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OBJETIVOS
General:
Análisis de las manifestaciones de la violencia intrafamiliar de niños, niñas y adolescentes.
Específicos:
Describir la influencia del contexto social en la violencia entre padres e
hijos.
Conceptualizar la violencia en el ámbito familiar y sus desencadenantes
Evaluar la violencia en el sentido general, atenuantes de la violencia psicológica en niños, niña y adolecente.
Analizar las manifestaciones de la violencia intrafamiliar de niños, niñas y
adolescentes.
VIOLENCIA FAMILIAR, MANIFESTACIONES DE LA VIOLENCIA
INTRAFAMILIAR DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
El término violencia intrafamiliar involucra, entre otras categorías, las de maltrato
infantil y violencia conyugal. A diferencia del maltrato infantil, de esta última son
muy pocos los estudios que se han realizado.
De algún modo tenemos una idea sobre que es la violencia familiar y existen
muchas acepciones sobre la misma. Entre las que pueden citarse las siguientes:
La violencia familiar es un fenómeno que nos lleva a plantearla como parte de una
estructura ubicada en una línea continua que abarca las distintas formas en que
los seres humanos ejercen su poder y dominación sobre otros.
La violencia familiar ocurre en "un grupo social doméstico que manifiesta una
relación cotidiana y significativa, supuestamente de amor y protección. Existe
"violencia familiar" cuando una persona, físicamente mas débil que otra, es victima
de abuso físico o psíquico por parte de otra". Para Corsi, el uso de la fuerza se
constituye así en un método posible para la resolución de conflictos
intrapersonales, como un intento de doblegar la voluntad del otro, de anularlo
precisamente en su calidad de otro. Para que la violencia familiar sea posible tiene
que darse una situación de cierto desequilibrio de poder, que puede estar definido
culturalmente por la transmisión de valores o por el contexto en donde se
producen maniobras interpersonales para el control de la relación familiar.
La violencia adopta modalidades que la circunscriben particularmente al espacio
físico propio del núcleo familiar. Esto ocurre en las familias disfuncionales, donde
existen problemas de diversa índole, tales como los relacionados con las
actividades domésticas, o los aspectos económicos que podrían conducir a
problemas afectivos. Debido a que han aprendido a "solucionar" los conflictos a
través de la violencia actuando de manera focalizada sobre su pareja, pues en sus
relaciones interpersonales lucen ajustados. Luego del primer acto violento, la
violencia continuará al perderse el respeto e incrementarse la intolerancia en la
familia. En muchas ocasiones tardan varios años en buscar ayuda profesional o en
separarse.
La familia es la base fundamental de la sociedad pero también el principal ente
generador de violencia.
La familia funciona como un sistema. Como tal, establece canales de
comunicación entre sus miembros, los protege de las presiones exteriores y
controla el flujo de información con el exterior, siendo la meta conservar la unidad
entre los miembros y la estabilidad del sistema. Cuando hay demasiada
permeabilidad, el sistema se cierra y se aísla, provocando desviaciones
significativas en las interacciones que se dan entre los miembros de la familia; lo
cual lleva al sistema a un estado de desequilibrio, como es el caso específico de la
violencia intrafamiliar. La familia como sistema configura las condiciones
inmediatas del espacio social en el cual el individuo afronta las posibilidades
efectúales de realizar o no lo que desea y puede hacer. Esta situación lo pone en
perspectiva del tiempo, sus vivencias del pasado y del presente como
posibilidades del futuro, las cuales se unen en un sentido estructurarte en cada
individuo, expresado en un estilo de vida.
La niñez a lo largo de la historia ha sido valorada de diferentes maneras; hubo
tiempos en que los niños carecían de derechos y eran considerados como adultos.
No es sino hasta el siglo XIX en que se reconoce los derechos propios del niño y
poco a poco se va generalizando esta actitud; prospera el interés por la pediatría,
se modifican los métodos, sus instalaciones y su trato. Así a la par de los avances
sociales y tecnológicos la niñez empezó a valorarse desde otra óptica.
En 1924 se proclama en Ginebra los derechos del niño, en 1959 fueron
reconocidos por las Naciones Unidas. En 1989 se crea en la ONU la Convención
de los Derechos del Niño (18).
El síndrome de maltrato infantil es un fenómeno complejo de la sociedad, conocido
desde hace siglos, pero con características especiales en la etapa actual, puesto
que puede envolverse a cualquier grupo socioeconómico en mayor o menor
intensidad, y resultan las familias desposeídas las más afectadas.
El maltrato en el niño fue descrito por primera vez en 1868 por Ambrosio Tardieu,
patólogo de la Universidad de París quien define por primera vez en su cátedra el
maltrato visualizado en 32 autopsias de niños muertos por golpes y quemaduras.
En 1962 Henry Kempe propuso el término "síndrome del niño golpeado o
maltratado (Battered child syndrome)", aquel que presentaba una lesión ósea, con
una lesión cutánea de tipo equimosis, magulladura, quemadura, en la misma
región y cuya causa no hubiera podido ser especificada.
El abuso infantil se ha convertido en el mayor problema de salud a nivel mundial
según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Datos recientes de la
OMS muestran que 40 000 000 de niños entre las edades de 0-14 alrededor del
mundo sufren de abuso y negligencia requiriendo los servicios de salud y trabajo
social. Se reportan más de 80,000 casos al año de abuso sexual a los niños/niñas
pero el número de casos que no se reporta es aún mayor.
Estudios realizados en 19 países, entre los que se encuentran Sudáfrica y Suecia,
han reportado un rango de prevalencia de abuso sexual entre 7 y 34 % en niñas y
3 a 29 % entre los varones.
El síndrome de abuso sexual y el incesto son problemas sociales conocidos desde
hace muchas décadas, sin embargo las prohibiciones impuestas por la familia y la
sociedad, impidieron entrar en los detalles íntimos surgidos en las distintas formas
de presentación.
La adolescencia es definida sociológicamente como el período transición que
media entre la niñez dependiente y la edad adulta autónoma. Es una etapa crucial
en la vida del ser humano, donde se fundamentan las bases de su estructura
personal definitiva.
La conceptualización de la adolescencia tiene amplias variaciones a nivel mundial,
la cual se aprecia cuando se analizan las diferencias existentes entre las
sociedades modernas, muy tecnificadas, donde este periodo se alarga hasta que
se culminan ciertos logros determinados por las condiciones políticas,
económicas, oportunidades de estudio, de conseguir vivienda, etc.; en
comparación con las sociedades más tradicionales, muy consecuentes con su
costumbres ancestrales, donde la adolescencia se acorta notoriamente ya que al
llegar a la pubertad se le asignan responsabilidades de adulto, como sucede en
las culturas indígenas.
Es por todo lo anterior que la adolescencia socialmente debe entenderse dentro
del amplio contexto de lo histórico, político, cultural, religioso, económico y étnico;
donde las tensiones del individuo, originadas por los cambios físicos y psicológicos
propias de la edad, emergen de complicados ajustes para enfrentar su
acoplamiento social en estructuras deficitarias para sus expectativas.
Los cambios en la adolescencia son parecidos y tipificados en general para el
grupo, pero con expresiones particulares de la individualidad y el ambiente socio-
cultural que lo circunde