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7/21/2019 Voltaire El Jardín de Cándido http://slidepdf.com/reader/full/voltaire-el-jardin-de-candido 1/13 El jardín de Cándido Por William F. Bottiglia (Traducción Alejandra Gonçalves) I “Los cuentos de Voltaire”, sostiene Norman L. Torrey, “logran... resumir ciertos  períodos de su eistencia y ciertos pro!lemas con los "ue se en#rent$” % Spirit of Voltaire, Nue&a 'or(, )*+, p. -/. En el caso de Cándido, el período era la d0cada de los cincuenta1 el pro!lema central, el de la conducta 2umana en relaci$n con el misterio l3gu!re del mal #ísico y social. ' es un testimonio elocuente de la distinci$n y realismo de su contenido el 2ec2o de "ue, &isto con perspecti&a, Cándido a&an4a en un recorrido de argumentaci$n intelectual "ue tra4a un paralelo con la e&oluci$n de la actitud cultural de Voltaire en esa d0cada, una d0cada en la "ue el eponente más ilustre de una era de gran optimismo a!andon$ irre&oca!lemente la relati&a complacencia de sus a5os más j$&enes, se inclin$ al pesimismo, y por #in arri!$ a una a#irmaci$n meliorista. La tendencia pesimista de los a5os cincuenta se perci!e con claridad en ramas importantes de la producci$n &oltairiana6 en la correspondencia %7oland, &II8I,  passim/1 en los cuentos, desde 9adig %):;:8;/ 2asta <carmentado %):-=/1 en poesía, desde el  Poème sur la loi naturelle %):->/ 2asta el  Poème sur le désastre de Lisbonne %):-=/. Cuando se lo o!ser&a con perspecti&a, este mo&imiento gradual, acumulati&o, co!ra proporciones dominantes entre ):-> y ):-= %?ndr0 7ori4e, Candide, @arís, )*)+,  pp. &8l&/. Aasta una mera enumeraci$n de los #actores "ue más contri!uyeron a este e#ecto para demostrar "ue tu&o causas propias6 el inicio de la &eje4 sumado a la mala salud1 la muerte de 7me du C2atelet1 el cinismo del s0"uito de Bederico1 el distanciamiento de <u 7ajestad1 la consiguiente sensaci$n de despojo o eilio1 di&ersas  peleas literarias y #ilos$#icas %7aupertuis, ousseau, etc./1 la Duerra de los <iete ?5os1 el desastre de Lis!oa1 el estudio de la 2istoria, "ue le produjo disgusto y escepticismo1 una conciencia dolorosa del con#licto irresolu!le entre el orden per#ecto de un uni&erso racional, mecánico, y la con#usi$n demente de una realidad il$gica, capric2osa. Este 3ltimo #actor su!yace a los demás. La meta#ísica se 2a!ía con&ertido en lo incognosci!le. Los prop$sitos de ios eran inescruta!les, el mal #ísico era una cuesti$n de sumisi$n estoica. El li!re al!edrío 2a!ía sido a!andonado de mala gana en #a&or del determinismo1 y sin em!argo, el #atalismo FoptimistaF era desmorali4ante y repugnante  para "uien solo podía en#rentar el mal social con acci$n práctica, programas de re#orma y #e en progreso. En la 3ltima parte de la d0cada, como re&elan la correspondencia y los aportes a la  Encyclopedie, y el mismo Cándido, una corriente meliorista detu&o e 2i4o girar so!re sí misma a la tendencia pesimista, corriente "ue, con &olumen en impulso crecientes, por #in creci$ 2asta con&ertirse en una marea irresisti!le en Berney %7ori4e,  pp. l&i8l&ii/. Tam!i0n a"uí pueden aducirse moti&os su#icientes para este #atídico cam!io de direcci$n. El e#ecto de la muerte de 7me du C2atelet pas$ con el tiempo. La mala salud y la &eje4 se con&irtieron en "uejas con&encionales, y Voltaire se sumergi$ en intereses acti&os. <e construy$ un re#ugio seguro, un 2ogar más allá de los peligros, donde pudo reanudar su relaci$n con Bederico a una distancia prudencial. Logr$ la #elicidad genuina mediante el culti&o y los proyectos 2umanitarios. La con#irmaci$n de su genialidad en todo el mundo ci&ili4ado le con#iri$ una #ortale4a reno&ada. La cola!oraci$n con los enciclopedistas re&i&i$ su con#ian4a, por lo menos, en un triun#o

Voltaire El Jardín de Cándido

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Traduccion del excelente artículo que explica la importancia de la explicación alegórica del Jardín que trabaja Candido en la obra de Voltarire

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El jardín de CándidoPor William F. Bottiglia

(Traducción Alejandra Gonçalves)

I

“Los cuentos de Voltaire”, sostiene Norman L. Torrey, “logran... resumir ciertos

 períodos de su eistencia y ciertos pro!lemas con los "ue se en#rent$” %Spirit of 

Voltaire, Nue&a 'or(, )*+, p. -/. En el caso de Cándido, el período era la d0cada de

los cincuenta1 el pro!lema central, el de la conducta 2umana en relaci$n con el misterio

l3gu!re del mal #ísico y social. ' es un testimonio elocuente de la distinci$n y realismo

de su contenido el 2ec2o de "ue, &isto con perspecti&a, Cándido a&an4a en un recorrido

de argumentaci$n intelectual "ue tra4a un paralelo con la e&oluci$n de la actitudcultural de Voltaire en esa d0cada, una d0cada en la "ue el eponente más ilustre de una

era de gran optimismo a!andon$ irre&oca!lemente la relati&a complacencia de sus a5os

más j$&enes, se inclin$ al pesimismo, y por #in arri!$ a una a#irmaci$n meliorista.

La tendencia pesimista de los a5os cincuenta se perci!e con claridad en ramas

importantes de la producci$n &oltairiana6 en la correspondencia %7oland, &II8I,

 passim/1 en los cuentos, desde 9adig %):;:8;/ 2asta <carmentado %):-=/1 en poesía,

desde el  Poème sur la loi naturelle %):->/ 2asta el Poème sur le désastre de Lisbonne

%):-=/. Cuando se lo o!ser&a con perspecti&a, este mo&imiento gradual, acumulati&o,

co!ra proporciones dominantes entre ):-> y ):-= %?ndr0 7ori4e, Candide, @arís, )*)+,

 pp. &8l&/. Aasta una mera enumeraci$n de los #actores "ue más contri!uyeron a

este e#ecto para demostrar "ue tu&o causas propias6 el inicio de la &eje4 sumado a lamala salud1 la muerte de 7me du C2atelet1 el cinismo del s0"uito de Bederico1 el

distanciamiento de <u 7ajestad1 la consiguiente sensaci$n de despojo o eilio1 di&ersas

 peleas literarias y #ilos$#icas %7aupertuis, ousseau, etc./1 la Duerra de los <iete ?5os1

el desastre de Lis!oa1 el estudio de la 2istoria, "ue le produjo disgusto y escepticismo1

una conciencia dolorosa del con#licto irresolu!le entre el orden per#ecto de un uni&erso

racional, mecánico, y la con#usi$n demente de una realidad il$gica, capric2osa. Este

3ltimo #actor su!yace a los demás. La meta#ísica se 2a!ía con&ertido en lo

incognosci!le. Los prop$sitos de ios eran inescruta!les, el mal #ísico era una cuesti$n

de sumisi$n estoica. El li!re al!edrío 2a!ía sido a!andonado de mala gana en #a&or del

determinismo1 y sin em!argo, el #atalismo FoptimistaF era desmorali4ante y repugnante

 para "uien solo podía en#rentar el mal social con acci$n práctica, programas de re#ormay #e en progreso. En la 3ltima parte de la d0cada, como re&elan la correspondencia y los

aportes a la  Encyclopedie, y el mismo Cándido, una corriente meliorista detu&o e 2i4o

girar so!re sí misma a la tendencia pesimista, corriente "ue, con &olumen en impulso

crecientes, por #in creci$ 2asta con&ertirse en una marea irresisti!le en Berney %7ori4e,

 pp. l&i8l&ii/. Tam!i0n a"uí pueden aducirse moti&os su#icientes para este #atídico

cam!io de direcci$n. El e#ecto de la muerte de 7me du C2atelet pas$ con el tiempo. La

mala salud y la &eje4 se con&irtieron en "uejas con&encionales, y Voltaire se sumergi$

en intereses acti&os. <e construy$ un re#ugio seguro, un 2ogar más allá de los peligros,

donde pudo reanudar su relaci$n con Bederico a una distancia prudencial. Logr$ la

#elicidad genuina mediante el culti&o y los proyectos 2umanitarios. La con#irmaci$n de

su genialidad en todo el mundo ci&ili4ado le con#iri$ una #ortale4a reno&ada. La

cola!oraci$n con los enciclopedistas re&i&i$ su con#ian4a, por lo menos, en un triun#o

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 parcial de sus ideas. ' así su !elicosidad instinti&a lo alent$ a seguir en#rentando con

cada &e4 más audacia a enemigos personales, al #atalismo FoptimistaF y a Fl'infameF en

general. @or lo tanto, el período de la &ida de Voltaire "ue se etiende desde la muerte

de su amante 2asta la composici$n y pu!licaci$n de Cándido puede resumirse como una

 progresi$n desde la relati&a complacencia, a tra&0s de una corriente pesimista, 2asta el

meliorismo. Gna &e4 contempladas la licencia y la acentuaci$n literaria, se &e "ue elmo&imiento intelectual de Cándido sigue el mismo recorrido general de desarrollo. @oco

despu0s del comien4o del cuento, Cándido es epulsado de su F Paradis terrestreF, la

sede de su optimismo. La serie de des&enturas #antásticamente acumuladas "ue sigue

 primero lo desencanta, luego lo desanima1 2asta "ue, por #in, en el capítulo i, Cándido

renuncia a su optimismo como Fla rage de soutenir que tout est bien quand on est mal F

y se desploma en Fune noire mélancolieF tal "ue F La méchanceté des hommes se

 présentait son esprit dans toute sa laideur! il ne se nourrissait que d'idées tristesF. ?

 partir de ese momento, acompa5ado sim!$licamente por un a!ogado del dia!lo

 personi#icado por 7artín, co"uetea durante un tiempo con el pesimismo1 pero concluye

en un tono "ue e&ita am!os etremos eplorando el llamado a la acci$n positi&a,

 práctica, li!re de las tra!as de la teori4aci$n pesada. Esta similitud general entre lae&oluci$n de la actitud cultural de Voltaire durante los a5os cincuenta y el mo&imiento

intelectual de Cándido le da a su contenido un grado nada desprecia!le de distinci$n y

realismo.

II

 No sorprende en a!soluto el 2ec2o de "ue Candide! ou l'"ptimisme  contenga

más "ue la promesa de su su!título %7ori4e, pp. &ii, l&ii8 l&iii/. Voltaire no se e2i!e

a"uí como un #il$so#o sistemático. No anatomi4a dial0cticamente una doctrina y la

arroja a los perros por carecer de co2erencia l$gica o de correspondencia con la

realidad. <e muestra como un artista teatralmente tímido "ue coordina con destre4a una

atm$s#era de ideas claras en una actitud #ilos$#ica cargada de dinamismo social. <u

 pro!lema central, como ya se dijo, es el de la conducta 2umana en relaci$n con el

 pro!lema del mal. <u impulso 2acia una soluci$n de ese pro!lema se desarrolla como

un ata"ue a los aspectos &ulnera!les del senescente clasicismo, sus ac2a"ues

intelectuales y sentimentales %al igual "ue una moneda, ese ata"ue tiene dos caras6 una

intelectual y una sentimental1 sin em!argo, es uno solo, y puede intercam!iarse como

una pie4a s$lida/. @ero el asalto por sí solo, aun"ue domine el tra!ajo desde el principio

2asta el #inal, no resuel&e el pro!lema. ?l derrotar al enemigo y despejar el terreno,

implica y prepara una posi!le soluci$n. 7ientras tanto, se dejan caer muc2as pistas a lo

largo del camino "ue pre#iguran una conclusi$n a#irmati&a. ?sí, el gran finale melioristada t0rmino e#ecti&amente al cuento 2aciendo "ue todo lo anterior con&erja en una

ase&eraci$n epigramática de la respuesta de Voltaire al pro!lema central. El #inal de

Cándido no es accesorio ni enigmático. Es tan necesario para la unidad del tra!ajo "ue,

sin 0l, Cándido  sería un #racaso literario. Es tan claro en su signi#icado "ue la

malinterpretaci$n se &uel&e imposi!le cuando se com!ina el análisis interno cuidadoso

con el conocimiento concreto, detallado, de la &ida, el desarrollo #ilos$#ico y las tácticas

maestras del autor. La presentaci$n intelectual del mal #ísico en Cándido  incluye

desastres naturales "ue están completamente #uera del control 2umano %como la

tempestad y el terremoto/, calamidades sociales "ue superan la responsa!ilidad 2umana

%como la sí#ilis y la peste/ e in#ortunios "ue descienden indiscriminadamente so!re los

 !uenos y los malos %como la muerte de Ha"ues y la !atalla na&al/, todos correlacionadoscon la &isi$n de "ue el indi&iduo está inde#enso por"ue las leyes generales lo

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 predeterminan por completo. ? lo largo de toda la 2istoria, 2ay ase&eraciones repetidas

de "ue este #uncionamiento de un principio “dia!$lico” se !urla de la persecuci$n de la

#elicidad con miserias tan numerosas y uni&ersales "ue parecen la suerte normal de la

2umanidad, y tan a!rumadoras "ue 2acen "ue uno se mara&ille de la tenacidad de la

&oluntad de &i&ir. <e 2acen ase&eraciones id0nticas con a3n mayor #recuencia en la

 presentaci$n intelectual del mal social, "ue ocupa la mayor parte de Cándido  con susom!río catálogo de desgracias 2umanas do!lemente eecra!les a causa de su origen en

la ignorancia, la de!ilidad y la malicia 2umanas. Gna enumeraci$n e2austi&a de estos

males ri&ali4aría con el cuento mismo en longitud y demostraría "ue Voltaire se

etiende con sorprendente pro#undidad por el tiempo y el espacio al satiri4ar F l'infameF

en sus di&ersas mani#estaciones6 meta#ísica, teol$gica, eclesiástica, política, social,

econ$mica y cultural %Deorge . a&ens, Candide, Nue&a 'or(, )*+;, pp. lii8l&, i8

l&, l&i8li/.

El ata"ue complementario a las #la"ue4as sentimentales de la 0poca está

 !rillantemente entretejido con la presentaci$n intelectual del mal #ísico y social, ata"ue

"ue se materiali4a en #orma de parodia de #icci$n, "ue satura el tra!ajo de imitaciones

ir$nicas de los tetos de a&entura8romance 0picos82eroicos, pastorales, picarescos yut$picos. Numerosos recursos narrati&os, la mayoría de las caracteri4aciones, muc2os

de los escenarios y muc2os giros #raseol$gicos pintorescos se com!inan en esta mímica

deli!erada, "ue el autor &uel&e a3n más o!&ia y di&ertida con ocasionales comentarios

maliciosos en !oca de sus personajes títere %7ori4e, pp. )8li1 a&ens, pp. li8lii1

aymond Na&es, #e Candide Saint$ Preu%, @aris, n.d., pp. >8>-/. ?l !urlarse de las

ideas sentimentales del período, Voltaire, en e#ecto, redondea su tratamiento del mal

#ísico y social, ya "ue eso le permite no solo ampliar el área de sus ilustraciones sino

tam!i0n recalcar ir$nicamente la inde#ensi$n del indi&iduo, "ue se &e impulsado como

#ortuitamente por los e#ectos especí#icos necesarios de las leyes de la naturale4a,

generales, inmuta!les, no 2umanas.

El grueso de Cándido es un ata"ue, de acuerdo con la concepci$n de Voltaire de

la F&rais philosophesF como Fhonntes gens! qui n'ont point de principes fi%es sur la

nature des choses! qui ne sa&ent point ce qui est! mais qui sa&ent très bien ce qui n'est 

 pasF %7oland, JLIII, ->/. <in em!argo, la a#irmaci$n del #inal no se arroja so!re el

lector de pronto y sin preparaci$n. El ata"ue en sí es una preparaci$n, en la medida en

"ue derrota al enemigo y despeja el terreno, e implicando, de ese modo, una respuesta

 positi&a mediante la eliminaci$n de su opuesto. ?demás, 2ay pistas positi&as en la

misma direcci$n6 dos pulsiones !iol$gicas in&enci!les, la &oluntad tena4 de &i&ir y el

deseo de alimento1 el &alor de la eperiencia, "ue incluye los &iajes como correcti&os de

la ingenuidad y como medio para la sa!iduría práctica1 el !ien instinti&o !asada en Fla

conscienceF y el !ien social o FbienfaisanceF, "ue juntos componen la &irtud1 los !ene#icios preciosos de la cultura, como la li!ertad de epresi$n, el !uen teatro, la

 !uena literatura, el !uen gusto. ', por so!re todas las cosas, remoto y semioculto en una

nie!la luminosa, el sue5o de Eldorado.

En el 3ltimo capítulo de Cándido, Voltaire 2ace con&erger todos los elementos

mencionados en una conclusi$n epigramática "ue resume y uni#ica la 2istoria

resol&iendo el pro!lema central. <u respuesta, al mismo estilo de toda la presentaci$n,

no es el es"uema ela!orado de un #il$so#o sistemático sino la escueta a#irmaci$n

meliorista de un moralista práctico pro#undo do!lado por un gran artista literario. El

signi#icado de esa a#irmaci$n se &uel&e claro mediante el análisis interno com!inado

con el estudio de la &ida del autor en relaci$n con los tiempos.

El mal #ísico pertur!a a Voltaire por dos moti&os6 )/ pone seriamente en tela de juicio la omni!ene#icencia del Creador cuyas leyes generales les traen tantas desdic2as

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especí#icas a <us criaturas predeterminadas1 >/ origina una especulaci$n "ue #antasea

con lo desconocido como si #uera lo conocido, con consecuencias desastrosas para la

moti&aci$n moral de la 2umanidad. La respuesta "ue da Voltaire a tra&0s del der&ic2e

no es un intento por resol&er lo irresolu!le. 7ás !ien, es el recurso de un pragmatista

 preocupado por preser&ar la iniciati&a moral. El mal #ísico se declara el eponente

máimo de lo incognosci!le y se e2orta a los 2om!res a "ue se resignen en silencio alo "ue jamás podrán sa!er ni, por lo tanto, controlar.

El mal social, por otra parte, es tan cognosci!le como controla!le. Lo "ue los

2om!res construyeron con ignorancia, de!ilidad y malicia puede demolerse y

reempla4arse por el tra!ajo de otros 2om!res en pos del mejoramiento de la #amilia

2umana. La enemiga es FlKin#ameF en todas sus mani#estaciones proteicas. ?l luc2ar 

contra ella, los 2om!res de !ien instinti&o y social de!en oponerse a su insincera táctica

de crueldad "ue surge de la &oluntad de &i&ir com!inada con un sentido de las

realidades prácticas. @or lo tanto, como el &iejo turco y como Cándido, esos 2om!res les

darán la espalda a las a!ominaciones p3!licas en un gesto de desd0n #ilos$#ico. <e

reunirán en grupos pe"ue5os, a#ines, a una distancia prudencial de los centros de

corrupci$n. Como miem!ros de sociedades modelo, tra!ajarán concretamente, cada unoen su tarea asignada y sin teori4aciones pesadas, en pos de la disminuci$n del mal social

y la promoci$n de la &irtud social. e ese modo, los 2om!res ya pueden go4ar de los

 placeres de una !uena cena sa4onada con una !uena con&ersaci$n y de los !ene#icios

 preciosos de la cultura. @ero la Esperan4a tra4a en el 2ori4onte remoto una &isi$n de un

Estado ideal "ue, aun"ue 2oy no sea más "ue un espejismo, podría con&ertirse en la

realidad resplandeciente de un ma5ana lejano mediante el tra!ajo cooperati&o, mediante

la acci$n práctica6 mediante el desmale4amiento y el culti&o del Hardín y la &enta de sus

 productos en el 7ercado del gran mundo.

III

Cándido,  el  documento 2ist$rico, se estudi$ muc2o más e2austi&amente "ue

Cándido, la o!ra de arte. <o!re la !ase de un a!ordaje literario, lle&0 a ca!o un análisis

algo a!stracto de su carga ideol$gica a #in de en#ati4ar su cualidad aleg$rica. Cándido

es, más allá de toda duda, una alegoría y no puede apreciarse de manera ca!al en un

 plano puramente literario. Eso puede decirse so!re todo de la #amosa conclusi$n, en la

"ue la letra mata con tanta certe4a como el espíritu estimula el sentido "ue Voltaire

 pretende transmitir. No o!stante, se o#recieron interpretaciones muy disímiles, de modo

"ue es pertinente enumerar las más características o signi#icati&as y e&aluarlas.

FIl #aut culti&er notre jardinF. <eg3n Emile Baguet %Voltaire, @arís, )*-, pp.

)*8)*/ y Berdinand Castets % (e&ue des langues romanes, JLVIII V <erie, &iIIM,;>/, esa conclusi$n implica pesimismo. 7orris Ais2op concuerda, pero con la

siguiente modi#icaci$n6 FCándido es un documento partidista y, como todas esas

 pol0micas, eagera para demostrar su tesisF. %Candide and "ther Philosophical )ales,

 Nue&a 'or(, )*>*, pp. ii8i&/. La contrapartida de estos puntos de &ista se encuentra

en Berdinand Arunetire6 Fle seul remède qu'il y ait la misère de notre condition est de

 s'abandonner l'indifférence égo*steF % +istoire et Littérature, @arís, )=, III, ;--8;-=/.

En la misma &ena, Oingsley 7artin interpreta la conclusi$n como Fla doctrina de

ocuparse de lo "ue a uno le concierneF, so!re la !ase del 2ec2o de "ue Fen Cándido,

Voltaire 2a!ía renunciado a la esperan4a no solo de eplicar el uni&erso sino tam!i0n de

re#ormar el mundoF % ,rench Liberal )hought in the Eighteenth Century, Aoston, )*>*,

 p. );+/. ic2ard ?ldington sostiene "ue, al #inal, Voltaire conduce al lector a Flaa"uiescencia racional y a un pe"ue5o jardínF %Voltaire, Londres, )*>-, p. >>)/. e

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acuerdo con @aul a4ard, el  finale  incluye Fune idée de résignation nécessaire! un

appel au tra&ail F1 pero agrega6 Fce -ardin lui$meme est le symbole de nos limitationsF,

Fun pis$aller F, Fl'a&eu d'une défaiteF, Fune fa.on de se rapetisser! de se recroque&iller!

 pour donner moins de prise au mal triomphant F % (omanic (e&ie/, JJJII, )=+/. Torrey

se re#iere a la correspondencia posterior de Voltaire para a&alar una construcci$n

similar6 FLas cartas "ue escri!i$ a partir de ese período muestran sin lugar a dudas "uela e2ortaci$n del #inal de Cándido signi#ica!a literalmente lo "ue decía pero "ue

correspondía solo a los períodos en los "ue el autor 2a!ía llegado a lo más !ajo de su

cur&a emocionalF %p. -)/. En este sentido, no está lejos de la interpretaci$n de @ietro

Toldo6 Fun pessimisme qui! malgré tout! n'est qu' la surface0 une aspiration au silence

et l'oubli que tout homme éprou&e certaines heuresF % 1eitschriftfiirfran2osische

Sprache und Litteratur , JL, ):>/.

Con un punto de &ista más neutral, Deorge <aints!ury eplica el signi#icado del

a#orismo #inal de la siguiente manera6 Fs0 tolerante, y... 2a4 con diligencia cual"uier 

tarea "ue de!as 2acerF % 3 Short +istory of ,rench Literature, :P ed., Q#ord, )*>, p.

+*=/. Rilliam . Hones concuerda6 FC'est plutot un conseil d'acti&ité et d'énergie4 que

chacun tra&aille selon sa compétenceF %IKIng0nu, @arís, )*+=, p. ii/. Edme C2ampion,despu0s de se5alar "ue, en este relato pol0micamente acentuado, Voltaire da F l'e%emple

de la protestationF, cuestiona la &alide4 de las interpretaciones pesimistas y sugiere "ue

Cándido se cierra con una nota de tra!ajo y esperan4a6 F Est$il &raiment si désespéré! si

désolant! ce conte! qui après un irrésistible appel la tolèrance! la -ustice! la pitié!

 s'achè&e! comme la &ie de l'empereur romain! par le mot d'ordre salutaire4 Laboremus5F

%Voltaire4 Etudes critiques, +P ed., @arís, )*>), pp. >), >)-/. 7ori4e adopta un postura

similar y sostiene "ue la consigna del #inal es un Fconseil de résignation! mais aussi

d'acti&ité! de tra&ail et d'énergieF, e incluso, más eplícitamente, Fun conseil de tra&ail 

et d'effort4 la métaphysique n'est que leurre et duperie! l'action est bonne et féconde F

%pp. >>+, n. )1 l&ii/. ', para aniel 7ornet, Cándido F garde le courage de 'culti&er son

 -ardinFK, por"ue Fil a foi! malgré tout! dans l'a&enir F % La Pensée fran.aise au 6V777e

 siècle, @arís, )*>=, p. +/.

Las interpretaciones "ue siguen etienden el alcance del #actor aleg$rico6

?ndr0 Aellessort, Essai sur Voltaire %@arís, )*>-/, p. >==6 Si l'on entend par l qu'il faut 

tra&ailler! et tra&ailler dans sa compétence! au lieu de courir les a&en$ tures! on a mille

 fois raison8 Si c'est un conseil de se désintéresser des choses publiques et du

 gou&ernement de la cité on a mille fois tort8 3&ant tout il serait bon de définir notre

 jardin8 Le -ardin de Voltaire ressemblait celui d'3rmide qui n'a&ait point de frontières8

oger @etit, Contes de Voltaire, Classi"ues Larousse %@arís, )*;)/, II, 6 )out &a mal!très mal8 9ais la sottise humaine n'est pas sans remède8 :uel remède5 3gir! tra&ailler8

 L'ennui! la mélancolie! le désespoir sont des sentiments romantiques que Voltaire n'a

 -amais éprou&és lui$meme ni compris chea les autres8 L'inaction était ses yeu% une

absurdité8 3u contraire! agir! tra&ailler! lutter contre l'ig$ norance et la tyrannie! batir!

 semer! planter! labourer! prendre en main la cause les opprimés! n'est$ce pas quoi!

après ;<=>! le patriarche &a s'employer a&ec une ardeur -u&énile et désintéressee5 Son

acti&ité! après Candide ! est le dé&eloppement! par l'e%emple! du mot fameu% qui clot son

roman8

 Na&es, p. ):6 Culti&er son -ardin! c'est donc! après a&oir écarté de nos préoccupations

tout ce qui est inéluctable! tra&ailler tout ce qui reste de notre ressort0 et il ne manque pas d'ou&rage abattre8 C'est peut$etre alors quand quelques hommes au moins auront 

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eu cette sagesse! que l'Eldorado ne sera plus un mythe pour les meilleurs4 confort! goat!

aisance! religion naturelle! bref l'idéal de la &ie pour un homme libre! qui sait 

restreindre ses désirs sa mesure et -ouir en honnete homme!888

Dusta&e Lanson, Voltaire  %@arís, )*)/, pp. )-)8)->6 )out système est fau%8 ?i

bénédiction! ni désespoir8 La &ie n'est pas bonne! elle peut etre améliorée8 Comment5 par le tra&ail! mais par le tra&ail social! par l'effort en commun o@ chacun trou&e son

compte8 (aisonner sur la métaphysique ne sert rien4 l'action pratique doit se

 substituer la creuse spéculation8 II #aut culti&er notre jardin.

a&ens, pp. );;8);-6 La conclusi$nM epresa literalmente una eperiencia personal de

Voltaire... <in em!argo, además de este eco del propio deleite de Voltaire con el campo

y el retiro epic3reo de las di#icultades del mundo, de!emos &er una aplicaci$n más

amplia. @or un lado, está la nota de resignaci$n y el a!andono de la esperan4a de

resol&er los misterios de la &ida por medio de la especulaci$n #ilos$#ica y meta#ísica...

@ero, por el otro, tam!i0n 2ay en esta conclusi$n un consejo en0rgico "ue u!ica al

tra!ajo como la ocupaci$n más sana para la mente 2umana y la &erdadera soluci$n paralos pro!lemas prácticos del mundo... @or lo tanto, Cándido... termina con un tono de

coraje, no de desesperaci$n... ?"uí 2a!la el Voltaire del 3ltimo período, el Voltaire de

las campa5as en #a&or de Calas, <ir&en, La Aarre, Lally, los sier&os de 7ont Hura, el

Voltaire de numerosas re#ormas prácticas, "ue no podía "uedarse callado y en pa4 #rente

a los a!usos.

enry N. Arails#ord, Voltaire  %Londres, )*+-/, pp. ):>8):+6 <in duda, “el jardín

 propio”, como lo dice Voltaire, es el nom!re de cual"uier campo de acti&idad positi&a,

creati&a. @uede incluir el culti&o de las artes6 por cierto, signi#ica la construcci$n y 2asta

la #a!ricaci$n, todo es#uer4o, en suma, "ue tiene un prop$sito social directo, cual"uier 

cosa "ue mejore el entorno... @ero, so!re todo, signi#ica literalmente el culti&o de la

tierra. En los campos arados está la #uente primordial del patrimonio y el !ienestar 

2umanos... una ealtaci$n, por so!re toda la &ida arti#icial de las cortes y las ciudades,

del tra!ajo creati&o del agricultor... La &irtud pasa a signi#icar algo per#ectamente

concreto6 el drenaje de las ci0nagas, la construcci$n de caminos y puentes, la plantaci$n

de ár!oles.

Brente a esta &ariedad de opiniones de eruditos, resulta tentador concordar con la

descripci$n de cierto crítico an$nimo de Fil faut culti&er notre -ardinF como un F secret 

mot dK0nigmeF %)emple Aar , LJJJ, *:/ y dar el tema por cerrado. <in em!argo, el

análisis interno com!inado con el 2ist$rico ser&irá para demostrar "ue el #inal deCándido es su#icientemente claro en su signi#icado, "ue su signi#icado es

aleg$ricamente epansi&o y "ue las interpretaciones de Aellessort, @etit, Na&es, Lanson,

a&ens y Arails#ord se condicen con la intenci$n ca!al del autor.

En primer lugar, de!e en#ati4arse "ue toda interpretaci$n pesimista o escapista

 padece la necesidad de eplicar de alg3n modo una ecepci$n espectacular en la

 producci$n #ilos$#ica de Voltaire. F)oute son intelligence était une machine de guerreF,

dice Blau!ert %7ori4e, p. &/ del escritor satírico "ue jamás escri!i$ más "ue en #a&or del

acto %7oland, JLV, >+:/, "ue reconoci$ "ue F"ui plume a guerre aF %&II, ;>-/, y "ue

luc2$ con una pluma más poderosa "ue la espada por re#ormas sociales concretas.

S?caso el mismo escritor satírico compuso su o!ra maestra so!re el pro!lema del mal

solo para arri!ar a una conclusi$n !uc$lica, resultado de una posi!ilidad me4"uina deelecci$n entre man4anas y peras

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?lgunos críticos se5alan el 0n#asis negati&o de Cándido  como prue!a del

 pesimismo del autor. a&ens responde6 F@or supuesto "ue Cándido es intencionalmente

 parcial. Ninguna descripci$n !ien e"uili!rada del !ien y el mal podrían causarle a la

2umanidad la impresi$n necesaria para pro&ocar una re&ueltaF %p. I&/. ic2o de otro

modo, Cándido  es una pol0mica deli!eradamente eagerada, "ue da un ejemplo

 protestando con &igor contra los males actuales, de modo "ue sus negaciones implicanlas a#irmaciones correspondientes. Ca!e agregar "ue 2ay a#irmaciones directas en

Cándido "ue, a menudo, los críticos en cuesti$n pasaron por alto en su interpretaci$n.

Como ocurre siempre en Voltaire, la meta es un regreso al sentido com3n, al t0rmino

medio, a la secci$n áurea1 lejos de los etremos del optimismo y el pesimismo6 un

meliorismo e"uili!rante %Deorges @ellissier, Voltaire philosophe, @arís, )*, p. -)1

 Na&es, pp. ):8)/. ?5os atrás, 2a!ía atacado el jansenismo desde la direcci$n opuesta,

 por el mismo medio, con el mismo #in %Na&es, p. ):/.

En la 2istoria misma 2ay un eponente del pesimismo6 7artin el mani"ueo, "ue

sostiene con co2erencia "ue todo es para peor en este, el peor de los mundos posi!les.

El manejo "ue 2ace Voltaire de 7artin en el 3ltimo capítulo demuestra a las claras "ue

el pesimismo no triun#a al #inal. El autor se re#iere a los principios de 7artin comoFdétestablesF1 y, cuando 7artin a#irma "ue el 2om!re naci$ para &i&ir Fdans les

con&ulsions de l'inquiétude! ou dans la léthargie de l'ennuiF, Cándido disiente pero no

epresa ninguna opini$n positi&a propia. 7ás tarde, cuando llega el momento de etraer 

una conclusi$n, Cándido el "ue 2ace la gran a#irmaci$n, mientras "ue 7artin, como

@angloss, apenas se alinea con 0l con una opini$n en eco. ?sí, el pesimista y el

optimista pierden su respecti&a identidad etrema para #usionarse con su e discípulo,

de pronto maduro y con&ertido en el meliorista.

ay una inclinaci$n &oltairiana 2acia la alegoría "ue se perci!e con claridad ya

en tra!ajos tan tempranos como la +enriada %7oland, III, =/ y "ue tiene sus raíces

 pro#undas en su psicología, su #ormaci$n literaria y su orientaci$n #ilos$#ica. 7uc2o

antes de ):-, esta propensi$n 2a!ía encontrado materias primas adecuadas para la

eplotaci$n imaginati&a en el jardín y el culti&o de la tierra. En ):+=, Voltaire ya 2a!ía

utili4ado el jardín !í!lico del Ed0n en  Le 9ondain  para comparar su #alta de

re#inamiento con el F paradis terrestreF de Cirey y !romear so!re ?dán de la siguiente

manera6

7on c2er ?dam, mon gourmand, mon !on pre,

Uue #aisais8tu dans les jardins dKEden

Tra&aillais8tu pour ce sot genre 2umain

La parte IV del  Poème sur la loi naturelle  %):->/ contiene una metá#ora prolongada "ue representa a Brancia como un jardín, al ey como al jardinero y a sus

s3!ditos como plantas de di&ersos tipos y tama5os, "ue 0l Fcuida y poda en pos de un

 jardín mejorF %Brancis H. Croley, Poème sur la loi naturelle, Aer(eley, )*+, pp. >=-8

>==, )*>/. El mismo a5o, Voltaire le 2a!ía escrito a K?rgental lo siguiente, acerca de su

 (ome sau&ée6 FC'est en se corrigeant qu'il faut profiter de sa &ictoire8 Ce terrain de

 (ome était si ingrat qu'il faut le culti&er encore! après lui a&oir fait porter! force d'art!

des fruits qui ont été goutesF %7oland, &II, +*:/. 7ientras escri!ía Cándido, en una

carta con #ec2a del ) de septiem!re de ):-, se epres$ ante Cide&ille en los siguientes

t0rminos6 F&ous &ous contente2 de cueillir les fleurs d'3nacréon dans &os -ardinsF

%i, ;=/. ay un pasaje en uno de los primeros cuentos #ilos$#icos,  Aababec et les

 faBirs %):-/, "ue pre#igura sin lugar a dudas la conclusi$n de Cándido, cuando Qmri lese5ala a Aa!a!ec6 F e fais cent fois plus de cas d'un homme qui sème des légumes! ou

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qui plante des arbres! que de tous &os camarades qui regardent le bout de leur ne2! ou

qui portent un bat! par e%cès de noblesse d'3meF %I, )+/. @ero el anticipo más

sorprendente de todos es la oda de Voltaire a  La ,élicité des temps! ou l'Eloge de la

 ,rance, leída ante la ?cademia Brancesa el >- de agosto de ):;=. Los &ersos &ii, &iii, i

y i de este poema desarrollan el siguiente ra4onamiento6 Brancia, "ue anta5o era un

 páramo in#estado de guerras intestinas, 2oy es una comunidad pací#ica cargada deciudades espl0ndidas y enno!lecida por acti&idades culturales1 este progreso inmenso

#ue posi!le gracias al tra!ajo industrioso de la tierra1 el tra!ajo aument$ la #ertilidad, la

#ertilidad gener$ ri"ue4as, las ri"ue4as permitieron todos los !ene#icios de la

ci&ili4aci$n superior1 esa es la 2istoria y la promesa de nuestra naci$n1 en rigor, la de

toda la 2umanidad.

Loin ce discours lac2e et &ulgaire,

Uue toujours lK2omme d0g0nre,

Uue tout sKepuise et tout #init6

La nature est in0puisa!le,

Et le Tra&ail in#atiga!leEst un dieu "ui la rajeunit. %&iII, ;-=, n. )1 ;-8;-*/

ado "ue casi todos estos ejemplos preceden por &arios a5os a Les 0lices y a

Berney, la de#ensa de una interpretaci$n puramente literal por re#erencia a las

acti&idades de jardinería de Voltaire de ):- pierde gran parte de su #uer4a, de modo

"ue se #ortalece en gran medida el argumento a #a&or de un sentido aleg$rico. En

Cándido  mismo 2ay nada menos "ue siete jardines6 )/ el F Paradis terrestreF de

Rest#alia, >/ la F&igneF jesuítica de @araguay, +/ la sociedad modelo de Eldorado, ;/ el

 jardín ornamental de @ococurante, -/ el jardín maldito, agotador de Cacam!o, =/ el

 jardín modesto del &iejo turco y :/ el jardín de Cándido, culti&ado por una pe"ue5a

sociedad modelo. e estos jardines, los dos primeros son edenes #alsos. Rest#alia es la

morada del #atalismo FoptimistaF, el "uijotismo sentimental y la pe"ue5a tiranía

aristocrática, mientras "ue @araguay es un despotismo militar dis#ra4ado de reino de

ios en la Tierra. El cuarto sim!oli4a la arti#icialidad est0ril de la indolencia displicente1

el "uinto, la depresi$n "ue acompa5a el tra!ajo no iluminado por un prop$sito social.

@or lo tanto, cuatro de los jardines son negati&os. e los tres restantes, Eldorado es

negati&o en el sentido de "ue es un mito, per#ecto e irreal1 pero tam!i0n es positi&o en el

sentido de "ue o#rece un #ilos$#ico para la aspiraci$n 2umana. Eldorado es la meta

#utura, remota, a la "ue se dirigen dinámicamente el seto y el s0ptimo jardín. El jardín

del &iejo turco es un ejemplo concreto, aun"ue modesto, del progreso de la 2umanidad

de acuerdo con el ra4onamiento desarrollado doce a5os antes, en  La ,élicité des temps.El jardín de Cándido ya es menos modesto, por"ue in&olucra a un grupo mayor "ue una

#amilia, y está lleno de promesa6 es una sociedad modelo cooperati&a "ue tra!aja

gradualmente pero con con&icci$n práctica por el mejoramiento de la ci&ili4aci$n.

Los tres jardines del capítulo #inal eigen un análisis más minucioso. <a!emos

del de Cacam!o "ue FCacam!o "ui tra&aillait au Hardin, W "ui allait &endre des l0gumes

X Constantinople, 0tait 0ced0 de tra&ail, W maudissait sa destin0eF. El &iejo turco

resume su situaci$n de la siguiente manera6 Fje pr0sume "uKen g0n0ral ceu "ui se

melent des a##aires pu!li"ues p0rissent "uel"ue#ois mis0ra!lement, W "uKils le m0ritent1

mais je ne mKin#orme jamais de ce "uKon #ait X Constantinople1 je me contente dKy

en&oyer &endre les #ruits du jardin "ue je culti&eF %.../ FHe nKai "ue &ingt arpens %.../1 je

les culti&e a&ec mes en#ans1 le tra&ail 0loigne de nous trois grands mau, lKennui, le &iceW le !esoinF. En cuanto a Cándido, 0l 2ace su a#irmaci$n en #orma de decisi$n.

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@angloss aprue!a con un largo discurso y 7artin, con una #rase escueta "ue logra

concordar con Cándido y reprender a @angloss al mismo tiempo6 FTra&aillons sans

raisonner %.../ cKest le seul moyen de rendre la &ie suporta!leF. ' luego6 FToute la petite

soci0t0 entra dans ce loua!le dessein1 c2acun se mit a eercer ses talents. La petite terre

rapporta !eaucoup. Cun0gonde 0tait X la &0rit0 !ien laide1 mais elle de&int une

ecellente patissire1 @a"uette !roda1 la Vieille eut soin du linge. Il nKy eut pas jus"uKXBrre Diro#l0e "ui ne rendit ser&ice1 il #ut un trs !on menuisier, W meme de&int

2onnete 2omme...F. Gna comparaci$n de estos tres jardines re&ela una progresi$n

deli!erada de un indi&iduo solitario a una #amilia, y de allí a un pe"ue5o grupo modelo1

además, en los tres %eplícitamente en los dos primeros, implícitamente en el tercero/, la

empresa práctica de &ender sus productos en el mercado metropolitano. La cooperaci$n

de Ftoute la petite soci0t0F ya se des2ace de interpretaciones "ue radican en

FlKindi##0rence 0goYsteF y en Fla doctrina de ocuparse de lo "ue a uno le concierneF. La

&enta del producto impulsa este 2ogar a3n más con&incentemente gracias a "ue

esta!lece una conei$n con la gran ciudad, conei$n mediante la "ue es el pe"ue5o

grupo modelo el "ue in#luye al gran mundo, y no al re&0s. @ero, si la concepci$n del

 jardín es aleg$rica, el producto incluye tanto pan#letos como guisantes, tanto re#ormasocial como alimentos. En ese sentido, el contraste entre el jardín de Cacam!o y el de

Cándido constituye una prue!a poderosa. Bísicamente son el mismo jardín, &isto antes y

despu0s de la llegada de la sa!iduría mediante la consulta con el der&ic2e y el &iejo

turco. ?ntes, Cacam!o tra!aja solo y maldice su suerte1 despu0s, el grupo entero

encuentra la #elicidad en el tra!ajo cooperati&o. Tanto antes como despu0s, 2ay "ue

culti&ar el jardín y &ender el producto. S$nde radica la di#erencia En una sensaci$n

de prop$sito social, con dos maneras de ejercer una in#luencia en el gran mundo6

comerciali4ando el producto del jardín y dando un ejemplo. No 2ay "ue ol&idar "ue

Cándido y sus compa5eros terminan #ormando una sociedad modelo. La sugerencia de

"ue esa sociedad tenía como #in inspirar la imitaci$n no es más ni menos &oltairiana "ue

Voltaire mismo.

La actitud del &iejo turco 2acia las noticias de los asuntos p3!licos %FHe nKen sZai

rienF[Fje nKai jamais sZuF[FHKignore a!solumentF[Fje ne mKin#orme jamaisF/, por su

en#ática contradicci$n de la curiosidad irreprimi!le de Voltaire, cuestiona una &e4 más

la aplica!ilidad de las interpretaciones literales a la conclusi$n de Cándido. En este

caso, el 0n#asis mismo con el "ue el turco pro#esa su ignorancia e indi#erencia sugiere

duplicidad, y Fcierta #orma de duplicidad era la condici$n necesaria de la &ida y o!ra de

VoltaireF %Torrey, pp. &iii, )> s""./. ?2ora !ien, aun"ue los enga5os "ue practica

Voltaire en su guerra contra FlKin#ameF son muy e#icaces para !urlar a las autoridades,

nunca son di#íciles de sondear. ?l igual "ue el autor, el turco y Cándido no se retiran del

mundo por completo1 solo pretenden 2acerlo. En rigor, les dan la espalda a lasa!ominaciones p3!licas en un gesto de desd0n #ilos$#ico y se retiran a una posici$n de

resguardo, donde tra!ajarán concretamente en pos de di#undir la &irtud social y desde

donde com!atirán el mal social con tácticas de #alsedad.

SCuál era la justi#icaci$n de esa #alsedad en ):- El eilio y la #alta de 2ogar 

eran eperiencias recientes y recuerdos toda&ía dolorosos. El @ome sur le d0sastre de

Lis!onne, pu!licado en ):-=, 2a!ía de!ido redactarse con cuidado para e&itar una

oposici$n peligrosa %a&ens, 7LN, JLIV, ;*)1 LVI, ;>-/. Gn decreto real en ):-:

2a!ía restaurado la pena de muerte para escritores y editores "ue #ueran declarados

culpa!les de atacar la religi$n %7ornet, p. ):>1 @ellissier, pp. *)8*>/. En el mismo a5o

de ):-, la pelea #ilos$#ica alcan4$ un punto álgido, en el "ue los partidarios de la

 Encyclopédie estu&ieron muy in&olucrados %7oland, i, passim1 Na&es, p. =/. @ocodespu0s de la pu!licaci$n de Cándido, se instituy$ una censura en el correo %7oland,

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JL, );, n. )/. Voltaire era un luc2ador eminentemente práctico. Creía "ue el #also

2eroísmo "ue deri&a!a en martirio no 2aría más "ue cola!orar con la oposici$n1 de a2í

su ela!oraci$n de las diestras estratagemas "ue suelen asociarse con su período en

Berney, pero ya en marc2a en la composici$n y pu!licaci$n de Cándido.

Como discípulo de Aayle, un contri!uyente a la  Encyclopédie  y 0l tam!i0n

táctico eperto, esta!leci$ sus F"uatre pattesF %7oland, IJ, --/. Escri!i$ Cándidoen secreto total %a&ens, Candide, p. &iii/. Lo pu!lic$ an$nimamente y neg$ su

autoría %i!id.1 tam!i0n 7oland, JL, -, =>, :)/. urante el inter&alo entre composici$n

y pu!licaci$n, en sus cartas, #ingi$ perder todo inter0s en la lectura y la escritura de

li!ros %7oland, I, --+, -=-, -==1 JL, )8)), >/. En la 2istoria, no incluy$ más "ue

unas pocas o#ensi&as anti!í!licas, indirectas en su mayoría. En sus cartas, disemin$

#rases en las "ue pretendía 2a!erse retirado del mundo por completo %I, ;+, ;+),

;;-, ;-, ->, -=+/, y le dio epresi$n literaria a esa artima5a en el 3ltimo capítulo de

Cándido. ', en parte, tal &e4 2aya elegido la metá#ora del jardín por"ue le permitía

disimular una intenci$n social agresi&a detrás de una ocupaci$n literal. Lo "ue transmite

el &iejo turco, &elado pero etra5amente claro, !rilla a tra&0s de los siguientes etractos

característicos de la correspondencia6

>= de mar4o de ):-:, a T2ieriot %el affair amiens/6 Nous d0tournons des yeu de ces

a!ominations dans notre petit pays romance,... 1 nous y #aisons ce "uKon de&rait #aire a

@Xris6 nous y &i&ons tran"uilles, nous y culti&ons les lettres sans ca!ale %i, )*-/.

> de #e!rero de ):-:, a iderot6 HKou!lie a&ec plaisir dans ma retraite tous ceu "ui

tra&aillent X rendre les 2ommes mal2eureu ou X les a!rutir, et plus jKou!lie ces ennemis

du genre 2umain, plus je me sou&iens de &ous. He &ous e2orte X r0pandre, autant "ue

&ous le pourre4, dans lK Encyclopédie, la no!le li!ert0 de &otre \me %i, )>/.

)> de diciem!re de ):-:, a K?lem!ert %el artículo Denè&e/6 Uuel"ues8uns mKaccusent

dKune con#0d0ration a&ec &ous. Vous sa&e4 mon innocence %i, +>:/.

>; de diciem!re de ):-:, a Vernes %mismo tema/6 He nKai point encore le nou&eau tome

de lK Encyclopédie, et jKignore a!solument de "uoi il sKagit... Ne soyons ni cal&inistes, ni

 papistes, mais #rres, mais adorateurs dKun ieu cl0ment et juste %i, ++>/.

)- de mayo de ):-, a K?rgental6 <a&e48&ous des nou&elles de cette  Encyclopédie He

les aime mieu "ue les nou&elles pu!li"ues, "ui sont pres"ue toujours a##ligeantes

%i, ;;-/.

+ de septiem!re de ):-, a 7me du Aoccage %del grupo de la Encyclopèdie/6 II #aut,

madame, "ue le petit nom!re des sages ne sKepose pas X la m0c2ancet0 des #ous1 il #aut

"uKils &i&ent ensem!le, et "uKils #uient le pu!lic %i, ;*8;*)/.

Como se &e claramente en la mayoría de los etractos, Voltaire tenía un inter0s

&ital en la &ictoria del grupo de la  Encyclopèdie. <e declara!a Fadmirateur et %.../

 partisan jus"uKau tom!eauF %i, +=;/ de "uienes compila!an Fle plus grand ou&rage

du mondeF %i, )+)/ y aport$ no pocos artículos propios a la gran empresa %i,

 passim/. En ):-:, y en especial en ):-, cuando la oposici$n di#iculta!a cada &e4 más

el a&ance del tra!ajo, Voltaire e2ort$ a sus colegas una y otra &e4 a #ortalecerse

#ormando un grupo #ilos$#ico co2esionado6 F0unisse4 le petit troupeau1 courage.[ Gnisse4, tant "ue &ous pourre4, tous les p2ilosop2es contre les #anati"ues.[Baites un

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Arails#ord, y como Voltaire mismo anticip$ a la per#ecci$n en su oda a La B0licit0 des

temps. @uede decirse "ue las citas "ue se etrajeron de la correspondencia más tardía

 para a&alar una interpretaci$n literal no solo ilustran el placer "ue encontra!a Voltaire

en la duplicidad sino "ue, además, demuestran la importancia central del ejemplo

 !ásico, concreto %Torrey, pp. ;*8-=, ):1 7oland, JLIII, >**1 JLV, ;1 JLVII, -+)1

JLVIII, )+;, +*:, ;)=, -+;/. En el caso de nuestro patriarca #austo, ese ejemplo puedede#inirse de la siguiente manera6

) de mar4o de ):=-, a amila&ille %Fle &rai p2ilosop2eF/6 Il sait, comme le sage de

7ont!ard %Au##on/, comme celui de Vor0 %el&0tius/, rendre la terre plus #ertile, et ses

2a!itants plus 2eureu. Le &rai p2ilosop2e d0#ric2e les c2amps incultes, augmente le

nom!re des c2arrues, et par cons0"uent des 2a!itants1 occupe le pau&re et lKenric2it1

encourage les mariages, 0ta!lit lKorp2elin, ne murmure point contre des imp`ts

n0cessaires et met le culti&ateur en 0tat de les payer a&ec all0gresse. II nKattend rien des

2ommes, et il leur #ait tout le !ien dont il est capa!le. II a lK2ypocrite en 2orreur, mais il

 plaint le superstitieu1 en#in il sait _tre ami %7oland, JLIII, ;:*/.

La correspondencia más tardía es rica en pasajes "ue &an muc2o más allá de la

duplicidad y la a#irmaci$n literal para &alidar la interpretaci$n aleg$rica en las pala!ras

de Voltaire, imposi!les de para#rasear6

): de no&iem!re de ):=, a K?lem!ert6 Tra&aille4, mon c2er @aul, X la &igne du

<eigneur. Gn 2omme de &otre trempe #ait plus de !ien "ue cent sots ne #ont de mal.

CKest un grand plaisir de &oir cro]tre son petit troupeau. Vous ne sere4 point mordu des

loups, &ous _tes aussi sage "uKintr0pide. Vous ne &ous commette4 point, &ous ne jete4 la

semence "ue dans le !on terrain. Uue ieu r0pande ses saintes !0n0dictions sur &ous et

les &`tres %JLI, =-8==/.

iciem!re de ):=, a iderot % Encyclopédie/6 Vous sa&e4 "uKon sKest plaint des

d0clamations, "uand on attendait des d0#initions et des eemples1 mais il y a tant

dKarticles admira!les, les #leurs et les #ruits sont r0pandus a&ec tant de pro#usion "uKon

 passera ais0ment par8dessus les ronces... Vous a&e4 pris un trs8!on parti de ne rien dire,

et de !ien tra&ailler %JLI, )*8))/.

>- de #e!rero de ):=>, a K?lem!ert6 Q mes #rres tra&aille4 sans rel\c2e, seme4 le !on

grain,... %JLII, -)/.

)- de septiem!re de ):=>, a dK?lem!ert6 II y a dKailleurs plus de  ean 9eslier  et deSermon des cinquante dans lKenceinte des montagnes "uKil nKy en a X @aris. 7a mission

&a !ien, et la moisson est asse4 a!ondante. T\c2e4 de &otre c`t0 dK0clairer la jeunesse

autant "ue &ous le pourre4. %JLII, >+=/

>= de julio de ):=+, a el&0tius6 Qn #ait ce "uKon peut de son c`t0 pour la culture de la

&igne du <eigneur, et on a lieu de !0nir la @ro&idence, "ui a #ait dans nos cantons un

nom!re prodigieu de con&ersions %JLII, ->+/.

)+ de #e!rero de ):=;, a K?lem!ert6 ...tra&aille4 donc X la &igne, écrase2 l'inf8 %JLIII,

)>:/.

Page 13: Voltaire El Jardín de Cándido

7/21/2019 Voltaire El Jardín de Cándido

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) de mar4o de ):=;, a K?lem!ert6 ...le rgne de la raison se pr0pare1 il ne tient "uKX

&ous dKa&ancer ces !eau jours, et de #aire mbrir les #ruits des ar!res "ue &ous a&e4

 plant0s.... @our&u "ue la &igne du <eigneur aille !ien, je suis indulgent pour les p0c2eurs

et les p0c2eresses. He ne connais rien de s0rieu "ue la culture de la &igne1 je &ous la

recommande1 pro&igne4, mon c2er p2ilosop2e, pro&igne4 %JLIII, );-/.

>= de junio de ):==, a K?lem!ert6 Les missionnaires courent la terre et les mers1 il #aut

au moins "ue les p2ilosop2es courent les rues1 il #aut "uKils aillent semer le !on grain de

maison en maison %ui&, +)/.

; de junio de ):=:, a K?lem!ert6 Les Dene&ois touc2ent au moment de la crise de leurs

a##aires1 pour moi, je mKoccupe X culti&er mon jardin, et X me mo"uer dKeu... A0nissons

cette 2eureuse r0&olution "ui sKest #aite dans lKesprit de tous les 2onn_tes gens depuis

"uin4e ou &ingt ann0es1 elle a pass0 mes esp0rances. ? lKegard de la canaille, je ne mKen

m_le pas1 elle restera toujours canaille. He culti&e mon jardin, mais il #aut !ien "uKil y ait

des crapauds1 ils nKemp_c2eront pas mes rossignols de c2anter %JLV, >;8>-/.

 No&iem!re de ):=, a... %2a!lando de ousseau/6 Culti&ons nous autres tout doucement

la &igne du <eigneur %l&i, ):=/.

)- de mar4o de ):=*, a K?lem!ert6 La &igne du <eigneur est culti&0e partout1 mais

nous nKa&ons encore X @aris "ue du &in de <uresne %JLVI, >:/.

); de julio de )::+, a K?lem!ert6 Il #aut culti&er les lettres ou son jardin.... Ne

mKou!lie4 pas, je &ous en prie, auprs de 7. de Condorcet et de &os autres amis "ui

soutiennent tout doucement la !onne cause %JLVIII, ;)=/.

?sí, como en La ,élicité des temps, el ejemplo !ásico, concreto del culti&o o la

la!ran4a contiene la materia de la epansi$n inde#inida, de modo "ue no puede

encerrarse en una concepci$n puramente literal, sino "ue sigue epandi0ndose en

círculos más y más amplios, 2asta incluir todas las acti&idades prácticas, progresi&as, de

la sociedad ci&ili4ada. ' es de importancia decisi&a "ue, tanto antes como despu0s de

Cándido, Voltaire considerara "ue la metá#ora del jardín era especialmente aplica!le al

tra!ajo de los enciclopedistas y, por lo tanto, intercam!ia!le con la #igura !í!lica de la

&i5a, ya "ue la suya era una misi$n sagrada.

I@QN CQLLEDE

ipon, Risconsin