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CUATRO NOTAS SOBRE GARZAS ESPAAOLAS l. COMENTARIOS A LA DISTRIBUCI~N INVERNAL Y ESTIVAL DE LA GARCILLA BUEYERA (Bubukus ibis) (*). El mapa de la figura 1 resume datos obtenidos con ocasión de viajes que realicé por Andalucía en el invierno 1960-61. Casi todos los datos corresponden a fin de diciembre y primeros de enero, pocos a mediados de febrero. Motivo principia1 de esos viajes fue recoger información sobre estorninos y cigüeñas, se- cundariamente sobre aves invernantes en'general. Bublrlcus ibis ocupa en invierno un área mayor que en la época decria. Esto ya se puso bien en claro con los anillamientos de la colonia de Doñana. En el mapa de la figura 2 he seleccionado datos de recuperaciones invernales (mapa basado en VALVERDE & WEICKERT 1956, con añadidura de algunos datos posteriores mo- mentáneamente a mi alcance). La interpretación de los resultados del anillamiento se hace mejor considerando el conjunto de obser. vaciones de campo que expone la figura 1. En ambos mapas he delimitado el área actual de expansión regular que debe asignarse a esta garza en el Sur de España. Nótese la cantidad de dormideros invernales usados actual- mente, y cuánto distan algunos de ellos de las colonias de cria. Mi información se refiere sólo a las provincias de Sevilla y Cádiz. De acuerdo con los resultados del anillamiento y los pocos datos de observación publicados para Portugal (fig. 3), cabe admitir la existencia de numerosos otros dormideros en la mitad Sur de Portugal y provincia de Huelva. Hoy sabemos que existe también algún dormidero invernal en la Extremadura española (véase más abajo). En cuanto al litoral de Málaga, donde el ave es ya mucho menos abundante en invierno, só:o conocemos el pequeño dor- midero que mencionan en otoño MOREAU & MOREAU (1957), pero teniendo en cuenta alguna recuperación ocurrida alli, y varios da- tos de observación otoñal o invernal (MORFAU & M. 1. C., MOUNT- FORT, BOXBERGER, y Woehler in litt.), cabe esperar la existencia de algún otro pequeño dormidero invernal en el tramo que va- desde Estepona a Málaga. () Bubulcus ibis = Ardeolo ibis.

Y ESTIVAL (Bubukus Bublrlcus · a esta garza en el Sur de España. Nótese la cantidad de dormideros invernales usados actual- mente, y cuánto distan algunos de ellos de las colonias

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CUATRO NOTAS SOBRE GARZAS ESPAAOLAS

l. COMENTARIOS A LA DISTRIBUCI~N INVERNAL Y ESTIVAL DE LA GARCILLA BUEYERA (Bubukus ibis) (*).

El mapa de la figura 1 resume datos obtenidos con ocasión de viajes que realicé por Andalucía en el invierno 1960-61. Casi todos los datos corresponden a fin de diciembre y primeros de enero, pocos a mediados de febrero. Motivo principia1 de esos viajes fue recoger información sobre estorninos y cigüeñas, se- cundariamente sobre aves invernantes en'general.

Bublrlcus ibis ocupa en invierno un área mayor que en la época decria. Esto ya se puso bien en claro con los anillamientos de la colonia de Doñana. En el mapa de la figura 2 he seleccionado datos de recuperaciones invernales (mapa basado en VALVERDE & WEICKERT 1956, con añadidura de algunos datos posteriores mo- mentáneamente a mi alcance). La interpretación de los resultados del anillamiento se hace mejor considerando el conjunto de obser. vaciones de campo que expone la figura 1. En ambos mapas he delimitado el área actual de expansión regular que debe asignarse a esta garza en el Sur de España.

Nótese la cantidad de dormideros invernales usados actual- mente, y cuánto distan algunos de ellos de las colonias de cria. Mi información se refiere sólo a las provincias de Sevilla y Cádiz. De acuerdo con los resultados del anillamiento y los pocos datos de observación publicados para Portugal (fig. 3), cabe admitir la existencia de numerosos otros dormideros en la mitad Sur de Portugal y provincia de Huelva. Hoy sabemos que existe también algún dormidero invernal en la Extremadura española (véase más abajo). En cuanto al litoral de Málaga, donde el ave es ya mucho menos abundante en invierno, só:o conocemos el pequeño dor- midero que mencionan en otoño MOREAU & MOREAU (1957), pero teniendo en cuenta alguna recuperación ocurrida alli, y varios da- tos de observación otoñal o invernal (MORFAU & M. 1. C., MOUNT- FORT, BOXBERGER, y Woehler in litt.), cabe esperar la existencia de algún otro pequeño dormidero invernal en el tramo que va- desde Estepona a Málaga.

( ) Bubulcus ibis = Ardeolo ibis.

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Uiias obser\wioiies de MOREAIJ % MOREAV (1936) en septiem- bre, apuntan en el sent:do de que parte de las Garcillas bueyeras cruzan el Estrecho de Gibraltar para iiivernar en Marruecos, pero a la vista de abundante otra iiiforniación ajena y propia acerca de la migración de aves en Gbraltar, creemos que la fracción de Bueyeras il~éricas que cruzan el Estrecho coiistitiiye una reducida minoría de la total pol>laciÓii peninsular.

Las colonias de cria, tan atiborradas de garzas en pr;mavera y verano, se vacían de aves en otoiio e invierno. Este hecho lo hemos podido comprobar con referencia a la de «La A:gaida» (Coto de Doiíaiia) y Tajo de Barbate. No he marcado en el mapa dormideros invernales que seguramente existen repartidos por la amplia Marisma del Guadalquivir, alguno de los cuales debe que- dar hastante cerca de colonias de crías, si no en ellas mismas.

En primavera y verano la Garcilla bueyera se suele mantener en pastizales y marismas. ncompaiíando al ganado. En otoiio e iii- vieriio, en cambio, invierte mucho tiempo comiendo por campos arados, perdiendo entonces bastante conexión con las bestias.

Referente a colonias de cria, extraña de verdad la falta de infor- mación en Portugal. Creemos miiy probable la existencia de algu- na colonia en el Tajo, Cado y Algarve. Las Garcillas hueyeras que se ven en Extremadura espaiio!a en otoiío e invierno, bien pudieran provenir de colonias lusitanas. No conozco ninguna recuperación de Garcilla bueyera de Doiiana en Extremadura, aunque sobre este punto tiene la palabra el fichero de aves anilladas de la Estación ~Aranzadiu, de San Sebastián. Hasta ahora se han citado en Por- tugal dos colonias de Garceta comú~i (Egrettai garzctta), que he marcado en la figura 3 con la presunción de que Bi~bzrlcsrs ibis críe o haya criado también allí mezclado con la anterior. Dichas co:o- nias son mencionadas por TAIT y por COVERLEY; éste GXmo men- ciona la presencia de pocos lTubirlcus y sospecha críen. En la fi- gura 3 he consignado diversos datos de observación y captura que recoge la bibliografía, y con ellos uno propio, inédito, que se refiere a unas pocas Garcillas bueyeras mezcladas a ganado vacuno que s i a fin de mayo de 11)m cerca de Torres Novas, Tajo por- tugués. En las figuras 1 y 2 he marcado algunas colonias de cria del pasado, hoy iiiexistentes, y dos actuales nuevas (inéditas), una de ellas sobre un eucaliptal cerca de El Cuervo {confines de Se- villa con Cádiz) y la otra en el bajo rio Barbate, sobre malezas ribereiías de la margen derecha. La del Cuervo comprende quizá más de cien nidos. La del Barbate parece un ensayo fugaz, mera salpicadura de la cercana colonia del Tajo de Cabo Trafalgar.

Desearía que esta nota sirviera para centrar la atención de otros ornitólogos con vistas a completar el cuadro general. de la expan- sión estival e invernal de esta especie en la Peiiínsu!a ibérica, ciiadro que, como se ve, posee todavía muchas lagunas.

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Doy a continuación la relación detallada de dormideros com- probados para el invierno 1960-61:

~ a n h a n a (Seviüa): Sobre cañaveral a orillas del Guadalquivir. El 2 .de enero dormian aqui unos cuantos ciento8 de aves. La mayoria de eetss ases -r&n al amanecer rio abajo en dirección a Ceviüa, pero aigruias de& remontar tambia diariamente el valle del río Viar, donde vimos alguna el i5 de febrero entre ganado vacuno.

Villaverde (Sevilla): Sobre malezas ribereñas en el lugar Uamado <El Pefión.. Parece ck p ~ e a envergadura. Algunos @os h e tambicn donnidero en: canaMrd junto al puebio.

El Arahal {Serüls): Sobre eucaliptal 5 .h.# Oeste del qitido .. El Cuervo. (Sevilk, confines con CMix): Cobre un ewaliptal del ,cortijo &

Romanina.. en cantiaad moderada.

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Fig. 2.-Resultado del ;~nillamiento de Garcillas bueyeras en Doiilna (basado e:,

VALVE~DE & WEICIERT. con algunos datos posteriores). Se han marcado colonias de cria actuales, entre ellas dos antes no citadas (véase texto). Las observaciones fechadas que figuran en el litoral de Málaga están tomadas dc otros autores

(\&se texto). Los números indican meses del 60.

Conil (Cádiz): Sobre una ralameda* de eucalipiur. Congregación muy coti- siderable.

Vejer (Cádiz): Sobre diversos árboles del lugar .Huerto del Nimbraln. Aqui se reúnen a millares.

Benalup (antes .Casas Viejass) (Cádiz): Duermen por lo menos en dos sitios: itnos árboles de las afueras del pueblo, y en eucaliptos del paraje llamado rEl Soto..

La Janda: En esta comarca existen con toda seguridad dos o más domideros importantes en fincas que circundan la laguna, pero su situacih no puede precisarse.

Punta Palomas (costa al Oeste de Tarifa): Sobre cañaveral. No observadas las ares, pero referencia fidedigna tomada en el lugar. Cantidad moderada.

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Fig.3.-Datos sobre Garcilla buqera en Fo:higal y resto de España. El área bmbrcada m e s p o n d e a presentación regular (dase figs. 1 y 2) ; dicha Arca podría continuarse por d litoral Sur y Oeste de Portugal, hasta el hajo Tajo inclusive, pero de Portugal tenemos una ioformacih sorprendentemente escasa. Es probable que en el vecino pais existan hoy varias colonias de cria; el mapa .-bk eon un * dos probables que necesitan confirmación. Cobre el dormide~o en Extremadura espaíio'a vease texto. La Iínea de karo grueso enmarea d tramo Sud-oriental de la Peninsula donde hoy. es= garza tiene presentnci6n.00 rara. Las presentaciones por el resto son puramente accidentales. Los números

junto a cada marca expresan meses del afio.

La Peña, aldea al NE. de Tarifa (Cádiz): En una arboleda.. Congregación 'moderada.

Tarifa: Aqui funcionan, alte-nativa o simultáneamente dos dor+eros. .En . tohjunto reúnen quí& el milbr de aves. U n o de e l l o s a araucarias de la

población. El otro e" los árboles del cementetio.~ . . .

Ai%eCirasf Spbri eucaiiptus junto a l ,Hotel. Reina' c&tina., Congregaciór! de . . . . . . . niuchh 'cientos. ~ ..

Campamento, junto a Gibr.dtar: En unas conífnas. Citado por ~ .

~ i ¡ a ' d C fa Frontera (Gdiz):. No conozc.6. k,l~&ci¿n exacta, pco ,kogo. . . ' " segundad d e que entre Gaucin y ' San Roque tiene que habn;.varigs .dar-

mideros. Uno. de eUos segunmente. e n e l valle del 60 Guadiara, ,cerca d¿ San :. Pablo 4;: Bubité: Aquí he vísto levaniar& bandos a laknecer . t+vla entre

dós In&, e l 21 d e diciembre

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.. ..

... 2. RECIESTE P R E S E S T A C I ~ COPIOSA DE B u b d c r ~ s ibis EN EX- .TREMAIIURA.

.. . .

1 3 4 de agosto de I!)lil me vi sorprendido al encontrar una Ixn- dada de 170 Garcillas bueyeras orillada flemáticameiite en el paii- tano de Proserpina, pocos kilómetros al Norte de Mérida (Bada- joz). Esta Imidada se componia de Ir4 jóvenes y 10 adultos. Dii- raiite los ú:timos cuatro años Iie visitado el pantano por lo menos 3- veces en primavera tardía y una en invierno, recogiei:do obser-

vaciones e información ornitológica, pero nunca Iiul>o indicios de la presencia del ave. Sin embargo, puesto al habla con la Sra. Pa- checo, dueña de la firica y persona observadora y muy curiosa de las aves (a quien debemos agradecer las muchas facilidades pres- tadas para el aiiillamiento de las cigiieñas de la estupenda colonia de nidos -más de :>O- que albergan las arboledas de la finca),

.dicha señora me aseguró que hace sólo cuatro o chco uios que se vieron aquí las primeras (;arcillas Ixieyeras, pero en un princi- pio muy pocas; que estas aves Ilegm a la localidad ya en pleno verano: aproxiniadamente en la época en que marchan las cigiieñas y acuden a dormir a los árl>o:es donde anidan éstas ; que su per- manencia dura por el resto del verano y el otoño, no pudiendo precisar cuánto se prolonga dicha permanencia en invierno ; en primavera no se ven; y por último, que su número va creciendo de año en año de modo verdaderamente notable.

Para antecedentes sobre presentación de Bubulcus en la Er- tremadura española, véase SALINAS, y HERK~NDEZ PACMECO ex I d R. de ARDEOLA. Co~iocemos otras referencias, que por ser vagas han dejado de ser inc?uidas en el mapa de la figura 3 ; son rela- tivas a Arroyo de la Luz (Cáceres) y Alcántara (Cáceres). Hoy creemos que la Garcilla bueyera debe presentarse regularmente en otoño e invierno en varias otras localidades de las provincks de Cáceres y Badajoz, y nada nos extrañará si cualquier dia se de- muestra qiie esta garza nidifica en algún bravio y abrigado valle del Giiadiana o del Tajo extremeños.

3. PROGRESO DE LA GARZA REAL (.4vdeir C~ILCIC<I) ES LA G R A . ~ COLOKIA ,DE GARZAS DE DO~ASA, CON OTRAS NOT.4S SOBRE AVES DE LA MISMA COLONIA.

A) Viaje de abril:

El 10 de abril de 1961, en compañia de mis alimiiios de la Uni- versidad de Madrid, dispensé otra visita a la famosa «pajarera» de La Algaida. Aprovecho la ocación para testimoniar una vez más a D. Manuel González Gordón y D. Mauricio González Diez, las muchas y generosas facilidades dispensadas a esta excflrs'ón u n -

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versitaria, que tan provechosa resultó para los estudiantes de Cien- cias Biológicas en ella participantes. Muchas y muy variadas fue- ron las experiencias zoológicas saboreadas en el Coto, pero aquí, ahora, sólo deseo concretarme a lo observado en la (<pajarera» y especialmente lo relativo a Garza. real.

Cuando Valverde y yo visitamospor primera vez la gran colo- nia de La Algaida, a fines de mayo de l W , sólo contenía 6 nidos de Garza real, contándose entonces un máximo de M) de estas aves posadas en los árboles de la colonia o que la revolaban. En aque- Ua fecha las aves incubaban, a: menos no nos fue posible deter- minar la presencia de pollos en ningún nido ; dos de los nidos, por lo menos, contenían huevos.

Hemos ido conociendo por visitas posteriores, publicaciones aje- nas y referencias varias, que el número de Garzas reales de esta colonia fue aumentando e n a ñ o s siguientes, pero aún así, quedé sorprendido del magnífico ustatus)) alcanzado en 1961. El día 10 de abril contamos aqui más de. 200 nidos ocupados de esta especie, disteil'uidos la casi mtalidad de ellos por 16 alcornoques, .ves de los cuales poseian 1-2 docenas de nidos cada uno (en uno de los alcornoques se contaron 26 nidos de Garza-real).

Una segunda y no menos interesante revelación de esta reciente visita, fue lo 7nuy ouamada que transcurría la reproducción de la Garza real. Varios jóvenes del año vo!aban dealla para acá por la colonia y e n 3 nidos -por lo nienos- había pollos crecidísimos, to- talmente emplumados, que ensayaban de vez en cuando sus alas con vistas al muy pronto vuelo. Una mayoría de los restantes nidos con- tenían pollos a medio crecer. Pollos tiernos sólo pudieron compro- barse en 2 nidos, y únicamente se observaron huevos en otro, si b e n e l número de nidos con pollitos y huevos podía ser aún apreciable, teniendo en cuenta la d i f id tad en co,mprobar estos~contenidos me- nores mirando desde el suelo.

Es interesante resaltar que a:gunas de estas garzas debían ha- ber puesto huevos ya a mediados de enero y muchas de ellas em- pezarían a incubar a mediados o fines de febrero. Estas fechas son tan o más precoces como las señaladas para el resto de Europa por diversos autores, y por tanto demuestran -con t ra lo que se ha venido admitiendo- que las Garzas reales españolas pueden ini- ciar también la reproducción en fechas tempranas. Por lo menos es,ta. vez, las Garzas reales debieron ocupar sus ndos de Doñana, . . casi tan pronto como las cigüeñas, y decimos «casi», teniendo en cuenta que durante el invierno 1960-61 hubo en toda España una inmigración excepcionalmente precoz de Cigüeñas. Las otras es- pecies de garzas de la colonia de La Algaida, en cambio, debieron ir ocnpándola en fechas mucho más tardías, es decir, en la época; normal o acostumbrada. . . . . .

El día 10 de abril las Garcetas (Egre tb gar i t t a ) reg&+n nidos casi exclusivamente ~n.árboles : alcorn.oques yalgunos sau-

.:ces. E n los núcleos coloniales de las marañas (matorral alto de

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brezo, z;irz;i, etc.) se vcian muy 1~0'"s garzas J e esta especie, y b s que vimos estaban eiitremezcl;idas a ia mi~cl~edi~mbre de Gar- cillas brieyeres cii el iiiicleo mayor v más ;intigito. Eg>.e t l~ gar- scltn iiilciiib;~ aliora la puesta, y sólo una niinoria incubaba.

Las Garcillas bueycras (Usbirlcirs ibis) dominaban o tnoiiopoli- zaban los iiúcleos coioniales de la maraña. Aiinqiie se veía ya una cantidad niuy coiisiderable, la impresión recogida fue que -al igual que Gaicetas- aún faltaban muchas por venir. E n los nii- cleos menores :a Bueyera regentaba nidos todos vacíos, -pero re- compuestos ; niuy raros coiitciii;in algún liue\-o siielto. E n el nú- cleo mayor y mas antiglio eran, en cambio, muchos los nidos con huevos, aiiiiqiie tarnb~eii la mayorin est;iban vacios. Encontramos raras puestas de & Iiucvos, pocas de 3, y muchas coi1 2 o uno.

El Mirtiiietc [.\~~cticorn.r itjcticu>rr.i.) tenia eii esa feclia nutri- da representación, distribuido por todos los iii~c!eos colonia:es y tan:o en mzirafias como en árboles. Algunos delian inciibar, pero creemos que aiui iio Iinbia niugúii pollo nacido.

Be Garcillas cangrejeras (Ardeolo ralloides) solo se vieron una media docriia, $olitarias y movedizas, sin localizarse ningún nido. A1 dia siguiente (11.4) vimos uiia de estas garcillas pescando en el lucio de La :\1giiidilla, a más de uiva legua de la colonia.

Gran satisfacción produjo el eucuentro con las Espátulas (I'lo- tnlcn leticovodin), que ya en aíios anteriores 1i:ibian criado en esta co:oiiia (ARDEOLA, ti ( 2 ) : 378-379). El día 10 de :il>ril un bando coherente de .íO Espátiilaa evolucionó repetidas veces sobre la «pa- j;ireraa de Lri r\lgaiila. Además, cii e! núcleo mayor de maraña, y entrrmedias de centenares de Garcillas bueyerris, pudimos con- temp!ar 4 parejas de Espátu!as asentadas, y dos de estas ocho aves pertnaneciaii constantemente echadas sobre sus respectivos nidos. Junto a uno de estos se presenció la cópula.

La distribución de nidos ocupdos por Cigiiefias (Cicotiio ci- COIIMI) era como sigue: ti en la fila más septentrioiia! de alcorno- ques de la pajarera, tantas veces fotografiados por gentes de todas clases que lian visitado el Coto; ahora no había garza nin- guna en esos alcornoques ni en las maraíias vecinas. Otros 3 nidos en sendos alcornoques del tramo principal de la ~pajarerai). Fuera de ésta, en el largo trecho que va desde La Algaida hasta El Palacio de Doñana, contamos otros 7 nidos ocupados por cigüeiias.

Resumo a continuación algtuias observacioues tomadas en las Marismas andaluzas con ocasión de varios viajes posteriores que Iie realizado en igual aiío:

B) Viaje a mediados de agosto (dedicada más birn a Cigiiefias y Iliniicolos):

El 7 de agosto, en fugaz visita a La '\lgaida, se observa %a co!onia de g a r m desde cerca en pnorimica, pero sin entrar en eUn. Quedan uno o pocos &llares de garzas que engalnnan alcornoques y marañas; la impresión es que tina mayaria da zarzas abandonó ya la co1aiii.i. Del 5 al 9 de agosto se recorre

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la Marisma oriental, central y qeptuitrional, así como las marismas de P w t o Rsd y Cbiclnna..Se ven G-i rea!es diapenas por doquier, con gran dominio

d e jóvenes, buscando siempre orillas o aguas residuales de la Marisma, ah0ri muy .seca. Gareeta común dispersa y abundante en igualea parajes. Garulla bueyera común por las Marismas, en compaiiia de ganado vacuno o caballar. a menudo agrupada en bandos de aMO individuos. CCM del Hondón @oi(ana) parecen dormir algunas gareetas y 'gmillas y probablemente hay ya doirnide.' ros en otros lugares marismelios más o menos alejados de la ~ p a j a r a a ~ . 50s Martinetes todavía se ven con frecuencia al anochecer' y amanecer; alpnos acuden a comer de noche al lucio del Lolm y charcones de La Scftue'a, dos localidades donde acampamos para anillar Umicolos. En Puebla del Rio (límite Norte de las Marismas), a plena tarde, vemos varios Martinetes activos por el sacio, y en b s a de los Guardas (Doñana) uno desciende a plena yafiaM de un eucaliptos, para comer del suelo mezclado a las gallinas del guards. De Ardeola ralloides estos dias vemos 3 individuos solitarios que cruzan la ~ a r i m a sobre el lucio del Lobo en vuelos de ida o regreso a la gran colonia.

Interesante k relativa escasez de Bvhlcus en La Janda, Tarifa y Algeciras a mediados de agosto, en contraste con lo observado mes y medio despub. El 18 y 14 de agosto hicimos el trayecto costero San Roque-MBlsga-Almeria, sm ver un solo. Birbulcirr en todo el camino.

C) Viaje a fin de reptiembre y primeros de octubre, con permanencia en la Marisma de Sanlúcar y ,Lebrija, dedkados al anillamiento .de kimícolos.

En esta ocasión K hizo centro de opracioner en la Salina de San Carlos. margen izquierda del hajo Guadalquivir, salina donde contamos con la generosa Iiospitalidad y valiosa colaboración de Luir Hida!go Gibaja.

El p a w a m a general de las Marismaa continuaba dominado por la gran sequía. Todos los dias vimos algunas Garzas reales en las salinas y lnciw pmximos; en unos de Cstos hasta más de una docena reunidas. Una noche e% pantamos una de &tas garzas de cierto estanque de las salinas. Las Garcetas sc notaron en cantidad sensiblemente menor que en igual sector rnatiweiio cuando nuestra anterior visita de abril. A diferencia. de (o notado entonces, ahora no se acusaba aquí movimiento de aflujo ni reflujo en dirección a la gran colonia de La Algaida. Las Garcetas se veisn ahora en grupos o forman- do pocos lotes de una o varias docenas. desperdigadas durante el día por már- genes, c d e s o estanques, pero con clara tendencia a agrupaciones locales al atardecer. Cierta noche se comprobó que una agmpación de W d e estas ganas pernoctaban en el lucio contiguo a las salinas. Se vieron por aqui pocas Gar cillas bueyeras. cosa normal en el mas bajo Guada!quivir; las pocas viaitas, entre ganado vacuno de la marisma de 'Los Albardones>, y alguna desper- digada por la marisma de Lebrija y Los palacios' (hoy cn su mayor parte transformada). Pero, por iguales feclias (10.12 octubre),. las Bucyena..%e:-veían en a b u n d ~ c a -por- tgda k costa meridional de Cádir y comarca de h . J a n & . Cerca de- Conil. encontramos más de 8W reunidas en una majada de -0

vacuno. Sin duda, ahora-dor&ab muchisima$ alrededor de la laguna d e ba

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Janda y especialmente en el dormidero de i'ejer. Salo en 1.e Janda, frente a la Venta de Retin vimos el día 12 una bandada de cerca de un mPhr de aves (1). En cuanto a Jlartineter, ninguno se rió ni se oyó en el Gundalquivir y sin duda muchos. si no todos, hablan emigrado. El dja 12 de octubre, al E. de L a Janda, durmieron varios Martinetes en unos ncebuches. bajo los cuales estuvimos a c a m pados dos dias (finca de .L;i Raer.]. Probablemente eran migrantes. El dia 3 de octubrc se vieron tres Esp5tulas i(Plnlaleo letiroradio) en las salinas de Bonanza.

D) Viaje a mediados de octubre, formando parte de un grupo integrado por Peter Seott, Guy Mountfort, ~Luc Hoffmann, Olney, hlauricio Goniález, Euge- nio Morales y José A. Valverde, y con ocasión de una visita a .Las Nuevass y Uoñana los dias 20 y B, entrando via Bonanza:

Visita breve y con poco tiempo para observaciones ornitológicas, pero para mi especialmente interesante, despuis de todas las otras experiencias ganadas rn igual comarc? el mismo año. Sensible disminución de Garcetas, sólo a!gunas a lo larga de las márgenes del río y muy pocas en torno a la casa de Las he- vas. Esta especie es francamente migradora, y, aunque el anillamiento en Do- ñana arroja ya varias docenas de recuperaciones inverna!es en Andalucia y Por- tugal, es seguro que una masa importante de Garcetas andaluzas marchan en invierno a Alrica, quizá muchas a Afriea tropical, muy a diferencia de lo que o c w e con la Gareilla bueyera, ya comentado en pirrafos anteriores. (El d i 2 de enero, oriUados en el Guadalquivir para presenciar al amanecer el waciadob del dormidero de Cantillana. sólo contamos 8 Egretla garaetla entre varios cientos de i3ubulois.) En Las Nuevas, presencia llamativa de Garza real -sólo en tortio al lucio Grande grupos de hasta más de una docena-, pero en esta (poca buena parte de las observadas pueden ser invcrnantee.

En Doñana. el dia nl de octubre. observamos entre La Alguidilla y El Hon- dón un Morito (PIcpdir jalrinrllsr), ave que hace tiempo no cria en la co- marca pero que, scgitn 3lauricio Gon~ilcr . se sigue vkndo casi todos los años en Doñana por estas Cpocns. g nunca mis de uno o pocos ejempfares.

Al visitar nuevamente el 29 <le mayo de 1961 la finca «El Ver- dugal», con el deliberado propósito de anillar pollos en la colonia de Cigüeñas existente en dicha finca, nos vimos sorprendidos con la presencia de una colonia de Martinetes estab!ecida en el mismo paraje que las Cigüeñas. El Verdngal pertenece al término de Na- valmoral de la Mata, y queda en el confín NE. de la provincia de Cáceres, limitando con la de Toledo. Hace ya arios que se conoce una pequeña colonia de Martinetes en La Mancha (MÁR- QUEZ & COROYADO, 19873, hoy mezclada de Garcetas (CLUB AL-

(1) Estos datos no se han incluido en cf mapa de la figur:i 1

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214 ARDEOLA. VOL. 7 (1861). SWION' BREVE, ART.' 2

CYON en este mismo 'volumen) y una colonia simi!ar cabe so&& char exista en. el valle del Tajo o su afluente el río Cedena, cert i de Montalbán-(Toledo), %la vista de datos de captura y obser- vación publicados por GARAYALDE (1950). Es muy probable existati hoy día varias otras pequeñas colonias de Martinetes, o de Mar- tinetes y Garcetas, en otras Iocdidades de Extremadura, y entre las que me parecen realmente propicias puedo citar la finca «El Lavadero», cerca de Arroyo de la Luz, provincia de Cáceres.

La colonia descubierta e n El Verdugal comprendía varias do- cenas de nidos. .Hemos. contado uno a uno 20, pero estimamos líitbiera casi otros tantos más, debido a lo muy, desperdigados que estaban estos nidos por un trecho d e bosque de encina y alcorno- que de más d e medio 'kilómetro 'de longitud. Los Martinetes fue: ijn atraídos sin duda alguna por la colonia de Cigüeñas estable. cida en igual paraje, La mayoría de los nidos de Martinete esta- ban en a!cornoques que ya poseían uno o más nidos de Cigüeña, aunque había timbién algunos en alcornoques sin Cigüeña. I+s Martinetes de esta qolonia van a pescar a una laguna prbxima, y @ río Tiétar. Un E4 por 100 ostentabanplumaje de inmaduros, &unque es cosa sabida que con ese plumaje también crian. ... ~

.Todos lo< nidos eran nuevos o estaban recién recompuestos, Según el alimañero da la finca,.. hace sólo dos o tres años que estas aves se empezaron a establecer aquí y en 1960 parece con- Siguieron criar alguoas polladas. Afortunadamente, los dueños de 1.i . . finca poseen espefial interés en conservar la colonia..

En cada árbol no había más que uno o varios nidos; se cont?; ron como máximo 4 en un solo alcornoque. Todos los nidos estan -.. situados entre ramaje fino y a gran altura, algunos de ellos a muy Corta distancia del vecino nido de Cigüeña. De 15 nidos esca:a? hos, 9 estaban.ahora vacíos, 4 contenían 4 huevos, y uno, 5 huevos. En el suelo, bajo uno de los a!cornoques con varios nidos, había dos pollos de pocos d i ~ s de edad, muertos de no más de 1-2 días y éste era el único árbol que tenía también por el suelo peces regurgitados, en cantidad como de media docena y d e 6-12 cm. de longitud. Según el alimañero estos pollos, como varios otros de cigüeña que yacían también por los suelos, pudieron ser víctimas de un reciente temporal.

La presente colonia de Cigüeñas se componía en l a misma iecfecha de más de 40 nidos (3o contados uno a uno). Tres de estos nidos :contenían 3 pollos, seis 2 pollos, dos 1 pollo, y bajo otros P'nidos habían algún pollo en el suelo muerto. : El 3 de agosto visité por segunda vez en este año la misma

colonia. Hacía ya tiempo que habían emigrado todas las Cigüeñas yapenas quedaban Martinetes. De éstos sólo pudimos ver 3 adul- tos. Según el alimañero de la finca, sólo 0-8 días antes aún se vie- ron bastantes en la colonia.

F. BERNIS

Page 12: Y ESTIVAL (Bubukus Bublrlcus · a esta garza en el Sur de España. Nótese la cantidad de dormideros invernales usados actual- mente, y cuánto distan algunos de ellos de las colonias
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January, and rnmy of tlicm in Febuary. Aeotlicr ihitrrcsting lioint stressed here is the wbstantial iscrcasisf suffcied hy tlie co'onial population of Ardea cinwen in Doíiana: When tlic hrecding of this bird was rediscovered in Spain (BEniirs & V~.vhnnt: IR=), only O accupied nests existed iii tlie heronry ol Dofiana; in 19iilmorr thari ?00 occiipied nests were counted.

A last note reports about the d i s c o r q of a new Spanisii Xight Heron co!ony near Navalmoral de la Mata (province of Cáceres, Centra' M'. SIL) ; lile new colony began to lx visited by n;yrrirorox »)rcIirorar only 3 years ago. A large o!d co:ony of Storks acted as an attracting focur. All. tlie iiests are on Cork-trees. It was estimated that nearly 40 nests of Night Herons sere occupied in June 1901 hut apparently iii most of theni no rearing succesc wn$ vltimately achie~ed.