Los agresores se ubican entre los 26 y los 45 aos. El 51% tienen nivel de escolaridad primaria y el 29% un nivel de secundaria. Para la comisionada Mercedes Ampi es un dato alarmante.

Es preocupante que la mayora de los agresores no son personas analfabetas, sino con cierto grado de escolaridad. Esto indica que la violencia es un problema social que tiene races muy profundas que no estn ntimamente relacionadas con el estrato social o la preparacin acadmica, indic.

Las cifras revelan que el 59% se desempea en el sector informal y el 20% en el sector agrcola, lo cual tiende a resquebrajar muchos de los prejuicios en torno a la violencia de gnero.

Mucha gente piensa que los abusadores son personas del campo, pero los datos arrojados por las 58 comisaras que tenemos en el pas indican lo contrario. La mayora son personas de la ciudad. El dato positivo es que slo un 19% es reincidente. Quiere decir que los programas de rehabilitacin y control de la ira que impulsamos a travs de las siclogas y promotoras sociales estn funcionando, indic Ampi.Cmo reconocer al agresor?Evelyn Flores, de la Fundacin Puntos de Encuentro, da algunos consejos.

El problema es que a la mujer se le ha enseado una forma de amar muy diferente a la del hombre; es la que se entrega toda sin esperar nada a cambio, y confa en l ciegamente, pero existen algunos indicios que pueden alertar a la mujer sobre la presencia de un posible agresor, indic Flores.

La seal ms evidente es la forma de control que el hombre intenta ejercer sobre la mujer en todos los mbitos de su vida; desde su forma de vestir, de arreglarse y relacionarse con los dems.

Por lo general, los agresores intentan alejar a la mujer de su familia y de sus amigos para que no tenga redes de apoyo que le permitan salir del crculo de la violencia, indic Flores.

Segn ella, nada se escapa de su supervisin y registro. Desde preguntas tan sutiles como quin te est llamando, por qu te saluda ese hombre y por qu te retrasaste 15 minutos en llegar.

Flores agreg que stos son hombres que controlan el lugar donde estn las mujeres, las horas de entrada y de salida de su trabajo, les revisan el telfono y la cartera, y las llevan y recogen en todos lados con el pretexto de que quieren protegerlas. Adems, quieren tener hijos lo ms rpido posible para crear un vnculo que sea ms difcil de romper en el futuro.

Por ltimo, estos potenciales agresores hacen uso de la descalificacin para mermar la autoestima de la vctima.

Estos hombres humillan y ofenden a la mujer. Le dicen que no sirven para nada, que son una carga econmica, que nadie las va a querer como ellos, que no valen nada. Y poco a poco las vctimas se lo creen, hasta que sienten que no pueden vivir sin l, advirti Flores.Perfil de la vctimaSegn la comisionada Ampi, la vctima es una mujer sumisa y dependiente.

Las mujeres que llegan a poner la denuncia a las comisaras de la mujer son personas dependientes econmica y sicolgicamente, con autoestima baja. Lloran con facilidad y tienen poca confianza en sus capacidades y decisiones explic.

Por eso, adems del soporte sicolgico que se les ofrece en las comisaras para fortalecer su autoestima, a estas mujeres se les incluye en varios proyectos que las hacen independientes econmicamenteUna mujer independiente de su esposo, monetariamente, no tiene por qu soportar golpes ni humillaciones. Es por eso que entre la ayuda que se le destina est la inclusin en programas como Usura Cero, Hambre Cero y el Bono Productivo. Tambin las reinsertamos en el sistema educativo, en actividades laborales y tcnicas, y en cooperativas de mujeres empoderadas que han sufrido lo mismo que ellas, seal Ampi.Ley Contra la Violencia hacia las mujeres y el feminicidioSegn Juanita Jimnez, del Movimiento Autnomo de Mujeres, el feminicidio y la posicin de subordinacin en la que viven muchas mujeres son la razn de ser de la Ley Contra la Violencia y el Feminicidio, que varias organizaciones estn impulsando en la Asamblea Nacional.

Con esta ley vamos a tipificar el feminicidio, a mejorar las medidas preventivas y de proteccin hacia la mujer, la atencin sicolgica a los hombres, garantizar la seguridad de los hijos, fortalecer los refugios y los albergues, incluir la violencia de gnero dentro del curriculum educativo, para que los nios aprenden a identificarla y la corrijan, y se impulsarn campaas de sensibilizacin, expres Jimnez.

En cuanto a la iniciativa de Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres, propuesta por la magistrada Alba Luz Ramos, Jimnez espera que exista una convergencia entre ambas que beneficie a las mujeres y escape de la politizacin que se sufre en Nicaragua.

Nosotras no hemos sido consultadas con respecto a esta Ley, pero esperamos que no se deba a un revanchismo poltico entre el PLC y el FSLN. Queremos que los legisladores acten coordinados y en aras de garantizar la proteccin de las mujeres, no de comprar votos, como pas con la penalizacin del aborto teraputico, indic Jimnez.

Mientras, muchas mujeres como Eva Mara Morales siguen dentro del crculo de la violencia, sin ser capaces de romper el silencio. Hasta que el gobierno y las instituciones no tomen las medidas necesarias para que se vean como personas valiosas e integrales, seguirn bajo la sombra siniestra de sus verdugos.