6
XVII. El imperialismo Inspirándose en la obra de Lenin El imperialismo, última fase del capitalismo, cuyo análisis sobre el tema sigue y continúa a lo largo del capítulo, Sweezy define esta etapa del desarrollo capitalista como aquélla en la que: «a) algunos países capitalistas avanzados se encuentran en un plano de competencia con respecto al mercado mundial de productos industriales; b) el capital monopolista es la forma dominante del capital; y c) las contradicciones del proceso de acumulación han alcanzado tal madurez que la exportación de capital es un rasgo saliente de las relaciones económicas mundiales. Como consecuencia de estas condiciones económicas básicas, tenemos dos características más: d) una dura rivalidad en el mercado mundial, que conduce alternativamente a la competencia a muerte y a combinaciones monopólicas internacionales; y e) la división territorial de las partes «no ocupadas» del mundo entre las grandes potencias capitalistas (y sus satélites)» (p. 337). Estudiará a continuación algunos efectos, que considera resultantes, en la estructura económica y social de los países imperialistas. El poder militar recibe en el interior de cada país un poderoso impulso. Este hecho, según el autor, tiene además consecuencias económicas de gran alcance, ya que prové un campo de inversión seguro y lucrativo para las ganancias acumuladas en el interior del propio territorio, importante para contrarrestar la tendencia al subconsumo, y fomenta también la posibilidad de un nuevo monopolio, el de la producción de armamentos. Por estas razones, «y muy aparte de las necesidades que tienen su origen en las rivalidades imperialistas, el militarismo tiende a desarrollar su propia dinámica expansionista en la sociedad capitalista» (p. 340). El nacionalismo, si bien no se trata de un sentimiento suscitado por el capitalismo, es maniobrado por

Xvii

Embed Size (px)

DESCRIPTION

resumen de imperialismo

Citation preview

XVII.El imperialismoInspirndose en la obra de LeninEl imperialismo, ltima fase del capitalismo,cuyo anlisis sobre el tema sigue y contina a lo largo del captulo, Sweezy define esta etapa del desarrollo capitalista como aqulla en la que:a)algunos pases capitalistas avanzados se encuentran en un plano de competencia con respecto al mercado mundial de productos industriales;b)el capital monopolista es la forma dominante del capital; yc)las contradicciones del proceso de acumulacin han alcanzado tal madurez que la exportacin de capital es un rasgo saliente de las relaciones econmicas mundiales. Como consecuencia de estas condiciones econmicas bsicas, tenemos dos caractersticas ms:d)una dura rivalidad en el mercado mundial, que conduce alternativamente a la competencia a muerte y a combinaciones monoplicas internacionales; ye)la divisin territorial de las partes no ocupadas del mundo entre las grandes potencias capitalistas (y sus satlites) (p. 337).Estudiar a continuacin algunos efectos, que considera resultantes, en la estructura econmica y social de los pases imperialistas.El poder militar recibe en el interior de cada pas un poderoso impulso. Este hecho, segn el autor, tiene adems consecuencias econmicas de gran alcance, ya que prov un campo de inversin seguro y lucrativo para las ganancias acumuladas en el interior del propio territorio, importante para contrarrestar la tendencia al subconsumo, y fomenta tambin la posibilidad de un nuevo monopolio, el de la produccin de armamentos. Por estas razones, y muy aparte de las necesidades que tienen su origen en las rivalidades imperialistas, el militarismo tiende a desarrollar su propia dinmica expansionista en la sociedad capitalista (p. 340).El nacionalismo, si bien no se trata de un sentimiento suscitado por el capitalismo, es maniobrado por l para que las masas no carezcan del entusiasmo y la disposicin de sacrificio en la lucha por la dominacin econmica que libran los capitalistas de su propio pas con los de los otros.La teora de la superioridad racial es interpretada por Sweezy como una justificacin seudocientfica de la dominacin de un pas por otro en poltica exterior, y en poltica interior, como una mscara de la opresin de clases.Otra de las caractersticas del capitalismo avanzado sera el estrechamiento de filas en las clases sociales.En primer lugar, asegura el autor, los intereses de la gran propiedad tienden a unificarse bajo la direccin del capital monopoltico. La posible contradiccin entre propiedad industrial y agrcola es resuelta as: Con el desarrollo del monopolio en la industria, por una parte, y la apertura de nuevos pases agrcolas, por otra, la vieja disputa sobre la poltica de tarifas pierde su sentido (p. 342). El capital se convierte en furioso defensor de los derechos aduaneros protectores.La clase obrera, que ha ido organizndose en la lucha por obtener beneficios, va creando un fuerte sistema sindical de verdaderas proyecciones polticas.Quienes no formaban parte de ninguna de las dos las antiguas clases medias sucumben en su independencia ante el avance del sistema, y van integrndose en alguna de ellas. Sin embargo, el capitalismo produce una nueva clase media, numricamente importante, carece de base objetiva para la unidad de organizacin y accin poltica consciente y eficaz. Como su destino es el de ser aplastadas por las extorsiones del capital monopolista, por una parte, y las demandas de mejores condiciones y mayor seguridad para la clase obrera, por otra (p. 344), lo tpico de su actitud es la hostilidad hacia ambas. Como puede verse, para Sweezy los nicos sentimientos humanos que existen son el odio y la avaricia.Cules son los efectos del imperialismo en las clases sociales as unificadas?En la clase propietaria, la tendencia a buscar la ayuda y proteccin del Estado.Los intereses de la clase obrera, en una poltica exterior agresiva y expansionista, son ms complejos. En principio, los beneficios de una economa que funciona y los producidos por el comercio internacional en la provisin de artculos de consumo para trabajadores les permite elevar su nivel de vida sin suscitar la acerba hostilidad de sus patronos. Ms an, si la poltica del capital monopolista inversiones en industrias blicas, exportacin de capitales, etc. se detuviera, sufriran las consecuencias de las crisis.Sin embargo, aade Sweezy, tan pronto la rivalidad imperialista se hace aguda, la clase capitalista de cada pas procura mantener su situacin por medio de la rebaja de los salarios y la extensin de la jornada de trabajo. Y, finalmente, resulta cada vez ms claro para la clase obrera que el fin del proceso slo puede estar en la guerra, de la cual tiene mucho que perder y poco que ganar (p. 346).El obsesivo intento de encontrar y demostrar racionalmente el necesario enfrentamiento de los trabajadores con todo el resto de la sociedad y justificar as la poltica revolucionaria adquiere caractersticas panfletarias en algunos momentos: Acerca de los intereses econmicos de las clases medias hay pocas generalizaciones que valga la pena hacer, y esto es tambin verdad respecto de sus relaciones con el imperialismo... Manipulando las susceptibilidades de las clases medias, y en menor grado las de los sectores no organizados de la clase obrera, es posible construir un formidable apoyo de masas para una poltica imperialista agresiva... Puesto que, como hemos visto, la clase obrera tiende a ser hostil a la expansin imperialista, es posible hacer aparecer sus organizaciones y su poltica como antipatriticas y egostas. De este modo la hostilidad de las clases medias a la obrera, que existe siempre, puede ser intensificada. As el resultado neto del imperialismo es el de ligar ms estrechamente las clases medias al gran capital y hacer ms ancho el foso que separa a las clases medias de la clase obrera (pp. 347348).La nueva situacin exige un aumento del poder del Estado y una extensin del alcance de sus funciones.En primer lugar, para salvaguardar los intereses de la clase capitalista frente al poder creciente y la unidad de la clase obrera. Las tcticas que adopta son la represin y la concesin que, aunque aparentemente contradictorias, resultan en realidad complementarias.Tambin, porque ante el creciente caos de la produccin, la ausencia de la ley reguladora de la oferta y la demanda debe sustituirse por la accin del Estado. A menudo se interpreta esta intervencin como accin del Estado en beneficio de los consumidores; por ejemplo, cuando interviene en los monopolios de servicios pblicos o de transporte. Pero una consideracin ms importante es la proteccin a la gran mayora de las empresas capitalistas, que dependen en forma absoluta de la fuerza elctrica y el transporte, contra las exacciones de un pequeo nmero de monopolistas muy poderosos (p. 349).Finalmente, dice Sweezy, cuando el proceso de acumulacin y el caos de la produccin ponen de manifiesto algunas de sus contradicciones, el Estado interviene para evitar las quiebras de consecuencias sociales gravsimas con prstamos de fondos pblicos, subsidios a la produccin, e incluso hacindose cargo de las empresas que ya no son lucrativas. Un monopolio de Estado en la sociedad capitalista no es ms que un medio de acrecentar y garantizar el ingreso de los millonarios de una u otra rama de la industria, que estn al borde de la bancarrota (Lenin,El imperialismo,p. 70, citado por Sweezy, p. 350).Puede advertirse en la estructura del poder poltico la declinacin del parlamento en relacin con el poder ejecutivo. Y la razn es que el parlamento es menos eficaz en la medida en que es representativo de las verdaderas tensiones de la sociedad que el ejecutivo, para aumentar y extender la accin del Estado en favor de la clase capitalista.Una vez que la expansin anexionista de los monopolios nacionales ha agotado todas las reas del mundo, slo las guerras de redivisin son posibles... e inevitables, dado que el capitalismo, por su misma naturaleza, no puede asentarse, sino que debe seguir expandindose.A partir de este criterio, hace Sweezy una interpretacin de las guerras del siglo XX. La primera guerra de redivisin la del 14 enfrent a Alemania e Inglaterra, en relacin con las cuales se enrolaron el resto de los pases capitalistas. Sus consecuencias fueron: 1) el poder de Alemania fue temporalmente aplastado y su imperio colonial fue ocupado por las naciones victoriosas (principalmente Inglaterra y Francia); 2) AustroHungra fue eliminada de la escena imperialista; 3) Estados Unidos surgi como la nacin econmicamente ms fuerte del mundo; 4) Italia y Japn, aunque del lado de los vencedores, vieron frustradas sus ambiciones imperiales; y, finalmente, 5) Rusia se retir por completo del campo de la rivalidad imperialista (p. 354).Las naciones que quedaron fuera de la particin de la Primera, pronto comenzaron a prepararse para la Segunda Guerra: Alemania, Italia y Japn, de un lado; del otro, Inglaterra y EE.UU. La campaa haba ya comenzado con la invasin japonesa de Manchuria en 1931, la absorcin de Etiopa por Italia (1935), la guerra civil espaola (1936), las agresiones alemanas a partir de 1936.Considerando al sistema imperialista en su conjunto, dos grandes oposiciones, sigue Sweezy, se levantan contra l.Recordemos que los rasgos del capitalismo de monopolio contribuyen a la agravacin de la lucha de clases y a la guerra internacional. Cuando las estructuras econmica y social, en las etapas finales de una guerra, se debilitan notablemente en las potencias imperialistas, entonces se hacen posibles las revoluciones socialistas. As describe Sweezy lo que l mismo llama la dialctica del nacimiento y desarrollo del socialismo (p. 357).La segunda oposicin es la que levantan los movimientos de independencia econmica nacional. La introduccin de los intereses econmicos monopolsticos extranjeros produce en los pases econmicamente colonizados una revolucin en todo el modo de produccin preexistente, creando problemas que no es capaz de solucionar. La industria artesana incapaz de competir con los productos extranjeros desaparece; la industrializacin avanza a un ritmo lento que es incapaz de absorber las masas de artesanos arruinados; como consecuencia, aumenta el nmero de campesinos y la presin creciente sobre la tierra, lo que arrastra hacia un descenso de los niveles de vida en el campo. La solucin consistira en una reforma agraria y en la industrializacin, que no se realizarn, ya que el imperialismo tpicamente es aliado de la clase terrateniente colonial, y la industrializacin requerira la ereccin de barreras aduaneras, lesivas a los intereses del monopolio extranjero. Por eso, entre todas las clases del pas colonizado surge el espritu de liberacin.Se intercomunican estos dos movimientos, la resistencia interior socialista en los pases capitalistas y los de liberacin nacional? Sweezy, en pginas de sociologa ficcin, afirma que terminarn hacindolo. La dificultad consiste en trasladar a los obreros socialistas por definicin a la conduccin de estos ltimos, que, como Sweezy mismo reconoce, comienzan encabezados por la burguesa de los pases colonizados.