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Consigna
Molinos Rio de la Plata quiere desarrollar una nueva línea de productos, pizza a la piedra congelada elaborada artesanalmente bajo una exclusiva y delicada receta desarrollada cuidadosamente por expertos maestros pizzeros, con ingredientes naturales de primera calidad y bajo un proceso de producción riguroso que aseguran un producto de calidad con el más rico sabor. Dicho producto se comercializaría en los mismos puntos de ventas, que actualmente trabaja la empresa.
La propuesta consiste en lanzar esta nueva línea inicialmente con 3 productos (Pizza media masa Mozzarella – Pizza media masa Jamón y Morrones – Pizza media masa Fugazzetta) en envase de cartón, con nombre diferente a la marca, para no crear confusiones en los consumidores y que el nuevo producto logre un excelente posicionamiento según sus características diferenciales y no una variante más que ofrece la empresa.
Se solicita:
Creación de marca (Nombre y Simbología de la marca).
Campaña integral BTL de comunicaciones del nuevo producto.
© Lic. Claudio Basile
Brief de Marketing
Molinos Río de la Plata.La fundación: del trigo a las harinas industrializadas. Argentina, país rico en climas y tierras, generador de riqueza agropecuaria de todo tipo, comenzó a explotar sus ventajas diferenciales a principios del siglo XIX. Por esos tiempos, en que se daba inicio al período agroexportador de nuestro país, dos visionarios comenzaron a forjar lo que sería una de las empresas líderes de la industria de la alimentación de Latinoamérica.
Desde el viejo continente –específicamente desde Bélgica, había viajado, miembro de una familia acomodada de comerciantes, Ernesto Bunge a quien algunos años de permanencia en Buenos Aires le ayudaron a ver el potencial agroexportador de nuestro país. Así fue como, en 1899 junto con su cuñado, Jorge Born, dieron inicio a Bunge & Born, empresa que creció con el comercio internacional de granos.
Sobre la base del grano de trigo y con la idea de continuar desarrollando localmente el potencial agropecuario de nuestro país, decidieron fundar, en el año 1902 la compañía S.A. de Molinos Harineros y Elevadores de granos Molinos Río de la Plata. Como primera acción, construyeron un molino harinero en el Dique 3 de Puerto Madero, el molino de harina más moderno de la época. Para el año 1930 las cintas transportadoras de la compañía suman un largo de más de 10 kilómetros y pueden mover más de 100.000 bolsas de harina cada día. Además, debido a que la empresa se encontraba en el punto convergente de todos los ferrocarriles de la Argentina, podía adquirir el trigo más selecto que se producía en el país. En los inicios, S.A. de Molinos Harineros y Elevadores de granos Molinos Río de la Plata comenzó elaborando dos productos: harina industrial con marcas Favorita, Delicia y Preferida y un producto para la alimentación animal denominado Semitín.
Las harinas por entonces se vendían en bolsas. Asimismo, mucha de la producción se exportaba a diferentes países del mundo, sobre todo aprovechando los contactos de los accionistas con el viejo continente.
Una publicidad de Harina Favorita del año 1930 pregonaba que “Para la fabricación de fideos no hay pasta de gusto más agradable que la que se obtiene empleando harina Favorita”. Ya desde entonces las marcas de Molinos se destacaban por su alta calidad.
Desde los inicios, la visión de la compañía fue el aprovechamiento de todos los recursos, productos y subproductos que generaba el grano de trigo. Así luego de la molienda y de obtener la mejor harina 0000 ceros de la Argentina, con los subproductos, afrecho y restos de harina, se fabricaba el que sería uno de los primeros alimentos balanceados para animales producidos en el país.
El Semitín, tal como lo indica un folleto de difusión de la época, era “el mejor alimento para la cría y el engorde de ganado. Este afamado producto estaba constituido sobre la base de harina que se extrae de la parte del grano de trigo más cercana a la cáscara. Sus ingredientes principales son proteína, almidón (carbohidrato) y materia grasosa”.
Por último, en el año 1925 la compañía comienza a generar otro de los productos que la convertirían en una prestigiosa empresa alimentaria: aceites vegetales. Inicialmente lo hizo a través de la producción de aceite de algodón a la que luego se sumarían girasol, lino y maní. Con su vasta experiencia en el comercio de granos, estaba fuertemente capacitada para abordar esta nueva actividad, que, con los años, la convertirían en una
© Lic. Claudio Basile
de las empresas líderes mundiales en la producción de aceite. De allí en más la transformación de oleaginosas estaría íntimamente ligada a la vida de la empresa.
Esta evolución, y la aplicación de técnicas de producción tan avanzadas como las mejores del mundo, posibilitaron que el país prescindiera de la dependencia exterior de aceites.
La diversificación
Ingreso al mercado doméstico de la alimentación, desarrollando marcas que serían “iconos” del hogar.
A partir del año 1930 y apoyada en un proyecto país basado en la sustitución de importaciones que intentó desarrollar la industria local, Molinos Río de la Plata apostó fuertemente a su diversificación. En el año ’32 la compañía simplifica su nombre y a partir de allí comienza a denominarse "Molinos Río de la Plata".
Así y fiel a su principio de agregar valor a los productos del campo argentino, Molinos Río de la Plata trabajó para desarrollar marcas que serían emblemáticas para los argentinos, ingresando masivamente al mercado doméstico de la alimentación. Asimismo, el 4 de enero de 1935 la empresa comenzó a cotizar sus acciones en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
En este período la empresa decide ingresar en categorías como arroz, harina, yerba mate, fideos, aceites especiales –como el aceite de uva– y luego ingresar a categorías aún más elaboradas como premezclas, sémolas y rebozadores. Nacen así marcas que serán “íconos del hogar” como Blancaflor, Río, Cocinero, Nobleza Gaucha, Exquisita, Vitina y Preferido.
Nobleza Gaucha, Cocinero, Vitina, Blancaflor y Exquisita.
Nobleza Gaucha. A comienzos de la década del ´40 Molinos ingresa en la categoría de la yerba mate con la emblemática marca “Nobleza Gaucha”.
Desde sus orígenes, esta yerba se destaca por su óptima calidad y absoluta pureza ya que es perfectamente seleccionada por la “buena y experta” mano de Molinos. En todas las publicidades de la marca se resalta lo “rico, espumoso y aromático” de Nobleza Gaucha. Además, se caracteriza por ser una yerba muy rendidora, tal como lo afirma su slogan durante los años ´50 “La yerba que siempre aguanta un matecito más”.
Nobleza Gaucha es una marca que siempre estuvo asociada con el compartir y disfrutar con amigos y en familia.
Aceite Cocinero sale al mercado en el año 1932, envasado en una lata rectangular de un litro, que con el tiempo se convertiría en un verdadero clásico. En 1942 la aparición del envase de vidrio –la característica botella color ámbar sería otro hito en su historia que luego se vería modernizado por el práctico envase plástico. A partir del año 1996 la marca lanzaría el Cocinero de maíz, de girasol y de oliva que se sumaría al ya clásico mezcla. Más recientemente se agregaría el aderezo Cocinero Light.
La comunicación publicitaria de la marca siempre estuvo asociada a un “cocinero”, que, en 1992 es reemplazado por uno más joven, vestido con ropa más moderna.
Luego la empresa decidiría agregar valor a los aceites y empezaría a producir margarinas con marcas como Manty y Delicia.
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Asimismo, en el año 1940 Molinos ingresa al mundo del aceite de oliva. Inicialmente se envasaba una mezcla de aceite de oliva y otras variedades como girasol o aceite de maní. Hacia fines de la década del ’50, la compañía presentó el primer aceite de oliva extra virgen “Lira” y a lo largo del tiempo fue perfeccionando su producción hasta llegar a ser líderes del mercado desde hace más de una década.
Vitina, por su parte, fue presentada en sociedad en el año 1943, y pronto se convirtió en el producto paradigma de la nutrición infantil. Fue la primera marca en ofrecer un producto fortificado para niños y por ello su imagen es fuerte y con una alta connotación emocional. Posteriormente en los años ’70 se lanzaron los fideos para sopa, para toda la familia, a la vez que se desarrolló una fuerte campaña de publicidad sobre la sémola fortificada, presentando diversas recetas para utilizar el producto. Asimismo, en la década del ’80 se produjo y puso al aire un comercial en el que actuaban chicos bajo el slogan “me parece que me está gustando la sopa”.
La marca ha sido y sigue siendo, una marca valorada por las mamás para alimentar los primeros años de sus hijos.
En el año 1956 nacía Blancaflor, como la primera harina leudante, una propuesta de mayor practicidad para las amas de casa. Blancaflor sabe el amor, cuidado y dedicación que las mujeres le ponen a sus comidas caseras para que salgan perfectas. Desde entonces ha sido una marca cercana a los hogares argentinos.
Blancaflor ha desarrollado una completa línea de productos novedosos, con las mezclas para preparar ñoquis, pizzas, tortas fritas, chipá, así como empanadas y tartas refrigeradas de forma fácil y rápida.
Exquisita, por su parte, nació en el año 1959 como un desarrollo superador de la harina, con los primeros polvos para preparar bizcochuelos. En la década del’70 ingresó en la categoría polvos para preparar flanes y postres. Durante las primeras décadas, Exquisita basó su comunicación en el eje “practicidad y lucimiento”. A través de los años fue desarrollando nuevos sabores y productos convirtiéndose en la marca de mayor variedad e innovación en el ramo. Desde su nacimiento, Exquisita es la marca con más recordación en polvos para preparar productos horneables.
En 1970 se presenta al mercado “Preferido”, el primer rebozador que nació como la primera opción diferencial al pan rallado de panadería o rallado en casa. A lo largo de los años la marca innovó desarrollando diferentes variedades como el “Preferido Listo” o el “Preferido con ajo y perejil”. Desde sus comienzos, esta marca estuvo siempre ligada a las necesidades de las amas de casa a la hora de preparar sus milanesas, para que salgan más ricas.
Matarazzo creció hasta convertirse en sinónimo de pasta italiana en la Argentina.
Además, en este período se adquiere una compañía clave para el desarrollo de Molinos Río de la Plata: Matarazzo.
En el año 1899, un joven llamado Costábile Matarazzo, que vivía en un pequeño pueblito de Italia, tuvo la idea de viajar a Sudamérica en busca de nuevos horizontes y oportunidades. Él, como muchos inmigrantes de la época, decidió instalarse en Argentina en la búsqueda de nuevas oportunidades.
Una vez en el país, Costábile comienza a exportar harina de trigo a Brasil.
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Pasaron los años e incursionó en otras industrias hasta que en 1950 decide volver a los primeros negocios que lo trajeron a este país. Es así como ese año Costábile remata todas las matrices y maquinarias de su antigua industria para solventar la construcción y equipamiento de la fábrica de pastas “Matarazzo”, ubicada en Villa Adelina.
El éxito no se hizo esperar y, ante la importante demanda por parte de los consumidores argentinos Matarazzo creció hasta convertirse en sinónimo de pasta italiana en la argentina.
Conciente de la tradición y valor que implicaba esta marca, Molinos Río de la Plata la adquiere en el año 1978, manteniendo la misma filosofía de origen: productos de excelente calidad, una fuerte orientación a las necesidades de los consumidores y todo el espíritu italiano.
Durante todo este tiempo, y con la idea de obtener la mejor materia prima del campo argentino, Molinos dio un vigoroso impulso a la actividad agrícola en el país, mediante el asesoramiento al productor, la ayuda en la compra de implementos y la entrega de simientes seleccionados, inclusive a crédito.
La reafirmación del liderazgo.
La familia Pérez Companc adquiere Molinos Río de la Plata y la compañía ingresa en nuevas categorías.
En el año 1999 Molinos Río de la Plata es adquirida por la Familia Pérez Companc. Este hecho marca un hito clave en su historia, ya que a partir de aquí comienza, por un lado, la consolidación de marcas innovadoras y por otro, el ingreso y reafirmación del sector de graneles.
La estrategia del nuevo grupo accionario consistió en consolidar la compañía para convertirla, tal como consta en su visión en “Ser la Compañía líder de alimentos en la región, por su confiabilidad, innovación y crecimiento”. Regido por esos principios se trabajó fuertemente en la innovación, así como en generar cadenas de valor integradas. Siguiendo ese criterio, y con la idea de contar con materias primas de excelencia para sus productos, Molinos Río de la Plata adquiere un porcentaje importante de PecomAgra, una empresa agrícola dedicada a la originación, procesamiento primario y exportación de materia prima.
Liderazgo en refrigerados y congelados
Don León Pogdaetzky fue el fundador del Frigorífico Tres Cruces. Su familia, originaria de Rusia, se había dedicado siempre a negocios relacionados con carnes vacunas, por lo que luego de su arribo a Buenos Aires en 1925, inicia sus actividades comerciales, instalando una carnicería en Ciudadela. Posteriormente, con su hermano Elías, adquiere un predio en la Av. Tres Cruces, –nombre que adoptarán para su negocio de carnicería y pequeña fábrica de embutidos-. En 1962 adquieren una línea de máquinas para fabricar salchichas, que constituían un equipamiento inédito para la industria de esa época. Para dar cabida al crecimiento que tuvo la empresa, en 1968 adquieren el predio de Villa Tesei que, luego de ampliaciones y reformas, se inaugura en 1970. Molinos adquiere la compañía en 1989, dando un fuerte impulso a las que son las salchichas de Viena más famosas de la Argentina: Vieníssimas.
Conciente del potencial de crecimiento de la categoría congelados en la dinámica vida moderna, en 1997 Molinos Río de la Plata compra Granja del Sol a Cargill, marca que
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había nacido en 1980, a través del lanzamiento del pollo fresco pero que había reformulado su posicionamiento en 1983 cuando ingresó en la categoría de congelados con empanados de pollo (las famosas “Patitas”). La marca Granja del Sol completó su línea en 1991 incorporando Pescados y Vegetales. Con la idea de fortalecer la marca madre “Granja del Sol” en 1997 Molinos decide unificar todos sus productos bajo la misma marca paraguas.
Por esta fecha, también la marca Matarazzo lanzó al mercado las primeras pastas refrigeradas de la Argentina.
Esta categoría nació, basada en los cambios de la vida moderna: la falta de tiempo, las mujeres trabajando fuera del hogar y la creciente tendencia de las familias unipersonales, brindan las mejores perspectivas a un alimento que es casi un plato preparado y que generó grandes cambios también en cadenas de supermercados y comercios que debieron modificar el esquema de comercialización, dando cada vez más espacio en sus locales a las heladeras para alimentos congelados.
En estos años también se fortalece el negocio de pastas con la adquisición de dos grandes compañías con importantes diferenciales y fuertes posicionamientos: Pastas Don Vicente y Lucchetti.
La historia de Don Vicente se remonta al año 1912, cuando Don Vicente Fagnani llegó a Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires) desde su Italia natal con dos sueños: formar una familia y compartir su pasión por las pastas. Fue así como comenzó a elaborar las más ricas pastas artesanales, amasadas con huevos frescos de granjas marplatenses y harina de trigo seleccionada, logrando así un color natural y el dente justo.
Hoy, casi un siglo después, se mantiene intacta la pasión y esa receta única –con huevos frescos y todo el sabor de la pasta casera–.
A principios de los años `90 Lucchetti ingresó al mercado argentino, de la mano de una empresa chilena. Su primera incursión fue en la categoría de Caldos, luego discontinuados. En mayo de 1993 se lanzaron las pastas Lucchetti a las que luego se sumó la inauguración de la planta en Argentina ubicada en la localidad de Pilar. En el año 2006, luego de tener la licencia de la marca por 5 años, Molinos adquiere la marca con la visión de convertirla en un “aliado de mamá”.
A lo largo de estos años la marca fue consolidando su posición en la categoría de pastas hasta convertirse en la segunda marca del mercado luego de Matarazzo.
Bajo ese concepto en el año 2006 lanzo los caldos Lucchetti “Bajos en grasa”. Este lanzamiento constituyó el primer paso del crecimiento de la marca. En 2007 incursionó en el mundo de las pastas con salsa y sumó un co-branding con la marca de arroz Máximo.
Luego, en 2008 sumó la línea de sopas con fideos, más opciones de pasta con salsa y una propuesta de arroz con salsa, que vino a confirmar la idea de “soluciones para mamá”, para una madre práctica pero que quiere dar productos ricos y saludables a su familia todos los días del año.
Asimismo, Molinos Río de la Plata se ha convertido en uno de los principales compradores nacionales de productos del agro argentino, particularmente en mercado de oleaginosas y de cereales, carnes, yerba, arroz y vegetales, entre otros. La estrategia de negocios definida por entonces incluyó un agresivo programa de molienda de soja y girasol por encima de los requerimientos específicos para el negocio de aceites
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envasados, resultando una exportación de aceites a granel que superó el 50% de la producción total. Reafirmando así la visión de los inicios, comercializando mundialmente no ya grano, sino grano procesado como aceite y harina proteica.
Así, para el año 2000 Molinos Río de la Plata era una empresa líder de la industria alimenticia en Sudamérica, y el primer exportador argentino de productos alimenticios con marca. Sus actividades en el mercado local cubrían la producción, comercialización y distribución de una amplia gama de productos de consumo masivo: aceites comestibles, alimentos congelados, pastas secas y frescas, sémola fortificada, rebozadores y pan rallado, salchichas, arroz, harinas, premezclas, yerba mate, margarinas y fiambres.
Para ese momento Molinos Río de la Plata es el principal productor de aceite comestible envasado de Argentina y el mayor exportador de aceite de girasol refinado y embotellado a nivel mundial. También lidera el mercado argentino de pastas y exporta a los principales países del mundo. Cuenta con 14 establecimientos industriales y una de las más extendidas redes de distribución de productos alimenticios con un nivel de operaciones del orden de las 600.000 toneladas anuales.
La regionalizaciónLa estrategia internacional: exportación de productos con marca y a granel.
A partir del 2001, la empresa comienza a redefinir la visión estratégica, sin dejar de lado las premisas de innovar y desarrollar nuevos productos de mayor valor agregado y mejor rentabilidad y de continuar reforzando su liderazgo en el mercado local.
Es así como Molinos Río de la Plata se focaliza en un objetivo estratégico clave: el mayor desarrollo de los negocios internacionales, como forma de buscar nuevos caminos de crecimiento rentable.
Esta estrategia internacional puede resumirse en dos grandes lineamientos: la exportación de productos de valor agregado con marca, por una parte, y la exportación de “commodities” (especialmente aceite crudo de girasol, pellets y aceite de soja) por otra.
Así, la empresa que había comenzado sus actividades un siglo atrás con un molino harinero en el Dique 3 de Puerto Madero, se ha convertido en una empresa alimenticia líder en la Argentina que exporta productos de marca a más 50 países en todo el mundo.
En reconocimiento por el éxito alcanzado, Molinos fue distinguido por el Ministerio de Economía de la Nación por haber sido el principal exportador argentino en su rubro durante el año 2000. En el 2001, Molinos continuó siendo el principal exportador de Argentina en aceites envasados y pastas, con más del 50% de las exportaciones totales del país en estos rubros.
En 1998 la familia Pérez Companc adquiere la Bodega Nieto Senetiner
Paralelamente al desarrollo del mercado de exportación de aceites, con especial foco en aceites de oliva y de pastas de trigo duro, Molinos concreta una nueva adquisición, la Bodega nieto Senetiner. La bodega había sido fundada en 1888, por inmigrantes italianos, quienes trajeron las vides y el conocimiento del viejo mundo, plantando las raíces de lo que llegaría a ser una de las más tradicionales e innovadoras bodegas de Argentina. A lo largo de más de 100 años, la bodega, productora de vinos de alta gama, fue vendida y cambió de dueños hasta que en 1998 fue adquirida en su totalidad por la Familia Pérez Companc.
© Lic. Claudio Basile
En términos geográficos, la compañía comienza a convertirse, tal como se expresa en su misión en “ser la compañía líder de alimentos en la región”. Los nuevos emprendimientos en Chile, Perú y Brasil constituyen los primeros pasos firmes en esta dirección, que se ven reforzados por el ingreso al mercado de los Estados Unidos, con la apertura de una sede en Miami.
En 2002 la compañía decide reforzar este perfil exportador de commodities con la adquisición del 100% de la empresa PecomAgra. Ya desde el año 1989 se venía trabajando en un proyecto conjunto entre ConAgra y el grupo Pérez Companc. La concreción de esta operación le permitirá a Molinos convertirse en un participante de peso en el procesamiento mundial de soja y la exportación de sus productos derivados. El objetivo estratégico de esta inversión, unido a la ampliación de la planta de procesamiento de soja de San Lorenzo y la construcción del Puerto San Benito –que involucraron una inversión total (sumando puerto y plantas) de más de 165 millones de dólares, es desarrollar este perfil de empresa enfocada a mercados externos.
Líder histórico de la agroindustria argentina, Molinos se ha convertido en uno de los principales procesadores de poroto de soja y semilla de girasol en la argentina (6.000.000 y 500.000 ton/año respectivamente). Los proyectos de expansión y crecimiento desarrollados en los últimos años (2004-2007) en particular en la Provincia de Santa Fe, han hecho que la Compañía fortaleciera y consolidara su posición de liderazgo en el sector. Trabajando con tecnología de última generación y profesionales altamente capacitados, Molinos asegura los más altos estándares industriales, de calidad y de protección ambiental. El área agroindustrial ha expandido sus fronteras a la alimentación animal –producción que tiene desde sus orígenes en 1902–, aceites especiales, biodiesel y agroinsumos. A nivel del mercado interno y con la visión de reforzar su posicionamiento en algunas categorías y continuar creciendo como empresa argentina de alimentos, adquiere Virgilio Manera, la tradicional marca de pastas y el grupo Química Estrella, dueño de marcas tan emblemáticas como arroz Gallo, café Arlistán, chocolates Toddy y yerba mate Cruz de Malta.
Con visión de futuro.
La globalización y el foco en la exportación de pastas, olivas y vino.
En 2008 y siguiendo la visión que nos trajo hasta hoy, Molinos Río de la Plata decide iniciar su camino de proyección de marcas globales. En ese sentido define una estrategia de expansión internacional basada en enfocar sus exportaciones en productos de la llamada “dieta mediterránea”: pastas, olivas y vino.
Asimismo, y para reforzar ese posicionamiento global, adquiere, en junio de 2008 un porcentaje de la empresa italiana Del verde, generando una asociación con proyección internacional junto con una de las marcas de pastas más renombradas del mundo.
Del verde es una sociedad constituida en Italia, que cuenta con dos importantes plantas, una de pastas secas y otra de pastas frescas, con líneas de gran flexibilidad para la producción de múltiples especialidades. Ambas están ubicadas en la localidad de Fara San Martino, Abruzzo, Italia –zona tradicional de la pasta italiana– a través de las cuales se fabrican pastas de trigo duro (candeal), salsas y otros productos relacionados.
La marca está presente en más de 50 países, y es reconocida por su calidad Premium, sus exquisitos cortes y formatos y su capacidad para satisfacer a los consumidores más exigentes del mundo.
© Lic. Claudio Basile
Con una visión global, Molinos Río de la Plata crece en los mercados más exigentes del mundo.
Molinos, como empresa líder en el mercado argentino de pastas y principal exportador de este producto, aportará a la alianza su experiencia de más de 50 años, así como la utilización de modernas y sofisticadas prácticas de desarrollo y manejo de cultivos de trigo candeal, principal insumo para lograr pastas de la máxima calidad internacional. La asociación también implica la colaboración de Molinos en el desarrollo internacional de los productos Del verde.
Desde sus orígenes hace más de 100 años, Molinos Río de la Plata trabaja por el progreso del país, fortaleciendo y generando nuevos desarrollos en la industria de la alimentación en Argentina. Firme en la visión que le dio vida, Molinos continuará agregando valor a los productos del campo argentino, reinvirtiendo en el país, ofreciendo alimentos de calidad, desarrollando su estrategia de expansión en el mercado local y creciendo, con visión global, en los mercados más exigentes del mundo.
Hace más de un siglo que estamos en este camino y hoy, más que nunca, queremos reforzar este compromiso.
VisiónNuestra Visión es ser la Compañía líder de alimentos en la región, por su confiabilidad, innovación y crecimiento.
MisiónEn Molinos tenemos como misión generar valor para nuestros accionistas, clientes, empleados, consumidores y la comunidad haciendo crecer competitivamente nuestras marcas, mediante alta calidad en los productos y excelencia en la ejecución.
PrincipiosÉtica y credibilidad en las relaciones y conducción de negocios.Transparencia en las comunicaciones.Desarrollo personal y profesional de nuestra gente en un ámbito de motivación e innovación.Protección del medio ambiente.Seguridad y salud de nuestra gente.Mejora continua en la calidad de gestión.Trabajo en equipo.Aprendizaje de nuestros errores.Liderazgo desde el conocimiento y a través del ejemplo.Actitud ganadora sin soberbia.
Molinos en númerosVentas totales 2010: US$ 2653 MM (67% exportación/33% mercado interno).EBITDA Total: 200 Millones de dólares corrientes.Más de 100 años en la industria de la alimentación. #1 o fuerte #2 en cada categoría (“iconos del hogar”) en el mercado local.Rol clave en el complejo oleaginoso mundial.Amplia distribución nacional en Argentina.Presencia global con marcas selectivas. 20 plantas industriales.10 centros de distribución.5.000 empleados.
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Molinos en perspectivas900 MM los productos de Molinos comprados por consumidores argentinos.11% de la canasta de alimentos de Argentina.600 km de camiones para distribuir nuestros productos.75.000 ha sembradas de trigo duro para nuestra pasta premium.
Productos
MozzarellaEl clásico sabor italiano. Mozzarella, tomate cubeteado y orégano. Una textura de queso suave y una exquisita fusión con el más sabroso tomate condimentado con un toque de orégano fresco.
Pizza a la piedra, Mozzarella y tomate, rinde 8 porciones y sin conservantes
Jamón y MorrónCon un toque diferente. Mozzarella, jamón cocido y morrones. Para disfrutar de la mejor pizza de una manera distinta.
Pizza a la piedra, Jamón y Morrones, rinde 8 porciones y sin conservantes
FugazzetaCon un toque muy especial. Cebolla salteada, mozzarella y un toque de queso provolone en una fusión de sabores que permite paladear lo mejor de cada ingrediente con un gustito ligeramente picante.
Pizza a la piedra, Mozzarella, Provolone & Cebolla, rinde 8 porciones y sin conservantes
Sugerencias para todas las variedadesFreezer - 18° C Hasta la fecha de vencimiento. Congelador - 4° C durante una semana. Heladera 4° C durante 2 días. Nota: Una vez descongelada no volver a congelar. Si no dispones de heladera consumí este producto en el día. No sobre cocinar.
Conservación para todas las variedadesPrecalentar el horno a temperatura alta (aprox. 260-280ºC). Saca la pizza del freezer y de su envoltura plástica. Colócala en la rejilla media del horno. Para una mejor crocancia, cocínala sin pizzera. Calentarla entre 10 y 12 minutos o hasta que la mozzarella esté dorada o fundida. Nota: El tiempo de cocción varía según el horno.
Consejos para cocinarlasAsí como se puede poner la pizza del freezer directo al horno precalentado, podes también agregar algunos elementos o modificar la forma de cocción para lograr un producto más acorde a tu gusto. Por ejemplo, para lograr que la masa quede más crocante, colocá la pizza directo sobre la rejilla del horno sin asadera, ya que el calor directo a su base va a permitir que se evapore más rápido el agua y así la masa quedará bien seca. Algo para tener en cuenta es que estos productos son altos en sodio, por lo que es mejor no utilizar más sal sino recurrir a otros ingredientes ya salados como aceitunas, anchoas o jamón crudo para agregarle más sabor. Si bien el tiempo de cocción es corto, podes acortarlo aún más bajando la pizza unas horas antes a la heladera. Pollo grillado, hojas verdes e incluso más queso (provolone, parmesano, azul) pueden camuflar una simple pizza congelada y convertirla en una deliciosa pizza gourmet que engañará perfectamente a familiares y amigos inexpertos.
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Descripción del consumidor
Perfil DemográficoHombres y Mujeres de 18 a 65 años de nivel socioeconómico medio y medio-alto, que residan en Cdad. Autónoma de Bs. As, GBA, Costa Atlántica, Rosario, Córdoba y Mendoza.
Perfil PsicográficoModernos, activos, innovadores, que disfrutan reunirse con amigos y/o salir a bares, discos, pubs y similares. Personas que suelen consumir gran cantidad de delivery y que se animan a probar los nuevos productos ofertados.
MercadoEn la actualidad nos encontramos con casi una decena de marcas que luchan por obtener un lugar en el freezer del consumidor a fuerza de constante innovación y nuevos sabores.
Tal es el caso de Sibarita que además de haber lanzado la variedad “media masa” hace poco sorprendió con una pizza congelada para microondas, o de Mondo Frizzatta que ofrece variedades con pollo o con ananá. Las propuestas son muchas y muy variadas, para cautivar a los clientes que necesitan soluciones rápidas y alternativas para resolver alguna que otra comida.
Competencia
SibaritaFue la primera a nivel local y hoy en día sigue siendo referente en la categoría de pizzas congeladas. Si bien en el 2007 fue adquirida por el gigante McCain (sí, el de las papas fritas), mantuvo siempre la misma calidad. En todos estos años en el mercado pasó de ofrecer solamente unas pocas variedades a tener más de diez opciones con dos tipos de masa: piedra y media masa. La original de mozzarella es una apuesta segura, abundante queso y masa crocante. Recomendarla es casi una obviedad, así que fuimos por su última creación, la única pizza congelada baja en calorías que encontramos en las góndolas: Vegetales Light. Poco queso, masa crocante, una buena cantidad de vegetales (choclo, brócoli, hongos y morrón) y apenas 189 calorías por porción hacen que la promesa de ofrecer una alternativa más sana y llena de sabor se cumpla. 189 calorías por porción, la gente de Sibarita calcula cada porción como equivalente a un cuarto de pizza, es decir el doble que cualquier otra marca.
FaustoEs la versión más popular de las pizzas del Dr. Oetker, farmacéutico alemán que inventó la levadura en polvo y fundó los cimientos de una gran empresa que hoy tiene presencia en más de 39 países. En este caso se trata de una pizza por demás correcta, pero sin demasiadas pretensiones (ni queso), de tamaño normal y masa crocante. Si bien viene solamente de mozzarella, se la consigue en diferentes presentaciones: dos pizzetas individuales la clásica y una caja de dos grandes que viene con un cortante de regalo, una propuesta excelente para una juntada improvisada de amigos. Todas las versiones se consiguen en cualquiera de los supermercados de cadena.
RistoranteEs la versión gourmet de Dr. Oetker. Son finitas y crocantes, vienen en seis variedades (mozzarella, vegetale, quattro formaggi, prosciutto, pepperoni y calabrese) y todas cuidan el detalle: se nota que usan productos de excelente calidad y no escatiman en
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ingredientes. Es la mejor en relación precio-calidad, aunque tienen un punto en contra: vienen en un sólo tamaño y son algo más chicas que la competencia (340grs). La de mozzarella incluye tomate “fresco” y una suerte de pesto de albahaca bastante interesante.
Mondo FrizzattaDesde su planta industrial en Rosario, Santa Fe, llegan a las góndolas las diez variedades de pizza que ofrece la empresa Congelados del Sur. Si bien encontramos, entre las clásicas, mozzarella, fugazzeta, calabresa, margarita o vegetales, variedades exóticas como la hawaiana (con ananá) o la de pollo, no siempre están disponibles en la góndola, la clásica de muzzarella además de finita y crocante tiene una particularidad: es la única pizza congelada que viene con aceitunas.
JumboProvenientes de la misma fábrica que elabora las Mondo Frizzatta. En la de jamón y morrones, el jamón está, pero es tan finito que apenas se siente y el morrón en pedacitos pequeños casi no aporta sabor. Además, al ser un poco más gruesa la masa, cuando el queso ya se derritió y comienza a tostarse, la base aún no está crocante. Se consiguen en versión mozzarella, fugazzetta, vegetales y cuatro quesos en Jumbo, Disco o Plaza Vea. CarrefourLa marca de este supermercado hace el intento y falla. Es finita, crocante (tal vez demasiado) pero le falta sabor, no tiene suficiente salsa y el queso está desprolijo por lo que probablemente alguna que otra porción haga las veces de pizza canchera. Es la más barata de todas, pero a la que más ingredientes extra habrá que ponerle para obtener una pizza digna.
Objetivos de campañaEl fin básico de nuestra campaña integral de comunicaciones es lograr que los potenciales compradores de nuestra marca respondan favorablemente a la oferta de la empresa, es decir, que los demandantes potenciales realmente se conviertan en compradores efectivos.
Sin embargo, definir los objetivos en términos exclusivos de ventas es incorrecto ya que son muchos los aspectos que influyen en la realización de las ventas.
Los principales objetivos de nuestra campaña van a ser cualitativamente los siguientes:
Comunicar la aparición de nuestro producto.Crear una imagen de marca moderna y respetando los valores de la empresa.Dar a conocer y apoyar nuestras promociones de ventas.Crear una preferencia de marca.Persuadir al consumidor a que compre ahora.Fomentar el switch de marca.Posicionar la marca como una marca actual.Comunicar las nuevas variedades de atractivos sabores.
Que el nuevo producto logre un excelente posicionamiento según sus características diferenciales y no una variante más que ofrece la empresa.
Cuantitativamente los objetivos de nuestra campaña son:Que al final de año el 90% de la población objetivo conozca nuestra marca.
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Que al menos un 67% de dicha población objetivo haya adquirido, por lo menos, una vez nuestro producto.
El último de nuestros objetivos, pero quizás el más importante, es que al menos el 20% de la población objetivo consuma de manera habitual nuestra Marca.
Estos objetivos deberán cumplirse en el término que la agencia defina como duración de la campaña de la marca.
Presupuesto para el primer año de lanzamiento US$ 550.000.-
© Lic. Claudio Basile
