3
He leído muchas vidas de santos, y
cada uno reconoce, en el auxilio de la
Virgen, una ayuda muy poderosa para llegar a la
santidad.
4
¡Oh María: cuán
poderosa y buena eres!
Es una verdad segura que Tú ayudas a
cuantos te invocan en sus penas.
5
Cuando quiero llevar a cabo una obra difícil, rezo
con fe a María Auxiliadora y me
dedico con calma, pero con todas mis fuerzas, a obtener lo que
creo es más agradable a la
Voluntad de Dios, y el éxito llega.
6
Si la gente comprendiera lo importante que
es tener una verdadera
devoción a la Virgen,
estimaría esto como el más
grande tesoro del mundo.
7
Si supiera que mis discípulos tienen
una gran devoción a María
Auxiliadora, con sólo esta noticia
moriría contento.
8
Repetid con frecuencia el Avemaría que es el saludo que Dios compuso para enviarlo a la Virgen
María por medio de su ángel. Obtendréis admirables resultados al rezar con atención esta
oración.
9
El mejor regalo que le puedes hacer a la Madre Santísima en su mes, novenas o
fiestas, es éste: Ofrecerle una buena
confesión y comunión, leer algún buen libro y empezar
con ánimo a combatir ese pecado
que más cometes.
10
¿Quieres ver efectos
admirables en tu vida? Rézale cada
noche las tres avemarías a la
Virgen y repítele cada día varias
veces esta jaculatoria: "María Auxiliadora, rogad
por nosotros".
11
No pasemos nunca ante una imagen
de la Virgen sin dirigirle un saludo.
Así lo hacían los santos.
Digámosle: "Yo te saludo, llena de
gracia”, . . . u otra frase de cariño.
12
Acostumbra a rezar esta oración: Oh María,
Virgen Poderosa, grande y terrible como un
ejército en orden de batalla. Tú has librado y
librarás a la Iglesia de las herejías. Oh Madre: en nuestras angustias, en
nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos
del enemigo, y, en la hora de la muerte,
llévanos al Paraíso. Amén.
13
María es una estrella luminosa que, con la luz de
sus buenos ejemplos, nos
señala el camino del cielo.
14
Así como tener una buena madre es un
tesoro para una familia, así el tener
a María como Madre es un valioso tesoro
para cada uno de nosotros.
15
En la devoción a María Auxiliadora encontrarás gran
fortaleza para progresar en la
virtud y para resistir al mal y a
tus pasiones.
16
El Señor se complace en
hacer, también en estos
tiempos, grandes prodigios por
medio de María Auxiliadora.
18
No hay región donde no haya
algún templo que atestigüe
los favores que la Virgen María concede a sus
devotos. Las curaciones que
no logran los médicos, las
hace Ella.
María Santísima ha protegido siempre a sus devotos en la vida, pero especialmente en la hora de la muerte.