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Elementos de Psicología de los Pueblos Wilhelm Wundt Regresar al índice de los Elementos... PRÓLOGO El ensayo hecho en esta obra de estudiar los problemas de la Psicología de los pueblos, no en la sucesión de sus capitales dominios, como ya lo hice en mi obra mayor sobre la propia materia, sino en la descripción de los fenómenos correspondientes con arreglo a su coexistencia, sus condiciones comunes y relaciones mutuas, parecióme, ya en el curso de ejecución de la indicada empresa, un necesario complemento. Estimé que en tal visión de conjunto hallaríase el eje principal para las investigaciones sobre Psicología de los pueblos, en cuya labor el estudio aislado de las cuestiones particulares habría ya allanado el camino. Al modo que la historia evolutiva del organismo físico, la psíquica de cualquier sociedad, no sólo ha de ocuparse de la formación de sus particulares Órganos, sino, y principalmente, de la correlación de sus funciones y de su reciproca influencia, tratamiento que corresponde igualmente, en último término, al estudio de la

Wundt - Elementos de Psicología de Los Pueblos - Prologo

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Elementos de Psicologa de los Pueblos

Elementos de Psicologa de los PueblosWilhelm Wundt

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PRLOGO

El ensayo hecho en esta obra de estudiar los problemas de la Psicologa de los pueblos, no en la sucesin de sus capitales dominios, como ya lo hice en mi obra mayor sobre la propia materia, sino en la descripcin de los fenmenos correspondientes con arreglo a su coexistencia, sus condiciones comunes y relaciones mutuas, parecime, ya en el curso de ejecucin de la indicada empresa, un necesario complemento. Estim que en tal visin de conjunto hallarase el eje principal para las investigaciones sobre Psicologa de los pueblos, en cuya labor el estudio aislado de las cuestiones particulares habra ya allanado el camino. Al modo que la historia evolutiva del organismo fsico, la psquica de cualquier sociedad, no slo ha de ocuparse de la formacin de sus particulares rganos, sino, y principalmente, de la correlacin de sus funciones y de su reciproca influencia, tratamiento que corresponde igualmente, en ltimo trmino, al estudio de la humanidad misma, slo que aqu, adems del problema de las relaciones de los procesos particulares, ha de atenderse a la general cuestin de la regularidad de la evolucin psquica, a la que conviene el subttulo que lleva esta obra. El asunto slo debe ser tratado en sus lneas fundamentales sin exposicin, al por menor, de lo particular. El estudio de los problemas aislados carecera de los convenientes enlaces, mientras que, efectuado en conjunto y sucintamente, siguiendo las lneas de orientacin de la evolucin general, se destacar mejor la marcha de sta y la general regularidad que ofrece, as considerada, la diversidad de sus fenmenos.

En consideracin, pues, a este fin principal, he credo conveniente renunciar, desde luego, a una descripcin proporcionada de dichos fenmenos. Cuando se trata de lo generalmente conocido, he credo que puede bastar un breve bosquejo de la organizacin correspondiente; mas, para establecer una mejor conexin entre las cuestiones a estudiar, parecime necesario, al ocuparme de cosas menos conocidas o todava desconocidas, entrar ms a fondo en los pormenores. No se crea, pues, que, por dedicar ms atencin a las formas primitivas de la organizacin troncal y del matrimonio, a los cultos anmicos y demnicos, as como a otros fenmenos de la cultura de los primeros tiempos, y, por el contrario, tocar muy a la ligera otras organizaciones sociales, como la creacin del Estado y de las ciudades, la organizacin jurdica y otras anlogas que alcanzan a tiempos histricos, se quiera dar a entender la existencia de una proporcionalidad de su respectiva importancia; en ello no han entrado sino las necesidades de orden prctico ya aludidas.

En la anterior advertencia sobre lo menos conocido y lo hasta aqu desconocido, quiero significar que la Psicologa de los pueblos en general, y especialmente en la historia de la evolucin de aquellos, segn la orientacin de esta obra, vese an atenida, por nuestros conceptos, a presunciones e hiptesis para poder ligar las cuestiones particulares. Algunas, como las referentes a los comienzos de la sociedad humana, y aun otras de pocas posteriores que yacen en la penumbra de la historia incipiente, tales el origen de los dioses y de la religin, la evolucin del mito, los motivos del cambio de significacin de diversas formas del culto, etc., hllanse an sobre el pavs de la discusin, en la que se contiende, no ya por las interpretaciones adecuadas a los hechos, sino sobre la existencia de los hechos mismos. Con todo, no se puede desconocer que la Psicologa de los pueblos hllase totalmente, en este respecto, en el mismo plano de experiencia que las otras ciencias empricas, especialmente la Historia, de la que es fronteriza por el problema de los orgenes. Sus hiptesis nunca afectan a un conocimiento trascendente de la experiencia o al principio de las cosas; son ms bien barruntos sobre probables contenidos de realidad emprica, aunque escapen a una fundamentacin exacta. Admitir, por ejemplo, que la representacin del dios es consecuencia de una fusin del hroe con la creencia anterior en los dmonos, ser una mera hiptesis, puesto que no es comprobable con absoluta certeza el paso directo del demon a dios; mas hay que reconocer que el presunto proceso desarrllase de punta a cabo en un pie de realidad. Lo mismo cabe decir de muchos otros fenmenos, y, en ltimo trmino, de casi todos los problemas de la Psicologa de los pueblos referentes a los comienzos de estos problemas. Lo decisivo en esto no es el resultado de la observacin directa, sino la probabilidad psicolgica, es decir, todo aquello que ms en conformidad se halla con el conjunto de los hechos conocidos, tanto de la Psicologa individual como de la social. En ste su objeto emprico, como parte y como aplicacin de la Psicologa, es en lo que se distingue, principalmente, la historia de la evolucin psicolgica (de la que aspira esta obra a ser modesto bosquejo) de la filosofa de la Historia, cuyos cimientos deben tener por base el estudio histrico evolutivo psicolgico que aqu hacemos, sin que por esto hayamos de inmiscuirnos en las materias propias de aqul. En las conclusiones del ltimo capitulo intntase establecer la indicada relacin entre la historia de la evolucin psicolgica y una filosofa de la evolucin histrica, partiendo de la posicin general de la Psicologa respecto a las cuestiones filosficas.

W. WundtLeipzig, 31 marzo 1912.