Práctica: “Hoy el profe soy yo”

Jose Jofre Peralta, con risa nerviosa al comienzo de su clase.

El curso pasado pensé que para que un alumno afianzara sus conocimientos y adquiriese confianza en sí mismo, sería bueno que se sintiese por un momento como profesor. Movido por esta idea, lo formalicé y lo llevé a la práctica. El resultado fue satisfactorio en todos los aspectos, y fundamentalmente, porque los alumnos disfrutaron aprendiendo, como pone de manifiesto Nazaret Rodríguez Hurtado, alumna que este año cursa segundo de la ESO y que el año pasado fue la primera alumna-profesora. La cual, nos cuenta así su experiencia:

“Cuando me dijo D. Antonio que yo tenía que hacer de profesora, al principio no quería, porque me daba vergüenza, pero al final ¡me gustó! Preparé en una hoja lo que iba a explicar y varias cosas por si me quedaba en blanco.Cuando estaba ya allí colocada no sabía por dónde empezar. Pero empecé a explicar y se me fueron los nervios y me salió bien, aunque me preguntaron las dudas no sabía cómo explicarlas, ¡pero las expliqué!. Al final todo me salió muy bien y, sobre todo, aprendí y me reí mucho. Así se aprende más que nunca, y me gustaría repetir la experiencia.”

Esta última frase, me convenció finalmente para promover este método de nuevo este año y darle forma ya más definida. Así nace “Hoy el profe soy yo”, una práctica sencilla con la que pretendo animar al estudio de las matemáticas y cambiar el papel de

asignatura árida y profesor duro que llevan asociados esta asignatura desde siempre. A continuación voy a intentar describirla brevemente, comenzando por definir sus objetivos, contenidos, metodología y temporalización, la forma de evaluarla, y la enmarcaré dentro de nuestro proyecto curricular PAI.

OBJETIVOS

Hoy el profe soy yo tiene unos objetivos definidos claramente:

Afianzar sus conocimientos, es decir, que el alumno/a escoja de todo lo visto en clase aquella parte que no terminó de comprender bien, para estudiarla y asimilarla tan bien que es capaz de explicársela al resto de compañeros. Perder el miedo a expresarse en público .El alumno/a irá perdiendo ese miedo escénico que todos sufrimos alguna vez y ganará seguridad en si mismo. (autoconfianza).

Comprobar la tarea del profesor no es sencilla, es decir, que el propio alumno/a se dé cuenta de que aspectos como el silencio son necesarios para ser escuchado y no son manías del profesor de turno.

Comprobar que el profesor no es un “sabelotodo”, sino una persona con más experiencia y, por tanto, más estudios que comparte y aprende con ellos.

Comprobar que a pesar de planificar una clase al milímetro, no siempre es factible, por diversas razones entre las cuales se encuentran el que no todos siguen la explicación.

Romper la rutina de las clases diarias en la que siempre es la misma persona la que está exponiendo y explicando.

Aprender a manejar y utilizar las tecnologías de las que dispone el centro.(pizarra digital, portátiles…etc.)

Conseguir que los alumnos se diviertan aprendiendo matemáticas.

CONTENIDOS. TEMPORALIZACIÓN.

Los contenidos de esta práctica los forma la parte de la asignatura impartida hasta justo antes de que le toque al alumno/a en cuestión hacer de profesor. La idea, si la práctica sigue resultando atractiva para los alumnos y van aprendiendo y divirtiéndose por parejo, es, durante el mismo curso escolar, darles la oportunidad de que ellos mismos sean los encargados de hacer la presentación y exposición de una nueva unidad no vista en clase.

Dicha actividad la llevo a cabo en la última sesión semanal con cada grupo. Los primeros cuarenta minutos el alumno será dueño y señor de la clase y el tiempo restante lo dedicamos a debatir entre todos lo realizado y sacamos conclusiones. Se evalúa tanto al profesor como al auditorio y eso se les hace saber.

METODOLOGÍA

El alumno, que sale a explicar al resto de sus compañeros, debe de ser capaz de mantener un cierto orden y disciplina para poder desarrollar su clase y puede y debe hacer uso de las tecnologías de que disponemos en el Aula Inteligente (ordenadores portátiles, pizarra digital…). La explicación de la materia elegida, la realizará de forma interactiva, es decir, intentando hacer participar al resto de compañeros, por ejemplo relacionándolo con algo cotidiano de su vida, (como, los Números Naturales, pueden asociarse a los puntos que consigue un equipo de fútbol en la liga) o promoviendo algún juego didáctico, o haciendo que sus compañeros dibujen las matemáticas, etc. Han de ser sesiones vivas, y para conseguirlo tendrá que hacer uso de las tecnologías que tiene a su alcance.

Selección de alumno y materia.

El profesor responsable de la asignatura, para la primera vez, solicitará voluntarios y en lo sucesivo serán “voluntarios forzosos” elegidos por el propio profesor. El alumno seleccionado elegirá el tema guiado por el profesor, es decir, tendrá que escoger la parte de la asignatura que no termina de entender bien. De esta forma, el alumno se estudiará nuevamente dicha parte de la materia, resolviendo sus dudas junto con el profesor y él mismo propondrá qué materiales necesita para exponer, así como si pensó en algún juego para realizar con sus compañeros durante la sesión.

Por último, después de la clase, el alumno que ha estado explicando nos dará su impresión sobre la experiencia vivida y sobre el auditorio que ha tenido, de la misma forma que el auditorio dará su crítica sobre el “profesor”, con lo cual se abrirá un debate moderado por el profesor sobre la práctica realizada.

EVALUACIÓN

Finalmente, ésta actividad se enmarcará dentro del área de interacción “ingenio humano” de nuestro proyecto curricular PAI, y será evaluada con los criterios A, B, C y D, correspondientes a conocimiento y comprensión, investigación de patrones, comunicación y reflexión en matemáticas. Si la práctica continua funcionando, como comenté antes, la idea es, siempre y cuando tengamos tiempo material, que el alumno repita experiencia, pero esta vez, presentando él una unidad nueva.

Aquí vemos a María Pacheco Rodriguez, impartiendo su clase.