1.- ANTECEDENTES
1.1 LA LACTANCIA MATERNA EN MÉXICO ANTES Y DESPUÉS DE LOS
SUMINISTROS GRATUITOS DE FÓRMULAS INFANTILES 1943-2006
La Organización Mundial de la Salud y UNICEF recomiendan lactancia exclusiva
hasta los seis meses cumplidos, y después continuarla junto con otros alimentos
hasta al menos los dos años. A partir de ahí el tiempo que madre e hijo deseen.
Nuestra hipótesis de que la causa de la disminución de la práctica exitosa de la
lactancia materna, está basada en la introducción inadecuada de sucedáneos de la leche
materna proviene de los años 40s en los que el Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS) (1943) y el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los trabajadores del Estado
(ISSSTE) (1960) se fundaron y establecieron como parte de sus prestaciones la dotación
gratuita de fórmula que junto con las prácticas hospitalarias que separaban a la madre
del niño, permaneciendo el recién nacido la mayor parte del tiempo en el cunero
fisiológico y alimentado con fórmula, llevaron a las madres al fracaso de la lactancia
materna.
Vamos a tratar aquí de reseñar, tras una búsqueda minuciosa de datos relativos,
los acontecimientos que en México han contribuido, a lo largo de esta etapa a disminuir la
práctica exitosa de la lactancia materna.
Como referencia vamos a retomar los criterios que los expertos en lactancia
consideran como claves para el abandono o deterioro de la práctica de la lactancia:
“Las causas biológicas son muy pocas y ocurren rara vez: ausencia de la
madre, madre con enfermedad severa incapacitante, con lesiones de herpes
en ambos pezones o con tratamiento de quimioterapia, bebé con
fenilcetonuria, galactosemia. Se considera que en conjunto estas causas
afectan solamente a menos del 3%.
Las demás causas son psicosociales y por lo tanto fáciles de superar con
información y apoyo. Entre ellas podemos considerar en orden de
importancia, las siguientes:
Separación de la madre y del bebé en el postparto inmediato
Retraso del inicio de la lactancia por más de 2 o 3 horas después del
nacimiento
Falta de apoyo para colocar al bebé adecuadamente al pecho
Falta de apoyo para resolver dificultades y problemas solucionables en
el 97% de los casos con asesoría adecuada
Uso de fórmulas infantiles 1.
Cesárea y anestésicos innecesarios que disminuyen el estado de alerta
del bebé y afectan física y mentalmente a la madre.
Información contradictoria del personal de salud, familiares y amigos
Madres que tienen que trabajar fuera del hogar y carecen de apoyo e
información para seguir alimentando a sus bebés con su leche extraída
Uso de anticonceptivos hormonales combinados
Migración del área rural a las áreas urbanas” (Lerma, 2006)
1.2 CRONOLOGÍA DE SUCESOS
Datos históricos relacionados con la atención del parto y al apoyo que recibe la madre en
los primeros días después del mismo, que pueden afectar negativamente el
establecimiento de la lactancia exitosa:
Separación de la madre y del bebé en el postparto inmediato
Retraso del inicio de la lactancia por más de 2 o 3 horas después del
nacimiento
Falta de apoyo para colocar al bebé adecuadamente al pecho
Falta de apoyo para resolver dificultades y problemas solucionables
en el 97% de los casos con asesoría adecuada
Información contradictoria del personal de salud, familiares y amigos
“57 de las 100 madres estudiadas que decidieron no amamantar o abandonar antes
del 3er. mes.
Las que no lo hicieron fue: 51% por consejo médico
15% por consejo de familiares
30% por iniciativa propia
Las que s í amamantaron fue: 14% por consejo médico
40% por consejo de familiares
46% por iniciativa propia” (Ysunza, 1983)
“Varios estudios aleatorios y cuasi experimentales han investigado la influencia del
contacto postnatal precoz sobre el inicio o la continuación de la lactancia, y en
algunos casos sobre otros aspectos de la interacción entre madre e hijo.... El
contacto precoz aumenta la prevalencia de la lactancia, tanto poco después del parto
como al cabo de 2 o 3 meses.... Las madres y sus hijos no se han de separar
después del parto, salvo que exista un motivo médico inevitable. Lo mejor es que el
recién nacido permanezca con su madre de forma continua desde el nacimiento, y se
le permita mamar espontáneamente en cuanto dé señales de estar preparado para
ello.” (OMS/UNICEF, 1981)
“Ahora bien, muchos de los riesgos de la salud provienen inclusive desde antes de
nacer. En la ENS se consigna que 19% de los partos en el país en 1987 se realizaron
en casa, y que 14.1% de ellos se llevaron a cabo sin ningún tipo de atención
profesional. La consecuencia más inmediata de esto -y la señal más clara de que los
riesgos de salud al nacer son altos- es que la mortalidad por cada 1,000 nacimientos
era de 77.8 para los hombres y de 50.8 para las mujeres (63.9 en total) en 1987. Éste
no es el único síntoma de un problema grave: del total de la población menor a un
año, en 1987 el 14.1% padecía algún tipo de patología perinatal. Dentro de este
grupo destacaban los casos de hipoxia (20.2%), prematurez (19.5%), bajo peso al
nacer (16.8%) y las infecciones (13.2%). Aún más: de los niños que sobrevivían al
nacimiento, la tasa de mortalidad por cada 1 000 antes de cumplir los cuatro años era
de 79.1 para los hombres y de 64 para las mujeres (71.9 en total). Esto tiene mucho
que ver también con que 18.9% de los niños en 1987 no tenían ningún periodo de
lactancia, ya que la falta de la leche materna está seriamente correlacionada con
algunas deficiencias del sistema inmunológico.
Para tener una idea más clara del problema, es importante señalar que estos riesgos
se combinan con otras circunstancias que tienen mucho más que ver con la falta de
cobertura del Sistema Nacional de Salud y con las escasas oportunidades de acceder
a la medicina preventiva. Según la ENS, en 1987 50.5% de la población del país e ra
de la llamada "abierta"; es decir, la mitad de la población no estaba cubierta por
ninguna institución de seguridad social (IMSS, ISSSTE, IMSS-Coplamar, etc). La
institución con mayor cobertura -el IMSS- tan sólo abarcaba al 29.4% de la
población.” (Barron y Trejo, 1995)
Uso de fórmulas infantiles
“Uno de los factores que ha sido identificado por el gran impacto que tiene en el
abandono de la lactancia materna, es la disponibilidad gratuita de fórmulas lácteas.
En México esta disponibilidad se genera a través de la prestación laboral denominada
ayuda en especie para la lactancia, conocida popularmente como "dotación". Este
derecho se estipuló desde el surgimiento mismo de la primera institución de
seguridad social: el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en 1943... La
segunda institución de seguridad social creada en el país fue el Instituto de Seguridad
y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Su legislación, sin
modificaciones desde 1959 para el tema que nos ocupa, está basada en la del
Seguro Social, vigente en ese año.”(Torre, 1993)
Los resultados apuntan hacia la necesidad de revisar las opciones alimentarias que
se tienen en las dos instituciones de seguridad social más importantes del país.
Juntas atienden cerca de 785 000 partos anuales, un tercio del total nacional.
Sin duda, la elevada disponibilidad de fórmulas, tanto en los servicios de salud como
entre la población derechohabiente, tiene un impacto en la modalidad de la
alimentación infantil. La cantidad de fórmulas adquiridas en ambas instituciones tiene
la capacidad de desplazar, durante los primeros seis meses de vida de los menores
derechohabientes, 69.1 millones de litros de leche materna. Aunado a esto, tan sólo
el gasto por concepto de compras institucionales, casi 28 millones de dólares
anuales, amerita una revisión en términos de una política de salud más racional.
(Torre, 1993)
“Es decir, que en el renglón económico, podemos considerar a la leche materna
como un recurso natural, cuyo costo en relación con las leches industrializadas o
frescas de vaca, resulta ser mínimo. De acuerdo con datos proporcionados por
UNICEF, las actuales prácticas de amamantamiento en México hacen que se
desperdicien aproximadamente 163 millones de litros de leche materna. Estas
estimaciones se hicieron considerando que si "las madres mexicanas amamantaran a
Sus hijos durante 6 meses (tiempo mínimo recomendado por algunos autores), ellas
serían capaces de producir potencialmente 348 millones de litros de leche. Por su
parte, el valor monetario de esa, pérdida equivale a 9 128 millones de pesos al precio
de la leche en enero de 1984. Más aún, esta pérdida se eleva al doble cuando
consideramos el costo de las fórmulas infantiles. Esto es, en términos económicos,
dichas pérdida de 18 256 millones de pesos representa la cuarta parte del
presupuesto total para 1984 destinado a la SSA. Es lógico pensar entonces que esta
cifra a la fecha se haya disparado en forma todavía más desproporcionada”. (Ysunza,
1986:110-116)
Cesárea y anestésicos innecesarios que disminuyen el estado de alerta del
bebé y afectan física y mentalmente a la madre.
“La operación cesárea se ha incrementado a nivel mundial. Sin embargo, se asocia a
una mayor morbilidad y mortalidad materna, generalmente con beneficios no
cuantificados para el feto. El fenómeno de las cesáreas sin indicación obstétrica,
médica o fetal, resalta la importancia de establecer protocolos basados en evidencias
que permitan homogeneizar el juicio clínico en cada tipo de nacimiento en base a sus
riesgos y beneficios particulares. Además, desde una perspectiva ética, la aplicación
de los principios de beneficencia, justicia y autonomía no apoyan la recomendación o
aun el of recimiento de una cesárea electiva.
Con pocas excepciones, a nivel mundial la tendencia al ascenso en la prevalencia de
cesáreas es generalizada. En 1985, el Centro Latinoamericano de Perinatología y
Desarrollo Humano de la OPS/OMS, inició un estudio sobre la epidemiología de la
cesárea. La primera fase comprendió 178 instituciones de 17 países y se descubrió
que la tasa de nacimientos por cesárea varió entre 9.3% en Honduras y 29.1% en
México” (Villanueva, 2004)
“Entre los mayores obstáculos que se han informado para que se inicie el
amamantamiento, está el nacimiento por cesárea, porque en la atención tradicional
tarda hasta 72 horas el contacto madre-hijo y esto repercute en la instalación,
exclusividad y duración de la lactancia natural. ” (Cisneros y col., 1995:424 -429)
Madres que tienen que trabajar fuera del hogar y carecen de apoyo e
información para seguir alimentando a sus bebés con su leche extraída
“La incorporación de la mujer a la actividad económica ha crecido de manera
sostenida durante los últimos 25 años. La tasa de participación de las mujeres de
más de 12 años se incrementó de 17.6 por ciento en 1970, a 27.8 en 1980, a 31.5 en
1991, a 36.4 por ciento en 2000 y a 35.3 en 2003, de acuerdo con un diagnóstico del
Consejo Nacional de Población” (CONAPO, 2004, citado en Mujeres Universia,
2004).
“En México la situación es diferente {de la promoción de las fórmulas infantiles}. No
existe una promoción dirigida al público en forma directa, sino que está
principalmente a través del módulo médico dominante, que asegura el mercado
interno de fórmulas lácteas. Se ha insistido en señalar como causa importante del
abandono de la lactancia al pecho dirigida hacia l mercado interno de fórmulas
lácteas. Se ha insistido en señalar como causa importante del abandono de la
lactancia al pecho a la integración de la madre al trabajo remunerado. Sin embargo,
esta causal sólo fue referida por el 4.7% de las 550 madres derechohabientes del
IMSS que fueron estudiadas (Arana, 1982).
Uso de anticonceptivos hormonales combinados
“En un país como México, en que el proceso de reducción de la fecundidad se inició
en los años 1960, el control de la nupcialidad ya no fue indispensable para enfrentar
las consecuencias del aumento en el tamaño de las familias. Con métodos modernos
y eficientes de control de la fecundidad marital, utilizados espontáneamente o
propuestos en el marco de un programa de planificación familiar, los nacimientos se
limitaron sin realizar mayores cambios en los patrones de la nupcialidad... En esos
años aparecieron también nuevos métodos de anticoncepción como la píldora
hormonal y el DIU.” (Huggins y Ziedrich, 1994)
Distribución porcentual de mujeres en edad fértil, usuarias de anticonceptivos, según tipo de método, 1976-1997
Años Pastillas DIU
Oclusión
tubaria bilateral
Vasectomía Inyecciones Locales Métodos
tradicionales
1976 35.9 18.7 8.9 0.6 5.6 7.0 23.3
1979 33.0 16.1 23.5 0.6 6.7 5.0 15.1
1982 29.7 13.8 28.1 0.7 10.6 4.1 13.0
1987 18.2 19.4 36.2 1.5 5.3 4.7 14.7
1992 15.3 17.7 43.3 1.4 5.1 5.0 12.2
1995 12.7 22.3 41.4 0.9 4.6 5.0 13.1
1997 10.0 20.8 44.7 1.8 4.6 5.8 12.3
Fuente: estimaciones del Consejo Nacional de Población con base en las encuestas nacionales demográficas
Migración del área rural a las áreas urbanas
“Entre las razones que las madres urbanas dan para explicar por qué suspendieron el
amamantamiento, se encuentran: insuficiente producción de leche, prescripción de
sucedáneos de leche humana, trabajar fuera del hogar y necesidad de dejar a su hijo en
una guardería. /Vega y col., 1977 y Perez y col., 1993, citados por Cisneros y col., 1995. Se
mencionan otras, como el tener o no derecho a sistemas de seguridad social y escasos
conocimientos sobre lactancia materna entre los profesionales de la salud. Detrás de estas
razones se encuentra la distorsión en la forma de alimentación de los recién nacidos en los
hospitales, que en vez de promover el inicio del amamantamiento separan a la madre de su
hijo y utilizan el biberón para dar sucedáneos de leche humana.” (Cisneros y col., 1995:424 -
429)
“En la Ciudad de México el abandono de la lactancia humana es preocupante. En 1987
Dimond y Ashworth, notificaron que hacia el tercer mes posnatal, sólo 21 % de la población
urbana pobre amamantaba y, para esa fecha, ninguna de las madres de la clase urbana
acomodada practicaba lactancia humana exclusiva.
Margen y colaboradores14 encontraron en 1991, en Sonora, el Distrito Federal y Chiapas,
que al tercer mes posnatal, la lactancia humana exclusiva casi había desaparecido, de tal
modo que se practicaba sólo la lactancia mixta en un 55%.” (Flores-Huerta y Cisneros, 1997)
A continuación, quiero destacar las referencias que relativas a diferentes años de la
época que estamos tratando, mencionan patrones de lactancia. Cabe señalar que
hasta ahora muy pocas encuestas o estudios han considerado los criterios de las
OMS para establecer los patrones de lactancia que se señalan a continuación por
lo que al decir lactancia puede ser mixta o parcial:
“Lactancia materna exclusiva (amamantamiento exclusivo): Significa que al bebé no
se le da además de la leche materna ningún otro alimento o bebida, incluyendo agua,
(excepto medicinas y vitaminas o gotas de minerales; también se le puede dar leche
materna extraída).
Lactancia materna predominante: Significa que el bebé es amamantado pero también
recibe pequeñas cantidades de agua o bebidas a base de agua como el té.
Lactancia materna completa: Significa que el bebé es alimentado exclusiva o
predominantemente al pecho.
Alimentación con biberón: Significa que al bebé se le alimenta usando biberón, sin
importar el contenido del frasco, incluida la leche materna extraída.
Alimentación artificial: Significa que al bebé se le alimenta con alimentos artificiales y
no recibe nada de leche materna.
Lactancia materna parcial: Significa que al bebé se le amamanta algunas veces y en
otras se le da algunos alimentos artificiales, ya sea leche o cereales u ot ro tipo de
alimentos.
Alimentación complementaria oportuna: Significa que al bebé se le dan otros
alimentos, además de la leche materna, cuando es apropiado, después de los 6
meses de edad” (OMS/UNICEF, 1993)
Referencias acerca de los patrones de lactancia materna entre 1960 y 1986
“En México, para 1960, 95% de las madres lactaban al pecho a los seis meses de
edad (del hijo), para 1966, sólo un 45% de las madres daban pecho a esta misma
edad” (Berg, A., 1977; citado en Ysunza,1983)
“En el caso de México la situación no difiere importantemente de la realidad
internacional, siendo el abandono de la lactancia materna un fenómeno más
frecuente en las áreas urbanas, sin que por ello se pueda afirmar que este problema
no exista en el medio rural.
De acuerdo con información basada en los dat os de dos investigaciones realizadas
en grandes muestras representativas a nivel nacional, existe una elevada proporción
de niños nacidos vivos (22.4%) que jamás fueron alimentados al pecho. Esta cifra,
por su parte, representa una de las más elevadas del mundo.
De estos porcentajes, los más altos corresponden a los nacidos vivos entre el periodo
1977-1979 respecto á 1974-1976. Respecto a la duración de la lactancia materna, se
señala que un 34.20/0 de las madres lactantes (semejante al promedio internacio nal),
sobre todo de zonas urbanas con alta escolaridad y baja paridad, suspendió este tipo
de alimentación antes de que el lactante cumpliera los 6 meses. De aquí que los
autores de este t rabajo señalen que: solamente 1 de cada 2 niños mexicanos llega a
recibir el mínimo de 6 meses de leche materna, y el efecto combinado de la tendencia
a no iniciar la lactancia sea menos extensa y de menor duración que en casi todos los
países para los cuales existen datos al respecto.” (Ysunza, 1986:110-116)
En un estudio realizado en 1974 en madres de comunidades rurales indígenas, mestizas y
semirurales (Ysunza, 1983), se observaron los siguientes resultados:
Indígenas 1% no amamanto nunca
75% lo hizo por más de 18 meses
Mestizas 1% no amamantó nunca
40.8% lo hizo por más de 18 meses
Semirurales 8.3% no amamantó nunca
24.9% lo hizo por más de 18 meses
En otro estudio realizado también entre 1970 a 1976 (Ysunza, 1983), con madres afiliadas
al Instituto Mexicano del Seguro Social, se observó que la causa principal de la introducción
del biberón es la deficiente producción de leche que “está sujeta a diversas situaciones
ambientales de la práctica médica, que finalmente condicionan este tipo de lactancia ”
(Ysunza, 1983)
Entre los resultados de ese estudio, se observó que: en el 84% de los casos, los bebés no
estuvieron con sus mamás; 65% de las madres no vieron a sus hijos recién nacidos hasta
el alta hospitalaria 3 o 4 días después del parto y las que si los vieron antes fue por 1 hora
al día. (Ysunza, 1983)
“Encuesta Mexicana de Fecundidad de 1976, 83.2 por ciento de las y los recién
nacidos fue amamantado y la duración mediana de la lactancia, es decir, la edad en
que la mitad de ellos ya había sido destetado, fue de 12.4 meses.” (CONAPO, 2000)
“El cuadro II muestra las proporciones de niños que recibieron alimentación al seno
materno a diferentes edades, según la ENFES, la EMF y la ENPUA, (4) lo que
permite conocer las tendencias de esta práctica desde 1974-1976 a 1977-1979 y a
1984-1986. Dado que los valores de estas proporciones, P(d), pueden fluctuar
considerablemente entre mes y mes, debido al reducido número de niños
expuestos en cada edad(d), los datos se suavizaron mediante la técnica propuesta
por Page, que consiste en promediar los valores utilizando agrupaciones móviles de
tres meses:
P(d)= B (d-1) + B (d) + B (d+1)
------------------------
N (d-1) + N (d) + N (d+1)
En donde: d = edad en meses
B = número de niños que sigue recibiendo el pecho a la edad d
N= número de niños con edad d
CUADRO II
Proporción de niños que todavía reciben el pecho a diferentes edades*:
ENF, ENPUA y ENFES
Edad EMF ENPUA ENFES
(meses) 1974-76 1977-79 1984-86
1 72.7 76.8 74.1
2 68.0 70.5 72.2
3 61.5 66.8 66.8
4 57.3 55.3 64.1
5 51.4 52.1 55.1
6 50.4 52.4 55.2
9 44.6 46.0 46.9
12 37.5 35.6 41.2
15 27.1 29.0 29.5
18 20.0 22.0 22.0
21 13.9 9.5 15.4
24 5.9 6.2 17.6
Fuente: Cuadro modificado de referencia 5
* Series suavizadas
Las tasas son muy similares en los tres periodos (encuestas) estudiados. Al
mes de edad, alrededor del 75 por ciento de los niños son amamantados; a
los seis meses, sólo cerca de la mitad de la población de niños; a los nueve
meses, la tasa desciende aproximadamente al 46 por ciento.
Posteriormente, los porcentajes son mayores en el caso de la ENFES, pero
esto puede deberse a una posible inestabilidad de las series debido al
reducido número de casos.” (Schlaepfer e Infante, 1992)
1.3 CONSECUENCIAS
“México, al igual que el resto del mundo, ha sufrido la influencia de la modernización que
llevó a la mujer a realizar trabajos remunerados fuera del hogar, propiciando con ello la
separación de las madres y los hijos en períodos tan críticos como es: desde el nacimiento
y durante la etapa de lactancia. Esta situación trajo como consecuencia la necesidad de
buscar alternativas de alimentación que fueran fáciles y al alcance de las madres sustitutas
o de guarderías infantiles. Por ende, hubo todo un desarrollo industrial encaminado a lograr
el alimento que fuera equiparable con la leche materna, y se desató una invasión de
fórmulas y de publicidad que llevó a cambiar la mentalidad de las madres, en el sentido de
pensar que lo mejor para sus hijos eran las fórmulas. Esta situación que se veía como lo
ideal en clases sociales altas, se fue extendiendo hasta las áreas más depauperadas y aún
rurales, trayendo consigo una serie de enfermedades que empezaban con el siguiente
ciclo: Alimentación con fórmula ( condiciones higiénicas deficientes) enfermedad diarreica y
digestiva, desnutrición, enfermedades concomitantes y muerte.
Diversas Encuestas Nacionales de Salud, nos reportaron que la lactancia materna estaba
tendiendo a descender en su práctica, ya que tanto en el área urbana como en la rural
estaban disminuyendo el tiempo de lactancia y su uso en forma exclusiva.
Esto sumado a que las principales causas de mortalidad infantil se encontraban entre
enfermedades gastrointestinales, neumonías e infecciones.
Por otra parte, las prácticas hospitalarias eran poco alentadoras de la lactancia, llevando a
cabo una separación inmediata posterior al nacimiento y manteniéndola hasta que eran
dados de alta. En ella se daba el uso de fórmulas infantiles o soluciones como alimentación
del bebé.
Los factores que han contribuido a la declinación de la lactancia principalmente han sido:
industrialización, urbanización, prácticas hospitalarias inadecuadas, publicidad de
alimentos infantiles, la mencionada incorporación de la mujer al trabajo fuera del hogar, y
en especial la información inadecuada que sobre la lactancia tiene el personal de salud,
que desorienta a la embarazada ocasionándole incertidumbre sobre sus potencialidades
como madre lactante.
Las diversas reuniones de la Organización Mundial de la Salud, UNICEF y otros
organismos internacionales han centrado la atención en este problema, llegando a crear
compromisos internacionales como son: El establecimiento del Código Internacional de
Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna en 1981. La Declaración Conjunta
OMS/UNICEF en 1989, que pretende cambios que faciliten la práctica de la lactancia
materna. La Declaración de Innocenti en 1990 en el que se firma junto con otros 40
gobiernos la declaración sobre la protección, fomento y apoyo a la lactancia materna. En la
Cumbre Mundial en Favor de la Infancia se adoptó una Declaración sobre la
Supervivencia, La Protección y el Desarrollo del Niño y un Plan de Acción para aplicarla en
el decenio de 1990.
La declaración cita: "Los gobiernos deberán establecer un sistema nacional para e valuar
los objetivos y desarrollar indicadores tales como: la proporción de niños amamantados
exclusivamente al egresar de los servicios de maternidad y la proporción de lactantes
amamantados exclusivamente a los cuatro meses de edad".
México asumió estos compromisos y reunió un grupo de expertos en lactancia materna con
la representación de todas las Instituciones del Sistema Nacional de Salud, Organismos no
gubernamentales, Internacionales y Educativos.” (Comité nacional de Lactancia materna,
1998-1994)
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