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22 episodios narrativos y poeticos
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Volador es un libro de publicación periódica
contenniendo 22 textos cada uno. Este ejemplar
corresponde al volumen # 1, publicado y lanzado al
espacio el dia 22/12/2012 a las 22:22:22 hs
locación : 34° 22’ 39.36” S 58° 36’ 55.92” O
Volador es propiedad intelectual de Doppelganger
Registro en Safecreatives
Doppelganger son:
Kapusta K. Tron (a.k.a. Kevin Kippes)
Rejoiful (a.k.a. Ruth Rodriguez)
Contacto: facebook.com/doppelganger
Para descargas gratuitas de este ejemplar:
Facebook.com/doppelgangervolador
Prohibida su venta-ejemplar de distribución gratuita
░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░ Rumores que tajan las páncreas
Horribles apestosos sonidos
De lenguas bífidas y asquerosas
Ebrias rellenas de bacalao y el oregano
Y el destino traza las traiciones
Las culpas se vuelven ballenas blancas
Los errores débiles que floran aquí
Debajo del mantel
En un rincón al lado del jarrón japonés
Escuchar el miedo y el espanto
Darse cuenta de lo solemne de vivir bien
De lo riguroso que es el orden
De las lejanías atadas con hilos albinos
Borracheras y sustancias mortales
Mastican las chinches mentales
Los escombros se utilizan luego
Para rellenar el mar
Hacer la sal y el coral
Los crustáceos cadavéricos
Defendiendo su terreno sombrío
Verdes aves vuelan libres en busca de algo para comer
Y mis secretos son ahora del viento
Penetran las murallas amenas de los castillos
Y se meten en los relicarios de las iglesias
En las catacumbas de los embajadores
Soplando las botellas de ginebra
Endulzando las vertientes de las cuevas
Mis secretos llegaran lejos
Y cuando me juzguen en la horca
Mi sentencia final será oída
Solo por las sombras de mis verdugos
Quedaran enterradas en los hoyos del ébano
En el chasquido de mi sangre atenta
Y cuando abrace el fuego ya no seré celeste
Sino mas eterno
Mas sencillo y cordial
y aspirare sobre los prados
recuperando mis huellas
aunque estén bajo la nieve
o en majestosos acantilados
recogeré los secretos que una vez
me fueron arrebatados
por los cuales he muerto
por los cuales me han asesinado
porque era demasiado salvaje
demasiado poco entretenido
exageradamente melancólico
y cualquiera me recetaría demencia de por vida
entonces me invadía el mal humor
de un día invernal
cuando de a poco sentía
que me borraba del mapa
La inocencia no es de los anacoretas
las pequeñas hierbas se ríen
los sacrilegios no dejan ver en verdad
porque se meten entre parpado y pupila
y revientan el glomérulo
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Había una chica que escuchaba historias abajo del mar.
Se quedaba horas escuchándolas; sin saber de dónde venían.
Estaban, las historias, simplemente en el agua, como podría estar la sal, los peces.
Estaban en otro idioma, o más bien en un idioma previo a todo jamás idioma. Pero ella
las entendía.
Podrían ser tal vez canciones, no estaba bien segura. No encontraba mucha diferencia.
Eran redondas, de eso si estaba segura.
Formas de vida no perceptibles para el tacto.
Cuando salía, las escribía tal cual las recordaba, sin alterar una palabra, una coma, una
letra.
Era fiel.
Pero le gustaba decir sólo lo justo y necesario.
Después de escribirlas, iba con un dúo de cabras, una negra y una blanca, hasta la
última austeridad del acantilado.
Allí, donde ensordece el viento, cantaba sus historias al océano, quien contestaba con
una alegre furia.
░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░
no quiero guardar mis hábitos en un hábitat
no quiero ver caballos albinos deshidratarse en vano
no quiero sostener esta frecuencia todo tiempo
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Queríamos vivir bien.
Por eso nos compramos docenas de chocolates de todos los colores.
Había flores también. Tomamos todas las que quisimos, pero no tuvimos que
comprarlas de forma natural: las pagamos con sangre. Una gota por cada espina.
Había frutas también, pero no somos muy afectos a ella como alimento. Nos gusta su
aspecto general, su perfume. Y tenemos siempre en la mea, una sugestiva cesta de
frutas robadas, brillantes, como templo a la tentación.
Osea que frutas no compramos.
Fuimos a una tienda que vende estrellas. Llevamos 25 latas, algunas de repuesto.
No compramos pescado, porque estos saltan vivos a nuestra sartén, y los comemos
tras una breve ceremonia.
Hay un ave que nos deja huevos en la ventana. Son de un delicado color celeste. Da
pena romperlos, pero son deliciosos. No se pueden comprar.
También fuimos a buscar unas gomeras que teníamos encargadas para romper unos
vidrios de por aquí. Este desahogo forma parte de nuestros banquetes.
A los gatos les llevamos carne fresca, y nos quedamos con la mitad
░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░
Ella tenia la maldad con la que se engendran los reinados
El vigor de las revoluciones antárticas, el vigor
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pero no puede verme asi...
mis nodrizas hacen su trabajo oscuro
soplan en las cuencas de mis ojos
y multiplican mi carne
yo la siento leudar dentro de mi
llega hasta al punta de mis dedos
se siente un hermoso calor
aunque empieza a dolerme un poco la cabeza
soy una momia, no esta tan mal
finìsimas telas me recorren
forman un intrincado capullo
blanco siempre blanco
son gasas suaves
dignas de una reina
hoy volveré a la vida
porque el me espera
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las uñas crecen
las verrugas crecen
los lunares se desplazan
los nudillos se astillan hasta parecer cuarzos sangrientos
pertenecemos a la tierra descalza a la destrozada
a la tierra y al salado océano
hijas de sal
fruto de arena
secos y amargos ojos
óvalos encimados
miradas así , cuasi perfectas
porque todo lo tallado por el viejo
se cuaja y se curte
y perdura por quinientos inviernos
y quinientos mas
eterno
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Fotosíntesis
Episodio narrativo # 1
Falta poco?
Caminamos por un bosque ya muerto, lleno de fantasmas de lo que
una vez fue, pudo ser si lo hubieran dejado. Los matan antes de
nacer, antes de alcanzar su vida media. Total. Eran arboles niños que
lloraban en un lenguaje verde. Lagrimas que son cada vez, el otoño
de sus hojas. Gritos de savia como una miel hecha con sangre de
flores mansilladas. Gritos tan lentos y pausados que ni se escuchan,
se pasa demasiado rápido por al lado de un árbol. Gritos que solo
saben escuchar los pájaros. Por eso el llanto de sus canticos
incomprensibles, repetidos, idénticos desde que el mundo es mundo
y el hombre somos nosotros. Pena en el pico, pico en la rama, rama
en el suelo.
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porque… como es que se mueven así, tan… mágicamente?
todo el arrecife esta encantado…- dije susurrando al animal
con ojos tan abiertos que podía ver mi reflejo en su pupila.
es que no escuchás la música? – replico el pequeño pez
azulado y continuó con la cíclica infinita hermosura con la que
vibraban los serenos acuáticos.
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Desperté y el lobo seguía sangrando su canción. es un príncipe
lobo de otra era, donde los castillos eran de acantilado y viento.
Algo en su voz me trajo de regreso a mis ancestros, algo en sus
timbres era un hombre y fuego y piedra. Algo que no pudo,
gracias, ser domesticado, y el viento de su tormenta anunciada
me acaricio los pelos, me voló los sueños para el lugar en
donde se gestan las estrellas. Y me mandó un inbox la
contadora y le respondí con un poema y creo que en cualquier
momento van a volver a llamar a la ambulancia, pero que
suerte que no estoy, que me escondí para encontrarme en el
bosque de mi salvación, en el pantano de mi locura. y que
alegría extraña que me trae también tu estrella azul. Creo que
ya estamos en otra galaxia, pero falta para darnos cuenta. Si,
ojala que venga la tormenta... se vuela mejor con las tormentas.
Con el viento aullante de los acantilados y los murciélagos.
(a Patrick Wolf)
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Vamos a la costa hoy. Las cavernas están ásperas como siempre,
sobre la bahía la espuma se arremolina y deja ver las medusas
transparentes que reflejan el sol albino de la mañana. Me gusta oler
los troncos podridos que regurgita la marea salada, tienen tanta
vida, tanta melancolía y rabia por vivir un poco mas que me relamo
los dedos luego de raspar su superficie. También me gusta
adormilarme sobre la arena fría en la sombra del muelle, y contar
los pasos de los pescadores que hacen ese ruido mágico con sus
botas de plástico llenas de agua, entonces pierdo la cuenta y pienso
en los videos juegos que mas tarde jugare con la bata de baño aun
puesta sobre mi falda. Muchos murmullos verdes y amarillos, se
vuelcan en mi vientre y me aferro al sentimiento del viento
haciendo una coraza en mi espalda, los dedos muertos abrigados
entre mis muslos. Me imagino en otras pieles, miro recostada el
horizonte vertical y los parpados se empapan con el humo del mar
y los barcos náufragos y las redes con mariscos. Pasan muchas
semanas, larguísimos lunes y sábados bajo la corriente.
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En una acantilado, era alguien mitad un pez, sirena podríamos decir,
de la cintura para arriba no había tanta historia, tenia senos
preciosos, como cualquier hija del mar. Su pelo era larguísimo,
como la costa; la arena era del color de su piel, tenía una corona de
flores bajo el agua. Su nombre era algo que rimaba con “ael”. Le
gustaba la luna, su verde azul de plata, le gustaba la espuma, su
blanca , confortable cama de néctarsal. Le gustaba entonar su
melodía a la luna. Y no importaba nada más. Era hermosa porque
ella lo había querido, porque quizá alguien también la veía hermosa,
porque la luna la amaba y ella no hacia ningún gesto de poder
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Las presas mas Grandes a los Varones
y hoy decido tener el corazón rojo ,
tratando perdidamente de encontrar el contorno del fuego
ellos no conocen la imperdonable madurez de ser manzana:
las pestañas son barras de acero y el brillo se vuelve la sangre de la noche.
no hay equilibrio posible porque la balanza esta decapitada
el silencio es el velo mas prudente de una dama sin embargo
hay que ver la sombra de un pino en el asfalto.
por eso siempre es mejor mirar el doble, sin parches
y el cansancio que aturde y el gusto que no queda
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yo siento que cuando caigo o me tiro, brotan plumas del terreno
que me amortiguan como una madre.
La caída no es nunca la caída.
El salto al vacio hace surgir manos que me sostienen.
Me tiro de espaldas, con los ojos cerrados, y el acantilado no me
peligra.
Solo el aire se siente entre la ropa, el cielo entero adentro del
cuerpo
Al final del tramo certero donde se suponía que iba a estar solo el
vacio, la muerte; nada de eso: La ternura
Por que me querrà tanto la existencia?
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se fue
el silencio me encerró como un sello de salomón
la flor estaba completamente abierta sombre mi palma
un poco mas allá se encontraba mi mochila
ella la había llenado con tantas gemas de arrepentimiento
y bondad
que solo me quedaba hacerlas polvo y rociarlas sobre nosotros
no sabia si ese era un momento de vacío de muerte o de placenta
porque me encontraba en el edén de la verdad
una hormiga llevando el cadáver alado de una avispa
el sol quema
el infierno ilumina
y esa misma noche una llama en mi no cesaba de vacilar
atrajo muchas mariposas hasta mi pecho
todas ellas murcielaguinas enmudecían en la oscuridad
se fue una noche de luna escondida
se fue con ella tal vez, a la niebla
me dijo que se ahogaba de vida
como yo lo hacia.. entre luz y luz
y era que nuestros cuellos estaban unidos con un cordón eléctrico
un rayo con el sonido del tiempo
que nos enseñaba la humildad de aceptar
y sin aguantar me tendí en el borde de la rivera
esperando tenerme
y vi su sangre río arriba llegando como un mensaje de paz
y vi un listón rojo que traía el viento como un mensaje
se había convertido
y no estuve triste, sino con una entrañable melancolía
porque siempre fue así, el cuento estaba ahí
me dio el océano que necesitaba para partir
la diadema para gobernar
y no estoy triste porque ella vive en mi
nos terminamos comiendo
uno de los dos debía morir
estamos bien
░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░
Entro a mi habitación, y ahí están mis gatos, como tres
hermosos diablos.
Y parece que todo estaba al acecho, listo para caer encima sin
la menor piedad.
Del espejo puede surgir una transparencia enrarecida que
encadene al otro lado.
La maraña de ropa se multiplica en manos.
Falsos vientos entran por la ventana.
Las plantas se transmutan en una lluvia verde.
Shhh
Reina por un momento el idioma de los muertos.
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/ Kevin / Kendra / Kevendra / Kermiolos / Kepistos / Kepers / kitch /
Kellpers / Kerohuak / keskesé / Kermesse / Kereira / Kefistófeles /
Keloké / Kekeres / Ke / Ke / Ke / Kereme /
Kekioskomasfeoderevistas / Keacelga / Ketodokunda / keporkeria /
Kelokedioshaunidobajounyugonolosepareningunhombre / Key /
Keking / Kedoma / Keroisene / Kepita / Kestasnohaciendoaqui
Kemematensiestoymintiendo / Kerastase /
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Fui a las curadoras de antaño.
Ellas me dijeron que todo estaría bien.
Con una aguja y un hilo negro frunciría voladitos para mí misma.
Era para comprender los pliegues de mi corazón.
Urdido en la trama, mudo un conjuro:
*ámalo*
*ámalo*
░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░
amasando la amarillenta rabieta de circo
el ímpetu malgastado
una sobra sobre el pasto
el pasto de mi piel arrugada
una secreción se trasviste de obscena
picos
picos de gallos y picaflores
sobre la madera de la mesa
picos sobre las tablas
picos sobre los años
tironeando las arrugas de mi piel como
depilando el pasto
░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░
Anoche tuve un sueño antiguo, con gente que ya no está.
Las sensaciones de su presencia, pero no sus caras, me eran muy
familiares.
Una chica tejía y tejía, y todos decían que era malvada. A mí me
gustaba la ropa que hacía. Era suficiente para mí. La bondad puede
ejercer cualquier forma. Aunque daba un poco de miedo verla
mover asi las manos.
-no es humana- parecían murmurar todos telepáticamente.
Tampoco una araña, ni otro reino terrestre.
Más bien un demonio con agujas, o una máquina que no puede
dejar de cumplir un código.
Me desperté antes de que pudieran prenderla fuego.
Hubiera sido una pena que no la dejaran terminar esa bufanda
hermosa.
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solo sigo el camino del Venus
sin taxis
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Me fui con los esquimales.
Ellos me enseñaron todo sobre el hielo; a pasar mi mano por un
hoyo y tocar el lomo filoso de un pez; a construir la burbuja
atemporal donde esconderme de los vientos.
Una mañana descubrí las grietas en mis manos y ya no pude
recordar su nombre.
El sonido lejano de un barco intenta despertarme a otras orillas.
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