317. Voces, simples voces

Estridentes gritos de las cavernasSalen despavoridos los deseosos castrados duendes del mañana;Los reyes pronto dejaran de existir para muchos,Otros aparecerán como sanguijuelas que nunca se saciaran.Rayar el cielo con tus manos,Tapar el sol con el pulgar en lo alto;Surgen más preguntas que respuestas;La lluvia se encarga de limpiar tu alma.Pocos pedazos de cielo cayendo a 32 kilómetros por hora,Como las sabanas en cama cuando caen sobre tu cuerpo inmóvil;Hay alguien que observa atrás,Se esconde entre paredes,Tal vez sea un insecto u otro personaje coloquial y andariego del tiempo.Pegado al sartén están tus alimentos insípidos,La cuchara señala el camino del descanso,Las festividades estarán teñidas de sangre;Las voces antiguas se oirán pidiendo venganza;Estridentes gritos de cavernas iluminadasSalen desde las profundidades mismas del corazónDel alma, del nunca sabemos, del todo que no conocemos.Pocos se atreven a estallar la bomba de tiempo,Pero muchos lo intentaran tarde que temprano,Solo que todo abra terminado.